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La búsqueda de la verdad en Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein como actitud ética


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Perfil biográfico de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein y su siglo: contexto histórico social y filosófico, ubicación
  3. Contexto socio cultural en el que vivió Edith Stein
  4. Antecedentes filosóficos de Edith Stein
  5. Encuentro con la fenomenología y búsqueda de la verdad
  6. A manera de conclusión
  7. Bibliografía

Resumen

En el presente trabajo el autor expondrá una de manera sucinta la vida y obra de Santa Teresa Benedicto de la Cruz, Edith Stein haciendo énfasis en su actitud incansable de búsqueda de la verdad en medio de un mundo dominado por el relativismo. De la misma manera el autor propone la experiencia de Santa Teresa Benedicta de la Cruz como un camino válido para el hombre de hoy que ha perdido el sentido de su vida, de su interioridad, de su alma

Perfil biográfico de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein y su siglo: contexto histórico social y filosófico, ubicación

"El día diez del mes de Tishri es el día del perdón" (Lev 23,26) El doce de octubre de 1891 en el calendario judío se celebró el Yom Kippur, la gran fiesta del perdón en el que el fiel judío guarda ayuno absoluto, se abstiene de cualquier trabajo o actividad y sobre todo pide perdón a Dios y al prójimo, es la fiesta grande de la expiación. En un día como este nace en la ciudad alemana de Breslavia (hoy Wroclaw, Polonia e históricamente, en alemán, Breslau), a orillas del río Oder en la calle Michaelis 38, Edith Stein, la última de once hijos de una familia dedicada al comercio de maderas.

El que hubiera nacido el gran día de la reconciliación la ubicaba en un puesto privilegiado dentro de los afectos de su madre de una manera particular.

Ese día tenía para mi una significación especial: yo había nacido el día de la reconciliación y mi madre consideraba siempre la fiesta de la reconciliación como el día de mis cumpleaños, aunque el día de las felicitaciones y de los regalos era el doce de octubre.[1]

Los primeros años de su infancia estuvieron marcados por dos acontecimientos muy importantes: la muerte de su padre acaecida cuando ella apenas tenía dos años y una gran sensibilidad de su carácter. Podríamos decir que el desarrollo de su personalidad fue poco común a la de las demás niñas de su edad y de su época. "En los primeros años de mi vida era como un azogue, viva, siempre en movimiento, de genio chispeante, ocurrente, atrevida e intrometida. Además indomable, voluntariosa y colérica cuando algo me contrariaba"[2]

La firmeza de su carácter, su obstinación que la acompañaría toda su vida, la encontramos expuesta en su autobiografía cuando señala que:

Yo no podía actuar mientras no tuviera un impulso interior. Las determinaciones procedieron de una hondura que yo misma desconocía. Una vez que algo subía a la clara luz de la conciencia y tomaba firme forma racional, nada podía detenerme. Ciertamente experimentaba una especie de placer deportivo en emprender lo aparentemente imposible.[3]

Desde su infancia se puede notar el desarrollo de una vida interior bastante intensa y profunda: "En mi interior había además, un mundo escondido. Todo lo que durante el día veía y oía lo elaboraba por dentro. El ver un borracho me producía una impresión que me perseguía día y noche y me atormentaba".[4] Podemos afirmar que las características más sobresalientes de su personalidad eran: una marcada hipersensibilidad; los cuentos de terror, por ejemplo, le producían un miedo tal que le impedía dormir; igualmente, si se contrariaba con alguien no descansaba hasta pedir perdón. Además callada y serena. De pequeña tenía una gran intuición sobre su propia vida que es sorprendente.

"En mis sueños veía siempre ante mi un brillante porvenir. Soñaba con felicidad y gloria, pues estaba convencida de que estaba destinada a algo grande y que no pertenecía en absoluto al ambiente estrecho y burgués en que había nacido." [5]

De otra parte, la alegría y el buen juicio para asumir sus deberes académicos fueron las características más sobresalientes de su vida escolar."Fui una alumna muy aplicada. (…) Mis asignaturas favoritas eran alemán e historia. (…) Escribir composiciones constituía un placer para mi, en ellas podía emplear algo de las cosas interiores que me preocupaban."[6]

Terminado el primer ciclo de la escuela, lo que para  nosotros sería la educación básica, viaja a Hamburgo y allí experimenta una profunda crisis religiosa de adolescencia, en donde abandona el hábito de rezar y entra en una etapa de ateísmo que durará hasta su encuentro con la fe y su conversión. 

Ya he contado como perdí mi fe infantil y como,  casi al mismo  tiempo, comencé a sustraerme, como, "persona independiente", a toda tutela de mi madre y hermanos. Con catorce años y medio ya había pasado los nueve cursos de la escuela superior femenina. En Hamburgo también tome conciencia de la oración, abandonándola por decisión libre. No pensaba en mi porvenir pero seguía viviendo con la convicción de que se me había asignado algo grande.[7]

 Pasado un año decidió regresar a su natal Breslau para continuar con sus estudios, así es que en 1908 volvió al Liceo Victoria y en 1911 aprobaba brillantemente el bachillerato.

