El movimiento guerrillero y el bandolerismo en los municipios de Chaparral y Rioblanco, durante los gobiernos de Laureano Gomez y Rojas Pinilla (1950-1957) (página 2)
Enviado por Wilmer Duvan Tafur Pinto
Dado que los estudios generales de La Violencia en Colombia; si bien permiten establecer la complejidad de este periodo histórico (1950-1957) en el ámbito nacional y regional, en lo concerniente a los municipios objeto de estudio de este trabajo han quedado vacíos, que se pueden agrupar en particularidades tales como, los problemas agrarios, los procesos migratorios y los actores sociales y políticos que se integran en las formas de organización guerrillera y bandolera en los municipios de Chaparral y Rioblanco.
En lo referente a este tema de investigación existen estudios esclarecedores tales como el trabajo de Eduardo Pizarro León Gómez, titulado, "Las FARC. (1949-1966). De la Autodefensa a la combinación de todas las formas de lucha"; en el cual se explica el origen y el contexto en el que se desarrolla la guerrilla comunista en el sur del Tolima. Así mismo Medófilo Medina, con su trabajo " La resistencia Campesina en el sur del Tolima" es significativo en la medida en que apunta los diversos factores que dieron lugar a la conformación de las guerrillas en el municipio de Chaparral.
Cabe destacar también el trabajo de Darío Fajardo, titulado "Violencia y Desarrollo" del cual se tomó el aporte que hace con el esquema Migración– Colonización-Conflicto-Migración-Colonización-Conflicto; a partir del cual giró la dinámica de lucha existente entre los latifundistas y campesinos en el sur del Tolima.
En lo que concierne a la indagación del Bandolerismo, es válida para la presente investigación la tipología del bandolerismo, establecida por Hobsbawn completada por Gonzalo Sánchez y Donny Meertens en su trabajo, "Bandoleros, Gamonales y Campesinos.", destacando aquí la noción de bandolerismo común.
Metodológicamente el trabajo parte del planteamiento de que el sur del Tolima ha sido y es una región, escenario de múltiples conflictos sociales y políticos en la historia de Colombia. Tales como la violencia ejercida contra los indígenas aquí localizados, la lucha por la posesión de la tierra generada por la expansión de las grandes haciendas y el asentamiento del movimiento guerrillero, lo que configura un panorama propicio para estudiar el fenómeno de la Violencia en el ámbito regional.
En tal sentido el presente trabajo se elabora desde la perspectiva de la historia social, la cual lejos de rendirle culto a la historia convencional e idealizada, se empeña en sacar a la luz la realidad social, económica y cultural de los hechos e instituciones que determinaron y dieron forma a la Colombia contemporánea. En este orden de ideas, se confrontaron los idearios de los partidos políticos y la prensa con las prácticas y las vivencias de los individuos del común que vivían en las aglomeraciones y en las veredas de la región de estudio. Superando de esta manera la frecuente posición de definir las manifestaciones armadas campesinas por lo que dicen los dirigentes políticos. Se llega de esta manera a un punto propicio para evaluar como la historia ha determinado los conflictos contemporáneos.
Lo anterior teniendo en cuenta, los tropiezos que surgieron, tales como la escasez de recursos económicos, con la que se contaba a la hora de iniciar la investigación, ya que a pesar de que se tocaron varias puertas nadie quiso comprometerse con la financiación. De ahí que este trabajo, se haya elaborado prácticamente como se dice coloquialmente " con las uñas." Otros tropiezos que se apreciaron como obstáculos casi insalvables, fueron, que de una parte, los documentos resultaron más escasos de lo previsto; debido que a la hora de analizar la documentación encontrada, se hacia necesario desechar la mayoría, dado que se debía distinguir lo verdadero de lo falso, por cuanto, los intereses de los involucrados contaminaban las informaciones o tergiversaban los hechos, o era necesario descubrir la parte oculta de cada discurso; de la otra, los habitantes de las poblaciones estudiadas se mostraron esquivos, en el sentido de que los más viejos prefirieron no hablar con profundidad del tema, mientras que a los más jóvenes no les interesaba.
De todas maneras esta investigación constituyó un buen reto, que se enfrentó con las informaciones y los documentos a los cuales se tuvo acceso.
1. CARACTERIZACIÓN GEOGRÁFICA Y RESEÑA HISTÓRICA DE CHAPARRAL Y RIOBLANCO
La implantación y posterior desarrollo de las guerrillas y del bandolerismo, en los municipios de Chaparral y Rioblanco tuvo a su favor las características geográficas de la región del sur del Tolima, ubicada sobre la cordillera central; en donde existe una exuberante vegetación tropical que es precisa para el combate guerrillero. De esta manera la cordillera que atraviesa longitudinalmente el departamento era funcional a la logística insurgente, dado que gran parte de la cordillera, se halla fuertemente fracturada en un sistema de fallas y un relieve escarpado, que le permitió a las guerrillas establecer zonas de repliegue y corredores vitales en los desplazamientos hacia los departamentos del Valle, Cauca y Huila. (Ver figura No 1) Frente al particular Alejandro Reyes afirma:
El sur del Tolima comunica geográficamente con el norte del Cauca y con el oriente del Huila en el Nevado del Huila, donde confluyen las regiones del sur del Saldaña y de Marquetalia y Gaitania, por el Tolima, con las de Corinto, Toribío y Jambaló, por el Cauca. Históricamente existe un corredor de comunicación de conflictos sociales mediante el paso de guerrillas, campesinos e indígenas refugiados, tropas oficiales y emigraciones de población en busca del trabajo que circulan del Cauca al Tolima y de este al Huila y al Caquetá, bordeando los desfiladeros del Nevado del Huila 1
Es en este escenario donde el campesino al soportar la violencia oficial, se organiza para defender su familia y hacer respetar sus derechos como trabajador agrícola, mostrando de esta manera la expresión aguda de las luchas sociales en el campo. En donde el enfrentamiento con los latifundistas apoyados por el aparato estatal se desarrollaba en medio de un momento histórico mundial caracterizado por un combate crucial entre el capitalismo y el socialismo, lo que le daba un ingrediente especial a esta contienda.
1.1 CHAPARRAL Chaparral, bañada por los ríos Saldaña, Amoyá, Aico, Mendarco, Negro, Tuluní, Tetuán, Ambeima, Irco y el Davis2; es considerada como una de las más famosas poblaciones del sur occidente tolimense; dado que es la patria chica de figuras tan importantes como los expresidentes Manuel Murillo Toro, José María Melo y Darío Echandía; así como por la importancia de su producción cafetera para la época en que se desarrolló la Violencia bipartidista. Se dice que los conquistadores españoles llegaron a la meseta de Chaparral, donde los indios Pijaos tenían su centro de habitación, y aquí se libró la guerra contra los indígenas por parte de los españoles. En la pagina web www.chaparralvirtual.com, se reseña el proceso de fundación de Chaparral de la siguiente manera:
Chaparral es una población que vivió ocho fundaciones:
1. La primera fundación de que se tiene noticia es la que hizo el descubridor, capitán Francisco Trejo, de una casa fortaleza o fuerte, en el año de 1556.
2. La segunda fundación fue hecha, en el año de 1586, por el general Diego Bocanegra, con título de ciudad y con el nombre de Ciudad Real Medina de las Torres de los Pijaos del Chaparral de los Reyes.
3. Tercera fundación fue la que efectuó, hacia el año de 1592, el gobernador Bernardino de Mojica y Guevara, también con título de ciudad, bajo el nombre de San Miguel de Pedraza Chaparral.
4. La cuarta fundación fue la del Fuerte de San Lorenzo, en el año de 1606, posiblemente el 10 de agosto de ese año.
5. La quinta fundación también fue de fuerte de San Juan de Gandía, hacia el año de1608, aunque parece que este es el mismo de San Lorenzo y que el cambio de nombre sólo tuvo ocurrencia en el papel, en las cartas que el presidente Borja envió al Rey de España dando cuenta de su guerra contra los heroicos pijaos.
6. La sexta fundación sobre la meseta de Chaparral fue la de la Viceparroquia, dependiente de la parroquia de Coyaima en el año de 1772.
7. La séptima no es propiamente fundación sino conversión de la Viceparroquia en Parroquia: Tuvo lugar hacia el año de 1773. Aquella Viceparroquia, convertida en Parroquia de San Juan Bautista de Chaparral, y esta, corresponde a la población que existía desde varios años antes en el sitio que ahora se llama "El Triunfo", ya cerca del extremo oriental de la meseta.
8. La octava fundación sobre la meseta del Chaparral, de que se tiene noticia, es la reconstrucción de la población, a partir del año de 1828, sobre el "llano del limoncillo", es decir, en donde está el Chaparral actual, luego del terremoto de 1827, que destruyo el Chaparral de "El Triunfo".3
Después de estas ocho fundaciones, el 6 de enero de 1586 es considerada como la fecha oficial en la que Chaparral se constituyó legalmente, de acuerdo a una decisión tomada por el Concejo Municipal.
