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Desarrollo de la Salud Pública en Colombia

Enviado por Delma Carbajal


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Historia de la salud pública en Colombia
  3. Aplicación del análisis de la situación de salud "Asís"
  4. Resumen del actual sistema de salud colombiano
  5. Breve análisis de la morbimortalidad en Colombia
  6. Conclusiones
  7. Bibliografía

Introducción

Entendiendo que la salud pública es todavía uno de los aspectos poco desarrollados en todo latinoamérica, es también conveniente resaltar que colombia, es uno de los países que viene impulsando el trabajo en este campo.

Hay que recordar que la salud pública es principalmente el proceso de trabajo interinstitucional y colectivo que organizadamente busca, desde la prevención y la promoción de la "enfermedad" cambiar las costosas y repetitivas conductas, hábitos y prácticas sanitarias asociadas con la curación y la rehabilitación integral de los síntomas, alteraciones, modificaciones o pérdidas asociadas con el bienestar corporal y la calidad de vida psicosocial de los individuos.

Dada la experiencia de campo, la relación entre salud pública y enfermedad resulta ineludible si se pretende comprender la experiencia histórica de las comunidades. El conocimiento de las enfermedades cuyos orígenes, acciones curativas y formas de prevención, permiten identificar las características de períodos históricos concretos del desarrollo, el progreso y el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos. Por ello es vital la identificación de estos factores.

Como se verá, los antecedentes e historia de la salud pública en colombia tienen un fuerte componente intervencionista norteamericano, al menos en su etapa precoz, y todo ello debido entre otros asuntos a los intereses privados de transnacionales que veían peligrar sus inversiones en territorio colombiano debido a la presencia de enfermedades contagiosas y demás, que repercutían negativamente en la productividad de los trabajadores de dichas transnacionales.

Todos estos aspectos han provocado encuentros entre los expertos colombianos, los mismos que, desde su perspectiva individual, han apelado a dar respuesta a sus preguntas-problema empleando diferentes fuentes históricas institucionales, analizando en proporciones diferentes el papel de los establecimientos, administradores, gremios profesionales e interventores sociales, reafirmando sus convicciones ideológicas al sobrevalorar o cuestionar el papel de las organizaciones encargadas de prevenir, atender o rehabilitar a los enfermos, e inevitablemente, asumiendo una postura anacrónica al buscar en las legislaciones, instituciones, agremiaciones y sistemas sanitarios del pasado las causas de la crisis e insostenibilidad del sistema de salud pública impuesto por el estado colombiano desde 1993.

2.- objetivos:

2.1 objetivo general

. Conocer el desarrollo de la salud pública en colombia.

2.1 objetivos específicos

. Identificar influencias históricas del sistema de salud pública en colombia

. Definir el desarrollo político social de la salud pública en colombia

. Reconocer las principales características de la salud pública en colombia.

contenido

Historia de la salud pública en Colombia

Para comprender de manera específica la evolución y desarrollo de la salud pública en colombia, es necesario recordar algo de su historia.

Para los salubristas colombianos, el análisis de la salud pública desde mediados del siglo xix debía ser el resultado de la interrelación entre la salud personal (mi bienestar) y la salubridad pública (nuestro ambiente) de los conciudadanos. Siendo entendida la salubridad entonces como "el estado de salud psíquica, física, intelectual y moral que alcanzaban los individuos en su entorno espacial (casa, barrio, pueblo, distrito, provincia, etc.), como efecto de las condiciones ambientales (clima, suelos, agua, etc.), productivas (oficios agropecuarios, artesanales, comerciales, mineros, etc.), raciales (blancos, mestizos, indios, negros, etc.), sanitarias (higiene personal y doméstica, medicamentos basados en la flora, fauna o minerales locales; servicios públicos, hospicios, hospitales, cementerios), y culturales (régimen gubernamental, régimen parroquial, sistema educativo, hábitos y costumbres, medios de recreación y esparcimiento público, etc.) En las que convivían cotidianamente" (pérez pinzón).