 Su bachillerato lo vivió con una intensidad tal  que ella afirma haber sido una "época feliz" [8]También es importante notar aquí los gustos y aficiones de la joven Edith. Gustaba mucho de las excursiones por la montaña, caminar, remar y jugar tenis. Tenía una particular inclinación por la música, prefiriendo los maestros cantores, pero fue Bach quien cautivó su sensibilidad musical. En literatura Shakespeare, Grillparzer, Hebbel, Otto Ludwig e Ibsen – poetas dramáticos del siglo XIX- eran para ella sus amigos íntimos. Le apasionaba también el estudio de los idiomas, dominaba con fluidez francés, Ingles, holandés, griego y estudiaba con ahínco las precisas reglas de la gramática latina. Su materia predilecta del bachillerato fue  historia.

 En 1921 inicia su periodo universitario en Breslau estudiando psicología, letras e historia, dedicándose con especial atención a la psicología bajo la tutela del profesor William Stern.[9] Allí solo estudiaría cuatro semestres y dejó la universidad de Breslau cuando esta no tenía más que ofrecerle y consideró que  los estudios de psicología estaban aún, según su criterio, en pañales y que le faltaba el necesario fundamento de ideas básicas claras y que esta misma ciencia era incapaz de elaborar sus presupuestos.

 En este afán de buscar siempre la verdad se encuentra con las investigaciones lógicas de Edmundo Husserl [10]lo que le marcó profundamente por la originalidad de este trabajo y por permitir un acercamiento distinto de la realidad al que hasta ahora le habían transmitido desde la mentalidad racionalista y criticista que imperaba en la universidad de Breslau.

 La fenomenología significaba para ella una purificación intelectual en la que se debían tener todas las cosas ante los ojos sin prejuicios y despojarse de toda anteojera.[11] Esto la lleva a inscribirse en filosofía y fenomenología en la universidad de Göttingen. Allí encuentra un círculo de intelectuales formados en torno a Husserl entre quienes se encuentran Adolf Reinach,[12] Alexandre Koyré, [13]Hedwig Conrad-Martius[14]Max Scheler[15]entre otros. Este último ejerció una fuerte influencia en su vida espiritual, especialmente porque puso ante sí el mundo de la fe. 

Este fue mi primer contacto con este mundo hasta entonces para mi completamente desconocido. No me condujo todavía a la fe, pero me abrió una esfera de "fenómenos" ante los cuales ya nunca más podría pasar ciega. No en vano nos habían inculcado que debíamos tener todas las cosas ante los ojos sin prejuicios y despojarnos de toda "anteojera". Las limitaciones de los prejuicios racionalistas en los que me había educado, sin saberlo, cayeron, y el mundo de la fe apareció súbitamente ante mí. Personas con las que trataba diariamente y las que admiraba, vivían en el. Tenían que ser, por lo menos, dignos de ser considerados en serio.[16]

  En un curso dictado por Husserl llamado "Naturaleza y Espíritu"[17] expuso de que un mundo objeto exterior solo puede ser explicado intersubjetivamente, esto es, por una pluralidad de individuos cognoscentes que estuviesen situados en intercambio cognoscitivo. Según esto se presupone la existencia de otros individuos. A esta experiencia la llamaba Husserl "empatía" (Einfühlung). Sin embargo el mismo no había precisado en qué consistía. En esto vio Edith Stein un gran vacío que llenar y decide, pues, elaborar su tesis doctoral sobre el problema de la empatía. Esto supondrá para ella una experiencia académica que pone al límite sus fuerzas. 

Este trabajo fue interrumpido por el estallido de la primera guerra mundial en la que Edith Stein decide alistarse como voluntaria de la Cruz Roja y es enviada al hospital de contagiosos de Märisch-Weisskirchen: Mi vida ya no me pertenece. Hemos venido a servir a la humanidad. Decía. Este fue su primer encuentro fuerte con la muerte.

 Pasada la guerra continúa con su trabajo doctoral que sustenta en agosto de 1916 en la universidad de Friburgo donde Husserl había aceptado una cátedra, consiguiendo la mención "summa cum laude"[18], la máxima nota, convirtiéndose así en la primera mujer alemana en obtener un doctorado en filosofía. Durante dos años será la asistente del profesor Husserl en Friburgo hasta 1918.

