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Violencia Intrafamiliar contra los Ancianos desde la Criminología en Cuba (página 2)

Enviado por Celin Perez Najera


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La violencia. Principales Definiciones Conceptuales.

La violencia se encuentra en correspondencia con los valores, normas y creencias de cada País, época y clase social, los diferentes grados, niveles y concepciones con que se presenta en cada terreno. El origen de la violencia es parte de una cuestión cultural, o mejor dicho, tiene sus raíces en los conocimientos, tradiciones, usos, costumbres y manifestaciones de los pueblos, quizá desde hace miles de años.

Han sido muchos los tratadistas que han abordado la violencia desde diferentes puntos de vista, por lo cual para comenzar ha desarrollar nuestro trabajo hemos decidido realizar un estudio sobre las diferentes concepciones de la violencia en la Criminología.

Para algunos estudiosos del tema la violencia ha sido definida como "cualquier relación, proceso o condición por la cual un individuo o grupo social viola la integridad física, psicológica o social de otra persona. Es considerada como el ejercicio de una fuerza indebida de un sujeto sobre otro, siempre que sea experimentada como negativa".

La violencia constituye una de las afectaciones más severas que ha venido azotando a la humanidad. Las distintas formas de expresión individual y colectiva de la violencia, los factores que la originan y las consecuencias sociales que generan hacen de ella un fenómeno complejo. Se estima que la violencia tiene un carácter moldeable en función de la dinámica del poder y de la distribución de los roles y recursos.

De igual forma es considerada como la "trasgresión de normas, valores y pautas de conducta predeterminadas a nivel social, ya sea por una aceptación del consenso mayoritario, o por la imposición de una clase social muy fuerte socio económicamente. La violencia se produce en situaciones conflictivas cuando el individuo, grupo o conjunto grupal que entra en contradicción con esas normas, valores y pautas, o no encuentra la vía para solucionarlos.

La violencia es un fenómeno multifacético, de carácter social y contenido amplio, puede ser lo mismo doméstica, comunitaria, grupal, social, escolar, laboral y provoca tales consecuencias en la salud y la vida social, muchas veces sin llegar a la causa eficiente que lo comenzó.

Este concepto "siempre nos remite a la fuerza, el poder, implica el uso de la fuerza para producir un daño; la violencia siempre es una forma del ejercicio del poder mediante el empleo de la fuerza" ya sea física, psicológica, emocional, sexual o económica, implica la existencia de un arriba y un abajo, reales o simbólicos, que adoptan las formas de roles: Padre-Hijos; HombreMujer; Maestro-Alumno; Jefe-Subordinado; Joven-Viejo, entre otros. Como se puede ver estamos ante un problema social, que afecta e interfiere en la integridad, desarrollo y derechos de las personas.

En cuanto al "enfoque teórico ecológico es como la forma de ejercicio del poder mediante el empleo de la fuerza física, económica, política, e implica la existencia de un arriba y un abajo, reales o simbólicos, que adoptan habitualmente la forma de los roles complementarios: padre hijo, hombre mujer, maestro, joven viejo, etc.

Encontrando que el uso o abuso de la fuerza es un método para la resolución de conflictos interpersonales, en el que doblegar o anular la voluntad del otro es la solución".

La Organización Mundial de la Salud ha conceptualizado a la violencia como "el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.", en cuanto la Organización Panamericana para la Salud la define como "la utilización de la fuerza física o de la coacción psíquica o moral por parte de un individuo o grupos en contra de sí mismo, de objetos o de otras personas, que produce como resultado la destrucción o daño del objeto y la limitación de cualquiera de los derechos establecidos de las personas o grupos de personas víctimas".

Nuestra postura es la de entender a la violencia como una construcción social e histórica y por lo tanto humana, de allí que su definición dependa del momento histórico y social que se esté viviendo; diferenciándola de la agresión por ser ésta propia del instinto animal. Reconocemos que su vigencia permite una visión del Mundo que legitima el uso de la fuerza, la desconfianza y el egocentrismo, por ello Sartre señala que la "violencia hace cultura", y en ese proceso toda una serie de actitudes como la envidia, los celos, el resentimiento y el odio se transforman en violencia funcional al sistema.

Hemos realizado un análisis de algunos de las definiciones conceptuales y de las manifestaciones de la violencia que han sido abordados por diferentes autores, considerándolos como premisa del fenómeno que atañe a la sociedad, lo cual evidencia sin lugar a dudas un estudio de las concepciones de este mal, la violencia se relaciona en diferentes campos interdisciplinarios y áreas de investigación, razón por la cual sus estudios han sido fragmentados, lo que impide una teoría general que ayude a accionar para prevenir y eliminar este fenómeno.

Estudio conceptual de la violencia intrafamiliar.

