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La teoría económica sobre el empleo (página 3)


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PARTE II CUBA: EL CAMINO HACIA LA CONQUISTA DEL PLENO EMPLEO

LA ACUMULACIÓN SOCIALISTA: GARANTÍA DEL PLENO EMPLEO

La Acumulación Socialista no es más que el empleo planificado de parte de la renta nacional de la sociedad socialista para ampliar y desarrollar las esferas productivas y no productivas de la economía y para formar reservas materiales y financieras. La Acumulación Socialista garantiza el crecimiento y la ampliación de la producción, la creación de la base material y técnica del comunismo, la plena ocupación de la población apta para el trabajo y la elevación del bienestar del pueblo, máximo objetivo de la sociedad socialista. Se crea a cuenta del plusproducto y figura en la renta nacional como fondo de acumulación. Con el desarrollo de la producción social y el aumento de la renta nacional se mantiene prácticamente inalterable. La Acumulación Socialista se realiza fundamentalmente en forma de inversiones en la economía nacional. La parte principal de los medios se destina al incremento de los fondos fijos de producción y de los fondos de rotación de las ramas de la producción material, así como de los fondos no productivos de la esfera sociocultural y del sistema de viviendas. A diferencia de la Acumulación Capitalista, que conduce a desplazar a los trabajadores de la producción y al aumento del desempleo, la Acumulación Socialista asegura el pleno empleo de toda la población activa del país y garantiza materialmente la realización del derecho al trabajo. Con este fin, parte de las inversiones se asigna a la creación en la economía del número necesario de nuevos puestos de trabajo.

Estas son las llamadas inversiones demográficas. La Acumulación Socialista se utiliza también para elevar el nivel técnico del trabajo. Estas son las denominadas inversiones tecnológicas. Bajo el socialismo, las proporciones de acumulación se determinan por la Ley de la Acumulación Socialista. De acuerdo con ella, la Acumulación Socialista debe asegurar el crecimiento incesante de la productividad del trabajo a la vez que se garantiza la plena ocupación de la población económica activa y el máximo incremento posible de los ingresos reales de los trabajadores. Esta ley económica en el socialismo expresa, además, la relación directa existente entre el aumento de la acumulación, el crecimiento de la productividad social del trabajo y el fomento de la producción y la riqueza nacional, por un lado, y la elevación del nivel de vida de los trabajadores, por el otro. Cuando mayor es la riqueza nacional, su magnitud y grado de crecimiento, tanto más plenamente se satisfacen las necesidades de los miembros de la sociedad, más elevado es su nivel de vida y mejor se garantiza su desarrollo integral. La sociedad socialista utiliza se manera sistemática cierta parte de la renta nacional para ampliar y mejorar sin cesar la calidad de la producción social, elevando sobre esta base en forma sostenida el nivel de vida de los miembros de la sociedad y asegurando el pleno empleo de la población apta para el trabajo. Así, pues, en cuanto a su esencia socioeconómica, los objetivos y el carácter de su empleo, la Acumulación Socialista difiere radicalmente de la acumulación bajo el capitalismo. El volumen de acumulación depende directamente de la tasa de acumulación, es decir, de la relación porcentual entre el fondo de acumulación y el total de la renta nacional. Por cuanto el fondo de acumulación constituye parte de la renta nacional, el aumento de este depende de los factores que determinan el incremento de dicha renta. O sea, de la cuantía de trabajo invertido y de su productividad. Merced de la propiedad social sobre los medios de producción y al carácter planificado del desarrollo de la economía socialista, las posibilidades de acumulación se amplían inconmesurablemente. En la sociedad socialista desarrollada crece sin cesar la masa de medios de producción acumulados y se perfecciona su nivel técnico.

