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Aplicación de las ocho ramas de la filosofía a la contabilidad (página 2)


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 "La Contabilidad debe trascender su visión eminentemente técnica para pasar a ser entendida (y comprendida) como la posibilidad de conocimiento de una realidad particular.  La óptica de aquellos que sólo consiguen visualizar en la contabilidad un recurso para producir registros, demostraciones y flujos gráficos, es el resultado de una visión miope, falta de competencia, limitada a las "formas" y ajena a la "esencia del conocimiento". Tal entendimiento se asemeja a aquel de quien desea definir un adulto por el retrato que se hiciera del mismo cuando aún era un niño y creer que tal fotografía sea de la misma persona. Tal como la foto, el registro es apenas una memoria del hecho" [20]

 Lo anterior implica que si bien el origen y evolución de la contabilidad, así como el de la mayoría de las disciplinas, ha estado sustentada en la práctica, esta visión hoy resulta insuficiente para dar cuenta de la complejidad de la realidad económica y social. El proceso contable, en esencia, ha de entenderse entonces como proceso de estudio contable, con capacidad de aprehender diferentes dimensiones de la realidad que constituyen su objeto (dominio).

 "El control es pues algo que subyace en la esencia de la Contabilidad. Además de ser entendido como función, también puede tomarse como posibilidad de estudio." [21]

  Autores como Sarmiento consideran que es algo inherente a la condición humana, socialmente considerada. En ese sentido, el control puede entenderse como "un proceso metódico y sistemático, surgido de la evolución histórico – social de los pueblos, cuya esencia es la racionalización integral de la realidad en la cual se inscribe la actividad humana y enfocado a la protección de un interés determinado" [22]

 Hechas estas consideraciones, se entiende por qué se ha confiado en el contador público esta labor de fiscalización. En la Contabilidad subyace una racionalidad controladora. La Contaduría Pública, como profesión liberal, se conforma a partir del concurso de diferentes saberes (disciplinas) cuyo saber básico – o columna vertebral – es la Contabilidad.

El Contador Público formado en unas estructuras teóricas, unas bases conceptuales, unas aptitudes profesionales, y unas cualidades humanas, es el agente coordinador de la institución denominada Revisoría Fiscal

La epistemología

ETIMOLOGIA:

La epistemología proviene de dos voces griegas:

Episteme = ciencia (conocimiento)

Logos = tratado de la ciencia.

Por lo que la epistemología viene a ser la teoría, filosofía de la ciencia.

DEFINICIÓN:

La epistemología es el estudio de la producción y validación del conocimiento científico. Se ocupa de problemas tales como las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a su obtención, y los criterios por los cuales se lo justifica o invalida. Es conocida como la rama mayor de las ciencias.

También es considerada como la doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico.

Pablo Cazau, define a la epistemología como: "la disciplina que estudia la ciencia, entendida esta en su doble aspecto de actividad (la investigación) la docencia (la aplicación práctica) y el producto de esa investigación (el conocimiento científico).[23]

Mario Bunge, define a la epistemología como: la rama de la filosofía que estudia la investigación científica y su producto, el conocimiento científico.[24]

LA EPISTEMOLOGÍA APLICADA A LA CONTABILIDAD

En esta fase del conocimiento la ciencia, como un nivel más profundo de éste, sirve como herramienta fundamental al hombre para dar aplicabilidad en diferentes ramas y técnicas del saber; entre ellas encontramos la Contabilidad.

En este sentido, la Contabilidad paradójicamente ha convertido su herramienta fundamental para el movimiento del conocimiento (interacción del conocimiento empírico y teórico) en un instrumento de estancamiento de la Ciencia Contable; pues comparada con otras ciencias no ha alcanzado su máximo desarrollo, como consecuencia de un conocimiento empírico surgido en las necesidades económicas y no en el cuestionamiento del hombre por el hombre (necesidades sociales), y un conocimiento teórico que simplemente reglamenta el movimiento del objeto de "estudio" (las economías), sin que previamente exista la formulación de teorías e hipótesis sobre el deber ser del objeto, verificables y aplicables en la práctica.

Podríamos decir que hace falta un compromiso social para el desarrollo de nuestra ciencia, que promueva la investigación, que oriente al hombre en un interés personal por sembrar su conocimiento, evitando las imposiciones que en la actualidad presiden en las empresas como mecanismo para solucionar sus "necesidades".

Lo que se ha originado como consecuencia de una economía dominante, que ha convertido a nuestra profesión en una marioneta del interés privado, sin importar el impacto social causado.

Esta problemática se ha dado por muchos factores, entre ellos resaltaremos la falta de compromiso en la educación (relación profesor-alumno), para formar profesionales íntegros, con un interés social aportando todos sus conocimientos en el desarrollo.

Ligado a la falta de compromiso educativo se ha dado una pedagogía mal orientada en nuestra profesión como lo afirma Tua; En efecto hay dos maneras de enseñar la contabilidad.

La primera consiste en trasmitir a los alumnos un procedimiento o norma contable, desgranando sus recovecos, analizando su mecánica e ilustrando la cuestión con ejemplos prácticos. Tal norma suele ser un pronunciamiento (en ocasiones lamentablemente, estadounidense) un principio internacional o un plan de cuentas.

Con ello, el alumno aprende a contabilizar, pero no aprende contabilidad. Estará más sensibilizado por la mecánica que por el fundamento: se orientará más al hacer que al saber. Aplicará correctamente una norma, pero desconocerá cuestiones tan importantes como las razones que la avalan, su conexión con la epistemología contable o las alternativas posibles a aquella norma que, por uno u otro motivo han sido rechazadas por la regulación"

La propuesta sería entonces enfocar la educación contable partiendo de la teoría, que es el tema que a continuación trataremos de explicar.

En un principio la contabilidad fue definida por el AICPA equívocamente como un "ARTE" de registrar, clasificar y resumir los acontecimientos financieros y sus resultados. Lo que chocó con la definición de Arte como una creación individual que se genera en la persona misma (individuo); no en la sociedad producto de la actividad económica como se desarrolla la contabilidad.

Por otra parte, al analizar el concepto de ciencia según Kedrov y Spirkin como "sistema de conocimientos en desarrollo que se obtiene mediante métodos cognoscitivos y se refleja en conceptos exactos comprobables en la técnica social" para aplicarlo a la contabilidad, existen elementos que se encuentran ausentes; que por la falta de investigación y de un enfoque apasionado por los profesionales de ésta ciencia, se ve reducida a ser llamada "Ciencia no explorada".

En este sentido para Rafael Franco la mejor definición y la más acertada es que "La Contabilidad es un Sistema De Comunicación y De Información" ya que esta la ubica en su desarrollo histórico.

La Contabilidad Y Su Teoría

Las necesidades de la economía a través de la Contabilidad dieron surgimiento a las dos escuelas más importantes y sus teorías.

  • Escuela Anglosajona

En este modelo se nota la ausencia del método científico y la no identificación del objeto del conocimiento contable, se mantiene el empirismo y la ausencia de la investigación científica. Pues surge de un proyecto de opinión de las empresas sobre la teoría fundamental de la contabilidad donde se establecen las características de la información contable (Utilidad, relevancia, objetividad, oportunidad, precisión, integridad, claridad, suficiencia).

Se elimina la expresión "Principios de Contabilidad generalmente aceptados" y se constituyen dos categorías de normas contables: Cualidades de la información contable y Reglas contables.

  • Escuela Latina

Se caracteriza porque el objeto del conocimiento contable es la actividad económico-social, encontrando tres elementos que son el Estado, Las Organizaciones y la Comunidad en general, que interactúan entre sí en un entorno social.

Surge de un programa investigativo que contiene la fundamentación de una epistemología como paso previo y consecuente formulación de una teoría científica, como criterio de la evaluación de la eficiencia administrativa y el desarrollo de la contabilidad social.

En resumen la formulación de una teoría científica debe darse a partir de la epistemología, considerando:

  • Los métodos inductivo, deductivo, analítico histórico y sintético en su trabajo intelectual.

  • Los enfoques dialécticos que permiten un tratamiento acorde con la situación de cambio de la realidad contemporánea.

  • La importancia de la teoría de la comunicación como método de conocimiento de las distintas particularidades de la disciplina contable

  • La importancia de sistemas como método de conocimientos de las especificidades de la contabilidad.

La estética

ETIMOLOGÍA:

La palabra deriva de las voces griegas (aisthetikê) «sensación, percepción», de (aisthesis) «sensación, sensibilidad», (ica) «relativo a».

