De Weber a Foucault: Debate en torno al poder y la dominación (página 2)
Enviado por Alejandro L. Perdomo Aguilera
Su individualización del poder lo lleva a un punto de intolerancia sobre los esquemas de normalización y consenso que se proyectan en la sociedad. Plantea, como viciado y a destruir aquellos movimientos de anti-siquiatría, considera utópica la visión de sociedad en su conjunto, lo aprecia como elemento a derrumbar precisamente porque se pretende mediar intervenir en el poder privado de las personas, en aquellos rangos que la sociedad moderna permite la independencia y aculturación. Se muestra conservador para concebir un modo de apreciación de la sociedad que aspire a una concepción de su conjunto la ve como peligrosa, utópica e irracional. Este es quizás unos de los puntos contradictorios de Foucault, un hombre que irrumpe con las lógicas de pensamiento, que trastorna las estructuras de poder y sus relaciones culturales para hallar un sentido más amplio que no se resume a las estructuras estatales. Un cuentista que allá imprescindible transformar hasta las más ínfimas partículas de relaciones de poder del estatus anterior para no errar en las nuevas propuestos ¿cómo cae entonces en el discurso pesimistas de la imposibilidad de nuevas propuestas de la sociedad contrarias a la dinámica del capitalismo.
La otra lectura que pudiera hacerle a este comentario sobre el rechazo al manicomio en movimientos anti-siquiátricos sería el pragmatismo con que asume el contexto que vive, época de crisis de ideologías donde asume su papel de salvaguardar el viejo sistema a partir de la retroalimentación del nuevo que emerge. Viéndolo desde esta óptica , relee la obra de Marx para salvar al capitalismo y desarrolla aquellas aristas de su pensamiento que por no ser objeto fundamental solo presentaron y el ahora prolifera anunciándose como el nuevo gurú- al decir del profesor Pitaluga del capitalismo mundial y sus relaciones de poder intrínsecamente vinculado a la cultura pues conoce la sobriedad con que se han abordado los temas políticos y económicos de manera que va hacia lo menos tratado para proponer sin lugar a dudas una muy válida óptica de pensamiento y de asunción de la realidad social.
´´El leninismo no es el único en cuestión, sino también el maoísmo: organización y ejército populares contra organización y ejército burgués, dictadura y Estado proletario. Estos instrumentos concebidos para la toma del poder se consideran que desaparecerán después de una etapa transitoria. Esto no sucede como lo ha mostrado la experiencia bolchevique; y la revolución cultural china no los ha disuelto totalmente. Condiciones de la victoria, conservan una dinámica propia que se vuelve también contra las espontaneidades que contribuyen a liberar. Se da aquí una contradicción que es posiblemente la contradicción fundamental de la acción revolucionaria´´
Expone Foucault el caso de la acción de los reclusos de París en 1972 como un acto concreto de toma del poder al negarse a salir de prisión, resguardando por este medio su vida para luego imponerse en el poder estatal, con la negativa de ir a la guerra como conejillo de indias para una cusa que solo en última instancia pudiera también ser la suya. Pero no se limita a las acciones de oposición al poder hegemónico sino que atiende las ideologías haciendo gala de su integral intelecto no quedando satisfecho con el leninismo va hacia el maoísmo para entender la confrontación ejército burgués contra el proletario.
Se descubre como los instrumentos de la revolución proletaria- el ejército- no desparece ni para China ni para Rusia luego de su etapa transitoria, ni siquiera la revolución cultural china los disuelve totalmente pues resultan mecanismos de eficiencia. Aquí se aprecia uno de los elementos más contradictorios e interesantes de la acción revolucionaria. El poder que sirve para la acción revolucionaria también puede servir para revertirla al superar las aspiraciones culturales funge como asegurador de esa nueva clase que se enraíza en la élite de poder, viéndolo en el sentido estructural y tradicional del Estado.
Entonces como conjeturar el poder desde la óptica de Foucault. Un índice muy sobrio del mismo lo denotan sus consideraciones en torno al humanismo. Se asume una nueva dinámica de poder que acomoda al hombre desde una lógica donde pasa de dominado a dominador de aquello que en su microfísica interior posee control y puede ejercer poder , por tanto se impone una nueva cultura de vida una nueva forma de comportamiento y de conducción social. Ello se explica a partir del conjunto de soberanías por las cuales ejercemos poder, como el alma, soberana del cuerpo, sometida a Dios, la conciencia soberana del orden del juicio, sometida al orden dela verdad, el individuo soberano de sus derechos, sometido a las leyes naturales y a las reglas de la sociedad, y la libertad– en un sentido esencial- interiormente, exteriormente consentidora, contextualizada y acomodada a sus destinos.
