- Introducción
- Biografía del autor
- "Las brujas de Salem"
- Estructura
- Argumento
- Lenguaje
- Espacio
- Personajes
- Escenografía
- Conclusión
- Apéndice
- Bibliografía
Dramaturgo trabajado: Arthur Miller (1915- 2005)
Obra: "Las brujas de Salem" (1953). Traducida por Jacobo Muchnik y Mario Muchnnik.
Introducción
En la elaboración de este trabajo se va a presenta el análisis de la obra "Las brujas de Salem", una obra de teatro escrita en 1952 por el dramaturgo estadounidense Arthur Miller. Se trata de una dramatización de los juicios de brujas de Salem que tuvieron lugar en 1962 y 1963 en la provincia de la bahía de Massachusetts donde había una pequeña comunidad dedicada al servicio de Dios.
Miller escribió la obra como una alegoría del macarthismo (acusaciones generalmente oportunistas pero siempre falsas de deslealtad, subversión o traición a la patria sin el debido respeto a un proceso legal justo donde se respeten los derechos del acusado) cuando el gobierno de EE.UU. realizo una lista negra de comunistas acusados. Como efecto colateral de luchas internas de las familias coloniales y fanatismos puritanos revestidos de paranoia, fueron condenadas a muerte 25 personas acusadas de brujería, en su mayoría mujeres, y se encarceló a un número mucho mayor. El número de acusados por brujería en estos juicios pudo fluctuar de entre 150 y 200 e incluso un número mucho mayor si se consideran los casos de aprisionamiento.Las "Brujas de Salem" también conocida como "El crisol" y llamada inicialmente "Las crónicas de Sarah Good" es una obra dramática que trata tópicos que traspasan las barreras del tiempo y del lugar, pues la represión, la delación, la desconfianza, la ambición de poder a costa de falsedades, la persecución, el terror, el honor, el valor, entre otros, son temas universales que se pueden manifestar en cualquier sociedad y más aún, guardando las proporciones, en cualquier organización. Para orientar al lector hacemos un breve resumen del marco teórico: En 1692, en la localidad de Salem, lugar de estrictas normas religiosas que prohíbe la música, el baile, los libros (a excepción de La Biblia), por ser consideradas obras de "demonio"; un grupo de jovencitas son acusadas de practicar brujería en las inmediaciones del bosque. Acosadas y temerosas del castigo, comienzan a involucrar a todo el pueblo, en sus defensas, con lo que desatan una histeria colectiva entre los lugareños quienes se acusan unos con otros, desencadenando un infierno de desconfianzas e intolerancia.
La obra presenta varios temas importantes, muestra una reflexión sobre una sociedad sumida en el miedo y la intolerancia, la histeria, el poder de la religión, el papel de la mujer, la violencia que implementan, etc., son los temas fundamentales, pero sobre todo el valor del honor, por encima de todas las cosas, incluso de la muerte.Arthur Miller utiliza el lenguaje dramático con largas acotaciones, casi narraciones, sobre los personajes o sobre reflexiones contingentes. El objetivo es mostrar la naturaleza esencial de uno de los episodios más extraños y horribles de la historia de la Humanidad. Tratando de relacionar la obra y la dramaturgia con los hechos reales, tanto en el año que sucedieron como en la actualidad.
La obra no es historia en el sentido de que el vocablo es usado por el historiador académico. Fines de orden dramático han requerido que varios personajes se fundieran en uno; el número de muchachas complicadas en la "delación" ha sido reducido; la edad de Abigail ha sido aumentada (originalmente era de 12 años); había varios jueces de igual autoridad que fueron simbolizados en solo Hathorne y Danforth. La suerte de cada personaje es exactamente la de su modelo histórico, y no hay nadie en el drama que no haya desempeñado un papel similar, y a veces exactamente igual que en el hecho real.
La obra está escrita de un modo no convencional. La forma de fondo es igual a la de toda obra de teatro, pero adicionalmente, el autor describe más allá de lo usual (o leído hasta el momento) el temperamento de algún personaje importante, dando sus propios puntos de vista como si fuera una novela descriptiva. En los diálogos de los personajes principales queda constancia de la manera de pensar de la época.
A partir de esto, se plantea la hipótesis de la existencia de las brujas ya que gran parte de las mujeres acusadas de brujería en Salem presentaban síntomas parecidos: psicosis, alucinaciones, sensación de cosquilleo en la piel, espasmos y tics nerviosos, dolores de cabeza, vómitos y diarrea. Es decir, los mismos síntomas del envenenamiento por cornezuelo de centeno. El cornezuelo es un hongo que produce sustancias alucinógenas en el centeno y, por tanto, en el pan.
Se presentara el análisis de personajes tanto protagonistas como antagonistas, el lenguaje utilizado, la biografía del autor, el contexto histórico en el que se basa la obra, debido a los hechos reales en el que fue escrita y el tema que se plantea.
