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La discriminación (página 2)

Enviado por Mathias Oviedo Niz


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Art. 14º: " Derecho al trabajo y a una justa retribución: Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones dignas y a seguir libremente su vocación, en cuanto lo permitan las oportunidades existentes de empleo.

Toda persona que trabaja tiene derecho a recibir una remuneración que, en relación con su capacidad y destreza, le asegure un nivel de vida conveniente para sí misma y su familia."

Convención Americana Sobre Derechos Humanos

Art. 1.– Obligación de respetar los derechos:

1º Los Estados Partes de esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.

2º Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.

Art. 6.– Prohibición de la esclavitud y servidumbre:

1º Nadie puede ser sometido a esclavitud a esclavitud o servidumbre, y tanto éstas como la trata de esclavos y la trata de mujeres están prohibidas en todas sus formas.

2º Nadie debe ser constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio. En los países donde ciertos delitos tengan señalada pena privativa de la libertad acompañada de trabajos forzosos, esta disposición no podrá ser interpretada en el sentido de que prohíbe el cumplimiento de dicha pena impuesta por juez o tribunal competente. El trabajo forzoso no debe afectar a la dignidad ni a la capacidad física e intelectual del recluido.

Art. 12.– Libertad de conciencia y de religión:

1º Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religión. Este derecho implica la libertad de conservar se religión, sus creencias, o de cambiar de religión o de creencias, así como la libertad de profesar y divulgar su profesión o sus creencias, individual o colectivamente, tanto en público como en privado.

A nivel nacional:

La convención constituyente de la ciudad de Buenos Aires sanciona:

§         Todas las personas, tienen idéntica dignidad y son iguales ante la ley.

§         Se reconoce y garantiza el derecho a ser diferente no admitiéndose discriminaciones que tiendan a la segregación por razones o con pretexto de raza, etnia, género, orientación sexual, edad, religión, ideología, opinión, nacionalidad, caracteres físicos, condición psicofísica, social, económica o cualquier circunstancia que implique distinción, exclusión, restricción o menoscabo.

§         La Ciudad promueve la remoción de los obstáculos de cualquier orden que, limitando de hecho la igualdad y la libertad, impidan el pleno desarrollo de la persona y la efectiva participación en la vida política, económica o social de la comunidad.

DADA EN LA SALA DE SESIONES DE LA CONVENCION CONSTITUYENTE DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, A LOS TREINTA DIAS DEL MES DE AGOSTO DEL AÑO MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y SEIS.

(*) Esta información fue extraída de las respectivas constituciones y registros de convenciones sobre discriminación

Tipos de discriminación

1. Racismo y xenofobia.

2. Homofobia o rechazo a las orientaciones sexuales distintas a las mayoritarias.

3. Discriminación a personas discapacitadas o enfermos.

4. Discriminación a las mujeres (machismo).

5. Ejemplo discriminatorio.

1. Racismo y xenofobia: Teoría fundamentada en el prejuicio según el cual hay razas humanas que presentan diferencias biológicas que justifican relaciones de dominio entre ellas, así como comportamientos de rechazo o agresión. El término 'racismo' se aplica tanto a esta doctrina como al comportamiento inspirado en ella y se relaciona frecuentemente con la xenofobia (odio a los extranjeros) y la segregación social, que son sus manifestaciones más evidentes.

En la sociedad actual aún perduran numerosas formas de racismo, a pesar de las exhortaciones de los organismos internacionales y especialmente de los acuerdos alcanzados respecto a los derechos de las minorías y de las personas. El apartheid en Á frica del Sur ha ignorado estos acuerdos sistemáticamente hasta 1990.

Organizaciones antirracistas nacionales e internacionales luchan contra cualquier forma de discriminación. Las actitudes racistas que combaten numerosas organizaciones tienen en buena medida razones psicológicas. Se fundan en reacciones de miedo ante la diversidad y a la incomprensión de lo desconocido, que engendra sentimientos de odio y una violencia muchas veces mal dirigida. Debido a la complejidad del fenómeno, el racismo es difícil de combatir.

