El desarrollo de la participación democrática en el proceso de formación de enseñanza media (página 2)
Enviado por Iraci de Andrade Mello Amorim
Sobre democracia ya teorizaba Aristóteles, filósofo de la antigua Grecia que vivió entre los años 384 y 322 AC. Él fue discípulo de Platón (427 – 347 AC) y maestro de Alejandro el Grande (356 – 323). En las idea de Aristóteles se contrasta el gobierno de la mayoría (democracia / gobierno) con el gobierno de los pocos (oligarquía / aristocracia) y con el gobierno de una sola persona (tiranía o autocracia / monarquía). Este filósofo opinaba que había buenas y malas variantes de cada una de estas formas de gobierno. Para Aristóteles la libertad de participación era el principio básico de la democracia (Stanford Encyclopedia of Philosophy, 2011). De Aristóteles hasta hoy mucho ha evolucionado lo que se entiende por democracia, aunque etimológicamente esta palabra significa "gobierno del pueblo", ello no es suficiente para poder llegar a asumir qué es para esta investigación la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes de la enseñanza media, núcleo de su campo investigativo.
Para Huntington, S.P. (1991) la democracia se debe entender como la realización de elecciones de gobernantes y en las cuales la mayor parte de la población electora puede participar libremente. El criterio de Huntington, S.P. (1991) considera un elemento básico, pero deja su opinión en un plano muy elemental y, por lo tanto, no puede ser asumido en esta investigación como él la considera. Además, lo que para él es la democracia presupone la cualidad competitiva, lo que no es precisamente lo que se necesita en el proceso educativo de la escuela media.
Mucho más reciente aparecen criterios de mayor complejidad y completamiento sobre democracia. El rotativo "The Economist" viene realizando cada año estudios sobre la democracia en el mundo. Su último reporte Democracy Index 2013 toma en cuenta otros elementos al aplicar el concepto de democracia a los países del mundo actual. En este estudio del 2013 y en los anteriores consultados para los años 2011 y 2012 (The Economist Intelligence Unit Limited, 2012), la referida fuente periodística toma en consideración aspectos tales como el proceso electoral y pluralismo, el funcionamiento del gobierno, la participación política, la cultura política y las libertades civiles (The Economist Intelligence Unit Limited, 2012; 2014; Kavitha, A., 2014).
Las consideraciones anteriores se valoran en esta tesis con carácter tecnocrático y obligan a tener presente que la democracia no es un concepto unívoco ni técnico, es ante todo un concepto político con fuerte base filosófica. Lo anterior significa que lo que es democrático para unos, puede no serlo para otros, y eso se explica por la esencia clasista de lo que se ha de entender por democracia, es por eso que muchos se preguntan. "¿de qué democracia se habla?", ¿de la tecnocrática o de la de los derechos humanos respetados y logrados realidad? En esta tesis se asume esta última, donde la inclusión, la participación y el bienestar humano es realidad.
Al respecto, Subirats, J. (2012, p 157) plantea que " la fortaleza de una democracia se mide por el grado de diseño o de inclusión de las minorías discordantes con el sentir mayoritario que sea capaz de contener." Este autor apunta que la relatividad de los parámetros con que se mide la democracia, ha cambiado sustancialmente y hoy se reconocen más consideraciones de derechos humanos que se relacionan con la inclusión y la igualdad.
En tal sentido, Bustamante, F. (2012, p 5) expresa que " democracia es el proyecto para comulgar con los hoy excluidos Algunos ámbitos de encuentro entre comunicación y democracia, en los cuales podemos avizorar responsabilidad de los comunicadores, espacios donde la comunicación es central." Este autor considera cuestiones que se comparten como las siguientes: no hay democracia sin democracia comunicativa; la comunicación se hace democrática con el derecho y la posibilidad real de expresarse y poder hacerlo desde la identidad.
En el plano del deber ser, la comunicación democrática se orienta al entendimiento, el consenso mayoritario, siempre y cuando se trate de opciones honestamente alcanzadas y que no sean producto de la manipulación, el oportunismo o la demagogia.
Con enfoque dialéctico y materialista de la actividad del hombre Ramos, G. (2000) en su tesis doctoral analiza la actividad política en el marco de la actividad social, sus relaciones con la actividad económica, el ejercicio del poder, la autoridad y su dimensión moral. Llega a reconocer la actividad política como "forma peculiar de la actividad.
Destaca acertadamente Ramos, G. que "De aquí que, no de manera casual ni voluntarista, sino objetiva y necesariamente, la actividad humana constituye la integridad de estos dos aspectos, de estos dos componentes: el lado material y el lado ideal . Así, por ejemplo, al analizar a la actividad política de los hombres debemos reconocer que ella está constituida por la unidad inseparable pero a la vez distinguible de la práctica política y la conciencia política, en tanto expresión de ambos lados de toda actividad humana." (2000, p 82).
En correspondencia con la anterior consideración, se reconocen en esta tesis como valiosas y, por tanto, se asumen como fundamentos teóricos de este trabajo, los criterios de González, E. (2006), quien asume a la democracia desde lo axiológico y la llega a identificar como un valor de la actividad política. Esta autora se basa en los criterios de Fabelo, J.R. (Fabelo, J.R., González, E., 1997; González, E., 2000) de que para reconocer un valor, además de su carácter positivo, debe realizarse un análisis en tres dimensiones fundamentales, a saber: el objetivo, subjetivo y el instituido, criterios ratificados por Fabelo, J.R. en obras posteriores. Es así que González, E. (2000, 2006) llega a asumir a la democracia como el valor político más importante que permea todo el sistema de valores que integran a la actividad política.
Por el valor filosófico y científico de los criterios de esta autora sobre la democracia y los valores, es que se comparte y se sume plenamente la definición de democracia que esta autora ofrece: " la democracia política debe definirse como una forma de organización y funcionamiento de la actividad política que se caracteriza por: a) mantener las relaciones entre dirigentes y dirigidos por medio de instituciones, instrumentos, mecanismos, normas, así como comportamientos, actitudes, principios y fórmulas políticas que se orienten por ideas y proyectos, los cuales respondan a los intereses de la mayoría y posibiliten la distribución más equitativa posible del poder, tendiendo al autogobierno; b) garantizar el logro de la emancipación humana, la dignificación de los individuos y la satisfacción racional de sus necesidades materiales y espirituales; c) potenciar valores imprescindibles, como la justicia, la libertad, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia, la responsabilidad, la participación, y otros." (González, E. 2006, p. 11).
Así establecido el referente de qué es en esta tesis democracia, entonces se puede comprender que una de las funciones de la escuela es educar para la democracia. Lo anterior incluye al desarrollo de las capacidades y habilidades para una convivencia social fundada en la solidaridad, la participación y el respeto, entre otros valores. La escuela no puede ser una organización en la que todo está preestablecido. No debe ser entendida por los estudiantes como simples instituciones donde se realizan acciones técnicas planificadas que impiden la actividad participativa de los alumnos y donde no pueden expresar sus criterios y opiniones.
Para que los alumnos participen y expresen sus voces, es necesario desarrollar las habilidades analíticas y críticas para discernir y escoger. Se debe promover en ellos el protagonismo estudiantil que implica ubicarlos en el epicentro de sus procesos formativos y reivindicar su calidad de sujetos. Sin embargo, esa participación no es fácil ni se produce espontáneamente, es preciso habilitar a los estudiantes para lograrla a partir del desarrollo de la autonomía o capacidad de autorregulación que permite a la persona construir sus propias visiones, defender sus posiciones y hacer coherente lo que piensa con lo que hace (Del Pino, R. 2014). También es necesario desarrollar la habilidad para razonar y comprender críticamente a partir de la práctica sostenida del diálogo (Mirabal, E., 2013). Es necesario aprender a trabajar con los estudiantes como iguales en derecho y dignidad y por lo tanto, con capacidad para proponer y decidir respecto de los asuntos que ellos consideran importantes y que les afecta.
La democracia participativa puede interpretarse como un modelo político que facilita a los ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse, de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas. Esto promueve un ambiente de cooperación porque se aprecian directamente las consecuencias de tales decisiones para todos y cada uno de los miembros de la sociedad. La democracia participativa hace énfasis muy especial en dar voz a los individuos y a las comunidades, cuyas opiniones, anhelos y aspiraciones rara vez hallan eco o atención en los mecanismos tradicionales, siendo algunos de los efectos que traería como consecuencia este sistema, si realmente se pusiera en práctica; el de aprovechar las experiencias y la capacidad de todos, promover la legitimidad, desarrollar nuevas capacidades, mejorar la calidad de vida así como que la participación brinda al ciudadano una oportunidad de mayor eficacia en la colaboración.
