Actividades para fortalecer la solidaridad en estudiantes de quinto grado de Educación Cívica
Enviado por Yordanys Valcárcel González
- Síntesis
- Introducción
- Consideraciones teóricas que sustentan la formación del valor solidaridad en la escuela primaria
- Actividades para fortalecer el valor solidaridad en los estudiantes de quinto grado de la educación primaria
- Conclusiones
- Bibliografía
- Anexos
PENSAMIENTO
"La base del avance es la solidaridad […] hay que entenderla en el marco de la necesaria cooperación, siguiendo la maniobra trazada por el mando con absoluta disciplina consciente, sin actuar cada uno "por la libre". Porque la fuerza no lo olvides nunca, reside en la unidad […]"
Guevara de la Serna, Ernesto. Solidaridad en el combate._ En escritos y discursos. La Habana. 1977.
Síntesis
La Revolución Cubana, con la guía de Fidel, Raúl y el glorioso Partido Comunista de Cuba, han realizado un gran esfuerzo para elevar la cultura general e integral de nuestro pueblo y en especial de los niños y jóvenes. En esta gran Batalla de las Ideas, batalla para que nuestros estudiantes trasformen su modo de actuación, con el objetivo de preservar nuestras conquistas. Numerosas investigaciones realizadas muestran, que a pesar de todos los esfuerzos que en esta dirección se realizan, aún existen insuficiencias que afectan la calidad del trabajo de formación de valores. La presente investigación se propone diseñar actividades educativas para fortalecer el valor solidaridad en los estudiantes de quinto grado de la escuela Julio Díaz González. El proceso fue caracterizado a través de la aplicación de instrumentos que permitieron constatar la información y un acercamiento a la realidad, evidenciada en las regularidades determinadas, estas permiten fortalecer los modos de actuación correspondiente a este valor, las que son aprovechadas en el contexto escolar. Para contribuir a la solución de las mismas, se elaboraron actividades aplicadas en la práctica pedagógica, contribuyendo en el proceso formativo del escolar primario, al fortalecimiento del valor solidaridad, siendo estas efectivas. Logrando que participaran con alegría, entusiasmo, satisfacción; mostrando respeto, admiración, mostrando rechazo ante lo mal hecho y expresando solidaridad con sus compañeros y con otras personas.
Introducción
En la década de los noventa del siglo XX como consecuencia del derrumbe del campo socialista, la desintegración de las repúblicas socialistas soviéticas y la agudización por parte de los Estados Unidos de Norte América, la sociedad cubana sufrió cambios en las condiciones de vida de los cubanos, lo que propició en una parte de la población el deterioro de valores con énfasis en los valores de la responsabilidad, la laboriosidad, la solidaridad, (…), y un cambio en la jerarquías de estos.
La sociedad cubana está enfrascada en formar un hombre nuevo, acorde con el desarrollo científico técnico, que piense sienta y actúe en correspondencia con lo que esto demanda y exige de él. Las formación de valores en las nuevas generaciones es una condicionante para la continuidad del proceso revolucionario si se tiene en cuenta que esto es una revolución proletaria de carácter socialista, se comprenderá entonces la importancia que tiene el valor solidaridad para el futuro de la nación, por ende urge en el contexto actual la formación de un joven capaz de asumir modos de actuación consciente efectivos en los diferentes sectores de la vida, al ser conscientes a la vez, que somos parte del proceso revolucionario cubano que nos ha tocado continuar.
El mundo de hoy, con sus profundas contradicciones y elevados desafíos, permite comprender la significación que adquiere en el complejo entramado social el profundo nexo entre cultura y valores, como expresión esencial del inmenso camino recorrido por el ser humano en la búsqueda de la utopía, en el que se alcanzan las más altas conquista del intelecto y del sentimiento. Y, de forma particular, vislumbrar cómo se pone en juego la fortaleza cultural de la humanidad como único e insustituible valladar frente a los rigores del sistema de dominación imperialista, vigente a escala universal, cuyas consecuencias ya está sufriendo impacto en el medio ambiente y en desarrollo social.
Es indiscutible que el Sistema Socialista, es el que puede educar a las nuevas generaciones con principios éticos y morales, inculcándole a los escolares valores como la justicia, la solidaridad, la laboriosidad, y el amor por cuidar esta gran obra que es la Revolución Cubana, donde hay igualdad de condiciones para todos y le corresponde a la escuela el importante y complejo encargo social de formar a las nuevas generaciones para que defiendan y desarrollen las conquistas del socialismo y para que participen activa y creadoramente en la continuidad de la sociedad que se ha construido.