Apartheid: política de segregación racial practicada en la República de Sudáfrica. El término apartheid en lengua afrikaans significa separación y describe la rígida división racial entre la minoría blanca gobernante y la mayoría no blanca, vigente hasta las primeras elecciones generales de 1994.

2. Homofobia: La homofobia es una enfermedad psico-social que se define por tener odio a los homosexuales. La homofobia pertenece al mismo grupo que otras enfermedades parecidas, como el racismo, la xenofobia o el machismo. Este grupo de enfermedades se conoce con el nombre genérico de fascismo, y se fundamenta en el odio al otro, entendido éste como una entidad ajena y peligrosa, con valores particulares y extraños, amenazadores para la sociedad, y -lo que es peor- contagiosos.

La homofobia, pasiva o activamente crea y consolida un marco de referencias agresivo contra los gays y las lesbianas, identificándoles como personas peligrosas, viciosas, ridículas, anormales, y enfermas, marcándoles con un estigma específico que es el cimiento para las acciones de violencia política (desigualdad legal), social (exclusión y escarnio públicos) o física (ataques y asesinatos).

Algunas naciones como, por ejemplo, Gran Bretaña y Alemania han legalizado las relaciones homosexuales entre adultos. Sin embargo, en muchos países el hecho de ser homosexual o de practicar la homosexualidad puede provocar la pérdida del trabajo, la discriminación en la concesión de vivienda, el rechazo social e incluso la cárcel. El nivel de aceptación alcanzado en la década de 1970 disminuyó durante la década siguiente debido a la reacción pública negativa respecto a la propagación del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA o AIDS en inglés).

Los homosexuales, como toda persona humana, son sujetos de derechos fundamentales, como derecho al trabajo, a una vivienda, etc. Con todo, esos derechos no son absolutos ya que pueden ser limitados legítimamente por la ley a causa de comportamientos externos objetivamente desordenados que atenten contra el bien común o contra los más débiles (ya sea física o moralmente).

Esta reducción de derechos no absolutos se practican en muchos casos: en determinadas enfermedades contagiosas, enfermos mentales, individuos socialmente peligrosos, etc. De este modo, existe una discriminación justa: existen ámbitos en los que no se da discriminación injusta cuando se tiene en cuenta la tendencia sexual, por ejemplo: en la adopción o custodia de niños o en la contratación de profesores o instructores de educación física.

Por el contrario, los homosexuales que declaran su homosexualidad son, casi siempre, personas que consideran su comportamiento o su estilo de vida homosexual como indiferente, y por eso digno de aprobación pública. Estos normalmente usan el lema de la "discriminación sexual" como un arma política para manipular la sociedad y la iglesia.

3. Discriminación a discapacitados y enfermos: Los discapacitados a veces tienen dificultad para ciertas actividades consideradas por otras personas como totalmente normales, como viajar en transporte público, subir escaleras o incluso utilizar ciertos electrodomésticos. Sin embargo, el mayor reto para los discapacitados ha sido convencer a la sociedad de que no son una clase aparte. Históricamente han sido compadecidos, ignorados, denigrados e incluso ocultados en instituciones.

Hasta la segunda mitad del siglo XX fue difícil que la sociedad reconociera que los discapacitados tenían las mismas capacidades, necesidades e intereses que el resto de la población. En las últimas décadas esta situación ha ido mejorando gracias a cambios en la legislación, a la actitud de la población y a la lucha de los discapacitados por sus derechos como ciudadanos e individuos productivos.

Los discapacitados, han luchado por: ser evaluados por sus méritos personales, no por ideas estereotipadas sobre discapacidades; conseguir que la sociedad realice cambios que les permitan participar con más facilidad en la vida empresarial y social (facilitar el acceso con sillas de ruedas al transporte público, a edificios y a espectáculos) y, finalmente, integrarse con la población capacitada.

Así como se discrimina a los discapacitados físicos o mentales, también se hace lo mismo con los que padecen alguna enfermedad, y el ejemplo más común en este caso es el de los infectados por el virus del HIV/SIDA.

En la actualidad, a los enfermos de HIV/SIDA se los discriminan:

-niños y adolescentes expulsados de sus hogares por sus propios padres.