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Biografía del autor
Arthur Asher Miller (Nueva York, 17 de octubre de 1915 – Roxbury, Connecticut, 10 de febrero de 2005) fue un dramaturgo y guionista estadounidense.Fue hijo de una familia de inmigrantes judíos polacos de clase media. Su padre, Isadore, poseía una próspera empresa textil, lo que permitió a la familia vivir en Manhattan, junto a Central Park. Sin embargo, la gran depresión acabó con la empresa familiar, por lo que la familia tuvo que mudarse a un modesto apartamento en Brooklyn. Este apartamento le serviría posteriormente como modelo de la vivienda del protagonista de "Muerte de un viajante".Acabado el bachillerato, trabajó en un almacén de repuestos para automóviles para poder costearse la universidad. Estudió periodismo en la Universidad de Míchigan, en la cual recibió el primero de los premios de su vida, el Premio Avery Hopwood, gracias a uno de sus primeros trabajos, Honors at Dawn. En 1938, tras su graduación, se trasladó nuevamente a Nueva York, donde se ganó la vida escribiendo guiones radiofónicos.Se casó en tres ocasiones. El 5 de agosto de 1940 con su novia del colegio, Mary Slattery. La pareja tuvo dos hijos, Jane y Robert (un director, escritor y productor). El matrimonio se divorció en 1956. También estuvo casado con Marilyn Monroe (1956-1961, divorciados) y con la fotógrafa de prensa Inge Morath (1962-2002, año en el que Inge muere). Con Inge tuvo dos hijos, el segundo de los cuales nació con síndrome de Down y fue internado en cuestión de días en una institución pública. Miller jamás hablaba de este hijo y mostraba escaso o nulo interés por él. Solo lo reconoció en su testamento, haciéndole heredero a partes iguales con sus tres hermanos.
Algunas de sus obras fueron: No Villain (1936), The Man Who Had All the Luck (1940), All My Sons (1947), Death of a Salesman- Muerte de un viajante- (1949), The Crucible (1953)- Las brujas de Salem-, After the Fall (1964), Playing For Time (1980, para TV), The Ride Down Mt. Morgan (1991), Resurrection Blues (2002) y Finishing the Picture (2004).
"Las brujas de Salem"
En 1692, en Salem, Massachusetts (USA) se dio un período de colonización donde existía una de las sociedades más puritana, paranoica y fanática, a la vez que ignorante, sumado todo ello a una de las épocas más oscuras de los primeros colonizadores del Nuevo Mundo.En este contexto fueron acusadas 25 personas de brujería y se encarcelaron alrededor de 200 personas más, la mayoría mujeres.
Obra:
La obra se estrenó el 22 de enero de 1953 en el teatro Martin Beck de Broadway en Nueva York, Estados Unidos. Miller consideró que esta producción era demasiado estilizada y fría y las críticas fueron en gran parte hostil. Ese estreno no tuvo mucho repertorio. En ese mismo lugar, en el mismo año en junio volvió a representarse y se hizo acreedora al Premio Tony.
Reparto: Janet Alexander (Betty Parris). Jacqueline Andre (Tituba). Fred Stewart (Rev. Samuel Parris). Madeline Sherwood (Abigail Williams). Barbara Stanton (Susanna Wallcott). Jane Hoffman (La Sra. Ann Putnam). Raymond Bramley (Thomas Putnam). Dorothy Joliffe (Mercy Lewis). Jennie Egan (Mary Warren). Arthur Kennedy (John Proctor). Jean Adair (Rebecca Nurse). Joseph Sweeney (Giles Corey). EG Marshall (Rev. John Hale). Beatrice Straight (Elizabeth Proctor). Graham Velsey (Francis Nurse). Philip Coolidge (Juez Hathorne). Walter Hampden (Vice-Gov. Danforth). Adele Fortin (Sarah Good). La producción fue dirigida por Jed Harris y producida por Bloomgarden Kermit. Es una obra que se representó varias veces, se creó una serie y se filmó una película.
El estreno de Las brujas de Salem llevó consigo los lógicos problemas relacionados con las circunstancias políticas del momento y, en especial con la censura y las elecciones estéticas marcadas por los gustos del gran público, ya que esta obra de Miller puede describirse como una metáfora contra el fanatismo, la intolerancia y la represión ideológica ejercida en ocasiones por los individuos y muchas veces por los poderes públicos y por los gobiernos autoritarios. De igual manera, se situó entre los espectadores más vistos y que mayor expectación suscitaron entre el público y los cronistas especializados del momento. Se convirtió en un clásico. Y es una obra central en el canon del teatro americano.