Para la mayoría de críticos del estado colombiano, se ha venido dando un papel asistencialista institucional en la historia de la salud pública y la enfermedad en este país.

Sin embargo, los más ácidos, infieren además que el real interés del estado en mejorar las condiciones de salubridad en colombia, obedecía a necesidades particulares o privadas de grupos de poder económico internacional, ya que las propuestas para el desarrollo de las políticas de salud, tenían como objetivo, promover la salud de los individuos para garantizar la productividad y generación de riquezas, requisito cumplido de manera formal; pero por la escasez de sus recursos y priorización de otros intereses, con frecuencia debió limitar el gasto público y su accionar sanitario y preventivo. De esta manera, la política sanitaria del estado fue inconsistente, no se cumplió en el plano material, se redujo al asistencialismo y control de las enfermedades que como las epidemias afectaron las dinámicas socioeconómicas" (rodríguez martínez).

El no tener enfermedades contagiosas, era para los extranjeros, el símbolo de progreso y civilización para las regiones y traía consigo el factor esencial de "salud pública" a tener en cuenta por las compañías multinacionales al valorar los riesgos de sus inversiones. El mayor ejemplo de ello fue el intervencionismo sanitario de la fundación rockefeller que en su afán por asegurar las condiciones ambientales del proceso de exploración, extracción y exportación petrolera por parte de las compañías petroleras estadounidenses durante la erradicación del brote de "fiebre amarilla" en 1910, implementó una serie de medidas sanitarias. Morales lizarazo sugiere que "fue en éste brote cuando se realizó en la historia de la salud colombiana una de las primeras campañas encaminada al saneamiento de la ciudad, por medio de la eliminación de los criaderos de los mosquitos que servían como vector de la fiebre amarilla y no fue hasta 1950 ni con la ayuda de la osp ni ningún otro organismo interventor que se realizó la citada campaña en 1911 en la ciudad de bucaramanga".

Posteriormente se continuó con el intervencionismo sanitario norteamericano y la adopción de su modelo sanitaria de salud pública y el condicionamiento del desarrollo nacional a partir de la eliminación de los focos de enfermedad y muerte temidos por los inversionistas extranjeros, particularmente los asociados con la fiebre amarilla. El sistema de salud que buscaba la erradicación de este flagelo se denominó "higienista".

En agosto de 1938 se creó el ministerio de trabajo higiene y previsión social y, al mismo tiempo, el de economía. Con el primero de esos ministerios, si bien al lado de los asuntos laborales y de previsión social, comenzaba a concretarse la aspiración de los higienistas colombianos que, desde hacía mucho tempo venían luchando por una instancia técnica de integración de los servicios preventivos y curativos, apoyados en las recomendaciones de las conferencias sanitarias panamericanas.

Finalmente, este modelo "higienista" concluyó con la creación del ministerio de higiene en 1946 y el retiro de la fundación rockefeller del territorio colombiano en 1948, cuando se entrega a los colombianos la dirección del programa de fiebre amarilla.

Todos estos aspectos han provocado encuentros entre los expertos colombianos, los mismos que, desde su perspectiva individual, han apelado a dar respuesta a sus preguntas-problema empleando diferentes fuentes históricas institucionales, analizando en proporciones diferentes el papel de los establecimientos, administradores, gremios profesionales e interventores sociales, reafirmando sus convicciones ideológicas al sobrevalorar o cuestionar el papel de las organizaciones encargadas de prevenir, atender o rehabilitar a los enfermos, e inevitablemente, asumiendo una postura anacrónica al buscar en las legislaciones, instituciones, agremiaciones y sistemas sanitarios del pasado las causas de la crisis e insostenibilidad del sistema de salud pública impuesto por el estado colombiano desde 1993.

3.2 situación administrativa de la salud en Colombia

La mayoría de las reformas del sector salud en colombia, se han dado desde 1990. A partir de estos nuevos lineamientos, se sustituyó el antiguo sistema nacional de salud y el antiguo modelo de la seguridad social.

