Las pautas o patrones de recuperación de mujeres y varones adultos que pertenecen al programa de Narcóticos Anónimos del área de San José (página 5)
Enviado por Javier Eduardo Vindas Acosta
Superar el miedo al cambio | 13 | 33 | 16 | 2 | – | ||||||
Aceptar la adicción y los defectos de carácter | 21 | 30 | 10 | 3 | – | ||||||
Compartir con otros adictos | 31 | 25 | 7 | 1 | – | ||||||
Admitir el daño causado a otros (octavo paso) | 15 | 31 | 14 | 3 | 1 | ||||||
Hacer enmiendas directas | 15 | 22 | 23 | 3 | 1 | ||||||
Liberarse de culpas | 17 | 26 | 17 | 4 | – | ||||||
Crecer en autorrespeto | 15 | 30 | 14 | 5 | – | ||||||
Realizar un inventario diario | 15 | 14 | 18 | 12 | 5 | ||||||
No justificar faltas, sino admitirlas | 12 | 20 | 26 | 6 | – | ||||||
Controlar complacencia (excesiva seguridad) | 7 | 28 | 21 | 8 | – | ||||||
Crecer en amor propio | 19 | 24 | 16 | 5 | – | ||||||
Practicar la meditación | 15 | 21 | 18 | 9 | 1 | ||||||
Renunciar al control | 12 | 22 | 21 | 9 | – | ||||||
Despertar espiritual como satisfacción espiritual | 10 | 33 | 15 | 6 | – | ||||||
Despertar espiritual como amor incondicional | 10 | 29 | 19 | 5 | 1 | ||||||
Despertar espiritual como libertad personal | 15 | 28 | 17 | 4 | – | ||||||
Tener sentido de orientación en la vida | 11 | 32 | 18 | 3 | – | ||||||
El sentido de soledad ha disminuido | 13 | 34 | 14 | 3 | – | ||||||
Dar servicio, llevar el mensaje a otros adictos | 29 | 21 | 12 | 2 | – |
FUENTE: Datos obtenidos por el investigador. Abril, 2003.
NOTA AL PIE: (-) Cantidad nula
Gráfico Nº 17, Parte A.- DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE MUJERES Y VARONES ADULTOS QUE PERTENECEN AL PROGRAMA DE NARCOTICOS ANONIMOS, SEGUN LA PRACTICA DE ACTITUDES RECUPERATIVAS RELACIONADAS CON LOS PASOS DEL SEXTO AL DUODECIMO
SAN JOSE, ABRIL 2003
FUENTE: Datos obtenidos por el investigador. Abril, 2003.
Gráfico Nº 17, Parte B.- DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE MUJERES Y VARONES ADULTOS QUE PERTENECEN AL PROGRAMA DE NARCOTICOS ANONIMOS, SEGUN LA PRACTICA DE ACTITUDES RECUPERATIVAS RELACIONADAS CON LOS PASOS DEL SEXTO AL DUODECIMO
SAN JOSE, ABRIL 2003
FUENTE: Datos obtenidos por el investigador. Abril, 2003.
Gráfico Nº 17, Parte C.- DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE MUJERES Y VARONES ADULTOS QUE PERTENECEN AL PROGRAMA DE NARCOTICOS ANONIMOS, SEGUN LA PRACTICA DE ACTITUDES RECUPERATIVAS RELACIONADAS CON LOS PASOS DEL SEXTO AL DUODECIMO
SAN JOSE, ABRIL 2003
FUENTE: Datos obtenidos por el investigador. Abril, 2003.
ANÁLISIS DE GRAFICO #17
El sexto y séptimo pasos refuerzan la liberación de defectos de carácter a partir del aumento de la espiritualidad. El octavo y noveno pasos se relacionan con enmendar los daños causados y sanar las relaciones interpersonales. El décimo paso propone un automonitoreo diario para vigilar el mantenimiento de la recuperación. El undécimo paso refuerza la relación con Dios. El duodécimo indica el imperativo de ayudar a otros adictos para, a través del servicio, perpetuar la ayuda mutua y la recuperación. Los principios que el programa propone para el cumplimiento de estos pasos forman este ítem.
Los datos suministrados por el gráfico N° 17 señalan que en la opción "total" las actitudes que se practican más son: (a) compartir con otros adictos en recuperación, con 48,4%; (b) dar servicio, llevar el mensaje a otros adictos, con 45,3% y (c) aceptar la adicción y los defectos de carácter, con 32,8%.
Las categorías "compartir con otros adictos" y "dar servicio, llevar el mensaje a otros adictos" coinciden con los valores de creación (captar sentido al crear o dar algo al mundo o a los otros) que propone Martínez (2002). La categoría "aceptar la adicción y los defectos de carácter" atiende a la práctica de valores de actitud. Refiriéndose a esta categoría, Shultz (1992), indica que no aceptar la propia condición de la adicción, es el factor más común y determinante en la recaída.