 El misterioso mundo de la fe fue apareciendo en la vida de Edith Stein por momentos casuales u ocasionales al comienzo, hasta su definitiva decisión de convertirse al catolicismo en 1921. El primer contacto con los evangelios se dio al comienzo de su vida universitaria en el curso de alemán antiguo donde se encontró con la concordancia de los evangelios de Taciano el Asirio[19]y con la traducción de la Biblia de Ulfila[20]luego por el camino de la fenomenología y a través de sus compañeros fenomenólogos del circulo de Göttingen[21]que se habían convertido al cristianismo, encaró nuevamente el problema de la fe. Pero fue al regreso de la guerra cuando se enteró que su amigo Reinach había muerto en Flandes, le impresionó enormemente el testimonio de paz y de esperanza de su esposa Anna Reinach:

Fue ese mi primer encuentro con la cruz, con esa fortaleza divina que ella confiere a los que la llevan. Por primera vez se me apareció visiblemente la iglesia, nacida de la pasión de Cristo y victoriosa de la muerte. En ese preciso momento cedió mi incredulidad…mientras la cruz de Cristo de alzaba en mi corazón. La luz de cristo percibida en el misterio de la cruz. "[22]

Este acontecimiento le desencadenó unos años de lucha interior. Luego de viaje de turismo por Heidelberg dos hechos le llamaron poderosamente la atención, ella misma relata que mientras visitaban la ciudad:

Entramos en la catedral, y, mientras estábamos en respetuoso silencio, entró una señora con su cesto de mercado y se arrodilló en un banco, para hacer una breve oración. Esto fue para mí algo totalmente nuevo. En las sinagogas y en las iglesias de los protestantes, se iba solamente para los oficios religiosos. Pero aquí llegaba cualquiera en medio de los trabajos diarios a la iglesia vacía para un diálogo confidencial. Esto no lo he podido olvidar.[23]

 De la catedral, el mismo día su amiga la llevo a una exposición de arte donde había cuatro figuras del siglo XVI de una sepultura flamenca: la virgen y Juan, en medio Magdalena y Nicodemo Pero fue en el verano de 1921 durante una temporada en la casa de su amiga Hedwig Conrad-Martius, cuando Edith se encuentra definitivamente con la verdad que durante tantos años había buscado y decide pedir el bautismo a la Iglesia Católica. Una noche en la biblioteca, antes de dormir, y encontró un libro titulado: "Vida de Santa Teresa contada por ella misma" Se sumergió en la lectura de tal manera que leyó hasta el amanecer y al cerrar el libro dijo: "Aquí está la verdad". La verdad que ella buscaba era una persona llamada  Jesucristo.  Se hizo bautizar seis meses después el 1 de enero de 1922.

De 1923 a  1931 se desempeña como maestra de literatura y alemán en el Instituto y Escuela de Magisterio de las Dominicas de Santa Magdalena de Espira y allí alternó su trabajo pedagógico como conferenciante en varias ciudades europeas y como traductora de algunos libros de Santo Tomás y el Cardenal Newman[24]Se preocupó mucho durante este tiempo, por reflexionar a cerca del puesto de la mujer en el mundo moderno. "Antes de ser un ayuda para los demás, la mujer tiene que ser ante todo ella misma, firmemente anclada en su profundidades." De Espira se traslada a Münster al instituto de pedagogía científica donde labora un año. Al año siguiente comienza la persecución Nazi contra los judíos y después de un largo tiempo de discernimiento entra el catorce de Octubre de 1933 al Carmelo de Colonia[25]De allí, y debido a la persecución de Hitler se traslada al Carmelo de Echt en Holanda. Allí es capturada por la SS el 2 de Agosto de 1942 y trasladada, primero, al campo de concentración de Westerbork y siete días después, el 9 de Agosto de 1942 es asesinada en el campo de exterminio de Auschwitz[26]en la cámara de gas. Es beatificada por el papa Juan Pablo II el primero de Mayo de 1987 y canonizada el once de Octubre de 1998 por el mismo Papa en Roma.

Contexto socio cultural en el que vivió Edith Stein

En la recta final del siglo XIX y a las puertas del XX la Europa que la vio nacer vive una época de grandes transformaciones en todos los órdenes de la cultura. Los años que precedieron el nacimiento de Edith Stein están marcados por un gran ímpetu materialista que ha nacido en 1850 y que realmente llega a transformar el mundo.

Los hechos económicos orientan la política general hacia la expansión de los estados, podríamos decir que grandes fuerzas dinamizan la historia de esta época: unas materiales y otras espirituales. En cuanto a las primeras, numerosos inventos de finales del siglo XIX desarrollan rápidamente las industrias de transformación específicamente en los países en los que las estructuras liberales económicas han alcanzado su pleno desarrollo como Inglaterra, Alemania y Francia; hay por consiguiente, mayor fabricación de productos en masa y los países luchan entre sí por abrirse nuevos mercados. Realidades socio-económicas como el transporte se perfeccionan y se expanden; las vías férreas se multiplican por cuanto en 1914 el carril será el medio de transporte por excelencia.

La navegación marítima se desarrolló gracias a la generalización del navío de vapor y la quilla de acero hacia 1875. La apertura del canal de Suez en 1869 abre nuevos caminos al comercio conectando a Europa con oriente por un camino más rápido.