Otra fuente señala lo siguiente sobre la creación del municipio de Chaparral:
… el descubridor de la meseta de Chaparral fue Francisco de Trejos, primer español en pisar su suelo, año 1556 y en levantar una edificio que llevaba su nombre, "El Fuerte Trejos". La fundación de la población fue el 6 de enero de 1586 por don Diego de Bocanegra, con el hermoso nombre de "Ciudad Real de Medina de las Torres de los Pijaos del Chaparral de los Reyes." Entre los años 1772- 1773 pasa de Viceparroquia a Parroquia de Chaparral. El 6 de noviembre de 1827 fue destruida por un violento terremoto. En 1837 tuvo rango político de Villa y fue erigido municipio a través de la Ley expedida por la Asamblea Constituyente del Estado Soberano del Tolima, el 21 de febrero de 1863.4
Sobre la situación geográfica de Chaparral el periódico El Derecho afirma:
..esta situado en una meseta que se extiende al pie de las montañas del Quindío, en la cordillera Central. Su altura sobre el nivel del mar es de 837 m. sobre el nivel del mar, pero dentro del área del municipio existen elevaciones hasta de 3.600 metros, encontrándose, por lo tanto, una gran diversidad de climas y tierras propicias para todos los cultivos.5
El municipio de Chaparral se encuentra a una distancia de 153 Kilómetros de Ibagué la capital del departamento, con un área de 2.230 Kilómetros cuadrados limita al norte con los municipios de Roncesvalles, San Antonio y Ortega, al oriente con Coyaima y Ataco, al occidente con el Departamento del Valle del Cauca y al sur con Rioblanco y Ataco.6 (Ver Figura No 2) Su número de habitantes hacia 1950 era de 30.000 habitantes, su presupuesto en este año ascendía a 298.757.05 pesos, la única vía que conectaba a Chaparral con el resto del país en este tiempo era la carretera Chaparral-Castilla.7
Chaparral, durante los años cincuenta estaba conformado por un terreno escarpado en su mayor parte, poco accesible por amplias vías de comunicación, cubierto en algunas zonas de selva intrincada. Escenario propicio para la operación de diversos grupos armados, los cuales prosperaron debido a que hasta allí no llegaba con éxito la acción de las fuerzas regulares del ejército y policía, formadas por contingentes bisoños en el conocimiento de la topografía de estos lugares.
1.2 RIOBLANCO Geográficamente Rioblanco limita por el Norte, con los municipios de Chaparral, San Antonio y Ortega; por el Sur, con Ataco y el departamento del Huila; por el Oriente, con Ataco y Coyaima; por el Occidente, con el departamento del Valle. (Ver Figura No 2) Rioblanco hacia la década de 1950 contaba con 7.420 habitantes, según el censo de 1951.8 En el informe de la Contraloría la conformación de Rioblanco como corregimiento es reseñada de la siguiente manera:
Los hermanos Cárdenas, Tobías, Martín y Narciso, vecinos del municipio de Chaparral, se establecieron en el año 1900 a las orillas del Rioblanco, donde se dedicaron a diversos cultivos, Poco tiempo después llegó Juan de la Cruz Vidales, quien, fuera de construir una casa al lado de la de los hermanos Cárdenas, montó una gran hacienda llamada "Las Brisas", lo que determinó el nacimiento de un pequeño caserío, al que, por el afán creador de sus habitantes y la fertilidad de sus tierras, el Gobierno departamental elevó a la categoría de corregimiento, con el nombre de Rioblanco, bajo la jurisdicción de Chaparral.9
Sin embargo, los habitantes de esta población tenían el anhelo de convertir a este corregimiento, en municipio, lo cual se evidencia en los esfuerzos que realizaron algunos individuos de esta región por este propósito. Lo anterior aparece referenciado en el siguiente artículo periodístico:
A principios de la presente semana llegó a esta ciudad capital una comisión del próspero corregimiento de Rioblanco, integrada por los distinguidos caballeros de esa región señores Antonio J. Marín, Carlos Suárez, Cesáreo Emilio Grajales y Marco Fidel Suárez, con el ánimo de conversar con los diputados a la asamblea y el gobierno seccional acerca del anhelo de las gentes de la comarca que representan, por que sea erigido en municipio el corregimiento de Rioblanco. Los comisionados han sido motivo de especial atención tanto del gobierno departamental como de los diputados. Todos ellos han prometido estudiar el caso a fin de que este proyecto sea una realidad.10
Es así como mediante la Ordenanza número 11 del 21 de diciembre de 1948, se erige Rioblanco como municipio.
El territorio del municipio de Rioblanco en su mayor extensión montañoso, durante los años de la Violencia fue un territorio en donde actuaron grupos armados, dado que la topografía era propicia para la actividad de las guerrillas y grupos bandoleros. Sus integrantes, absolutos conocedores de la región donde operaban, (escenario de su tranquila vida agraria) podían desplazarse con rapidez y habilidad sorprendentes, gracias al limitado número de sus efectivos; en tanto que la tropa oficial apenas sí podía mover con lentitud sus batallones por parajes para ellos desconocidos.
Es en este escenario que surge el primer grupo con visos de organización, y estuvo dirigido por un viejo tolimense, llamado Gerardo Loaiza; sus hijos y hermanos formaron el núcleo de la guerrilla liberal; a ellos se unieron campesinos desarrapados con armas primitivas- a veces sin ellas- que se agrupaban, por el deseo de no morir asesinados a manos de los chulavitas.11 Dichos grupos como veremos en esta investigación fueron adquiriendo experiencia en combates y huidas, en avances, escaramuzas, derrotas y victorias.
Figura 1. Ubicaci6n geografica del municipio de Chaparral
Figura 2. Mapa del Sur del Tolima Segun Ia lnvestigaci6n
FUENTE: Gobernaci6n del Tolima. Departamento administrativo de Planeaci6n
2. ANTECEDENTES DE LA VIOLENCIA EN EL SUR DEL TOLIMA
Para ubicar los antecedentes de la Violencia bipartidista en el sur de nuestro departamento, se deben tener en cuenta los elementos estructurales que hicieron posible que tal fenómeno se desarrollara en el Tolima; tales elementos serían los odios heredados, las pasiones partidistas, el despojo de la tierra y la persecución religiosa.12 En tal sentido para el tema específico de esta investigación son importantes los acontecimientos que empezaron a presentarse a partir de la década de 1930, época en la cual las luchas agrarias adquieren gran intensidad; así mismo se siente el impacto de la gran depresión mundial de 1929; que obligó a los campesinos a volver al campo a exigir tierras, dado que en las ciudades el desempleo empezó a imperar.13
En tal sentido, para el análisis en el sur del Tolima se debe establecer la relación del periodo histórico de la Violencia, con los procesos de colonización y los conflictos agrarios en los años 20 y 30; en los cuales tanto colonos como indígenas, apoyados por influencias de planteamientos socialistas y comunistas, se adhirieron a la consigna de eliminar el latifundio. Lo anterior se corrobora, en la nota editorial de un periódico de corte liberal que hacia la década de los treinta, sobre los latifundios afirmaba lo siguiente:
Tiene el país que evolucionar hacia la granja y la pequeña parcela, acabando con el dilatado latifundio. El régimen jurídico de la propiedad necesita una transformación de tonos revolucionarios…
No es posible la explotación del colono y del bracero agrícola por más tiempo. No pueden ellos continuar alimentando la holgazana urbana del propietario que vive de sus fatigas y consume el producto de sus sudores.
El terrateniente que se sienta incapaz de incorporarse al trabajo de su feudo, fragmentado hasta donde lo exijan las necesidades de vida de los núcleos humanos, debe desaparecer como dueño de tierras para ceder ese puesto- que es de labor y no de pereza- a sus arrendatarios y peones. No debe el estado continuar extorsionando con la presencia del alguacil y del gendarme al servicio de un despotismo de casta, a la masa del proletariado rural Bajo el boscaje que insinúa verdes tonos de redención y de esperanza para el labriego, marcha apresuradamente un ideal de justicia que la nación debe concretar en leyes antes de que la violencia lo cristalice en hechos. El hombre que ha mezclado el desgaste de sus músculos, el calor de su esfuerzo y la efectividad de sus fatigas al cultivo del agro, tiene un derecho primordial al usufructo de las cosechas, ante el propietario y contra el propietario.
Para ello necesita el campesino acometer sin descanso ni demora la reforma agraria. Con ese fin, debe llevar al parlamento, al ejecutivo y a los cabildos, gentes de su clase y de su oficio. Pero auténticos. No explotadores que se fingen campesinos a la hora de la pesca eleccionaria.14
Estas influencias ideológicas y políticas, que surgieron a partir del nacimiento de los movimientos obreros, el Partido Comunista y la aparición de un movimiento disidente del liberalismo, la Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria, UNIR, la cual bajo la dirección de Jorge Eliécer Gaitán sería tal vez la de mayor respaldo popular; dado que se trataba de un movimiento respaldado por campesinos, obreros, artesanos, estudiantes, profesionales, todos guiados por una ideología nacionalista, antiimperialista, que anhelaba cambios en la economía y la sociedad. Desde esta organización Jorge Eliécer Gaitán se atreve a plantear un cuestionamiento profundo a las estructuras del país en los siguientes términos:
Hoy por hoy, en Colombia, los órganos del Estado, Legislativo, Ejecutivo, Judicial, actúan únicamente de acuerdo con las necesidades, el querer y los designios de la minoría privilegiada. En el problema de la tierra, la banca, la industria, todo está polarizado.