En esta nueva idea del poder la cultura replantea una nueva conducta ante la sociedad le concede el conocimiento de pequeñas partículas de poder sobre las cuales puede ejercer cierta autoridad. Sin embargo también le muestra la secuencia de una cadena donde el poder lo ejerces por un lado y te domina por el otro, o sea que ocurre una recirculación del poder que transfiere ideas y visones a otro, a partir del ejercicio de el poder y su influencia cultural-
En ese poder sobre nuestro microcosmos se halla una liberalidad cultural increíble dentro de las cuales parece sobrio aspirar a la felicidad y, una si bien mediada no ajena a los pequeños placeres de una individualidad mediadamente plenipotenciaria que recicla en la sociedad, sentado pautas mediante una nueva cultura, bajo nuevos esquemas de vida.
Se busca con obsesión aquellos nexos de poder en las combinaciones sociales más insignificantes. Aquellas que permiten al tradicional oprimido devenir como soberano a partir del estado que ella en su propia cultura que lo hace emerger como nuevo soberano. La Universidad, mayo de 1968 tendrá un impacto insoslayable en su deserción, un fuerte subjetivismo lo ata, los muchos años empleados en la enseñanza universitaria y sus angustias desde las prisiones, como nos controlan, la vida y los más intrascendentales deseos a través de una lógica de poder que lo condiciona todo, lo abraca todo y por ende pretende controlar todo.
Ahora bien, como hallar a través del poder cultural una manera de dentro de lo micro–marcos de poder permitido un rango d libertad donde ejercer poder y como si a través de la proliferación y sumatoria de esos micro-poderes podemos subvertir, el poder macro a partir de la transformación que logramos en el micro, es decir invertir la pirámide de poder a través de una élite de poder que se califica así a través del poder cultural alcanzado que influye sobre toda la sociedad.
Mayo del 68 ha destruido la enseñanza superior del siglo XIX. Una gran polémica para todo cientista social. En el porque se halla una de las problemáticas fundamentales del dueto.
El problema se halla en la imposibilidad práctica de desprenderse totalmente de los pequeños mecanismos secretos de poder existiendo los grandes mecanismos secretos mediante los cuales una sociedad transmite su saber y se reafirma ella en su apariencia de saber. Por ello a importancia de las relaciones sociales y la cultura dará una constante en su obra como reflejo del poder. Estudia las disciplinas para valorar en ellas la influencia de estos mecanismos secretos como determinantes en la sociedad. Ellos moderan los proceso revolucionarios modificándolos pues se legan en las nuevas bases del lo que se pudiera considerar como la revolución, minándola desde dentro con el desenvolvimiento de relaciones sociales a la usanza del viejo orden.
De allí su preocupación por la persistencia de los mecanismos secretos, más bien indirectos de ejercer el poder y de construir una tradición cualitativa de juventud que se aristocratiza en élite social a partir de la añeja estructura del siglo XIX. ¿Cómo pretender revoluciones como la aspirada en mayo del 68 si los verdaderos núcleos de poder, esos que a nivel micro trasmiten un constante mensaje de no son transformados?
La sociedad en abierta cofradía de micropoderes continúa transmitiendo un legado que perpetua la clase tradicional en los centros de producción de saberes reclutando por otro lado, bajo patrones de una misma época aquellos que no se ajustan a la añeja sociedad ¿y a la nueva? Una verdad que queda sin respuesta se descubre la disimiles facetas, y matices del micro poder más no con cambiarlos, en franca aptitud pesimista se plantean invictos toda una amalgama de micro poderes que ridiculizan las revoluciones de ensueño convirtiéndolas en simples reformas a la vez que lo micro-poderes terminan cooptándolas, corrompiéndolas, clientelándolas, en fin, moderándolas.
