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Hablemos de Geografía


Partes: 1, 2

  1. ¿Qué es y para qué sirve la geografía?
  2. La geografía griega: una protociencia geográfica
  3. La geografía regional
  4. La geografía cuantitativa: abandonando el paisaje y pensando en abstracto
  5. Geografías humanísticas
  6. Geografía radical
  7. Percepción y conducta en geografía humana
  8. El espacio de la geografía
  9. El lugar
  10. Territorio
  11. Perspectivas de desarrollo en el ámbito colombiano
  12. Bibliografía

En el año 2011, neófito como docente de la escuela de ciencias sociales de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, me vi en la grata tarea de enseñar geografía humana, y la pregunta que más suscitó inquietudes entre los alumnos fue ¿qué es la geografía? explicar esto me llevó más trabajo del que supuse, pues para ello tuve que entrar en divagaciones sobre la naturaleza del espacio. En ese momento entendí por cuenta propia que definir el oficio del geógrafo no es tan sencillo como definir el oficio de un médico, un bombero o un abogado. Desde allí, poder explicar más eficientemente la naturaleza de la geografía se convirtió en un reto que me obligó a estudiar de nuevo la historia y epistemología de la ciencia.

Ahora me doy cuenta de la profunda importancia que tuvo iniciar esta discusión en años anteriores, pues esto me ha permitido valorar mucho más los aportes de eruditos de la geografía y aprovechar al máximo su conocimiento de la ciencia. En este ensayo, voy a realizar un balance de la geografía contemporánea y sus perspectivas de desarrollo en el caso colombiano. Para ello, expondré el devenir del concepto, que se encuentra ligado a la labor que se designa como hacer geografía.

Este texto se encuentra estructurado en cuatro apartados. En el primero realizo una discusión introductoria, en donde explico de entrada y a grandes rasgos la noción de geografía. En la segunda, dedico una parte del texto a presentar las bases de la disciplina, que se remontan a la civilización griega, por considerar este episodio fundamental para entender la naturaleza de la ciencia. En la tercera, expongo las tendencias contemporáneas de la geografía, su objeto y método, a partir de lo abordado en el curso del docente. En el último, profundizo un poco en conceptos clave de la disciplina: espacio, territorio, espacialidad y lugar, los cuales guardan una relación intrínseca con las perspectivas de desarrollo en el caso colombiano.

¿Qué es y para qué sirve la geografía?

Como ciencia, la geografía se encarga de conocer, entender y predecir el producto de la actividad humana sobre la Tierra. Estudia las huellas que los seres humanos han dejado y dejaran sobre la tierra, entendiendo que esta también es su casa y que es garante pero también limitante de su existencia sobre la misma. En este proceso de transformación de la superficie de la Tierra el hombre es un ente transformador pero también es transformado por los elementos que la conforman, que interrelacionados animan la vida. El pensamiento también transforma el espacio geográfico, para entender las huellas del hombre debemos entender su forma de pensar y de relacionarse con el espacio.

La geografía nos ayuda a analizar la realidad circundante, entender las lógicas que rigen los fenómenos terrestres a distintas escalas: local, regional, nacional y mundial. Por medio de la geografía se estudian diversas de temáticas, especialmente aquellas que involucran la interacción del hombre con su entorno, pues esto constituye su objeto de estudio. Por esta razón interesan a los geógrafos la construcción y ocupación de una ciudad, o la localización de sus habitantes e infraestructuras, los desastres generados por deslizamientos de tierra y lodo, la aparición de un tipo particular de industria en un lugar, los movimientos de personas entre una ciudad y otras, la forma en que un individuo entiende y construye el espacio, y similares.

En Colombia, se relaciona esta disciplina con la descripción y memorización de ciertos aspectos que tienen que ver con un territorio, como su historia, economía, política, cultura, clima y relieve. Esto se debe a la gran relevancia que ha tenido el enfoque regional (del cual hablaremos más adelante) en la geografía escolar. En el ámbito escolar el alumno más aventajado de la clase de geografía es aquel que memoriza gran cantidad de datos geográficos. Luego, existe una brecha bastante acentuada entre la geografía científica actual y la escolar. Sin embargo, no todo está perdido. El enfoque regional puede constituir un buen punto de partida para entender los fenómenos geográficos como la segregación social. Esperemos que en un futuro otras geografías puedan permear los currículos escolares. En este contexto, una línea de investigación en geografía de la educación cobra gran importancia.

