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Alberto Olmedo. La Sonrisa en tiempo presente (página 2)


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Era un programa de sketchs. Algunos de los más recordados fueron "El Arbolito" protagonizado por Joe Rígoli, Julio López y Tino Pascali, en el que Efraín Troncoso (Rigoli) sufría eternos problemas burocráticos para que le permitieran plantar un árbol frente a su casa. Otro era "Los Jubilados" con Nelly Lainez, Guido Gorgatti, Tincho Zabala y Vicente Rubino, en la que un grupo de jubilados se contaban historias entre si en el banco de una plaza y uno se jactaba de la cantidad de beneficios que conseguía su hija aunque posteriormente se deducia que eran devoluciones a otros favores que esa chica ejercía con su cuerpo. Otro era "La mordida" con Marcos Zucker, en donde un artículo tan común como una lamparita podía terminar costando varios millones de acuerdo a los sucesivos encargos que se hacen los distintos personajes a lo largo del sketch provocado por las comisiones que cada uno le iba agregando al insumo.

Otros de los integrantes de este programa eran: Rafael Carret (integrante de Los 5 Grandes del Buen Humor, quien además recibía el apodo de "Pato" Carret), Delfor Medina, Carmen Vallejo, Tono y Gogo Andreu, Carlos Scazziotta, Pepe Díaz Lastra, Oscar Viale y Gino Renni entre otros.

La idea y la producción artística eran de Hector Maselli, quien además fue uno de los libretistas junto con Jorge Basurto, Juan Carlos Mesa y Carlos Garaycochea.

Este programa ganó un Martín Fierro en 1969 como mejor programa humorístico y en 1982 tuvo una reedición con el mismo elenco y a color.

Hacia 1960 la televisión gana mas terreno y los programas humorísticos ya pasan a realizarse en la pantalla chica. Esto se suma a las tareas de los comediantes en teatros de revistas.

En 1961 debuta en televisión un cómico que a esas alturas tenía una larga trayectoria en acrobacias y espectáculos circenses, así como en recitados de chistes picarescos: Pepe Biondi.

Luego de debutar en la televisión mexicana 9 años atrás, desembarca en Buenos Aires y, convocado por el empresario cubano Goar Mestre, hace "Viendo a Biondi" por Canal 13 en horario central los viernes a las 21,30 horas. El elenco lo integraban Pepe Díaz Lastra, Carlos Scazziotta, Carmen Morales y una adolescente Luisina Brando.

El programa constaba de breves sketchs basados en un humor familiar que logró notable nivel de rating, lo que lo llevó a estar 10 años en pantalla.

Pepe Biondi falleció pocos años después, el 4 de octubre de 1975 a la edad de 66 años. Fue uno de los más grandes cómicos argentinos.

Dos programas del año 1962 que merecen ser mencionados son "Telecómicos" en donde participaron Juan Carlos Calabró, Alfonso Pícaro y Cuchuflito y el programa uruguayo "Telecataplúm".

Telecataplúm fue un programa que se emitía por Canal 12 de Montevideo. Integrado por un conjunto de jóvenes actores polifacéticos sin experiencia previa en programas humorísticos. Integraban el elenco Ricardo Espalter, Eduardo D´Angelo, Raimundo Soto, Alberto Monteagudo, Henry Trayles y Gabriela Acher entre otros. La orquesta del programa se llamaba Los Chicago Strompers actuaron en el programa, entre ellos, dos que resultaron ser muy buenos comediantes: Julio Frade y Heber Hugo Carambula, conocido por su seudónimo Berugo Carambola.

El éxito del programa, basado en un humor que apelaba a la inteligencia de quienes lo veían aprovechando la gran capacidad interpretativa del grupo, hizo que pronto se difundiera también en Argentina por los canales 13 y 11.

El programa varió su nombre y mínimamente su estilo y su elenco y se siguió difundiendo durante las décadas siguientes. Comicolor, Hiperhumor (muy popular en los 80), Hupumorpo y Decalegrón fueron los nombres con que la idea original de Telecataplum fue viéndose en pantalla los años siguientes. En 1988 se fusionaron con el elenco del programa de Olmedo para hacer "Shopping Center" de efímera duración.

Otros cómicos que merecen ser mencionados y que brillaron en la radio, la televisión y el cine a partir de las décadas del 50 y 60 son:

Juan Carlos Altavista: Su interpretación más recordada fue el personaje Minguito Tinguitella. Una creación del guionista Juan Carlos Chiappe que apareció originalmente en la radio a fines de los 50 y posteriormente brilló en el programa televisivo "Polémica en el Bar" y en películas de la década del 80 en colaboración con Juan Carlos Calabró y con Carlitos Balá. El personaje estereotipaba al hombre de pueblo, bueno, descuidado en su apariencia, hincha de futbol y descendiente de inmigrantes italianos.

José Marrone: Cómico, payaso e improvisador. Se destacó en el teatro de revista y en la radio. Posteriormente hizo programas para público infantil como "El Circo de Marrone". Sus muletillas eran "Cheeeee…", "Me saco el saco, me pongo el pongo" y cuando se asustaba la expresión "¡Mamita querida!". Registró varios discos humorísticos y protagonizó un importante número de películas entre 1949 y 1980.

Fidel Pintos: Actor y humorista. Su personaje mas recordado es el del "Sanatero" popularizado en televisión en la década del 60. Hacia 1950 daba vida a los personajes Churrinche y Mesié Canesú desde los micrófonos de Radio Callao.

Fue un pionero de la comedia picaresca y brilló en teatro de revista y en cine, además de sus recordadas intervenciones en televisión en los sketchs de "Operación Ja Ja" Polémica en el Bar y La Peluquería de Don Mateo.

Juan Verdaguer: Humorista uruguayo nacionalizado argentino. Realizó actividades circenses en distintos países de Latinoamérica y para la década del 50 debutó en el escenario del Teatro Maipo haciendo teatro de revista. Participó en 11 películas.

Francisco Pablo Quiroga Soria ("Don Pelele"): Actor argentino que integró el programa radial "La Cruzada del Buen Humor" en la década del 40. Formó dúo con Alfredo Barbieri en teatro de revista y participó con él en varios programas de televisión.

Desde 1952 participó en varias películas picarescas, donde siempre hizo personajes humorísticos y en algunos casos hasta interpretó canciones.

Con Olmedo y Porcel trabajó en el film "Los Doctores las Prefieren Desnudas" de 1973.

Dringue Farias: Su verdadero nombre era Juan Manuel Farias Torterolo. Su especialidad eran las imitaciones y se desempeñó en el teatro de revistas. En teatro compartió cartel con figuras como Olinda Bozán. Hizo cine entre las décadas del 20 y el 70 en donde tuvo la posibilidad de trabajar con Libertad Lamarque, Alita Román, Marcelo Ruggero, Susana Canales, Enrique Serrano y Tito Gómez entre otros.

Fue pionero en la televisión y en la comedia "Caras y Morisquetas" trabajó con Landrú en guiones y con Tato Bores. También participó en "La Familia GESA" y protagonizó "La Revista de Dringue" en Canal 13 estando al aire varias temporadas.

Eddie Pequenino: Fue comediante, así como también trombonista y cantante de jazz y rock´n´roll. En este último género musical fue pionero en nuestro país como vocalista del grupo Mr. Roll y sus Rockers en el año 1956. Un año después debuta en el cine en la película "Venga a bailar el rock".

A comienzos de la década del 60, paralelamente a sus actividades musicales como integrante de El Club del Clan y director de orquesta del programa Domingos para la Juventud, empieza su carrera como humorista interpretando a Don Mateo en Operación Ja Ja, en el sketch La Peluquería de Don Mateo.

Trabajo en veinte películas y con Olmedo participó componiendo personajes en "No toca botón" durante los 80.

En 1981 Gerardo Sofovich reedita en televisión "Polémica en el bar" como programa independiente y "Operación Ja Ja", programa ideado junto con su hermano Hugo en la década del 60, que ahora se basaba principalmente en el sketch "La peluquería de Don Mateo" protagonizado por Jorge Porcel y que incluía la participación de Rolo Puente, María Rosa Fugazot, Adriana Brodsky, Carmen Morales, Luisa Albinoni, Amalia González, Noemí Alan, Carlos Russo y Miguel Ángel Cherutti. El elenco del programa se completaba con Silvia Pérez, Pablo Codevilla y Willy Ruano.

Por aquellos años, en la década del 80, el humor también llegaba a la casa de la gente desde la pantalla chica por medio de programas ómnibus que incluían la participación de artistas del género. Es el caso del exitoso programa conducido por Juan Alberto Badia los días sábados por la pantalla de Canal 13 titulado "Badia & CIA.". Allí actuaban Paolo El Rockero (cuyo éxito se extendió a algunas participaciones en cine y en futuros programas televisivos en la década del 90) y de Esteban Mellino quien daba vida a otro personaje inolvidable de esos años: El Profesor Lambetain.

También se difunde por televisión el humor de Luis Landriscina, basado en cuentos sobre los argentinos que viven en el interior del país, principalmente en zonas de campo. Otros humoristas de esa época son El Negro Álvarez y Hugo Varela entre otros.

Juan Carlos Calabró ya llevaba más de 15 años trabajando en radio, teatro, cine y televisión cuando a fines de los 70 protagoniza por la pantalla chica un programa de sketchs cómicos llamado "Calabromas". Este programa tuvo gran suceso a mediados de la década del 80 de la mano de personajes como "Johnny Tolengo" (un ídolo de la canción que usaba tapados y exuberantes anteojos de diversas formas), "Gran Valor" (uno de los personajes favoritos del actor cuyo éxito se trasladó al cine) y el verborrágico, entrañable y fabulador "Anibal, un pelotazo en contra".

