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Aspectos zootecnicos y sanitarios de la mastitis bovina (página 2)


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A pesar de que existen múltiples reportes sobre la influencia negativa que puede ejercer la máquina de ordeño en cuanto a la presentación de la enfermedad, hay autores que han encontrado que la mastitis prevalece más cuando los ordeños son manuales que cuando son mecánicos, y dentro de estos últimos, es mayor cuando se utilizan equipos de ordeño portátiles que cuando son sistemas con lactoductos (Gasque y Blanco; 2001).

Manejo del Ordeño

Es indudable que dentro de las operaciones de manejo animal, el ordeño es la más delicada y la que reviste mayor importancia e influencia en los procesos mastíticos que sufre la vaca, en conjunto con otros factores predisponentes (Serna, 1969). Es por ello que varios pasos en la rutina de ordeño son diseñados para romper el ciclo de infección de la mastitis. El lavado y secado de la superficie de los pezones tienen la función de reducir el contenido bacteriano en la parte exterior de los mismos, las que podrían introducirse en el canal del pezón. El secado es importante para reducir las grietas en los pezones lo que haría que la piel fuese más fácil de infectar. Es importante recordar que tanto las manos del ordeñador como los trapos utilizados para lavar los pezones, pueden ser un vehículo de transmisión de infecciones. El sellado de pezones es muy importante para limitar la transmisión de infecciones entre vacas y entre cuartos (Dargente et al., 1988; Homan y Wattiaux, 1999).

MEDIDAS PREVENTIVAS PARA DISMINUIR LA PRESENTACIÓN DE LA MASTITIS SUBCLÍNICA.

La mastitis es una enfermedad multifactorial y como tal el acercamiento para controlar la misma involucra una serie de pasos conocidos internacionalmente como Programa Control de la Mastitis. Los principios básicos de un programa para ser aceptado incluyen ser económico, práctico, efectivo bajo casi todas las condiciones de manejo y capaz de reducir el desarrollo de nuevas infecciones intramamarias. Este programa debe eliminar las infecciones existentes, reducir la incidencia de mastitis clínica y modificarse fácilmente a medida que se desarrollen mejores métodos de control mediante la investigación (Philpot et al. 1993 y Nickerson, 1998). Las prácticas de tratamientos y prevención de la mastitis se centran a lo largo de los años en un programa de control de seis pun os.

Pasos esenciales para el programa de control de mastitis.

Y Higiene adecuada en el ordeño: El correcto lavado, secado y masaje de la ubre favorecen la bajada de la leche, permite la producción de alta calidad y reduce las incidencias de mastitis.

Y Uso de las máquinas de ordeño funcionalmente adecuadas: Consiste en el adecuado control de las normas de funcionamiento y manejo de la máquina de ordeño, proporcionando un nivel de vacío relativamente estable de 11-12 pulgadas (275-300 mm ó 37-41 Kilo pascales) de Mercurio en la garra durante el pico máximo de flujo de leche, se debe evitar resbalamiento de pezoneras y cortar el vacío antes de retirar la pezonera.

Y Inmersión o rociado de los pezones después del ordeño con un desinfectante efectivo: El uso de un desinfectante efectivo después del ordeño es el método más eficaz para disminuir el número de bacterias diseminadas de vaca a vaca y reducir las infecciones intra mamarias causadas por patógenos contagiosos. Estos germicidas destruyen los patógenos productores de mastitis por acción química o biológica.

Y Terapia de vaca seca: Una infusión intra mamaria de antibióticos en cada cuarto de todas las vacas después del último ordeño de la lactancia, es un método efectivo para el control de la mastitis. El uso de la terapia de vaca seca puede influir en la prevalencia de infección en el parto por el aumento de la cura bacteriológica de infecciones que estuvieron presente en el secado.

Y Tratamiento de los casos clínicos: Consiste básicamente en la detección clínica de la mastitis tan pronto como sea posible, iniciar una terapia adecuada, aplicar tratamientos adecuados y mantener registro de los mismos. Su función fundamental es eliminar las acciones existentes de curso clínico.

Y Eliminación de vacas con infección crónica: Las vacas que no respondan al tratamiento y continúan con cuadros repetitivos de mastitis clínica deben ser descartadas. Su presencia en el rebaño es una fuente de infección para otros animales.