Durante el siglo XX hubo propuestas distintas motivadas por los avances que se dieron en esta disciplina en el ámbito europeo. A comienzos de los años 30 del siglo XX, llega un nuevo paradigma de la geografía al país a partir de autores foráneos: la búsqueda de leyes que explicaran la configuración del espacio. En ese entonces se critica el método tradicional y memorístico de la enseñanza de la geografía, que obligaba a los estudiantes a engullir una gran cantidad de nombres de accidentes físicos, o de países y capitales, por su poca utilidad pedagógica y social. Personajes como Rafael Bernal, de la universidad nacional, y Pablo Vila, proponían un reordenamiento de los contenidos en geografía, dándole paso a una pedagogía que acercase a los estudiantes a su medio (Álvarez 2011).

Se dice que la enseñanza de la geografía como localización de hechos geográficos puede constituir un buen punto de partida para entender los fenómenos geográficos, pero, ¿qué otro método propone la geografía?, ¿Qué otras geografías existen? Para responder a este interrogante, tenemos que hablar de esa ciencia casi desconocida para muchos. A continuación, intentare dilucidar su objeto de estudio, su método y también las diferentes formas de entender este oficio, a partir del devenir de la geografía como ciencia.

La geografía griega: una protociencia geográfica

La geografía para los griegos consistía en el oficio de trazar cartas geográficas o mapas del mundo conocido, que mostraran la localización precisa de los elementos sobre la superficie terrestre: ríos, ciudades, montañas, mares, caminos, y similares. Para graficar la Tierra era necesario conocer sus dimensiones, su radio, su diámetro, y su posición en el cosmos, había que medirla y establecer su relación con otros planetas para poder crear un sistema que permitiese la localización exacta de sus elementos y dibujar así sus contornos. La precisión era un afán de la cultura griega, así como representaban la silueta humana debería ser posible con la tierra conocida o ecúmene.

Estrabón (60 a.c – 21 d.c) no se limitó con conocer la localización de las ciudades y en cartografiar la ecúmene o tierra conocida. Este geógrafo heleno propuso que la geografía, además de cartografiar la tierra, debería recoger información de los distintos territorios: rasgos físicos, étnicos y económicos. Es entonces cuando el hombre se incluye como parte de su objeto de estudio. Muchos de los conocimientos geográficos sobre la tierra conocida del siglo I se compilaron en la obra de Estrabón Geographika. Pero la geografía regional sólo tendrá un gran desarrollo a partir del siglo XV, debido al marcado sesgo hacia la cartografía.

El nacimiento del saber geográfico griego está ligado al poder. Identificar recursos estratégicos y establecer el poder que poseían los pueblos enajenados para ejercer la defensa de los mismos, eran aspectos geopolíticos fundamentales para sustentar el imperio. De cierto modo, cuando se conoce el terreno es posible dominarlo, como expresa Yves Lacoste: el conocimiento es poder. Es evidente que la práctica geográfica actuaba como un mecanismo que permitía a los helenos preparar el terreno para su expansión como imperio, y por lo tanto, tenía un objetivo político.

En este punto vemos una faceta de la geografía que nos es familiar, hemos hablado de mapas y de describir las características de los lugares: el relieve, economía, religión, lengua etc. Esto fue objeto de la práctica geográfica durante muchos años, desde los griegos hasta la actualidad. Describir las características físicas y humanas de los territorios y construir mapas con fines estratégicos es una labor con más de 2000 años de tradición, que podemos considerar como la base de la ciencia geográfica contemporánea.

Los griegos no crean una disciplina geográfica, ni establecen un perfil profesional relacionado con ella. En ellos existía cierta conciencia geográfica precientifica que sustenta la posibilidad del desarrollo de la geografía científica. Esta se instaura durante la segunda mitad del siglo XIX en las universidades alemanas como una cátedra para formar docentes, que surge con un marcado interés político, esto es, territorializar a los individuos alemanes por medio del conocimiento de su país (Valcárcel 2000). Como precursores de la ciencia se encuentran Alexander Von Humboldt, Karl Ritter y Friedrich Ratzel. Con posterioridad a esta fecha surgirán múltiples corrientes de la geografía. Detengámonos un momento en describir el objeto y método de las principales tendencias contemporáneas de la ciencia.

La geografía regional

Esta rama de la disciplina que se desarrolla a principios desde finales del siglo XIX y gran parte del XX, durante la época de las grandes expediciones, centra su el interés en conocer lo que había en los continentes para descubrir el territorio, pues antes de esto se conocían más los mares. Hay que tener en cuenta el contexto en el que se desarrolló la ciencia. Es una ciencia en función del poder, pues surge de la necesidad de los imperios de conocer sus dominios para consolidar y legitimar su dominio territorial. Fue una geografía útil para la expansión del imperio británico, para saber en dónde estaban los recursos. También permitió a los europeos construir un imaginario geográfico acerca del resto del mundo, que en algunas ocasiones fortaleció el sentimiento de superioridad con respecto a las tierras dominadas y justifico su interés expansionista[1]Destaca por ejemplo el viaje que realizo Humboldt a comienzos del siglo XIX a América.