Corriente artística: Se basa en un realismo reflexivo: contar, presentar, considerar o percibir lo que ocurre tal como sucede. A raíz de esto se puede decir que la postura realista tiene la particularidad de evitar exageraciones: sólo narra los acontecimientos concretos. El realismo reflexivo demuestra que para construir una imagen realista hay que optar por procedimientos diferentes de la realidad, a propias convenciones, leyes, artificios o recursos teatrales que permitan construir un "efecto de realidad". Centra su atención en la sociedad, tiene una mirada crítica al contexto social y manifiesta el comportamiento del ser humano en la sociedad, sin una mirada ingenua. Es reflexivo porque plantea conflictos para que el público tome conciencia, se produce una muerte de las ilusiones, aparece la intención de penetrar en la interioridad del personaje. En el plano antagónico, el personaje principal entrará en conflicto con en el medio y con él mismo. El protagonista estará en conflicto con su propio accionar o será destruido por este.En el plano de la acción, el sujeto del realismo reflexivo sale de su inacción con el fin de lograr su identidad. La sociedad le ha dado esta misión, pero paradójicamente es ella misma su principal oponente. Esta sociedad se verá reflejada en los familiares que lo rodean.
Forma Dramática: Es una obra trágica, ya que los personajes protagónicos se ven enfrentados de manera misteriosa, invencible e inevitable contra el destino. Las tragedias acaban generalmente en la muerte o en la destrucción física, moral y económica del personaje principal, quien es sacrificado así a esa fuerza que se le impone, y contra la cual se rebela con orgullo insolente. Despierta catarsis en el espectador mediante estados emotivos.
Estructura
En inglés el título de la obra es The Crucible, que literalmente puede ser traducido como El crisol. Un crisol es una cavidad en los hornos que recibe el metal fundido. El crisol es un aparato que normalmente está hecho de grafito con cierto contenido de arcilla y que puede soportar elementos a altas temperaturas, ya sea el oro derretido o cualquier otro metal, normalmente a más de 500 °C. Algunos crisoles aguantan temperaturas que superan los 1500 °C. También se denomina así a un recipiente de laboratorio resistente al fuego y utilizado para fundir sustancias. Se emplea para extraer los elementos puros de las imperfecciones a través del calor. En la obra, John Proctor se enfrenta a un proceso que pone en peligro su propia vida, y cuando prefiere morir a traicionar su conciencia se aprecia que él también ha atravesado el fuego para acabar purificado. Cada carácter es metafóricamente un metal sometido al calor de la situación que rodea. Los personajes cuyas normas morales prevalecen en el rostro de la muerte, como John Proctor y Rebecca Nurse, simbólicamente niegan a derretirse. "Crucible", también se refiere a la técnica literaria en la que los personajes se colocan en una situación ineludible y forzados a través del conflicto.
Tema: Como ya se había anticipado en la introducción la obra de teatro presenta varios temas íntimamente conectados entre sí. En primer lugar tenemos la histeria de las chicas. Al ser sorprendidas bailando por la noche en el bosque por el reverendo Parris, las chicas se asustan y enferman. Hale, otro reverendo, es requerido para el caso y, sin saberlo, ofrece a las chicas una manera para salir del lio y escapar del castigo —una paliza—: la caza de brujas. Hale de hecho les dice que deben decir si vieron a alguien con el diablo, y que si hacen esto estarán haciendo el trabajo de Dios. Otro tema principal es el honor. Para las personas de la obra, el honor se encuentra principalmente en sus nombres. Al comienzo de la obra, Abigail insiste a su tío que "¡Mi nombre es bueno en el pueblo! ¡No permitiré que se diga que está manchado!". Al final de la obra, el reverendo Parris quiere por todos los medios que John Proctor firme su confesión, diciendo al juez Danforth que "Es un nombre de peso; la aldea quedará anonadada al ver que Proctor confiesa". Esto también se puede apreciar claramente cuando John Proctor habla del valor de su nombre: "¡Porque es mi nombre! ¡Porque no puedo tener otro en vida![…]¿Cómo puedo vivir sin mi nombre? ¡Les he dado mi alma! ¡Déjenme mi nombre!" El honor es un tema clave en esta obra, especialmente teniendo en cuenta que al final de la misma muchos de los personajes morirán debido a su honor y su lealtad para con los demás.Como temas secundarios pero también con importancia esta la reflexión sobre una sociedad sumida en el miedo y la intolerancia, el poder de la religión, el papel de la mujer, donde la manipulación de esas creencias están ligadas a poderes mundiales y se va haciendo estragos dentro de las sociedades ansiosas de alguna "palabra" que los "ilumine" frente a las angustia de la pobreza en especial, la violencia y la descomposición social de las comunidades. Va haciendo estragos y quitando toda voluntad de lucha y rebelión contra la injusticia vivida en el pueblo, que se ahogan en ese fanatismo que funde las luces de toda consciencia y las ahoga en el miedo y un Dios que solo causa terror y sentido pecaminoso de la vida.
