De Weber a Foucault: Debate en torno al poder y la dominación
Enviado por Alejandro L. Perdomo Aguilera
- Introducción
- Sobre la obra Michel Foucault
- Poder en Michel Foucault
- Hacia un nuevo método
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
De la naturaleza de la sociedad emanan dos conceptos fundamentales para su comprensión, los cuales son inherentes a su existencia, ellos son el poder y la política. No puede existir una sociedad u hombres en interacción con la misma sin la presencia de estos dos componentes. Pero la historia de ambos es tan antigua como su pensamiento. Por estas razones se ha decido retrotraer a dos grandes conocedores de ellas: Max Weber y Michel Foucault. Primero que nada, debemos partir que ambos pensadores proceden de dos periodos históricos bien diferentes, donde analizaron la sociedad y el hombre bajo circunstancias distintas. No obstante, la profundidad de sus obras transcienden las barreras del tiempo, ya que al analizar la sociedad fueron a la estructura y no a la expresión de lo que producía fenómenos como la política y el poder que, independientemente de las circunstancias o las formas en que se producen las cosas, incluso, en manos de quien estén, ya sea mayoritario o no, siempre estarán presentes la política y el poder. Obviamente que si estamos trabajando con estos dos conceptos, no puede dejar de mencionarse al Estado.
Primeramente debe precisarse entonces que se comprenderá por "la política" y que entenderemos por "el poder".
Para ello debemos remitirnos a como ambos pensadores lo entendieron desde su concepción.
– Aparato Conceptual:
Poder: Por poder se entiende, no solo el ejercido por el gobierno político y sus efectos en la política y la institucionalidad de un país; sino que también debe tratarse como relación de poder y poder en sí, el emitido por los sectores culturales, políticos, económicos, sociales, militares, etc, en lucha antagónica de relaciones de poder. Estas se establecerán entre el Estado, desde el máxima autoridad política y su élite gubernamental; y el que cohesionan las fuerzas políticas en resistencia, es decir, la oposición cultural, económica, social, militar y otras fuerzas políticas que se le adhieren, bajo el consenso de derrocar al gobierno político. El poder constituye entonces, los efectos que produce el régimen político contra la sociedad, pero también los que la sociedad, desde sus diversos sectores culturales, sociales, políticos, económicos y culturales, desarrolla contra él. De esta forma el poder se emitirá también desde las fuerzas políticas, fundamentalmente culturales, que se nuclean bajo el consenso de derrocar al gobierno político en crisis.
Élite de poder: Se comprende como la constituida por la alta política, formada por la directiva que representa a la presidencia de la República, los ministerios etc. Ella se constituye por una parte del alto mando militar adepto al presidente, y una mayoría e políticos e intelectuales. También deben incluirse la oligarquía económica.
Crisis político-institucional: Por ello se percibe a la crisis del sistema político que tiene expresiones reformistas durante los gobiernos de apertura y que llega su clímax con la crisis de gobernabilidad. Durante las dictaduras debe suprimir todo vestigio de oposición, por la incompatibilidad de su mandato con la democracia. Ahora bien, esta crisis no debe comprender en sentido coyuntural sino estructural.
Desde Max Weber:
La disertación sobre el poder y la dominación, presentes en toda sociedad así como la capacidad del poder para apropiarse de todo, y llenar todos los espacios con su hegemonía, está presente en todo estado y toda relación política. En este sentido, toda relación política y estructura política implica a la vez una relación de poder y una estructura de poder. El poder entendido como un entramado de nexos inherentes propias de toda relación social posee sus principios y sus dinámicas las cuales puede llegar a dominar al Estado, adquiere características que modulan a no solo a las personas a las cuales de manera piramidal se les ejerce el poder, sino incluso aquellos sujetos políticos que creen poder modularlo el poder llega a controlarlos también pues este existe independientemente de las características personales o las formas de dirección o ejercicio del poder que aplique el dirigente político. Su presencia es tan fuerte, que el propio dirigente llega a ser esclavo del mismo. Desde este punto de vita el poder fluctúa tanto desde arriba hacia abajo, su forma más clásica como de abajo hacia arriba.
En esta relación de fuerzas debemos comprender entonces que entender como sujeto político: Al hablar de sujetos políticos, primeramente se aclararán las diferencias existentes entre los dos tipos de sujetos políticos: los institucionales y las personas. Relacionado con el primer concepto tenemos que los sujetos políticos pueden ser colectividades que tienen una acción política organizada y continua, donde el poder también está en ejercicio. Dentro de esta definición caben los partidos políticos, asambleas, sindicatos y demás. Pero por sujetos políticos debe comprenderse también a los individuos, cuando estos son capaces de influir en los procesos políticos o se convierten en portadores de voluntades política están también ejerciendo un poder, pudiera llamarse un poder político, social, cultural o incluso religioso, mas siempre estarían haciendo uso del poder.