En la opción "bastante" las actitudes más practicadas son: (a) el sentido de soledad disminuido, con 53,12%; (b) superar el miedo al cambio, con 51,5%; (c) despertar espiritual como satisfacción espiritual con 51,5%; (d) tener un sentido de orientación en la vida, con 50%; (e) admitir el daño causado a otros con 48,4%; y (f) crecer en autorrespeto, con 46,8%.
En cuanto a la categoría "superar el miedo al cambio", que tiene una alta tasa de respuestas, Prochaska y Diclemente (1992), citado por Tejero y Trujols, (1998), anotan que el miedo al cambio es un indicador que caracteriza el estadio de cambio de mantenimiento y que puede derivar en un estilo de vida rígido y estructurado.
En relación con la categoría (f) "crecer en autorrespeto", esta coincide con el proceso de cambio llamado "autoliberación", que proponen los mismos autores, según el cual la persona aumenta su capacidad para decidir y elegir un compromiso personal y la creencia de que uno puede ser un elemento esencial en el proceso de cambio, ya que se han desarrollado las habilidades para ello.
Las categorías "compartir con otros adictos en recuperación" y "dar servicio, dar el mensaje a otros adictos" coincide con el proceso de cambio de liberación social (combatir la adicción mediante alternativas adaptativas disponibles) y el proceso de cambio de relaciones de ayuda (utilización del apoyo social en que se puede confiar). Estas categorías también corroboran la propuesta de Pardo (1986) de que la interacción recíproca o ayuda mutua del grupo genera una fuerza adaptativa en el individuo y el cumplimiento de las características de los grupos terapéuticos tal como los describe Lieberman (1987), citado por Graña (1998).
Desde la logoterapia de Martínez (2002), las categorías "sentido de soledad disminuido", "superar el miedo al cambio", "admitir el daño causado a otros" y "crecer en autorrespeto" representan la práctica de valores de actitud. La categoría "despertar espiritual como satisfacción espiritual" coincide con la práctica de valores de experiencia.
Conclusiones
El proceso de análisis y reflexión alrededor del programa de Narcóticos Anónimos, con miras a determinar pautas de recuperación desde sus beneficiarios, orientado bajo la guía de los objetivos y el producto de esta investigación, permite generar las siguientes conclusiones.
A través de la historia de la humanidad la droga ha tenido diferentes significados ideológico-culturales, según el uso social que se le ha dado (propiedades mágicas, religiosas, afrodisiacas, demoniacas, medicinales y contestatarias). Esta dimensión histórica permite ampliar desde los registros atávicos los parámetros de comprensión actuales, ya que enfocar la problemática desde su génesis social, previene la visión reduccionista que la interpreta como una condición morbosa con responsabilidad exclusiva del individuo que la vivencia.
Cuando se habla de dependencia física y psicológica es conveniente diferenciar esta del uso y del abuso, el primero se refiere a la utilización medicada de drogas, el segundo, al uso sin fines médicos. La dependencia está marcada por la aparición de los síntomas del síndrome de abstinencia, la tolerancia, el craving, la compulsión, obsesión y un patrón de recaídas.
Los abordajes terapéuticos están influenciados por dos enfoques ontológicos de la adicción, unos tratan la drogodependencia como enfermedad y otros la asumen como trastorno sintomático, estas posturas implican metodologías de abordaje variadas que pueden ser integradas, como lo intenta la logoterapia frankliana de Efrén Martínez.
Los enfoques psicológicos presentados son referencias teórico-prácticas imprescindibles para comprender las dinámicas involucradas en la adicción a drogas.
El modelo transteórico de Prochaska y Diclemente, ofrece una integración de estadios, procesos y niveles de cambio, que permite estructurar y comprender la dimensión conductual y funcional de la problemática adictiva y la recuperación. Esta estructuración se basa en los constructos de motivación al cambio (estadios de cambio), los procedimientos necesarios para ejecutar éste (procesos de cambio) y la identificación de los núcleos de conflicto básicos en la persona adicta (niveles de cambio). Como se vió en los análisis de resultados, este modelo es útil para comprender analíticamente el programa de Narcóticos Anónimos.
El modelo logoterapéutico de Efrén Martínez ofrece una visión que trasciende lo conductual (sin restarle importancia) para centrarse en los aspectos ideológico-axiológicos, que condicionan la percepción valorativa del sentido de vida y sus implicaciones en la existencia del ser humano drogodependiente. Este modelo plantea una espiritualidad producto de la práctica responsable de captación de sentido, en los valores de creación, experiencia y actitud. En el programa de Narcóticos Anónimos estos valores tienen una significación basada en un locus de control externo, al disponerse a la orientación de un poder superior que se manifiesta a través de los principios del programa, los compañeros y los grupos de reunión.