Las industrias crecen y los países industrializados abandonan el campo. Se presentan grandes migraciones internas de campesinos a las ciudades para emplearse como obreros en las nuevas industrias; esto trae  como consecuencia que la población obrera crece y se acentúa el carácter impersonal del trabajador. La burguesía se divide y aparece un tipo de empleado burgués creado por la multiplicación de pequeñas profesiones comerciales y empleos subalternos. Tres son los campos de desarrollo industrial: el carbón, la metalurgia y los textiles. Alemania, precisamente, compite hacia 1913 con Inglaterra en la producción del carbón y del acero. En treinta años se duplica la fortuna de países como  Francia y Alemania. La tendencia de todos los países es la autarquía, esto suscita rivalidades financieras en los nuevos países ya que estos requieren contactar nuevos empréstitos para completar su equipo industrial.

Paralelo a esto la población mundial crece. Solo en Alemania de 40.5 millones de habitantes que eran en 1871 pasó a ser de 67 millones en 1913. Realidades como la emancipación de la mujer tienen su auge durante las primeras décadas del siglo XIX, como también el desarrollo de la conciencia de la clase obrera, aparecen también las agrupaciones de profesionales con ideas socialistas y  el movimiento sindical sugerido por Marx agrupaba en 1913 a 16 millones de obreros.

En lo político se universaliza el derecho al voto y los gobiernos liberales restringen el poder de las monarquías por garantías constitucionales más democráticas y se reconoce al sistema parlamentario como la base de la vida política. La participación ciudadana se extiende y esto hace que los países se preocupen mas pos la educación que comienza a ser obligatoria y gratuita. El estado asume una educación laica en contra de las directivas religiosas que regían la educación de la época.

Inclusive la prensa experimenta cambios radicales. Durante este tiempo la prensa es una empresa capitalista, sensacionalista y barata. Hubo libertad de prensa pero esta siempre a favor no en contra.

 Todas estas realidades económicas, sociales y políticas se desarrollaron en Europa no de forma organizada sino anárquica, lo que trajo funestas consecuencias para la sociedad mas tarde. La producción en masa y la producción en serie a un precio relativamente bajo desencadenaron la crisis económica más grande del siglo XX y que hoy conocemos como la crisis del 29, que afectó no solo a Europa sino al mundo en general.

 De otra parte, un cúmulo de fueras espirituales también dinamizaron esta época como es el caso de la Iglesia Católica que hacia 1870 ejerce una poderosa influencia que fortalece a países como Inglaterra y los países bajos. Papas como Pio IX[27]con su encíclica Quanta cura[28](8 de diciembre de 1864), León XIII[29]con su encíclica Rerun Novarum[30](15 de mayo de 1891.) y Pio X[31]ejercen una postura crítica muy fuerte frente a movimientos ideológicos que se están generando y desarrollando en Europa como son el capitalismo desenfrenado y el comunismo. Los protestantes sufren división al interior de su confesión; por una lado están los ortodoxos y conservadores fieles a la letra de los textos y por el oteo los social cristianos y librecreyentes que se inclinarán fuertemente a l modernismo; las iglesias ortodoxas especialmente en los Balcanes se nacionalizan y piden apoyo al estado y se apartan un poco de la obediencia de Constantinopla. En algunos casos se llega a la fusión con la Iglesia Católica. También el judaísmo evoluciona vertiginosamente. Existe una gran tensión entre los judíos ortodoxos de corte místico y los judíos liberales que intervienen cada vez mas en la vida política y financiera de los países cristianos de occidente liderando la banca, el comercio y la prensa. Esta próspera actividad incomoda las ideas nacionalistas de algunos países y a menudo son víctimas de hechos violentos.

De otra parte y quizá, el conflicto más importante dentro de estas fuerzas espirituales y que se dio a finales del siglo XIX y comienzos del XX fue la pugna entre la iglesia y el Estado, entre la política y la religión. Hacia 1870 estalla una batalla denominada Kulturkampf[32]en la que combaten posiciones extremas; por una parte la iglesia apoyada en la recién publicada encíclica "Quanta cura y el sylabus[33]de Pio IX y por otro los gobiernos sustentados en tesis más liberales y positivistas.

Este conflicto tuvo su campo de batalla particular en el dominio de la educación; al punto que en Francia, por ejemplo, se dio una gran  división entre las escuelas confesionales y las seculares. Los egresados de éstas últimas no tenían acceso a la educación superior en las universidades confesionales. EL conflicto se dirimió un poco con la llegada de Leon XIII a la sede de Pedro que estableció concordatos con casi todos los países europeos. Fue un papa diplomáticamente hábil.

De estas dos fuerzas: las materiales y las espirituales quienes más representaban un peligro para la sociedad fueron las materiales por su deseo de expansión y de absolutización; más tarde el impulso desenfrenado de ellas conducirían a Europa a dos guerras mundiales, siendo Edith Stein en la primera ayudante de enfermería y en la segunda víctima.

