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Un Cruzado en la Ciudad de los Reyes (página 2)


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_Ahí es diferente.Ese castillo no es un cuartel militar.Es muy visitado por turistas y escolares_volvió a mirarme con ironía.

_Aunque lo fuera no tendría problemas.

_Pero tal vez tenga problemas con los turistas.Al menos si son norteamericanos.

_Yo nunca le he buscado problemas a los norteamericanos.

_Bueno eso lo vamos a volver a ventilar en una próxima cita judicial_el juez me miraba con sus pronunciados anteojos de aumento.

_A propósito,ya que mencioné a los escolares.¿Usted les enseña política a sus alumnos?

_Claro eso hacemos todos los profesores de Historia y Educación Cívica.

_¿Y no se lo prohiben en los colegios?

_¿Por qué? Desde el momento que estamos enseñando obras y hechos de los reyes,virreyes,incas y presidentes, ya estamos enseñando política.

_Pero eso es diferente. Yo me refiero a política partidaria.

_También se le enseña política partidaria cuando se les habla sobre las ideologías liberales, conservadoras,marxistas,apristas o socialcristiana.

_Me estoy refiriendo a la propaganda política.

_Debió empezar por ese lado.Eso si no lo hago porque va contra la ley.Lo que si enseño es sobre la historia de los movimientos subversivos del Perú o del terrorismo de estado de Fujimori,más no la apología proselitista pertinente.Usted lo sabe mejor que yo porque es un hombre de leyes.

_Claro que sí.Yo he leído la Constitución y la legislación docente.

_Si es así,me puede decir entonces: ¿Qué dice la Constitución política sobre la educación escolar?

_Soy yo el que hago las preguntas y no usted.Disculpe su señoría.Una vez más mil gracias al tribunal por su tolerancia.Debí aclararle sus derechos de sala al acusado desde el primer momento.Me sujeto a las sanciones judiciales para el que habla y para el denunciado por las irreverencias declaradas.Con la venia del tribunal le repito:Soy yo el que hago las preguntas y no usted.

_Procure hacerlas bien, porque parece que no ha leído la Constitución política.

El juicio se vio en la televisión, se escuchó en la radio y se publicó en diarios y revistas. Constantemente los periodistas intentaban entrevistarlo por los pasadisos del palacio de justicia. El respondía con la agitación del caso.Los policías repelían con empujones a los reporteros.Siempre el maestro se mantuvo con respeto y serenidad. Estaba algo asustado pero no lo daba a conocer.

Los pasquines impresionaban al público,sobre el juicio al docente, con titulares como:

"Profe es loco de los castillos",_"Profe tenía amores con una talibana",_"Era profe y cruzado a la vez",_"Maestro de colegio andaba con loco árabe",_"Profe se cree Señor Feudal",__"Profe se cree Don Quijote",_"Maestro católico cree en Alá y no en Jehová",

_"Profe da clases de leyes al fiscal",_"Fiscal dice que profe lo creyó su aalumno",

_"Profe era discotekero y ratero",_"Profe dice que fiscal no ha leído la cconstitución",

_"Fiscal se asa con Profe",_"Profe puede perder su chamba".

El cruzado Jones estuvo encerrado cerca de un año en el penal San Jorge de Lima.La mezquita de Magdalena fue clausurada,teniendo un permanente control policial.A los terroristas peruanos se les implicó con el terrorismo musulmán. Grupos politiqueros acompañados de delincuentes y familiares de las víctimas del terrorismo,saquearon las tiendas de los árabes residentes en el Perú. Causaron grandes daños.Los orientales reclamaron ante las autoridades.La policía reveló indiferencia.El presidente de la república, a nombre del estado peruano,propuso cubrir los gastos de los daños y perjuicios con la condición de que abandonaran el país.

El ángel que liberó a San Pedro de la cárcel se hizo realidad al salir en libertad.

La aventura del cruzado tenía que continuar, pese al riezgo del seguimiento de la justicia. No le guardaba ningún rencor al Chiíta.Lo comprendía porque era idealista como él.Recordaba que fraternizando con Saladino,en el viejo castillo, leyeron el libro de "Piratas y Emperadores" de Noam Chomsky donde se le acusa a Bush de terrorista genocida al cometer miles de crímenes en Irak.Ambos adjudicaron también al presidente norteamericano la ejecución de Sadan Hussein.

_"Sé que Husseín mató a muchos Chiítas como yo, pero no por eso el gringo va intervenir en los asuntos de mi raza. Si algún día lo veo lo voy a matar"_afirmó Saladino.

Una noticia que entristeció al cruzado fue la muerte de los camellos donados al Perú por el rey de Marruecos_Tal vez si hubieran tomado los antídotos y purgantes de Saladino no hubieran muerto"._Pensó en el interior de su alma.Evocaba su viaje de vacaciones con Agar por las tierras de Ica.Que felices eran cuando montaban los camellos marroquíes por el desierto iqueño. Se sentían en el Sahara descansando de una agitada cruzada.Que tiempos aquellos.

En esa caravana beduina pudieron descubrir el lenguaje de la soledad que habla a través de las cavilaciones, recuerdos y sentimientos extraños de un retiro espiritual.Fue una huída al desierto de Egipto en busca de protección divina.

El comprendió el mesmerismo oriental de ella al verla acariciar un camello marroquí.

Salí del cautiverio. Al regresar a mi vivienda me dí con la sorpresa de que mi amigo ya no era mi compañero de cuarto,sino el dueño de la habitación.Me dijo que las mensualidades de mi familia nunca habían llegado a sus manos. No pude comprobar la veracidad de sus palabras,intentando contactar con mi familia del extranjero, porque por esos días la comunicación telefónica y el Internet estaban interferidos.

Otra sorpresa fue que solamente encontré dos de mis pinturas de los dieciocho lienzos que dejé_"Al regresar de mi trabajo me dí cuenta que habían robado en el Atellier.Yo no tengo la culpa de eso"_se lavó las manos mi amigo.

Mi Atellier era ahora una simple habitación. Los pinceles y los óleos estaban deteriorados. Días después me enteré que el amigo vendió las pinturas y que se apropió de las mensualidades. Sin despedirse se fue de la pensión. Lo busqué pero nunca lo encontré.

Por la sentencia de la ley mi familia desconfió de mí.Dejaron de ayudarme.Tuve que irme a vivir a la casa de un sobrino en Chaclacayo. Ese fue mi primer destierro.

Necesitaban reyes magos para un pasacalle religioso por navidad.Él fue disfrazado de Baltazar.Ahí estaba el jinete de caballo blanco. Ese desfile por las calles sanantonianas fue para él la llegada de una nueva temporada mágica y providencial._"Que quiere Dios de mi vida"_solía preguntarse.

Le gustó tanto la idea de sentirse Rey Mago ,que al acercarse la fiesta de la Epifanía se aproximó al consejo municipal de Lima para ofrecerse como Baltasar, pero el personaje ya estaba seleccionado.

En la plaza de armas la Tres veces coronada celebró su fundación ,en la víspera,con una verbena. Apareció Pizarro con una grisácea armadura, portando un gigantesco estandarte amarillo que tenía el escudo orgulloso de las tres coronas y las águilas negras.Fundó con su espada "La Ciudad de los reyes".El sacerdote bendijo la proeza histórica y todos los espectadores del teatro público gritaron:¡Viva Lima", ¡Feliz día Lima!.Bombardas iluminaron el cielo. Los juegos artificiales iluminaron el cielo.El castillo se encendió de

colores.Eran las doce la medianoche.Lima había vuelto a nacer.

La municipalidad de Miraflores organizó su tradicional fiesta de carnavales en el colegio Champagnat.Ahí estaba él.Disfrazado de cruzado medioeval.El disfraz de la película que filmó ,en las tierras del norte,era fabuloso. Todos los invitados repararon en la excentricidad del ropaje.La cota metálica de la cabeza,adornada por una corona de platina dorada, era de lentejuelas plateadas que lo hacían brillante como su imaginación.El aterciopelado siena del vestido hacía contrastar la cruz relampagueante del

pectoral,elevando la fe con las águilas del escudo emblemático.Ni la espada,ni las botas de gamuza impidieron la rapidez pintoresca del baile del cruzado.Ganó dos premios: El del mejor disfraz y el del mejor baile.Una alumna que bailó con él expresó sus sentimientos de admiración hacia su persona:"Usted siempre será mi señor profesor aunque todos estos estúpidos digan que usted es el guachafo terruco de la fiesta".La respuesta de gratitud del caballero la manifestó con un beso en las manos de su dama.Ella vestía de blanco angelito.