A lo largo de la historia ha significado la Familia la institución básica de la vida social y económica, por ende se considera, la célula fundamental de la sociedad. La Familia funciona como un sistema, como tal, establece canales de comunicación entre sus miembros, los protege de las presiones exteriores y controla el flujo de información con el exterior, siendo la meta conservar la unidad entre los miembros y la estabilidad del medio. Cuando hay demasiada permeabilidad, el sistema se cierra y se aísla, provocando desviaciones significativas en las interacciones que se dan entre los miembros de la Familia; lo cual lleva a un estado de desequilibrio, como es el caso específico de la violencia intrafamiliar. La Familia configura las condiciones inmediatas del espacio social en el cual el individuo afronta las posibilidades reales de realizar o no lo que desea y puede hacer. Esta situación lo pone en perspectiva del tiempo, sus vivencias del pasado y del presente como posibilidades del futuro, las cuales se unen en un sentido estructurante en cada individuo, expresado en un estilo de vida.

By Lewis H. Morgan, "expresa que la evolución de la sociedad está íntimamente entrelazada con la Familia; progresan, modifican y se proyectan" a la par. De ahí la importancia de estudiar lo negativo que sucede en el seno familiar. La violencia en la Familia se puede considera desde el propio surgimiento del hombre, si analizamos que desde la era primitiva comenzaron a unirse con la única aspiración de vivir y sin la existencia de límites que prohibieran su actuación desmedida, con el transcurso del tiempo las restricciones, diferencias y ambiciones invadieron la tranquilidad. La mujer que había sido libre y considerada se convirtió en esclava del hombre, los hijos se transformaron en blancos de agresiones como si de algo natural y obligado se tratare, mientras que los ancianos eran inservibles (carga) y hasta abandonados. Comenzó la penitencia de la potestad patriarcal que justificaba la autoridad desmedida del marido por encima de preferencias de la mujer y otros miembros de las antiguas casas grandes. Por el camino del tiempo, los encuentros de distintas culturas caracterizadas por actos de poder, descomedimientos y hasta brutales (conquista y colonización) y hasta la simplificación excesiva o el escaso juicio crítico sobre convicciones de géneros dieron lugar a los nocivos estereotipos y al origen y fomento de la violencia en el contexto de la familia. Estos cambios enmarcaron sociedades a partir de estadios de la barbarie y con distintos matices subsiste de manera imperante hasta que en el siglo XX se toma conciencia global del alcance de tal engendro y que los conflictos de esta índole deben ser erradicados para procurar existencia armónica. La presencia de situaciones violentas origina el sufrimiento y el deterioro de la calidad de vida de los componentes de este sistema.

Sobre la conceptualización de la violencia intrafamiliar, se ha escrito desde varios puntos de vista psicológico, sociológico, clínico y criminológico, consideramos entonces reflexionar al respecto sobre el criterio de algunos autores.

Cuando se busca el significado gramatical de violencia "(calidad de violento, acción de violentar o violentarse, acción contra el natural, modo de proceder) y la combinamos con la definición de Familia (personas que viven bajo una misma autoridad, conjuntos de parientes, individuos con algo en común), permite resumir que violencia intrafamiliar es el comportamiento, conducta y acciones de una parte de ese ámbito que afecta la integridad psico-emocional y física de otros miembros; es todo acto contrario a la armonía, que ataca la autonomía y no respeta la individualidad de cada humano".Para Antony y Miller "la violencia intrafamiliar es todo acto cometido dentro del hogar por sus miembros, que perjudica gravemente la vida, el cuerpo, la integridad psicológica o la libertad de otro miembro de la Familia".

Este concepto puede ser un poco más explícito, por ejemplo, se define como un conjunto de actitudes o de comportamientos abusivos de un miembro de la Familia que tiene como objetivo controlar a otro, de manera que éste actúe de acuerdo con sus deseos. Bajo este tipo de conducta, se puede comprometer la supervivencia, la seguridad o el bienestar de otro miembro. Todas las formas de violencia familiar tienen un punto en común: constituyen un abuso de poder y de confianza.

Según ésta definición "es aquella que tiene lugar dentro de la Familia, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio, y que comprende, entre otros, violación, maltrato físico, psicológico y abuso sexual".  También hay autores que precisan que la violencia ocasiona diversos niveles de daño a las víctimas de esos abusos. Puede manifestarse "a través de golpes, insultos, manejo económico, amenazas, chantajes, control, abuso sexual, aislamiento de familiares y amistades, prohibiciones, abandono afectivo, humillaciones o al no respetar las opiniones, son estas las formas en que se expresa la violencia intrafamiliar, comúnmente en las relaciones de abuso suelen encontrarse combinadas, generándose daño como consecuencia de una o varios tipos de maltrato".

Se define además la violencia familiar como "el uso de la fuerza física moral, de manera reiterada o en contra de un miembro de la familia, por otro de la misma que atente contra su integridad física o síquica, independientemente de que pueda o no producir lesiones; siempre y cuando el agresor y el agredido habiten en el mismo domicilio y exista una relación de parentesco, matrimonio o concubinato".