En consecuencia, se eleva la productividad del trabajo y aumenta también el fondo de amortización, una parte del cual es destinada en forma planificada a ampliar la producción. Los fondos productivos que se reponen en sustitución de los desgastados son más eficaces que aquellos y aseguran la obtención de mayores cantidades de productos y renta nacional con los mismos gastos de trabajo. El monto de acumulación depende asimismo del ahorro en el consumo de materias primas, materiales y energía que se utilizan en la producción. La reducción de los gastos materiales por unidad de producción permite elaborar mayor cantidad de artículos y aumentar el volumen de acumulación. El crecimiento de la Acumulación Socialista condiciona objetivamente tanto la ampliación de las inversiones destinadas al incremento y la renovación técnica de los instrumentos y medios de trabajo, como la elevación de su eficiencia. Una mayor eficiencia en la acumulación hace posible que con los mismos gastos de inversiones se amplíe la producción social y, por ende, aumente las posibilidades de consumo del pueblo y se satisfagan a mayor plenitud las necesidades materiales y culturales de los miembros de la sociedad. La Acumulación Socialista es ajena a ese fenómeno propio del capitalismo conocido como desempleo, que no es más que la ausencia de empleo u ocupación. Están desocupadas o desempleadas aquellas personas que, deseando trabajar, no encuentran quien las contrate como trabajadores. Para que exista una situación de desempleo, sin embargo, es necesario que la persona no sólo desee trabajar sino que además acepte los salarios actuales que se están pagando en un momento dado. También suele hablarse, en un sentido menos preciso, del desempleo de otros factores productivos: tierra, maquinarias, capital, etc.Las causas del desempleo son múltiples y variadas, originando en consecuencia diferentes tipos o modalidades de desempleo. El desempleo que se llama friccional o de búsqueda es aquel que se produce por la falta de homogeneidad y de información perfecta que pueda existir en el mercado de trabajo. Obedece, por lo tanto, a una situación claramente transitoria, motivada por el tiempo en que los trabajadores y empleadores pierden hasta que encuentran la colocación o el personal que satisface sus necesidades.

Dado que la búsqueda de trabajo representa un costo, básicamente por el tiempo requerido en obtener la información sobre las ofertas existentes, la persona desempleada evaluará los posibles beneficios de una búsqueda más larga contrastándolos con el aumento en los costos que ella representaría. Esta evaluación determinará el tiempo medio de búsqueda y, por lo tanto, dará origen a un mayor o menor desempleo friccional. Cuando el trabajador no acepta ciertas colocaciones porque tiene la expectativa de conseguir otra mejor si espera un tiempo prudencial, se habla de desempleo de precaución o especulativo. En todo caso el desempleo friccional, en las sociedades capitalistas modernas, que usan ampliamente diversos medios de comunicación, resulta bastante reducido en términos porcentuales.Se habla de desempleo estacional, por otra parte, para referirse al que se produce por la demanda fluctuante que existe en ciertas actividades, como la agricultura, por ejemplo. En este caso existen períodos del año económico que requieren de mucha mano de obra -como la temporada de cosecha, por ejemplo- y otros en que la demanda se reduce notablemente. El desempleo estacional se hace menor cuando las personas tienen posibilidades de ocuparse en otras ramas de actividad durante el período en que desciende la demanda de trabajo.Suele hablarse también de desempleo tecnológico cuando éste es producido por cambios en los procesos productivos que hacen que las habilidades que poseen los trabajadores no resulten ya útiles, en tanto que puede no haber suficientes personas entrenadas en las nuevas técnicas como para satisfacer la demanda.

En condiciones en que la demanda agregada disminuye, como en la fase recesiva del ciclo económico, se produce también un incremento en el desempleo que, por lo tanto, suele llamarse cíclico. La disminución en la demanda de trabajo presiona los salarios hacia la baja hasta que llegan a un punto en que, finalmente, se reactivan las inversiones y la economía en general, con lo que el desempleo comienza a decrecer. En la economía keynesiana se habla también de un desempleo producido como consecuencia de deficiencias en la demanda agregada que no tienen carácter cíclico: la preferencia por la liquidez hace que no todos los ingresos se canalicen hacia la inversión o el consumo, lo que produce una deficiencia de la demanda que lleva a un equilibrio económico en una situación que no es de pleno empleo, y que sólo puede ser compensada mediante el incremento en la demanda que origina el gasto público.El desempleo, además, es producido también por factores de tipo legal o institucional: cuando las autoridades de un país fijan un salario mínimo impiden que se ofrezcan colocaciones a un nivel inferior a éste, con lo que no es posible el descenso de los salarios reales y se dificulta el crecimiento de la demanda de trabajo; del mismo modo opera la fijación de salarios diferenciales para diversas categorías de trabajadores y cualquier limitación al desplazamiento de la mano de obra, ya sea geográfica o según ramas de actividad. Las limitaciones que pueden imponer los sindicatos y grupos de presión a la contratación de mano de obra -según edad, sexo o nacionalidad– o los requisitos formales de aprendizaje que se establezcan operan en el mismo sentido.