Metodológicamente se trataba de una geografía descriptiva, basada en la observación e inventario de los elementos geográficos, que domino hasta los años 50´s, en todos los países del mundo. Era una geografía de la vista, una experiencia empírica que permite encontrar diferencias. Así como lineo clasifico las plantas, en la geografía se establecen diferencias entre cosas que son homogéneas, las regiones, a partir de su fisonomía o rasgo distintivo, el paisaje. El geógrafo intenta realizar una taxonomía del espacio, una clasificación, del mismo modo en que un historiador periodiza. Por medio de estos inventarios territoriales se busca lo único, por eso se trataba de una ciencia ideográfica. Ser geógrafo en el siglo XIX era saber de todo. La labor de este permitía construir un Sistema de Información Geográfico rudimentariamente, a modo general, pero no se interesaba en conocer lo urbano.

Es la época de los grandes viajes también en Colombia, como la comisión corográfica de mediados del siglo XIX, y la peregrinación del Alpha por las provincias del norte de la Nueva Granada, de Manuel Ancízar Bastera. En 1855, el presidente Tomas Cipriano de Mosquera le encomienda levantar la carta de la nación al militar italiano Agustín Codazzi para descubrir cosas de importancia comercial, como la Quina, utilizada para curar la fiebre de los soldados. Por medio de esto fue posible dividir el país en regiones y así formar la república. Francisco Jose de Caldas lo decía: se puede administrar una nación sin su conocimiento territorial.

Esta geografía se desarrolla en Alemania como Staatenkunde o geografía del estado. Estudios que contenían una recopilación enciclopédica del contenido natural y cultural del territorio político en la Alemania de Ratzel. Su objetivo: conocer los límites del estado, sus paisajes, riquezas naturales y culturales, la ubicación exacta de estos lugares, su flora y fauna. Se perseguía conocer el espíritu del territorio; que sería el espíritu de un pueblo. Según Ratzel, el suelo es el sustento de los seres humanos, y por lo tanto, todos sus derivados guardan una gran relación con su cultura, su conducta y demás. A esta forma de entender la relación entre hombre y medio se le conoce con el nombre de determinismo geográfico. Conocer el espíritu del territorio, objetivo: consolidar el Estado alemán, formado, como otros en Europa, de diferentes culturas. Las personas contenidas en un Estado deben contar con una misma lengua, religión, pasado, "raza", etc. Con la institucionalización de la geografía (2da mitad siglo XIX), se forman maestros en enseñanza de la geografía, y con la enseñanza se logra unir al suelo con la sangre, crear sentido de pertenencia por el territorio, es decir, de territorializar al individuo.

En ese entonces el conocimiento del territorio sirvió para fortalecer la identidad nacional y la creación de ciudadanía por medio de la educación. Se explica entonces que en Colombia se haya planteado este modelo pedagógico desde comienzos del siglo XX. La inclusión de la geografía y la historia del lugar en el ámbito educativo provienen de la tradición francesa. Desde comienzos de siglo, se cuenta a los alumnos la gesta de transformar lo natural en un espacio cultural y formar una región[2]La influencia francesa en la geografía y la cartografía del país durante el siglo XX es notable. Grandes misiones de geografía colombiana fueron lideradas por geógrafos franceses, y los atlas del país poseen una estructura similar a los creados en este país.

La geografía regional hace crisis en los años 50 de mediados del siglo XX, momento en que se discute la relevancia de la disciplina al interior de la ciencia. Tal debate interno daría pie a la búsqueda dentro de la geografía de la persecución de leyes generales (ciencia nomotética) y a la adopción del lenguaje común de las ciencias: la matemática. Posteriormente, se incorporaran a esta disciplina, tardíamente, las técnicas de análisis de enfoque cuantitativista, superando el método de la geografía regional. Con ello se construyen grandes aportación teóricas sobre la realidad. La ciencia geográfica se enriquece durante este periodo con el redescubrimiento de la obra de Kant, con el entendimiento del espacio relativo, es decir, un espacio producto de la interrelación de variables que actúan en el tiempo.

Los dioses de las civilizaciones colonizadas se convierten en los demonios de las dominantes. En los años venideros se menosprecia a la geografía regional por su carácter ideográfico, lo que la distancia del carácter general de la ciencia, la búsqueda de leyes que expliquen la realidad, a lo que responde muy bien la geografía positivista o cuantitativa.

