El mercantilismo es una corriente de pensamiento que se desarrolló a lo largo de los siglos XVI, XVII y parte del XVIII, que se basa en dos teorías centrales: el superávit comercial y la política proteccionista.
• Teoría del superávit comercial: sucede cuando el valor total de las exportaciones es superior al valor total de las importaciones de un país.
• Teoría política proteccionista: implantación de instrumentos de protección exterior: Defensa de la producción nacional con medidas que limiten las importaciones.
La suma de estas dos políticas dieron origen al mercantilismo pues a través del superávit se consiguió elevar el ingreso de divisas al país y con la política proteccionista, los productos internos adquirieron mayor valor de venta que los importados, haciendo posible que se cumpla la primera teoría (mayor exportación que importación). Y es así que, en esta época nace el capitalismo acompañado de un férreo control del comercio exterior, justamente por el elevado flujo de mercaderías que circulaban entre los países.
De más está decir que no es posible efectuar un estudio de las teorías del comercio internacional sin hacer referencia al mercantilismo, fuente del proteccionismo que aún ejerce un gran atractivo, basada en argumentos simplistas y erróneos, pero que fascina por su sencillez y por su enfoque eminentemente nacionalista. El mercantilismo es conocido como la doctrina que establece como conveniente una balanza comercial favorable, porque de algún modo ésta genera la prosperidad nacional. Schumpeter presenta tres formulaciones alternativas de dicho argumento, calificando los tres enunciados de indefendibles:
"(1) el superávit o déficit de la exportación mide los beneficios o los perjuicios que una nación obtiene o sufre de su comercio internacional; (2) el superávit o déficit de la exportación es precisamente aquello en que consiste el beneficio o el perjuicio dimanante del tráfico internacional; (3) el superávit o déficit de la exportación es la única fuente de ganancia o pérdida de la nación en su conjunto".
Los enunciados (2) y (3) sugieren que una política comercial proteccionista impulsará la prosperidad nacional, en tanto sea capaz de mantener una balanza comercial favorable. El argumento se apoyaba en analogías con el comportamiento económico a nivel individual: si la ganancia de un individuo implicaba la pérdida de otro, algo semejante ocurriría entre naciones, dando lugar al denominado "juego de suma cero". Evidentemente, esa ganancia derivada del comercio consistiría en la entrada de metales preciosos ocasionada por una balanza comercial (léase balanza por cuenta corriente) excedentaria.
El nexo fundamental entre el comercio internacional y la riqueza nacional tenía dos vertientes. La primera era de orden pretendidamente económico (la entrada de oro aumentaba la riqueza de la nación que obtuviese un superávit comercial merced a la equiparación entre dinero y riqueza) pero, desde Adam Smith, considerada manifiestamente falaz. La segunda era de orden político: en un continente europeo sacudido por las guerras, el debilitamiento económico del adversario suponía un factor de la máxima importancia de cara a preservar la seguridad y, en consecuencia, la prosperidad nacional; en esas circunstancias, incluso una pérdida de riqueza menor a la padecida por dicho adversario podía ser considerada como una ganancia (de hecho, en eso consiste el deplorable elemento racional de toda confrontación bélica). Es lo que se conoce como "equilibrio de poder", ya explicada en el tema precedente.
La posibilidad de mantener un superávit comercial será rechazada por la teoría del ajuste automático, según la cual el aumento de oferta monetaria subsiguiente a un excedente comercial supone la aparición de un proceso inflacionario, en virtud del cual la balanza comercial (corriente, en términos actuales) sería reconducida al equilibrio o, incluso, impulsada al déficit. Los argumentos proteccionistas, por su parte, se verían desbordados por las razones aducidas por Smith en favor del librecambio.