DEFINICIÓN: 

 La estética es la ciencia que estudia e investiga el sistemático del sentimiento puro y su manifestación, que es el arte, según asienta Kant en su Crítica del juicio. Se puede decir que es la ciencia cuyo objeto primordial es la reflexión sobre los problemas del arte.[25]

Si la estética es la reflexión filosófica sobre el arte, uno de sus problemas será el valor que se contiene en su forma de manifestación cultural y aunque un variado número de ciencias puedan ocuparse de la obra de arte, solo la estética analiza filosóficamente los valores que en ella están contenidos.[26]

  Características del valor estético:

  • 1. La particularidad de lo bello:

El arte constituye un reflejo específico, particular, y singular de la realidad; la imagen estética es una forma de reflejar la realidad que se diferencia de todos los otros fenómenos espirituales: religión, moral, derecho, política, educación, ciencia y filosofía. Lo bello posee una singularidad propia concretizada en el arte, en el encuentran su reflejo y valoración de los fenómenos de la realidad y las obras de arte que proporcionan al hombre un sentimiento de placer estético.

Lo bello es la forma positiva fundamental de la asimilación estética de la realidad. Naturaleza, arte, cuerpos, pensamientos, discursos y mil obras de arte participan de la belleza y cada uno a su modo. Ello sugiere la posibilidad que existan varias "modulaciones" del concepto de belleza, admite variantes tales como el carmesí, el rosado, el fucsia y el escarlata. Estos podrían ser considerados: la sublimidad, la nobleza, la elegancia, el encanto, la gracia, el esplendor, lo gracioso, atractivo, y otras variantes.

  • 2. El contenido y la forma en el arte:

El contenido del arte está constituido por la realidad multiforme en su particularidad estética, sobre por el hombre, por las relaciones humanas y la vida social en toda su comprensión. Los elementos básicos del contenido de su producción artística radica en su tema y en su ideas, y en si la forma estética es muy variada entre los que figuran sujetas, la composición, el lenguaje artístico, los medios materiales figurativo – expresivo (la palabra, la rima, la entonación, el dolor, la línea, etc.)

Este punto es esencial y de gran trascendencia para la filosofía del arte; sin embargo el intento de encontrar una definición que llene los requisitos de tal forma es casi una de sus imposibilidades. Los valores estéticos muestran que su calidad sensible es ilógica e irracional, quedan fuera de toda lógica y de toda razón.

 LA ESTÉTICA APLICADA A LA CONTABILIDAD

 Algunos autores sostienen que la contabilidad nació con el hombre. Otros que fueron de origen de una necesidad requerida, donde se aplicaba una estética rudimentaria hasta ese entonces. A medida que iban pasando los años fue mejorando, dando diversas formas que cambiaban la contabilidad para un manejo adecuado de la misma.

  • Estética En La Época Antigua De La Contabilidad:

En el Perú en la época incaica ya conocían la información contable a través de los quipus que fue el inicio de un gran sistema de contabilidad que abarco todo el Tahuantinsuyo.

  • Estética En La Época Media De La Contabilidad:

De ahí hasta hoy han marcado experiencia estética: sus derivadas transformaciones y proyecciones enunciadas por Lucas Pacciolo, que expuso en su magna obra "suma de aritmética, geometría, proporcionalidad" donde se implanta la técnica de partida doble.

  • Estética En La Época Moderna De La Contabilidad:

En el Perú en el 1214 se oficializo el plan contable general revisado además al contador se le denomino "tenedor de libros" o como un técnico computarizado. Estéticamente encontramos que el plan contable está dividido en cuentas y sub cuentas muy claras, exactas y precisas

  • Estética En La Época Contemporánea De La Contabilidad:

En la actualidad el avance de la tecnología hace que la contabilidad este perfeccionándose, mediante el uso de programas informáticos. Estéticamente minimiza el trabajo del contador y al mismo tiempo es útil y portable.

En la contabilidad deben de guardar un orden, así como un gran equilibrio de trabajo practico como el trabajo practico como el trabajo ético-moral de una persona, aquí es donde prima la subjetividad de las personas para llegar a florecer aquellos valores bellos enteramente positivos para con la sociedad en todo caso actitudes opuestas a estas, viendo las relaciones que tengamos ante la sociedad cuando incursionamos a trabajar podemos copiar valores o simplemente dejarlo sentir por lo estético que prima en nosotros.

La metafísica

Metafísica: La Ciencia Del Ente En Cuanto Ente: Si la metafísica es ciencia del ente, lo que hemos de estudiar en la metafísica, es la causa del ente. Para ser más precisa la definición de la metafísica, podemos decir que es la ciencia de los principios de la causa del ente en cuanto ente. Pero, si los principios y la causa del ente en cuanto ente han de ser, por ello, los más universales, podemos decir que, en metafísica, estudiamos los más actos, últimos y universales principios o causas de todas las cosas. Es por esto que la metafísica es llamada "filosofía primera": el conjunto de la realidad cae bajo su mira. La metafísica estudia tanto la totalidad como la unidad de todas las cosas. ¿Por qué la totalidad?, porque "el hecho de ser" afecta absolutamente a todas las cosas. ¿Por qué la única cosa que se encuentra fuera del ser? "el no-ser!: nada está fuera del alcance de la metafísica. ¿Y por qué la unidad?. Porque todas las cosas tienen en común, lo que hace de todas ellas una, es el ser. Las cosas diferentes en muchos aspectos, una cosa son exactamente la misma: en que son, existen. Puesto que el Ser es lo que todas las cosas son, y la hace a todas ella una, estudiamos la unidad de todos los seres. Esta es la visión metafísica: por ello es el más alto saber natural. Esto lo convierte en el más difícil de los conocimientos naturales, no por ser complicados, sino por ser el más comprensivo y el más profundo.

Objeto De La Metafísica

Conviene hacer aquí una distinción, que nos será de utilidad, entre el objeto formal y el objeto material de la metafísica. El segundo es un sujeto-materia (todas las cosas), y el primero es el aspecto de este objeto material, considerado por la metafísica; a saber, el aspecto del ser; tal es el punto de vista metafísico, como distinto del de cualquier otra ciencia. La metafísica es la ciencia que estudia la totalidad de las cosas bajo el aspecto y desde el punto de vista del ser: ¿Qué es esto?, ¿De qué está hecho?, ¿Para qué es?, ¿Qué es lo que lo ha hecho llegar a hacer?. Es útil tener presente cuando los niños alcanzan el uso de razón, siempre muestran una inclinación metafísica, porque formulan preguntas sobre el Ser de las cosas: ¿Qué es esto, para qué es?…La primera tendencia del Ser Humano es la de buscar el Ser de las cosas, porque el objeto natural de la inteligencia es el Ser. Esta es la razón por la cual la metafísica es la ciencia natural del hombre, la ciencia humana, la más congénita a la inteligencia. También es ésta la razón por la cual, si la metafísica es rechazada, olvidada o despreciada, algo necesariamente debe fallar en alguna parte: en la moral, en las costumbres, en el acercamiento a la vida…El Catecismo de la doctrina está repleto de metafísica desde el principio hasta el fin. Nuestra religión cristiana nos da la explicación última de cualquier cosa que concierna al propósito de la vida humana, a Dios y a la moralidad. Todo ello se halla exhaustivamente explicado por ella, ya que es eminentemente metafísica. La simplicidad y profundidad de la fe cristiana (sobrenatural) es acompañada por la simplicidad y profundidad de la metafísica (natural).