Ahora bien ello no los desprende de que ese propio poder modere su conducta, y los obligue a tomar decisiones que jamás hubieran hecho desprendidos de se poder que le ha dado su accionar como sujeto político. De este modo puede comprenderse mejor a nivel personal, social, cultura, religioso, e incluso privado, la existencia del poder ya sea a nivel macro o micro, siempre está presente.
Desde los líderes religiosos, las figuras políticas, los funcionarios públicos, etc. Otra de las característica de estos sujetos político es su marcada heterogeneidad. Estos constituyen su identidad su identidad a partir de la diferencia con otros. Precisamente de ese liderazgo es de donde empieza a destacarse un uso diferente del poder. Un sujeto que halla característica singulares en él y las utiliza para su ejercicio político, posee un poder que si bien marca pautas de diferenciación a la vez, el poder, marca pautas en él que lo diferencias. Pero, así como el poder utiliza al sujeto político, lo modera, incluso, reformula su proceder la política también tiene la capacidad de hacerlo, por ello la estrecha relación entre "la política" y "el poder".
Según Norbert Lechner en su libro Especificando la política: "Todo sujeto se constituye por medio de otro: distinción del otro y reconocimiento por el otro"[1].
Ahora bien no es el poder en abstracto como se aprecia la transformación del sujeto político. Existen una serie de aspectos que se producen en el ejercicio del poder, entendiéndose este desde el conocimiento, el talento o los principios que se sean capaces de exponer comienzan una modulación del poder. Un ejemplo concreto es cuando el sujeto político expone un discurso, planeta o deja reconocer su identidad ideológica, emite una serie de intereses políticos, que son, a la vez, intereses del poder. El discurso propio, la identidad ideológica y los intereses políticos son también elementos importantes para la conformación del sujeto político mas el poder está presente en todas ellas tanto en el efecto que produce sus intereses político-ideológico, en el trasfondo de acaparamiento de poder que puede comprender dicho sujeto político, como en el efecto que produce ese ejerció del poder no solo hacia sus interlocutores o partidarios de dichos intereses que logra clientelar, sino también los que ejercen estos hacia el. Esa capacidad de confórmale o reconocerle un estatus de poder modifica su conducta y pasa a ser, en definitiva, de un emisor de poder a un ser-sujeto político, dominado por el poder.
El en discurso político, en la capacidad que tenga de definir sus propias posiciones (identidad ideológica) expresan voluntades colectivas. Los intereses políticos al convertirlos en portadores de estos ante los distintos grupos y clases sociales. 3) Intereses políticos. Todo gobierno para hacer frente a su tarea de manera eficiente, por lo menos necesita asegurar el acompañamiento institucional de su partido. (Daniel Gutiérrez Dohan. Campo y sujeto político.) Es por tanto el poder y -según la apreciación de Weber- la dominación en sus formas de transición. "(…) uno de los más importantes elementos de de acción comunitaria. En rigor, no toda acción comunitaria ofrece una estructura de este tipo. Sin embargo, la dominación desempeña en casi todas sus formas, aún allí donde menos se sospecha, un papel considerable."[2]
Ahora bien, si vamos a hablar sobre el poder, según la concepción de Weber hay que hablar delas formas de poder. Una de las formas del poder que resulta más polémica es la dominación, que a veces suele fetichizarse, en la forma de poder económico. Definitivamente cuando hablamos sobre la política nos viene a la mente la economía, o aquella clásica idea de que la política es la expresión concentrada de la economía. Definitivamente una de las grandes contribuciones del marxismo fue trabajar la compleja relación política-economía en la sociedad capitalista. Asimismo Foucault se dedicó a trabajar la sociedad desde una óptica más cultural, para lo cual desarrollo la relación entre poder y cultura, entre sujeto poder, entre el Estado, la política y el poder.
Ahora bien, siguiendo el pensamiento de Weber nos centramos en el poder, para hablar de las formas de poder y más específicamente de la dominación. En la actualidad se han desarrollado toda una serie de ideas acerca de las relaciones entre la dominación, el poder, e incluso la hegemonía. Para ello se han imbuido de una serie de teóricos europeos, donde destacan los casos de los pensadores anteriormente mencionados, incluyendo fundamentalmente para el aso de la hegemonía, la obra del italiano Antonio Gramsci.
