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Enfermedades Profesionales del Personal Embarcado (página 2)


Partes: 1, 2

AL PRINCIPIO FUE?. EL HAMBRE

No había entonces enfermedad,

no había entonces pecado,

Había santa devoción en nosotros.

Saludables vivíamos.

No había entonces enfermedad,

no había dolor de huesos,

no había fiebre,

no había viruela.

No fue así lo que hicieron los extranjeros

cuando llegaron aquí.

Ellos enseñaron el miedo,

y vinieron a marchitar las flores.

Para que su flor viviese,

dañaron y sorbieron nuestra flor.

¡A castrar el sol!

Eso vinieron a hacer aquí los extranjeros.

Este poema maya citado por Felipe Pigna, muestra claramente y de manera indirecta, cómo la navegación de esos tiempos estaba signada por pestes y enfermedades infectocontagiosas que diezmaban la tripulación. Sin embargo, no solamente enfermedades reproducibles afectaban las travesías de aquellos tiempos. En los primeros días de Octubre de 1492 la tripulación comienza a impacientarse ante la incertidumbre de su destino. Martín Alonso Pinzón capitán de "La Pinta" propuso ahorcar a los que no quisieran seguir, afirmando que, si el almirante no se animaba, lo haría él en persona. Evidente trabajo insalubre ser obrero embarcado en aquellos tiempos. Sin embargo, entre los 85 navegantes que completaron la lista de aventureros hacia las Indias, había uno que velaba por la salud de los trabajadores: un cirujano ("sangrador y barbero"); además de un boticario. Por desgracia de los vociferantes de la "conquista espiritual", no integraba la tripulación quien se encarga de la salud del alma. En la conquista no había ningún sacerdote1.

Hacia el año 1512 se le encarga al navegante Juan Díaz de Solís el descubrimiento de un paso interoceánico a través del continente. Llegado a lo que posteriormente fue conocido como el Río de la Plata y creyendo haberlo encontrado, desciende de sus naves. Las crónicas parecen coincidir sobre la veracidad de la terrible visión de los que quedaron en los navíos, sobre como fueron despedazados y comidos por los charrúas. A Antonio Pigafetta, pluma inteligente del viaje posterior de la corona española (1512), se le debe agradecer la crónica del viaje de Hernando de Magallanes: "?Navegamos durante tres meses y veinte días sin probar alimento fresco: La galleta que comíamos no era ya pan, sino un polvo mezclado con gusanos?". "El agua que nos veíamos obligados a beber era igualmente pútrida y horrenda. Para no morir de hambre llegamos al terrible trance de comer pedazos de cuero con que se había recubierto el palo mayor". ?"Más no fue esto lo peor. Nuestra mayor desdicha era vernos atacados de una enfermedad por la cual las encías se hinchaban hasta el punto de sobrepasar los dientes?, los atacados de ella no podían tomar ningún alimento". Se alude al escorbuto, producto de ausencia de alimentos frescos2.

También la mitología griega aporta a las terribles desdichas de ser navegante en esos tiempos. La nave Argos zarpa de Yolco con los argonautas a bordo hacia la difícil tarea de conseguir el vellocino de oro. Mechón del carnero alado Crisomalo impuesto por Zeus. En su viaje, salvan al rey Fineo del hambre causado por las arpías, criatura alada con cabeza de vieja y cuerpo de ave. En agradecimiento, Fineo les revela el secreto de como pasar a través de las Simplégades, rocas que custodiaban el ingreso al mar Euxino chocando entre sí al paso de los barcos. Los argonautas soltaron una paloma, las piedras fueron activadas y mientras volvían a su posición normal permitieron el paso de la nave.3

Evidentemente la historia, a modo ilustrativo, nos muestra una visión que en nada se parece a los padecimientos de los trabajadores de nuestra época, sin embargo nos permite observar que la tarea de desempeñarse en actividades sobre el agua, siempre fue motivo de interés y debate en los ámbitos laborales y de la medicina laboral.

OBJETIVOS

1º Aportar conocimiento sobre las afecciones más comunes de los trabajadores embarcados.

2º Brindar una visión amplia sobre sus padecimientos, considerando no solamente las enfermedades de origen biológico, sino las psicológicas y sociales.

3º Acercar las normativas de la legislación argentina actual sobre salud de los embarcados.

MARINA MERCANTE

A la flota naviera comercial de un país, que incluye barcos de pasajeros y buques de transporte de mercancías se la denomina Marina Mercante.

En la industria naviera, las flotas mercantiles se clasifican en función del país en el que están registradas, las leyes náuticas que rigen su actividad y la bandera que portan. Esta clasificación también afecta a las empresas navales.

El tamaño y la importancia de la marina mercante de un país dependen de la capacidad de carga en toneladas, del espacio de las bodegas de los barcos y de los muelles disponibles en los puertos para navíos mercantes. Es así que Liberia y Panamá, siendo pequeños países tienen, según los registros, la más importante marina mercante del mundo. Esto es así, porque las leyes que rigen estos países hacen atractivo el registro de las naves en sus puertos. Japón es el tercero en la lista y le siguen Gran Bretaña, Grecia, Rusia, China, Noruega y Hong Kong.

En nuestro País los primeros esbozos de una marina mercante orgánica y con programas de desarrollo sistemáticamente establecidos, se sitúa en el año 1868 en que se establece en Buenos Aires una sociedad anónima de navegación a vapor que, con el nombre de Compañía Italo-Platense de Navegación a Vapor, se formaliza como armadora en 1869.

En 1835 el ciudadano norteamericano Ricardo Sutton concreta su antiguo proyecto de establecer una línea de vapores fluviales con la puesta en servicio del buque norteamericano mixto (vela y vapor) Potomac, luego Federación, estableciéndose el primer servicio Buenos Aires-Montevideo. Los condicionantes de la época, incluyendo bloqueos políticos y la muy importante epidemia de fiebre amarilla y cólera que obligaba a las tan necesarias cuarentenas, generaban trastornos a tripulantes y pasajeros, con demoras y un cierto descreimiento de la navegación. En 1941 se crea la Flota Mercante del Estado. En 1943, la Flota Mercante del Estado contaba con 28 barcos que sumaban 145.866 TRB, con una edad promedio de la tripulación de 23,1 años. Era el armador argentino más importante, por delante de los 36 barcos mayores de Dodero, con 84.571 TRB (20,7 años de edad promedio) y los 12 de YPF con 74.948 TRB (18,1 años de promedio). La Flota Mercante del Estado daría paso a la creación, años más tarde de ELMA (Empresa Líneas Marítimas Argentinas).

Es notable como la salud y seguridad del trabajador embarcado en la marina mercante es ignorada por todas las partes, en los contratos de trabajo. Son motivo de esta circunstancia: la ausencia de convenios colectivos claros, la ignorancia de considerar al trabajador embarcado como una población distinta del personal en tierra, la falta de organicidad en la responsabilidad del buque, sea este por ser distinta la bandera de origen del armador del buque, en fin por la multifacética población que se desplaza sobre un barco.

