Hechos bíblicos que evidencian la existencia de prácticas contables en la antigüedad (página 2)
Enviado por Yubeira Rojas Carrero
La Contabilidad es una actividad tan antigua como la misma humanidad. Según Nissen, Damerow y otros (citados por Hernández), arqueólogos e historiadores de la antigua Mesopotamia, los intentos del hombre por llevar cuentas y registros para dejar constancia de los hechos económicos que envolvían su vida productiva, se dieron incluso mucho antes de conocer la escritura; y ésta surgió para satisfacer la necesidad de los antiguos habitantes de Mesopotamia de registrar y dejar constancia de sus transacciones comerciales (hacia el 3.300 a.C.); pues, los primeros documentos escritos que se conocen, constituidos por millares de tablillas de arcilla con inscripciones en caracteres protocuneiformes, elaboradas hace más de 5.000 años, contienen tan sólo números y cuentas, sin textos ni palabras.
Desde esos primeros tiempos, el objeto y alcance de la contabilidad ha venido evolucionando, aunque sólo a partir de los siglos XIV y XV es que se conservan testimonios escritos relativamente importantes en materia contable. Pues, lo que comenzó como una necesidad propia del hombre productivo, se fue convirtiendo en una herramienta de control para los grandes imperios, lo cual, trajo como resultado la aparición de normas (como el método de la partida doble), que de alguna manera fueron posicionando a la contabilidad como una técnica.
A pesar de que se han realizado algunos esfuerzos para explicar los orígenes de la Contabilidad, aún existe la necesidad de reforzar dichas investigaciones a través de un estudio multifacético que permita identificar la aparición de prácticas contables a partir de hechos que tienen que ver con otras disciplinas como la Física, la Teología y la Matemática; ya que, a la luz de la consideración de la Contabilidad como una ciencia se requiere "entre otras cosas" de la construcción de la historia del pensamiento contable, y para ello, es necesario remontarse en los orígenes de la humanidad para identificar hechos que de alguna manera dieron origen a la ejecución de actividades contables.
Esta investigación, pretende tomar en consideración la vida del hombre desde tiempos de la creación (en el libro del Génesis de la Biblia), para explicar el origen de prácticas contables partiendo de hechos bíblicos, no sólo porque la Biblia es considerada como una de las colecciones literarias más preciadas de la humanidad por contener las "Sagradas Escrituras" (de hecho la palabra Biblia en griego significa "libros"), sino también, porque se parte de la hipótesis de que el hombre comenzó a desarrollar prácticas contables influenciado de alguna manera por sus creencias y costumbres religiosas. Por otra parte la injerencia de la administración pública ha venido aumentando cada día más en las actividades básicas de la sociedad, trayendo como consecuencia la obligatoriedad de llevar registros contables a ser utilizados al momento de rendir cuentas.
Con base en lo anterior, se plantean las siguientes interrogantes: ¿Existen hechos bíblicos que de alguna manera reflejen el desarrollo de actividades contables desde períodos remotos?, ¿Qué relación existió en la antigüedad entre las prácticas contables y las creencias y costumbres religiosas?, ¿Cuales de esos hechos han transcendido hasta nuestros días? y ¿En qué sentido pueden ser considerados esos hechos para la construcción de la historia del pensamiento contable?.
- EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
2.1 OBJETIVO GENERAL: Analizar desde un punto de vista histórico el origen de la Contabilidad partiendo de hecho bíblicos.
2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Identificar hechos históricos mencionados en las "Sagradas Escrituras" que dieron origen a la práctica contable.
Identificar aspectos económicos, sociales, religiosos, culturales, geográficos y epocales sobre los cuales se desarrollaron los hechos bíblicos estudiados.
Analizar el origen de la Contabilidad partiendo de la relación existente entre las creencias y costumbres religiosas y el origen de las prácticas contables.
- OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
La construcción de la historia del pensamiento contable debe realizarse desde una perspectiva multifactorial, holística, integradora. Este hecho, implica "entre otras cosas" la consideración de las creencias y costumbres religiosas, ya que ellas forman parte del hombre y su evolución a lo largo del tiempo. Esta investigación, aportará sin duda aspectos importantes que deben ser considerados dentro de la historia de la contabilidad y que tal vez no han sido considerados con el grado de significación que merecen. Se pretende entonces demostrar que las creencias y costumbres religiosas también forman parte de los hechos que originaron la práctica contable, tomando como fuente fundamental "La Biblia", lo cual, constituye una perspectiva que quizá ha sido despreciada por los investigadores, por cuanto, en la revisión de la literatura no se identificaron antecedentes de la investigación que relacionen de alguna manera la historia de la contabilidad con hechos bíblicos.
- ALCANCE DE LA INVESTIGACIÓN
En toda investigación científica, se hace necesario, que los hechos estudiados, las relaciones que se establecen entre éstos, los resultados obtenidos, las evidencias significativas encontradas en relación con el problema investigado y los conocimientos que sean posible sumar, reúnan las condiciones de fiabilidad, objetividad y validez interna. A tal efecto, se requiere delimitar los procedimientos de orden metodológico, a través de los cuales se intenta dar respuestas a las interrogantes objeto de investigación.
El tipo de investigación que se incorporará dentro del estudio es de carácter documental-analítico, porque partirá de hechos establecidos en relatos bíblicos para explicar y analizar su influencia en el origen de la contabilidad. En atención a esta modalidad de investigación, se desarrollarán tres grandes fases de estudio.
En la primera, se procederá a identificar hechos históricos bíblicos que dieron origen al desarrollo de prácticas contable y los aspectos económicos, sociales, religiosos, culturales, geográficos y epocales sobre los cuales se desarrollaron dichos hechos. La segunda, se produce como consecuencia de la anterior, ya que, busca analizar los hechos anteriores para explicar cómo las creencias y costumbres religiosas que de alguna manera versan sobre los hechos estudiados dieron origen a prácticas contables y hasta fomentaron en parte su evolución. La tercera, está constituida sobre la base de las conclusiones y recomendaciones.
