En el caso colombiano, el ordenamiento territorial es una herramienta política para fomentar el desarrollo bajo un modo de producción dominante del sistema-mundo: el capitalista, caracterizado por generar niveles extraordinarios de desigualdad social. De hecho, lo que busca es el reordenamiento de los territorios para la entrada gradual del modelo neoliberal, adalid de este modo de producción. En este orden, las leyes del mercado gobiernan tanto las relaciones sociales, y el capital debe ser reproducido sin reconocer límites, ni restricciones estatales o ambientales. Por lo tanto, toda actuación territorial debe orientarse a la maximización del beneficio. Incluso, el concepto de sostenibilidad ambiental no se escapa a esto, pues el ambiente es entendido como la fuente de "recursos" que son la base de la economía y el desarrollo a conservar. Aunque pareciese un objetivo noble, se trata de un concepto que busca unificar y aplanar el espacio pues todo gira alrededor de este precepto sin posibilidad de entablar formas distintas de habitar y existir en la tierra.
Existen diversos intereses sobre el territorio colombiano, que se expresan en diversas territorialidades. Lo que genera conflictos territoriales. Existen los que quieren acabar con la ley 70 de 1993, norma jurídica que reconoce el derecho de propiedad colectiva de las comunidades negras del país sobre sus territorios en las zonas rurales ribereñas del pacifico, para impactar sobre el espacio de manera distinta, pero para ello deben limpiar el espacio de cualquier rasgo cultural, que genere cohesión social o arraigo, e incite hacia la defensa de los territorios. Infundir miedo, generar desplazamientos y masacrar a sus líderes es una estrategia común de control territorial.
La cultura opone resistencia al capitalismo y a su modelo de desarrollo unificador, individualista y consumista. Y esto es así, porque la implantación de un reordenamiento espacial para facilitar la entrada de dicho modelo ha generado efectos devastadores sobre los territorios, por tal motivo, grupos de habitantes, en un ejercicio de su territorialidad, los rechazan. Expresiones como "nos oponemos al desarrollo porque lo conocemos", son temores manifestados por los indígenas en escenarios como la consulta previa. A pesar de la resistencia, existen mecanismos macabros de desterritorialización. En Colombia son comunes procesos de intimidación y desplazamiento sistemático orientados a cambiar el orden territorial a sangre y fuego, con el objeto de romper las relaciones sociales existentes, causantes del amor por el lugar y el arraigo, pero frenos al desarrollo. Dos aspectos podemos destacar de este contexto: en primer lugar, que el acto "ordenar" permite desarrollar espacialidades y tensiones territoriales; en segundo lugar, que el territorio es importante, y mucho, sería ingenuo pensar lo contrario.
Hasta aquí, intente explicar a grandes rasgos la noción de geografía, las bases de la disciplina, algunas de sus tendencias contemporáneas, su objeto, método y presente sus conceptos clave de la disciplina: espacio, territorio, espacialidad y lugar. Estos fundamentos servirán de base para esbozar sintéticamente algunas perspectivas de desarrollo de la ciencia en Colombia.
Perspectivas de desarrollo en el ámbito colombiano
La geografía y sus distintas ramas podrían ser de vital importancia para sentir, vivir, pensar y crear un país diferente. La geografía nos permitiría conocer cómo se conforma históricamente el territorio, describir adecuadamente las huellas de la acción humana sobre sus paisajes urbanos y rurales, conocer el proceso de producción social del espacio, para proponer alternativas de manejo territorial, y esto puede contribuir a llevar a cabo una adecuada formulación de políticas locales, nacionales y regionales de la planificación del uso del espacio y sus privilegios ambientales, tendientes a mejorar la calidad de vida de la población. Por su parte, la geografía critica ayudaría a analizar el modelo de producción del espacio en miras a proponer uno alterno; y la geografía de la percepción, estudiar la experiencia de habitar en la ciudad para hallar soluciones a los problemas de diseño.
Sin embargo considero, que para proponer un país mejor, es necesario incorporar los problemas de la geografía en el campo de la educación, pues esta permite a los estudiantes analizar de manera crítica su espacio, lo cual puede coadyuvar en la construcción de ciudadanía. Es posible que el conocimiento geográfico permita la construcción grupal e individual de territorialidades democráticas, reconocer problemas territoriales e incentivar la participación en la solución de los mismos. Este es el reto futuro que deberán encarar los geógrafos interesados en la educación geográfica.
Bibliografía
Delgado Mahecha, Ovidio (2003) Debates sobre el espacio en la geografía contemporánea. Universidad Nacional de Colombia. Unibiblos, Bogotá. ISBN 9587013093
Galeano, Eduardo. (2003). "Las Venas Abiertas de América Latina". 379 pág. España: Siglo XXI.
Gallego, Alejandro Álvarez. (2011). "El Territorio y la Economía: La Imposible Antropogeografía". Ciencias Sociales Escuela y Nación. (pp. 225-248). Bogotá, Colombia: EAE.
García, Fernando Mayorga. (2002). "La Industria Petrolera en Colombia. Lo que va de las concesiones a las asociaciones". Revista Credencial Historia. Bogotá, Colombia. Edición 151. Disponible en: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/julio2002/laindustria.htm
ORTEGA VALCÁRCEL, J. (2000). "Los horizontes de la Geografía. Teoría de la Geografía". 604 pág. Barcelona: Ariel Geografía.
Taylor, P.J. (1994). "Geografía política. Economía-mundo, Estado–nación y localidad". Trama Editorial, Madrid. (Pág. 9)
Autor:
Juan Carlos Giraldo Restrepo
Maestría IGAC-UPTC. Ensayo Geografía Humana Avanzada
Docente: José Armando Santiago Garnica
[1] Debido a que estas interpretaciones se concibieron desde el punto de vista del viajero europeo del resto del mundo, es necesario tratar de deconstruir ese conocimiento desde el punto de vista latino americano.
[2] Para conocer más acerca de esta forma de enseñar la geografía se puede leer a J. Pearson, autor que nos comenta la expansión de la cultura paisa.
[3] Otro de sus exponentes es William Bunge, geógrafo norteamericano que al ser desterrado de la academia por sus mordaces críticas se convierte en taxista.
[4] La Industria Petrolera en Colombia. Lo que va de las concesiones a las asociaciones Fernando Mayorga García. Revista Credencial Historia. (Bogotá – Colombia). Edición 151. Julio de 2002 http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/julio2002/laindustria.htm
[5] Taylor, P.J. (1994): Geografía política. Economía-mundo, Estado-nación y localidad. Trama Editorial, Madrid. (Pág. 9)
[6] Eduardo Galeano. Las venas abiertas de América Latina.
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