Tras haber sido descalificados por los economistas clásicos ingleses, los mercantilistas fueron rehabilitados por algunos autores alemanes, primero, y por Keynes, después. Los primeros reivindicaron el mercantilismo como camino para alcanzar la autarquía y la construcción nacional, mientras que Keynes destacó que la entrada de metales preciosos perseguía bajar los tipos de interés, estimulando así la inversión y el empleo. En realidad, la batería de argumentos en favor de la protección que aportó el mercantilismo ha resurgido intermitentemente, si bien sus enunciados han sido dotados de mayor sofisticación por economistas posteriores. Por ello, aunque el análisis económico de la protección ha ganado en profundidad, pocos argumentos proteccionistas radicalmente originales han sido añadidos a los formulados por el mercantilismo.
Según el diccionario de economía política escrito por Borísov, Zhamin y Makárova, el MERCANTILISMO es una tendencia de la economía política burguesa y de la política económica de los estados en la época de la acumulación originaria del capital (siglos XV-XVIII); reflejaba los intereses del capital comercial cuando éste todavía se hallaba unido al capital industrial. Los mercantilistas consideraban que la ganancia se crea en la esfera de la circulación y que la riqueza de los naciones se cifra en el dinero.
De ahí que la política mercantilista tendiera a atraer al país la mayor cantidad posible de oro y plata. Los primeros mercantilistas (Stafford y otros) insistían en que se prohibiera toda exportación de dinero del país. Lo que ellos se proponían era acumular dinero en el país por todos los medios, exportando mercancías al mercado exterior.
Con el crecimiento de las formas capitalistas de economía y la ampliación del comercio exterior, se hizo cada vez más evidente la inconsistencia de la política que veía su objetivo en retener el dinero de la circulación. Frente a la política de la balanza monetaria activa, se presentó la política de la balanza comercial. Sus partidarios eran mercantilistas posteriores (T. Mun, A. Serra y otros). Según ellos, el Estado ha de poseer un tamo activo en la balanza comercial, la importación de mercancías no debe superar a la exportación. Para que así fueses se estimulaba el desarrollo de la industria que producía para exportar.
El mercantilismo consideraba que la fuente de la riqueza radica en el comercio exterior, y como quiera que eran los artesanos quienes suministraban las mercancías que se exportaban, se negaba a la conclusión de que era indispensable fomentar la producción artesanal. La producción capitalista estaba en sus comienzos y las ideas de los mercantilistas se hallaban condicionadas por el nivel del desarrollo económico de aquella época.
El mercantilismo empieza a descomponerse a mediados del siglo XVII dado que, a medida que el capitalismo progresa, la forma principal de aumentar las riquezas va siendo la producción capitalista.
El mercantilismo, según caracterización de Marx, fue la prehistoria de la economía política. La verdadera ciencia económica moderna empieza tan sólo cuando la investigación teórica pasa del proceso de circulación al proceso de producción" (C. Marx). En su tiempo, la política del mercantilismo fue progresiva, contribuyó a desarrollar las primeras grandes empresas capitalistas: las manufacturas; facilitó el progreso de las fuerzas productivas, la victoria del capitalismo sobre el feudalismo. Al mercantilismo como corriente del pensamiento económico de la burguesía, le sucede la teoría de los fisiócratas.
Son representantes de la economía política burguesa de Francia en el siglo XVIII. El fundador de la escuela fisiocrática fue F. Quesnay. La parte central de la doctrina económica de los fisiócratas corresponde al problema de la plusvalía o del producto neto''.
Los fisiócratas rechazaron la idea mercantilista de la riqueza como acumulación de dinero en el país (ver Mercantilismo). Consideraban que la única fuente de riqueza es la naturaleza, con cuyo concurso -a juicio suyo- y sólo con él puede crearse el producto neto. Reducían la plusvalía a un don físico de la naturaleza, creían que la agricultura es la única rama en que se crea el producto neto.
Los fisiócratas daban el nombre de clase productora a la formada por los individuos ocupados en la agricultura. Definían la industria como esfera "estéril", y de las personas ocupadas en la industria decían que constituían la clase estéril, pues a juicio de los fisiócratas en la industria no se crea nueva riqueza. Concebían la plusvalía como un incremento material de los valores de uso, y no como un incremento del valor. A los fisiócratas corresponde el mérito de haber situado el problema concerniente al origen de la riqueza social en la esfera de la producción material en lugar de situarlo, como hasta entonces se había hecho, en la esfera de la circulación. Con ello sentaron las bases del análisis de la producción capitalista en su conjunto.