Por último, se ha comprobado que el propio seguro de desempleo, cuando ofrece compensaciones tan altas o tan largas que desestimulan la búsqueda de trabajo, aumenta el desempleo global de un país, y lo mismo sucede cuando se establecen subsidios directos a sectores pobres de la población que estarían, de otro modo, dispuestos a conseguir una colocación. En estos casos las personas reciben un ingreso que, aunque menor que el salario, se ofrece sin la contraprestación de su trabajo; la relación costo-beneficio se altera así de modo sustancial, por lo que se reduce notablemente la oferta de trabajo. La combinación de estas compensaciones de pobreza o desempleo con la fijación de un salario mínimo alientan notablemente el desempleo de una sociedad y estimulan en muchos casos, paralelamente, la emergencia de la economía informal.Carlos Marx estudió con detenimiento el tema del trabajo y, gracias a su sagaz análisis del capitalismo británico del siglo XIX, reveló tendencias de este sistema económico y social que ponen en entredicho el ingenuo optimismo de muchos de sus teóricos oficiales en la actualidad. Una de ellas guarda estrecha relación entre la acumulación de capital y la generación de empleo. Según Marx, la difusión del capitalismo no conduce al pleno empleo de la fuerza laboral, sino que, por el contrario, genera una masa permanente de desocupados, un "ejército industrial de reserva" que mantiene bajo control el nivel de salarios. El surgimiento de este conjunto de desempleados no es resultado de situaciones excepcionales, ni del funcionamiento "imperfecto" del mercado, sino que resulta consecuencia de la operación normal del capitalismo. No se trata, pues, de la desocupación generada, por ejemplo, por la destrucción de otras formas de organización económica, como ocurre cuando, al difundirse relaciones capitalistas en economías campesinas, se concentra la propiedad de la tierra y se "libera" fuerza de trabajo.

De ahí que erradicar el desempleo y alcanzar el pleno empleo haya sido uno de los principales objetivos del gobierno revolucionario cubano a partir del 1º de Enero de 1959.

: PLENO EMPLEO: UNA UTOPÍA POSIBLE

En economía, aquella situación en la que la demanda de trabajo es igual a la oferta, al nivel dado de los salarios reales, se le llama Pleno Empleo. Suele considerarse de pleno empleo una situación en la que sólo existe desempleo friccional.En una situación de competencia perfecta el pleno empleo se alcanza espontáneamente: si existiese desocupación los salarios tenderían a bajar, porque habría trabajadores dispuestos a incorporarse al mercado por salarios menores y, en tal circunstancia, las empresas tenderían a usar más intensivamente el factor trabajo, aumentando así la demanda del mismo y generando una situación de pleno empleo. Pero en la práctica, debido a las presiones generadas por los sindicatos, los salarios nominales presentan una tendencia a permanecer estables o a aumentar, nunca a disminuir. Este problema es agravado por la política de casi todos los gobiernos de fijar salarios mínimos. El resultado es que existe entonces una cierta tasa de desempleo que la economía pareciera incapaz de eliminar.La búsqueda de pleno empleo ha sido un objetivo central de las políticas macroeconómicas keynesianas, que consideran que el Estado debe intervenir activamente para procurarlo ante las supuestas fallas del mercado, especialmente ante la falta de inversión. Pero ello se ha logrado a costa de aumentar la inflación, ya que ésta provee un medio de hacer descender los salarios reales sin que los nominales desciendan.

