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La economía del entretenimiento (página 3)

Enviado por Ricardo Lomoro


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Google dijo que el problema se remonta a 2006, cuando "un ingeniero que trabajaba en un proyecto experimental WiFi, escribió un código que tomó muestras de todas las categorías de información públicamente transmitida sobre una red WiFi". Según la compañía, ese código fue incluido en el software que utilizan los automóviles Street View y se "trata simplemente de un error". "Este incidente nos muestra cuán accesible son las redes WiFi no protegidas por contraseña en la actualidad", aseguraron desde Google.

Dan Kaminsky, de la firma de seguridad informática Ioactive, dijo que no cree que Google lo hiciera a propósito. "Esa información se estaba filtrando al exterior y ellos la recogieron. Si vas a trasmitir tu correo electrónico en una red abierta no te sorprendas si alguien la recopila", señaló Kaminsky.

Según le dijo a la BBC John Simpson, de la asociación de consumidores del Reino Unido, "el problema es que (Google) tiene un montón de ingenieros que van hasta el límite y recogen toda la información posible y no piensan en las ramificaciones de ello".

"Escondido en el interior de la computadora de Ashley Hayes-Beaty, un pequeño ayuda a recolectar detalles personales de su navegación, los cuales serán puestos a la venta por un décimo de penique de dólar.

El archivo comprende un sólo código -4c812db292272995e5416a323e79bd37- que secretamente la identifica como una mujer de 26 años en Nashville, Tennessee"… La nueva mina de oro en Internet: vender la información que sacaron de su computadora (The Wall Street Journal – 1/8/10)

El código sabe que sus películas favoritas son Como si fuera la primera vez, Princess Bride y Diez cosas que odio de ti, Sabe que le gusta la serie de TV Sex and the City. Sabe que lee noticias de entretenimiento y que le gusta responder a cuestionarios.

"Me gusta pensar que me queda algo de misterio, ¡pero aparentemente no es así!", dijo Hayes-Beaty cuando se le dijo lo que esa hilera de números revelaba sobre ella. "El perfil es perturbadoramente correcto".

Hayes-Beaty está siendo monitoreada por Lotame Solutions Inc., una compañía de Nueva York que usa un software sofisticado llamado "beacon" para capturar lo que la gente escribe en un sitio web, como los comentarios que hacen sobre las películas, o su interés en contenido sobre embarazos y cómo ser buen padre. Lotame empaca todos esos datos en un perfil sobre individuos, todo sin determinar el nombre de la persona, y vende los perfiles a compañías en busca de clientes. Los gustos de Hayes-Beaty pueden ser vendidos al por mayor (un grupo de personas a las que les encantan las películas por US$1 por cada mil) o en grupos específicos (personas de 26 años que vivan en el sur del país y a los que les guste Como si fuera la primera vez).

"Podemos segmentarlo hasta llegar a una persona", dice Eric Porres, el director de marketing de Lotame.

¿Quiénes espían?

Una investigación de The Wall Street Journal descubrió que uno de los negocios de mayor crecimiento en Internet es espiar a los usuarios en la web.

El WSJ llevó a cabo un extenso estudio que valoró y analizó la amplia gama de cookies y otras tecnologías de vigilancia que las compañías están usando para rastrear a los usuarios de Internet. Revela que el seguimiento de los consumidores se ha vuelto omnipresente y mucho más profundo de lo que muchos, a excepción de un puñado de gente en la vanguardia de la industria, se dan cuenta.

El estudio descubrió que los 50 sitios más visitados por los estadounidenses (entre los que se encuentran varios sitios globales a los que acceden millones de extranjeros) instalaron en promedio 64 piezas de tecnología de seguimiento en las computadoras de sus visitantes, usualmente sin ningún aviso. Una decena de sitios instaló más de cien. La organización sin ánimo de lucro Wikipedia no instaló ninguno.

La tecnología de rastreo se está volviendo más inteligente y se inmiscuye cada vez más en la privacidad de los usuarios. Monitorear estos archivos anteriormente se limitaba principalmente a eliminar los archivos "cookie" que graban los sitios que la gente visita. Pero el WSJ encontró nuevas herramientas que escanean en tiempo real lo que la gente está haciendo en una página web, luego determinan al instante la ubicación, ingresos, intereses de compras e incluso problemas médicos de los usuarios. Algunas de estas herramientas se multiplican secretamente incluso después que los usuarios tratan de eliminarlas.

Estos perfiles de individuos, que se actualizan constantemente, son comprados y vendidos en mercados similares a las bolsas bursátiles, los cuales han aparecido en los últimos 18 meses.

Las nuevas tecnologías están transformando la economía de Internet. Anteriormente, los anunciantes compraban anuncios en páginas web específicas, como un anuncio de autos en una página sobre carreras. Pero ahora, los anunciantes están pagando extra para seguir a la gente por Internet, sin importar a dónde vayan, con mensajes altamente específicos.

Entre el usuario de Internet y el anunciante, WSJ identificó más de 100 intermediarios, compañías de rastreo, corredores de datos y redes de anunciantes, que compiten para satisfacer la creciente demanda de datos sobre comportamientos e intereses individuales.

Por ejemplo, los datos sobre los hábitos cinematográficos de Hayes-Beaty, se están ofreciendo a los anunciantes en BlueKai Inc., una de las nuevas bolsas.

"Es un mar de cambios en la forma en la que trabaja la industria", dice Omar Tawakol, presidente ejecutivo de BlueKai. "Los anunciantes desean comprar acceso a gente, no a páginas web".

The Wall Street Journal examinó los 50 sitios más populares en EEUU, lo cual representa cerca del 40% de las páginas web que visitan los estadounidenses (también se hicieron pruebas a nuestro sitio WSJ.com y WSJAmericas.com) y luego se analizaron los archivos de rastreo y los programas que estos sitios descargaron a una computadora de prueba.

Como grupo, los 50 sitios colocaron 3.180 archivos de rastreo en la computadora de prueba del WSJ. Cerca de un tercio de estos eran inofensivos, colocados para recordar la contraseña de un sitio favorito o para contar los artículos más populares.

Sin embargo, más de dos tercios, 2.224, fueron instalados por 131 compañías, muchas de las cuales están en el negocio de rastrear a los usuarios de Internet para crear bases de datos de perfiles de los consumidores, las cuales pueden vender.

El principal sitio en el que se empleó esta tecnología, según la investigación, fue Dictionary.com, propiedad de IAC/InterActive Corp. Una visita a este diccionario en línea resultó en 234 archivos o programas descargados a la computadora de prueba, 223 de los cuales eran de compañías que rastrean a los usuarios de Internet.

La información que las compañías recolectan es anónima, en el sentido en que los usuarios de Internet son identificados por un número asignado a su computadora, no por un nombre específico. Lotame, por ejemplo, asegura que no conoce el nombre de usuarios como Hayes-Beaty -sólo su comportamiento y atributos, identificados por un código. La gente que no desea ser rastreada puede sacarse a sí misma del sistema de Lotame.

Además, la industria asegura que los datos se usan sin causar daños. David Moore, presidente de la junta de 24/7 RealMedia Inc., una red de anuncios propiedad de WPP PLC, asegura que este tipo de rastreo le da a los usuarios de Internet una mejor publicidad.

"Cuando un anuncio está bien dirigido, deja de ser un anuncio y se convierte en información importante", dijo.

¿Cómo instalan los rastreadores?

El seguimiento a las personas en la web no es nada nuevo. Pero la tecnología está creciendo y ganando tanto poder y omnipresencia que incluso algunos de los sitios analizados dicen que no estaban al tanto, hasta que WSJ les informó, de que estaban instalando archivos para espiar en las computadoras de sus visitantes.

WSJ encontró que el popular portal de Microsoft Corp. MSN.com plantó un archivo de rastreo lleno de datos: tenía una predicción de la edad de la persona que navegaba, su código postal, género e incluso un código que contenía cálculos de ingresos, estado civil, presencia de niños y si era dueño de su hogar o no, según la compañía de rastreo que creó el archivo, Targus Information Corp.

Tanto Targus como Microsoft dicen que no sabían cómo llegó el archivo a MSN.com y agregaron que este no contenía información "que identifique a las personas".

El rastreo es llevado a cabo por archivos minúsculos y programas conocidos como "cookies", "Flash Cookies" y "beacons". Estos son plantados en una computadora cuando un usuario visita un sitio web. Las cortes estadounidenses han decretado que es legal colocar el tipo más sencillo de archivo, los cookies, de la misma forma en la que alguien que usa un teléfono puede permitir que un amigo escuche la conversación. Las cortes no se han pronunciado sobre los rastreadores más complejos.

El rastreo que más se inmiscuye proviene de lo que se conoce en el negocio como archivos de rastreo "de terceros". Estos funcionan de la siguiente manera: la primera vez que un usuario visita un sitio, este instala un archivo de rastreo, el cual asigna a la computadora un número de identificación único. Después, cuando el usuario visita otro sitio asociado con la misma compañía de rastreo, puede tomar nota de dónde estuvo ese usuario antes y dónde se encuentra ahora. De esta forma, al pasar el tiempo, la compañía puede armar un perfil robusto.

