Mecanismo para el desarrollo de la integración tipo ALBA en el sector energético (página 2)
Enviado por Jorge Oriol Piloto Meneses
El consumo desproporcionado, sin control ni medida alguna de energía de las empresas transnacionales y los centros de la economía mundial a base de fuentes no renovables como el petróleo, ha traído consecuencias nefastas para bastas regiones del mundo, que ni siquiera alcanzan a satisfacer las necesidades básicas de electricidad de su población más pobre, mientras presencian la explotación y saqueo de sus recursos energéticos y padecen de las estrategias guerreristas implementadas por los mismos sin sacrificar el más mínimo de sus lujos, ya que lo más importante para las empresas transnacionales es aumentar su cuota de mercado, utilizar la mano de obra barata para minimizar los costos en tecnología, dominar los mercados y por consiguiente aumentar los ingresos netos en ventas y aumentar sus ganancias.
Para la entrada de las empresas trasnacionales, cada gobierno adopta una serie de medidas para facilitar la inversión extranjera directa (IED) según la política que se proponga seguir. Durante el 2006 se observaron 147 cambios en las políticas que hicieron más favorables a las ETN los entornos de los países receptores. Se incluyeron medidas destinadas a bajar los impuestos sobre la renta de las sociedades, como en Egipto, Ghana y Singapur, y a intensificar los esfuerzos de promoción, como en Brasil y la India. La intensificación de los procesos de liberalización y privatización de determinados sectores es un factor que ha influido en la entrada de las ETN en las diferentes economías. A pesar del aumento de las restricciones, las compañías privadas que operan en el sector energético continúan siendo las más grandes desde el punto de vista de sus activos en el exterior.
Al igual que lo ocurrido en la industria petrolera a nivel mundial, el proceso de liberalización del sector en la región latino caribeña derivó en una reorganización y multiplicación de las alianzas con las empresas privadas, en respuesta a los bajos niveles de precios reales del petróleo, prevalecientes desde mediados de los años ochenta. En el marco de la apertura, en Latinoamérica se crearon esquemas que contemplan la asociación estratégica entre las empresas estatales y las transnacionales, esquemas de privatización vía la modalidad de capitalización, entre otras.
Centroamérica inicia la liberalización del sector en los años 90 cuando los gobiernos con el apoyo de las instituciones financieras internacionales, impulsaron reformas del sector eléctrico para desregular el mercado. Los países centroamericanos experimentaron reformas estructurales que redefinieron las regulaciones y empresas de los sistemas energéticos. Fueron eliminadas las barreras para la libre participación privada en el negocio eléctrico incentivando la privatización de empresas estatales. Las funciones normativas fueron asignadas a ministerios y comisiones especializadas para formular políticas nacionales y elaborar planes de desarrollo de la industria eléctrica la cual se segmentó en generación, transmisión, distribución y comercialización.
En Guatemala, por ejemplo, 72% de la generación neta hidroeléctrica es realizada por empresas públicas. Mayor privatización existe en la generación termoeléctrica con sólo tres empresas públicas y veinte privadas. El 16% de la distribución, 67% de la transmisión y 100% de la comercialización son realizados por firmas particulares. En El Salvador, la importación, refinación, almacenamiento, distribución y comercialización son manejadas exclusivamente por empresas privadas. En México, a partir de los años "90 -tal como en la mayoría de los países latinoamericanos- tuvo lugar una fuerte tendencia a la liberalización comercial, de reducción del Estado y fomento a la inversión extranjera y se aceleró la apertura del sector energético a la inversión privada.
En la zona andina también las políticas energéticas fueron impactadas por el ajuste estructural, la incorporación del capital privado y la transnacionalización. En años recientes Bolivia, Ecuador y Venezuela han impulsado la nacionalización de los recursos energéticos y la recuperación de empresas públicas que más adelante analizaremos, pero países como Colombia y Perú continúan con el proceso de apertura y liberalización.