La fuente de información fundamental es la Biblia, la cual, se encuentra dividida en dos partes fundamentales: Antiguo y Nuevo Testamento. Para entender la formación de esta colección de libros que llamamos Biblia, hay que tener en cuenta que en los escritos del Antiguo Testamento (AT), se pone por escrito la experiencia religiosa del pueblo de Israel antes de Jesucristo. Allí se refleja la fe en el único Dios, creador del universo, quien se reveló de manera especial en la historia de su pueblo: lo fue guiando con sus alianzas, su ley y sus promesas, lo fue convirtiendo en un pueblo unificado por la fe en el verdadero Dios, lo sostuvo en los momentos de abatimiento y desgracia, purificó su fe y presentó continuamente sus exigencias de santidad, de justicia y de fraternidad. Allí, aparecen consignadas la historia de Israel vista a la luz de su fe, las enseñanzas de los profetas y los sabios, las oraciones individuales y comunitarias y las reflexiones de los poetas inspirados.
El Nuevo Testamento (NT), es la consignación escrita de la fe de la iglesia apostólica en Jesucristo, nacido en tiempo de Herodes, quien pasó haciendo el bien pero murió en la cruz por orden de Poncio Pilato, gobernador de Judea. Estos escritos reflejan igualmente la fe, las esperanzas, las luchas y el crecimiento de aquellas comunidades que fueron naciendo de esa experiencia de Jesús muerto y resucitado y del espíritu enviado a los creyentes de toda lengua, raza y nación.
El método a partir del cual se estudia la Biblia en esta investigación, es el método de la exégesis, que proviene del término griego "exeomai" que significa "sacar fuera", el cual, a lo largo de la historia, se ha utilizado en un sentido de "interpretación", por ello a su vez se ha ido haciendo sinónimo de hermenéutica, del griego "ermenoien" que significa "explicar, traducir, declarar".
El texto bíblico utilizado, es una traducción directa de los textos originales: hebreo, arameo y griego; realizada por las Sociedades Bíblicas Unidas (SBU) que sirven en más de doscientos (200) países y fue denominado "La Biblia de Estudio Dios Habla Hoy" (3ra. Edición). El hecho de que sea una edición de estudio, quiere decir, que además de la traducción, ofrece al lector una serie de ayudas que hacen más fácil la comprensión del texto bíblico y permiten estudiar más profundamente los libros y temas de la Biblia.
Las citas de los hechos bíblicos se harán de la siguiente manera: primero se escribe la abreviatura del libro (ejemplo: Gn que significa Génesis); luego se coloca el número del capítulo, seguido de un punto; después de este, el número o los números que indican los versículos. Cuando se citan varios versículos, una coma los separa. Cuando se hace referencia a todo un pasaje, un guión separa el número del versículo con que comienza la cita, del número del versículo con que termina. Por ejemplo: Mt 1.1 significa Mateo capítulo 1, versículo 1. Mt 1.1, 17 significa Mateo capítulo 1, versículos 1 y 17. Mt 1.1-17 quiere decir Mateo capítulo 1, del versículo 1 hasta el 17. Cuando hay varias citas seguidas, de capítulos o libros distintos; van separadas por un punto y coma, por ejemplo: Jn 3.16; 6.40.
Para la construcción del marco teórico, se utiliza básicamente el Antiguo Testamento, que es el nombre dado por los cristianos a las escrituras sagradas del pueblo de Israel; ya que el Antiguo Testamento ocupa un lugar destacado entre las literaturas antiguas y es sin duda, el conjunto literario más importante entre las producciones del antiguo Medio Oriente, desde donde se presume el origen del mundo y por ende de las primeras prácticas contables.
- ASPECTOS METODOLÓGICOS DE LA INVESTIGACIÓN
En un principio la vida fue nómada. Las frutas, las raíces, los tallos, las hojas, etc., son productos naturales para cubrir sus necesidades; principalmente, las alimenticias. El hombre tuvo que movilizarse de un lugar a otro, en procura de los frutos naturales que crecían espontáneamente y que él tenía que aprovechar para su alimentación. Se trata de una acción individual y lógica, que busca el suministro de alimentos y recursos suficientes para sobrevivir, donde no se puede suponer la existencia de un trabajo coordinado, sino que cada quien se valía por sus propios medios. Será después, aún dentro de un nomadismo, y de la práctica de esta posibilidad primitiva de alegarse recursos para subsistir, cuando el hombre comienza a producir sus primeras armas y sus primeros útiles y cuando estos comienzan a ser empleados, cuando agrega a su dieta la carne (roja o blanca) que caza y pesca con sus rudimentarios utensilios (Betancourt, 1978).
Posteriormente cuando el hombre inició el cultivo de la tierra, surgió la ganadería y el sedentarismo se hizo norma fundamental de la existencia organizada; naciendo el concepto de lo tuyo y de lo mío; de mi propiedad y la ajena; de la familia, del clan y de la tribu; aparece en el seno de la sociedad el concepto del cambio, practicado inicialmente a través del trueque, característico de las sociedades primitivas, donde la noción del dinero o de la moneda no existe y las operaciones respectivas se producen en forma elemental, renunciando a lo que sobre o abunda para adquirir a lo que escasea y hace falta.
Con base en lo anterior, puede decirse que en sus orígenes el hombre actúo a través de un proceso simplista, según el cual, alguien se desprende de parte de sus bienes en beneficio de otro, quien a su vez lo retribuye con cierta cantidad de bienes diferentes; siendo una época donde la producción y el cultivo, se convierten en posibilidad de intercambio y se comienza a producir ya no sólo para llenar las necesidades del productor y de su núcleo social, sino con la intención de crear remanentes que pueden ser cambiados o canjeados por otros que se necesitan y no se producen.
