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Caracas Ciudad Desollada (página 2)


Partes: 1, 2

El siglo XX fue el último de la historia en el cual la humanidad era mayoritariamente rural. Los campos de batalla del futuro, serán en terrenos urbanos muy complejos. Si las fuerzas, de los Estados no saben luchar y repeler de cerca, su condición quedara entredicha, como esta ocurriendo en el ingrato caso Mexicano, donde el Presidente de ese país hubo de admitir penosamente que desconocian el poder de los grupos de narcotraficantes a quienes enfrentan en una errada estrategia que ha derivado un lamentable baño de sangre, especialmente de ciudadanos inocentes, 28.800, victimas, se han decomisado más de 300 Aviones, 500 naves acuaticas incluyendo submarinos, 34.000 automoviles, 86.000 armas de fuego de las cuales 52.00 son fusiles de asalto y mas de 10.000 kilos de cocaina, estimando los expertos que esto seria en calculo optimista el 10% de todo flujo producido por el entramado que ha articulado el narcotrafico en el eje EEUU, Mexico, Centroámerica, Colombia, Peru, Ecuador, Bolivia, revelandose el incremento de el uso de Venezuela como franja para el blanqueo y como espacio de paso hacia los mercados europeos, estos datos son estremecedores.

Las ciudades siempre han vivido más allá del bien y el mal; el estado moral de nuestras capitales en especial la zona metropolitana es lastimosa.

Y fuera de ellas, vías, bosques y tierras, se mueren a una velocidad sin precedentes. Corremos el riesgo de perder el equilibrio en nuestra zona urbana y condenar a los habitantes del valle de Caracas y a su descendencia a vivir y morir en un lugar hostil. "El Universo requiere una eternidad", escribió Jorge Luis Borges. "Y en el cielo, añadió, los verbos conservar y crear son sinónimos". En la tierra se han vuelto antagónicos. Conservar y crear son verbos hostiles en este inicio del siglo.

Para gobernar con eficacia solo se necesita sentido común

Para mirar la cara de un problema, su verdadero talante, se requiere, en primer lugar, situarse en el hecho de la verdad, que es obligado para determinarlo y abordar con seriedad su solución. Shakespeare señalaba que la verdad se convierte en un hecho humano cuando hay alguien que la dice o la escribe y alguien que la escucha o la lee. Cuando el problema es de naturaleza pública municipal y su solución depende de quienes han sido electos para gobernar para las mayorías y no para los intereses individuales y especialísimos, para hacerlo en propiedad y con alta dosis de autenticidad, hay que recordar las palabras finales de clausura de un Congreso sobre gobernabilidad, pronunciadas por el doctor Enrique Tierno Galbán, Alcalde de Madrid – el constitucionalista, el maestro, el filosofo, el político, sucintamente sentenció: "Para gobernar eficazmente las ciudades, sólo se necesita sentido común".

De allí que la incógnita de una ecuación para resolver un problema acuciante de la ciudad, es el resultado de la sumatoria de la verdad dicha o escrita, más la verdad oída o leída, y el sentido común que ostente el gobernante.

Uno de las dificultades, entre las múltiples que existen en las ciudades es el de la basura que generan sus habitantes. Y este problema en particular contamina al estanco político con el mismo tufo que emanan los desechos en la ciudad y para la ciudad. En crecimiento sin control que se da en los conglomerados nuestros, los que mas crecen son los que han venido alojándose en el este de la ciudad, los altos mirandinos y todo el eje oriental, poniendo a las autoridades, tanto como nacionales como locales a la defensiva, actuando contingentemente después del día D.

La ciudad es una creación de la sociedad humana y por ende, como ella, recorre un similar periplo de vida, nace, crece, se desarrolla y muere –con cada generación- se reinventa y algunas veces – como la basura– se recicla. Por tanto basura y ciudad están íntimamente unidas.

Quienes intervienen, urbi et orbi, desde el ángulo privado, o bien desde el público, con su actitud pueden recorrer el mismo proceso de descomposición que experimenta el desecho resultante del consumo de bienes.

Abordarlo desde el primer factor de la ecuación, desde el ángulo de una aproximación a la verdad. Cinco ejemplos universales nos permiten divisar con claridad cual es la resultante de ceñir la verdad contra esos intereses especiales con fe carbonaria: Antulio y Sócrates en el mundo antiguo, Jesús de Nazaret en la nueva era que inaugura; y Pier Paolo Passolini y John Lennon en el presente.

Desde el mundo antiguo, desde sumeria después de la revolución neolítica, el Hombre se hace urbano, reuniéndose en esos conglomerados llamados las ciudades-estado embrionarias alrededor de los grandes ríos y desarrollando con ello las civilizaciones hidráulicas, hasta los complejos conglomerados actuales, la ciudad se ha venido complejizando crecientemente en sus dificultades. A medida que crecen requieren de soluciones ajustadas a sus dimensiones.

En el marco de la metrópoli actual las soluciones deben contener una visión de integralidad, respetándose las particularidades de cada localidad. Nunca podrá zanjarse un problema restringiendo su solución a lo que resultó ser adecuado para un momento determinado y para unas dimensiones delimitadas y perfectamente definidas. Así, en el caso del problema de la basura la experiencia de la ciudad de brasileña de Curitiba no sería aplicable a Ciudad de México. Obviamente las dimensiones no permiten comparación alguna. En nuestro caso venezolano, nunca a la complejidad del área metropolitana de Caracas podrá destinarse las experiencias que en esta materia han sido aplicadas al poblado de La Mesa de la ciudad de Mérida.

