Dentro de la bibliografía consultada en relación con el tema, se menciona la investigación del japonés S. Takagi, quien con sus estudios determina la existencia de tres zonas básicas de transpiración, las cuales describe como a continuación de menciona:
La Zona 1: "está formada por la palma de la mano y la planta del pie que transpira mucho. En la palma de la mano la transpiración varía considerablemente en las personas. La planta de los pies es algunas veces menos húmeda, pero en ocasiones la relación está invertida en determinados sujetos. Pero, de todos modos, la mayor transpiración insensible en todo el cuerpo está en la palma de la mano y en el pie."
La Zona 2: "comprende la frente, el cuello y las mejillas; la frente es la que ofrece la tasa más alta de transpiración, todas las partes descubiertas de la piel, expuestas al aire, tienen una tasa de transpiración más alta, por lo que se incluyen en esta zona."
La Zona 3: "abarca todas las regiones corporales habitualmente cubiertas por ropas, en esta zona la tasa de transpiración es más baja y casi uniforme."
Claro que este tipo de clasificación varía tremendamente con cada región y grupo biológico humano correspondiente, por diversas variables, como lo puede ser simplemente el clima y/o la constitución física dada por las diversas regiones geográficas habitadas por el hombre.
Un dato a mencionar por su importancia es el hecho de que la temperatura cutánea va a ser más alta o elevada en la cabeza, en la frente, el pecho, el cuello, la cara interna de las extremidades, la palma de la mano, y la planta de los pies; porque si bien recordamos, todas estas zonas se encuentran más irrigadas por una gran cantidad de vasos sanguíneos. El hecho anterior es importante ya que es mencionado por el Dr. Guyton, en su libro Fisiología Humana, haciendo referencia a que "el mecanismo de transpiración de la mano y de la planta de los pies es de 5 a 20 veces mayor que en cualquier otra superficie del cuerpo."
Ya que se ha comprendido que la sudoración es un mecanismo fisiológico del cuerpo humano, se tiene que la sudoración como mecanismo fisiológico, requiere de la secreción activa de líquido, por parte de las glándulas del sudor y su expulsión al interior de los conductos los cuales lo llevan a la superficie de la piel. "El sudor es bombeado a la superficie por la contracción periódica de las células similares al músculo liso de los conductos. La producción y acarreo del sudor a la superficie cuentan con la estimulación de los nervios simpáticos."
"El sudor es una verdadera secreción y no simplemente un filtrado." Se ha hablado del sudor como medio fisiológico termorregulador de la temperatura del organismo, pero un punto que no debe de escapar y que se debe mencionar por su importancia es la composición del sudor; de allí el siguiente concepto: El sudor es un líquido compuesto por agua, sales minerales y toxinas. El sudor está producido por las glándulas sudoríparas, que se encuentran situadas en el tejido subcutáneo, en la epidermis. La sudoración es un fenómeno fisiológico destinado a mantener estable la temperatura corporal.
Aunque en condiciones normales sólo deberíamos sudar en exceso si practicamos deporte o sufrimos un calor desmedido, hay personas cuya transpiración es muy intensa en cualquier circunstancia. Sus manos, axilas, rostro y cráneo parecen constantemente empapados, hasta el extremo de que el sudor es para estas personas una traba que condiciona su vida social, laboral y afectiva. La hiperhidrosis o producción excesiva de sudor es un trastorno traumático para quienes lo padecen, y no tiene nada que ver con una higiene deficiente.
Además, existen otros factores que influyen en la cantidad de sudor que transpiramos los cuales son de orden psicológico, entre éstos se encuentran: el miedo y la ansiedad. Al abordar este tema diremos que no hay nadie que no haya experimentado en algún momento de su vida algún grado de ansiedad y/o miedo. El miedo y la ansiedad, considerados tanto en forma aislada, así como parte de una determinada patología, constituyen por sí un estado emotivo especial, en cuya consecuencia, en la mayoría de casos nuestra transpiración puede acelerarse y aumentarse. Sin embargo, en una minoría de casos, dichos estados emocionales pueden en cambio provocar en el organismo una reacción contraria a la antes mencionada, ya que en algunos sujetos el miedo y la ansiedad suelen provocar una baja en la temperatura corporal, bajar la presión arterial y en consecuencia inhibir la sudoración de la persona. Por ejemplo: El estudiante que va a someterse a un examen, suele despertarse varias veces durante el curso de la noche anterior, convencido de haber oído un ruido extraño. Lo que es menos conocido, es que sensaciones como mareo extremo, visión de puntitos luminosos, visión borrosa, entumecimiento y hormigueo, músculos rígidos y casi paralizados, y dificultad para respirar que llega hasta la sensación de ahogo o asfixia pueden ser también parte de la ansiedad.
Cuando estas sensaciones suceden y la persona no comprende por qué la ansiedad puede incrementarse hasta niveles de pánico, ya que la persona imagina estar padeciendo de alguna enfermedad. La ansiedad es una respuesta al peligro o amenaza. Científicamente la ansiedad inmediata o a corto plazo es llamada respuesta de lucha-huida. Se llama así porque todos los efectos están dirigidos a combatir el peligro o a escapar del mismo. Así, el propósito de la ansiedad es proteger al organismo. Es una respuesta ancestral, cuando nuestros antepasados vivían en cuevas, era vital que cuando se enfrentaban a algún peligro, ocurriera una respuesta automática que les hiciera realizar una acción inmediata (ataque o huida). Hoy en día, este mecanismo es también necesario. Por ejemplo: al cruzar una calle, un vehículo se acerca tanto a nosotros y al mismo tiempo toca la bocina. Si no experimentáramos ninguna ansiedad en ese momento, no nos pondríamos a salvo, al tener una respuesta de lucha-huida, nos apartamos inmediatamente del vehículo en cuestión. Por tanto, esto es muy simple: el propósito de la ansiedad es proteger al organismo, no dañarlo, consiguiendo que el organismo esté preparado para la acción inmediata, resguardándolo.
Cuando algún tipo de peligro es percibido o anticipado, el cerebro envía un mensaje a una sección de nervios llamada S.N.A. (sistema nervioso autónomo). El S.N.A. tiene dos ramas llamadas el S.N.S. (sistema nervioso simpático) y el S.N.P. (sistema nervioso parasimpático). Estas dos ramas del sistema nervioso están directamente implicadas en el control de los niveles de energía corporal y de la preparación para la acción.
- S.N.S. (sistema nervioso simpático): es el sistema de lucha-huida que libera energía y hace que el cuerpo este preparado para la acción.
- S.N.P. (sistema nervioso parasimpático): es el sistema de restauración que devuelve el cuerpo a un estado normal.