En Septiembre de 2004 se firma un Convenio Colectivo de Trabajo entre la Asociación Argentina de Empleados de la Marina Mercante y la Empresa Terminales Río de la Plata. Este, que podría suponer un acuerdo más entre empresarios y trabajadores, quedará sin embargo como un hito de importancia en la salud del trabajador marítimo ya que en su artículo 23 queda creada la Comisión Paritaria Permanente para la Salud y la Seguridad en el Trabajo y la Prevención de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales (Comité Mixto) que está integrado por dos representantes de la empresa empleadora y dos representantes designados por los trabajadores4.

SALUD LABORAL

Encarar una descripción detallada de los alcances de la salud laboral del personal embarcado, incluyendo una acabada descripción de cada una de las patologías y accidentes posibles encontrados a bordo de este transporte, escapa a los fines de este informe. Sin embargo, es menester ofrecer una apretada síntesis de los padecimientos de estos trabajadores.

A modo de ejemplo y para ordenar y facilitar la lectura, clasificaremos las patologías en:

  • Enfermedades Agudas
  • Enfermedades Crónicas

A su vez, según el órgano afectado, vamos a clasificarlas en:

  • Enfermedades de la Piel
  • Enfermedades Oculares
  • Enfermedades Digestivas
  • Enfermedades Infecciosas
  • Desequilibrios Emocionales (Padecimientos de la esfera psicológica y social)

PIEL

La piel es el órgano más grande del cuerpo. La exposición a la que se somete lo hace especialmente vulnerable al medio ambiente. Sus funciones están vinculadas, entre otras, a proteger, regular la temperatura corporal, dar sensibilidad y regular la excreción de agua por medio del sudor.

Es afectada por patologías generales y locales y por factores externos. Así, es un buen informante sobre situaciones anormales generadas en otros órganos (ej.: ictericia), como enfermedades tumorales locales que merecen toda la atención.

Por lo general la acción conjunta de factores generales y locales es la que produce lesiones dérmicas visibles. Un ejemplo sería la piel atrófica del sujeto anciano que ante el contacto con detergentes o jabones provoca acciones irritantes.

Su estructura histológica consta de tres capas

  • Epidermis
  • Dermis
  • Hipodermis o tejido celular subcutáneo

Epidermis: Es la capa más superficial y por lo tanto la más expuesta y la que genera los mayores cambios ante la agresión. Su capa más superficial está compuesta de un epitelio especialmente diseñado por la naturaleza para su defensa: el estrato corneo. Esta capa, en constante descamación, permite una renovación constante celular no advirtiéndose ésta microscópicamente. El sudor y el sebo impiden su desecación. La formación de callos es una especialización anormal del estrato corneo, generada por irritación e hiperplasia celular. En estado normal entre las células de la epidermis existen otro tipo de células llamadas melanocitos. De su abundancia dependerá el color de la piel.

Dermis: Es la responsable de la nutrición de la epidermis y le sirve de sustento. Posee los vasos sanguíneos y nervios que le dan características especiales a la piel de las distintas regiones. Posee los músculos erectores de los pelos. La elasticidad que posee se deteriora con el tiempo y las exposiciones, por lo que un medio ambiente agresivo apurará el deterioro de esta capa, generando arrugas y desecamiento, situación esta muy común entre los trabajadores del mar.

Hipodermis: Almacena grasa y sostiene los vasos y nervios que la atraviesan. Es la responsable de la obesidad.

PATOLOGÍA

Describiremos aquí las afecciones más frecuentes del personal embarcado:

Miliaria: Conocida vulgarmente como erupción por calor, tuvo mucha trascendencia en las guerras de Vietnam y el Pacífico Sur por desarrollarse éstas en zonas de calor intenso. Depende de la oclusión de los conductos sudoríparos y consiste clínicamente en una vesícula superficial llena de líquido y habitualmente indolora. La aplicación experimental de sal, sudor, orina, jabones, agua marina y otras sustancias aplicada sobre la piel durante 12 horas, origina la lesión que fácilmente retrograda cuando se toman mínimas medidas de cuidado. La exposición prolongada y sin cuidados genera inflamación, dolor y la ruptura de la ampolla con el consiguiente peligro de infección. Como consecuencia adicional la eliminación de calor por medio del sudor se hace irregular con el consiguiente aumento de temperatura. Los marinos expuestos a las inclemencias ambientales y largas exposiciones al sol pueden desarrollar esta enfermedad de fácil resolución. La prevención se realiza mediante el uso de pantallas solares, las que deberán presentar un factor de protección alto (mayor de 35).

Dermatitis por contacto: Se la denomina eccema o dermatitis eccematosa y está causada por una reacción inflamatoria de la piel al tomar contacto con alguna sustancia. La capa de queratina se engrosa, comienza a resumar líquido, luego hay grietas e infección sobreagregada por rascado o persistencia del contacto. El cuadro histológico es inespecífico y responde a varias afecciones de la piel. Los agentes externos, iniciadores de la dermatitis han sido divididos históricamente en dos grupos: irritantes primarios y sensibilizadores alérgicos verdaderos.

Irritadores primarios: los causan álcalis y ácidos. Como se ve estas sustancias, utilizadas no solo como material de transporte, sino en los productos de limpieza son de uso frecuente. La exposición durante largos períodos o el aumento en sus concentraciones exponen al trabajador a una muy molesta afección cuyo principal síntoma es el prurito. Evitar la exposición y el uso de sustancias astringentes o corticoides si existe excesivo edema cura la enfermedad. Como prevención la utilización de cremas protectoras o vaselina que, formando una delgada capa sobre la piel impide el contacto son muy útiles.

Dermatitis alérgica por contacto: Se trata de una verdadera reacción alérgica y como tal requiere que la piel haya estado previamente en contacto con el alergeno. Suele ser menor el porcentaje de sujetos que padecen dermatitis alérgica de aquellos con irritación primaria. El período de incubación por lo general se sitúa en dos semanas lo que explica que esta afección puede sorprender al trabajador en alta mar. Dicha situación obliga al personal de sanidad de a bordo a conocer y tomar todos los recaudos ante su presentación. El primer signo clínico suele ser el eritema, seguido de prurito y formación de vesículas y ampollas. Establecer el alergeno causante de tal enfermedad es del resorte del especialista; aquí nos remitiremos a comentar que el uso de cremas con corticoides por períodos no muy prolongados suelen causar beneficio y una restitución completa de la piel.

Micosis superficiales: Son frecuentes en ambientes húmedos y en condiciones de trabajo donde se presenta suciedad. También pueden verse en condiciones de hacinamiento. En general son causadas por dos clases de hongos: Dermatofitos y Malassezia furfur. Los primeros son los causantes del "pie de atleta" y la tiña crural. El segundo de la pitiriasis versicolor. En las uñas el hongo genera engrosamiento y cambios de color; en el pelo caída del mismo desde el cuero cabelludo, sin resquebrajamiento. En las zonas lampiñas del tronco se presentan como zonas circulares con fondo deprimido de otro color y ligeramente descamativo. En el "pie de atleta" la zona atacada se ubica entre los dedos de los pies, causa prurito, edema, irritación y mal olor. La tiña versicolor suele manifestarse como una erupción exfoliativa del tronco, caracterizada por placas hipopigmentadas e hiperpigmentadas, sin reacción inflamatoria. El tratamiento se establece con medidas locales y, si fuera necesario, generales. Existen varias fórmulas de medicamentos con antimicóticos. Algunos tienen incorporado en su fórmula corticoides, no siendo necesarios, estos últimos si no existe gran secreción. El tratamiento con antimicóticos por vía oral, de ser necesarios, deben prolongarse varios días.