-estudiantes expulsados de los colegios para "proteger" a los demás alumnos. Y hasta marchas de padres exigiendo la expulsión de los mismos para velar por la seguridad de sus hijos.

-la prensa amarillista que dedica gran parte de su tiempo a hacer del sufrimiento de los enfermos un objeto del sensacionalismo.

-discriminación en la denominación, al llamarlos "sidosos", "sidáticos", "sidóticos", etc., cuando el término correcto sería "enfermo de SIDA".

-la discriminación social por parte de algunos, al afirmar que el SIDA es una "enfermedad justiciera", que viene a limpiar al mundo de homosexuales, drogadictos y prostitutas.

-personas que aún son aptas para el trabajo, que aún así son expulsadas de sus empleos.

-profesionales que niegan su atención "por miedo a infectarse".

4. Discriminación a las mujeres (sexismo, machismo):

El machismo es una discriminación sexual, de carácter dominante, adoptada por los hombres.

El hombre que ha sido educado en una cultura machista aprendió desde temprana edad a respetar, admirar o temer a otro varón tanto física como intelectualmente. Sin embargo su "cultura" le enseñó a ver a la mujer en términos de valores o atributos físicos: instrumento de placer, objeto de exhibición y reproductora de la especie. Su admiración o atracción hacia la mujer se basa, principalmente, en una concepción biológica de la misma.

La discriminación sexual es una de las más arraigadas en nuestra sociedad, sin duda por sus precedentes históricos, que se asientan sobre una base difícil de echar abajo.

La discriminación sexual hacia las mujeres tiene un carácter histórico, puesto que a lo largo de los tiempos se observa que ha habido una gran discriminación, ya que las féminas no podían alcanzar ni cargos políticos, incluso en algunos sitios no podían salir a la calle sin su marido ni tener un trabajo remunerado.

En ciertos países (especialmente asiáticos), donde la práctica de la religión se vuelve un fanatismo, hay una clara diferenciación de la mujer. Ejemplos concretos son los de los países que practican el Islam o el musulmán. La vestimenta tradicional islámica para las mujeres consiste en una túnica que cubre todo el cuerpo, dejando al descubierto sólo los ojos. En ciertos casos, además, se las obliga a llevar guantes que oculten sus manos.

5. Ejemplo de discriminación:

Un hecho puntual fue la actuación de los nazis que exterminaron a varios millones de judíos; pero nadie recuerda que también exterminaron a cientos de miles de homosexuales, y que tras la derrota nazi muchos de ellos siguieron en prisión porque en Alemania la homosexualidad era delito.

Durante la II Guerra Mundial, los nazis hicieron prisioneros entre 7 y 8 millones de personas (en su mayoría judíos europeos) y los confinaron en 22 campos de concentración. Al finalizar la guerra, en 1945, los nazis habían exterminado a casi 6 millones de personas: algunos fueron asesinados por pelotones de fusilamiento, otros murieron de inanición o como resultado de experimentos llevados a cabo por doctores y científicos alemanes. La mayoría murió en las cámaras de gas. En 1945, cuando las fuerzas aliadas liberaron los campos, encontraron miles de cadáveres sin enterrar esparcidos. La mayoría de los supervivientes padecía enfermedades o desnutrición.

"Disperso entre todas las naciones de la tierra, existe un pueblo odioso por sus leyes, de costumbres contrarias a las de los demás pueblos"

"Porque a ellos les resultan prohibidas todas las cosas que nosotros tenemos por sagradas; y al revés, se les otorgan las que a nosotros se nos vedan"

Se entiende por antisemitismo la actitud hostil u odio a los judíos. La palabra se creó en Alemania en 1879 por mano de un autor antisemita y poco tiempo después se tradujo a otros idiomas. Propia de una época en que proliferaban las teorías racistas (en conexión con el nacionalismo), es una palabra errónea por dos motivos: 

·                    Identifica a judío con semita, cuando pueblos semitas han habido y hay varios: lo eran los fenicios, por ejemplo, y lo siguen siendo hoy día los árabes.    