Pues bien –prosigue- el criterio de actuación del Estado debe ser contrario si quiere cumplirse a cabalidad el principio democrático, que es función de mayorías. Y como La mayoría económica es la de los desposeídos, en su beneficio, en su defensa y en su cuidado debe actuar también el poder.15
Es así como desde los primeros años del siglo XX, se consolida en el sur del Tolima una lucha activa contra el latifundio y su extensión, especialmente en la región de las grandes haciendas cafetaleras. Lo que originó constantes pugnas entre latifundistas y campesinos por la tierra constituyendo de esta manera a estos territorios, en lugares claves para la lucha rural armada. * Esta lucha entre campesinos sin tierra, que llegaban a la región a colonizar y los latifundistas, se presentaba cuando los latifundistas una vez valorizados sus terrenos, gracias al trabajo campesino, despojaban de su carácter de colonos a los campesinos, a través de diversos mecanismos, tales como las amenazas o las acciones violentas. En esta dinámica de despojo, el fin perseguido por los terratenientes además de apropiarse más tierras, era el de hacerse a mano de obra cautiva.16
En este orden de ideas la Violencia alcanzaría gran intensidad en el sur, destacándose aquí las poblaciones indígenas que se habían empeñado, a partir de la acción de Quintin Lame a protegerse contra los asaltos de las diferentes olas de colonos y los acaparadores de tierras.17 En este contexto se organizan las Ligas Campesinas, para obtener y mantener tierras, proceso este en el cual el enfrentamiento ya no era sólo con el terrateniente sino con los organismos del Estado que expedían ordenes judiciales de despojo; evidenciando de esta manera la complicidad entre los funcionarios estatales y los terratenientes.18 Por consiguiente, esta lucha agraria se caracterizó por el reto del campesinado al ocupar tierras de uso exclusivo de los latifundistas. **
Este movimiento campesino en contra del latifundio, desarrollado en el sur del Tolima, tuvo como punto partida desde el punto de vista legal, una ley de 1926 que especificaba una reglamentación para diferenciar la propiedad privada de la del Estado, y suministraba a los miembros de los resguardos y a los colonos instalados en las tierras desaforadamente acaparadas durante décadas por los terratenientes, los argumentos para no permitir que fueran desposeídos o reducidos a la condición de arrendatarios.19
Teniendo en cuenta lo anterior, los campesinos del sur del Tolima a partir del accionar de las Ligas Campesinas; proceden a establecerse en las tierras que hacían parte de las grandes haciendas por medio de invasiones, las cuales llevan a cabo de manera violenta por medio de la incineración de ranchos y de cosechas.20
Los terratenientes por su parte crean entonces, las cuadrillas de filiación política conservadora, para defender su vida y sus bienes.
Estas luchas agrarias tenían lugar bajo un contexto político excluyente, en el sentido de que sí bien, Olaya Herrera, López Pumarejo y demás gobernantes de la llamada "República Liberal", argumentaban ser demócratas y que no intentaban imponer una dictadura de partido, en la práctica existía una forma muy particular del ejercicio de gobierno, ya que cada uno de los partidos cuando tenía el poder efectuaba podas burocráticas para excluir de los cargos públicos a los individuos del partido contrario, situación esta que alimentaba el rencor y, por consiguiente, la contraofensiva del partido opuesto al gobierno.21 Esta situación se evidencia en el siguiente editorial de un periódico conservador bajo los años de la república liberal:
En algunas partes –muy contadas- se respetan los derechos naturales y algunos civiles, pero existe la intención manifiesta de negar a los conservadores sus derechos políticos. Para el liberalismo los conservadores no son ciudadanos, no pueden ejercitar los derechos de ciudadanía. Practica una nueva modalidad de la doctrina de Monroe: el gobierno liberal, para los liberales.
Prueba innegable de esto es la conducta observada por sus dirigentes en los concejos. Sistemáticamente se hostilizó a los miembros conservadores, se les hostigó hasta obligarles a retirarse, porque nunca creyeron las mayorías liberales de los cabildos que los conservadores tuvieran derecho a intervenir en la administración pública.22
En este escenario político los colonos y los jornaleros; apoyados por la Ley de Tierras, aprobada por el gobierno de Alfonso López Pumarejo, lograron una importante conquista; dado que se garantizaba la propiedad de la tierra, para los individuos que la explotaban, este precedente incentivó aún más las luchas agrarias por la tierra. Con esta ley se definían los primeros intentos de Reforma Agraria que no podían ser desaprovechados por los núcleos de población campesina e indígena, sobre las tierras que habían poseído por tradición o bajo la figura de los resguardos. Se buscó entonces la titulación de terrenos baldíos a campesinos que en calidad de arrendatarios estuvieran haciendo uso de ellas.23
Los ataques contra la política agraria del gobierno aumentaron hacia 1936 cuando el Senado entró a discutir el proyecto de ley de tierras. "El mismo presidente López se vio precisado a denunciar la abierta oposición del partido conservador a sus proyectos reformistas, especialmente al de la tierra. "…El conservatismo se vuelve reaccionario ante las transformaciones que comienza a hacer el partido liberal."24
Igualmente en el campo los terratenientes, aterrorizados por la movilización campesina, comenzaron a hostigar a los colonos, incendiar sus cultivos, pagar bandas de matones para asustarlos y sacarlos de las tierras. Obligando, además, al gobierno a limitar los alcances más progresivos de la Ley de Tierras; por medio de la Ley 100 de 1944. Este sería, por tanto, el punto de partida que justificó la expulsión de pequeñas familias arrendatarias y campesinos liberales sin tierra que pretendían la titulación de las antiguas zonas de colonización.25 Así se sentaron los antecedentes de lo que posteriormente fue el periodo que ha pasado a la historia como la "Violencia".
Después de los acontecimientos acaecidos el 9 de abril en 1948, en el campo se produjo una simbiosis entre la resistencia política al régimen conservador y la lucha feroz, incentivada por las colectividades políticas de diversa ideología, (liberales, socialistas, conservadores y comunistas) y por la lucha existente entre terratenientes y campesinos por la tierra; estos dos fenómenos son los que explican la cruenta Violencia que atravesó los campos de Colombia.
En términos generales, los movimientos alzados en armas que germinaron en el sur del Tolima, surgieron gracias a que esta era una zona dominada por la Violencia, donde, además, para los años cincuenta estaba latente el movimiento agrario de la década de los años treinta. Lo cual nos muestra como la apropiación de tierras se encuentra en el trasfondo de la génesis de las guerrillas. Esta apreciación es descrita por un dirigente guerrillero, quien califica la lucha guerrillera como la prolongación de la " enconada lucha por la tierra en el sur del Tolima, especialmente en Chaparral y parte de Rioblanco, en la que habían estado en la cabeza los comunistas desde la década de 1930."26
2.1 ANTECEDENTES DE LA VIOLENCIA EN CHAPARRAL Para hablar de los antecedentes de la Violencia en Chaparral, inicialmente debemos destacar la importancia del conflicto agrario que se llevó a cabo en esta región en las primeras décadas del siglo XX. Por consiguiente, es importante, ilustrar el proceso de colonización de Chaparral iniciado en 1769, para tal fin debemos remontarnos a la segunda mitad del siglo XIX, periodo en el cual se vivió un gran movimiento de apropiación territorial a través de la colonización, tanto de pequeños productores, como de hacendados y acaparadores de tierras.27
Los latifundistas se lanzaron en busca de baldíos y se interesaron principalmente en los baldíos que rodeaban a Chaparral ricos en Quinas. Entre 1850 y 1889, especialmente después de 1870, se adjudicaron en el Tolima 233.000 hectáreas, la desigualdad en su distribución fue abrumadora. Por ejemplo, doce adjudicatarios que recibieron baldíos entre 1864 y 1893, obtuvieron el 52% de la tierra adjudicada, con un promedio de 6.500 hectáreas; mientras los pequeños recibieron en promedio 47 hectáreas. La zona de Chaparral fue entonces, uno de los principales focos de apropiación entre 1870 y comienzos del siglo XX.28
Con estos antecedentes, en el sur del Tolima y en el Valle central del Magdalena, se constituyeron extensas haciendas, principalmente ganaderas, a expensas del desplazamiento de los campesinos e indígenas poseedores de tierra pero sin título de propiedad.29 Ante esta situación después de 1875 los colonos empiezan a organizarse, y a defenderse de las expropiaciones; iniciándose de esta manera la contienda entre campesinos y terratenientes por la propiedad de la tierra y el valor del jornal en la hacienda cafetera. 30
En este contexto hay que resaltar que en cada lugar o hacienda, hubo una serie de factores que unidos al de la tierra se convirtieron en el objeto fundamental de la lucha. Tal es el caso de los campesinos de Chaparral hacia 1930, en donde la huelga de los trabajadores giró en torno a tres problemas: acabar con el trabajo obligatorio en las haciendas, cambiar las medidas por la romana legal y aumentar el pago de la arroba de café.31 En este proceso de luchas representaron un papel trascendental algunos líderes campesinos, tales como Isauro Yosa (para el caso de Chaparral), conocido en las épocas de la resistencia campesina como el Comandante Lister (en homenaje a Enrique Lister, general proletario de la guerra civil española), quien estará por siempre inscrito en las páginas de la historia de la lucha por la tierra.
El semanario VOZ, describe la importante labor de Isauro Yosa de la siguiente forma:
Correspondió a este luchador agrario en los años 30 enfrentar el poder latifundista. Por ese entonces circulaba el periódico Tierra, órgano del Partido Comunista Colombiano. En sus páginas orientaba la organización campesina, denunciaba los atropellos, reseñaba las luchas agrarias nacionalmente y explicaba que muchas de las tierras de las que decían ser dueños terratenientes adinerados, no tenían títulos y que por lo tanto eran del Estado. Que los campesinos a través de la acción organizada, podrían disponer de ellas, si actuaban planificadamente.