Callos: Son engrosamientos córneos circunscriptos o difusos (callosidades). Los primeros dan dolor por su penetración en las capas basales de la dermis. Suelen aparecer en los pies pero, como su etiología está vinculada a zonas de constantes presión, pueden vérselos en distintos lugares. Eliminando el factor de presión y conforme pase el tiempo la restitución es completa. Si impidiera la deambulación deben extirpárselo mediante cirugía.

Tumores: Los tumores de la piel se clasifican según la presencia o no de pigmento, según el grado de malignidad, según el tratamiento que reciban, etc. A los fines de este informe, me referiré a los tumores que, por excelencia, están vinculados a la exposición solar.

Melanoma: Es un tumor de la piel originado a partir de las células encargadas de dar la coloración a la misma (melanocitos). También pueden afectar, aunque menos frecuentemente, a las mucosas. En los EE.UU., representa la séptima causa de muerte, estimándose que 1 de cada 90 personas padece de esta enfermedad. Es más frecuente en las mujeres con una relación de dos a uno con respecto a los hombres, apareciendo alrededor de los 45 años de edad. En lo que respecta al tipo de piel, es más frecuente en los caucásicos de piel blanca. La radiación solar (ultravioleta) es un factor desencadenante de gran importancia; dichas radiaciones, son cancerígenas al dañar el sistema de reparación del ADN con la consiguiente aparición de clones de melanocitos malignos. El mayor daño se produce con la exposición intensa e intermitente, principalmente entre los 10 y 25 años y las quemaduras solares en la infancia. Su gravedad es variable y depende del grado de profundidad al momento del diagnóstico. Suelen dar metástasis con facilidad. La aparición de cambios en lesiones pigmentadas previas (picazón, sangrado, dolor, cambios en la coloración, etc.) debe llamar la atención del personal de sanidad y sugerir la inmediata consulta con el especialista.

Epitelioma basocelular: Provienen de las células basales del epitelio y son infinitamente menos malignos que el melanoma. Tanto que su extirpación cura la enfermedad. No dan metástasis, y su relación con el medio ambiente y la exposición a rayos ultravioletas es clara. Otros factores que coadyuvan a la transformación maligna son: la piel blanca, el tabaco y las lesiones por presión crónicas. No cabe ninguna duda que la exposición prolongada al sol, por sus radiaciones ultravioletas dañinas para la piel, constituye el factor más importante en el desarrollo de estos tumores5.

Ectoparasitosis: Se denomina así a las parasitosis humanas que afectan la piel y sus anexos. En este párrafo me referiré exclusivamente a dos de ellas por ser las más comunes de presentarse en poblaciones cerradas como lo son las que habitan, por razones laborales o de otro tipo, los barcos.

Escabiosis: Es la denominada sarna humana. Su característica fundamental es la de generar galerías por debajo de la epidermis. Estas pueden llegar a medir varios centímetros y, en el fondo de ellas, se encuentra la hembra fecundada. Afecta especialmente los pliegues y su característica clínica más importante es el intenso prurito nocturno y el respeto por la cabeza y cara. Como prevención es importante no compartir ropa, ni lecho con un enfermo de sarna. El tratamiento es a base de lociones o cremas con benzoato de bencilo.

Ptiriasis: Es causada por el parásito Phthirius inguinalis. Se transmite por contacto sexual y por ropas contaminadas. Se ubica preferentemente en pubis y periné, ocasionalmente en otras partes como axila, pecho y barba. La comúnmente llamada ladilla provoca intenso prurito y pápulas rojizas. El prurito especialmente nocturno puede llevar a la formación de verdaderos eccemas. El tratamiento se realiza con lociones con benzoato de bencilo. Puede ser necesario rasurar. Como prevención se aconseja que las relaciones sexuales ocasionales sean con profesionales con libreta sanitaria vigente7.

QUEMADURAS

Las quemaduras son parte diaria de la vida del hombre desde que éste conoció el fuego. El descubrimiento, como experiencia renovadora y revolucionaria rápidamente presentó su peor cara: la quemadura. Pero: ¿qué es la quemadura? Son lesiones producidas por agentes físicos, químicos o biológicos, que generan modificaciones en la estructura de la piel, desde una simple vasodilatación hasta la destrucción de aquella, con una respuesta generalizada de todo el organismo que puede comprometer la vida. La gravedad de una quemadura dependerá de su profundidad y de su extensión. En los trabajadores marinos la constante manipulación de maquinarias con la consiguiente generación de calor, el uso de sustancias combustibles y la exposición permanente a la intemperie; hace de esta patología un capítulo importante de los accidentes laborales.

Diagnóstico de profundidad: Se las clasifica en superficiales, intermedias o profundas (o, lo que es lo mismo, tipo A; AB y B). Si la quemadura es de tipo superficial, interesará a la epidermis y generará vasodilatación, edema y enrojecimiento. Puede formarse flictena. El paciente experimentará dolor y dependiendo de la extensión puede desarrollar síntomas generales leves como fiebre y cefaleas. La lesión de piel cura sin secuelas en 3 días (ej.: quemadura por el sol). En las intermedias se coagula el plexo vascular superficial con la consecuente necrosis de la epidermis. Ocasiona lecho pálido con hipoalgesia. La flictena da lugar a un tejido generado por el detritus celular que es fácilmente desprendible. Como la capa basal está afectada dejan cicatriz. Finalmente, si la quemadura es de tipo B o profundas, se coagula el plexo vascular superficial y profundo dejando como secuela necrosis. Este tejido negro acartonado se lo denomina escara y es necesario actuar quirúrgicamente.

Diagnóstico de extensión: Si bien para realizar un exacto diagnóstico es imprescindible conocer peso y talla, en la práctica de la vida laboral se utiliza una regla denominada regla de los 9 (Wallace) que cualquier personal de a bordo puede efectuar para una correcta transmisión al profesional especializado de tierra. La palma de la mano del accidentado corresponde a un 1% de la superficie corporal total. La superficie corporal del adulto es dividida en 11 áreas, siendo cada parte el 9% o un múltiplo de 9. De forma que:

  • Cabeza y cuello son un 9%.
  • Cada extremidad superior: 9% (7% el brazo y 2% la mano).
  • Cada extremidad inferior: 18% (9% el muslo, 7% la pantorrilla y 2% el pie).
  • Cara anterior del tórax y abdomen: 18%.
  • Espalda y nalgas: 18%.
  • Genitales: 1%

.

Según la American Burn Association (EE.UU.), se considera quemadura grave aquella que presenta las siguientes características:

  • Quemaduras AB que se extiendan más allá del 25 % del área corporal
  • Las tipo B que abarquen más del 10 % de extensión
  • Aquellas en que la inhalación de humo puede causar trastornos respiratorios
  • Quemaduras de manos, pies, ojos, orejas y/o periné
  • Presencia simultánea de traumatismos
  • Historia clínica de enfermedades generalizadas importantes (Ej.: diabetes, hipertensión, cardiopatías, nefropatías, etc.)