·                    Identifica el ser judío con pertenecer a una raza. Eso era así hace muchos siglos, pero hoy día no: hay judíos de todas las razas, provenientes de matrimonios mixtos y de antiguas conversiones, en algunos casos, masivas. Ser judío, hoy día, es pertenecer a una comunidad cultural, a una identidad y, en muchos casos, a una religión.

Desgraciadamente, es una actitud presente hoy día, y no distingue entre clases sociales, ni por nivel económico ni cultural. Este siglo nos ha dado las peores muestras del fenómeno: todo el mundo tiene presente el Holocausto nazi (lo que los judíos llaman la Shoá). Hay hoy un antisemitismo de derechas y también de izquierdas. Se mezclan los conceptos, y si bien es raro que alguien acuse hoy día a los judíos por motivos religiosos (en nuestra sociedad más o menos democrática), muchos los atacan desde una posición antisionista (sin saber, en muchos casos, qué fue y es el sionismo). En fin, es algo que permanece, como un poso, en nuestra – paradoja- cultura occidental judeocristiana. 

Al intentar comprender el fenómeno, la primera pregunta a plantearse será, lógicamente, su por qué. Los motivos pueden ser varios: 

– Si consideramos el pueblo judío viviendo fuera de Israel, el motivo es no haber querido nunca ser asimilados, no querer ser como los demás. 

– Históricamente, puede haber dos causas originarias: 

§         Su monoteísmo en un mundo pagano politeísta: los judíos no sólo no adoraban a los dioses de los lugares donde vivían, sino que negaban su existencia, lo que acarreaba el odio de la población. 

§         Se consideraban, además, el pueblo elegido de Dios. Eran diferentes y estaban orgullosos de serlo. 

El Antisemitismo:

Durante el periodo de entreguerras (1918-1939) se mantuvo la tendencia antisemita en el ámbito internacional. En Alemania, durante las décadas de 1930 y 1940, explotó el antisemitismo bajo el régimen nazi dirigido por Adolf Hitler. El contenido de la propaganda nazi era variado: incluía una doctrina racista, además del odio religioso y, de forma paradójica, la identificación de los judíos con elementos capitalistas y comunistas tanto alemanes como de otros países. La fuerte campaña antisemita dentro de Alemania se vio también reforzada por movimientos en Europa y Estados Unidos organizados por agentes y simpatizantes nazis.

Sin embargo, la persecución física de la comunidad judía fue más grave que toda campaña psicológica. La persecución sistemática de judíos, homosexuales y personas discapacitadas, se debió al resurgimiento de la teoría de la eugenesia, práctica que sería desarrollada por los nazis. Poco después de que el partido nacionalsocialista accediera al poder en Alemania en 1933, se aprobó una legislación especial que excluía a los judíos de la protección de las leyes alemanas. Fueron detenidos legalmente y confinados en campos de concentración, en donde se les condenaba a trabajos forzados, se les torturaba y ejecutaba. Las masacres esporádicas y locales culminaron en un pogromo generalizado en toda Alemania en 1938, organizado oficialmente por el Partido Nacionalsocialista.

A raíz del estallido de la II Guerra Mundial, la frecuencia de las actividades antisemitas aumentó de forma alarmante. En toda Europa muchos gobiernos (como los de la Francia ocupada, Italia, Polonia y Ucrania) adoptaron programas antisemitas. En Alemania, Hitler anunció una " solución final al problema judío" : el exterminio de la comunidad judía, crimen hoy tipificado por la legislación internacional como genocidio. Al final de la guerra, 6 millones de judíos (incluyendo las dos terceras partes de la población judía de Europa) habían sido exterminados. En los campos de concentración murieron asimismo gran número de homosexuales, gitanos y prisioneros políticos.

Después de la guerra, la fuerte reacción contra el horror de los campos de exterminio nazi dio lugar a la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1948. En los juicios por crímenes de guerra, que se celebraron en Nuremberg (Alemania) a partir de 1945, muchos oficiales nazis fueron condenados por aplicar las leyes raciales del partido y llevar a cabo el exterminio de judíos y otras personas en los campos de concentración. El gobierno de la República Federal de Alemania continuó realizando detenciones de oficiales nazis hasta finales de la década de 1960 y devolvió en parte propiedades, pensiones y tierras arrebatadas a los judíos.