El efecto sobre los usuarios

Uno de tales ecosistemas es la red de anuncios de Yahoo Inc. la cual obtiene pagos al colocar anuncios dirigidos a usuarios específicos en sus sitios web. La red de Yahoo sabe muchas cosas sobre Cate Reid, quien se acaba de graduar del colegio. Sabe que es una mujer de entre 13 y 18 años que está interesada en temas de pérdida de peso. Reid pudo determinar eso cuando un reportero le mostró una función poco conocida en el sitio de Yahoo, el Ad Interest Manager, que muestra parte de la información que Yahoo ha recolectado sobre ella.

La información de Yahoo sobre Reid, que en aquel momento tenía 17 años, dio en el blanco: ella estaba preocupada porque posiblemente estaba pasada de peso. Ella dice que a menudo ha hecho búsquedas sobre temas de pérdida de peso.

"Cada vez que entro a Internet", dice, ve anuncios de pérdida de peso. "Soy auto consciente sobre mi peso", dice Reid, cuyo padre pidió no revelar la ciudad en la que reside. "Trato de no pensar en ello… pero los anuncios me hacen pensar sobre ello".

La portavoz de Yahoo Amber Allman dice que la empresa no dirige conscientemente anuncios de pérdida de peso a menores de 18 años, aunque si lo hace con los adultos.

"Es probable que esta usuaria haya recibido un anuncio no dirigido", dice Allman. También es posible que Reid haya visto anuncios dirigidos hacia ella por parte de otras compañías de rastreo.

El seguimiento de los consumidores es la fundación de una economía de publicidad en línea que recaudó US$ 23.000 millones en gastos de publicidad el año pasado. La actividad de rastreo se ha disparado. Investigadores de los laboratorios de AT&T Labs y el Instituto Politécnico Worcester descubrieron tecnología de rastreo en 80% de 1.000 sitios populares el año pasado, frente a 40% en esos sitios en 2005.

WSJ encontró archivos de rastreo que recolecta datos financieros y de salud sensibles. En el diccionario en línea Merriam-Webster.com, propiedad de Encyclopaedia Britannica Inc., un archivo de rastreo de Healthline Networks Inc., una red de anuncios que escanea la página que el usuario está viendo y presenta anuncios relacionados con lo que ve allí. Así que por ejemplo, una persona que esté buscando palabras relacionadas con depresión podría ver anuncios de Healthline sobre tratamientos contra la depresión en esa página y en páginas subsecuentes vistas en otros sitios.

Healthline dice que no permite que los anunciantes sigan por otras páginas a los usuarios que hayan visto temas sensibles como el Sida, enfermedades de transmisión sexual, desórdenes alimenticios e impotencia. La compañía permite que los anunciantes sigan a gente con desordenes bipolares, vejiga hiperactiva y ansiedad, según sus materiales de marketing.

Los anuncios dirigidos pueden volverse demasiado personales. El año pasado, Julia Preston, una diseñadora de software de educación de 32 años en Austin, Texas, buscó información sobre desórdenes uterinos en línea. Poco después comenzó a notar anuncios de fertilidad en los sitios que visitaba. Ahora sabe que no tiene un desorden, pero igual sigue recibiendo los anuncios.

"Es desesperante", dice…

En Internet, lo único casi secreto de las personas es su nombre (por el momento)

"Puede que usted no conozca a la compañía [x+1] Inc., pero ella podría saber mucho sobre usted.

Con un solo clic en un sitio web, [x+1] puede señalar el sueldo de una persona, el supermercado que frecuenta y las películas que alquila. Su capacidad de evaluar rápidamente a la gente es tan acertada que empresas como bancos utilizan sus cálculos para decidir inmediatamente qué tarjetas de crédito ofrecerles a los nuevos visitantes de su sitio web.

En resumen: los sitios web están obteniendo la capacidad de decidir si una persona es o no un buen cliente antes de que ese individuo les ofrezca ninguna información sobre sí mismo"… En la Internet de hoy, lo único casi secreto de las personas es su nombre (The Wall Street Journal – 4/8/10)

La tecnología va más allá de la personalización familiar en sitios como Amazon.com, que usa datos de su propia base para mostrarles a sus clientes artículos que podrían interesarles.

Por el contrario, firmas como [x+1] recurren a vastas bases de datos del comportamiento humano en Internet, la mayoría obtenidas clandestinamente por tecnologías de seguimiento omnipresentes en sitios web. Estas compañías no tienen los nombres de las personas, pero contrastan estos datos con otros como títulos de propiedad, ingresos familiares, estatus civil y restaurantes favoritos. Posteriormente, usando análisis estadísticos, comienzan a conjeturar sobre las inclinaciones de los internautas individuales.

"Siempre sabemos algo de alguien", asegura John Nardone, presidente ejecutivo de [x+1].

Una investigación de The Wall Street Journal sobre privacidad en Internet revela que la capacidad analítica de empresas de datos como [x+1] está transformando Internet en un lugar donde la gente es anónima sólo en nombre. Los hallazgos ofrecen un primer vistazo de una Internet nueva y personalizada donde los sitios pueden ajustar muchos factores -apariencia, contenido, precios– según el tipo de persona que creen que es usted.

En 2008, el gasto en publicidad en Internet repuntó y surgieron numerosos mercados para los datos en línea, lo que permitió a firmas como [x+1] recopilar información sobre los hábitos de navegación de los internautas. Las empresas tradicionales de datos (cuyos clientes son principalmente compañías de catálogos y de ventas por correo) también comenzaron a subir los datos a Internet, pero sin revelar nombres para proteger la privacidad.

Nardone vio su oportunidad. El presidente ejecutivo de [x+1] reactivó una patente de procesamiento de datos obtenida años antes para un "motor de optimización de predicciones", actualizándola con los nuevos datos disponibles. El ejecutivo encontró una audiencia receptiva en el negocio de las tarjetas de crédito. [x+1] dice que sus clientes pagan entre US$ 30.000 y US$ 200.000 mensuales por su tecnología.

Uno de sus clientes es el banco estadounidense Capital One, que sirve de ejemplo para explicar cómo funciona la tecnología de [x+1]. Un visitante entra en la página de tarjetas de crédito del sitio web de Capital One y [x+1] escanea instantáneamente la información compartida entre la computadora de la persona y la página web, que pueden ser miles de líneas de código con detalles de la computadora del usuario. [x+1] también utiliza un nuevo servicio de Digital Envoy Inc. para determinar el código postal donde se ubica físicamente la computadora. Para algunos clientes (pero no para Capital One) también recurre a otras bases de datos con historiales de navegación en la red.

Con todos los datos, [x+1] usa los servicios de la firma de estudios del consumidor Nielsen Co. para incluir al visitante en uno de 66 grupos demográficos.

En una décima de segundo, [x+1] asegura que puede acceder y analizar miles de datos de un usuario único. La compañía busca rápidamente tipos similares de clientes de Capital One para hacer una predicción razonable sobre qué tarjetas de crédito mostrar al visitante.

Para determinar la precisión del sistema, The Wall Street Journal pidió a ocho personas que visitaran la página de tarjetas de crédito de Capital One y anotaran las tarjetas de crédito que les presentaran. El diario también analizó el código informático que pasaba constantemente entre las computadoras de las personas y Capital One.

Además, The Wall Street Journal les pidió que hicieran clic en un sitio web creado por [x+1] para demostrar su tecnología. Después de que las personas hicieran clic en el sitio, [x+1] describió al diario lo que sabía de cada uno de los participantes en la prueba.

Los individuos no revelaron datos personales en ninguno de los procesos.

La "desanonimización"

Las conclusiones de [x+1] fueron en general correctas, si bien no acertaron en varios detalles específicos. De las ocho personas, la tecnología de [x+1] fue más precisa con Thomas Burney, un contratista del estado de Colorado que construye viviendas en centros de esquí. Burney tan sólo vio una tarjeta de crédito, la Capital One Prestige Platinum, bajo un titular: "Nuestras mejores recompensas a simple vista". La tarjeta incluía una tasa de interés inicial de 0% y no cobraba comisión anual.

Una tarjeta así tenía sentido, afirma Burney, ya que suele pagar con crédito muchos gastos relacionados con su negocio de construcción y además "tengo una billetera llena de tarjetas platino", añade. "Mi crédito es inmaculado".

En base a la visita de Burney a la página de prueba de [x+1], la compañía lo colocó en un segmento de Nielsen llamado "El país de Dios". Las personas de este grupo viven en pequeñas comunidades o zonas rurales, tienen ingresos medios anuales de US$ 86.724, tienen entre 35 y 54 años de edad, no tienen hijos, trabajan en puestos gerenciales, la mayoría es propietaria de sus casas y tienen estudios universitarios.

Sucede que Burney es dueño de su vivienda, es graduado universitario y gerente, y no tiene hijos. Aunque con 28 años, es más joven y sus ingresos son menores de lo pronosticado.

Cuando Burney vio las 3.748 líneas de código que pasaron en un instante entre su computadora y la página web de Capital One, dijo: "Hay una espeluznante cantidad de información ahí". Enterrado en el código había referencias a sus ingresos ("medio-alto"), educación ("graduado universitario") y ciudad ("Avon").