El tratamiento de estos pacientes debe comenzar de inmediato mientras se establece comunicación con centro especializado. Consiste en la colocación de vías de abordaje venoso para una correcta hidratación. Debe colocarse sonda vesical para medir volumen de orina y así tener una medida adecuada de la hidratación. Profilaxis antitetánica. Tratamiento local según las características de la quemadura con parches húmedos con soluciones antibióticas los que deberán cambiarse cada 24 horas. No usar polvos cicatrizantes ni cremas con corticoides. Recientemente la utilización de la sulfadiazina de plata (Platsul A®) en cuyo preparado se incluye un anestésico local ha dado buenos resultados. La comunicación con centro especializado y el eventual desembarco del trabajador puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

OJOS

El órgano de la visión humano es una estructura esférica de aproximadamente 2,5 cms. de diámetro ubicado en un macizo óseo denominado órbita. Desde los seres inferiores que solo distinguen la luz hasta la estructura de los mamíferos superiores que pueden distinguir pequeñas variaciones de color, el ojo es un órgano sensible que le permite a loa animales la posibilidad de supervivencia y a los humanos el poder apreciar las bellezas de la naturaleza. En realidad, el órgano que efectúa el proceso de la visión es el cerebro; la función del ojo es traducir las vibraciones electromagnéticas de la luz en un determinado tipo de impulsos nerviosos que se transmiten al cerebro. Las enfermedades que afectan a este órgano son desde la muy común conjuntivitis hasta lesiones que pueden hacer perder el órgano.

La anatomía del órgano suele comparársela con la estructura de una máquina fotográfica, sin embargo la complejidad del mismo, obliga a una somera descripción para ubicarnos en la patología.

A grandes rasgos, podemos decir que el aparato visual se compone de: GLOBO OCULAR, VÍAS ÓPTICAS y ANEXOS.

El GLOBO OCULAR se compone de tres capas y tres cámaras.

  • Las capas son: La ESCLEROCÓRNEA, la ÚVEA y la RETINA.
  • Las cámaras: La anterior, la posterior y la vítrea.

En honor a la función didáctica solo describiremos las estructuras que tienen interés patológico

  • La esclerocórnea es la capa más exterior, y se compone de ESCLERA y CÓRNEA.
  • La ESCLERA es la parte fibrosa que forma la "parte blanca del ojo", y tiene una función de protección. En su zona exterior está recubierta por una mucosa transparente llamada conjuntiva, cuya irritación da lugar a las conocidas y frecuentes conjuntivitis. Las también muy conocidas "uñas" son, asimismo, problemas conjuntivales.
  • La CÓRNEA, es la parte transparente de la capa externa, es la "ventana óptica" del ojo, y su función es permitir el pasaje de la luz lo más nítida posible.
  • La RETINA es la zona "sensible" del aparato visual. Es donde se deberían formar las imágenes que vemos para poder "verlas" con nitidez. Su parte anterior es ciega, y su sensibilidad va en aumento conforme se va alejando de la zona anterior. El punto de máxima sensibilidad es una pequeña hendidura llamada fóvea, que es donde se encuentra una mayor concentración de las células responsables de la sensibilidad de la retina: conos y bastones. En la zona posterior hay una parte ciega, que es donde conecta el nervio óptico y se llama papila.

PATOLOGÍA

Describiremos brevemente la patología que puede verse interesada en el personal embarcado y realizaremos un esbozo de la forma de abordarlas.

Conjuntivitis: Es la inflamación de la conjuntiva. Esta es una membrana mucosa que recubre la superficie interna de los párpados y la superficie externa del globo ocular en su cara anterior (excepto en su polo anterior, donde se halla situada la córnea). La causa de la conjuntivitis puede ser infecciosa, alérgica o traumática. Se caracteriza por enrojecimiento, inflamación, sensación de cuerpo extraño al parpadear y exceso de sensibilidad del ojo a la luz (fotofobia). En los casos graves se produce una exudación mucosa espesa. Si la causa es una infección, se llega a presentar secreción de pus. Las conjuntivitis infecciosas agudas están causadas por diversas bacterias y virus, y suelen ser epidémicas. Esto último explica la importancia de una rápida acción ante la sospecha, pues en poblaciones cerradas como las de una nave, no es infrecuente el fácil contagio. Deben tomarse las medidas higiénico-dietéticas y la utilización de colirios antibióticos. La utilización de un frecuente lavado de manos ayuda a cortar la cadena epidemiológica.

Queratitis: Se denomina así a la inflamación del tejido corneal. La córnea es una lente que recibe su nutrición de la esclerótica circundante y del oxígeno del aire, y está inervada por terminaciones libres del trigémino. Las lesiones corneales producen dolor intenso que aumenta al parpadear, visión borrosa, fotofobia y lagrimeo. La utilización de soldadura autógena sin adecuada protección, produce la molesta queratitis actínica. La misma puede tratarse con colirios descongestivos, oclusión y, en general, en 24 horas sobreviene la restitución completa. Otros tipos de queratitis pueden ser bacterianas o virales. Los traumatismos producen abrasiones de la córnea (lesión de capas superficiales del epitelio) que deben ser examinadas y tratadas por un oftalmólogo (generalmente con cura oclusiva). Los cuerpos extraños corneales deben ser extraídos y el ojo debe ser tratado y vigilado para evitar infecciones. No es conveniente la utilización de instrumentos utilizados en la urgencia para desprender los cuerpos extraños impactados en la cornea. Deben utilizarse colirios antibióticos, ungüentos y oclusión. Si la úlcera generada es muy profunda y el arribo a puerto se demora, el desembarco del personal está indicado.

Traumatismos oculares: Son los más temidos y pueden llegar a la pérdida del órgano. Si la cinética del traumatismo es tal que interese la parte interna del ojo (humor vítreo), la panoftalmitis es la regla, con la consiguiente ceguera de ese lado. Ante esta eventualidad deben indicarse tratamiento sistémico con antibióticos y proceder al desembarco inmediato para el tratamiento definitivo por parte del especialista.

APARATO DIGESTIVO

No es intención de este informe la realización de una exhaustiva descripción de todos los trastornos digestivos que puede padecer el personal embarcado porque son los mismos que puede sufrir el personal de tierra. Sin embargo, la diversidad en la alimentación, en su conservación, las largas travesías que impiden medidas higiénico-dietéticas adecuadas y la gravedad de algunos padecimientos que comienzan siendo banales para agravarse después, obligan al tratamiento de las enfermedades más frecuentes. En este ítem (aunque no interese estrictamente al aparato digestivo) también abordaremos el tema del abdomen agudo en el personal embarcado.

La función primordial del aparato digestivo es transformar los alimentos en sus fórmulas básicas para así, al ser absorbidos, generar energía. Esto lo realiza mediante procesos químicos y físicos. Si bien los procesos físicos como la masticación, propulsión, mezcla, etc., son importantes; la transformación en sustancias de fácil absorción, se realizan a través de un proceso químico mediado por enzimas.