En tales circunstancias las políticas keynesianas han tenido un relativo éxito en eliminar el desempleo, pero a costa de crear procesos inflacionarios de carácter permanente.El doctor Víctor Figueroa Albelo plantea que: "El pleno empleo en su sentido más esencial expresa la tendencia fundamental de la apropiación racional, completa y eficiente de las fuerzas productivas. En tal caso, la combinación productiva de los factores principales de la producción se realiza de tal modo que ninguno queda excluido del proceso social de producción. Pero además, no se trata en este caso de cualquier combinación de los factores sino aquella que optimice el uso de cada uno de los recursos."La fuerza de trabajo debe estar ocupada no solo totalmente sino también plenamente. Esto significa que los trabajadores laboran atendiendo a su preparación general, calificación técnica y profesional y con una alta eficiencia según el riguroso ordenamiento de la división y especialización del trabajo."Los fondos productivos son explotados integralmente. Las capacidades instaladas en correspondencia con las tecnologías y procesos productivos, son utilizadas intensivamente según los parámetros medios mundiales de su especie. O lo que es lo mismo, la productividad y el rendimiento de los fondos alcanzan los niveles medios mundiales.A diferencia de muchas naciones de este mundo, en Cuba existen condiciones reales para que cada ciudadano tenga un puesto de trabajo digno, un empeño expresado en la voluntad política de nuestra Revolución.

La voluntad política de la Revolución y su alto compromiso con los trabajadores han conseguido cambiar el derrotero de las estadísticas después de una década de la mayor crisis económica de nuestra historia. A principios de los años 90, los cálculos primarios ofrecían un panorama desolador en materia de empleo. Algunos estudios auguraron que llegaríamos a 500 mil desempleados; otros analistas vaticinaban el millón. El país perdió sin previo aviso el 85% de sus mercados y las fuentes de materias primas fundamentales. El producto interno bruto cayó en picada y una sociedad en la que el trabajo parecía un derecho natural durante más de tres décadas, recibió el impacto de la paralización de importantes sectores productivos. Para muchos, entonces, el panorama era incierto, al extremo de generar alteraciones notables en las tradicionales estructuras ocupacionales. La caída del poder adquisitivo real del salario, provocó el éxodo de fuerza de trabajo calificada hacia el trabajo por cuenta propia o a la llamada economía emergente. En la última década del siglo XX la fuerza laboral empleada en el sector estatal se redujo en 15 por ciento.Apremiado por la necesidad de optimizar los escasos recursos y de redimensionar las fuerzas productivas, el país adoptó en 1994 un grupo de medidas encaminadas al saneamiento financiero, circunstancia en la que las recetas del Fondo Monetario Internacional hubieran recomendado el despido masivo de los excedentes de fuerza de trabajo. Pero sobre los presagios tecnocráticos primó la esencia socialista de una Revolución dispuesta a resistir y a vencer, lo que hizo posible que miles de trabajadores recibieran el 60% de sus salarios, sin ningún respaldo material, algo impensable para una economía azotada por la inflación. Contra todo pronóstico, tan solo en el 2004 se crearon en el país más de 100 mil puestos de trabajo permanentes, y redujo la tasa de desocupación en el mismo período que la gran mayoría de naciones de este hemisferio vieron deprimirse la capacidad de empleo a límites insospechados, un contraste que sólo puede definirse por la presencia de los trabajadores en el poder. Pero hoy no todo está resuelto.

En Cuba subsiste a escala nacional un panorama peculiar, ya que, junto a la falta de puestos de trabajo en algunos puntos del oriente y el centro del país, se observa una falta de brazos en otras partes del territorio nacional, a lo que se añaden excedentes y carencias de fuerza de trabajo al calor del perfeccionamiento empresarial. Según estudios del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, la caracterización del desocupado cubano responde mayormente a jóvenes y mujeres, con instrucción media, radicados en zonas urbanas y con escasa o ninguna calificación profesional, aunque este no resulta siempre un patrón rígido, debido a desequilibrios sustanciales en los niveles de desarrollo económico entre los territorios del país, una herencia secular que 30 años de inversiones no lograron superar plenamente. Frente a estas circunstancias, la creación de empleos permanentes, útiles y económicamente sustentables que se ha propuesto el programa de empleo presupone un esfuerzo adicional, ya que no se trata de inflar plantillas a costa del presupuesto, como ocurrió a inicios de los 80, sino de buscar ocupaciones necesarias y atractivas, muchas de ellas a partir de asignaciones de recursos financieros centralizados para la explotación de tres mil hectáreas que se dedicarán este año a la agricultura urbana en la zona oriental, acción que permitirá la creación de 60 mil nuevos puestos de trabajo dedicados a la producción de alimentos. De acuerdo con tendencias mundiales, las predicciones laborales apuntan hacia los servicios, lo que aplicado a nuestra realidad se traduce en opciones en los campos de la educación, la salud, la cultura y la recreación, especialidades al parecer improductivas, pero que contribuyen al mejoramiento de la calidad y las condiciones de vida de la población. Aspirar a grandes inversiones industriales en la actualidad sería un espejismo.