El psicoanálisis sigue siendo el planteamiento teórico, que en el caso de las adicciones, permite comprender mejor la naturaleza profunda de la negación (principal mecanismo defensivo de autoengaño en el adicto) y la manifestación del vínculo parental irresuelto en la dependencia adictiva. Otro aspecto que el psicoanálisis permite explicar es la tarea recuperativa de elaborar el conflicto individuación-separación y su segundo momento adolescente, dependencia-autonomía.
Por otro lado, los factores que se relacionan con la recaída en consumo tienen que ver con: el manejo de las situaciones de alto riesgo (Marlatt), la reestructuración o no de cogniciones desadaptadas (Beck), las condiciones familiares y de apoyo social (Kornblit), las dificultades para encontrar sentido y significado a la vida en recuperación (Martínez), o los elementos de no aceptación de sí mismo como persona y adicto, no reconocer que el cambio no se logra sólo, o no aplicar una disciplina o programa de recuperación (Schultz y Narcóticos Anónimos).
Atendiendo al primer objetivo específico de este trabajo, la sistematización de los principios del programa de Narcóticos Anónimos posibilita presentar de manera ordenada los parámetros básicos que rigen los procesos de recuperación. En efecto, se trata de un programa bien estructurado, autogestionario, que ofrece alternativas funcionales y organiza los procesos básicos necesarios para enfrentar una problemática adictiva.
Este programa ofrece una visión sui géneris del significado y práctica de la espiritualidad, al producir un contexto donde la ausencia de dogmas y líderes religiosos y la tolerancia a la diferencia de credo, se adaptan a las particularidades de la mentalidad adicta. La sistematización realizada permite tener una visión general de las amplias dimensiones del programa y de cómo abarca todas las áreas de la vida de un ser humano en resiliencia.
Con respecto al segundo objetivo específico de este trabajo, identificar pautas de recuperación en las beneficiarias y los beneficiarios, se considerará en primer lugar elementos característicos de la población estudiada, que el investigador considera significativos.
La población estudiada fue de 190 personas con una muestra representativa de 64, de los cuales el 79,68% representa a los hombres y el 20,31% a las mujeres. En cuanto a la variable edad, el mayor porcentaje de sujetos se encuentra en el grupo de los 38 a los 42 años, con un 25%.
El 70% de la población investigada ha sido consumidora activa por un tiempo promedio de diez años. Los participantes han tenido, en consumo activo, la tendencia a preferir el uso de psicoestimulantes (cocaína y crack), lo cual tiene relación con los índices de depresión presentes en esta población.
El orden de droga de inicio en la población costarricense coincide con el orden de preferencia en la población investigada, pues ambos casos presentan una gradación ascendente entre alcohol, marihuana, cocaína y crack. El 60% de la población tiene entre dos y cuatro años de recuperación y más de la mitad no ha sufrido recaídas en consumo, a partir de su primer involucramiento en el programa.
La mayoría de los beneficiarios (56,25%) y el mismo programa consideran que no es necesaria la utilización de otro tipo de terapia para recuperarse. De los que sí utilizan otro tipo de terapia (43,75%), la mitad acude a profesionales en psicología y consejeros en adicciones.
Con respecto a las pautas de recuperación de mayor prevalencia en la población meta, se puede concluir varios razonamientos. Las reservas son distorsiones cognitivas especialmente peligrosas en los primeros meses o años de recuperación, ya que son elementos fundamentales de las recaídas. Estas presentan poca prevalencia en los exconsumidores estudiados, lo cual está relacionado con el tiempo de recuperación y el manejo adecuado de las mismas. Este manejo tiene un soporte grupal (padrino, reuniones, compañeros), lo cual indica el lugar fundamental del grupo en la recuperación individual.
En relación con los primeros tres pasos, las guías de recuperación que son más vivenciadas por los beneficiarios son: evitar lugares de riesgo, evitar amistades adictas, la rendición, reconocer la necesidad de ayuda de otros, tener padrino, practicar la buena voluntad, tener receptividad o mente abierta, accionar, asistencia a grupos y responsabilizarse.
Otra pauta común es que la mayoría de la población (70%) ha realizado el cuarto paso, que es la columna vertebral del proceso de autoconocimiento, que le permite experimentar autoperdón, reconocimiento de autoengaños e identificación de patrones conductuales adictivos. Los consultados admiten la importancia de reconocer sus comportamientos adictivos para transformarlos, entre estos reconocen especialmente, la obsesión, el egocentrismo, la negación, la manipulación y la deshonestidad.
Otro patrón recuperativo presente en la población es la realización del quinto paso, al que conceden gran importancia, aunque el porcentaje es menor que el cuarto paso.
La población estudiada reconoce mayoritariamente que los defectos de carácter más prevalentes en sus vidas son: el egocentrismo, la ira, la lujuria, el miedo y la autocompasión.
