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La Ética Profesional y la credibilidad en los informes de Auditoría Financiera (página 2)


Partes: 1, 2, 3

Esta investigación comprenderá el pasado, presente y futuro de las empresas comerciales, industriales y de servicios que llevan a cabo auditorias financieras: Del pasado y del presente se obtiene la normatividad y la forma como se viene llevando a cabo la auditoria financiera. Básicamente el trabajo estará orientado al futuro, por cuanto se busca tener como base la ética profesional para darle total credibilidad a los informes de auditoria financiera.

  • DELIMITACION SOCIAL

Como parte de la investigación se establecerá relaciones con auditores financieros.

  • DELIMITACION CONCEPTUAL

Los principales conceptos que serán desarrollados están dados por las variables que utilizará el trabajo de investigación:

  • Etica profesional

  • Credibilidad en los informes de auditoria financiera

Actualmente se experimenta una situación muy difícil respecto a la credibilidad. Es común escuchar en todas partes se cuecen habas, como sinónimo de que algo no es totalmente creíble. También se escucha todos tienen un precio, aduciendo que la gente vende sus opiniones, sus informes, sus firmas. Como consecuencia de esa falta de credibilidad, se escucha esta memoria, estos informes de auditoria o estos estados financieros no tienen credibilidad; por el contrario es raro escuchar, estos documentos si tienen credibilidad total. Los motivos para que hayamos llegado a esto, son diversos, como los escándalos financieros de Estados Unidos y también de otras partes; pero el asunto también esta muy cerca de nosotros cuando nos enteramos que los Bancos llevados por los informes de auditoria financiera facilitaron créditos y luego cuando quieren cobrarlo se encuentran que no hay liquidez, ni rentabilidad ni solvencia; y en otros casos, ni la empresa, ni los accionistas ni representantes, ya no existen.

En este mismo contexto los proveedores de bienes y servicios se han dado contra la pared al encontrar casos de créditos que no pueden recuperar porque la información financiera auditada que recibieron de sus clientes, simplemente no tenía credibilidad porque no se determinó una adecuada correlación entre la información de los estados financieros y lo que sucedía realmente en las empresas de sus clientes.

Los accionistas en varios casos han terminado no solo renunciando de empresas cuyos informes de auditoria financiera no tienen la credibilidad de que sus inversiones están siendo manejadas en forma adecuada, por tanto no saben cuanto van a ganar o perder.

La falta de credibilidad en los informes de auditoria financiera es motivo de un proceso de auditoria no realizado adecuadamente. El trabajo de auditoria financiera tiene que planearse, ejecutarse e informarse. La planeación se hace sobre la base del conocimiento del giro o actividad. Si no se conoce el giro o actividad se obtiene un plan de auditoria incorrecto y por tanto programas con procedimientos que no tienen la naturaleza, oportunidad ni alcance para determinar donde están los problemas. En la ejecución de la auditoria por la falta de experiencia o conocimientos necesarios se puede incurrir en no aplicar los procedimientos correctos y exactos que permitan obtener la evidencia suficiente, competente y relevante.

El plan de auditoria financiera y la misma ejecución podrían estar correctos; pero si la evidencia obtenida no se compara con los criterios de auditoria financiera, no se llegara a dar la credibilidad necesaria a los informes de auditoria financiera.

Por otro lado, se puede asumir que la planeación y ejecución de la auditoria financiera han sido adecuadas; sin embargo al momento de informar no solo entra a tallar esos elementos. El Informe de auditoria es formulado y firmado por seres humanos, falibles, que eventualmente podrían caer en falta de ética profesional al no aplicar la independencia, objetividad, integridad e imparcialidad que son muy necesarias al momento de dotar de credibilidad a los informes de auditoria financiera.

De modo que aparte del aspecto técnico de la auditoria financiera la ética profesional es la clave para dotar de credibilidad a los informes de auditoria financiera. Auditores financieros que no dispongan de ética traerán por los suelos su trabajo altamente tecnificado.

PROBLEMA GENERAL:

¿En que magnitud la ética profesional facilitará la credibilidad de los informes de auditoria financiera de las empresas comerciales, industriales y de servicios?

PROBLEMAS ESPECÍFICOS:

  • 1. ¿De que manera la aplicación del Código de Etica Profesional facilitará la obtención de evidencia de auditoria financiera?

  • 2. ¿De que forma la moral profesional facilitará la utilización correcta de los criterios de auditoria financiera?

4.4.1. ETICA PROFESIONAL

ETICA PROFESIONAL:

Interpretando a Aranguren (2008), la ética profesional puede definirse como la ciencia normativa que estudia los deberes y los derechos profesionales de cada profesión. También se le llama Deontología. Al decir profesional no solo se refiere a que la ética es solo para quienes tienen un cartón o son profesionales, sino que esta en especial va destinada especialmente a las persona que ejercen una profesión u oficio en particular. La ética profesional tiene como objeto crear conciencia de responsabilidad, en todos y cada uno de los que ejercen una profesión u oficio, esta, parte del postulado de que todo valor esta íntimamente relacionado con la idea de un bien. La ética profesional se sustenta o toma bases fundamentalmente en la naturaleza racional del hombre. Esta naturaleza es espiritual y libre, por consiguiente tiene una voluntad que apetece al bien moral. Haga el bien y evite el mal.

Analizando a Arens & Loebbecke (2000), la profesión es una capacidad cualificada requerida por el bien común, con peculiares posibilidades económico-sociales. El profesional no tiene el carácter de tal por el simple hecho de recibir el titulo que lo certifica o le da la cualidad de profesional, nadie es profesional por el titulo en si, el titulo lo único que expresa es su calidad de ser ya un profesional, mas no que tiene todas las cualidades éticas para serlo, el titulo profesional mas allá de ser un ALGUIEN es la manifestación intrínseca de lo que internamente se lleva , no por la naturaleza de la persona sino por sus cualidades éticas, como la idoneidad o aptitud que le da un nuevo perfil a su personalidad. El ser profesionales dignos representa la excelencia, gravedad, decoro que tiene la persona y el respeto consigo mismo. Los auditores financieros deben acatar la ética como opción de vida, por el solo hecho de tener fe pública. Las decisiones de los auditores financieros están respaldadas por las demás personas que creen fielmente en ellos y en nuestra su palabra. Por ello deben seguir los principios básicos que les competen como son: La integridad, Objetividad, Independencia, Responsabilidad, Confidencialidad, Observar las disposiciones normativas, Competencia y actualización profesional, Difusión y colaboración, Respeto entre colegas, y una conducta ética

Todo trabajador tiene o debe desarrollar una ética profesional que defina la lealtad que le debe a su trabajo, profesión, empresa y compañeros de labor. Interpretando a Villarini (1994) "la ética de una profesión es un conjunto de normas, en términos de los cuales definimos como buenas o malas una práctica y relaciones profesionales. El bien se refiere aquí a que la profesión constituye una comunidad dirigida al logro de una cierta finalidad: la prestación de un servicio". Señala, además, que hay tres tipos de condiciones o imperativos éticos profesionales: (1) competencia – exige que la persona tenga los conocimientos, destrezas y actitudes para prestar un servicio (2) servicio al cliente – la actividad profesional sólo es buena en el sentido moral si se pone al servicio del cliente (3) solidaridad – las relaciones de respeto y colaboración que se establecen entre sus miembros. Para lograr en los empleados una conciencia ética profesional bien desarrollada es que se establecen los cánones o códigos de ética. En éstos se concentran los valores organizacionales, base en que todo trabajador deberá orientar su comportamiento, y se establecen normas o directrices para hacer cumplir los deberes de su profesión. En virtud de la finalidad propia de su profesión, el trabajador debe cumplir con unos deberes, pero también es merecedor o acreedor de unos derechos. Es importante saber distinguir hasta dónde él debe cumplir con un deber y a la misma vez saber cuáles son sus derechos. En la medida que él cumpla con un deber, no debe preocuparse por los conflictos que pueda encarar al exigir sus derechos. Lo importante es ser modelo de lo que es ser profesional y moralmente ético. Por ejemplo, un deber del profesional es tener solidaridad o compañerismo en la ayuda mutua para lograr los objetivos propios de su empresa y, por consiguiente, tener el derecho de rehusar una tarea que sea de carácter inmoral, no ético, sin ser víctima de represalia, aun cuando esto también sea para lograr un objetivo de la empresa. Al actuar de esa manera demuestra su asertividad en la toma de decisiones éticas, mientras cumple con sus deberes y hace valer sus derechos. Además, demostrará su honestidad, que es el primer paso de toda conducta ética, ya que si no se es honesto, no se puede ser ético. Cuando se deja la honestidad fuera de la ética, se falta al código de ética, lo cual induce al profesional a exhibir conducta inmoral y antiética.

Interpretando a rosario (1994), Hay tres factores generales que influyen en el individuo al tomar decisiones éticas o antiéticas los cuales son: 1. Valores individuales – La actitud, experiencias y conocimientos del individuo y de la cultura en que se encuentra le ayudará a determinar qué es lo correcto o incorrecto de una acción. 2. Comportamiento y valores de otros – Las influencias buenas o malas de personas importantes en la vida del individuo, tales como los padres, amigos, compañeros, maestros, supervisores, líderes políticos y religiosos le dirigirán su comportamiento al tomar una decisión. 3. Código oficial de ética – Este código dirige el comportamiento ético del empleado, mientras que sin él podría tomar decisiones antiéticas.