Además, no se puede olvidar que en esa dirección el mundo se dirige hacia la automatización, lo que constituye de hecho un aumento de la eficiencia a partir de la reducción de las capacidades de empleo. Por otra parte, las recientes experiencias de los cursos emergentes de formación de trabajadores sociales y maestros primarios constituyen dos ejemplos de alternativas necesarias que comienzan a extenderse, con un impacto sensible entre los jóvenes por su doble acción: en materia de empleo para unos y por la labor educativa y profiláctica de estos en el seno de la comunidad, una posibilidad que permite un mayor acercamiento a los problemas concretos, personalizados en realidades tangibles en lugar de vistos como frías estadísticas. Las respuestas encontradas en estos tiempos a nuestras dificultades confirman que aún existen terrenos inexplorados, en particular los relacionados con la capacitación y la recalificación de muchas personas, cuya inserción en el mundo laboral depende de su adaptación a los requerimientos actuales, posición que no puede considerarse una exclusividad para los menores de 30 años.

Para el Estado cubano está claro que materializar la ocupación plena de cada ciudadano no es un hoy una utopía. La sostenida recuperación económica y la voluntad política de la Revolución constituyen los principales pilares para sustentar uno de los principios que nos diferencian del mundo y que definen al trabajo en nuestra sociedad como un derecho y un honor de cada cubano.

El pleno empleo continúa siendo una utopía posible tanto para Cuba como para el resto del mundo, y es considerado un objetivo factible y extremadamente necesario.

CUBA: EL CAMINO HACIA LA CONQUISTA DEL PLENO EMPLEO

"(?) 600 mil cubanos que están sin trabajo deseando ganarse el pan honradamente sin tener que emigrar de su patria en busca de sustento; (?) 500 mil obreros del campo que habitan en los bohíos miserables, que trabajan cuatro meses al año y pasan hambre el resto compartiendo con sus hijos la miseria, que no tienen una pulgada de tierra para sembrar y cuya existencia debiera mover más a compasión si no hubiera tantos corazones de piedra; (?) 400 mil obreros industriales y braceros cuyos retiros, todos, están desfalcados, cuyas conquistas les están arrebatando, cuyas viviendas son las infernales habitaciones de las cuarterías, cuyos salarios pasan de las manos del patrón a las del garrotero, cuyo futuro es la rebaja y el despido, cuya vida es el trabajo perenne y cuyo descanso es la tumba; (?) 100 mil agricultores pequeños, que viven y mueren trabajando una tierra que no es suya, contemplándola siempre tristemente como Moisés a la tierra prometida, para morirse sin llegarla a poseerla (?); 30 mil maestros y profesores tan abnegados, sacrificados y necesarios al destino mejor de las futuras generaciones y que tan mal se les trata y se les paga; (?) 20 mil pequeños comerciantes abrumados de deudas, arruinados por la crisis y rematados por una plaga de funcionarios filibusteros y venales; (?) 10 mil profesionales jóvenes: médicos, ingenieros, abogados, veterinarios, pedagogos, dentistas, farmacéuticos, periodistas, pintores, escultores, etc., que salen de las aulas con sus títulos deseosos de lucha y llenos de esperanza para encontrarse en un callejón sin salida, cerradas todas las puertas, sordas al clamor y a la súplica (?) "El 85% de los pequeños agricultores cubanos está pagando renta y vive bajo la perenne amenaza del desalojo de sus parcelas(…)"200 mil familias campesinas que no tienen una vara de tierra donde sembrar unas viandas para sus hambrientos hijos y, sin embargo, permanecen sin cultivar, en manos de poderosos intereses, cerca de trescientas mil caballerías de tierras productivas(…) "Más de la mitad de las mejores tierras de producción cultivadas está en manos extranjeras. "Cerca de 300 mil caballerías (más de tres millones de hectáreas) permanecen sin cultivar. "Dos millones 200 mil personas de nuestra población urbana pagan alquileres que absorben entre un quinto y un tercio de sus ingresos."Dos millones 800 mil personas de nuestra población rural y suburbana carecen de luz eléctrica."A las escuelitas públicas del campo asisten descalzos, semidesnudos y desnutridos, menos de la mitad de los niños en edad escolar. "El 90% de los niños del campo está devorado por parásitos.La sociedad permanece indiferente ante el asesinato en masa que se comete con tantos miles y miles de niños que mueren todos los años por falta de recursos". Luego de criticar el deterioro de la vivienda, la salud, la educación y la tierra en nuestro país, Fidel Castro afirmó:"con tales antecedentes, ¿cómo no explicarse que desde el mes de mayo al de diciembre un millón de personas se encuentren sin trabajo y que Cuba, con una población de cinco millones y medio de habitantes, tenga actualmente más desocupados que Francia e Italia con una población de más de cuarenta millones cada una?".