Eran tiempos en que los peones eran tratados como esclavos, pero también en los que éstos comenzaban a sublevarse contra sus patrones. En Chaparral, donde Yosa inscribió parte de sus luchas, más concretamente en la Hacienda «La Providencia», una de las más grandes del sur del Tolima, los peones agrícolas eran golpeados, recibían una pésima alimentación, dormían hacinados en galpones y recibían pagos misérrimos. En «La Providencia» al igual que ocurría en muchos latifundios en el país, existía un sistema particular de gobierno, circulaba una moneda propia, suministraban mercancías y alimentos a los obreros a precios elevados, que en muchos casos cubrían su salario y en otros simplemente no alcanzaban para pagar. La jornada era de 12 horas.
Una de las primeras acciones tuvo que ver con el peso del café recolectado por los obreros, con el cual los terratenientes los estaban estafando, pues afirmaban que las cajas donde era depositado pesaban una arroba. A escondidas de los capataces, los trabajadores pesaron la caja y encontraron que ésta realmente pesaba 40 libras, por lo cual estaban robándole a los obreros 15 libras. La acción se repitió en varias haciendas de Chaparral comenzándose a denunciar la estafa a los peones dando origen a una huelga de recolectores de café en la cual participó Isauro Yosa y en la que se plantearon dos puntos fundamentales: Pesa legal en la recolección de café y mejores salarios. Después de muchas dificultades, la huelga resultó victoriosa.
La victoria de los trabajadores del campo de Chaparral despertó las ansias de tierra y comenzaron a organizarse las tomas de haciendas en Viotá, Villarrica, Icononzo, Cunday, Fusagasugá, Soacha, Pasca, La Mesa, Agua de Dios, para hablar sólo de Cundinamarca y Tolima. Fue en estas jornadas campesinas al advenimiento del gobierno conservador de Ospina Pérez que se originó la resistencia contra los atropellos y asesinatos, principalmente después del magnicidio del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán el nueve de abril de 1.948.32
Después del asesinato del líder Jorge Eliécer Gaitán, cuando se recrudece la violencia y comienza a ponerse en práctica la persecución de líderes y miembros de las ligas; se genera una dinámica de grupo que se traduce en la organización de frentes armados. Esta iniciativa es descrita por Isauro Yosa de la siguiente manera: "…Esa legalidad nos duró hasta el año 49, cuando volvimos al monte a enguerrillerarnos por la revancha que implantaron los señores del latifundio, cobrando las invasiones de tierras que les hacíamos desde 1936", narró Yosa, quien hacia el año 50 se convirtió en comandante militar de las guerrillas comunistas del sur del Tolima, que actuaron en consonancia con otras luchas armadas y reivindicativas de los campesinos en muchas regiones del país.33
En tal sentido a partir de la experiencia de las luchas campesinas, es que surge un sector de la guerrilla, la comunista, además, se organizan las ligas campesinas. Estas tienen la influencia del líder indígena Quintín Lame, al igual que de las ideas del partido comunista y del Unirismo. El origen de estas ligas se ubica bajo los procesos de violencia, expresados en la expulsión del campesinado y la concentración de la propiedad rural.34 A su vez el hambre de tierras del campesinado se manifiesta por medio de movimientos dirigidos a la invasión de haciendas y la creación de frentes de colonización, los cuales llegan a concretarse a través de la relación con movimientos armados revolucionarios.
Lo anterior se evidencia con la presencia de agitadores comunistas en la población de Chaparral desde los años de 1930, tales como Jaime Antonio Perdomo, quien en la guerra contra el Perú aconsejaba a las gentes para que se volvieran en armas contra el Gobierno; igualmente incitaba al desconocimiento de la propiedad privada y de las autoridades, lo que lo caracterizaba como un elemento subversivo,35 esta apreciación aparece explícita en la declaración juramentada del señor Marco Tulio Alvira, consignada en la Sentencia Definitiva contra Jaime Antonio Perdomo, en donde se expresa:
Es cierto que conocí o vi por primera vez en la hacienda de Yaguará a Jaime Antonio Perdomo, quien se presentó convocando a junta a los habitantes de la región, en la que les decía, en sus peroratas o conferencias que picaran las cercas, les metieran candela a los cafetales, porque haciendo esto los ricos abandonaban los terrenos; también les dijo que podían comerse el ganado para pagarse en esta forma de los pastajes por las tierras que eran libres (sic), a la semana siguiente de estas prédicas aparecieron las cercas de mi hacienda del Sinaí hechas pedazos, También con el asunto del ganado estuvieron robándose hasta dos reses diarias, 36
Así mismo, también en los años 30 en el municipio de Chaparral, existían consignas de destrucción entre integrantes de uno y otro partido político en la lucha que ensangrentó el territorio tolimense. Cuestión esta que denotaba un fuerte sectarismo político en la región. Lo anterior se explica dada la presencia de individuos cuyo único propósito era el de provocar al contendor político y atentar contra la paz y el orden público de este lugar, azuzando a las masas, para la agresión, el motín y la matanza. Esta apreciación se corrobora en la declaración de Uldarico Tello en el Juzgado municipal de Ataco, en la cual se expresa que individuos se dieron a la tarea de aconsejar a una turba liberal, de unos trescientos hombres, para desatar la ofensa, la agresión y la matanza de todo elemento conservador:
El día diez y siete de Diciembre del año mil novecientos treinta, por causa de orden político se presentaron a esta población varios individuos de las veredas de los municipios del Chaparral y Aipe, todos estos individuos se presentaron a recorrer las calles en actitud amenazante, armados de revólveres, machetes, provocando a los conservadores. Como a eso de las ocho de la noche del citado día, se revieron (sic) esos mismos individuos lanzando vivas al partido liberal. Como de parte de algún conservador saliera también un viva a su partido, dichos individuos, se dirigieron a atacar a los músicos de la banda de viento que se encontraba en la plaza pública el ataque a los músicos fue como resultado de una conferencia incendiaria que dictaba momentos antes el señor Carlos Emilio Campos, en la cual incitaba a las masas al motín, el ataque, la asonada y la violencia contra todos los conservadores del lugar, porque de ahí en adelante siguieron las masas desenfrenadas cometiendo toda clase de atropellos recorriendo las calles en actitud amenazante y haciendo disparos con revólver para sembrar el pánico.37
Como se puede apreciar la Violencia hizo de Chaparral un municipio, en el cual se generó la matanza, la agresión, la violación y el pillaje, dejando atrás de sí toda una problemática social; como consecuencia de las agresiones partidistas y de las cruentas persecuciones de familias enteras que desencadenaron el resentimiento y la posterior represalia de aquellos que sobrevivieron.
3. LA VIOLENCIA EN LOS MUNICIPIOS DE CHAPARRAL Y RIOBLANCO
En las primeras décadas del siglo XX las diferencias ideológicas entre liberales y conservadores, estaban en su punto de ebullición en toda la región del sur del Tolima, especialmente en los municipios de Chaparral y Rioblanco, en donde se desataban oleadas de violencia y enfrentamiento entre los liberales y las facciones conservadoras; dicho enfrentamiento no obedecía a factores explícitamente ideológicos sino que según, Medófilo Medina respondía "a algunas premisas de orden económico social y político que se dieron en la región y que maduraron en el periodo inmediatamente anterior a la Violencia."38 tales premisas eran el alto valor de la producción cafetera, motivo éste por el cual se presentó el despojo de la producción en épocas de cosecha lo que llevó a la apropiación de parcelas por cuadrillas armadas, encubiertas bajo la lucha entre liberales y conservadores; 39 así mismo, las luchas protagonizadas por campesinos, indígenas y otros actores populares que son parte de las contrariedades, que se presentan en las zonas de autoridad terrateniente, en donde se desarrollo la llamada "revancha terrateniente"* ante el reto del campesinado que ocupó tierras de uso exclusivo de los latifundistas; y la conformación de ligas y sindicatos campesinos e indígenas con influencia comunista o socialista.40
En este sentido en las décadas de 1930 y 1940, la influencia del partido comunista era evidente en la región, tal como lo registran los periódicos de la época:
El domingo 10 de los corrientes dictó en la plaza principal una conferencia de carácter político-comunista el camarada Vieira, quien desde Bogotá, acompañado de sus secuaces de inferior moldura vinieron con ese único objetivo. Primero tomaron la palabra los dos últimos, luego una muchacha de unos veinte años, y a continuación el camarada. Se refirió a diversos matices del socialismo a las actuaciones del alcalde respecto de la aplicación de la legislación sobre régimen de aguas, bosques, y policía de bosques, calificando de inconveniente tal legislación por haber sido proyectada por criterios extranjeros. Por último exhortó al campesino para que en lo sucesivo obrara dentro de un ambiente de legalidad, obedeciendo las órdenes de la autoridad Concluyó reiterando su adhesión al Gobierno, con varios bien entonados vivas al doctor Alfonso López y al doctor Darío Echandía. El auditorio fue crecido y observó el más completo orden, confirmándose con esto una vez más la recia cultura de los moradores de este sin par terruño.41
Con este escenario la Violencia que había estado presente gracias a las luchas agrarias en las poblaciones de Chaparral y Rioblanco, se intensifica a partir del nuevo gobierno que se instauró en el año de 1946, tal como lo afirma un abogado en algunos apartes de un expediente judicial, en donde expresa:
…El cambio de gobierno de 1946 sacudió las pasiones políticas que parecían adormecidas los conservadores con el triunfo del Doctor Mariano Ospina Pérez, lógicamente ambicionaban a reclamar el dominio del estado, y los poderes Legislativos, Judiciales y Ejecutivo y los vencidos esperaban de cualquier manera aferrarse a las Elecciones ya ganadas para evitar un colapso total de esta manera la pasión fue prendiendo momento a momento, la prensa se encendió las radiodifusoras llamaban prácticamente al combate y en los campos ya desapareció la tranquilidad y vino la violencia más desastrosa que cualquiera de nuestras Guerras civiles porque en otros tiempos otros fueron los grandes conductores de las colectividades políticas que confiaron a la Lid Generosa y no al asalto de cuadrilla de malhechores la defensa de los ideales…42
En este ambiente a finales de la década de 1940, el disidente Liberal Jorge Eliécer Gaitán, quien proponía alternativas a los problemas que se presentaban en las zonas rurales, se convirtió en el principal candidato presidencial. Pero, el viernes 9 de abril de 1948, las balas asesinas de un señor Roa Sierra dejaban tendida y herida de muerte en la carrera séptima de Bogotá la esperanza y el sueño del campesinado, materializados en la figura de Jorge Eliécer Gaitán. La muerte del caudillo, inauguró la más dolorosa etapa de violencia, sangre, muerte, crimen, injusticia y exclusión sociales que vivió nuestro país.