Al ser aclamado en el proscenio, se escucharon murmuraciones sobre su proceso judicial.El cruzado no se amilanó. Pasó orgulloso, con sus premios, delante de piratas, pieles rojas,dráculas,arlequines,curas,cosacos,brujas,magos,romanos,vikingos,calaberas y árabes que le sonrieron sarcásticamente.

Los premios fueron pasar una noche en el hotel Marriot ,bailar en la discoteca de Larco Mar y cenar en el restaurant Donatello.En ninguno de los tres lugares pudo disfrutar con plenitud.Los periodistas lo acosaban con el recuerdo de la corte.Simultáneamente los agentes policiales lo vigilaban como a un niño travieso.

Se reanudaron los escándalos periodísticos de los pasquines:_"Cruzado duerme como rey en el Marriot",_"Profe baila como quinceañero",_"Profe discotequero la goza después de cana",_"Figureti Nelson sabía rumbear",_"Profe papea como condenado en restaurant italiano",_"Duerme solo en el Marriot porque las mujeres le tienen miedo".

Los lugares premiados que frecuentó no fueron tanto de su encanto por carecer del ápice medioeval.Ese medioevalismo extravagante lo había vivenciado en el antiguo hostal de la cuadra veintitrés de la avenida Arequipa de infraestructura feudal.Que no hablar de la discoteca Lancelot de Comandante Espinar que tenía panoplias en las paredes o el video pub Siglo XIII del jirón Gonzales Prada, donde los tragos tenían nombres como:

"Rey Arturo","Escalibur","Carlos VII","El caballero" y otros más que deben existir.

Siempre le agradó "El Vivaldi" por su madera,el dorado y el escudo caballeresco.Nunca se olvidó de la literatura musical de la discoteca "La Divina comedia".

Un día la parroquia organizó un peregrinaje al templo de las Nazarenas en homenaje al Señor de los Milagros.El recorrido sería por las avenidas Larco,Arequipa,Wilson y finalmente Tacna.En el tramo de la segunda avenida una anciana feligresa se desmayó.La presión le había bajado.Los auxilios de los hermanos no fueron suficientes.Decidieron llevarla al centro médico más inmediato: La Cruz Roja de la avenida Arequipa.El cruzado ingresó a la institución cargando a la anciana.Ese episodio fue el espaldarazo que lo consagraba caballero de la orden de los Templarios.

Llegaron al templo de las Nazarenas. Por los megáfonos se anunció de que en el santuario se había descubierto una propaganda protestante contra la devoción del Señor de los Milagros.Se advertía que se tuviera cuidado de no dejarse convencer.Fue prohibido el ingreso de estos iconoclastas al santuario.La cofradía,exagerando la actitud de la oposición ,dijo que podían estar armados y decididos a romper la imagen del santo patrono.

Un cordón policial resguardaba a los hermanos que controlaban el ingreso a las Nazarenas:"Usted es devoto del Señor de los milagros".Uno de los hermanos protectores del templo era Nelson.Por eso se consideró un Templario.Los Templarios fueron una orden religiosa militar que se fundó en la Europa del siglo XIII.Se encargaban de proteger el templo de Salomón ante el ataque de los turcos musulmanes.También resguardaban a los peregrinos europeos que viajaban a tierra santa.En cambio los Hospitalarios eran de la orden que asilaba en un hospital a los peregrinos enfermos o heridos de guerra que

viajaban a Jerusalén.Llevaban una cruz blanca sobre un manto negro, para diferenciarse de la cruz roja de los Templarios y de los cruzados.

Me encontraba una noche en la Alameda de los Descalzos,apreciando las estatuas grecorromanas que engalanan el lugar.Al contemplar la armadura y la espada de un soldado que se confunde entre romano y medioeval, se me asaltaron dos sujetos por diferentes lados con intención de asaltarme.Viéndome rodeado no tuve tiempo de correr a ningún sitio.No me quedó otra salida que subirme sobre la cabeza del guerrero esculpido.Los delincuentes me decían que mejor sería que bajara porque sino iba ser peor.Comenzé a rogarle a Dios por mi vida.Le rezé a mi ángel custodio.

Los facinerosos se cansaron de esperarme.Treparon por las piernas del guerrero.Uno de ellos me atacó con su filuda chaveta,pero yo la esquivé,y esta se quebró al chocar en el mármol de la coraza.La otra arma tuvo el mismo destino al pasar por en medio de mis piernas y estocarse en la armadura de la cintura del soldado.En ese momento unas personas vociferaron:_¡Policía! ¡Policía! ¡Asalto! ¡Asalto!_los delincuentes se fueron maldiciéndome por el resto de mis días.Aquel soldado de la historia me había salvado la vida.O bien fue un romano convertido al cristianismo o un medioeval con una coraza bendecida en la Vigilia de Armas.

Por gratitud prometí a Dios rezar por el alma de los artistas que habían hecho las armaduras medioevales en el Perú.Le rezé a la imagen de Juana de Arco de la Iglesia de la Recoleta,_A los caballeros españoles de la portada de la Mercedes,_A las del Bertolotto, _A las del Real Felipe,incluyendo la Espada del Conquistador,_A la de Pizarro,_A la de San Miguel Arcángel del óvalo Gutierrez,_A la del Museo de Oro,_A la que había en una licorería de Diagonal Benavides,_A las que se encuentran en algunas tiendas de an-

tiguedades,_A las que posiblemente existan en algunas casas particulares._Me obsesioné tanto con la devoción, que le rezé también a los que confeccionaron los botones metálicos de los sacos Blaiser,_A los escudos familiares,_A los diferentes escudos de armas",_"Al que diseñó elescudo del Vivaldi",_"A los que pusieron un yelmo sobre alguna hielera de plástico de la época medioeval"._En fin a cuanta imagen de la Edad Media se me cruzaba por la mente.No se libraron de mis oraciones los Cruzados Francisco de Asís y Antonio de Padua,_Fernando Rey,_Luis Re,_.Bertoldo del Monte Carmelo y Simón Stock._Mis oraciones las pronuncié en las iglesias góticas de Cristo Rey y San José de Jesús María. Tiempo después me enteré que realmente era la escultura de un Romano.Empezé a rezarle al artista que la había esculpido.Y a todos sus coterráneos italianos que esculpieron las estatuas de la pileta del Parque de Lima y pintaron los cuadros del Museo de Arte Italiano.De esa sagrada forma suavizé el dolor de mi piadoso desengaño.

Dos veces el profesor Cornejo persistió en regresar a sus clases del colegio San Luis rey.El colegio no se lo permitió.Tenía que cuidar su reputación.Los padres de familia se opusieron al retorno:" No queremos políticos soñadores amigos de los terroristas".

Exclamaron los autores de los días.Ellos pagaban la pensión.Mantenían el colegio.

Amenazaron con retirar a sus hijos de la casa de estudios.El maestro amaba ese templo del saber por la simpatía histórica que le tenía a su santo patrono.

Cuando ingresaba al colegio siempre se persignaba ante la imagen de San Luis IX.Fomentó en sus alumnos la devoción al santo rey.Admiraba su espíritu franciscano de ayuda a los pobres y contrastantemente su alma de guerrero aventurero.Siempre lo mencionaba en sus clases de historia,arte y religión.Desarrolló una espiritualidad de la contemplación del cuadro.Veía en la pintura la imponencia real que se confundía entre la abnegación cristiana y el heroísmo soldadezco.Todos los 25 de Agosto,fiesta del santo,sacaba la imagen en procesión por las calles aledañas al colegio.Los alumnos,con velitas en la mano,entonaban canciones en castellano,latín, y en francés en homenaje al sagrado origen del monarca. El peregrinaje finalizaba en la parroquia del distrito con una misa,a la que siempre era invitado el embajador de Francia.Tradicionalmente se acostumbraba a quemar un castillo ,en la puerta del colegio,para dar inicio a la fiesta de bailes y comilonas.Que bonitos eran esos tiempos del San Luis rey.

