El uso del inglés como pilar para el desarrollo económico, científico y tecnológico
Enviado por Santiago Frank Cabrera
- El idioma profesional en la nueva concepción del desarrollo
- El profesional, la búsqueda del desarrollo y las nuevas tendencias: una visión global
- El caso cubano: primero contra Goliath, luego contra los espejos
- ¿Una cuestión de método?
- Conclusiones
Está firmemente anclado en el imaginario popular que el desarrollo económico es alcanzado por las naciones luego de la construcción de una plataforma industrial productiva y eficiente, el aumento del valor de la moneda y el aumento de las exportaciones y el prestigio financiero de la nación. Negar semejantes verdades sería, cuando menos, ridículo, pero ahí comienza a torcerse el camino de estos conceptos. Nada de lo anteriormente dicho se alcanzará en ninguna nación en el siglo XXI por el auxilio y la pujanza de la sola voluntad nacional, aunque esto suene casi insultante. Toda persona que estudie con alguna profundidad el problema del desarrollo encontrará una desalentadora verdad: en el siglo XXI económico las economías nacionales están casi desdibujadas en el dinámico y muchas veces caótico océano financiero y productivo internacional. Ninguna nación, NINGUNA, sobrevive con el concurso aislado de sus esfuerzos, y mucho menos aquellas naciones que, más o menos pujantes se han lanzado a escalar el Everest del desarrollo. Hoy las hazañas en cualquier orden de la vida económica mundial constituyen empresas multinacionales que aglutinan decenas de miles de trabajadores y especialistas de decenas de países muchas veces alejados por miles de kilómetros de océanos y montañas. Todas las facetas de nuestro mundo están marcadas por un solo aspecto común: la intercomunicación constante y necesaria que aglutina, ordena y organiza la fuerza humana que construye el futuro.
Para ilustrar, varios ejemplos:
– El Nuevo Canal Interoceánico de Nicaragua, un colosal proyecto de ingeniería que sobrepasará en magnitud y volumen a su equivalente en Panamá, en cuya construcción participan profesionales asiáticos, rusos y latinoamericanos, con cerca de un centenar de especialistas que colaboran no solo en la construcción del Canal, sino en su integración en el sistema de transporte mundial y en la plataforma económica regional. Tendrá 278 km de longitud y alrededor de 520 m de anchura en su parte más gruesa. A su alrededor se construirán otros cuatro subproyectos: El segundo subproyecto estaría conformado por dos puertos; uno en Brito (Océano Pacífico) en el Departamento de Rivas y otro en Punta Águila, jurisdicción de Punta Gorda en la Región Autónoma del Atlántico Sur. Ambos puertos tendrán una capacidad para 2,8 millones de toneladas y 25 millones de TEU. CCCC Second Harbour Consultants sería la encargada del diseño de ambos puertos
El tercer subproyecto es la zona de libre comercio, que tendría un área comercial, otra de procesamiento para exportación, una más de oficinas financiera así como la creación de una ciudad para 140.000 habitantes. Shenzhen LAY-OUT Planning Consultants sería la encargada del diseño dicho proyecto. La zona de libre comercio ofrecería más de 130.000 puestos de trabajo y generaría 27.000 millones de dólares anuales para el 2030, según los cálculos de HKND Group.
El cuarto subproyecto sería un aeropuerto cerca del canal, en la localidad de Rivas, con capacidad para 1 millón de personas y 22.000 toneladas, que serviría para cubrir rutas internacionales de largo y mediano alcance. El diseño del aeropuerto estaría encargado por la compañía Civil Aviation Engineering Consulting Company of China.
El quinto subproyecto serán las carreteras y puentes que unirían a Nicaragua con su región sur, y unirían los distintos subproyectos del canal y estarían siendo diseñados por China Railway SIYUAN Survey and Design Group.
– La Ciudad Ecológica de Masdar, construida en el desierto saudí de Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos. Ésta será la primera ciudad 100% ecológica del mundo, cuyos sistemas no solo permiten cero emisiones y contaminación, sino que se convertirá en un modelo de eficiencia energética y de uso de energías alternativas.