En el Cono Sur, la situación es heterogénea en términos de apertura, oscilando entre una fuerte participación del Estado –Uruguay, Paraguay– y un régimen liberal y desregulado -Chile, Argentina-, con una situación intermedia entre ambos extremos: Brasil, que posee la mayor empresa estatal de energía –Petrobrás-, si bien el funcionamiento de esta empresa y el régimen interno del sector energético brasileño favorecen la participación privada y transnacional. Al igual que en la Zona Andina, la oleada de privatizaciones y el fomento a la apertura liberal comenzó –con distintos énfasis- a partir de los años 90, excepto en Chile donde el proceso de ajuste data de comienzos de los años 80.
Precisamente, las políticas liberalizadoras del sector en América Latina y el Caribe -impuestas estratégicamente por gobiernos nacionales al servicio de los intereses de países como Estados Unidos y la Unión Europea que ven a la región como un importante proveedor de recursos energéticos para continuar con su nivel de consumo- beneficiaron precisamente a las grandes empresas transnacionales que se dedican a la exploración, explotación, refinación, distribución y comercialización de energéticos y a servicios de electricidad, al aumentar el grado de accesibilidad a dichos recursos y asegurar cuantiosas ganancias.
La obtención por parte de las transnacionales de los grandes beneficios que origina la actividad en un sector tan estratégico como la energía, se dirige al igual que sus exportaciones hacia los países del norte. Ni sus gobiernos, ni las empresas transnacionales que operan en América Latina, reconocen tácitamente el derecho de la región a recibir los beneficios de la explotación de sus recursos naturales en pro del desarrollo socio-económico, ni tampoco la deuda ecológica cuyas actividades contribuyen a engrosar.
La tendencia aperturista y privatizadora de las empresas estatales petroleras y las compañías del sector eléctrico, han ido disminuyendo e incluso han desaparecido en algunos países de la región, lo que ha traído consigo mayores beneficios para las economías nacionales revirtiéndose en la población, producto principalmente de nuevos gobiernos con enfoque social, en especial la Republica Bolivariana de Venezuela.
Bolivia, desempeña un importante papel en materia de política energética en relación con el gas. Las reservas de gas natural bolivianas probadas alcanzaban en el 2001 unos 1.32 billones de metros cúbicos. Esta política ha sufrido significativos cambios a partir de las medidas adoptadas por el gobierno de Evo Morales, el cual propone como tema central, recuperar la propiedad de los hidrocarburos. El programa de gobierno, en el ámbito de la política energética, plantea y desarrolla como objetivos nacionales, el ejercicio pleno de la soberanía energética con el fin de optimizar la riqueza generada por la explotación de hidrocarburos, el control y participación efectivos del Estado en este sector, así como la distribución de las riquezas generadas por la explotación de los hidrocarburos para el desarrollo social con equidad y la utilización de los hidrocarburos para el desarrollo productivo del país.
Es necesario decir, que en la región latino caribeña los gobiernos nacionales, las instituciones regionales, tienen la responsabilidad moral y el compromiso político de conocer las debilidades y fortalezas de la integración y el desarrollo; así como en el uso innovativo y compartido de la educación y las comunicaciones para promover el cambio social y fortalecer los sentimientos de identidad, cooperación y complementariedad intranacional y transfronteriza de los pueblos que conforman la región. Las empresas y proyectos grannacionales tienen una función decisiva en estos cambios, ellas están en la obligación ciudadana de promover el conocimiento mutuo, el intercambio sistemático de ideas e información, la formación de vínculos entre las empresas y la colaboración entre sus miembros; la creación de espacios para la reflexión, el esclarecimiento y el debate de las principales cuestiones relativas al devenir económico y político de sus respectivos países y de toda la región; favorecer, por todos los medios posibles, el desarrollo de la integración económica entre los países y de estos con el resto del área y con otras regiones del mundo; pero también contribuir al mejoramiento de la situación económica y social de nuestras naciones, en un ambiente de solidaridad para mantener la paz y seguridad, apoyando los esfuerzos dirigidos al fortalecimiento de los conceptos que son parte del desarrollo sustentable.[5] Los proyectos y empresas que se construyen en el sector energético, especialmente respecto al petrolero y sus usos, resultan de vital y estratégica importancia para poder llevar adelante como sistema, el proyecto del ALBA; tal es el caso del Polo Petroquímico de Cienfuegos, el que está dando sus primeros resultados.