La escuela constituye un marco privilegiado para educar a los alumnos en la democracia participativa y proporcionarles las herramientas adecuadas para aprender a elegir y tomar decisiones, así como para ser responsables, respetuosos, autónomos y solidarios. La participación real en la vida escolar les proporcionará la formación necesaria a los estudiantes para que se preparen e impliquen en la sociedad democrática en diversas actividades (Rodin, A. M., Cabezudo, A., 2007).
Una educación democrática tiene que estar relacionada necesariamente con unos contenidos educativos determinados, pero también, y sobre todo, con una forma de funcionamiento de las instituciones escolares, porque la democracia no es un conjunto de conocimientos acerca del poder de las masas, sino que es ante todo una práctica, que las incluye o las excluye de la toma de decisiones, en dependencia del modelo que se asuma (Vitón de Antonio, M. de J., 2013). La participación en una sociedad democrática como miembro responsable exige que se produzcan cambios y renovaciones en la organización de la escuela, así como modificar la función de los profesores. La formación que hay que proporcionar en las escuelas tiene que constituir un entrenamiento sistemático en el pensamiento crítico, en pensar por uno mismo tratando de distanciarse de las ideas recibidas y sometiendo a crítica las propias ideas. Hacer eso requiere un aprendizaje y es fundamental que al estudiante se le guíe en ese camino.
La escuela para la democracia tiene que practicar la igualdad de derechos y de deberes para todos, con independencia de su posición social o de sus creencias. Entrenarse en el pensamiento exige una disciplina, dentro de la que se incluye aprender métodos de trabajo, a exponer las propias ideas para que sean comprensibles por otros, entender lo que otros dicen y analizar el sentido de los textos, a formular hipótesis que expliquen los fenómenos y a contrastar nuestras explicaciones con lo que realmente sucede, ser capaz de valorar las explicaciones distintas buscando las ventajas y los inconvenientes de cada una. Todo esto es un trabajo sistemático que resulta difícil realizar fuera de la escuela y que, en todo caso, debería constituir la función fundamental de ésta. Por eso, la escuela debe ser un laboratorio desde el que se aprenda a analizar el mundo, y esa capacidad es la que deberían alcanzar los alumnos en el mayor grado posible al término de sus estudios.
Lo que se debería tratar de conseguir es que los alumnos, al término de la escolaridad obligatoria, sean personas adultas, maduras, capaces de discernir lo que más les conviene y lo que no les conviene, que sean capaces de planificar y organizar la vida por ellos mismos, que sean capaces de juzgar críticamente la organización social, que desde el punto de vista moral sean capaces de comportarse como agentes autónomos y de respetar la libertad, la integridad, los derechos de los demás.
Considera Ichilov, O. (2013) que la educación en ciudadanía participativa equivale a la educación en valores cívicos, medio ambientales, de igualdad, de solidaridad, esto en la escuela tiene su esencia en la relación entre profesores y alumnos en la escuela y en el aula. Este hecho es así debido a que en la práctica educativa cotidiana los adultos manifiestan y transmiten actitudes inconscientemente que los niños asumen como valores fundamentales. También sobre esto escribe Delval, J., 2012.
La tarea del profesor es, pues, insustituible dentro del aula, pero debe contar con otros apoyos materiales y humanos, y verse descargado de muchas tareas que ahora tiene que realizar, para concentrase en ser creador de ambientes y actividades de aprendizaje. El profesor desempeña dos funciones fundamentales: es un modelo, en cuanto que muestra cómo hay que pensar, impone su autoridad (no su poder), autoridad que se tiene que ganar, y es un animador social, en tanto que crea las situaciones de aprendizaje e impulsa que se desarrollen de manera adecuada. Sin embargo, disponer de profesores adecuados con la formación requerida, que sean auténticos agentes del cambio social, es algo absolutamente indispensable para cualquier modificación que se quiera producir en la educación (Reyes J., et. al. 2013).
Las reformas educativas suelen quedarse en nada porque no se dirigen al cambio de los profesores. Resulta fácil diseñar cambios, hablar de nuevos proyectos, modificar los contenidos, hablar de la introducción de nuevos métodos, de currículos abiertos, de más exámenes, de distribuir los ciclos de otra manera, etc., pero todo da pocos resultados si no se forma a los profesores adecuadamente y se les dota de los instrumentos, materiales, unidades didácticas, modelos de trabajo, para hacer una tarea distinta. Conseguir que los profesores cambien es algo difícil porque tienen hábitos de trabajo bien establecidos, porque enseñan, sobre todo, como les enseñaron a ellos, y cuando se tiene una cierta práctica resulta extremadamente difícil cambiar.
Los cursos y cursillos de perfeccionamiento suelen ser poco eficaces excepto para aquellos que ya están bien dispuestos a cambiar. Tras un cierto número de años uno se siente confortable en su actividad y en su manera de hacerla, sobre todo si no se muestran alternativas, por eso resulta muy importante incidir sobre todo en la formación inicial del profesorado (Galdino, C.J., 2014).
Como toda actividad humana, en la docencia el papel del profesor no es solamente instruir sino educar. Las costumbres, las maneras de presentarse, los modales y el lenguaje del profesor son medios que el estudiante reconoce y adopta o rechaza. Las primeras exigencias que asume el profesor son las de responsabilidad y de autenticidad. El profesor es un ser veraz que busca, enseña y educa en la verdad. Educar es, en fin, el arte de un proyecto vital. La educación es un concepto global e integral que busca conjugar en el ser humano los elementos que conforman el ambiente social y natural, lo biológico, psíquico, moral y espiritual, sin marginaciones o menosprecio. La idea de educación se convierte así en el "ideal" que guía el ser del hombre, es decir, se constituye en el modelo hacia donde debe tender todo esfuerzo que busque la construcción de verdaderos seres humanos. Por lo tanto, el conocimiento no es el fin de la educación. Los conocimientos son medios que permiten alcanzar el fin propuesto: la formación del hombre. Los medios y los fines se encuentran en una interrelación de necesidad, pero aquellos siempre en dependencia de los segundos. Los conocimientos deben ir acompañados de la actitud reflexiva y analítica que es lo que posibilita que se asimilen y se transformen en parte de la vida.
Una educación orientada en este sentido hará de los educandos verdaderos promotores de una sociedad nueva y distinta. La transformación de la educación, en algunos casos, se ha limitado al atribuirle calificativos de buena, eficiente, adecuada, sin darse a la tarea de un análisis riguroso acerca de qué es verdaderamente educar. La educación entraña la asimilación de los valores culturales propios, la capacidad de trasmitirlos y la apertura a formas distintas de vida, lo mismo que a sus valores.
Para lograr lo antes señalado es necesaria la aplicación de una democracia participativa en el contexto escolar, en la cual estén involucrados todos los factores que tengan incidencia en la formación y educación de nuestros estudiantes y de esa forma poder entregar a la sociedad brasilera jóvenes preparados para adentrarse en el contexto globalizado y responder a las exigencias y necesidades del mismo.
1.3 El Enfoque Histórico – Cultural como marco teórico-metodológico para el desarrollo de la participación democrática en el proceso de formación en la enseñanza media
El desarrollo en el campo educacional, dado fundamentalmente por los cambios de orden tecnológico, social y económico, así como por los procesos históricos sociales por los que ha transitado la humanidad, trae como consecuencia el desarrollo de la psicología y de la pedagogía, ciencias que tributan en la esfera educacional, como parte de la sociedad donde se desarrollan y como reflejo de una concepción filosófica y psicológica propia en su momento histórico concreto.
En la psicología contemporánea basada en posiciones dialéctico – materialistas en la posición teórica conocida como Enfoque Histórico – Cultural del soviético L.S. Vigotski (1896-1934) se considera que los procesos cognitivos son producto de la vida social, y que se construyen primero en el plano interpsicológico, y después en el plano individual, intrapsicológico (Lucci, M.A., 2011). Vigotski partió de una unidad de análisis diferente a la clásica de su época que era la asociación estímulo-respuesta, pues consideró que el hombre no se limita a responder a estímulos, sino que los transforma al actuar sobre ellos con la mediación de instrumentos que se interponen entre los estímulos y las respuestas (Fariñas, G., 2004).
Fleury, E. afirma que se puede interpretar el paso de lo externo a lo interno (de lo interpsicológico a lo intrapsicológico) como "… un proceso dialéctico de externalización / internalización que está dirigido para el interior del sistema cognitivo. En este caso es un proceso dialéctico y centrípeto." (2013, p 5). El Enfoque Histórico – Cultural y de la Actividad, aunque se desarrolló en las décadas del 20 y el 30 del pasado siglo, tiene consideraciones que hoy son actuales y de una vigencia asombrosa. En la misma se plantea que el desarrollo individual se da en un contexto social, en la interacción del individuo con el medio, a través de la actividad humana socializada como elemento determinante en el paso de las acciones de aprendizaje desde el plano externo, social interpersonal al plano interno mental intrapersonal y asimilado. Para Vigotski el aprendizaje es una actividad social y no un proceso de realización individual aislado (López, V., Pérez de Prado, A., 2000).