Los fisiócratas fueron partidarios del dominio ilimitado de la propiedad privada, de la libre competencia y de la libertad de comercio exterior. Lo valioso de su doctrina estriba en hacer depender de la estructura económica la situación de las clases de la sociedad.
Es asimismo un mérito científico de los fisiócratas el examinar el capital en la forma que adopta en el proceso de producción, en vez de identificar -como hacían los mercantilistas- el capital con la forma monetaria en que aparece ésta en la esfera de la circulación.
Los fisiócratas dieron comienzo al análisis científico del capital fijo y del capital circulante mediante su doctrina de los anticipos iniciales y anuales. Fueron los primeros, en la historia de las ideas económicas, que intentaron analizar las leyes de la reproducción y de la distribución del producto social global bajo el capitalismo.
Los clásicos del marxismo estimaron en mucho esa tentativa y la consideraron de alto mérito para su tiempo. El "cuadro económico" de Quesnay, aunque contenía muchas tesis contradictorias y erróneas, fue el primer ensayo llevado a cabo para presentar el proceso de la reproducción capitalista en su conjunto.
- 2.2. Los fisiócratas
2.3. Definición de mercantilismo
Retomemos el punto principal para sintetizar la definición de mercantilismo como "una doctrina que se presento entre los siglos XVII y XVIII, es entendido como el enriquecimiento de las naciones mediante la acumulación de metales preciosos"
- 2.4. Principales características del Mercantilismo
- Toda la actividad económica se centra en la adquisición de monedas y metales como el oro y la plata para el enriquecimiento del estado.
- Se puede ver que el mercantilismo es una doctrina centralista al considerar que es el propio estado es el que debe programar y organizar la adquisición de metales preciosos.
- Con esta doctrina se genera una balanza comercial debido a que los países se ven forzados a desarrollar al máximo las exportaciones de productos pagaderos en oro y plata y reducir en lo posible las importaciones.
- Al plantearse los estados proteccionistas se generan fuertes impuestos a los productos extranjeros en Inglaterra se plantea el acta de navegación que decía que todos las mercancías importadas o exportadas de las colonias angloamericanas debían ser embarcadas en barcos ingleses, esta medida se implanto para el resto del comercio ultramarino, esta medida afecto significativamente a Holanda que dependían del transporte de mercancías; esto genero conflicto entre estas dos naciones.
- También se fomento el crecimiento de las industrias para que el gobierno pudiera cobrar impuestos para fomentar los gastos militares. A lo largo de estos siglos el mercantilismo vario de una nación a otra por ejemplo en España se baso en una actividad puramente exportadora en la defensa de los metales preciosos que entraban desde América atesorándolos en lingotes básicamente. El mercantilismo francés es muy diferente al español, al carecer Francia de minas de oro y plata, por lo que esta intentaba adquirirlos en los mercados exteriores, Jean Colbert ministro de Luís XIV institucionalizó la exportación de productos franceses para generar dichos metales. Algunos de los aspectos desfavorables de esta doctrina fueron: La moneda no es una medida de riqueza.
- No todos los países pueden tener una balanza comercial positiva.
- Ningún país puede sostener una balanza comercial favorable en el largo plazo.
- El comercio puede ser mutuamente beneficioso para las naciones.
- 2.5. Planteamientos del mercantilismo sobre la usura
Los planteamientos mercantilistas sobre la usura básicamente fueron tres:
- Imposición de impuestos altos en las colonias y en los puertos.
- Explotación de las personas en las minas para sacar una mayor cantidad de mineral.