"…educar es todo, educar es sembrar valores, es desarrollar una ética, una actitud ante la vida. Educar es buscar todo lo bueno que pueda estar en el alma de un ser humano, cuyo desarrollo es una lucha de contrarios, tendencias instintivas al egoísmo y otras actividades que han de ser contrarrestadas por la conciencia…" (Fidel Castro Ruz, 2000).
De lo antes expuesto podemos decir que educar es instruir, ilustrar, doctrinar, dirigir, encaminar, iniciar, disciplinar, catequizar, documentar, instruir, demostrar, es promover las facultades generales y la inteligencia, es formar el carácter, es hacer que se desarrolle bien alguna aptitud o algún sentido mediante el ejercicio y la práctica, es enseñar las reglas de comportamiento en la sociedad.
En Tesis y Resoluciones plantea que el principio rector de la Educación Cubana, consiste en educar a las nuevas generaciones como constructores conscientes del socialismo, por eso a la Educación Moral, le corresponde conjuntamente con el estado, la sociedad, familia, organizaciones políticas y de masas, crear diversas vías para conducir la educación en valores, de forma planificada, bajo la dirección del PCC, para garantizar la formación integral de las nuevas generaciones.
Uno de los importantes fines de la Educación Moral es formar la solidaridad ante las actitudes de la vida social.
En la Constitución de la República de Cuba en el capítulo I, artículo 1 se expresa que Cuba es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como república unitaria y democrática, para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana.
Nos encontramos en la Tercera Revolución Educacional por lo que el sistema enfrenta una serie de transformaciones, en especial la enseñanza primaria, que constituyen condiciones favorables para conducir el proceso educativo con mayor calidad, incluyendo las nuevas tecnologías al alcance de todos, como son: las televisión, el video, la computadora, el Programa Editorial Libertad, entre otras. Se espera que los estudiantes adquieran una cultura general integral, que le permita lograr un mayor desarrollo de su conciencia, del espíritu profundamente solidario y humano, con sentido de identidad nacional y cultural de nuestro pueblo, del patriotismo socialista, que sea creativo y capaz de transformar la realidad en que vive, que mantenga una comunicación armónica con sus coetáneos.
El fin de la Escuela Primaria exigida en nuestra sociedad es contribuir a la formación integral de la personalidad del escolar, fomentando desde los primeros grados la interiorización de conocimientos y orientaciones valorativas que se reflejen gradualmente en sus sentimientos, formas de pensar y comportamiento, acorde al sistema de valores e ideales de la revolución socialista cubana.
Teniendo en cuenta el fin expresado debemos trabajar para lograr los objetivos generales: formar un niño reflexivo, crítico e independiente, que asuma un rol protagónico en su actuación, y que posea sentimientos de amor y respeto hacia la patria, su familia, la escuela, sus compañeros y la naturaleza; portador de conocimientos y habilidades que le permitan actuar con responsabilidad, honradez y solidaridad.
El Programa Director para el Reforzamiento de los Valores Fundamentales de la Sociedad Cubana Actual plantea como objetivo contribuir mediante su aplicación práctica, a reforzar la formación de un grupo de valores, considerados fundamentales por todos los factores involucrados en este propósito que tienen dentro de su encargo social, tan alta misión.
Como se puede apreciar, en la educación de las nuevas generaciones juega un papel importante la formación y/o fortalecimiento de los valores con énfasis en la solidaridad.
Asimismo, al definir el concepto Revolución expresa": …es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo."(Fidel Castro, 2006: p 8.)
El autor de esta investigación en los estudios realizados a partir de los diferentes procesos a la hora del recreo y en actividades docentes y extradocentes y las visitas a clases, así como su experiencia pedagógica en el trabajo sistemático de la formación de valores en la Educación Primaria pudo constatar un grupo de insuficiencias como:
Manifestación de conductas de egoísmo en las tareas investigativas del grupo.
Insuficiente colaboración con sus compañeros en la realización de
las tareas.
Manifestación de conductas de egoísmo en las tareas investigativas del grupo.
Muestran poco interés por el trabajo en equipos.
Las indagaciones empíricas y la sistematización de los diferentes documentos consultados permiten precisar que en este contexto se manifiesta una contradicción entre las exigencias del Modelo de la Escuela Primaria referidas al dominio y aplicación consciente de los valores y las insuficiencias mostradas por los estudiantes de quinto grado en el empleo y aplicación de los modos de actuación en la formación de valores.