El peligro de reproducir las viejas relaciones de poder en el "nuevo orden" es permanente. Una pregunta polémica que cambiar la institución o el sistema ideológico. En su análisis de Mao se percata de un movimiento que pretende cambiar el sistema ideológico sin derrumbar la institución, apreciándose una influencia del leninismo pero que su cultura debe modificar para ajustarse a las relaciones sociales que se desarrollan en su geografía. Existe también el reformismo entendido por Foucault como aquel proyecto donde el objetivo es cambiar la institución sin tocar el sistema ideológico. La problemática yo la aprecio en que institución es en parte sistema ideológico y si ella se transforma el otro también de allí la peligrosidad que veníamos comentando sobre los mecanismos secretos que se impregnan ora como institución, ora como ideología en el nuevo sistema de relaciones sociales que expresan poder y se manifiestan como una cultura. Entonces deberemos entender la acción revolucionario como transformación simultánea de estas dos temáticas (ideología-institución).
Esta acción se supone que debe atacar a las relaciones de poder allí donde es el instrumento, la armazón, la armadura .Pero las relaciones sociales, complejizan esta acción revolucionaria la atizan y la someten a una cultura, idiosincrasia que no se puede destruir como institución, que a la vez transmite ideología y lucha contra las contradicciones que comienzan a manifestarse en el seno de la acción revolucionaria al entrar en su período de transito. Un aspecto muy interesante que retoma Foucault es la contradicción debatida entre ese ejército que emerge como representante del pueblo durante la acción revolucionaria, homogeneidad solo posible por coyunturalmente y que luego se dudara si es el pueblo en si este ejército. Ciertamente resultaría imposible homologar el concepto de pueblo con el de ejército. Esto existe siempre la posibilidad de una contradicción entre el ejército y el pueblo, y existirá siempre la posibilidad de represión de este aparato de Estado sobre las masas populares, lo que abre la posibilidad y la necesidad de toda una serie de revoluciones culturales precisamente para abolir las contradicciones antagónicas entre estos aparatos de Estado que son el ejército, el partido o el aparato administrativo y las masas populares. También habla de las modificaciones que concurren en la cuadriculación del poder en el devenir histórico aplacándose primigeniamente desde los ejércitos para luego aplicarse desde centros penitenciarios y policíacos. La vigilancia es una constante en él, difunde todo una teoría del llamado efecto panóptico donde se expresa en las relaciones sociales, en e lenguaje, en las formas de vida una cultura de censura donde queda el aquello de que somos constantemente vigilados de que existe un poder desde arriba que lo controla todo, hasta una conversación telefónica y oímos constantemente esa frase de las paredes tienen oídos que se lega a la cultura como patrimonio efímero de nuestros dicharachos culturas. Ahora esa cultura que algunos califican de popular es tan importante e imprescindible como la mejor obra de teatro shakesperiana, ambas transmiten un discurso social una oposición al otro poder que se enfrenta desde el aspecto cultural, de allí la importancia de los cuentos de Liborio en la época neocolonial cubana, la novela de Carlos Loveira sobre la República de Generales y Doctores. Si quisiéramos cruzar por ejemplo al mundo de los vivos y aplicarnos a la manzana de pablo Freire donde para comprender la Historia debemos contrastarlas con nuestras experiencias del presente y en nuestra geografía pudiéramos hallar un programa tan entretenido como "Deja que yo te cuente" y su profesor Mente Pollo, donde se transmite y legitima un discurso de protesta y expresión de las realidades a partir del humor. Ello manifiesta como la cultura cubana va sincronizando en su expresión las más complejas realidades. Entonces como soslayar lo que algunos califican como cultura popular cuando lo abarca todo, se hace poseedora de un poder cultural que es el principal instrumento de la protesta social como reflejo de las relaciones sociales entronizadas en su poder cultural.
Volvamos ahora sobre el tema maoísta, como discernir la oposición institucional, como ver la contradicción entre la representación partidista y la sindical. Los enigmas y conceptos caen en crisis ante la matización del poder que por el contrario de la clásica simbolización en institución se fragmentan en facciones e ideas como puede ser liberalismo, humanismo y la institución, ejemplos que hallan su génesis independiente y dentro de si misma su autonomía y, poder que demandan. Primeramente desde la cuadriculación de poder interno, para luego expresarse hacia lo que constituye la esencia del problema y no la expresión, demostrando la valía micro de la fragmentación del poder para resolver problemas clásicamente atendidos desde el poder macro. Entonces hasta que punto la Institución es culpable de los males sociales y hasta que punto las relaciones que se establecen en todo su entramado piramidal de capas intermedias y baja que no tienden ni fungen de acuerdo al discurso macro de poder si no a micro intereses que son los varaderos móviles de su subyugación. Ahora bien acaso esos móviles no son inducidos de cierta manera por ese acto de poder bajo el conocimiento de la cultura, de la idiosincrasia que fluirá como móvil inicial para la hilvanar las subsiguientes micro-relaciones de poder.