El resultado de la globalización o mundialización, ha traído a los cientistas sociales, la necesidad de beber de pensadores que por años estuvieron sus obras engavetadas, sin embargo, a veces se suele leer la teoría sin ubicarla en el contexto histórico en que se produjo, y la sociedad a la cual se analizó, craso error, con una alta tendencia de extrapolación de ideas o de elaboración de absurdas analogías, sin seguir guiándose más en las expresiones que actualmente tienen algunas de sus ideas y menos –desdichadamente- en la metodología que estos utilizaron para la cimentación de sus análisis.
Por estas razones uno de los intentos de este estudio, será concretar la relación entre la política y el poder particularizando, desde el punto de vista teórico, hacia algunas formas del poder, que resueltamente se emplean sin moderación. Un estudio más pormenorizado sobre la concepción de Weber y Foucault acerca de ellas, puede contribuir con interesantes conocimientos, para evitar redundancias conceptuales o el mal empleo de las mismas.
Desde este complejo dueto de formas de poder, Weber desentraña a la dominación como: "(…) la dominación es un caso especial del poder. Como ocurre en otras formas del poder, en la dominación no existe de ningún modo una tendencia exclusiva o siquiera constante, por parte de sus beneficiarios, a perseguir intereses puramente económicos o a ocuparse preferentemente de bienes económicos."[3]
Desde este punto de vista, la dominación tiene expresiones en todos los aspectos de la sociedad, el económico, el cultural, el social etc, así como el poder, tiene entre sus formas, lo económico, lo cultural, lo social, etc. Lo que sucede es que poder incluye también, entre una de sus disímiles formas, a la dominación, lo que no exclusivamente en el sentido violento o físico, como muchas veces se ciñe a la dominación.
De igual manera, si bien el poder incluye la dominación; una de las formas de probar la perdida de poder es recurrir a esa dominación, más restringida al uso de la fuerza física. Si bien la fuerza física permite dominar, el recurrir a ella expresa una pérdida de poder, ya que se apela al método más arbitrario e incivilizado que se puede aplicar para imponer su voluntad. Independientemente de que el estado tenga la posibilidad de licitar el empleo de la fuerza, ya sea a través del orden jurídico, como lo puede establecer incluso en la Carta Magna, o mediante el empleo del poder militar, otra forma de poder, esta perdiendo espacios de credibilidad, espacios de poder, ha cedido la facultad de moderar el pensamiento de los ciudadanos, a perdido poder, ya no tiene los medios necesarios ara convencer sin el uso de la fuerza.
Cuando un Estado no es hegemónico, cuando pierde poder, cuando debe recurrir a la fuerza para equilibrar a sus ciudadanos bajo su orden esta perdiendo poder, y esta debilitándose su política, lo que suele devenir en una crisis político-institucional.
Cuando un Estado recurre a la dominación por medios violentos ha perdido legitimidad y si bien puede ser legal al carecer de legitimidad, de objetividad operacional, en fin de racionalidad. Quizás pueda sostenerse por un período de tiempo más-menos prolongado -en dependencia de los recursos que emplea, las circunstancias históricas y sociológicas en que se produzca- mas la crisis político-institucional que afrontará, pronto detentará de una crisis de gobernabilidad que conducirá la subversión del Estado, de "la política", a partir de las relaciones de poder que se logren establecer entre los diferentes sujetos políticos de la sociedad.
Esas relaciones de poder, o de micro-poder, que se logren establecer irán continuamente debilitando a la política, entendida en su forma clásica y piramidal de esta; logrando lo que se pudiera explicar como una inversión de la pirámide, o clamando por una subversión de ese Estado, que en dependencia de las capacidades con que se realice y las relaciones de poder y "la política" que se articulen, podrán concurrir un proceso reformista o, incluso, llegar a su clímax mediante una revolución. Debe entenderse el par categorial de reforma-revolución restringida al modo político, ya que si bien pueden ocurrir procesos reformistas o revolucionarios, el tema de la revolución también presenta pilares culturales, militares, económicos, sociales etc.
Ahora bien, la aparente homologación de la forma de poder, dominación, a la forma de poder-económico, debe detallarse entonces que entendía Weber como poder económico. Desde el momento en que hablamos de economía debemos hacer un paréntesis y entre economía detallar posesión de bienes económicos, entendiéndolo desde la teorización marxista con su doble valor, es decir con valor de uso y de cambio. Aquí entrarían otras teorizaciones de la sociedad capitalista, que expresan unas cosas o las aparentan y en su esencia suelen ser otras, como ocurre con el fenómeno del fetichismo mercantil.