Los proyectos grannacionales en el sector energético como parte del ALBA
América Latina y el Caribe han incorporado a sus procesos integracionistas el tema energético como forma de contribuir a solucionar su problemática. Sin embargo, consideramos que la relación entre integración y sector energético no sólo va en este sentido, sino que a su vez, la integración energética es instrumento que impulsa el propio proceso de integración regional como medio para alcanzar el desarrollo socio-económico, siempre y cuando éste sea autónomo y soberano.
Los proyectos y empresas en el sector energético, tienen que ser diferentes a las que hasta hoy se han venido construyendo, pues deben tener en cuenta cada una de las necesidades y características de la región para lograr un funcionamiento efectivo y racional, que no se reduzca solo al problema del comercio, que no sea dirigida por Estados Unidos y sus empresas transnacionales y por lo tanto, que sea autónoma y soberana, que proteja los intereses nacionales, regionales y su capital transnacional o transfronterizo, sin desconocer la importancia de la inversión extranjera directa bien regulada y controlada en función de los intereses nacionales y de nuestra región.
La iniciativa Petroamérica surge impulsada principalmente por Venezuela y programa la integración de las empresas energéticas estatales de América Latina y el Caribe para la instrumentación de acuerdos y realizar inversiones conjuntas en la exploración, explotación y comercialización del petróleo y gas natural. Desde esta perspectiva se asigna una importancia estratégica al sector energético, con una política de Estado que trace los objetivos principales, evalúe las necesidades de largo plazo y coordine a los diferentes miembros.
En la Declaración de Caracas del 2005 se considera a Petroamérica como una vía de identificación de los mecanismos de cooperación e integración energética, como base para el mejoramiento socio-económico de sus pueblos, que tiene por objetivo ser un acuerdo multilateral para la coordinación de políticas energéticas con la finalidad de procurar la integración regional y busca además identificar complementariedades y aprovechar los potenciales energéticos y los beneficios de los intercambios para solventar las asimetrías energéticas, económicas y sociales de la región. Este hecho permite afirmar que las declaraciones gubernamentales sobre integración han dejado el ámbito hemisférico para trasladarse al ámbito estrictamente latinoamericano y sudamericano con un cambio de enfoques; de una integración organizada por el mercado, a una con participación más activa del Estado.
En Petroamérica confluyen tres iniciativas subregionales de integración energética: Petrosur, donde se agrupan Argentina, Brasil, Venezuela y Uruguay; Petrocaribe, y Petroandina, propuesta que involucra a los países que conforman la zona andina -Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela.
A la vanguardia de estos proyectos tipo ALBA se encuentra PETROCARIBE, el que se conformó oficialmente en junio del 2005, en la ciudad de Puerto La Cruz, en el marco del 1er Encuentro Energético de Jefes de Estado y de gobierno del Caribe, y suscrito el Acuerdo por 14 miembros, no todos pertenecientes al ALBA. Fue creado como órgano habilitador de políticas y planes energéticos, dirigido a la integración de los pueblos caribeños, mediante el uso soberano de los recursos naturales energéticos, en beneficio directo de la región. En tal sentido, PETROCARIBE se encarga de coordinar y gestionar lo relativo a las relaciones energéticas en los países signatarios del Acuerdo. Con el fin de garantizar el logro de los objetivos y dado el dinamismo y la complejidad en materia energética; este organismo nace como una organización capaz de asegurar la coordinación y articulación de las políticas de energía, incluyendo:
-petróleo y sus derivados;
-cooperación tecnológica,
-desarrollo de infraestructura energética,
-el aprovechamiento de fuentes alternas, tales como la energía eólica, solar y otras.