El Ente Es Analógico

El término "ente" es aplicado a todas las realidades, pero en el mismo sentido y en parte en un sentido diferente. Este niño es un ente, esta mesa es un ente, Dios es un ente. ¿Quiere esto decir que el niño, la mesa y Dios son exactamente lo mismo? Evidentemente no: son muy diferentes el uno del otro; pero es cierto que cada uno de ellos es un ente. Esto es muy revelador. El "ser" conviene a numerosas realidades parcialmente en un mismo sentido, porque todas ellas son entes y, parcialmente, en un sentido diferente, porque el ser de la mesa es completamente distinto del ser del niño, el ser de una buena acción es completamente diferente del ser de una mala acción. Esta característica del ente es llamada la analogía del ente. Cuando una palabra es aplicada a muchas cosas siempre con el mismo sentido, se llama unívoca. Por ejemplo, cuando decimos que Pedro es un hombre y Juan es un hombre, estamos usando la palabra "hombre" exactamente en el mismo sentido: la "humanidad" de Pedro es la misma que la "humanidad" de Juan; difieren éstos en sus características individuales, pero en lo que concierne a su humanidad son idénticos. Si un término, por otra parte, tiene a veces un significado y otras veces uno completamente distinto, se denomina equívoco:: así, por ejemplo, "tabla" puede significar una pieza de madera o la tabla de materias de un libro. Ahora bien, existen palabras que no son ni unívocas ni equívocas, porque, cuando son aplicadas, lo son parcialmente en el mismo sentido, y parcialmente, en sentido diferente. No pueden ser llamadas equívocas, pues su significado es similar. Pero tampoco pueden llamarse unívocas, ya que su sentido cambia en cierto modo. Por ejemplo, el término "alegre" puede convenir a una sonrisa, aun pensamiento, a un paisaje, a un color, pero, en parte, en el mismo sentido y, en parte, en sentidos distintos. Este tipo de términos es llamado "analógico", a partir del término griego que significa "proporción": los sujetos a los cuales conviene son iguales entre sí, pero sólo de forma proporcionada: La "alegría" del paisaje es al paisaje lo que la "alegría"" de la sonrisa es a la sonrisa; pero no son idénticas. Y el "ente" es el más analógico de todos los términos. En particular, predicamos el ser de dos tipos de ente, dos tipos de realidades en los cuales podemos clasificar a los entes ¿Cuáles son, entonces, las clasificaciones últimas o categorías de los entes? Como ya hemos observado, lo primero que advertimos cuando contemplamos la realidad es el cambio; y después que no hay cambio sin algo que cambie. El cambio no puede existir solo y por sí mismo: es algo que no cambia, inherente y perteneciente a la cosa. Denominamos a lo que cambia el accidente y a lo que permanece a través del cambio sustancia. Los accidentes no existen en sí mismos: aquello que soporta los accidentes es la sustancia. Es ésta, así, la clasificación última del ente: podemos decir que el ente es o sustancia o accidente. Y cuando predicamos el "ser" de ambos, ¿lo hacemos acaso en idéntico sentido en los dos casos? No, porque el ser de sustancia es un ser en sí y por sí, mientras que el ser del accidentes es un ser de la sustancia o en la sustancia. Es en parte el mismo y en parte distinto, pues la sustancia es "en sí" y el accidente es "en la sustancia". Ambos existen, pero de modo diferente. Es aquí donde mejor se percibe la analogía del ente.

LA METAFISICA APLICADA A LA CONTABILIDAD

Según la metafísica, el conocimiento científico se basa fundamentalmente en la formulación de modelos que son contrastables o falsables.

El Contar.

Todo calcular disuelve lo contable en lo contrario a fin de usarlo para el próximo recuento. El calcular no permite que surja otra cosa más que lo contable. Toda cosa es únicamente aquello que ella cuenta. Lo contado en cada caso asegura la progresión del contar. Dicho contar usa y gasta progresivamente los números y es, a su vez, un progresivo consumirse a si mismo. Que el calcular se encuentre con lo ente vale como explicación del ser de lo ente.

Polaridad.

Mediante el principio de polaridad, la metafísica nos demuestra que el universo es dual, que todo funciona con su positivo y su negativo; así en la contabilidad esto se demuestra con la partida doble, es decir sin deudor no hay acreedor, sin perdidas no hay ganancias, sin salidas no hay entradas.

Mediante el principio de causa y efecto, por ejemplo si un empresario invierte más capital para ofertar más productos en el mercado, el efecto de esta causa será el incremento de sus ganancias.

El sistema de partida doble se asemeja a una balanza ya que tienen que estar en iguales condiciones para estar en equilibrio. Aquí tiene que ver dos palabras el debe y el haber. El debe es debitar, cargar o deudora, entre otras palabras el débito. El haber es acreditar, abonar, entre otras palabras crédito.

La semiótica

Definiciones de semiótica

La semiótica o semiología es la ciencia que trata de los sistemas de comunicación dentro de las sociedades humanas.

Saussure fue el primero que hablo de la semiología y la define como: "Una ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social"; añade inmediatamente: "Ella nos enseñará en que con los signos y cuáles son las leyes que lo gobiernan…".

El americano Peirce (considerado el creador de la semiótica) concibe igualmente una teoría general de los signos que llama semiótica. Ambos nombres basados en el griego "Semenion" (significa signo) se emplean hoy como prácticamente sinónimos.

En la semiótica se dan corrientes muy diversas y a veces muy dispares por lo que más que una ciencia puede considerarse un conjunto de aportaciones por la ausencia del signo y el análisis del funcionamiento de códigos completos.

De semiótica se ha ocupado entre otros, Prieto, Barthes, Umberto Eco,… A estos últimos se debe la aplicación del concepto de signos a todos los hechos significativos de la sociedad humana.

Ej: La moda, las costumbres, los espectáculos, los ritos y ceremonias,

los objetos de uso cotidiano,…

El concepto de signo y sus implicaciones filosóficas, la naturaleza y clases de signos, el análisis de códigos completos… Son objetos de estudio de la semiótica o semiología.

Hoy la investigación llamada la semiología, por quienes prefieren lo europeo o semiótica, por quienes prefieren lo americano, se centra en el estudio de la naturaleza de los sistemas autónomos de comunicación, y en el lugar de la misma semiología ocupa en el saber humano.

Saussure insiste en que la lingüística es una parte de la semiología, ya que esta abarca también el estudio de los sistemas de signos no lingüísticos. Se cae a menudo en el error de considerar equivalentes lenguaje y semiología, y nada más alejado de la realidad; El lenguaje es semiología, pero no toda la semiología es lenguaje.

Si Saussure opina esto, ahora bien según Barthes no es en absoluto cierto que en la vida social de nuestro tiempo existan, fuera del lenguaje humano, sistemas de signos de cierta amplitud. Objetos, imágenes, comportamientos, pueden en efecto significar pero nunca de un modo autónomo. Todo sistema semiológico tiene que ver con el lenguaje. Parece cada vez más difícil concebir un sistema de imágenes o objetos cuyos significados puedan existir fuera del lenguaje: Para percibir lo que una sustancia significa necesariamente hay que recurrir al trabajo de articulación llevado a cabo por la lengua. Así el semiólogo, aunque en un principio trabaje sobre sustancias no lingüísticas, encontrará antes o después el lenguaje en su camino. No solo a guisa de modelo sino también a título de componente de elemento mediador o de significado. Hay pues que admitir la posibilidad de invertir la afirmación de Saussure: La lingüística no es una parte, aunque sea privilegiada, de la semiología, sino, por el contrario, la semiología es una parte de la lingüística

  Otras Definiciones Y Conceptos Es difícil dar una definición unánime de lo que es la semiótica.Sin embargo puede haber acuerdo acerca de "doctrina de los signos" o "teoría de los signos".

Esta definición presenta el inconveniente de transferir al término "signo" la mayor parte de los interrogantes. Además observamos que los problemas ligados a la definición implican la definición misma, hecho que marca fehacientemente las dificultades de la empresa al tiempo que subraya su interés.

Este interrogante remite inevitablemente al objeto de la semiótica, en consecuencia, a la unificación de las problemáticas de la significación y, correlativamente, a la constitución de una comunidad científica capaz de instituir y de garantizar la validez de estas problemáticas. Esto muestra que el acceso a la semiótica es, en principio, complejo pues se sitúa necesariamente en la interfaz de un gran número de campos del saber (filosofía, fenomenología, psicología, etnología, antropología, sociología, epistemología, lingüística, teorías de la percepción, neurociencias,…). La tarea histórica de la semiótica podría ser la de hacer cooperar esos saberes, institucionalmente separados, para producir un saber nuevo, un saber, en cierto modo, de segundo grado.

Encontraremos pues tantas doctrinas de los signos como conceptualizaciones de esta cooperación de saberes; dicho de otra manera, las doctrinas difieren según el contenido primitivo atribuído al término "signo". Sin embargo, en su acepción corriente, este término es lo suficientemente preciso como para que podamos contentarnos con las expresiones "doctrina de los signos" o "teoría de los signos", en virtud de la mayor o menor pretensión de formalización científica ostentada por las diferentes corrientes que se registrarán más adelante. Tendremos que tomar en cuenta también el amplio lugar ocupado por el signo lingüístico, tanto en la ocupación del campo como en una perspectiva histórica, puesto que para algunos la semiótica se confunde con la semio-lingüística, inclusive con una filosofía del lenguaje. Es dable considerar entonces, desde el comienzo, el carácter necesariamente polémico de toda tentativa de organización del campo semiótico y limitar nuestras ambiciones a mostrar que la semiótica es el ámbito privilegiado donde se organiza el debate acerca de la significación; queda claro que nosotros seremos parte interesada en ese debate.

La Semiotica Es Una Ciencia O Una Filosofia Al producir un objeto teórico bien definido y claramente delimitado podremos hablar si no de ciencia, al menos, de actitud científica e introducir las aclaraciones necesarias.

Umberto Eco identifica semiótica general y filosofía del lenguaje, dudando de que puedan tratarse fenómenos de significación y/o representación como se trata a los objetos de la física o de la electrónica.