Pero bien, para no salirnos de la perspectiva de Weber, por forma de poder económico este entendió a: "(…) la posesión de bienes económicos y, por consiguiente, de poder económico, es con frecuencia una consecuencia, y muchas veces una consecuencia deliberada, del poder, así como uno de sus más importantes medios."[4]
Definitivamente uno de los medios en que mejor se expresa el poder es en su forma económica. A través del acaparamiento de bienes económicos puede evidenciarse mejor, al menos en el modo aparencial de las cosas, una ejemplificación material de lo que produce el poder. De igual forma a través de la forma económica de poder puede resultar una vía de obtener otras formas de poder, en la sociedad capitalista, como puede ser el poder en su forma cultural, por el costo que significa la formación del mismo, o incluso, de obtener poder en su forma política, siguiendo las estructuras que se establecen en las sociedades capitalistas para la obtener el estatus de la llamada, clase dominante.
No obstante debe precisarse que tanto como consecuencia, que como medio el poder en su forma económica es una expresión más del poder en sí. Sobretodo porque que la clase que económicamente es dominante, suele coincidir con la que gobierna políticamente; "(…) la estructura de dominación por escasamente vinculada que se halle su peculiaridad económica, constituye casi siempre y en gran medida un factor económicamente importante y en cierta forma condicionado económicamente."[5]
Sobre la obra Michel Foucault
Para entender elementos teóricos como "el poder", merita un estudio detallado. En ese sentido fueron necesarias fuentes teórico-metodológicas que se avinieran concretamente con el presupuesto del poder. La obra de Michel Foucault resulta un gran caudal para ello. De la misma se destacan textos como; Microfísica del poder.[6] Su lectura posibilita reconocer los efectos del poder en la sociedad, desde los sectores en que se desarrolla y crea nexos entre las personas y las fuerzas políticas que proceden, logrando cambiar las configuraciones y figuras del poder político en la sociedad. El texto resulta válido para la definición de las vertientes que puede asumir el poder, por su capacidad de desglosarlo en diferentes caracteres y brindar la influencia que posee en los cambios que ocurren en la sociedad. Sin embargo, presenta la "limitante" de que no es un libro sobre "la política", al menos en el sentido más restringido de su apreciación. No obstante, al presentar al poder desde perspectivas contrarias a las que normalmente se ubican como sus núcleos, resulta básico para una comprensión más minuciosa de a que se refiere y los que pudiera resultar un debilidad, pudiera devenir en una fortaleza teórica para ampliar los referentes sobre las distintas formas en que se revela el poder.
En el caso de Vigilar y castigar[7]también enriquece el cuerpo teórico-conceptual, cooperando con el desarrollo general del estudio. Su definición del panoptismo[8]el ilegalismo y el castigo, como consecuencia del ejercicio del poder político, desde las estructuras gubernamentales hacia su oposición, son necesarias en el desarrollo del tema. Su estudio me posibilita conocer las características del Estado, el Ejército, y las relaciones de poder que manifiesta "la política" comprendiendo al poder como inherente a la misma..
Ahora bien, el trabajo de Foucault, con mayor funcionalidad teórico-metodológica para el En relación a su trabajo titulado como El sujeto y el pode;[9] ciertamente en el se pretende elaborar una historia de los modos por los cuales los seres humanos son constituidos en sujetos. Su objeto investigación no es el poder- al menos esta vez- sino el sujeto. Por ello propone otra forma de estudiar a la sociedad, donde se tomen como referencia de análisis del sujeto, en relaciones de poder, a sus resistencias u oposiciones. Aclara además que sin la posibilidad de la resistencia el poder podría homologarse con la imposición física, por lo que considera necesario especificar las relaciones de poder, focalizándolas en determinadas instituciones. Su estudio me permite una mejor interpretación de la utilización del poder en función de los intereses de la oposición militar a Pérez Jiménez.
Poder en Michel Foucault
En la seductora pluma de Michel Foucault, resulta la contraparte ideal para estudiar a la política desde sus vertientes de poder. La capacidad de este pensador francés para desglosar "el poder" desde sus más amplias apreciaciones hasta su más minúscula y privada expresión; condiciona su lectura para un conocimiento más profundo sobre sus múltiples proyecciones. Esa disertación del poder en sus diferentes matices, permite discernir entre sus complicadas cuartillas cual es su apreciación sobre el complejo dueto cultura-poder. Este se tarará con el afán de no restringir "el poder" a la clásica relación política-economía, sino que como todo fenómeno que se da en las sociedad entra en interacción con disímiles procesos y formas en que se del poder. Si bien el poder en sus formas de dominación y de poder-económico son tienen una marcada presencia en la política, la forma cultural que presenta el mismo, también entra en interacción con la política y no solo desde el punto de vista macro en que comúnmente se le ve sino en su perspectiva contraria, es decir, desde su microfísica del poder. Por estas razones se particularizará, sobretodo, en esa obra.