En la actualidad integran Petrocaribe 16 miembros: Venezuela, Cuba, República Dominicana, Granada, Guyana, Honduras, Jamaica, Surinam, Santa Lucía, Guatemala, San Cristóbal y Nieves, Belice, Costa Rica, San Vicente y las Granadinas, Haití y Nicaragua.
Características y perspectivas de desarrollo del Polo Petroquímico de Cienfuegos
Como parte importante de la proyección estratégica respecto a la producción de energía y uso del petróleo por parte del ALBA, se encuentra en progreso y dando sus primeros grandes resultados, la empresa mixta PDVSA-CUPET con la puesta en marcha del Polo Petroquímico de Cienfuegos como mecanismo de desarrollo de la integración tipo ALBA en el sector energético. Sus primeros pasos fueron en el primer semestre del año 2005 cuando se reactivó la inspección técnica a las instalaciones de la Refinería, con especialistas de CUPET y PDVSA, con el objetivo de determinar el Estimado de Costo Capital de la Reactivación de la Refinería en una primera Etapa con las plantas existentes, Costo Capital aprobado en el 2006, con un valor de $ 83 millones de USD. Con 204 millones, valor de los activos fijos.
El Capital de los accionistas se estructura de la manera siguiente:
51 % Comercial Cupet SA
49 % PDVSA Cuba SA
El 10 de abril del 2006 se Constituye la Empresa Mixta con escritura de constitución en Notaria No. 363/2006 y con número de acuerdo 5651 CECM.
El 26 de Noviembre del 2007 zarpa el primer Buque Tanque ANDROS, desde el Terminal Marino Guaraguao, en el estado de Anzoátegui de Venezuela, con el objetivo de transportar los primeros 274 000 barriles de crudo mesa 30 y merey 16, para ser procesados en la refinería, reactivada como parte de los acuerdos del ALBA. El mismo atracó en el muelle de la refinería el domingo 2 de diciembre del 2007, siendo el barco número 2181 en el histórico de los que han atracado en la empresa. Fue inaugurada como colofón a la IV Cumbre de PETROCARIBE con presencia del presidente de Venezuela Hugo Chávez y el Raúl Castro Ruz Jefe del Estado Cubano.
El día 22 de diciembre de 2007 que se suscribe el Acuerdo para el incremento de capacidades de refinación de petróleo, la construcción de una planta de oleofinas y de aromáticos, la ampliación de capacidades de almacenamiento de productos en la refinería de Cienfuegos, así como la inspección y reactivación del oleoducto Matanzas-Cienfuegos. Entre el Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petróleo de la República Bolivariana de Venezuela y el Ministerio de la Industria Básica de la República de Cuba.
La refinería de petróleo "Camilo Cienfuegos" constituyó una inversión que a pesar de iniciarse en 1991 nunca pudo concretar sus funciones y se paralizó en 1995, a raíz de la desaparición del campo socialista europeo, de donde provenían el financiamiento, el recurso natural y las piezas de repuesto. Con una inversión de 136 millones de USD y una capacidad inicial para procesar 65 mil barriles de petróleo diarios, se reanima a partir del proyecto proveniente de PETROCARIBE.
Resulta importante destacar que la reanimación de la Refinería y el proyecto del polo petroquímico, impacta de manera directa y notable el desarrollo económico y social, pero también urbano de la ciudad:
En primer término significa que Cienfuegos adquiera un peso dentro de la economía nacional mucho mayor, e incluso relevancia dentro del contexto geográfico caribeño y latinoamericano, con el cual establecerá vínculos a partir de sus producciones.