En la prevención y lucha frente a la mastitis es evidente la conveniencia de cuidar los aspectos de higiene y manejo, realizar un seguimiento del rebaño y del individuo mediante la estimación del número de células somáticas en leche y llevar a cabo un tratamiento preventivo y profiláctico con antibióticos, especialmente indicado al inicio la fase seca (Amorena, 1990).

A pesar de existir insuficientes recursos materiales para su terapéutica es necesario tratar adecuadamente vacas con mastitis subclínica, ya que se ha demostrado que una alta proporción de nuevas infecciones intra mamarias se adquieren por una mala manipulación de los tratamientos (Anónimo, 1998).

John et al. (1997) plantean los siguientes principios par la prevención de la mastitis bovina:

  • 1. Leche de vacas con pezones y puntas limpias y secas.

  • 2. Prevenir la transferencia de patógenos de vaca a vaca durante el ordeño

  • 3. Prevenir lesiones en los pezones durante el ordeño

  • 4. Prevenir un ambiente que permita a las vacas permanecer limpias.

  • 5. Detección temprana de nuevas infecciones (clínicas y subclínicas).

  • 6. Uso apropiado de los medicamentos.

  • 7. Control de la duración de las infecciones.

  • 8. Supervisión del estado de mastitis.

  • 9. Reemplazos libres de mastitis.

  • 10. Asuma que todos los reemplazos comprados están infectados.

  • 11. Proveer una nutrición adecuada par evitar una mayor susceptibilidad a la mastitis.

  • 12. Control de moscas.

  • 13. Asignar responsabilidades para todas las áreas de prevención de mastitis. Para resolver el problema de forma duradera, es necesario tener en cuenta todos los aspectos de las opciones de dirección de la cría a la técnica de ordeñar. Es esencial un mantenimiento regular, posiblemente dos veces al año del ordeñador. Los animales enfermos deben ordeñarse separados. El ordeñador es fuente de infección por lo que se debe lavar cuidadosamente y desinfectarlo después de cada animal (Spranger, 2000).

El control de la mastitis subclínica es más importante que el simple tratamiento de los casos clínicos, ya que las vacas afectadas de forma subclínica son reservorios de organismos que conducen a infecciones de otras vacas, y los casos clínicos generalmente comienzan como subclínicos por lo tanto al controlar los casos subclínicos se reducen los clínicos.

La solución, según Nogueira (1999) para controlar la mastitis bovina radica, en gran parte, en establecer medidas profilácticas y/o de higiene en el método de ordeño.

Por otra parte (González,1996b y Chávez, 1996) señalan que un problema de mastitis en el rebaño no se soluciona sólo con el uso de antibióticos, se debe poner en marcha un Programa Preventivo y de control de Mastitis para conseguir leche con bajos niveles de células somáticas y de bacterias.

A medida que se expande el conocimiento sobre el sistema inmune de la vaca se incorporan puntos adicionales en los programas de control de mastitis tales como: la suplementación de la dieta con micro nutrientes (Gyangert et al. 1984; Tjoelker et al. 1990) y vacunación contra bacterias coliformes para estimular el sistema inmune de la vaca contra microorganismos causantes de la enfermedad.

En Cuba, la Norma Cubana (NC55-17,1987) establece los procedimientos para el control de la, mastitis bovina y actualmente rige las principales medidas a tomar de acuerdo a las condiciones epizoóticas del rebaño.

Existen otros programas que incluyen variantes de acuerdo a las condiciones de cada país. Fernández (1998), recomienda 10 pasos para el control efectivo de la mastitis y se continúan desarrollando nuevas estrategias para controlar esta enfermedad en vacas lecheras y novillas, a medida que se logran adelantos en la investigación (Hamonn, 1996b y Nickerson, 1998).

Para controlar los diferentes tipos de infecciones es importante considerar las fuentes y formas de transmisión de la enfermedad. Los organismos que causan mastitis habitan en variados ambientes (materias fecales, cama, piel, etc.). La limpieza general de las vacas y su alojamiento, como también buenos procedimientos de manejo (especialmente ordeño) son formas efectivas de controlar la difusión de la mastitis (Merendrera, 2000).