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En Microfísica Foucault intenta una nueva lógica de poder que no defiende desde postulados macro que pudiéramos entramar en el poder. El caso se halla en hallar, primeramente que entendería él por cultura, luego que defiende como poder, lo cual trastornaría toda la tradición elitista y piramidal con que entendemos estos conceptos en la sociedad. Para adentrarnos en un pensamiento que busca la génesis de cada conceptualización, amparándose en la letra de los más eminentes pensadores de mundo moderno y contemporáneo, para partiendo de su análisis y, sin necesidad de citarlos, mantiene un diálogo constante con sus padres intelectuales que en franca dialéctica. Su visión de la sociedad estará directamente incidida por la cultura, vista en su sentido más amplio, y su repercusión en el poder, el cual invertirá la pirámide con que normalmente se estructura la sociedad, para prever sus nexos como naturales del hombre en su interacción con el mundo. Foucault cuestiona la larga amalgama de excusas con que se fundamenta la sociedad, su constante ejercicio del poder y su consecuente legitimación e institucionalización.
Considerado el francés más prominente del mundo intelectual de la segunda mitad del siglo XX y por muchos de todo el mundo Foucault produciría una insoslayable obra donde se obsesionará por fundamentar las diversas aristas del poder y su influencia sobre la sociedad. Su entorno estuvo mediado de revoluciones e importantes sucesos culturales que consternarían al mundo y tendrían una gran influencia en él; mayo del 68 es un claro ejemplo de ello. Su trágica vida, reclutado en prisiones le permite un conocimiento exhaustivo de lo que teoriza, pues no emerge su obra como un simple investigador del tema, sino que además conoce en su propio ser las complejas situaciones que experimenta un hombre "enajenado" de la sociedad.
Foucault irrumpió en la sociedad tradicionalista de su época declarando su vida sexual y exponiendo sus deducciones como maqueta de su vida para teorizar las más complejas situaciones de la sociedad, lo cual hace con total acierto al punto que logra auto-biografiar su vida y sus experiencias en la proyección de los efectos de poder que ha sufrido y ejercen los hombres en la sociedad, sin trabajar las relaciones políticas económicas lo cual pudiera verse como una limitante, pero también como un logro al desprenderse de los procedimientos economistas politizado de los analistas. Solamente este objeto hace de su obra una fuente imprescindible para la buena formación de la complementación de los análisis de la sociedad constituyendo por ello una piedra angular en la formación de todo cientista pues tributa un método de conocimiento invaluable para la comprensión de la sociedad y su devenir histórico, concretándolo ahora en su relación cultura-poder.
Hacia un nuevo método
El poder en Foucault es ilimitado, lo abraco todo existe en todas las relaciones sociales, se halla en toda la sociedad en constante intercambio y recirculación. No es algo propio de unas clases u otra de un estado sobre todo sino que va a cuestiones tan privadas como las relaciones sexuales. Este forma las sociedades no la sociedad a él. Su ejercicio es de los más complejos y amplios pues se puede ejercer incluso de manera incondicionado, se halla intrínseco en el ser humano y partiendo de el se diluyen las más inverosímiles cuestiones de la sociedad. Un punto interesante en su análisis es ver su genealogía de donde surgen las relaciones de poder.
Este punto nos arrastra tempranamente al dueto cultura-poder pues no hay nada más impuesto que la formación cultural del crío que nace. Desprendido de todo conocimiento, los padres intentan inmiscuirlos en barrote de amor que le impone un modelo una forma de procedimiento casi desde la cuna. Desde allí transita también sentimientos emociones que cada vez mas aparecen condicionadas por un modelo cultural que formula la normalización para la correcta inclusión en la sociedad, a partir de sus preceptos morales, sus formas, sus estilos de vida, en fin, su idiosincrasia.
Desde allí se aplica a un conjunto de dogmas que por una parte abren su pensamiento hacia una concepción ilustrada, por otra lo limitan de ideas calificadas como erradas, aberradas, no coherentes con la dinámica de la sociedad en la cual se le pretende insertar. Por ello resultan tan funcionales las disertaciones foucaultianas sobre la locura y el sexo, debatiendo este último con lo que aprecia como su oponente la sexualidad.