En el actual sistema de salud se podrían identificar tres características básicas:

A) el sistema público y de subsidios fiscales está descentralizado en las entidades territoriales departamentales y municipales;

B) los hospitales públicos se han convertido en empresas del estado y se les ha otorgado autonomía hacia un manejo gerencial, y

C) se ha eliminado el monopolio del sistema de seguridad social en salud y se ha creado un régimen subsidiado de salud para los más pobres.

Estas reformas, a decir de muchos, ha conseguido multiplicar los recursos financieros, lo cual ha permitido incrementar los recursos humanos públicos y su remuneración, así como la disponibilidad de recursos presupuestarios por parte de los hospitales y la ampliación de la cobertura de la seguridad social, incluyendo al 20% de la población más pobre, beneficiaria de subsidios a demanda.

Respecto del acceso y la equidad en los servicios de salud, se observa una mejora significativa; sin embargo, se registra una caída de los indicadores de salud pública y los profesionales asumen una posición crítica frente al nuevo sistema basado en la intermediación, que favorece el incremento de los costos de transacción.

3.3 factores que influyen en las reformas en el sistema de salud de Colombia

De acuerdo a la información consultada, a partir de los años noventa, se inició un proceso de reformulación de los sistemas de salud bajo la presión de un conjunto de factores extrasectoriales y sectoriales, y bajo la influencia de la globalización de la política y la economía sumado a la emergencia de nuevos actores en la esfera internacional de la toma de decisiones en salud. Este proceso de cambio estuvo resaltado por la versión neoliberal de la política y del desarrollo económico y social. El sistema de salud, por una multitud de factores, no pudo mantenerse al margen de estas concepciones.

Entre los factores extrasectoriales que determinaron la reforma de los sistemas de salud se encontraron:

A. La crisis del aparato estatal en salud y el surgimiento de las concepciones políticas neoliberales;

B. El desentendimiento y minimización del rol conductor del estado en los procesos de desarrollo;

C. La urgente necesidad de evitar el aumento de costos de los sistemas de salud como parte de la reducción de los gastos públicos de carácter social;

D. La crisis de financiamiento de los esquemas de seguridad social por las modificaciones de las estructuras demográficas, con el consiguiente envejecimiento de la población;

E. El desempleo creciente de amplias masas de población y el crecimiento de la economía terciaria en países industrializados y no industrializados;

F. El crecimiento del capitalismo basado en la información y la necesidad de acomodar los sistemas de salud a los circuitos económicos, políticos, tecnológicos y culturales hegemónicos;

G. La desmovilización de la fuerza de presión de los movimientos sociales organizados, como efecto secundario a la transnacionalización de la economía y el comercio, y a los cambios políticos e ideológicos operados en la última década del siglo xx.

Entre los factores sectoriales se destacaron:

A. La revolución tecnológica y la obsolescencia del equipamiento y la base material y técnica de los servicios de salud;

B. La escalada de los costos de las funciones de producción para la atención de la salud;

C. La revolución de las expectativas de la población con los sistemas y servicios de salud, que reclaman mayores oportunidades de elección y solución a sus problemas;

D. El crecimiento de grupos de presión por lograr mayores cuotas de participación en el mercado de salud;

E. La discusión acerca de la eficacia, eficiencia y equidad de los servicios de salud;

F. El discurso neoclásico en salud y la debilidad del acomodo de las teorías y metodologías alternativas al mismo, para ofrecer respuestas adecuadas a las necesidades de transformación de los sistemas de salud contemporáneos;

G. La hegemonía de los organismos internacionales de financiamiento y crédito, en la oferta de cooperación para el desarrollo de procesos de reforma institucionales de ministerios de salud e institutos de seguridad social.

Es por ello que, ante las presiones extrasectoriales y sectoriales mencionadas, se inició el proceso de reacomodo de los sistemas de salud a los cambios macro que se sucedían en las sociedades latinoamericanas y a las reformas de los estados nacionales. La lectura de los problemas se hizo a través de la visión política y económica del neoliberalismo que realizó una crítica profunda a los logros alcanzados por el estado en relación con el desarrollo económico y social.