En la antigua República Democrática de Alemania se celebraron algunos juicios por crímenes de guerra, impulsados básicamente por los soviéticos, y se dictaron varias penas de muerte. Sin embargo, no se produjo la restitución de propiedades, dado que el Estado (a diferencia de la República Federal de Alemania) no se consideraba el heredero legal del III Reich.

A pesar de que la posición oficial de la Alemania unificada está claramente en contra del antisemitismo, se han producido brotes esporádicos de violencia y hostilidad hacia los judíos. En las demás democracias occidentales el ejemplo del extremismo nazi acalló el antisemitismo en los años de la posguerra. Sin embargo, ha resurgido la violencia de los militantes de partidos neonazis de Gran Bretaña, Francia, España y otros países de Europa y América.

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Diario La Nación (Argentina) – 3/5/99

JERUSALéN.- Dos monitores de derechos humanos de origen argentino serán, posiblemente esta semana, la avanzada de los cascos blancos en Macedonia, en donde los refugiados albano-kosovares serían objeto de discriminación y atropellos por parte de las tropas locales, según reveló el director del organismo, Octavio Frigerio.

Será, en realidad, el primer arribo de un grupo de 12 cascos blancos (entre ellos, voluntarios que se especializan en sanidad animal y en logística), cuyos servicios, requeridos ahora, habían sido ofrecidos al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

"El viaje es inminente y no tengo dudas de que serán en el futuro más de doce", dijo Frigerio a La Nación, en un intervalo de las reuniones que mantuvo aquí, sobre todo en la Franja de Gaza (el territorio que será declarado Estado por Yasser Arafat), con autoridades y voluntarios, vinculados con proyectos de planeamiento y reconstrucción urbanos, de control y de erradicación de la brucelosis, de grupos vulnerables, y de deporte.

Los cascos blancos, promovida su creación por la Argentina, actúan bajo la tutela de las Naciones Unidas (ONU). Su misión, como bomberos, consiste en asistir a víctimas de crisis y de desastres, sean originados por el hombre (como en Kosovo) o por la naturaleza (como en el terremoto en Colombia).

"Es una negociación permanente -define Frigerio-. La Argentina, como país promotor, tiene la obligación moral de estar presente, de modo de ganar prestigio e influencia y de servir a nuestros intereses nacionales, aunque trabajemos en Ruanda o en Palestina."

La tarea de los cascos blancos consiste básicamente en brindar ayuda humanitaria a los países que resulten damnificados, con voluntarios que son reclutados por medio de avisos clasificados, y en retirarse una vez que cumplen con su cometido.

Esto puede provocar resquemores de las autoridades locales, ya que consideran, en algunos casos, que se trata de una intromisión en los asuntos internos del país, según explica Luis María Gómez, vocal del organismo, de amplia experiencia en la ONU.

"Siempre existe una cuota de riesgo, pero debe prevalecer la realidad ante la incompetencia de los mecanismos internos", rubrica Frigerio. En buena parte de los casos, la gente se ve sometida a conflictos bélicos, como sucede en Kosovo, razón por la cual la ONU fomenta la participación conjunta de los cascos blancos, contingentes civiles, con los cascos azules, contingentes armados.

Las misiones

Entre las misiones que han protagonizado figuran el desminado y la desmovilización de tropas en Angola, la autoproducción de alimentos en Armenia y Paraguay, el tendido de redes de

agua potable en Haití, la rehabilitación de hospitales en Jamaica y la lucha contra el mal de Chagas en

Bolivia.

La próxima misión, Kosovo, será para observar la preservación de los derechos humanos, a raíz de denuncias de maltratos recibidos por los refugiados, y ayudar con veterinarios en el campo (como el programa de control de la brucelosis que realizan aquí los argentinos Domingo Mendizábal, Carlos Robles y Daniel Díaz) y con técnicos que se ocupen de la administración de los alimentos que llegan, como donaciones, a Macedonia.