La cultura por ende, deberemos entenderla no como la alta cultura al estilo de Mañach, sino como una conducta directamente ligada modelos idiosincráticos que va más allá de la usanza de casta; para apreciar como sobrio una cultura que penetra en todo y que resulta incoherente el calificarla como popular o no. Digamos que brota una valorización de la cultura en su sentido más amplio, pues aprecia el dueto buscando la esencia del mismo y no las expresiones por las cual se facilitan sus ejercicios de poder. Al separar una de otra para dar aires de libertad moderada y controlada por un concepto de sociedad bajo preceptos pesimistas, que te conducen a un tipo libertad cultural, limitando esta idea a la cultivación enciclopédica de todo un caparazón de producción cultural en literatura, cine artes plásticas etc., que reducen la cultura a la dominación de patrones entendidos como tesoreros de la sociedad burguesa.
Asimismo se modera el concepto de soberanía bajo la demagogia de una democracia representativa del hombre solo debe preocuparse por su micro-espacio, es decir su vida privada en ala cual como demuestra brillantemente Foucault penetran también el poder controlando hasta el más privado de tus deseos por un conjunto de discursos sociales que se lanzan a la sociedad bajo el mito de buena cultura y llevan la baraja escondida de la imposición y dominación de patrones culturales que aparentan liberalidad en lo estético lo musical, etc. Pero cooptan al protestante como vocero de esa sociedad de modo que el rebelde a los patrones se halla seducido por un reacomodamiento que la sociedad le propone, precisándole también los marcos de esta protesta.
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¿Qué entender entonces por cultura? Si nos remitimos a un diccionario se califica como un conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. Se aúpan como modos de vida y costumbres, también pudiera entenderse como rango conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. Conjunto de conocimientos sobre gimnasia y deportes, y práctica de ellos, encaminados al pleno desarrollo de las facultades corporales.
Popular. Conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo. El calificativo de pueblo en sentido despectivo ya esta denotando un ejercicio del poder que enmarca a la sociedad en las estructuras tradicionales y ubica a sus hombres en las estructuras tradicionales. La otra definición "obligada" sería la de poder. Poder se entiende como tener expedita la facultad o potencia de hacer algo. Tener facilidad, tiempo o lugar de hacer algo. Tener más fuerza que alguien, vencerle luchando cuerpo a cuerpo. Ser más fuerte que alguien, ser capaz de vencerle Ser contingente o posible que suceda algo. Solo para explicar que alguien ejecuta algo impedido y forzado y sin poder excusarlo ni resistirlo.
Ahora bien, estas imposiciones culturales que se fundamentan bajo la conservación de los valores nacionales, tradicionales. La humanidad no progresa lentamente, de combate en combate, hasta una reciprocidad universal en la que las reglas sustituirán para siempre a la guerra; instala cada una de estas violencias en un sistema de reglas y va así de dominación en dominación.
Estas relaciones de dominación, difundidas por cultura se imponen desde el más antaño instinto cultural. Por ello busca en la historia la génesis de todo el proceso. Necesita una genealogía un sentido para desarrollar sus teorizaciones. Analicemos entonces el sentido histórico. Para ello recurre a sus padres intelectuales, llega a Nietzsche para reintroducir el punto de vista supra-histórico. Con ello entiende una batalla de poder entre en sentido histórico y el supra temiendo la imposición supra.
Desde este debate refleja imposiciones históricas sobe la apreciación de la historia que problematiza la funcionalidad de la misma viéndola como estrechamente vinculada a los nexos de poder. "(…) La historia será `efectiva´ en la medida en que introduzca lo discontinuo en nuestro mismo ser. Dividirá nuestros sentimientos; dramatizará nuestros instintos; multiplicará nuestro cuerpo y lo opondrá a sí mismo. No dejará nada debajo de sí que tendría la estabilidad tranquilizante de la vida o de la naturaleza, no se dejará llevar por ninguna obstinación muda hacia un fin milenario. Cavará aquello sobre lo que se la quiere hacer descansar, y se encarnizará contra su pretendida continuidad. El saber no ha sido hecho para comprender, ha sido hecho para hacer tajos (…) La historia «efectiva» hace resurgir el suceso en lo que puede tener de único, de cortante."[10]
Este mundo efectivo de la historia lo resume al conocimiento de un solo reino, resalta sus límites en introduce el concepto de reno de monarquía que será una constante en la disertación de la microfísica del poder, este le sirve para demostrar a partir del aparato clásico de destilación de poder para demostrar como esos efectos se dan en todas las ramificaciones sociales. Continua caracterizando las carencias del reino de la historia efectiva sin causa final, homologándola a "la mano de hierro de la necesidad que sacude el cuerpo de la fortuna"[11] para dramatizar la relación de de poder establecida entre la historia, la cultura. Acá introduce una idea de total vitalidad para el pretendiente a historiado. "La historia tiene algo mejor que hacer que ser la sirvienta de la filosofía y que contar el nacimiento necesario de la verdad y del valor; puede ser el conocimiento diferencial de las energías y de los desfallecimientos, de las alturas y de los hundimientos, de los venenos y de los contravenenos. Puede ser la ciencia de los remedios."[12]