María Cleves señala que es "ésta una manifestación familiar disfuncional, se han agotado las posibilidad de interacción y comunicación". Estas agresiones no solo se producen debido a aspiraciones personales, sino también a cambios en las normas y en las condiciones hogareñas.

Hay autores que señalan que la violencia intrafamiliar se da básicamente por tres factores; uno de ellos es la falta de control de impulsos, la carencia afectiva y la incapacidad para resolver problemas adecuadamente; y además en algunas personas podrían aparecer variables de abuso de alcohol y drogas.

De todo lo anterior se evidencia que el término violencia familiar se va ha referir a una situación de poder y alude a todas las formas de abuso que se dan en las relaciones entre los miembros de la familia; debe ser sistemática o periódica. En general la violencia es ejercida sobre los miembros más débiles de la familia, niños, mujeres y ancianos, con los cuales ser más fácil cumplimentar el propósito del agresor. Aunque no puede afirmarse que toda la violencia sea cometida por hombres, sí ocurre así en la mayoría de los casos. Son ellos los protagonistas de estos actos en el hogar, aunque no queda excluido ninguno de los otros integrantes ya sea familiar o no de los agredidos, en su amplia gama de definiciones. Un grupo familiar cuyo modo de resolver las situaciones es mediante la violento, será un modelo para el futuro de sus hijos.

Existen y han sido estudiadas diferentes formas de manifestarse la violencia intrafamiliar, es por ello la importancia de reconocer ante cual estamos para proceder a proteger y ayudar a la víctima, estas son:

  • Maltratos Físicos: puede encontrarse de diferentes posiciones, es el daño. que se le ocasiona al cuerpo, golpes, bofetadas, tirar del cabello, quemaduras, fracturas, lesiones por armas blancas o de fuego o de otro tipo; todo lo que puede ocasionar dolor, incapacidad temporal, permanente o la muerte, esta forma está muy ligada a la comisión de delitos, es una de las que más se conoce y se repudia por parte de la sociedad.
  • Violencia psicológica o emocional: es de todas estas categorías, la que más secuela deja en el maltratado por el daño que provoca en la integridad emocional, se exterioriza con calumnias, burlas, insultos que niegan expresión y afecto, silencios prolongados, humillaciones, discusiones fútiles y a viva voz, hasta con abandono y negligencias (que también pueden verse como físicas), es la manera más frecuente de comportarse la violencia intrafamiliar.
  • Abusos sexuales: se presenta de varias situaciones y de múltiples maneras. Ignorar o negar necesidad y sentimientos, caricias no deseadas, demanda permanente de sexo bajo amenazas y coacción, exigencias de prácticas sexuales no apetecidas, críticas al cuerpo, hostigamiento sexual, violación, abusos lascivos y otros que se mueven en esa escala y dejan impacto psicológico muy profundo. La mayoría de estas situaciones tienen su génesis en fundamentos machistas que sólo profundizan el miedo, distanciamiento, gran confusión y graves conflictos psíquicos
  • Atropellos económicos, educativos y sociales: son tan comunes que muchas veces tienen apariencia de inofensivos. Se exteriorizan con limitaciones de todo tipo: para comunicarse con otros, tener acceso a la recreación, para vincularse a instituciones educativas y superarse, para interrelacionarse con familiares y amigos, para trabajar fuera del hogar y hasta para tener acceso a la economía familiar. La negligencia y abandono también tienen este encabezamiento. La víctima llega a convertirse en un ser sombrío y aislado.

Las distintas caracterizaciones del maltrato en la Familia "se subdividen en activas y pasivas. Las activas son más evidentes porque se exteriorizan con acciones físicas, sexo coactivo, ataques verbales, restricciones económicas, sociales y educativas, las pasivas son aquellas que entrañen omisión (negligencia, abandono, falta de comunicación, silencios prolongados, negación de afecto). Todas dejan secuelas irreversibles aunque, en algunos casos, su efecto no sea inmediato o esté invisible".

La violencia familiar es un problema social, no siempre resulta fácil identificarla o aceptarla, pero existe y que hay que controlarla teniendo en cuenta sus efectos negativos.

Es de vital importancia conocer, establecer y cumplir las normas que regulan la vida personal, familiar y social, donde todos los individuos comprendan la importancia de regular su actuar en el hogar y en la sociedad.

Tendencias valorativas de la Violencia Intrafamiliar en los grupos de riesgos más victimizados.

Las manifestaciones de la violencia en la Familia se ponen de manifiesto principalmente en sus víctimas más débiles, dependientes e inseguras nos encontramos entonces ante los grupos de riesgos, los cuales se componen fundamentalmente de las mujeres, niños, niñas y ancianos.

