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Universidad de la tercera edad: Fundamentos y propuesta estratégica


  1. Introducción
  2. Diagnóstico
  3. Sobre las soluciones a la problemática de la tercera edad
  4. Significado de la Universidad de la Tercera Edad
  5. Las axio-resiliencias como eje transversal del curriculum de la Tercera edad
  6. Principios, valores de la Universidad de la tercera Edad
  7. Misión
  8. Visión
  9. Referencias

Introducción

Tanto en Europa como en Estados Unidos, así como en los países Latinoamericanos cada día más se viene tomando conciencia de la importancia estratégica que tiene la tercera edad para el desarrollo vy mantenimiento de nuestros países. Se ha considerado el factor demográfico, al tener ya una realidad instalada como lo es el envejecimiento de la población; se han tomado medidas de protección laboral y social, y en especial se han venido constituyendo las instituciones de formación de la tercera edad, dentro del concepto de la educación permanente, propuesta por la Unesco prácticamente desde su fundación y concretada en los años setenta desde Francia. Es un paso muy significativo en nuestra evolución como seres humanos. Todos los humanos esperamos con mucho amor el nacimientos de nuestros hijos, de las nuevas generaciones, pero nosotros mismos hemos olvidado a quienes ha han nuestro pasado, nuestra sociedad: este caso el adulto mayor. Falta mucho por hacer. En este sentido los autores de este trabajo desean contribuir en esta misión educativa al proponer los fundamentos para la constitución de la Universidad de la Tercera Edad. La tesis central del trabajo es la creación de una universidad no formal, que ponga en el centro de su quehacer educativo la acción activa de todos y cada uno de las ancianas y ancianos de modo que puedan ser resilientes con una alta autoestima para poder no solo darle frente a sus problemas, necesidades y aspiraciones, sino que también puedan aportar, desempeñando muchos roles, al desarrollo de su familia, de su comunidad y de toda la sociedad.

Queremos fortalecer y colaborar con las universidades de la tercera edad ya fundadas y queremos propiciar la creación de otras nuevas. Los dos autores, la colega Soc. Isabel Losi y mi persona nos hemos encontrado, nos hemos reunido y confrontado nuestras ideas y experiencia en el campo de la educación (MÉNDEZ, 1999,2000,2012) y del trabajo comunitario (Losi, 1995), para poder generar este trabajo. Que no es definitivo sino que debe considerarse como un papel de trabajo, para la discusión y orientación en el trabajo educativo con la tercera edad. Hemos asesorado y asistido a un grupo de vecinos, docentes, jubilados, y representantes de las comunidades, en especial en Escuque del Estado Trujillo, Venezuela para la constitución de la Universidad de la Tercera Edad, en esa región. Agradeciendo la invitación que nos hicieran sus promotores el profesor Sirio Valbuena y su esposa Flor de Mayo, al Lic Astolfo Matheus, y la Licda. Gladys serrano. Reconocemos también el apoyo de la Profesora Gladys de Ocanto Directora de la Uni-3 Caracas_ Venezuela

Gracias

Evaristo e Isabel

Diagnóstico

La universidad de la tercera edad es un proyecto vital y transcendental, vale la pena cualquier esfuerzo para impulsarla.

Debemos partir de un diagnóstico de éste sector poblacional de la tercera edad y así canalizar el proyecto de Universidad de la Tercera Edad, en aquellas regiones y comunidades que sienten su necesidad. Inicialmente presentamos un pensum de 4 módulos realizados siguiendo los lineamientos de la UNESCO(1) en relación a las bases de la nueva educación, las cuales deben abarcar: El aprender a ser, aprender a pensar, aprender a hacer y aprender a convivir. Pero era necesario presentar el proyecto de universidad completo, empezando por los fundamentos de la misma, los cuales presentamos a continuación.

Diagnóstico

La tercera edad hay que abordarla en una doble problemática, las cuales están muy unidas. La primera problemática es de carácter social y se refiere a que la tercera edad obedece a una exclusión, la forma como es tratada la tercera edad obedece a una exclusión histórica, generada en la sociedad capitalista. Esta es un modelo societario que excluye al viejo, que excluye a la tercera edad. siendo paradójico con el poder político que generalmente está manos de líderes y funcionarios de la tercera edad. Este modelo al estar centrado siempre en el mercado, centrado siempre en el tener, en la eficiencia expulsa todo elemento que no es útil. Así por ejemplo, se excluye al viejo de la población económicamente activa; los puestos de trabajo son asignados a los jóvenes y en algunos países ya las personas con la edad de los cuarenta años o más ya no consiguen trabajo.