Como innovadora en el área de smart cities, Masdar pretende sobrepasar los principios de sostenibilidad planteados por One Planet Living atacando de manera contundente sus 10 puntos. Cero carbón: generando al 100% el total de su energía a base de energía solar cero residuos: 99-100% desviación de residuos de vertedero, aplicando estrategias de reducción, reutilización y reciclado transporte sustentable: los medios de transportes naturales como andar y la bicicleta se favorecerán, será implementado un sistema de transporte subterráneo a base de energía, misma producida dentro de la ciudad, eliminando el uso de vehículos privados. materiales sustentables: la arquitectura utiliza materiales con alta posibilidad de reciclaje, que consuman y hayan sido producidos con la menor energía posible comida sustentable: todos los productos consumidos y vendidos serán provenientes de abastecimientos orgánicos, sostenibles y comercio justo agua sustentable: apunta a reducir al menos el 50% de consumo de agua por habitante (en relación al consumo del 2006 en los Emiratos Árabes) y lograr que el 100% del agua residual sea reutilizada convivencia habitantes y vida salvaje: especies de animales serán reubicadas o acogidas dentro de la urbe cultura y patrimonio: arquitectura que integra y reconoce valores locales intercambio equitativo y justo: salarios y condiciones de trabajo, incluso desde el momento de construcción, que cumplan con con las determinadas por los estándares de trabajo internacionales salud y bienestar: abasteciendo la ciudad con equipamientos, facilidades e incluso eventos que respondan a las necesidades de todos los grupos demográficos El diseño propone una ciudad compacta de alta densidad y usos mixtos, albergará la sede de la compañía energética Masdar y el Instituto de Ciencia y Tecnología de Masdar. Su ubicación fue elegida de forma estratégica para generar infraestructuras de conexión eficientes con el centro de Abu Dhabi y su aeropuerto, será la primera ciudad en eliminar por completo el uso de vehículos operados por combustibles fósiles. En adición el diseño de la ciudad ofrece un espacio peatonal con una zona de confort lograda a base de sistemas pasivos.
De acuerdo con el despacho británico, Foster + Partners, el objetivo del planteamiento urbano es que sea flexible, que se pueda adaptar a las nuevas tecnologías emergentes, tanto durante el proceso de construcción, tanto como en el de vida del proyecto. "Mientras el diseño de Masdar representa una respuesta específica a su ubicación y clima, los principios subyacentes son aplicables a cualquier parte del mundo. En ese sentido se ofrece un plan para la ciudad sostenible del futuro"
– El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) la más grande instalación científica jamás construida. El LHC es el acelerador de partículas más grande y energético del mundo. Usa el túnel de 27 km de circunferencia creado para el Gran Colisionador de Electrones y Positrones (LEP en inglés) y más de 2000 físicos de 34 países y cientos de universidades y laboratorios han participado en su construcción.
Una vez enfriado hasta su temperatura de funcionamiento, que es de 1,9 K (menos de 2 grados por encima del cero absoluto o -271,15 °C), los primeros haces de partículas fueron inyectados el 1 de agosto de 2008, y el primer intento para hacerlos circular por toda la trayectoria del colisionador se produjo el 10 de septiembre del año 2008. Aunque las primeras colisiones a alta energía en principio estuvieron previstas para el 21 de octubre de 2008, el experimento fue postergado debido a una avería que produjo la fuga del helio líquido que enfría uno de los imanes superconductores.
A fines de 2009 se volvió a poner en marcha, y el 30 de noviembre del 2010 se convirtió en el acelerador de partículas más potente al conseguir energías de 1,18 TeV en sus haces, superando el récord anterior de 0,98 TeV establecido por el Tevatrón estadounidense. El 30 de marzo de 2010 las primeras colisiones de protones del LHC alcanzaron una energía de 7 TeV (al chocar dos haces de 3,5 TeV cada uno) lo que significó un nuevo récord para este tipo de ensayos. En 2012 el LHC empezó a funcionar a 4 TeV por haz y en febrero de 2013 se paró durante 20 meses para realizar las mejoras necesarias para la operación a la energía máxima de 7 TeV por haz; la reapertura está prevista para finales de 2014.
Este instrumento permitió confirmar la existencia de la partícula conocida como bosón de Higgs el 4 de julio del 2012, a veces llamada "partícula de la masa". La observación de esta partícula es importante para explicar cómo las otras partículas elementales adquieren propiedades como la masa y es un paso significativo en la búsqueda de una teoría de la gran unificación, que pretende relacionar tres de las cuatro fuerzas fundamentales conocidas, quedando fuera de ella únicamente la gravedad y para determinar por qué la gravedad es tan débil comparada con las otras tres fuerzas. Junto al bosón de Higgs también podrían producirse otras nuevas partículas cuya existencia se ha predicho teóricamente, y para las que se ha planificado su búsqueda, como los strangelets, los micro-agujeros negros, el monopolo magnético o las partículas supersimétricas.
– La Nueva Biblioteca de Alejandría. El ambicioso proyecto, iniciado en 1987, contó con el apoyo conjunto de la mayoría de los países europeos, americanos y árabes, además del gobierno egipcio y la UNESCO. El edificio fue diseñado por la entidad noruega Snøhetta AS, con capacidad para veinte millones de volúmenes, donados por instituciones del mundo entero o comprados por una red que abarca los cinco continentes enviando diariamente miles de libros y otro material impreso a las bodegas de la biblioteca, donde laboran especialistas de 15 países.
Tiene una superficie de 36.770 metros cuadrados con una altura de 33 metros. Consta de once niveles, de los cuales cuatro se hallan por debajo del nivel de la calle. Posee una sala hipóstila de estilo egipcio, sostenida por columnas de hormigón y madera noble, situada en el centro del edificio, destinada para lectura, con un aforo de 2.000 personas. Su cubierta es circular, haciendo así un homenaje al dios egipcio Ra, el dios del Sol. Está cubierta está diseñada y construida de tal manera que la combinación de vidrio y aluminio tamiza la luz interior, mientras que por fuera se refleja hacia el Mediterráneo, como un recuerdo del famoso faro de Alejandría.