Durante los 80, en el cine, protagonizó películas junto a Juan Carlos Altavista (Minguito), Carlitos Balá y Tristán y en la década del 90, en dupla con Antonio Carrizo, protagonizó el sketch televisivo "El Contra" con gran éxito. También grabó simples y un disco de humor por el sello Verde.

Un programa humorístico que empieza a ser emitido semanalmente a finales de la década del 80 por Canal 13 es "Stress, su casa de descanso", protagonizado por Emilio Disi, Dorys Del Valle, Juan Carlos Thorry, Irma Córdoba, Katja Alemann y Gladys Florimonte. Posteriormente se llamó Stress Internacional y finalmente, en los 90, la dupla Disi-Del Valle encabezó otro programa de sketchs humorísticos llamado "Pizza Party".

En 1986, por ATC (Argentina Televisora Color) empieza el programa "La noticia rebelde", en el que se leían las noticias de diarios y revistas y posteriormente los conductores realizaban sus apreciaciones sobre las mismas. Tres de las personas que se encargaban de llevar adelante el programa son nombres que hoy nos son absolutamente familiares: Jorge Guinzburg, Adolfo Castello, Nicolas Repetto, Raúl Becerra y Carlos Abrevaya. El programa continuó al aire por tres años más, con algunas variaciones en el equipo, para finalmente ser levantado por el entrante presidente Carlos Menem en el año 1989.

También por ATC, en 1988, debutaron otros dos programas de humor:

Uno protagonizado por el actor Antonio Gasalla llamado "El Mundo de Antonio Gasalla", compuesto por sketchs en los que Gasalla daba vida a diversos personajes (en muchos casos mujeres) que afrontaban diversas situaciones. Este programa consagraría definitivamente a Gasalla ante el gran público. Además de representar a "Mama Cora" (aquella abuela querible aunque algo ida que le significó un rol protagónico en el film Esperando la carroza de 1985) en los años siguientes dio vida a La Maestra Noelia, Soledad Dolores Solari, La Empleada Pública, La Nena y otras creaciones que, en cierta similitud con Olmedo, también fueron asimilados y recordados por el gran público.

Para comienzos de los 90 Gasalla introduce en la televisión a algunos artistas provenientes del under teatral de los 80, actores humoristas que habían actuado en lugares de la noche de Buenos Aires como el Parakultural o Cemento; Humberto Tortonese, Alejandro Urdapilleta y Batato Barea.

El otro programa de 1988 fue "Noti Dormi", conducido por Raúl Portal y que se mantuvo dos años en el aire. Este programa inauguraba con éxito el horario de la medianoche en la televisión, haciendo un buen nivel de rating y abriendo el camino para que otros programas como "La TV Ataca" conducido por Mario Pergolini o "Video Match" con Marcelo Tinelli hicieran lo propio en la entrante nueva década.

En la era Post-Olmedo, y ya comenzada la década del 90, aparece en la pantalla de America TV el programa de humor poco convencional, de tinte absurdo y surrealista "De la Cabeza" protagonizado por Alfredo Casero, Favio Posca, Rodolfo Samsó, Fabio Alberti, Mex Urtizberea y Diego Capusotto. Este programa daba nuevos aires al humor en la televisión argentina. Lo componían sketchs en los que se veían a singulares personajes en situaciones a veces difíciles de describir, o en parodias a determinadas personas. Al separarse del grupo Favio Posca, los demás integrantes formaron el programa Cha Cha Cha de similares características por el mismo canal y sus emisiones se extendieron al año 1997. Posteriormente sus miembros continuaron carreras en radio y televisión, algunos logrando verdaderos sucesos como Fabio Alberti y Diego Capusotto con "Todo por dos pesos" (1999-2002) o el propio Capusotto en dupla con Pedro Saborido en "Peter Capusotto y Sus Videos".

Finalizando esta sección dedicada al Marco Histórico hago mención a otro gran actor y comediante argentino de gran éxito a quien en más de una ocasión quisieron señalar como un "sucesor de Olmedo". Hablo de Guillermo Francella, nacido en Buenos Aires en 1955. Que en 1973 actuó de extra en la película "Los caballeros de la cama redonda" y que a mediados de la década del 80 comenzó a ser muy popular por su participación en películas de humor picaresco como "Las colegialas se divierten", "Camarero nocturno en Mar del Plata" y otras de humor más familiar como "Johnny Tolengo El Majestuoso", "Los pilotos más locos del mundo" y para 1989 con su co-protagónico junto a Emilio Disi en "Bañeros II, La playa loca". Ese mismo año filmó la primera película de la saga de Los Exterminators (hasta 1992 serian cuatro en total) que le significó uno de los éxitos mas grandes de su carrera.

En televisión se destacó en programas como "De carne somos" (1988) o Los Benvenuto, una comedia familiar que se emitía los domingos en las primeras horas de la tarde entre 1991 y 1995 por Telefé.

Otros de sus programas más recordados de la década del 90 son "Brigada Cola", "Naranja y Media" y "Trillizos dijo la partera".

Francella se hizo reconocido por su aspecto (ojos azules, sonrisa amplia y bigotes) y una serie de gestos y exclamaciones que se convirtieron en su marca de fábrica. En una anécdota que le escuche contar en un programa de radio durante la segunda mitad de la década de 2000 decía que unos días atrás el estaba haciendo un asado para agasajar a sus hijos y algunos amigos que estaban de visita y que en un momento comenzó a notar que los amigos le decían algo a los hijos, pero por lo bajo con timidez lo cual les causaba gracia. Francella no le dio mucha importancia a esa situación la primera vez pero al ver que se repetía unos minutos después se animó a preguntar que estaba pasando, de que se reían y fue ahí que le contestaron "Me piden que te diga si les podes hacer aquel gesto que haces en la película, que les causa mucha gracia…"

En el año 2001 volvió a protagonizar un gran éxito en la televisión con el programa "Pone a Francella", el cual llegó a tener dos temporadas y varias repeticiones en años posteriores, además de acrecentar su imagen en otras latitudes como Cuba y Centroamérica. Este programa cómico se componía principalmente de sketchs y Francella encarnaba a diferentes personajes.

Los comentarios sobre una imitación a Olmedo en este programa se produjeron principalmente por dos sketchs: "La Nena" y "Sambucetti".

Si bien el personaje de La Nena (interpretado con la modelo Julieta Prandi) se asemejaba más a la película "Belleza americana" del director Sam Mendes, estrenada en 1999, algunos identificaron la relación seductora entre esa adolescente amiga de colegio de su hija con Arturo (Francella) como una recreación de Adriana Brodsky (La Bebota) cuando, inconcientemente, provocaba el desborde del Manosanta (Olmedo) al contarle cada semana una historia nueva en la que los hombres la rechazaban y ella se quedaba sola.

Quizás era mas clara la reminiscencia de "Rogelio Roldan, Jefe de cadetes" en el personaje Sambucetti, ese tímido empleado que semana tras semana era acosado por su jefa, la señora De Roble (Florencia Peña) y que se retiraba avergonzado, mirando a cámara agradeciendo no haber perdido el trabajo. Roldan era acosado por el personaje de Susana Romero, la esposa de John Patrick Bartolomiu (Adrián "Facha" Martel), cada vez que su jefe, el alemán Her Holls (Vicente La Russa) lo mandaba a hacer firmar un contrato con algún proyecto absurdo. También los anteojos y pelucas de ambos personajes se parecen bastante, sin contar el latiguillo "¿Es necesario?", que Roldan le decía a Her Holls cunado éste le iba a contar un chiste y que Sambucetti le dice a la Sra. De Roble cuando ella le pide que vaya a buscar una caja con la ropa con la que quiere que su empleado se disfrace.

Podríamos cerrar esta parte con una reflexión que hizo por aquellos años Adriana Brodsky al respecto del sketch de La Nena "Pueden haber otras nenas o bebotas, lo que no va a volver a haber es otro Olmedo".

Marco teórico

El libro "Queríamos tanto a Olmedo" publicado en el año 1991 por Periodismo por Periodistas Ediciones se inicia con tres citas textuales que tienen muchísimo que ver con la pregunta a la que pretendo dar respuesta a medida que se desarrolla la investigación.

La primera cita corresponde a Macedonio Fernández (escritor argentino 1874-1952) y dice así "La muerte que hay en los olvidos es la que nos ha llevado al error de creer en la muerte personal. Pero esa creencia es debilísima; por eso hacemos mucho mas por no ser olvidados que por no morir"

La segunda le corresponde a Fidel Pintos, a quien mencioné en el capitulo anterior y que es interesante acotar que fue una especie de "padrino artístico" de Olmedo, una persona a la cual quiso mucho. Por su parte el rosarino sentía aprecio y admiración por Pintos.

La cita del libro refiere a una reflexión del "Sanatero": "Escúcheme. Usted agarra una cebolla, la pica y se pone a llorar… Tráigame usted una hortaliza que me haga reír"

La ultima es una respuesta del propio Alberto Olmedo hacia alguien que le pregunta que es lo que quiere que quede de el. "¿Qué quiero que quede de mi? Una estatua a mis manos en la calle Corrientes, para que miren y digan "Chau Negro" Nada más…"

Podríamos estar haciendo un gran avance en la búsqueda de la respuesta a través de este certero comienzo de aquella investigación ideada y coordinada periodísticamente por Sergio Ranieri.

Por empezar, esta claro que la muerte de un artista, como es el caso de Olmedo, no significa un punto final a su historia ya que quedan películas, personajes, frases que van a seguir siendo vistas, escuchadas o repetidas. Las personas que veían los viernes a la noche "No toca botón" en los 80, posteriormente habrán comentado con sus hijos 10 o 15 años después lo mucho que se divertían con ese programa. Esos chicos podrán buscar alguna filmación o los propios padres podrán haber comprado alguno de los DVD de las películas o los programas de Olmedo y los chicos pueden reírse de los mismos chistes que dos décadas atrás habían provocado la alegría de sus padres.