En la primera vez se dio con la dura sorpresa de que sus alumnos,con dos de sus profesores, se iban en un ómnibus particular de excursión cultural al castillo de Chancay.

Contuvo su melancolía al escuchar un:

_"Profe vamos al castillo.Usted es de esa onda.Siempre nos habló de esas leyendas de los castillos.¡Vamos pue profe! Anímese.No nos falle."

El había programado ese paseo desde el año pasado.Todo para que al final no fuera.

"San Luis emprendió una cruzada sin conseguir victorias finales".

En la segunda vez no lo dejaron entrar al colegio porque le dijeron que los alumnos y profesores estaban en cuarentena, por haberse infectado con el virus de la verruga,al ir de campamento a las zonas rurales de Chosica.El insistió.El director respondió:"Allá usted con su locura.Si quiere contagiarse hágalo.Así deja de fastidiarnos".

Auxiliaba médicamente a sus alumnos y colegas.No descuidaba el apoyo moral.Los entretenía con chistes,bromas y bailes. Se sentía un héroe del Alma mater reviviendo la gesta épica de San Luis IX.El soberano murió infectado de peste,al lado de sus soldados,en la octava cruzada del año 1,270.

Nadie murió en esa cuarentena escolar.Solamente el pedagogo murió para siempre como profesor del colegio San Luis rey.

No todo es ingratitud en este valle de lágrimas.Un grupo de madres de familia,muy devotas de San Luis, reconocieron su sacrificio por la escuela. Lo invitaron a que integre una comunidad de oración en una de las casas de las creyentes.El profesor incentivó al grupo a socorrer a las personas más pobres del distrito de La Molina.De ese apostolado la comunidad se proyectó hacia el voluntariado en los hospitales de caridad.El grupo reforzaba su carisma con vigilias de oración que duraban hasta el amanecer.Poco a poco las hermanas comenzaron a vivir,esporádicamente,en la residencia de la comunidad.Algunos esposos protestaron,pero al final se unieron a la causa, junto con sus hijos.

El tiempo continuó su travesía.La casa de La Molina quedó chica.La comunidad tuvo que emprender un éxodo hacia una gigantesca vivienda de Chaclacayo.Propiedad de la misma hermana que albergó en su casa a los sanluiseanos.

La comunidad de Chaclacayo se había transformado en un supuesto monasterio.El abad sería el profesor Cornejo.Alguien jocosamente la llamó la abadía de San Luis.

El problema era que el maestro extrañaba su vida de cruzado aventurero.Decidió abandonar el monasterio y delegar la función de abad seglar a la madre de familia que más lo apoyó en la fundación de la comunidad.Los feligreses lo echaron mucho de menos. Tiempo después comprendieron su química de caballero.El parafraseó su vida con la de San Bernardo, que abandonó la abadía de Clairvaux para irse a la segúnda cruzada.

Un historiador angeólogo lo conoció en la fiesta de disfrazes del Champagnat. Admirando su epopeya viviente lo contrató para que sea uno de los protagonistas del festival que había organizado en el colegio Belén de San Isidro.

Nataniel sería uno de los caballeros,de armadura,que se batiría con uno de sus homólogos.En todo el festival tendría que estar con la celada abajo para que nadie le vea el rostro.De lo contrario la reputación del historiador y de la congregación de los Sagrados corazones podía resquebrajarse.

_Discúlpame.Pero todos dirían que le estoy dando una oportunidad profesional a un aparente cómplice del terrorismo árabe_se justificó el historiador.

_No te preocupes.Te comprendo.Basta con la maravillosa oportunidad que me estas dando.Esta anécdota medioeval será una bendición del cielo a través de tu persona.

Sonriendo el cruzado le reveló su fe popular.

_Gracias.Tienes razón.Debe ser del cielo,porque he sentido una comunicación muy estrecha entre nuestros ángeles de la guardad_devolvió agradecidamente el angeólogo la piedad popular, mirando el cielo,el vacío y hacia atrás de Nelson, donde se encontraba la imagen de San Miguel Arcángel.

El caballero Jones triunfó en los cuatro torneos.Fuertemente fue aclamado por el público asistente.Después del premio económico vino el premio afectivo.Tenía que besar a las cuatro princesas que había ganado en la fiesta guerrera.No pudo degustar tal privilegio.El yelmo no se lo podía quitar por las razones que ya sabemos.

Inteligentemente,para disimular la situación, el historiador habló por el micrófono:

_¡La historia medioeval cuenta de caballeros que nunca se les conoció el rostro.El es uno de ellos!_la gente aplaudía riéndose.El caballero secreto mandaba besos volados a las princesas, tocándose la parte inferior del aimete que corresponde a la boca.

Para que participara del banquete,el historiador le prestó una máscara que le cubría toda la cara con orificios en los ojos,nariz y boca.De tal manera que cuando abría el aimete para comer,nadie veía su rostro.Ese detalle llamó la atención a los invitados.

_¿Quién serä?

_¿Será verdad lo del caballero secreto?

_¿Tú crees que no le fastidia el aimete a la hora de comer?

_¿Alguna vez has escuchado de tan misterioso caballero?

_¿No crees que este oculta algo?

_¿No crees que el historiador sabe de esto?

De rato en rato tenía que irse al baño para sacarse la máscara y el aimete,porque el calor era insoportable.Al conversar con alguien su voz se le escuchaba con eco. Para que lo oyeran tenía que repetir dos y tres veces.El aimete no era tan cómodo como la cota capital. El festival resultó ser más engorroso que el carnaval.

Detrás de la oscuridad del castillo,a lo igual que un solitario contemplativo de ventana,

Observó los cantos de los bufones, el laud musical de los juglares, las acrobacias de los arlequines, la magia de las brujas, el servicio de los pajes, el resguardo de los escuderos, los espaldarazos para los caballeros, la cruzada de los niños, las discusiones escolásticas de los monjes, la caza del jabalí, el romance de los nobles, el banquete de los reyes y señores feudales, el drama del jorobado de Notre Dame, la gesta del Cid campeador, los heroísmos de Sigfrido y Rolando, la majestuosidad de Carlomagno, Mahoma recibiendo el mensaje divino del arcángel Gabriel, San Francisco de Asís y San Antonio de Papua

cabalgando hacia tierra santa, el sacrificio de Juana de Arco,el rey Arturo con sus caballeros de la mesa redonda, el viaje de Marco Polo, la bestialidad de los bárbaros, las masacres de Atila y los Vikingos, la corte de Justiniano, las aventuras de Ricardo corazón de león y Saladino, la abnegación de San Luis rey e interminables hechos históricos de la magnética edad media.Estos últimos personajes fueron para él lo más patético del festival.Se maravilló con las escenas dramáticas de las cruzadas: La cruz de Ricardo corazón de león, sustraída por Saladino, y la batalla de Mansurah que libró San Luis IX.

_Bonito festival ¿Verdad?.Yo quise organizar uno así pero me faltó el respaldo de los auspiciadotes.Por eso estoy bastante triste. Hasta los sueños más desfasados de la realidad necesitan del dinero.Los idealistas no tenemos lugar en este mundo. Mi cruzada no la pude emprender.

Nelson estuvo a punto de contarle todo lo de su vida al desconocido, pero solamente le reveló un ápice de su secreto.

_Dece usted por bendecido, porque cuando no logramos lo bueno que imaginamos,se vive la experiencia soñada en el cielo. Pedro el ermitaño y Gualterio sin haber fracasaron en su cruzada popular por falta de recursos, pero su voluntad de recuperar tierra santa ha sido inmortalizada por la historia de la providencia. Unos niños viajaron hacia el santo sepulcro, no para luchar con armas contra los turcos, sino para defender a su Dios ofendido con oraciones y alabanzas. Ellos no lograron a pisar el territorio sagrado, pero sus oraciones fueron ofrendas para su creador. En mi parroquia se organizó un viaje a tierra santa. No pude ir por falta de medios y también por un impedimento personal que es la cruz que cargaré toda mi vida. Esa cruz posiblemente cayó del cielo.