Otra problemática que se trae a colación es respecto a los peligros de las extrapolaciones y los patrones para medir ideología y acción del proletariado o ejército-ya vistos- que debiera representar a ese proletariado, como puede llegar a reprimirlos. Por otra parte, bajo que patrones-los burgueses- medir esta categoría ejemplo el caso de la democracia participativa y el ejercicio del poder por el líder o el pueblo la ramificación o unión de una nación etc.
Entonces como querer competir enfrentar un nuevo poder al vigente si pretende luchar bajo los mismos patrones haciendo las mimas concesiones. Luego el resultado puede ser "propio" y en alguna medida creativa mas siempre desprenderá el viso de imitador e iguales concesiones para atrapar- con otros objetivos– a un mismo pueblo o auditorio. El error es pretender hegemonizar bajo mismos patrones que no convencen por extrapolados y cambiantes en vez de intentar buscar esas nuevas lógicas para objetivos propios bajo estructuras innovadoras, que muestren de raíz la ruptura con el de poder anterior, con los dogmas de poder y las disciplinas de subyugación.
El hecho de practicar una división de las masas a partir de un arquetipo de "justicia" dada la improbabilidad de asumir tanto a ella como a su antítesis como negativas del ejercicio del poder pues lo ejercen constantemente. Ahora bien, hasta que punto logran dividir las masas y subyugarlas bajo su poder si estas independientemente de su posición poseen una cultura común y un pensamiento medio -hijo de su tiempo– donde se aúpan intereses. ¿Cuán relativa pudiera ser eta frase, este poder si las masas subdivididas niegan la estratificación estadual a partir de sus nuevos intereses en nuevas coyunturas hegemónicas? Sus verdades económicas que la llevan a una praxis común y su dinámica de vida que asumen con necesidad de cambios donde los fines pudieran ser diferentes pero el medio pudiera homologarse contra estructuras tradicionales del poder que se oponen a ese cambio trasformando entonces el concepto de justicia por el contrario-justicia y viceversa.
Acerca del poder del cuerpo, podría apreciarse en Foucault una disertación sobre culturas y contraculturas sexuales que irrumpen en los tabúes se dan un eficiente y seductor control del cuerpo, los efectos del poder sobre el ,los que presupone y halla más pragmático que el estudio de las ideologías en cuanto a poder ,va hacia el grano de poder para disertar desde allí una nueva cultura de vida una matización del poder que lo disuelve en todo lo que tocamos ,sentimos y amamos , se hace sencillo acceder a él , se hace complejo desprenderse del mismo.
Otro punto candente de su trabajo es haber comprendido como el poder no se halla únicamente en los aparatos de Estado, que ´´nada cambiará a la sociedad si no se transforman los mecanismos de poder que funcionan fuera de los aparatos de Estado, y que nada cambiará en la sociedad si no se transforman los mecanismos de poder que funcionan fuera de los aparatos de Estado, por debajo de ellos, a su lado, de una manera mucho más minuciosa, cotidiana.´´p.108. Revisa los nexos de poder en la esencia de los mecanismos y no la expresión planteando cátedras para la revolución, pues accede a aquellas guardianas del estado anterior que se adhieren al estómago de la revolución minándola desde dentro impidiéndola generar nuevas formas de concebir las relaciones de poder.
Los avances en la sociedad , se vincularían directamente con aquellas ideas que repercutan en la normalización de la sociedad bajo los patrones de poder establecidos, se busca la normalización general en torno a discursos de soberanía en una doble relación jurídica y de represión que intenta la homologación máxima de la sociedad bajo los patrones de su normalización encarcelando y enjuiciando aquellos que se van más allá de sus rangos , ora bajo un discurso demasiado severo con la verdad ora hacia una conducta no preestablecida . Precisamente lo que se busca es la pervivencia de las concepciones formales de la sociedad civil, reciclando el poder hacia sus nexos más insignificantes y microscópicos.