La geografía cuantitativa: abandonando el paisaje y pensando en abstracto

A mitad del siglo XX, avanza la reconstrucción física y económica de Europa propuesta con el Plan Marshall, Estados Unidos se erige como centro de poder, el capitalismo esta en confrontación con el comunismo, Estados Unidos se enfrenta con la Unión Soviética y parte de Europa en la Guerra fría y emergen nuevos estados de antiguas colonias, y están muy atrasados. En este contexto, surge en el mundo el interés por una perspectiva racional de producir el espacio. El plan, era ser eficientes con el menor costo gracias a los avances de la ciencia. Para ello todo debe planificarse, para dar pasos seguros desde la localización adecuada de infraestructuras urbanas hasta los contenidos de los currículos escolares. De este modo, se impone desde los sesenta la noción de desarrollo económico, y la ciencia estará función de esto. En este proyecto, la ciencia es la solución, la racionalidad y el método científico (hipotético deductivo) que permitiría el desarrollo económico de las naciones. Nace entonces el paradigma del orden.

Como se expresó anteriormente, la geografía se supedita a esta lógica. Debido a que lo natural y lo social se rigen por leyes, una ciencia geográfica debe formular una teoría universal, no de un solo lugar, y explicar para poder predecir; no describir, sino explicar las causas. En este orden, la geografía se convirtió en un medio para resolver problemas empíricos del desarrollo, y para ello empleó en la estadística, la matemática y la informática, que permite relacionar sistemáticamente grandes volúmenes de información. Epistemológicamente la geografía sufrió un cambio radical. Adopto la matemática (lenguaje universal de la ciencia), modelos de la física, la termodinámica y la teoría de sistemas para formular las leyes de la localización de las cosas y de las relaciones espaciales. Esta disciplina fue fundamental para formular los principios que gobiernan la localización económica, y muchos de ellos se emplean actualmente, algo crucial en este paradigma del orden.

Con los aportes de Bertalanffy, los geógrafos plantearon un sistema espacial estructurado a partir de redes de puntos o nodos interconectados que poseen una jerarquía, flujos o movimientos en distintas direcciones y magnitudes (como flechas), con diferentes posibilidades de accesibilidad y conectividad a dicha red. Bajo este enfoque se buscó solucionar el problema de la distancia y establecer el óptimo espacial. Estudiando la eficiencia y competitividad de las redes se podrían plantear modelos para su mejoramiento. La geografía se convirtió entonces en una física social que abandonaba el paisaje para pensar en abstracto.

Pero, pensar en abstracto tiene también sus contras. Para que una ley funcione o explique todo en el espacio este debe ser uniforme o isotrópico; sin embargo, el mundo no funciona así. Existe el caos, y una variable influye, hasta el aspecto en apariencia más insignificante: hay incertidumbre. En los años sesenta no se tenía en cuenta el contexto, por esta razón muchos modelos solo explicaban a medias las realidades y esto jugo en contra de la geografía cuantitativa, pues si existe incertidumbre en la organización del espacio ¿cómo defino un modelo que la explique?

La geografía cambia porque las preguntas cambian, el mundo cambia. ¿Qué hay más allá?, ¿por qué varia la localización de los hechos en el espacio geográfico? son preguntas que generan dos geografías, una que describe lo único e irrepetible; y otra que pretende explicar el mundo por medio de leyes. Pero las rupturas en la ciencia no dejan de aparecer en la historia de la geografía, y esto la hace muy apasionante. Esta disciplina no llegara a su clímax con el giro positivista, en los años posteriores vendrán geografías denominadas humanísticas, igual de interesantes, e incluso opuestas a sus predecesoras, que nutrirán la sepa de esta rama de la ciencia.

Geografías humanísticas

Engloba a una serie de geografías que tienen en cuenta el papel del sujeto en la construcción y apropiación de su espacio, entre ellas la geografía radical y de la percepción. Estas geografías, también conocidas como posmodernas, pretenden contribuir al reconocimiento de la importancia de una aproximación tanto espacial como temporal en la compresión de la vida social contemporánea. Tienen como objetivo edificar una geografía humana crítica centrada en "las luchas emancipatorias de todos los que son marginados u oprimidos por la geografía específica del capitalismo" (Soja, 1989).