Según Tuesta (2000), un aumento en las regulaciones rígidas en el trabajo a través de los códigos de ética ayudará a disminuir los problemas éticos, pero de seguro no se podrá eliminarlos totalmente. Esto es así, debido a las características propias de la ética que establecen que ésta varía de persona a persona, lo que es bueno para uno puede ser malo para otro; está basada en nuestras ideas sociales de lo que es correcto o incorrecto; varía de cultura a cultura, lo cual no se puede evaluar un país con las normas de otro; y está determinada parcialmente por el individuo y por el contexto cultural en donde ocurre. No obstante, el profesional debe reconocer que necesita de la ética para ser sensible a los interrogantes morales, conocer cómo definir conflictos de valores, analizar disyuntivas y tomar decisiones en la solución de problemas. En las relaciones cotidianas de unos individuos con otros surgen constantemente problemas cuya solución no sólo afecta a la persona que los crea, sino también a otra u otras personas que sufrirán las consecuencias. Da testimonio de esto Cartagena (1983) cuando señala que "las profesiones mismas están continuamente confrontando este asunto al constatarse los amargos hechos de médicos que explotan a sus pacientes, abogados que se dedican a actividades criminales, ingenieros y científicos que trabajan sin tomar en consideración la seguridad pública ni el ambiente y hasta negociantes que explotan al público indiscriminadamente. Si a esto añadimos la corrupción gubernamental, los robos, el vandalismo, los asesinatos y la violencia actual, entonces el tema ético toca el centro mismo de nuestra supervivencia como sociedad."

También Panez (1986), sostiene que "el arquetipo del profesional, cuando se enmarca en la pura técnica, oculta, por principio, un ataque furtivo a la ética". Esto crea situaciones que se complican en problemas que desmoralizan la imagen personal y profesional del individuo. Algunos de estos problemas éticos son los siguientes:

Abuso de poder – utilizar el puesto para "pisotear" a unos o para favorecer a otros.

Conflicto de intereses – emitir normas en su ámbito de trabajo que redundarán en su propio beneficio, como lo es el participar en el proceso de reclutamiento cuando uno de los candidatos es miembro de su propia familia.

Nepotismo – reclutar muchos miembros de una misma familia en una institución.

Soborno – aceptar dádivas, obsequios o regalías a cambio de dar un trato especial o favor a alguien como retribución por actos inherentes a sus funciones.

Lealtad excesiva – mentir para encubrir la conducta impropia del supervisor o hacer todo lo que éste le diga, aun en contra de sus principios morales.

Falta de dedicación y compromiso – perder el tiempo, hacerse "de la vista larga" y no dar el máximo de su esfuerzo en el trabajo.

Abuso de confianza – tomar materiales de la institución para su uso personal o hacer uso indebido de los recursos disponibles en la misma.

Encubrimiento – callar para no denunciar a un traidor, movido por su amistad o por temor.

Egoísmo – buscar el bienestar propio en detrimento del beneficio de los demás.

Incompetencia – El conocido Principio de Peter (1977) estipula que en "toda jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta alcanzar su nivel de incompetencia." Complementa, además, que "para todo puesto de trabajo que existe en el mundo, hay alguien, en algún lugar, que no puede desempeñarlo. Dado un período de tiempo suficiente y suficientes ascensos, llegará finalmente a ese puesto de trabajo y permanecerá en él, desempeñándolo chapuceramente, frustrando a sus compañeros y erosionando la eficiencia de la organización". Problemas de esta magnitud requieren la acción enérgica y concertada del profesional para desarrollar una nueva ética. "Corresponde al momento actual compensar el poder del profesional moderno, en cuanto técnico, con una más fina percepción de sus regulaciones morales". Como es sabido, en todas las profesiones surgen estos tipos de problemas. Es a través de cursos, cuya finalidad sea la formación ética profesional, que se logra desarrollar "en el futuro profesional el conocimiento, la habilidad, la sensibilidad y voluntad para que cuando actúe lo haga a nombre de los intereses de la comunidad profesional de la que es parte, de la comunidad que le une a sus clientes y del pueblo o humanidad de la que es miembro".

CODIGO DE ETICA PROFESIONAL:

Interpretando a Rozas (2009)[1], en el tercer milenio, en el que el fenómeno de la corrupción está incrementándose peligrosamente, muchos sectores de la sociedad apelan a la Ética como uno de los mecanismos más importantes de lucha anticorrupción. ¿Por qué la gente actúa en forma no ética? Generalmente la gente actúa en forma no ética, debido a dos razones principales: i) porque los principios éticos de una persona difieren de los de la sociedad en general. Ii) porque la persona decide actuar con egoísmo. ¿Y cuáles son las disculpas más comunes para ello?: i) porque todo el mundo lo hace, ii) porque si es legal, entonces es ético, iii) porque es improbable que se descubra, dado que no tendrá consecuencias importantes. Con frecuencia las personas debemos resolver rápidamente los dilemas éticos que nos presenta la vida moderna. Un dilema ético es una situación que enfrenta una persona, y en la cual toma una decisión sobre la conducta adecuada o apropiada. Generalmente, los dilemas éticos comprenden situaciones en las cuales el bienestar de uno o de más individuos se ve afectado por los resultados de la decisión. Los dilemas éticos a los cuales se enfrentan los auditores frecuentemente tienen un efecto sobre el bienestar de un número de individuos o grupos. Por ejemplo, si un auditor toma una decisión carente de ética sobre el contenido de un informe de auditoría, el patrimonio de miles de inversionistas y de acreedores puede verse afectado. Los dilemas éticos que se presentan con mayor frecuencia dentro del ejercicio de la profesión de contador público como de la auditoría, están vinculados con los aspectos siguientes: Competencia profesional; Responsabilidad individual y asociación de profesionales; Cuidado y diligencia profesional; Control de calidad; Objetividad profesional; Consultoría tributaria; Recursos del cliente, Confidencialidad; Honorarios y comisiones; Publicidad y promoción, Solicitudes de clientes, etc. ¿Cómo hacer para solucionar los dilemas éticos? Diversos marcos de referencia han sido propuestos para solucionar los dilemas éticos; sin embargo, el más recomendado y utilizado es el marco de referencia general para la toma de decisiones, que consiste en seguir los pasos siguientes: Identificar el problema; Identificar cursos de acción posibles; Identificar las limitaciones relacionadas con la decisión; Analizar los efectos probables de los cursos de acción posibles; Seleccionar el mejor curso de acción.

Analizando a Rosas (2009), la ética profesional es una parte de la ética, que estudia los deberes y los derechos de los profesionales. Puede ser conceptualizada desde dos puntos de vista: i) Desde el punto de vista especulativo (analiza los principios fundamentales de la moral individual y social, y los pone de relieve en el estudio de los deberes profesionales); ii) Desde el punto de vista práctico (establece a través de normas o reglas de conducta, el orden necesario para satisfacer el bien común). Según Alvin A. Arens, referido por rosas (2009): "la sociedad ha atribuido un significado especial al vocablo profesional, en el sentido que debe esperarse que un profesional se comporte a un nivel superior que otros miembros de la sociedad. Por ejemplo, cuando los periódicos informan que se acusa de un delito a un médico, a un sacerdote, un congresista o un contador público, la gente se siente más decepcionada que cuando ese mismo tipo de cosas suceden con gente que no tiene la etiqueta de profesionales". El Josephson Institute for the Advancement of Ethics, referido por Rosas (2009) es un instituto creado como una fundación no lucrativa con el propósito de fomentar la conducta ética de los profesionales del sector gobierno, del derecho, la medicina, los negocios, la contabilidad y el periodismo, ha desarrollado un interesantísimo conjunto de principios éticos que se muestran a continuación:

  • Honestidad Sé veraz, sincero, franco, honrado, imparcial; no digas mentiras, robes, engañes, o embauques a la gente ni seas tortuoso.

  • IntegridadSé una persona de principios, honorable, recta, valerosa, y actúa de acuerdo a tus convicciones; no seas falso o sin escrúpulos, ni adoptes la filosofía del fin justifica los medios que ignora todo principio.

  • CumplimientoSé digno de confianza, cumple tus promesas, tus compromisos, cumple con la esencia y la letra de un convenio; no interpretes los convenios en una forma irrazonablemente técnica y legalista para racionalizar el incumplimiento o crear excusas y justificaciones para romper un compromiso.

  • Lealtad (fidelidad).

Sé fiel y leal a la familia, amigos, empleadores, clientes y a tu país; no utilices ni reveles información que obtuviste en forma confidencial; en un contexto profesional, cuida tu capacidad de hacer juicios profesionales independientes evitando con escrúpulo cualquier influencia indebida y los conflictos de interés.

  • ImparcialidadSé justo y razonable, dispuesto a admitir el error y, cuando sea adecuado, a cambiar de posición y creencias, demuestra un compromiso con la justicia, el trato igual a sus semejantes y tolerancia y aceptación de la diversidad; no estafes ni te aproveches indebidamente de los errores o adversidades de otros.