En Cuba se han realizado y se realizan estudios para determinar las causas que provocan el deterioro de los valores y se proponen soluciones mediante diversas alternativas. Muchos han sido los autores que se han dedicado al estudio de los mismos, entre ellos se destacan: José Ramón Fabelo (2003), Esther Báxter (2002), Nancy Chacón (1997), Fernando González Rey (1996), Cintio Vitier (1996), María Isabel Domínguez (1996), Gilberto García (2004), Orlando González, (2008) Maira Acebo (2005) entre otros reconocidos especialistas que nos aportan sus concepciones desde el prisma de diferentes ciencias.
A pesar de los aportes realizados por estos autores y otros del territorio todavía persisten insatisfacciones, que evidencian la búsqueda de alternativas científicas para dar respuesta a las dificultades de los estudiantes en función del valor solidaridad como componente indispensable para su formación integral, viéndose limitadas las actividades que se proponen para la formación de valores desde la Educación Cívica y en particular para la formación del valor solidaridad.
Teniendo en cuenta lo antes expuesto y considerando la trascendental importancia que tiene el tema en la educación actual se plantea el siguiente Problema científico: ¿Cómo fortalecer el valor solidaridad en los estudiantes de quinto grado? El problema antes definido se pone de manifiesto en el objeto de la investigación: El proceso de enseñanza aprendizaje de la asignatura Educación Cívica en la Educación Primaria. delimitando como campo de acción: La formación del valor solidaridad.
Para dar solución al problema se trazó como objetivo: Desarrollar actividades docentes durante el proceso de enseñanza aprendizaje de la asignatura Educación Cívica, para fortalecer el valor solidaridad en estudiantes de quinto grado.
Sobre la base de este objetivo se formula la siguiente Idea a defender:
La implementación de actividades educativas representa una vía importante para el proceso de formación del valor solidaridad en los estudiantes de quinto grado.
Para dar cumplimiento al objetivo se plantearon las siguientes tareas científicas:
1. Estudio de los antecedentes históricos y referentes teóricos que sustentan la formación del valor solidaridad en el proceso docente educativo a través de la Educación Cívica en la Enseñanza Primaria.
2. Caracterizar el estado de la formación del valor solidaridad en los estudiantes de quinto grado de la Escuela Primaria "Julio Díaz González".
3. Diseñar actividades educativas para favorecer la formación del valor solidaridad.
4. Valoración de los resultados de la aplicación de las actividades.
El proceso de investigación realizado se apoyó en los siguientes métodos:
Como método general se utilizó el Materialista-Dialéctico que aportó los fundamentos filosóficos de la investigación, enfatizando en la práctica escolar.
Métodos del nivel teórico:
1 Histórico-Lógico: permitió conocer cómo el valor solidaridad ha evolucionado en la Educación Primaria.
2 Estudio y análisis de documentos: permitió profundizar en las acciones trazadas para la formación de los valores desde el Ministerio de Educación.
3 Análisis-Síntesis: permitió determinar las relaciones e interrelaciones de los factores que conducen a la formación de los valores y a la valoración de los resultados de la propuesta elaborada.
4 Inducción-Deducción: permitió analizar, sintetizar desde el estudio bibliográfico, así como el estudio de las investigaciones recopiladas en la muestra, conocer las características comunes, llegar a generalización, constatar nuevos elementos teóricos y poder elaborar las actividades.
5 La modelación: para concebir teóricamente los instrumentos y la propia propuesta.
Métodos, técnicas y procedimientos del nivel empírico:
1 Observación: permitió constatar la ayuda desinteresada a todo el que lo necesite teniendo encuesta un alto espíritu colectivista, practicándolo sistemáticamente, rechazando cualquier manifestación de egoísmo.
2 Prueba pedagógica: permitió comprobar si los escolares identifican causas justas y están dispuestos a defenderlas.
3 Test situacional: permitió constatar si los escolares rechazan cualquier manifestación de egoísmo.
Procedimientos matemáticos – estadísticos:
Cálculo porcentual y análisis cualitativo de tablas y gráficas: fue utilizado para el procesamiento de la información obtenida a través de los instrumentos aplicados, en el análisis porcentual de toda la información cualitativa con el propósito de determinar regularidades y llegar a conclusiones de la estadística y confección de tablas.
Para la aplicación de actividades educativas se tomó como población 15 estudiantes de quinto grado de la escuela "Julio Díaz González" de la localidad de Vázquez, municipio Puerto Padre, provincia Las Tunas y una muestra de 10 de ellos.
Novedad: Revelar las potencialidades a considerar en la elaboración y ejecución de las actividades educativas coherentes y sistemáticas para contribuir a las transformaciones de los modos de actuar de los estudiantes, con respeto a los indicadores diseñados sobre el valor solidaridad en los estudiantes de quinto grado.