Gaitán pertenecía a un tipo de líder incómodo para los jefes de los partidos políticos de Colombia; Gaitán convocó con su verbo a las masas populares de los dos partidos tradicionales, escindiendo la hegemonía liberal-conservadora. Gaitán fustigó con su oratoria a la clase política y a los sectores poderosos de Colombia culpándolos de la miseria del país; Gaitán bebió en las fuentes ideológicas del socialismo como lo demostró en su Tesis de Grado en Derecho; Gaitán fue tratado peyorativamente por su porte popular y su rostro oscuro y fuerte, al ser llamado "El indio" y a veces "El negro". Gaitán iba sin duda a ser elegido presidente de Colombia cuando fue asesinado por aquellos sectores que veían amenazados sus intereses y privilegios.43
La noticia de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán en el municipio de Chaparral, dio lugar a la reacción de las masas que actuaron violentamente en contra de los individuos de filiación conservadora. Tal como se expresa en el siguiente aparte de un expediente judicial:
El día nueve de abril último, a eso de las dos de la tarde, encontrándome yo desempeñando mis funciones como oficial mayor del juzgado municipal supe la noticia de que el Dr. Gaitán había sido asesinado en Bogotá, por esta noticia gran cantidad de gente de esta ciudad exaltaron sus ánimos y en forma tumultuaria recorrían las calles en actitud amenazante, porque la noticia trascendió a todo Chaparral y así que el número de personas revoltosas se hacía numeroso. Por ahí poco más o menos a las cuatro de la tarde, si mal no recuerdo, hallándome yo en la casa municipal del lugar supe, que una numerosa muchedumbre se dirigía a las Cárceles del circuito con el fin de apresar al director de la cárcel por ser de filiación conservadora, una vez situado frente a las cárceles pude constatar verdaderamente que allí existían numerosas personas, las cuales, -unas armadas de peinilla y garrote- daban plan y garrotazos a la puerta principal que da entrada a dicho establecimiento, Al mismo tiempo azotaban la puerta, gritaban que "saliera el hijo de puta de Pedro Garay, godo hijo de puta" 44
A finales del año 48, se presentó el sectarismo y la persecución en contra de los liberales como revancha a los actos cometidos el 9 de abril; los chulavitas especializados en el crimen hicieron su agosto en los domicilios y en las personas liberales. "Todo esto bajo el consentimiento de la policía que inició a ser paulatinamente reemplazada, por ser liberales…,Esta circunstancia dejó a muchas personas deambulando por los campos del Tolima denigrando de la Unión Nacional "45
Como consecuencia de estos acontecimientos los habitantes de estos municipios, exigieron al gobierno central protección para el campesinado ante el ambiente hostil que se había presentado. Esta exigencia la plasmó el diario El Derecho bajo los siguientes términos:
Darle garantías en su trabajo, precio estable para sus productos, crédito sin papeleo, educación auténticamente campesina, higienización, caminos, etc. Pero es necesario empezar por lo que tantos perjuicios causa a los hombres del agro. Nos referimos a la inseguridad que reina en muchas comarcas rurales. Las veredas, las parcelas campesinas, las haciendas se encuentran sin ninguna protección. Eso trae como consecuencia que el trabajador campesino pierda ánimos para laborar porque el fruto de su esfuerzo se pierde en una noche por acción de los malhechores.
La creación de una guardia rural bien organizada sería eficaz colaboración en este sentido. Con reservistas conocedores de los problemas de los campos. Nuestras regiones rurales contarían con un máximo de protección que iría en beneficio del aumento de producción.46
Esta intranquilidad que se vivía en el sur del Tolima se manifestó, el día 4 de noviembre de 1949, cuando los liberales residentes en Chaparral, intentaron asaltar el pueblo de San Antonio y fueron derrotados. Estos acontecimientos son descritos en el testimonio del campesino Eutimio García, quien afirma:
…Para el 4 de Noviembre de 1949 tenían los liberales más o menos unos dos mil quinientos hombres…amanecieron las casas de los liberales todas absolutamente solas y luego se supo que a eso de las dos o tres de la tarde disque(sic) Alberto Campos se encontraba en loma larga con quinientos hombres y también disque(sic) se encontraba como jefe de otro grupo el señor Vicente Lozano. Enseguida el señor alcalde del pueblo nombró Policía Cívica para custodiar el pueblo pues con la ida de los liberales se temía que sucediera alguna cosa. Conviniendo luego entre los liberales el alcalde de la Población y también interbino(sic) el Párroco para que se retirara las gentes de parte y parte, procediendo entonces a retirar la Policía Cívica y también a retirarse los liberales. Pero el señor Elíseo Campos con su gente dijo que no se retiraba porque temía que fuera una trampa; así fue que a las nueve de la noche fue en ese cuatro de Noviembre cuando los señores Liberales perdieron en San Antonio fecha que es muy memorable alla…47
El municipio de Chaparral en esta época era una región peligrosa, en la medida en que las fuerzas del liberalismo, provocaban a su opositor político de los municipios vecinos, además de estar listos a repeler cualquier ataque; lo anterior teniendo en cuenta el caso de Vicente Lozano, quien según el fallo de un expediente judicial era un individuo de pasiones sectarias que se había presentado varias veces acompañado por una multitud de hombres a fomentar escándalos y atentar contra la vida de los habitantes conservadores del vecino municipio de San Antonio. *
Es que la situación de seguridad en el municipio de San Antonio, aledaño a Chaparral para los individuos de filiación conservadora no fue fácil, después de los hechos acaecidos el 9 de abril de 1948, este escenario nos lo ilustra el periódico Conservador El Derecho de la siguiente manera:
Continúa el éxodo de familias conservadoras que van en busca de tranquilidad a otras partes porque aquí el liberalismo se ha propuesto hacer invisible la población negando las garantías y hasta el derecho a la vida al conservatismo. Muchos males dejó a este municipio la revolución abrileña, no siendo menor el desprestigio y la mala fama en que ha quedado este lugar por motivo de la cruel persecución que inició y fomentó el liberalismo, en asocio del comunismo, contra las personas de bien. El sectarismo político de los liberales ha llegado aquí hasta extremos increíbles, extendiéndose no solamente a los hombres sino también a las mujeres y a los niños de familias conservadoras a quienes se hostiliza en toda forma.