Para Vigotski la naturaleza psíquica del hombre representa el conjunto de las relaciones sociales, trasladadas al interior y convertidas en funciones de la personalidad y formas de su estructura, lo que es muy diferente a la interpretación menos dialéctica de este proceso como es la categoría piagetiana de la "adaptación" cuya base es biológica. Vigotski, L.S. (1984) considera el desarrollo del lenguaje y sus relaciones con el pensamiento como la principal interrogante de la psicología humana, para él el lenguaje tiene dos funciones básicas: la comunicación del pensamiento y la de instrumento del pensamiento.
La comprensión del papel de la interacción social, de la comunicación en el desarrollo de la conciencia humana tiene una importancia trascendental para la instrumentación del proceso docente como proceso social dialógico, de interacción entre docente y estudiante.
Estas ideas tienen especial significado para fundamentar cómo el Enfoque Histórico – Cultural puede y debe servir de base a la educación para la participación democrática en la concepción y dirección del proceso de enseñanza – aprendizaje escolar. Así lo reconocen Chamusca, J., Sucupira, R.L. (2013) asevera que los valores científicos del Enfoque Histórico – Cultural son uno de los fundamentos para lograr que el trabajo de las escuelas brasileñas desarrollen una educación de calidad y más democráticas. Estas aspiraciones también se declaran en la Constitución Política de la República Federativa de Brasil de 1988.
El Enfoque Histórico – Cultural propició una teoría del aprendizaje y de la enseñanza fundamentada en las ideas de Vigotski y de Leontiev con su Teoría de la Actividad (Leontiev, A.N. 1981; Talizina, N F. 1987; Patiño, L. 2007).
Con razón se afirma que "esta teoría ofrece un marco conceptual en el que se formulan nuevas unidades de análisis que relacionan al sujeto y su medio sociocultural…La teoría de la actividad realiza un análisis del comportamiento y el conocimiento humano posicionado en un momento histórico, respecto de los sistemas de actividad orientados a un objetivo y sobre la base de la interacción cooperativa entre las personas. Al decir de Leontiev, N.A. (1981), la actividad como sistema constituye una unidad básica para analizar los procesos psicológicos y sociales, tanto de la cultura como un todo, así como la de los sujetos en forma individual." (López, P., 2013, p 2).
Basado en el Enfoque Histórico – Cultural fue Galperin, P. Ya. (s.a.) quien da la posibilidad de que se instrumente pedagógicamente la teoría de Vigotski a partir del desarrollo de la Teoría de Formación por Etapas de las Acciones Mentales y los Conceptos (Pérez de Prado, A., 1999). Para Galperin en la actividad del proceso de enseñanza – aprendizaje, las acciones mentales transitan por etapas para formar los conceptos, dichas etapas son: motivacional, etapa de la base orientadora de la actividad (BOA), etapa material o materializada, la verbal, la etapa mental (Sargsyan, T.A., 2014).
Es a través de la aplicación de la teoría de formación por etapas de las acciones mentales y los conceptos, en la cual se enfatiza el proceso de transformación de la actividad externa, práctica, a la interna mental, es que se logra la construcción consciente y significativa de los conceptos, por parte de los estudiantes, con mayor solidez y posibilidades de aplicación práctica, lo que se considera en esta tesis un elemento esencial para lograr la participación democrática de los sujetos actuantes en todo proceso educativo (Talizina, N.F.,1987).
Lograr que los contenidos del programa docente no sean solo significados para los alumnos, sino que adquieran sentido personal en su actividad cotidiana, que los motive a actuar en correspondencia con ellos, es uno de los altos fines de la educación, que sólo podrá alcanzarse cuando se rescate su esencia social, humana, interactiva y comunicativa.
Vigotski consideró que los significados provienen del contexto social externo. Para él, el aprendizaje no es concebido como una actividad individual sino, por el contrario, como una actividad de origen social.
Vigotski asigna un importante papel a las relaciones que se establecen entre aprendizaje y desarrollo, dando gran importancia a lo que las personas pueden hacer con ayuda de otros, pues en cierta medida es más indicativo del desarrollo mental alcanzado que lo que pueden hacer por si solos, señalando así dos niveles evolutivos, el de las capacidades reales y el de las potenciales, que es una medida de las posibilidades de aprender con ayuda de otros; a la diferencia entre estos dos niveles denomina zona de desarrollo próximo, lo que define como la distancia entre el nivel real de desarrollo, dado por la capacidad de resolver un problema individualmente y el nivel de desarrollo potencial, alcanzado al dar solución a un problema con la ayuda de otros más capaces.
Esta zona define funciones que aún no han madurado completamente, sino que se encuentran en la fase de maduración dando la posibilidad de que la capacidad, es decir la posibilidad del hombre de acometer tareas cada día más complejas. La zona de desarrollo próximo ayuda a presentar una nueva fórmula para la teoría y la práctica pedagógica. Se parte de la afirmación de que el buen aprendizaje es sólo aquel que precede al desarrollo. Las instituciones escolares y la pedagogía deben esforzarse en ayudar a los estudiantes a expresar lo que por sí solos no pueden hacer. En correspondencia con lo anterior es que se afirma que "en esa perspectiva, el aprendizaje es contemplado como un proceso que antecede al desarrollo, ampliándolo y posibilitándolo. En otras palabras, los procesos de aprendizaje y desarrollo tienen influencias mutuas, generando condiciones en las que a mayor aprendizaje mayor desarrollo y viceversa." (Lucci, M.A. 2011, p 10).
Con los aportes de Vigotski y sus seguidores a la psicología toma realce la enseñanza institucionalizada como vía para la optimización del desarrollo psíquico del sujeto y sugiere a la práctica pedagógica métodos que tensionan, que exigen el máximo a las potencialidades mentales del sujeto sobre la base del conocimiento de su individualidad y leyes generales del desarrollo psíquico. Lo central en el proceso de enseñanza – aprendizaje consiste en estudiar la posibilidad y asegurar las condiciones (sistemas de relaciones, tipos de actividad) para que el estudiante se eleve mediante la colaboración y la actividad conjunta a un nivel superior, partiendo de lo que aún no puede hacer solo, y llegar a lograr un dominio independiente de sus funciones.
La concepción de enseñanza de Vigotski da a las instituciones la tarea de crear las condiciones propicias para el desarrollo pleno de la personalidad del educando, preparándolo para enfrentar la realidad de forma independiente, desde el presupuesto de que se entiende por enseñanza a la actividad consecuentemente planificada para la adquisición de un conjunto de conocimientos, habilidades, métodos, procedimientos y valores acumulados por la humanidad. Pero para que este proceso logre ser realmente un proceso de construcción de aprendizajes socialmente adquiridos la escuela ha de fomentarse participativa, dialógica y democrática.
En relación a este tipo de escuela se acepta que "la vida democrática en el aula no se impone, nace de la convivencia y del respeto mutuo, si tú quieres que te respete el alumnado, respeta tú a los alumnos y alumnas. Es necesario respetarse mutuamente, pero para ello hay que vivir en el respeto. Y esta convivencia en el aula se construye día a día. El alumnado se transforma en la convivencia con el profesorado y con sus compañeros y compañeras. La base de la convivencia reside en las ganas que tengamos de compartir proyectos e ilusiones conjuntamente y, por tanto, se han de abrir espacios donde los deseos e intereses se encuentren y coincidan con los de los alumnos y alumnas." (López, M, 2012, p 137). En esta tarea la pedagogía encuentra en el Enfoque Histórico – Cultural sobre el origen de la personalidad y su desarrollo bases sólidamente científicas.
En esta enseñanza se niega dialécticamente el enfoque tradicionalista, y se asume la propuesta de que el docente sea un educador que incentive, potencie, promueva el desarrollo de la actividad independiente en la búsqueda de nuevos conocimientos, favorezca el surgimiento de nuevas y variadas motivaciones e intereses personales, la formación de valores, de sentimientos, que en sentido general promueva la formación de una cultura general integral. Las cualidades anteriores se pueden alcanzar cuando el proceso educativo se diseña y dirige según los postulados del Enfoque Histórico – Cultural, los que son reseñados sintéticamente por Guitart, M.E. (2010), que son: La conciencia humana como objeto de estudio; la génesis social de la conciencia y la conducta humana; el principio de la significación; el desarrollo cultural de la conducta humana; los cuatro estadios en el dominio de signos; el principio de la mediación; el del carácter práctico de la actividad humana; la función planificadora del lenguaje (pensamiento verbal); la zona de desarrollo próximo y, finalmente, el método dialéctico para el estudio de la personalidad humana. A modo de resumen, resultan centrales en este análisis y sustento teórico las concepciones de Vigotski acerca del concepto de actividad humana socializada, el de situación social de desarrollo y el de la comunicación como elemento mediador en las diferentes formas de la actividad humana, y como elemento de apoyo fundamental para la consecución exitosa de la participación democrática estudiantil en la Enseñanza Media.