Es el momento histórico en el cual como resultado de la división del trabajo, el hombre primitivo comenzó a tener cierta abundancia de bienes, los cuales, lógicamente, compartía con los individuos con los que constituían su núcleo social inmediato, y los que al no ser consumidos totalmente, van dejando un remanente; y es asimismo el momento en que se aumenta el nivel cultural del individuo y por ello van surgiendo cada vez nuevas necesidades, cuya satisfacción no siempre se logra a pesar del los esfuerzos de los interesados y de su grupo social, ya que era muy poca la incipiente producción de su incipiente agricultura y la caza y la pesca eran insuficientes y la rapiña causaba aún más escasez.
Es innegable que en una época más o menos temprana de este proceso, el trueque debió evolucionar en dos direcciones diferentes. Una, caracterizada por a sustitución del cambio de mercancías y otros bienes por la moneda, lo que trajo como consecuencia a lo que hoy conocemos como Contrato de Compra-Venta. Y a otra, la del crédito, que permitía la realización de operaciones de cambio aplazando la obligación de una de las partes para ser cumplida en fecha posterior a la de la conclusión del convenio. Se habla de la moneda, como una mercancía intermedia, porque fue el instrumento que vino a solucionar el problema originado como consecuencia de que no siempre se encontraba a la persona dispuesta a recibir el bien que se estaba cediendo o intercambiando y además, que dicho bien se considerara del mismo valor del que se estaba recibiendo; y como consecuencia de la aparición del signo monetario, surgió la noción de contrato de compra venta.
Por otra parte, el territorio donde se desarrollan los principales acontecimientos de la historia del pueblo de Israel, de la vida de Jesús y de la primera comunidad cristiana, corresponde, en grandes rasgos, al actual estado de Israel, en la costa oriental del Mar Mediterráneo. Según la SBU, el nombre más antiguo aplicado a este territorio en los documentos bíblicos es el de "tierra de Canaán" (Gn 11.4). Más tarde se conoció como "tierra de Israel" (1 S 13.10; Ez 11.17; Mt 2.20). Los griegos y los romanos usaron el nombre de "Palestina", derivado del nombre "filisteo", pueblo que habitaba antiguamente la región de la costa. En tiempos romanos también se usó el nombre de "Judea", para referirse por lo menos a una parte de ese territorio.
Durante la mayor parte del período monárquico (931-587 a.C.), el país estuvo políticamente dividido en dos regiones: el reino de Judá en el sur, con Jerusalén como su capital, y el reino de Israel o del norte, con Samaria como capital. Con la conquista de este último reino por Asiria (721 a.C.), se acentuó la diferencia entre las dos regiones.
En tiempos del NT, este territorio aparece compuesto por cuatro grandes regiones: Judea, al sur; Perea, al oriente del río Jordán; Samaria, al norte de Judea; y Galilea, aún más al norte.
Desde el punto de vista histórico y cultural, la formación del pueblo de Israel fue lenta y gradual. Ocurrió en medio de las antiguas civilizaciones que se desarrollaron al oriente del Mediterráneo, desde Egipto hasta la región comprendida entre los ríos Tigres y Éufrates. Su existencia se remonta hasta antes del siglo X a.C., pero originalmente estaba constituido por varias tribus que no llegaron a unificarse sino hasta que David (un personaje bíblico) estableció u estado monárquico con Jerusalén como capital.
- MEDIO AMBIENTE EN EL QUE SE DESARROLLAN LOS HECHOS ESTUDIADOS.
Desde periodos de la creación, se gestó la actividad que con el tiempo vendría a ser el punto de partida para el desarrollo de otras actividades, a partir de las cuales, aparecen posteriormente algunas disciplinas; es el caso de la Matemática, la Administración, el Derecho, la Economía, la Contabilidad, la Sociología, la Estadística y la Ingeniería Industrial.
En el primer libro del Pentateuco, el libro del Génesis, donde se habla de los orígenes del mundo y de la historia humana, queda claro que desde sus inicios, el hombre tubo que trabajar para justificar su existencia en la tierra. Así, cuando Dios creó el hombre (Adán), lo hizo con los fines de que cultivara y cuidara el Jardín de Edén (Gn 2.15). Posteriormente, cuando (de acuerdo con los relatos bíblicos), Eva hace desobedecer a Adán la orden del Señor según la cual no podía comer del fruto del bien y el mal (Gn 2.16-18), aparece la concepción de "trabajo", por tanto, mal podría estudiarse los orígenes de la contabilidad y otras disciplinas, sin considerar este aspecto fundamental. A continuación se cita textualmente:
"Al hombre le dijo: Como le hiciste caso a tú mujer y comiste del fruto del árbol del que teje que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tú culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida. La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás" (Gn 3.17-19)…Por eso Dios el Señor sacó al hombre del jardín de Edén, y lo puso a trabajar la tierra de la cual había sido formado (Gn 3.23)".
Con base en lo anterior, queda claro que incluso desde el punto de vista religioso "el trabajo" puede considerarse como la actividad fundamental en la vida del hombre; pues, es a partir de ella que comienza a producir para satisfacer sus necesidades de subsistencia y además, la introduce en la formación de sus descendientes, lo cual, se traduce en la aparición de la diversificación de las actividades productivas y división del trabajo; así por ejemplo, un relato bíblico acerca de los hijos de Adán muestra que uno de ellos se dedicó a criar ovejas y otro a cultivar la tierra: "…Abel se dedicó a criar ovejas y Caín se dedicó a cultivar la tierra" (Gn 4.2).