Debido a esta inseguridad, y a la constante amenaza, numerosas familias tanto de la población como de los campos han resuelto abandonar esta tierra De estas gentes quedaron muchos organizando cuadrillas de rateros. En días pasados la casa del señor José Cruz, honrado agricultor, fue víctima de un asalto en altas horas de la noche. Los rateros se llevaron todo el Café que encontraron y encontraron e intentaron dar muerte al dueño de la finca. Estos apaches que nos dejo la revolución no se contentan con llevarse las cosas de valor sino que hacen recogida de cuanto encuentran en los campos, hasta de los aperos, asientos y trastos de cocina.48
La cadena de violencia, se extendía también al vecino municipio de Rioblanco, en donde existían cuadrillas que asesinaban, incendiaban y saqueaban las propiedades de los campesinos. Estas acciones de las cuadrillas las denunciaba, el periódico El Derecho:
No menos de cuarenta personas han sido víctimas de las cuadrillas de bandoleros, entre quienes se cuentan 20 en la vereda Anamichú arriba, en los puntos del Oso, Yarumal y La Legia, de apellidos Hernández y Gómez, Nepomuceno Hinestrosa, Abelardo Bermúdez y dos hermanos de éste, y otros, cuyos cadáveres se encuentran en la montaña, unos, los demás trancados en las palizadas y charcos del citado río Anamichú; en la fracción de Cambrín, 49
A pesar de que la solicitud de seguridad por parte del campesinado fue acatada, por medio de la creación de un cuerpo de policía rural, esta fue integrada por unidades sin ninguna preparación, llevados a esos cargos mediante la influencia del cacique del pueblo. "…son gentes campesinas, en su mayoría, que sólo entienden el lenguaje común del sectarismo y de la lucha bipartidista si se tratara de un cuerpo de gendarmería técnicamente preparado y apolítico, ingente servicio prestaría a los campesinos. Pero las circunstancias que rodean su creación no son muy alentadoras para lograr los fines que se requieren "50
Este mismo diario de adscripción política Liberal, frente al ambiente de Violencia en el sur Tolimense, días después expresaba lo siguiente:
…llegó a Ibagué una comisión procedente de Chaparral integrada por distinguidos elementos de los dos partidos, representando a la sociedad, el comercio y los agricultores…Se sabe que entre otras cosas solicitaron del Gobernador el envío de más unidades del Ejército Nacional y el establecimiento de retenes de soldados y comisiones en las haciendas cafeteras para que vigilen la recolección del grano. Denunciaron ante el mandatario los numerosos delitos y atropellos cometidos por numerosos grupos de civiles que desde hace varios días entraron al municipio y recorren los campos sembrando el pánico; se trata de gentes venidas del Municipio vecino de San Antonio…51
Este entramado fue propicio para que muchos crímenes quedaran impunes, dado que se falseaban los sucesos, a partir de una intrincada red de tergiversaciones en donde se acusaba a los muertos de verdugos para desorientar la opinión pública y entorpecer el curso de las investigaciones y burlar la justicia. *
Uno de estos crímenes que se cometían en contra de los campesinos de las veredas de Chaparral, es descrito de la siguiente manera por Rafael Leonardo Méndez en un trabajo elaborado para la Universidad Externado de Colombia:
…Un buen día, el juzgado civil de Chaparral ordena una diligencia judicial en la fracción conocida con el nombre de Espíritu Santo. Catorce policías al mando del Sargento Piraquive, son destacados para que acompañen a los funcionarios que van a cumplir el tramite rutinario…A eso de las 4 de la tarde, concluye la diligencia judicial. Y se dispone el retorno de todos hacia la ciudad…El Sargento Piraquive manifiesta sin embargo, que tienen ordenes superiores de permanecer en la región… Una vez que se han retirado del sitio el juez y los abogados, es decir cuando la legalización se ha ido a descansar…disparó a discreción. Se desata una noche de horror. Los subalternos armados avanzan acribillando todo objeto que tenga movimiento…
Dieciséis campesinos encuentran sorpresivamente la muerte, cuando están terminando de recolectar el café y se aprestan para regresar a su rancho. Sin embargo algunos logran escapar y llegan desolados al caserío de "la Marina" contando entre cortadamente, que en esa dirección, viene algo más devastador, que un incendio en un cañaveral.
Agazapados tras las brechas que rodean lo que hasta ese día ha sido su hogar tranquilo, hombres, mujeres, ancianos y niños, protegidos por la oscuridad de la noche, contemplan perplejos como saquean e incendian las chozas, que acaban de evacuar precipitadamente…52
Es así como ante las incursiones armadas de la policía conservadora, los agricultores resuelven permanecer escondidos en el monte. Surgiendo de esta forma la necesidad de organizar la autodefensa, la cual ante la influencia del Partido Comunista se combinaría con la actuación de las Ligas Campesinas para de esta manera dar lugar a las guerrillas.
En medio de estas circunstancias fincas y haciendas fueron escrituradas durante esta época a conservadores que se apoderaban de las propiedades legalizando los títulos de propiedad en juzgados amañados, aprovechándose del gran ausentismo que se presentó entre los dueños debido a la situación política que se desató. Lo anterior se prestó para usurpaciones de tierra, promoviendo que ésta cambiara de manos, además de los pleitos entre los tenedores de hecho de la tierra y los tenedores de derecho que ostentaban los títulos. Según una publicación de las FARC:
…Famosos fueron los conocidos "chulavitas" de la Violencia de los años cincuenta como estrategia estatal organizada directamente por el partido conservador, partido de gobierno de la época, que buscaba descontar la diferencia política con el otro partido, el liberal, y apropiarse de las tierras que le quitaba a los campesinos, iniciando una ola de violencia contra campesinos liberales, para consolidar su hegemonía…53
En medio de éste ámbito hostil que generaban los ajusticiamientos y las expropiaciones, durante el periodo de Violencia, los campesinos, se alzaron en armas para sobrevivir a la violencia que se había desatado.
Otro aspecto que hay que mencionar a la hora de hablar sobre la Violencia en los municipios de Chaparral y Rioblanco, son los inconvenientes que tuvo el cultivo del café durante la época de la violencia; situación ésta que es reflejada por un periódico de la época bajo los siguientes términos:
El grave problema surgido en Chaparral con motivo a los imprevistos inconvenientes que se han presentado en la normal recolección de la cosecha del café, fue llevado a conocimiento de los miembros que componen el Comité Ejecutivo de la Federación Nacional de Cafeteros El señor doctor Rafael Parga Cortés, miembro de aquel comité, planteó el caso de Chaparral y manifestó a sus miembros la imposibilidad en que se encontraban los cafetaleros de aquel municipio para coger la cosecha, que según cálculos, llega a las cincuenta mil cargas. Dentro del municipio y fuera de él no se ha podido encontrar gentes que vayan a la recolección de la cosecha por ningún precio ni bajo alguna condición por más ventajosa que ella sea. Estas declaraciones hechas en forma fría y serena por el doctor Parga Cortés, fueron recibidas por el comité ejecutivo de la Federación causando la natural sorpresa y consternación, ya que la pérdida de esa cosecha representaría para la economía nacional un serio y muy irreparable perjuicio 54
En tal sentido, se debe ilustrar la forma de operar de los usufructuarios de la violencia sobre las cosechas de las fincas cafeteras abandonadas por sus legítimos dueños, para de esta manera conocer por quienes fue utilizada la violencia en el Tolima, como medio de enriquecimiento delictuoso. Para tal fin se dan a conocer algunos apartes de la siguiente carta dirigida al señor Moreno Díaz:
Los amigos que comanda Serafín Olivera, en toda la región de casa de Zinc, Polecito, Santiago Pérez, etc, y los que comanda Agustín Charry, en San Pedro, Palestina, Pan de Azúcar, Buenavista, etc; están recolectando el grano con la ayuda y la protección de los retenes a quienes se les participa. Están haciendo un gran trabajo en cuanto a eliminaciones, ya que collarejo que no abandona la finca pasa al papayo, al igual que ciertos conservadores desteñidos y que son estorbo.
Como aquí los conservadores que nos sirven son muy adictos a Gómez, porque él intronizó la violencia, yo le he estado fingiendo ser laureanista y tengo en mi casa un cuadro con el retrato de dicho señor, ante lo cual y por respaldo a mi general obedecen nuestros queridos pajaritos, que han ido aumentando y se esta llevando a feliz termino el destierro de todos los collarejos y patiamarillos.
Yo he seguido la doble política que Ud. me aconsejó, para que perdure el estado de sitio y continué indefinidamente en el poder el general y único jefe supremo que nos ha traído la redención…55
Como se puede apreciar en los municipios de Chaparral y Rioblanco, la Violencia generó una crisis del orden social establecido. La represión, contra los sectores opositores al gobierno de turno, es llevada a cabo por medio de enfrentamientos sectarios y la retaliación, con una creciente participación de las fuerzas armadas oficiales y de las organizaciones armadas de conservadores. En cuanto a la clase media urbana de estas poblaciones, se concreta su presencia en cada una de las actividades de la vida rural, a partir de 1950, desde procesos económicos tales como: El desarrollo capitalista de la agricultura, el cual creció a medida que se intensificaba la violencia partidista, en tal sentido en el sur del Tolima aumenta el tamaño de la propiedad territorial (por lo tanto disminuye el número de fincas pequeñas) y aumentan los cultivos comerciales anuales por la tecnificación.56
Teniendo en cuenta lo anterior la clase media que habitaba los núcleos centrales de las poblaciones, usufructuaba los beneficios del poder local, del control económico y social,57 haciendo que los conflictos sociales fueran más profundos y determinando otros caminos a su solución.
Como corolario hay que decir que al mismo tiempo que los factores sociales y económicos, son causas inobjetables de la Violencia, también lo son la impunidad y la complicidad indirecta, originada en el miedo. Hay quienes conociendo a los autores de los crímenes y auxiliadores se abstienen de denunciarlos por temor a verse envueltos en un proceso o por el temor de que el nombre sea revelado a los denunciados. Se teme la represalia. En resumen, se le tenía miedo a la autoridad.58
Así mismo la violencia desatada en los municipios de Chaparral y Rioblanco, corresponde a la única manera de imponer la regresión política en un país con una clase dirigente que tuvo más miedo a las políticas progresistas de Alfonso López Pumarejo que al gobierno de Laureano Gómez; los efectos de esta represión política que soportó el campesinado, ocasionaron un conflicto con miles de muertos y desplazados; dado que se mataban personas para complacer a los políticos de turno; defendiendo sus oscuros intereses por medio de absurdas medidas de represión.59
4. ESTADO Y RELACIONES DE PODER EN CHAPARRAL Y RIOBLANCO
En la región del sur del Tolima, el Estado tenía una presencia relativa o nominal, por no hablar de ausencia en términos generales; con ligeros visos temporales de intervención generalmente encaminada a la represión de conflictos internos. Dicho distanciamiento del Estado se vivió con mayor rigor en las zonas rurales, lugares estos donde la violencia se presentó en grandes dimensiones.