En otro caso podrá ser que alguna persona de 15 años encuentra en YouTube algún video y se engancha y quiere ver más. O alguien que vio una foto, o que escuchó un comentario. En fin, son muchas las variantes que llevan a que un actor, escritor, pintor siga generando nuevas sensaciones aún cuando no está presente físicamente.

El caso de la vigencia o el "no morir" de Olmedo se puede explicar un poco mejor con la reflexión de Fidel Pintos; ¿Qué provocaba Olmedo? Risa, alegría, porque era humorista. ¿Es necesaria la risa y la alegría? Si, y mucho y lo fue en la época de los cómicos que precedieron a Olmedo, lo siguió siendo durante toda la etapa en que estuvo en TV, cine y teatro (60, 70 y 80s) y naturalmente lo siguió siendo después.

En el caso de Olmedo, siempre se mantuvo en el gusto de la gente con un personaje o en dupla con otro actor a lo largo de tres décadas. En los 60s El Capitán Piluso y Rucucu, en los 70s su dúo con Porcel y en los 80s hay varias opciones pero seguramente el Manosanta o Borges, aquel verborrágico periodista que esperaba eternamente ser atendido por el gerente y que se entretenía hablando de temas generales y delirios varios con Álvarez, Javier Portales, están entre los favoritos.

Es decir que "su vida siempre estuvo cerca" de la gente (como dice Fito Páez en su tema de Piluso) y por eso es que hay algo con él que perdura.

Volvamos al libro de 1991 sobre Olmedo. Nótese que no habían pasado muchos años del final físico del actor (3 años) y ya se le hacia un homenaje.

En sus páginas 4 y 5 se transcriben testimonios de algunas personas que disfrutaron de sus programas y sus personajes. Brevemente recorremos parte de algunos de esos testimonios.

"Parece mentira que puedas querer a alguien que no conoces, pero cuando se murió sentí que algo irremplazable se había ido, fue un bajón…" Mariela, 28 años. Desempleada

"Fue el único artista argentino que me hizo reír…" Pablo, 33 años. Bioquímico

"El mejor personaje de todos era Borges, debe ser porque los argentinos somos así" Facundo. 24 años. Estudiante de abogacía

"Olmedo fue el último cómico bueno que tuvo la Argentina. En este momento no hay nadie que lo reemplace" Osvaldo. 50 años. Comerciante

"A mi me divertía muchísimo y a mis niños también. A veces decía algunas palabras subidas de tono pero lo tomábamos bien porque era Olmedo. Ahora, cuando veo sus películas me alegra muchísimo pero también me da pena, porque se que no nos va a hacer reír mas" Gloria. 57 años. Presidenta de una entidad de bien público

Hay más testimonios pero creo que con estos tenemos una muestra de lo que sentían algunas personas que seguían a Olmedo. Podríamos venir hasta la actualidad, 20 años después de esos testimonios, y ver lo que la gente piensa hoy. Podemos hacer una rápida recorrida por algunos comentarios que dejó la gente en la página de videos YouTube..

"Negro querido, aún hoy. ¡Te extraño!" Comentario en video Álvarez y Borges. Junio 2011

"Negro como vos ninguno, gracias de? corazón" Comentario en video El Manosanta. Abril 2011

"Todavía escucho la risa de mi abuela… grande Negro" Comentario en video de Rogelio Roldán en octubre de 2011

"Deberían volver programas como los de Olmedo, Chespirito etc….no estos programas? idiotas que solo muestran ridiculeces…ejemplo Tinelli, parece un programa porno y no de entretenimiento" Comentario en sketch del Manosanta. Septiembre 2011

"Rogelio Roldan me hace recordar a "Sambucetti" el personaje de Francella en? su programa "Pone a Francella" aunque entre Olmedo y Francella no hay comparación,

Francella la mayoría de las veces queriendo parecerse a Olmedo pero demasiado realista y poca originalidad" Comentario en video de Rogelio Roldan. Abril de 2011.

Este último comentario, aunque en forma muy crítica, se refiere al actor Guillermo Francella, de quien ya hablamos finalizando el marco histórico de esta investigación. Veamos, mediante un testimonio publicado en el libro "El Negro Olmedo, Mi Viejo" del año 2009 que es lo que opina el protagonista de "Los Exterminators" y "El secreto de sus Ojos" sobre el capocómico rosarino.

"Fue alguien que me ha hecho reír y mucho. Tengo un gran recuerdo de él, lo disfrute tanto. Fui muy amigo de Javier Portales, su compañero en "Álvarez y Borges", del programa No toca botón, y gracias a él, a Javier, pude conocer mucho mas del Negrito, por las infinitas anécdotas que habían vivido juntos. Lo veía por televisión y lo que siempre me despertaba su imagen era una sonrisa. Tengo la mejor, la mejor imagen de él por siempre. Un enorme recuerdo de un grande"

El testimonio continúa pero con este extracto nos da una acabada idea de lo que piensa Francella de Olmedo.

Hay una foto de los 80 que resulta todo un testimonio de lo que eran las trasnoches de aquella época en las que Olmedo invitaba a su elenco y amigos después de las funciones a cenar y si el clima era propicio la noche seguía entre champagne, charlas y música. En esa foto de la que hablo se los ve a Olmedo y el cantante Alberto Cortez cantando a voz en cuello (probablemente alguna tonada española de las que tanto le gustaban al emulador de Rucucu) y por detrás de ellos, y con una mirada y sonrisa maravillada se lo ve a Francella. Quizás este testimonio podría complementar perfectamente la expresión que se le ve en esa foto.

El prologo de este libro, escrito por Marcelo Olmedo, está escrito por el periodista Rolando Hanglin y allí habla de una clase de personas que todavía no fueron mencionadas y que no deben estar afuera del marco de esta investigación: los detractores. Aquellos que en vida de Olmedo lo acusaban de "burdo", "chabacano" y otras cosas. El mismo Olmedo se burlo desde su programa en algunas ocasiones de esos calificativos.

Dice Hanglin:

"Me parece oportuno aclarar que no es cierto que Olmedo haya sido aclamado unánimemente hasta su muerte. El publico lo amo siempre, desde Piluso y Coquito hasta Operación Ja Ja y El Botón pasando por sus inolvidables películas con Jorge Porcel y sus extraordinarias temporadas en Mar del Plata, que aun hoy son record. El publico lo entendió, lo admiro, fue su cómplice y "le completaba las frases de memoria". La critica no, Alberto nunca fue comprendido por los intelectuales y críticos, que lo tildaron siempre de "chabacano" y "repetitivo". Esa es la verdad. La crónica ilustrada lo consideraba un Emblema de la Televisión Basura. A Olmedo nunca le importo: frecuentemente se divertía con el remoquete de "chabacano", que intercambiaba con Javier Portales, saliéndose del libreto como era su costumbre e intercalándolo con otros calificativos como "soez" o "inculto". Ahora bien, después de la tremenda muerte del Negro, al encontrarse con un autentico mito popular comparable con Gardel o Parravicini, los intelectuales se descubrieron admirando a Olmedo"

Este es un testimonio de alguien que vivió la época y que tuvo acceso a buena información por ser periodista.

En mi caso, al haber sido un chico por aquellos tiempos y solo tener algunos recuerdos de la imagen publica de Olmedo, me encuentro en ocasiones hablando con gente mas grande que incluso tuvo la posibilidad de conocer personalmente al cómico. Ante mi sorpresa lo que llegué a escuchar a veces (no siempre pero en un par de ocasiones) es que Olmedo se hizo famoso a partir de su muerte, que antes no era tan reconocido.

Declaraciones como esa se contraponen absolutamente a las decenas de revistas de época de los años 86, 87 y comienzos del 88 en donde claramente se habla de la Olmedomania. La segunda gran etapa en que el público se obsesionó en demasía con su persona

Repasemos lo que contaba el propio Olmedo en reportaje con Juan Alberto Mateyko en diciembre de 1987 a propósito de su momento de máxima popularidad en la etapa del Capitán Piluso.

"… recuerdo que era… avasallante la cosa. Nunca la había sentido tan profundamente ¿no? Tenía un auto muleto, ya saben lo que es un auto muleto: es un segundo auto bastante viejo por la entrada y salida porque recuerdo que había padres que me subían a los chicos arriba del techo, para saludarme, y bueno, me acostumbré a detenerme en la salida del teatro a pesar de que había muchísimas personas, siempre me detenía para saludaros, darle la mano a los pibes, firmar autógrafos, dejarme sacar fotos y se notaba. Vos sabes, que se nota mucho el cariño, cuando te quieren bien se nota mucho"

El propio Olmedo no podía dar crédito cuando una vez, ahora si durante la Olmedomania de los 80, paso con el auto una madrugada en compañía de su hijo Javier y vieron una gran cantidad de gente sobre una vereda haciendo cola a las 2 de la mañana. Dieron vuelta la esquina con el auto hasta descubrir que la fila desembocaba en la puerta del teatro en donde el cómico estaba haciendo temporada. Todavía sorprendidos por la situación, y para sacarse la duda, pararon el auto y Javier fue a preguntarle a la gente el motivo por el cual estaban esperando. Al instante volvió con la respuesta: efectivamente estaban haciendo cola, varias horas antes de que se abriera la boletería, para no quedarse sin su entrada para las funciones de una semana después.

Otra anécdota relatada por Javier Olmedo para el documental que originalmente transmitió History Channel y que posteriormente se publicó en DVD con el nombre "20 años sin el Negro", cuenta que a veces la gente por la calle le pedía al cómico si tenia fotos suyas para que se las firme, a lo que el cómico respondía extrañado "¿Cómo voy a andar yo con fotos mías?". Y agregaba Javier que Olmedo no se creía tan importante como para llevar fotos consigo. Para entender mejor esta anécdota cabe aclarar una cosa, ya que es una práctica que hace muchos años quedó en desuso; durante muchos años, sobre todo entre las décadas del 20 y del 80, los artistas más populares solían llevar consigo fotos publicitarias (por ejemplo si se trataba de un cantante de un lado traía una foto suya y del otro la lista de discos que había grabado y el sello que los distribuía) y fotos comunes por si se les pedía un autógrafo, para que el ídolo pudiera satisfacer a su admirador con un recuerdo firmado en una superficie mas elegante y artística que en un simple trozo de papel.