  • Ver por los demás.

Sé atento, amable y compasivo; comparte, sé dadivoso, ayuda a los demás; ayuda a los necesitados y evita hacer daño a los demás.

  • Respeto a los demás

Demuestra respeto por la dignidad, la intimidad y el derecho a la autodeterminación de la gente; sé cortés, expedito y decente; da a los demás la información que necesitan para tomar decisiones informadas sobre sus propias vidas; no trates a los demás con aire condescendiente, no los avergüences ni los degrades.

  • Ciudadano responsable

Obedece las leyes; si una ley es injusta, protesta abiertamente; ejerce todos tus derechos y privilegios democráticos con responsabilidad participando (votando y expresando opiniones informadas), con conciencia social y servicio público; cuando estés en una posición de liderazgo o autoridad, respeta abiertamente y ennoblece los procesos democráticos de toma de decisiones, evita la reserva o el encubrimiento innecesario de información y asegúrate que los demás tengan la información que necesitan para hacer elecciones inteligentes y ejerzan sus derechos.

  • Búsqueda de la excelencia

Busca la excelencia en todo; en el cumplimiento de tus responsabilidades personales y profesionales; sé diligente, confiable, trabajador, y comprometido; realiza todas tus tareas lo mejor que puedas, crea y conserva un alto grado de competencia, infórmate y prepárate bien; no te conformes con la mediocridad; no "ganes a toda costa".

  • ResponsabilidadSé responsable, acepta la responsabilidad de tus decisiones, de las consecuencias previsibles de tus acciones y omisiones y de poner el ejemplo a los demás. Los padres, maestros, empleadores, muchos profesionales y funcionarios públicos tienen obligación especial de enseñar con el ejemplo, de proteger y fomentar la integridad y reputación de sus familias, compañías, profesiones y del gobierno mismo; una persona sensible a la ética evita incluso la apariencia de deshonestidad, y emprende cualquier acción necesaria para corregir y evitar la conducta impropia en los demás.

Por otro lado, Rosas (2009), indique que son tres las características fundamentales de la ética profesional: i) Es absoluta. Significa que su validez no se encuentra supeditada a normas extrañas, sino que por el contrario, es ella la que determina; ii) Es universal. Significa que obliga a todos los profesionales que se encuentran en igualdad de circunstancias; iii) Es inviolable. Significa que por su propia naturaleza, no pierde valor, aunque sea incumplida. La profesión contable es por excelencia una profesión autorregulada. La vida del contador público que tiene ética es necesariamente distinta de los que no la tienen, su comportamiento, sus hábitos de vida, su forma de pensar, de valorar las situaciones, de decidir, son distintos porque se llevan a cabo a la luz de la ética y porque tienen distintos niveles de significado. Los profesionales y particularmente los contadores públicos tenemos una amplia gama de principios y normas de ética. Por otra parte, dentro de la profesión de contador público, probablemente la auditoría es la especialidad que le presta más importancia a la ética, debido a que está presente en toda la extensión de su trabajo, sea en condición de auditor interno, auditor externo, auditor de organizaciones privadas o auditor gubernamental. Pero, ¿qué se entiende por ética? o ¿cómo interpreta la ética, el profesional contable? Alvin A. Arens señala que la ética puede definirse en un sentido amplio como un conjunto de principios o valores morales; Ray O. Whittingthon, referido por rosas (2009) define la ética como el estudio del juicio moral y de las normas de conducta; y la International Federation of Accountants (IFAC) la define como una ciencia normativa cuyo objeto es el estudio de la bondad o maldad de los actos humanos, tanto en lo que respecta a sí mismos como en función de la sociedad. Y, ¿qué son los valores morales? Los valores morales son aquellas condiciones que perfeccionan al hombre en lo más alto de la escala de valores, puesto que tienen que ver con las causas finales de todos sus actos, son las razones más altas que los hacen trascender de todos sus actos infrahumanos e inframorales, le dan sentido a toda su existencia, su razón misma de vida y participación en lo absoluto.

Para Rosas (2009), muchas organizaciones profesionales y de auditoría han emitido principios y normas de ética, generalmente bajo la forma y denominación de Códigos de Ética, que son un conjunto de reglas de conducta que ha decidido adoptar la profesión organizada de contador público. Ante la sociedad, son reglas autónomas y ante los individuos que se agrupan en la institución profesional, constituyen reglas obligatorias en función del vínculo jurídico que los une. Debe entenderse sin embargo, que estos conjuntos normativos son guías mínimas de orientación o criterio, porque el accionar concreto del contador público o auditor en situaciones particulares, reside en los principios generales de los propios códigos y en los principios de la ciencia ética inscritos en el interior del hombre. Los Códigos de Ética más importantes son los siguientes:

En el ámbito profesional:

  • Código de Ética Profesional de la IFAC

  • Código de Ética Profesional de AICPA (EE.UU.)

  • Código de Ética del Auditor Interno EE.UU. (CIA)

  • Código de Ética Profesional del Institute Canadian Accountants Ontario (Canadá)

  • Código de Ética del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (México)

  • Código de Ética de la Federación de Colegios de Contadores Públicos del Perú y su junta de Decanos.

En el ámbito gubernamental:

  • Código de Ética del INTOSAI

  • Código de Ética del Auditor Gubernamental – Perú

Según la IFAC (2000), un Código de Ética constituye una exposición que abarque los valores y principios que guían la labor cotidiana a los auditores. La independencia, las facultades y las responsabilidades del auditor en el sector público plantean elevadas exigencias éticas. El código deontológico de los auditores debe tener en cuenta tanto las exigencias éticas de los funcionarios en general como las exigencias específicas de los auditores en particular, incluidas las obligaciones profesionales de éstos. La conducta de los auditores debe ser irreprochable en todos los momentos y todas las circunstancias. Cualquier deficiencia en su conducta profesional o cualquier conducta inadecuada en su vida personal perjudican la imagen de integridad de los auditores. Los auditores deben conducirse de un modo que promueva la cooperación y las buenas relaciones entre los auditores y dentro de la profesión. El apoyo de la profesión por parte de sus miembros y su cooperación recíproca constituyen elementos esenciales de la profesionalidad. Por consiguiente, tanto a los auditores como al público en general les interesa que el auditor trate a sus colegas auditores de una forma justa y equilibrada.Para Holmes (1999), la integridad constituye el valor central de un Código de Ética. Los auditores están obligados a cumplir normas elevadas de conducta (por ejemplo, honradez e imparcialidad) durante su trabajo y en sus relaciones con el personal de las entidades auditadas. Para preservar la confianza de la sociedad, la conducta de los auditores debe ser irreprochables y estar por encima de toda sospecha. La integridad puede medirse en función de lo que es correcto y justo. La integridad exige que los auditores se ajusten tanto a la forma como al espíritu de las normas de auditoría y de ética. La integridad también exige que los auditores se ajusten a los principios de objetividad e independencia, mantengan normas irreprochables de conducta profesional, tomen decisiones acordes con el interés público, y apliquen un criterio de honradez absoluta en la realización de su trabajo y el empleo de los recursos.Para los auditores es indispensable la independencia con respecto a la entidad auditada y otros grupos de intereses externos. Esto implica que los auditores actúen de un modo que aumente su independencia, o que no la disminuya por ningún concepto. Los auditores no sólo deben esforzarse por ser independientes de las entidades auditadas y de otros grupos interesados, sino también deben ser objetivos al tratar las cuestiones o los temas sometidos a revisión. Es esencial que los auditores no sólo sean independientes e imparciales de hecho, sino que también lo parezcan. En todas las cuestiones relacionadas con la labor de auditoría, la independencia de los auditores no debe verse afectada por intereses personales o externos. Por ejemplo, la independencia podría verse afectada por las presiones o los influjos externos sobre los auditores; por los perjuicios de los auditores acerca de las personas, las entidades auditadas, los proyectos o los programas; por haber trabajado recientemente en la entidad auditada; o por relaciones personales o financieras que provoquen conflictos de lealtades o de intereses. Los auditores están obligados a no intervenir en ningún asunto en el cual tengan algún interés personal.

Arens & Loebbecke (2000), indican que se requiere objetividad e imparcialidad en toda la labor efectuada por los auditores, y en particular en sus informes, que deberán ser exactos y objetivos. Las conclusiones de los informes, por consiguiente, deben basarse exclusivamente en las pruebas obtenidas y unificadas de acuerdo con las normas de auditoría. Los auditores deberán utilizar la información aportada por la entidad auditada y por terceros. Esta información deberá tenerse en cuenta de modo imparcial en los dictámenes expresados por los auditores. El auditor también deberá recoger información acerca de los enfoques de la entidad auditada y de terceros. Sin embargo, estos enfoques no deberán condicionar las conclusiones propias de los auditores.