La mastitis es una enfermedad que su aparición depende entre otros aspectos de las condiciones y formas en que se efectúe el ordeño, por lo que Ostera y Lund (1998) asocian la salud de la ubre con el ordeño mecánico, donde con buena higiene y condiciones técnicas (presión, pulsaciones, etc), se evitan desgarros de los pezones, contaminaciones y sobre ordeño, y por tanto la presencia de la enfermedad.

El equipo de ordeño mecanizado Alfa Laval tiene una presión de vacío de 360 mm de Hg. y un ritmo de pulsaciones de 57-62 ppm, además, el DUOVAC que es un equipo compensador que cuando no sale 0,2 L de leche compensa la presión de vacío disminuyéndola hasta 250 mm de Hg. y el ritmo de pulsaciones lo disminuye a 48 ppm, evitando los sobre ordeños al final de éste cayéndose las pezoneras, también al inicio del ordeño cuando sale más de 0,2 L/seg. se compensa la salida (Romero, 2001).

Según Carrasco (1986) la limpieza del equipo de ordeño es una labor de suma importancia para evitar la contaminación de la leche en los próximos ordeños, la cual debe seguir los siguientes pasos:

  • 1. Enjuague frío: Limpieza del equipo con agua a temperatura ambiente inmediatamente después del ordeño.

  • 2. Lavado con agua caliente y detergente.

  • 3. Enjuague en caliente.

  • 4. Desinfección química: productos clorados.

  • 5. Antes de comenzar el ordeño hacer pasar agua para eliminar los efectos residuales del cloro.

Por su parte la desinfección de pezones después del ordeño constituye un procedimiento efectivo en la reducción de nuevas infecciones intra mamarias y se reconoce como la práctica más simple, efectiva y económica para la prevención de la mastitis en vacas en lactación (Oliver, 1998).

Actualmente se acepta que un desinfectante efectivo usado correctamente puede reducir la incidencia de nuevas infecciones intra mamarias de un 50 hasta un 90% (Tarlochan et al. 1992; Hogan et al. 1995 y Acuña et al. 1996).

Existen diferentes tipos de desinfectantes que han sido evaluados para su uso en la desinfección de pezones:

Y Iodóforos: Destruyen bacterias por acción química no biológica por un mecanismo de oxidación-reducción con una acción rápida. Ejercen un control efectivo de las nuevas infecciones intramamarias por Stafiloccocus aureus y Streptococcus agalactiae (Oliver et al. 1991; Boddie et al.1993).

Y Hipoclorito de sodio: Su eficacia permite la reducción de la población microbiana de la piel del pezón (Philpot et al. 1975) y reduce nuevas infecciones intramamarias bajo condiciones experimentales y exposición natural (Pankey et al. 1983).

Otros desinfectantes evaluados son el Oxido cloroso y Dióxido de cloro que demostraron reducción de nuevas infecciones por Strectococcus dysgalactiae y otros patógenos productores de mastitis (Drechsler et al. 1990; Harmon, 1996). Por otra parte Sears et al (1991,1992) reportaron la efectividad de la nisina para la desinfección de los pezones post-ordeño frente a los principales patógenos productores de mastitis. El empleo de estos desinfectantes a pesar de ser aceptados en el programa de control de mastitis tiene limitaciones (Preez, 1987). Harman, (1996) destaca que éstos pueden prevenir nuevas infecciones, pero no reducen la duración de las infecciones existentes, que pueden persistir por meses o años. Otra limitación consiste en que la protección no es equitativa contra todos los tipos de bacterias que causan mastitis (Wesen y Schultz, 1970). En diversos estudios se reportan que las infecciones por coliformes no se reducen (Goldberg et al. 1994; Bansal et al. 1995). Una tercera limitación señalada por Pankey et al. (1984) es la irritación de los pezones que puede ser provocada por altos o bajos pH del producto y para prevenirlos son usados emolientes tales como glicerina o lanolina en la formulación del mismo, teniendo en

cuenta sus concentraciones (entre 10 y 12%) para no afectarlo. También se señala como limitante problemas de residualidad en leche lo que puede constituir un problema potencial para la seguridad del consumidor (Pankey, 1988).

PRINCIPALES MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO QUE SE EMPLEAN EN LA DETECCIÓN DE LA MASTITIS SUBCLÍNICA.

La mastitis es por sí sola la causa más costosa de pérdida de producción en la ganadería, por lo que el diagnóstico temprano de la mastitis y su tratamiento, ayudan a que la vaca se recupere más rápidamente.