Significación Práctica: Radica en ofrecer actividades educativas que se caracterizan por ser participativas, coherentes y sistemáticas las que pueden ser empleadas para contribuir a la formación del valor solidaridad en los estudiantes de quinto grado atendiendo a sus necesidades y potencialidades, con la cual se eleva la calidad del proceso docente educativo y logra una formación más integral de los estudiantes.
La investigación se realiza en la escuela "Julio Díaz González", la misma está ubicada en calle 21 # 2 perteneciente al Consejo Popular # 9 de la localidad de Vázquez. Su estado constructivo no es el mejor, presenta problemas en la carpintería y tiene una matrícula de 97 estudiantes: 12 de preescolar y 85 de primaria. En este centro laboran 23 trabajadores, de ellos 16 docentes clasificados de la siguiente forma: una directora, siete maestros frente a aula, dos profesores de Educación Física, dos profesores de Computación, dos profesoras de Inglés, una bibliotecaria, dos asistentes educativas, dos serenos y dos auxiliares generales de servicio. El nivel alcanzado por los docentes es el siguiente: nueve son Licenciados, una Máster, cinco estudian Maestría y cuatro docentes en formación.
La tesis está estructurada además de la introducción, donde se muestra el diseño teórico – metodológico y se fundamenta la necesidad social y científica de la investigación en dos capítulos.
El capítulo 1 refiere el estudio histórico del valor solidaridad, además aborda los fundamentos filosóficos, psicológicos, sociológicos y pedagógicos del objeto de la investigación y culmina con el epígrafe 1.3 dedicado a la educación de la solidaridad como reto de la Educación Primaria.
El capítulo 2 está dirigido al diagnóstico que caracteriza el estado actual del problema y expone la descripción y valoración de las actividades participativas que permitieron las trasformaciones en el modo de actuar de los estudiantes en los indicadores trabajados del valor solidaridad. Además contiene conclusiones, anexos y una amplia bibliografía.
CAPÍTULO 1:
Consideraciones teóricas que sustentan la formación del valor solidaridad en la escuela primaria
En este capítulo se recogen los fundamentos teóricos para la formación de los valores en general y de manera particular del valor solidaridad. Aparecen las principales definiciones de las categorías: educación, valores, familia, sociedad. Se valoran las posiciones filosóficas, sociológicas, psicológicas y pedagógicas en que se fundamenta la problemática de los valores y sus implicaciones para la pedagogía. Se realiza un análisis de algunos antecedentes históricos sobre el tema de la investigación.
Estudio de la evolución histórica del proceso de formación del valor solidaridad
Según el texto Dimensión ética de la educación cubana en la Cuba del siglo XV y principios del XVI es reconocido por historiadores y observadores de la época, y por arqueólogos, antropólogos, etnólogos e historiadores cubanos, la existencia de pobladores aborígenes que con ciertas diferencias en el status de su desarrollo, se asentaron en diferentes zonas de la Isla, principalmente en la región oriental.
El sentido del bien y el mal, la justicia, el distribuir o compartir entre todos los bienes que se disponían, el respeto y obediencia según las funciones y jerarquía de los miembros de la tribu, el sentido de dignidad en cuanto a la consideración y estima de cada uno según su posición (división natural y social del trabajo ), el sentido de pertenencia y fidelidad al grupo consanguíneo, los deberes y responsabilidades a asumir por cada uno y ante su grupo, entre otras, son representaciones morales que subyacen en las costumbres y normas que encauzan la forma de organización y dirección de los procesos de la actividad económica y de la vida cotidiana de este tipo de comunidad.
Con la irrupción de Cristóbal Colón después de la llegada a la mayor de las Antillas en 1492, y con el proceso de iniciación de la conquista, puede decirse que los indocubanos fueron capaces de convertir su pacífico espíritu y benevolente carácter, en una actitud de resistencia, que sin tradición o antecedente alguno asumieron; desprovistos de armamentos para su defensa y de una estrategia y organización, tuvieron que improvisar a partir del arribo del cacique Hatuey que huía de La Española para alertar a los indocubanos de lo que le esperaba con la entrada de los «extraños seres» (los españoles) a estas tierras.
Los conquistadores españoles aplicaron la represión para pacificar la resistencia que ofrecieron los indocubanos. Hatuey fue capturado y quemado vivo para «purificar» su alma.