Desde la macroeconomía emergió una presión enorme para reducir la participación pública dentro de los gastos nacionales de salud. Los gobiernos necesitaron hacer uso de una proporción significativa del producto interno brutopib para pagar sus compromisos con la deuda externa, y los sectores sociales se convirtieron en una fuente de ahorro que les permitiera asumir esos pagos.

Por medio de la ley 100 de 1993, se pasó de un sistema nacional de salud (sns) a un sistema general de seguridad social en salud (sgsss). En su momento, el modelo resultó atrayente porque incorpora elementos centrales de la lógica del mercado de servicios en todo el sistema, como la competencia y la libre elección del usuario, al tiempo que desarrolla mecanismos de regulación, de solidaridad financiera entre ricos y pobres, y nuevas funciones de la función pública estatal.

3.3.1 la crítica a las reformas de la salud

En contraparte a estas reformas, estudios bien sustentados han demostrado que del total de gastos del gobierno colombiano en salud, el 90 % se invierten en servicios de salud que sólo logran impactar en un 11 % la mortalidad de la población. Se invierten sólo 1,5 % en estilos de vida que lograrían un impacto de un 43 % de la mortalidad prevalente, 1,6 % en el entorno que impactaría el 19 % de la mortalidad y solo 7 % en investigaciones biomédicas que lograrían un descenso de un 27 % de mortalidad.

Los últimos estudios apuntan también que la relación entre pobreza, inequidades y salud, es que el acceso universal a servicios de salud no necesariamente rompe la relación entre estrato social y salud de la población.

3.3.2 enfoque prioritario de la reforma en Colombia

En Colombia, el énfasis fue puesto en el aseguramiento y la provisión de servicios de un programa obligatorio de salud (pos) para los afiliados en dos regímenes, el contributivo y el subsidiado, que supuestamente alcanzarían la cobertura universal en el 2001 e igualarían los beneficios entre el programa para población con capacidad de pago y el dirigido a los pobres.

A catorce años de la promulgación de la ley 100, por la cual se establece el sistema general de seguridad social en salud, el régimen subsidiado se ha terminado por configurar como un programa diferencial y discriminatorio de acceso a servicios (para pobres), mediante la asignación de subsidios, sin adaptación cultural ni práctica del modelo de aseguramiento y en donde el usuario ha sido desplazado por los intereses de rentabilidad económica y por la política de los demás actores. El otro paquete de beneficios quedó asumido por el plan de atención básica (pab); pero, en los hechos, se deterioraron las acciones de promoción y prevención, la participación social en salud, la vigilancia epidemiológica y el desarrollo de los recursos humanos en salud.

El ministerio de salud se ha enfrascado actualmente en la gestión del proyecto de ley 156 de 1999 para la "protección de la salud pública".

Uno de los problemas del sistema de salud colombiano está relacionado con el proceso inconcluso de descentralización iniciado en 1990, con la ley 10, reforzado en 1993 con la ley 60 y que en más de diez años solo involucra al 30% de los municipios del país, de los cuales sólo el 50% tiene capacidad para administrar la salud en el nivel local. De hecho la descentralización hacia las entidades territoriales y de los establecimientos de salud (autonomía de las empresas sociales del estado), sin un fortalecimiento del rol conductor y rector del ministerio de salud y de su capacidad como autoridad sanitaria, ha significado para cada uno de los innumerables actores del sistema una inusitada libertad de actuación, sin petición ni rendición de cuentas, en las cuales la salud de la población no ha sido lo más importante sino otro tipo de consideraciones políticas y económico financieras, así como decisiones coyunturales regionales y locales, todas ellas alejadas de la salud, sin que la población ejerza sobre las mismas control social. Las autoridades nacionales de salud han perdido poder político, técnico y operativo para conducir, vigilar, controlar, cuestionar y sancionar, a los niveles intermedios y locales. De tal manera muchas decisiones autónomas de las empresas sociales del estado o de los entes territoriales, que podrían ser cuestionables por razones políticas o técnicas, no pueden ser revertidas, dadas las características del modelo.