Sin embargo la cuestión está constantemente tergiversada al tomar en consideración a priori de "sistemas de signos" cuya constitución daría cuenta de la evidencia. La semiótica se vuelve entonces una especie de tipología de los sistemas significantes realizada a partir de la formalización más o menos acabada de estructuras formales extraídas empíricamente de cada sistema. Queda claro que la vaguedad que domina en la noción de sistema y la imprecisión que reina, no bien salimos de los sistemas explícitamente construidos para un uso determinado (código de la ruta por ejemplo), no permiten la construcción de una teoría hipotético-deductiva, por falta de términos primitivos formalizables y con mayor razón y con mayor motivo de reglas de la deducción que le conciernen.

De esta manera puede explicarse que, bajo pretexto de reintroducir el tema excluído por el estructuralismo, se haya recurrido al psicoanálisis (lo que produjo la "semanálisis" de J. Kristeva por ejemplo). En efecto, recurriendo al inconciente que, por construcción, es y será siempre una virtualidad (si no una comodidad) como un lugar oculto en el que se elabora el sentido, se disuelve todo objeto posible en una "psicología de las profundidades" menos accesible aún a la crítica científica ya que pretende situarse más allá, en la particularidad de la experiencia de un sujeto individual. No es éste el ámbito para argumentar y debatir acerca de esas cuestiones que necesitarían importantes desarrollos. Sin embargo, independientemente de la validez de los juicios que preceden, pensamos que al exhibir un objeto para la semiótica, definido como se define todo objeto en las ciencias empíricas, podrá ofrecerse una alternativa al vértigo de los sistemas informes y de los procesos misteriosos que evolucionarían a nuestro pesar en las profundidades de nuestros inconcientes. Asumimos nuestras responsabilidades en la pregunta 3; en verdad, para nosotros se trata de producir a tiempo un corte epistemológico de la semiótica entre la ciencia y la filosofía.

  Diferencias  entre linguistica y semiotica La concordancia en considerar a los signos lingüísticos como una categoría de signos, es casi general, lo que hace de la lingüística una parte de la semiótica.

La importancia de los signos lingüísticos es tal que la semiología de inspiración saussureana, que se desarrolla a partir de la lingüística, ha mantenido la confusión entre semiótica y semiolinguística ). Roland Barthes llegó a invertir la propuesta de Ferdinand de Saussure según el cual la lingüística es una parte de la semiología.

Pensamos que es conveniente ignorar y hasta luchar contra esta relación de dependencia establecida históricamente entre la lingüística y la semiótica para ocuparse de los signos en general antes de tratar signos lingüísticos. En efecto, parece que la dependencia teórica es a la inversa de la relación históricamente establecida.

 Semiotica General Si puede mostrarse que más allá de la diversidad y de las diferencias aparentemente irreductibles (sobre las cuales se funda la noción de sistemas de signos) hay una perspectiva teórica unificante que da a cada signo, cualquiera que sea el campo de las prácticas humanas al cual se vincula, el mismo estatus teórico, entonces podemos hablar de semiótica general.

Es necesario superar las diferencias observables en el campo de los fenómenos de representación y de significación, que los compartimentan en clases que no tienen aparentemente ningún punto en común, para estar en condiciones de fundar una semiótica general. Desprenderse de la clase de los fenómenos lingüísticos no será la menor dificultad. En efecto, su importancia en las relaciones humanas es tal que han dado lugar a modelizaciones profundas. Su conocimiento ha progresado mucho, creando un importante "defasaje espistemológico" con los fenómenos no lingüísticos. Esta atención prioritaria dada por la comunidad científica a los signos lingüísticos explica el ocultamiento provisorio de la cuestión de una semiótica general a causa de una especia de imperialismo de la semiolingüística. El debate es tanto más difícil ya que la modelización general producida por una semiótica general, cuando se la aplica en el campo lingüístico, aparece necesariamente como en retroceso desde el punto de vista del poder explicativo y plantea problemas de retraducción muy complejos. El enfoque peirceano muestra que es posible definir el signo independientemente de toda especificidad y abre el camino hacia una semiótica general.

  Condiciones De Una Semiotica General Primeramente es necesario objetivar los fenómenos de significación y construir a continuación un modelo capaz de "informarlos", es decir, de darles formas.

Como ya hemos observado, hay significación desde que alguna cosa vale no para ella misma, sino para otra. Dicho con más precisión, su fenomenología, es decir el efecto que su percepción produce aquí y ahora en una mente, introduce en esa misma mente la fenomenología de otro objeto (la que, en cierto modo, está necesariamente latente en esa mente). El criterio de delimitación del campo de los fenómenos estudiados por una semiótica general no puede ser más que éste: ¿hay una o dos fenomenologías de objeto en la experiencia vivida por un sujeto?. Entonces, una semiótica general aparecerá en principio como el estudio de una relación entre dos fenomenologías. De esto se desprende que necesitará recurrir a una descripción de los fenómenos "ordinarios" (es decir, en los que los objetos percibidos sólo valen para ellos mismos). Esta descripción deberá permitir explicitar el "acoplamiento" de esas dos fenomenologías que se encuentran en todo fenómeno semiótico. Queda por precisar el contenido del término "mente" lleno de connotaciones diversas. Deberemos considerarlo sólo en su probada capacidad para establecer, en condiciones históricamente datadas, correspondencias entre fenomenologías de objetos. Deberá ser a la vez particular, puesto que deberemos describir correspondencias efectivamente establecidas por un sujeto dado en un instante dado, y universal, puesto que las significaciones son "mundanas", es decir producidas "en el mundo". La mente, o al menos su contribución al fenómeno de significación, deberá modelizarse. Finalmente, si enumeramos los campos del saber que deberán cooperar en una semiótica general, encontraremos: una teoría de la percepción, una fenomenología de los fenómenos "ordinarios" y una modelización del intérprete en función de su relación con el mundo. .

Semiotica Especifica Las semióticas específicas se definen como "gramáticas" (es decir, un conjunto de reglas explícitas) de sistemas particulares de signos que admitimos como datos de observación.

La autonomía de esos sistemas, su cohesión y su independencia de los otros signos se impondrían a todo observador. Así sería de las lenguas, del lenguaje de sordo mudos, de las señales camineras, de los escudos, etc… U. Eco cuando trata los sistemas de signos, observa con justa razón que pueden ser más o menos rígidos, más o menos flexibles. Los sistemas "rígidos", como el de los semáforos o la estructura del sistema fonológico de una lengua, parecen más objetivables -por tanto, más fácilmente descriptibles en términos formales- que los sistemas "flexibles", como por ejemplo la función narrativa en los cuentos de hadas rusos. La hipótesis subyacente es que el conjunto de fenómenos considerados y aislados por este acto fundador posee una organización y articulaciones internas autónomas. Un buen ejemplo de este enfoque es el "sistema de la moda" de R. Barthes en el que el campo estudiado está delimitado a priori a las producciones de los semanarios de moda (el "discurso de la moda"). Para Eco, una semiótica específica puede aspirar a un estatus científico en la medida en que considere fenómenos "razonablemente" independientes de su observación y que concierna a objetos relativamente estables. Habremos de observar que este criterio de independencia del fenómeno frente a la observación no podría constituir un criterio absoluto (puesto que, incluso, esto tampoco se verifica en las llamadas ciencias exactas) y que, además, puede verificarse, quizás, de manera diferente pero siempre válida, en los casos de los fenómenos de significación. El problema no es tanto el de la constitución de un objeto de conocimiento independiente de todo observador como el de la adjetivación de ciertas clases de fenómenos. Consideramos, como René Thom, que "toda ciencia es el estudio de una fenomenología". Cuando la fenomenología estudiada es aquel fenómeno que se produce cuando se sueltan ciertos objetos pesados (la caída de los cuerpos) y caen hacia el suelo, queda claro que su estudio científico queda concluido al anunciarse la ley de gravedad universal. Cuando la fenomenología estudiada es aquel fenómeno que acontece cuando una cosa presente, percibida por un sujeto humano, produce la presencia en la mente de ese mismo sujeto de una cosa ausente del campo de su experiencia, el problema de la actitud científica frente a esta clase de fenómenos no es fundamentalmente diferente. En efecto, en el primer caso se produjo un modelo que se resume en la fórmula que liga a los cuerpos pesados mediante la existencia de una fuerza que depende de sus masas respectivas y de la inversa del cuadrado de su distancia. La aplicación de esta fórmula confiere a todo experimentador un poder de previsión que le asegurará el dominio completo de esta clase de fenómenos. En el segundo caso, puede adoptarse una actitud semejante; sin embargo no podría plantearse a priori que la cientificidad deba conducir, como en el caso precedente, a un dominio completo. Simplemente, es necesario considerar que un paso hacia el conocimiento y, en consecuencia, hacia un cierto dominio de estos fenómenos, se concreta desde que un modelo, que puede ser cualitativo, permite reducir lo arbitrario de su descripción. .