Representa el rescate de una importante parte de su infraestructura productiva, que generará ingresos y creará puestos de trabajo, además de los encadenamientos productivos y de servicios que también generará en otros sectores y ramas de la economía y sociedad del territorio. En cuanto a empleo, tómese en cuenta que alrededor del 80% de los antiguos trabajadores retornaron a sus antiguas ocupaciones.
Del mismo modo el país accede a nuevas tecnologías, lo cual representa mayor calificación por parte de la fuerza de trabajo que en ella labora. De hecho, se aumentaron a 13 las especialidades a estudiar en el Instituto Politécnico 5 de Septiembre, que nutrirá de fuerza de trabajo al polo petroquímico.[6] Pueden verse los resultados en la capacitación de técnicos en diferentes especialidades, según reporte del Periódico Granma del 1º de junio de 2011.
Es bueno aclarar que la inversión ha sido aprobada y puesta en funcionamiento con apego a la legislación ambiental vigente en el país. En este caso, por sus características, ameritó la realización de un Estudio de Impacto Ambiental, el cual contiene las recomendaciones precisas para que el desempeño ambiental en la
Refinería sea el mejor y los impactos al medio ambiente mínimos. Por tanto, no presupone un aumento significativo en la carga contaminante de la ciudad.[7]
La reanimación ha estado acompañada, y esto es algo significativo, de una serie de inversiones inducidas. Es así que por un monto de 4 100 000 de pesos convertibles (CUC) fue aprobado el financiamiento del Proyecto Endógeno de la capital provincial de Cienfuegos, asociado a los acuerdos de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y que tiene por objetivo rescatar lo que otrora fueron áreas agrícolas de alta productividad, la mayoría de ellas localizadas en la periferia citadina (Sáez, 2008). El programa comprende trece escenarios, con un área aproximada de 50 caballerías de cultivos varios, 52 de frutales, y 100 destinadas a la ganadería, ubicadas principalmente en los polos productivos de Santa Martina, Lagunillas y tierras de las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) Mártires de Barbados y Románico Cordero.[8]
Entre las inversiones del gran proyecto también está la construcción de una moderna planta de biogás en el entorno de los Centros Integrales Porcinos existentes. Su ejecución permitirá aprovechar en la producción de energía, vertimientos líquidos y sólidos en extremo agresivos que generan esas instalaciones, y también otros desechos orgánicos colectados en la ciudad. El Proyecto prevé, además, la compra e instalación de doce modernas máquinas de riego, inversión con un costo cercano al millón de CUC (80 000 dólares cada una), que aseguraría quintuplicar la producción agrícola actual de los campos cultivados. Concibe asimismo una red de establecimientos dotados con equipos de frío y otros recursos necesarios para la comercialización de los productos.
Otra importante inversión, de notable incidencia, debido al déficit de viviendas y su mal estado técnico, es la construcción y montaje de las llamadas petrocasas. La inversión de 95 millones de pesos en su monto global (80 millones de ellos en dólares), cuya ejecución arrancó en abril de 2008, constituye un valioso objetivo para impulsar los planes de desarrollo de la vivienda; y se prevé que cuando la planta de fabricación de módulos llegue a su tercer año de labor alcance un rango productivo de cerca de 15 mil casas cada doce meses.[9]
Según Barbieri, en el año 2008 se comenzaron a financiar otros subproyectos en el municipio de Cienfuegos por PDV-CUPET S.A, entre ellos:
la reconstrucción del antiguo ingenio Carolina y urbanización de las viviendas de ese batey;
el mejoramiento de la calidad de vida de pacientes del Hospital Psiquiátrico,
los trabajos en la carretera que enlazará a la Refinería con la Autopista Nacional, una de las más importantes vías de comunicación del país.