Interpretando a Badillo (1990), se denomina "Moral" o "Moralidad" al conjunto de creencias y normas de una persona o grupo social determinado que ofician de guía para el obrar, es decir, que orientan acerca del bien o del mal — correcto o incorrecto— de una acción. Es decir que si la acción esta bien o esta mal. La palabra "Moral" tiene su origen en el término del latín "mores", cuyo significado es "costumbre". Moralis (< latín mos = griego (costumbre)). Por lo tanto "moral" no acarrea por sí el concepto de malo o de bueno. Son, entonces, las costumbres las que son virtuosas o perniciosas. Podría definirse también como: la suma total del conocimiento adquirido con respecto a lo más alto, bueno y noble a lo que una persona se apega. Los antiguos Romanos concedían a las Mores Maiorum, las constumbres de sus ancestros fijadas en una serie continuada de precedentes judiciales, una importancia capital en la vida jurídica, a tal grado que durante más de dos siglos (aproximadamente hasta el siglo II a.C) fue la principal entre las fuentes del Derecho. Su vigencia perdura a través de la codificación de dichos precedentes en un texto que llega hasta nosotros como la Ley de las XII tablas, elaborado alrededor de 450 a.C. Los conceptos y creencias sobre moralidad son generalizados y codificados en una cultura o grupo y, por ende, sirven para regular el comportamiento de sus miembros. La conformidad con dichas codificaciones es también conocida como moral y la civilización depende del uso generalizado de la moral para su existencia. La moral también es identificada con los principios religiosos, éticos, orientaciones o valores que una comunidad está de acuerdo en respetar.

La moral comenzó a ser enseñada en forma de preceptos prácticos como en El libro de la sabiduría y los Proverbios de Salomón, las Máximas de los siete sabios de Grecia, los Versos dorados y otros de los poetas de Grecia o bien en forma de apólogos y alegorías hasta que revistió carácter científico en las escuelas de Grecia y Roma. Ocupa importante lugar en la enseñanza de Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles, Epicuro y, sobre todo, entre los estoicos (Cicerón, Séneca, Epicteto, Marco Aurelio, etc.) Los neoplatónicos se inspiraron en Platón y los estoicos cayeron en el misticismo. Los modernos han profundizado y completado las teorías de los antiguos.

Toda acción humana es en esencia social. Directa o indirectamente está correlacionada con la vida del conglomerado social en el cual se encuentra inmerso el protagonista de la acción consciente. Para una armónica y feliz convivencia se requiere la observación de un mínimo de normas. La ética se ocupa de las normas o reglamentos que rigen el comportamiento o conjunto de acciones individuales o colectivas. Si la acción se ajusta a la norma se denominará acción éticamente buena. En caso contrario será considerada y juzgada como acción éticamente mala o inadecuada. Toda Acción social tiene efectos en el medio en donde se desenvuelve la vida de los actores sociales. Estos efectos podrán clasificarse como buenos o malos, deseados o indeseados, admitiendo atributos intermedios entre ambos extremos. Puede decirse que la ética describe la acción social en función de los efectos que produce según una previa clasificación de los mismos. Si calificamos a los efectos como buenos o malos, luego, las acciones que los producen, así como la Actitud y la persona de la cual proviene, heredan esos calificativos asignados.

Según Villarini (1994), muchos autores consideran como sinónimos a estos términos. Sin embargo, en el ámbito de la filosofía se considera a la ética como una de sus partes principales. De ahí que podemos decir que una ética propuesta es el conjunto de normas sugeridas por un filósofo, o proveniente de la religión, en tanto que moral vendría a designar el grado de acatamiento que los individuos dispensan a las normas éticas imperantes en el grupo social. En un sentido práctico, ambos términos se hacen indistinguibles y por ello se los considera equivalentes. El matiz que las delimita está en la observación o aplicación práctica de la norma que entraña el mandato ético. Por ello, la norma ética siempre será teórica, en tanto que la moral o costumbre será su aplicación práctica. Por otro lado la moral se basa en los valores en lo que la conciencia nos dicta. La moral nos ayuda a tomar decisiones lógicas que nos ayudan para saber si lo que nosotros hacemos es correcto o no.

Interpretando a Villarini (1994), al conjunto de normas morales se le llama moralidad objetiva, porque estas normas existen como hechos sociales independientemente de que un sujeto quiera acatarlas o no. Los actos morales provienen del convencimiento de que el actuar de un individuo siempre se realiza por ciertos fines y que todo el que hace algo, lo debe hacer con un fin, a menos que no controle su razón, como ocurre en variadas situaciones. Sin embargo, las realidades sociológicas sugieren que las personas suelen actuar por inercia, costumbre, tradición irrazonada o la llamada mentalidad de masa. Opuesto a esta postura de auto-justificación, está la aceptación, por parte del individuo, de su responsabilidad. Usando los valores morales, puede convertirse en el artífice de su propio destino, o de un mejor destino. A lo largo de la historia, y de cultura en cultura, han existido distintas visiones de la moral. Generalmente, la moral es aplicada a campos en los cuales las opciones realizadas por individuos expresan una intención relativa a otros individuos; incluso no miembros de la sociedad. Por lo tanto, existe una disputa académica sobre si la moral puede existir solamente en la presencia de una sociedad o también en un individuo hipotético sin relación con otros. La moralidad se mide también cuando la persona está sola, no siendo observada por nadie, por ejemplo, en situaciones donde se requiere tener mucha integridad.

Según rosas (2009), una concepción de la moralidad puede tender hacia cualquiera de las posibles direcciones en un campo determinado. De hecho, existen morales que recomiendan ciertas restricciones sobre el comportamiento (heteronomía), así como existen morales que recomiendan una autodeterminación totalmente libre (autonomía) y una variedad de posiciones intermedias.

Bajo el concepto de moral surgen otros dos conceptos que son, cada uno a su manera, antónimos y que normalmente se confunden. Uno es el de inmoral, el cual hace referencia a todo aquel comportamiento o persona que viola su propia moral o la moral pública. Esta persona estaría actuando de forma incorrecta, estaría actuando mal. El otro concepto es el de amoral, el cual hace referencia a las personas que carecen de moral, por lo que no juzgan los hechos ni actos como buenos o malos, correctos o incorrectos. La mayor defensa de la amoralidad la realizan los taoístas. El taoísmo dice que la moral corrompe al ser humano, obligándolo a hacer cosas buenas cuando no está preparado y prohibiéndole hacer cosas malas cuando necesita experimentar para darse cuenta de las repercusiones de sus actos. Todo lo moral, según ellos, implica forzar la naturaleza del ser humano y es fruto de la desconfianza y el miedo a los demás, a lo que puedan hacer si no están sometidos al estricto gobierno de unas leyes que rijan su comportamiento. Es evidente que esta postura ha echado raíces en el primer mundo donde la mentalidad liberal viaja paralelamente opuesta a los valores morales: vive conforme a tu criterio y no sigas lo establecido. Aparentemente la moralidad no ha sido suplantada del todo en estas sociedades hasta ahora, pero el riesgo siempre estará latente. En cuanto al origen de las normas éticas, podemos citar el esquema siguiente:

Sociologismo: Esta concepción defiende que las normas morales se originan en la sociedad y de ella reciben la fuerza y el vigor para imponerse a los individuos.

Marxismo: Según Marx, la ideología, es decir, las ideas y creencias sociales y, por lo tanto, las leyes y normas morales son invenciones de la clase dominante para intentar defender sus intereses y controlar a la clase dominada.

Historicismo: Esta posición proclama que, a lo largo de la Historia y según un ritmo variable, la sensibilidad vital de unas generaciones es sustituida por la de otras y, de acuerdo con este proceso, al mismo tiempo que unos principios cobran vigencia, otros desaparecen.

Teologismo: Esta corriente propugna que las normas morales tienen origen divino. Podemos encontrar una postura teológica, con relativa frecuencia, en los pueblos primitivos, por ejemplo, en Israel y su moral de los profetas: en Egipto y su moral de los faraones, etc.; pero, actualmente, se encuentra también el integrismo vigente en Irán.

Teoría de la Ley Natural: Existe una amplia pluralidad de teorías que fundamentan sus opiniones éticas y las normas morales en la Ley Natural. De entre ellas, sin duda alguna, la más importante es la teoría escolástica, según la cual todas las personas poseen una idéntica naturaleza, que es la naturaleza humana. Ésta guarda una profunda relación de orden con el resto de los seres y, sobre todo, con Dios, el Ser Supremo.

Relativismo moral. Una postura filosófica que tiene mucha aceptación es la que acepta el relativismo de la moral, por lo cual niega la existencia de una moral objetiva, impuesta por la voluntad de Dios o por la vigencia de leyes naturales, sino que supone que se trataría de algo puramente convencional asociado a las diferentes culturas, creencias y épocas.

Objetivismo. Postura filosófica que afirma que la única forma de alcanzar la moralidad es por medio del uso de la razón y la aceptación de la realidad en forma objetiva, independiente de la percepción del ser humano.