Comparación con otras obras de Arthur Miller: Miller mostró su preocupación por la sociedad que le rodeaba y su problemática en Todos eran mis hijos (1947), donde abordó la actividad de los que se aprovechan de la guerra. La obra obtuvo el premio de la Crítica de Nueva York en 1948, inscribió al autor dentro del realismo norteamericano de su tiempo y supuso su espaldarazo definitivo. En sus primeros títulos se entrevé ya lo que sería el elemento fundamental de toda su obra: la crítica acerba a todos aquellos valores de carácter conservador que comenzaban a asentarse en la sociedad de Estados Unidos. Dos años después llegaría con una denuncia del carácter ilusorio del sueño americano: La muerte de un viajante (1949).Su obra Las brujas de Salem (1953), un alegato contra la intolerancia y el puritanismo ambientado en 1692, era en realidad una denuncia contra las investigaciones que desde 1946 llevaba a cabo el denominado Comité de Actividades Antiamericanas. En estas tres obras que quise comparar se dan los conflictos familiares y el dilema moral entre las responsabilidades individuales y sociales. Las escenas son basadas en la memoria, secuencias sobre sueños, personajes puramente simbólicos, proyecciones y otros recursos similares.
Comparación con otro autor: Cartografiar la poética dramática de Arthur Miller implica situarlo en relación a la obra de su principal contemporáneo Tennessee Williams (1911- 1983. Dramaturgo estadounidense) con quien voy a realizar la comparación. Ambos considerados, sin duda, como los dos dramaturgos más representativos del teatro de postguerra norteamericano, no sólo por su ya consagrado nivel dramatúrgico sino también por las problemáticas sociales y existenciales que sus obras plantean. Es posible apreciar en la trayectoria de Arthur Miller y Tennessee Williams una serie de similitudes históricas, sociales y dramáticas fundamentales para entender sus respectivas poéticas en tanto reflejan la situación social y tradición artística en las cuales se inscribieron. La asociación más inmediata pero no por ello menos importante, es la amplia aprobación que recibieron a nivel de público. En Las brujas de Salem esta dinámica entre lo psicológico individual y lo social es clara. La provincia de Salem se perfila como un ente creador de imágenes fundamentadas en la hipocresía, una sociedad que elabora un imaginario falsamente religioso para justificar mundanas rencillas personales, una de ellas, el lío amoroso y vengativo entre la joven Abigail y su patrón John Proctor. El trance de las adolescentes que pretenden ser poseídas por el anticristo, la histeria colectiva que dichos actos producen, y los arbitrarios argumentos condenatorios del juzgado inquisidor, son justamente procesos sociales que, articulados en una premisa irracional, niegan la unidad del "yo" y, en cambio, lo reemplazan por el pánico y la arbitrariedad masificada. Dentro de este contexto, específicamente en el cuarto acto, el protagonista John Proctor debe luchar por su integridad individual ya que, acusado y encarcelado injustamente, es conminado a admitir su relación con la brujería, por lo que para salvarse debe tranzar sus creencias individuales y ceder a la hipocresía social. Esta suerte de optimismo paradójico en Miller, contrasta con la relación entre individuo y contexto que Tennessee Williams nos presenta, por ejemplo, en Un tranvía llamado deseo en donde la posibilidad de integridad individual se desvanece al final de la obra. Si en Las brujas de Salem vemos la lucha entre un individuo y una situación social impuesta, en Un tranvía llamado deseo se nos muestra un contexto en el cual la protagonista Blanche Dubois tiene que adaptarse, y para hacerlo debe lograr imbuirlo en sus propias fantasías y nostalgias. Blanche, tras una serie de experiencias traumáticas que se van develando progresivamente en la obra, debe refugiarse en el domicilio de su hermana Stella, espacio que en su pobreza y demografía inmigratoria contrasta con su ya perdida y nostálgica casona del sur llamada "Belle rève" (el bello sueño) que revela una tradición sureña ya hace tiempo perdida y del cual Blanche busca ante todo aferrarse con tal de no perder su identidad ya muy trastocada. Al igual que Miller, Williams revela aquí la problemática de la hipocresía y el autoengaño a un nivel más personal y no tanto social. La comparación entre ambas obras revela una de las principales características del realismo norteamericano de postguerra: presentarnos un enfoque psicológico que revela una moralidad individual frágil que promueve el "sueño americano". De esta manera, Tennessee Williams y Arthur Miller nos muestran, no sólo personajes ante situaciones concretas sino las consecuencias psicológicas e ideológicas que dichas situaciones entrañan, generando un estilo teatral que ha tenido y siempre tendrá una gran influencia en el teatro universal.
Estructura externa:La obra se divide en cuatro actos, en donde el tercer acto tiene dos cuadros.