Para la descripción de las enfermedades más comunes del personal embarcado, y con fines didácticos, abordaremos el tema con la siguiente clasificación:

  • Dientes
  • Trastornos de la motilidad
  • Ulcera péptica (hemorragia digestiva)
  • Enfermedad del segmento bilio-pancreático
  • Trastornos del tracto recto-anal

PATOLOGÍA

Dientes: En el ser humano, además de la masticación, los dientes están implicados de forma directa en la articulación del lenguaje, actuando como punto de apoyo contra el que la lengua hace presión para emitir ciertos sonidos. Su afección más frecuente es la carie. La odontalgia (dolor de las estructuras dentales) es muy frecuente y en el personal embarcado, además de la molestia generada, impide una adecuada producción, por lo que este tema debe ser analizado en las libretas de embarque y darle la trascendencia que merece.

Caries: Los dientes son susceptibles de sufrir un proceso de putrefacción (caries dental). La bacteria acidogénica oral, que siempre está presente en la boca, reacciona con los hidratos de carbono para formar ácidos capaces de disolver el esmalte. La desintegración del esmalte permite la penetración de otras bacterias en la dentina. Con el tiempo, la caries origina una cavidad, o agujero, en la estructura del diente. La extensión de la caries produce la infección del tejido de la cavidad pulpar que al final conduce a necrosis o formación de abscesos, que si no se detiene pueden llegar a afectar al maxilar. La adecuada higiene dental y la consulta odontológica, así como la toma de conciencia por parte de la autoridad sanitaria, para que la salud bucal sea un ítem importante en las libretas de embarque, previenen situaciones de malestar durante la navegación.

Trastornos de la motilidad: La mayor parte de los trastornos gastrointestinales tienen como causa inmediata alguna disfunción de la motilidad. Los trastornos más frecuentes y clínicamente más importantes se observan durante períodos de gran tensión y no están vinculados a enfermedades propiamente dichas. Si bien el tubo digestivo y sus trastornos de la motilidad comienzan en la boca y terminan en el ano, aquí me referiré exclusivamente a disfunciones de la motilidad intestinal.

Diarrea: Eliminación de heces excesivamente líquidas o frecuentes. Las causas pueden resumirse en dos: aumento del volumen intraluminal y aumento de la motilidad propulsora. El aumento del volumen intraluminal puede deberse a disminución en la absorción de agua dejando una excesiva cantidad de la misma sin que puede generarse una materia fecal pastosa, o un aumento de la secreción de agua hacia la luz. En este último caso las enfermedades que afectan el epitelio intestinal liberan hacia la luz solutos y agua aumentando por consiguiente la motilidad. Es el caso de las infecciones intestinales como las gastroenteritis. La más común de estas es la gastroenteritis viral, enfermedad autolimitada que no genera deshidratación y que con dieta durante 24/36 horas curan. También pueden verse los cuadros de infección intestinal debida a bacterias (salmonella, shigella), lo cual genera un riesgo epidemiológico de gran magnitud. Estas son transmitidas por alimentos o utensilios contaminados, generan un cuadro local (diarrea) y uno sistémico con mal estado general, fiebre y deshidratación. Para evitar el estado de portador sano no son aconsejables los antibióticos, sin embargo, y ante la presencia de sepsis, deben tomarse los recaudos para la llegada a puerto seguro o el desembarco del personal más afectado.

En lo que respecta al aumento de la motilidad propulsora, el cuadro clínico más común de observarse, es el síndrome de colon irritable. Este se define como un aumento de la función cólica que acompaña a la tensión emocional y participan en la adaptación general del cuerpo a situaciones de alarma y daños no específicos. Clínicamente consiste en dolor abdominal no localizado, aumento de los ruidos intestinales, deposiciones frecuentes de escaso volumen y puede acompañarse de estreñimiento.

Estreñimiento: A la eliminación de heces excesivamente secas se la denomina estreñimiento o constipación. Si bien el hábito de evacuación es una situación individual, las largas travesías y la imposibilidad de adquirir una cierta organicidad contribuyen a la aparición de esta molesta situación. En oportunidades la constipación responde a situaciones de mayor importancia como las generadas en las obstrucciones intestinales que serán tratadas más adelante. La mayoría de los cuadros de estreñimiento en sujetos, por lo demás normales, se deben a estreñimiento habitual o síndrome de colon irritable con constipación (SCIC).

Ulcera péptica: Representa algo menos de la mitad de todas las causas de hemorragia digestiva alta, y causa una mortalidad de entre el 6 al 12 %. Los malos hábitos higiénico-dietéticos, el tabaquismo, las distintas causas de tensión y la frecuente costumbre de ingerir analgésicos antiinflamatorios, hace de esta patología o de su cuadro sindromático, la acidez, una de las causas más frecuentes de patología del personal embarcado. Si bien esta enfermedad ha ido disminuyendo en el mundo, sus complicaciones: la perforación y la hemorragia, se mantienen epidemiológicamente estables. El diagnóstico de úlcera péptica o su antecesora la gastritis se diagnostica por endoscopía digestiva, pero a los fines didácticos y como guía para aquel no especializado que se encuentra en alta mar, baste decir que la presencia de dolor epigástrico ("en la boca del estómago"), vómitos y antecedentes de "fuego" en el abdomen superior, hacen sospechar estas enfermedades.

La presencia de sangre en el vómito o materias fecales de color negro ("como petróleo"), nos dan la pauta de la posibilidad de hemorragia digestiva del tracto superior. La magnitud de la hemorragia es una valoración imprescindible para transmitir al personal especializado de tierra quien debe asesorar al responsable del buque para la toma de decisiones. Con este fin, baste decir que la presencia de sudoración, palidez, desmayo, aumento de la frecuencia cardiaca (normal hasta 90 por minuto) e hipotensión (disminución de la presión arterial. Normal 120/80); nos predicen una hemorragia digestiva grave.

Los síntomas de hemorragia digestiva menos severa y con posibilidades ciertas de actuar sobre una nave, se vinculan a cansancio fácil, palidez, dificultad para realizar maniobras que exijan esfuerzos y evacuación de materia fecal negra; todo esto sumado a antecedentes de dolor epigástrico, síntomas de acidez o alguno de los predisponentes ya enumerados.

Tratamiento: el tratamiento de las formas leves de acidez sin síntomas de hemorragia digestiva, es sencillo y consiste en dieta sin agresores gástricos (vinagre, cítricos, picantes, mate, café, antiinflamatorios, etc.), antiácidos como ranitidina o pantoprazol y observación de la aparición de los signos de hemorragia digestiva. La hemorragia digestiva que no descompensa al enfermo debe tratarse, en alta mar, con reposo en lecho, colocación de plan de hidratación (suero) con el fin de tener una vía de acceso ante la eventualidad de una descompensación y comunicación inmediata con tierra. En los casos graves de descompensación deben tomarse todas las medidas para el desembarco inmediato, ya que esta patología está signada con casi el 10 % de mortalidad.

Enfermedades del segmento bilio-pancreático: Denominaremos así a las enfermedades que, teniendo como origen, la vesícula y/o el páncreas, puedan ser utilizadas por el personal embarcado para la toma de decisiones.