En relación con los últimos pasos del programa, las guías más vivenciadas son: compartir con otros adictos en recuperación, dar servicio o llevar el mensaje a otros adictos, aceptar la adicción y los defectos de carácter, el sentido de soledad disminuido, superar el miedo al cambio, tener un sentido de orientación en la vida, admitir el daño causado a otros y crecer en autorrespeto.
Todas estas pautas son especialmente valoradas por los sujetos de esta investigación, a la hora de definir los elementos clave de su recuperación personal.
Refiriéndose al tercer objetivo, la teoría del programa como patrón ideal de recuperación es imposible de practicar en su totalidad y los patrones reales que vivencian los beneficiarios varían de acuerdo con el tiempo en el programa, el involucramiento en este y la subjetividad. No se puede afirmar que existan grandes diferencias entre los patrones ideales y los patrones reales; sin embargo, se pudo verificar una diferencia pequeña, en cuanto a que, de los cuatro principios básicos recomendados por el programa, honestidad, receptividad, buena voluntad y servicio, solamente la honestidad no quedó clasificada como pauta o patrón recuperativo. Las personas que no practican todos los principios del programa (por ejemplo no realizar el cuarto o quinto paso), pero aún así mantienen su recuperación, lo logran debido a que el grupo funciona como dispositivo superior e integrador que posibilita, cohesión social, locus de control externo, resignificación del estigma y transferencia grupal.
La influencia del grupo de pares ha sido identificado por Sandí y otros (1995), como el predictor más fuerte en el inicio del consumo en la adolescencia; de igual modo en recuperación, el grupo funciona conteniendo y estructurando los comportamientos individuales. La legitimación de la identidad personal pasa por el filtro ideológico de la pertenencia a la identidad colectiva del grupo de reunión. Esto funciona a través de las características atribuidas a éste.
El programa de Narcóticos Anónimos tiene una concepción de la adicción como enfermedad, lo que implica, entre otras cosas, una tendencia a individualizar la problemática, haciendo énfasis en la responsabilidad individual de la recuperación. Lo anterior representa ventajas y desventajas, las primeras tienen que ver con que esta visión permite un manejo adecuado de los autoengaños, la búsqueda de autonomía y el protagonismo humilde de la recuperación, las segundas se refieren a que este afán puede llevar a la persona en recuperación a sobredimensionar su participación en la problemática y a minimizar las circunstancias histórico-sociales e ideológicas que contextualizaron las condiciones de existencia, en las que su adicción se desarrolló.
Esta investigación ha verificado la importancia y el valor terapéutico de lo que se conceptualiza como ayuda mutua, el efecto multiplicador de un adicto que ayuda a otro y la reacción en cadena de transformación de vidas que esto genera. Muchas veces se ha dudado de la veracidad de los alcances de este programa y su funcionalidad. Saber que actualmente existen 190 personas que han podido mantener su recuperación por más de dos años, permite reconocer la importancia del mismo y darle un justo lugar en el horizonte de los tratamientos para las adicciones. En el área de San José, incluso en toda Costa Rica, no existe otro programa de tratamiento que tenga las dimensiones, los alcances y los resultados evidenciados en esta investigación.
Recomendaciones
En consecuencia, con los análisis de resultados y las conclusiones, se han formulado las siguientes sugerencias:
Cuando los programas de Doce Pasos iniciaron hace 68 años, las Ciencias Sociales (en especial la psicología) y la psiquiatría (cuyo patrimonio es la enfermedad mental) estaban deficitarias de respuestas adecuadas ante las problemáticas adictivas. Esta coyuntura histórico-social es, en mucho, un elemento impulsor de la génesis del tipo de terapia empírica (desde la experiencia vivida) de los grupos de autoayuda. Pero en la actualidad existen avances importantes en la comprensión teórica y los abordajes terapéuticos que vienen desde la psicología (terapias cognitiva, racional-emotiva, logoterapia y psicoanálisis, entre otros), la sociología y el trabajo social (terapia familiar sistémica), y otras ciencias (neurología y genética, entre otras), que aportan nuevos elementos sobre la conducta adictiva. Estos nuevos conocimientos se pueden complementar en el presente con los programas de Doce Pasos. De aquí que sea recomendable la apertura del programa a la retroalimentación con otros tipos de terapia.
En la misma línea de la recomendación anterior, el área relacionada con la familia no recibe, desde el punto de vista del investigador, el énfasis que debe tener. Debido en parte, a la visión de las drogodependencias como enfermedades individualizadas, que impide ver que el adicto se desarrolla en un sistema familiar enfermizo (que es reflejo de la condición social), en el que él sintomatiza los desequilibrios del ambiente al que pertenece. Al respecto Kornblit y otros (1989), indican la importancia de las relaciones familiares de continencia y apoyo social para el mantenimiento de la recuperación.