El sistema nervioso simpático (S.N.S.), es un sistema de todo o nada, cuando es activado todas sus partes responden. Es decir, o todos los síntomas son experimentados o ningún síntoma es experimentado; es raro que ocurran cambios sólo en una parte del cuerpo. Esto puede explicar por qué la mayoría de los ataques de pánico implican muchos síntomas y no sólo uno o dos.
Uno de los efectos principales del S.N.S, es que libera dos productos químicos, adrenalina y noradrenalina, de las glándulas adrenales o suprarrenales que se hallan en la parte superior de los riñones. Estos productos químicos son mensajeros del S.N.S., para continuar la actividad; de modo que una vez iniciada la actividad por el S.N.S. continúa y se incrementa durante algún tiempo. Es muy importante comprender que la actividad del S.N.S. se detiene de dos formas: la primera porque los mensajeros químicos (adrenalina y noradrenalina) son destruidos finalmente por otros productos químicos del cuerpo; y la segunda, porque se activa el S.N.P. (que generalmente tiene efectos opuestos al S.N.S.) y restaura una sensación de relajación.
Es muy importante, tener en cuenta que al final el cuerpo tendrá bastante de la respuesta lucha-huida y activará el S.N.P. para restaurar la sensación de relajación. Es decir la ansiedad no puede continuar para siempre o aumentar en espiral hasta niveles siempre crecientes y posiblemente dañinos. El sistema nervioso parasimpático es un protector interior que evita que el sistema nervioso simpático se extralimite.
Otra cosa importante es que los mensajeros químicos (adrenalina y noradrenalina), tardan algún tiempo en ser destruidos. Así, incluso después de que el peligro ha pasado y el sistema simpático ha parado de responder, es probable que el individuo se sienta inquieto o agresivo por algún tiempo debido a que los productos químicos están flotando aún en su sistema. Es muy común que durante ese período el sujeto continúe transpirando acelerada y excesivamente; y que de ser así el sudor que transpire tenga distinta salinidad que la que tiene el sudor que transpira después de una extenuante sesión de ejercicios corporales. De hecho es una función adaptativa.
La anterior explicación respecto a la fisiología y psicología del miedo y la ansiedad, no es la única, como tampoco es única, ni uniforme la reacción que el miedo y la ansiedad causa en el ser humano. Ya que en algunos individuos la actividad en el S.N.S., produce un incremento en el ritmo cardiaco y en la fuerza del latido del cardiaco. Esto es vital para la preparación de la actividad ya que ayuda a aumentar la velocidad del flujo sanguíneo y mejora de este modo el reparto de oxigeno a los tejidos y la eliminación de productos de desecho de los tejidos, entre éstos el sudor. Esta es la razón por lo que es típico sentir que el corazón late a ritmo acelerado o que late con fuerza durante los períodos de elevada ansiedad o pánico. Además de la mayor actividad en el corazón, también hay un cambio en el flujo sanguíneo. Básicamente, la sangre es retirada de los sitios donde no se necesita (mediante un estrechamiento de los vasos sanguíneos) y dirigida hacia los sitios dónde se necesita más (mediante una dilatación de los vasos sanguíneos). Por ejemplo: la sangre se retira de la piel y de los dedos de las manos y de los pies. Esto es útil porque si el organismo es atacado y sufre un corte, es menos probable que se desangre hasta morir. Por eso, durante la ansiedad la piel se ve pálida y fría, los dedos se vuelven fríos y algunas veces experimentan entumecimiento y hormigueo.
La activación del S.N.S. produce otros efectos, ninguno de los cuales es dañino. Por ejemplo: las pupilas se dilatan para dejar que entre más luz, lo cual puede producir visión borrosa y puntitos luminosos enfrente de los ojos entre otras cosas. Hay una disminución de la salivación, lo que hace que la boca esté seca. Hay una menor actividad en el sistema digestivo, lo cuál produce frecuentemente nausea, pesadez de estómago e incluso estreñimiento.
En algunos casos la persona no puede encontrar una explicación a que las percepciones o simples sensaciones, provoquen en ellos una reacción emocional exagerada. En estos casos el sujeto se cuestiona el por qué de estar ansioso si no existe estímulo externo que justifique su ansiedad. Es decir, el individuo se encuentra consciente de no percibir ningún estímulo o presión que le provoque miedo, angustia o ansiedad. Probablemente el individuo simplemente se encuentra en un lugar distinto de aquel en que lleva a cabo sus actividades cotidianas, pues por ejemplo se halla en el interior de una agencia bancaria con motivo de cierta diligencia. El interés del sujeto en efectuar la diligencia en la institución bancaria si bien es cierto para el efecto coloca al sujeto en un lugar distinto de su hogar o lugar de trabajo, y efectuará la gestión con la ayuda de un empleado de la agencia bancaria, también es cierto que no se trata de una situación que le hagan sentir miedo o ansiedad; sin embargo, en el individuo se produce una sintomatología similar, propia o parecida a la que se produce en su organismo como consecuencia de una reacción emocional causada por el miedo, ansiedad o pánico. A primera instancia el individuo cree que algo está funcionando mal en su organismo, pues sufre de una reacción emocional excesiva pese a la ausencia de estímulo que la cause o que la justifique. Este es el caso de una persona excesivamente tímida, introvertida y nerviosa, a quien el simple hecho de tener que dirigirse a un extraño, es suficiente para que en él se produzca una alteración en su organismo. Es el caso típico de la persona que durante la conversación con el extraño ante quien promoverá la diligencia que le interesa, se le observa una notoria sudoración pese a estar en un ambiente fresco, se muestra visiblemente emocionado y su expresión verbal revela una actitud titubeante e insegura, revelado por el tartamudeo o contradicciones en que incurre al hablar.
Existen otros trastornos relacionados con la sudoración, es por eso que cuando se suda excesivamente se habla de hiperhidrosis, producción excesiva de sudor, que puede ser generalizada o sistémica y localizada. La hiperhidrosis sistémica se observa en muchas circunstancias: embarazo, obesidad, menopausia, ansiedad, hipertiroidismo, consumo de alcohol o de opiáceos, y también en muchas enfermedades, como tumores, infecciones, etc.
Pero la que más problemas genera es la hiperhidrosis localizada, también denominada emocional, porque se desencadena por estímulos estresantes y emocionales. Afecta a las palmas de las manos, plantas de los pies, axilas y a la región craneofacial. Se ignora lo que la ocasiona y se piensa que es una hiperactividad del sistema vegetativo simpático. La padece una de cada 10,000 personas y por lo general se manifiesta ya en la infancia y persiste casi siempre durante toda la vida. En la mitad de los casos hay un factor desencadenante, por lo general de tipo emocional, aunque también puede generarlo el calor, el ejercicio físico o la alimentación. La hiperhidrosis localizada desaparece por la noche.