Analizando a Villarini (1994), la definición de moral se puede abarcar desde diversas perspectivas, ya que su ámbito abarca desde el sentido, pasando por la filosofía hasta una postura más religiosa. En términos amplios, desde el punto de vista filosófico, se trata de aquel conjunto de creencias y valores, que dictan normas y costumbres que guían el actuar de las personas hacia el bien, ya se trata del conjunto de creencias que permiten distinguir entre el bien y el mal al realizar un determinado acto. La rama de la filosofía que estudia la moral es la "ética". Desde una perspectiva más bien religiosa, se hace el intento de que los fieles no piensen la moral como aquellas prohibiciones impuestas por Dios, sino más bien, que se trate de vivir y desarrollar nuestras vidas en el amor a Dios y al prójimo. A fin de lograr comprender mejor lo anterior, se presentan como guía los 10 mandamientos, ya que indican lo que es el amor auténtico: el desear y hacer el bien al prójimo y a si mismo. Por otra parte, la moral, al hacer referencia a la persona, hace imprescindible el considerar la dignidad humana. De este modo, la moral sería el modo de ser y de vivir respetando y promoviendo la dignidad del hombre en todo momento. Desde otro punto de vista, menos ligado a la fe, la moral continúa siendo algo bastante similar, constituyéndose como aquella conciencia de libertad propia del ser humano, a través de la cual sus actos son juzgados como buenos o malos. En términos generales, la moral se constituye como aquel conjunto de valores esperables en toda persona, en el que incluyen el respeto a la dignidad humana y la igualdad de las personas, en torno a su género y ante la ley. Todas las religiones y creencias desarrollan modos particulares pero similares de ver y llevar a cabo la moralidad, sin embargo, en todos los casos, existen 3 elementos fundamentales de la moral: el objeto elegido, el objetivo que se persigue y el contexto en el que se desarrolla. Si bien las circunstancias no cambian en esencia la bondad o maldad de un determinado acto, lo que si logran es aumentar o disminuir su calidad moral.

4.4.2. CREDIBILIDAD EN LOS INFORMES DE AUDITORIA FINANCIERA

INFORMES DE AUDITORIA FINANCIERA:

Según la CGR[2](1998), En el informe de Auditoría financiera se describe el alcance del examen, se presenta comentarios de interpretación y de explicación, se emite opinión y recomendaciones y se exhibe los estados financieros y cuadros que los apoyan. Al terminar su trabajo, el auditor deberá presentar un informe de lo que ha encontrado. Existen informes cortos y largos, siendo recomendable para la Auditoría financiera, emitir siempre informes largos ya que en ellos se presenta en forma clara y precisa lo que al auditado le conviene o interesa conocer. El informe representa el trabajo del auditor en el cual expone como encontró lo que fue objeto de su examen. Un informe para que sea bueno tiene que observar : a) Claridad, ya que muchas veces va a ser leído por quienes no entienden profundamente la contabilidad, ya que de dejar ciertas dudas, podrían comprometer a ciertas personas o de no ser claro, se podría considerar como un informe inútil ya que todo informe no debe llevar expresiones que permitan doble interpretación, porque para afirmar algo hay que estar convencido realmente de ello; b) Técnica, ya que debe tenerse presente que es una pieza contable y que por lo tanto debe seguir las normas dictadas por la ciencia de la contabilidad; c) Precisión, por ser un requisito esencial el informe del Auditor financiero no debe estribar en hechos que no sean concretamente demostrables y susceptibles de pruebas, ya que en casos necesarios el Auditor tendrá que defender hasta en los Tribunales, lo expresado en su informe. El Informe de auditoría es un instrumento de narración sincera y comprobable, más no de narraciones supuestas. Porque siempre se necesita de la Auditoría financiero para conocer ciertos puntos de la entidad auditada, que no están en condiciones de obtenerse por sí solos, el informe debe ser claro y preciso.

Desde el momento que el Auditor financiero examina los Estados Financieros de una entidad, asume una responsabilidad directa con ella o con terceros interesados y otra responsabilidad no menos importante aunque si menos tangible, con el público en general. Esta responsabilidad es expresar una opinión acerca de que si los estados financieros examinados presentan o no, razonablemente la posición financiera de la empresa de acuerdo con los principios de contabilidad generalmente aceptados; y si estos además se aplicaron sobre las mismas bases empleadas en el ejercicio anterior. Esta opinión se dará después que el Auditor se haya satisfecho completamente de la razonabilidad o no de los estados financieros, después de aplicar ciertas normas y técnicas así como procedimientos requeridos en el campo. La independencia es requisito esencial en la preparación del informe ya que la esencia misma de la profesión se basa en el espíritu de equidad que lo hace semejante a un juez en conciencia.

NAGU. 4. NORMAS RELATIVAS AL INFORME DE AUDITORIA FINANCIERA GUBERNAMENTAL

Este grupo de normas establecen los criterios técnicos para el contenido, elaboración y presentación del Informe de Auditoría Financiera relacionado con la auditoría de gestión y exámenes especiales. Las Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas – NAGA y las Normas Internacionales de Auditoría – NIA, que rigen a la profesión contable en el país, son aplicables a todos los aspectos de contenido, elaboración y presentación del Informe de Auditoría Financiera Gubernamental. Las normas agrupadas en el presente acápite también pueden ser aplicables a algunas auditorías financieras. Las normas que se mencionan a continuación regulan la formulación del informe, estableciendo la forma escrita, la oportunidad, presentación y contenido del informe; y el informe especial.

NAGU 4.10 ELABORACIÓN DEL INFORME

Como producto final del trabajo de campo, la comisión auditora procederá a la elaboración del informe correspondiente, considerando las características y estructura señaladas en las Normas de Auditoría Gubernamental. El informe es el documento escrito mediante el cual la Comisión de Auditoría expone el resultado final de su trabajo, a través de juicios fundamentados en las evidencias obtenidas durante la fase de ejecución, con la finalidad de brindar suficiente información a los funcionarios de la Entidad auditada y estamentos pertinentes, sobre las deficiencias o desviaciones más significativas, e incluir las recomendaciones que permitan promover mejoras en la conducción de las actividades u operaciones del área o áreas examinadas.- Las deficiencias referidas a aspectos de control interno, se revelarán en el Memorando de Control Interno, de acuerdo a lo prescrito en la Norma correspondiente. Las características y estructuras específicas del Informe, según el tipo de Auditoría, que deben ser materia de cumplimiento, se encuentran establecidas en las NAGU 4.20, 4.30, 4.40, así como en la NAGU 4.50 – Informe Especial, en su caso.

NAGU. 4.20 OPORTUNIDAD DEL INFORME

La Comisión Auditora deberá adecuarse a los plazos estipulados en el programa correspondiente, a fin de que el Informe pueda emitirse en el tiempo previsto, permitiendo que la información en él revelada sea utilizada oportunamente por el Titular de la Entidad y/o autoridades de los niveles apropiados del Estado. A fin de que sea de la mayor utilidad posible, el informe debe ser oportuno para lo cual es importante el cumplimiento de las fechas programadas para las distintas fases de la acción de control. Los usuarios de los Informes requieren de la información en él contenida, a fin de cumplir con sus tareas legislativas, fiscalizadoras o de procesos de Dirección o Gerencia.- Un informe preparado cuidadosamente puede ser de escaso valor para quienes se encarguen de tomar las decisiones si se recibe demasiado tarde. En tal sentido, la Comisión Auditora debe prever que la elaboración del informe concluya en el plazo otorgado, a fin de permitir su emisión oportuna y tener presente ese propósito al ejecutar la acción de control.

NAGU. 4.30 CARACTERÍSTICAS DEL INFORME

Los Informes que se emitan deben caracterizarse por su alta calidad, para lo cual se deberá tener especial cuidado en la redacción, así como en la concisión, exactitud y objetividad al exponer los hechos. El informe debe redactarse en forma narrativa, de manera ordenada, sistemática y lógica, empleando un tono constructivo; cuidando de utilizar un lenguaje sencillo y fácilmente entendible, a fin de permitir su comprensión incluso por los usuarios que no tengan conocimientos detallados sobre los temas incluidos en el mismo. De considerarse pertinente, se incluirán gráficos, fotos y/o cuadros que apoyen a la exposición. Los asuntos se deberán tratar en forma concreta y concisa, los que deben coincidir de manera exacta y objetiva con los hechos observados. Para que un Informe sea conciso no debe ser mas extenso de lo necesario para transmitir su mensaje, por tanto requiere: a. Un adecuado uso de las palabras, en especial de los adjetivos, evitando las innecesarias; b. La inclusión de detalles específicos cuando fuese necesario a juicio del auditor. La concisión en el Informe, no implica el omitir asuntos importantes, sino el evitar utilizar palabras o conceptos superfluos que lleven a interpretaciones erradas. Es importante que el Auditor tenga en cuenta que un exceso de detalle puede confundir al usuario e incluso minimizar el objetivo principal del informe. La exactitud requiere que la evidencia presentada fluya de los papeles de trabajo y que las observaciones sean correctamente expuestas.- Se basa en la necesidad de asegurarse que la información que se presenta sea confiable a fin de evitar errores en la presentación de los hechos o en el significado de los mismos, que podrían restar credibilidad y generar cuestionamiento a la validez sustancial del informe. Los hechos deben ser presentados de manera objetiva y ponderada, es decir, con la suficiente información que permita al usuario una adecuada interpretación de los asuntos mencionados.