- Negociación casi nula con los demás países
Una de las principales medidas adoptadas por Inglaterra fue el no permitir la entrada de barcos extranjeros en los puertos ingleses, con el fin de tener una : economía proteccionista para mantener el oro y la plata en Inglaterra, esta decisión afecto a Holanda ya que este país se basaba en el comercio marítimo, esta decisión fue denominada el acta marítima, otra medida que se opto fue la de dar a los jueces de paz la posibilidad de fijar las horas laborales y obligar a todo hombre sano a trabajar en algo productivo.
En 1660 se prohíbe que las colonias vendan algunos productos como es el tabaco el azúcar y el arroz entre otros a naciones extranjeras.
- 2.6. Políticas adoptadas por Inglaterra:
- 2.7.¿Qué es el Bullionismo?
El Bullionismo es la creencia en que la riqueza de un país estaba basada en la acumulación de metales preciosos, y la creencia en la necesidad de una acción directa por parte del estado para dirigir el sistema capitalismo.
3. Principales exponentes del pensamiento mercantilista
Fue un político francés nación en reims en el año de 1619 y murió en Paris en 1683, fue ministro de Luis XIV, creo la contabilidad publica moderna, obligando a llevar un libro de entradas uno de salidas y uno de fondos, protegió el comercio interior de la competencia extranjera, colvert favoreció el aumento de la población para disponer de mayor mano de obra, concedió la exención tributaria para las familias con mas de 10 hijos y a los que se casaban jóvenes, creo manufacturas reales, empresas con producción controlado por el estado donde se imparten enseñanzas técnicas.
- 3.1. Jean Baptiste Colbert:
Filosofo historiador y economista escocés nació en Edimburgo en el año de 1711 y murió allí mismo en el año de 1776 fue el que desarrollo una forma convincente de la teoría de la circulación automática de efectivo. Si el país A gana dinero en efectivo como consecuencia de una balanza comercial favorable, su nivel de precios se elevará, mientras en el país B, que ha perdido dinero debido a su balanza comercial desfavorable, ocurrirá exactamente lo contrario. En A, los precios son ahora demasiado altos para permitir que el país mantenga inalteradas sus exportaciones. El alto nivel de precios de A atraerá las importaciones, al mismo tiempo que reducirá las exportaciones. En B ocurrirá lo contrario y habrá una inversión del movimiento de metal que volverá nuevamente a B. Hume escribió en el año de 1726 el tratado de la naturaleza humana que no fue publicado hasta 1740 luego en 1748 publico la investigación sobre el conocimiento humano que es por decirlo así la segunda parte de su primer libro.
- 3.2. David Hume:
Mercantilista ingles nacido en Londres en el año de 1571 y murió en 1641, fue el director principal de las indias del orientales, fue el principal representante de mercantilismo en Inglaterra, fue partidario del libre comercio exterior, su obra mas importante fue el tesoro de Inglaterra a través del comercio exterior.
- 3.4. William Petty:
Economista, estadístico y medico británico nacido en Rosmey en el año de 1623 y murió en el año de 1687en Londres, creo la aritmética política y la teoría del valor del trabajo con los mismos elementos que Adam Smith.
4. Implementación de la teoría Mercantilista
En los primeros tiempos se organizaban expediciones sueltas que enviaba cada armador o comerciante; pero el contrabando y los piratas obligaron a las autoridades a formar flotas compuestas por varias naves artilladas que navegaban juntas. A partir de 1573 este sistema de "flotas y galeones" se volvió obligatorio y oficial y todo navío debía ir o regresar de México formando parte de la flota bajo pena de severas sanciones.
Cada año se equipaban en Sevilla dos flotas: una con destino a Veracruz (México), denominada flota de "Nueva España" y la otra a Portobelo (Panamá), llamada de "Tierra Firme" de la que se desvinculaban algunas naves para Cartagena y Caracas: una Quinada Real les servía de protección.
La flota de Tierra Firme marchaban directamente de España a Santo Domingo, licenciaba allí los barcos que se dirigían a Río de Hacha. Venezuela, Margarita, etc. Y seguía con los demás hasta Cartagena y Santa Marta.