El hombre me agradeció por haberle levantado la moral. Luego me preguntó:

_¿Fuera de la ciudad podré conocer el rostro del caballero secreto?

_Sí, pero cuando el destino nos reencuentre.

Los cinco caballeros del festival de Belén fueron invitados para el corso de las tiendas Wong.El sol incandescente hacía brillar la armadura plateada de la caballeresca. Los plumajes coloridos de los aimetes contrastaba con el metálico de las alabardas,lanzas y escudos.Los estandartes tenían el mismo revestimiento del ropaje de los caballeros.

Uno montaba un caballo negro. Su estandarte de celeste hacía resaltar el fucsia de la flor de lis. Otro cabalgaba una yegua café.Tenía una bandera amarilla con un águila negra. En el otro ángulo se encontraba el jinete de equino rojizo enarbolando una flameante anaranjada y avivando un dragón rosado. El cuarto domaba un solípedo beige.

Sostenía una oriflama roja que contenía una cruz blanca.

Adelante presidía la cuadrilla el Caballero Jones. Tenía tres estandartes: En la mano llevaba la bandera peruana.La adherida a la montura era la bandera de Lima. Pegada a la grupa de su caballo blanco estaba la bandera de los cuatro leones que simbolizaban a Ricardo corazón de león. Cada pavés de los caballeros tenía dos emblemas compartidos: El escudo nacional y el de Lima.

El público los aclamaba estrepitosamente, al ritmo de las palabras del animador que se encontraba a poca distancia del burgomaestre.

_¡Aquí estan señores los cruzados de la fe.Los defensores de la tierra santa. Son ellos los caballeros representantes del festival medioeval del colegio Belén!_todos los paladines saludaron al proscenio de la alcaldía, quitándose el aimete. Nelson no lo hizo.

El animador exclamó:¡Nunca conoceremos el rostro del caballero secreto.Por eso es secreto. Acuérdense de ese episodio de Robin Hood y Ivanhoe.Su saludo es con el lenguaje del caballo.

Su caballo,relinchando,levantó dos patas.Dio la vuelta completa. Dejó caer las extremidades y movió dos veces la cabeza en signo de saludo,en sincronía con el yelmo del jinete. Las personalidades del cabildo miraflorino lo aplaudieron prolongadamente en simultáneo con el público asistente. Ya no era necesario conocer la cara del caballero secreto.

Neko estaba harto de no poder darse a conocer públicamente. Un día decidió jugar con la informalidad dentro de esa sociedad represiva. Alquiló una minimoto automática en los barrios de La Victoria y poniéndose el aimete, que el historiador le había obsequiado, se paseó por todas las avenidas principales de Miraflores. Una policía motorizada lo interceptó.

_Señor sus documentos y los de la moto por favor.

_¿Pero cuál es la falta que he cometido? No estoy en exceso de velocidad.

_Está bien,pero está prohibido ponerse máscara o cascos estrambóticos para conducir motos.

_Señorita la ley señala que los motociclistas deben usar cascos,pero no especifica que tipo de cascos.

_Le doy la razón, pero la costumbre es………….

_La policía se rige por leyes,no por costumbres.

La guardia femenina se quedó sin palabras y algo avergonzada. Le pidió una véz más los documentos. Exigió que se quitara el yelmo para identificarlo. Neko se opuso. Ella amenazó con solicitar refuerzos policiales. Se vio obligado a darle veinte soles para no ser identificado.

Prefirió ir a la fiesta de Halloween que organizaron sus sobrinos en Chaclacayo, que divertirse públicamente en cualquier disfrazada de Lima.Con su carnavalesco traje de cruzado bailó incansablemente ante la alegría y estimación de sus familiares.La anécdota más pintoresca de la enmascarada fue el grito de susto que soltó su sobrina nieta al confundirlo con un fantasma. En las últimas horas de la madrugada se fue a descansar a su carpa. Amaneció entre el canto de los pajarillos, el cielo azulino,el verde jardín de la casona y la imponente montaña que lo contemplaba. Con sus familiares se refrescaron en la piscina. Recordó a los guerreros de fe que se bañaron en eñ mar de Galilea, descansando de la sangrienta lid santa.

Durante la tarde, con su arte de fotopintura, transformó a sus familiares fotografiados de hombres contemporáneos a seres medioevales.La aplicación del óleo en la fotografía, que trasladó a los jóvenes a otra época, fue el tema de conversación y la alegría de los invitados durante todo el día de los santos.

El profesor Cornejo se había quedado sin trabajo. No tuvo la suerte de conseguirlo en ningún sitio. Los ingresos por sus clases particulares eran exiguos y por el momento no podía vender ninguna de sus pinturas. Comprendiendo su situación, el historiador quizo ayudarlo. Volvió abrir su antiguo grupo de estudios de preparación preuniversitaria y puso a su amigo como docente de historia.

El maestro notó un cierto malestar físico en un alumno, con quien había entablado una amistad. Le manifestó que "Le dolía el estómago por unos castigos que le había aplicado el superior porque olvidó reportarse al ingresar al cuartel". El joven era un provinciano que no tenía familiares en la capital. Había obtenido, por ley, una dispensa para estudiar durante su servicio militar.

El docente vio en la reprimenda militar el tradicional atropello militar de los derechos humanos. No toleró más la situación al notar que el discípulo no podía escribir bien porque tenía los dedos heridos. Se le había castigado por no poder realizar las planchas debidas.

Pese a la oposición del estudiante, logró convencerlo para que aceptara la denuncia a la institución castrense.Este funcionaba en el Castillo Rospigliosi del barrio de Santa Beatriz. El coloso Rospigliosi parecía una enorme reproducción de esos castillos en miniatura que venden en los supermercados. Detrás del llamado a la justicia y a la humanidad, estaba el emprender una nueva cruzada castillesca tan igual o más intensa que la del balneario de San Isidro.

Bajo la apariencia de realizar una visita cultural a la fortaleza feudalesca con el grupo de estudios, logró finalmente después de muchas trabas entrevistarse con el coronel.

Antes de ingresar al lugar se maravilló con la majestuosa arquitectura de la portada.Al ver la escultura del vigía sintió en su alma que lo había estado esperando toda la vida para emprender la epopeya de los cantares de gesta del medioevo.

Le abrieron la puerta. Se imaginó que el soldado bajaba,con cadenas, esos puertones comunicadores entre el castillo y la otra orilla del río, donde se encontraba un acantilado. En tiempos de guerra subían la gigantesca puerta, para hacer caer en el abismo al enemigo, tras una lluvia de flechas incendiarias.

Después de agradecerle al coronel por concederle la visita cultural, de una forma muy educada y diplomática trató el tema de los castigos al alumno. El supremo jefe no lo dejó terminar y abruptamente lo cortó interrogándolo:

_¿Usted ha venido por la visita o por el reclamo?

_He aprovechado la visita para hacer el reclamo.

_Pues sepa profesorcillo que aquí mando yo ¡Carajo! y que este no es un colegio de maricones sino un cuartel de hombres.

_¿Los hombres son los que abusan y soportan la tortura?_preguntó el docente.

_Usted no va venir acá a llamarme la atención o a cuestionarme. Así que la visita queda cancelada. Por favor retírese.

_No me retiraré sin antes decirle que lo denunciaré judicialmente.

_Así que me denunciará. Muy bien. En este país que se llama cuartel mando yo.¡Sargento arréstenlo y llévenlo al calabozo!

El profesor, ante la presencia de su alumno ,fue golpeado con un palo en el estómago y se le pisoteó los dedos cuando ya no tenía fuerzas para hacer las planchas. El coronel se reía del episodio diciéndole burlonamente:

_Ya con esto le faltaran ganas para visitar los castillos del Real Felipe y el de Chancay.

Ahí en sus torres de prisión hace más frío que acá. El mar es helado, pero al menos se puede disfrutar viendo los barcos. A lo mejor lo mandan al Frontón o a San Lorenzo al lado de Abimael Guzmán. ¿Por qué no se va mejor a un castillo que he visto en Breña por la calle Restauración? Sé que en ese lugar venden droga para que se alucine como un cruzado de verdad. Porque usted si es bien cruzado.Ja-ja-ja-a-ja_todos los subalternos reían haciéndole eco a su autoridad militar.