Semiotica De La Producción Y De La Interpretación Para algunos, los dos procesos son totalmente reversibles. Para otros, hay una disimetría fundamental. Sin embargo, puede demostrarse que hay una cierta dualidad que resulta de la anticipación de la interpretación en el momento de la producción.

La mayor parte de los autores se interesaron casi exclusivamente en el problema de la interpretación de los signos, partiendo de la opinión ampliamente expandida de que la producción y la interpretación son procesos absolutamente reversibles. De esto se desprendería que describir la interpretación es describir también, como en un espejo, la producción. Umberto Eco hace inclusive de esta reversibilidad una característica de los procesos semióticos. Contra esta afirmación puede observarse que, si el productor es dueño del objeto que elige para comunicar su mensaje (elección de palabras, de grafismos, de gestos …, de configuraciones múltiples de unos y de otros), el intérprete está obligado a efectuar un trabajo de reconstrucción de ese objeto (una semiosis inferencial ) que no llega necesariamente a reencontrar el mensaje original. En efecto, las relaciones singulares que productor y emisor mantienen con las instituciones de la significación son la que regulan su comunicación. Hay, entonces, una disimetría a priori, puesto que el primero pone en marcha algo ya presente en él, mientras tanto que el segundo debe descubrir precisamente lo que el primero actualizó.

Si no se puede conservar la noción de reversibilidad para identificar producción e interpretación, ¿cómo tomar en cuenta formalmente las homologías de los dos procesos?. Lo que hay que remarcar antes que nada es que toda producción es, en alguna medida, una interpretación a priori efectuada simultáneamente con la producción. Esto es lo que quiere decir Jean Paul Sartre cuando analiza su manera de escribir:

"Modifico las palabras en función de la idea que tengo de él (el público), es decir de mí, recibiendo lo que quiero escribir" (Obliques 18/19, entrevista con M. Sicard).

Dicho en otras palabras, la producción es un proceso de incorporación de un pensamiento en una configuración de existentes que se ubica bajo la dependencia de una interpretación anticipada, respecto de la que el productor se vuelve un intérprete más. En este sentido participa en este proceso colectivo de interpretación que describimos como una institución social. Por parte del intérprete hay un proceso que va de lo particular a lo universal, de lo individual a lo colectivo, mientras que, de parte del productor, se va de lo universal a lo particular y de lo colectivo a lo individual. Más que de reversibilidad, que no diferencia los dos procesos, debemos hablar de dualidad para poner el acento en la oposición del "sentido de los recorridos" que diferencia producción e interpretación según el esquema:

Semiolinguistica Puede aplicarse este término a toda teoría que hace de la lingüística el "patrón" de todos los sistemas de signos no-lingüísticos.

Si la lingüística, erigida en ciencia piloto de las ciencias humanas, ocupa una posición preponderante, al menos en Europa, ello es, en el campo de la semiótica, fundamentalmente por razones históricas. Así ha podido verse el desarrollo, por simple "revestimiento" de conceptos surgidos de la lingüística y de una de sus extensiones naturales (la narratología), de lo que la Escuela de París llama "mini-semióticas" no-lingüísticas. Por ende, éstas últimas están subordinadas a la lingüística en virtud de la afirmación según la cual las lenguas naturales son los únicos sistemas de signos a los que se traducirían todos los otros sistemas de signos, considerando imposible la inversa. De ahí a tomar sólo en cuenta objetos "convertidos en lenguaje", explícitamente como R. Barthes o implícitamente como la Escuela de París, hay solo un paso que franquean alegremente los semiolingüistas sin demasiados escrúpulos epistemológicos. Sin embargo no podría extraerse de la génesis de una disciplina relativa a una clase particular de signos, un principio jerárquico que permitiera legislar acerca de la clase de todos los signos. Convendría entonces limitar las concepciones semiolingüísticas de los campos a los campos en donde es realmente operativa y buscar las articulaciones entre esos y una semiótica general que propondría como principio no privilegiar ningún sistema de signos, aún cuando sean tan importantes como las lenguas naturales, de manera que todos los signos, lingüísticos y no lingüísticos, tengan el mismo estatuto teórico.

El diagrama de pie de página muestra las relaciones de subordinación entre campos disciplinarios que resultan de las consideraciones precedentes (el conjunto punteado representa los signos que pueden describirse según el modelo de los signos lingüísticos). El presupuesto semiolingüístico consiste en pretender que el conjunto punteado coincide con el conjunto de todos los signos

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¿Debe formalizarse o, incluso, matematizarse una semiótica científica? La historia de las ciencias muestra que la forma acabada de una teoría científica se alcanza cuando está matematizada completamente en un modelo hipotético-deductivo. Las ciencias humanas podran alcanzar ese grado de acabamiento con tal que las matemáticas tengan la capacidad de informar (es decir, crear formas) sus características particulares.

Kant escribía que: "en toda teoría particular de la naturaleza, lo científico, en el sentido propio de la palabra, no existe sino en la cantidad de matemáticas que contiene". Leibniz sólo concebía a las formulaciones matemáticas ligadas a su aplicación, siendo la producción de formalismos inseparables de las diversas manifestaciones del sentido; Matesis y Semiosis debían aprehenderse simultáneamente. De hecho estos filósofos representan una constante de la epistemología de las ciencias humanas. Su estatus científico está condicionado por la puesta en práctica de un proceso de formalización cuya articulación con el objeto estudiado debe explicitarse totalmente y convalidarse mediante la práctica social. El punto de vista enunciado precedentemente lleva a evaluar el estado de desarrollo de las teorías científicas a partir de su grado de formalización: desde las doctrinas informes, es decir de opiniones constitutivas de un sistema más o menos coherente de conceptos y de relaciones entre conceptos, hasta los sistemas hipotético-deductivos matematizados, hay un abanico de estatus epistemologícos en el cual las ciencias humanas están fundamentalmente del lado de las primeras y, las ciencias exactas, del lado de los segundos. Ubicándonos resueltamente en esta perspectiva, abogaremos en favor de una matematización cada vez más pronunciada en las ciencias humanas sin perder de vista el valor crítico de las opiniones "informes" y teniendo conciencia permanente del carácter necesariamente reductor de la formalización matemática. El principal escollo en esta gestión puede provenir de la tradicional acusación de imperialismo para con las matemáticas. Es una actitud que objetivamente funciona como un obstáculo epistemologíco que será necesario superar en la medida en que se diferencien en el orden del saber instituido los roles de formalización y aplicación.

Relación Entre Pragmática Y Semiótica A la pragmática puede considerársela como el momento del análisis semiótico en el que se unen la sintáctica y la semántica.

La pragmática confronta a las significaciones elaboradas fuera de las realidades de las que surgen con esas mismas realidades que pretenden configurar, es decir, a las cuales dan sentido. Se expresa en forma de reglas o de hábitos interpretativos admitidos como verdaderos en el seno de una comunidad, en un período históricamente datado. Constituye entonces el momento del análisis semiótico en el que sintáctica y semántica se unen.

C.S. Peirce está en el origen del pragmatismo en cuanto movimiento filosófico. Fué él quien formuló la máxima del pragmatismo: "Considerar cuáles son los efectos prácticos que creemos que puede producir el objeto de nuestra concepción. La concepción de todos esos efectos es la concepción completa del objeto". La significación de un signo es pues el efecto que el signo podría tener en cada circunstancia previsible. Podría decirse que la semiótica de Peirce es pragmática por construcción, mientras que en las semióticas saussuro-hjelmslevianas estamos forzados a aplicar las modalidades a las relaciones entre representante y representado, concebidas en su origen como un ya-instalado universalizado. Extendiendo el debate, vemos que la concepción peirceana de la semiótica es triádica (en el sentido en que la pragmática es el momento de " tres en uno") mientras que las concepciones saussuro-hjelmslevianas son didácticas o binarias. Esto implica una gran dificultad para traducir de una a otra las teorías semióticas elaboradas en las dos tradiciones. El acento puesto hoy en la pragmática lingüística debería permitir una revisión crítica de las concepciones diádicas en materia de signos y de sentido y hacer caso omiso de muchas dicotomías reductoras.

Relación Hay Entre Semiótica Y Comunicación Todo acto de comunicación puede describirse como un par constituído por un signo producido por un emisor, interpretado luego por un receptor. Su estudio combinará producción e interpretación de un mismo signo.