Diario La Nación (Argentina) – 3/5/99

Beraja dijo que Pou lo discriminó por ser judío

Rubén Beraja, el ex titular de la DAIA y ex presidente del Banco Mayo, se presentará la semana próxima como querellante en una causa por discriminación racial contra el presidente del Banco Central, Pedro Pou, en la que pedirá la intervención del Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia (Inadi).

La semana última, un día antes de que Pou tuviera que presentarse a declarar en la causa iniciada por varios legisladores nacionales por la presunta comisión de los delitos de asociación ilícita e incumplimiento de los deberes de funcionario público contra todos los miembros del directorio del Central, la abogada patrocinante de Beraja, Marta Nercellas, presentó un escrito en el que detalla la tormentosa relación entre el banquero y el funcionario.

Para Beraja, Pou es antisemita y dice que puede demostrarlo. ¿Sus testigos? Todo el directorio del Central; el ministro de Economía, Roque Fernández; un ex custodio y el gran rabino Rubén Chebebar, entre otros.

Durante las largas negociaciones que llevaron adelante los dos hombres por la absorción del Banco Patricios y la venta del Mayo, Beraja se convenció de que Pou lo discriminó por ser judío. No sólo le atribuye una frase que La Nación publicó en su momento ("No quiero bancos étnicos"), sino también el haber difundido información clasificada que perjudicó la situación de la entidad en tiempos de crisis.

El primer hecho que relata Beraja tiene que ver con la absorción que el Mayo hizo del Banco Cooperativo de La Plata en tiempos del tequila.

Beraja y Fernández (entonces director del BCRA) habían llegado a un acuerdo de caballeros que Pou, cuando llegó a la titularidad del Central, desconoció. "¿Lo tiene por escrito? Con la experiencia que usted tiene no puede ignorar que palabra de funcionario no vale nada", sentenció el ahora acusado. En la charla, dice Beraja, estaba presente el licenciado Eugenio Pendas.

"En agosto de 1997 -formula el escrito-, en una reunión del directorio del BCRA en la que se encontraban analizando las consecuencias de la caída del Banco de Crédito Provincial, el doctor Pou manifestó: "Si cerré un banco católico, no me va a temblar la mano para cerrar bancos judíos". En ese momento, según lo que se me informó, se estaba refiriendo especialmente al Banco Patricios." Beraja propone como testigos a todos los integrantes del directorio del Central.

El acusador asegura que Pou le dijo que no entendía a "los judíos" y que iba a tener que "leer el Talmud", el libro sagrado de esa religión.

Más adelante, Beraja refiere que cuando estaba en tratativas para vender la tarjeta Provencred a Newbridge, Pou le preguntó si los miembros de la empresa eran judíos. "Más adelante, me dijo: "Si esto sale como usted dice, me va a tener que recomendar un rabino, para ver cómo hacen estas cosas"."

Uno de los pasajes más duros de la presentación es el capítulo en el que habla del tráfico de información.

Dice así: "Al analizar las causas que determinaron la caída de las entidades (…) pudimos determinar que traficaba información con determinados periodistas, generando una cadena de noticias que terminaban modelando la conducta de los usuarios (…) Las reacciones del mercado, que él pretendía soberanas, eran determinadas por la propia información que hacía trascender él, en forma personal, y no el Banco Central como entidad".

Pero el episodio que más indignó a Beraja se produjo el Día del Perdón, fiesta sagrada de los judíos. El denunciante asegura que Pou fue informado de la celebración y hasta le solicitó que, de haber alguna urgencia, lo llamaran antes de las 17.

El titular del Central lo conminó a que se presentara ese mismo día y desoyó las explicaciones de Beraja, un ortodoxo, que cumple a rajatabla los ritos religiosos.

La carta de Pou

El BCRA difundió ayer, como respuesta a la denuncia, una carta dirigida a un matutino que no es La Nación. En la misma, Pou dice que Beraja miente y que está tratando de "tapar delitos que podría haber cometido y que podrían resultar en pérdidas importantes para la comunidad(…) por el manejo y actos delictivos en la administración del Mayo".

 

 

 

 

 

Autor:

Gabriel Carrizo

Yanina Villagra

Mario Salas

Mathias Oviedo Niz

Profesora: Dávila, Karina.

Partes: 1, 2
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