La geografía posmoderna desea abandonar un discurso de experto que habla en el lugar de los que no tienen la palabra y se propone entonces hacer entender la voz de todos los que no se sitúan en una posición cualquiera de poder o de dominación (minorías, culturas no occidentales, "gender geographies", etc.) La tarea de la explicación se convierte no obstante en un análisis del discurso y reconstrucción, de revelar las estructuras discursivas, creencias ideológicas y estrategias textuales que usamos, consciente o inconscientemente, para establecer el contexto y la persuasión de nuestros reclamos de conocimiento diferente.

Geografía radical

A comienzos de siglo XX la geografía estudiaba de los lugares; la gente era jurisdicción de la sociología. Esto cambiara durante los años 60s, momento en que se da un giro social en la geografía. En este convulsionado periodo, caracterizado por la guerra fría, el Apartheid, grandes revueltas étnicas urbanas en Estados Unidos, y la guerra del Vietnam, las promesas de la modernidad de orden y prosperidad para todos comienzan a ponerse en entredicho. En este contexto, un grupo de científicos comprometidos con la realidad social, se formularan la pregunta que orientará una nueva geografía ¿qué razón explica las desigualdades sociales en el espacio geográfico?, ¿cómo explicar los mapas de la pobreza en la ciudad? Y debido a que los métodos de las geografías regional y cuantitativa no permitían resolverla, emplearon nuevos marcos interpretativos provenientes de disciplinas como el marxismo, y esto propició un cambio epistemológico en la ciencia. A esta geografía rebelde y contestataria se conocerán como radical o critica pues constituye un cambio ideológico y político al interior de la ciencia.

En la geografía radical se estudia la realidad social no solo para documentarla sino para transformarla. Según este enfoque, la acumulación de capital y la pobreza, son fruto de la relación entre capital y trabajo. La desigualdad social es producida por el modelo capitalista y, por lo tanto, la lógica del capital debe conocerse por medio de la teoría y para poder modificarse. Esto representa una ruptura con respecto a la geografía cuantitativa, la cual era criticada profundamente por los seguidores de la corriente radical, pertenecientes en su mayoría a movimientos políticos de izquierda, por su ingenuidad en materia filosófica. Un modo de producción produce a su vez un tipo específico de espacio. Su interés se centra en comprender la producción y realización del espacio bajo un modo de producción capitalista, para transformar ese estado de cosas, ese mundo. Esta realidad injusta se estudia desde los zapatos de los que la viven, y para ello se debe ir a los ghettos.

Los problemas de la ciudad en la ciudad han sido provocados por un urbanismo desigual e injusto. Sobre el tema David Harvey, uno de los exponentes de esta corriente de pensamiento[3]escribe el libro la justicia social en las ciudades. Con esta geografía se acuñan conceptos como justicia espacial, empleado por Harvey para designar una situación ideal en la que existen las condiciones necesarias en los distintos lugares que permitan que sus habitantes puedan vivir en óptimas condiciones. También el de acumulación por desposesión. Es un concepto sin sentido para aquellos asesores que recomiendan que aquellas personas que viven áreas empobrecidas del país migren hacia otras más prosperas, evitando así la intervención estatal en la solución de sus problemas territoriales.

Percepción y conducta en geografía humana

Termino mi recorrido por la historia con la corriente behaviorista. Como en episodios anteriores, esta permite responder al interrogante ¿cómo explicamos el comportamiento humano? Según esta, la mente es un espacio estudiable, por eso la geografía guarda relación con la psicología y la semiología, la inclusión de esta última en la geografía es un aporte de Harvey. La cartografía social es un método que emplean los geógrafos para establecer y conocer la representación espacial de los sujetos a partir de su memoria. Destaca el estudio de Kevin Lynch, la imagen de la ciudad, realizado por medio de mapas mentales.

Hasta aquí intente dilucidar su objeto de estudio, su método y también las diferentes formas de entender este oficio, a partir del devenir de la geografía como ciencia. Creo que se vio claramente que desde la geografía entendida como el inventario de hechos espaciales a la materialización de la subjetividad humana hay mucho trecho. Basta con decir que la geografía es una ciencia no acabada. En la última parte del texto quiero enfocarme en profundizar un poco en lo que considero como algunos conceptos clave de la disciplina: espacio, territorio, espacialidad y lugar, pues considero que de este modo pueden extraerse las perspectivas de desarrollo en el caso colombiano.

El espacio de la geografía

El espacio de estudio de los geógrafos ha cambiado en el tiempo. Durante muchos siglos se entiende el espacio como un simple contenedor de las cosas. Ese es el legado de la herencia griega de la concepción de espacio. Este espacio sólo podía acoger a los elementos geográficos, como una entidad pasiva, se trata de un espacio geométrico, es decir, de una entidad definida en tres dimensiones: alto, ancho y profundo, que constituye un escenario donde tenían lugar los hechos humanos.