En la afección plantar origina mal olor, ampollas, maceración de la piel, infecciones locales, micosis y deteriora los calcetines y el calzado. La axilar humedece la zona, la irrita, también produce mal olor y deteriora el vestuario. El tratamiento local la mejora pero no consigue eliminarla del todo. La craneofacial se caracteriza por una sudoración excesiva de frente y cara, se desencadena tras un estrés mínimo y los que la padecen se ven obligados a estar secándose el rostro continuamente. Para quienes utilizan cosméticos, maquillajes, es un problema serio.
La hiperhidrosis palmar es un verdadero problema social para el que la sufre, sobre todo las formas graves y si se trata de un cargo público, representantes, dependientes, pintores, dibujantes. Las personas afectadas pueden volverse retraídas, evitan dar la mano e incluso llegan a evadir la vida social.
4.6.2. Composición del sudor humano
Elemento | Gramos por ciento |
Agua | 99.0742 |
Sólidos | 0.258 – 0.779 |
Sólidos orgánicos | 0.030 – 0.290 |
Cenizas | 0.144 – 0.566 |
Cloro | 0.059 – 0.346 |
Ácido fáctico | 0.070 |
Sulfatos | 0.004 |
Sodio | 0.150 |
Potasio | 0.017 |
Urea | 0.030 |
Glucosa | 0.004 |
Según la muestra que sea tomada, el sudor va a contener en general, laminillas epiteliales y algo de restos sebáceos, generalmente es ácido, pero su pH puede oscilar entre cuatro y ocho en relación con el grado de neutralización del ácido láctico. El único componente que se encuentra en abundancia es el cloruro de sodio, la cantidad del cual puede variar dentro del carácter siempre hipotónico del sudor.
En cuanto a los otros componentes del sudor, es de señalar que la urea se halla presente a la misma concentración de la sangre y que el ácido láctico parece formarse en las mismas glándulas sudoríparas. "La sudoración o sudación sobre la superficie general del cuerpo tiene variaciones que son desde normales hasta patológicas, individuales, posturales, sexuales, por factores físicos y psíquicos, por trabajo mental o muscular, etc."
Desde el punto de vista de la Criminalística y de la Psicología criminal, es posible hablar de tres tipos básicos de la sudoración, los cuales son los siguientes:
- En el hombre normal o sano. "El hombre saludable y despierto, en estado de reposo, es decir, en situación natural y en descanso, según la familia étnica a la que pertenezca y el país donde resida, tiene un sudor propio a todas esas condiciones. Esa es su individualidad sudoral, tan personal y característica."
- En el hombre enfermo: "Este tipo de sudoración está dada generalmente por enfermedades que acompañan un cuadro donde la temperatura corporal se encuentra elevada, y el sistema termorregulador se encuentra más frecuentemente activo."
- En el hombre delincuente: "El hombre que perpetra un crimen o comete un delito cualquiera, está bajo una tensión emocional en un estado "sui generis" y por ende perspira más profundamente, por lo cual está funcionalmente preparado para producir buenas impresiones latentes."
Se ha observado que la sudoración dactilar es frecuentemente vista en las oficinas de identificación donde los sospechosos y acusados son conducidos para la obtención de sus impresiones dactilares, las cuales deberán ser comparadas con las encontradas en el lugar del hecho. Además las gotitas de sudor aparecen sobre el labio superior, encima de la boca, sobre la frente y la mano. En determinados casos la sudación dactilar es tan intensa que repele la tinta dactilográfica y pone a prueba la habilidad del identificador para lograr un dactilograma uniforme."
Retomando un poco lo visto en el capitulo anterior tenemos que las huellas dactilares son marcas que quedan en una superficie, estas marcas corresponden al patrón de la piel de los dedos que tocaron dicha superficie, algunas de estas impresiones, como las huellas latentes, son depósitos de materiales aceitosos o de sudor que normalmente cubren la piel. Tenemos que a través de las crestas papilares "se abren paso los orificios externos de las glándulas excretoras del sudor o glándulas sudoríparas, que al depositar continuamente su producto de excreción, humedecen las crestas."
Al tocar cualquier objeto, las crestas humedecidas tenuemente por el sudor, dejan una marca apenas visible, la huella papilar o huella dactilar en el caso de los dedos. Es importante resaltar que tanto el vigor que incide en la fuerza del indicio dermopapilar, el poder de desarrollo o la energía reveladora de la huella dactilar, dependen directamente de las glándulas sudoríparas. "Si las estructuras que elaboran el sudor, el órgano glandular, está inactivo, las huellas carecen de vigor, son pobrísimas, se amortiguan y desaparecen rápidamente."
Dentro de este apartado, tendríamos que respondernos entonces a la interrogante de cómo se forman las huellas dactilares?, siendo la respuesta, que estas huellas son formadas por el sudor exudado por las glándulas sudoríparas y por una pequeña cantidad de aceite exudado por las glándulas sebáceas adyacentes a los folículos pilosos. La superficie palmar de las manos y de los dedos así como la planta de los pies contienen un número considerable de esas glándulas sudoríparas cuya actividad es mayor o menor según la temperatura ambiental.
Como ya hemos visto no hay glándulas sebáceas en las palmas de las manos y dados, así como en la planta de los pies. El aceite que aparece en las huellas latentes es procedente de otras partes de cuerpo, tales como la cara, cuello, pelo, piel cabelluda, etc. que al ser tocadas estas partes del cuerpo con las manos recogen siempre algún aceite.
Al tener las manos contacto con algún objeto éstas depositan el sudor que contienen sobre el mismo; al efectuarse este contacto se producen los dibujos que forman las crestas papilares, que tienen los orificios por donde exudan el sudor extendiendo sobre esa superficie su secreción. Así pues, todos los objetos lisos, pulimentados, tocados por las manos tienen más o menos reproducidos sobre ellos los dibujos papilares, naturalmente invisibles pero que por fortuna pueden ser revelados por distintos procedimientos.
El sudor tiene gran importancia dentro del estudio de la investigación Criminalística, ya que a partir de él se puede hacer la determinación de drogas de consumo y opiáceos, hay que recordar que la principal vía de eliminación de estás es por la orina en un porcentaje del 50 a 60%, aunque se excreción por sudor es mínima, en la investigación criminal es de importancia significativa hacer un estudio complejo para su determinación. Entre las principales drogas, tenemos a las feniletilaminas, donde destacan las anfetaminas y las metanfetaminas.
También podemos encontrar en el sudor, rastros de plomo, en especial en aquellas personas que son fabricantes de vidrio, ceramistas que trabajen con pigmentos y barnices, así como pintores. El arsénico, que tiene un aspecto muy parecido a la harina y al azúcar, es utilizado principalmente en actos suicidas, las manifestaciones clínicas por envenenamiento con este producto pueden confundirse con las enfermedades gastrointestinales, actualmente se usa como plaguicida y puede encontrarse en hortalizas y frutos.