Contextualizará entonces los efectos de poder en torno al humanismo, el cual asume como destructor de los deseos de poder. Sin embargo que deja en los aspectos culturales, el humanismo afianzó el cultivo o conocimiento de las letras humanas. Movimiento renacentista que propugna el retorno a la cultura grecolatina como medio de restaurar los valores humanos. Doctrina o actitud vital basada en una concepción integradora de los valores humanos. Pudiera considerarse como esta preponderancia de una cultura que busca en su pasado las bases de los valores humanos una enajenación de los deseos del presente. Entonces habría que ver en que sentido halla el poder y como se asume los deseos del mismo, se decir, se estructuran las carreras del poder de manera que se alcance una cultura de los valores humanos bajo patrones que no irrumpen con la dinámica de poder que hegemónicamente se pretende establecer en la sociedad. Se estipulan los límites de lo que se puede querer en torno la poder, mas es solo eso el poder lo clásicamente estimulado como tal?¿Acaso esa cultura no puede subvertir en alguna medida el orden macro del poder por estar impedido de hacerlo ya que la sociedad le posibilita un acomodamiento, le impone unos intereses y deseos donde para obtener ese poder no necesita subvertir el otro, en todo caso consolidarlo a partir de su cooptación como vocero de esa sociedad, pues en todo caso es en ella donde se adquiere ese poder cultural.
Entronamos el poder como cultural, resumiendo los marcos de la cultura a lo establecido por esa sociedad que solo posibilita ver el ejercicio de poder macro como legitimidad e incluso se debe agradecer a esa estructura la posibilidad y apertura que brinda para el ejercicio del poder individual, micro-poder cultural. Este humanismo posee una valiosa instrumentar la cultural contra el poder.
En el se halla la teoría de sujeto, en el doble sentido como explica Foucault dando dos formas ,una por el des-sometimiento de la voluntad de poder y otra por la destrucción del sujeto como pseudo-soberano, mediante el ataque cultural de la supresión. Este es un punto importante en su visión del dueto pues opone la cultura al poder, luego de considerar esta con poder en si. Entonces la asume como una forma más, importantísima e intrínseca con efectos de poder. Este poder se empieza a temer a moderar y portando a censurar, se concientiza la peligrosidad de la cultura para la subversión del orden, como máxima oposición al poder establecido pero que cambia el arma clásica de la guerra por el de las ideas, el poder de la cultura se comenzará a marcar con más repercusión en la sociedad a partir que pasa a formar la oposición más poderosa al poder estatal. La institución universitaria es su personificación.
Foucault arremete contra la represión universitaria, es un hombre de su tiempo y como tal, palpa los males de su sociedad francesa y el impacto a aquella capa de la sociedad más radical, el estudiantado , pero además comprende la importancia que tiene en ello el sector obrero que ocupa puestos también en las aulas y mezcla a las demandas estudiantiles, intelectuales, las obreras, comprendiendo en franca simbiosis de oposición un potente movimiento cultural que arrecia en poder desde la oposición. Desde acá intenta una nueva faceta del poder el poder estudiantil ,obrero intelectual, su sabiduría, su cultura le da el poder de capacidad de reflexión y acción para sus más progresivas demandas sociales ., fluyendo en fin mayo del 68.
Sin embargo, no podemos decir que el sector obrero es la mayoría en las aulas ni que es tema general sus demandas obreras, en las aulas, en los pasillos no lega esa voz reveladora según confirman las entrevistas de la obra. No obstante el hecho de colegiarse dos sectores diferentes en la sociedad denota una heterogeneidad en el estudiantado y, por otra parte significa una muy productiva mezcla de experiencias , se alinean sectores, se fungen intereses, por coyunturas muy precisas, bien es cierto, pero forman un poder fortísimo contra las castas sociales que temen ese poder cultural que ejerce una fuerza incalculable contra el poder estatal, entendiendo este poder micro , en el estudiantado, en su cultura que emerge en la sociedad irrumpiendo en los más tradicionales dogmas atendiendo a su época y a sus intereses para reformar la sociedad y adecuarla a sus nuevos hitos de poder. Se critica la cobardía de los profesores para abordar problemas del presente, condicionando primero todo un estudio del pasado que no te permiten contrastar con tu nueva realidad con tu época. ¿Cómo pretender comprender el pasado sin interesarse de su presente?