La geografía ha estudiado dos tipos de espacio basándose en paradigmas provenientes de la física. En un primer momento se apropió del concepto de espacio vacío o absoluto de la tradición newtoniana. Este fue el espacio estudiado por muchos años. Luego adoptó la idea de Leibniz al estudiar un espacio relacional, según esta idea existe espacio en la relación de dos o más objetos sobre la superficie de la tierra. Este concepto es estudiado ampliamente en la disciplina pues, como en otras disciplinas, aun no existe una respuesta definitiva a la pregunta ¿Qué es el espacio?

Conforme paso el tiempo, esta forma de apreciar el espacio va cambiado gracias a la influencia de la biología, en especial del Darwinismo. De este modo el espacio comprendido por los geógrafos pasó a ser una entidad dinámica capaz de determinar el comportamiento del ser humano. Entonces surgen dos escuelas de pensamiento, con puntos de vista opuestos: determinismo y el posibilismo. La primera centrada en la relación unilateral que ejerce el medio sobre hombre; la segunda, en las posibilidades que brinda el medio al mismo y en la transformación que puede ejercer este último sobre la primera. Sin embargo, hay que anotar que antes de Darwin, Alexander Von Humboldt escribió sobre la distribución de las plantas y su relación con las formas del relieve, y esto inspiró a tan afamado biólogo a estudiar las adaptaciones de los animales a su medio. Vemos aquí como la geografía ha influenciado también el desarrollo del conocimiento científico en diferentes ramas.

Durante los siglos XIX y XX la geografía estudiaba un espacio neutro. Es a partir de los años 70 cuando el espacio empieza a importarles a los geógrafos, ya no como no como un receptáculo neutro, y se afirma que la geografía como la ciencia que se ocupa del estudio del espacio.

La geografía estudia entonces un espacio relacional, producido por los vínculos sociales entre lugares. El área conformada por un grupo de países como la Unión Europea, sería un ejemplo de espacio a gran escala. Este se caracteriza por tener una estructura formada por nodos y redes por las que se da un continuo flujo de cosas: ideas, dinero, personas, información, datos, y similares. Cuatro premisas centrales se encuentran en la mayoría de los estudios geográficos: la primera, existe una relación mutua entre sociedad y naturaleza; la segunda, que las cosas se encuentran distribuidas de forma desigual sobre el espacio geográfico; la segunda, que los lugares están vinculados de forma tal que los sucesos en uno de ellos influyen directa o indirectamente sobre los demás; y la tercera, que las relaciones e intercambios se dan en circunstancias generalmente desiguales, y esto origina tensiones territoriales entre lugares e incluso entre espacios.

Empleando el pensamiento relacional en la geografía se puede llegar a entender aspectos como la crisis económica en el ámbito local. Para ello debería establecerse una geometría de poder, entendida como la forma en que se establecen las relaciones de poder entre nodos. Si Grecia está sufriendo una crisis en su grave en su economía puede deberse a que Alemania domina el espacio europeo en cuestión de relaciones de poder, de este modo la crisis se debe a relaciones de intercambio desiguales.

La sociología de Emile Durkheim afirma que lo social se explica por si solo y que el resto es determinismo. A pesar de esto, la geografía ha construido un campo de conocimiento en donde el espacio importa, pues lo social no es solo temporal sino espacialmente construido.

La espacialidad se refiere a la forma en que los seres humanos se apropian o emplean el espacio-tiempo. Estos movimientos se pueden graficar para obtener un registro de su espacialidad. Existen diferencias en la forma en que estos se apropian de su espacio, esto depende del género, la cultura, el nivel socioeconómico y el contexto histórico y geográfico. En muchas sociedades, la mujer ha conquistado otros espacios en los últimos años, por medio de luchas que les han permitido salir del espacio domestico para ingresar a la universidad y al campo laboral, practicando de este modo otras espacialidades.

La geografía se interesa en estudiar la historia de las transformaciones espaciales a pequeña y gran escala que se dan a partir de la correlación existente entre Naturaleza y Sociedad. El espacio geográfico es contingente, es decir, se transforma y produce temporalmente de forma no lineal dependiendo del contexto social, político, económico, cultural y geográfico dominante en cada época. Existen múltiples casos que ejemplifican estos cambios. En la época precolombina, en el territorio de La Tora habitaban los indígenas Yariguíes quienes se untaban con petróleo que brotaba de la tierra a manera de ungüento corporal con propósitos medicinales[4]estos poseían una economía basada en un modo de producción primario con una baja especialización de sus actividades; hoy en día, este sitio es conocido como Barrancabermeja, y el petróleo es el motor de la economía local y el lugar en donde se encuentra la refinería más grande de Colombia, y se encuentra habitado por una sociedad basada en un modo de producción capitalista. En el ejemplo anterior vemos, en primer lugar, que el modo de producción puede constituirse como uno de los factores que transforman más fuertemente el espacio; y en segundo lugar, que un minisistema económico se desmorona cuando, en su lugar, se establece otro distinto. Lo que constituye una ruptura social en términos de la teoría del sistema-mundo propuesto por Wallerstein[5]