Existen métodos de diagnóstico indirecto tales como:

  • 1. Análisis bacteriológico.

  • 2. Recuento de Células Somáticas (RCS) para determinar los diferentes grados de infección.

  • 3. Determinación de niveles anormales de diferentes componentes de la leche.

Se altera la concentración de diferentes proteínas, enzimas y azúcares. Entre las proteínas más usadas como método de diagnóstico tenemos la anti-tripsina y la N-Acetil- B-glucosamidasa (NAGAsa). Esta última enzima es intracelular y aparece como consecuencia de las lesiones del tejido epitelial producida durante procesos mastíticos (Amorena, 1990).

Por otra parte la determinación del grado de reacción de CMT constituye un criterio válido para identificar una situación de emergencia de mastitis subclínica en un rebaño, que se corresponde a su vez con la incidencia de patógenos de alto riesgo. Además dicha prueba posee importancia práctica ya que permite un diagnóstico de campo rápido y sin mucha exigencia técnica, comprobándose a su vez que a medida que aumentan los grados reaccionantes a la CMT se incrementan los valores de conductividad eléctrica y pH (r=0,85) (Suárez et al. 1998).

Bofill et al., (1996) reflejan los aspectos a tener en cuenta para la interpretación de la prueba California Mastitis Test (CMT):

Y Negativo (-): Mezcla lechosa y/o opaca, pero libre de precipitados (0 – 200 000 cel/.mL-1).

Y Dudoso (+-):Muestra lechosa y opaca con finas partículas de materia coagulada sin aglutinar (150 000 – 500 000 cel./mL-1)

Y Reacción (+): Menos opaca, con partículas de coágulos, con cierta aglutinación (400 000 – 850 000 cel./mL-1).

Y Reacción (++): Fondo acuoso, grandes agregados de materia coagulada con cierta aglutinación (800 000 – 5 000 000 cel/.mL-1).

Y Reacción (+++): Fondo muy acuoso con suero, donde flota gran cantidad de material coagulado (filamentos o cintas) (+ de 5 000 000 cel./mL-1).

El reactivo de California para la prueba de mastitis, entre sus componentes, presenta un tenso activo que disminuye la tensión superficial de los leucocitos presentes en la leche cuando la vaca padece de mastitis, por lo que al disminuir la tensión superficial se produce el estallido de los leucocitos y su contenido al ponerse en contacto con el producto utilizado formando un gel en la raqueta en dependencia del grado de reacción que presente la muestra, que es directamente proporcional al nivel de afectación que presente la glándula con agentes patógenos (Nogueira, 1999).

Ponce (1988) plantea que los índices de pH para la leche normal deben estar entre 6,6 – 6,8, además señala que el pH de la leche por encima de 6,8 está generalmente asociado a la leche proveniente de cuartos con mastitis subclínica .En cambio, en estudios realizados por Meinardi, (1994) se plantea que la leche de los cuartos afectados con mastitis posee valores de pH igual o superiores a 7.

Acosta y Martínez, (1986) señalan que un elemento importante para el diagnóstico de la mastitis es la electro conductividad de la leche y es a su vez un método de amplia aceptación, pues al producirse una afectación de la mama por los cambios que origina en la composición de la leche, se va a producir un incremento de los electrolitos, fundamentalmente Sodio y Cloro, lo cual se traduce en un aumento de la conductividad eléctrica.

De Dios (2001) empleando el método de Winconsin modificado para el análisis de las muestras de leche, concluye que una leche con menos de 300 por 1000 células somáticas (CS) es negativa, entre 300 – 700 por 1000 CS positivo débil y mayor de 700 por 1000 CS es positiva.

La alteración del tejido mamario provoca una rotura de la barrera sangre-leche y el escape de sodio y cloro hacia la sangre a través de la vía intracelular por ruptura de las uniones celulares. El incremento de la conductividad eléctrica por encima de un valor determinado es indicador de mastitis, por lo que un umbral eléctrico de los valores de conductividad eléctrica para la leche normal y con mastitis fueron de 6,9 ms/cm y 7,7 ms/cm, respectivamente (Ponce, 1988).

Cepero et al. (1991) sugieren los siguientes valores de conductibilidad para la interpretación y clasificación de los resultados.

Y Cuartos sanos: Valores inferiores a 5,6 mS.cm-1.