Pero más que estas pugnas anteriores esta época se caracterizó también por una constante profundización del conocimiento científico y sus aplicaciones a la vida cotidiana. Esta se mecanizó, el pensamiento humano estuvo inmerso en la técnica; la especialización científica encuentra en este periodo de la historia un fecundo momento de desarrollo. Pierre y Marie Curie[34]encarnan  el espíritu de abnegación científica desinteresada. Tanto la física como la matemática progresan vertiginosamente.

A la par las ciencias de la vida también hacen significativos avances; se retorna a Darwin en su teoría de la evolución desde nuevas perspectivas. El perfeccionamiento del microscopio, el invento del micromanipulador y el empleo de los colorantes son de gran ayuda al desenvolvimiento de la biología. Los alemanes Strassburger (1842-1912) y Flemiming[35](1843-1915) descubren la reproducción por cromosomas.

Pasteur[36]y Koch[37]triunfan universalmente con sus descubrimientos  de la  enfermedad del carbunclo y los bacilos de la tuberculosis y la invención de las vacunas contra la enfermedad del carbunclo y la hidrofobia. Eberth[38]encuentra el bacilo de la tifoidea; el de la difteria es encontrado por  Loeffer y los tétanos son descubiertos por Nicolaiev. El beriberi, el escorbuto y el raquitismo encuentran su batalla final.

De otra parte, hacia 1924 el telégrafo  y el  teléfono eran de uso corriente gracias a los trabajos de Graham. Bell y Elischa Grey.

La navegación submarina se probó en 1860 bajo la tutela del catalán Monteriol.

El francés Ader, después de haber observado minuciosamente las alas de los murciélagos decide construir la primera máquina volante. Pero son los hermanos Wright quienes en 1903 se elevan en los aires y Bleriot consigue atravesar el canal de la Mancha seis años después.

En 1877 Edison[39]logra grabar y reproducir en el fonógrafo la voz humana y los hermanos Lumiere en 1895 fijan la imagen movible en la pantalla.

Pero aun con sus logros la ciencia no es omnipotente pese a lo que muchos pensaron y sostuvieron Poincairé[40]renuncia al valor absoluto de la ciencia. La literatura y las artes también viven su momento, todo el impregnado de realismo y naturalismo.

El realismo nace como una antítesis del romanticismo. Fundamentalmente el realismo  surge de de la eliminación de ciertos elementos como lo fantástico y los excesos sentimentales y enfatiza un marcado intereso r la naturaleza, por lo regional, lo provinciano, lo costumbrista y lo cotidiano.

Tanto el escritor como el pintor observan y reproducen fiel y rigurosamente la vida; esto apoyados en la sociología y la psicología naciente, el ambiente, las formas de vestir, la gastronomía, las costumbres son objeto directo de autores como Balzac, Dikens, Galdós. La minuciosa descripción de los personajes dará origen a la novela sociológica siendo Flaubert y Dostoyveski sus máximos exponentes. Por tanto el espíritu observador y descriptivo se impone frente al idealismo romántico. El mundo del "yo" desde el cual el romanticismo había explicado el mundo es sustituido por una adhesión literal a la realidad circundante, los datos empíricos demostrables incluso científicamente, son la base o el modelo de explicación del nuevo movimiento.

De 1840 a 1902 vive en Francia el novelista Emil Zolá quien le añadió a los presupuestos del realismo otros elementos tomados de las doctrinas propias de su época como lo fueron el materialismo que niega la parte espiritual de l hombre y el determinismo que afirmaba que los comportamientos humanos están marcados por la herencia genética y el entorno social. A esto forma literaria  se le llamará naturalismo, que en filosofía designa a los métodos cuyo marco referencial es el de considerar a la naturaleza como único objeto de representación. Finalmente el naturalismo es una exageración de las metodologías antes propuestas por el realismo.

De otra parte en la misma Francia, cuna del realismo, nace el impresionismo, que fue una corriente más pictórica que literaria. Este surge a partir de un desacuerdo con las clásicas tendencias y con las fórmulas artísticas preconizadas por la academia francesa de bellas artes.

La pintura al aire libre, los temas de la vida cotidiana, la representación del mundo espontáneo y directo constituyeron el tema central de sus representaciones- figuraciones; para esto se valieron de los efectos que produce la luz natural sobre los objetos; de aquí que la preocupación esencial consistió en captar la incidencia de la luz sobre los objetos que por la exacta representación de las formas. Pintores como Degas[41]Monet[42]Masisot, Camilla, Pissano y  Renoir[43]marcaron este nuevo derrotero en la pintura; del a misma manera  como lo haría Debysi al inaugurar esta misma tendencia en la música en la que el timbre predominante sobre la melodía e inclusive sobre la estructura global del sonido. Para los impresionistas musicales la melodía se convierte en algo fragmentado que evoca solamente lo esencial. Análogamente lo que fue el color en la pintura lo constituye le timbre para los músicos. Pero en esta época florecen después de Brahms[44]y Bruckner[45]las escuelas nacionales con Grieg[46]en Noruega, Smetana[47]y Dvorak[48]en la República Checa

Concluyendo, las artes experimentan durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX transformaciones profundas que desembocaron en movimientos de vanguardia, bastante significativos en el posterior desarrollo de las artes.