El factor basura como componente político capaz de producir cambios en la psicología urbana hizo su presencia en la ciudad de Maracaibo durante el mandato del doctor Raúl Leoni en la gestión del gobernador Gabriel José Páez en tiempo previo a la asunción del gobierno nacional por parte del doctor Rafael Caldera, con la huelga del aseo urbano, unida a un cambio en el componente cultural producido por el muy querido maestro socialcristiano gaitero Ricardo Aguirre con la difusión de la letra e interpretación de la conocidísima Grey Zuliana.

Luego del arribo al poder en el marco de la alternabilidad democrática del Inefable Dr. Rafael Caldera, bajo la prestada consigna del Cambio, que los socialcristianos asumieron como de eficiente "pegada política", originalmente suscrita y ampliamente publicitada por el MIR nacido desde las entrañas de Acción Democrática a través del editorial redactado por Gumersindo Rodríguez y publicado en el órgano periodístico Izquierda el 14 de octubre de 1960: "la consigna del cambio de gobierno" de tal impacto en la opinión nacional, que correspondió al ministro de relaciones interiores, Luís Augusto Dubuc, a objeto de reducir a su mínima expresión, declarar que era un llamado abierto a la insurrección. Pero Caldera si entendió la profunda penetración de esta consigna –no en balde el inteligente profesor de sociología del derecho tenía bien claro el concepto del hecho político-, al punto de utilizarla esencialmente en su diseño de campaña para la contienda electoral que lo llevó al poder.

También Caldera, impresionado de como a raíz de esa huelga del aseo urbano de Maracaibo había significado un crecimiento desmesurado de su partido COPEI en la región zuliana, en el declinar del hasta entonces poderoso e inexpugnable aparato Mepeco- adeco zuliano, una vez instalado en el gobierno, atendiendo al análisis que sobre tal hecho realizara el general Víctor Maldonado Michelena sobre las implicaciones en materia de seguridad de Estado, por el influjo del área metropolitana de Caracas sobre el resto del país, decidió asumir la prestación del servicio de aseo urbano, que para entonces manejaban los institutos Municipales de Aseo Urbano del Distrito Federal y del Distrito Sucre del Estado Miranda. Así, surgió la creación del Instituto de Aseo Urbano para el Área Metropolitana de Caracas, que conservó el logo y denominación anterior, hartamente conocido por la población urbana: el IMAU.

Fue sin duda alguna, el primer acto pleno de implantación de la gestión integrada del servicio en sus fases de recolección, transporte, transferencia y disposición final, clausurándose los botaderos de basura de Ojo de Agua y Filas de Mariches y aperturándose en el sector la Bonanza de la carretera nacional hacia los Valles del Tuy, a 27 kilómetros del kilómetro 0(cero) nacional, ubicado en Caracas frente al Fuerte Militar Tiuna, además del botadero de basura de Catia La Mar, para servicio exclusivo del Departamento Vargas del Distrito Federal. Igualmente con ello se le bajo el copete a profusos vicios municipales mediante la implantación de manuales de operaciones y de control por vez primera, bajo el régimen de administración directa en un momento en el cual no había una cultura de pago del servicio. Debe decirse sin equívocos que esta primera etapa significó un salto cualitativo.

Procuró el inefable doctor Caldera que se seleccionara al personal gerencial idóneo, (pese a ser un convencido partidario de estímulos a la libre empresa), desde el punto de vista técnico y político, se logró la eficiencia de el servicio en su integralidad, aunque se conservó la vieja conducta entre el personal de obreros recolectores, adquirida desde los tiempos de la dictadura perejimenista, de seleccionar desechos para su venta que acopiaban en sacos ubicados en los laterales de los camiones recolectores. Y este reciclaje inicial, aceptado conscientemente por la nueva gerencia imaucista, permitía que los trabajadores recibieran ingresos adicionales a sus salarios y bajara la presión alcista de los contratos colectivos por parte de los sindicatos. Allí se encuentran los antecedentes de lo que posteriormente se conocerá como el beneficio de los "cesta-tickets" y la desgracia posterior de los "recogelatas".

Es de destacar que esta gerencia había diseñado para el IMAU un Plan de modernización a cumplirse cronológicamente en tres etapas en iguales períodos constitucionales, es decir, a 15 años. En esta primera etapa se cumplieron todos los objetivos trazados en la ingeniería conceptual y financiera y económica del servicio. Puede añadirse que fue el primer gobierno en todo el continente, incluida su parte norte (Canadá, Estados Unidos y México) que integralizó la gestión. Pero como los que no conocen la historia en sus especificidades, están condenados a que vengan del exterior a mostrarnos sus modelos, los cuales muchos de ellos fue una pública y reconocida asimilación del modelo venezolano: Caso Curitiva-Brasil. Bueno es recordar que Venezuela fue precursora asimismo de los programas de alfabetización, que tienen la impronta del maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa, y que fueron asimilados en la casi totalidad de centro y sudamerica; igualmente la estrategia de control epidemiológico, orientada por un grupo de abnegados médicos venezolanos asimilados en varios paises de clima tórrido a cuya cabeza destacó entre otros, el Dr. Gabaldon.

Al período constitucional siguiente le correspondería cumplir con la segunda etapa del servicio. Ejercido por Carlos Andrés Pérez, durante el cual el país va a disfrutar el "boom de los altos precios del petróleo", que sin proponérselo, la cruda realidad de los hechos económicos trasladará a un tercer plano este acuciante y sentido problema urbano.