Y Mastitis subclínica: Entre 5,6 – 7,9 mS.cm-1.

Y Mastitis clínica: Valores de 8,0 mS.cm-1.

La tipificación de bacterias ha pasado a ser un método bacteriológico más a convertirse en una poderosa herramienta epidemiológica que ayuda no solo al conocimiento exacto del origen de la enfermedad y la afinidad de ciertas cepas bacterianas por determinados tipos de infecciones, sino como en el caso de la infección de la glándula mamaria a determinar los factores de riesgos asociados a la presentación de la enfermedad (Jaramillo, 1996).

Según Corbellini, (1996), el diagnóstico de la enfermedad se puede hacer tanto analizando bacteriológicamente muestras de leche, como la reacción inflamatoria a la infección a través de diferentes parámetros, siendo el CCS (ccs/mL) el más usado.

Harman, (1994) señala limitaciones para el uso del CSC en el diagnóstico, planteando que éste es aplicable fundamentalmente a infecciones relacionadas con mastitis provenientes de granjas en la que se han diagnosticado la presencia de patógenos contagiosos (Staphilococcus aureus y Streptococcus agalactiae), dado que las infecciones producidas por estos patógenos tienden a tener un período de duración largo y el desarrollo de nuevos casos de infección puede llegar a prevalecer por mucho tiempo y esto será reflejado en altos valores de CSC.

HIGIENE DEL ORDEÑO Y CALIDAD DE LA LECHE.

La secreción es un proceso continuo que depende de la presión interna que se va generando en el tiempo, mientras la extracción es un proceso intermitente asociado a la frecuencia de mamar por la cría o al ordeño. Los equipos de ordeño mecánico han evolucionado considerablemente desde su primera presentación en el año 1936, pero en esencia, cuenta con sistema de vacío, pulsación, extracción, conducción y eléctrico. Algunos equipos actuales tienen instalados sistemas adicionales que permiten el control automático de la salud de la ubre, señales del estro, mediciones de producción, etc, como es el sistema AFIMILK desarrollado en Israel.

Mucho se ha hablado de la influencia del equipo de ordeño en la aparición, de mastitis, pero en condiciones óptimas del ordeño sólo se reconoce que el equipo esté involucrado en un 7% de los casos. Con relación a la calidad, una ventaja esencial es que el sistema es cerrado y no permite el contacto con otras suciedades y fuentes de contaminación que no sean las derivadas de una mala limpieza y desinfección (FEPALE, 2000).

Cuando se diseña la máquina de ordeño, la facilidad para su limpieza debe tenerse en cuenta:

  • 1. El material utilizado para construir la tubería debe ser liso (aluminio, acero inoxidable, etc.) durable y consistente a la corrosión de las soluciones ácidas y alcalinas.

  • 2. La máquina debe ser construida con el mínimo de ángulos rectos par reducir las distorsiones en el flujo y la formación de depósitos

  • 3. Todas las tuberías deben poseer una adecuada inclinación para proveer drenaje luego del ordeño y limpieza.

Una máquina impecablemente limpia es necesario para recolectar leche de alta calidad que es segura y sabrosa para el consumo humano y que permanece así por un largo período de tiempo. Una máquina de ordeño funciona bien solamente cuando es limpiada cuidadosamente luego de cada uso (Cabrera y García, 1990).

La rutina clásica del lavado de los equipos de ordeño sigue los siguientes pasos: (Fuhrman, 1998)

  • 1) Enjuague inmediato del equipo para evitar que la leche se seque dentro de la máquina. Debe hacerse con agua tibia sin recircular hasta que la misma salga translúcida. El propósito del enjuague es que de éste modo se arrastra la mayor parte de leche remanente en las cañerías. No se debe usar agua caliente para evitar que la leche se pegue a las paredes por coagulación de proteínas (caseína).

  • 2) Lavado alcalino con AG 10 luego de cada ordeño en concentración del 0,5 al 1% según la dureza del agua. En esta etapa es muy importante la temperatura de la solución de lavado. Lo ideal es comenzar con 70 a 75 oC y finalizar con 45 oC, recirculando la solución. La duración del lavado dependerá entonces de la temperatura (aproximadamente 7 minutos en invierno y de 10 a12 minutos en verano). El volumen de agua utilizado debe ser adecuado al equipo y se debe tener en cuenta al dimensionar el termo tanque o calefón que calienta el agua.