En plena gloria de rating y espectadores, durante el verano de 1987, la revista La Semana juntó para hacer un reportaje a Olmedo y a Porcel. Ese dúo de los 70 que seguía unido para hacer cine, aunque ya no teatro. Durante el año anterior a Porcel no le había ido bien en televisión por eso la nota apuntaba a analizar el éxito de uno y el momento no tan bueno del otro.

Dentro de esa entrevista Porcel expresa su opinión profesional sobre su compañero y amigo.

"Yo creo que Olmedo es un gran mimo. Es un hombre de gestos. Él habla con los gestos. Y además la gente se divierte con cosas que solo a él se le están permitidas"

En el libro "Queríamos tanto a Olmedo" toman otro testimonio personal. Solamente que la situación es distinta, se habla de alguien que ya no está y perdura el recuerdo. Un buen recuerdo.

"Nos divertíamos mucho en las filmaciones de las películas. Yo trabajé con el en dos. Alberto me insistió mucho para que aceptara porque como yo nunca confié en los libretistas, yo había rechazado muchas propuestas. Pero el Negro en el aspecto profesional también era un buen compañero, y muy organizado. Así que me convenció y hoy no me arrepiento, porque tengo el recuerdo de haber hecho con él dos lindas comedias.

Alberto consiguió de mi lo que nadie, me llevó al interior del país para actuar en una cancha de futbol. En otra oportunidad también viajamos para recibir un premio y los pasajes tuvimos que pagarlos nosotros. Una cosa de locos.

En una época fuimos muy compinches, y al final también pero no nos veíamos con asiduidad.

Hoy, dadas las circunstancias de la vida… Si hubiera sabido lo que iba a pasar a lo mejor hubiese tenido otra actitud. Yo lo quería mucho, y él a mí también. Una vez me dijo "Yo te quiero más a vos de lo que vos me querés a mi". Otro día llegó a mi casa con un encendedor DuPont de oro.

  • Tomá Tato, esto es para vos

  • ¿Con qué motivo?

  • Hace mucho que no te regalo nada.

Seguramente voy a decir un lugar común, pero era un amigo excepcional"

Estas palabras pertenecían, obviamente a Tato Bores y las dos películas a las que se refiere son "Amante para Dos", también protagonizada por Moria Casán y "Departamento Compartido" protagonizada junto con Graciela Alfano.

Otro grande del humor que lamentablemente ya no está físicamente, que se refirió a Olmedo en ese libro fue Roberto Fontanarrosa.

"Cuando acá nos ponemos a enumerar los orgullos de Rosario, obviamente primero aparece Olmedo. Después, por supuesto que vienen Fito Páez, Juan Carlos Baglietto, Adrián Abonizio, Quique Llopis, que además son todos hinchas de Rosario Central, aunque Olmedo aclaró alguna vez muy honestamente que no iba la cancha. No sé si hay un concepto entrañable de propiedad con él, porque era rosarino pero hizo su carrera en Buenos Aires. Hay un gran cariño, pero es un sentimiento parecido al que puede haber por algún artista porteño. En realidad, Rosario es muy similar a Buenos Aires, es un Buenos Aires en chiquito. Son dos ciudades portuarias, de inmigrantes, donde funciona mucho más el tango que el folklore. Rosario es una ciudad tipo club. Uno va a un bar y sabe que ahí se va a encontrar siempre con gente. Olmedo manejaba ese código de los amigos, del café, de la barra.

A mi me quedó eso de "Puta, tendría que haber charlado con él"

.Veamos que opinaba en marzo de 1988, todavía compungido por la reciente desaparición física del cómico, el Zar de la televisión, Alejandro Romay que por ese entonces era dueño del canal que transmitió la última temporada de No Toca Botón, el canal de la palomita: Canal 9 Libertad:

La anécdota se remonta hacia 1958, cuando Romay trabajaba en la radio y lo llamaron para hacer un programa en Canal 7.

"Yo estaba muy nervioso, porque todo era nuevo para mi. En eso se me acercó un switcher y me dio cuatro o cinco ideas. En menos de media hora hicimos el libreto. Fue un éxito y gracias a las ideas de ese switcher, que era Alberto Olmedo".

Ya tenemos un pantallazo de la opinión de algunos colegas y artistas, profundicemos ahora un poco más en la opinión de la gente. Ya leímos algunos testimonios de 1991 y otros de 2011, pero creo que una de las grandes muestras de admiración y vigencia (motivo de este trabajo) se vio en el año 2007 en un programa que se transmitió en ocho emisiones por Telefé.

Basado en un formato de la BBC de Londres, la productora Cuatro Cabezas realizó el programa "El Gen Argentino", conducido por Mario Pergolini, que se emitió entre el 27 de agosto y el 15 de octubre de ese año.

La finalidad del programa era hacer que la gente, a través de la página oficial en Internet y por mensaje de texto, votara por quien le parecía el argentino más admirable y con el que más se identificaban, perteneciente al pasado remoto o a nuestros días.

El programa tuvo difusión por adelantado y la selección de las 100 personalidades que competirían por ser el "gen argentino" fueron propuestas por el público mediante el sitio en Internet.

Se seleccionaron las 20 personalidades más representativas por cada una de las 5 categorías. Estas eran: Historia y Política del Siglo XIX, Historia y Política del Siglo

XX, Periodismo y Artes Populares, Artes, Ciencias y Humanidades y, por último, Deporte.

Los argentinos seleccionados quedaron ubicados según el número de votos que recibieron, con excepción de los dos primeros que fueron ordenados alfabéticamente.

A lo largo de las 8 emisiones fueron presentadas, en boca de los integrantes del panel, conductores y otros panelistas invitados, las razones positivas o negativas que llevaran a mostrar a la personalidad como el gen argentino, según su obra y sus comportamientos. Para el caso en el panel había un defensor resaltando lo positivo de cada finalista y un opositor que expondría lo negativo de cada uno. Después, eran los televidentes los que elegían un ganador por categoría, hasta el séptimo, y anteúltimo programa, en que quedaron cinco finalistas. El séptimo programa se dedicó a repasar solo los aspectos negativos de las personalidades que habían llegado, por el voto del público, hasta esa instancia.

En lo que respecta al protagonista de esta investigación, le fue dedicado el sexto programa, en el que competía en la categoría Periodismo y Artes Populares nada menos que con otro grande del humor, aunque en su caso, el humor gráfico y literario: Roberto Fontanarrosa.

Se destacaba el conjunto de similitudes ya que los dos eran humoristas, ambos provenían de la ciudad santafesina de Rosario, los dos tenían el mismo apodo ("Negro") y los dos eran "canallas" (hinchas del club Rosario Central), aunque Fontanarrosa era notablemente más futbolero que Olmedo.

De los panelistas, Gonzalo Bonadeo, María Seoane, Felipe Pigna, Jorge Halperín y de su defensor, Dady Brieva (el de Fontanarrosa era Juan Sasturain) ninguno había conocido personalmente a Alberto Olmedo. Quien sí tuvo la oportunidad de hacerlo fue Mario Pergolini, el conductor del ciclo, quien comento en un momento del programa que lo había conocido presentado por Fito Páez. Posteriormente a ver este programa, en una oportunidad me crucé con Pergolini y se me ocurrió preguntarle por aquel encuentro y me dijo "Si, lo conocí y compartimos algunas noches de charla. Muy buen tipo, aunque algo parco. Seriote".

Volviendo a aquel sexto programa, podemos extraer algunas reflexiones que nos serán útiles en esta investigación sobre el porqué de la gran vigencia de Olmedo en la actualidad. Ante la pregunta del conductor hacia el panel de si creían que Olmedo había sido el gran cómico argentino, Seoane y otro panelista se pisaron por responder que sí, ante lo curioso de la contestación unánime remataron con un "Estamos todos de acuerdo". Y profundizó Halperín categórico "Olmedo inventó la televisión. En la televisión en los tiempos de Canal 7 hay personajes que hicieron lo primero y Olmedo hizo el primer programa infantil de televisión, Olmedo invento personajes, Olmedo invento un lenguaje también en la televisión, hecho de palabras no completas, medias palabras. Olmedo fue un inventor de la televisión. No era todo de cero, era una tradición que había inaugurado Parravicini con la improvisación en escena. Olmedo va a seguir esa tradición". Acotaba Felipe Pigna "Un programa para niños transgresor y a algunas tías no les gustaba que miráramos Olmedo, por ejemplo, porque hacia romper cosas, hacia cosas raras. No eran las habilidades clásicas de los niños lo que proponía el Capitán Piluso, me acuerdo".

Durante el programa se proyectaron tapes con testimonios de, por ejemplo, Susana Gimenez (quien trabajó en cine y televisión con él) diciendo "Era un actor intuitivo genial y cambió el humor de la televisión en un momento. Además era un tipo que todas las noches pagaba cuentas (de restaurante) de 50 personas, nunca dejó pagar a nadie. Era muy generoso en todos los sentidos. Tenia toda la audiencia del mundo, todos lo esperábamos, queríamos ver que hacia con la Bebota, con el Manosanta y, por supuesto, con la pareja que hacia con Javier Portales que es inigualable". O Silvia Pérez "Es un maestro. Es un argentino típico. Cuando empezaban los ensayos para una obra de teatro, nunca podíamos ensayar porque el nunca sabia la letra. Cuando llegaba el día del estreno todos estábamos muy nerviosos y desesperados porque era una forma de trabajo bastante diferente a todas. Y el salía y era ese grande que ha sido siempre". O Carlos Ulanovsky "El Capitán Piluso le transmitió a muchísima gente muchas frases. Un estilo de ser pícaro".