De hecho, las conclusiones de [x+1] sobre la ubicación de Burney y el segmento demográfico de Nielsen son suficientemente específicos como para estar extremadamente cerca de identificarlo como individuo -es decir, "desanonimizarlo"- según Peter Eckersley, científico del grupo en defensa de la privacidad Electronic Frontier Foundation.

Eckersley realiza investigaciones en el campo de la "desanonimización", la identificación de individuos mediante el uso de detalles específicos de su vida. En la jerga usada en este campo, explica Eckersley, para identificar a una persona tan sólo se necesita un total de 33 piezas de información sobre ella.

Calcular esas piezas es complejo, ya que algunos detalles sobre una persona son más valiosos "y por ende tienen más peso" que otros. Por ejemplo, los códigos postales y las fechas de nacimiento son extremadamente valiosos para la identificación de los individuos.

En conclusión: Eckersley determinó que la ubicación de Burney (la pequeña localidad de Avon, Colorado) y su segmento demográfico Nielsen ("El país de Dios") ofrecían en conjunto 26,5 pedazos de información que se podían usar para identificar individualmente a Burney. Suficiente para ubicarlo como uno entre 64 personas en todo el mundo.

Según Eckersley, con una pieza más de información sobre Burney, por ejemplo su edad, es probable que pudiera ser desanonimizado. "Comienza a estar muy cerca de ser identificado".

Nardone, de [x+1], admite la posibilidad de ser desanonimizado, si bien dice que no merece la pena el esfuerzo: la compañía ya tiene suficiente información para vender. "Sería una tarea titánica", dice, "y de por sí ya es difícil ganar dinero".

"Sabe dónde estoy a todas horas y no entiendo cómo me está siguiendo"

– Tecnología GPS en celulares, un arma de doble filo (The Wall Street Journal – 5/8/10)

Pese a ser una herramienta útil para padres y equipos de rescate, se vuelve peligrosa en manos de acosadores.

(Por Justin Scheck) Lectura recomendada

Los celulares de las víctimas de violencia que llegan al albergue A Safe Place en New Hampshire son desarmados.

Las operadoras de telefonía saben dónde están los celulares de sus clientes, en ocasiones dentro de un radio inferior a 30 metros. La tecnología de rastreo ha rescatado a conductores perdidos, ayudado a las autoridades a encontrar personas secuestradas y permitido a los padres a controlar a sus hijos.

Aun así esta tecnología no siempre se usa de la forma que pretende la compañía telefónica.

Hace aproximadamente un año, Glenn Helwig tiró a su esposa al suelo de su dormitorio en Corpus Christi, Texas, según alegó la mujer a la policía. La señora Helwig cargó sus cosas en el auto y condujo a casa de un amigo, cuenta. No esperaba que él la encontrara.

Al día siguiente, afirma, su esposo "apareció de repente". Según informes de la policía, entró a empujones, la golpeó y se marchó con el auto.

La policía dijo en un informe que Helwig encontró a su esposa usando un servicio ofrecido por su operadora de telefonía, que le permitió seguir los movimientos de su mujer mediante el microchip del sistema de posicionamiento global (GPS) instalado en su celular.

En una entrevista, Helwig admitió haber rastreado en ocasiones el paradero de su esposa usando el servicio, que contrató el año pasado. "AT&T tenía una oferta para encontrar a un miembro de la familia a través del teléfono", afirma. Sin embargo, dice que no usó el servicio para localizar a su mujer ese día. Helwig, ya divorciado de su esposa, se declaró inocente y está a la espera de ser juzgado por agresión. No quiso hacer más comentarios sobre el asunto.

Las acusaciones ponen de relieve el precio, en gran medida oculto, que se paga por la proliferación de la sofisticada tecnología de seguimiento: la pérdida de privacidad.

Los GPS y otras tecnologías usadas por las operadoras de telefonía han facilitado el seguimiento de las víctimas por sus agresores. Un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos divulgado el año pasado estimó que más de 25.000 adultos en EEUU son víctimas de acoso con GPS anualmente, incluyendo teléfonos celulares.

edu.red

La industria de telefonía dice que los programas de rastreo pretenden proveer un servicio útil para las familias, y que la mayoría de las operadoras adopta medidas para evitar abusos. Mike Altschul, jefe del departamento legal del grupo de firmas de telefonía celular CTIA, afirma que entre los "mejores procedimientos" recomendados por los proveedores de estos servicios se incluye la notificación a las personas a quienes realizan el seguimiento.

La esposa de Helwig había recibido uno de estos avisos de AT&T por mensaje de texto. Un portavoz de la telefónica dijo que la compañía notifica a todos los usuarios cuando se activan las funciones de rastreo. Pero los usuarios no tienen derecho a negarse a que el titular de la cuenta los rastree.

Las operadoras de telefonía celular desactivan la función de rastreo si las fuerzas de orden público les informan de que se está usando para acosar a alguien. Altschul afirma que las autoridades no han solicitado a las operadoras que cambien sus programas, y añade que las compañías telefónicas llevan mucho tiempo ofreciendo programas para entregar celulares no rastreables a víctimas de violencia doméstica.

En un posible caso de asesinato-suicidio el año pasado cerca de Seattle, un mecánico llamado James Harrison supuestamente localizó a su esposa en una tienda usando el sistema de rastreo de su teléfono. Tras encontrarla con otro hombre, mató a sus cinco hijos y se suicidó, según la policía local.

Los terapeutas que trabajan con víctimas de violencia doméstica dicen que han visto un aumento en los casos de rastreo con teléfonos celulares. En el albergue para mujeres maltratadas Next Door Solutions for Battered Women en San José, California, la directora, Kathleen Krenek, dice que las mujeres suelen tener la misma queja: "Sabe dónde estoy a todas horas y no entiendo cómo me está siguiendo".

En estos casos, dice Krenek, el agresor generalmente rastrea a la víctima mediante su teléfono. Este sistema sorprende a muchas víctimas de acoso, afirma la experta, ya que a menudo creen que llevar un celular las hace sentirse más seguras ya que pueden llamar al 911, el número de emergencia en EEUU, si las atacan.

Actualmente, existen diversas tecnologías para rastrear el teléfono de una persona y, con la rápida expansión de los teléfonos inteligentes, surgen otras constantemente. Hace unos meses, investigadores de la firma de ciberseguridad iSec Partners describieron en un informe cómo cualquiera puede seguir un teléfono en un radio muy reducido. Lo único que se necesitaba era el teléfono celular de la persona objetivo del seguimiento, una computadora y cierto conocimiento de cómo funcionan las redes de telefonía celular, revelaba el informe, que pretendía exponer una falla de seguridad.

El resultado, dice el especialista de iSec Don Bailey, es que "tipos como yo, que no deberían poder ubicarlo a usted, lo pueden hacer de forma muy, muy, muy barata".

Esta posibilidad es, en parte, consecuencia involuntaria de las regulaciones federales en EEUU que exigen a los fabricantes de teléfonos celulares que instalen microchips de GPS u otras tecnologías de ubicación en casi todos los teléfonos. La Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU exigió a los proveedores de celulares que al menos 95% de los teléfonos en sus redes fueran localizables por satélite u otras tecnologías para fines de 2005. La intención de la agencia federal era facilitar la localización de personas en caso de emergencias. Los microchips con GPS envían señales a los satélites que permiten a la policía y servicios de rescate localizar a las personas.

Sin embargo, a medida que proliferaron los teléfonos con GPS, las compañías tecnológicas encontraron otros usos para los sistemas de seguimiento. Un software llamado MobileSpy puede "grabar en secreto mensajes de texto, ubicaciones con GPS y los detalles de las llamadas" en teléfonos iPhone, BlackBerry y Android, según el fabricante del programa, Retina-X Studios LLC. En EEUU, por US$ 99,97 al año, una persona puede instalar el software de MobileSpy en el teléfono de alguien y rastrear la ubicación de ese celular. Craig Thomson, director de operaciones de Retina-X, afirma que la compañía ha vendido 60.000 copias de MobileSpy.

Los centros que acogen a víctimas de violencia doméstica han aprendido la lección. En el momento en que la víctima llega a uno de los albergues de A Safe Place, "desarmamos literalmente los teléfonos" para desactivar los sistemas de rastreo, dice Marsie Silvestro, directora de la organización, en New Hampshire.

Otra fuente para rastrear celulares: los sistemas diseñados para ayudar a la policía y los bomberos. Algunas operadoras de telefonía celular ofrecen servicios a las fuerzas del orden público para localizar a personas en emergencias. El uso de estos sistemas exige que una persona visite un sitio web especial o que llame a un número de emergencia y afirme que la solicitud de los datos es para uso de las autoridades.

Las operadoras de telefonía celular afirman que intentan verificar que las llamadas sean legítimas. Un portavoz de AT&T señala que sus operadores piden a los agentes del orden público que les envíen órdenes judiciales.

Los tentáculos de Google (la explotación de "lo que sabe" de sus usuarios)

"Una "declaración de objetivos" confidencial de siete páginas de Google Inc. muestra al gigante de la era de la información sumido en un profundo dilema sobre una pregunta básica: ¿cuáles son los límites a la hora de beneficiarse de las joyas de su corona, es decir, la inmensa cantidad de información que posee sobre lo que la gente hace en Internet?