El rebote que genera el modelo capitalista es la creación de una cultura de la aceptación, de la exclusión. La cultura donde desde niño se ve al viejo como algo que no tiene ninguna importancia. Ya la gente lo asume como como algo normal y natural. Una persona que ya no vale, que está enfermo, que perdió sus cualidades. Pasando esto de generación en generación. Y desde el punto de vista del lenguaje aparecen palabras que legitiman esa exclusión. Así tenemos los términos viejo, viejito, dichos en un tono despectivo. También las palabras de carcaman, chocho, y tercera edad. Por cierto ya la denominación de tercera edad en si es una denominación excluyente, es escalar, es la tercera de una escala no tanto por edad, sino por orden de importancia. Por lo menos a si se usa generalmente esa escala. Se deberían ensayar denominaciones como la edad de oro, la de jóvenes adultos contemporáneos, como ya lo han sugerido algunos especialistas. Inmediatamente a la primera problemática aparece otra como es la humana en todas sus dimensiones. La exclusión social de la tercera edad genera un impacto psíquico metal y emocional bastante severo en este grupo de edad, que se ve y se siente excluido. Este impacto es la soledad. De modo que se van triangulando elementos sociales y psicológicos que prácticamente hacen un continuum mortal que va de ser Excluido—de vivir la Soledad—–de llegar a tener depresión, de enfermarse … hasta que le llega la muerte. Ese ser que llega a la tercera edad, se convierte en un rehén del tiempo conminado a vivir cinco abismos: 1-El cuerpo ya no responde, 2-pierde la pareja, por separación, divorcio o muerte, 3- vive la exclusión de su familia, nadie lo atiende, nadie vela por él, y en el mejor de los casos, solo le dan el apoyo material para vivir, como un cuarto, la alimentación o el vestido, y un gran televisor para que se entretenga. 4- vive la exclusión del trabajo, sabiendo que está todavía productivo por lo menos mentalmente, y 5- vive el impacto de que sus amigos o familiares de su generación van muriendo. Todo esto lleva al hombre y mujer de ésta edad a la desesperación humana. Y a la pérdida del sentido de la vida. Aquí tenemos entonces un problema profundamente humano, un gran problema de trascendencia de lo humano que si no abordamos desde hoy, mañana serán los otros grupos de edad quienes pasaran por esta grave situación . Sobre todo porque ya la pirámide poblacional latinoamericana se va ensanchando en la cúspide, dejando atrás la pirámide cuya en la base amplia estaba conformada por niños, niñas, adolescentes y jóvenes

Sobre las soluciones a la problemática de la tercera edad

Ahora bien, ¿Cómo solucionamos esta doble problemática de la tercera edad? Bueno, históricamente desde la sociedad capitalista y en los países socialistas, se han dado algunas soluciones que son importantes pero consideramos que están aisladas, cuando beberían darse de manera orgánica para el beneficio de este sector social y de toda la sociedad.

Una de las soluciones ha sido el derecho a la jubilación después de un periodo de trabajo generalmente de 25 años, o haber alcanzado una edad determinada de 60 0 65 años, acompañado de la pensión y del servicio de salud. Esto para los trabajadores ajustados a la ley del trabajo, luego la asignación de una pensión por decreto presidencial al adulto mayor, asignación cercana al salario mínimo de un trabajador. Luego tenemos los asilos de ancianos y las casas hogar para los ancianos promovidos por los gobiernos, por las iglesias y sectores privados. En el caso de la República Bolivariana de Venezuela con la creación del INASS (2005) adscrito a la

Presidencia de la República, o del INAGER en los gobiernos anteriores. Esto naturalmente ha ayudado a mucha gente. Estas soluciones son parciales al llegar al nivel de subsistencia, al nivel de mantenimiento de la tercera edad, sin embargo la problemática social y humana que encierra ésta edad queda planteada, queda a medio andar, cuando de lo que se trata es darle una solución estructural, a fondo, que implique visualizar a los ancianos desde otra perspectiva, donde puedan ejecutar una posición activa y no pasiva, que pase de ser víctima a un sujeto digno de la sociedad. No importa el nivel de comodidad que tenga el anciano o la anciana, en su mayoría quieren sentir que aún están vivos, que están presentes, que tienen derecho a participar en la dinámica social, que quieren disfrutar su edad, que quieren seguir estudiando o preparándose bien en su especialidad u oficio o en la aquellas áreas culturales que siempre quiso saber o vivir, que siguen siendo productivos en muchos casos, que valen su ingenio, su talento, y sobre todo su experiencia vivida; que puede seguir ayudando a la sociedad, a la comunidad, a los niños, niñas, adolescentes y los jóvenes, a la familia en general; áreas que quiere seguir cultivándose, hasta el último día de su existencia..