Ante la pregunta de porqué creen que la gente lo recuerda respondieron, Silvia Pérez "El Negro está en el recuerdo de todos no por lo obvio, o sea por su grandeza, por su talento, por todas esas palabras que no alcanzan para definir lo que era el actuando, si no porque además se fue de esta vida de una manera muy trágica y eso le duele a todos".

Chiquito Reyes (amigo de Rosario a quien Olmedo le dedicó el nombre de uno de sus personajes) "El fue un Capocómico, pero lo que te satisface y lo que te alegra, es que la gente lo reconoce como que fue un gran tipo" Y Marcelo Olmedo (su segundo hijo) "Creo que la gente lo recuerda como el tipo que los hizo cagar de risa…".

Luego de volver al piso, reflexiona Dady Brieva "Hay cosas que se tienen que hacer con gusto y donde la intelectualidad muere tratando de ponerle palabras a esas cosas que uno hace. Tratando de explicar como un Gitano, desde donde canta (en referencia a Sandro), tratando de explicar como para la pelota Maradona, tratando de ver de donde saca esa alegría Olmedo. Y hay un lugar en donde mueren las palabras, donde nada tiene explicación. Donde hay una cosa visceral, una cosa de tripa que sale y que se expone de tal manera. Después vemos si hay una necesidad de terminar como el Mono Gatica, si hay una cosa fatalista que todos terminan así. Eso se ve. Yo supongo que si Olmedo viviera tendría una contención psicológica o que se yo y se explicaría un poco mas el éxito y no tendría necesidad de terminar… A lo mejor dirigiría una película como Fito Páez de Pichincha y resucitaría a sus héroes de la infancia y así se tamizaría todo. Pero yo no creo que él se propuso "A ver, Bertolt Brecht, tirar la cuarta pared…" yo creo que a él le salio como un grito de libertad porque yo creo que realmente él se cagaba en todo, y cuando uno llega un momento que hace lo que se le viene en gana es donde realmente uno entra a jugar fuerte. Juega en un borde, casi abismal, y se vuelve verdadero".

Jorge Halperín cuenta una anécdota "Una vez le hice un reportaje al director de teatro Alberto Ure, un gran director, y me dijo "Olmedo tiene un registro actoral superior a los actores de la Royal Shakespeare Company". Un día, me cuenta años después, que se encontró con Olmedo, Olmedo saca la billetera y tenia el reportaje ese y le dice "No jodas mas que lo que yo hago es una basura". Como vos decís (a Dady Brieva) él se cagaba en todo, no quería explicarlo".

El número total de votos que hizo el público para definir en ese programa si Olmedo o Fontanarrosa era el argentino con quien más se identificaba ascendió a 215.000. El ganador resultó Alberto Olmedo con el 56,3 % de los votos.

En el siguiente programa fue eliminado, de la misma forma que lo fue Ernesto "Che" Guevara en la categoría "Historia y Política del Siglo XX".

Los resultados finales del octavo programa fueron los siguientes:

1º lugar – José de San Martín – Ganador en Historia y Política del Siglo XIX

2º lugar – René Favaloro – Ganador en Arte, Ciencia y Humanidades

3º lugar – Juan Manuel Fangio – Ganador en Deportes

4º lugar – Alberto Olmedo – Ganador en Periodismo y Artes Populares

Si volvemos a repasar la cantidad de personalidades argentinas postuladas en distintas categorías (100 en total) y vemos en que lugar la preferencia de las miles de personas que votaron decidieron que esté Olmedo podemos dar crédito de una gran vigencia de su figura a 19 años y medio de su fallecimiento.

Recordemos que el fin era saber con cual argentino la gente se sentía más identificada, representada, a quien admiraba más, y Olmedo obtuvo el cuarto lugar.

¿A qué se debe esa identificación? Puedo arriesgar razones y seguramente cada persona tendrá alguna más, o quienes no gusten de su humor alguna menos. Lo que es innegable es que hay un número de personas muy importante que lo sigue admirando. Y no todos votamos en el Gen Argentino.

A ver, a través de sus personajes Olmedo fue alguno de nosotros (aunque sea parcialmente envuelto en alguna situación) o fue quien muchos quisimos ser. Fue el flaco que manoseo impunemente a algunas de las bellezas femeninas mas grandes de los 70 y 80s y se podía dar el lujo de decir que estaba trabajando, es decir, cobraba un sueldo por "descargar" a la bebota, psicoanalizar muy próximamente a Susana Traverso, desestimar a Susana Romero mientras la increíble morocha no para de tirarsele encima en "Rogelio Roldan" o "rechazaba despectivamente" a Silvia Pérez arrinconándola junto con Javier Portales en Álvarez y Borges entre muchas otras situaciones similares en programas de televisión y cine.

Olmedo, en cine, también podía ser el porteño piola y agrandado que se las sabe todas y que cuenta con un amigo del alma que siempre le hace la segunda. Ambos tienen" mucha noche" y experiencia en mujeres, pero a la hora de los hechos terminan solos o teniendo que pagar en dólares para que alguna mujer se digne a tomar un trago con ellos.

Olmedo era también un empleado explotado que trabajaba de 0 a 24 por un sueldo mísero, que se veía obligado a hacer firmar papeles a un ejecutivo muy acaudalado que a la hora de rogarle que interceda por él para un aumento de sueldo le dice "yo no manejo plata chica" (salvando las exageraciones me pregunto si alguna vez dejará de tener vigencia Rogelio Roldan).

Olmedo era también un tío loco con gorrita de playa, remera a rayas, gomera y estuche sin revolver, que invitaba a los chicos a moverse, a experimentar con cosas de la casa y cuyo rasgo de disciplina era invitar a tomar la merienda.

Hay otros ejemplos, pero con esto quiero decir que Olmedo dio vida a muchos personajes con los que la gente se podía identificar, ya sea por parecerse en algo o por representar a quien quisiéramos y no podemos ser. Todo se veía cristalizado en ese hombre que, con guiño cómplice, mostraba el detrás de cámara, tiraba paredes abajo, descubría trucos mágicos y terminaba haciéndose amigo del televidente.

¿Con que herramientas consumó Olmedo ese vínculo?

En primer lugar haciendo que el televidente se sienta invitado a formar parte de un juego que ni siquiera el propio Olmedo sabia como se iba a desarrollar y como iba a terminar, pero que, dadas las experiencias anteriores, se sabia que le iban a propiciar un buen momento. El hecho de "no saber" a donde va el cómico con exactitud se debe a una de sus mayores virtudes: una capacidad impecable de improvisación. La improvisación acoplada a su humor, su carisma y los compañeros de elenco indicados, apoyados en un buen libro, daban este resultado inoxidable.

¿Qué tipo de humor desarrollaba Olmedo?

Él siempre se definía como "un cómico latinoamericano". Lo suyo era el humor liso y llano. El éxito que tuvo con películas picarescas lo llevó a ser principalmente recordado en ese rol: el del tipo muy bien rodeado por mujeres deseables, que siempre tiene un chiste o alguna frase astuta para hacer reír con alguna temática sexual.

Innegablemente en sus programas había toques de absurdo (ej. Cuando el Manosanta mostraba a uno de los enanos que cultivaba en el fondo o se disparaba un tiro en la entrepierna). Había exageración (el enano Polvorita siempre era sometido a pruebas de alto riesgo) y juegos de palabras, como así también el infaltable doble sentido (un ejemplo claro eran los comentarios de Borges hacia la secretaria de Álvarez cada vez que ésta se aparecía finalizando ese sketch).

En el cine abundó en la comedia. En algunos casos comedia con toques de drama, como en el caso de "Mi novia el…" (Posteriormente llevó el nombre original antes de que prime la censura que fue Mi novia el travesti) o de Basta de mujeres, las dos en co-protagonismo con Susana Gimenez. Hizo cine infantil con la película de Piluso de 1963 y comedia familiar en films como "Los extraterrestres". Después, obviamente está la gran cantidad de películas de humor picaresco o adulto, como "A los cirujanos se les va la mano", "Los doctores las prefieren desnudas", "Los hombres piensan solo en eso" entre otras.

En televisión lo que más hizo fue sketch, ya desde "La Troupe de la TV", pasando por "Alberto y Susana" en 1980 y coronándose definitivamente con "No Toca Botón". Hizo los ciclos infantiles de Piluso y hasta un programa de concursos en enero de 1970.

Alberto Olmedo fue una persona que escondía muchas facetas que salían a la luz cuando se encendía la cámara. Incluso en su vida personal, cuesta creer que esa persona que nos hacia (y hace) reír con la palabra, gestos, disfraces y actitudes haya sido un ser tímido, callado e incluso "seriote" como me contó Mario Pergolini aquella vez en que lo consulté por su encuentro personal con él.

"A veces antes de grabar, el director está explicando la situación y yo muchas veces digo "No puedo más, dejame 5 minutos, dejame 5 minutos" y estamos con las luces prendidas, los actores reunidos explicando las gracias que tenemos que hacer. Explicando el libro, porque nuestro autor lo explica más que lo leemos. El viene con todo escrito y nos explica, me entra mucho más fácil, me resulta mucho más cómodo. Y a veces no aguanto y me duermo: 5 minutos. Y me deja dormir 5 minutos, 10 minutos y duermo. Y cuando me toca hacer, en seguida me despabilo, en 3 segundos; me lo explica y lo hago. Pero eso es cuando se prende la luz roja de la cámara, ahí viene el misterio. Es como que el duende, pasa un duende o pasa el Señor ¿no?, hablo de Dios, que me pasa por adentro y me convierte en otra persona".

Que bueno, Negro.