Desde el punto de vista religioso, en la misma medida en que el hombre fue formando a sus descendientes con la ideología de que debía trabajar para justificar su existencia en la tierra, existía la creencia de que una parte de lo producido debía ser ofrendado al Dios todopoderoso. En principio, esta ofrenda era lo mejor de lo que producía, después sólo se ofrendaba una parte (cuya cantidad fue variando con e tiempo). Este hecho, debería considerarse como el punto de partida de las prácticas contables, porque, la creencia del hombre a la que hizo acotación se hizo costumbre en el tiempo, y como consecuencia de ello, el hombre comenzó a contar de alguna manera y a llevar un control de lo que producía, para saber la cantidad que debía ofrendar, pues, intrínsecamente tenía presente que debía entregar cuentas de los que producía (aunque no fuere el tipo de cuentas del que se habla en la actualidad para efectos de la Contabilidad).
Esta actividad tubo que reforzarse con el mismo proceso de evolución de la vida y trabajo del hombre, es decir: con su reproducción; con su desplazamiento de un lugar a otro y la fundación de nuevos territorios; la aparición de las tribus y transformación de su forma de organización en sociedad; la transculturación; los cambios en sus sistemas y formas de vida; con la diversificación y división del trabajo; la aparición del trueque, de la moneda y de la figura del contrato de compra-venta; los tributos, entre otros.
- EL TRABAJO COMO FACTOR DE ORIGEN DE LAS PRÁCTICAS CONTABLES.
La complejidad de las actividades productivas del hombre dio motivo a la aparición de la división del trabajo, partiendo de la domesticación y cría de ganado, porque la agricultura, fue una actividad tribal posterior a la pastoril y cazadora, que tuvo su origen en el hecho de que los pastores nómadas encontraran buenos pastos permanentes. De este hecho, fue gestándose poco a poco el concepto de propiedad. Según Gertz (1976), este hecho económico lo podemos localizar al principio de la era Neolítica, o sea, hacia los diez mil años antes de Jesucristo.
Tal como se señaló anteriormente, en la misma medida en que el sedentarismo se hizo norma fundamental de la existencia organizada, apareció el concepto de lo tuyo y lo mío, es decir, de mi propiedad y la ajena. He aquí, dos conceptos fundamentales para efectos de la contabilidad, porque sobre la base de éstos, se fundamentan los estados financieros básicos. Balance general, porque es una representación de los bienes, derechos y obligaciones de una persona natural o jurídica en un momento determinado; es decir, de lo mío y de lo ajeno. Estado de resultados, porque es la representación de los ingresos, costos y gastos que se han generado o realizado en un período determinado, luego de la utilización de bienes propios o ajenos. Estado de movimiento de la cuentas del patrimonio, porque se elabora sobre la base de los movimientos de los bienes sobre los cuales se posee la propiedad. Finalmente, el estado de flujo de efectivo, porque es la representación del efectivo generado en un período determinado luego de la utilización de los bienes propios o ajenos, de la compra-venta de bienes o el aumento del nivel de endeudamiento.
Cuando el hombre comenzó a tener conciencia de lo que poseía y la división del trabajo se acentuaba cada vez más, tuvo que administrar de alguna manera los recursos con los que contaba para el desarrollo de sus actividades productivas; por tanto, tuvo "por lo menos" que organizar, dirigir y controlar, y esas actividades, no podía haberlas realizado sin contar (independientemente de la forma arcaica o precaria en que pudiera haberla hecho).
En tal sentido, el arte de contar se fue haciendo cada vez más útil en la vida del hombre: contaba sus esclavos; contaba el número de armas y utensilios de caza y pesca que poseía; contaba el número de ovejas, de cabritos y ganado de su rebaño; contaba a sus hijos y los miembros de la tribu; contaba los bienes que poseía y los que producía, etc.; y el control, no se hizo esperar.
Desde el punto de vista teológico, Dios quiso que el hombre además de reproducirse se expandiera por todo el mundo y fundara nuevos territorios, siendo siempre una guía y renovando promesas de generación en generación (es el caso de la promesa que Dios le hizo a Abraham, Isaac y renovó con Jacob, según la cual, un día disfrutarías de la tierra prometida).
Muchas citas bíblicas podrían citarse para soportar la idea de que se puede hablar de prácticas contables desde la creación. Así por ejemplo, cuando Dios le ordenó a Noé que fabricara el arca, le dio incluso hasta las medidas como debía hacerla, por otra parte, el hecho de que Noé haya tenido de clasificar de entre los animales y juntarlos por parejas es una muestra que para esa época el hombre contaba, clasificaba y seleccionaba, las cuales, son parte de las actividades de las que se vale la contabilidad; en tal sentido, pudiera decirse que dichas actividades no aparecieron con las primeras ciudades o civilizaciones, sino que, son prácticas tan antiguas como la misma humanidad, sólo que con el tiempo indudablemente se fueron perfeccionando a través de la aparición de técnicas y herramientas, por cuanto, en la medida en que el hombre iba evolucionando, surgía la necesidad de mejorar las técnicas para contar, clasificar y seleccionar, con el fin de no perder el control y propiedad de lo que poseía y además, porque en algún momento el hombre sintió que su memoria era insuficiente para acumular tanta información. A continuación se mencionan algunos relatos de la Biblia que argumentan las ideas anteriores:
"…Construye un arca de madera resinosa, haz cuartos en ella y tapa con brea todas las rendijas del arca por dentro y por fuera, para que no le entre agua. Haz el arca de estas medidas: ciento treinta y cinco metros de largo, veintidós metros y medio de ancho, y trece metros y medio de ancho. Hazla de tres pisos, con una ventana como a medio metro del techo, y con una puerta en uno de los lados…(Gn 6.14-16)".
"…Toma siete machos y siete hembras de todo animal puro, pero solo un macho y una hembra de los impuros. Toma también siete parejas de cada clase de aves, para que se conserve su especie en el mundo…(Gn 7.2-3)".