Por otro lado, no es suficiente la democratización del proceso en la toma de decisiones, es necesario también democratizar el proceso de formación de los saberes, o sea, buscar una adecuación pedagógica y didáctica, realizar un trabajo docente diferenciado en el proceso educativo (Medeiros, C., 2012). Democratizar la enseñanza es ayudar al estudiante a expresarse bien, a comunicarse de diversas formas, a interesarse por el estudio, dominar el saber escolar, es ayudarlo en la formación de su personalidad social, en su organización en un colectivo, para así obtener mejores condiciones de vida (Amorim, I., Moreira, W. 2014). Se asume que es tarea de la educación preparar al estudiante para participar en su tiempo (contexto), cuando aprende, hace y vive, para participar activamente, transformando el medio en que está insertado (Domingues, A.L. do C., 2007).
El papel del docente en este enfoque según Libáneo, es tratar de modificar en el ser humano aquello que es susceptible a la educación, teniendo en cuenta la actividad humana transformadora, a partir de las relaciones humanas e históricas. Se concibe al estudiante como ser educable, sujeto activo del propio conocimiento, además como ser social, históricamente determinado, individuo concreto (síntesis de múltiples determinaciones) inserto en el movimiento colectivo y emancipación humana. Por otro lado, esta comprensión del trabajo docente requiere de un profesor capaz de asumir su tarea como parte de la práctica social global, por lo que necesita un conocimiento que le permita pensar y actuar sobre lo real histórico y, también, dominar los medios operacionales didácticos; el saber y el saber hacer. Libáneo, J.C. (2008; 2013).
Por tanto, la necesidad de superar el modelo tradicional en el proceso de gestión de la escuela es urgente, ya que esto se refleja en el proceso de enseñanza – aprendizaje. La escuela democrática basada en las ideas de Vigotski y sus seguidores permiten y refuerzan el carácter socializado de la educación, la cooperación y la diversidad respetuosa con una comunicación social mediada. Para ello, la pedagogía y la teoría de la comunicación ofrecen un debate con base a la solución de situaciones problémicas y dilemas, de conflictos de intereses relativos a la vida social y personal de los propios estudiantes. Todo ello conduce a la formación de los valores deseados, especialmente a la práctica de la democracia como el valor social más importante en el mundo de hoy. El valor como mediador de una escuela democrática se encuentra en la interacción con otros, condición esencial, según Vigotski, para la formación de la personalidad socialmente determinada.
Para la pedagogía seguir una concepción del enfoque histórico-cultural, implica desde el punto de vista social, desarrollar en el educando una mentalidad creativa y científica, con clara conciencia de las ideas y valores que marcan el desarrollo social del futuro, en correspondencia con las condiciones socio – históricas presentes.
Las ideas de una educación democrática en la pedagogía de Brasil se encuentran estrechamente asociadas a la Pedagogía de la Liberación de Paulo Freire. Sus ideas sobre la educación son fundamento filosófico-pedagógico para una educación que libera en lugar de domesticar. Según Paulo Freire la educación para la libertad supone la existencia de interlocutores, de una praxis entre educador y educando, quienes deben ser al mismo tiempo educando y educador, y ello sólo es posible en una relación de comunicación, en un proceso dialógico, horizontal, en una dialéctica entre sujetos sociales e históricos, lo que es plenamente correspondiente con un enfoque socio – cultural (Safar, E. 2012).
Así, un proceso dialógico en la educación es el punto de partida epistemológico de Paulo Freire en el ejercicio de una pedagogía para la libertad que propone una educación que se construye como praxis, diálogo, reflexión – acción para la transformación de la realidad, abriendo así los caminos hacia una sociedad más justa, libre, igualitaria y democrática.
De todas las consideraciones teóricas anteriores se deduce la importancia de la comunicación en los procesos democráticos, se infiere la necesidad de considerarla eficiente para la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes de la enseñanza media. Para lograrlo se hace indispensable tener presente las bases psicológicas de la pedagogía histórico – cultural sobre la formación y desarrollo de la personalidad, en el que se reconoce a la comunicación y la actividad como determinantes en un contexto socioeconómico dado. En este aspecto, los referentes psicológicos para los estudios relativos a la gestión democrática en las escuelas y la manera de como ese tipo de gestión se lleva a efecto o debería llevarse ganan relevancia en el contexto de la psicología educativa que tribute a una escuela democrática.
Dimensiones e indicadores de la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes. Concepto de estrategia educativa.
Ante todo en este acápite se explicita el concepto de participación democrática estudiantil dentro del contexto escolar que se estudia, basado en la definición original de democracia (ver p.17) se asume en la presente investigación:
Por participación democrática estudiantil en el contexto escolar de la Enseñanza Media Brasileña actual se entiende a la actividad de integración e interacción de los estudiantes de la Enseñanza media, con plenos derechos de voz y voto, capacidad de análisis y proposición de decisiones a ser tenidas en cuenta, en el contexto 1) de sus propias organizaciones juveniles, 2) del espacio áulico durante el desarrollo del proceso formativo académico, 3) de las actividades grupales extracurriculares generadas desde la propia institución escolar, 4) de la participación de sus representantes ante los órganos colegiados institucionales, y 4) de su interacción en el espacio familiar y sociocultural integral de su entorno. La participación democrática de este sector social se concibe como resultado del proceso formativo que sobre ellos ejerce la propia institución escolar a través del papel de liderazgo de los profesores, la familia y la sociedad como un todo.
El estudio teórico expuesto anteriormente permite en esta investigación llegar a establecer que para la proyección estratégica de la participación democrática de los estudiantes de la enseñanza media, en la Escuela Estadual Desembargador Sadoc Pereira, de Roraima, Brasil, se han de considerar las siguientes dimensiones y sus correspondientes indicadores (Figura 1).
Estas dimensiones e indicadores se reconocen por su valor metodológico instrumental para identificar el estado real y actual de la actividad democrática en el proceso educativo en esta escuela. Estas mismas dimensiones e indicadores se asumen para el proceso de diseño de la estrategia educativa pretendida y declarada en el objetivo general de esta investigación.
Para todas las ciencias los resultados o productos científicos son alcanzados mediante una actividad previamente planificada y que se ha desarrollado con la utilización de métodos, procedimientos e instrumentos de búsqueda propiamente científicos, que se distinguen por su eficacia y validez en la producción de nuevos saberes para la humanidad. Además, un resultado científico es siempre un aporte necesariamente positivo a la humanidad o a parte de ella y que resuelve total o parcialmente un problema, sea este universal, contextual, permanente o temporal.
Así los resultados científicos contienen nuevos conocimientos o son producción concreta y material, o son una combinación de ambos y se logran para resolver determinada necesidad económica y social objetiva. "Son los aportes que constituyen productos de la actividad investigativa en la cual se han utilizado procedimientos y métodos científicos que permiten dar solución a problemas de la práctica o de la teoría y que se materializan en sistemas de conocimientos sobre la esencia del objeto o sobre su comportamiento en la práctica; en: modelos, sistemas, metodologías, estrategias y producciones materiales entre otros." (De Armas, N. ET Al., s.a. p 4).
Figura 1. DIMENSIONES E INDICADORES DEL PERFECCIONAMIENTO DE LA PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA EN EL PROCESSO DE FORMACIÓN DE LOS ESTUDIANTES DE ENSEÑANZA MEDIA DE LA ESCUELA ESTADUAL DESEMBARGADOR SADOC PEREIRA, RORAIMA, BRASIL
En el campo de las ciencias pedagógicas y de la educación se reconocen dos tipos de resultados científicos: los teóricos y los prácticos. Entre los primeros se aceptan las definiciones de nuevos conceptos, el reconocimiento de leyes y de regularidades, la determinación o propuestas de nuevos principios, la elaboración de modelos, la conformación de teorías, realización de descripciones, los estudios de casos, los estudios comparativos, la elaboración de pronósticos sobre el comportamiento futuro de aspectos, parámetros, dimensiones e indicadores de procesos pedagógicos y educativos, así como la realización de sistematizaciones de la teoría y la práctica aportando novedad teórica y el estudio de personalidades que ofrecieron valiosas contribuciones a la teoría y/o a la práctica de la educación y la pedagogía. (De Armas, N. et al, s.a.)
En los resultados prácticos se incluyen la conformación de procederes, técnicas, métodos, los sistemas que pueden ser de carácter pedagógico general, curricular, didáctico, organizacional, entre otros. También se reconocen entre los resultados prácticos de la pedagogía y las ciencias de la educación a los planes de estudios y programas, las metodologías, los medios materiales de enseñanza y aprendizaje y las estrategias.
Las estrategias que tienen por objetivo general la formación de las cualidades morales, afectivas y volitivas de la personalidad son catalogadas como estrategias educativas, y responden a la unidad dialéctica de la instrucción y la educación. Esta particularidad es la que corresponde con el objetivo de esta tesis, la de trabajar la democracia escolar como expresión específica del valor político que ella es a nivel social.