Reportajes

Francisco "Pancho" Guerrero

Pionero de la televisión argentina. Autor, Director y Productor. Ex docente del ISER, Directivo Accionista de Canal 11, Asesor Artístico de Canal 11 y 7 (Buenos Aires), Asesor Artístico del Canal de la Universidad de Tucumán, Director y Asesor de TELEVISA para algunos países de America.

¿Cómo empezó su trabajo en el medio artístico?

Yo empecé en el teatro. Mis primeros años fueron en el teatro. No de intérprete ni nada por el estilo, sino en la claque que arranca los aplausos o cuando era algo español gritaba "Ole", para que el público también reaccione y así fue como entré a la compañía de Doña Lola Membrives para hacer "La Malquerida" y tenerla. Ella se ponía un delantal de cocina, porque hace de una mujer de campo, y abajo tenia un cinturón muy ancho y nosotros la agarrabamos de ahí porque una vez se había caído del escenario en el final del primer acto, porque tiene dos actos la obra. Y un día viene Juan Manuel Fontanals, que era el hijo de una actriz muy importante que tenia Doña Lola que era Helena Cortesina, me dijo "Mirá, para la televisión Don Jaime Yanquelevich, que era el dueño de Radio Belgrano, está buscando gente allegada al teatro o al cine", me dice "¿Vos querés ir?", "Si", "Bueno, vamos" Y bueno, me presenté, ahí estaba el Ingeniero Kembler que fue realmente el que nos enseñó a querer el material, a estancar los cables, a guardarlos en forma de 8, a las cámaras también tratarlas con mucho cariño y no golpearlas. Una serie de cosas que, con el tiempo, reconocimos que eran realmente valiosas. Yo creo que las cámaras de Canal 7 duraron tantos años sin cambiarlas, por el cuidado que tuvieron. Bueno, el primer programa que empecé a dirigir fue "Los cuentos de Angelina Pagano para niños". Una cosa muy bien hecha, una actriz extraordinaria era ella, con mucho cariño. Y de una forma que parecía una abuela contando los cuentos. Tenia esa ternura que tienen las abuelas, después fui pasando a otros lados.

¿Esto en que año fue?

Y esto es en el 51, 52, 53. Después pase a la tarde, que había un programa a la tarde, como si fuera, te diría yo, una cosa parecida a lo que hoy seria una matinée. Con cantantes, con reportajes, con cosas. Y después llego el día en que me llamaron de "Jorge Publicidad", que llego a ser muy importante acá en la Argentina y que trabajé muchos años con ellos. Y me ofrecieron ese programa, que es de un autor que se llamaba Jorge Falcón, que es uno de los mejores autores que tuvo la televisión, antes de Migré, antes de todos ellos y que me dijo que quería hacer "Yo y Un Millón", que relataba la historia de una persona (en aquella época no se conocían como hoy los trepadores, viste que hoy somos todos trepadores y de alguna forma u otra queremos llegar). Lo hacia Alberto De Mendoza, y ahí hicimos cosas realmente muy importantes como fue cuando tiramos a Alberto De Mendoza de una torre, que no fue Alberto De Mendoza sino Carlos Scazziotta, que era un cómico de circo, para que se subiera arriba de la torre y se tirara el. Porque este muchacho con tal de llegar era capaz de hacerle un reportaje a un tipo que se estaba por suicidar. Fue un merengue bárbaro porque empezó a venir la gente a ver que pasaba. Realmente fue un alboroto. Y ya llegamos a la época de Olmedo, porque en el año 53 yo en busca de una novia voy a Rosario, con la compañía con que yo había trabajado en el teatro. Y llego a Rosario.

Claro, usted era asistente de dirección en la compañía de revistas "Romería"

Exactamente

O sea que hacia televisión y teatro al mismo tiempo

Y del teatro, lógicamente, no me olvidaba. Trataba de volver porque tenía muchos amigos. Todos nos reuníamos frente al Teatro Avenida en la Avenida de Mayo, porque estaba El Paulista y supe mantener esa amistad. Fui a Rosario, y en Rosario me presentan a un muchacho muy simpático que estaba también en la claque, para arrancar los aplausos, que era Alberto Olmedo.

¿En que años fue esto?

Mediados del 53

Y Olmedo era claque en el Teatro de La Comedia

En La Comedia de Rosario, si señor. Entonces le digo un día "Mirá Negro, yo creo que vos deberías venirte a Buenos Aires. Yo trataría de meterte en televisión" Porque yo lo soñaba de actor. Me dijo "¿Te parece?" y le dije "Si, porque acá no vas a poder salir adelante". La cuestión es que en Agosto de 1954 se aparece el Negro, en el Café Paulista. Hacia mucho frío y llevaba puesto un saco y debajo del saco papel de diario para abrigarse. Bueno, se sentó con nosotros y yo lo llevé a la casa de mi mamá, vivió un tiempo con mi mamá. Después se mudó a la calle Lavalle en una pensión, con un maquinista de teatros de Rosario estaban instalados ahí. Y entró a trabajar en la Casa Lucky, aquella que hacia la propaganda "La cartera barata y linda en Casa Lucky" en la calle Carlos Pellegrini. Ahí estuvo un tiempo el Negro y yo pasaba con un auto muy viejo que tenia y le decía "Negro" y el decía "Hace la tuya que yo aguanto, yo aguanto". Y un día pasé y le dije "Subí". Lo traje al canal, lo presenté y entró a fines del 54. Entró a trabajar de switcher, que mi hermano Piruco y Gugui Riva le enseñaron a hacer de switcher. Por eso el Negro conocía tanto la disposición de las cámaras, por donde correr, donde hacer el foco justo con las cámaras porque había sido switcher.

¿Es cierto que la primera intención para que el trabaje cuando vino de Rosario era poder entrar a bailar en el Teatro Maipo?

No, no. Lo más que había hecho de espectáculo era en Newell"s Old Boys era como volante… ¿Viste esas torres humanas que se hace con la gente? Él era volante, era el último y él se subía, iba arriba y quedaba sólo arriba de todo. Puede ser que haya actuado en algún teatro de barrio, pero no.

Y como switcher el apretaba la botonera con la cámara que le decía el director

Voy a cámara 1, voy a cámara 2, dissolve a cámara 2. Esas cosas hacia el.

¿Y se acuerda del nombre de algún programa en donde él haya sido switcher?

Y, conmigo hizo "Distrito Norte", que fue el primer teleteatro argentino que salió en gira por los barrios, como hacían los radioteatros antiguamente. Los radioteatros salían de gira por los barrios y la gente los iba a ver. Y eso quisimos hacer con "Distrito Norte" y decían que estábamos locos y debutamos en un teatro en Congreso, en la esquina de Rivadavia y Sáenz Peña. Fue un éxito. Después fuimos al Teatro Colonial de Avellaneda, fuimos al Gran Liniers. Hicimos una gira muy grande por todos los barrios y nos fue muy, muy bien. Era un teleteatro de una comisaría de barrio donde sucedían un montón de cosas; Jorge Falcón, que fue un autor extraordinario, lo llevó con mucha vigencia y le dio un gran éxito.

Bueno, el Negro debutó en la "Troupe de la TV" y hacia de un locutor y mi hermano le puso un cartel con lo que tenia que decir y se lo puso al revés, así que el Negro tuvo que hacer una improvisación. Y bueno, ahí arrancó.

¿Y en La Troupe de la TV, sólo hacia ese sketch?

Empezó por ese sketch, después fue agregándole cosas, por supuesto. Cuando vio que tenía esa facilidad de inventar cosas. Después continuó haciendo sus cosas. Fue un tipo que tuvo una carrera muy rápida.

¿Y en que horario iba "La Troupe de la TV?

Horario de 21 a 22, central. No me acuerdo si iba los lunes o los martes. Lo hacia Miguel De Calasanz que era un gran autor.

¿Cómo fue esa cena de fin de año donde el se lució y le dieron la oportunidad de actuar?

Eso fue antes de debutar en "La Troupe de la TV", que el director del canal era Bringuer

Ayala, un muchacho joven, ex locutor. Y en la comida se va yendo un interventor y entra otro y empiezan a pelear ya los dos bandos. Cuando se ponen las cosas muy feas Olmedo salta arriba de las mesas, se puso a hacer sus cosas, todo el mundo se rió, calmó los ánimos y ahí me dijo Bringuer Ayala "Ponelo en La Troupe de la TV".

¿La Troupe de la TV ya existía?

No, iba a empezar

¿Eso fue en Enero del 56 entonces?

Enero no, yo te diría marzo. Fue en temporada, temporada bien fuerte.

¿Y ese mismo año empieza a hacer la Revista de Jean Cartier?

Jean Cartier fue un tipo que dio trabajo a mucha gente, si. Estuvo Olmedo, estuvieron varios ahí en ese programa. Pero más que nada como visita, para reforzar. Era un programa de moda que hacia Jean Cartier

Y posteriormente Olmedo trabajó en Joe Bazooka ¿Cómo era ese programa?

Joe Bazooka era un personaje con una bazooka, como si fuera un súper héroe, que era de pegar trompadas y hacia todas esas cosas. Y anduvo muy bien también.

¿Y Olmedo era el conductor de Joe Bazooka?

No era el conductor, era el protagonista: Joe Bazooka era él. Hizo muchas cosas así.

Y poco después vino Piluso

Piluso yo te diría que es el que le dio la fama con los chicos. Un boom. El colegio de Canal 7 se llama Piluso por él. Hay un colegio infantil que se llama Piluso por Olmedo.

¿Se hacían todas las transmisiones en vivo desde el Palais De Glace?