NAGU. 4.40 CONTENIDO DEL INFORME

El contenido del informe expondrá ordenada y apropiadamente los resultados de la acción de control, señalando que se realizó de acuerdo a las Normas de Auditoría Gubernamental y mostrando los beneficios que reportará a la Entidad. Esta norma tiene por finalidad regular el contenido del informe de la acción de control, trátese ésta de una auditoría financiera (Informe largo), Auditoría de gestión o Examen Especial según sea el caso, con el objeto de asegurar que su denominación, estructura y el desarrollo de sus resultados guarden la debida uniformidad, ordenamiento, consistencia y calidad, para fines de su máxima utilidad por la Entidad examinada. El Informe será denominado teniendo en consideración, la naturaleza o tipo de la acción de control practicada, con indicación de los datos correspondientes a su numeración e incluyendo adicionalmente un título, el cual deberá ser breve, específico y redactado en tono constructivo, si fuere pertinente.- En ningún caso, incluirá información confidencial o nombres de personas. El informe debe presentar la siguiente estructura:

I. INTRODUCCION. Comprenderá la información general concerniente a la acción de control y a la entidad examinada, desarrollando los aspectos siguientes:

1. Origen del examen

2. Naturaleza y Objetivos del Examen

3. Alcance del Examen

4. Antecedentes y base legal de la Entidad

5. Comunicación de Hallazgos

6. Memorando de Control Interno

7. Otros aspectos de importancia

II. OBSERVACIONES. En esta parte del informe, la Comisión Auditora desarrollará las observaciones que, como consecuencia del trabajo de campo realizado y la aplicación de los procedimientos de control gubernamental, hayan sido determinadas como tales, una vez concluido el proceso de evaluación y contrastación de los hallazgos comunicados con los correspondientes comentarios y/o aclaraciones formulados por el personal comprendido en los mismos, así como la documentación y evidencia sustentatoria respectiva. Las observaciones se deberán referir a hechos o situaciones de carácter significativo y de interés para la entidad examinada, cuya naturaleza deficiente permita oportunidades de mejora y/o corrección, incluyendo sobre ellos información suficiente y competente relacionada con los resultados de la evaluación efectuada a la gestión de la entidad examinada. Las observaciones, para su mejor comprensión, se presentarán de manera ordenada, sistemática, lógica y numerada correlativamente, evitando el uso de calificativos innecesarios y describiendo apropiadamente sus elementos o atributos característicos. Con tal propósito, dicha presentación considerará en su desarrollo expositivo los aspectos esenciales siguientes:

1. Sumilla

2.- Elementos de la observación (condición, criterio, efecto y causa)

3.- Comentarios y/o aclaraciones del personal comprendido en las observaciones.

III. CONCLUSIONES. En este rubro la Comisión Auditora deberá expresar las conclusiones del Informe de la acción de control, entendiéndose como tales los juicios de carácter profesional, basados en las observaciones establecidas, que se formulan como consecuencia del examen practicado a la entidad auditada. Al final de cada conclusión se identificará el número de la(s) observación(es) correspondiente(s) a cuyos hechos se refiere. La Comisión Auditora, en casos debidamente justificados, podrá también formular conclusiones sobre aspectos distintos a las observaciones, verificados en el curso de la acción de control, siempre que éstos hayan sido expuestos en el informe.

IV. RECOMENDACIONES. Las recomendaciones constituyen las medidas específicas y posibles que, con el propósito de mostrar los beneficios que reportará la acción de control, se sugieren a la Administración de la entidad, para promover la superación de las causas y las deficiencias evidenciadas durante el examen. Estarán dirigidas al Titular o en su caso a los funcionarios que tengan competencia para disponer su aplicación. Las recomendaciones se formularán con orientación constructiva para propiciar el mejoramiento de la gestión de la entidad y el desempeño de los funcionarios y servidores públicos a su servicio, con énfasis en contribuir al logro de los objetivos institucionales dentro de parámetros de economía, eficiencia y eficacia; aplicando criterios de oportunidad de acuerdo a la naturaleza de las observaciones y de costo proporcional a los beneficios esperados. Para efecto de su presentación, las recomendaciones se realizarán siguiendo el orden jerárquico de los funcionarios responsables a quienes va dirigida, referenciándolas en su caso a las conclusiones, o aspectos distintos a éstas, que las han originado. También se incluirá como recomendación, cuando existiera mérito de acuerdo a los hechos revelados en las observaciones, el procesamiento de las responsabilidades administrativas que se hubiesen determinado en el Informe, conforme a lo previsto en el régimen laboral pertinente.

V. ANEXOS. A fin de lograr el máximo de concisión y claridad en el Informe, solo se incluirá como Anexos, además de los expresamente considerados en la presente norma, aquella documentación indispensable que contenga importante información complementaria o ampliatoria de los datos contenidos en el Informe y que no obre en la entidad examinada.

FIRMA. El informe, una vez efectuado el control de calidad correspondiente previo a su aprobación, deberá ser firmado por el Jefe de Comisión, el Supervisor y el nivel gerencial competente de la Contraloría General de la República. En el caso de los Órganos de Auditoría Interna del Sistema Nacional de Control, por el Jefe de Comisión, el Supervisor y el jefe del respectivo Órgano. Los Informes emitidos por las Sociedades de Auditoría serán suscritos por el socio participante y auditor responsable de la auditoría. De ameritarlo por la naturaleza y contenido del Informe, también será suscrito por el abogado u otro profesional y/o especialista participante en la acción de control.

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FUENTE: MANUAL DE AUDITORIA GUBERNAMENTAL DE LA CGRP

CREDIBILIDAD DE LOS INFORMES DE AUDITORIA FINANCIERA:

Interpretando a Holmes (1999), los estados financieros de una empresa son un retrato técnico a una determinada fecha, de su posición financiera patrimonial, del resultado de sus operaciones y de sus flujos de efectivo; mientras que la auditoría a dichos estados efectuada por una Firma de Auditores Independientes es la determinación fehaciente que las cifras contenidas en dichos estados reflejan razonablemente su contenido; de tal manera, que la interpretación que puedan darle los interesados sea comprensible y adecuada.

La principal cualidad de un auditor en su calidad de independiente es la ética, pues su trabajo e informe brinda:

  • Confiabilidad para terceros de los estados financieros que audita

  • Credibilidad a la Gerencia de la empresa responsable de su emisión

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Según Panez (1986), el contador público en el ejercicio de la auditoría independiente asume las siguientes responsabilidades:

Ante terceros: Pues los estados financieros auditados son utilizados por un sinnúmero de usuarios de distintos intereses, quienes utilizan la información contenida en ellos.

Ante los accionistas: Pues ellos son los principales interesados en conocer el rendimiento de su inversión, a fin de tomar adecuadamente sus decisiones.

Ante la profesión: Pues es el responsable que los usuarios continúen creyendo en la profesión del contador público independiente.

Según Panez (1986), a fin de comprender rápidamente el contenido de un Dictamen de auditoría, podemos decir que este está dividido en tres párrafos: Párrafo Introductorio; Párrafo del Alcance del Trabajo; Párrafo de la Opinión. En el Dictamen de auditoría se expone una dicotomía de responsabilidades, por un lado la del auditor independiente y por el otro la de la gerencia de la empresa auditada. Así en el Párrafo introductorio considera el siguiente texto: Los estados financieros son responsabilidad de la Gerencia de la Compañía. Nuestra responsabilidad es expresar una opinión sobre dichos estados financieros basados en nuestra auditoría. Como podemos ver, el Dictamen de auditoría indica una declaración de que los estados financieros y sus notas son de total responsabilidad de la Gerencia de la Compañía, y que la responsabilidad del auditor independiente es expresar una opinión sobre dichos estados financieros.

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Según Tuesta (2000), el dictamen describe la naturaleza del trabajo de auditoría, y se compromete con el lector del dictamen, indicándole que los estados financieros auditados y su dictamen contienen la información suficiente para que puedan ser correctamente interpretados; es decir, que no contienen errores importantes. Así en el Párrafo del Alcance del Trabajo dice: "Nuestra auditoría fue realizada de acuerdo con normas de auditoría generalmente aceptadas, … con el objeto de lograr con razonable grado de certeza de que los estados financieros están exentos de errores significativos." Adicionalmente, en el mismo párrafo indica que el auditor realizó su examen en base a: "… comprobaciones selectivas de evidencias que respaldan los importes y las revelaciones en los estados financieros.". Esto no debe entenderse como una salvaguarda del auditor, sino una exposición de cómo realizó su trabajo, pues, en el mismo párrafo concluye que con su trabajo se fundamenta la opinión que dará a continuación, por lo cual dice: "Consideramos que nuestra auditoría constituye una base razonable para fundamentar nuestra opinión."

Basado en el trabajo realizado explicado anteriormente, el auditor emite su opinión sobre la razonabilidad de los estados financieros en un documento llamado Dictamen, donde a menos indique lo contrario en un párrafo especial llamado calificatorio pondrá el siguiente texto: "En nuestra opinión, los estados financieros adjuntos presentan razonablemente en todos sus aspectos significativos la situación financiera de la Compañía ABC al 31 de diciembre, los resultados de sus operaciones y sus flujos de efectivo, por el año terminado en esa fecha, de conformidad con principios de contabilidad generalmente aceptados.". Como se puede ver en este párrafo se incluye claramente la opinión del auditor, respecto a los estados financieros, siendo lo declarado en este párrafo de total y única responsabilidad del auditor independiente.