"…Luego Noé construyo un altar en honor del Señor, tomó animales y aves puros, uno de cada clase, y los ofreció en holocausto al Señor…(Gn 8.20)".
Ya para la época de los patriarcas (aprox. 2.000 años a.C.), época en que se presume ya existía Abraham, el cual es el primer patriarca mencionado en las sagradas escrituras), se evidencia (a través de relatos bíblicos), que la cuenta y el control de esclavos, de tierras, de la producción y hasta de las tribus, era una práctica común extendida entre las consideradas "primeras poblaciones del mundo", al igual que la construcción de altares en honor al Señor. Se hablaba incluso de escasez de alimentos ("…por aquel entonces hubo una gran escasez de alimentos en toda aquella región, y Abram se fue a vivir a Egipto durante algún tiempo, pues no había nada que comer en el lugar donde vivía.."-Gn 17.10). Ya existía la figura de los denominados faraones, que eran los considerados reyes de las tribus, controlando las tierras, los cultivos, el rebaño, los esclavos y lo producido en su tribu, por lo tanto, ya existía la figura de quien tiene el poder y concentra gran cantidad de riquezas para sí.
Ya se hablaba de oro y plata, de transacciones utilizando como mercancía intermedia dichos metales, de disputas entre tribus y conquistas de nuevos territorios (algunas de las cuales, marcaron un hito importante en el arte de contar y controlar), cobro de tributos por parte de los reyes, salario, heredero, tablas de la ley (o mandamientos de la ley de Dios, uno de los cuales establece la obligación de "no robar", lo cual, deja claro que Dios en su infinita sabiduría también consideró el respeto a la propiedad ajena). Ya para esta época, las ofrendas al Señor, no eran lo mejor de las cosechas sino sólo una parte de lo producido; aparece la figura del diezmo, los sacerdotes (que llegaron a convertirse en grandes administradores y contadores), la construcción de templos (que suponen la aplicación de técnicas y herramientas especiales de prácticas contables), la porción sacerdotal y además, las tradiciones y costumbres religiosas se hacen cada vez más arraigadas (por ejemplo las fiestas de las primeras cosechas, las fiestas de las trompetas, el día del perdón y las fiestas de las enramadas de las que se habla en el capítulo 23 del libro del Levítico de la Biblia). Se habla incluso de política agraria (Gn 47.13-26) y plagas.
Con Moisés aparecen un conjunto de leyes que vienen a regular de manera significativa las sociedades primitivas, marcando un hito importante para diversas disciplinas (sobre todo para la Contabilidad, la Administración y el Derecho). Aparecieron las leyes acerca de los esclavos, leyes contra las acciones violentes, leyes en caso de accidentes, leyes para reparar daño, leyes morales y religiosas, leyes para hacer justicia, descanso obligatorio, repartición de tierras, leyes contra testigos falsos, ley sobre el divorcio, entre otras.
Otro personaje bíblico que dejó un importante legado a la humanidad fue el rey David (c. 1010-970 a.C.), no sólo porque de su estirpe descendió Jesucristo, sino también porque: fue fundador de la dinastía de Judá; ganó fama por sus aptitudes musicales y por su valentía, que alcanzó visos legendarios después de derrotar al gigante filisteo Goliat; su prestigio creció a tal punto que fue llamado por Saúl, primer rey de Israel, el cual lo tomó bajo su servicio; luego de que Saúl, lo expulsó de la corte, David pasó el siguiente periodo de su vida en el exilio, liderando un grupo armado que cobraba tributo a los terratenientes de Judá; fue gobernador de Siquelag y posteriormente regresó a su tierra natal tras la muerte de Saúl, Jonatán y otros dos de los cuatro hijos del rey en una batalla contra los filisteos y fue coronado rey de Judá en Hebrón, gobernó allí durante siete años hasta ser también ungido rey de Israel; consolidó la independencia de Israel y amplió en gran medida sus dominios; construyó su palacio e instaló, bajo un tabernáculo, el Arca de la Alianza, con lo que Jerusalén pasó a ser el centro religioso y político de los territorios unidos bajo su persona; fue el padre del sabio más respetado y destacado de la historia "Salomón" (hijo que tuvo después de cometer adulterio con Betsabé, esposa del militar Urías, de cuya muerte fue indirectamente responsable), a quien también se le reconoce como un gran administrador y que fue heredero del trono (razón por la cual, los últimos años de la vida de David estuvieron marcados por disputas familiares); e instauró la figura del censo en las poblaciones de Israel y Judá (2 Samuel 24.1-17), lo cual, representó una de las prácticas contables más transcendentes de la humanidad, pues, se ha repetido hasta nuestros días.
La figura de David, ensalzada en torno a las virtudes del valor guerrero, la capacidad de liderazgo y la devoción religiosa, se convirtió en un símbolo del coraje y de las aspiraciones de su pueblo, cuyos profetas le consideraron el modelo del Mesías prometido. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento (Lc. 1,32), se hace referencia al Mesías como Hijo de David. La tradición le atribuye la autoría de 73 poemas de Salmos.
La importancia de la propiedad se reconoce en los propios textos constitucionales, que suelen consagrar como fundamental el derecho a la propiedad privada (también la de los medios de producción) lo cual no impide que, en ocasiones, se subordine la riqueza del país (en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad) al interés general. Por otra parte, los propios textos constitucionales introducen el concepto de función social como paliativo o criterio moralizador y rector del uso y disfrute de la propiedad. El objeto de la propiedad son las cosas materiales susceptibles de posesión y, en determinados supuestos, ciertos bienes inmateriales. El propietario de un terreno, en una afirmación de antaño, lo es "hasta las estrellas y hasta los infiernos"; en la actualidad se entiende que la extensión objetiva del dominio está limitada por el punto al que alcance la posibilidad de utilización y el interés razonable y merecedor de tutela del propietario.