Para todos los tipos de resultados científicos es exigencia el reconocimientos en ellos de pertinencia, o sea, responden a necesidades objetivas y sociales; la validez, lo que se identifica cuando cumplen una función según su tipo; la factibilidad, la que está dada por la posibilidad de llevarse a la práctica; la aplicabilidad, que se reconoce cuando pueden ser empleados por otros que no participaron en su creación; la generalización, dada por poder llevarlos a otros contextos semejantes y su novedad y originalidad, o sea, lo creado es distinto a lo que ya se posee y se aplica.
Sobre las estrategias Sierra, R.A considera que son " una manera concreta de expresar la modelación de las relaciones del proceso pedagógico." (2000, p 10). También esta autora escribe que es "una aproximación a la definición de estrategia pedagógica: Dirección pedagógica de la transformación del estado real al estado deseado del objeto a modificar que condiciona todo el sistema de acciones entre el subsistema dirigente y el subsistema dirigido para alcanzar los objetivos de máximo nivel." (2000, p 12).
El resultado científico estrategia se caracteriza por estar dirigida a la actividad directiva del proceso pedagógico y educativo. Se conciben y aplican para lograr un estado del proceso deseado inexistente o modificar el actuante. La planificación estratégica es definida como: el proceso de fundamentación, diseño, implementación y evaluación, de una transformación cualitativa esencial en el funcionamiento de una institución, que le permita organizar su trabajo presente en función de las exigencias futuras del entorno. (Mintzberg, h, 1990, citado por Sierra, R.A. 2000). Por lo tanto, se estructuran a base de acciones transformativas, organizadas lógica y procesalmente, que modifican a los diferentes elementos que actúan en el proceso pedagógico o educativo.
Las estrategias pueden ser educativas, pedagógicas, didácticas, metodológicas, de aprendizaje entre otras, pero en todas se deben lograr las siguientes características: ser un sistema de acciones para lograr objetivos generales y específicos, sus acciones se distinguen por su generalidad, deben ser flexibles y por ello permitir modificaciones; sus acciones deben ser organizadas en direcciones y etapas, en dependencia de los sujetos participantes en el proceso que se pretende modificar; las acciones deben ser precisas y orientadoras en cuanto a formas y condiciones de realización. Las estrategias deben contener acciones de retroalimentación y su perfeccionamiento frecuente.
Conclusión parcial del capítulo
El estudio crítico de la teoría sobre la participación democrática de estudiantes de la escuela media brasileña permitió arribar y asumir que la democracia es el principal valor político de la sociedad. Esto llevado al proceso educativo escolar obliga a remodelar el proceso educativo de modo que se consiga que los estudiantes y otros agentes educativos que participan en su enseñanza, diseñen, desarrollen y evalúen el proceso educativo con base a la comunicación, el intercambio, el aporte y la contextualización de los intereses nacionales, regionales y de los sujetos que han de ser educados, para que el propio proceso sea educativo por su forma de planificación y desarrollo.
CAPÍTULO 2
Este capítulo contiene los resultados alcanzados en la realización de la tarea 2, la que posee carácter de estudio diagnóstico. Se ofrece el estado actual del proceso educativo en relación al nivel de democratización de la participación estudiantil en la Escuela Estadual Desembargador Sadoc Pereira de Alto Alegre, Estado de Roraima, Brasil. El capítulo incluye la propuesta de estrategia educativa diseñada, así como la evaluación externa que de ella realizó un panel de expertos mediante los procedimientos del Método Delphi.
2.1 Estudio y valoración crítica de los resultados del diagnóstico de la participación democrática de los estudiantes en el proceso educativo
Este epígrafe presta atención a la pregunta científica dos y su correspondiente tarea investigativa, referida al diagnóstico sobre el estado actual de la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes de enseñanza media en la Escuela Estadual Desembargador Sadoc Pereira del Municipio de Alto Alegre, Estado de Roraima, Brasil. En un primer momento se aplicó una encuesta escrita a los directivos de la escuela (Anexo 1), con el objetivo de obtener información sobre el estado actual de la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes, la encuesta elaborada con preguntas abiertas y cerradas. Los directivos fueron: 1 gestor, 1 administrador educacional y 3 coordinadores pedagógicos. Del procesamiento de las encuestas se conoció que todos los profesionales tienen entre 3 y 15 años de experiencia en la educación y en la función directiva. Para los directivos, las decisiones político-pedagógicas deben ser tomadas en los espacios democráticos, o sea, por la comunidad escolar. Los directivos opinan que la escuela está con las puertas abiertas para recibir a los alumnos, a la comunidad y a los padres y recibir de ellos sus sugerencias y opiniones, para así participar democráticamente y propiciar a los actores del proceso de enseñanza-aprendizaje su actuación en el mismo.
Sobre los métodos de participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes se indica que en la escuela eran muy deficientes. También apuntan que hoy ha cambiado en algo la situación, con la elaboración de proyectos educativos, reuniones pedagógicas, planeamiento del currículo, toma de decisiones, se otorga el derecho de hablar y actuar a los participantes en el proceso educativo, todo con la participación de los estudiantes, profesores, comunidad padres y madres.
Afirman que los principales actores de la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes de esta escuela son los directivos, profesores, estudiantes, familias, instituciones y líderes de la comunidad. Destacan los directivos que los estudiantes y profesores tienen mucha o alguna participación y las familias, las instituciones comunitarias y sus líderes tienen alguna o poca participación en este proceso. En general, según las opiniones de los directivos la escuela tiene buenos métodos de participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes, pues se escuchan las ideas y sugerencias de los protagonistas, los proyectos propuestos por ellos son escuchados y aceptados, y la escuela está siempre abierta a las sugerencias. No obstante, esta opinión entra en contradicción con lo planteado luego por los estudiantes, al reclamar más y mejores espacios de participación y de propuesta de decisiones en sus actividades fundamentales (Ver, comentarios sobre los resultados de la encuesta a estudiantes, p. 38).
Se encuestó también a los profesores que trabajan con los estudiantes. Se utilizó el cuestionario con la finalidad de conocer opiniones de los docentes sobre la participación democrática en la formación de los estudiantes. Se aplicó el cuestionario contenido en el Anexo 2. La encuesta fue aplicada a 18 de 25 profesores. La información obtenida se resume en lo siguiente: la mayoría de los profesores encuestados tienen gran experiencia en la función docente: 15 tienen entre 11 y 20 años de experiencia y trabajan en esta escuela entre 2 y 6 años. Solamente 2 profesores tienen menos de 3 años de experiencia y menos de 1 año de trabajo en la escuela.
Sobre el significado de la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes los profesores consideran que esta está presente cuando:
Los profesores, padres y representantes de la comunidad discuten los mejores proyectos para el desarrollo académico;
La familia y la escuela trabajan juntas en beneficio de los estudiantes;
Las opiniones de los alumnos es colegiada y considerada en las decisiones administrativas y pedagógicas en la escuela;
La comunidad escolar materializa su compromiso y papel en el proceso educativo.
Se participa activa y democráticamente en el proceso de formación de los estudiantes.
Se practica y manifiesta autonomía de todos los actores participantes en el proceso.
Se toman decisiones colectivas en el ámbito escolar.
Se ejercen los derechos ciudadanos plenamente al colaborar activamente en el proceso educativo.
Con la encuesta se buscó información sobre los métodos de participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes. De manera general los profesores afirmaron que no se aplicaban, que fue mejorando con el tiempo y que actualmente se observan cambios positivos, la gestión y los consejos son más participativos y democráticos, se estimula a los padres a que participen activamente en la toma de decisiones en el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus hijos. Uno de los métodos considerados como relevantes por los encuestados, es el proyecto de "simulado" que actualmente la escuela adopta y que consiste en el diagnóstico de cuáles de las disciplinas, los alumnos precisan estudiar para el ENEM (Examen Nacional de Enseñanza Media) y que también comprende un diagnóstico general del aprendizaje, para así trabajar los puntos críticos del proceso.
Se destaca en las consideraciones de los profesores que los sujetos actores con participación democrática en el proceso educativo que son 5 de los encuestados respondieron que solamente la familia y los directivos son los principales actores; 13 afirmaron que la familia, los directivos, los estudiantes, profesores, instituciones y líderes de la comunidad son los actores principales de este proceso. Solamente 4 profesores afirman que la familia, los directivos, estudiantes, profesores, instituciones y los líderes de la comunidad tienen mucha participación democrática en la formación; 15 opinan que la familia y las instituciones tienen poca participación y que los profesores y estudiantes tienen alguna participación. Finalmente todos los profesores encuestados respondieron que los directivos tienen mucha participación en el proceso de formación.