Otro tema problemático del sistema general de seguridad social en salud está dado por la evasión de los aportes obligatorios, lo cual ha puesto en riesgo la estabilidad financiera del sistema y la universalidad de las coberturas al conspirar contra la solidaridad que permitiría subsidiar a los pobres.

Las aseguradoras no han encontrado incentivos adicionales a sus utilidades actuales para enfrentar este problema. La solución encontrada es aumentar los controles y por ende los costos administrativos del sistema, lo cual tiene sus límites en la ley de los rendimientos marginales decrecientes. Pero la viabilidad financiera del sistema no solo ha estado en juego por la evasión y elusión de aportes sino por las condiciones del desempeño económico del país.

Un asunto muy crítico es la situación hospitalaria. El modelo concibió al sistema de servicios de salud mediante la competencia regulada entre aseguradores y proveedores, públicos y privados. En el caso de los hospitales públicos éstos debían transformarse en "empresas sociales del estado" y competir como empresas privadas por clientelas y recursos para mantenerse en el mercado. Se partía de la concepción de compartir el riesgo financiero entre las aseguradoras y los prestadores de servicios, lo cual, en los hechos, significó pasarle todo el riesgo a los hospitales y lanzarlos a la quiebra (en algunos casos), o a una febril búsqueda de recursos, mediante la facturación de cuanto servicio individual o de salud colectiva se produce, con consecuencias nefastas para la misión social de la institución hospitalaria y para la moral y el compromiso de su personal.

Según la academia nacional de medicina, la reforma que en sus principios reconoció un importante principio de equidad social, ha llevado al consumo de los nuevos y cuantiosos recursos en un costoso mecanismo de intermediación guiado por el afán de utilidades corporativas, lo cual ha contribuido significativamente a la quiebra de las instituciones que prestan los servicios, especialmente de los hospitales públicos. Asimismo este proceso puso en marcha una riesgosa reconceptualización de la moral social.

Textualmente dice la academia que se "ha sometido la práctica de la medicina a una argumentación económica que somete el acto médico a la infraestructura de la industria y al poder del mercadeo y que convierte al médico en un operario medianamente calificado para el cumplimiento de una jornada laboral". Continúa la misma fuente, "en esencia es la conversión de la medicina, que como disciplina intelectual es una profesión de compromiso social en un oficio que, al disminuir costos, resulte en mayores márgenes de utilidad para las entidades intermediarias".

En síntesis, la academia nacional de medicina llega a las siguientes conclusiones:

– no se tuvieron en cuenta las notables diferencias regionales de colombia,

– no se desarrollaron mecanismos efectivos de control,

– no existen sistemas de información seguros y confiables y hay un comprobable deterioro de los existentes con anterioridad.

– existe incapacidad administrativa y falta de seguimiento y control en el sistema, concomitante con falta de educación de los usuarios.

– los derechos del usuario han sido definidos en cuanto a sus relaciones con las ips (instituciones prestadoras de servicios), pero no en sus relaciones con las eps (entidades promotoras de salud) y ars (administradoras del régimen subsidiado), es decir con los intermediarios/ aseguradores.

– se implantó la figura del intermediario / asegurador con fines de lucro, convirtiendo la salud en un bien de mercado.

– se incrementaron los recursos del sistema (a expensas de gasto privado) en forma significativa, pero paradójicamente hoy se observa una profunda crisis en el sistema, de la cual se inculpa en gran parte al estado y a los mecanismos de intermediación.

– deterioro de la calidad de la atención, del profesionalismo y del capital intelectual del sistema, con el consiguiente detrimento del acto médico.