La despreocupación oficial frente a las necesidades del campesino agricultor en municipios como Rioblanco fue total, ya que en la mayor parte de los establecimientos, un poco alejados de los centros urbanos, no había servicios eléctricos que facilitaran las tareas; así mismo el campesinado para ofrecer sus productos tenía que recorrer largas distancias por caminos primitivos; en donde no se encontraban medios de transporte adecuados. En zonas inmensas no se hallaba un médico o simples puestos de auxilio: el labriego estaba ausente de toda obra de asistencia social. Este panorama se ilustra en un articulo periodístico de la siguiente manera:
Indudablemente entre las regiones del Tolima no hay una que se anuncie con tan halagüeñas perspectivas como esta del sur, bañada por el caudal del río Saldaña. Relegada hasta ahora al abandono y al desdén, no cuenta para expandirse con una vía que de salida a sus riquezas y productos…
A cuarenta kilómetros de Chaparral, por un camino que no merece tal nombre, la población de Rioblanco, de siete mil habitantes, aporta al comercio la cantidad de diez mil sacos de café. Los habitantes de esta región… viven a merced del más ruinoso e insoportable agiotismo. La vida propia de que dispone la región está amenazada de acaparamiento por la sencilla circunstancia de que no teniendo vías de comunicación, los productos se ven en el apremio de ceder al más pudiente el fruto de sus cosechas en condiciones gravosisimas. Precaria suerte se le espera a un pueblo como éste, año tras año ve agigantarse el débito en el balance de sus finanzas, no obstante que para redimirse de compromisos se resigna a un régimen de penurias y escasez. Pero esto ha de ser menos sensible, si al menos se le diera al pueblo el estímulo de un poco de atención por parte de las entidades públicas.
Pero no. Poblaciones de menor entidad, de menor producción, de menor número de habitantes, de menos reservas naturales que ésta, gozan de comodidades que les dan a caso porque las piden con insistencia. Pero aquí ¿qué caminos tenemos? qué correos, qué telégrafos, qué locales de escuelas, que obras en que se vea la solicita atención de quienes viven allá en la casa grande? Nada. Y es que por Rioblanco nadie aboga, nadie se preocupa, nadie se interesa, como no sea para pedirle la cuantía de los votos con qué salvar las situaciones de peligro electoral, o la cuantía de las contribuciones para salvar las dificultades del erario… 60
Teniendo en cuenta la apreciación anterior, lo que se necesitaba en este escenario lleno de problemas era tratar pormenorizadamente todos los aspectos del trabajo en el campo, comenzando por el elemento humano. Considerando la educación técnica, la instrucción, las vías de comunicación, la seguridad social, en una palabra, todas las cuestiones que eran necesarias para que el campesino colombiano siguiera su lucha cotidiana por la subsistencia. Igualmente lo que se puede rastrear en las declaraciones de los campesinos que afirman estar abandonados por el Estado a su suerte, es que efectivamente en este tiempo hubo un olvido del campesino tolimense en su integridad síquica y corporal; en donde abundaban hombres desnutridos, analfabetos, que solo podrían rendir como efecto normal en el crimen; ya que éstos eran unos seres carentes de análisis, que se gobernaban por instintos de ahí los hechos, se roba, se mata y se cometen toda clase de delitos; por la carencia de elementos necesarios para llevar una vida digna y tranquila.
En este orden de ideas a partir de que la continuidad espacial y temporal de tal ausencia del Estado se ha enraizado en la comunidad rural allí existente, se hace necesario para el caso concreto de los municipios de Chaparral y Rioblanco aventurar algunas aproximaciones acerca de la estructura político- social que se asumió en estos municipios.
En la organización regional de poder, en estos dos municipios no estaba presente el Estado colombiano sino por medio de los representantes regionales de los partidos políticos que circunstancialmente se acercan a las poblaciones a regular las relaciones entre entidades políticas y territoriales, en donde cada colectividad impone sus reglas de juego las cuales son mutuamente confrontadas. Tal lucha se hace evidente cuando en los municipios se adelantan acciones tales como asonadas, levantamientos en cuadrilla, asaltos, entre otros, y es en este punto donde entra a reprimir la fuerza pública, configurándose así la presencia estatal, la mayoría de las veces militar.
Las decisiones de perfil político (intervención electoral e inclinación por uno u otro candidato) eran regidas por los llamados gamonales o caciques, quienes con el apoyo de los alcaldes, imponen y tratan de universalizar su concepción de mundo. En este punto hay que tener en cuenta que después de los acontecimientos del 9 de abril de 1948 Chaparral fue uno de los pocos municipios tolimenses que conservó alcalde liberal.61 Este dominio de los gamonales o caciques en los municipios del sur del Tolima, aparece referenciado en un editorial del periódico El Derecho de la siguiente manera:
corresponsalías de Natagaima, Roncesvalles, Purificación, Coyaima, Chaparral, Cunday y otros pueblos tolimenses denuncian cómo el caciquismo va corroyendo rápidamente la existencia y porvenir de esos burgos; caciquismo liberal y comunista que a manera de pulpo se ha apoderado de aquellas infortunadas comarcas, estimulado a veces por los alcaldes, quienes se suman a dichos caciques en su afán persecutorio del conservatismo, y al que excluyen, para sus proditorios fines, de toda ingerencia en la administración pública municipal.
El cacique lo es todo en los lugares donde ha logrado sentar sus reales. Principia por tomarse el concejo como cuartel de operaciones para dominar desde allí su tribu. Dueño de esa corporación, dicta Acuerdos, hace nombramientos y expide cuanta providencia le place. El cacique determina el número de empleados, sus asignaciones, los escoge entre sus familiares o incondicionales y entre ellos distribuye el tesoro público. Decreta las obras, hace los contratos. La personería municipal es una dependencia o asiento principal, de sus negocios; la tesorería, su caja particular; y no pocas veces la alcaldía, la ejecutora de sus ordenes, siempre arbitrarias. Y lo que es peor, convierte el juzgado en instrumento ciego de sus abusos y atropellos, el cacique decide cuales ciudadanos son delincuentes, decreta las penas y ordena ejecutarlas. A los dictados de esos politiquillos ignorantes se mueve una masa amorfa como un rebaño, porque en sus manos están su vida, hacienda, empleo y tranquilidad La única entidad que puede controlar esos feudos y minar esas fortalezas del mal y del peculado, es el gobierno departamental, por medio de los alcaldes La gobernación puede y debe, en nuestro concepto, remediar muchos de los males que por las razones apuntadas aquejan a esos pueblos, porque de lo contrario secarán las fuentes de progreso del departamento y liquidarán la honestidad administrativa.
El caciquismo es la negación de la república, de la democracia, de la vida civil. Sostiene a la fuerza y confirma con violencia y malas artes la posesión del presupuesto para el jefe y la casta dominante. Dentro de su cacumen rudo y primitivo naufraga el sentimiento republicano, desaparece el derecho, se malgastan los impuestos y contribuciones que satisface el pueblo con fatiga precisamente por su dolosa inversión, caduca la democracia y se reconocen apenas prerrogativas para el estrecho círculo de sus seguidores incondicionales, muchos de ellos sindicados de peores delitos 62
Como vemos el caciquismo en municipios del sur del Tolima como Chaparral era evidente como práctica común, en donde individuos que tenían vínculo orgánico o afectivo con alguno de los partidos, ejercían el control político de acuerdo a los intereses de sus colectividades; situación esta que es contraría a la costumbre normatizada de autoregular las contradicciones de acuerdo a leyes de aplicación regional. Así las cosas la práctica política del cacique se resuelve por la fuerza, creando de esta manera el conflicto.
Estos gamonales o caciques eran aquellas personas que tenían una amplia posibilidad económica, porque controlaban generalmente la producción cafetera y ganadera de la región, en el sentido de que eran propietarios de grandes fincas o eran comerciantes. Tal era el caso de Esmal Castilla, Malclovio Alvira y Rubén Cruz, en la región de Chaparral y Rioblanco. En esta instancia la divergencia de intereses entre líderes locales por el control de la estructura del poder desataba conflictos violentos.
En tal sentido, tanto en el municipio de Chaparral como en el de Rioblanco, las relaciones de poder se instauraban sobre un conflicto en el que sobresalía la pugna de intereses encontrados. Los gamonales o caciques políticos, comerciantes y hacendados, en contra de los intereses de los labriegos, quienes presionaron y se expresaron en las llamadas "Ligas Campesinas", y se sublevaron una y otra vez; convirtiendo a las zonas rurales de estos municipios en un laboratorio de modelos utopistas, liberales radicales, socialistas y culturales, desde el mundo del trabajo agrícola asalariado, perfilando una "cultura radical"; la cual, dio lugar a que en estas tierras se criaran personajes tales como los expresidentes Manuel Murillo Toro, José María Melo y Darío Echandía, quienes marcaron un hito en la historia colombiana. Esta llamada "cultura radical", que se concretó con el proceso de luchas agrarias que vivió el Sur del Tolima en la primera mitad del siglo XX, creó, en el subconsciente de los habitantes de esta región un enorme espíritu de superación y de ganas de salir adelante siguiendo el ejemplo de los personajes ilustres de la región.
Teniendo en cuenta, lo esbozado anteriormente no se pueden negar y ocultar las masacres, el gran drama y la tragedia que vivió el campesinado de los municipios del sur del Tolima, dado que muchos campesinos fueron desplazados de sus terruños, judicializados o encarcelados por obra y gracia de la violencia ejercida por las castas políticas, (conservadores, liberales, comunistas). A las que nadie se atrevió a juzgar ni a condenar en las zonas de influencia de cada partido, porque ellas desde todas las esferas de su poder en forma permanente e impune, decretaban el terror, la muerte y la ruina al trabajador agrícola, esclavizado, humillado y explotado en su diario vivir; porque las castas políticas convirtieron regiones como las del Tolima en una inmensa prisión y en el botín de guerra de sus intereses.