Pasaron tres días de reclusión. Fue dejado en libertad bajo las amenazas coronelescas de que si denunciaba por las torturas, entonces los cargos de la acusación del cuartel serían:"Intento de violar la propiedad militar del Castillo Rospigliosi"."Conminación al alumno para que desertara al servicio militar". El recluta lo iba testiguando."Propaganda política en el grupo de estudio contra la intervención de Estados Unidos en Irak".

"Fanática apología del libro Piratas y Emperadores","Acusación al presidente Bush,en el centro de estudios, con respecto a la condena de Sadat Hussein"."Rechazo a la visita del presidente Bush"."Trabajos manuales de expociencia a favor del ataque de las torres gemelas"."Proselitismo a favor de Ozanam Bin Laden"."Justificación del terrorismo árabe y peruano"."Adoctrinamiento de la religión musulmana en detrimento de la católica"."Difusión de la poligamia islámica a los alumnos"."Promoción del libertinaje de

aventura en el cuerpo discente".

El alumno firmó un documento en donde se daba veracidad a estas acusaciones, bajo la amenaza de matársele en las maniobras militares si es que decía lo contrario. Al profesor no le convenía lidiar otra vez con la justicia. Peor que un cruzado, prisionero de los turcos, vivió este cristiano en el Rospigliosi. En este recinto los soldados no vestían con yelmo,cota y armadura; sino con uniformes,botas y cristinas. El castillo que él soñó conocer toda la vida se convirtió en una indeseable pesadilla.

Ayudaba en la restauración de una vieja iglesia de Barranco. No pude encontrar trabajo ni como profesor ni como actor. Mi padrino de confirmación me consiguió ese trabajito. El era restaurador de pinturas y esculturas antiguas. El templo se encontraba cerrado mucho tiempo, debido a que sus imágenes se deterioraron con los años. Para mí tenía un significado muy grande el hecho de resarcir Cristos, vírgenes,santos y ángeles.Sentía en esta sagrada actividad la purificación de mis pecados que cometí.

La vivencia religiosa trascendió más para mí,cuando el padre de la vetusta parroquia nos sugirió quedarnos a dormir de vez en cuando, para ganar tiempo, ya que algunas veces llegábamos tarde y se necesitaba acelerar el trabajo porque la fecha de reapertura del santuario se aproximaba. Además el guardián estaba con permiso por razones de salud.

La necesidad de su reemplazo era urgente.

Mi padrino no podía dejar abandonado su hogar. Es así que de la noche a la mañana me convertí en guardian, coserje, restaurador, sacristán y acólito cuando el sacerdote oficiaba misa en otras iglesias.

Solía dormir con mi espada. Mi imagen era semejante a la de los reyes medioevales esculpidos en los catafalcos de sus mausoleos.

Una de las tantas noches que dormí rodeado de cristos,vígenes,ángeles y santos; dos delincuentes intentaron entrar por la ventana por los ventanales de la cúpula para perpetuar un robo sacrílego. Subí al andamio recibiéndolos con el blindado de mi espada y el bloqueo del escudo, que provocó el vuelo de sus navajas y el sangrado de sus manos. Con un loco concha de……….huyeron a lo igual que los profanadores sarracenos.Me sentí un templario féliz por haber defendido el santuario de mi fe.

La restauració concluyó y la iglesia abrió sus puertas a la comunidad. Regresaron el guardián, los acólitos y los sacristanes. El padre no me permitió seguir viviendo en el templo. Me negó una carta de recomendación. Su reputación no la podía comprometer en asuntos que no le competía. Eso me dio a entender.

Hasta el momento tenía la idea de vivir en la iglesia de los templarios, pero ese cura valoró más el renombre inmaculado de la iglesia actual, que la fascinante historia eclesial de la fundación que integraba.

En la edad media los sacerdotes emprendían épicas aventuras, con invocaciones divinas, no importándoles las opiniones del costumbrismo puritano.

Por medio del director del museo-cementerio: Presbítero Maestro, se me consiguió un trabajo de asistente de tal señor. El era amigo y cliente de mi padrino.

Tenía que cuidar la disciplina de los escolares y universitarios que visitaban el camposanto. Simultáneamente, en mi condición de guía cultural, tenía que exponer las hazañas de los héroes, presidentes y poetas del Perú. Posteriormente hice labores de conserje,teniendo que limpiar las tumbas. Me convertí en portero-guardian al tener que dormir en el lugar para cuidar los nichos de los profanadores de tumbas. Una vez rescaté a unos alumnos, con su profesor, que se habían quedado encerrados en el mausoleo de Hipólito Unanue.Algunos lloraban ,otros gritaban.

Le rezaba a mi hermanito Anibal que no lo conocí. Su nichito estaba en el pabellón de los niños. En el caminar hacia su tumba solía sentirme el ángel protector de la cruzada de los niños.

En otros espacios libres, siendo los más frecuentes, cuidaba al "Señor del Santo sepulcro" que descansa en una urna de vidrio, flanqueada por cuatro columnas que sostienen el capitel. Así estaba constituída la glorieta escalonada. La arquitectura escultórica está a pocos metros de la puerta principal del panteón. Mi deber era cuidar la sagrada tumba en mi condición de Caballero del Santo sepulcro. Lo hice desinteresadamente sin esperar "Ser coronado en oro donde mi Señor fue coronado en espinas". Fueron las palabras de Godofredo de Boullon al querérsele coronar rey de Jerusalén en la primera cruzada del año 1,099. Solamente aceptó ser gobernador de tierra santa. Este ejemplo de humildad he querido siempre traerlo a mi memoria, al presentarse la tentación del orgullo en mis labores de panteonero.

A lo igual que cualquier niño, desde que tuve uso de razón, siempre escuché los fabulosos cuentos de ultratumba. De las ánimas que penan en casas, calles y cementerios. De calaveras que fuman. De ataúdes que se abren botando lápidas o despejando polvo subterráneo. En fin, inagotables anécdotas y leyendas de lúgubres camposantos, que influyeron para aceptar el trabajo y tener la oportunidad para vivenciarlas.

Lamentablemente nunca ví, ni oí nada. Los ruidos que pensaban que eran del más allá resultaron ser del más acá.

Se pasaron los días, semanas y meses sin tener aunque sea un momento para defender el Santo sepulcro con mi espada y mi escudo. Fui obligado a aceptar el revólver de guardian, pero nunca lo utilizé. Me bastaba mi espada.

Las visitas culturales de colegios y universidades fueron muy escasas. Igualmente los entierros. El trabajo resultó ser tan igual de aburrido que la vigilancia de los caballeros del Santo sepulcro. Ellos abandonaron el Sacrosanto en la primera,tercera y sexta cruzada. Abandoné el Santo sepulcro y el cementerio Presbítero Maestro.

El mundo altopontino de Lima había sido hostil con el cruzado Jones en su ideal caballeresco. Es así que se alejó de la ciudad recluyéndose en una cueva del Cerro San Cristóbal, que se encontraba cerca de la cruz y alejada de las viviendas construídas. Dentro del espacio cavernario armó su carpa e inició una nueva aventura. Soñó que la Vírgen María se le apareció en una visión de estrellas, en la cueva de Elías del Monte Carmelo.

Nació así la devoción a la Virgen del Carmen y la fundación de los Carmelitas. Con este sueño, profético para él, emprendió en la vigilia la gesta de la devoción de la Virgen del Carmen, en una gruta que se encontraba a la mitad del cerro. También organizaba peregrinajes a la cruz con cánticos y oraciones.

La capilla estaba cerrada porque el cura ya no venía. Don Jones se iba convirtiendo en el nuevo apóstol de la montaña. En poco tiempo se convirtió en el predicador de los pobres. Le decían el Ermitaño no solamente porque vivía sólo en una carpa dentro de una cueva, sino porque siempre le contaba a los vecinos la historia de Pedro el Ermitaño.