Se estima que el número de libros podrá llegar a los veinte millones aunque inicialmente dispone de unos 200.000; la mayoría de ellos son donaciones. Hay unos 50.000 mapas, 10.000 manuscritos, 50.000 libros únicos y además ejemplares del mundo moderno, con unos 10.000 archivos multimedia de audio y 50.000 visuales. Todo esto lo dirigen y supervisan unos 600 funcionarios.
– El Airbus A380 el avión de línea más grande del mundo, producido por la empresa multinacional de aviación europea Airbus, cuyos elementos son fabricados en 32 sucursales de 9 países, en cuyo proceso participan alrededor de 300 especialistas y más de 4000 obreros. Semejante compartimentación de la producción necesita el concurso de varios cientos de especialistas y transportistas que transportan los elementos a través de toda Europa, ensamblándolos en tres establecimientos principales antes de partir a las aerolíneas donde prestarán sus servicios.
Las principales secciones estructurales y la mayor parte de las piezas del A380 son construidas en Francia, Alemania, España y el Reino Unido. Debido a su gran tamaño, las piezas fabricadas en los distintos países son llevadas a la planta de montaje de Jean-Luc Lagarderè, en Toulouse, Francia. Para el transporte de los distintos componentes se usa mayoritariamente el transporte terrestre y marítimo, aunque en algunas ocasiones se transportan a través del A300-600ST Beluga, un avión de carga especialmente diseñado para el transporte de las mercancías más voluminosas. Los componentes del Airbus A380 son suministrados por proveedores de todo el mundo, entre los que destacan: Rolls-Royce, Safran, United Technologies, General Electric y Goodrich.
Para el movimiento de los componentes se dispone de una gran flota de camiones y barcos, además de instalaciones especializadas y carreteras modificadas para poder dar cabida a convoyes de gran tamaño.
Las secciones delantera y trasera del fuselaje se fabrican en las industrias de Airbus situadas en Hamburgo, en el norte de Alemania, de donde son trasportadas por mar hacia el Reino Unido. Las alas se fabrican en Gran Bretaña, concretamente en Bristol y Broughton, de donde son transportadas hasta Francia. En Saint-Nazaire, al oeste de Francia, llegan las piezas fabricadas tanto en Bristol como en Hamburgo. La cola y el vientre del avión, son ensamblados en Getafe, España, de donde son trasportadas por carretera —en el caso de las piezas más pesadas, también se usa ocasionalmente el Airbus A300-600ST Beluga para su transporte— hasta Francia. Finalmente todas las piezas fabricadas y ensambladas en los distintos países son llevadas por carretera o mar hasta la cadena de montaje de Toulouse. Después del montaje, el avión es pilotado hasta Hamburgo, en donde es amueblado y pintado, siendo necesarios 3 600 litros de pintura para cubrir sus 3 100 metros cuadrados. Todo este complejo proceso de fabricación provoca que sólo cuatro Airbus A380 puedan ser construidos cada mes.
Estos ejemplos muestran la línea rectora de la nueva economía mundial: el avance y el desarrollo se alcanzan con el esfuerzo mancomunado de elementos de disimiles nacionalidades y competencias profesionales, quienes no solo necesitan eficiencia y competitividad en sus áreas de trabajo, sino también de una sistema de comunicación que les permita relacionar, organizar y refinar la actividad que realizan y el objetivo por el cual trabajan. Es ahí donde el uso del idioma común adquiere una nueva dimensión: no es solo el dominio rudimentario y conciso de la lengua que les permita en lo imprescindible la preciada intercomunicación, sino que es esencial un tipo de suficiencia en su área profesional que le permita una participación fructífera en los sistemas cada vez más complejos y dinámicos sistemas de comunicación sin los cuales los nuevos proyectos de desarrollo no serían posibles.
Semejante perspectiva se añade al cúmulo de obstáculos de las naciones que se han lanzado por el camino del desarrollo: no solo necesitan un profesional que sea capaz de sobrellevar el atraso tecnológico, metodológico y científico que aqueja a su nación y aportar de manera significativa en la obtención de las soluciones necesarias, sino que esta economía globalizada y globalizadora, necesitará formar parte de un proceso del cual él es solo una parte, que dependerá de otros miles de elementos y de quien a su vez dependerán otros miles. Es esa red, ese meta contexto comunicativo que compone junto a la brecha tecnológica, que es, en fin, de soportes para la comunicación, a la vez farallón insalvable y ayuda inestimable del profesional en vías de desarrollo. No solo debe salvar individualmente una brecha que su país no ha salvado en su totalidad, sino que se debe integrar en esta madeja de colaboraciones y compromisos mancomunados que llevarán el desarrollo a su nación.