Podemos entonces valorar sucintamente esta situación en cada uno de ellos.

Violencia Intrafamiliar contra la Mujer:

La mujer durante toda la historia ha sido sometida a grandes sacrificios y maltratos, lo cual ocurre en muchos lugares del mundo todavía en la actualidad. Estas acciones violentas contra la mujer no pueden verse independiente del proceso formativo educativo que se brinda en el seno familiar.

"Este maltrato se hace más evidente en el ámbito de aquellas familias que se desarrollan sobre la base de estructuras rígidas formadas en el poder, el miedo y la obediencia a los patrones tradicionales y culturales, de ahí la necesidad de trabajar por la democratización de la relación familiar".

La violencia se pone en práctica en ocasiones cuando el agresor siente peligrar su poder o cuando considera que esta es la forma más eficaz para mantenerlo, porque la violencia refuerza la creencia de su poder y en la víctima refuerza la certeza de su situación, esta hace que sufran una serie de discriminaciones, daños físicos y emocionales, no solo por los familiares, sino también por la propia pareja.

Sin embargo, la evaluación de la violencia contra la mujer en general y más específicamente la que ejerce contra ella su compañero de pareja resulta sumamente compleja por las múltiples aristas que la conforman, pero sin dudas" la concepción misma del maltrato no puede desvincularse de la situación de la mujer, de la forma en que ellas asumen su subjetividad y del aprendizaje que mediante la socialización hacen de las normas y valores sociales".

En relación a este particular encontramos algunas investigaciones que concuerdan al considerar como Mujer Maltratada a "toda persona del sexo femenino que padece maltrato físico, emocional y/o abuso sexual, por acción u omisión, de parte de la pareja con quien mantiene un vínculo de intimidad".

Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario señalar que desde el momento en que la mujer se considera víctima, reconoce su estado y puede trabajar en base de cambiar su condición, tomando la decisión de continuar siendo un ente pasivo mientras la violencia se apodera de ella o luchar contra ésta y todos sus efectos negativos. Si analizamos que el proceso de construirse como víctima implica una legitimación y una concesión de poder a quien proporciona el maltrato, durante este proceso la mujer aprende a identificar los agentes desencadenantes del maltrato (como lo constituye el consumo de sustancias psicoactivas por parte del cónyuge) y los maltratadores de ésta.

Se ha podido confirmar en las "diversas informaciones analizadas que la violencia tiene un alto contenido cultural, de idiosincrasia nacional, la cual está presente en todos los países, y como paradoja, hay una excesiva violencia contra la mujer en los países de alto desarrollo social y económico, como Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Suecia, tanto en la familia, la pareja, como el acoso sexual" fundamentalmente en los trabajos.

Como hemos visto la mujer como víctima de la violencia necesita protección, pero más que todo requiere de reconocer los hechos, para enfrentarse a ésta situación difícil y real que está viviendo.

Violencia Intrafamiliar contra los Niños y las Niñas:

Al enfrentarnos a la realidad del niño violentado, véase este en su condición genérica, consideramos que lo primero que sucede es una total violación a los derechos de esos niños y niñas, por parte del agresor que en estos casos puede ser la madre, el padre, tutores, madrastras, padrastros, familiares, vecinos, maestros o conocidos..

Maltratar a un niño "es innoble y abusivo. Innoble porque humilla sin derecho, porque se impone sobre alguien que no tiene capacidad para defenderse. Maltratar a un niño es también un delito, el niño maltratado crece en el resentimiento y el temor", podemos considerar que es abusivo porque es injusto su actuar ante un ser de tal diferentes aptitudes. El maltrato "es una forma mal entendida por algunos padres y educadores para educar; abusar de su poder", donde el menor se encuentra en desventaja, un acto de irresponsabilidad, esto es un problema social, que afecta e interfiere en la integridad y el desarrollo de su personalidad.

El niño maltratado se encuentra falta de cariño y comprensión, crece con miedo y angustia hacia el resto de sus familiares. Guarda en su memoria para siempre, todos y cada uno de los castigos recibidos y en la mayoría de las ocasiones cuando crece reflejará esta conducta en la sociedad.

Estas agresiones tienden a variar en intensidad y frecuencia porque dependen del estado de ánimo del agresor, así como de la capacidad que tiene para enfrentar sus frustraciones y las demás tensiones de la vida ordinaria.

Además el castigo físico o la descalificación tienen también efectos en la imagen que el niño posee de sí mismo. Así un niño que es llamado tonto o que se siente "malo" se sentirá mal consigo mismo, aunque esto no se le diga siempre sino solo a veces. Existe también "el maltrato pasivo o abandono de los niños, que implica no hacerse cargo de ellos y dejar que cada uno se las arregle como puede. El abandono es más frecuente aún cuando se trata de niños con limitaciones físicas o disminución de sus capacidades".