En el primer cuarto del siglo XX florecen también en Europa otros movimientos estéticos bien significativos como lo fueron el expresionismo y el cubismo que nacieron como reacción al impresionismo y el positivismo de finales del siglo XIX caracterizados por la expresividad anímica y subjetiva. La música propia de este movimiento, por ejemplo, se caracterizó por el empleo del cromatismo y su tensión expresiva a menudo pesimista. 

Antecedentes filosóficos de Edith Stein

 Me parece preciso hacer aquí una ubicación del contexto filosófico que precedió y que vivió Edith Stein y en el que ella misma se desenvolvió. Muchas fueron las corrientes de pensamiento que precedieron a Edith Stein siendo el positivismo una de las mas importantes justo con el Neocriticismo y las escuelas de Marburgo[49]y Baden[50]y el historicismo alemán.

En la década de 1850 el Francés Augusto Comte publica su curso de filosofía positiva y con él propone su nueva teoría de pensamiento: el positivismo que reduce el objeto de conocimiento humano a los denominados "hechos positivos", es decir, a aquellos que pueden ser captados por los sentidos y someterse a comprobación por medio de la experiencia.

Comte sostenía que la razón humana debía dedicarse al estudio de las ciencias positivas como la matemática, física, biología la química y dejar de lado las preocupaciones teológicas y metafísicas. Su teoría estableció tres periodos en la vida humana – relacionados estos con la historia- y formuló de esta manera su teoría de los "estadios": el teológico, el metafísico y el positivo. Podríamos afirmar que el siglo XIX no es propiamente filosófico. La característica filosófica de este siglo es que éste está volcado en la realidad hacia fuera, impedido de volver sobre sí mismo. Es, como lo vimos anteriormente, un siglo mas literario, que domina la ciencia, la vida externa, el arte y la poesía.

El problema filosófico más acuciante fue el alcance y la significación de la concepción científico-natural de los fenómenos para la concepción general de la vida y del mundo. Todo está en función de lo natural; la metafísica y el iluminismo so los siglos XVII-XVIII están dominados por el pensamiento científico-natural que, de otra parte, este se formula de manera matemática y se demuestra con la experiencia. La vida externa y sus poderosas transformaciones someten el intelecto humano.

También cobra importancia durante este siglo, como lo anotaba anteriormente, los movimientos de masas donde predomina el conjunto sobre el individuo, sobre lo singular. Dicho de otro modo, existe un choque entre el universalismo y el individualismo.

Surge una nueva ciencia o mejor, disciplina de pensamiento que se desprende de la filosofía: la psicología, cuya tarea inicial fue el determinar en que sentido y en que limites la vida anímica puede ser sometida a los métodos científico-naturales. Esta constante y progresiva separación de la psicología del marco de las disciplinas filosóficas constituye una característica de la ciencia del siglo XIX.

Encuentro con la fenomenología y búsqueda de la verdad

Como podemos ver, el mundo de Edith Stein fue bastante convulsionado, desde todo punto de vista. Veamos en que consistió el camino que ella misma denomina: búsqueda de la verdad. La crisis a la que se vio abocada hacia el año 1906 en Hamburgo, donde ella misma afirma que "libre y voluntariamente había dejado de rezar" terminará en una mañana de verano de 1921. Podemos definir que el punto central de su crisis es antropológico-religiosa. Edith quiere saberse, quiere conocerse, desea saber cual es su puesto y su misión en el mundo; es una crisis del sentido de la vida, pero no es una situación que la lleva a la desesperación y angustia; sorprende de sobremanera el que ella haya estado convencida siempre de que "estaba destinada a algo grande". Esto la lleva a iniciar un largo camino interior para descubrir, quién era ella como mujer, como ser humano. Lo humano será el centro de su preocupación. La fe infantil es sustituida por la búsqueda de la verdad a través de la ciencia y decide proseguir los estudios interrumpidos en Breslau en 1911 donde inicia la universidad estudiando psicología, filosofía, historia y germanística.

La motivación que ella tiene al estudiar psicología es la que ésta ciencia estudia la naturaleza humana, pero muy pronto se siente decepcionada, primero, porque ésta ciencia esta aún en pañales y segundo porque era una ciencia que no tenía en cuenta el alma humana.

En uno de los seminarios impartidos en Breslau por el profesor Hönigswald se citan algunos textos de un nuevo filósofo llamado Edmuno Husserl y esto llama la especial atención de Edith y durante las vacaciones navideñas de 1912 se dedica a leer las investigaciones lógicas de Husserl y descubre la originalidad de este trabajo y nota que le abre las puertas a un acercamiento de la realidad distinto al que ahora la habían transmitido desde la mentalidad racionalista y criticista en la universidad.