Al acabársele los ahorros tuvo que dar clases particulares de historia y arte para poder vivir. El teatro al aire libre sobre algunas escenas de la visión mariana de Simón Stock le dio algunos dividendos. Otros ingresos fueron las limosnas para mantener la gruta.

No le faltaron por ahí desayunitos,almuercitos,lonchesitos y cenitas que los fieles le invitaron y de vez en cuando víveres de los bodegueros.

Promovió oraciones de sanación y envíaba a los fieles a los barrios de abajo del cerro a recolectar alimentos,ropas y medicinas para los más indigentes. En la paraliturgia de Semana santa predicaba sobre el Evangelio y el Antiguo testamento. Especialmente las escenas bíblicas del "Sermón de la montaña", "Los Diez mandamientos de aquel Monte Sinaí" y "El profeta Elías en la cueva del Monte Carmelo".

Después de la misa de Semana Santa se iniciaba la procesión de San Cristóbal. La imagen del santo, cargando al Niño Dios, se paseaba por diversos barrios de la montaña concluyendo en la cima donde estaba la cruz. Un cortejo de muchos niños, con velitas en la mano, le cantaban al patrono. La letra musical decía en sus inicios:"Hemos venido a ti Señor para defenderte con la cruz de San Cristóbal de los infieles que nos rodean". Aprovechaba el predicador esta infantil piedad popular para conmemorar la "Cruzada de los niños a Tierra Santa". Terminaba su perorata con estas dos frases evangélicas:"Dejad que los niños vengan a mí" y "Tienen que ser como niños para entrar al Reino de los cielos".

La noche estaba silenciosa, estrellada y solitaria en la cúpula del cielo. Abrazando la cruz contemplaba nostálgico la Ciudad de los reyes iluminada por el reflejo dorado de sus tres coronas.Recordaba todas las anécdotas que vivió en la vieja ciudad."Desde la altura se piensa mejor". Soliloquiaba mentalmente entre una de sus cavilaciones. Como un cruzado confuso en el cercano oriente, no sabía si lo que estaba haciendo era voluntad divina o humana. La noche estaba muy fría, pero el calor de sus meditaciones lo abrigaban ante la desnudez de la ignorancia. Temía, una vez más, abandonar su apostolado del cerro, así como lo hizo con la abadía de Chaclacayo.

Solía dormir con su espada y su escudo. Con estas armas se defendió del asalto de algunos delincuentes del lugar y también defendió a los pobladores cristobalandinos, visitantes y turistas. Su espada fue considerada santa. La santidad de esta hoja metálica pasó a su persona. El rechazó este privilegio.Pero nada evitó que de loco pasara a ser un santo. Su cueva se custodiaba con la velada de los fieles, quienes se turnaban y se amanecían con una vigilia de oraciones.

Abajo, en Lima, ya se estaba iniciando la limpieza de su reputación maculada por la injusticia. Que tiempos aquellos.

El Chiíta buscaba oro por todos los cerros que rodean Lima. En su país fue un obsesionado en encontrar el Au en los laboratorios. Fracasó en esta fantasía. Exploró, ilegalmente las minas áuricas de Sudáfrica. Llegó a recoger algunos fragmentos del metal dorado, corriendo el riezgo de ser acribillado por las balas policiales.

En nuestro país no encontró el oro,ni el moro, ni en el cerro San Cosme, ni en El Pino, ni en ningún otro. A lo igual que Sudáfrica, en Yanacocha lo hicieron correr con pólvora. No tuvo paciencia en los lavaderos de oro de Madre de Dios.

El Chiíta tenía una apariencia irreconocible para las autoridades. Peruano norteamericano lo señalaba su documentación falsificada. Ya no tenía los bigotes y las barbas. Estaba más delgado. El cabello se lo tiñó de rubio para hacer juego con los lentes de contacto de color esmeralda.Esclareció su piel oscura con polvos blancos y chapas rosadas.

La nariz aguileña se la transfiguró con una cirugía estética. Muy recortadas se le veía las cejas de prominentes bellosidades.

Se vestía veraniegamente. Sombrero crema de jipijapa,lentes ahumados, ropa clara y siempre fumaba su pipa de narguilé. Inteligentemente mezclaba el castellano con el inglés para que no se le notara el acento árabe que lo delataba.

Uno de los colegios estatales, construídos por el presidente de la república,se derrumbó en el Cerro San Cristóbal. El periodismo para difundir el mito del Tesoro de Catalina Huanta. Los historiadores reforzaron esa idea.

Camuflaba sus palas en una mochila y pagaba con buenos dólares a los pobladores indigentes del cerro que lo ayudaban a escavar. En algunos casos tuvo que sobornar a la policía y a los vecinos que protestaron. Les decía que buscaba momias pero que si encontraban oro la recompensa iba ser mayor. Con un revólver tomó las seguridades del caso. Lo conocían como el gringo escavador. Al comentar coléricamente que "Sólo le quedaba como último recurso el Cerro San Cristóbal" los pobladores cerreños le advirtieron alarmativamente que "Para excavar ahí tenía que pedirle permiso al Profeta ermitaño". Con una soberbia indagante exclamó:

¡Yo sólo sé que Alá es el único Dios y Mahoma su profeta".¿De qué profeta me están hablando?

Toda la noche soñó con Agar. Suponía que ella no lo llamaba o no le escribía para no levantar más sospechas ante las autoridades.Podían interceptarse las comunicaciones.

Esos impedimentos lo aliviaban ante el pensamiento de sentirse olvidado por ella.El espíritu de su amada lo acompañaba todos los días al invocarla mentalmente.

El cielo azulino y estrellado del amanecer lo hacían flotar en la alfombra mágica del encantamiento cuando traía al presente esa velada del viejo castillo de la playa.Brillando su alma al contemplar las piedras atornasoladas , repetía sin cesar:"Como te extraño Agar. Como te amo".Se sentía iluminado por aquella pedernalia enigmática y por la luna y las estrellas.

El romántico monólogo se resquebrajó al no encontrar en la portada de su cueva la cruz que los fieles de la montaña le habían obsequiado. Esta réplica de piedra de la de San Cristóbal, medía cuarenta centímetros.Significaba todo su apostolado de fe en el lugar que le dio la nueva vida. Al buscarla con desesperación encontró ,pegado en la carpa,un mensaje escrito en pergamino que decía:

"Tu cruz se encuentra en el Santo sepulcro. Ven a recogerla ahora en la noche.El cementerio abrirá sus puertas para la celebración de un nuevo festival medioeval en homenaje a los santos y a las almas difuntas. No le digas nada a nadie. Ni vayas con nadie. De lo contrario romperé el Santo sepulcro con tu misma cruz".

Realmente no suponía quién podía ser. Hasta se imaginó una sorpresa romántica de Agar, pero ella fue siempre muy respetuosa de su fe. No se le cruzó por la mente el Chiíta ni el gringo excavador. Había ordenado la captura del impostor pero este huyó en un feroz tiroteo.

En el camino al Santo sepulcro iba rezando la oración del obispo Adhemar de Puy,animador de la primera cruzada.

Dios te salve, reina y madre de misericordia.

Vida, dulzura y esperanza nuestra.

A ti llamamos los desterrados hijos de Eva.

A ti suspiramos gimiendo y llorando

en este valle de lágrimas.

Ea pues Señora abogada nuestra,

vuelve a nosotros esos ojos misericordiosos

y después de este destierro,

muéstranos a Jesús, fruto bendito de su vientre.

Luego agregó a la oración las loas marianas de San Bernardo, predicador de la segúnda cruzada.

Oh clementísima, oh piadosa, oh Vírgen María.

Después de más de un año bajaba del Cerro San Cristóbal. Estar en la ciudad de Lima,me hacía sentir como si estuviera en otro país. Un país que me trató como desterrado.

Encontrándome a pocos metros de la puerta principal del cementerio Presbítero Maestro, escuché las detonaciones de las bombardas por la santa festividad. El cielo se iluminaba de colores similares a las auras de los santos. En medio de toda esa algarabía ví ingresar a todos los personajes disfrazados del festival medioeval con velas y antorchas en la mano. Me encantó el reflejo misterioso del fuego en las armaduras de la caballeresca, que yo ya no integraba.