Estos programas de prevención pasan, en primer lugar, por educarnos a nosotros mismos como padres o futuros padres, a nuestros hijos y a los profesionales que les rodean sobre los peligros y las consecuencias de los abusos sexuales. Esto será vital porque la experiencia demuestra que los niños alertados sobre la posibilidad de ser atacados sexualmente están mejor preparados para protegerse de ello que los que no son conscientes de dicho peligro. Además, tendrán más probabilidades de revelar un incidente que los niños que sólo reconocen vagamente lo que les ha ocurrido.

Uno de los aspectos en los que se deben incrementar acciones son los programas preventivos contra estos males en los cuales se deben ganar en educación a los padres y demás miembros de la Familia y la otra acción es que los padres deben crear un ambiente en el que los niños sean libres de comunicar y discutir cualquier situación que les haga sentirse incómodos, y de revelar cualquier situación que hayan podido sufrir. Se ha de romper la barrera de silencio que rodea a este escenario porque únicamente cuando se es consciente de la gravedad del problema y de sus consecuencias, disminuirán los sentimientos de culpabilidad y vergüenza que suelen experimentar las víctimas de este tipo de actos. Solo entonces se romperá el silencio y dejarán de considerarlo un profundo y oscuro secreto.

Violencia Intrafamiliar contra los Ancianos:

Sobre estos integrantes de los grupos vulnerables de la violencia serán tratados a continuación para abordar la situación de violencia en la Familia hacia los ancianos.

Las mujeres, los niños y los ancianos, por ser lo de más fácil manejo, sumisión y dependencia son los más afectados con la violencia, los que más tiempo se encuentran en los hogares y los que van creando una conciencia de culpa y aceptación, es por ello que necesitan un mayor protagonismo en la sociedad y una ayuda inmediata para resolver ésta situación que no siempre se entiende y se considera por la sociedad.

Consideraciones sobre la Violencia en la Familia contra los Ancianos en Cuba desde la Criminología.

Ha sido durante siglos conocido el abuso y maltrato a la vejez, siendo la violencia la menos reconocida a nivel mundial. Cuba, con una población de amplias características de longevidad debe proyectarse por la eliminación de estos rasgos, comenzando por un estudio de su incidencia y disminución.

En nuestro País existe una población que excede de los 11 millones de habitantes y de ellos un aproximado del 14,3% de la población sobrepasa los 60 años, es evidente la necesidad de acometer acciones que revitalicen el papel de los ancianos, procurándose que en ésta tercera edad se tenga el mismo respeto y reconocimiento que en la vida activa, entonces nos cabe preguntar, ¿Existe en Cuba violencia contra los ancianos en la Familia?

Cuba, como otro País sufre de este fenómeno, éste no es nuevo como mal social y debemos tomar conciencia que el futuro de todos nosotros está sentenciado a envejecer con el transcurso propio de la vida.

Para enmarcar nuestra investigación debemos partir de la definición de ancianos, "el que se conoce como toda persona de avanzada edad, que transita por el último período de la vida, éste a su vez está muy relacionado con el envejecimiento el cual es definido como aquel proceso en el que aparecen todas las manifestaciones morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas en consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos".

El término "maltrato" que también será visto en el desarrollo del trabajo, "está cargado de connotaciones negativas que lo han convertido en tabú: no se habla del problema como tal, este se evita, no se reconoce y de esa forma hace entender que no existe. Tenemos que reconocer que en los últimos años se han ido dejando de lado los prejuicios y miedos", que este tema entrañaba y se han hecho avances en su denuncia. El maltrato a los ancianos puede consistir tanto en golpes, empujones, ofensas verbales, negligencias o violación de los más elementales derechos individuales.

Entonces podemos definir que "el término de violencia en la Familia sobre los ancianos es toda aquella acción u omisión desarrollada de forma habitual o con frecuencia, realizada dentro del ámbito familiar, que conlleve un daño o amenaza de daño para la salud o el bienestar de una persona mayor".

Existen varios autores que han abordado los tipos de maltratos, pero consideramos que son estos los que más se evidencian en el seno familiar.

  • Maltrato físico: puede ir desde las lesiones graves hasta el propio homicidio o a las formas más livianas pero intensas de fracturas, quemaduras, verdugones, hematomas, contusiones en áreas del cuerpo particularizadas por golpes repetidos, en el caso de los malos tratos, o al abandono en el sentido más estricto hasta la desnutrición, la suciedad o la falta de medicamentos.
  • Maltrato psicológico: es definida como la degradación intensa y continua por el control de las acciones o su forma de ser, intimidar y manipular a otra persona con el propósito de hacerles perder su auto respeto e identidad individual.
  • Maltrato financiero: consiste en adueñarse del dinero de los adultos mayores y de sus bienes, sin su autorización o aprovechándose de la falta de capacidad de ellos para hacerse cargo de estos bienes.
  • Abandono: es dejarlo sin cuidados, cariño, ni atención, en muchas oportunidades son expulsados de su propio hogar y enviados a centros asistenciales o de cuidadores.
  • Negligencia: puede ser intencional o no, es la consecuencia de un cuidado bien intencionado pero inadecuado por parte de un familiar o cuidador.