Queda claro que para avanzar en el conocimiento de los signos es conveniente considerar aquello para lo que sirven cuando son más o menos intencionales, es decir para comunicar. Algo pasa de la mente del productor a la del intérprete. Más formalmente, puede considerarse que en todo fenómeno semiótico hay un traspaso a través de un signo, de una cierta forma de relaciones que está en la mente de un productor hacia la mente de un intérprete. Esta forma de relaciones no habría más que transitar por el signo, que se transforma, según los términos de Peirce, en "un medium para la comunicación de una forma (o figura)" (el caso de los signos naturales, que no tienen productor humano, debe estudiarse aparte).

Es de destacar que en el acto de comunicación definido como un par (signo producido-signo interpretado), el productor tanto como el intérprete hacen referencia a la misma relación de naturaleza institucional que liga al signo con su objeto. El productor lo utiliza como "ya-instalado" (un "comens" dice Peirce; es decir un "ser común") que le permite elegir una cosa (el signo) y presentarla como el sustituto de otra cosa ausente (el objeto del signo), con la garantía (en el interior de su comunidad) de que un intérprete eventual que comparta su cultura tendrá la posibilidad de poner en funcionamiento la relación empleada en el otro sentido (dualidad), como lo muestra el esquema :

Vemos cómo se logra la comunicación cuando el objeto del productor y el objeto del intérprete coinciden (O = O`).

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Relación Entre Semántica Y Semiótica Al definir a la semántica como la "ciencia de las significaciones" puede considerársela como la ciencia de aquello a lo que remiten los signos. Desde esta perspectiva constituye un momento de la semiótica. Evitaremos identificar semántica y semántica lingüística.

En la conceptualización saussureana del signo, la significación es inherente al significante. La imagen harto conocida de la hoja de papel que tiene sobre una faz el significante y sobre la otra el significado, de manera que todo corte de una implica un corte de la otra, da cuenta adecuada de esta concepción biunívoca y vehicular de lo que representa: cortando los significantes en el ámbito fónico, cortaríamos al mismo tiempo los significados en el ámbito conceptual y, en consecuencia, estudiar la lengua sería estudiar simultáneamente las significaciones vehiculadas por las palabras. De hecho se trata de un solo gesto fundador que produciría sus efectos en dos niveles. Inmediatamente percibimos el tipo de dificultades que vamos a encontrar en esta perspectiva: los signos no-lingüísticos que no se presenten como las palabras de la lengua y que no obedezcan a las mismas combinatorias quedarán, en principio, fuera del alcance de esta conceptualización y será grande la tentación de reconducirlos hacia los signos lingüísticos, de tal manera que aseguren una apariencia de universalidad de la metodología. L. Hjelmslev y sus continuadores han intentado escapar a la presión histórica del modelo lingüístico distinguiendo, en cierto modo, la cosa que representa y su significación y, consecuentemente, la relación que los une (ver pregunta 19).

Desde la perspectiva peirceana (anticipando la clásica división formulada por CH.Morris) se distinguen tres momentos constitutivos de la semiótica: la sintáctica, que trata de aquello que representa, la semántica, que trata de aquello que esta representado y la pragmática, que extrae las reglas de uso que gobiernan, en cada contexto de interpretación, las confluencias de esos momentos. Puede pues asimilarse la semántica a un momento de la semiótica, tomando el término "momento" en su acepción filosófica.

Las Principales Teorias Semioticas A grandes rasgos pueden distinguirse tres concepciones. Dos de ellas son binarias, es decir fundadas sobre pares opuestos como significante/significado. La una, débilmente formaliza, más bien da cuenta de la hermenéutica y se pretende ciencia de revelación, incluso iconoclasta (R. Barthes); la otra está formalizada(A. J. Greimas, Escuela de París) en una perspectiva generativista. Finalmente, la semiótica triádica de C. S.Peirce incorpora a la pragmática en su concepción del signo.

Las teorías de A. J. Greimas y de C.S. Peirce se presentan respectivamente en las zonas roja y amarilla. El desarrollo histórico de la primera fué más precoz. Apoyándose en la lingüística que fue durante largo tiempo y que quizás aún continúa siendo la ciencia piloto en Ciencias Humanas, gozó de una aceptación extremadamente amplia y el lector podrá recurrir a una rica bibliografía. Por el contrario, los trabajos de Peirce esperaron durante largo tiempo su publicación en los cajones de la Universidad de Harvard; por otra parte, se publicaron en forma fragmentaria y con cierto desorden. Está en marcha una edición cronólogica pero insumirá al menos 25 años, al ritmo actual de su edición y pese a todo no agotará la masa considerable de sus escritos. Surgidos de investigaciones lógicas, se presentan con facilidad a la formalización e incluso a una matematización muy rigurosa.

También es necesario señalar que, en un campo tan vasto, con tantas aplicaciones específicas, la tentación de teorizar en campos restringidos es grande. Por eso asistimos a una abundancia considerable de pretensiones teóricas fundadas sobre distinciones empíricas, ciertamente pertinentes, que carecen de esa generalidad que permite actuar científicamente reduciendo de manera significativa la diversidad a la unidad.

Como curiosidad, citemos por ejemplo la clasificación de Condillac (1746) que distinguía "los signos accidentales, los signos naturales, los signos de institución o aquellos que nosotros mismos hemos elegido y que sólo mantienen una relación arbitraria con nuestras ideas" y la definición de Elie Rabier (1886): "La idea del signo implica tres términos: el objeto significado, el objeto que lo significa y la inteligencia que interpreta al signo pasando de la percepción del objeto significante a la concepción del objeto significado", muy cercana a la concepción peirceana.

Conviene señalar finalmente varias teorizaciones, algunas de las cuales intentan imposibles síntesis entre teorías binarias y triádicas como la de Umberto Eco y algunos ensayos específicos como los de la Escuela de Tartu (Yuri Lotman), la semio-física de René Thom, la semiología del cine de Christian Metz, etc…

 LA SEMIOTICA APLICADA A LA CONTABILIDAD.

En la actualidad, la investigación de mercados se transforma en una telaraña de razonamientos que nos obliga a volvernos más específicos en el diseño de metodologías cualitativas. Parece que necesitamos cada vez más herramientas teóricas para llegar a entender mejor la mente del consumidor, aunque esto no sea necesariamente cierto.

Tras el viraje de la percepción del consumidor hacia las marcas (necesita verse reflejado en ellas), la complejidad en las metodologías cualitativas de investigación se ha valido ya no sólo de la comunicación y la psicología, sino de la antropología, la sociología e incluso de la neurología para llegar a un solo punto: seducir la mente y el corazón del consumidor.

La evolución en el entendimiento del consumidor ha sido extraordinaria en los últimos años, diversas herramientas han facilitado este objetivo; sin embargo, el esfuerzo para entender la complejidad incluso de las mismas metodologías muchas veces ocasiona que nuestros objetivos se pierdan en la búsqueda de insights.

Simplicidad, Todo lo Demás es Incidental

Las motivaciones del consumidor tienen un origen claro y específico; la esencia de este sentimiento es expresado en un gesto espontáneo, en una frase suelta o en una reacción corporal al inicio de la indagatoria. Estos signos son el reflejo de su sentir respecto a la marcas y sobre los cuales se debe plantear gran parte de las hipótesis de investigación. La simplicidad de los procesos contiene la certeza de los objetivos. "Conocer al consumidor" es la semilla de la investigación y al mismo tiempo es un imperativo al que hay que regresar para generar estrategias que rompan paradigmas y así, ser protagonistas del viraje hacia una verdadera innovación.

La simplicidad se trata sobre regresar a las raíces del análisis cualitativo, entender al consumidor:

•Sus conceptos emocionales clave: los primeros sentimientos que menciona (palabras o gestos).

•Sus conceptos racionales clave: juicios reales hacia la marca (moderna, vieja, divertida, etcétera)

•Sus frenos: lo que no siente obtener de la marca.

•Sus necesidades: lo que explícitamente piden de la marca/producto.

•Motivaciones: el sentimiento o emoción que está detrás de la marca.

Muchas veces, en la investigación de mercados, el flujo de los tópicos se entorpece a sí mismo al intentar extraer verdades que simplemente no existen para el consumidor; esto ocasiona que en un focus group, las opiniones de los consumidores y las expectativas de la marca viajen en un camino empedrado que hace complejo entender los resultados.

Algunas veces, las ideas preconcebidas por parte de la planeación de la marca dificultan la fluidez de lo dicho por los consumidores, volviendo a un estudio sencillo, un laberinto de conceptos que no necesariamente logra los objetivos de la marca. Habrá que reflexionar sobre la manera en la que podemos recuperar nuestra capacidad de asombro ante la sencillez que representa el objetivo de la investigación de mercados: "escuchar y entender al consumidor". Un cuestionamiento preciso y dirigido a la búsqueda de la simplicidad del problema a investigar revela los elementos más importantes para el consumidor sin necesidad de mezclar las variantes originales.