Por otro lado, es importante la caridad que la sociedad hace para el anciano o anciana: Las juntas de damas, de grupos filántropos, que acuden a las fiestas religiosas o del día del anciano con regalos o entretenimientos, esto es importante pero hay que buscar- -insistimos- una solución más permanente.

Otra solución ha sido la constitución de la Universidad de la tercera Edad, tanto en los países desarrollados como los que están en vías de desarrollo. En algunos casos las asumen los gobiernos, en otros por los particulares, vía fundaciones o sociedades civiles. Esto ha sido un paso medular en el desarrollo de la educación permanente y del desarrollo de la humanidad.

En síntesis, se ha avanzado en el tratamiento, en la atención social y gubernamental de la tercera edad, poco a poco en los últimos años se ido conformando un nuevo estadio del ascenso humano del hombre y es el hecho de que la tercera edad entra en la escena política, en el sentido de hacer un espacio de reivindicación y de políticas públicas para el sector, pero falta un paso decisivo como lo es estructurar el Ministerio de la Tercera Edad, así como se han constituido históricamente los ministerios de educación básica, media y diversificada, y los ministerios de educación superior. Más allá de unas simple institución, mas allá de unas atención especial de alguna instancia de gobierno, es necesario abrir el espacio para el Ministerio de la Tercera Edad, de manera que se integre en una política común, coordinada y orgánica todos los esfuerzos a favor de esta edad, donde se puedan planificar, ejecutar y financiar políticas integrales en el desarrollo de éste sector.

Significado de la Universidad de la Tercera Edad

La Universidad de la tercera edad es una propuesta de vital importancia desde varios puntos de vistas. Se dignifica al anciano, al tiempo que la sociedad, las comunidades y la familia logran la reinserción dinámica y positiva de la tercera era. A nivel internacional tanto en Europa como en algunos países del sur ya existen experiencias significativas, en Venezuela ya está en marcha desde el 2008, liderizada por la Profesora Gladys de Ocanto; la misma universidad está estructurada como fundación en la ciudad Capital, y en 1986 ya se había hecho una propuesta de esta naturaleza pero los obstáculos y las resistencias políticas impidieron su continuidad y desarrollo. Estuvo bajo la dirección académica y política del Dr. Félix Adams. A nivel institucional se cumple lo que la UNESCO viene proclamando por décadas como es la educación permanente de todos los sectores sociales y grupos de edades, y el derecho a la educación. Propuesta que no solo se justifica por la caducidad de los conocimientos o los avances científicos, tecnológicos y humanísticos, o por la necesidad de renovar las instituciones de la sociedad frente a los cambios que se van operando históricamente, sino sobre todo como derecho humano.

La Universidad de la Tercera Edad es un gran paso y una gran reivindicación. No se trata de un asilo, o de un club de estar- aunque estas instituciones de por si son importantes- se trata de abordar la formación de la tercera edad, de manera científica, de manera sistemática, por lo que le daría un carácter universal a dicha institución como lo son las universidades formales, dándole dignidad al ser humano que constituye la tercera edad.

La Universidad de la tercera edad.

Tenemos que conjugar conjuntamente con la preposición "de" en la expresión la Universidad de la Tercera Edad, con las preposiciones "para" y "sobre" de modo que quede bien definida en su proyecto de constitución. La universidad de la Tercera Edad se refiere entonces a una universidad dedicada a un sector específico: la tercera edad, sin dejar de considerar programas y encuentros donde estén las demás edades, así como las familias implicadas.