El idioma profesional en la nueva concepción del desarrollo
Durante el ascenso industrial europeo, a finales del siglo VXIII y principios del XIX, la comunicación escrita era la vía principal de adquisición y aporte de conocimientos, en el ámbito industrial-procesal, los proyectos arquitectónicos o de otro ámbito constituían lentos procesos durante los cuales la mayor parte de la información llegaba a su destinatario, ya fuera el ejecutor o la mente maestra bajo cuya responsabilidad recaía la toma de decisiones clave para la exitosa conclusión de la obra, con varias semanas o hasta meses de retraso, para la mayor parte de los cuales el daño ya estaba hecho. Pero el telégrafo y su sucesor, el teléfono, fueron instrumentales para que dichos procesos económicos se dispararan, consiguiendo no solo mejores resultados en menor tiempo, sino también la divulgación de los aciertos y errores cometidos en el transcurso de la obra, con el consiguiente refinamiento de empresas contemporáneas y posteriores.
Actualmente, un correo electrónico conteniendo imágenes e información esencial para la toma de decisiones viaja alrededor del mundo a la velocidad de la luz, haciendo posible que dos personas alejadas entre sí por no importa cuanta distancia, sean capaces de comunicarse en tiempo real.
Con semejante acceso a la información, se añade un nuevo imperativo para el profesional, cualquiera que sea el país donde éste habite: para lograr un impacto en su campo de acción y estudio y a su vez en el panorama científico, tecnológico y económico de su nación, no debe solo ser competente en los conocimientos que su disciplina exige y poseer las vías tecnológicas para comunicarse, sino que debe ser también COMPETENTE EN LA COMUNICACIÓN DE DICHOS CONOCIMIENTOS.
Pongamos un ejemplo:
Un ingeniero hidráulico es enviado a Alemania con la intención de adquirir sistemas de alcantarillado para la ciudad de Santa Clara. Este profesional es uno de los mejores de su sector, y se ha preparado especialmente para esta tarea. Además, el país le ha provisto de los medios económicos necesarios para una gestión de calidad. En el país germano, al igual que en Cuba, el uso del idioma inglés es fundamentalmente un hecho académico, pues en ninguno de los dos estados constituye lengua materna.
Al comenzar los trámites para la compra de los mencionados aditamentos, podemos arribar a nuestra primera hipótesis problemática: el inglés de nuestro ingeniero le permite suplir sus necesidades básicas, es decir, comida, alojamiento y vestimenta, cosa que en cualquier otro contexto hubiera sido más que suficiente para lograr su supervivencia en una sociedad extranjera, pero en su contexto profesional es completamente inútil. Como consecuencia, al no poder comunicar sus conocimientos y necesidades en un meta contexto afín a ambos participantes, no se producirá el necesario intercambio y por consiguiente, la consecución de un esencial elemento de incalculable valor para el desarrollo económico y humano.
Pero aun cuando asumamos que nuestro ingeniero posee los conocimientos básicos para su desempeño profesional, podríamos encontrarnos con una segunda hipótesis: los niveles de desarrollo de las dos naciones son tan desiguales que los proveedores alemanes desconocen el contexto cubano y sus necesidades, así como las disímiles situaciones que solo nuestro ingeniero, que ha sido testigo de primera mano, puede conocer. Así, aunque el comprador posee lo necesario para comunicar de manera general los conocimientos de su campo, no puede contextualizarlos y personalizarlos a nuestra realidad, lo que trae como consecuencia la adquisición de un producto genérico que casi nunca cumple a cabalidad las necesidades de aquellos a los que debe servir.
De la anterior se desprende una tercera hipótesis: los niveles de competencia lingüística de las partes son desiguales, lo que quiere decir que alguna de las partes está por debajo del nivel esperado para dicha comunicación lo que obliga a la otra a determinadas re conceptualizaciones o disminución del discurso lingüístico, maniatando así la comunicación al alcance de la parte cuya competencia lingüística es inferior, con resultados parecidos (o peores) que en la situación anterior.
De nuestro ejemplo podemos extraer varias conclusiones fundamentales:
– La preparación en un campo de trabajo abarca no solamente los conocimientos teóricos y prácticos de su disciplina, sino también en la manera en que estos conocimientos y su propia experiencia ES MANEJADA Y SOBRE TODO, COMUNICADA. Tanto los aciertos como los errores en cualquier disciplina son igual de importantes, ya que un recuento exhaustivo e iluminador de estos últimos resulta tan útil para un nuevo proyecto como aquellas cosas que han salido bien. Poseer los conocimientos per se no es ya un requisito para el éxito: saber comunicarlos es hoy igual de importante.
–La comunicación efectiva es un proceso complejo: el vocabulario, por muy extenso que sea, no resuelve todas las situaciones. Se necesita COMPETENCIA, no mera habilidad.