En cuanto a los recursos del sistema se encontró:

• una parte significativa fue consumida por la burocracia administrativa y las utilidades de la intermediación;

• los recursos no fluyeron en forma rápida y eficiente debido a las múltiples instancias interpuestas en el sistema que incrementaron las trabas de tipo administrativo y las oportunidades de corrupción;

• se hicieron pagos indebidos por afiliación múltiple dentro del régimen subsidiado y en ocasiones concomitantes con el régimen contributivo.

Similar situación anómala se observa en el régimen contributivo, ya que se registra el uso de utilidades del régimen subsidiado para cubrir las pérdidas del régimen contributivo;

Finalmente, se evidencia un deterioro de la salud pública y la vigilancia epidemiológica al desintegrar la atención y las fuentes de financiación de la misma;

Aplicación del análisis de la situación de salud "Asís"

El análisis de la situación de salud (asis) es un proceso propuesto por la ops como la mejor manera de realizar un abordaje para el entendimiento de la situación de la salud de una población. Fue implementado por el ministerio de la protección social colombiano como prioridad en el área de la salud pública en los planes estratégicos de salud, formulados desde el año 2002, con el propósito de establecer y mantener un conocimiento actualizado e integral de la situación de salud de los colombianos. Se define como un proceso analítico-sintético que abarca diversos tipos de fuentes de información y estrategias de análisis, que permite caracterizar, medir y explicar el perfil de salud-enfermedad de una población, incluyendo los daños y problemas de salud, así como sus determinantes, sean estos competencia del sector salud o de otros sectores.

Los asis se basan en el estudio de la interacción de las condiciones de vida y el nivel existente de los procesos de salud de un país u otra unidad geográfico-política, facilitando la identificación de necesidades y prioridades en salud, así como la identificación de intervenciones y programas apropiados y la evaluación de su impacto en salud.

Este sistema se viene aplicando en las políticas de salud colombianas y se espera que en mediano plazo empiece a observarse resultados fruto de su aplicación.

Resumen del actual sistema de salud colombiano

De manera concisa, podemos afirmar que en la actualidad el sistema de salud colombiano está compuesto por un gran sector de seguridad social y un minoritario sector privado. Su pilar es el sistema general de seguridad social en salud (sgsss) con sus dos regímenes, el régimen contributivo (rc) y el régimen subsidiado (rs).

El rc tiene como afiliados a los trabajadores asalariados y pensionistas y a los trabajadores independientes con ingresos iguales o superiores a un salario mínimo. El rs afilia a todas las personas sin capacidad de pago o de muy bajos recursos.

De acuerdo a estadísticas, hasta el año 2010 las coberturas fueron de 39.7% y 51.4% de la población total para el rc y el rs, respectivamente. Existen también los regímenes especiales (re) que afilian a los trabajadores de las fuerzas militares, la policía nacional, la empresa colombiana de petróleos (ecopetrol), el magisterio y las universidades públicas. La misma fuente menciona que hasta el 2010 sólo 4.3% de la población permanecía fuera del sistema de seguridad social en salud.

La forma en que los regímenes subsisten es diferente, ya que, por ejemplo el rc opera con base en una cotización de sus afiliados, en cambio el rs opera con base en un subsidio cruzado del rc más otros fondos fiscales procedentes de impuestos generales.

Hay que recordar que la afiliación al sgsss es obligatoria y se hace a través de las entidades promotoras de salud (eps), públicas o privadas, que se encargan de ofrecer, como mínimo, el plan obligatorio de salud (pos) o bien el pos-s para los afiliados al rs. Las eps entregan los fondos reunidos de las cotizaciones al fondo de solidaridad y garantía (fosyga), el cual devuelve a las eps el monto equivalente a la unidad de pago por capitación (upc) ajustado por riesgo, de acuerdo con el número de afiliados que tengan. Los proveedores de atención son las instituciones prestadoras de servicios (ips), que pueden estar o no integradas a las eps, pero que en todo caso son contratadas por éstas.