El sudor como medio de identificación es de gran ayuda en el estudio del ADN, al igual que los cabellos, rastros de saliva, semen, manchas de sangre y restos óseos recogidos en el escenario del crimen.
Es por eso que lo antes analizado, es de suma importancia para el Criminalista, así como el perito en Dactiloscopía, ya que si cuentan con los debidos soportes técnicos y científicos, comprenderá cómo realizar una mejor investigación, así como denotará todas estas variables que en un determinado momento pueden incidir en una buena o mala toma de impresiones dactilares.
CAPÍTULO V
FACTOR DE SOPORTE Y REACTIVOS, SOLUCIONES E INSTRUMENTOS EN LA PRUEBA LOFOSCÓPICA
5.1. El papel
Dentro del trabajo criminalístico es de suma importancia conocer los diversos tipos de soportes que existen, pero en especial en este caso, por el tipo de investigación que se lleva a cabo, sólo nos referiremos al papel como uno de los soportes más empleados, donde por la importancia que reviste, es muy frecuente encontrar huellas latentes sobre él. Al hablar de lofoscopía y por el titulo del presente capítulo, se verá la relación directa que hay entre ésta, el soporte y los distintos métodos existentes para el revelado de huellas latentes, igualmente mencionaremos las características fisicoquímicas de algunos de los diversos reactivos utilizados para el revelado de huellas latentes sobre papel.
El papel, es un "material en forma de hojas delgadas que se fabrica entretejiendo fibras de celulosa vegetal. El papel se emplea para la escritura y la impresión, para el embalaje y el empaquetado, y para numerosos fines especializados que van desde la filtración de precipitados en disoluciones hasta la fabricación de determinados materiales de construcción. El papel es un material básico para la civilización del siglo XXI, y el desarrollo de maquinaria para su producción a gran escala ha sido, en gran medida, responsable del aumento en los niveles de alfabetización y educación en todo el mundo."
5.1.1. Antecedentes históricos
Ahora bien, al conocer la definición de lo que es el papel, se mencionarán algunos de los aspectos históricos del mismo, por lo cual tenemos que, según la tradición, el primero en fabricar papel, en el año 105, fue Cai Lun (o Tsai-Lun), un eunuco de la corte Han oriental del emperador chino Hedi (o Ho TI). El material empleado fue probablemente corteza de morera, y el papel se fabrico con un molde de tiras de bambú. "El papel más antiguo conservado se fabricó con trapos alrededor del año 150. Durante unos 500 años, el arte de la fabricación de papel estuvo limitado a China; en el año 610 se introdujo en Japón, y alrededor del 750 en Asia central. El papel apareció en Egipto alrededor del año 800, pero no se fabricó allí hasta el año 900."
El empleo del papel fue introducido en Europa por los árabes, y la fábrica de papel se estableció en España alrededor del año 1150. "A lo largo de los siglos siguientes, la técnica se extendió a la mayoría de los países europeos. La introducción de la imprenta de tipos móviles a mediados del siglo XV abarató enormemente la impresión de libros y supuso un gran estímulo para la fabricación de papel."
El proceso básico de la fabricación de papel no ha cambiado a lo largo de más de 2.000 años, e implica dos etapas: trocear la materia prima en agua para formar una suspensión de fibras individuales y formar láminas de fibras entrelazadas extendiendo dicha suspensión sobre una superficie porosa adecuada que pueda filtrar el agua sobrante.
En la fabricación manual del papel, la materia prima (paja, hojas, corteza, trapos u otros materiales fibrosos) se coloca en una tina o batea y se golpea con un mazo pesado para separar las fibras. Durante la primera parte de la operación, el material se lava con agua limpia para eliminar las impurezas, pero cuando las fibras se han troceado lo suficiente, se mantienen en suspensión sin cambiar el agua de la tina. En ese momento, el material líquido, llamado pasta primaria, está listo para fabricar el papel. La principal herramienta del papelero es el molde, una tela metálica reforzada con mallas cuadradas o rectangulares. El molde se coloca en un bastidor móvil de madera, y el papelero sumerge el molde y el bastidor en una tina llena de esta pasta. Cuando los saca, la superficie del molde queda cubierta por una delgada película de pasta primaria. El molde se agita en todos los sentidos, lo que produce dos efectos: distribuye de forma uniforme la mezcla sobre su superficie y hace que las fibras adyacentes se entrelacen, proporcionando así resistencia a la hoja. Mientras se agita el molde, gran parte del agua de la mezcla se filtra a través de la tela metálica. A continuación se deja descansar el molde, con la hoja de papel mojado, hasta que ésta tiene suficiente cohesión para poder retirarse del bastidor.
Una vez retirado el bastidor del molde, se da la vuelta a este último y se deposita con suavidad la hoja de papel sobre una capa de fieltro. Después se coloca otro fieltro sobre la hoja, se vuelve a poner una hoja encima y así sucesivamente. Cuando se han colocado unas cuantas hojas de papel alternadas con fieltros, la pila de hojas se sitúa en una prensa hidráulica y se somete a una gran presión, con lo que se expulsa la mayor parte del agua que queda en el papel. A continuación, las hojas de papel se separan de los fieltros, se apilan y se prensan. El proceso de prensado se repite varias veces, variando el orden y la posición relativa de las hojas. Este proceso se denomina intercambio, y su repetición mejora la superficie del papel terminado. La etapa final de la fabricación del papel es el secado. El papel se cuelga de una cuerda en grupos de cuatro o cinco hojas en un secadero especial hasta que la humedad se evapora casi por completo.
Los papeles que vayan a emplearse para escribir o imprimir exigen un tratamiento adicional después del secado, porque de lo contrario absorberían la tinta, y el texto y las imágenes quedarían borrosas. El tratamiento consiste en conferirle aspecto al papel sumergiéndolo en una disolución de cola animal, secar el papel aprestado y prensar las hojas entre láminas de metal o de cartón liso. La intensidad del prensado determinan la textura de la superficie del papel. Los papeles de textura rugosa se prensan ligeramente durante un período relativamente corto, mientras que los de superficie lisa se prensan con más fuerza y durante más tiempo.
Aunque los procedimientos esenciales de la fabricación mecanizada de papel son los mismos que los de la fabricación manual, el proceso mecánico es bastante más complicado. La primera etapa es la preparación de la materia prima. Los materiales más usados hoy día son los trapos de algodón o lino y la pulpa de madera. En la actualidad, más del 95% del papel se fabrica con celulosa de madera. Para los papeles más usados, como el papel prensa empleado en los periódicos, se utiliza sólo pulpa de madera triturada; para productos de más calidad se emplea pulpa de madera química, o una mezcla de pulpa y fibra de trapos, y para los papeles de calidad se utiliza sólo fibra de trapos.