"Cuando un padre de familia trabaja cuatro meses al año, ¿con qué puede comprar ropas y medicinas a sus hijos? Crecerán raquíticos, a los30 años no tendrán una pieza sana en la boca, habrán oído diez millones de discursos, y morirán al fin de miseria y decepción. El acceso a los hospitales del Estado, siempre repletos, solo es posible mediante la recomendación de un magnate político, que le exigirá al desdichado su voto y el de toda su familia para que Cuba siga siempre igual o peor."Estas palabras, pronunciadas por Fidel durante el histórico juicio por el Asalto al Cuartel Moncada, puso de manifiesto uno de los más graves problemas que sufría la población de la Isla en aquellos momentos: el elevado nivel de desempleo.

Este mal era una de las principales dificultades que anhelaban resolver los jóvenes asaltantes del bastión de la dictadura en Santiago de Cuba.En ese año, 1953, un alto porcentaje de la población económicamente activa estaba sin ocupación, miles de empleos eran precarios y se cernía el fantasma del desempleo sobre las mujeres y los jóvenes arribantes a la edad laboral.En su alegato de autodefensa, conocido como La Historia Me Absolverá, Fidel hizo serias denuncias sociales, entre ellas, la carencia de una seguridad social que brindara cobertura a los obreros y empleados enfermos, y, si fallecían, que protegiera a sus familias. Recuérdese el panorama desolador descrito por el máximo líder del movimiento revolucionario en su autodefensa del 16 de octubre de 1953: El campesinado tenía un panorama más tenebroso que los obreros de las ciudades, pues vivía en condiciones infrahumanas y cultivaba una tierra que jamás poseería, mientras era explotado por los terratenientes. Los jornaleros del campo tenían una existencia peor por el alto grado de explotación y despojo que le había impuesto la tiranía batistiana.Todas estas denuncias y promesas formuladas por Fidel acusaban al gobierno golpista de Fulgencio Batista por incumplir la obligación del Estado -establecida en la Constitución de 1940, vigente en aquel momento- de "emplear todos los medios que estén a su alcance para proporcionar ocupación a todo el que carezca de ella y asegurar a cada trabajador manual o intelectual una existencia decorosa".Estas frases e ideas describían todo un pensamiento subyacente sobre el sistema económico y social capitalista que debía ser sencillamente eliminado.

Expresaban, en esencia, la idea de un nuevo sistema político y social para Cuba, aunque resultase riesgoso plantearlo en medio del océano de prejuicios y de todo el veneno ideológico sembrado por las clases dominantes aliadas al imperio, vertidos sobre una población donde el 90% era analfabeta o semianalfabeta queSegún el Artículo No. 20 de la Resolución No. 8 del MTSS, la administración se rige, para determinar el ingreso de los trabajadores al empleo, permanencia, promoción, y su incorporación a cursos de capacitación y desarrollo, bajo el principio de idoneidad demostrada, que comprende el análisis integral de varios requisitos generales.La permanencia en el cargo u ocupación está condicionada, a que el trabajador se mantenga poseyendo los requisitos de idoneidad demostrada. Cuando pierde la idoneidad para la ocupación o cargo que desempeña, puede ser incorporado a cursos de capacitación y desarrollo; reubicado en otra plaza para la cual posea los requisitos exigidos; o dar por terminada su relación laboral.El jefe de la entidad queda facultado para reconocer la idoneidad o confirmar la pérdida de esta por el trabajador.