–Los estándares son importantes. Se puede pecar tanto por exceso como por defecto. En una comunicación de este tipo, un balance entre los interlocutores es esencial para el logro del fin perseguido. La comunicación tendrá el nivel que tenga el más bajo de los interlocutores. Al preparar un profesional de la ciencia para la comunicación en su disciplina, no se le debe prodigar aquellos conocimientos que él o nosotros crea que debe poseer, sino también realizar una exhaustiva investigación de lo que se espera a nivel internacional que un profesional de su nivel sea capaz de comunicar y cómo. El balance entre su competencia profesional y el cómo comunicar esta competencia es la clave para el éxito en su disciplina.
– El nivel de comunicación exigido y esperado en un profesional de la ciencia y la tecnología provendrá principalmente, de su propia convicción. Si un trabajador de estos o cualquier rubro esencial para el desarrollo no comprende la necesidad y el imperativo de la comunicación efectiva tanto en su propia lengua como en las extranjeras, tendrá la batalla perdida de antemano. Ningún profesor o método, por efectivo que éste sea, podrá suplir esta condición esencial. Nuestra sabiduría llegará allá donde lleguen las fronteras de nuestro lenguaje.
De todo lo anterior podemos concluir que el los nuevos contextos, el idioma profesional, o sea, el inglés con propósitos específicos, dejó de ser una característica añadida a un buen trabajador o científico. Es ahora una cualidad esencial, un acápite tan importante que puede suponer el éxito o fracaso no ya de una empresa, sino del propio profesional. A medida que las nuevas necesidades y proyectos científicos y culturales exigen la participación y financiamiento de más especialistas y más países y los sistemas de información y comunicación sigan creciendo en alcance, facilidad de acceso y eficiencia, se hará por lo tanto cada vez más esencial para una feliz conclusión de dichos proyectos un profesional cuya preparación en su campo equivalga a aquella que es capaz de comunicar.
El profesional, la búsqueda del desarrollo y las nuevas tendencias: una visión global
El ascenso al desarrollo de las naciones es uno de los estudios más acometidos y polémicos de la sociedad actual. Las teorías económicas que surgieron en la segunda mitad del siglo XIX fueron ampliándose con las nuevas experiencias de desarrollo experimentadas a lo largo del siglo XX, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial. El "milagro alemán". su equivalente asiático, las independencias de los países africanos, el auge izquierdista en América Latina y la Guerra Fría, con sus concepciones económicas diametralmente opuestas, convirtieron el desarrollo, y más importante, el cómo alcanzarlo, en el centro de las agendas de todos los partidos y procesos políticos de la pasada centuria y la presente.
En el caso de Cuba, por ejemplo, la agenda del Movimiento 26 de julio , condensada en el manifiesto "La Historia me absolverá", incluía a la par de intensos y radicales cambios en la propiedad y distribución de la riquezas del país, un ascenso del papel de los profesionales y su estratégico rol en el desarrollo del país, condición que se aceleró y expandió luego del triunfo revolucionario, fundamentalmente en el campo de la investigación y el desarrollo, ilustrado en la frase del Comandante en Jefe Fidel Castro: "El futuro del país es necesariamente, un futuro de hombres de ciencia". La caída del campo socialista, la llegada del Período Especial y el arrecio del bloqueo económico, comercial y financiero contra nuestro país abocó a los profesionales de la ciencia y la tecnología de la nación: sin dejar de luchar por alcanzar el desarrollo económico esperado, habían de salvar el descomunal atraso en el que nos sumió el Período Especial, lograr soluciones alternativas para la escasez de piezas, protocolos y metodologías y al mismo tiempo, generar innovaciones que no solo permitieran paliar estas carencias, sino también aportar las preciadas divisas, sin la cual ninguna alternativa viable al desarrollo tendría sentido. Gracias a la labor previsora y estratégica de nuestro Comandante, a la llegada de la terrible década de los 90, las bases para un crecimiento sostenido de la labor científica y de investigación, de manera más o menos autónoma, estaban establecidas, logrando, pese a las terribles condiciones internacionales, generar ganancias y establecer un nicho en el pujante mercado internacional, al tiempo que instalaba a Cuba como potencia científica.
De manera indirecta, la experiencia científica cubana se repetía en otras naciones por distintas vías. El cruel concepto del neoliberalismo por una parte, y las tendencias desarrollistas por otra, llevaron a muchos países a encaminarse por la senda del desarrollo. La primera fue aprovechada por los países exportadores de petróleo, especialmente los árabes y del sudeste de Asia, para escalar de manera desenfrenada en el índice de desarrollo, sobre la base de las suntuosas riquezas amasadas por las exportaciones de crudo, políticas aperturistas a la inversión extranjera y la transferencia de tecnología, el desarrollismo localizado y las inhumanas condiciones de trabajo impuestas a sus nacionales, la supresión de los sindicatos y una educación basada en el utilitarismo. Varios ejemplos ilustran estas tendencias, en especial los Emiratos árabes, Quatar, los "tigres asiáticos" (Taiwán, Sur Corea, Singapur y Hong Kong). En América Latina, Chile se ha transformado en más triste e ilustrativo ejemplo de este tipo de políticas, logrado merced de la dictadura más sangrienta de América, cuya vergüenza no puede ser disminuida por ningún logro económico.