Nuevas Metodologías en Búsqueda de la Simplicidad

La semiótica ha cobrado vital importancia en la investigación de mercados, pues con su correcta aplicación podemos hacer de nuestra marca un ente vivo capaz de generar conceptos y tendencias.

En nuestros días es necesario retomar la idea de que la cultura es una telaraña de significados creada por los consumidores, debido a lo cual es casi una obligación comprender su contexto a partir de una dimensión simbólica.

A través de signos, la semiótica establece el marco de referencia dentro del cual los consumidores desempeñan su estilo de vida; de tal modo, cualquier objeto o actitud puede ser cargado por algún significado convirtiéndose en un signo a interpretar.

Una metodología semiótica permite identificar estos signos, dejando al descubierto un gran significado a través de algo tan sencillo como un gesto, una pulsera o la entonación, una marca o con la que se contesta una pregunta. De esta manera, la semiótica se ocupa de potencializar la simplicidad de la vida cotidiana de los consumidores, hasta llegar a un entendimiento profundo de su contexto y motivaciones. La semiótica aplicada a la investigación de mercados analiza los detalles más simples e íntimos de la realidad de los consumidores en busca de significados que son expresados voluntaria e involuntariamente.

La ontología

DEFINICIÓN:

La ontología es la investigación del ser en tanto que ser, o del ser en general, más allá de cualquier cosa en particular que es o existe. En algunos filósofos, sobre todo de la escuela de Platón, sostienen que todos los sustantivos se refieren a entidades existentes. Otros afirman que los sustantivos no siempre nombran entidades, sino que ofrecen una forma de referencia a una colección de objetos o sucesos. En este sentido, la mente, en lugar de referirse a una entidad, se refiere a una colección de sucesos mentales experimentados por una persona.

El problema ontológico

El problema central de la ontología fue presentado muy elocuentemente por Willard van Orman Quine en su artículo Sobre lo que hay:

Un rasgo curioso del problema ontológico es su simplicidad. Puede formularse en dos monosílabos castellanos: « ¿Qué hay?». Puede además responderse en una sola palabra: «Todo», y todos aceptarán esta respuesta como verdadera. Sin embargo, esto es sólo decir que hay lo que hay. Queda lugar para discrepancias en casos particulares; y así la cuestión ha persistido a través de los siglos.

En general, cada uno de estos "casos particulares" presenta un problema distinto. Desde la segunda mitad del siglo XX, el naturalismo imperante ha determinado que los debates metafísicos sean principalmente acerca de la existencia o no de todo aquello que parece entrar en conflicto con la descripción del mundo provista por las teorías científicas más exitosas. Esto se refleja en la elección de algunos de los casos que se mencionan a continuación:

  • Las entidades abstractas: Es ampliamente aceptado que todas las entidades caen en una de dos categorías: o son abstractas, o son concretas. Los números, los conjuntos y los conceptos son algunos ejemplos de entidades que intuitivamente clasificamos como abstractas, mientras que el planeta Venus, este árbol y aquella persona son ejemplos intuitivos de entidades concretas. Sin embargo, todavía no existe un criterio aceptado para decidir cuándo una entidad es abstracta y cuándo concreta, aparte de la intuición. Además, tampoco existe acuerdo sobre si las entidades abstractas siquiera existen, y en caso de que existan, sobre cuáles existen.

  • Las entidades del sentido común: Al encontrar una silla, ¿debemos decir que lo que hay en el mundo es una silla? ¿O sería más correcto decir que lo que hay, estrictamente hablando, es un montón de moléculas? ¿O quizás un montón de átomos? Y está claro que este argumento puede extenderse a muchas otras entidades del sentido común.

  • Los universales: Los universales (también llamados propiedades, atributos o cualidades) son los supuestos referentes de los predicados como "verde", "áspero", "amigo" o "insecto". La existencia de los universales se postula para justificar nuestra manera de hablar acerca de los individuos. Así por ejemplo, estamos justificados en decir de una planta que "es verde", porque la planta posee el universal verde, o alternativamente porque el universal verde esta presente en la planta. Además, podemos decir de varias cosas que "son todas verdes", porque el universal verde, siendo algo distinto de las cosas, está sin embargo presente en todas ellas. El problema de los universales es acerca de si los universales existen, y en caso de que así sea, cuál es su naturaleza: si existen en las cosas (in re), o independientemente de ellas (ante rem), o en nuestra mente, por mencionar algunas posturas.

  • La mente y lo mental: Al abrir una cabeza, lo que vemos no es una mente, con pensamientos, ideas y recuerdos, sino materia. ¿Será que lo mental es una ilusión, y que todo lo que hoy describimos en términos mentales puede reducirse a los procesos físicos que observa la ciencia? ¿O será que lo mental es algo efectivamente existente, inmaterial e inobservable?5 Para un poco más de discusión, véase El problema mente-cuerpo.

  • Los agujeros: A primera vista, los agujeros están "hechos de nada". ¿Como es posible, pues, referirnos a ellos como si fueran objetos comunes? ¿Cómo es posible percibirlos? ¿Qué percibimos?

La ontología como disciplina diversa de la metafísica

Dada la acepción cada vez más restringida que la ontología iba tomando, dentro de la Neoescolástica quedó como una investigación de las propiedades estáticas, y en algunos casos las propiedades trascendentales. De ahí que Kant pueda afirmar –trasladando esta noción a su propia filosofía–, que la ontología es el estudio de los conceptos a priori que residen en el entendimiento y tienen su uso en la experiencia, llevando la noción hacia un sentido más inmanente.

Husserl

Según Husserl la ontología es una ciencia de las esencias que puede ser formal o material. La primera se dedica a las esencias formales, es decir, a las propiedades de todas las esencias. Las ontologías materiales tratan de esencias materiales y se restringen según los modos de sus objetos. Por tanto, son llamadas también "ontologías regionales". Obviamente la ontología formal abarca todas las materiales e incluso las del ser.

Heidegger

Heidegger afirma que existe una ontología fundamental que es llamada "metafísica de la existencia" que se encarga de descubrir "la constitución del ser de la existencia". La ontología se refiere entonces a las condiciones de posibilidad de las existencias o al ser mismo en su apertura originaria.

Además, insiste en diferenciar la metafísica de la ontología, alegando que son radicalmente distintas, pues la primera confunde ser con ente; mientras que la segunda, parte precisamente del hecho de que son diferentes.

Hartmann

Partiendo de una crítica de la noción de ontología como metafísica y con ella de toda la escolástica, Hartmann afirma que la ontología es en realidad la crítica que permite descubrir los límites de la metafísica y qué contenidos pueden ser considerados racionales o inteligibles.

ONTOLOGIA APLICADA A LA CONTABILIDAD

La relación existente entre la ontología y la contabilidad está presente en el principio contable de ENTE, porque este principio nos enseña que cada empresa debe llevar registros contables distintos de las finanzas personales del dueño o cualquier otra entidad.

La personalidad de un negocio es diferente de sus accionistas o propietarios. Podemos decir que los socios son dueños de la empresa, mas no son la empresa. Por lo tanto la información financiera debe contener única y exclusivamente los derechos, obligaciones y resultados de operaciones de la entidad.

Además la empresa es un ENTE que tiene existencia legal o física, que se desarrolla en un entorno conformado por los clientes, proveedores, mercado y la competencia. Este no es el único ENTE existente dentro de una sociedad sino como este existen muchos que se dedican a su mismo rubro o a otras actividades, pero no todo ENTE presenta las mismas características ya que cada una es distinta de la otra.

LA ONTOLOGIA APLICADA A LA CONTABILIDAD

La relación existente entre la ontología y la contabilidad está presente en el principio contable de ENTE, porque este principio nos enseña que cada empresa debe llevar registros contables distintos de las finanzas personales del dueño o cualquier otra entidad.

La personalidad de un negocio es diferente de sus accionistas o propietarios. Podemos decir que los socios son dueños de la empresa, mas no son la empresa. Por lo tanto la información financiera debe contener única y exclusivamente los derechos, obligaciones y resultados de operaciones de la entidad.

Además la empresa es un ENTE que tiene existencia legal o física, que se desarrolla en un entorno conformado por los clientes, proveedores, mercado y la competencia. Este no es el único ENTE existente dentro de una sociedad sino como este existen muchos que se dedican a su mismo rubro o a otras actividades, pero no todo ENTE presenta las mismas características ya que cada una es distinta de la otra.