¿Debería sacarle más provecho a todo lo que sabe sobre los usuarios de Gmail? ¿Debería crear una amplia "plataforma de negociación" para comprar y vender datos en la web? ¿Debería permitir que la gente pagara para no ver ningún anuncio publicitario?"… La publicidad personalizada y el dilema de Google sobre privacidad (The Wall Street Journal – 9/8/10)

Estas y otras ideas se discutieron en el documento, revisado por The Wall Street Journal y creado a finales de 2008 por Aitan Weinberg, un gerente de producto para publicidad basada en los intereses del usuario de Google. Junto con entrevistas a más de una docena de empleados y ex empleados de la compañía, el documento -compilado tras varios meses de conversaciones internas- ofrece una perspectiva franca e introspectiva del esfuerzo de Google por permanecer a la vanguardia de la economía de la información.

Google está entrando en territorio desconocido, afirman estas personas. Hasta hace poco, la empresa se oponía a usar sus propios datos sobre los usuarios para lucrarse, por temor a las reacciones negativas. Pero la rápida aparición de rivales que siguen las actividades en línea de los cibernautas y venden los datos, además del crecimiento de Facebook, está obligándola a reconsiderar su planteamiento.

Aunque personas cercanas al asunto lo calificaron como un "documento de intercambio de ideas", algunas ideas ya se han implementado: por primera vez, Google comenzó a utilizar el año pasado sus propios datos sobre el historial de navegación de los usuarios para rastrearlos y mostrarles anuncios.

Las decisiones de Google sobre sus propios datos influirán en lo que hagan sus rivales con los suyos. Con más usuarios que cualquier otra compañía de Internet, Google tiene una habilidad incomparable para diseñar nuevos métodos publicitarios y convertirlos en el pan de cada día. Google es tremendamente importante para la privacidad en línea. Aproximadamente 75% de los usuarios globales de Internet, o 943,8 millones de personas, usaron sus servicios en junio, más que ninguna otra compañía, según comScore.

La declaración de objetivos de Google describe la inmensa base de datos de Google como "la "mejor" fuente en Internet de los intereses de los usuarios". Las ideas más audaces colocarían a Google a la vanguardia del negocio de rastrear a gente en línea para beneficiarse de sus acciones. Por ejemplo, un mercado de intercambio de datos permitiría combinar y usar información personal de varias fuentes -incluyendo Google- para hacer un seguimiento altamente personalizado de los usuarios.

Una investigación de The Wall Street Journal, "Lo que saben", examina el creciente comercio de este tipo de datos y las consecuencias para la privacidad individual.

Google va a la zaga en varios de estos campos por elección propia. Famosa por su lema Do No Evil ("No haga el mal"), la compañía se resistió durante años a usar cualquier método que rastreara a la gente en Internet sin su conocimiento por la feroz insistencia de sus fundadores, Larry Page y Sergei Brin. Pero ambos han decidido gradualmente que pueden comenzar a explotar los datos que controla su empresa, sin explotar a los consumidores, según afirman las fuentes entrevistadas.

"Nos estamos moviendo a gran velocidad", dijo Page el mes pasado a una reportera que le preguntó sobre los planes de Google para con sus datos. "Hay muchos usos nuevos para esos datos. Los temores sobre el efecto negativo en los consumidores son 'hipotéticos'", añadió. "Siempre es fácil ser temeroso con lo que puede pasar, ¿verdad?"

La venta de publicidad es una gran fuente de ingresos para Google, pero este negocio se está alejando de la "gallina de los huevos de oro" de Google: la venta de anuncios relacionados con los términos que usan los internautas en sus búsquedas. En su lugar, los anunciantes quieren captar a la gente basándose en información personal más específica tales como aficiones, ingresos, enfermedades o círculos de amigos.

Los cambios en Google reflejan un reajuste de poder en la web. Durante años, las compañías más fuertes eran las que tenían más tráfico de visitantes. Ahora, el poder lo tienen aquellas que tienen el mayor número de datos y son las más inteligentes en usarlos.

Como consecuencia, entre las compañías de anuncios publicitarios se ha desatado una guerra tan rápida que Google teme quedarse atrás. A mediados de 2008, una presentación interna llamada "Meterse en el juego" revisada por el Wall Street Journal describe la importancia de introducirse en el lucrativo negocio de vender anuncios "destacados", anuncios más grandes con fotos en lugar de los más pequeños sólo con texto. En este segmento, Google está detrás del líder Yahoo en facturación.

Por supuesto, Google aún lidera a los demás en Internet en el plano general. Tiene más usuarios y anunciantes que cualquier otro negocio en línea. Sus ingresos, de US$ 23.700 millones en 2009, triplican con creces los de su principal rival, Yahoo. Además, su negocio de publicidad en línea está creciendo más rápido que el de sus competidores.

Pero el crecimiento de su facturación se ha reducido drásticamente, y el gigante de las redes sociales Facebook representa una creciente amenaza con su capacidad de vender anuncios a sectores muy específicos entre sus más de 500 millones de usuarios.

El temor a Facebook pesa en Google, que ahora está diseñando su propio servicio de redes sociales, según las fuentes. La velocidad a la que cambia la web se ve reflejada en el hecho de que la declaración de objetivos de Google de 2008 apenas mencionaba las redes sociales y en cambio se centraba en AOL y Yahoo, los líderes en el negocio de los anuncios "destacados".

Ninguna otra compañía tiene el potencial de saber tanto sobre sus usuarios como Google. Consideremos el caso de Ari Brand, un actor de 26 años que vive en Manhattan, Nueva York. Google sabe que pagó US$ 733 por un televisor de pantalla plana porque descargó la información de la compra a Google Docs. Conoce el contenido de los 23.000 correos electrónicos que ha enviado con Gmail desde 2006. También guarda copias de las búsquedas de Brand en Google de los últimos 18 meses.

Sin embargo, Google no cruza estos datos personales independientes. Por ejemplo, no usa la información obtenida de la cuenta de Gmail de una persona para ofrecer anuncios publicitarios a esa persona cuando esté en otras páginas en la web.

Uno de los grandes obstáculos para que Google ganara más dinero en este campo era su cofundador, Page, quien se oponía fervientemente a dejar que Google instalara cookies -archivos de texto que se pueden usar para ayudar a seguir las actividades de la gente en línea- en las computadoras de la gente para ofrecer anuncios.

Estas políticas perjudican las ventas de anuncios de Google y los hace menos eficaces. Sin las cookies publicitarias, Google podría vender anuncios basándose sólo en el contenido de una página, por ejemplo, colocando un anuncio de zapatos en una página sobre zapatos. Esto es lo que se conoce como segmentación "contextual" y muchos anunciantes la consideran menos eficaz que la segmentación "por comportamiento", que identifica a los usuarios específicos y sus intereses.

Mientras diversas facciones dentro de Google continuaron discutiendo sobre este tema, se presentó una oportunidad. DoubleClick Inc., que tenía la mayor participación de mercado del negocio de anuncios destacados, se puso a la venta, y el archirrival de Google, Microsoft, se lanzó al acecho.

Los ejecutivos de Google miraban con recelo la forma en que DoubleClick usaba cookies para rastrear a los cibernautas en línea, pero consideraron que la compra les aportaría experiencia y clientes.

En 2007, Google acordó comprar DoubleClick por US$ 3.100 millones, y comenzó a colocar cookies de DoubleClick en cada página donde Google vendía anuncios destacados.

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Por vez primera, Google tenía la capacidad de presentar anuncios dirigidos a personas individuales, si bien aún había demasiada resistencia interna como para comenzar a usarlos. Weinberg, el autor de la declaración de objetivos, estaba al corriente de la delicadeza del tema: en el primer párrafo, decía que la audiencia objetivo es "de una naturaleza sensible".

Para conseguir los datos de otras compañías, Google contempló varios modelos de negocios, según el documento. Podría pagar directamente por los datos, o compartir los ingresos de los anuncios relacionados con los datos, o incluso establecer un sistema de intercambio de datos. El documento sugiere que Google podría comenzar a vender anuncios en la web basándose en los datos de la gente en sus cuentas de Gmail, y de su servicio de pago Checkout Service, rival de PayPal, de eBay Inc.

Todo esto supondría un cambio significativo. En la actualidad, Google coloca anuncios contextuales dentro de la cuenta de Gmail de los usuarios, pero no sigue a esa persona a otras páginas web con esos anuncios. Para finales de 2008, los ejecutivos de Google se preparaban para lanzar anuncios altamente personalizados, pero los aspectos específicos seguían siendo polémicos.

Brin era más reacio que Page, según las fuentes. Pero al final dio su brazo a torcer y se aprobaron los planes para que Google vendiera anuncios dirigidos a los intereses de la gente.

Y mientras tanto, ¿qué hacía el "filántropo" Gates? (la cueva de Alí Babá y los 40 fisgones)

"Los hábitos en Internet de la mayoría de la gente que usa el navegador más popular en la web son un libro abierto para los anunciantes. Pero éste no era el plan original.

A principios de 2008, los planificadores de productos para el navegador Internet Explorer 8.0 de Microsoft Corp. pretendían ofrecer a los usuarios una manera efectiva y simple de evitar que los rastrearan en línea. Su intención era diseñar un software que bloqueara automáticamente las herramientas de rastreo, a menos que un usuario modificara de manera voluntaria la configuración para disminuir su privacidad.