Considerando todos los elementos señalados, y conforme la doctrina vigente, los rasgos que caracterizan la propiedad la presentan como unitaria y unívoca, lo que no impide contemplarla como contrapuesta a la posibilidad de adjudicarle usos y contenidos plurales y distintos. Asimismo, es importante subrayar el carácter perpetuo de la propiedad, en contraste con derechos reales transitorios, como el uso, la habitación o el usufructo. Esta concepción resalta que la propiedad del bien depende de la existencia del mismo: la propiedad dura tanto como dura la cosa.
Tan importante es el concepto de propiedad dentro de la contabilidad que la utilidad de los estados financieros en la toma de decisiones giran en función de ella. Pues, si un analista de crédito está estudiando la posibilidad de conceder financiamiento a una empresa, uno de los indicadores que toma en cuanta para su estudio es el nivel de activos que tiene el inversionista para garantizar el nivel de endeudamiento solicitado y, sin menoscabar la importancia del estudio de otros indicadores financieros a la hora de estudiar la posibilidad de concesión de crédito, la segunda razón de Studio es el nivel de productividad de los activos que el solicitante posee, pues, son ellos éstos los que han de generarle la rentabilidad necesaria como para generar el flujo efectivo suficiente como para además de cubrir costos y gastos (tanto fijos como variables), pueda cubrir los intereses de la deuda y además honrar sus obligaciones de amortizaciones de capital y sus deudas con los proveedores y además.
El concepto de propiedad continúa incluso en evolución, pues, en un primer momento sólo se hablaba de propiedad de armas, esclavos, herramientas y tierras, luego de territorios enteros, etc.; en general, normalmente se le relacionaba con bienes mensurables. Pero hoy día, dicho concepto ha evolucionado de tal manera que ya no solo se habla de propiedad de bienes mensurables, sino también de bienes intangibles imposibles de medir, es el caso "por ejemplo" del nivel intelectual del recurso humano de una organización, hecho que ha generado un nivel de discusión tal que sobre su base se está planteando incluso un cambio de paradigmas en la ciencia contable.
- LA APARICIÓN DE LA FIGURA DE LA PROPIEDAD Y SU EFECTO SOBRE LAS PRÁCTICAS CONTABLES.
La palabra "Ofrenda" proviene del latín "offerenda", que significa cosas que se han de ofrecer.
Desde el punto de vista teológico, la palabra ofrenda viene desde períodos de la creación, incluso la primera vez que se menciona en la Biblia es en el capítulo 4 del libro del génesis: "…Pasó el tiempo y Caín llevo al Señor una ofrenda del producto de su cosecha. También Abel llevó al Señor las primeras y mejores crías de sus ovejas…". Analizando esa parte del relato, se puede decir que ofrenda es un ofrecimiento que se hace al Señor en agradecimiento por lo bienes o favores recibidos. Luego, la concepción de ofrenda fue variando con el tiempo, pues, con la aparición de los primeros altares y sacerdotes, se fue perdiendo la costumbre de hacerlas a través de rituales sencillos y muy personales, y comenzaron a hacerse en comunidad, incluso, fueron apareciendo nuevas costumbre y exigencias de bienes y cantidades a ofrendar.
Una de las costumbres que aparecieren fue la denominada "Sacrificios", que ciertamente eran como una ofrenda dada al Señor (en latín, sacrificium, en su acepción primitiva 'algo convertido en sagrado'), es decir, un ritual donde se hacía una ofrenda consagrada a un Dios o a otro ser espiritual con el fin de establecer, perpetuar o restaurar un lazo sagrado entre lo humano y lo divino. Los sacrificios puedían consistir en seres humanos o animales (ofrendas de sangre) o frutas, flores y vino (ofrendas sin sangre). El sacrificio jugaba un papel primordial en muchas religiones antiguas. Los primitivos griegos sacrificaban animales (cabras, ovejas, caballos, perros y ganado vacuno), y a veces consumían parte de las dádivas en un banquete para sellar la comunión con los dioses; desde ese punto de vista, podría considerarse el sacrificio como una forma de comunicación no verbal entre los seres humanos y sus dioses.
Ahora, ¿qué tiene que ver el término ofrenda con la Contabilidad?. Más que con la concepción de Contabilidad que se tiene hoy día, el término "ofrenda" tiene que ver es con los orígenes de las prácticas contables, que finalmente, llevaron a la Contabilidad a ser considerada como una disciplina difundida en millones de universidades a nivel mundial.
Las ofrendas, son la primera forma de tributo que conoció el hombre. Y el hecho de que su aparición provenga de ideologías y costumbres, no debe ser un factor que impida considerarlas en la construcción de la historia del pensamiento contable; porque, el nivel de interrelación e idolatría del hombre con lo divino (que suponía la existencia de un ser supremo que bendecía a los hombres con buenas cosechas y aumentos de posesiones y riquezas), fue tan grande, que en épocas de la antigüedad se hizo ley apartar de lo producido una cierta cantidad en agradecimiento al Señor.