  • 3) Desinfección con AG 50 al 0,5%.

  • 4) Lavado ácido periódico con AG30: tiene por objeto la remoción de la piedra de leche y deba hacerse una o dos veces por semana según el tipo de agua en concentración del 0,5% luego del lavado alcalino, recirculando la solución durante aproximadamente 10 minutos.

Según Fernández, (2002) otras opciones pueden ser las siguientes:

MÉTODO TRADICIONAL.

  • A) Después de cada ordeño:

Y Enjuagar la instalación con agua templada durante 5 minutos par eliminar la mayor parte de la leche retenida.

Y Hacer circular una solución de un producto alcalino clorado como CLEAN STAR al 0,5 -1,5% de concentración (de 50 a 150 ml de producto por cada 10

L. de agua), ECOPLUS (para aguas blandas) al 0,5 – 1,5% (de 100 a 200 ml de producto por cada 10 L. de agua), a 40-60 oC de temperatura y durante 10 – 15 minutos.

Y Aclarar con agua potable y fría

  • B) Una vez por semana.

Y Enjuagar la instalación con agua templada durante 5 minutos para eliminar la mayor parte de la leche retenida.

Y Hacer circular una solución de producto alcalino clorado tipo CLEAN STAR al 0,5-1,5% de concentración (de10 a 150 mililitro de producto por cadac10 litros de agua),o ECO PLUS (par aguas blandas)al 0,5-1,5% (de 100 a200 ml de producto por cada 10 litros de agua),40-60 ºC de temperatura y durante 10 a 15 minutos.

Y Aclarar con agua caliente durante 5 minutos par eliminar la solución detergente.

Y Realizar una desincrustación del equipo de ordeño con el producto ácido COMBI CID a la concentración del 1-2% (de 100 – 200ml de producto por cada 10 L. de agua), a 40 – 60 ºC de temperatura y durante 10 -15 min.

Y Aclarar con agua potable y fría.

METODO ALTERNATIVO.

  • A) DESPUES DEL ORDEÑO DE LA MAÑANA:

Y Enjuagar la instalación con agua templada durante 5 min. para eliminar la mayor parte de la leche retenida.

Y Realizar una desincrustación del equipo de ordeño con producto tipo COMBI CID al 0,5-1,5% de concentración (de 50 – 150 ml de producto por cada litros de agua), a 40 – 60 ºC de temperatura y durante 10 -15 min.

Y Aclarar con agua potable y fría.

  • B) DESPUES DEL ORDEÑO DE LA TARDE:

Y Enjuagar la instalación con agua templada durante 5min par eliminar la mayor parte de la leche retenida.

Y Hacer circular una solución de producto alcalino clorado COMBI PLUS a la concentración de 0,5-1,5% (de 50 -150ml de producto por cada 10 litros de agua), a 40-60 C de temperatura y durante 10-15min.

En la siguiente tabla pueden apreciarse los pasos básicos en la limpieza del equipo de ordeño:

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Al finalizar el ordeño, toda la suciedad visible y los depósitos de leche deben ser removidos de la parte exterior de las unidades de ordeño y de los tubos flexibles mediante el cepillado y enjuagado con agua limpia.

En esencia todos los métodos empleados presentan similar metodología, lo que varía son los productos utilizados en la desinfección. Esto está justificado por las posibilidades económicas de cada productor, por las experiencias que se tienen en el uso de determinado producto o por el surgimiento de otros nuevos cada vez más eficaces y menos agresivos al medio, con una mayor efectividad en la eliminación de los agentes etiológicos. Dentro de estos productos tenemos:

  • 1. Para la limpieza:

Gel y Espuma: BIOGEL, la última técnica para una limpieza no corrosiva, permite un tiempo de contacto más largo, lo que facilita la acción del desinfectante. BIOGEL ha sido desarrollado para limpiar las grasas y la materia orgánica persistente. A una dosis suficiente se forma un gel que aumenta el tiempo de contacto con las superficies verticales. A una dosis inferior BIOGEL forma una espuma muy compacta y no agresiva. DM CID-S es una espuma alcalina que permite una pre- desinfección durante la limpieza. TORNAX-S es una espuma ácida que permite eliminar el sarro y los depósitos cálcicos en las canalizaciones.

  • 2. Desinfección de espectro completo.