Es recomendable que los resultados de esta investigación se difundan al interior de los grupos de Narcóticos Anónimos, para que sean utilizados por personas que quieran mejorar el sentido de sus vidas. Partiendo del conocimiento de las pautas de conducta y actitudes recuperativas que han servido a otros para mantener su recuperación y crecimiento personal en el tiempo.
Es conveniente que los centros de tratamiento especializados que complementan sus trabajos profesionales con el programa de los Doce Pasos, tomen en cuenta varios criterios.
El primero de estos es que, para llegar a la condición de drogodependiente la persona ha seguido un camino progresivo por etapas de experimentación, uso controlado y abuso. Es común el error de encasillar como adictos dependientes a los usuarios que se encuentran en esas etapas, y que aún no han desarrollado una dependencia en el sentido descrito (síndrome de abstinencia, tolerancia, craving, compulsión y un patrón de recaídas). Por lo anterior, a la hora del diagnóstico y tratamiento es importante no esteriotipar a las personas en categorías rígidas, sino analizar las condiciones específicas de la historia de vida y el contexto situacional-sintomático actual de cada individuo, para ofrecer un abordaje adecuado a las necesidades y condiciones reales del cliente, partiendo del nivel de evolución de su condición adictiva.
También se recomienda utilizar el conocimiento producido por esta investigación para desarrollar espacios de reflexión que tomen en cuenta, (a) el programa de Narcóticos Anónimos no tiene el mismo impacto para todos los adictos que buscan ayuda, (b) existe relación entre años de consumo e identificación con el modelo de Narcóticos Anónimos (análisis N° 1), (c) las pautas o patrones de recuperación reconocidos en esta investigación, son referentes útiles para los trabajos de seguimiento, prevención de recaídas y mantenimiento de la recuperación y (d) analizar e integrar los abordajes psicoterapéuticos con el programa de Narcóticos Anónimos, es una tarea por realizar, de la cual esta investigación representa un primer paso.
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Anexos
Anexo 1
Glosario psicoanalítico
Autoerotismo: Cualidad de un comportamiento sexual en el cual el sujeto obtiene satisfacción recurriendo únicamente a su propio cuerpo, sin objeto exterior: en este sentido se habla de la masturbación como un comportamiento auto-erótico.
Complejo de castración: Guarda relación con el complejo de Edipo desde su función prohibitiva y normativa. Complejo centrado en la fantasía de castración. El niño teme la castración como amenaza paterna, lo que le produce la angustia de castración. En la niña es sentida como un perjuicio sufrido.
Complejo de Edipo: Conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que el niño experimenta respecto a sus padres. Según Freud, es vivido inicialmente entre los tres y los cinco años y durante la fase fálica su declinación señala la entrada en el periodo de latencia. En su forma positiva indica deseo de muerte de la figura del mismo sexo y deseo sexual hacia la figura del sexo opuesto. En su forma negativa se presenta a la inversa.
Fase oral: Primera fase de la evolución libidinosa, el placer sexual está ligado a la excitación de la cavidad bucal y de los labios, que acompaña a la alimentación. La actividad de nutrición proporciona las significaciones electivas mediante las cuales se expresa y se organiza la relación de objeto; así, por ejemplo, la relación de amor con la madre se hallará marcada por las significaciones comer, ser comido.
Narcisismo primario: Designa un estado precoz en el que el niño catectiza toda su libido sobre sí mismo.
Narcisismo secundario: Designa un vuelta sobre el yo de la libido retirada de sus catexis objetales.
Negación: Procedimiento en virtud del cual el sujeto, a pesar de formular sus deseos, pensamientos o sentimientos hasta entonces reprimidos, sigue defendiéndose negando que le pertenezca.
Objeto: Correlato de la pulsión: Es aquello en lo cual y mediante lo cual la pulsión busca alcanzar su fin, es decir, cierto tipo de satisfacción. Puede tratarse de una persona o de un objeto parcial, de un objeto real o de un objeto fantasiado.
Pulsión: Proceso dinámico consistente en un empuje (carga energética, factor de motilidad) que hace tender al organismo hacia un fin. Según Freud, una pulsión tiene su fuente en una excitación corporal (estado de tensión); su fin es suprimir el estado de tensión que reina en la fuente pulsional; gracias al objeto, la pulsión puede alcanzar su fin.
(Fuente: Laplanche, Jean y Pontalis, Jean (1971). Diccionario de Psicoanálisis).
Anexo 2
Doce Pasos de Narcóticos Anónimos
Los doce pasos de Narcóticos Anónimos
1. Admitimos que éramos impotentes ante nuestra adicción, que nuestra vida se había vuelto ingobernable.
2. Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podía devolvernos el sano juicio.
3. Decidimos poner nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, tal como lo concebimos.
4. Sin miedo hicimos un detallado inventario moral de nosotros mismos.
5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestras faltas.
6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios eliminase todos estos defectos de carácter.