La vesícula biliar es un órgano ubicado debajo del hígado y cuya función primordial es la de almacenar y concentrar la bilis, para ser usada cuando se necesite. Las sales biliares tienen como fin facilitar la absorción de determinados alimentos. Ante la presencia de estos alimentos la vesícula se contrae y secreta hacia el tubo digestivo su contenido o parte de él. La enfermedad vesicular provoca la formación de concreciones de sales biliares en su interior conocidas como litiasis ("piedras"). En ocasiones y ante la contracción vesicular estos litos se atascan en el tracto de salida de la vesícula generando síntomas. Estos síntomas son: dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, a veces fiebre, a veces vómitos y pérdida de apetito. Si bien el cuadro es de resolución quirúrgica, en alta mar puede intentarse tratamiento conservador con antibióticos de amplio espectro, suspensión de la ingesta y calmar el dolor. El cuadro tiende a disminuir con las medidas antedichas. Si no fuera así o el paciente tuviera alguna enfermedad generalizada que le disminuya su inmunidad (diabetes, SIDA, enfermedades reumáticas, etc.); el desembarco es lo más adecuado. Si en el transcurso de su enfermedad o en el comienzo, presentara ictericia (tinte amarillento de piel y mucosas) o síntomas muy importantes de dolor epigástrico y abundante vómito, el desembarco es lo más adecuado, pues nos encontramos ante una complicación de su cuadro vesicular.

Trastornos del tracto recto-anal: Solo me referiré a las hemorroides y fisuras. Las hemorroides son dilataciones de las venas del ano que, como condición por el paso del tiempo, hoy se considera una situación normal del envejecimiento. Las situaciones de estrés, los malos hábitos evacuatorios y la alimentación influyen en su presentación. Las complicaciones que pueden causar y que son factibles de ser solucionadas con una serie de medidas sencillas en el personal embarcado, incluyen: fluxión hemorroidal (inflamación de las hemorroides). Incluyen baño de asiento con agua tibia, analgésicos por vía oral y colocación de pomada "antihemorroidal" que refresca y analgesia la zona. Asimismo se debe tener en cuenta fluidificar la materia fecal con vaselina u otros para evitar la constipación. El sangrado hemorroidal, se trata de la misma forma y en 3/4 días debiera disminuir el sangrado o discontinuarse. Son estas medidas de sostén que permiten la llegada a puerto de la manera más segura para el personal. El tratamiento definitivo de estas afecciones es quirúrgico. Las fisuras anales son una entidad del tracto ano-rectal muy dolorosas y consiste en una contracción anormal del esfínter que genera estreñimiento, con lo cual aumenta el dolor generándose un círculo vicioso. El tratamiento en el personal embarcado consiste en analgésicos potentes por vía oral que pueden estar asociados a relajantes musculares, pomadas que provocan relajación del esfínter (nitritos, sildenafil) y fluidificación de la materia fecal.

ABDOMEN AGUDO

El abdomen agudo es una condición muy conocida por los médicos. Se trata de un conjunto de síntomas, encabezados por el dolor abdominal, de comienzo más o menos brusco desde algunas horas hasta 3/4 días y que se acompaña de otros síntomas que lo hacen definirse como una enfermedad que requiere resolución inmediata. No es del alcance de esta monografía una detallada sinopsis de los abdómenes agudos. Baste solo definir aquellos de interés para el responsable de la nave que, si no tiene personal de sanidad entrenado, debe conocer.

Clasificación:

  • Abdomen Agudo Médico
  • Abdomen Agudo Quirúrgico

Esta distinción se refiere exclusivamente a su origen y al tratamiento a implementar. Así, si bien los abdómenes agudos médicos pueden ser graves (acidosis diabética, intoxicaciones, gastroenteritis, cólicos por litiasis renal, etc.); en este informe me referiré a los cuadros que requieren resolución quirúrgica y al tiempo en que esta resolución debe sobrevenir.

Abdomen Agudo Quirúrgico:

  • Por inflamación peritoneal: apendicitis, colecistitis (infección de la vesícula biliar), úlcera perforada, enfermedad diverticular perforada.
  • Por oclusión intestinal: obstrucción por hernias complicadas, cáncer de colon.
  • Hemorrágico: traumatismos abdominales
  • Vasculares: por torsión del intestino, obstrucción de la arteria que nutre al intestino

Apendicitis Aguda: Es la causa más frecuente de abdomen agudo quirúrgico. Una de cada 15 personas la padecerá. La mayor incidencia es entre el segundo y tercer decenio de la vida. El dolor suele comenzar en la "boca del estómago" para instalarse, conforme pasa el día, en el cuadrante abdominal inferior derecho. La pérdida de apetito es una constante, las nauseas son frecuentes pero no los vómitos, aunque puede haberlos. La temperatura rara vez supera los 38º. La palpación suave de la zona inferior derecha del abdomen despierta dolor y el paciente defiende este dolor contracturando (poniendo dura) la pared abdominal. Ante la sospecha, y si no se tiene un puerto a menos de 24 horas es conveniente desembarcar al tripulante6.

Colecistitis Aguda: Es la infección de la vesícula biliar, la más de las veces causadas por litos (piedras). El intento de la vesícula por desembarazarse del cuerpo extraño y este no poder trasponer el conducto cístico (conducto que la vincula al intestino), hace que la bilis y toda la vesícula se infecte. Si bien el tratamiento es quirúrgico, en alta mar puede intentarse tratamiento médico. Este consiste en suprimir la dieta, instalar una vía de hidratación ("sueros"), calmar el dolor y administrar antibióticos de amplio espectro por vía endovenosa. Si al cabo de 72 horas el cuadro no calma o mejora ostensiblemente o si el paciente tiene condiciones de inmunocompromiso, el desembarco para urgente tratamiento quirúrgico, se impone.

Ulcera perforada: Se trata de un cuadro dramático por el dolor despertado y la inmediatez del mismo. Es una de las complicaciones presentadas en los pacientes ulcerosos, pero también puede aparecer en pacientes que hasta ese momento no habían tenido síntomas gastroduodenales. El dolor comienza en la "boca del estómago", para después instalarse en el resto. El paciente suele estar quieto pues cualquier movimiento despierta un intenso dolor causado por la irritación provocada por el ácido en el peritoneo (cubierta de todas las vísceras abdominales). Posteriormente y con el correr de las horas sobreviene fiebre y distensión abdominal causada por la parálisis del intestino. El tratamiento es netamente quirúrgico y, aunque Taylor y colaboradores, se dice que precisamente en marinos, utilizó un tratamiento con sonda nasogástrica, analgesia y antibióticos, el desembarco se impone de inmediato9.

Enfermedad Diverticular Perforada: Es una complicación grave de la presencia de divertículos, habitualmente ubicados en los últimos 30 cms. del intestino grueso, pero que pueden estar en cualquier sector del mismo. Por lo general se trata de pacientes añosos, sabedores de la portación de la enfermedad diverticular y que bruscamente desarrollan dolor, primero en el cuadrante inferior izquierdo y luego generalizado. Debido al dolor y al derrame de contenido sumamente séptico puede sobrevenir shock (sensación de desmayo, palidez, baja presión, taquicardia). El desembarco debe ser inmediato.