Tal como se señaló anteriormente, al principio las ofrendas al Señor giraban en torno a lo mejor de lo producido o las primeras cosecha o crías. Pero con el tiempo, sólo se ofrecía una parte. Es el caso de la promesa que Jacob le hizo a Dios en su huía hacia Harán, donde le prometió darle la décima parte de lo que él le diera (Ver Gn 28.22); éste es quizá el origen del diezmo como costumbre religiosa que posteriormente se convirtió en ley, una ley, que entre otras cosas, exigía la aplicación de prácticas contables para el momento en que se debían entregar cuantas a quienes gobernaban las tribus, estados o imperios, aunque no necesariamente siempre eran las décima parte. Así por ejemplo, en épocas de los faraones, José (hijo de Jacob), fue mandado a llamar para interpretar un sueño del faraón y luego de escucharlo, opinó sobre su significado y recomendó lo que debía hacer:
"Los dos sueños que tuvo Su Majestad, son uno solo. Dios le ha anunciado a Usted lo que él va a hacer. Las siete vacas hermosas son siete años, lo mismo que las siete espigas hermosas. Es el mismo sueño. Las sietes vacas flacas y feas que salieron detrás de las otras, también son siete años; lo mismo que las siete espigas secas y quemadas por el viento del este. Esto serán siete años de escasez. Es tal como se lo he dicho: Dios le ha anunciado a Su Majestad lo que él va a hacer. Van a venir siete años de mucha abundancia en todo Egipto, y después vendrían siete años de gran escasez. Nadie se acordará de la abundancia que hubo en Egipto, porque la escasez arruinará al país. Será tan grande la escasez, que no quedarán señales que antes hubo. Su Majestad tuvo el sueño dos veces, porque Dios está decidido a hacer esto, y lo a hacer muy pronto.
Por lo tanto, sería bueno que Su Majestad buscara un hombre inteligente y sabio, para que se haga cargo del país. Haga Su Majestad lo siguiente: Nombre Su Majestad gobernadores que vayan por todo el país y recojan la quinta parte de todas las cosechas de Egipto, durante los siete años de abundancia. Que junten todo el trigo de los buenos años que vienen; que lo pongan en un lugar bajo el control de Su Majestad, y que lo guarden en las ciudades para alimentar a la gente. Así el trigo quedará guardado para el país, para que la gente no muera de hambre durante los siete años de escasez que habrá en Egipto" (Gn 41.25-36).
Luego de escuchar la interpretación que José le había dado al sueño del Faraón y las recomendaciones posteriores, José "por ser considerado un hombre con espíritu de Dios" fue nombrado gobernador de Egipto, y se le designó la función de administrar la quinta parte exigida a los productores de la época. Cuenta la Biblia, que fue tanto el trigo que José recogió que llegó el momento en que dejó de medirlo porque no se podía seguir llevando la cuenta.
Llegada la época de la escasez, y habiendo transcurrido una parte de ella, José estableció una política agraria, según la cual, los egipcios que ya no tenían dinero para comprar trigo debían dar como parte de pago sus animales y tierras, por lo que el faraón se hacía cada vez más rico "y por ende" las prácticas contables se fueron apoyando cada vez más en la creación de técnicas y herramientas que facilitaran el trabajo contable y garantizaran un mayor control de lo que se poseía (de allí que varias teorías de la ciencia contable tengan su origen en la administración de los grandes imperios).
Este hecho es muestra de que de alguna manera los tributos y otros hitos fundamentales de las sociedades antiguas, siempre estuvieron vinculados con los hombres religiosos de la época, por lo que la historia de la Iglesia y los relatos bíblicos son parte de los antecedentes de diversas disciplinas (Economía, Administración, Matemática, Contaduría, Derecho, Ingeniería Civil e Industrial, entre otras). Tanto ha transcendido el concepto de tributos en el tiempo que se consideran elemento fundamental de las economías a nivel mundial y, en lo que a los pequeños comerciantes venezolanos respecta, se puede decir que los intentos por cumplir con las normas tributarias es lo que hace que lleven registros contables (más que por análisis financieros).
Moisés, nacido en la época en que el pueblo de Israel era esclavo de Egipto, es otro personaje bíblico importante en el estudio de la historia de la humanidad y por ende de algunas disciplinas, por cuanto, con él aparece todo un contracto teórico que regularía la vida en sociedad y por ende, las acciones que en ella se suscitaban. Estableció por orden de Dios, la denominada "ley de los esclavos", que entre otras cosas exigía que si se compraba un esclavo hebreo, éste trabajaría durante seis años, y al séptimo quedaría libre sin tener que pagar nada por su libertad y que si había legado sólo se iría sólo; bien podría decirse que los esclavos formaban parte de las propiedades con las que se contaba por un período determinado, es decir, dado que eran tratados como mercancía podría decirse que los seis años eran como lo que hoy denominamos "vida útil". Por otra parte, la construcción de santuarios en épocas de Moisés (Gn 25) y la aparición del sacerdocio (una vez que su hermana Aarón), refuerza la figura de la ofrenda, lo cual, más tarde fue el punto de partida para la construcción de templos y acumulación de patrimonio apareciendo los grandes poderíos religiosos que "entre otras cosas", tuvieron que valerse de prácticas contables para la administración de los bienes que recibían como parte de las ofrendas y de la porción sacerdotal. De hecho, los grandes imperios hicieron uso de los religiosos para el diseño de prácticas contables en la administración de sus bienes e incluso llegaron a ser poder económico.
A continuación se mencionan textualmente las instrucciones acerca del diezmo (anual y trienal) que aparecen en el libro de los deuterocanónicos de las sagradas escrituras, específicamente en su capítulo 14, versículos 22-29:
"Cada año, sin falta, deberán ustedes apartar la décima parte del grano que cosechen. De esa décima parte de trigo, de vino y de aceite, y de las primeras crías de sus vacas y ovejas, comerán ustedes delante del Señor su Dios, en el lugar que él escoja como residencia de su nombre, para que aprendan a reverenciar siempre al Señor. Y si el Señor los bendice, pero ustedes tienen que hacer un largo viaje para llevar esa décima parte por vivir muy lejos del lugar que el Señor ha escogido para poner allí su nombre, entonces venderán ustedes esa décima parte y el dinero de la venta lo llevarán al lugar que el Señor haya escogido. Con ese dinero comprarán allí lo que crean más conveniente: bueyes, ovejas, vino o cualquier bebida fermentada; en fin, lo que ustedes quieran, y lo comerán allí, delante del Señor su Dios, y harán fiesta junto con su familia.