Otros subproyectos están vinculados con labores de mantenimiento capital al vial Paraíso-CEN y mejoramiento del transporte público en los asentamientos aledaños a ese tramo; el fortalecimiento de las capacidades locales y el control y saneamiento de la bahía; la procura de mejoras en sus condiciones ambientales de la rada y la creación de la institución rectora de estas labores (DIPROYED).[10]
La reanimación de la industria permitirá además que se acometa una importante inversión portuaria, que permita operar buques de hasta 40 000 toneladas de desplazamiento y también supertanqueros, lo cual implica realizar toda una serie de obras hidrotécnicas en la propia bahía.
Conclusiones
Son diversos los procesos integracionistas que han abordado la problemática del sector energético latino-caribeño, sin embargo estos acuerdos no han contribuido significativamente a superar las dificultades de la región en la medida en que responden principalmente a los intereses de los países desarrollados entre los que sobresale Estados Unidos.
La integración tipo ALBA se presenta como el modelo alternativo frente al desarrollo capitalista histórico en la región latino caribeña. Tiene entre sus objetivos alcanzar el desarrollo socio-económico regional a través del uso racional de los recursos, la cooperación, la complementación, la autodeterminación, la utilización del comercio y la inversión como medio y no como un fin y la participación activa del Estado en el proceso; es un contexto que se convierte en una oportunidad para alcanzar el desarrollo de los países de la región.
El ALBA, a través de mecanismos de cooperación como Petrocaribe. Petrosur y Petroandina, resultan ser una alternativa necesaria y viable, en la medida que contribuye a las necesidades propias de la región, al fortalecimiento del proceso de integración y al desarrollo regional; cuenta con recursos energéticos importantes y existe voluntad política por parte de numerosos gobiernos para llevarla a cabo.
El polo petroquímico en Cienfuegos, con capital venezolano y cubano, representa el rescate de una importante parte de su infraestructura productiva, que generará ingresos y creará puestos de trabajo, además de los encadenamientos productivos y de servicios que también generará en otros sectores y ramas de la economía y sociedad del territorio.
El polo petroquímico, además, ratifica la independencia y fortaleza económica que comienza a levantarse en la región, pero que además forma parte de un plan de expansión energética que ha permitido que la inversión venezolana sirva para la reactivación de refinerías en Nicaragua, Ecuador y Bolivia, entre otras naciones.
El Comandante Fidel Castro ha dedicado mucha atención a este asunto en los últimos tiempos, en virtud de los problemas actuales del mundo en general y de la región latino caribeña en particular, y debido a la necesidad de alcanzar un mundo mejor:
"Si bien la integración ha de ser nuestra meta, es obvio que se trata de un objetivo que requiere de un proceso gradual que no culminará, aun con la voluntad y decisión con que se emprenda, en un lapso muy inmediato […] Es preciso, además, la instauración de mecanismos permanentes de colaboración y la implementación de proyectos y programas concretos. De lo que se trataría sería de llevar a cada país lo mejor de las experiencias y los resultados de los demás en materia de desarrollo científico y tecnológico, la producción agropecuaria e industrial, la extensión y perfeccionamiento de la atención a la salud, la educación y demás servicios sociales, la protección del medio, la promoción de la cultura y cuantos otros terrenos sean susceptibles de un trabajo organizado y decidido de cooperación."[11]
Bibliografía y notas utilizadas
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De Arnuda Sampaio Jr. Plinio: "Notas sobre los desafíos de la integración latinoamericana." P.37. en "La integración en América Latina: de la retórica a la realidad". Editorial de Ciencias Sociales. La Habana Cuba. 2008.
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Martínez Alfonso, Laneyda: Integración en América Latina y el Caribe: el dilema coyuntura-estructura en el análisis de sus principales barreras económicas. p.82.
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Borón, Atilio A:.(2008) "ALBA y TCP: posibilidades y perspectivas:", .p.99
Jardines Díaz, Jorge: "El ALCA: ¿Instrumento de desarrollo o recolonización de América Latina y el Caribe? Dilema global a la luz del pensamiento martiano". p. 252
Castro Fidel: Hacia una gran patria común. Editora política, La Habana, 1991. pp. 5-6
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En línea: www.eumed.net/libros/2008.