De allí, al cabo de un mes, se dirigían a Portobelo, desde donde los productos eran transportados por tierra hasta Panamá, y de allí embarcados para el Callao, donde se separaban los destinados a Chile. Los que debían ser enviados al Alto Perú, eran transportados a lomo de mula, o en carretas, hasta Potosí.
Los comerciantes del Río de la Plata iban a proveerse a Potosí, pasando por Jujuy, Salta y Córdoba. Los productos llegan así a Buenos Aires después de larga peregrinación, muy recargados sobre su valor primitivo.
Poco tiempo después de la llegada de los galeones, los comerciantes de la América del Sur llevaban sus productos a Portobelo, para ser cambiados allí por los artículos manufacturados. En este último puerto la flota esperaba las mercaderías, que a lomo de mula atravesaban el istmo de Panamá, punto en donde la Armada del Mar del Sur había dejado los productos recogidos en Valparaíso, Callao y Guayaquil.
Portobelo era, pues, el emporio del comercio sudamericano. Ambos convoyes cargados con esmeraldas de Nueva Granada, perlas de Margarita, tabaco, cacao, etc. de Venezuela, minerales de Nicaragua, metales preciosos del Perú y de Méjico y sus respectivas flotas defensoras, volvían a Cádiz.
El cargamento de los buques se efectuaba en España, por comerciantes de Sevilla y Cádiz, con la intervención de la Casa de Contratación, la que indicaba qué artículos y qué cantidad debían embarcarse; los productos que de retorno debían llevar y las escalas que tenían que hacer.
- 4.1. Las flotas y los galeones
- 4.2. Las Ferias
En Portobelo, Panamá y Potosí se efectuaban ferias anuales que duraban de 30 a 40 días y allí se llevaban los productos de las minas, la vainilla, el palo de campeche, quinina, cueros, sebos y cereales para cambiarlos por productos procedentes de España.
5. Influencia del mercantilismo en las colonias hispanoamericanas
América tuvo una importancia muy elevada en el proceso mercantilista español ya que el era el encargado de abastecer de materias primas agrícolas y mineras.
En el momento que se estaba librando la guerra con Inglaterra se dieron en América una serie de problemas de orden social cuando es reorganizado el sistema impositivo que básicamente era mas pagar mas impuestos para financiar la guerra.
6. El Monopolio Mercantilista
A menudo se ha llamado a este sistema monopolio comercial, desvinculándolo totalmente de las teorías económicas vigentes y juzgándolo desde puntos de vista parciales o deficientes.
Fue monopolio en el sentido de que España era el único vendedor y el único comprador, según lo pedían las doctrinas estatistas de los teóricos del mercantilismo.
Contra ese único comprador y vendedor protestaban los países con mercantilismo de flotas y fletes, como Inglaterra y Holanda. Pero Inglaterra era también cerradamente monopolista, ya que según el Acta de Navegación de Cromwell, todo el comercio vino a quedar en manos de los ingleses y en barcos de esa nacionalidad.
El mercantilismo inglés y el francés dieron excelentes resultados en sus respectivos países.
Ventajas: el sistema le permitió un efectivo contralor del comercio con los reinos de Indias, gracias al sistema de flotas y al régimen de puerto único.
Inconvenientes: aguzó el ingenio y la apetencia de los contrabandistas, no sólo ingleses y holandeses, sino también españoles. Incluso las autoridades se mezclaron con el contrabando, que resultó siempre un magnífico negocio en perjuicio de la Corona.
- 6.1. Para España
- 6.2. Para América
Inconvenientes: restringió mucho el comercio, encareció enormemente los precios y fomentó el descontento.
Ventajas: Tales restricciones involucraron una ventaja no bien apreciada. La necesidad avivó el ingenio de los americanos: como las mercaderías eran costosas, estos prefirieron elaborarlas en el país.
De ese modo, las ciudades del Interior hicieron surgir una abundante industria manufacturada.
En ese sentido, el monopolio encarecedor fue la mejor incentivación y la mejor defensa de los telares, obrajes, ingenios, talleres, molinos y viñedos, crecidos a la sombra de la necesidad.