Primer acto: Comienza con didascalias descriptivas del lugar donde transcurre este acto: un pequeño dormitorio en el piso alto de la casa del reverendo Samuel Parris. En las didascalias se describe como es Parris y donde se sitúan las acciones: en Salem, Massachusetts, en la primavera del año 1692. También resume como era la sociedad, y esa aldea. "Su casa estaba en el "pueblo", aunque hoy apenas lo llamaríamos aldea. La capilla estaba cerca y desde este punto (hacia la bahía o hacia tierra adentro) había unas pocas casas, oscuras, de pequeñas ventanas, apretujándose contra el crudo invierno de Massachusetts. Salem había sido fundada apenas cuarenta años antes. Para el mundo europeo toda la provincia era una frontera bárbara, habitada por una secta de fanáticos que, a pesar de todo, exportaban productos en cantidad creciente y de valor en paulatino aumento." Comienza el acto redactando lo que sucedió previo a comenzar los diálogos. Se hace una exposición de personajes y del conflicto.
Segundo acto: La acción transcurre en la habitación principal de casa de Proctor, ocho días después. En este acto se produce el desarrollo del conflicto, comienza con una descripción del lugar donde se da la situación y pasa a los diálogos.
Tercer acto: Se divide en dos cuadros.
Primer cuadro: Es una escena adicional. La acción marcha en el bosque. Y es un diálogo entre Abigail y Proctor. Se produce una intensificación.
Segundo cuatro: Cambia el espacio, se da en la sacristía de la capilla de Salem, que sirve de antesala de la Corte General. Están los jueces y los acusados. Sigue la intensificación del conflicto.
Cuarto acto: La acción pasa en un calabozo en la cárcel de Salem. Y es otoño. En este acto se produce la culminación con peripecia, ya que Proctor decide quedarse con la verdad y morir. Es donde se produce el clímax de la obra.
Argumento
La hija del pastor Samuel Parris, Betty, y su sobrina, Abigail Williams, cayeron enfermas entre finales de 1691 y principios de 1692. Como el médico no encontró explicación física al extraño comportamiento de las niñas (caminar con los ojos abiertos, no comer, querer lanzarse por la ventana, etc.), estimó que la causa de todos aquellos males era que las niñas se hallaban poseídas por el diablo debido a un hechizo de brujería.Las niñas, quizá tomaron aquello como un juego, y no tardaron en acusar a la esclava negra de la familia, Tituba, procedente de Barbados, lugar muy conocido por la práctica de la santería. Fue la primera acusada a la que siguieron muchas más, entre ellas, Sarah Good y Sarah Osborne, mujeres que apenas asistían a misa, lo cual en aquel contexto social era considerado un pecado por sí mismo.Durante el juicio Tituba admitió practicar la brujería para salvar su vida, puesto que, paradójicamente, sólo se condenaba a aquellos que negaban su práctica. Pero lo cierto es que la mayoría de acusados mantuvieron su inocencia hasta al final. Muchos fueron condenados a la horca y ejecutados, otros murieron en la cárcel esperando juicio. Uno de los vecinos de la comunidad que se negó a participar en los juicios, Giles Corey, fue aplastado lentamente colocándole piedras en el pecho; su muerte duró dos días. John Proctor es presionado para que invente que tuvo relación con brujerías, pero decide no hacerlo para seguir con su honor y que su nombre no sea pegado en la iglesia. Es un momento de tensión, que termina en peripecia, es asesinado. En octubre de 1693 se puso fin a los juicios y terminó la persecución de los "brujos". Todos los acusados fueron perdonados y se les obligó a pagar la manutención recibida durante el tiempo que duró su detención. Muchos perdieron todas sus propiedades.
Lenguaje
Establece un lenguaje coloquial de manera que es informal, familiar y distendido, con vocablos caracterizados por su uso común, frecuente y directo que se alejan de todo tipo de retórica y, en cierta medida, de la norma culta. El texto es un estudio psicológico de los personajes y las divisiones siguen en actos de carácter lineal. Sus diálogos están llenos de pasajes interesantes donde denota el criticismo, la rigidez y el pensamiento de la época. El discurso es pragmático: los personajes tratan de cambiar una actitud, un juicio, aunque nunca lo logran.La obra está escrita de un modo no convencional. La forma de fondo es igual a la de toda obra de teatro, pero adicionalmente, el autor describe más allá de lo usual el temperamento de algún personaje importante, dando sus propios puntos de vista. En la dramática de Miller no hay descripciones flojas ni detalles innecesarios. Trata de medrar en la representación de sus obras desde el propio texto, acotando mucho del carácter, los movimientos y las reacciones de muchos de sus personajes, así como describiendo al detalle (y con cierta carga onírica) su escenografía predilecta. Su lenguaje, como él mismo o su obra tienen una moral y un mensaje que ofrecer, pero carece de una profundidad irreal. Recurre poco al monólogo y, cuando lo hace, éste no suele durar mucho. Además de trágico, Miller se muestra irónico con sus personajes, consiguiendo que cosas pequeñas simbolicen grandes catástrofes.Las acotaciones son numerosas y precisas, de donde se deduce que Miller tenía una idea clara del tipo de representación que quería. Son muy descriptivas. No hay apartes. Se intensifica la cuarta pared. Los tonos utilizados suelen ser irónicos, agresivos, etc. Ejemplo: "Sed claro señor Parris ¿Qué os preocupa? " Pagina 334, cuarto acto. Se producen varios monólogos líricos. Por ejemplo: "Mary: Nunca lo supe antes. Antes nunca supe nada. Cuando ella llega a la corte yo me digo a mi misma: no debo acusar a esta mujer porque duerme en las zanjas y es tan vieja y tan pobre. Pero entonces… entonces la veo ahí sentada, negando y negando, y siento frio húmedo que me empieza a encoger y siento una tenaza en el cuello y no puedo respirar…" Página 281. Segundo acto.