Muñoz González, Roberto:" Curso general sobre integración regional: el caso de América Latina". Santa Clara, Cuba, 2009.
Ramos, Benjamín y Laura Zavaleta: La Inversión Extranjera Directa y las empresas transnacionales en Centroamérica. Publicación 6 Septiembre 2010. En línea: www.revistapueblos.org.
Biografía de los autores
Autor: Ana Cecilia Reyes Ramos
Nació en Santa Clara, Cuba en 1968.
Profesión: Licenciada en Economía
Realizó su licenciatura en Economía en la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en Santa Clara, provincia Villa Clara culminando en el año 1994. Posteriormente ha efectuado varios post-grados y diplomados de Inglés, Ofimática 2007, Pensamiento Económico Universal y Cubano y todas las asignaturas correspondientes a la Maestría Administración de Negocios. Actualmente se desempeña como profesora de la SEDE Universitaria de Ranchuelo, adjunta a la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas. Ha participado en varios eventos obteniendo resultados destacados.
Autor: Yordán Soria Pedraza
Nació en Santa Clara, Cuba en 1983.
Profesión: Licenciado en Contabilidad y Finanzas.
Realizó sus estudios en la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en Santa Clara, provincia Villa Clara culminando en el año 2011. Ha recibido cursos y talleres de Contabilidad y Finanzas, de inglés e italiano y ofimática 2007. Se desempeña como especialista principal en contabilidad en la unidad presupuestada de Cultura. Ha participado en varios eventos científicos obteniendo reconocimientos por los resultados.
Autor:
Jorge Oriol Piloto Meneses
El trabajo fue realizado en Julio de 20011, Santa Clara, Cuba.
[1] En línea: www.alba-tcp.org/content/estructura-y-funcionamiento-alba-tcp 25 enero 2011
[2] En línea: www.alba-tcp.org y www.alternativabolivariana.org
[3] Declaración de la VI Cumbre del ALBA Versión electrónica encontrada en http://www.alternativabolivariana.org/modules.php?name=Content
[4] UNCTAD: 100 principales empresas transnacionales no financieras. 2008
[5] Roberto Muñoz González, “Cuba ante los desafíos del ALCA y las oportunidades integracionistas del ALBA”. Revista Isla No. 48 (149) 144-170, julio-septiembre. 2006.
[6] Orestes Sardinas Gómez. “La integración como agente del desarrollo urbano: petrocaribe y la ciudad de Cienfuegos en el contexto integrador caribeño y latinoamericano”. Revista Investigación y Desarrollo vol.17 no.2 Barranquilla. Colombia, July/Dec. 2009.
[7] Orestes Sardinas Gómez. “La integración como agente del desarrollo urbano: petrocaribe y la ciudad de Cienfuegos en el contexto integrador caribeño y latinoamericano”. Revista Investigación y Desarrollo vol.17 no.2 Barranquilla. Colombia, July/Dec. 2009.
[8] Orestes Sardinas Gómez. “La integración como agente del desarrollo urbano: petrocaribe y la ciudad de Cienfuegos en el contexto integrador caribeño y latinoamericano”. Revista Investigación y Desarrollo vol.17 no.2 Barranquilla. Colombia, July/Dec. 2009.
[9] J. Martínez. (2008). “Fábrica de Petrocasas de Cienfuegos, un proyecto a punto de rendir frutos”. En Línea 19 de junio de 2009 en http://www.5septiembre.cu/economia118.htm
[10] Barbieri, D. (2008). “Presupuesto para proyectos inducidos por refinería de Cienfuegos” .En Línea 18 de junio de 2009 en http://www.5septiembre.cu/economia201.htm.
[11] Fidel Castro: Hacia una gran patria común. Editora política, La Habana, 1991. pp. 5-6
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