Oclusión intestinal por hernias: Si bien el personal embarcado es sometido a diversos exámenes ante de abordar una nave, la presencia de hernias en ocasiones pasa desapercibida. La hernia es una enfermedad causada por la salida de una estructura del organismo a través de un orificio natural del mismo. Las diversas variantes que esta enfermedad causa no son importantes en este informe. Sí saber que el atascamiento y posterior obstrucción intestinal pueden causar un cuadro que puede llegar a necesitarse la decisión de resecar (extirpar) una parte del intestino. Del conocimiento de cómo abordar una hernia en las primeras horas dependerá la evolución posterior, y su fracaso o su retraso, puede derivar en el posterior desembarco del paciente con el consiguiente peligro para él y gasto para la empresa. La hernia atascada se reconoce como un bulto en la región inguinal (región de la ingle) o en el ombligo. Si bien existen otros tipos de hernias estas son las más comunes. Pueden causar obstrucción intestinal caracterizada por vómitos, distensión abdominal y falta de eliminación de heces y gases. La palpación de la hernia es muy dolorosa. En general el paciente "siente" o sabe como volverla a su lugar, pero si así no fuera, se lo puede ayudar indicando analgésicos previamente y ejerciendo un suave masaje sobre el bulto. La persistencia de los síntomas o el agravamiento de los mismos deben obligar al desembarco.

Traumatismos abdominales10: La vida moderna, con la utilización de maquinarias cada vez más pesadas que le facilitan la vida al hombre, tiene como efecto colateral los accidentes. Los traumatismos abdominales, por ser una de las superficies más grandes del cuerpo, tienen una frecuencia considerablemente alta. Los hay abiertos o cerrados. Los cerrados son causados por golpe directo, aplastamiento u honda expansiva. En estos casos las vísceras sólidas son las que sufren el mayor impacto por ser estas las que absorben más energía. En los traumatismos abiertos (heridas por elementos cortantes y punzantes), el riesgo de lesión es directamente proporcional al volumen del órgano. Así el intestino delgado, el hígado y el estómago son los más afectados. Los signos de anemia aguda (baja presión, frecuencia cardiaca y respiratoria elevada, frío, tendencia al desmayo e inquietud) dominan el cuadro cuando una hemorragia interna se establece. El dolor en todo el abdomen y el shock son cuadros de frecuente observación. La colocación de plan de hidratación y transfusiones de sangre si se las tuviera es el tratamiento de sostén. La evaluación por médico especialista debe hacerse de inmediato.

ENFERMEDADES INFECCIOSAS

Solo me referiré aquí a aquellas de interés en este ámbito laboral. A mitad del siglo pasado solía decirse jocosamente: "…si un paciente tiene fiebre, déle penicilina, si en dos días no pasa, entonces examínelo"11. Nada más lejos de la verdad como todos los médicos hoy sabemos. Sin embargo la cita nos sirve para comprender lo tremendamente exitoso de un tratamiento adecuado con antibióticos. En este ámbito laboral, como en otros, suele predominar la frecuente automedicación.

Si bien intrínsecamente mala, el administrarse antibióticos sin la necesidad terapéutica establecida, no solo adiciona la posibilidad de efectos colaterales, sino la posibilidad de desarrollar resistencia bacteriana. Para que se desarrolle una enfermedad infecciosa hace falta una asociación que la podemos graficar como un trípode:

No desarrolla una infección aquel huésped que se encuentra en óptimo estado físico en un medio ambiente adecuado. Esto último, para los trabajadores del mar, se sabe, no es así.

Neumonía: La neumonía ("pulmonía"), es una enfermedad que afecta a las estructuras más pequeñas de los pulmones, generando un cuadro grave pasible de tratamiento antibiótico. Los síntomas son: tos con expectoración amarillenta o "herrumbrosa", fiebre, deterioro del estado general al que puede sumarse puntada torácica de costado. Si no hay complicaciones el tratamiento debe iniciarse con antibióticos del tipo amoxicilina o claritromicina, nebulizaciones para fluidificar el moco y reposo. Las complicaciones como falta de aire (disnea), fiebre persistente o falta de una evolución favorable en 48 a 72 horas, obligan a tomar otro tipo de medidas que deben ser consultadas con el personal idóneo de tierra.

Gonorrea: Afección muy frecuente en el personal embarcado hoy, por suerte, de fácil resolución. Se contagia por transmisión sexual. Los síntomas comienzan de dos a siete días posteriores al contagio. Consiste en la aparición de secreción de moco y pus por el meato urinario. La utilización de Doxiciclina o algunas de las modernas quinolonas abortan la enfermedad sin dejar secuelas.

Sífilis: A pesar de los grandes adelantos, la infección causada por las espiroquetas, siguen siendo una de las enfermedades transmisibles más frecuentes. La importancia clínica radica porque la infección primaria no se acompaña de síntomas alarmantes; entrando luego la enfermedad, en un período de latencia8-11. La infección primaria se la denomina "chancro" y consiste en una sobreelevación en la piel del pene o en el glande que alcanza algunos centímetros y que no duele. Posteriormente, y por uno a tres meses, el chancro ya desaparecido da lugar a manifestaciones cutáneas. Estas son las que habitualmente llevan a la consulta. La enfermedad no obliga al desembarco aunque, llegados a tierra es imprescindible el tratamiento por parte del especialista. No deben administrarse antibióticos si se sospecha esta enfermedad con el personal en alta mar. La curación, atacada a tiempo, no deja secuelas.

Linfogranuloma Venéreo: Es una enfermedad transmitida por relaciones sexuales promiscuas y consiste en una pequeña vesícula con líquido claro que pronto se rompe y genera secreción, ubicada por lo general en glande o piel adyacente. La característica más distintiva es la presencia de ganglios inguinales que se manifiesta como bultos de 3 a 5 cms. no dolorosos y bilaterales. El tratamiento es con Doxiciclina.

DESEQUILIBRIOS EMOCIONALES

Las circunstancias de la vida colocan inevitablemente a la personalidad bajo presión aún cuando tenemos muchos recursos para hacer frente a nuestros problemas. Nuestros motivos no siempre se satisfacen con facilidad. Es preciso vencer obstáculos, suplir deficiencias y realizar elecciones12. La monótona vida a bordo de una embarcación, especialmente en grandes travesías, y el contacto social con personas que, a veces, son incompatibles con nuestra personalidad, inevitablemente lleva al conflicto o provoca frustración.

Las situaciones de frustración varían desde pequeños disgustos hasta importantes derrotas y desengaños. Los obstáculos a la satisfacción, sea esta laboral o personal están presentes en el medio físico pero también en el social. Muchas de las deficiencias frustradotas están dentro del individuo mismo. No todo el mundo puede llegar a ser un buen marino y obtener la aprobación de sus superiores y la empresa. A esto debemos sumarle la soledad en la que se ve envuelto durante meses quien realiza este tipo de tareas. El advenimiento de comunicaciones adecuadas, a cualquier hora y en cualquier lugar, mitigó en parte esta soledad, pero este pequeño momento de felicidad desaparece inmediatamente se efectúa el saludo de despedida.