Espacio
Espacio físico: Determinado: Pueblo de Salem, Massachusetts.Abierto: El bosque cerca de la casa de Abigail. Cerrado: La casa del reverendo Parris, la Corte, la casa de Proctor y el calabozo. Descripción dinámica: se viaja con los personajes y se puede saber exactamente lo que hacen y donde están.Espacio social: Época en la que existía una firme imposición de reglas por parte de la iglesia y todos lo que no estuviese apegado a eso eran acusados por un tribunal. No hay espacio psicológico, ya que es una descripción objetiva.
Tiempo: Lineal y cronológico, puesto que el relato va en orden.Retrospección se observa cuando vuelven en el tiempo para contar lo sucedido en el bosque, en la situación en donde echan a Abigail de la casa de Proctor, y cuando Mary confiesa en el tribunal el asunto del muñeco. Prospección realizada por el acotador.El tiempo representado de la fábula es de un año.
Personajes
Caracterización de personajes:
Reverendo ParrisEl Párroco de Salem, viudo, de unos 45 años, padre de Betty, tío y protector de Abigail Williams. Muestra el carácter estricto de los sacerdotes puritanos que exigen completa devoción a los feligreses, desprecian a quienes no les rinden el debido respeto, y esperan que los niños obedezcan en todo y caminen con la mirada baja. Vivió varios años en Barbados, desde donde trajo a la esclava Tituba. Descubrió al grupo de adolescentes bailando en el bosque. Este personaje es dinámico, ya que al final de la obra hay una evolución y quiere que los culpables queden libres. Es un personaje principal.
Betty ParrisHija del reverendo Parris. A los 10 años en el ritual nocturno de danza y conjuros en el bosque. Por temor a ser castigada entra en el aparente estado de mutismo que detonará las sospechas de brujería. Es un personaje que se mantiene estático, y secundario.
Abigail WilliamsSobrina y protegida del reverendo Parris. A los 17 años es hermosa y una gran simuladora. Sus actuaciones guiarán el pueblo de Salem hacia el abismo moral. Promueve el ritual nocturno y baila desnuda en el bosque, bebiendo sangre de gallina. Da su virginidad a John Proctor cuando trabajaba en el servicio de su casa. No siente remordimientos por mandar a prisión y a la soga a los habitantes del pueblo. Condena a muerte a Proctor, su amante arrepentido. Finalmente, huye de Salem con las joyas y dinero del reverendo Parris, escapando impune. Es el personaje protagonista de la obra, es estático.
TitubaMujer negra de 40 años traída por Parris de las islas Barbados. Tituba no resiste las acusaciones del reverendo Hale y confiesa haber recibido órdenes del demonio para matar a Parris. Es tomada prisionera y condenada por brujería. Termina loca en el calabozo soñando con que el diablo la llevará volando de regreso a Barbados. Es un personaje secundario y se mantiene estático.
Mary WarrenMuchacha de 17 años, servil, simple y triste. Trabaja para el matrimonio Proctor. Ante la presión de Abigail, se sumará a las actuaciones en los tribunales, fingiendo como testigo en múltiples condenas. John la obliga a presentarse ante los magistrados para testimoniar la falsedad de las acusaciones. Sin embargo, no resiste las tretas de Abigail y sus compañeras y se entrega arrepentida en brazos de Abigail, acusando a Proctor de obligarla a firmar el libro del diablo. Personaje dinámico que es secundario.