La muchedumbre de la fiesta de los muertos se aglomeró entorno a la romería santacruzada, intentando ingresar al necrópolis. La guardia montada los detenía gritándoles:_¡Es un festival sólo para los invitados. Ellos pertenecen a un elenco teatral.Es un espectáculo privado. Ustedes ya han tenido su fiesta afuera!

Yo estaba con mi ropaje de guerrero, no con la armadura, sino con la cota y la cara descubierta. Lo único que tenía del festival era la lanza del torneo. Mi espada y el escudo tal vez lo iba a necesitar para recuperar la cruz y el Santo sepulcro.

Un policía de la guardia montada al reconocerme me saludó amigablemente. Nos habíamos visto en el colegio Belén cuando aún estaba sin el yelmo.

_Oiga guerrero:¿Usted no entra?

Se me cruzó una idea por la cabeza y le respondí:_Sí. Claro que sí. Pero me falta el caballo.

_¿Cómo? ¿Caballero sin caballo?_sonrió con su interrogante.

_Es que aún no ha llegado mi caballo. Hemos llamado al celular del camionero que trae al animal pero no responden y el festival ya va a empezar.

El guardia cabalgó unos metros más allá de la entrada. Me hizo una seña para que lo siguiera. Agachándose hacia mi oído me dijo en voz baja.

_Si usted quiere le presto mi caballo,pero usted sabe………..disculpe no…………..los policías ganamos poco…………usted comprende………….disculpe usted.

_Entonces no me lo está prestando_encaré su contradicción_.Me lo está alquilando.Solamente le puedo dar veinte soles. Más no le puedo dar. Es sólo por unos minutos. Después actúo de pie.

En medio de las risas de sus amigos policías entré cabalgando al camposanto dispuesto a enfrentarme con el incógnito sacrílego.

En el momento que me aproximaba a la glorieta del Santo sepulcro , se me cruzó intempestivamente el angeólogo.

_¿Qué haces aquí? A ti nadie te ha invitado.

_No he venido a tu fiesta_le respondí pedantemente.

_¿Entonces a que haz venido disfrazado y con caballo o te haz vuelto loco?

_ Mi locura a tí no te importa.

_Tiene que importarme. Con la locura que cometiste en el castillo Rospigliosi me mandaron a cerrar mi grupo de estudio. Que raro que no te haya agarrado la policía afuera.

Acá puede pasar algo malo con tu presencia.

_Me disculpo ante el hecho.

_Tus disculpas ahora de nada valen_en ese momento se acercó el director del museo y enfadadamente le preguntó al angeólogo:

_¿El es parte del elenco?

_No_y mirando la luna me satirizó_.No acepto lunáticos en mi equipo.

Ahora el director me imprecaba furiosamente:

_Usted abandonó el trabajo sin decir nada a nadie.Ese mismo día robaron unas esculturas de mármol y profanaron unas tumbas. Como puedo saber yo si usted no ha estado implicado en eso.A mí y a los empleados se nos descontó de nuestro sueldo,después de una ardua investigación policial. Hágame usted el favor de retirarse. Sé que es un hombre muy problemático. Si no se retira llamo a la policía que está en la puerta.

_Ahora soy un hombre importante en la ciudad que yo he limpiado su honor maculado.

La policía me ha prestado su caballo.

_¡Ah……usted me está amenazando! ¿Qué quiere usted aquí? En este lugar no hay función de circo.

_Voy hablar con ese señor. El me ha invitado_me referí al gringo forastero que se encontraba con mi cruz en la glorieta.

_Ese señor es un corresponsal extránjero que ha venido hacer un reportaje de la obra que se va a presentar.

En ese momento el angeólogo llamó al director. Ya iba a empezar la obra.El director mirando al angeólogo y al supuesto periodista preguntó:

_¿Señor usted ha citado aquí a este hombre?

El gringo afirmó. Se disculpó por no tomar en cuenta su investidura. Le dio un ligero abrazo, cerrándole la mano derecha.

_Sé que el señor ha tenido problemas con la justicia civil y militar.Pero parte de este reportaje es entrevistar a un antiguo integrante del elenco que reformó su vida en aquella montaña legendaria de San Cristóbal. Ahora es una persona importante en la ciudad.Además él ha filmado una película en mi país y eso dice bastante.

_Está bien señor. No demore mucho su entrevista. Tenga cuidado con este tipo_luego se retiró hablando en voz baja con el angeólogo, mirándose la mano para inmediatamente metérsela en el bolsillo.

El sereno nocturno era iluminado por la luna y por los cuatro cirios que velaban al Señor del santo sepulcro.

En cuanto nos quedamos sólos, amenazándolo con la lanza, le reclamé la sagrada réplica:_Dame mi cruz.

_De ambos es.

_Sal del Santo sepulcro de mi Señor.

_Dame dinero y me saldré.

_No tengo porqué darte nada.

_Si quieres venir a rezar a tu Señor, dame el dinero que te pida.

_No sé quien eres,pero por última vez te repito:Dame mi cruz.

_¿Tú cruz o la de Dios?

_De los dos es.

_Me amenazas con la lanza del centurión que hirió a tu Señor en la cruz.La lanza de Longinos que le dio el triunfo a los cristianos en la primera cruzada.

_No quiero llegar a la violencia. Por última vez dame la cruz de mi Señor.

Me entregó la cruz diciéndome:_Los cruzados de Ricardo corazón de león recuperaron la cruz que los turcos de Saladino se la habían quitado.¿A quién de los dos favorece Dios cruzado Nelson?

En ese momento reconocí que era el Chiíta_¿Saladino?

_Chsst……silencio.Me van a descubrir. Soy yo. Pero para los de la montaña soy el gringo arqueólogo. Acá abajo un corresponsal norteamericano.

Pese a su frialdad lo abrazé. Recordamos muchas cosas. En plena escena conmovedora se acercó el guardia del equino. Le devolví su caballo.

Sentados en las escaleras de la glorieta continuamos la conversación.

_¿Qué quieres del sepulcro?

_Yo nada. Pero Alá tal vez quiere algo.

_¿Algo como qué?

_Como revelarme los misterios de la salvación de Dios.

_¿Revelarle a un musulmán?

_¿Revelarle a un cristiano?_replicó el Chiíta.

Un largo tiempo nos enmudeció.¿Quién de los dos pdía tener la razón? Sólo Dios lo Sabe. Rompí ese dilatado silencio.

_¿Dime dónde está Agar?

_Por qué tengo yo que saberlo.

_Porque se fue a su tierra por la misma época que tú desapareciste. Ella es tu compatriota. Entre ustedes pienso que no hay secretos.

_¿Crees que la tengo secuestrada o que ella es mi cómplice o mi amante? Tal vez una espía que te ha engañado sacándote informaciones secretas.

_Yo no sé que creer_le respondí desconsolado.

_De ella no sé nada.Pero solamente quiero que creas lo que te voy a decir, porque creo que Alá me lo ha revelado desde sus altares celestiales. Siento la presencia de Alá en tu alma y en tu cuerpo. Me está diciendo en este momento que ella te está esperando en tierra santa para continuar la cruzada que se ha predestinado desde los cielos.

Lloré al escuchar sus palabras, pronunciadas a los pies de mi Señor. Fugazmente como una centella el Chiíta cortó mi sensibilidad.

_No solamente he venido para devolverte la cruz, sino para sacar el oro de la montaña sin que tu me lo impidas.

Lo reconocí sorpresivamente_¡A si que tú eras Saladino.Eso le pertenece a mi pueblo y al estado!

_Los frutos que están en la tierra son de Alá y de sus creyentes.

_Bueno. Te diré entonces que los frutos de esta tierra son de los cristianos.

_¿Y los cristianos son capaces de matar cuando se les quita esos frutos? Casi he muerto en ese tiroteo que tú ordenaste.

_Yo ordené defender lo que es de ellos. No sabía que medios iban a utilizar.

_¡Tampoco no sé que medios debo utilizar para obligarte a que no te interpongas en mi búsqueda del oro!_y sacando un revólver me encañoñó en la sien. Nerviosamente intenté disuadirlo ante la desquiciada amenaza.