El maltrato hacia los ancianos "es producto de una deformación en nuestra cultura, que siente que lo viejo es inservible e inútil. De una u otra manera los viejos son sentidos como estorbos, y como una carga que se debe llevar a cuestas, además de la familia que hay que sostener. Por ello son generalmente abandonados, segregados y enviados a otros lugares". La naturaleza del maltrato permite que la gente no vea, no escuche y no hable sobre estas conductas que son totalmente contradictorias a nuestro sistema de valores de compasión, ayuda y apoyo moral.

Este maltrato está interrelacionado con el abuso existente en la vejez el cual se ha definido "como la acción única o repetida o falta de la respuesta adecuada que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza, y la cual produzca daño o angustia a una persona anciana".

El papel de los ancianos viene dado por su indefensión y por el temor a los malos tratos por parte del resto de la Familia, nadie pondrá en duda la inferioridad física y social de los ancianos, todo esto conduce a que nos encontremos ante una víctima callada, sumisa y temerosa, víctima que es incapaz en la mayoría de los casos de reaccionar y denunciar los malos tratos por temor a represalias o a la rotura familiar en la cual convive, la realidad es que no acuden a enfrentar el problema y la decisión es callar ante la violencia.

Podemos definir que la violencia en la familia está compuesta de cuatro ciclos:

  • Fase de la acumulación de la tensión: se produce una sucesión de pequeños episodios que lleva a roces permanentes entre los miembros de la pareja, con un incremento constante de la ansiedad y la hostilidad.
  • Fase de la agresión: denominada "episodio agudo", se caracteriza porque la tensión que se había venido acumulando da lugar a una explosión de violencia, que puede variar en gravedad, desde un empujón hasta la muerte.
  • Fase de la calma: Se caracteriza por un período de tranquilidad, no violento y de muestras de amor y cariño, se dan esperanzas de un cambio en la situación.
  • Fase del arrepentimiento: se produce el arrepentimiento, por parte del agresor, sobreviviendo un período de disculpas y la promesa de que nunca más volverá a ocurrir. Al tiempo vuelven a reiterarse los episodios de acumulación de tensión, y a cumplirse nuevamente el ciclo.

Reflexiones de algunos estudiosos en Inglaterra como Bennett, Kingston y Penhale abordan los niveles del abuso y la negligencia contra los ancianos:

  • Macro: se refiere a los criterios abusivos a nivel social tal como las pensiones y jubilaciones inadecuadas, dificultad en el acceso a servicios de salud, sociales y el maltrato dentro de las instituciones. Estos elementos estarían incluidos dentro del marco sociológico de las políticas económicas en el envejecimiento.
  • Medio: contempla las conductas y actitudes que afectan al anciano dentro de la comunidad, esto incluiría las conductas antisociales, la victimización, el viejismo y el facilitar y forzar la gente mayor a vivir "vidas marginales".
  • Micro: son los conflictos de edades maduras entre dos o más personas en la intimidad del ámbito doméstico.

Se pueden valorar tres factores decisivos para que el hecho de la victimización de los ancianos esté adquiriendo niveles críticos y se presente como un tema de profunda preocupación en la mayoría de los países, fundamentalmente en los más desarrollados:

  • Cambio de actitud que las nuevas generaciones han desarrollado frente a los ancianos.
  • Crecimiento de la población de personas mayores.
  • Actitud general de las personas mayores, que las hace más susceptibles de victimización.

Se han tenido que venir trazando políticas sobre la vejez en todos los países, en primer orden otorgándole a la Familia la responsabilidad que tiene y han tratado de encontrar formas diferentes que permitan a las personas de esta tercera edad, seguir viviendo bien e independientemente dentro del seno familiar y en la sociedad.

Diferentes enfoques podrán ser usados para analizar estas situaciones de criminalidad violentas contra los ancianos, pero la prevención deberá ser la máxima de las intervenciones, evitando así que el agresor se sobrecargue y actúe de una manera aborrecible.

El trabajo para la prevención del problema del abuso y maltrato al anciano conlleva la atención, tanto del anciano como de su familia, "teniendo en cuenta que en estas situaciones pueden ser víctimas cualquiera de los componentes de este binomio y, por lo tanto, los dos son sujetos susceptibles de ser demandantes de atención". En este aspecto es necesario que la comunidad despierte y se sensibilice frente a la necesidad de los ancianos, de recibir apoyo y de orientar a las familias de éstos a no abusar de ellos y crearles mejores condiciones para su vejez.