Otro gobierno socialcristiano, el de Luís Herrera Campíns, es quién aborda la segunda etapa del cronograma de modernización. Al efecto, el gobernante socialcristiano designa para tal encargo al ingeniero Edmundo Arias. Este cumple con los objetivos y el cronograma previsto: trasladar a empresas privadas el servicio de recolección y transporte, bajo el régimen de "contratos de operación" y es desde aquí que surge el concepto-denominación de "operadoras" a tales empresas, quienes se arrogan la plantilla de obreros del servicio de recolección que poseía el IMAU. Para que se cumpliera sin obstáculo alguno lo que sobre el particular se había trazado se formaron cuatro empresas, que respondían a la diarquía política que ya existía en el país luego del desplazamiento de URD.

La alianza con capitales europeos y cubano-americano, pasaron a ejercer el servicio asignado, pero siempre bajo la supervisión, fiscalización, vigilancia y control del ente rector, el IMAU. Este sistema de inspección que en ciudades españoles e italianas había dado insuperables resultados fue el que se adoptó. La tercera etapa le correspondió al gobierno de Jaime Lusinchi, que puso al frente del IMAU a Pedro Lava Sánchez, quién acentuó los controles al punto de descubrir la gran estafa que cometían contra el Estado las empresas operadoras, disponiendo algunas de ellas terrenos de pre-transferencia ubicados en los alrededores de la planta o estación de transferencia de Las Mayas, dónde previamente se hacía un "tratamiento" a la basura, consistentemente en una doble complicidad, la empresa permitía que los obreros separaran unos cuantos kilos de material reciclable, a cambio de silenciar que la humedecieran toda la basura depositada en los camiones compactadores a objeto de acrecentar el peso en un trescientos por ciento al momento de su control por medio del sistema de Tara, originando esta vez una triple confabulación, entre las empresas operadoras de la recolección, los empleados del IMAU encargados del pesaje y los técnicos de la empresa suplidora del sistema de pesaje, BASMELCA.

Igual procedimiento realizaban otro pero con menos beneficios, ya que los terrenos de pre-transferencia estaban ubicados en Mariches para el caso de la primera, pero que iba perdiendo líquido en el traslado hasta La Bonanza, o de Macuto, que en los días de tráfico el escurrimiento durante el trayecto mermaba el peso de los volúmenes de residuos recolectados.

A pesar de los contratos con las operadoras, el clientelismo sucedáneo fue aumentando progresivamente el plantel de personal del IMAU al punto, que, la relación supervisión-supervisado, alcanzó el guarismo de 21 a 1, es decir, para cada trabajador de las empresas operadoras del servicio, el IMAU empleaba a 21para labores de control. Un contrasentido, pero con la gravedad que era ostensible, producto del clientelismo sindical y político, sumado el hecho de cuotas sindicales, en el cual participaban las fracciones sindicales de AD, COPEI, MEP y URD, en el reparto de las cuotas políticas, pero esta vez, además de los partidos anteriormente señalados se incorporaron otros tres, el MAS, CAUSA R y el PCV, de manera proporcional en cuanto a importancia política. Es decir una macrotorta para comensales con apetito copioso. Este pesado cuadro obliga a que durante la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez, se resuelva la liquidación del IMAU con el objetivo de que los municipios asuman directamente el servicio de manera integral a través de una mancomunidad, tal como se expresa en la Ley de Crédito Público, nombrándose a tal efecto una Junta Liquidadora para que en un año efectúe la operación presidida por un general de la Guardia Nacional y profesor de la UCV. El proceso avanza a pasos acelerados pero no logra su final gracias las obsevaciones contundentes que hizo quien temia en ese momento un liderazgo indiscutible, el Alcalde de Caracas, Claudio Fermín, el resto de los municipios llamados por Ley a mancomunarse, mantuvieron una conducta unánime del burgomaestre caraqueño al negarse a aceptar la entrega del Acueducto y del Aseo Metropolitano. Extinguido el tiempo legal, el Ministerio del Ambiente, crea FUNDASEO para continuar el proceso de liquidación. Sin embargo, el país atraviesa una crisis de gobernabilidad y en la etapa final se diluye el proceso.

Aquí arranca toda una acción de las empresas operadoras en lobbies con los miembros de la Junta Directiva de FUNDASEO, con particular acentuación en el representante del Municipio Libertador, Julio Montes, designado por el nuevo alcalde, Aristóbulo Istúriz, con quién acuerdan, que acepte el servicio y se los otorgue vía concesión, porque ellos no están dispuestos a seguir bajo la condición jurídica de "operadores" y ante un mapa le exponen como hay que repartir el servicio.

El representante del Municipio Libertador así lo expresa en las reuniones de FUNDASEO y revela que además de haber conversado con las empresas operadoras del servicio, sostiene que la vía más expedita es asignarle proporcionalmente el servicio a las antiguas operadoras por vía de adjudicación directa de la siguiente manera: a FOSPUCA se le asignaría una porción del territorio del Municipio Libertador colindante con todo el Municipio Baruta, a SABENPE le correspondería los Municipios Sucre, El Hatillo y Vargas y a COTÉCNICA la porción del territorio de mayor población en el Municipio Libertador. Como lo expresó pública e Irene Sáez Conde, alcaldesa de Chacao Ella, consciente de su gravitación como consentida de los partidos políticos, sostuvo en esa oportunidad su desacuerdo con el procedimiento de adjudicación directa, manifestando su decisión de licitar el servicio. Esto obligó a todos los alcaldes contestes, inicialmente con los representantes de Municipio Libertador, a abandonar el acuerdo y por presión de la Alcaldesa, tomar el rumbo de la licitación, que llevó su tiempo, el suficiente para garantizar que se repitiera históricamente la solución gomecista heredada en el periodo democrático de transferir la redacción de las leyes a las empresas petroleras, en este caso a las Operadoras.