Cuenta la anécdota histórica que ante el ofrecimiento de la posibilidad de hacerse cristiano antes de morir para que su alma se elevara al cielo, Hatuey rechazó esta propuesta para no tener que encontrarse nunca más con los conquistadores españoles, lo que apunta hacia un sentido moral.
En la tendencia progresiva de la moral se destaca, la sistematización de un pensamiento ético referido a la liberación nacional cubana del siglo XIX al decir del autor cubano Armando Chávez Antúnez, proyectada en la tendencia más revolucionaria que delinearon las figuras del padre José A. Caballero (1762 1835), el padre Félix Varela (1787 1853) de José de la Luz y Caballero (1800 1862) y de José Martí (1853 1895).
La solidaridad fue una exigencia ético – humanista que evidencia su presencia en esta gesta, la que cristalizará en la participación de hombres honestos de otras tierras, arrastrados por el convencimiento de la justeza de la causa y sus ideales. Entre los cubanos esta fue una etapa en que creció la solidaridad en la medida en que se extendieron los territorios en beligerancia.
El asalto al cuartel Moncada significó, no obstante su revés, una premisa importante en la toma de conciencia, no solo por la insatisfacción del pueblo ante la situación económica y política, sino por la posibilidad real de una acción transformadora, revolucionaria y progresiva, liberadora y de justicia social.
Una moral ejemplar en la conducta, altruista, solidaria, fiel a la causa, honor y disciplina militar, entre otros valores, sustituyó la desventaja material del Ejército Rebelde – en el proceso económico y militar, frente al cuerpo armado de la tiranía batistiana – por una gran superioridad moral, que contribuyó decisivamente al triunfo revolucionario el 1ro de enero de 1959.
Con el triunfo de la Revolución el 1ro de enero de 1959, se inicia la verdadera Revolución que debía llevar a cabo todas las transformaciones sociales, que daban respuestas a los objetivos programáticos del Movimiento 26 de Julio, con un carácter nacional, popular, agrario y antimperialista; y con la connotación de ser un programa social avanzado con raíces en el proyecto revolucionario de José Martí.
El altruismo, el colectivismo y el compañerismo fueron cualidades morales cultivadas como expresión de una actitud revolucionaria, que exigía como proceso de concientización de los individuos en su comprometimiento con la obra transformadora, en su disposición para acometer y llevar adelante las diversas tareas, pero también requería de la transformación propia del individuo.
El pensamiento ético cubano se enriqueció con la proyección revolucionaria y marxista de Ernesto Che Guevara, que nacido en Argentina, se sintió cubano y latinoamericano, aportando un esclarecimiento teórico – práctico de la moral socialista propia de las masas trabajadoras, y dentro de ellas, la moral del proletariado.
Otro indicador del proceso moral es el creciente espíritu de solidaridad internacional y de fortalecimiento del internacionalismo proletario, que extendida a múltiples esferas de la actividad social, abarcó a diferentes sectores de la población que hicieron suyos los valores de altruismo y solidaridad con otros países del mundo.
Con la entrada en la década del final del siglo XX, se producen cambios históricos trascendentales en la arena internacional, el desmoronamiento del campo socialista y la desintegración de la URSS, dio un vuelco a la correlación de fuerzas en el mundo, ahora a favor de la reacción, en un mundo unipolar, con la globalización del capitalismo bajo los fundamentos ideológicos del neoliberalismo y la hegemonía del imperialismo yanqui como gendarme.
Hacia 1991 con la entrada del país en la primera fase del período especial se pusieron en práctica diversas alternativas.
Ante la desaparición del modelo socialista, con la reversibilidad del socialismo real, se produce el efecto de la ausencia de un ideal social, que como aspiración de la humanidad se contraponga y supere al secular régimen capitalista de explotación, fortaleciendo en el pronóstico de leyes objetivas del desarrollo de la humanidad y de las luchas de clases, en la teoría e ideología científica de la concepción del mundo del marxismo y el leninismo.
La agudización de las contradicciones económico – sociales repercutieron en la moral y su tendencia progresiva: es innegable un proceso de devaluación de los valores espirituales y morales.
La indisciplina social, la negativa actitud ante el trabajo y la búsqueda de dinero o de una vida suntuosa por vías fáciles e ilegales, actitudes de soborno y prostitución, entre otros desestimularon los valores inculcados y formados por la Revolución.
En el enfrentamiento progresivo y regresivo en el campo de la moral y los valores se evidencian manifestaciones ideológicas y conductuales: unos valores se reafirman y otros se degradan. Entre estos se encuentra:
La solidaridad enfrentada al descuido por la atención humana, al compañero, la concentración en los problemas propios, el egoísmo e individualismo que afectan el colectivismo y los hábitos de educación formal.