Por todo lo descrito anteriormente, es importante que la Alta Dirección de una Empresa al momento de seleccionar a los auditores que examinarán sus estados financieros, seleccione al más adecuado; porque su Dictamen dará una alta confiabilidad a sus estados financieros y una alta credibilidad a la Gerencia General que es la responsable de la emisión de los mismos.

Según IFAC (2004), El auditor deberá obtener evidencia suficiente apropiada de auditoría para poder extraer conclusiones razonables sobre las cuales basar la opinión de auditoría. La evidencia de auditoría se obtiene de una mezcla apropiada de pruebas de control y de procedimientos sustantivos. En algunas circunstancias, la evidencia puede ser obtenida completamente de los procedimientos sustantivos. "Pruebas de control" significan pruebas realizadas para obtener evidencia de auditoría sobre la adecuación del diseño y operación efectiva de los sistemas de contabilidad y de control interno. "Procedimientos sustantivos" significa pruebas realizadas para obtener evidencia de auditoría para detectar representaciones erróneas de importancia en los estados financieros, y son de dos tipos: (a) Pruebas de detalles de transacciones y balances; y (b) Procedimientos analíticos

Para Holmes (1999), la suficiencia y la propiedad están interrelacionadas y aplican a la evidencia de auditoría obtenida tanto de las pruebas de control como de los procedimientos sustantivos. La suficiencia es la medida de la cantidad de evidencia de auditoría; la propiedad es la medida de la calidad de evidencia de auditoría y su relevancia para una particular aseveración y su confiabilidad. Ordinariamente, el auditor encuentra necesario confiar en evidencia de auditoría que es persuasiva y no concluyente y a menudo buscará evidencia de auditoría de diferentes fuentes o de una naturaleza diferente para soportar la misma aseveración. Para formar la opinión de auditoría, el auditor ordinariamente no examina toda la información disponible porque se puede llegar a conclusiones sobre un saldo de una cuenta, clase de transacciones o control por medio del ejercicio de su juicio o de muestreo estadístico. Al obtener la evidencia de auditoría de las pruebas de control, el auditor debería considerar la suficiencia y propiedad de la evidencia de auditoría para soportar el nivel evaluado de riesgo de control.

Según Arens & Loebbecke (2000), los aspectos de los sistemas de contabilidad y de control interno sobre los que el auditor debería obtener evidencia son: (a) diseño: los sistemas de contabilidad y de control interno están diseñados adecuadamente para prevenir y/o detectar y corregir representaciones erróneas de importancia; y, (b) operación: los sistemas existen y han operado en forma efectiva a lo largo del período respectivo. Al obtener evidencia de auditoría de los procedimientos sustantivos, el auditor debería considerar la suficiencia y propiedad de la evidencia de auditoría de dichos procedimientos junto con cualquiera evidencia de pruebas de control para soportar las aseveraciones de los estados financieros.

Analizando a Holmes (1999), las aseveraciones de los estados financieros son aseveraciones de la administración, explícitas o de otro tipo, que están incorporadas en los estados financieros. Pueden categorizarse como sigue: (a) existencia: un activo o pasivo existe en una fecha dada; (b) derechos y obligaciones: un activo o pasivo pertenece a la entidad en una fecha dada; (c) ocurrencia: una transacción o evento tuvo lugar, la cual pertenece a la entidad durante el período, (d) integridad: no hay activos, pasivos, transacciones o eventos sin registrar, ni partidas sin revelar; (e) valuación: un activo o pasivo es registrado a un valor apropiado en libros; (f) medición: una transacción o evento es registrado por su monto apropiado y el ingreso o gasto se asigna al periodo apropiado; y, (g) presentación y revelación: una partida se revela, se clasifica y describe de acuerdo con el marco de referencia aplicable para informes financieros.

Según Holmes (1999), la evidencia de auditoría es más persuasiva cuando las partidas de evidencia de diferentes fuentes o de una diferente naturaleza son consistentes. En estas circunstancias, el auditor puede obtener un grado acumulativo de confianza más alto del que se obtendría de partidas de evidencia de auditoría cuando se consideran individualmente. Por el contrario, cuando la evidencia de auditoría obtenida de una fuente es inconsistente con la obtenida de otra, el auditor determina que procedimientos adicionales son necesarios para resolver la inconsistencia. El auditor obtiene evidencia de auditoría por uno o más de los siguientes procedimientos: inspección, observación, investigación y confirmación, procedimientos de cómputo y analíticos. La oportunidad de dichos procedimientos dependerá, en parte, de los períodos de tiempo durante los que la evidencia de auditoría buscada esté disponible.

La inspección consiste en examinar registros, documentos, o activos tangibles. La inspección de registros y documentos proporciona evidencia de auditoría de grados variables de confiabilidad dependiendo de su naturaleza y fuente y de la efectividad de los controles internos sobre su procesamiento. Tres categorías importantes de evidencia de auditoría documentaria, que proporcionan diferentes grados de confiabilidad, son: (a) evidencia de auditoría documentaria creada y retenida por terceros; (b) evidencia de auditoría documentaria creada por terceros y retenida por la entidad; y, c) evidencia de auditoría documentaria creada y retenida por la entidad. La inspección de activos tangibles proporciona evidencia de auditoría contable con respecto a su existencia pero no necesariamente a su propiedad o valor.

La observación consiste en mirar un proceso o procedimiento desempeñado por otros, por ejemplo, la observación por el auditor del conteo de inventarios por personal de la entidad o el desarrollo de procedimientos de control que no dejan rastro de auditoría.

La investigación consiste en buscar información de personas enteradas dentro o fuera de la entidad. Las investigaciones pueden tener un rango desde investigaciones formales por escrito dirigidas a terceros hasta investigaciones orales informales dirigidas a personas dentro de la entidad. Las respuestas a investigaciones pueden dar al auditor información adicional o evidencia de auditoría corroborativa.

La confirmación consiste en la respuesta a una investigación para corroborar información contenida en los registros contables. Por ejemplo, el auditor ordinariamente busca confirmación directa de cuentas por cobrar por medio de comunicación con los deudores.

El cómputo consiste en verificar la exactitud aritmética de documentos fuente y registros contables o en desarrollar cálculos independientes.

Según la CGR (1998), la NAGU.3.40 Evidencia Suficiente, Competente y Relevante; establece que el auditor debe obtener evidencia suficiente, competente y relevante mediante la aplicación de pruebas de control y procedimientos sustantivos que le permitan fundamentar razonablemente los juicios y conclusiones que formule con respecto al organismo, programa, actividad o función que sea objeto de la auditoría. La evidencia deberá someter a prueba para asegurarse que cumpla los requisitos básicos de suficiencia competencia y relevancia. Los papeles de trabajo deberán mostrar los detalles de la evidencia y revelar la forma en que se obtuvo. Es suficiente la evidencia objetiva y convincente que basta para sustentar los hallazgos, conclusiones y recomendaciones del auditor. La evidencia será suficiente cuando por los resultados de la aplicación de una o varias pruebas, el auditor podrá adquirir certeza razonable que los hechos revelados se encuentran satisfactoriamente comprobados. Para determinar si la evidencia es suficiente se requiere aplicar el criterio profesional. Cuando sea conveniente, se podrá emplear métodos estadísticos con ese propósito. Para que sea competente, la evidencia debe ser valida y confiable. A fin de evaluar la competencia de la evidencia, el auditor deberá considerar cuidadosamente si existen razones para dudar su validez o de su integridad. De ser así, deberá obtener evidencia adicional o revelar esa situación en su informe. Los siguientes supuestos constituyen criterios útiles para juzgar si la evidencia es competente, si bien no deberán considerarse suficientes para determinar la competencia: La evidencia que se obtiene de fuentes independientes es más confiable que la obtenida del propio organismo auditado. La evidencia que se obtiene cuando sea establecido un sistema de control interno apropiado es más confiable que aquella que se obtiene cuando el sistema de control interno es deficiente, no es satisfactorio o no se a establecido. La evidencia que se obtiene físicamente mediante un examen, observación calculo o inspección es más confiable que la que se obtiene en forma indirecta. Los documentos originales son más confiables que sus copias. La evidencia testimonial que se obtiene en circunstancias que permite a los informantes expresarse libremente merece más crédito que aquella que se obtiene en circunstancias comprometedoras (por ejemplo, cuando los informantes pueden sentirse intimidados). La relevancia, se refiere a la relación que existe entre la evidencia y su uso. La información que se utilice para demostrar o refutar un hecho será relevante si guarda una relación lógica y patente con ese hecho. S i no lo hace, será irrelevante y, por consiguiente, no deberá incluirse como evidencia. Cuando lo estimen conveniente, el auditor deberá obtener de los funcionarios de la entidad auditada declaraciones por escrito respecto a la relevancia y competencia de la evidencia que haya obtenido.