Por otra parte, las teorías desarrollistas surgidas a raíz de la revisión del estructuralismo llevó a una nueva teoría antagónica a los valores tradicionales en las cuales estaba basado la mayor parte de las relaciones comerciales de la segunda mitad del siglo XX. Dichas teorías, surgidas en Latinoamérica, jugarán un papel esencial en la industrialización de algunos países suramericanos, fundamentalmente Uruguay, Argentina y Brasil, hasta que la crisis petrolera ponga en crisis el modelo. Una revisión a inicios del siglo XXI revitalizó la teoría, reintroducida como neo-desarrollismo, en los nuevos planes de desarrollo de países con pujantes industria, tales como Brasil y Chile.
Creciendo paralelo a estas doctrinas, el modelo de desarrollo socialista sufrió los lógicos cambios conforme se iba desarrollando esta nueva manera de ver el futuro. Las difíciles condiciones del surgimiento y posterior ascenso del Estado soviético conllevó la creación (y exportación) de disimiles modelos, reinterpretaciones de los mismos, revalidaciones y contrargumentos que posteriormente llevaron a la caída del proyecto socialista a nivel de bloque y luego, un país a la vez, la desastrosa e inexcusable sustitución por un modelo capitalista neoliberal que no ha resuelto ni resolverá la cuestión del desarrollo en los países afectados.
Dejando de lado los casos particulares de los países asiáticos, cuyo estudio solo puede cumplir un fin puramente académico, el paisaje mundial a la entrada del siglo XXI presentaba un panorama nunca antes visto en la historia del mundo: Pese a una aparente estabilidad y el avance incontestable y en mucho casos desenfrenado de la ciencia, la desigualdad se acentuaba; nunca los ricos habían sido tan ricos, y los pobres tan pobres. Los antiguos imperios ya no existían, una sola potencia era la rectora de los destinos de la mayor parte de la población mundial. Y una nueva ciencia avanzaba a pasos agigantados a convertirse en la nueva línea de la humanidad: la informática.
En poco más de una década, la globalización alcanzó una dimensión sin precedentes, la internet y las redes de comunicaciones borraron las fronteras de los estados, unan nueva guerra mundial contra un enemigo invisible provocó y provoca nuevas incertidumbres, se acercó el ocaso de la unipolaridad y surgió una nueva manera de lograr el desarrollo: la integración.
En este contexto nos encontramos hoy: la frase martiana ante el desastre de la Fernandina "Yo no miro lo deshecho, sino lo que hay que hacer" adquiere una nueva vigencia, un nuevo carácter. Hay hoy, como hace alrededor de 50 años, una posibilidad real para los países subdesarrollados de alcanzar esa meta soñada. Ante ello, que papel jugarán los profesionales de la ciencia, y que importancia se le dará a ese añadido convertido en exigencia, el dominio de las lenguas extranjeras en su área de experticia?
El profesor taiwanés Ling Fan Wu, en su artículo "Motivating College Students" Learning English for Specific Purposes Courses through Corpus Building" nos ilustra la tendencia actual:
"Globalization has caused ESP courses to grow more rapidly in the past few decades. ESP courses gradually become the mainstream for second language learning worldwide. However, second language learners at technical colleges in Taiwan often feel frustrated about taking ESP courses because of limited vocabulary size. In addition, corpus building skills for second language teachers is often under evaluated. Abstract vocabulary and a difficult context can foster low levels of motivation among students taking the ESP courses."
Como podemos ver, una interesante dualidad se produce: el mundo científico necesita desesperadamente que sus profesionales sean capaces de comunicarse de manera competente en la lengua común, pero las instituciones educativas y sus estudiantes tropiezan con inmensos obstáculos de tipo circunstancial y metodológico. Muchos estudiantes no comprenden la importancia que ser capaz de comunicarse tiene para su éxito profesional, aún aquellos que los hacen, lo consideran una cuestión adyacente, ajena a "su disciplina". Al graduarse, el nuevo profesional se considera preparado, y como tal se encamina a su nueva vida como trabajador, solo para encontrarse en la gran mayoría de los casos, que es incapaz de acceder a la competencia por carecer de esta cuestión fundamental, el hacerle saber a las demás personas lo que él conoce.
En relación a las habilidades, el profesor Mohammed Salehi, de la prestigiosa universidad iraní de Sharif, nos expone una peculiar situación en su centro docente, que puede ser usada como modelo de una situación que trasciende las fronteras académicas y se manifiesta por igual alrededor del globo:
"The students demanded the incorporation of more speaking tasks into the curriculum. This is exactly what our GE is lacking. It remains at the discretion of the teacher of the classroom to engage students in speaking tasks. The book itself does not offer any tasks for the aforementioned activity. This is both a blessing and a curse for most any teacher. On the brighter side, this gives the teachers a freedom of choice. The downside is that most teachers like a clear pathway for the classroom events. Different teachers will perform differently.