En el campo de la contabilidad, cualquier suceso puntual de carácter natural o cultural que haga variar positiva o negativamente el patrimonio de una determinada ENTIDAD, constituye un "hecho contable". La venta de mercaderías, el pago de una factura, la compra de materiales, el descubrimiento de una mina, califican como "hechos contables", siempre que se produzcan en el ámbito de una entidad socioeconómica y afecten su patrimonio.

Conclusiones

  • 1. La filosofía es muy importante para nuestra vida pues como su mismo nombre lo dice es amor a la sabiduría y gracias a ello hemos logrado grandes avances no solo tecnológicos sino también psicológicos para q de esta manera seamos una sociedad mejor.

  • 2. Al estudiar a la lógica nos dimos cuenta de que incluso la ciencia formal se puede aplicar a la realidad como es el caso de los conectivos lógicos

  • 3. La axiología es una guía para el actuar de los profesionales de la Contaduría Pública; por lo tanto el hecho de que se juzgue el desempeño de los profesionales queda limitado a la forma de aplicar los principios y las normas éticas que establece la axiología a la hora de desempeñar su labor.

  • 4. La ética al valor los actos en términos del bien y del mal, da normas de comportamiento al indicar lo que es bueno y lo que no lo es. Pero lo que el hombre siga o no tales normas al evaluar sus propios actos, que por ser humano son libres, implica que la ética tiene más relación con la voluntad del hombre que con la moral.

  • 5. Es necesario conocer en la epistemología contable sus variantes y la cognoscitiva, para saber su relación directa con los principios contables.

  • 6. Al observar el tema de estética se da cuenta que está muy ligada con la contabilidad ya que gracias a ella se puede llevar el orden en los documentos que se requieran.

  • 7. La semiótica como cualquier campo de investigación tiene sus propios métodos de estudio como ciencia que lo explica todo cuanto puede de manera material y simbólica

  • 8. .La metafísica contable se refleja en la partida doble ya que se asemeja a una balanza que tienen que estar en iguales condiciones para estar en equilibrio. Aquí tienen que ver dos palabras: Debe y Haber.

  • 9. La relación entre la contabilidad y la ontología es el principio del ente por ejemplo en una empresa la infraestructura es el ente. Todos los actos que varíen el patrimonio se denomina hecho contable.

 Recomendaciones

  • 1. Se debe aplicar la filosofía en nuestra vida para buscar la verdad a través de un riguroso análisis y así interpretar la realidad y transformarla mediante la práctica.

  • 2. Estudiar profundamente la lógica para ver lo maravillosa que es y lo que se puede lograr ya que la Contabilidad está bien identificada con esta rama de la filosofía.

  • 3. Los Contadores Públicos no deben dejar de aplicar la axiología ya que tomando conciencia de sus actos especialmente negativos se podrá disminuir la corrupción en la sociedad y además se debe practicar más valores positivos.

  • 4. Recomendamos que el contador Público sepa diferenciar entre lo malo y lo bueno tanto para el como para la empresa con ayuda de la ética. Porque la ética te ayuda a reconocer lo que está bien y está mal dentro de la sociedad y saber aplicarlo.

  • 5. Se debe facilitar el estudio de la epistemología en nuestra Universidad a través de libros, folletos, revistas conferencias, etc. para la mejor captación de esta disciplina filosófica que es muy requerida en todo estudio universitario.

  • 6. La estética se debe mantener siempre presente en la Profesión Contable para expresar lo bello que es ejercer esta profesión.

  • 7. Se recomienda aplicar adecuadamente la metafísica en lo Contable, ya que se relaciona con la partida doble el cual es un principio indispensable.

  • 8. La semiótica como rama de la filosofía, se debe profundizar en temas complejos que la realidad va formando para poder descubrir un tema oculto.

  • 9. La ontología se debe de poner en práctica ya que cumple un papel muy importante en la Contabilidad y también en nuestra vida cotidiana. 

Bibliografía

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

  • 1. Katayama Omurd Roberto. Introducción a la Filosofía. 1ª Edición Diciembre 2003

  • 2. FERNÁNDEZ, José Luís. HORTAL, Augusto. "Ética de las profesiones" Compendio) Madrid, ediciones Universidad comillas, editado en 1994.

  • 3. Villanueva Canan Erick: introducción a la filosofía. Tomo I

  • 4. Bernejo Barrera José Carlos, Historia de la Filosofía.

  • 5. Pereda Tua, Jorge. Evolución y situación actual del pensamiento contable. Revista Internacional Legis de Contabilidad y Auditoría No 20, octubre- diciembre 2004.

  • 6. Cazau Pablo. La epistemología.

  • 7. Bunge Mario (1980). Epistemología.

DIRECCIONES CONSULTADAS:

  • 1. http://es. Wikipedia.org/wiki/filosof%c3%ADA 16 de diciembre, 2010

  • 2. http://www. Galeón.com7pcazau/artep.epis.htm.

  • 3. http://www.navarraempresarial.com/

  • 4. Hhttp://es Wikipedia.org/wiki/est%C3%A9tica

  • 5. https://edu.red

 

 

Autor:

Jaime Alexander Suarez Huerta

 

[1] Villanueva Canan Erick: introducción a la filosofía. Tomo I: pg. 9

[2] Villanueva Canan Erick: introducción a la filosofía. Tomo I: pg. 110

[3] Villanueva Canan Erick: introducción a la filosofía. Tomo I: pg. 111

[4] http://es. Wikipedia.org/wiki/filosof%c3%ADA 16 de diciembre, 2010

[5] Katayama Omurd Roberto. Introducción a la Filosofía. 1ª Edición Diciembre 2003

[6] Katayama Omurd Roberto. Introducción a la Filosofía. 1ª Edición Diciembre 2003

[7] Katayama Omurd Roberto. Introducción a la Filosofía. 1ª Edición Diciembre 2003

[8] http://www.navarraempresarial.com/

[9] Asociación fondo de investigación y editores, compendio académico de cultura general, pagina 668

[10] Asociación fondo de investigación y editores, compendio académico de cultura general, página 670

[11] CARDONA ARTEAGA, John. Algunas reflexiones sobre la formación, enseñanza y pedagogía en la disciplina contable. Revista Contaduría

[12] SILVA RIVERA, José Alberto. El ejercicio ético de las profesiones. Revista de la Universidad de La Salle No.25 de Noviembre de 1997. Santa Fe de Bogotá, D.C., Colombia.

[13] BEDOYA GIRALDO, Hubed. ¿Es posible un código de ética? Letras Jurídicas. Vol.4, No.2 de Septiembre de 1999

[14] CADAVID CARDONA, Gustavo. Ética básica para profesionales. ESCOLME. Primera edición, 1996.

[15] Consejo Técnico de la Contaduría Pública. Procedimiento No. 3 “Código de Ética Profesional”. ECOE Ediciones, segunda edición, noviembre de 1996, Santa Fe de Bogotá, D.C. p. 58.

[16] CARDONA ARTEAGA, John. Algunas reflexiones sobre la formación, enseñanza y pedagogía en la disciplina contable. Revista Contaduría Universidad de Antioquia No.24-25. Medellín, marzo-septiembre de 1994.

[17] ZAMORANO GARCÍA, Enrique. Ética Profesional del Contador Público.

[18] Reglas de Ética Profesional para los Contadores Públicos Certificados. D.O. Tomo 130,del 29/03/1,941

[19] Código de Ética Profesional y Norma Internacional de Control de Calidad (ISQC1)

[20] LOPES DE SA, Antonio. (2003). Bases de las escuelas europea y norteamericana frente a la cultura contable y la propuesta neo patrimonialista. En: Revista Internacional Legis de Contabilidad y Auditoría. Nº 13.

[21] SARMIENTO RAMÍREZ, Héctor José. (1999). La Urdimbre del Quipus (Segunda parte). Una discusión taxonómica acerca del concepto de control como objeto de estudio de la contabilidad. Manizales: Universidad de Manizales, Centro de investigaciones contables y desarrollos alternativos – CINDAL.

[22] SARMIENTO RAMÍREZ, Héctor José. (1999). La Urdimbre del Quipus (Segunda parte). Una discusión taxonómica acerca del concepto de control como objeto de estudio de la contabilidad. En: Lámina Nº 3. Manizales: Universidad de Manizales, Centro de investigaciones contables y desarrollos alternativos – CINDAL.

[23] Cazau Pablo. La epistemología. Disponible en: http://www. Galeón.com7pcazau/artep.epis.htm.

[24] Bunge Mario (1980). Epistemologia. Pag. 13.

[25] Http://es Wikipedia.org/wiki/est%C3%A9tica

[26] https://edu.red

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