7. La astilla del Mercantilismo
Durante la implementación del Mercantilismo nació el grupo de personas que se aprovechó del comercio, sobre todo marítimo para robar ya sea a través del contrabando, la piratería y las actividades ilegales. Este grupo de personas entre los que se encontraban los corsarios, trataban de apoderarse de las riquezas de las potencias (España, Inglaterra, Portugal y Francia) por medios ilícitos.
El régimen español de los siglos XVI y XVII y la prohibición impuesta a los extranjeros de comerciar con las posesiones americanas, trajeron como consecuencia el contrabando o comercio clandestino que no pagaba derechos aduaneros, violaba y defraudaba al fisco.
Los ingleses, portugueses y holandeses introducían toda clase de géneros; aun los mismos concesionarios de las flotas entregándose con descaro al contrabando.
Por razones políticas España permitió que Francia pudiera comercializar con el Perú, permiso aprovechado por los franceses para introducir en Lima toda clase de mercaderías.
En el Río de la Plata, muchas veces las embarcaciones procedentes de Sevilla se detenían en el Brasil, para cargar allí los géneros e introducirlos luego en Buenos Aires.
Otras veces las naves penetraban en el estuario del Río de la Plata y pasaban a los barcos españoles su cargamento, en retorno de los frutos del país que éstos cargaban clandestinamente.
La Colonia del Sacramento y Las Antillas, fueron los dos focos principales del contrabando con Hispanoamérica. Estas posesiones españolas fueron utilizadas por Inglaterra, Francia, Holanda y Portugal para arruinar el comercio de España.
A efectos de cortar todos estos abusos del contrabando, los comerciantes de Cádiz fueron autorizados para enviar buques de registro sueltos con lo que se suprimió el sistema de galeones. Esta medida fue utilísima para el Río de la Plata que pudo obtener los artículos europeos en más abundancia y menor precio.
- 7.1. El contrabando
- 7.2. Corsarios y piratas
Los corsarios y piratas, generalmente ingleses, franceses y holandeses, se organizaron para atacar las flotas españolas y apoderarse de las riquezas y mercaderías que transportaban.
Los corsarios actuaban cuando su país mantenía guerra con España. El botín capturado se repartía correspondiendo una parte al Estado. Sus actividades cesaban al declararse la paz.
Los piratas operaban en todo tiempo, por cuenta y riesgo propio y se distribuían entre sí el producto. Su centro estaba en la isla Tortugas, al norte de Haití, desde donde se enseñorearon durante los siglos XVII y XVIII del mar de las Antillas.
8. Las Reformas Borbónicas
La tendencia a la centralización política y administrativa se manifestó claramente durante el siglo XVI bajo Carlos I y Felipe II; pero estos monarcas consideraban que el "oficio de rey" debía respetar el derecho y los fueros.
La monarquía francesa suponía que el rey estaba sobre el derecho en virtud de su origen divino, lo que dio lugar a un absolutismo doctrinario cuya consecuencia inmediata fue la supresión de los organismos consultivos intermedios, que fueron reemplazados por secretarias o ministerios.
El siglo XVIII marcó la rápida declinación de las tradicionales instituciones americanas y del propio Consejo de Indias. Los Cabildos perdieron buena parte de las prerrogativas.
- La Secretaría del Despacho Universal de Indias.
Se manifestó principalmente a través de la creación de las "Secretarías" o "Ministerios", que reemplazaron poco a poco a los Consejos.
En 1714, Felipe V, organizó la Secretaría del Despacho Universal de Marina e Indias, que tenía autoridad sobre todos los asuntos americanos. Posteriormente se crearon nuevas Secretarías, como la de Gracia y Justicia, Hacienda, guerra, Comercio y Navegación, etc.
El Real y Supremo Consejo de Indias perdió casi todas sus atribuciones, éstas pasaron a las Secretarías y a los funcionarios metropolitanos.
Muchos de estos funcionarios fueron mal vistos en Indias.
- 8.1. Los Nuevos Organismos de Gobierno
La división de América en virreinatos, capitanías generales y gobernaciones implantada a mediados del siglo XVI se mantuvo casi sin alteraciones hasta el siglo XVIII.