7. Humildemente le pedimos que nos quitase nuestros defectos.
8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos hecho daño y estuvimos dispuestos a enmendarlo
9. Enmendamos directamente el daño causado a aquellas personas siempre que nos fuera posible, excepto cuando el hacerlo perjudicara a ellos o a otros.
10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos rápidamente.
11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, tal como lo concebimos, pidiéndole solamente conocer su voluntad para con nosotros y la fortaleza para cumplirla.
12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a los adictos y de practicar estos principios en todos los aspectos de nuestras vidas.
Anexo 3
Las doce tradiciones de Narcóticos Anónimos
Las doce tradiciones de Narcóticos Anónimos
1. Nuestro bienestar común debe tener prioridad; la recuperación personal depende de la unidad de NA.
2. Para el propósito de nuestro grupo sólo hay una autoridad fundamental: un Dios bondadoso tal como pueda manifestarse en nuestra conciencia de grupo. Nuestros líderes no son más que servidores de confianza; no gobiernan.
3. El único requisito para ser miembro es el deseo de dejar de consumir.
4. Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a NA en su totalidad.
5. Cada grupo tiene un solo propósito primordial: llevar el mensaje al adicto que todavía sufre.
6. Un grupo de NA nunca debe respaldar, financiar ni prestar el nombre de NA a ninguna entidad allegada o empresa ajena, para evitar que problemas de dinero, propiedad o prestigio nos desvíen de nuestro propósito primordial.
7. Todo grupo de NA debe mantenerse a sí mismo completamente, negándose a recibir contribuciones externas.
8. Narcóticos Anónimos nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden emplear trabajadores especializados.
9. NA, como tal, nunca debe ser organizada, pero podemos crear juntas o comités de servicio que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven.
10. NA no tiene opinión sobre cuestiones ajenas a sus actividades; por lo tanto su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.
11. Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; necesitamos mantener nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine.
12. El anonimato es la base espiritual de todas nuestras tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades.
Anexo 4
Los doce conceptos de servicio de Narcóticos Anónimos
Los doce conceptos de servicio de Narcóticos Anónimos
1. Para cumplir con el propósito primordial de nuestra confraternidad, los grupos de NA se han unido para crear una estructura de servicio que desarrolle, coordine y mantenga servicios en nombre de NA en su conjunto.
2. Los grupos de NA poseen la responsabilidad y autoridad finales de los servicios de NA.
3. Los grupos de NA delegan en la estructura de servicio la autoridad necesaria para asumir las responsabilidades asignadas.
4. El liderazgo eficiente tiene gran valor en Narcóticos Anónimos. Las cualidades de liderazgo deben tomarse en cuenta cuidadosamente al elegir servidores de confianza.
5. Se debe definir claramente un punto único de decisión y rendición de cuentas para cada responsabilidad asignada a la estructura de servicio.
6. La conciencia de grupo es el medio espiritual mediante el cual invitamos a que un Dios bondadoso influya en nuestras decisiones.
7. Todos los miembros de un organismo de servicio asumen una responsabilidad importante por las decisiones del mismo y se les debe permitir participar plenamente en el proceso de toma de decisiones.
8. Nuestra estructura de servicio depende de la integridad y eficacia de nuestras comunicaciones.
9. Todos los elementos de nuestra estructura de servicio tienen la responsabilidad de considerar detenidamente todos los puntos de vista en el proceso de toma de decisiones.
10. Cualquie miembro de un organismo de servicio puede pedirle a éste la reparación de un agravio sin temor a represalias.
11. Los fondo de NA deben usarse para fomentar nuestro propósito primordial y administrarse responsablemente.
12. De acuerdo con la naturaleza espiritual de Narcóticos Anónimos, nuestra estructura debe ser siempre de servicio, nunca de gobierno.
Anexo 5
Símbolo de Narcóticos Anónimos
Anexo 6
Reseña Histórica de Narcóticos Anónimos
Reseña Histórica
Narcóticos Anónimos se formó en Julio de 1953 y la primera reunión se celebró en el sur de California. La confraternidad creció irregularmente, pero se extendió en los Estados Unidos. El primer libro que se publicó fue "El libro Blanco" en 1962. En la década de los sesenta, el programa todavía estaba poco estructurado. La membresía en esa época fue irregular.
En 1972 se abrió la Oficina de Servicio Mundial en los Angeles, órgano que posibilitó un sentido de dirección a la organización, mediante la unidad e integración de los objetivos institucionales. La apertura de la Oficina de Servicio Mundial, aportó estabilidad al crecimiento de la confraternidad. Hoy en día hay adictos en recuperación, en miles de reuniones en los Estados Unidos y en muchos otros países, lo que convierte a NA en una confraternidad mundial.