La Universidad para la Tercera Edad

Por su parte, La Universidad para la Tercera Edad se refiere a que se atenderá de una manera específica a este sector. El MAESTRO, El Dr. Félix Adams llamó la atención en los años setenta en adelante sobre la diferencia entre pedagogía y androgogía, explicando que no es la pedagogía la que se podría utilizar para atender al adulto, pues ésta desde su fundación se dedica al niño y por extensión a la adolescencia, y frente a esto propone la ciencia de la Androgogía (Adam, 1970; Adam y Asociados, 1987; CREFAL, 1980) para explicar y atender el proceso de formación del adulto ya que éste tiene sus especificidades mentales, físicas, actitudinales, y sociales para aprender. Este aporte dio pistas a otros investigadores y profesores para continuar esta línea de investigación y educación por lo menos en América Latina. Entre esos autores tenemos: Ludojoski, (1972), Torres y Otros, (1994); Zuleta, (2002) También hubo y hay autores con desarrollos paralelos que insisten en establecer bases propias de la educación del adulto como Sánchez (1974) o Yuni y Urbano, (2005). Inclusive hay propuestas educativas como la Antropagogia como una ciencia más general de la educación permanente, que incluye no solo en campo pedagógico, sino también el andragogíco y el gerentagógico (Mendez Y Adam (2008). Estos desarrollos teóricos son importantes porque poco a poco se van delimitando el copncepto de adulto y dentro de este el adulto mayor. Que a su vez presenta un variada tipología que va desde el adulto mayor con plenas facultades al adulto mayor en su fase final. En ese ultimo caso es muy importante el trabajo realizado por Castro(2013) en su libro Resiliencia Tanatológica.

A nivel educativo, la androgogía como especificidad del sector de la tercera edad fundamenta muy bien que hay que elaborar estrategias de enseñanza y aprendizaje, de integración y adaptación que sean válidas para este sector. No podemos trasladar toda la tecnología educativa de la niñez y de la adolescencia a la tercera edad porque aquí no se va a evaluar para acreditar títulos, sino que se realizaran experiencias de aprendizaje que ajustadas al ritmo de la nueva edad, puedan generar el aprendizaje libre, el emprendimiento, la creatividad, la compartida de experiencias de todos los participantes. En la Universidad de la Tercera Edad desaparece la figura del alumno (que originalmente se traducía como alguien sin luces, sin conocimiento), igualmente desaparece la figura del profesor (cuyo rol principal era verter conocimiento al alumno). Y desaparecen estos roles para dar la bienvenida a los participantes, al asesor, al facilitador, que promueve su experiencia para ayudar al otro, pero que este otro, le proporciona experiencias de aprendizaje que le son de vital importancia para su vida.

La Universidad sobre la Tercera Edad

La Universidad sobre la Tercera Edad se refiere a que desde su interior deben emerger programas orientadores, educativos, culturales para ser instrumentados en todas las instituciones de la sociedad: Las escuelas primarias y en los demás niveles educativos, en los centros culturales, en los medios de comunicación, en las comunidades, en los centros productivos y en los entes del Estado, para que se constituya una nueva cultura de inclusión, de la dignificación y valorización de la tercera edad, que sustituya la cultura de la exclusión y de la tragedia, y donde se propicie el dialogo, el convivir, el reconocimiento a la tercera edad. Desde la infancia ya se debe aprender al cómo atender, apoyar y querer a la tercera edad.

Las axio-resiliencias como eje transversal del curriculum de la Tercera edad

Refiriéndonos a los programas de la Universidad de la Tercera Edad, debemos considerar su contexto social, histórico y coyuntural. Asistimos a un contexto de crisis mundial de valores y de instituciones, impactando negativamente en todos los sectores sociales en especial al anciano, al adulto mayor, impacta negativamente en su estima, en su comportamiento, generándose conductas de autoexclusión y enfermedades psicológicas que van desde el estrés hasta intentos de suicidio. Al tener en cuenta este contexto tanto el curriculum, como el pensum, y sus unidades curriculares deben estructurarse a partir de un EJE TRANSVERSAL, el cual hemos denominado EL EJE DE LAS AXIO RESILIENCIAS. Axio se refiere a trabajar, rescatar, socializar y practicar los valores universales como la libertad, la igualdad, la paz, la convivencia, el respecto, la solidaridad, el amor. Y resiliencia es la competencia generada por el o los sujetos para superar con éxito sus problemas, su estado social, su estado físico, su estado mental. Es decir, es la capacidad para superarse así mismo.

El término resiliencia en la tercera edad sería una aplicación o transferencia del ámbito educativo y de este del ámbito de las ciencias naturales, específicamente de la física y la ingeniería. Un material es resiliente cuando después de haber sido sometido a diversas agresiones o presiones de su medio ambiente, la temperatura por ejemplo, vuelve a su estado original. En ese sentido todos los programas deben trabajar con valores humanos y éticos, no en abstracto sino para que los ancianos tengan el poder de la resiliencia, el poder levantarse tras los traumas sociales y personales que han sufrido y puedan generar una autoestima que le dé sentido a la vida, a la vida que han recorrido hasta el último día de su existencia. Si esto se hace así, impactará en toda la sociedad como nueva visión y acción de la tercera edad. Los programas de la tercera edad deben ser formativos al integrar los principios del ser, del aprender, del hacer y convivir en la misma experiencia de aprendizaje, y luego en las situaciones que viven en la vida diaria. Generan transferencia de conocimiento y de experiencia. Los programas de estudio de la Universidad de la Tercera Edad no son simples programas de adiestramiento o capacitación.