Hay que precisar que las empresas de recolección de residuos sólidos en Venezuela tienen una composición accionaria dónde los capitales externos poseen la parte de león, frente a la precaria participación de los accionistas criollos que es menos de la mitad en su aportación, además de su subordinación.

Esto tiene una explicación. Para acometer el servicio, los socios nacionales requieren un fuerte respaldo financiero a la altura de lo que implica manejar la operación en una topografía como la venezolana y en particular la de la ciudad de Caracas. Y esta explicación resultaría aceptable y razonable. Pero es el caso que los socios españoles, franceses, italianos y cubano-mayamenses, prestan la operación del servicio de recolección en Madrid-Barcelona, París-Lyón Roma-Nápoles y Miami, de manera impecable, cara a cada incumplimiento contractual le acompaña una sanción que se refleja en multas que son debitadas del pago que la ciudad les cancela. Que afectan sus ingresos. .Y son los responsables ante el ayuntamiento de la limpieza de su área. Al tener bajo su supervisión una zona que recorren a pie, reportan las fallas en la prestación y dan plazo de 1 hora para que las recolectoras se apersonen y corrijan la falta. De lo contrario la multa es automática. Si vemos la plantilla del personal supervisor podremos notar la ausencia de burocracia. Sólo el necesario y requerido para tal labor.

Pero si observamos a esas mismas empresas desplegando sus actividades aquí en Caracas, o en cualquier sitio de Venezuela, el nivel de eficiencia es desigual contrastado con el desempeño en sus metrópolis de origen. No realizan eficazmente el barrido manual y mucho menos el mecánico. No lavan con detergente las calles y los lugares que muestran huellas de inmundicias. Tampoco la recolección es total, siempre dejan segmentos sin atender, que día a día se va acumulando. Total, el municipio termina implementando operativos especiales a su cargo y presupuesto, y las empresas cobran completo.

Esto tiene una explicación, el socio extranjero le plantea al criollo que los costos del servicio, les van restringiendo sus márgenes de ganancia, por ende, hay que reducirlos, sin que importe la calidad del servicio.Al final, quién suple es el municipio. Y lo peor de todo, en los contratos de concesión la supervisión recae en las empresas mismas. Esto es inaceptable y ocurre frente a la mirada cómplice de los demagogos de turno. Para ello hay que armarse de coraje civil, pero no es posible, coraje civil donde no hay un talante ético para poder hundir el escalpelo en el tortuoso entramado de la pesada estructura del servicio de aseo urbano en la ciudad de Caracas, que cumplió con una secuencia de Campanas de Gaos, dónde las crestas, de un esfuerzo de honestidad intelectual y política y hay que admitirlo, correspondió a todo lo largo de dos gobiernos socialcristianos (Caldera y Herrera) lo que demuestra que el problema del aseo urbano domiciliario tiene una doble naturaleza: política y técnica. Pero también expone que si esa doble vocación no se vertebra con un proyecto de ciudad, los esfuerzos por resolver sus crisis reiterativas-cíclicas serán infructuosos.

El mariscal Sucre el que genera las "basuras" tiene una responsabilidad con la República

Un servicio de aseo urbano que se precie de racional y sensatamente establecido debe aprobar, intrínsecamente en su integralidad conceptual, la descripción de todo el proceso, desde su génesis y origen hasta su inhumación. Las antiguas sociedades humanas, desde la aparición de la raza adámica –el hombre trino: cuerpo, alma y espíritu- y el aparecimiento del lenguaje articulado, practicó desde ese momento dos inhumaciones esenciales: la de los restos de los alimentos de los cuales se proveía para su supervivencia y el culto a los muertos.

Estas dos inhumaciones son las que le han permitido a los actuales expertos determinar con exactitud el largo proceso de cerebración que ha recorrido el hombre. Así, entre los restos de alimentos inhumados, estaban indistintamente tanto los que provenían los alimentos recolectados y cazados, como los residuos que el proceso excretor desalojaba de su organismo, lo que le permitía discernir que entre uno y otro cementerio habían dos cualidades diferentes, aunque con iguales emanaciones lenitivas, pero que lo obligaban a distribuir en espacios alejados uno del otro.

Estas conductas nómadas serán el antecedente más importante de organización cuando se haga hombre urbano, y edifique las primeras ciudades-estado.

Así, como el hombre cachorro se gesta en el claustro materno, también el producto elaborado que le servirá de sustento se originará de las primeras fábricas, que a su vez lo entrenarán en las destrezas manuales y estimularán el desarrollo de su cerebro. Luego en una etapa posterior los excedentes serán cambiados con otros grupos humanos con una incipiente organización a los que se les identifico como tribus, apareciendo de esa manera los primeros vestigios de comercialización con sus primeras formas de valores de cambio, que darán inicio a la larga marcha histórica, que con dificultades hoy intentamos recorrer.