Nos corrobora lo anterior con una expresión de uno de los autores estudiados que dice: "Si bien el que no se ocupa de los niños no tendrá derecho al futuro, el que no se ocupa ni respeta a los viejos, no tiene derecho a la historia."

Esta situación obliga a revisar las políticas y estrategias de actuación, que van más allá de las meras que mantienen la calidad de vida de dichas personas y que pasan por medidas sociales, económicas, jurídicas y de protección. Que han de superar también la tutela de los derechos genéricos de todos los ciudadanos para incrementarlos con el reconocimiento explícito de los derechos de las personas de esta tercera edad.

En definitiva, los derechos de las personas mayores son todos y cada uno de los derechos humanos, pero entre ellos hay que tutelar con una especial intensidad protectora, el derecho a la salud, el derecho a la igualdad, el derecho a la intimidad, el derecho a una vida digna -en lo económico, en lo educativo, en lo cultural-, el derecho a morir dignamente, y el derecho a la seguridad personal frente a los malos tratos.

El maltrato sobre los ancianos indiscutiblemente disminuye sus deseos de vivir, se evidencia en el trato indebido o negligente por otra persona, el cual en la mayoría de los casos causa daños o los expone a sufrir algún riesgo contra su salud, bienestar o integridad.

La criminalidad en la violencia es culpa de la propia sociedad, al final es nuestra culpa, por la propia tolerancia, indiferencia y costumbre con que enfrentamos la violencia intrafamiliar contra las personas de la tercera edad.

Valoraciones de la Violencia Intrafamiliar sobre los Ancianos en el ámbito internacional.

La violencia contra los ancianos es un fenómeno que ocupa y preocupa a todos los países, el alto nivel de incidencia demuestra la importancia de objetivizar ésta situación y otorgarle el papel que deben priorizar en la Familia y la sociedad, esto desafortunadamente no es atendido de igual forma en todos los países, a pesar de las alarmantes cifras y acontecimientos que hemos podido comprobar en la investigación.

  • España: en la actualidad se calcula que hay más de cinco millones de personas mayores de sesenta y cinco años, un 14% de la población. De ellas, el 60% son mujeres y el 40% hombres. Alarmante resulta las cifras del 8,9% de ancianos que de una u otra manera viven en la violencia, pero de ellas sólo el 3,1% establece la denuncia o busca ayuda para resolver ésta situación, como se puede ver esto obliga a replantearse políticas y estrategias de actuación, que van más allá de las meras mantenedoras de la calidad de vida de dichas personas y que pasan por medidas sociales, económicas, jurídicas y de protección. Que han de superar también la tutela de los derechos genéricos de todos los ciudadanos para incrementarlos con el reconocimiento explícito de los derechos de las personas mayores.
  • Estados Unidos de América: "más del 20 % de los ancianos no sólo son maltratados en sus hogares, sino también en diversas instituciones nacionales destinadas a su cuidado", existe una evidencia de que estos ancianos tienen mayor probabilidad de sufrir maltrato que aquellos que viven en sus hogares. La situación que se plantea no es sencilla pero debemos concientizarnos que son estos ancianos las personas que generación tras generación han estado cuidándonos, alimentándonos y educándonos, debemos no solo respetarlos y ayudarlos, sino de estar a su lado en su proceso de envejecimiento.
  • Perú: la falta de seriedad de parte del Estado es una de las mayores dificultades a los cuales se enfrentan los ancianos, las personas con mayor status social y cultural recurren a formas más sutiles de violencia, como la psicológica, mientras que los que tienen un nivel cultural menor optan directamente por los golpes, la mayoría no son agresivos de forma habitual. Por eso es tan difícil reconocerlos. Además, desarrollan una especie de doble personalidad, hacen lo que corresponde hacer a un hombre cuando están en público: pero son unos tiranos en privado.
  • Brasil y Panamá: se reportan anualmente más de 70 mil casos de extrema violencia, de los cuales un 27.1 % de los maltratados constituyen ser ancianos.
  • Argentina: este fenómeno se ha venido incrementando desde hace más de tres décadas y para el 2009 se prevé que más de 18 700 adultos mayores sufran algún tipo de violencia dentro del seno familiar, alrededor del 8%.
  • Colombia: entre el 4% y el 6% de las personas mayores reconocen haber sufrido maltratos en el hogar, en la mayoría de los casos se pone de manifiesto la violencia económica ya sea por parte del Estado o de los miembros del hogar. Sienten que en el Estado no existe ninguna preocupación por su seguridad de ingresos, indican que no son considerados con preferencia en las entidades públicas, privadas, ni en los servicios de salud, ni de transportistas, sostienen además que también concurren con mucha frecuencia en la Familia el maltrato psicológico y se caracteriza por la indiferencia cotidiana y la falta de paciencia hacia los padres, se ha detectado que esta violencia genera un aumento de los índices de alcoholismo, de depresiones crónicas y de suicidio.
  • Chile: el 34,2% de la población anciana consideró sufrir algún tipo de violencia en el hogar o centro de cuidados, siendo las más afectadas las mujeres entre 65 y 74 años, el maltrato más evidenciado lo fue el psicológico con el 75,6% de afectación.