VIROCID Y CID 20 se utilizan en pulverización, espuma o nebulización. VIROCID Y CID 20 eliminan todas las bacterias virus y hongos en la sala de ordeño, los establos, boxers de terneros y vehículo de transporte de los animales.

  • 3. Tratamiento del agua de bebida.

CID CLEAN limpian las canalizaciones del agua de bebida y descontaminación del agua (muy eficaz contra Entero bacterias y colibacilos). Ideal par tratar el agua utilizada en la dilución de la leche en polvo. Dosis 0.01% (100mL. por 1000 L. de agua).

  • 4. Higiene de las instalaciones de ordeño y del tanque de la leche

DM CHLOR o DM CID alcalino clorado homologado al 0,5% elimina grasa y proteínas. PRO CID o PHO CID elimina el sarro y otros depósitos minerales presente

en las canalizaciones de la leche. Alternar diariamente los dos productos para un resultado óptimo

  • 5. Higiene de la ubre antes del ordeño:

DERMET es un jabón descontaminante y suavizante, elimina las impurezas presentes en los pezones evitando la contaminación de la leche. DERMET es muy suave para la epidermis. La DERMALINA es un jabón engrasante de una nueva generación que permite la higiene del pezón y la descontaminación de las toallitas entre ordeños. DERMALINA tiene una acción positiva sobre la producción de oxitocina que provoca una mejora de la abertura de los esfínteres y un ordeño más rápido.

  • 6. IODIP + (a base de yodo), tiene gran poder de descontaminación gracias a su fuerte concentración en yodo. La utilización de yodo deja los pezones más elásticos y suaves. Muy eficaz en problemas de viruela.

  • 7. Pulverización después del ordeño:

IODOSPRAY (a base de yodo) o LACTROSPAY (a base de ácidos lácticos) y PRODIP/SPRAY (a base de chlorexidina), desinfectan y protegen los pezones. Ideal para las máquinas de ordeño y todo el aparato de pulverización automático.

  • 8. HANDCLEANER ECO. Es un jabón muy suave por la limpieza de las manos. HANDCLEANER AGRO permite mayor descontaminación. ALCO D (líquido), ALCO G (gel) son descontaminantes e hidratantes de la epidermis y previenen la contaminación cruzada. MECA CLEAN es un jabón con micro partículas que elimina grasas y aceites.

No basta con llevar solamente a cabo una correcta rutina y buena limpieza a la hora del ordeño, pues la leche obtenida al final debe ser colectada, manipulada con cuidado y de forma higiénica para de esta forma lograr una leche con óptima calidad.

Dicha leche colectada debe ser filtrada, enfriada y almacenada en un ambiente limpio y apartado. La leche puede ser filtrada utilizando un filtro incluido dentro de la línea a medida que la leche es bombeada fuera de la máquina o pasando la leche colectada manualmente a través de un filtro en un tarro de leche. Si el filtro es descartable, debe ser utilizado una sola vez. En forma alternativa, se puede utilizar un filtro de tela, lavado y desinfectado después de cada ordeño. El filtro retiene los coágulos y otras partículas

grandes .La inspección del mismo ayuda a evaluar la higiene general del ordeño (Flicher, 1996). Una refrigeración rápida de la leche luego de su recolección es vital para evitar la multiplicación de bacterias y pérdida de su calidad. Si las instalaciones de refrigeración no se encuentran disponibles, la leche debe ser enfriada alrededor de dos grados de la temperatura del agua local. La leche enfriada debe almacenarse idealmente a 4 ºC hasta que sea transportada a la planta procesadora. La leche no almacenada a 4 ºC debe ser transportada a una planta procesadora de leche lo antes posible (Núñez et al., 1984).

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Curriculum Omelio Cepero Rodriguez.

Graduado en la carrera de Medicina Veterinaria. Defendió su doctorado en Leipzig, Alemania. 1988. Profesor Titular. Tiene publicado 184 trabajos en revistas Nacionales e Internacionales. Miembro Titular.la Sociedad de Epizootiologia. Desde el año 1992 dirige el tema de Investigación: "Impacto de los desastres en la salud y producción animal y vegetal en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Central de las Villas. Autor de catorce libros.

 

 

 

Autor:

Omelio Cepero Rodriguez.

Jorge Orlay Serrano Torres.

Partes: 1, 2
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