No desamparen nunca a los levitas que vivan en su población, ya que a ellos no les ha tocado tener su propia tierra como a ustedes.
Cada tres años deberán ustedes apartar la décima parte de su cosecha del año, y almacenarla en su ciudad, para que cuando vengan los levitas, …, o los extranjeros que viven entre ustedes, o los huérfanos y viudas, puedan comer hasta quedar satisfechos. Así el Señor su Dios los bendecirá en todo lo que hagan".
- LAS OFRENDAS COMO COSTUMBRES RELIGIOSAS QUE INSTAURARON EN LAS SOCIEDADES ANTIGUAS LA IDEA DEL "DIEZMO".
- EL PERDÓN DE LAS DEUDAS.
- MARCO TEÓRICO
Otro de las hechos bíblicos que explica la existencia de prácticas contables en periodos tan remotos, es el perdón de las deudas, ya que, este hecho supone que cada siete años debía hacerse de alguna manera una reversión en las cuantas por cobrar que se llevaban en los registros contables, porque, las normas de Moisés eran consideradas leyes de obligatorio cumplimiento. En el capítulo 15 del libro de los deuterocanónicos se menciona:
"Cada siete años perdonarás lo que otros te deban. Este perdón consistirá en lo siguiente: Toda persona que haya prestado algo a su prójimo, le perdonará lo que le haya prestado…Al extranjero le podrás exigir que te pague el préstamo que le hiciste, pero a tú compatriota deberás perdonarle lo que haya recibido de ti. De esta manera no habrá pobres entre ustedes, pues el Señor tu Dios te bendecirá en el país que él te va a dar como herencia, siempre y cuando le obedezcas y pongas en práctica todos estos mandamientos…Si hay algún pobre entre tus compatriotas en alguna de las ciudades del país que el Señor tu Dios te da, no seas inhumano ni le niegues tu ayuda a tu compatriota necesitado; al contrario, sé generoso con él y préstale lo que necesite. No des lugar en mente a este malvado pensamiento: ‘Ya está cerca el año séptimo, el año en que se perdonan las deudas, y entonces pongas mala cara a tu compatriota que se halla en pobreza, y no le prestes nada; porque él clamará contra ti al Señor, y tal acción se te contará como pecado…"
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La construcción de la historia del pensamiento contable debe realizarse desde una perspectiva multifactorial, holística, integradora. Este hecho, implica "entre otras cosas" la consideración de las creencias y costumbres religiosas, ya que ellas forman parte del hombre y su evolución a lo largo del tiempo.
Las creencias y costumbres religiosas también forman parte de los hechos que originaron la práctica contable, tomando como fuente fundamental "La Biblia", lo cual, constituye una perspectiva que quizá ha sido despreciada por los investigadores, por cuanto, en la revisión de la literatura no se identificaron antecedentes de la investigación que relacionen de alguna manera la historia de la contabilidad con hechos bíblicos. En tal sentido, se recomienda que en futuras investigaciones se consideren los hechos bíblicos como antecedente fundamental para la construcción de la historia del pensamiento contable.
Muchas citas bíblicas podrían citarse para soportar la idea de que se puede hablar de prácticas contables desde la creación. Así por ejemplo, cuando Dios le ordenó a Noé que fabricara el arca, le dio incluso hasta las medidas como debía hacerla, por otra parte, el hecho de que Noé haya tenido de clasificar de entre los animales y juntarlos por parejas es una muestra que para esa época el hombre contaba, clasificaba y seleccionaba, las cuales, son parte de las actividades de las que se vale la contabilidad. Pudiera decirse que dichas actividades no aparecieron con las primeras ciudades o civilizaciones, sino que, son prácticas tan antiguas como la misma humanidad, sólo que con el tiempo indudablemente se fueron perfeccionando a través de la aparición de técnicas y herramientas, por cuanto, en la medida en que el hombre iba evolucionando, surgía la necesidad de mejorar las técnicas para contar, clasificar y seleccionar, con el fin de no perder el control y propiedad de lo que poseía y además, porque en algún momento el hombre sintió que su memoria era insuficiente para acumular tanta información.
En la medida en que el sedentarismo se hizo norma fundamental de la existencia organizada, apareció el concepto de lo tuyo y lo mío, es decir, de mi propiedad y la ajena. He aquí, dos conceptos fundamentales para efectos de la contabilidad, porque sobre la base de éstos, se fundamentan los estados financieros básicos. Tan importante es el concepto de propiedad dentro de la contabilidad que la utilidad de los estados financieros en la toma de decisiones gira en función de ella. El concepto de propiedad continúa incluso en evolución, pues, en un primer momento sólo se hablaba de propiedad de armas, esclavos, herramientas y tierras, luego de territorios enteros, etc.; en general, normalmente se le relacionaba con bienes mensurables. Pero hoy día, dicho concepto ha evolucionado de tal manera que ya no sólo se habla de propiedad de bienes mensurables, sino también de bienes intangibles imposibles de medir, es el caso "por ejemplo" del nivel intelectual del recurso humano de una organización, hecho que ha generado un nivel de discusión tal que sobre su base se está planteando incluso un cambio de paradigmas en la ciencia contable.
Otros aspectos importantes en el estudio de los orígenes de las prácticas contables son: las ofrendas, el diezmo y el perdón de las deudas, porque, su establecimiento como ley trajeron consigo el refuerzo y obligación de prácticas contables que con el tiempo encontraron su perfeccionamiento con la aparición de técnicas y herramientas que en la mayoría de los casos tenían que ver con los religiosos de la época, los cuales, fueron considerados grandes administradores y asesores en materia contable.
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Autor:
Yubeira Rojas Carrero
MÉRIDA, DICIEMBRE 2005
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