John ProctorAgricultor acomodado de unos 35 años. De cuerpo poderoso, es temido por su inteligencia, su rectitud y su mordacidad con los hipócritas. Está casado con Elizabeth y lleva la carga de haber cometido adulterio con Abigail en su propia casa. La adolescente le manifiesta a solas que la historia del rito en el bosque no es más que un juego y luego lo niega. Proctor, desesperado por salvar a su mujer, obliga a su criada Mary a confesar el engaño. Mary lo traiciona en última instancia. Ante la inminencia de la horca pide perdón a Elizabeth por el adulterio y tiene el impulso de salvar la vida confesando crímenes que no ha cometido, pero ante la posibilidad de deshonrar su nombre, prefiere morir a mentir. Es el personaje antagonista de la obra, y se mantiene estático en todo momento.
Elizabeth ProctorMujer de John Proctor, de carácter servicial pero a la vez frío. Mientras se recuperaba de su último embarazo, su esposo le es infiel con la criada, Abigail, quien le guarda profundo rencor por echarla de su casa y manchar su honra frente al pueblo. Elizabeth sabe que es posible que termine acusada por Abigail, quien desea ocupar su puesto de señora en la casa. Es arrestada y salva la vida porque está embarazada. Hacia el final de la obra apoya la decisión de su marido de morir antes que mentir. Ama a su esposo y es testigo de oídas del momento en que este es sacrificado en la horca. Es un personaje secundario y estático.
Reverendo HaleTiene cerca de 40 años. Cree en la existencia de brujas y demonios. Intenta ser precavido en su metodología para descubrir la presencia demoniaca, aplicando técnicas de investigación que cree objetivas y fundamentadas en lo mejor del conocimiento teológico. A medida que aumentan las muertes, sospecha de la veracidad de las niñas e intenta apoyar a John Proctor en sus demandas de que cesen los procesos. Quiere salvar las vidas de los últimos procesados aconsejándoles mentir y confesarse culpables de brujería para evitar la horca. Hale se convierte a lo largo de la obra, junto con Proctor y Rebeca Nurse, en un "mártir de la verdad". Es un personaje principal y dinámico, ya que cambia su opinión del comienzo al final.
Rebeca Nurse, Giles Corey, Ana Putman, Tomas Putman: son personajes estáticos ya que cada uno mantiene su decisión y principales porque tienen trazados. Es gente del pueblo que posee mucho dinero.
Juez Hathorne Y Comisionado DanforthFervientes creyentes en los testimonios y las "pruebas" ofrecidas por las adolescentes, llevarán a la cárcel a todos los acusados dejando las calles del pueblo desiertas. Por un instante parecen dudar de las niñas, pero ante la actuación convincente de Abigail, seguirán apegados a su misión. Al final ruegan, sin éxito, a Proctor que firme su confesión con el fin de utilizar la autoridad moral del personaje para justificar sus actos. Son principales y estáticos, ya que no evolucionan.
Escenografía
Los detalles, subrayados por el autor, en cada cuadro, crean la escenografía ideal. La iluminación, desempeña un papel importante, dentro de las acciones que se están desarrollando. Miller como ya he escrito anteriormente es muy descriptivo en su dramaturgia, lo que hace que se describa la escenografía en cada acto.Primer acto: Un pequeño dormitorio en el piso alto de la casa del reverendo Samuel Parris. A la izquierda, una angosta ventana; a través de sus paneles cuadriculados fluye el sol matutino. Aún arde una vela cerca de la cama, a la derecha. Un arcón, una silla y una pequeña mesa completan el mobiliario. En el foro, una puerta conduce al descanso de la escalera que lleva a la planta baja. En la aseada habitación reina una atmósfera austera. Las vigas del techo están a la vista y los colores de la madera son naturales y sin lustre. Al levantarse el telón, el reverendo Parris está arrodillado junto al lecho, en el que yace, inmóvil, su hija Betty, de diez años.
Segundo acto: La habitación principal en casa de Proctor. A la derecha se abre una puerta hacia el campo. A la izquierda hay una chimenea y, detrás, una escalera que conduce al piso superior. Es un típico living-room de la época, bajo, oscuro y más bien largo. Al levantarse el telón, la habitación está vacía. Ahora se abre la puerta y entra John Proctor trayendo su escopeta. Se detiene al oír el canto de Elizabeth.
Tercer acto: Primer cuadro: Un bosque. De noche. De noche. Un haz de luz ilumina un tronco a la izquierda. Por la izquierda aparece Proctor con un farol. Entra echando una mirada hacia atrás, luego se detiene, con el farol en alto. Por la izquierda aparece Abigail con una bata sobre el camisón, con él cabello suelto. Hay un momento de muda expectativa.
Segundo cuadro: La sacristía de la capilla de Salem, que ahora sirve de antesala de la Corte General. Al levantarse el telón, la habitación está vacía. Solamente entra el sol por las dos altas ventanas del foro. La pieza es solemne, hasta imponente. Pesadas vigas sobresalen y tablones de diversa anchura constituyen las paredes. Hay dos puertas a la derecha, que llevan a la capilla misma, en donde se reúne el tribunal. A la izquierda, otra puerta lleva al exterior. Hay un banco simple a la izquierda, y otro a la derecha. En el centro, una mesa más bien larga, para las reuniones, con banquillos y un sillón de considerables dimensiones arrimados a ella.