_Aunque me llevaras de rehén y lograras sacar ese oro, los pobladores del cerro y la autoridades te matarían.

_Tienes razón. No soy tan ingenuo como para cometer tal locura. Pero haz mencionado la palabra rehén……..y un sueño ha conquistado mi cabeza_amenazándome solapadamente con el arma me llevó al lugar donde estaban ensayando la obra teatral de las cruzadas. El angeólogo y el director me proyectaron miradas lacerantes. Minutos después el Chiíta me preguntó en voz baja.

_¿Qué clase de hombre eres tú?

_¿Por qué me lo preguntas?

_Porque no te conozco mucho y ya me cansé de matar a desconocidos.

_Soy un hombre de la edad media con alma de caballero, el valor de un guerrero y la fe de un cruzado. Las personas ,como yo, teatralizan la vida porque vivir es descubrir el arte de la creación divina, pese a que se corre el riesgo de los grandes peligros de este mundo. Vivir es aquella poesía que atrapa con sus versos la realidad para transfigurarla de acuerdo al sueño que haz idealizado.

_¿Eres una persona romántica y creyente?_indagó Saladino.

_Claro. El amor lo ha creado Dios.

_¿Se puede amar a Dios y a una mujer a la vez?

_Por supuesto. Mi amor por el creador no ha disminuído por el hecho de haber amado a

Agar.Más bien se ha enaltecido.

_¿Tú iglesia qué opina del amor?_ví una gran inquietud en el Chiíta.

_Muchas cosas bonitas que vienen del cielo.¿Quiéres que te diga alguna de ellas?

_No. Mejor dime algo del amor medieval.

Entonces le mencioné lo que el filósofo Will Durant había escrito sobre los romances de la edad media.

"Lo que ansiamos y no logramos nos parece más precioso. La belleza del objeto reside en la fuerza del deseo que inspira, y éste se hace más intenso con las negativas, así como se afloja con la satisfacción del instinto. Por lo tanto el amor se hace más espiritual con la represión y hace que la carne se temple en poesía".

Pasó como una hora y la obra iba a concluír con la prisión y muerte de San Luis rey.

Saladino, apuntándome con el arma, exclamó:¡Señores.Un momento. He tomado como rehén a este cruzado para que sea el rey de esta pieza teatral. De negármelo lo mato a él y a todos ustedes!

Los personajes murmuraron.

_¿Por qué lo hace?,Es una locura. Hay que avisar a la policía.El gringo quiere darle la oportunidad al extraño cruzado.

El director me acusó:_Tú eres el que lo haz planeado todo.

_Te lo juro que no he sido yo.

_El angeólogo ordenó apagar los celulares y que no llamaran a la policía de la puerta.

También convenció al director para que los guardianes no hicieran fuego con sus armas.

Luego continuaron convergiendo en sus ideas.

_A mí no me gustan los escándalos publicitarios, ni las investigaciones policiales, menos aún los tribunales de justicia.

_A mí tampoco. Por eso he venido a un cementerio. Ya me cansé del mundanal ruido de la vida_aseveró el director.

_En eso coincidimos. A mi me interesa el arte y punto.

Entonces el angeólogo, mirándome, me santificó con la corona de laureles que poseían sus palabras:_Vas a ser Santo rey porque no puedo dejar morir al caballero triunfante que enarboló mi victoria histórica en el torneo y en el paseo por la Ciudad de los reyes.

Coronándome y poniéndome la capa regente me invistió con sus palabras:

_Cambiaremos el guión, harás el soliloquio de los Estados unidos que siempre quize conocer desde que fuimos amigos.

Todos se arrodillaron al entrar a la palestra, mientras el director se alejaba metiéndose la mano en el bolsillo, después de haberse acercado al angeólogo.

Fui entoces ese San Luis IX que reconquistó la plaza de Damieta en el norte de Africa, pero que fue derrotado por el hambre, la sed y las enfermedades en los desiertos de la batalla de Mansurah. Estando prisionero tuvo que entregar la plaza de Damieta a los turcos, en pago a su rescate, en el año de 1,247. El rey se vio obligado a regresar a Francia por la muerte de su madre.Fue un gran seglar franciscano que ayudó a los pobres y controló los abusivos impuestos de los señores feudales hacia sus siervos. Muchos años después, en 1,270, San Luis preparó la última cruzada con sus tres hijos, su hermano Carlos de Anjou, que era rey de Sicilia y su pariente Teobaldo. Por consejo de Carlos se dirigieron a Túnez para quebrantar allí a los musulmanes; pero atacados los ejércitos francos por una horrorosa peste, pereció San Luis como mártir de la caridad, asistiendo a sus soldados contagiados.

Aclamado con aplausos,hurras y estandartes, a lo igual que su majestad que está en los cielos, puse fin al drama de las cruzadas. En ese instante comprendí patéticamente la existencia de una empatía entre mi ángel de la guarda y el del angeólogo.

El Chiíta no guardó su revólver durante el monólogo.Su mirada penduló entre mi personaje y el actor judío que subrogué. Dejé de ser su prisionero pero no sé porqué no pude dejar de ser su amigo. Era como si los espíritus de Ricardo corazón de León y del sultán Saladino se hubieran encarnado en nuestras vidas para secar la sangre derramada en tierra santa.

De noche regresó a la montaña izando la cruz ante el vitoreo triunfante de la feligresía, que le dio la bienvenida con un cortejo de cirios,velas y antorchas. La romería fue recibida en la cima del cerro por un sacerdote que iba celebrar la misa al pie de la cruz. La cruz rescatada, que se puso en el altar, transfondó la eucaristía.

San Cristóbal es el santo patrono de los choferes. Cruzando el océano celebran su fiesta el 25 de Julio. Ese día los conductores no cobran un céntimo por sus servicios y sus movilidades son bendecidas por el sacerdote, después de una misa.En el Perú se emprendía una romería hacia la cruz del cerro San Cristóbal ,todos los 14 de Setiembre en conmemoración de un milagro del santo que hizo allá por el año de 1536.

Amanecía el Viernes santo con mis oraciones de vigilia, en mi cueva de ejercicios espirituales,cuando fui interrumpido por uno de los cristobaleanos.

_Hermano ermitaño venga rápido. Corra. Es urgente.

_¿Qué sucede?

_Se está dando la tradicional crucifixión pero con el juicio de la comunidad.

_¿Pero ustedes no dijeron que yo era la suprema autoridad en el tribunal del cerro?

_Sí, pero temen que usted lo pueda absolver y eso es muy peligroso para nosotros.

_¿A quién y por qué?

_Hermano se trata de un violador de niños. Ahora me entienden. Lo van a castrar.

Llegué a la cima del cerro. El violador crucificado gritaba de dolor. Los clavos le hacían sangrar las manos y los pies.De la corona de espinas le caían hilos de sangre. Tenía todo el cuerpo flagelado.

_¡Ten piedad de mí!_me suplicaba el pedófilo.

_Pídele piedad a Dios y a los tribunales de Lima_le sugerí al inféliz.

_¡El tribunal está acá arriba y no abajo hermano!_gritoneó un miembro del juzgado.

_¿Pero yo no formo parte del tribunal?

_Sí. Pero ya sabemos que usted lo va a mandar abajo. Y en Lima no hay justicia.

_¿No es justo hacer lo legal? ¿No les enseñé que el Señor dijo dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios? ¿Cómo es eso que ustedes lo van a castrar?

Hacerlo en Semana santa es un pecado. Y para el colmo lo van a crucificar.Eso que van hacer ustedes no tiene perdón de Dios.

_¡Si-í-í-í-í-í! Lo vamos a crucicficar a este desgraciado para que se vaya de este mundo entendiendo que Cristo murió por nuestros pecados. Este violador no tiene perdón de Dios, ni del diablo_Explicó otro de los juecesillos.

_¡Al río! ¡Al río! ¡Al río! ¡Cástrenlo! ¡Cástrenlo!_Gritaban los pobladores enfurecidos en sincronía con las vociferaciones de los jueces.

_¿Por qué al río? No entiendo.

_Hermano es la tradición del cerro que cada tres años en semana santa se tire un crucificado al río para la bendición de la montaña.

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