Esta situación provocó un acalorado debate dentro de Microsoft, que debía equilibrar intereses opuestos: ayudar a la gente a navegar la web con su navegador manteniendo la privacidad de los clics de su ratón y ayudar a los anunciantes que quieren ver esos clics.

Al final, ganaron los ejecutivos que alegaban que conceder privacidad automática haría más difícil que Microsoft se beneficiara de la venta de anuncios en la web. Microsoft acabó creando un navegador en el que los usuarios deben activar la configuración de privacidad cada vez que abren el software"… Microsoft: entre la publicidad y la privacidad (The Wall Street Journal – 5/8/10)

La decisión de Microsoft expone las fuerzas económicas que impulsan la propagación del seguimiento en la web de las personas. Una investigación de The Wall Street Journal reveló que dicho rastreo era no sólo omnipresente sino que más molesto que nunca. Cada uno de los 50 sitios más populares en Estados Unidos, incluyendo cuatro gestionados por Microsoft, instaló un promedio de 64 componentes de tecnología de seguimiento en una computadora de prueba.

A medida que la publicidad se sofistica en Internet, compañías como la propia Microsoft, Google Inc., Apple Inc. y Adobe Systems Inc. han descubierto que tienen acceso a un valioso tesoro de datos. Estas firmas tienen una gran influencia sobre cuánta información se puede recolectar sobre los usuarios individuales.

Muchas también tienen una gran presencia en la publicidad en línea. Microsoft compró la firma aQuantive en 2007 por más de US$ 6.000 millones para crear un negocio de venta de anuncios. Google, ya de por sí un gigante del marketing en la web, lanzó en septiembre de 2008 su navegador Chrome, que ofrece una mirada más profunda a los hábitos de los usuarios. Apple ha lanzado una red publicitaria, iAds, para sus iPhones e iPads. Y Adobe pagó el año pasado US$ 1.800 millones por Omniture, que mide la eficacia de los anuncios en línea.

Todos los navegadores más recientes permiten a los usuarios activar una función que impide la instalación en sus computadoras de cookies -pequeños archivos que actúan como identificadores de los usuarios cuando visitan páginas web- de terceras personas. Pero estas funciones no siempre son fáciles de encontrar. Sólo un importante navegador, el Safari de Apple, está pre-programado para bloquear las cookies de terceras personas, en beneficio de la privacidad del usuario.

Dado que casi 60% de los usuarios de la web emplea el Internet Explorer, la intención de los planificadores de crear una nueva versión que facilitara el bloqueo del seguimiento pudo haber tenido un importante efecto en el mercado.

Durante el debate, Microsoft intentaba frenar su pérdida de cuota de mercado. Su rival Firefox, de la Fundación Mozilla, tenía más de 18% del mercado en mayo de 2008, lo que contribuyó a que la participación de Explorer cayera a 76%, según NetApplications.com, que rastrea el uso de navegadores. Alguna vez Explorer tuvo 95% del mercado.

Los planificadores de Microsoft creían que un sistema de estrictas normas de privacidad ayudaría a diferenciar al Internet Explorer de sus rivales, según varios ejecutivos de Microsoft.

Los planificadores, liderados por el veterano Dean Hachamovitch, diseñaron un concepto para impedir el seguimiento de los consumidores. Un nuevo sistema monitorearía el origen en Internet de cada parte de contenido de una página visitada, cada fotografía, video o segmento de texto. El sistema prestaría especial atención al contenido de las direcciones de Internet de "terceras personas", diferentes a las que ve un usuario en la barra en la parte superior del navegador.

Los planificadores también propusieron una función que bloquearía el contenido de cualquier tercera persona que apareciera en más de 10 páginas visitadas, al entender que algo tan molesto sería probablemente una herramienta de seguimiento. En su opinión, este sistema permitía proteger mejor la privacidad que el bloqueo de cookies, ya que frenaría otros métodos de rastreo.

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Al enterarse de estas ideas, Brian McAndrews, subdirector de Microsoft para publicidad en Internet, se puso furioso, según varias fuentes cercanas. McAndrews temía que los planes de privacidad del Explorer redujeran drásticamente la eficacia de la publicidad en Internet al restringir los datos que podrían recolectarse de los consumidores.

El grupo de planificadores y su líder, Hachamovitch, intentaron mantenerse firmes y se mostraron reacios a dejar que los ejecutivos de publicidad interfirieran con el diseño del nuevo Explorer, según fuentes involucradas en el debate. El debate se extendió después de que ejecutivos del equipo publicitario de Microsoft informaran a otros grupos de publicidad y a editoriales en Internet ajenas a la compañía de los planes de privacidad de Microsoft para el Explorer.

A mediados de 2008, Microsoft convocó una reunión de cuatro horas en la que invitó a varias organizaciones de publicidad de EEUU. Uno de los asistentes, el presidente ejecutivo de la Oficina de Publicidad Interactiva, Randall Rothenberg, comunicó su temor de que las funciones de privacidad propuestas bloquearan no sólo la recolección de datos del consumidor, sino también la misma inclusión de anuncios en la web.

Cuando Microsoft lanzó su versión final del navegador en marzo de 2009, las funciones de privacidad eran muy distintas a las contempladas inicialmente por los planificadores. El Internet Explorer exigía al consumidor que activara la función que bloquea el seguimiento de los sitios web en lugar de activarse sola.

Además, incluso si los consumidores la activaban, Microsoft diseñó el navegador para que el filtro, InPrivate Filtering, no fuera permanente, sino que tuviera que ser activado por los usuarios cada vez que abrían el navegador.

Peter Cullen, director de estrategia de privacidad, afirma que las recomendaciones de terceros ayudaron a mantener un equilibrio entre la privacidad y los intereses publicitarios. El Explorer, dice, "resultó mejor que el original". "Al final crearon algo bastante excelente", dice Rothenberg.

Éramos pocos… y parió la abuela (la estafa "piramidal-social" de Facebook)

Perfil del Hamelín del "billon" (americano) de amigos: Tímido, odiado, daltónico

"Huidizo, poco amigo de las apariciones en público y fiel a sus costumbres, Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, ha sido "cazado" por la afilada pluma de The New Yorker. Nacido hace 26 años en la localidad neoyorkina de White Plains, y descendiente de judíos, amasa una de las mayores fortunas del sector. En su edición de octubre, Vanity Fair no ha dudado en situarle como el número uno en el new establishment, por delante de personajes de la relevancia de Steve Jobs, el tándem de Google o Rupert Murdoch"… Tímido, odiado, daltónico (El Confidencial – 15/9/10)

En un artículo firmado por Julian Vargas, el semanario neoyorkino ha conseguido una de las escasísimas entrevistas que ha concedido el atípico líder. Facebook y Wikipedia son de las pocas fuentes disponibles para conocer el perfil de este esquivo personaje, que no tiene reparos en reconocer que se siente incómodo en actos públicos. Así, una presentación a la que asistió en California, Zuckerberg recorría nervioso el pasillo minutos antes de su intervención. "No te gustan este tipo de actos ¿verdad?", le preguntó uno de los organizadores. Un lacónico "no", aclaró las cosas y dejó en evidencia la "fobia" social, ironías de la vida, del fundador de la mayor red social del planeta.

Defensor de su privacidad a ultranza, el joven, siempre ataviado con sus chancletas, con las que ha creado escuela entre los propios empleados de la casa, resulta como un imán para los medios, que se abalanzan sobre los escasos pero jugosos detalles del día a día de Zuckerberg. El carismático líder no tiene televisor en casa y no le duele prendas en reconocer los errores fruto de su inmadurez.

Así, en su expediente pesa como una losa uno de los incidentes que más han recorrido la Red: allá por 2006, cuando Facebook era sólo un proyecto con futuro, Zuckerberg intercambió unos mensajes con un amigo que más tarde lastrarían su reputación. Como consecuencia de una causa judicial abierta contra su persona, estos mensajes fueron filtrados a la prensa y describen al imberbe líder como una persona fría y con oscuras intenciones. "Tengo los correos y fotos de 4.000 personas de Harvard, si los quieres me los pides", escribió. "Lo siento mucho", reconocería en la entrevista, "he madurado y he aprendido de los errores".

¿Un "daltónico con suerte"?

Con un frío carácter y una personalidad poco comunicativa, Zuckerberg es blanco fácil para los dardos envenados que algunos no dudan en lanzar. Así, Hollywood no ha tenido piedad a la hora de describir al joven Zuck. La película "The Social Network", que versa sobre el nacimiento de Facebook y que verá la luz en octubre, no parece que vaya a tener piedad con nuestro personaje. Basada en el libro "Accidental Billionaries", la historia dibuja un Zuckerberg asocial, oportunista y que amasó una fortuna fruto del azar.

Aaron Sorkin, guionista de la película, se defiende: "La película no es un ataque contra Zuckerberg", en la cual el protagonista "aparece una 1 hora y 55 minutos como antihéroe, y los 5 últimos minutos como trágico héroe". Mark Zuckerberg, que es daltónico por cierto (de ahí que Facebook sea azul), ha declarado que no está contento con la película, y no tanto por su contenido, sino porque le vuelva a situar en el foco de atención: "No me gusta que hagan una película sobre mí mientras sigo con vida", declaró.