El programa total consta de treinta y seis principios espirituales: Doce Pasos de recuperación, Doce Tradiciones y Doce Conceptos de Servicio. Los Doce Pasos son las directrices para la recuperación personal (aprender a vivir consigo mismo), que se basan en la ayuda mutua, la aceptación de la propia adicción como enfermedad y la necesidad de salir de ella, el autoconocimiento, la transformación espiritual, la disposición a la guía de un poder superior (buena voluntad) y el trabajo con otros adictos (servicio). La libertad para el individuo proviene de la práctica de estos pasos.
Las Doce Tradiciones, como principios organizativos posibilitan la unidad, la autonomía y libertad colectiva (el vivir en sociedad). Estas estipulan que cualquiera con el deseo de dejar de consumir puede formar parte de los grupos (único requisito de ingreso). La dirección del grupo la marca la "conciencia de grupo" (opinión general democrática). No se paga membresía, pero para cubrir gastos de mantenimiento y actividades, se solicita contribución voluntaria (Séptima Tradición). No existe jerarquización de funciones, ni cargos directivos que puedan concentrar poder o prestigio en unos en detrimento de otros. La permanencia y participación en el grupo es voluntaria y no se adquiere ningún compromiso contractual con él. Como grupo no expresan opinión sobre cuestiones ajenas a sus actividades. La política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción. El anonimato es la base espiritual de las tradiciones y permite una resignificación del estigma social.
Los Doce Conceptos de Servicio brindan lineamientos específicos para el funcionamiento de los grupos en asuntos tales como, responsabilidades, la autoridad, la delegación, el liderazgo, la rendición de cuentas, la orientación espiritual, la participación la comunicación, la receptividad, la imparcialidad y las finanzas.
Anexo 7
Instrumento Final
Instrumento
Buenos días (tardes, noches):
Soy estudiante de psicología de la Universidad Central y estoy realizando un estudio para elaborar mi tesis profesional (Licenciatura en Psicología) que trata sobre el programa de recuperación de Narcóticos Anónimos.
A continuación se le presenta un cuestionario, el cual, por favor, se le pide contestar con sinceridad. Las opiniones de todos los encuestados serán sumadas e incluídas en la tesis profesional, pero nunca se comunicarán datos individuales. Sus respuestas serán confidenciales y anónimas. A la hora de contestar tome en cuenta que no hay respuestas correctas ni incorrectas. Lea las instrucciones cuidadosamente, ya que existen preguntas de una sola opción, y otras que piden respuestas más amplias. Se le presentan una serie de ítemes, los primeros tratan de datos generales sobre su experiencia de vida. Otros ítemes indican principios y sugerencias, que ofrece el programa, la literatura y los grupos de Narcóticos Anónimos para mantener una recuperación exitosa.
Por favor, indique y anote, según las opciones que se le presentan, la importancia de cada factor en su práctica personal de recuperación. La intención del cuestionario es medir cuáles elementos ha utilizado usted y le han servido más en su cambio de vida.
Muchas gracias por su colaboración.
Bach. Javier E. Vindas Acosta
CUESTIONARIO
Señale con una X las opciones adecuadas, marque en los círculos o paréntesis según el caso
DATOS GENERALES
1. Sexo: ( ) a. Hombre ( ) b. Mujer
2. Edad: ( ) a. 18 – 22 años
( ) b. 23 – 27 años
( ) c. 28 – 32 años
( ) d. 33 – 37 años
( ) e. 38 – 42 años
( ) f. 43 – 47 años
( ) g. 48 – 52 años
( ) h. 53 – 57 años
( ) i. más de 58 años
3. ¿Cuál es su escolaridad?
Incompleta Completa
a. Primaria O O
b. Secundaria O O
c. Universitaria O O
d. Técnica O O
e. Otra O O
4. ¿Cuál es su trabajo actual u ocupación?
___________________________.
5. ¿Cuánto tiempo ha vivido en adicción activa?
( ) a. Menos de 1 año
( ) b. Entre 1 y 3 años
( ) c. Entre 3 y 5 años
( ) d. Entre 5 y 7 años
( ) e. Entre 7 y 9 años
( ) f. Entre 9 y 11 años
( ) g. Entre 12 y 13 años
( ) h. Entre 13 y 15 años
( ) i. Más de 15 años
6. ¿Cuál ha sido su droga de preferencia en adicción activa? Marque sólo una
opción.
( ) a. Licor
( ) b. Marihuana
( ) c. Cocaína
( ) d. Crack
( ) e. Inhalantes
( ) f. Basuco
( ) g. Acidos
( ) h. Tranquilizantes
( ) i. Otras__________
7. ¿Cuánto tiempo de recuperación tiene usted? (años cumplidos).
( ) a. 2 años
( ) b. 3 años
( ) c. 4 años
( ) d. 5 años
( ) e. 6 años
( ) f. 7 años
( ) g. 8 años
( ) h. 9 años
( ) i. 10 años
( ) j. más de 10 años
especifique___________
8. En promedio, cuántas recaídas en consumo ha sufrido usted
( ) a. ninguna
( ) b.1 recaída
( ) c. 2 recaídas
( ) d. 3 recaídas
( ) e. 4 recaídas
( ) f. 5 recaídas
( ) g. 6 recaídas
( ) h. 7 recaídas
( ) i. 8 recaídas
( ) j. 9 recaídas
( ) k. 10 o más recaídas
9. ¿Además de la adicción, vive usted alguna otra enfermedad diagnosticada?