Los trapos empleados para la fabricación de papel se limpian mecánicamente para quitarles el polvo y otras materias extrañas. Tras esta limpieza, se cuecen en una gran caldera giratoria a presión, donde se hierven con cal durante varias horas. La cal se combina con las grasas y otras impurezas de los trapos para formar jabones insolubles, que se pueden eliminar más tarde mediante un aclarado, y al mismo tiempo reduce cualquier tinte de los trapos a compuestos incoloros. A continuación, los trapos se transfieran a una máquina denominada pila desfibradora, una cuba larga dividida longitudinalmente de forma que haya un canal continuo alrededor de la misma. En una mitad de la pila hay un cilindro horizontal con cuchillas que gira rápidamente; la base curva de la pila también está equipada con cuchillas. La mezcla de trapos y agua pasa entre el cilindro y la base, y los trapos quedan reducidos a fibras, en la otra mitad de la pila, un cilindro hueco de lavado cubierto con una fina tela metálica recoge el agua de la pila y deja atrás los trapos y fibras. A medida que la muda de trapos y agua va fluyendo alrededor de la pila desfibradora, la suciedad se elimina y los trapos se van macerando hasta que acaban separados en fibras individuales. A continuación, la pasta primaria se pasa por una o más desfibradoras secundarias para trocear aún más las fibras. En ese momento se añaden los colorantes, las sustancias para aprestarlo, como la colofonia o la cola, y los materiales de relleno, como sulfato de caldo o caolín, que aumentan el peso y la consistencia del papel terminado.
"La preparación de la madera para la fabricación de papel se efectúa de dos formas diferentes. En el proceso de trituración, los bloques de madera se aprietan contra una muela abrasiva giratoria que va arrancando fibras. Las fibras obtenidas son cortas y sólo se emplean para producir papel prensa barato o para mudadas con otro tipo de fibras de madera en la fabricación de papel de alta calidad. En los procesos de tipo químico, las astillas de madera se tratan con disolventes que eliminan la materia resinosa y la lignina y dejan fibras puras de celulosa. El proceso químico más antiguo fue introducido en 1851, y emplea una disolución de soda cáustica (hidróxido de sodio) como disolvente. La madera se cuece o digiere en esta solución en una caldera a presión. Las fibras producidas con este proceso no son muy resistentes, pero se utilizan mezcladas con otras fibras de madera. Un proceso empleado con frecuencia en la actualidad utiliza como disolvente sulfato de sodio o de magnesio."
"Los papeles especiales se someten a tratamientos adicionales. El papel súper satinado es sometido a un proceso posterior de satinado a alta presión entre rodillos metálicos y otros rodillos cubiertos de papel. El papel estucado, como el empleado para la reproducción fototipográfica de calidad, se apresta con arcilla o cola y se satina."
"Desde 1995 se fábrica papel con fibras de nylon, dacrón y orlón, y con mezclas de estas fibras y pulpa de madera. Este tipo de papel se produce con las máquinas habituales de fabricación de papel y puede tener una gran variedad de aspectos y características, desde el papel brillante parecido al normal hasta materiales que parecen tejidos. Las características únicas de los papeles de fibra sintética hacen que tengan muchas aplicaciones para las que el papel corriente no resulta adecuado, en particular como aislantes eléctricos, filtros para aparatos de aire acondicionado, cintas magnéticas para grabación de sonido, tejidos para calzados o entretelas de prendas de vestir."
"El aumento de la demanda de papel para la vida cotidiana ha multiplicado la posibilidad de utilizar papel de desecho y cartón como pasta de papel; con ello se consigue un gran ahorro de energía en el proceso de fabricación de la pasta primaria y la ventaja de no tener que utilizar madera de los bosques. Las técnicas de reciclaje han evolucionado con mucha rapidez: desde la II Guerra Mundial, y los dos sistemas principales de recuperación se aplican sobre papel impreso, que incluye el lavatorio de la tinta, y sobre papel de envoltorio y cartón, de mayor rugosidad y porosidad y con ausencia de grabados."
Debemos mencionar que aunque ya se haya hablado del papel, haremos un paréntesis para poder establecer las diferentes clases de Papel Bond existentes en el mercado; por qué esto? porque la toma de las muestras de las huellas lofoscópicas de ésta investigación fueron hechas sobre este tipo de papel.
Así tenemos el papel bond premier 20 libras 75 gramos/m2, el cual tiene como características "una excelente textura, soporte, además de un precio accesible, el cual se presenta en tamaño estándar o medida especial sobre medida." Tenemos el papel bond de precisión, 20 libras 75 gramos/m2, este tipo de papel se caracteriza por "tener una textura lisa de doble calandrado con una blancura superior, se presenta en tamaño estándar o medida especial sobre pedido." Finalmente tenemos papel bond "prime white" 20 libras 75 gramos/m2, sus características son que tienen el más alto grado de blancura, es extra liso y de alta resistencia, se maneja hoja estándar o especial sobre pedido.
Al hablar de papel, no se debe olvidar que tanto el espesor, la densidad aparente y el volumen, también forman parte de las características propias del mismo. Así tenemos que el espesor, llamado también calibre se define como la distancia perpendicular que existe entre las dos caras del papel bajo condiciones específicas, su valor se expresa en milímetros, micras y puntos que son milésimas de pulgada.
Normalmente se determina el espesor del papel para comprobar si corresponde al valor solicitado al comprarlo, sin embargo resulta mucho más interesante comprobar la uniformidad del espesor en diferentes puntos de una hoja y de una hoja a otra de una misma partida, si se tiene en cuenta la forma en que se fabrica la hoja de papel durante su fabricación se puede comprender que su superficie no es perfectamente plana y que puede presentar irregularidades que afectan directamente al espesor.
La uniformidad del espesor varía según el tipo y el grado de acabado del papel, por ejemplo, los papeles marquilla que se emplean para dibujo, tienen la superficie áspera, tienen una uniformidad más bien deficiente en su espesor de un punto a otro, o bien entre diferentes hojas, conforme van siendo más lisos los papeles, la uniformidad de su calibre va siendo mayor, hasta llegar a los papeles súper calandrados y los recubrimientos en los que la uniformidad del espesor debe ser alta.
Otro punto importante es también que no es lo mismo papel que cartón, ya que el espesor del papel depende de su peso base, sin embargo, papeles del mismo gramaje pueden tener diferente espesor, dependiendo de su composición fibrosa, la refinación que se le haya dado a la pasta, la compresión a la que haya sido sometida la hoja durante el proceso de fabricación, tanto en el prensado como en el calandrado y la porosidad. El contenido de humedad de la hoja también puede afectar su espesor. Esta variación en el espesor para un peso base dado, corresponde a una variación en la densidad aparente de la hoja de papel que es una de sus propiedades fundamentales más importantes.