Predictably, translation did not fare well with most students. For their future jobs, they do need this skill. The reason is that they have been exposed to a lot of texts in English; the students do not need to be experts in translation. Hopefully, the skill is not capitalized on in this university. As a matter of fact, it is a cardinal sin to use Persian words in classes let alone translate them into English. Another skill that is often lost of and referred to in students" evaluations is technical writing. The skill is of utmost importance for Sharif university students. Almost no attention whatsoever is paid to the skill in the curriculum. The writing tasks are all general. It is interesting that that these students have a long way to go before they find themselves in the job market, but they see the relevance of the task for their future careers.
One interesting observation was made. Note taking is often frowned upon in this university whereas in other universities it is a common if not the only strategy".
Interesante peculiaridad: Los estudiantes desean, evalúan y demandan la pertinencia de un grupo de habilidades lingüísticas, los profesores otra, y los empleadores, es decir, el mercado de trabajo, un tercer juego que puede ser o no un subconjunto de ambos grupos de habilidades. Esto conduce a una consecuencia lógica: aunque el estudiante invierta tiempo e interés en el estudio de su currículo escolar, muchas veces las exigencias de la vida profesional demandarán de él un juego de habilidades diferente. La resolución de esta cuestión es una de las demandas urgentes del mundo académico.
Concluyendo, el científico, como agente del conocimiento, es la personificación de las aspiraciones del futuro. En un mundo cada vez más pequeño que exige metas cada vez más grandes, la capacidad del trabajo conjunto y mancomunado es imperativo. Cualquiera que sea el modelo de desarrollo elegido por las naciones, el profesional de la ciencia, la tecnología y la industria será un catalítico de estas aspiraciones. Si estos esenciales elementos de desarrollo son incapaces de una comunicación efectiva, el desarrollo, si no condenado, se retrasará de manera ostensible.
El caso cubano: primero contra Goliath, luego contra los espejos
El desarrollo científico cubano, y en especial aquél experimentado luego de la Revolución de 1959, hace a algunos erguirse de admiración y a otros enarcar una ceja. El ascenso de un pequeño país subdesarrollado, bloqueado y con una economía renqueante a la categoría de potencia científica es una muestra de que el poder verdadero se haya tanto en el fin como en los medios.
El químico Luis Alberto Montero Cabrera, profesor e investigador de mérito de la Universidad de La Habana, nos ilustra este panorama en su enriquecedor artículo "Visión de la ciencia y la tecnología: problemas actuales":
"Los cubanos que rebasamos los cincuenta años de vida hemos asistido, casi sin darnos cuenta que es al menos raro, si no inédito, en la historia de la humanidad: la construcción de la ciencia en un país, en el solo lapso de una vida humana y a partir de muy poco. Para los más jóvenes, la ciencia cubana es un hecho natural; muchos de los mayores no pueden comprender lo que ha sucedido, porque no tuvieron la oportunidad de educarse para ello.
La Revolución cubana se interesó en el conocimiento científico y tecnológico desde el primer momento. En 1959, era muy poco predecible que líderes como Fidel y el Che abrazaran e impulsaran el desarrollo científico y tecnológico como lo hicieron, sin antecedente alguno de una tradición relacionada. Por otra parte, en la Cuba de entonces era también muy poco probable que personas sin la influencia y el prestigio de ellos pudieran llevar adelante, con toda prioridad, la idea de recrear y crear universidades científicas, al estilo de Guillermo de Humboldt, y de intentar resolver los problemas del desarrollo y de afrontar el bloqueo estadounidense mediante la ciencia y la tecnología endógenas. Por suerte, y para nuestro bien, ocurrió.
(…) las condiciones del bloqueo económico, que nos privaron del cordón umbilical tecnológico de un día para otro, promovieron frases populares como "inventa tu maquinaria", lo que nos favoreció, al menos en eso. El respeto al conocimiento científico creció y se incorporó a la conciencia social con fuerza. Se hicieron cuantiosas inversiones, en tiempos de escasez, con muy pocos cuestionamientos. Se promovió la formación de cuadros científicos de la más alta calificación dentro y fuera del país. Se desarrollaron ramas de la ciencia de primera línea que incluso retaron -solo veinte años más tarde- a países muy poderosos en los años 80. El éxito es evidente, al menos en algunos campos y la ciencia cubana goza del reconocimiento nacional e internacional. Hoy en día se puede exhibir el resultado de este trabajo"
Como el profesor destaca magistralmente en su escrito, la lucha cubana por la ciencia ya no es una epopeya quimérica, es la realidad, una realidad tan tangible que se mantiene inalterada aún en estos tiempos de revisionismo. Pero es ahí precisamente donde está el problema: La medida del éxito oculta muchas veces la extrema fragilidad del logro frente al fracaso.