Las opiniones de los profesores, ofreció la información sobre la consideración de que la participación de todos los actores en el proceso de formación educativa es fundamental, pero en la realidad consideran que no hay incorporación de todos. Consideran que los directivos no están preparados para actuar colectivamente e incorporar a los demás actores en el proceso formativo. Igual situación reconocen en la experiencia que tienen y se presentan inseguros en su gestión.
Las sugerencias de directivos y profesores para mejorar la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes se presentan a continuación:
Planeamiento pedagógico participativo (padres, directivos, estudiantes, profesores e instituciones culturales).
Los directivos deben oír las opiniones, sugerencias y aceptar los proyectos de los estudiantes, incorporándolos también en la construcción de la propuesta curricular.
Más libertad en la participación de los proyectos.
Autonomía en la adquisición de recursos financieros.
Integrar a la familia, incentivándolas para la participación en el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus hijos.
Desarrollar proyectos con la participación de la familia propiciando mejorar para mejorar la escuela y la formación de los estudiantes.
Realizar reuniones con la comunidad escolar para discutir los problemas y lograr posibles soluciones.
Ofrecer informaciones a los padres y tutores de los estudiantes sobre la frecuencia y los resultados académicos, así como la propuesta pedagógica que los profesores ejecutan en las clases.
Las sugerencias de los directivos y profesores son de gran relevancia. Se identifica que existe preocupación colectiva para mejorar la participación de todos los actores del proceso educativo. La participación democrática en la formación de los estudiantes de todos los involucrados es reconocida como fundamental para que la enseñanza y el aprendizaje sean de cualidad. No obstante, se aprecia en estos criterios una actitud de total optimismo con el estado actual de la participación democrática estudiantil, lo cual no es exactamente la visión que tienen los estudiantes de su propio proceso participativo en la escuela y en la sociedad en sentido general.
Se consultó a las familias de los estudiantes como parte del proceso de obtención de informaciones para el diagnóstico donde se utilizó una encuesta de trece preguntas (Anexo 3). La muestra fue decidida cualitativamente según la disposición expresa de voluntariedad de formar parte de la investigación, en total fueron 11 familias las que se ofrecieron voluntariamente.
De las familias encuestadas 10 son madres o padres, solamente 1 es tutor. Esto muestra que la mayoría de los estudiantes viven con sus padres y tienen una familia estructurada. La gran mayoría de los encuestados informaron el grado correcto de estudio de sus hijos y avalúan el progreso de su formación como bueno, solo dos de los encuestados dicen que es aceptable. Las razones que sustentan esta valoración son:
La escuela se preocupa con el desempeño de los alumnos.
El proceso de formación mejora cada día, pues se reconoce la evolución del aprendizaje.
Los directivos están comprometidos con su actividad educativa.
Algunas respuestas presentadas reconocen que existe falta de interés de los alumnos y que la escuela debería presentar un proyecto de formación técnica o profesional. Los padres reconocen la participación de sus hijos en la escuela; cinco de los encuestados respondieron que excelente, 2 muy positivo, 3 positivo y solamente 1 aceptable.
A la pregunta sobre la evaluación de su incorporación a la formación de su hijo en la escuela todos respondieron que participan activamente, que están siempre presentes, consideran que la familia y escuela forman un equipo y que las dos deben perseguir los mismos objetivos para mejorar el proceso de formación de los estudiantes. Todos los padres encuestados también afirmaron que siempre la escuela estimula y reclama la participación de los padres.
Sobre si la escuela solicita y escucha criterios y sugerencias de los familiares para perfeccionar el proceso de formación de los alumnos, 8 de los padres encuestados dijeron que sí, que la participación de los padres es importante, que se realizan reuniones periódicas, conferencias y está abierta a sugerencias de las familias, que la escuela logra involucrar a las familias en el proceso de enseñanza-aprendizaje informando sobre las evaluaciones y dificultades. Solamente 3 encuestados respondieron que no, que el proceso de formación se realiza según planeamiento profesional del área educacional y la familia no tiene espacio en ese proceso y solo actúa como agente incentivador.
En relación a cómo la escuela convoca a los familiares a que participen en actividades del proceso formativo se afirma por todos que la escuela invita a participar en la organización de actividades culturales y deportivas, a participar en reuniones de análisis de la marcha del proceso de formación, así como a realizar trabajos manuales socialmente útiles para la escuela.
Sobre si la escuela pone en práctica los criterios y sugerencias aportados por las familias para el mejoramiento de la calidad del proceso de formación de sus hijos, 4 familias dijeron que eso es en gran medida, 4 en alguna medida, 2 pocas veces y solamente 1 respondió que nunca. De estas respuestas se infiere que la participación democrática de las familias necesita ser mejorada en la escuela objeto de investigación.
También a las familias fue preguntado sobre quiénes deben ser los principales actores de la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes, en síntesis las respuestas fueron: las familias, los profesores, la comunidad escolar incluidas las instituciones sociales y culturales, los directivos y los alumnos. De los actores citados a los directivos se le otorga mucha participación al igual que a los profesores; sin embargo, los estudiantes tienen poca participación; las familias tienen mucha participación opinan 4 encuestados y para 7 poca y todas las familias encuestadas responderán que las instituciones y líderes de la comunidad no tienen ninguna participación. De acuerdo con las respuestas de todas las familias la escuela realiza frecuentemente reuniones con los padres de los alumnos y los organiza para brindar un mejor apoyo al desarrollo escolar.
Las familias encuestadas también presentaron sugerencias para mejorar la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes, entre ellas: utilización del ambiente no formal, trabajar la práctica con el alumno, permitir que los padres participen en la elaboración de los planeamientos curriculares y los proyectos pedagógicos educativos, permitir que los padres participen activamente en el proceso de formación de sus hijos, considerar al estudiante como elemento principal del proceso educativo, cumplir la propuesta pedagógica curricular presentada a los padres, escuchar las sugerencias de los estudiantes y los padres, promover reuniones frecuentes por grados para atender los problemas que están confrontando los alumnos, organizar debates entre padres, instituciones sociales y culturales, profesores y estudiantes con el objetivo de promover la participación de estos en el proceso de formación que realiza la escuela.
Como se puede apreciar, las familias de los alumnos, es decir, sus padres, tienen una percepción positiva integral del proceso formativo de sus hijos en la mayoría de los ítems que les fueron consultados. Entre los factores que predominan para esta visión optimista se encuentra la propia calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje de los contenidos instructivos, acompañada de su preocupación como padres en cuanto al seguimiento y apoyo al proceso formativo de sus hijos. Sin embargo, los padres muestran en varias de sus respuestas el otorgamiento de un papel secundario al protagonismo activo de sus hijos en su propia formación, y no siempre dan prioridad a las opiniones y criterios de estos sobre lo que ellos desean poder hacer por sí mismos. No toman en cuenta, en todo momento, por lo tanto, que la participación democrática estudiantil, con mayor autonomía, mejor orientación para la actuación por sí mismos, y con más protagonismo por parte de estos jóvenes, es también parte de su propio proceso formativo integral.
Para lograr mayores informaciones para el diagnóstico sobre cómo se encuentra la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes de enseñanza media en esta escuela, también se aplicó una encuesta escrita a cuatro directivos de las instituciones culturales, sociales y deportivas del municipio de Alto Alegre. Fueron así encuestados (Anexo 4) el Secretario Municipal de Medio Ambiente y Turismo, la Directora do CRAS (Centro del Referencia y Asistencia Social), el Secretario Municipal de Deporto y la Directora del SENAC (Servicio Nacional de Aprendizaje Comercial) de los cuales se obtuve los siguientes resultados:
Tres de los directivos institucionales encuestados participan en algunas ocasiones en el proceso de formación de los estudiantes de la escuela, 1 participa en muy escasas ocasiones. La escuela en muy escasas ocasiones consulta a las instituciones para realizar cambios en el currículo o en otros elementos formativos, tales como los extracurriculares.
Los directivos afirmaron que es necesario repensar y lograr medios y vías para aumentar su participación y desarrollar proyectos y acciones para atender a los estudiantes en el área cultural. Las actividades deportivas están bien presentes en la escuela, la Secretaria de Deporte declaró necesario tener más participación en las actividades educativas escolares.
Según las respuestas de los directivos de las instituciones comunitarias, los estudiantes de enseñanza media apoyan la idea del vínculo entre las instituciones culturales y sociales con la escuela para el mejoramiento de su proceso de formación integral.
El nivel de disposición de estos directivos institucionales es elevado para establecer vínculos estables de participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes de la enseñanza media.
Sobre cuál es el ideal de los directivos institucionales en la participación democrática de su institución en el proceso de formación de los estudiantes, las respuestas fueron las siguientes: participación de los alumnos en las reuniones de las instituciones, desarrollar proyectos en cooperación con la escuela sobre la educación profesional y otras actividades que sean interesantes para los estudiantes, promover siempre una buena relación con la escuela con la finalidad de apoyar sus acciones formativas.