Otra circunstancia vista entre los trabajadores del mar es la agresión. Los estímulos motivantes, como la curiosidad, la actividad, exploración, manipulación y contacto, nos impulsan a investigar y a menudo a alterar el ambiente. Algunos estímulos se aprenden a medida que maduramos. La agresión incluye toda la conducta tendiente a infligir daño físico o psíquico a otros. Supone la intención de hacer daño. Algunas teorías sostienen que la agresión es un impulso innato, pero en la actualidad la mayoría de los psicólogos piensa que se trata de una respuesta aprendida. Los motivos sociales también se aprenden, como el logro, el poder y la afiliación. El Motivo de Logro es el deseo de sobresalir, superar obstáculos, lograr por lograr. Aparentemente, el comportamiento orientado al logro se compone de tres aspectos interrelacionados, la inclinación por el trabajo ? el deseo de trabajar duro y bien; dominio ? preferencia por actividades retadoras; y competitividad ? disfrute derivado de medir las propias fuerzas con los demás. Sorprendentemente, la competitividad en grado sumo puede interferir con el logro, pues la preocupación por "ganar" distrae a las personas de la manera de lograr sus objetivos. Por último el Motivo de Afiliación, que es la necesidad de estar con otros, en general se despierta cuando nos vemos amenazados. Una teoría reciente a este aspecto sostiene que las personas buscan compañía o aislamiento según el grado en que esperen beneficiarse con la compañía de otros.

Como se ve esta compleja trama de personalidades confluyendo en un espacio y al mismo tiempo, explica las dificultades que en ocasiones se observan en estas actividades laborales.

NORMATIVA ARGENTINA

El 15 de febrero pasado la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) participó de un intercambio de conocimientos y experiencias en torno a la problemática de la salud y seguridad en los puertos con la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FEMPINRA) que nuclea 21 sindicatos, donde se plantearon los problemas más frecuentes que enfrentan diariamente los trabajadores del sector. Entre otros participó el responsable del Centro de Información y Asesoramiento en Toxicología Laboral, Nelson Albiano. Los concurrentes escucharon de boca de los dirigentes sindicales las enfermedades y accidentes más frecuentes que sufren este grupo laboral. Resaltaron problemas concretos del trabajo en altura, sobre todo la peligrosidad de verificar los precintos de seguridad cuando las cargas están en los camiones, y se mostraron sumamente preocupados por las sustancias peligrosas o tóxicas que vienen en los contenedores, ya que la falta de información y señalización acerca de los diversos contenidos produjo intoxicaciones en algunos trabajadores.

El representante de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo alentó a los dirigentes para que incluyan en los convenios colectivos de trabajo cláusulas que protejan la salud y seguridad de los trabajadores13.

Nuestra legislación laboral se rige por la ley de Contratos de Trabajo 20744. En sus articulados se observa, entre otros, las conductas que deben tener los empleadores ante el accidente laboral o la enfermedad profesional. La ley 24557 crea las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo. La misma en su Artículo 1 inciso 2 plantea como objetivos:

a) Reducir la siniestralidad laboral a través de la prevención de los riesgos derivados del trabajo;

b) Reparar los daños derivados de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales, incluyendo la rehabilitación del trabajador damnificado;

c) Promover la recalificación y la recolocación de los trabajadores damnificados;

d) Promover la negociación colectiva laboral para la mejora de las medidas de prevención y de las prestaciones reparadoras.

En el artículo 6 sobre contingencias y situaciones cubiertas, explicita:

1. Se considera accidente de trabajo a todo acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho o en ocasión del trabajo, o en el trayecto entre el domicilio del trabajador y el lugar de trabajo, siempre y cuando el damnificado no hubiere interrumpido o alterado dicho trayecto por causas ajenas al trabajo. El trabajador podrá declarar por escrito ante el empleador, y éste dentro de las setenta y dos (72) horas ante el asegurador, que el in-itinere se modifica por razones de estudio, concurrencia a otro empleo o atención de familiar directo enfermo y no conviviente, debiendo presentar el pertinente certificado a requerimiento del empleador dentro de los tres (3) días hábiles de requerido.

2. Se consideran enfermedades profesionales aquellas que se encuentran incluidas en el listado de enfermedades profesionales que elaborará y revisará el Poder Ejecutivo anualmente, conforme al procedimiento del artículo 40 apartado 3 de esta ley. El listado identificará agente de riesgo, cuadros clínicos y actividades, en capacidad de determinar por sí la enfermedad profesional.

Las enfermedades no incluidas en el listado como sus consecuencias en ningún caso serán consideradas resarcibles.

CONCLUSIONES

Si bien en este informe se ha querido abarcar las enfermedades laborales del personal embarcado, se entiende que también se ha hecho una enumeración de enfermedades comunes a cualquier trabajador pero que, por lo inusual del medio en el que se desarrolla este personal, pueden servir como guía de aplicación para quienes deben tomar decisiones en situaciones de extrema tensión. No se ha querido desafiar la extensión de este informe agregando la accidentología laboral específica del sector por considerarla común a los trabajadores de maquinarias de cualquier ámbito de las industrias modernas.

El trabajador de la marina mercante tiene con respecto al pescador artesanal, diferencias tanto en la patología desarrollada como en las maneras de encarar un tratamiento. Vaya como ejemplo los días que un trabajador mercante pasa lejos de su familia, pero habitualmente con toda la indumentaria de protección laboral; comparado con el rudo esfuerzo del pescador que, si bien regresa a su casa todos los días o todas las semanas, puede sufrir accidentes que provocan secuelas de por vida, trabajando en condiciones de inseguridad y pocos cuidados higiénicos.

Finalmente el deseo que esta guía sirva de ayuda para quienes, como el que escribe, alguna vez tuvo que tomar decisiones en un móvil tan extraño como fascinante.

RESUMEN

Realizada la reseña histórica de la marina mercante de nuestro país, se enumeran las enfermedades comunes al trabajador de este rubro. Previamente a las patologías de los órganos, se realiza una somera explicación anatómica y funcional de dichos órganos. La conclusión tiene como objetivo que este instrumento, sirva de guía practica para el personal embarcado.

BIBLIOGRAFÍA

1 Pigna F. "Los Mitos de la Historia Argentina". Ed. Norma. 2004.

2 Levene G G. "Nueva Historia Argentina". Sánchez Teruelo Editor. Tomo 1. Sexta Ed. Septiembre de 1977.

3 Enciclopedia Encarta 2005.

4

5 www.latinsalud.com

6 Flahery G. PROACI. Programa de Actualización Cirugía. 1º ciclo mod. 3.

7 Niño F. Guía de trabajos prácticos de parasitología.

8 Cecil-Loeb. Tratado de Medicina Interna. . Editorial Interamericana. 14º Edición.

9 Michans J. Patología quirúrgica. Editorial "El Ateneo". 4º Edición.

10 Ballesteros M., Alejandre S. PROACI. 1º ciclo mod. 2.

11 Robbins S. Patología estructural y funcional. Ed. Interamericana.

12 Hilgard E. Introducción a la Psicología. Ediciones Morata.

13 Boletín de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. 23 de Febrero de 2005. Edición 28.

 

 

 

Autor:

Dr. Osvaldo Luis Giorgetti

Año 2005

 

Partes: 1, 2
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