Además los desechos, sean de bienes consumibles o de aguas servidas abrirán el camino de las ciencias aplicadas mediante la construcción de obras de ingeniería. Pero el hecho que nos ocupa es que luego que el alimento entraba a la esfera personal del consumo, le obligaba a realizar una separación y a transportarlo al sitio dónde definitivamente lo enclaustraría, cubriéndolo de capas de tierra y apisonándolo. De manera que no es de esta época los primeros y rudimentarios manejos de disposición final de residuos, ni fue inventado por una ingeniería de detalle proveniente de las empresas del sector privado. Como tampoco es de este ciclo todo lo que en materia de conservación ambiental es atinente al desarrollo sustentable.

Un ejemplo son los decretos conservacionistas de bosques, suelos y aguas del Libertador Simón Bolívar, como también la organización del servicio de aseo y limpieza de los pueblos y ciudades -lo que es hoy materia municipal-, fue lograda, organizada, normada y con sus respectivas sanciones, por el Gran Mariscal de Ayacucho, el ilustre cumanés, Antonio José de Sucre, tal como lo demuestran las Ordenanzas que sobre sus particulares dictara en Perú y el Alto Perú. Lo que también demuestra a las claras el conocimiento y la voluntad de dos políticos, sin que para ello hubiese prevalecido la carácter disolvente de los técnicos, que para la época nos los había respecto. Y por esta carencia, los esfuerzos apuntaban a la participación del ciudadano de manera decisiva, sin que los intereses privados pudiesen quebrar, a estos dos colosos. Era imposible que a ellos hombres de honor –cuya conducta era innegable se acercasen intereses comerciales e industriales a intentar captarlos, a fijarles con la vil moneda, con los "treinta denarios de plata", el precio del valor de mercado de su persona natural. Mucho menos si además del honor que filtraba sus personalidades, prestigiada con sus procederes y actos de merecida gloria. Estas palabras no tienen hoy el valor que en su período tenían. Como tampoco muy pocos, diría poquísimos, hombres del presente, pueden contrastarse con esa generación libertadora.

Pues bien, si el hombre arcaico y más acá en pleno proceso de independencia, poseyó claridad indiscutible del problema, hoy rescatando buenamente la herencia de Sucre, debemos señalar que corresponde a "los vecinos" organizar la disposición de las basuras, como señeramente lo dispuso Sucre en su acción de gobierno. En tal sentido, siguiendo a Sucre, el que genera "las basuras" tiene una responsabilidad con la República, así como también el que la recoge, acopia, separa, transporta y entierra.

De allí que no resulta ocioso hablar hoy en los términos en que habló el Gran Mariscal. Así las cosas, debemos precisar que es en el hogar dónde se debe realizar el primer tratamiento general de la basura, que hoy llamamos usuarios, pero que en aquella época se les llamaba ciudadanos vecinos, por ser próximos de la ciudad. Es decir, el hombre urbano.

¿Qué debía ejecutar el vecino y ciudadano en las Ordenanzas del Mariscal Sucre? Disponía sus desechos en fajas separadas, dónde disponía en cada una de ellas, bien los restos de alimentos, los envases y envoltorios. Los de alimentos los ubicaba en trabillas cerradas para evitar la acción de las alimañas y animales depredadores y las colocaba en los toneles de madera dispuestos para almacenarlos, que sacaba cuando pasaban las carretas y pagaba su transporte al momento de la entrega.

Con las fajas de envases y de envoltorios, debidamente limpios (lavados) los transportaba al mercado para su venta o los almacenaba para que los comerciantes los recogieran en sus viviendas y le pagaran el precio. Es decir, el vecino entregaba la basura que no podía utilizar ni que tampoco tenía para él un valor económico a las carretas de recolección, tiradas de mulas o asnos, y le pagaba al cochero para que se llevaran la basura; con los restos aprovechables, hoy llamados desechos para el reciclaje, los trasladaba al mercado o los vendía a los fabricantes de guarapitas criollas, envasadores de aceites y especias, y demás., y con ello obtenía un beneficio económico. Y las basuras conducidas en carretas eran llevadas fuera de la ciudad para su deposición "en solares lejos de cursos de aguas y sembradíos, esmeradamente cubiertas de sales, arcillas y cenizas mezcladas con aguas". Lo que reclamaba el profesor Tierno Galván en la España postfranquista, el sentido común, ya cientos de años antes, lo impulsaba el Mariscal de Ayacucho en sus Ordenanzas. Qué difícil es hoy que esta simpleza puedan entenderla quienes enfatuados se adornan con lauros académicos, en comparsa con los permisivos Burgomaestres de todo pelaje ideológico. Lo que hoy se llama reciclaje, ayer restos aprovechables, fue enseñada en esta parte del mundo de habla española por uno de los más grandes de la generación libertadora, en nuestra opinión. Claro se nos dirá, como nos los dijo un participante campesino en una conferencia sobre la materia en Costa Rica en 1999, "es que aquellos eran grandes porque tenían una visión de conjunto, nosotros hoy somos más cerrados porque con la especialización conocemos mucho de una ínfima parte de lo que es necesario conocer". Por estas razones despues de este largo recorrido histórico, hemos elaborado como aporte un Proyecto de Ordenanza, que esta a la orden de quienes tengan interés en ella, entendiendo que las ciudades de hoy son más complejas, tanto como serán mañana, hay que rescatar el beneficio que se obtiene de este trabajo de separación, limpieza y clasificación, que en otra época era realizada en la residencia habitual del ciudadano, en esta América Morena. Pero también hay que pisar el suelo. Es decir, aterrizar. Descenderse de esos nubarrones en los que muchos andan sin tener título de navegación, porque quién pretenda morar en algunos de los círculos destinados a los seres angélicos, corre el riesgo de que esos extraordinarios entes del Supremo Autor se expatríen por la contaminación que nosotros los humanos expelemos…