Lo que se puede concluir es que en estos municipios del sur del Tolima se presentaba una dualidad de poder, el del Estado simbólicamente representado por los individuos que defendían los ideales de los partidos políticos que tenían influencia en la zona. (liberal y conservador) El cual se materializaba en los poblados por medio del caciquismo partidista. Y el "poder" ejercido por las cuadrillas armadas, quienes se defendían de la represión oficial, mientras que otras buscaban implantar por medio de la fuerza la hegemonía política conservadora y el de otros grupos armados que planteaban posiciones revolucionarias.
La guerrilla ha sido definida en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, como "un grupo de combatientes no organizados en ejército que lucha contra el enemigo con tácticas y ataques por sorpresa"; y la guerra de guerrillas como "forma de guerra que llevan a cabo los grupos no organizados en ejército regular y que se caracteriza por acciones aisladas y discontinuas, por escaramuzas, acciones bélicas de poca importancia que diezman al adversario paulatinamente, si tienen cierta permanencia y continuidad."63
En Colombia el origen de este tipo de lucha, se extiende hasta las guerras de 1876 y de los Mil Días, en donde predominaron modalidades de guerra de guerrillas. Así mismo derrotadas estas modalidades con la guerra de los Mil Días, surgieron nuevas expresiones de protesta social con ocasión de las luchas y conflictos agrarios, del nacimiento de partidos de izquierda en las décadas de 1920 y 1930, y de las formaciones guerrilleras liberales de las décadas de 1940 y 1950, años a partir de los cuales se produjeron nuevas violencias de largo aliento en la sociedad colombiana y surgieron nuevas guerrillas.64
Como vemos el nacimiento de las guerrillas se remonta a inicios del siglo XX, y la tradición de lucha guerrillera actual hasta las décadas de los años cuarenta y cincuenta, en el marco de la Violencia liberal y conservadora. Durante el periodo de la Violencia, los guerrilleros que no distaban mucho de sus antecesores de la guerra de los Mil Días, eran en su mayoría campesinos iletrados y que no tenían espacios para vivir en paz. Una caracterización de los guerrilleros de los Mil Días, que se puede aplicar también a los guerrilleros de la Violencia partidista de los años cincuenta, la realiza Joaquín Tamayo con el siguiente esbozo:
…hijo de la tierra adquirió esa destreza peculiar del campesino para solucionar peripecias y contratiempos, que no es maliciosa picardía sino conocimiento de los recursos de la naturaleza. Desconfiado por necesidad…sempiterno, inculto por lo alto, dejó en la mente popular fama legendaria, que confundida en el escenario de sus andanzas, aún corre de boca en boca enredada en reminiscencias mentirosas y verídicas…
El arrojo guerrillero, distintivo de su carácter díscolo, lo empujó a la contienda al igual que una fiesta azarosa, y en la inagotable maestría que demostró para andar y desandar caminos, sufrir penalidades y acometer al enemigo, se sobrepuso a sí mismo con alardes de hombría, que no ocultaron su crueldad. Sujetos de índole apacible en la paz de los campos, no lograron ni intentaron sofrenar impulsos de machos, al escuchar los disparos y cruzar por sus ojos el resplandor de los machetes…65
Con el campesinado como integrante de las guerrillas, en la Violencia de los años cincuenta, la guerrilla se convirtió en una respuesta importante, frente a las acciones que en contra de los agricultores dictaminaba Laureano Gómez. En este orden de ideas la lucha guerrillera, se convirtió en una forma de lucha en la cual los campesinos se hicieron protagonistas de su propia historia.
Teniendo en cuenta lo anterior, hay que decir que el movimiento guerrillero surge como respuesta a las muertes violentas de gentes de adscripción liberal o no afectas al gobierno de turno, causadas por los gobiernos conservadores de Ospina Pérez (1946-1950) y Laureano Gómez(1950-1953) quienes deciden iniciar una ofensiva militar contra los liberales y comunistas; después de que estos iniciaran una insurrección por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Muchos de estos individuos tras inculpar al gobierno conservador del asesinato de Gaitán, se ocultan en las montañas tras la persecución. Los liberales organizan grupos de autodefensa de manera espontánea; mientras que el partido comunista en noviembre de 1949 lanza un comunicado promulgando la autodefensa de masas, a partir de la cual se crean organizaciones de autodefensas campesinas que luchan por su tierra y la defensa de la vida. Es así como la resistencia armada se generaliza en toda la región del sur del Tolima.66
Dos vertientes nacieron del magnificio de Gaitán, la una, que estalló en los suburbios y se descolgó de las barriadas pobres, avanzando como una tromba de dolor e ira que iba destruyendo a su paso vidrieras, tranvías, edificios.67 la otra, menos visible, pero mucho más duradera y prolongada, la que se extendió por campos y montañas; el despojo organizado de la tierra y la persecución oficial dieron lugar a todas las guerrillas campesinas. Dentro de ellas, se destacaron las guerrillas liberales y las comunistas. Este proceso de diferenciación política entre la guerrilla degeneró en una lucha armada entre las liberales y las comunistas, que fue auspiciada por los gamonales y permitida por el Ejército para debilitar la lucha guerrillera.68
El departamento del Tolima era un escenario en el cual los grupos armados abundaban, los conservadores amparados por el gobierno de turno, impulsados por una irreflexiva pasión banderiza, se dedicaban al robo y a la violencia en contra de campesinos. Esta situación se evidencia en las declaraciones del abogado Pedro Antonio Durán Solano, consignadas en un expediente judicial:
…en cuanto a las guerrillas o chusmas, como se dice comúnmente, se debe precisar ante todo a qué clases de guerrillas se viene refiriendo el expediente: pues unas son de organización particular y las otras de carácter oficial amparadas por la policía.
Que unas y otras han cometido delitos, cierto. Pero entonces cabe preguntar: los numerosos homicidios en hombres trabajadores, mujeres y niños, los robos y los incendios ejecutados por la chusma que cuenta con el apoyo oficial, como la de Rovira, otra en Ortega capitaneada por el señor Vaquiro, otra en el Líbano amparada también por la policía y otra en Romerales y Toche, pueden cometer libremente sus fechorías?…69
Igualmente se perpetraban crímenes por parte de los campesinos, no necesariamente conservadores, situación esta en la cual los liberales y comunistas pasaban a ser los agresores, dado que esta era una contienda, en la cual los campesinos de los diferentes partidos se agredían entre sí. Respecto al particular otro expediente, un fiscal nos ilustra las agresiones que los liberales ejercían sobre los conservadores:
…Una banda de liberales exaltados por la pasión política y por el alcohol se soltaron como perros de presa en persecución de los miembros del partido opuesto y recorrieron las calles del poblado agrediendo a pacíficos ciudadanos que víctimas de la salvaje agresión tuvieron que ocultarse en sus habitaciones… los conservadores estaban poseídos de terror por los excesos de la banda de asesinos liberales que violaban domicilios y sembraban el pánico…70
En este contexto, a los hombres de aquel entonces, en los poblados se los identificaba por los colores, unos hombres eran rojos y otros azules, en donde a partir de la analogía, de que el cielo es azul y el infierno es rojo, el pájaro azul del gobierno inició la matanza de todos los liberales y comunistas. Razón esta que dio pie a que los liberales pensaran que el gobierno era el infierno, el cual no era rojo sino azul.71
Para estudiar el movimiento guerrillero que se presentó en los municipios de Chaparral y Rioblanco se hace necesario su periodización en dos fases, la primera se inicia con la represión conservadora, en donde actuaron tanto las guerrillas liberales como las comunistas y concluyó en 1953 con la entrega de la guerrilla liberal; y la segunda que fue de 1953 a 1957, esencialmente con predominio de la guerrilla comunista.
En esta diferenciación entran en juego las discrepancias ideológicas, que hicieron que la guerrilla liberal al llegar al poder Rojas Pinilla acatara las órdenes del partido y se desmovilizara. Mientras que el otro grupo, infiltrado por el comunismo, continuara su camino de violencia por cuanto su propósito inicial se había trocado por el objetivo de tomarse el poder por la fuerza de las armas como única opción para solucionar los problemas del campesinado.72
5.1 CARACTERIZACIÓN DE LA GUERRILLA LIBERAL Los campesinos de adscripción política liberal o desafectos al gobierno de turno, dan vida a las guerrillas liberales, con el objetivo inicial de defender sus vidas y las de sus familias de la violencia del partido Conservador, luego de la muerte del dirigente liberal Jorge Eliecer Gaitán. Esta circunstancia se evidencia al analizar el inicio de las andanzas, en la conformación de grupos armados al margen de la ley, de Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda Vélez; campesino que para protestar contra el ascenso al poder de Laureano Gómez, en 1949, decidió formar junto a sus primos su propia guerrilla, para tomarse por las armas su pueblo, Génova (Caldas), abrazando la causa de la fracción liberal que entonces aparecía como heredera del pensamiento y la acción de Jorge Eliecer Gaitán. Del mismo parlamentario Gaitán que, en 1928, se había alzado solitario en el Congreso Nacional para contradecir la versión oficial sobre la masacre de las bananeras, responsabilizando del hecho al ejército que cumplía órdenes de la United Fruit Company. Del Gaitán que en 1948 se había transformado en el más alto símbolo de la aspiración a una nueva democracia para las gentes, y que pagó con su muerte el precio de prefigurar en sus palabras un futuro diferente. Recordando esos años un campesino dirá, con su lenguaje preciso: "las guerrillas no se formaron por su propio gusto, las creo la Violencia."73
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