No, se hacían desde el Estudio A, del Estudio B y también desde el Palais De Glace, de acuerdo a lo que tocaba. El Estudio A estaba en Ayacucho y Posadas que era la parte de atrás del Alvear Palace Hotel donde había existido un teatro, que creo que se llamaba Teatro Imperio, por esos años, que también lo usábamos. No te olvides que antes iba todo en vivo, no podías equivocarte porque no había forma de arreglarlo. Entonces Don Jaime hacia sacar las cámaras del Estudio A que daba a un pasillo y había otra puerta que daba a la radio. Poníamos la radio y transmitíamos las orquestas.

Y Don Jaime fue el creador del sistema que, no se porqué ya no se hace, que era hacer tres teleteatros por día. Porqué, explicaba él. A las 10 de la mañana porque la mujer está preparando la comida y está viendo la novela, lo usa como radio. Después, a las 2 o 3 de la tarde, se sienta tranquila a ver. Y después a las 5 o 6 de la tarde que es la que ve toda la familia. Después los sábados y domingos hacia teatro. Teatro argentino con grandes obras, hecho por grandes actrices, Doña Lola Membrives trabajó ahí. Fue realmente un creativo Don Jaime, hizo mucho, mucho por la televisión.

Volviendo a Olmedo ¿aún siendo exitoso a fines de los 50 seguía siendo switcher?

En un tiempo él decía "Esto es seguro, lo otro no se" Fue jefe de switchers en no mucho tiempo, pero después llegó un éxito tan brutal en cine y en todos lados que era una estupidez trabajar de switcher.

Hay una anécdota muy linda: cuando yo me caso por Iglesia, por supuesto, el Negro estaba. Y cuando me preguntan si acepto por esposa a Carmen Morales, yo era el novio el que tenia que contestar que si, y se escucha una voz que dice "Sí" fuerte, era el Negro que estaba y lo echaron de la Iglesia, por supuesto. Era un fenómeno, evidentemente un fenómeno.

¿Y siempre fue de improvisar en cámara?

Siempre hizo improvisaciones. Siempre, siempre, siempre. Totalmente improvisado.

¿No se sabia lo que iba a hacer?

No, él antes leía el libreto. Había un fenómeno que era Javier Portales, un fenómeno. Como lo seguía y como lo llevaba ¿no? Fue un tipo excepcional Javier. Un actor estupendo.

¿Y anécdotas?

Anécdotas hay mil, lo que pasa es que te voy a contar las que se pueden contar. Una vez fuimos a un velatorio, estaba yo en Rosario, andábamos dando vueltas como a las tres de la mañana. Y dije "¿Dónde se puede ir que haya algo abierto?", y me dice Juanito Belmonte "Vayamos al velatorio de la calle Santiago". Y nos fuimos al velatorio. Claro, no le iban a preguntar al muerto si nos conocía y nos sirvieron café. Antes de irnos Olmedo me dice "Esperá", se acercó al cajón y agachó la cabeza adonde estaba el muerto y dijo "Aunque nunca me reconociste vengo a darte un beso, papá". Se armó un despelote que ni te cuento, los gritos. Había una mujer que decía "Viste Victoria, nunca te quise decir que tu marido…" Bueno, creo que al final, al cajón, lo llevaron a patadas. Imaginate el lío que le armó al pobre tipo que no tenía nada que ver. De esas hay miles.

Bueno, hay otra que dice que ustedes subían al colectivo, después de trabajar en Canal 7, sin pantalones ¿Puede ser?

Si, si, si. Él y yo, los dos.

¿Pero viajaban todo el trayecto así?

Claro, porque todos paraban en Avenida de Mayo. Tomábamos el 274 hasta Avenida de Mayo y Lima y ahí caminábamos una cuadra hasta El Paulista que es donde parábamos todos. La escalera era muy alta, entonces yo subía con los pantalones míos en la mano y Olmedo con los de mi hermano, los dos median 1 metro 80 cada uno y decía "Harry, saque dos de 20", me acuerdo que sacaba.

Y un día yo me senté y un tipo entró al lado mío. De repente tocó y sintió algo frío: vio y era mi pierna. De esas miles hemos hecho.

¿Y el viaje a Uruguay?

Yo venia de Uruguay, había ido mucho con la compañía y tenia muchos hoteles baratos y le dije "Muchachos ¿Por qué no se van a veranear allá? Miren que es barato son 10 pesos oro por día y vivís muy bien" Los convencí y fueron. Y les dije "Lleven hojas de afeitar que es un buen negocio", porque las hojas de afeitar valían allá lo mismo que acá. Pero acá costaban un peso, que un peso oro eran 8 de allá. Y Olmedo se hizo un cinturón, todo con hojas de afeitar. Bajó allá y le preguntaron "¿Esto que es?", "No, lo que pasa es que yo me afeito tres veces por día" dijo. Casi lo matan.

¿Y alguna anécdota durante las grabaciones?

No, el era muy serio. Trabajando era muy, muy serio. Además siempre cariñoso, un tipo muy cariñoso, muy amigo de todo el mundo. Hay otros actores que llegaron a ser menos importantes que él y se ponen de una forma… No se si por envidia o porqué, pero te da bronca que se pongan así. Pero Olmedo fue una muy buena persona.

Y cuando usted lo vio haciendo Piluso, en el año 60 y el éxito del Luna Park ¿Usted como lo vivió?

Yo lo único que no pude hacer con él fueron películas. "La Pulga en la Oreja", con Zulma Faiad me hubiera gustado que estuviera el Negro, pero el Negro no pudo porque tenia un compromiso en España, porque él en España filmó con una mujer que era como la Isabel Sarli de acá, pero en España. Le fue muy bien. No se pudo quedar porque, obviamente, tenia compromisos acá, pero si se hubiese quedado el Negro en España la hubiese pegado. Además que conocía mucho la mentalidad de los españoles porque él también había hecho mucho teatro con compañías españolas, porque no te olvides que el teatro español fue un poco la base de todo el teatro nuestro. Todas las compañías de teatro venían a Buenos Aires y a Rosario, o iban a Rosario y después venían a Buenos Aires. Porque Rosario fue, en ese sentido, un potencial para el teatro.

Bueno, Olmedo tenía mucha influencia. A él le gustaban las canciones españolas

Claro, porque allá iba mucho teatro español. Iba "Romeria" y otras compañías españolas.

¿Usted llego a ver el dúo Toño-Olmedo que tenia en Rosario con Antonio Ruiz Viñas?

Si, como no. Pero eso era una cosa como te diría como actuar en una fiesta. No tenia la… no te diría el "lujo" pero sí la prestancia que te da estar en el escenario, con la luz ni el miedo que te da fracasar. Yo después de muchos años en una obra de teatro, porque yo hice mucho teatro en Mar del Plata y en esas zonas, y un actor no vino. Y salí yo. Y me quedé sin saliva y le dije a mi mujer "Alcanzame agua", entonces me trajo una botella de agua y una copa y tomaba agua porque no podía hablar. Es bravo, bravo.

No, Olmedo fue único. No se puede discutir lo que fue Olmedo. En Mar del Plata un día estábamos al lado del teatro, tomando algo en el bar, y viene el acomodador y le dice "Olmedo, faltan 10 minutos para comenzar" "Si, si está bien" Y le dije "Negro, vas a llegar tarde" y me dijo "No te preocupes" y después dijo "Vamos". Entramos al teatro, a la platea y me dice a mi "Quiero que te quedes acá para que veas lo que le voy a decir al público" y me quede. Pese a la hora, sale y dice "Hola. Buenas noches. Ustedes vienen a ver una obra que no se entiende. Me voy y salgo por esa puerta y esa puerta es para ir al baño. No se entiende nada lo que han hecho acá. Les digo porque no quiero que después digan que yo estoy loco" Y era verdad. Y la gente lo ponía como un loco. Esas cosas que había errores. Brutal, brutal. Y el record de recaudaciones públicas lo hizo Olmedo allá.

Claro, porque usted lo siguió viendo posteriormente ¿no?

Claro, si el iba y le pedía permiso a mi mujer para salir conmigo. "Me lo llevo a Pancho esta noche" y nos íbamos por ahí, hasta la mañana.

Bueno, también hay una anécdota que dice que una vez salieron y la noche terminó en la comisaría…

Exactamente, conoces cosas vos. Salimos una noche, se ve que tome mucho, y nos despedimos, le dije "Chau Negro" "Chau". Y yo agarro el auto, por Plaza Italia voy dando la vuelta, y aparezco en la comisaría que está en Ugarteche y Santa Fe, la que está justo en la esquina. Y en el calabozo, pasa un cabo y le digo "Cabo…" y me dice "Quédese tranquilo que ahora viene el que lo trajo a usted" Y al rato aparece un oficial y me dice "Guerrero ¿Qué le pasaba?" y le digo "No se, déme perpetua que no me acuerdo de nada" y me dice "Bueno, invente algo que está su mujer en la escalera". Voy subiendo y le veo las piernas y digo "Mira vos que este loco de Olmedo, le dio el auto a Coquito. Y Coquito no sabia manejar, casi mata a una persona, yo me puse en el lugar de él y estoy preso ahora" Y mi mujer dice "No mientas que si lo tuyo es triste, lo de Olmedo es peor" y le digo preocupado "¿Que le pasó al Negro?", "¿Sabes como llegó a la casa?" y le digo "¡No sé!", "En el camión de la basura" y le digo "Bueno, es normal la gente lo quiere". Y me dice "No, no iba sentado con el chofer, iba en la bandeja de atrás, acostado donde se pone la basura". Y cuando llegó a la casa le dijo a Tita Russ (su segunda esposa) "Bajame whisky para los muchachos" y la esposa lo corrió con la escoba por toda la cuadra.

¿Y con Coquito también llegó a tener un trato así?

Si, un tipo macanudo. Muy callado, muy inteligente. Escribía las cosas para Olmedo. Muy callado y, sobre todo, un gran segundo para él. Lo adoraba a Olmedo y Olmedo lo quería mucho a él. Coquito fue un tipo excepcional para la vida del Negro, muy buena persona.