El espacio y el hombre generan cambios recíprocos. Un recorrido nos cambia, caminar por un parque nos produce sensaciones agradables y esto genera niveles de placer, lo cual incide sobre nuestra imaginación geográfica. El hombre construye los espacios y su forma los influencia. El ambiente físico, construido y social. Los colores en un espacio influyen en su comportamiento.

El lugar

La especie humana se ha apropiado de la superficie de la tierra para construir su hogar. Cada cultura se apropia de maneras diferentes de este espacio, dependiendo de los desafíos que le impone el medio ambiente. Los pobladores de las áreas ribereñas construyen sus casas con una estructura palafitica para resguardarlas de las crecidas de los ríos; los esquimales erigen iglús con el hielo polar para defenderse del frio y los fuertes vientos. Cada sociedad crea adaptaciones para sobrevivir en un medio agreste, estas lo moldean y en el proceso son moldeadas también por este. Surgen de este modo los lugares, espacios consecuencia de la transformación humana de su entorno y viceversa en el tiempo.

Los lugares se diferencian por sus características físicas y culturales, como gente, paisajes, usos del suelo, climas, música, comidas las cuales generan identidad. Se puede decir que cuentan con una personalidad que los singulariza. Sin embargo, los lugares se encuentran interconectados, por esta razón estos no se explican por sí mismos, ni lo explican todo, es decir, no se puede entender la producción de estos espacios sin antes establecer la relación que existe entre ellos y otros lugares. Las estadísticas que expresan esta relación son ayudas para entender este proceso. La geografía se interesa en comprender sus relaciones espaciales entre lugares. Ilustremos esto con un ejemplo.

Alguna vez existió una conexión entre la economía de Arauca y Francia. A comienzos de siglo XX, en tiempos de la Belle Époque, los sombreros fabricados con las plumas de la garza chumbita en el departamento colombiano causaban furor en las mujeres francesas, y por ello se comerciaban como pan caliente en las principales ciudades de la ciudad de las luces. Este negocio permitió movilizar dinámicas distintas en ambos lugares. En Arauca surgieron pueblos con migrantes imbuidos por los beneficios de la recolección de plumas, y al mismo tiempo, se construyeron pueblos espontáneos, y con ellos bares, prostíbulos y bandas criminales que luchaban por controlar una actividad que ejerció tal presión ambiental que casi lleva a la extinción de las aves. Luego de la gran depresión en Francia, se acabó el negocio de las plumas, y esto representó, como era de suponerse, el fin del boom de los plumajes, con consecuencias negativas en las economías de los empresarios de los sombreros, pero especialmente en los pueblos que se levantaron alrededor de esta actividad, los cuales se desvanecieron tan rápido como se crearon. Pero no todo fue negativo. Gracias a este revés se repoblaron los garcerios en los morichales. En esta historia con final feliz, la garza chumbita pudo escapar de los gustos de las francesas, impuestos socialmente por el capital.

Lo anterior había sucedido en siglos pasados en la costa este de Brasil, con la fiebre del oro[6]el azúcar y el café; en Colombia, en Ambalema con el boom del Tabaco. Parece ser que una actividad económica es capaz de producir espacios con un tipo de urbanismo, una población, una cultura y un modo de intervención ambiental particular, generalmente desfavorable para el entorno. Al ser esta el motor que moviliza el sistema territorial, el impacto es funesto para los habitantes que dependen de ella cuando deja de funcionar; pero beneficioso para el resto de especies que viven en el mismo territorio.

Los seres humanos elaboramos una representación simbólica de nuestro lugar de origen y de otros lugares, gracias a nuestra experiencia espacial y de las noticias que nos llegan ellos por medios como la televisión, la radio, el internet o por vía oral. La geógrafa Doreen Massey se refiere esto como imaginación geográfica. Luego de la lectura de su libro Ciudad Mundial, vemos que este concepto es clave para entender el mundo actual, pues parece ser que este constituye la base del ordenamiento territorial y la geopolítica del modelo neoliberal.