Hasta el día de hoy la tercera edad ha sufrido el importa del medio, que lo ha llevado a la sociedad, al aislamiento, a la depresión, al estrés, como lo explicamos anteriormente, pero si acude a la Universidad de la Tercera edad seguramente aprenderá a resistir y salir airoso de los embates sociales para poder seguir viviendo con dignidad, felicidad y en paz. Cualquier programa que se de en la Universidad de la Tercera Edad debe garantizar entonces el fortalecimiento físico, mental, emocional, social y espiritual del adulto mayor. Desde un programa, por ejemplo de modelaje con arcilla o un programas para aprender a hacer panes saludables hasta los cursos más abstractos o intelectuales, o hasta programas como el yoga o el tai chi deben ser llevados desde las axio- resiliencias, de modo que el adulto mayor aprenda por medio de estos programas a entrenar otra mirada, otras actitudes con los valores respectivos para salir del límite de sus problemas, angustias, ansiedades. Ya sabemos que la tercera edad vive acontecimientos que son muy dolorosos, perdidas de seres queridos, pérdida de la energía de su cuerpo, o perdida de algunos miembros de su cuerpo por accidentes o por desgaste. Ante esto debe educarse para abordar estos avatares. Debe aprender a ser resiliente.

En síntesis, la Universidad de la Tercera Edad es un nuevo desafío que tenemos que asumir y desarrollar en todos los países del mundo.

Luego de haber expuesto la fundamentación de la universidad de la Tercera Edad, pasemos a la propuesta estratégica, la cual está constituida por los principios y valores, la misión y la visión de esta universidad.

Principios, valores de la Universidad de la tercera Edad

1-Establecer la educación permanente y dentro de ésta, la educación de la tercera edad como un derecho humano fundamental y trascendental para la vida del hombre, de la sociedad y la cultura.

2- Consideramos al anciano o adulto mayor como un ser digno de ser respetado, amado y apoyado por todos y cada uno de los ciudadanos de la Republica y del mundo entero, por el hecho de haber llegado a dicha edad, por haber sido constructor de la sociedad y de las comunidades, por su experiencia y saberes que ha adquirido y que pueden trasmitir a las nuevas generaciones en pro de su desarrollo.

3-Promover el sentido de su alta autoestima, así como el valor resiliente entre los miembros de la tercera edad, de modo que puedan superar problemas y traumas del pasado, con lo cual se contribuye a que puedan ejercer un papel activo en su familia, en su comunidad y en la sociedad en general.

4- Fortalecer la libertad y la igualdad de oportunidades a todos y cada uno de los miembros de la tercera edad ante la familia, la comunidad, la escuela, el Estado y la sociedad en general.

5- Contribuir al ejercicio de la convivencia, solidaridad, comprensión y compasión entre los miembros de la tercera edad, y entre las nuevas generaciones conformadas por niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

6-Asumir el proceso de enseñanza aprendizaje del adulto mayor bajo estrategias y métodos andragògicos propios de su edad, de manera que dicho proceso se de en términos de libertad, intercambio de saberes, creatividad, emprendimiento, sin presiones de ningún tipo, colocando como límite la voluntad de los participantes en continuar o concluir sus estudios.

Misión

1-Generar y aplicar programas de formación académica para el desarrollo integral de la tercera edad, bajo la concepción andragógica y la modalidad de educación permanente y no formal.

2-Generar y aplicar programas de formación para la autoestima, la resiliencia, el liderazgo y el emprendimiento.

3-Generar y aplicar programas de entretenimiento, diversión y descanso para la tercera edad.

4- Generar y aplicar programas y actividades de prevención y sanación en todos y cada uno de los miembros de la tercera edad.

5- Propiciar, conjuntamente con otras instituciones públicas y privadas, programas de alfabetización tecnológica como una herramienta en pro del crecimiento de los los miembros de la tercera edad que así lo requieran o lo soliciten.

6-Generar y aplicar programas y actividades artísticos culturales para el desarrollo y bienestar psico espiritual de los miembros que conforman la tercera edad.