El plan nacional de salud pública en colombia, contempla un cambio de visión en salud, en donde, enfoca el manejo de las comunidades desde una perspectiva preventiva y se crea el plan de atención básica (pab) como la política de salud pública que reúne un conjunto de actividades, intervenciones y procedimientos, de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, vigilancia en salud pública y control de factores de riesgo dirigidos a la colectividad el cual se encuentra consignado mediante la resolución 4288 de noviembre de 1996. Este conjunto de actividades se realizan para toda la población de manera gratuita y no está sujeto a ningún tipo de afiliación en salud.

Las actividades de vigilancia en salud pública van encaminadas a la prevención de enfermedades de interés en salud pública como vih, meningitis, bacteriana, tuberculosis, cólera, rabia, hepatitis b, c y d, fiebre reumática, lepra y enfermedades de transmisión sexual, investigación y control de brotes, control de la calidad sanitaria del agua para el consumo humano, de los procesos de producción, transporte y expendio de alimentos para consumo humano, de los establecimientos públicos que impliquen alto riesgo sanitario y de los puertos fluviales, marítimos, aéreos y terrestres.

Dentro de las acciones de prevención encontramos: vacunación según el esquema único nacional del plan ampliado de inmunizaciones (pai), control del crecimiento y desarrollo en niños y niñas menores de 10 años, fluorización, aplicación de sellantes y detartraje en población de 5 a 14 años, planificación familiar, control prenatal, parto limpio y seguro, citología cérvicouterina en mujeres de 25 a 65 años y examen físico de mama en mujeres mayores de 35 años.

Este plan, por medio el decreto número 3039 del 10 de agosto de 2007, fue estructurado por el ministerio de la protección social y actualmente se denomina plan nacional de salud pública y al gobierno nacional, de acuerdo con lo establecido en el artículo 33 de la ley 1122 de 2007, le corresponde definir cada cuatro años este plan.

El plan tiene la función de proveer de manera integral, las acciones de salud individuales y colectivas con la participación responsable de todos los sectores de la sociedad, que mejoren las condiciones de salud de la población, incluyendo:

  • Las prioridades, objetivos, metas y estrategias en salud, en coherencia con los indicadores de situación de salud, las políticas de salud nacionales, los tratados y convenios internacionales suscritos por el país y las políticas sociales transversales de otros sectores.

  • Define las responsabilidades en salud pública a cargo de la nación, de las entidades territoriales, y de todos los actores del sistema general de seguridad social en salud – sgsss, que se complementarán con las acciones de los actores de otros sectores definidas en el plan nacional de desarrollo y en los planes de desarrollo territorial.

Propósitos

  • Mejorar el estado de salud de la población colombiana.

  • Evitar la progresión y los desenlaces adversos de la enfermedad.

  • Enfrentar los retos del envejecimiento poblacional y la transición demográfica.

  • Disminuir las inequidades en salud de la población colombiana.

Breve análisis de la morbimortalidad en Colombia

Según estadísticas consultadas, respecto de las patologías crónicas (que son las que más se atienden en los diferentes regímenes de salud), las más resaltantes son las relacionadas a procesos alérgicos, hta y alteraciones del sistema digestivo.

De igual manera, se evidencian datos relacionados con la principal causa de consulta en los sistemas de salud de pacientes entre 6 y 69 años. Este aspecto muestra que la población acude por presentar enfermedad física no obstétrica en un gran porcentaje. Llama la atención (positivamente) que las siguientes razones de consulta son para chequeos médicos de personas sanas y atención preventiva en salud oral.

Respecto de la atención en las consultas externas de los servicios de salud, al hacer un análisis global se observa en primer lugar, el contacto con los servicios de salud para investigación y exámenes y, segundo, la hipertensión esencial; ambas fueron las primeras causas de atención ambulatoria tanto en hombres como en mujeres, y representan el 16,5% de todas las atenciones.