El espesor es una propiedad muy importante desde el punto de vista de la transformación y el uso final del papel, su importancia se debe a que al variar el espesor, el manejo del papel en las máquinas se dificulta; además se ven afectadas en este caso todas lo propiedades físicas y eléctricas del papel, pudiendo provocar problemas en su uso.
La densidad del papel es probablemente el problema fundamental más importante; esta propiedad nos proporciona información sobre la estructura de la hoja y está relacionada con la mayoría de las propiedades del papel, especialmente porosidad, rigidez, dureza y resistencia, aunque de hecho influye en todas las propiedades ópticas y físicas excepto el peso base, también afecta la absorción y la facilidad para ser impreso.
Mientras que el peso especifico o volumen, es recíproco de la densidad, o sea el volumen en cm3 de un gramo de papel, en algunos casos se acostumbra utilizar volumen cuando se trata de papeles voluminosos, pero puede considerarse un equivalente de la densidad aparente y lo que influye en que una se aplica también a la otra.
La densidad aparente del papel se ve afectada por muchos factores, que se pueden dividir así: Los factores que afectan el número de uniones entre fibras, entre éstos son importantes el diámetro y la flexibilidad de las fibras, el grado de refinación, el prensado a la hoja húmeda y la cantidad de hemicelulosas; la presencia de materiales que llenan los vados en la hoja, los principales son: cargas, colorantes y almidón.
5.1.2. Cronología de la historia del papel
- 300 A.C. En China, se escribía sobre una superficie de residuos de seda.
- 100 A.C. Probablemente en China, se produce el papel.
- 105 D.C. En China, Tsai-Lun, desarrolla un método para elaborar papel.
- 300 Producción de papel en Asia Central.
- 500 Producción de papel en Corea.
- 610 Producción de papel en Japón.
- 650 Producción de papel en Nepal.
- 794 Producción de papel en Bagdad, Irak.
- 850 La fabricación del papel se extendió de China a Nepal y la India.
- 900 Producción de papel en el Cairo, Egipto.
- 1036 Producción de papel en Córdoba, España.
- 1100 La fabricación de papel se extendió de Bagdad a El Cairo.
- 1144 Producción de papel en Xatvia, España.
- 1189 Producción de papel en Hérault, Francia.
- 1260 Fabriano, produce papel en Italia.
- 1388 Producción de papel en Augsburg, Alemania.
- 1390 Producción de papel en Nuremberg, Alemania.
- 1400 Producción de papel en Marly, Suiza.
- 1411 Producción de papel en Portugal.
- 1428 Producción de papel en Gennap, Holanda.
- 1443 Producción de papel en el taller Allenwinden, en Basle, Suiza.
- 1490 Jhon Tate, produce papel en Hertfordshire, Inglaterra.
- 1491 Producción de papel en Polonia.
- 1499 Producción de papel en Bohemia.
- 1532 Producción de papel en Motala, Suecia.
- 1536 Producción de papel en Bavaria.
- 1540 Producción de papel en Dinamarca.
- 1546 Producción de papel en Rumania.
- 1558 John Spilman, elabora papel en Dartford, Kent.
- 1565 Producción de papel en Rusia.
- 1570 Sten Bille, produce papel en Dinamarca.
- 1590 Producción de papel en Darly, Escocia.
- 1610 Producción de papel en Wookeyhole, Inglaterra.
- 1620 La familia Romani establece un taller en Capellades, España.
- 1690 William Rittenhouse, produce papel en Germanstown, USA.
- 1693 Producción de papel en Lessebo, Suecia.
- 1698 Producción de papel en Oslo, Noruega.
- 1706 Producción de papel en Wales.
- 1726 William Bradford, produce papel en New Jersey, USA.
- 1802 Producción de papel en Québec, Canadá.
- 1818 En Finlandia, se establece el taller de papel, Tervakoski.
- 1900 Producción papel en Florida, USA.
5.1.3. El calandrado
La densidad del papel o cartón es su peso por unidad de volumen, se calcula dividiendo el peso basado en gramos por centímetro cuadrado entre el espesor en micras. Es más correcto utilizar el término densidad aparente, debido a que se incluye en el volumen el aire que existe en el papel atrapado entre las fibras.
Algunos valores normales de densidad aparente del papel en gramos por centímetro cúbico van de 0.5 en papeles voluminosos hasta 0.75 para papeles con alto número de uniones (más comprimidos) como el bond, algunos papeles como el couché y el glassine, tienen densidades de 1.0 gramos por centímetro cúbico o mayores. La celulosa tiene una densidad de 1.5 lo que indica que la mayoría de los papeles no recubiertos, contienen más del 50% de aire.
Una vez que hemos visto lo que es el papel, su origen, forma de manufacturarse y tipos de papel, procederemos a ver cual es la relación que guarda con la impresión de dactilogramas, quirogramas y pelmatogramas latentes y los diferentes reactivos que existen para poder hacer a estas visibles al ojo humano.
Retomando algunos aspectos anteriormente vistos recordemos que las huellas dactilares, palmares y plantares son, hasta hoy irrefutables identificadores de las personas, resulta realmente difícil que quién ha estado en un lugar pueda borrar por completo los rastros que su presencia ha dejado.
El delito perfecto (muy a pesar de los avances técnicos empleados por la delincuencia) sólo existe en la medida en que subsisten la imperfección en los métodos investigativos y la falta de elementos apropiados para revelar las pruebas indiciarias. Dentro de la técnica policial revelar huellas lofoscópicas constituye una prueba definitoria o irrebatible de la presencia del delincuente en la escena de un delito determinado.
Las pericias de identidad preparadas con base a ellas, que se fundamentan en principios científicos irreversibles, hacen plena prueba de sus conclusiones. Muchos fallos judiciales, la doctrina y la jurisprudencia, lo demuestran con frecuencia alentadora.
Se puede hallar restos papilares visibles y/o latentes, los primeros los observarán, como es lógico a simple vista en el caso que el delincuente hubiera manchado sus manos o pies con sangre, pintura, grasa, o cualquier otro colorante o sustancia arcillosa que permita dejar sus huellas en ella.
Los rastros latentes son producidos por las glándulas sudoríparas y sebáceas al excretar su contenido por los poros, de manera tal que se reproducirá fielmente el dibujo papilar en la zona que se haya apoyado.
Las huellas visibles se transportarán al laboratorio, si el o los objetos que las contienen, no pudieran transportarse, se procederá al fotografiado directo, para su posterior revelado por el técnico apropiado, se debe practicar en primer lugar un minucioso examen de la escena del crimen, tratando de reconstruir el camino seguido por el delincuente de principio a fin. Para ello se valdrá de las constancias sumarias o del relato de la victima, pero más que nada de las deducciones que su propia observación le aconseje al perito.