En la actualidad asistimos a la convergencia espacio temporal, es decir, cada vez las barreras impuestas por el espacio y el tiempo pueden ser sorteadas gracias a los avances en los medios de comunicación y tecnológicos, lo que permite el flujo en el espacio de todo tipo de cosas. Esto ha provocado que los lugares se han aproximado mucho más en términos de nuestra experiencia espacio temporal. Uno de los hechos que evidencian esta teoría es que las cosas que compramos vienen de todas partes del mundo y que cada día recibimos información en tiempo real de lugares lejanos por medio del internet. Sin embargo, esto es relativo. Hay espacios en donde esto no sucede y que se alejan cada vez más con respecto a otros lugares por la falta de acceso a los medios que permiten tales conexiones.

Esta convergencia espacio temporal ha favorecido la deslocalización industrial. Ahora es común encontrar las industrias de grandes potencias en cualquier lugar del mundo, por lo general en aquellos en donde se pueden obtener el mayor beneficio económico. Esto ha provocado el desmejoramiento de las condiciones laborales en muchos países, especialmente en los pertenecientes al tercer mundo, toda vez que sus hombres y mujeres trabajan por jornales irrisorios fabricando grandes volúmenes de productos, cuyo plusvalor permite que puedan promocionarse en las principales metrópolis del mundo a precios asequibles. Está bien podría constituir una modalidad de acumulación por desposesión tal y como propone David Harvey.

Territorio

La territorialidad hace referencia al modo en que un individuo o grupo humano reconoce como propio, piensa, siente y defiende una parte de la superficie terrestre, a la que designa como su territorio. En la actualidad el espacio geográfico lo constituye la totalidad de la superficie de la tierra, puesto que sobre el existe una apropiación humana directa (presencial) o indirecta (política). Debido a esto es que en los territorios se superponen territorialidades distintas. Por ejemplo, en los llanos orientales ciertos grupos armados poseen un interés de controlar las áreas de cultivo de coca en procura de las ganancias económicas que esta actividad genera, por tal motivo despliegan sus tropas para ejercer su control territorial; por su parte, las comunidades indígenas reclaman como propio este mismo territorio por considerarlo parte de su herencia ancestral y su espacio vital. Se observa entonces la convergencia de dos territorialidades distintas (posiblemente incompatibles): la de los grupos armados y la de los indígenas. Es posible que la violencia en Colombia no se supere si los actores del conflicto no establezcan los canales necesarios para limar estos disensos.

Sin embargo, si empleamos territorialidad, convergencia espacio temporal y espacio relacional para entender el conflicto interno colombiano, podríamos suponer que existen otras territorialidades actuando sobre su territorio, posiblemente del orden global, que lo están generando y reproduciendo. Vale la pena estudiar la relación de dependencia existente entre el conflicto colombiano y el beneficio que obtienen otros lugares de él, estableciendo quién gana y quien pierde con este orden, y para ello debemos traspasar las barreras de este espacio político, sería algo así como una geopolítica del conflicto.

Territorio y poder están íntimamente ligados. En la historia humana, en múltiples ocasiones estados, organizaciones e individuos han emprendido acciones por consolidar su poder territorial sobre lugares ajenos a su territorio pero sobre los que tienen profundos intereses económicos, y para lograr su objetivo despliegan todos los recursos necesarios. Y esto se convierte para ellos en un problema estratégico-político-espacial o geopolítico que deben solucionar. En 1890, los Estados Unidos advierten la necesidad de controlar el paso marítimo entre el pacifico y el atlántico, posiblemente por razones estratégico militares y económicas, por tal razón pone en marcha estrategias políticas y militares de control de ambos mares para hacer posible la construcción de un canal interoceánico a comienzos del siglo XX, a pesar de los diferendos de los países afectados por esta decisión. Parece claro entones que en la puesta en marcha de estos megaproyectos espaciales, las relaciones de poder juegan un papel fundamental. Un país víctima como Colombia, que pierde a Panamá, parte de su territorio, por esta razón nada pudo hacer frente a los intereses de los americanos sobre el mar. También que un problema geopolítico -exógeno- puede llegar a transformar la naturaleza de los lugares en su aspecto morfológico y subjetivo.

El geógrafo siente interés en analizar el impacto social, ambiental, cultural y económico de las decisiones políticas que determinan las actuaciones (actividades económicas, construcción de infraestructuras, etc.) que se desarrollarán sobre el territorio. Esta es una forma exhaustiva de estudiar sus implicaciones, pues generalmente se piensa solo en los daños ambientales; no en el impacto cultural o social. Algunos de ellos piensan que un proyecto debe contar no solo con una licencia ambiental sino también social.

Partes: 1, 2
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