Con todo razón, los Borbones resolvieron implantar un nuevo esquema administrativo que respondiera a la realidad de este siglo y tambien a los problemas internacionales derivados de la política expansionista asumida por Inglaterra a partir del tratado de Utrecht.
En 1717 Felipe V creó el Virreinato de Nueva Granada, con capital en la ciudad de Santa Fe de Bogotá y quedó establecido definitivamente en el año 1739. Comprendía Colombia, Panamá, Ecuador y parte del Perú. Más tarde se creó la Presidencia de Quito con una administración independiente.
- El Virreinato de Nueva Granada (1739).
En 1773, Carlos III creó la Capitanía de Venezuela, designando a la ciudad de Caracas como sede de gobierno del Capitán General. Quince años más tarde se constituyó la Real Audiencia y posteriormente se nombró un arzobispo.
- La Capitanía General de Venezuela (1773).
Motivos militares movieron a Carlos III a nombrar a don Pedro de Cevallos Virrey del Río de la Plata en 1776. Al año siguiente fue constituído oficialmente el Virreinato del Río de la Plata.
- El Virreinato del Río de la Plata (1777).
- La Capitanía General de Chile (1778).
Carlos III transformó a Chile, que era una Gobernación, en Capitanía General (1778). El corregimiento de Cuyo dada su ubicación geográfica al este de los Andes, fue incorporado al virreinato del Río de la Plata.
- 8.2. La Reorganización Administrativa
- 8.3. La Real Ordenanza de Intendentes (1782).
Los Borbones implantaron en América el título de Intendente que no pertenecía a la administración política española sino que era una creación francesa ideada muchos años antes por el cardenal de Richelieu.
Esa creación está ligada al gobierno absolutista e indica un claro proceso de centralización, que era precisamente la meta que se proponía Carlos III.
La Real Ordenanza promulgada en 1782, dio a los Intendentes importantes atribuciones en las cuatro ramas del gobierno: policía, justicia, hacienda y guerra.
Policía: por función de Policía debe entenderse muchas de las actuales funciones del Poder Ejecutivo, singularmente aquellas que están relacionadas con la industria, el comercio, las obras públicas, etc. El gobernador-intendente intervenía en el levantamiento de planos, en la edificación, construcción de carreteras, acequias, puentes; el control de la moneda, de las pesas y medidas; en el castigo de vagabundos; en el fomento y explotación de la ganadería y de la agricultura.
Justicia: el intendente podía reveer la sentencia de los alcaldes de primer y segundo voto. De su sentencia cabía apelación ante la audiencia correspondiente.
Hacienda: su función era: recaudar las rentas y tributos. La creación de los intendentes se debió fundamentalmente al deseo de asegurar un eficaz manejo de los derechos de rentas reales.
Guerra: el intendente no tenía mando directo de tropas, pero podía administrar los fondos de las fuerzas armadas de su jurisdicción, como todo lo referente al alojamiento, pago de sueldos y aprovisionamiento de los soldados.
9. Organización Económica de América durante el siglo XVIII
Durante el siglo XVIII, nuevas teorías económicas reemplazan al Mercantilismo. Nace la FISIOCRACIA. Los Borbones españoles adhirieron a este movimiento de inspiración francesa, que tenía dos principios:
La riqueza de un país se basa en la explotación racional de la tierra.
El Estado debía intervenir lo menos posible en lo económico, dejando libre juego a las leyes de la naturaleza.
Después de una gira por Europa, efectuada por encargo de Fernando VI, el irlandés Bernardo Ward publicó su famosa obra "Proyecto Económico", en la que aconsejaba la adopción de medidas liberales en el orden industrial y comercial.
Poco a poco se fue operando la evolución. Los reyes comprendieron la necesidad de fomentar la agricultura y el comercio local, suprimiendo las medidas restrictivas que dificultaban el intercambio de las mismas.