Según él, el poder se construye, partiendo del mismo, mas no se podría distinguir sin la necesaria vinculación con la economía y las relaciones de producción. Este no se haya independiente para su estudio es necesario el estudio de todos los procesos sociales, económicos y naturales, pues esta en todas partes, todo lo abarca, lo recircula.
Conclusiones
Foucault nos muestra una nueva forma de apreciación de la sociedad, de las relaciones sociales, de nuestros nexos de poder. Nos otorga nuevas aristas de apreciación donde el subyugado halla en si raíces de poder y lo imperante aparece como condicionado a ese micro poder. Nos vincula todo en la sociedad desde una perspectiva tan amplia como la cultura desde la cual se expanden los efectos de poder como una marejada de pinceles que abordan un lienzo. La sociedad aparece redescubierta. La economía , la política, hasta ahora entes fundamentales del poder mundial , se ven enajenados, como que mermados pues existe un vínculo mayor único e innegable que repercute en todas las relaciones sociales independientemente de su bolsillos partido a que pertenezca pues sobre todos esos posibles axiomas existe un vínculo más fuerte la cultura que fundamente en toda su expresión desde su cuerpo hasta sus más inverosímiles geografías para teorizar toda una serie de condicionamientos desde la deconstrucción en sus diferentes disciplinan que avalan, finalmente a la cultura como emancipadora, pero también como subyugadora donde se entraman todas las relaciones sociales y se transmiten los efectos de poder. Desde este sistema e relaciones comprende la sociedad Foucault. Expande las concepciones de producción hacia la sociedad y la cultura y va hacia la esencia de las problemáticas más complejas de la sociedad. Por eso entiende que la revolución no puede ser la simple sustitución de la propiedad del poder, sino que debe transformar, instituciones, ideologías, y crear nuevas relaciones sociales desprendiéndose de los nexos secretos que pudieran revertir la oposición desde dentro. Con ello comprende a las relaciones sociales y a la cultura como las varaderas determinantes, de donde brotan y retransmiten los efectos de poder.
En este sistema de análisis comprende que las represiones, es decir los ejercicios de poder no tienen más que excusas para sus razones de ser en la delincuencia, la locura y tantos otras fundamentaciones para la institucionalización del poder y la traducción del panóptico en las disciplinas, las acciones del gobierno y la práctica sobre si, no tienen en si fundamentación racional. A la vigilancia se suma el castigo, sin embargo este no se ejercerá para suprimir el crimen, lo cual es imposible, se hace para transformar la mente del culpable. La gran incógnita es hacia que se transforma esa mente que reafirmación, legitimación del poder se concibe desde el castigo., y por si fuera poco, que relaciones sociales y culturales desarrolla el castigado con el opresor desde su microfísica del poder para corroborar así los efectos del poder en toda la sociedad. De ese último análisis pudiera pensarse que la sociedad forma al poder, mas no es así esta forma a las sociedades se comprende con él.
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Autor:
Lic. Alejandro L. Perdomo Aguilera
La Habana, 2010
[1] Norbert Lechner. Especificando la política., p.29.
[2] Max Weber. “Economía y Sociedad” Sociología de la dominación. Estructuras de funcionamiento y dominación. Poder y dominación. Formas de transición.
[3] Max Weber. “Economía y Sociedad” Sociología de la dominación. Estructuras de funcionamiento y dominación. Poder y dominación. Formas de transición.
[4] Max Weber. “Economía y Sociedad” Sociología de la dominación. Estructuras de funcionamiento y dominación. Poder y dominación. Formas de transición.
[5] Max Weber. “Economía y Sociedad” Sociología de la dominación. Estructuras de funcionamiento y dominación. Poder y dominación. Formas de transición.
[6] Ver: Michel Foucault. Microfísica del poder. Madrid, 2ª edición de las Ediciones de la Piqueta, 1979.
[7] Michel Foucault. Vigilar y castigar. Buenos Aires, Siglo XXI Editores Argentina, 2002, pp.314. (Primera reimpresión argentina).
[8] Sentimiento de vigilancia y persecución constante, como reflejo psicológico que auto-reprime a las personas.
[9] Michel Foucault. El sujeto y el poder. (Digital) ARTNOVELA.COM.AR (http//www.artnovela.com.ar/), (traducción por Santiago Carassale y Angélica Vitale).
[10] Michel Foucault. Microfísica del poder, p.20.
[11] Michel Foucault. Microfísica del poder, p.39.
[12] Michel Foucault. Microfísica del poder, p.22.
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