La Evidencia física, se obtiene mediante inspección u observación directa de actividades, bienes o sucesos. La evidencia de esta naturaleza puede presentarse en forma de memorando (donde se resumen los resultados de la inspección o de la observación), fotografías gráficos, mapas o muestras materiales. La evidencia documental, consiste en información elaborada, como la contenida en cartas, contratos, registros de contabilidad, facturas y documentos de la administración relacionados con su desempeño. La Evidencia testimonial, se obtiene de otras personas en forma de declaraciones hechas en curso de investigaciones o entrevistas. Las declaraciones que sean importantes para la auditoría deberán corroborarse, siempre que sea posible, mediante evidencia adicional. También será necesario evaluar la evidencia testimonial para cerciorarse que los informantes no hayan estado influidos por perjuicios o tuvieran solo un conocimiento parcial del área auditada. La Evidencia analítica, comprende cálculos, comparaciones, razonamiento y separación de la información en sus componentes.

Cuando la información procesada por medios electrónicos constituya una parte importante o integral de la auditoría y su confiabilidad sea esencial para cumplir los objetivos del examen, el auditor deberá cerciorarse de la relevancia y de la confiabilidad de esa información. Para determinar la confiabilidad de la información el auditor: Podrá efectuar una revisión de los controles generales de los sistemas computarizados y de los relacionados específicamente con sus aplicaciones, que incluya todas las pruebas que sean permitidas; o Si no revisa los controles generales y los relacionados con las aplicaciones o comprueba que esos controles no son confiables, podrá practicar pruebas adicionales o emplear otros procedimientos. Cuando el auditor utilice datos procesados por medios electrónicos o los incluya en su informe a manera de antecedentes o con fines informativos, por no ser significativos para los resultados de la auditoría, bastará generalmente que en le informe se cite la fuente de esos datos para cumplir las normas relacionadas con la exactitud e integridad de su informe.

Analizando a la CGR (1998) y Holmes (1999), se determina que la auditoría financiera, comprende a la auditoría de los estados financieros. La auditoría de estados financieros tiene por objetivo determinar si los estados financieros del ente auditado presentan razonablemente su situación financiera, los resultados de sus operaciones y sus flujos de efectivo de acuerdo con principios de contabilidad generalmente aceptados. Las Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas y las Normas Internacionales de Auditoría que rigen a la profesión contable en el país son aplicables a todos los aspectos de la auditoría financiera.

Para Tuesta (2000), las Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas (NAGAS) son los principios fundamentales de auditoría a los que deben enmarcarse su desempeño los auditores durante el proceso de la auditoria. El cumplimiento de estas normas garantiza la calidad del trabajo profesional del auditor. Las NAGAS, tiene su origen en los Boletines (Statement on Auditing Estándar – SAS) emitidos por el Comité de Auditoría del Instituto Americano de Contadores Públicos de los Estados Unidos de Norteamérica en el año 1948. En el Perú, fueron aprobados en el mes de octubre de 1968 con motivo del II Congreso de Contadores Públicos, llevado a acabo en la ciudad de Lima. Posteriormente, se ha ratificado su aplicación en el III Congreso Nacional de Contadores Públicos, llevado a cabo en el año 1971, en la ciudad de Arequipa. Por lo tanto, estas normas son de observación obligatoria para los Contadores Públicos que ejercen la auditoría en nuestro país, por cuanto además les servirá como parámetro de medición de su actuación profesional y para los estudiantes como guías orientadoras de conducta por donde tendrán que caminar cuando sean profesionales.

Normas Generales o Personales

1. Entrenamiento y capacidad profesional

2. Independencia

3. Cuidado o esmero profesional.

Normas de Ejecución del Trabajo

4. Planeamiento y Supervisión

5. Estudio y Evaluación del Control Interno

6. Evidencia Suficiente y Competente

Normas de Preparación del Informe

7. Aplicación de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados.

8. Consistencia

9. Revelación Suficiente

10. Opinión del Auditor

JUSTIFICACION METODOLOGICA:

En este trabajo en primer lugar se ha identificado la problemática consistente en la falta de credibilidad de los informes de auditoria financiera; sobre dicha problemática se han formulado las posibles soluciones a través de las hipótesis; luego se ha establecido los propósitos que persigue el trabajo por intermedio de los objetivos. Todos estos elementos se han formado en base a las variables e indicadores de la investigación. Todo lo anterior tiene el sustento en una metodología de investigación que identifica el tipo, nivel y diseño correspondiente; y, la población y muestra a aplicar; así como también las técnicas e instrumentos para recopilar, analizar e interpretar la información.

JUSTIFICACION TEORICA:

En este trabajo se apuesta a lograr la credibilidad de los informes de los estados financieros a través de la ética profesional aplicada en toda su magnitud. Una falta de ética no sólo afecta a quienes vulneran las normas de conducta.. Consecuencias hay muchas, las más importantes son: la baja de autoestima de quienes las cometen y del prestigio de la profesión. Esto último se produce de dos maneras: se destruye la confianza pública y se frustra la esperanza de los sectores sociales, que justamente esperan la realización correcta del trabajo de los auditores financieros que fueron privilegiados con una formación profesional. Las actuaciones contrarias a la ética no sólo dañan a quienes las sufren, sino principalmente a la comunidad humana en que acontecen, esta última es la más afectada.

El propósito de la Ética Profesional es impulsar, fortalecer y consolidar una cultura de respeto hacia los más altos valores éticos. La auditoria financiera consiste en verificar que los recursos se administren conforme a la legislación aplicable y con eficacia, eficiencia y economía. Esta función de control externo se convierte en una pieza clave del proceso de rendición de cuentas, y por ende, de la vida empresarial. El auditor financiero debe subordinar su actuación a principios indispensables, como el profesionalismo competente, la integridad, la objetividad, la imparcialidad y la independencia, que presuponen valores éticos generalmente aceptados.

La necesidad de instituir la ética profesional para promover y preservar la integridad y competencia de los profesionales al servicio de la ASF se explica porque, además de que están obligados a observar diversas normas legales y éticas de carácter general, la fiscalización de los recursos públicos les impone responsabilidades concretas, a las que deben corresponder normas éticas específicas. La autoridad moral del auditor financiero debe sustentarse en la conducta intachable, y su competencia debe reflejarse en la calidad de sus informes, que por ser públicos siempre estarán sujetos al escrutinio y evaluación de la sociedad en general. De ahí la necesidad de enfatizar en los principios rectores profesión y, como fundamentos de la credibilidad.

La ética profesional son normas por su carácter general que se aplican a todo el proceso del examen y se relacionan básicamente con la conducta funcional del auditor como persona humana y regula los requisitos y aptitudes que debe reunir para actuar como Auditor. La mayoría de este grupo de normas es contemplado también en los Códigos de Etica de otras profesiones. La ética profesional se refiere a la cualidad que el auditor debe tener para poder asumir, dentro de las exigencias que el carácter profesional de la auditoria impone, un trabajo de este tipo. La Auditoria debe ser efectuada por personal que tiene el entrenamiento técnico y pericia como Auditor. Como se aprecia de esta norma, no sólo basta ser Contador Público para ejercer la función de Auditor, sino que además se requiere tener entrenamiento técnico adecuado y pericia como auditor. Es decir, además de los conocimientos técnicos obtenidos en los estudios universitarios, se requiere la aplicación práctica en el campo con una buena dirección y supervisión. Este adiestramiento, capacitación y práctica constante forma la madurez del juicio del auditor, a base de la experiencia acumulada en sus diferentes intervenciones, encontrándose recién en condiciones de ejercer la auditoría como especialidad. Lo contrario, sería negar su propia existencia por cuanto no garantizará calidad profesional a los usuarios, esto a pesar de que se multiplique las normas para regular su actuación. En todos los asuntos relacionados con la Auditoría, el auditor debe mantener independencia de criterio. La independencia puede concebirse como la libertad profesional que le asiste al auditor para expresar su opinión libre de presiones (políticas, religiosas, familiares, etc.) y subjetividades (sentimientos personales e intereses de grupo). Se requiere entonces objetividad imparcial en su actuación profesional. Si bien es cierto, la independencia de criterio es una actitud mental, el auditor no solamente debe "serlo", sino también "parecerlo", es decir, cuidar, su imagen ante los usuarios de su informe, que no solamente es el cliente que lo contrató sino también los demás interesados (bancos, proveedores, trabajadores, estado, pueblo, etc.).

Debe ejercerse el esmero profesional en la ejecución de la auditoría y en la preparación del informe. El cuidado profesional, es aplicable para todas las profesiones, ya que cualquier servicio que se proporcione al público debe hacerse con toda la diligencia del caso, lo contrario es la negligencia, que es sancionable. Un profesional puede ser muy capaz, pero pierde totalmente su valor cuando actúa negligentemente. El esmero profesional del auditor, no solamente se aplica en el trabajo de campo y elaboración del informe, sino en todas las fases del proceso de la auditoría, es decir, también en el planeamiento o planeamiento estratégico cuidando la materialidad y riesgo. Por consiguiente, el auditor siempre tendrá como propósito hacer las cosas bien, con toda integridad y responsabilidad en su desempeño, estableciendo una oportuna y adecuada supervisión a todo el proceso de la auditoría.

JUSTIFICACION PRÁCTICA:

Partes: 1, 2, 3
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