Ante el peligro de que resultare comercialmente eliminada a España, Felipe V firmó, en 1720, un "Proyecto para los galeones y flotas del Perú y Nueva España y para navíos de registro y avisos, que navegaren a ambos reinos".
Al no obtenerse los beneficios esperados, el sistema de flotas fue suprimido en 1740. Se adoptó entonces el sistema de los buques de registro, con destino a cualquier puerto americano.
Una Real Cédula dada el 16 de Octubre de 1765 puso fin al régimen de puerto único, disponiendo que Cádiz, Sevilla, Alicante, Málaga, Cartagena, Barcelona, Santander, La Coruña y Gijón podrían comerciar con los de La Habana, Santo Domingo, Puerto Rico, Margarita y Trinidad.
- 9.1. La nueva Orientación Económica.
Debe tenerse presente que el tan comentado régimen de "flotas y galeones" nunca fue aplicado rígidamente, porque a menudo los monarcas concedieron permisos aislados o temporarios al margen de dicho sistema. Merced a estas franquicias, el Río de la Plata tuvo frecuentes relaciones comerciales directas con España. Por Buenos Aires entraban mercaderías que eran luego vendidas en el interior, como no se hacía diferencia entre las llegadas legalmente y las introducidas de contrabando, se estableció, como un intento de contralor, la Aduana Seca de Córdoba en 1622.
De acuerdo con las nuevas concepciones económicas, don Carlos III promulgó en 1778 un "Reglamento para el comercio Libre de España e Indias" el cual tenía 55 artículos, entre los cuales se establecía lo siguiente:
Trece puertos españoles, además de los de Mallorca y Canarias, podrían comercializar en adelante con América (art. 4º).
Veinticuatro puerto americanos – entre ellos Buenos Aires- podrían comercializar con los de la Península (art. 5º).
En los puertos mayores, los productos españoles pagaban un impuesto correspondiente al 3% de su valor; los productos extranjeros un 7% (arts. 16º y 17º).
Ciertos productos españoles fueron eximidos de impuestos, con el objeto de que su precio les permitiera competir con los extranjeros (art. 22º)
- 9.2. El Reglamento de Comercio Libre de 1778.
A principios del siglo XVIII, por el tratado de Utrecht, Inglaterra obtuvo se le reconociera el privilegio del comercio negrero en las Indias por espacio de 30 años. A partir del 24 de noviembre de 1791 quedó establecida la libre internación de negros, permitiéndose la introducción de instrumentos de labranza y la entrada de extranjeros en los puertos para esta clase de comercio.
- Comercio de Esclavos.
En el mismo sentido que las disposiciones del comercio libre, pocos años después la Real Orden del 4 de marzo de 1795 autorizó el comercio con las Colonias extranjeras bajo las siguientes condiciones:
Podían conducirse de Buenos Aires a las Colonias extranjeras los frutos y producciones que no fueran de retorno para España;
No podían introducirse géneros y efectos similares a los producidos en España, pero sí negros, azúcar, café y algodón;
Su introducción no sufría gravámenes impositivos.
Conclusión
El mercantilismo es toda búsqueda de riqueza y de predominio territorial, como la demostración de ser una gran potencia y en mayor escala la única.
Fue la corriente que impulso a las grandes potencias, (Inglaterra, España, Francia y Portugal) a conquistar los mares, nuevos horizontes con el fin de aumentar sus riquezas y territorios.
Los impuestos eran altos debido a que cada potencia buscaba su conveniencia, por lo tanto existían muchas trabas. En síntesis esta corriente demuestra según sus antecedentes que toda nación que se encierra termina explotando, como también que las grandes potencias siempre busca su conveniencia en toda negociación.
Bibliografía
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Compendio de historia del derecho internacional / por Alfonso Retortillo y Tornos ; precedido de una carta-prólogo del Doctor Rafael Conde y Luque. – Madrid : Imprenta de Fortanet , 1891 : 1. Disponible en la biblioteca virtual
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Adriana Deligdisch
José Luis Lombardo
Paraguay
2007
- Comercio con colonias extranjeras.
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