Como hemos podido analizar la violencia intrafamiliar en los ancianos, continúa ganando batallas a las víctimas, sin que exista una respuesta real y acertada a ésta situación que atañe a tantos hogares en el Mundo, las cifras que se presentan son ciertamente alarmantes y sus manifestaciones disímiles, pero mucho más alarmantes son los grupos vulnerables, fundamentalmente las personas longevas, las cuales mantienen a pesar de todo la esperanza de un cambio en la conducta del victimario para concluir sus días con una vejez tranquila junto a su Familia.

CONCLUSIONES

El desarrollo pleno, integral y multifacético sobre la base de la igualdad, el respeto y la solidaridad hacia los ancianos son preceptos que regula y protege nuestro Estado, sin embargo, esto no siempre se manifiesta así, a pesar que en la sociedad cubana no se alcanzan índices tan elevados de violencia en la Familia como en otros lugares del Mundo, es un tema de indudable y dolorosa actualidad, que desde todas las perspectivas con que se ha de afrontar es una cuestión absolutamente abierta que necesita y al mismo tiempo exige profundizar en todo tipo de soluciones y para ello se necesitan acciones de coordinación, de compromiso, de sensibilidad, de solidaridad, gestión y conciencia que el destino de la mayoría de los miembros de la población será ir envejeciendo con el transcurso de los años, por todo lo anterior de acuerdo a los análisis teóricos efectuados y la bibliografía consultada arribamos a las siguientes conclusiones: El estudio teórico de más de veinte autores sobre las diferentes concepciones de la violencia evidencian la relación existente en diferentes campos interdisciplinarios y áreas de investigación, razón por la cual sus estudios han sido fragmentados, lo que impide una teoría general que ayude a accionar para prevenir y eliminar este fenómeno, existen diferentes corrientes doctrinales que permiten estudiar la violencia existiendo dos principios que distinguen sus características, una que la concibe cómo un fenómeno de carácter social y la teórico ecológico que utiliza el empleo de la fuerza física, económica, política, e implica el abuso de poder cómo único método para resolver el conflicto, El análisis conceptual de la violencia intrafamiliar, sus principales características, los elementos que la tipifican y su tendencia en Cuba, ha demostrado que la misma se facilita básicamente por tres factores; uno de ellos por la falta de control de impulsos, la carencia afectiva y la incapacidad para resolver problemas adecuadamente, así como en algunas personas podrían aparecer variables de abuso de alcohol y drogas, las tendencias valorativas de la violencia intrafamiliar en los grupos de riesgos más victimizados, contra la mujer, los niños y los ancianos, fueron apreciadas, siendo evidente la incidencia de estos hechos sobre estas personas que casi siempre son las más indefensas, sumisas y con gran dependencia en la mayoría de los casos de los agresores, creándose en ellos una conciencia de culpa y aceptación ante los sucesos, es por ello que necesitan un mayor protagonismo en la sociedad y una ayuda inmediata para resolver ésta situación, el comportamiento del fenómeno de la violencia en el Mundo actual se analizó en diversos países tales como: España, Estados Unidos, Perú, Brasil, Panamá, Argentina, Colombia y Chile, siendo verdaderamente alarmantes las cifras que se pudieron manejar, así como la falta de divulgación en cuanto a los mecanismos de ayuda que pueden encontrar éstas víctimas de la tercera edad, se desprende la necesidad de valorar en el aspecto más amplio, las circunstancias personales, familiares y sociales que rodean al anciano maltratado, lo que incluye el entorno doméstico y las instituciones públicas, teniendo en cuenta que los efectos de la violencia en estos sujetos tan vulnerables son más duraderos en su mente que en la implicación física que puedan tener y los mecanismos para denunciar o buscar ayuda de estos sujetos de la violencia, deben divulgarse y perfeccionarse de forma multifacética, en primer orden la baja cifra de personas que acuden en busca de soluciones, dado por la falta de confianza, por la duda de una atención eficaz que lleve tranquilidad a él y a sus familiares.

Como consecuencia de este estudio y sin que ciertamente los resultados teóricos y prácticos obtenidos indiquen evidencias absolutas y categóricas respecto al comportamiento de la Violencia Intrafamiliar en los ancianos en nuestro país, si resulta prudente concluir en el sentido que la violencia como fenómeno incide negativamente en las personas de la tercer edad y que tal aseveración requiere una incuestionable continuidad y profundidad investigativa de este importante tema para el desarrollo de la sociedad.

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Autor:

Msc. Celín Pérez Nájera

Partes: 1, 2
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