( ) a. Depresión
( ) b. Esquizofrenia
( ) c. Trastorno antisocial
( ) d. Déficit atencional
( ) e. Epilepsia
( ) f. Trastornos de ansiedad
( ) g. Anorexia
( ) h. Bulimia
( ) i. Ninguna
( ) j. Otros, indique __________
10. Además del programa de NA. utiliza usted algún otro tipo de terapia.
( ) a. Sí ( ) b. No
Si su respuesta es sí, anote cuál:___________________________
_____________________________________________________.
11. Con respecto a las reservas (creencias erróneas a favor de seguir usando drogas).
¿Cuál es el grado de intensidad en que se le presentan las siguientes:
a. Creer que "aún puedo consumir alguna droga (licor, marihuana, etc.) porque no tuve problemas con ella".
( ) muchas veces
( ) bastantes veces
( ) regularmente
( ) pocas veces
( ) ninguna vez
b. Creer que "voy a poder volver a consumir con control después de cierto tiempo limpio".
( ) muchas veces
( ) bastantes veces
( ) regularmente
( ) pocas veces
( ) ninguna vez
c. Creer que "todavía puedo reunirme con personas relacionadas con la adicción activa".
( ) muchas veces
( ) bastantes veces
( ) regularmente
( ) pocas veces
( ) ninguna vez
d. Creer que "la vida sin drogas es aburrida"
( ) muchas veces
( ) bastantes veces
( ) regularmente
( ) pocas veces
( ) ninguna vez
12. ¿ Cómo maneja o trabaja usted sus reservas, cuando aparecen?
__________________________________
13. Cuánto considera usted que ha podido practicar realmente en su vida las siguientes recomendaciones y principios generales.
Total bastante regular poco nada
a. buena voluntad O O O O O
b. humildad O O O O O
c. honestidad O O O O O
d. receptividad (mente abierta) O O O O O
e. sólo por hoy (vivir el hoy) O O O O O
f. rendición O O O O O
g. responsabilidad O O O O O
h. asistencia a grupos O O O O O
i. tener padrino O O O O O
j. accionar O O O O O
k. aceptación O O O O O
l. evitar amistades adictas O O O O O
m. evitar lugares de riesgo O O O O O
n. necesidad de ayuda de otros O O O O O
o. hablar en reuniones O O O O O
14. ¿ Ha realizado su cuarto paso o inventario personal?
( ) a. Sí ( ) b. No
15. Cuánto considera usted que ha podido practicar realmente en su vida las siguientes actitudes de recuperación.
Total bastante regular poco nada
a. mejoría en autoconocimiento O O O O O
b. ha experimentado el perdón a otros O O O O O
c. ha experimentado el autoperdón O O O O O
d. ha experimentado reconciliación O O O O O
e. reconocer autoengaños (negación, victimizarse) O O O O O
f. ha reconocido sus patrones de conducta adicta O O O O O
16. ¿Cuáles son sus patrones de conducta adictivos más comunes?
_________________________________________________
17. ¿ Ha realizado usted su quinto paso?
( ) a. Sí ( ) b. No
18. ¿ Ha reconocido sus defectos de carácter más comunes?
( ) b. Sí ( ) b. No
Si contestó Si, indique cuáles son:___________________________________________________________
19. ¿Cuánto considera usted que ha podido practicar realmente en su vida las siguientes actitudes de recuperación?
Total bastante regular poco nada
a. superar el miedo al cambio O O O O O
b. aceptar la adicción y los defectos de carácter O O O O O
c. compartir con otros adictos O O O O O
d. admitir el daño causado a otros (octavo paso) O O O O O
e. hacer enmiendas directas O O O O O
f. liberarse de culpas O O O O O
g. crecer en autorrespeto O O O O O
h. Realizar inventario diario O O O O O
i. No justificar faltas sino admitirlas O O O O O
j. Controlar complacencia (excesiva seguridad) O O O O O
k. Crecer en amor propio O O O O O
l. practicar la meditación O O O O O
m. renunciar al control O O O O O
n. despertar espiritual como satisfacción espiritual O O O O O
o. despertar espiritual como amor incondicional O O O O O
p. despertar espiritual como libertad personal O O O O O
q. tener sentido de orientación en la vida O O O O O
r. el sentimiento de soledad ha disminuido O O O O O
s. dar servicio, llevar el mensaje a otros adictos O O O O O
MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓN
¡LE DESEO MUCHA SOBRIEDAD¡
Autor:
Javier Eduardo Vindas Acosta
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