Si como consecuencia de la pérdida de la idoneidad, se declara no idóneo a un trabajador, la administración, a los efectos de facilitar su reubicación laboral o incorporación al estudio, debe agotar las posibilidades internas, o en otras entidades o dependencias del sistema del organismo u órgano al que pertenece.Una vez agotadas las gestiones de reubicación, sin lograr alguna de las alternativas de estudio o reubicación señaladas, la administración, en coordinación con la organización sindical, aplica al trabajador el tratamiento laboral y salarial previsto en la Resolución No. 8 para los trabajadores disponibles o interruptos, que establece el pago de su salario fijo correspondiente a dos meses, a partir de la fecha en que cesa en sus funciones laborales en el trabajo.Por otra parte, la convocatoria abierta y el conocimiento de la plantilla quedan implementados ahora en la nueva legislación y se enfrentan a prácticas dañinas, como el ocultamiento de plazas sin que en su otorgamiento participen los representantes del colectivo obrero. Esto conlleva que este punto de la política de empleo se aplique de una manera más democrática aún.La Resolución No. 8 busca consolidar todavía más las regulaciones para el servicio de orientación laboral de diversos sectores dictada en el año 2004 por el MTSS, referente a que las entidades quedan obligadas a informar a las direcciones municipales de Trabajo las plazas vacantes a cubrir por personal ajeno a la empresa.

La citada legislación crea una nueva figura con el Comité de Ingreso, el que cumple papel asesor y permite que la administración de las entidades cuenten con elementos definitivos en el momento de valorar y decidir la idoneidad demostrada y si es injustificada la no aceptación por los trabajadores de las ofertas de empleo o de reubicación laboral o incorporación a cursos de capacitación, o cuando abandonen o no aprueben estos.Una profunda gestión del Sistema de Trabajo y la cooperación de todos los factores sociales y estatales es garantizada por la Resolución No. 8, en la que ha de predominar la oferta de empleo y no su búsqueda por los interesados, pero a su vez afirma que el mejor derecho a la plaza laboral es para el más competente.La nueva legislación prevé que las direcciones municipales de Trabajo y los empleadores garanticen que todo graduado tenga una plaza laboral al abandonar las aulas; que todo discapacitado pueda laborar en dependencia de sus limitaciones físicas; que todo ex recluso tenga acceso a un empleo y pueda reintegrarse a la sociedad; que todo licenciado del Servicio Militar Activo consiga integrarse laboralmente; que toda mujer logre incorporarse a un empleo. Además de encaminar al país hacia una mayor reducción de la tasa de desempleo y consolidar el pleno empleo alcanzado por Cuba, la Resolución No. 8, Reglamento General de las Relaciones Laborales se orienta a conquistar que ninguna persona sobre, a que todo cubano y cubana tenga su oportunidad de realización laboral, a que podamos seguir disfrutando y fortaleciendo la justicia social.Esta y otras normativas van encaminadas a perfeccionar y a beneficiar la atención, adiestramiento e incorporación al trabajo de todo desvinculado.

Las transformaciones apreciadas en materia de empleo requieren el apoyo de la legislación, cuyas modificaciones son pertinentemente consensuadas con las instituciones y organismos del Estado, las entidades empleadoras y los sindicatos con el objetivo de que favorezcan las relaciones laborales, la productividad y los ingresos de empleadores y trabajadores. La prioridad de los trabajadores disponibles o interruptos para ocupar un puesto laboral en un grupo de igual o inferior complejidad o categoría, queda fijada en el Reglamento General de las Relaciones Laborales del MTSS. La Resolución No. 8 del MTSS establece, entre otros aspectos, en su Artículo 135, Capítulo XVI "Interruptos y disponibles", que: "Las acciones que realizan las administraciones, los organismos administrativos, las direcciones de trabajo y los consejos de administración, están dirigidos a garantizar el pleno empleo y reducir al mínimo los trabajadores interruptos y disponibles".Por su parte, en el Artículo 136 aclara que: "Se considera interrupción laboral a la paralización del proceso de trabajo que provoca la inactividad en la labor del trabajador durante su jornada laboral o por un período igual o superior a esta? ¿Qué hacer con los trabajadores declarados interruptos? La propia legislación dispone, en su Artículo 138 que: "ante la ocurrencia de una interrupción laboral, la administración procede de la forma siguiente: (?)