Para conseguir el paso y mantenimiento de esa potencia científica, se necesitan condiciones materiales y, fundamentalmente DE CAPITAL HUMANO. Es ahí donde cae el reto y el peligro: el profesional de la ciencia cubano tendrá que luchar no solo ya por su supervivencia dentro del competitivo mercado munidal, sino actualizar constantemente el paso al que marcha la eScena científica, y contribuir esencialmente a ella, pues hasta que la necesaria base industrial de alta tecnología que permita la estabilidad del sistema está listo, y para ello se necesitan varias décadas de trabajo arduo e inteligente con determinadas condiciones favorables en la arena inetrnacional, el esfuerzo científico y tecnológico cubano dependerá, mayormente, de la colaboración con otros estados. Y la nueva exigencia viene como consecuencia lógica: el profesional cubano de la ciencia debe lograr que esa colaboración sea lo más eficiente posible, o caso contrario, siempre habrá alguien dispuesto a suplir nuestra vacante. Por ello la ciencia cubana no solo exige un nuevo tipo de institución científica, exige también un nuevo profesional, que su capacidad de comunicar, exponer logros y competitividad y atraer sea equivalente a la de su competencia laboral.
De todo lo anterior se desprende un razonamiento: si cambian las prioridades, también deben cambiar los métodos. Y ese es precisamente el dilema de las lenguas extranjeras, y más concretamente, de la enseñanza de aquellas con propósitos específicos: ¿Cómo lograr una competencia lingüística en el profesional? ¿Cómo enseñar efectivamente una segunda lengua con propósitos específicos?
Semejante cuestión se debata hoy ampliamente en el mundo académico. Los redescubiertos conceptos sobre el rol de las competencias, el "resurgir" de la importancia de la gramática, y muy importante, la informatización, han obligado a los teóricos a un redimensionamiento de las disciplinas lingüísticas y una posterior experimentación con las nuevas tecnologías a fin de lograr la mayor integración y verticalidad de la enseñanza a de las lenguas a esta nueva realidad. Conceptos como el Computer Aided Language Learning (CALL) o Software for Language Learning (SLL) se incorporan al espectro del aprendizaje y proponen nuevas dinámicas a los docentes de idiomas, al tiempo que plantean su específica dualidad: servir tanto como poderosas herramientas que agilicen y propongan nuevas fronteras a la enseñanza de los idiomas, o servir de insalvables obstáculos que conviertan al alumno de idiomas en una máquina repetitiva y a las lenguas, en un sistema de intercambio similar al dinero.
Por lo tanto, las exigencias son casi las mismas para ambos lados: la exigencia que las nuevas fronteras de la ciencia y el desarrollo demandan del científico, igualmente lo hacen para el profesional de los idiomas. No solo se necesita una forma más eficiente y competente de comunicarse, sino también formas más eficientes y competentes de enseñar y aprender idiomas.
Ese es pues, el reto: por una parte, un profesional de la ciencia y la tecnología competente a la hora de comunicar, y un profesional que enseñe esta nueva manera de comunicar de la forma más adecuada y eficiente posible.
En el caso de nuestro país, el torbellino de cambios generados por la publicación y posterior aplicación de los Lineamientos del Partido sobre la política económica han llevado a una esperada reevaluación y reestructuración de los intereses y las necesidades de los profesionales de estas disciplinas. Cuestiones álgidas como el aporte de las TICS, la superación, los métodos de enseñanza, las nuevas investigaciones de carácter lingüístico y su impacto en la enseñanza de las lenguas, así como el acceso de los docentes cubanos a la plataforma académica internacional se encuentran hoy en zona de amplio debate y es de esperar una necesaria y sana actualización tanto de los objetivos como del papel que desempeña esta disciplina en el nuevo teatro político, científico y económico de la nación en el siglo XXI
Lo anteriormente expuesto nos lleva a tres conclusiones esenciales:
– El desarrollo exige colaboración. La era de las potencias industriales se termina. Los nuevos avances se decidirán fundamentalmente, por una inteligente gestión de los recursos naturales, planificación económica inteligente, alta capacidad científica, y muy importante, integración concertada y dinámica de los estados frente a retos y objetivos comunes.
–La ciencia demanda un nuevo tipo de profesional. El desarrollo científico, tecnológico y en última instancia, industrial, pasa necesariamente por la ampliación y diversificación del esfuerzo en aras de la ciencia. Para los países pobres, especialmente aquello de América Latina y África, este esfuerzo pasa por la integración y por ende, el trabajo mancomunado con una eficiente gestión de la comunicación. Por ello, se necesita un nuevo profesional cuya capacidad de comunicar equivalga a su capacidad creativa.
–Nuevos métodos son necesarios. Un cambio de esta magnitud implica, necesariamente, una evolución en las maneras de aprender, y especialmente, de enseñar. Al mismo tiempo que surge el nuevo científico, surgirá también el nuevo profesional de los idiomas, especialmente aquéllas con propósitos específicos. No habrá en el futuro cambios significativos en la manera de comunicar en la ciencia, con todas sus tremendas consecuencias, benéficas o trágicas, sin cambios en esta disciplina.
Autor:
Lic. Santiago F. Cabrera Pérez
UCM "Serafín Ruiz de Zárate-Ruiz"