Desde el triunfo de la Revolución, la dirección del país, se traza como una prioridad fundamental para el bienestar de la sociedad; la educación del pueblo, y así resolver uno de los problemas cruciales heredados de etapas anteriores. En el proceso de la educación, el trabajo político ideológico constituye la arista fundamental para consolidar el ideal socialista, en aras de lograr la formación integral de niños, adolescentes y jóvenes, de ahí la importancia que reviste la formación de valores para el desarrollo de la personalidad.
La vida educacional cubana y la formación de valores, a través de su historia, ha tenido el aliento de destacados intelectuales, que han participado en la formación de la nación, entre los que se destaca el Comandante en Jefe F, Castro (1953), quien desde su histórico alegato La historia me absolverá, enjuició los males sociales que aquejaban la República.
La presencia y la formación de los valores en la escuela cubana han tomado matices significativos; actualmente se materializan de manera masiva en el programa nacional de formación de valores.
La correcta aplicación del método de análisis – síntesis e histórico – lógico exigió la realización de un estudio histórico del proceso de formación de valores en la Educación Primaria, con énfasis en el valor solidaridad.
Las principales fuentes para este trabajo el autor las toma del quehacer profesional desde la óptica de maestro primario que posibilitó determinar insuficiencias existentes en la evolución que ha tenido la formación de valores y dentro de él, el valor solidaridad a través del estudio de documentos que rigen la Educación Primaria: Resoluciones Ministeriales, Programas de estudios, así como la documentación sobre el trabajo político e ideológico en esta enseñanza, además de recopilar criterios de otros docentes y directivos.
Este estudio permitió realizar una periodización teniendo en cuenta los siguientes criterios que se asumen de la máster Rosa Julia Arévalo López 2010.
1. Transformaciones operadas en la Educación Primaria.
2. Características principales del proceso de formación de valores.
3. La formación del valor solidaridad.
Para el estudio se determinaron cuatro etapas en la que fue caracterizada la problemática.
Primera etapa: (desde 1959 hasta 1971) El desarrollo de la educación y la formación de valores en el proceso revolucionario.
Segunda etapa: (desde 1972 hasta 1989) La educación se perfecciona y con ella la formación de valores.
Tercera etapa: (desde 1990 hasta 1999) El periodo especial y su influencia en la educación.
Cuarta etapa: (a partir de 1999 hasta el 2011) La Batalla de ideas.
Primera etapa (1959 hasta 1971) El desarrollo de la educación y la formación de valores en el proceso revolucionario:
La solidaridad forma parte de la historia y las tradiciones de nuestro pueblo. Con el triunfo revolucionario del primero de enero de 1959 la concepción de la nueva sociedad cubana tuvo como uno de sus principales objetivos la formación ético – moral del ciudadano, fundamentada en los valores que debe poseer el ser humano. En este período la solidaridad, tanto en plano personal como en las relaciones internacionales, alcanzó su máxima expresión. La realidad histórica de la sociedad cubana posibilitó la manifestación espontánea de los valores adquiridos por nuestro pueblo en los años de Revolución.
A partir del primero de enero de 1959 se aprobaron las primeras leyes y medidas que fueron modificando la estructura política y social en general. En la esfera de la educación, los ingentes esfuerzos del Gobierno Revolucionario tuvieron como contenido esencial dar solución a los grandes problemas del pasado Neocolonial La ley que establecía la Primera Reforma integral de la Enseñanza se promulgó en diciembre de 1959, la cual dispuso adoptar una nueva organización y determinó el objetivo fundamental de la educación de acuerdo con los intereses de la Revolución: el pleno desarrollo del ser humano en general y la formación de valores en particular, entre ellos la solidaridad como parte de las tradiciones heredadas de etapas anteriores.
Con la Revolución llegaron a los campos cubanos los maestros, con su noble misión de despertar inteligencias y forjar voluntades, lo que constituyó un primer paso en el cumplimiento de los objetivos planteados en la ley citada anteriormente.
En 1960 se constituyó el Contingente de Maestros Voluntarios: 3 000 jóvenes que marcharon a las montañas para llevar la educación a los lugares más intrincados del país, expresión de la actitud solidaria y disposición del estudiantado cubano que ha sabido estar presente en cada tarea de la Revolución. Esta idea no solo proporcionó aprendizaje a todos, sino contribuyó a la formación tanto de los campesinos como de los jóvenes maestros. Con posterioridad se constituyó la brigada de Maestros de Vanguardia Frank País, la cual des arrolló una ardua labor educativa en las montañas de las provincias de Oriente y de Las Villas y en la Sierra de los Órganos, en Pinar del Río.