Justamente cremos, que el cambio cultural, debe comenzar por los menos contaminados, los niños, que tienen los mismos sentimientos de los adultos, pero que los expresan de diferente manera conforme a su grado de desarrollo y de lenguaje. Sucre nos recordaba que los "persas -dice Jenofonte en su Historia de Ciro el Mayor enseñaban a sus hijos a tirar el arco y a decir la verdad. Era la manera de indicar la nececidad de la defensa contra los adversarios naturales y de formar una sociedad unida y fuerte para el ejecicio de la virtud"

La naturaleza de las cosas desde entonces hasta el presente ha cambiado en su forma, pero no en su esencia. Multitudes excuidas envuelven la mayor parte de la tierra, y los países civilizados abrigan en su seno la barbarie próxima a estallar al menor desequilibrio del conjunto. Esto ha sido estudiado profusamente y producto de esas reflexiones, es que se ha incorporado el negocio de la comida rápida -llamada chatarra, aún en sus países de origen por sus mismos especialistas – lo que conocemos como "Cajita Feliz", que contiene tanto la comida como el beneficio de un regalo para el niño, que es un juguete propiamente como tal. Es por eso que en nuestra propuesta sugerimos que se normatice en las Ordenanzas sobre Residuos Sólidos, el beneficio que adquirirán los niños si entregan al camión especial – así como lo hacia a las antiguas carretas tiradas por animales – los desechos clasificados y limpios para el rehúso, reciclaje y recirculación, cuando recorra la ruta de su domicilio, o en su defecto, si sus padres no disponen de tiempo, durante los fines de semana en el. Colegio, Consejo Comunal, Centro Deportivo o Centro Comercial más cercano a su residencia, dónde habrá un módulo móvil que se los recibirá. A cambio, recibirán un bono numerado y a su nombre y código de usuario del servicio, que participará entre los que hayan acumulado mayor peso entregado en el programa. Los materiales reciclables serán trasladados a un centro de acopio, desde dónde se les insertará en la recirculación económica y a precios razonables, como diría el Mariscal Sucre.

La otra concepción es la de que se disponga en una bolsa, contentiva de todos los desechos para el reciclaje, que será recogida por un camión, que lo llevará teóricamente a un centro de acopio dónde se clasificará, almacenará y venderá. La debilidad que tiene esta segunda concepción y sus variantes es que no llegará nada, o casi nada a ese centro de acopio, porque si, no impedimos que los "recogelatas" pasen antes que el camión recolector de basura, y que en la primera etapa, que los obreros, incluyendo chofer y ayudantes, se lleven como ayer estas bolsas y las vendan en los distintos negocios que se abrirán en el trayecto de sus rutas. Se requiere alli el diseño de una estrategia para abatir este antiguo vicio, es decir su recirculación. Pero a esta debilidad hay que agregarle que nuestro pueblo, mestizo, históricamente siguió a José Tomás Rodríguez, Boves; luego detrás de José Antonio Páez, pero en fin a la zaga de un beneficio. Por eso el Libertador, cuando comprendió esta realidad, revirtió su concepción de la guerra y consecuencialmente dictó numerosos decretos y los reiteró en profusión, comprometiéndose a entregarles tierras a cambio de sus servicios a la Patria.

Nadie en este país, salvo algunos utopistas cándidos acompañará un programa sin beneficios. Si revisamos los múltiples intentos que se han venido realizando en el país durante ya casi treinta años, y analizamos sus derivaciones veremos que lo único que se ha obtenido son desengaños tras desengaños. El proyecto Araguaney – que se intentó en la parroquia Caricuao, propiciado por dirigentes políticos de esda localidad, estimulado por los parroquianos y con apoyo de la Alcaldía. A pesar que la empresa instaló contenedores de colores dónde se disponían los materiales para el reciclaje a cambio de que se les cancelaría a los condominios el precio de esos productos, los recogelatas se trasladaron a esa parroquia y desde la medianoche hasta el amanecer vaciaban lo que habían depositado, no encontrando la empresa materiales que cancelar, pero si toda una invasión de borrachitos procedentes de toda Caracas. Hasta que la comunidad se dio cuenta del disparate, investigaron y se enteraron que era una trama urdida por: (léase empresas recolectoras) Ahora bien, finalmente si nos arrogamos alguno de los dos criterios sobre esta fase inicial, en la misma medida estaremos optando por un modelo de gestión, que determinará subsiguientes fases del proceso. El modelo propuesto por nosotros es de transparencia y eficacia, comportaría un intento racional de Gestión Pública, el otro permite la aspiración de gestión de las empresas privadas, dedicadas a la prestación del servicio. El que fue adoptado por la mayoría de los municipios en Venezuela luego que recibieran de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza y el Ambiente, ADAN (fundada en 1990) en 1996 el libro Basura Municipal: Manuel de Gestión Integrada, cuyos formulantés eran la empresa PROCTER & GAMBLE e Inversiones Sabepe . Sus resultados más elocuentes lo podemos observar en la Isla de Margarita y el Municipio Caroní del estado Bolívar, dónde colapsó, extender esta política resultaría lesivo para los municipios, pero altamente rentable para las empresas recolectoras. Este es el dilema: resolver o profundizar la crisis. En última instancia las políticas públicas se miden por sus resultados. Por ello es necesario definirlas para poder avanzar en las subsiguientes fases.