7-Generar y aplicar programas y actividades deportivas para el desarrollo y bienestar psico espiritual de los miembros que conforman la tercera edad.

8-Generar programas y actividades de extensión a las comunidades e instituciones, liderizadas por los miembros de la tercera edad.

9-Propiciar programas y actividades de reinserción laboral de forma directa o en calidad de asesores o tutores de la tercera edad en las instituciones públicas y privadas de la nación, según las condiciones de salud del participante y de su plena voluntad.

10-Propiciar programas y actividades de reinserción social de la tercera edad en las instituciones públicas y privadas de la nación.

11-Propiciar la formación organizada de los Consejos de Ancianos y Ancianas entre las comunidades e instituciones sociales.

12-Propiciar programas y actividades que garanticen la vinculación y la convivencia entre los miembros de la tercera edad, su ecología y las nuevas generaciones.

13-Generar programas y actividades que restablezcan la memoria y los saberes populares tradicionales.

14-Generar condiciones para desarrollar , eventos, convivencias, tertulias, así como la producción de revistas y libros que en alianza con otras instituciones públicas y privadas, den a conocer los productos científicos, tecnológicos, artesanales, artísticos y culturales en general entre el resto de la población tanto a nivel local y regional, como nacional e internacional.

15-Fortalecer la Red Latinoamericana de Universidades de la Tercera Edad a los fines de desarrollar estas instituciones educativas, así como el de intercambiar experiencias, planes de estudio y recursos.

16-Propiciar por la vía consensual la creación a nivel de Estado tanto en Latinoamérica como en todo el mundo, del

MINISTERIO DE LA TERCERA EDAD

17- Proponer ante la Asamblea Nacional la creación del Fondo de Financiamiento para la Universidad de la Tercera Edad.

Visión

La Universidad de la Tercera Edad contribuirá a la felicidad y al desarrollo pleno de todos y cada uno de los hombres y mujeres que conforman la tercera edad. Queremos que todas las personas de esta edad vivan plenamente, liberadas de las barreras de la exclusión social impuestas por la sociedad moderna.

Lograremos que el adulto mayor se desenvuelva en nuestros espacios académicos, haciendo aquellas actividades que su voluntad le dicte, bien formándose en las áreas de su interés o que siempre soñó realizar, bien entreteniéndose, bien divirtiéndose, bien descansando o restableciendo su salud.

En nuestro proyecto de universidad, el adulto mayor entrega su experiencia laboral o de vida a las nuevas generaciones. Se siente nuevamente útil y orgulloso de poder prestar servicios a sus semejantes.

En los programas que ofrecemos como universidad, el hombre y la mujer de este grupo de la tercera edad viven experiencias de aprendizaje en las que levantan su espíritu, su autoestima, su voluntad y calidad de vida, de modo que sienta y viva en plenitud todo lo que significa pertenecer a la tercera edad, de modo que pueda comprender y superar problemas, necesidades y avatares que le ha tocado vivir, así mismo que pueda disfrutar de sus logros personales y familiares.

Con las experiencias de aprendizaje que realizará en nuestra Universidad de la Tercera Edad, el adulto mayor ejercerá un papel activo en el seno de su familia y en su comunidad.

Nuestros programas y actividades internas y externas llevaran a considerar a la tercera edad una EDAD DE ORO, digna de vivir por todos los hombre y mujeres que la conforman, de modo que sean modelos de vida para que las otras generaciones puedan también vivir plenamente cuando les llegue el momento de entrar en dicha edad.

La Red Latinoamericana de Universidades de la Tercera Edad busca coadyuvar en la constitución de la identidad latinoamericana, realizando, reivindicando y reposicionando al adulto mayor en los espacios de desarrollo humano, sustentable y de convivencia, integrando lo mejor de lo tradicional que portan ellos en conocimiento, experiencia y saberes, con lo mejor de las nuevas generaciones.

Referencias

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ADAM, Félix (1970). Androgogía. Ciencia de la Educación de Adultos. Caracas: Editorial Grafarte.

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Autor:

Evaristo Méndez Quintero*

Isabel Losi**

*Sociólogo, Dr. en Ciencias de la Educación, Exsecretario Ejecutivo de la Comisión Central de Curriculum de la Universidad del Zulia.

**Socióloga, profesora titular jubilada de la Universidad del Zulia. Fundadora de la Unidad curricular Socio-antropología de la Salud. Exdirectora de la Unidad de Actividades de Auto Desarrollo de la Facultad de Medicina de LUZ.