El 6 de Junio de 1961, se dictó la Ley de Nacionalización de la Enseñanza, que destruyó para siempre el sistema de educación que servía a los intereses de una minoría privilegiada y permitió asumir un verdadero carácter democrático. Esta ley, de conformidad con los profundos cambios producidos en el Sistema Educacional, marchaba íntimamente vinculada con las radicales transformaciones que operaban en lo económico, lo político y lo social; con énfasis en la formación de valores.
Rasgos que caracterizan la etapa:
Durante esta etapa se alcanzó su máxima expresión del valor solidaridad tanto en plano personal como en las relaciones internacionales, en 1959 se aprobaron las primeras leyes y medidas que fueron modificando la estructura política y social que establecía la Primera Reforma integral de la Enseñanza, en 1960 se constituyó el Contingente de Maestros Voluntarios, con posterioridad se constituyó la brigada de Maestros de Vanguardia Frank País, no existían líneas específicas a trabajar dentro del proceso de enseñanza aprendizaje el valor solidaridad.
Segunda etapa: (desde 1972 hasta 1989) La educación se perfecciona y con ella la formación de valores:
Desde 1972 -1980 se desarrolla en el país el perfeccionamiento del Sistema Educacional, etapa que sirvió para revalorizar el trabajo y dar un salto cualitativo al adecuar la educación en el tiempo y a la sociedad en que se construye, elevando así la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje.
En la década de los años ochenta, en numerosos debates se puso en evidencia que del proceso educativo dependía la formación de actitudes, convicciones revolucionarias y patrióticas, el desarrollo de sentimientos y valores estéticos, los buenos modales, el espíritu de colectivismo.
De la misma manera, otro hecho relevante en cuanto a la formación de valores fue señalar en el proyecto de Programa de Nuestro Partido como finalidad esencial de la educación " la formación de convicciones personales y hábitos de conducta cotidianos y el logro de personalidades integralmente desarrolladas que piensen y actúen creadoramente, aptas para construir la nueva sociedad y defender las conquistas de la Revolución." (L, García, 1986: 47).
Esta tendencia tuvo mayor fuerza en el nivel primario y en éste aún fue más significativo en el primer ciclo de esta enseñanza.
En la escuela primaria refuerzan estas ideas y retoman algunas de ellas. Los denominados ejes transversales o ideas rectoras surgen como objetivos priorizados para reforzar la formación de los estudiantes y permiten su desarrollo y modo de actuación en las actividades que se realizan, teniendo aspectos comunes con la tendencia del currículo.
A partir de estos momentos la formación ética tiene un notable desarrollo, que se inserta en la tendencia mundial de búsqueda de alternativas para la solución de los problemas globales contemporáneo, que en las condiciones internas de nuestro país, unido al derrumbe del campo socialista, se retradujeron en una crisis económica teniendo un impacto desfavorable en las condiciones de vida material y espiritual de los estudiantes. Esto marca el inicio de una nueva etapa en la formación de valores en el proceso docente – educativo cubano.
Rasgos que caracterizan la etapa:
Durante toda esta etapa se consolida la política educacional de la revolución cubana y se fortalece considerablemente la formación de valores fundamentales de nuestra sociedad, de 1972 -1980 se desarrolla en el país el perfeccionamiento del Sistema Educacional, se puso en evidencia que del proceso educativo dependía la formación de actitudes y del espíritu del colectivismo.
No obstante, se constató que el trabajo con la formación de valores con énfasis en el valor solidaridad a pesar de estar orientado, a partir de sus referentes teóricos y proposiciones de trabajo, mantuvo un carácter abierto y muy espontáneo, por lo que el trabajo fue insuficiente en la consolidación de actitudes y modos de actuación de los estudiantes.
Tercera etapa: (desde 1990 hasta 1999) El período especial y su influencia en la educación.
La esencial coyuntura histórica que se origina en Cuba en 1990, al iniciarse el llamado Período Especial en tiempos de paz, debido a las inevitables consecuencias de la caída del Campo Socialista, la desintegración de la URSS y el recrudecimiento del bloqueo; llevó a perfilar estrategias para mantener las conquistas educativas y enfrentar la solución de otros problemas sociales que afectaban la educación.