Otros síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio no clasificados en otra parte ocuparon el tercer lugar; el contacto con los servicios de salud por otras razones el cuarto; y la evaluación prenatal y otra supervisión del embarazo el quinto. El perfil de las atenciones registradas cambia cuando el análisis se realiza por grupos de edad y por sexo se observa que la morbilidad evidencia un gran porcentaje de pacientes con hta.

Las 10 primeras causas de morbilidad registradas en el servicio de consulta externa son:

  • 1. Personas en contacto con los servicios de salud para investigación y examen.

  • 2. Hipertensión esencial (primaria)

  • 3. Otros síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio.

  • 4. Personas en contacto con los servicios de salud por otras razones

  • 5. Pesquisa prenatal y otra supervisión del embarazo

  • 6. Caries dental

  • 7. Infecciones agudas de las vías respiratorias superiores

  • 8. Atención para la anticoncepción

  • 9. Otras dorsopatías

  • 10. Otras enfermedades de la piel y del tejido sub- cutáneo

Cuando se hace un análisis global de los registros de consulta externa, las atenciones que predominan son, en primer lugar, el contacto con los servicios de salud para investigación y exámenes y, segundo, la hipertensión esencial; ambas fueron las primeras causas de atención ambulatoria tanto en hombres como en mujeres, y representan el 16,5% de todas las atenciones de urgencias. El perfil de las atenciones registradas cambia cuando el análisis se realiza por grupos de edad y por sexo

Respecto de la mortalidad, se observa que tiende a disminuir relativamente, de un modo lento e irregular, desde el comienzo de la serie. Entre los hombres se da una reducción progresiva de la tasa, sin cambios significativos en la tendencia; entre las mujeres la tendencia a la disminución experimenta una desaceleración significativa a partir de 1990.

Las cinco principales causas de defunción fueron, en su orden:

  • 1. Las enfermedades del aparato circulatorio

  • 2. Las causas externas

  • 3. Los tumores

  • 4. Las enfermedades respiratorias

  • 5. Las enfermedades del aparato digestivo

De todo lo anteriormente mostrado, podríamos también inferir que las características de la salud pública en colombia, no distan mucho de la realidad latinoamericana. Los procesos históricos, así como las constantes modificaciones en las políticas estatales para afrontar a largo plazo la problemática de la salud pública, son en definitiva un aspecto que pareciera ser característico de nuestro hemisferio.

Hay que reconocer sin embargo que también, como ocurre en otras latitudes, hay un interés real de grupos sanitarios que impulsan el desarrollo de la salud pública, aunque a veces sin encontrar el apoyo adecuado del aparato estatal.

El modelo en teoría debería ser más inclusivo y funcional, pero en la práctica aún no se encuentran los resultados que se espera.

Conclusiones

4.1.- respecto de las influencias históricas del sistema de salud pública en colombia, podríamos inferir que en sus inicios tuvo una gran influencia principalmente norteamericana, la misma que se dio casi exclusivamente hasta 1947 en que se retira la fundación rockefeller. Luego se han venido implantando diferentes modelos que de alguna manera aún contienen cierta influencia americana. Actualmente, se desarrolla en base a las recomendaciones de la ops.

4.2.- la influencia política y social ha tenido mucho que ver en el desarrollo del modelo de salud en colombia. El poder político, aunado a la clase empresarial predominante en la primera mitad del siglo xx, fueron los ejes mediante los cuales se desarrollaron las principales políticas de salud. La necesidad de replantear el esquema debido a la presión social han hecho que con el devenir de los años, el estado adopte medidas más inclusivas y no necesariamente dependientes del poder económico como fue característico en el siglo pasado.

4.3.- en colombia, el sistema de salud está compuesto por la seguridad social y el sector privado. Su pilar es el sgsss con sus dos regímenes, el régimen contributivo y el régimen subsidiado. Existen también los regímenes especiales que afilian a los trabajadores de las fuerzas militares, la policía nacional, la empresa colombiana de petróleos, el magisterio y las universidades públicas. La afiliación al sgsss es obligatoria. Existe un sector exclusivamente privado es utilizado solo por la clase alta.

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