Cuarto acto: Un calabozo en la cárcel de Salem, es otoño. En el foro hay una ventana alta con barrotes; cerca de ella, un pesado portón. A lo largo de las paredes, dos bancos. El sitio está a oscuras, a excepción de la luz de la luna que se filtra por entre los barrotes. Parece vacío.
En la escenografía también agregue los elementos extraliterarios, ya que Miller da mucha importancia a la forma, los colores, las sensaciones, las luces, los movimientos, la música, etc. Y lo describe en las didascalias.
Conclusión
Arthur Miller sufrió una persecución que a día de hoy se conoce como Macarthismo. Durante 1950 y 1956, el senador Joseph McCarthy, desencadenó una persecución contra aquellos de los que sospechaba que podían mostrar algún tipo de simpatía por el comunismo y sus miembros. Muchas de las personas que fueron perseguidas eran personajes ilustres y entre ellos, se encontraba, el autor de esta obra. Miller declaró no ser comunista pero aún así no le creyeron y le obligaron a revelar el nombre de sus compañeros. Él se negó a hacerlo y por ese motivo, se le declaró culpable de desacato por no revelar las identidades que se le pedían y la condena que se le dictó incluía su ingreso en prisión. Sin embargo, en 1958, esa sentencia quedó anulada y Miller no ingresó en la cárcel. Por lo que podemos ver, los sucesos ocurridos en Salem son unos hechos perfectos para reflejar y denunciar la represión que Miller vivió durante la década de los cincuenta.
En la obra esta crónica muestra cómo las creencias influyen en el destino de las personas. A los jueces y a los colonos les convenía creer que las mujeres eran brujas y que todo era obra del demonio, pues esto los exoneraba de su responsabilidad como individuos y como sociedad. Pero otras teorías se apoyan en analizar hechos de maltrato, adivinaciones invocando al maligno, ergotismo (intoxicación con pan de centeno fermentado que contiene elementos químicos), y algunas otras aluden al tema del estrangulamiento social de la mujer. La persecución de minorías, el prejuicio, condenar a las personas sin un juicio previo. La cacería de brujas que tuvo lugar en la población de Salem en 1692 marcó el imaginario estadounidense tan profundamente que se ha convertido en la metáfora de la paranoia y la persecución. Lo más sorprendente del caso estadounidense es que el sistema judicial inmediatamente dio credibilidad a la idea de que existía una conspiración de brujas empeñadas en destruir a una comunidad, ya que querían combinar el estado y la iglesia para crear una comunidad de "santos invisibles".
Así, en las comunidades pequeñas compuestas de personas que no sólo se observaban a sí mismas en busca de señales de salvación y de perversión, sino que vigilaban minuciosamente la vida de los vecinos, se exigía que el comportamiento fuera transparente, y se desconfiaba de la privacidad. En un mundo como éste, cualquier secreto era sospechoso porque lo que se escondía probablemente era ilícito y los pecados secretos constituían un peligro, tanto para los individuos como para las comunidades. La vida cotidiana era metafórica y literalmente una constante batalla de dimensiones cósmicas entre Dios y el Diablo, en la que la brujería desempeñaba un papel integral porque el Diablo como Dios era omnipresente, y para imponer su reino necesitaba conversos. Como se creía que tanto los hombres como las mujeres eran corruptos desde su nacimiento (por el solo hecho de existir, por naturaleza), tenían que luchar contra la presencia de Satán en sus almas si querían realmente estar con Dios.
Ahora existe mucha diferencia, en la sociedad, con respecto al satanismo o brujería que en aquella época, antes ser acusado o acusada de hechicería era lo peor que existía.Lo que me motiva a escribir sobre esto es la intensidad del tema y el indescriptible interés que despierta en mí. Además este tema me da a conocer las creencias que tenían las personas de otros pueblos o países en este caso Salem, siglos antes y como reaccionaban en situaciones como estas. Es un ejemplo muy crudo de las circunstancias de la época, de la forma en que se imponía la religión: sin cuestionamientos. Eso llevaba a quienes tenían en su poder el mando (los curas o sacerdotes) a ser figuras muy drásticas, rígidas, no caracterizadas por el amor y el don generoso de dar y guiar vidas a través de sus actos y palabras. Eran figuras que acataban la religión con gran prepotencia, viendo en esta una forma de poder, de tiranía hacia los demás. Creían en un Dios a su forma. Un Dios vengador, irritable, antropomorfo. Un Dios que en lugar de dar alimento y vida, la quita y es el causante de las mayores torturas y sufrimientos. Una religión que en lugar de incitar al amor, incita a la división, al odio y al sufrimiento.
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