No debemos olvidar, que por más acucioso e inteligente que sea el delincuente, siempre tendrá un momento de distracción en el cual dejará estampada su personalidad física.
Como ya hemos visto, las huellas lofoscópicas son las que resultan del contado del pulpejo de los dedos, las palmas de las manos o plantas de los pies con la superficie de un objeto, cualquiera que sea y dependiendo de la presión que se lleve a cabo sobre esta superficie, de la naturaleza del cuerpo tocado, y de los materiales o substancias colorantes impregnados sobre la piel, se tienen los siguientes tipos de rastros:
Rastros Latentes: El revelado, fotografía y recolección de huellas lofoscópicas en el lugar de los hechos, donde se cometieron actos presuntamente delictivos, forman parte de una identificación lofoscópica, cuyo objetivo es revelar las huellas latentes, con el fin de hacerlas visibles, de manera que se les pueda conservar y comparar, ya que este tipo de rastros son aquellos que son producidos por la secreción natural de los poros de la piel y que a simple vista no se observan. Con el objeto de hacer visibles estos indicios se utilizan diversos reactivos y soluciones químicas que más adelante se detallarán. Cuando una huella es visible a simple vista, hay que fotografiarla antes de cualquier intento para su traslado al laboratorio. Este tipo de huellas pueden encontrarse sobre objetos tales corno: superficies lisas, pulimentadas, vidrio, madera barnizada, madera laqueada, papel, metales, plásticos, etc., y para su revelado se requiere de algún reactivo.
Rastros Bajorrelieve: Este tipo de rastros se encuentran en materias blandas, endurecidas o ambas, pero por la secreción emanada de los poros se resaltan las eminencias papilares, pudiendo estudiarse en estas las salientes de las crestas, y sus depresiones con facilidad. Este tipo de rastros se encuentran, por ejemplo sobre bloques de cemento, yeso, lodo, arena, no requiriendo de ningún reactivo para su estudio, ya que las salientes pueden apreciarse a simple vista, y con la ventaja de que al secar estos materiales, queden impresas definitivamente, si al imprimir la huella estos materiales se encontraban frescos.
Impresiones Visibles: Estas impresiones son visibles cuando la piel se encontraba impregnada de substancias colorantes, o cuando la superficie tocada, estaba recién pintada, o barnizada, y que por dichas circunstancias se observa el dibujo papilar, y debido a la multitud de detalles que integran el dibujo, es conveniente reactivarlos para un mejor estudio. Este tipo de rastros se encuentran en superficies tales como: papel, madera, metal, vidrio, cuero, piel humana, etc., llevando a cabo la impresión con sustancias colorantes, ya sean sólidas, o liquidas, tales como sangre, pintura, tinta, etc.
Tenemos así que para el revelado de huellas latentes existen dos métodos básicos o principales: físico y químico, respectivamente. Los primeros se caracterizan porque en su mayoría son reveladores que se presentan en polvo; mientras que los segundos se dividen en líquidos y gaseosos, aunque hay que recordar que no son los únicos, ya que por ejemplo el revelado a partir de técnica láser, por sus características, no coincide en ninguno de los dos métodos antes mencionados.
5.2. Reactivos y soluciones para revelado lofoscópico
5.2.1. Reveladores físicos pulverulentos
Como ya se expuso, el sudor al ser secretado contiene agua y otras sustancias. El agua tiene por resultado que se aproveche la utilización de ciertos polvos, principalmente hidrofilillos, en el revelado de huellas latentes lofoscópicas.
Tenemos así que dentro de los primeros esbozos del revelado de huellas latentes, los técnicos o personas encargadas de realizar tal trabajo, se veían en la necesidad de preparar sus propios polvos reveladores. Esta técnica tenía varios inconvenientes, ya que esos polvos eran utilizados indistintamente para el revelado de todo tipo de huellas. Con el paso del tiempo la práctica, la necesidad y el desarrollo de nuevos productos, fueron los indicadores o detonantes para utilizar diferentes polvos para cada caso en particular, puesto que éstos fueron haciéndose selectivos y especializándose para ciertos materiales y/o soportes de huellas lofoscópicas.
Dentro del incipiente uso de polvos para revelar huellas latentes sobre superficies claras, fue muy usado para este fin el polvo negro de humo y el carbón molido muy fino; para las superficies oscuras el polvo de grafito y ceniza de tabaco, entre los principales.
A medida que las técnicas de revelado fueron progresando, se perfeccionaron los reactivos para el revelado de huellas latentes. Los comercios dedicados a la venta de objetos utilizados en los servicios policíacos y de identificación forense fueron ofreciendo a la venta diferentes tipos de polvos, en variados colores, muchos de ellos excelentes reveladores.
a.) Negro de humo
Desarrollado en 1936, el polvo original Negro de humo (Lightning Black) es conocido por su color negro-carbón y por su propiedad de adherirse a la huella latente, pero no al fondo de la superficie. Es un polvo pesado que no flota en el aire y no ensucia al técnico así como a la impresión. El polvo negro de humo es recomendado para la mayoría de situaciones de revelado de huellas, su aplicación puede realizarse con una brocha de fibra de vidrio o una brocha de pelo de camello. Este polvo negro ha sido el polvo de elección por parte de muchos técnicos en huellas latentes y lofoscopistas por más de sesenta años.
Este polvo es muy sensible al contacto por lo cual debe manejarse cuidadosamente debe usarse seco y libre de partículas oleosas, las cuales al reactivar huellas formarán manchas compactas que inutilizaran la huella; también se caracteriza por ser volátil y ennegrecer demasiado los fondos, por lo que para su uso se recomienda mezclarlo con tres partes de cuarzo pulverizado y cuatro partes de licopodio, que le darán consistencia, produciendo el contraste deseado sobre blancos o claros sin producir demasiado color que impida que pueda apreciarse el rastro sobre superficies claras o blancas tales como: vidrio, metal, papel, madera, etc.
Figura: Polvo negro de humo.
b.) Polvos blancos
El polvo Blanco (Lightning White) es útil cuando se desea tener un gran contraste sobre una superficie oscura. Se debe usar siempre la misma brocha de fibra de vidrio en la aplicación del polvo blanco para evitar la contaminación de ésta con otros polvos de colores. Se aplica el polvo Blanco sobre la superficie y se levantan las huellas del mismo modo que se haría con el polvo negro. Sin embargo, cuando se levanta una huella revelada con cinta (tape transparente) o con un acetato, se debe utilizar una tarjeta o acetato con fondo negro.
Los polvos en color blanco son útiles para hacer revelados sobre fondos negros o cristales; "un buen polvo blanco se puede preparar con dos onzas de plomo blanco, y media onza de polvo de yeso francés." Es muy importante tener siempre en cuenta que el plomo puede producir envenenamiento al ser absorbido por el organismo. Comercialmente no se fabrican polvos que contengan una base de plomo debido a su peligrosidad. Tampoco están siendo preparados comercialmente polvos que contengan mercurio, ya que este metal se vaporiza a la temperatura ambiental, resultando altamente tóxico.