Sobre la recolección y transporte

El mejor sistema de recolección implementado hasta el presente ha sido el que se paga por volumen recolectado y no el de la tarifa. Pero las realidades han impuesto este último es desmedro de la recolección eficiente, porque su rigidez no permite controlar la prestación. Es decir, si a las empresas recolectoras de basura se les paga por los volúmenes recolectados, es lógico, que incrementarán la basura recogida porque les resultará más beneficioso para ellos. Mientras más basura recolecte más dinero ingresará a sus cuentas. Pero si existen autoridades laxas que permitan que se empape la basura para aumentar el peso y el precio, esta desviación, esta perversión, rompe el equilibrio. Como propusimos en el esquema-de presentación ante los Ministros de Relaciones Interiores y Ambiente, en el II Gobierno de Caldera, también, y es lógico, que los usuarios del servicio paguen según el prestación que demandan, es decir, hay que llegar a un equilibrio mediante el cual, tal como sucede con los servicios de agua, electricidad, telefonía tradicional y celular, demás., el consumidor-usuario sólo paga por su consumo. Esa debe ser la meta.

¿Que ha estado pasando?, ¿el servicio de aseo urbano ha desmejorado? En el pasado. Las tarifas fueron calculadas en su integralidad, pero las empresas recolectoras cada día recogen menos basura, disminución del barrido manual, del barrido mecánico, ausencia del lavado de calles y aceras, porque el populismo permisivo les resulta más beneficioso políticamente hablando, crear cooperativas o cuadrillas empleadas por el mandatario de turno, dentro de esa concepción maniquea y manierista que a la larga resulta todo clientelismo improductivo.

Si en este país, tal como se investigan los gastos gubernamentales en materia de lobbies, se investigaran los recursos que disponen las empresas basureras en el pago de infiltrados "operativos, especialistas y formadores de opinión" en los cuerpos gubernamentales, y en la estructura mediática, para hacer prevalecer sus intereses mediante la aplicación de esa dialéctica gatopardiana, nos llevaríamos desagradables sorpresas.

Pero hoy, creemos que es el tiempo, de dejar expresamente establecido, un método y operacionalmente, la normalización de este crucial e importante servicio. Creemos que al menos, cuatro años, hay que dedicarlos a todas las etapas previas a la disposición final. Pero ello no contradice que se deje plasmado para el futuro la normatización de lo que debe concebirse y como debe fraguarse el componente de disposición final. La historia, hoy sólo se registra mediante la fuente documental.

Acotación necesaria

"La existencia del hombre en la sociedad política, como recordaba Eric Voegelin en la nueva ciencia de la política, es una existencia histórica. Asimismo, poseer sentido de la historia significa, para el político, básicamente tres cosas: el conocimiento real comprensivo, valorativo y aleccionador del pasado (sobre todo de su propio pueblo, en cuyo proceso le toca actuar como protagonista); el conocimiento cultural político del presente; y un diseño del aporte posible al proceso histórico de la nación para el tiempo por venir. La política en mayúscula, supone, por ello, opción sobre diseños del mañana".

La historia "testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, mensajera de la antigüedad", en la grácil retorica de Cicerón (De Oratore) debe ser conocida, en especial, por quien aspira a desplegar su acción en los amplios espacios públicos.

Jugar con mitificaciones de ayer supone, para quien reflexiona para la acción misma, es ceguera ante el mañana. No se trata de repetir la imprecación de la madre de Boabdil, último rey moro de Granada. "lloras como mujer lo que no has sabido defender como hombre".

Se trata de tener claro que, en la vida política lo necesario y conveniente no es ir a la búsqueda del tiempo perdido, como en la ficción de Proust sino a la conquista del tiempo por venir.

La importancia de la puerta de Caracas

Hablar de ciudad implica, también, hablar de la puerta, como la Puerta de Alcalá. Solo que de la Puerta de Caracas sólo nos quedan vestigios de lo que fue en un próximo pasado, nuestra conexión con el Guaraira Repano, que puede ser reconstruido por la imaginación, pero ampliada en su conurbación urbana y rescatando sus raíces historicas, hay que hablar del hoyo de la puerta, de la puerta de la carretera vieja, de la puerta que es la autopista que nos articula al frente maritimo caribeño, de la puerta que nos conecta con los altos mirandinos y la puerta amplia que nos comunica con el Miranda profundo de sus vecinos originarios para permitirnos recorrer el gesto solitariamente auténtico, pleno de honor de Alonso Andrea de Ledesma, viejo hidalgo, Quijote caraqueño, símbolo y espíritu de la resistencia, mito enterrado en el hondón de nuestra patria que nos novelara Briceño Iragorri.

Pero hay en otras latitudes otras puertas, como el río Rubicón, límite entre Roma y la Galia Cisalpina, que fue cruzada por César,y dejando para la historia una frase, tomada del comediógrafo Menandro, su autor favorito, que textualmente expresaba Alea jacta est, "la suerte esta echada". Una puerta detenida es como un carruaje sin ruedas. Pero si está entreabierta, es invitadora y misteriosa.