Y usted como Director ¿Qué mirada tiene sobre el trabajo de libretista de Coquito (Humberto Ortiz)?

Era muy respetuoso, el respetaba la letra, el que no respetaba nada era Olmedo. Esas cosas que hacia de salir corriendo y pararse frente a las cámaras, si no dominás el piso no lo podes hacer.

¿A Olmedo sólo lo dirigió en "La Troupe de la TV"?

Si, ese fue su primer programa. Después lo dirigí alguna vez que faltó Hugo Sofovich, el hermano de Gerardo, que hice el programa yo porque se tenia que ir Hugo. Ya por sobre el final de Olmedo en la televisión, en "No Toca Botón".

Justamente en la última temporada de ese programa, en el sketch "Pérez y Señora" tanto a usted como a Juanito Belmonte Olmedo los mencionaba todas las semanas antes de contar alguna anécdota sobre Rosario y después de decir "Éramos tan pobres" ¿Le comentó él que iba a hacer eso?

No, no. Se le ocurrió a él y lo decía. Por ejemplo, el otro día vi un pedazo de un programa de él y le decían "Yo soy español" "Y yo también, yo he trabajado en "Romeria" donde trabajaban Pancho y Juanito Belmonte", dijo Olmedo. Pero él no trabajó nunca en "Romeria", yo sí. Nos mencionaba a Juanito y a mí porque éramos rosarinos. Son cosas de él, cosas que hacia porque se le daba la gana hacerlas ¿viste? A mi me parecía muy bien.

¿Y usted lo había visto la noche anterior al fallecimiento?

Si. Yo me tuve que ir temprano pero, te digo, sin mi mujer. Porque mi mujer cada vez que yo salía con Olmedo temblaba por como volvía después. Al otro día tenia que hacer una nota para Canal 11, estaba en el 11 yo. Le dije al Negro "Me voy a tener que ir porque mañana me voy a Buenos Aires" y lo veo que llevaba 2 botellas de champagne y le digo "Te vas a tomar champagne ahora" y me dice "Lo que pasa es que Nancy está embarazada" y le digo "Ah, mirá que bien". Y se fue con la mujer a festejar y después al otro día apareció la noticia.

¿Usted ve que Olmedo sigue vigente?

Si. Y va a seguir vigente. Por que la forma de improvisación y sus gestos… Porque él todo lo decía con un gesto y eso es muy difícil de hacer. Además ¡las salidas que tenía!

Yo le enseñé a él, como era muy petizo, a ponerse un almohadón cuando se sentaba. Y un día en un programa dijo "Esto, como dijo Pancho, lo vamos a dejar porque sino quedo muy hundido" Esas cosas que decía y la gente después se daba cuenta.

Y a tantos años de su muerte ¿Porqué creé que sigue tan vigente y recibiendo tantos homenajes?

Vos no te olvides que acá, hasta que Olmedo aparece y desaparece, las dos cosas, existía Sandrini, nada más. En el cine y en los cortos de televisión. Y hoy en día, los cortos que se siguen pasando, que son los viejos, tienen éxito. Aparte que ahora se venden los que ya se repitieron 40 veces y en la calle se venden mucho. Tiene una vigencia bestial el Negro. Eso no lo podes nunca, nunca superar porque es algo que viene con la persona.

Sergio Ranieri

Periodista. Ideó y coordinó la investigación para la realización del libro "Queríamos Tanto a Olmedo" publicado en 1991 y reeditado por última vez en 1995 como número especial de la revista La Maga, Fue fundador de la revista cultural La Maga, Actualmente se desempeña como Jefe de Redacción de la Revista Debate

¿Cual es el recuerdo más lejano que tenés de Olmedo? Aquella primera vez que lo viste y te impresionó.

El recuerdo mas lejano es el de Piluso. Yo llegué a ver al Piluso de Canal 2, era muy chico. Fines de la década del 60, creo que 68, una cosa así. Yo tengo dos recuerdos fuertes y mezclados; por un lado los Titanes en el Ring de esa época en donde estaba El Indio Comanche y el "Piluso la leche" que siempre entraba a cámara con cosas rarísimas. A mi me llamaba mucho la atención ese estilo que tenia él de decir "Rompan todo", ese estilo "punk", antes de que existieran los punks. Un punk avant la lettre. Y nos trataba a los pibes como iguales. Pero el recuerdo más vivo es el de haberlo visto en El Mago Ucraniano y todas las cosas que hacia cuando el se pasa a Canal 13 y hace El Chupete con los guiones de Mesa en su propio programa. Ahí decía lo de "la mano es más rápida que la vista" y yo con 10, 11 años me mataba de la risa. Era el Olmedo de la noche, de esos personajes absolutamente deformes que hacia. Y después, los grandes recuerdos en la adolescencia vienen con "No Toca Botón" en el 85, la etapa de Canal 11 sobre todo del 84 al 86, que para mi fue la mejor etapa.

Pero siempre la admiración, la cosa del humor. La manera de actuar, esa manera de improvisar. Y la investigación me permitió comprender que fue pionero de eso. Nosotros tuvimos la posibilidad de hablar con el que fue el productor del primer programa que él hizo, que por supuesto no hay registro de nada de esto, que era Voiro, que él hacia la "Escuela de locutores" cuando la hacia e improvisaba en 1956. Había roto esta cosa de la cámara y el detrás de cámara y ahí traía a los tipos, se peleaba, jugaba con el apuntador. Hacia una cosa totalmente novedosa para la época.

¿De todos esos recuerdos nace la idea del libro?

Si, esto pasa unos años después de su muerte, con el shook que provocó eso. Y esto surge en el último año en que estudiábamos en TEA. En el taller de periodismo. Estábamos en el último trimestre de la carrera y era el taller de televisión con Emilio Cartoy Díaz, que es un productor histórico de la televisión, y a mi se me ocurre la idea de hacer un documental, en principio. Había que presentar la idea de cómo desarrollar un documental. Nos empezamos a entusiasmar con la investigación y. bueno, terminaron las clases y dijimos "Vamos a hacer un libro". Y tuvimos la banca de Ares, de la gente de TEA y lo hicimos. Estuvimos todo ese verano, hicimos una investigación muy profunda. Hablamos con todos los protagonistas, o con casi todos, porque como era todo muy reciente algunos no quisieron hablar.

Y a mi, particularmente, me partió la cabeza ir a Rosario y hablar con los amigos y todo eso que se jugaba ahí.

Otra cosa que fue impresionante para mí desde el punto de vista de la investigación era que en la vida real eran como una película de Monicelli. Las cosas que hacían en Canal 7, que se subían al colectivo con los pantalones en la mano, era una cosa realmente increíble. Y el tipo, lo que nosotros percibimos, es que era un tipazo. Que todo el mundo lo quería mucho. Hablamos con tipos de todas las épocas y todo el mundo lo quería mucho. Un personaje interesante, muy interesante.

¿Cómo eran las reacciones y los comentarios sobre Olmedo en aquellos momentos en que, a diferencia de ahora, él estaba ahí haciendo sus programas, películas y obras de teatro? ¿Qué decía la gente?

Cuando yo empecé a tomar conciencia de esto, porque digamos que El Chupete era una cosa más de chico que uno miraba, se reía y era eso que podía ver y Olmedo era muy popular en ese tiempo, pero el fenómeno que pasa en el ochenta y pico es… Nosotros nos juntábamos con los amigos y antes de salir el viernes a la noche era "ver a Olmedo". Era parte de la salida. No sé, era un fenómeno comparable… pero no tanto, porque Cha Cha Cha o Todo X Dos Pesos fue una cosa en un punto más intelectual, como de una elaboración de otro tipo.

Y un poco mas under…

Claro, y un poco mas under. Esto era "vamos a ver a Olmedo para reírnos". Y no era ninguno intelectual en esa época, ni nada parecido. Éramos muchachones que nos reíamos mirando a Olmedo.

¿"No Toca Botón" arranca en el 81?

Claro

¿Y siguió ininterrumpidamente hasta el 87?

No, él para. Digamos: el No Toca Botón que se recuerda empieza en el 84, en Canal 11. En el 81 lo hicieron un año y después no se que paso. El también lo quería ayudar a Coquito porque estaba mal de salud. Pero los años fuertes son 84-86, después pasan a Canal 9, con otro contrato y fue la última temporada

.Eso es lo que está en DVD

Pero en los DVD está también los del 84-86. Vos te das cuenta por la imagen. Y además hay mucho material que se perdió.

Casi todo está perdido, es una cosa de locos. Por ejemplo la famosa pelea con Karadagian…

Y esa pelea se había grabado en tape, me parece, porque leí que en días posteriores la repitieron por Canal 9 un par de veces más

No creo que se haya grabado en tape. Por ahí estaba grabada en fílmico, porque en esa época lo que se hacia era grabar en fílmico y con audio aparte. Era todo un proceso. El video tape llega en el 62 y la pelea fue en el 60, no había video tape. Pero seguramente estaba el fílmico y por eso se podía volver a ver. No estaba filmado con las cámaras de piso, estaba filmado en exteriores.

De Piloso lo único que queda es la película del 63

Claro y el chistecito ese que ya es de la última etapa. Las películas están, como la de Karadagian y los Fantasmas

Claro, porque ese es el primer Piluso

Ese es el Piluso que era más groso. Y en realidad la movida de la pelea tiene que ver con el lanzamiento de Karadagian en Canal 9, y era toda gente que venia de publicidad, de los Estudios Lowe. Toda esa gente que tenia muy claro el concepto.

¿Y como fue la vuelta a Olmedo en el 78 después de los dos años que estuvo fuera del aire por el levantamiento de El Chupete?

En el 78 el va a Canal 7, no a Canal 13. En el 78 vuelve como Rucucu y sale del arcón

¿Llegaste a ver el programa de Pilusman?

Partes: 1, 2, 3
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