Figura: Polvo blanco.
c.) Sangre de drago
Se cuenta también para revelar huellas latentes con un polvo sumamente útil, el cual recibe el nombre de "Sangre de Drago" o "Rojo de Drago"; éste se obtiene de la resina de un árbol que se pulveriza muy finamente; su uso no se limita exclusivamente al especto del revelado lofoscópico, pues es utilizado también en la manufactura del grabado del zinc. Una de las grandes ventajas que representa el utilizar sangre de drago es que, al aplicarle calor una vez que se ha revelado alguna huella lofoscópica latente, se tendrá su conservación por mucho tiempo.
Figura: Polvo sangre de drago.
d.) Polvos fluorescentes
Cuando se presentan huellas latentes sobre fondo multicolor, tales como marquillas, portadas de revistas, etcétera, lo indicado es utilizar un polvo fluorescente. Su aplicación es idéntica a los polvos convencionales y posteriormente de polvoreados los objetos, se llevan a un cuarto oscuro exponiéndose a luz ultravioleta. En caso de existir huellas, estas fluorescen al someterse a este tipo de luz y puede ser fotografiada en la oscuridad. Una de sus ventajas es que los colores del fondo no aparecerán en la fotografía.
Figura: Polvos fluorescentes.
e.) Polvos magnéticos
Los Polvos Magnéticos para huellas latentes son similar en apariencia a los polvos normales, pero contienen un metal por lo que se adhieren a un imán. Cuando se introduce un aplicador magnético dentro del frasco de polvo, este se congrega en la punta del aplicador y toma la forma de una "brocha". Cuando se termina de aplicar el polvo, se sostiene el aplicador encima del frasco y con un pequeño jalón en la parte alta del aplicador se alza el imán, dejando caer el polvo en el frasco. Por esta razón se gasta una pequeña cantidad de polvo en cada aplicación.
El frasco de boca ancha evita el derramamiento de polvo al momento de guardar grandes cantidades del mismo acumuladas en forma de pelotas en la punta del aplicador magnético. Se recomienda la aplicación de polvo magnético sobre superficies de papel, papel brillante (tales como portadas de revistas), pañuelos desechables, madera áspera o pulida, piel, plásticos, vidrio, y caucho. Trabaja excepcionalmente bien sobre cubiertas de plástico después que han sido tratadas con cianoacrilato. Este tipo de polvos contienen diminutas fracciones imantadas que se aplican con un pincel igualmente imantado.
Figura: Polvos magnéticos.
El descubrimiento de la brocha o aplicador de polvos magnéticos se le atribuye a Herbert L. MacDonefi; se considera un medio efectivo para el revelado de huellas latentes sobre papel, vidrio, plástico y superficies en general no metálicas.
Figura: Pinceles, aplicadores o brochas para polvos magnéticos.
Los polvos magnéticos son un revelador apropiado para superficies rugosas y porosas, siempre que reúna las condiciones mínimas de limpieza. Los colores que suelen utilizarse son el "plata" para lugares oscuros, el "gris" para áreas coloreadas ligeramente, el "negro" en dos tonos (negro para sitios de cuero y plástico y negro azabache para papel), "especial oro" para zonas de aluminio o cuero y color "especial blanco" empleado en los mismos soportes que el carbonato de plomo.
Entre las ventajas de este revelador están que apenas deja residuos alrededor de la huella revelada. Son reactivos limpios en contraposición a uno de los alternativos: el "Negro de Marfil". En algunas superficies metálicas proporcionan resultados óptimos (a pesar del problema, más teórico que real, que representa la atracción imán-metal). Uno de sus inconvenientes es su ineficacia en el revelado de huellas producidas con cierta antigüedad (salvo en el caso de soportes metálicos o bien de porcelana), otro inconveniente es que su aplicación se dificulta en soportes verticales.
El costo, en caso de utilizarlos como revelador preferente, sería muy elevado debido al alto precio de los polvos propiamente dichos (no del ingenio mecánico que permite su aplicación), y ello en base a que, si bien en teoría deberían ser recuperados en su mayor parte, en la práctica la pérdida que su aplicación origina es importante.
f.) Otros reactivos con presentación en forma de polvo
Hay además de los antes descritos, una cantidad importante de polvos que han sido ensayados y utilizados en el pasado, así como productos nuevos con gran éxito técnico, entre los que destacan los siguientes: Antraceno (polvo fluorescente), Rojo Sudán, Ceniza, Negro marfil, Azul de metileno, Bermellón, Bióxido de manganeso, Oxido de plomo, Oxido rojo de mercurio, Oxido de cobalto, Minio, Grafito, Sulfato de calcio, Calomel, Yeso, Óxido férrico, Polvo de oro, Kaolín, Carbonato de plomo, Sulfato de plomo, Licopodio, Carbonato de magnesio, Nitrato de mercurio, Óxido de magnesio, Potasio, Óxido cúprico, Talco, Sulfuro, Óxido de zinc, Betún de Judea, Cloruro de plata, Dióxido de titanio, Pardo bismark, Ácido pardo, Fucsia, Cerusa, Vesubina, etcétera.
Figura: Reactivos pulverulentos.
Cabe aclarar que en la lista anterior sólo se mencionaron algunos de los más conocidos reactivos, existiendo una cantidad sorprendente de componentes en polvo para su uso en lofoscopía. Para la aplicación de polvos en el revelado de huellas latentes, se usan con muy buenos resultados las brochas de pelo de camello, con cerdas de dos a tres pulgadas de largo. No es recomendable el uso de brochas con cerdas cortas ya que se corre el riesgo de alterar o inutilizar la huella.
5.2.2. Aplicadores de reactivos en polvo
a.) Brocha de fibra de vidrio
Esta brocha se distingue por no contener fibras gruesas ni aceites naturales, se suaviza con el uso, y es mucho más resistente al desgaste que otras brochas. La brocha de fibra de vidrio fue desarrollada en todo el mundo para la aplicación de los polvos utilizados en la investigación de huellas latentes. Las características excepcionales de la brocha son su larga vida, su capacidad para tomar y retener grandes cantidades de polvo y el hecho de que las puntas de los filamentos se hacen más suaves con el uso.
Figura: Brocha de fibra de vidrio.
b.) Brocha de pelo de camello
En vez de utilizar una brocha de fibra de vidrio para la aplicación de polvos, algunos expertos o peritos prefieren las brochas de pelo de camello. Las brochas de pelo de camello pueden emplearse para la aplicación de polvos (no magnéticos) de todos los colores.
Figura: Brocha de pelo de camello.
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