En una entrega generosa de su espacio intentando llamar tu voluntad. El hijo mestizo de español e india cacica, o del blanco español. Hasta ahora no se le han resuelto sus contrariedades. Aunque hijos del mestizaje o del blanco español, la tierra es la América Morena; la que parió una camada de todo un mantuanaje lúcido que logró instaurar la libertad allende montañas y ríos. Caracas fue el norte que libertó al sur sin, apropiárselo, como la historia nos ha demostrado que todo norte esclaviza a todo sur. Caso insólito, pero aleccionador. Y clama al nuevo mantuanaje del saber y del poder de hoy. Clama del hombre llano que se le salve, pero de verdad, como agradecida recuerda el hermoso gesto de un ayer, de uno de tantos, de aquel anciano presto a defenderla de piratas y corsarios que le asolaban. Pide que se le lave y se le libere del olor nauseabundo. Que el aroma de sus flores en Galipán se esparzan en sus confines. Porque ella no es cordillera y ríos solamente. Ella es serranía, ríos, y laderas al mismo tiempo. Quién intente separar la ciudad de su Ávila, su condición de sultana, la está empalando para conducirla a la muerte. Quién la conozca tal cual es, sabe que la ciudad es su Ávila su urbe de concreto y sus quebradas, como las extremidades superiores e inferiores forman un solo cuerpo integral.

Poema homenaje a mi desollada ciudad Caracas en sus 443 años.

Autor: Pedro R Garcia Molina

Nubarrones en mi ciudad

Amenazodores e inmensos nubarrones se acercan,

Y en nuestras pupilas hay relámpagos de espantos.

Habre tu balcón habre tu puerta, mira como nos cercan

Como empatadas en la lluvia de tu llanto

Observa como pasa en caravana sombría

Como señales de un tiempo ya marchito,

Que parecen las sombres que disipan la alegría,

Y sus tragedias avanzan, con un rumbo expedito.

Abramos nuestras puertas y ventanas, no quiero sentirme

Encerrado,

No es hora de llanto, no es hora de ruego;

Necesitamos atravesar el espeso nublado,

Con paso seguro y alejados del miedo

Para los falsos prófetas, hay que preparar la hoguera,

Donde han suplir, por engañar a los débiles con sus perturbados

Embelesos,

Y los que fortaleza hemos reservado en esta corta primavera

Nos permita, darle una mano a todos, no solo a esos.

¿Qué hay en mi desollada siudad? Sueños, esperanzas,

Flores,

Nexos, amistad, pasiones, y pensamientos escritos;

Versos de los poetas de la capital y sus pasados amores,

Y los todavia hermosos tonos de sus colores benditos.

Abramos nuestras ventanas y puertas dejemos que circule

El viento;

En un nuevo lapso advertiremos como se calma;

Los que no sacian su avidez, solo dejaran sufimiento;

No podran colmar su codicia, todo el oro no es un alma;

Allá van nuestros pensamientos, nuestras vidas entreabiertas;

Atrás quedaron cauces colmados, lejos van sueños y lazos;

Distantes marchan viejos goces, como tierras yertas;

Aquí mi ciudad desollada y fragmentada en mil pedazos.

¡Que extravio! Pero obstante nuestro corazón aún vibra

Como llama inflamada de quienes no aceptamos el precio

A los que con soberbia trataron de arrancarnos fibra por fibra,

Mi sangre arde y no quiero que sea mi último verso.

El dolor pronto pasa y en el alma no hay vacio,

Para que todo se consuma; no hace falta un holocausto

El moho y la lluvia resguean el cielo sombrío,

Solo las suaves sonrisas de Rafaél y Nicole mitigan mi sobresalto.

Como expresiones extrañas de mi angustia y de mis iras,

Añoro de mi ciudad los vientos helados, que acariciaban mi oidos,

Y fraseaba juramento, y verdades y mentiras,

Remedo tiernos besos y engañadores gemidos.

Quiero partir hacia el mar, quiero estar con el a solas,

Aspiro hablarle de mis gozos, mis afectos y mis penas,

Mientras perciba el ruido de sus encrespadas olas,

Que me recuerdena inquietantes citadinas féminas, de exuberantes melenas.

El ruido de mi ciudad es el salmo de mis esperanzas rotas

Juntar los rompientes con mis ideas; quiero ser uno y el mismo

Mis lastimadas ilusiones son: como esas blancas gaviotas

Que hacen su nido en lo más alto de las rocas… y se los traga… el abismo…

A todos los dirigentes de la metrópolis, los especialmente electos por el noble pueblo caraqueño, a los pretendientes a tales les toca tomar en sus manos el reto de hoy. Si lo hacen sus nombres estarán labrados en el monumento de sus benefactores. Si ello no ocurre, seguirá en la esperanza hasta que alguien con lucidez y sensibilidad marche en su encuentro.

En el Bicentenario, nada que celebrar. Todos saben de los problemas de los pésimos servicios públicos.Y quizá, como Clinton con la economía de su nación en su tiempo, se apresten a resolverlo. Ese es nuestro más sentido deseo, y conseguir decirle en un futuro cercano a sus habitanes, a los preteridos de siempre que batallan por sobrevivir el laderas y alcantarillas, al mundo que por fin despejamos la incógnita del Libertador manifestada a su tío Esteban Palacios en 1828: y poder responder no solamente al Libertador si no a todos nuestros hijos en un futuro cercano.

¡¡¡ Aquí está Caracas!!!

 

 

Autor:

Pedro Rafaél García M.

Escritor

W. Armando Fabiani

Abogado y Consultor Ambiental

Caracas, Julio de el 2010.

Partes: 1, 2
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