Durante los años 1995 y 1996 se destaca la necesidad de profundizar en el trabajo político-ideológico; en el papel del maestro para desarrollar sentimientos patrióticos, revolucionarios y humanistas para formar las cualidades básicas de la sociedad. A raíz de todas las medidas tomadas en 1998 se implementa la Resolución Ministerial No. 90/98 que regula todo lo relacionado con la formación de la formación de valores, la disciplina y la responsabilidad ciudadana desde el proceso docente-educativo, jerarquizando algunos valores declarados como imprescindibles en la formación del hombre.
Las Cátedras de Valores, posteriormente devenidas en Cátedras Martianas (1998), en algunos casos, han tenido insuficiencias en su labor para contribuir a la formación de valores de nuestros escolares, principalmente en la planificación, orientación, ejecución y control de actividades dirigidas a formar los valores. Sin embargo, constituyeron un paso significativo en cuanto a la formación integral de los estudiantes.
La capacidad creadora de la Revolución está en el hecho de que, en medio de las alarmantes problemáticas mundiales, ha iniciado una inédita revolución educacional que no es un perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación, sino una forma diferente de elevar la calidad de la formación ético- moral de los estudiantes. Esto constituye un cambio significativo que marca el comienzo de una nueva etapa en el desarrollo histórico del tema que nos ocupa.
Rasgos que caracterizan la etapa:
Esta etapa se caracterizó por una activa participación del pueblo para enfrentar las consecuencias del crucial bloqueo donde la Educación perfiló estrategias para no cerrar ninguna escuela y mantener las conquistas educativas. En este contexto se trabajó por diversas vías en la formación de valores morales, en especial el valor solidaridad como condición indispensable en la construcción de una nueva sociedad.
Cuarta etapa: (a partir de 1999 hasta el 2011) La Batalla de ideas.
El 5 de diciembre de 1999, el pueblo cubano es convocado al combate por la devolución del niño Elián González, iniciándose así una nueva etapa: la Batalla de Ideas, en la que el trabajo político- ideológico es una prioridad. Su proyección quedó plasmada en las indicaciones del Secretariado del Comité Central del Partido, que trazaron las pautas para el diseño y desarrollo del VII Seminario Nacional para Educadores (2006-2007) dedicado a la formación integral del estudiante cubano.
Como parte de esta Batalla de Ideas que libra nuestro pueblo comienza, de forma experimental en agosto de 2001, una novedosa experiencia que inicia una nueva etapa en la Educación Primaria a raíz de los profundos cambios que en ella acontecen: se modifica su estructura que debe garantizar un trabajo educativo más eficiente; se hace necesario poner en práctica un nuevo programa con el objetivo de contribuir al reforzamiento de la formación de valores. Unido a esto, se aplica un nuevo modelo para la escuela primaria que se fue perfeccionando durante estos últimos años y en el que los objetivos formativos de cada grado y del nivel tienen como sustento esencial la formación de valores en los escolares.
El Comandante en Jefe F, Castro (2005), en el Acto Nacional de la segunda graduación de instructores de arte, demuestra la necesidad de formar las virtudes y la integridad moral como sustento de la Revolución.
Posteriormente se hace necesario concebir el Programa Director para el Reforzamiento de Valores Fundamentales en la Sociedad Cubana Actual (2006) en este programa se definen un grupo de valores con su definición operacional y los modos de actuación asociados a cada uno de ellos. Los valores fundamentales para el Sistema de Educación son: la dignidad, el humanismo, el patriotismo, la solidaridad, la honestidad, la honradez, la responsabilidad, la laboriosidad y la justicia.
La Revolución Cubana en estos últimos años ha continuado la construcción del socialismo en un mundo unipolar muy complejo. En este contexto, el país ha trabajado por diversas vías en la formación de valores morales, en condiciones excepcionalmente difíciles en la construcción de una nueva sociedad. Por lo que todas las agencias educativas y socializadoras dirigen sus esfuerzos hacia el desarrollo de un nuevo tipo de hombre, integral y profundamente socialista y humano.
Rasgos que caracterizan la etapa:
El análisis histórico nos demuestra que: La solidaridad, la rebeldía y el antiimperialismo planteados en el pensamiento pedagógico de José Martí han sido enarbolados por el magisterio cubano durante la República Neocolonial hasta la actualidad. A lo largo de todo el proceso histórico, muchos han sido los esfuerzos del Estado Cubano en cuanto a la formación de los valores en las nuevas generaciones como valuarte inexpugnable de nuestra sociedad, pero hoy más que nunca, frente a las exigencias y condiciones sociales, se ha acrecentado la necesidad de buscar en las raíces históricas el contenido para la formación de valores humanos, patrióticos, antiimperialista e internacionalistas, y alcanzar plena identidad individual y social.
Página siguiente |