En sus investigaciones, Husserl plantea como presupuesto para su trabajo  el que "entre el hombre y el mundo existe una correlación, es decir, que yo no puedo comprender al hombre sin su relación con el mundo ni al mundo sin su relación con el hombre"[51] El problema era aquí, entonces, como relacionarse con el mundo y encuentra que la fenomenología permite la elaboración de una filosofía eidética, es decir, como ciencia de las esencias. Para clarificar esto Husserl parte del hecho de que la conciencia posee un carácter intencional, es decir, que la conciencia siempre es conciencia de algo y que por lo tanto el camino mas apropiado seria ir a ese algo. "ir a la cosa misma", dejando todo supuesto y limitándose a una escrupulosa descripción que permitiera intuir, ver intelectualmente la esencia o "eidos " de ese algo. "[52] A este proceso lo llama Husserl reducción eidética.

Visto así el asunto, resultaba imperioso rechazar cuanto prejuicio filosófico y científico existiera para dirigirse directamente a la realidad, tal como ella es y se nos muestra: como fenómenos.

Como hemos dicho anteriormente, el mundo de la fe aparece ante si con mucha fuerza especialmente a través de sus compañeros del círculo de Gotinga, de manera particular Max Scheller, y ve la necesidad de tomarse en serio ese nuevo mundo que se le presenta ante si. En problema de un Dios personal deja de ser un mero postulado para convertirse en la posibilidad objetiva de la trascendencia. Dicho de otra manera, se abre la posibilidad de la aceptación de la fe cómo fenómeno extra subjetivo que no puede ser conceptualizado categóricamente por la conciencia. Es posible acceder a él por otro camino distinto y la fenomenología le brindaba esta oportunidad, porque vio en ella una escuela que buscaba la verdad, lo objetivo, el ser mismo. Esta sed de búsqueda la mantenía en constante tensión teleológica y un día "tomó por casualidad un grueso libro cuyo título era: Vida de Santa Teresa de Jesús, escrita por ella misma. Se puso a leerlo y quedo cautivada y no se detuvo sino hasta el final. Cuando cerró el libro se dijo: esta es la verdad"[53].

"Was war geschehen? All die Jahre hatte sie die Wahrheit gesucht. In dieser Nacht hat sie die Wahrheit gefunden. Aber es war nicht das, was die Philosophen, zu denen sie gehörte, Wahrheit nannten, sondern eine ganz andere Wahrheit, die Wahrheit in person, das liebende Du Gottes, das Tesesa von Avila erfahren durfte und in ihrer Lebensbeschreibung bezeugt. Als Edith Stein am Morgen das Buch schloss und sagte: Das ist die Wahrheit, war gerade die Sonne am Aufgehen. In ihrem Inneren aber war das Licht der Gnade und der Liebe Gottes aufgegangen. Edith stein hat die Warheit gesucht und Gott gefunden[54]

La verdad que Edith Stein estaba buscando no era solamente una simple construcción de la racionalidad lógica sino una experiencia que tenía que ser vivida de manera existencial, debía ser un Tu con quien se pudiera establecer una relación desde la cual comprendiera todas las dimensiones de su vida. Mas tarde dirá: "Al hombre actual le falta un fundamento y lo busca. Necesita una verdad tangible, de contenidos, que se acredite en la vida, quiere una "filosofía de la vida"[55] Lo que realmente encuentra Edith Stein en esa noche, leyendo a Santa Teresa, es que la persona humana es el lugar donde se manifiesta la divinidad, lo sagrado, Dios. "La fe no es, entonces, una certeza que se pruebe con argumentos. Ella es una vida en la cual hay que entrar y sus perspectivas solo se esclarecen a mediad que son apropiados existencialmente"[56]

Esta verdad que acababa de encontrar da sentido y significado a su existencia, clarifica el misterio de su vida como ser humano. La existencia cobra ahora un nuevo impulso, la vida se interpretará ahora en la clave de la fe, ha llegado a la meta: "Aquel que no encuentra a Dios no llega tampoco hasta sí mismo ni a la fuente de la vida eterna que lo espera en su interioridad mas profunda."[57] No podrá en adelante prescindir de lo que ella es, la felicidad no estará fuera de esta dimensión espiritual que acaba de descubrir. Había comprobado que efectivamente "la verdad total existe y que no todo lo que es inaccesible al conocimiento natural es totalmente inaccesible a nuestro espíritu, en virtud de su estructura originaria"[58] La fe no era ya para ella una experiencia irracional sino por el contrario un "camino hacia la verdad, es mas el camino mas seguro hacia la verdad, puesto que no hay mayor certeza que la de la fe" En la interioridad de su alma ve Edith Stein, que recupera la esperanza, puede abandonarse totalmente como un niño en las manos de Dios:

"Yo se me sostenido y este sostén me da la calma y seguridad. Ciertamente no es la confianza segura de sí mismo del hombre que, con su propia fuerza, se mantiene de pie sobre un suelo firme, sino la seguridad suave y alegre del niño que reposa sobre un brazo fuerte, es decir, una seguridad que, vista objetivamente no es menos razonable. En efecto, el niño que vivera en constantemente en la angustia de que su madre lo dejara caer, ¿sería razonable?. En mi ser yo me encuentro entonces con otro ser que no es el mio, sino que es el sostén y el fundamento de mi ser que no posee en sí mismo ni sostén ni fundamento." [59]

La sed estaba calmada. Encuentra en la interioridad de su alma la plenitud y el sentido del ser y de su existencia:

El yo personal se encuentra enteramente en él en la interioridad más profunda del alma. Cuando vive en esa interioridad, dispone de fuerza total del alma y puede utilizarla libremente. Además, está entonces lo más cerca posible del sentido de todo lo que le sucede; esta abierto a las exigencias que se le presentan, puede apreciar mejor su significación y su importancia. Pero pocos hombres viven tan concentrados en sí mismos. En la mayor parte el yo se sitúa mas bien en la superficie; sin duda si le sucede ser profundamente impresionado por sucesos importantes y atraído a la profundidad, entonces trata de responder al acontecimiento con una conducta conveniente, pero después de un tiempo mas o menos largo, vuelve a la superficie… Pero el que vive recogido en la profundidad percibe igualmente las cosas pequeñas dentro de las grandes unidades; es el único que puede apreciar de una manera justa su importancia y ordenar su conducta de una manera adecuada.[60]

Esta dimensión interior de la vida también es perceptible desde fuera, tiene una dimensión fuera de si:

De esta interioridad, la mas profunda, resulta también la irradiación de la esencia propia, el crecimiento espiritual de la misma, que es involuntario. Además, mientras mas concentrada está la vida del hombre en esta interioridad, la mas profunda de su alma, más poderosa es esta irradiación que irradia de él y atrae a los hombres en su seguimiento.[61]

En este punto, el ser humano descubre que en el amor encuentra la máxima expresión de su libertad y este se convierte en el ser humano en donación, no existe amor sin entrega. El amor exige para su perfeccionamiento el don recíproco de las personas."[62] Tanta libertad hasta para aceptar voluntariamente la muerte: "Desde ahora acepto con alegría y con perfecta sumisión a su santa Colunga la muerte que Dios me ha reservado"[63] Y así entrega su vida en medio de una gran serenidad, según testigos de los últimos días de su vida, el 9 de Agosto en las cámaras de gas de Auschwitz – Birkenau.

A manera de conclusión

Deseo hacer aquí una referencia al trabajo pedagógico desde una perspectiva steiniana y es que he visto en mi labor como docente que una gran mayoría de los Proyectos Educativos Institucionales de los colegios de nuestro país tiene como misión fundamental desarrollar procesos educativos coherentes, con calidad para la autonomía, que le permitan al estudiante desempeñarse con éxito en la vida y en la convivencia armónica con sus semejantes y con el medio que les rodea. Nuestros objetivos institucionales proponen a la escuela como nivelador de oportunidades, preparador para el trabajo, promotor del espíritu científico y tecnológico y como un espacio socializador; nuestros valores pretenden estimar sobremanera el tiempo de aprendizaje, el trabajo en equipo, la solidaridad, la justicia, la participación, la perseverancia. El perfil de los miembros de nuestras comunidades educativas responde, o ha de responder, a los principios del respeto por sí mismo y por los demás, a la honestidad, la tolerancia y la justicia, a la responsabilidad, al sentido de pertenencia, al trabajo en equipo, a la organización, la creatividad y la capacidad crítica, a la puntualidad y el cumplimiento, a estar dispuestos a aceptar los retos, superarse, solucionar problemas y buscar mejoramiento continuo. En última instancia lo que la escuela en Colombia pretende es la formación integral de sus educandos.

De otra parte, un alto porcentaje de nuestros jóvenes, hijos la mayoría de la escuela anteriormente descrita, se suicida. En cuatro meses se presentaron, sólo en Bogotá, 112 suicidios, de los cuales 52 –casi la mitad– corresponden a jóvenes entre los 11 y los 24 años. En Colombia, según datos de Medicina Legal, durante 2003, 1938 personas se quitaron la vida en el país, lo que representa el 6 por ciento de todas las muertes violentas (33.206). Igualmente, durante 2002, mientras que las muertes naturales (2.707) en Colombia constituyeron el 6.1 por ciento del total de muertes (44.076), el suicidio significó el 5.2 por ciento de las muertes violentas (39.597) y el 4.6 del total de muertes. Mientras entre 1994 y 1997 la tasa Colombiana osciló entre 4 y 4.2 suicidios por cada cien mil habitantes, en 1998 se elevó a 5 y así se mantuvo en 1999 y en el año 2000, solo en Bogotá se suicidaron 337 personas.

Partes: 1, 2
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