Sin embargo, la imagen fría y distante de Zuckerberg choca frontalmente con una realidad que Microsoft ha vivido en propias carnes: Zuck adora su producto ("mi niño", como él dice), por encima de todas las cosas. No es que tenga, evidentemente problemas de patrimonio, pero no le ha temblado el pulso a la hora de rechazar millonarias ofertas por hacerse con la red social.

Los de Redmond y Yahoo conocen bien el asunto. Precisamente, Terry Semel, ex-CEO del buscador, asistió a uno de los desplantes del atípico personaje. "Nunca he conocido a nadie -con independencia de su edad- que rechace sin pestañear una oferta de mil millones de dólares". Imaginen la escena: la plana mayor de Yahoo y su cohorte de abogados, todos con la boca abierta, mientras un joven con acné enfundado en sus chancletas abandona la sala sin dar un solo síntoma de nerviosismo, o incluso de darle una vuelta al asunto. "No es una cuestión de dinero", declararía más tarde, "es mi niño y quiero verlo crecer".

Según Vanity Fair, la persona más influyente del mundo en la era digital es Mark Zuckerberg, presidente ejecutivo de la red social Facebook.

Los 10 más influyentes

1. Mark Zuckerberg, Facebook

2. Steve Jobs, Apple

3. Sergey Brin, Larry Page y Eric Schmidt, Google

4. Rupert Murdoch, News Corporation

5. Jeff Bezos, Amazon

6. Bernard Arnault, LVMH

7. Michael Bloomberg, Bloomberg L.P

8. Larry Ellison, Oracle

9. Evan Williams y Biz Stone, Twitter

10. John Malone, Liberty Media

El crecimiento del "niño" de Zuck (la red social dominante)

"La red social Facebook anunció que acaba de superar la marca de 500 millones de usuarios. Eso significa que aproximadamente el equivalente al 8% de la población mundial está inscrita en Facebook"… Facebook alcanza los 500 millones de usuarios (BBCMundo – 21/7/10)

Si esa cifra representara a un país, sería la nación más poblada del mundo después de China e India.

El hombre que fundó esa red social hace seis años, Mark Zuckerberg, recientemente vaticinó que Facebook llegará a tener 1.000 millones de usuarios.

Sin embargo, algunos observadores sostienen que ya alcanzó su auge debido a señales de merma en su popularidad entre adultos jóvenes en Estados Unidos, su base original de usuarios.

"Facebook es abrumadoramente la red social dominante en muchos países, pero de acuerdo a su fundador tal no es el caso en China, Japón, Rusia y Corea del Sur", señaló el corresponsal de tecnología de la BBC, Mark Gregory.

El crecimiento descomunal de Facebook ha ido acompañado de algunos tropiezos. "Su historial de protección de datos personales ha sido altamente criticado y dio lugar a una reestructuración reciente de sus procedimientos", agregó el corresponsal.

Por otro lado varios individuos han reclamado a través de demandas legales la autoría intelectual de la idea de la red social.

La fragilidad de la red (¿red social o "piscifactoría"?)

"Un consultor de seguridad recolectó y publicó en internet los datos de 100 millones de usuarios de la red social Facebook. Ron Bowles utilizó un código de programación para "barrer" los perfiles de la red social y recolectar datos que no fueron ocultados por las configuraciones de privacidad de los usuarios"… Publican datos de 100 millones de usuarios de Facebook (BBCMundo – 28/7/10)

La lista, compartida como un archivo que puede ser bajado, contiene el URL (dirección de internet) de todos los perfiles que se pueden buscar de usuarios de Facebook, con sus nombres e identificación única.

Bowles señaló que publicó los datos para demostrar los problemas de privacidad, pero Facebook dijo que la información ya se encontraba en el ámbito público. El archivo se ha diseminado rápidamente por internet.

En Pirate Bay, el mayor sitio del mundo para compartir archivos, la lista fue compartida por más de 1.000 usuarios. Uno de ellos, conocido bajo el seudónimo lusifer69, calificó la lista como "tremenda y un poco aterradora".

Facebook indicó a la BBC a través de un comunicado que la información de la lista ya estaba disponible en internet antes del anuncio de Bowles. "Las personas que utilizan Facebook son dueñas de su información y tienen el derecho de compartir sólo aquello que desean, con quien desean y cuando lo desean", según el comunicado. "No hay datos privados disponibles o que hayan sido comprometidos", agregó la empresa.

Sin embargo, el experto de la ONG Privacy International (Privacidad Internacional) Simon Davies señaló a la BBC que Facebook había recibido amplias advertencias de que esto pasaría. "Facebook debería haberse anticipado a este ataque y tomado medidas para prevenirlo", agregó. Además, Davis aseguró que el "barrido" de datos se alimentó de "la confusión en torno a las configuraciones de privacidad".

Hace pocos meses se desató una polémica relacionada con la complejidad de las configuraciones de privacidad de Facebook. La empresa respondió al malestar de los usuarios con la simplificación de los controles de privacidad.

Lo importante es estar "conectado" (¿locura de juventud o imbecilismo profundo?)

"Los jóvenes podrían un día querer cambiar sus nombres para escapar de su actividad pasada en internet, advirtió Eric Schmidt, director de Google"… Jefe de Google advierte de los peligros de las redes sociales (BBCMundo – 18/8/10)

Schmidt expresó en una entrevista con el diario estadounidense The Wall Street Journal sus temores de que los chicos no hayan entendido las consecuencias de poner tanta información personal en línea.

Es peligroso estar tan fichado pero lo estaremos todavía más. Google ha destruido enciclopedias que duermen para siempre en las estanterías, nos ofrece gratis el correo electrónico global, no pagamos nada pero tiene un gran potencial económico a costa de nuestras actividades en la red. Lo podemos saber casi todo de todos.

Mr. Schmidt es, por lo menos, sincero: "no creo que la sociedad ha entendido qué pasa cuando todo es accesible, conocible, grabado por todo el mundo siempre y en todo lugar. Pienso que, como sociedad, debemos pensar sobre todas estas realidades". En estos momentos "sabemos, nos dice, quiénes son los usuarios, qué les interesa, quiénes son sus amigos"…

Es decir, los que trabajamos con Google somos absolutamente controlables. Hay más poder en una de estas empresas que en los servicios de inteligencia del Estado Mayor del país más poderoso de la tierra. Tenemos la confianza en que nuestros datos no se utilizarán. Qué gran candidez. Somos siervos de Google que nos ha captado suave y silenciosamente.

Una pregunta, ¿se pueden tener mil o diez mil amigos? Qué concepto tan desproporcionado de la amistad, tan poco humano, tan virtual. El Gran Hermano orwelliano es por ahora una empresa que pretende obtener el mayor beneficio posible. Pero si un día, por razones de seguridad nacional o internacional, en caso de guerra, es confiscada por un gobierno, podemos ser víctimas de nuestra sinceridad al entregar todos los datos que podrán ser utilizados en contra nuestra.

En nombre de la libertad para cultivar relaciones, podemos ser víctimas de ella. ¿Quién garantiza que el amigo 349 no va a utilizar nuestros datos? Ciertamente, hay que reflexionar y mucho sobre la realidad en la que nos movemos. Una persona que exhibe su intimidad a raudales deja de tener intimidad. Es cautivo de ella. Puede convertirse en un robot inteligente, pero robot, manejado con mando a distancia.

Recientemente, Google se ha empeñado en aumentar su presencia en redes sociales. Para ello, adquirió Slide y Jambool, dos empresas especializadas en prestar servicios a redes sociales. Slide es una empresa de juegos de azar mientras que Jambool provee monedas y pagos virtuales. Google también ha invertido en otra empresa de red social de juegos llamada Zynga.

Muchos creen que las adquisiciones son una señal de que el gigante de las búsquedas está a punto de lanzar otra red social. Algunos expertos han dado un nombre al producto: Google.me.

La empresa ya posee otras dos redes sociales, Google Buzz, lanzada en febrero de 2010 y su primera incursión conocida como Orkut. Buzz levantó polémica al asociarse con cuentas de Gmail sin pedir el consentimiento del usuario, lo que significaba que sus contactos se hacían visibles.

Pero, según algunos expertos, sus preocupaciones acerca del futuro son "exageradas". "La idea de que todo se almacena en internet no es cierta", le dijo a la BBC la consultora de redes sociales Suw Charman-Anderson.

"Pasará bastante tiempo antes de que se puedan hacer realidad a causa de la enormidad de internet". Archivos como Google Cache, que almacena las versiones antiguas de sitios web, son selectivos, agregó.

Si bien las empresas especializadas en "limpiar" los perfiles de internet ya existen, Charman-Anderson argumentó que lo que debe cambiar son las actitudes hacia el contenido personal en la red. "Siempre hay un desfase entre la introducción de nuevas tecnologías y el desarrollo de un conjunto de normas sociales en torno a la conducta que la tecnología impulsa". "Como sociedad, tenemos que ser un poco más condescendientes con las locuras de juventud".