Como parte del proceso de obtención de la información diagnóstica sobre la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes se realizó una encuesta (Anexo 5) a los estudiantes de la enseñanza media, de 1º, 2º y 3º año de la sesión la tarde. Fue consultado el 100% de la muestra seleccionada, así la encuesta se aplicó a 124. De ellos 45 alumnos responderán que en algunas ocasiones los profesores les consultan o a sus compañeros acerca de las decisiones más importantes sobre el proceso de formación en actividades curriculares y extracurricular, 5 estudiantes respondieron en gran medida, 6 en muy escasas ocasiones y 68 estudiantes dijeron que nunca los profesores les consulta para la toma decisiones más importantes.
Sobre si son consultados personalmente o a través de su organización estudiantil para la toma de decisiones en la escuela las respuestas fueron las siguientes:
Modificaciones en los programas de estudio o en calendario escolar y exámenes: 35 estudiantes dijeron algunas veces, 15 pocas veces, 29 respondieron que nunca y 45 afirmaron que frecuentemente son consultados en este aspecto.
Realizar actividades culturales: 55 estudiantes afirmaron que frecuentemente son invitados a participar de la organización de eventos culturales, 14 dijeron que pocas veces, 11 respondieron que nunca y 44 afirmaron que algunas veces.
Realizar actividades deportivas: 5 alumnos afirmaron que nunca participan de la organización de los eventos deportivos, 8 estudiantes pocas veces, 24 algunas veces y 87 dijeron que frecuentemente participan de la toma de decisiones para la organización de actividades deportivas.
Para elegir sus representantes en el Gremio Estudiantil: 3 alumnos dijeron que pocas veces son invitados, 7 nunca, 17 dijeron que algunas veces y 97 estudiantes afirmaron que son invitados a elegir sus representantes de las organizaciones estudiantiles.
Todos los estudiantes afirmaron que en otras decisiones, como para organizar fiestas conmemorativas de la escuela y las "gincanas" (actividad extradocente conformada por competiciones diversas que se extienden todo un día con asistencia de padres y miembros de la comunidad), y ferias de las ciencias, generalmente son consultados a través de sus representantes.
La escuela posee una organización estudiantil propia, reconocida oficialmente por las autoridades escolares que tiene el nombre de Gremio Estudiantil, pero todos los alumnos encuestados afirmaron que no se sienten representados en esta organización estudiantil, muchas veces no son informados (cuestión contradictoria con las informaciones anteriores), por la dirección sobre decisiones de sentido general. La organización estudiantil pocas veces presenta proyectos interesantes a la dirección de la escuela, y cuando lo hace la dirección escucha y pone en práctica las ideas de los referidos proyectos. Esta información es divergente con los criterios de los directivos escolares.
Con relación a los aspectos positivos y negativos del estado actual de la participación democrática en su propio proceso de formación, solamente 47 estudiantes encuestados mencionaron algunos puntos positivos como son; profesores capacitados y motivados para ayudar a los alumnos en lo intelectual, participación en actividades deportivas (juegos escolares), presentación a los padres y estudiantes de los gráficos de rendimiento académico, reuniones con los padres para informaciones generales, sobre el proceso de la enseñanza-aprendizaje, estos también citaron a algunos puntos negativos, a saber: Gremio Estudiantil mal estructurado, "simulado" poco organizado, poco trabajo en equipo, estudiantes sin participación en la toma de decisiones de la escuela, la merienda no es frecuente, exceso de actividades evaluativas, poca interacción profesor-alumno, poca conversación entre estudiantes y directivos. Se destaca que 77 de los estudiantes no mencionan ningún punto positivo y/o negativo.
Todos los estudiantes mostraron interés en participar democráticamente en la toma de decisiones sobre su propio proceso de formación, pero para ello es fundamental conocer lo que van a estudiar.
Las opiniones y sugerencias sobre el estado actual de la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes de la enseñanza media sobre cómo mejorar el proceso participativo mencionado por los alumnos fueron, en resumen, las siguientes: recuperación de contenidos para el "simulado", mejorar la comunicación entre directivos y estudiantes, participación de los estudiantes en la elaboración de la propuesta pedagógica de la escuela, participación en todas las tomas de decisiones de la escuela, participación de los alumnos en las reuniones de los padres y maestros, escuchar y poner en práctica frecuente las ideas y opiniones de los estudiantes, mejorar la biblioteca de la escuela con la compra de libros actualizados, participación estudiantil en la elaboración e implementación de proyectos.
Con la finalidad de obtener más informaciones sobre el estado actual de la participación democrática en la escuela, también se entrevistó (Anexo 6) a la Coordinadora Pedagógica de la escuela. Sobre si la escuela realiza actividades o proyectos con otras instituciones de la comunidad y si estos proyectos colaborativos educativos ocupan el tiempo libre de los estudiantes. La profesora ofreció respuesta afirmativa. Explicó que esos proyectos son desarrollados en colaboración con otras instituciones, entre ellas la Secretaria de Bienestar Social, la Secretaria Municipal de Salud y otras que realizan acciones abiertas para la comunidad y atienden necesidades básicas. Con el área de la cultura la escuela no tiene proyectos específicos. En sí tiene dos proyectos conocidos como "Aluno bom de bola" y "Aluno nota dez" que está en fase de elaboración.
La escuela fue contemplada dentro del proyecto del Gobierno Federal "Más Educación". En Brasil este proyecto fue creado con la finalidad de ocupar el tiempo libre de los estudiantes; para eso la escuela elabora los proyectos y Más Educación los financia.
Se obtuvo la información de que dentro del contexto escolar son desarrolladas principalmente todas las actividades por los trabajadores, mientras que la de los estudiantes precisa ser mejorada. Estos tienen como organización representativa el Gremio Estudiantil, pero que todavía está mal estructurado y tiene poca representatividad. Los documentos en los que se programan las actividades que son realizadas con los estudiantes son la propuesta curricular y propuesta pedagógica, las dos necesitan de reformulaciones y actualizaciones de las acciones en general pedagógicas y administrativas. La participación de los estudiantes en la elaboración de estas acciones las reconoce como indirecta, pues explica que las sugerencias e ideas son presentadas a través de una "Caixa de Sugerencias" donde el alumno de enseñanza media escribe su propuesta.
La entrevista a la coordinadora pedagógica mostró que después de elaboradas las acciones educativas no son discutidas con los estudiantes antes de su aplicación, solamente son presentadas para su aprobación. Se expuso que sobre la incorporación de las familias en las actividades de la escuela se ratificó que muchos padres y familiares que vienen a los actos y fiestas conmemorativas de la escuela muchos no son invitados, pero que asisten para saber cómo está la escuela, como está el desarrollo de su hijo, así como existen padres que solo vienen al ser llamados, como otros no se presentan en la escuela, que coinciden con alumnos que presentan dificultades.
Muchas familias no participan de las actividades de la escuela o no comparecen a las reuniones porque ya desistieron de ocuparse de sus hijos, por eso no atienden su vida estudiantil, pasando totalmente la responsabilidad educativa a la escuela.
La orientación educacional la escuela la trabaja directamente con las familias y realiza para esto reuniones periódicamente. Se proyectan guardias pedagógicas, a donde las familias son invitadas para informarse del desarrollo del aprendizaje de sus hijos. La participación de los estudiantes en estas reuniones no es frecuente, ellos no son invitados, pero si desean participar lo pueden hacer.
Explicó la coordinadora que las familias están representadas en el Consejo Deliberativo Escolar y se organizan en la APM (Asociaciones de Padres y Maestros). El primero está formado por representantes de los profesores, de los padres, un trabajador de servicios y una representación de los estudiantes. A la pregunta sobre si es la dirección de la escuela la que define como desarrollar el trabajo educativo con los estudiantes o esto es colegiado y aprobado por los diferentes factores que inciden en la formación de los mismos; la coordinadora enfatizó que la escuela logra en su planeamiento desarrollar un trabajo democrático y participativo, pero que este proceso se da a largo plazo y de forma eventual, necesitándose hacer mucho, para que esta democracia se torne efectiva. Expone igualmente que la participación de la comunidad, las familias, los profesores y la de los estudiantes, requiere planeamiento, discusión y tiempo, y considera que podría haber una mejor participación de todos, especialmente cuando la escuela planifica el proceso por asignaturas y áreas, donde se definen y deciden los contenidos que serán desarrollados en el semestre o año. Los estudiantes no participan de ese proceso ni están representados.
Considera que el sistema educativo brasileño está arraigado en lo tradicional, y que la escuela precisa mejorar mucho en este aspecto, especialmente la participación de lo estudiante en decisiones sobre su propio proceso de formación.