Resulta sobrio conocerlo, descubrirlo con total sobriedad y precisión, con sed en el descubrimiento y la verdadera teorización sobre los hechos, mas como hacerlo sin ser capaz de cometer los mismos análisis en nuestro presente. Parece imposible imaginar el pasado sin las experiencias que nos tributa nuestro tiempo, amen de las subjetivaciones que en muchos que se verán reflejadas siempre en nuestra obra y nuestro pensamiento. Foucault se obsesiona con el poder de las prisiones donde quieren controlar cada segundo de tu vida, cada deseo y necesidad. Por eso halla su oposición, su poder en lo más intimo de su ser su cuerpo y su pensamiento dialogando con una locura a la que es proclive en represión y que lo salva su genialidad.
Por eso necesita idear un poder en si mismo demostrar que no es singular ni único de las estructuras del estado el ejercicio del poder, que este se halla en cada ser, y se ejerce constantemente. En su cuerpo allá un poder de protesta de rebeldía de libertad donde irrumpe con el tradicionalismo y muestra decisiones individuales de las cuales se considera pleno. Por ello Foucault halla en su mente en su cuerpo el poder de influir en la sociedad con su cultura y su ejercicio del poder. No es de sorprender entonces que declara su homosexualidad sin tapujos y que lograra influir en miles de seres y cambiara los análisis de todo cientista social desde su mente provocando una rica ruptura en los análisis tradicionales para plantear otro modo de ver la sociedad, elevando a planos inéditos el dueto cultura-poder.
Este método de apreciar la sociedad, por un lado nos subjetiva pudiera subjetivarnos, parecer pesimista–de hecho lo es en alguna medida- pero nos muestra que para acometer con valentía el pasado, aprehenderlo desprendidos de dogmas y tabúes es necesario tener una mente abierta. ¿Cómo poseerla si invadimos el presente permitiendo que se apoderen de nuestro cuerpo y nuestra mente los tabúes de ataño? No basta de condicionamientos más que los necesarios e inevitables que nos atan nuestro tiempo y sociedad.
La posibilidad de hacer una historia social, desprendiéndonos de los procedimientos del positivismo e incurriendo en temas tan atrayentes como la cultura, el poder, las razas, las migraciones, el género, la sexualidad, la mentalidad y el pensamiento, así como tantos otros que nos tocan muy de cerca diariamente y a veces en la franco conservadurismo intelectual nos vamos del mundo de los vivos o nos resumimos a la historia relato sin atender las problemáticas más acuciantes que supongan comprometimiento y fundamentación de nuestras teorizaciones. Sus análisis dan un excelente bloque teórico para los métodos de análisis con que vayamos a abordar cualquier tema de investigación.
Pero pensemos ¿qué escritor-pensador no ha tenido una vida intensa, como pretender teorizar, intentar invadir y debatir el pasado, las vidas y dinámicas de personas singulares sin una mente abierta, capaz de asumir como suyas todas esas impactantes ideas, es imposible, si mayo del 68 hubiera sido tomado por personas así jamás se hubiera logrado.
Los nuevos tiempos demandaban nuevas ideas, y estas deben llegar a los planos institucionales donde se promueve la cultura. Por ello la Universidad constituye un ente imprescindible de la nueva sociedad sus cátedras y objetivos deben intentar alinearse la los nexos de poder emergentes de una nueva época donde las transformaciones sociales irrumpirán a partir de las demandas de sus más sobrios talentos culturales.
Según Foucault, mayo del 68 ha destruido la enseñanza superior del siglo XIX, que tributaba todo un caparazón de instituciones que transformaba una pequeña fracción de la juventud en élite social. Se arremete entonces contra las instituciones clásicas de ejercicio de poder a nivel micro y socialmente aceptables como es el caso de las prisiones, de los manicomios o casas psiquiátricas, o los institutos del saber, es decir escuelas y universidades como locales que ejercen constantemente un poder y que a la vez hallan esa oposición micro que se le enfrenta y descubre una nueva escala de poder.
En el poder que halla el preso en su celda hacia el control de su mente y de su cuerpo, en la sabiduría del bachiller y el estudiante universitario que enfrenta a su profesor a situaciones más complejas donde no puede ocurrir al pasado o exponiendo un pasado que necesariamente trae la visión del presente o sencillamente en la negativa del paciente psiquiátrico a medicamentarse lo que ridiculiza al tratante teniendo que recurrir a la violencia para una camisa de fuerza la tortura como calmante o la propia droga esta que ya los estudiantes comprenden como enajenación del estudio y dejan autónomamente y que sin embargo la sociedad reprime , porque no reprime entonces el cigarro, la bebida, la cafeína y tantos otros vicios.
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