Y además de "conectado"… "geolocalizado" (Chicos, ahora estoy "cagando" en…)

"Facebook anunció ayer el lanzamiento de Places, una herramienta que facilita la geolocalización de los usuarios a través de sus smartphones. Con esta aplicación, la red social aspira a hacerse fuerte en la publicidad local de las pymes y frenar el avance de Google"… Facebook presiona a Google al permitir saber dónde están sus clientes (Cinco Días – 20/8/10)

Era un secreto a voces y el 19 de agosto de 2010, se hizo público. Facebook se ha lanzado al mundo de la geolocalización a través del móvil. En un post publicado en su blog corporativo, la red social anunció el lanzamiento de Places ("Lugares" en castellano), una herramienta que permite la localización geográfica de los usuarios gracias a sus smartphones. La compañía, que ya cuenta con cerca de 150 millones de clientes que acceden a través del móvil (de un total de 500 millones), explicó que el usuario puede comunicar a sus amigos el lugar en el que se encuentra a través de su smartphone.

Michael Eyal Sharon, directivo de la red social, señaló que el usuario puede encontrarse en un sitio nuevo que le gusta, como por ejemplo un restaurante, y compartirlo con sus amigos a través de Facebook. "Places permite al usuario encontrar amigos que están cerca y ayudarles a descubrir sitios nuevos", dijo.

Esta opción, según coinciden muchos expertos, puede convertirse en una vía para la obtención de ingresos a través de la publicidad, en este caso abierta no sólo para las grandes compañías sino también para las pequeñas y medianas empresas, que se pueden beneficiar de las recomendaciones localizadas de los usuarios de los smartphones. Fuentes del sector señalan que este segmento puede convertirse en un campo de expansión para el marketing y las promociones comerciales para restaurantes, bares, museos y tiendas.

En este sentido, con el lanzamiento, Facebook va a hacer frente a Google, que también quiere hacerse fuerte en el segmento de la publicidad móvil asociada a la geolocalización. De hecho, el buscador está preparando el lanzamiento de nuevos servicios relacionados con esta actividad.

Y no es el único. En estos momentos, algunas de las redes sociales más populares, se mueven en el área de la geolocalización como son los casos de las norteamericanas Gowalla y Foursquare (cuyos responsables participaron en la presentación de Places). Además, empresas como Yelp y la española Tuenti también quieren situarse en este negocio.

De momento, Facebook ha hecho su primer gran movimiento. La red social explicó que Places va a estar, por ahora, disponible sólo en EEUU, si bien aseguró que el objetivo es lanzar el servicio en otros países.

De igual forma, la herramienta está disponible para la última versión de Facebook para el iPhone de Apple, aunque su intención es que pueda utilizarse en la mayoría de plataformas de smartphones que actualmente hay en el mercado. En este sentido, la compañía explicó que los usuarios también pueden acceder a Places a través de Touch.facebook.com y el navegador incluido en el móvil cuenta con HTML5 y geolocalización.

Respuesta a la pregunta anterior: Locura de juventud e imbecilismo profundo

"Rebecca Javeleau, "invitó" a su cumpleaños a través de Facebook a 21.000 personas, según el Daily Telegraph, ya que se había olvidado de marcar el evento como asunto "privado"… (Información de Yahoo! News – 23/9/10, para más Inri)

Aunque Facebook rápidamente cambió la página de pública a no-pública, los usuarios de la red han creado incluso páginas de fans para la fiesta. Un ejemplo es "La fiesta de Rebecca pasará a la historia", que ya ha recabado más de 1.200 "Me gusta", y otros tantos aficionados preguntando por la dirección donde tendrá lugar el evento.

Según el periódico británico, la madre de Rebecca vetó inmediatamente la convocatoria e incluso se puso en contacto con la policía, que envió un grupo numeroso de patrullas por si el enjambre de jóvenes decidía presentarse en la casa reclamando la celebración de la fiesta.

Sin embargo, el caso de Rebecca no es el único. Desde hace unos años, han sido muchas las fiestas que se han descontrolado. En Australia, a principios de año, una tímida fiesta de cumpleaños recibió la asombrosa cifra de 60.000 confirmaciones de asistencia. Por no mencionar la cantidad de páginas de fans que estas historias generan, tanto en Facebook como Twitter.

En ocasiones las páginas y eventos que reciben un "Me gusta" no son más que un malentendido. Un ejemplo de ello fue la generosa cifra de aficionados (692.000) que recibió el título del libro: "Shut up, I´m talking", lo que supuso en principio una alegría para su autor. Sin embargo, los usuarios de Facebook desconocían que: "Cállate, estoy hablando" era el título de un libro, y no una frase que muchos desearían dedicar a más de un compañero.

A pesar de que no sea una herramienta muy complicada, prestar atención a pequeños detalles es esencial para no arrepentirse después. Por eso, si usted quiere hacer una pequeña fiesta en su casa, y quiere utilizar la red social para hacérselo saber a sus amigos, le recomendamos desmarcar la casilla que versa que "cualquiera puede ver y confirmar su asistencia", antes de hacer público el evento.

Rentabilizando la "frivolidad" del montón de amigos (¿cuánto vale el "peep show"?)

"La valoración de la red social alcanza los 33.700 millones de dólares (26.589 millones de euros) en función de las transacciones desarrolladas en los mercados secundarios, lo que otorgaría al popular portal un valor de mercado superior al de otras empresas del sector cotizadas en Wall Street como Yahoo! o eBay"… ¿Cuánto vale Facebook? Los analistas calculan que 26.589 millones de euros (El Economista – 25/8/10)

De hecho, las acciones comunes de Facebook se negocian actualmente a 76 dólares en los mercados secundarios ante el interés de numerosos inversores en posicionarse antes de que la red social solicite cotizar en bolsa, en el que los analistas consideran que podría ser el debut bursátil más importante en el sector tecnológico desde la OPV de Google, que recaudó 1.670 millones de dólares en 2004, según indica el diario Financial Times.

"La boyante valoración de Facebook respecto a grupos cotizados como Ebay y Yahoo!, cuya capitalización de mercado asciende a 30.100 y 18.300 millones de dólares respectivamente, sugiere una nueva dinámica entre las compañías tecnológicas y los inversores", señala el periódico.

La valoración de la red social Facebook alcanza los 33.700 millones de dólares (26.589 millones de euros) en función de las transacciones desarrolladas en los mercados secundarios, lo que otorgaría al popular sitio de Internet un valor de mercado superior a la de empresas consolidadas del sector cotizadas en Wall Street como Yahoo! o eBay.

No obstante, hasta la fecha Facebook y otras compañías de éxito de Silicon Valley como Twitter, Linkedin o Zynga se muestran reticentes a la hora de salir a cotizar por el escaso interés en los mercados, aunque algunos inversores estén adquiriendo participaciones mientras tanto con la esperanza de que al producirse su salida a bolsa los precios se disparen.

En concreto, Facebook, que cuenta con el respaldo de firmas de capital riesgo y entidades de inversión, ha señalado con anterioridad que no debutará en bolsa al menos hasta 2012, aunque los empleados e inversores de la empresa tienen libertad para vender sus acciones en la compañía en los mercados secundarios.

Sin embargo, el FT señala que los ejecutivos de Facebook no se encuentran cómodos con la creciente valoración de la red social y fuentes próximas a la compañía declararon que los precios de las acciones de Facebook en los mercados secundarios "están inflados" por la escasez de títulos y la ausencia de transparencia sobre sus resultados financieros.

Por otro lado, la normativa estadounidense obliga a la compañía dirigida por Mark Zuckerberg a no exceder la cifra de 500 accionistas para conservar su condición de sociedad privada, algo que cumple en la actualidad. No obstante, en un esfuerzo de limitar la entrada de nuevos accionistas, Facebook está ejerciendo su derecho de retracto, con el que tiene prioridad para recomprar sus acciones, o bien asignando este derecho a otros accionistas como la firma de inversión Tiger Global.

Zuck, el joven de la chancleta, ya es todo un "golden boy" (y esto, recién empieza)

"Bill Gates, presidente de Microsoft, sigue siendo el hombre más rico de Estados Unidos, con una fortuna de 54.000 millones de dólares, según la última edición de la Lista Forbes de los Americanos Más Ricos. Le siguen Warren Buffett, con 45.000 millones de dólares y Larry Ellison, consejero delegado de Oracle, con 27.000 millones de dólares"… Zuckerberg (Facebook) supera a Steve Jobs en la lista de los más ricos de EEUU (El Confidencial – 23/9/10)

Aunque la sorpresa este año ha sido que Mark Zuckerberg, fundador de la red social Facebook, ha ganado a Steve Jobs, presidente de Apple. Zuckerberg, que ocupa el lugar 35 de la lista, aumentó su patrimonio un 245%, hasta los 6.900 millones de dólares, frente a los 6.100 millones que tiene Jobs. El socio de Zuckerberg, Dustin Moskovitz, con 26 años, es el más joven de la lista y tiene una fortuna de 1.400 millones de dólares.

"Mi niño": 500 millones de usuarios y ganancias de US$ 2.000 millones en 2010

– Todavía no sé para qué sirve Facebook (Expansión – 9/9/10)

(Por Manuel del Pozo) Lectura recomendada

Después de 8 meses de estar de mirón y con una actitud pasiva, he encontrado mi pequeño refugio en Facebook. Me he apuntado a un grupo de esta red social que se denomina "Todavía no sé para qué sirve Facebook" y que ya tiene 170 miembros. Que por qué hago esto.