En la búsqueda de información diagnóstica se realizó entrevista a una personalidad destacada en la comunidad (Anexo 7), fue seleccionado el Secretario Municipal de Educación del Municipio. La información obtenida se resume en lo siguiente:
La escuela establece o solicita muy poca ayuda para realizar actividades con los alumnos, generalmente se pide la colaboración de materiales didácticos. La colaboración humana en el área de formación no es característica de la escuela.
Las personalidades de la comunidad pueden colaborar de muchas formas, a través de palestras, filmes, actividades culturales, deportivas, "gincanas", entre otras muchas actividades de interés para los estudiantes, pero esto no ocurre, la escuela no solicita y el municipio tampoco se lo propone y no existe ningún proyecto en esto sentido.
Se reconoció que la escuela muchas veces no establece con las instituciones y las personalidades ningún vínculo, pero tampoco no hay, en la mayoría de las veces, el apoyo necesario de las instituciones. Se advierte que en las actividades muchas veces no hay la efectiva participación de los estudiantes y que no son de interés para los mismos.
Según criterios del entrevistado las actividades, los proyectos elaborados para los estudiantes deben despertar su interés, hacer que ellos sean activos, estimulados, y proporcionar la formación de los estudiantes, siendo significativos para ellos.
La caracterización diagnóstica contempló la observación pedagógica de la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes. Se empleó para ello la guía que se ofrece en el Anexo 8 y persiguió el objetivo de identificar el diseño y el desarrollo de las actividades que los directivos, profesores estudiantes, familiares, líderes sociales culturales y deportivos ejecutan en el desarrollo de participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes en la Escuela Estadual Desembargador Sadoc Pereira. Se observaron 10 actividades educativas (clases 5, fiestas 2, actividades deportivas 1, Reuniones 1, feria de ciencias 1). Las informaciones obtenidas fueron:
El grado y la calidad de la participación de los profesores en las reuniones directivas son frecuentes, son pocos los proyectos educativos presentados, y cuando lo son presentados tienen un grado significativo de aceptación de los directivos.
La participación de los estudiantes en las reuniones directivas del grado no se observa, nunca participan, tienen estructurado el Gremio Estudiantil, pero no es activo. Los estudiantes hacen reclamaciones de que esta organización no los representa. Generalmente no presentan proyectos, y cuando lo hacen no son aceptados por los directivos.
Fue observado que los estudiantes participan efectivamente de las fiestas conmemorativas que la escuela organiza, tales como Desfile de la Independencia de Brasil, juegos escolares, etc.
Los estudiantes no participan del proceso de planeamiento del currículo pedagógico.
Las familias de los estudiantes, cuando son convocadas a las actividades educativas participan, pero generalmente no son invitadas a analizar y participar de la elaboración y proyección educativa. La Asociación de Padres y Madres participa en las decisiones, pero su asistencia es irregular.
La mayoría de la toma de decisiones son establecidas por los directivos, principalmente cuando se refiere a la formación de los alumnos.
El grado de participación de las instituciones y líderes de la comunidad no es frecuente, principalmente en lo que se refiere al proceso formativo curricular, extracurricular, sin embargo la escuela propicia un vínculo relevante cuando organiza actividades y eventos colectivamente con estas instituciones, que además no son muchas.
En el proceso diagnóstico fue realizado un grupo de discusión para acceder al proceso directo de intercambio y debate sobre el tema de la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes y como cuestiones para la discusión frontal se presentó: ¿Qué es la democracia?, ¿qué es la participación democrática? y ¿qué es una escuela democrática? Esto permitió consensuar y producir una sinergia entre los interlocutores (profesores y estudiantes). El grupo fue formado por 58 estudiantes y 2 profesores. Varias cuestiones se presentaron para la discusión, tales como: ¿Su escuela es democrática?, ¿su escuela educa para la democracia?, ¿usted participa de las acciones que su escuela desarrolla?, ¿participa en la elaboración de la propuesta pedagógica y curricular?, ¿usted se considera un estudiante participativo?, ¿la comunidad participa activamente en su escuela?, ¿los padres y madres participan de las acciones de su escuela?
De todas las cuestiones sigue una síntesis de la discusión:
La escuela no es totalmente democrática, en algunas situaciones todavía presenta un sistema tradicional en la toma de decisiones. La educación para la democracia está poco presente, se entiende que los estudiantes no participan del proceso de elaboración de la propuesta curricular, los contenidos son definidos por la coordinación pedagógica conjuntamente con los profesores de acuerdo con las competencias y habilidades que deben tener cada grado, no considerando muchas veces las características y necesidades de aprendizaje de cada alumno.
El planeamiento de la propuesta pedagógica también se realiza solo con los directivos y profesores. En la discusión del grupo la mayoría de los estudiantes han demostraron estar dispuestos a participar, sin embargo, la escuela no les da mucha oportunidad.
La participación de la comunidad, sus instituciones y líderes no es frecuente, los padres y madres participan cuando son invitados (reuniones, guardias pedagógicos, algunas actividades festivas y conmemorativas).
Es importante destacar que el grupo de discusión fue una herramienta relevante para la adquisición de información, hizo que los estudiantes se sintieran libres para hablar, pues es una técnica de investigación que privilegia las interacciones y una mayor integración de los investigadores en el tema, lo que reduce el riesgo de erróneas interpretaciones sobre el tema de estudio científico.
La realización del trabajo en el grupo de discusión con los alumnos permitió triangular la información obtenida anteriormente por otras fuentes, junto con la de los alumnos y comprobar su grado de coincidencia o de no coincidencia. Esto fue posible ya que los estudiantes, al verse trabajando en grupo se sintieron con mayor libertad de expresar sus verdaderos criterios al respecto del tema que se investiga. Se e pudo corroborar un índice de coincidencia con aspectos positivos, pero a la vez estos profundizaron, mediante un análisis cualitativo especifico, en aquellos aspectos de la vida en la escuela en los que desearían ser escuchados más a menudo y que sus criterios y preferencias fueran tenidos en cuenta de manera más frecuente.
2.2 Presentación de la estructura, contenido y funcionamiento sistémico de la estrategia educativa elaborada.
Objetivo general de la estrategia educativa:
Contribuir al desarrollo de la participación democrática en el proceso de formación de los estudiantes de Enseñanza Media en la Escuela Estadual Desembargador Sadoc Pereira del Municipio de Alto Alegre, Estado de Roraima, Brasil, de manera que ello permita alcanzar una formación general y ciudadana más consciente y responsable en estos estudiantes.
Bases de la estrategia educativa
Las bases de las estrategias son las condiciones de la realidad política, económica, social y cultural en el contexto al cual responde y donde ha de aplicarse para resolver el problema que la genera. La determinación de esas bases es indispensable para lograr en el diseño de las acciones de la estrategia la pertinencia y contextualidad y alcance el valor científico necesario para su validez.
La Escuela Estadual Desembargador Sadoc Pereira, del municipio Alto Alegre perteneciente al Estado de Roraima de Brasil posee como contexto sociopolítico una economía rural dominante, con fuerte mano de obra indígena y donde el de obra no se distingue por un alto nivel educacional, donde consecuentemente la mano no se caracteriza poseer alta calificación técnica.
La sociedad se desenvuelve en relaciones de mercado típicamente capitalistas, regida por la democracia política, como corresponde a todo el territorio del Estado de Roraima y de Brasil.
La actividad educacional se desarrolla en el nivel fundamental y en medio de manera oficial, o sea, todas las instituciones de estos dos niveles son públicas, dirigidas y administradas por la Secretaría de Educación de Roraima.
En las escuelas se expresa claramente la diversidad étnica y cultural de la población del municipio, en el cual la población indígena alcanza el 30 % con numerosas y diversas agrupaciones indígenas que marcan y fortalecen la diversidad sociocultural del estado y de las escuelas. Lo que consecuentemente se expresa en las concepciones democráticas que se localmente se practican.
En el municipio se producen inmigraciones de otras partes de Brasil, como de territorios fronterizos, Esto marca aún más el complejo escenario sociocultural en el que debe lograrse la democracia en la participación estudiantil en el proceso educacional.
Los recursos humanos dedicados a la actividad educacional no se distinguen por su alta calificación y vasta experiencia, no obstante, en la actualidad se ejecutan planes de calificación profesional que están dirigidos a elevar la calidad del proceso educativo en el municipio.
Fundamentos científicos generales de la estrategia educativa
Los fundamentos a continuación expresados constituyen los criterios teóricos y metodológicos desde los cuales específicamente se diseñaron la estructura y el sistema de acciones de la estrategia educativa.
La educación está histórica y socialmente determinada, socialización e individualización de cada uno de los miembros de la sociedad. Esto determina el carácter político de toda actividad educativa.
La educación conduce al desarrollo, y este se asume en lo cognoscitivo y lo afectivo volitivo de la personalidad.
El desarrollo de la personalidad y la participación democrática de los sujetos que en ella intervienen, incluyendo a los estudiantes como verdaderos protagonistas del proceso educativo, no se logra si no es en actividad y comunicación social con los demás.
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