Pues por tres motivos: uno es por la propia esencia del grupo, que parece hecho para fósiles analógicos como yo; el segundo es para saber por qué, a pesar de no encontrarle funcionalidad alguna, es tan adictivo para la gente; y el tercero, y no menos importante, es que aunque sigo sin entender para qué sirve, no me quiero quedar fuera de una red que seduce a más de 10 millones de españoles, de los que un 70% se conecta por lo menos una vez al día.

Seguro que es problema mío que no he sabido encontrarle el intríngulis, porque los 60 amigos que tengo me animan a participar, pero me cuesta lanzarme. Para empezar no tengo muy claro eso de los muros. Lo poco que he escrito no sé si lo he hecho en mi muro, en el muro de alguien o en el muro general, y tampoco sé si sólo me leo yo a mí mismo, si me leen mis 60 amigos, si también me leen los amigos de mis amigos, o si los 10 millones de facebookeros están pendientes de que yo diga algo.

Supongo que en su día, cuando nació como lugar de encuentro de estudiantes de la Universidad de Harvard, Facebook era muy útil para recordar las fechas de los exámenes o para compartir resúmenes e información sobre la clase, pero ahora su uso fundamental es para charlar con los amigos, pasar el rato, compartir fotos y alardear, porque no me podía imaginar yo lo que a alguna gente le gusta pavonearse. A veces, en el muro al que yo tengo acceso se pueden leer cosas tan interesantes como: "Voy a dormir, necesito recuperarme del día de hoy y tomar fuerzas para el que viene"; "Estoy en Maspalomas disfrutando de un día de playa"; "Acabo de volver de vacaciones, ¡qué putada!"; "Hoy es jueves y ya queda menos para el fin de semana".

Este tipo de conversaciones -insustanciales muchas veces- tiene enganchados a millones de personas en el mundo, hasta el punto de que un estudio realizado en EEUU refleja que el 34% de los empleados dejaría el trabajo si su empresa instalase filtros para prohibirles el acceso a Facebook. Hay compañías como Ikea que han limitado el uso de Facebook en el trabajo por la pérdida de productividad que puede provocar, ya que si se calcula que un trabajador español emplea un promedio de 40 minutos diarios de su jornada laboral a atender las redes sociales, esto supone un derroche de unos 1.800 euros al año por empleado.

En la red Linkedin -que es para profesionales- me siento más cómodo, porque introduces tu currículum y te olvidas. Lo único que tienes que hacer es ignorar o confirmar a las personas que te piden tener contacto contigo. Yo a todos les digo que sí, porque, aunque no les conozca, nunca se sabe si alguno de ellos me tendrá que contratar en el futuro. Y porque, además, debe ser gente muy VIP a tenor de los cargos que ocupan. De mis 155 contactos, tengo varios Owner, un Specialist in Corporate and Institutional Communication, una Consultora de Usabilidad -que no tengo ni idea qué es-, varios Account Director, una Branding Director, una Events & Sponsorship Manager y hasta un Deputy General Manager, que por el nombre debe ser alguien muy importante.

Empiezo a pensar que mis hijos tienen razón y que nunca voy a dejar de ser un inútil tecnológico. Y eso que intento poner de mi parte. Además de apuntarme a Facebook y Linkedin me compré un iPhone, y después de un par de meses de hacer malabarismos con los dedos, conseguí domesticar a la fiera (lo de la ñ y los acentos lo dejé por imposible). Pero como el juguetito de Apple me vio débil, se me tiró al cuello y me convirtió en adicto. Entre el ajedrez, el Hangman, el FlightControl, el Rummikub, el TouchTennis y el Letris me tienen enviciado, y encima tengo que jugar a escondidas para que no me vean mis hijos, sobre todo después de las charlas que les he dado en contra de los videojuegos.

Del iPhone he pasado al iPad, que es un artilugio súper útil para leer el periódico. Estaba yo tan contento con mi nueva tableta hasta que llegó mi vecino tocapelotas a amargarme la existencia. "¡Qué chulo tu iPad -me dijo sonriente-, la verdad es que es un aparato maravilloso, tiene una calidad de imagen, es perfecto para ver vídeos y también se puede usar para leer libros!".

No me lo podía creer, al fin había acertado con una compra, y hasta mi vecino criticón tenía que claudicar. Una décima de segundo duró mi dicha, porque acto seguido añadió: "Lo único malo es que es demasiado grande, aparte de que no tiene cámara de fotos, ni puerto USB y al no incluir el programa Flash no se pueden ver muchos vídeos de YouTube". A punto estuve de cometer un iPadicidio en la cabeza del vecinito. Sobre todo porque luego me dio la puntilla: "No sé si sabes -una forma muy sutil de llamarme inculto- que Samsung acaba de sacar el Galaxy Tab, que es un aparato mucho más manejable, que se puede llevar en el bolsillo de la chaqueta, que cuenta con puerto USB, que lleva Flash, e incluye una cámara de fotos alucinante. Me lo voy a comprar en cuanto salga". Sólo para darme envidia, pensé.

Esto de la tecnología es un tren apasionante, pero va tan deprisa que tengo la sensación de ir a rastras agarrado con una mano al estribo. Espero no quedarme descolgado.

Un caso de "pederastia" informática (los niños también comen "cookies")

– Las "cookies zombis" de Disney y Warner rastrean el comportamiento de los menores en la red (El Confidencial – 24/8/10)

(Por Eva Martín y Juan F. Marcelo) Lectura recomendada

Un despacho de abogados norteamericano acaba de interponer una demanda contra los portales más importantes de Internet en Estados Unidos. Acusa a sitios visitados preferentemente por un público infantil, como Disney o Warner, de utilizar herramientas de espionaje para grabar el comportamiento, los datos personales y las costumbres de navegación de sus usuarios, la mayoría niños menores de edad.

No son las únicas que utilizan esta tecnología de espionaje de Clearspring, conocida como cookies flash, o cookies zombis. Son una modalidad avanzada y maliciosa de las cookies de navegadores tradicionales. Las cookies son pequeños ficheros de texto que contienen información sobre el usuario, la dirección desde la que navega, los sitios que visita, cuáles son sus gustos, si rellena o no cuestionarios, etcétera. En teoría sirven para personalizar ciertas páginas a gusto del internauta, pero en realidad son herramientas de marketing creadas para servirle publicidad a la carta. Con ellas desactivadas, a menudo es imposible navegar por muchos sitios web e incluso acceder a ciertos servicios.

Las cookies de navegador se gestionan desde el propio navegador web, y el usuario puede decidir si quiere o no activarlas, y si quiere o no que se almacenen en su sistema. También puede decidir si desea que el emisor de la cookie comparta su información con otras empresas, e incluso si al visitar cualquier página, quiere o no recibir una cookie de empresas que no tienen nada que ver con la página visitada.

Algunos usuarios, para preservar su intimidad, deciden desactivar las cookies del navegador. Es un proceso muy sencillo que se realiza desde las herramientas del navegador. No cabe duda de que las cookies son una poderosísima herramienta de marketing, y al parecer a muchos les molesta que el usuario tenga libertad para desactivarlas y mantener su intimidad. Por eso, se han inventado las cookies flash o zombis, que son mucho más perversas, y con capacidad para contener muchísima más información personal y privada.

En primer lugar, el usuario no sabrá nunca que determinados sitios web están recopilando esta información, y almacenándola en un lugar secreto de su propio disco duro. En las políticas de privacidad de las páginas web afiliadas al programa de espionaje y obtención de información de Clearspring, no se avisa de que estas copias se van a recopilar. De hecho, se recolectan a través del software Adobe Flash Player, imprescindible hoy en día para todo aquel que quiera reproducir los vídeos y los audios de Internet. Es un plugin de ese software el encargado de recoger toda esta información sin solicitar el permiso del usuario, y sin avisarle de dicha operación; de paso la esconde en un fichero dentro del ordenador del usuario, camuflado en lo más profundo del sistema. Además, las cookies zombis no sólo recopilan información de los sitios afiliados a ClearSpring, sino de todos los que visita el internauta.

Grave problema de seguridad

Aparte de Disney y Warner, entre las empresas demandadas figuran Playlist.com, SodaHead, y la propia ClearSpring, creadora de la herramienta de espionaje. Las cookies flash representan un gravísimo problema de seguridad para las empresas, y una intolerable intromisión en el derecho fundamental a la intimidad de las personas, como afirma un estudio de la Universidad de Berkeley, elaborado al respecto el año pasado. Cuando el usuario decide borrar las cookies del navegador, se ponen en marcha las cookies flash, para volver a restaurar las borradas, contraviniendo los deseos del usuario de mantener su intimidad.

ClearSpring no es la única empresa que mantiene un programa de afiliados dedicado a la obtención de información mediante cookies zombis para su posterior comercialización a empresas de marketing. A primeros de este mes de julio, un grupo de ciudadanos entabló una demanda similar contra el otro gran proveedor de tecnología de cookies flash, Quantcast, que tenía clientes como las compañías ABC, MTV, Hulu, Myspace o NBC. Quantcast había cesado sus actividades incluso antes de que saliera el informe de la Universidad de Berkeley, pero muchos internautas al saberse espiados por esta empresa, no se conforman con el cierre, sino que buscan un castigo de los responsables en los tribunales.

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