  1. reubica a los trabajadores en otras labores productivas o de servicios en la propia entidad o en otra, siempre que sea útil y necesario;incorpora a los trabajadores a cursos de capacitación y desarrollo.

Las necesidades de fuerza de trabajo de cada entidad, están en función de los objetivos y planes a ejecutar, que se expresan en las plantillas de ocupaciones o cargos aprobados por su organismo superior o por la propia entidad. En la elaboración de las plantillas, se tiene en cuenta que estas respondan al nivel de actividad y utilización racional de la fuerza de trabajo, garantizando el amplio perfil de los puestos de trabajo y la carga de trabajo, en correspondencia con la jornada laboral establecida.El proceso de incorporación de los trabajadores al empleo, se basa en un conjunto de normas, procedimientos y formas de actuación, mediante los cuales la administración, en coordinación con la organización sindical, atrae, selecciona, incorpora, mantiene y desarrolla a los trabajadores necesarios para el cumplimiento de los objetivos de la entidad.El proceso de incorporación de los trabajadores al empleo, es realizado igualmente por la entidad recién creada o en su defecto, por la instancia administrativa inmediata superior. La legislación establece en el Capítulo X, Evaluación del desempeño, en su Artículo 109, que: "La evaluación del desempeño de los trabajadores es la medición sistemática de la actividad laboral que realizan durante un período de tiempo y de su potencial desarrollo en el ámbito de la entidad laboral. Identifica los tipos de problemas del personal evaluado, sus fortalezas, debilidades, posibilidades y capacidades; los caracteriza y constituye la base para la elaboración del plan de desarrollo, acorde con las necesidades individuales. Permite a la administración contar con información para decidir sobre la permanencia, promoción y envío de los trabajadores a cursos de capacitación y desarrollo". A su vez, identifica la capacitación como el conjunto de acciones de preparación que desarrollan las entidades, dirigidas a mejorar las competencias, calificaciones y recalificaciones para cumplir con calidad las funciones del puesto de trabajo y alcanzar los máximos resultados productivos o de servicios. Mientras, reconoce que desarrollo es el proceso continuo y simultáneo a la capacitación, dirigido a alcanzar multihabilidades, destrezas y valores en los trabajadores, que les permitan desempeñar puestos de perfil amplio, con las competencias para un desempeño satisfactorio.

Por otra parte, miles de discapacitados reciben en el país ubicación laboral, mediante un programa especial para promover la inserción social que comenzó a aplicarse en 1995.La utilización de las modalidades del empleo ordinario, los talleres especiales y los centros de entrenamiento socio-laboral son consideradas en el plan.Los beneficiados provienen de las asociaciones cubanas de Limitados Físico-Motores (ACLIFIM), de Ciegos (ANCI), y la de Sordos e Hipoacúsicos (ANSOC), incluidos los discapacitados intelectuales, a partir del Estudio Nacional Psicolpedagógico Social y Genético del 2002.Según las posibilidades y habilidades de cada cual, las plazas cubren disímiles actividades, y entre ellas figuran artesanía, jardinería y tapicería. Previamente los futuros obreros intervienen en cursos de adiestramiento para prepararlos en el desempeño de sus cargos y ocupaciones.Todo discapacitado con interés de vincularse laboralmente puede presentarse en las Direcciones Municipales de Trabajo y estas determinan la relación laboral con las administraciones, mientras los que tienen discapacidad intelectual acuden a los Centros de Entrenamiento Socio-Laboral.Estas instituciones se dedican a la formación profesional ?por un período de dos años- de las personas con retardo mental no aptas para emplearse, con el objetivo de que puedan alcanzar una futura incorporación laboral. De no adquirir en ese tiempo los conocimientos necesarios se incorporan a otros programas.

En resumen, a partir de la segunda mitad de la década de los años noventa han sido creados en el país casi dos millones de nuevos empleos, más de un millón de cubanos son beneficiados por la seguridad social y reciben atención 257 000 núcleos familiares, 476 000 personas, mediante ayuda monetaria, en especies o servicios. El principal obstáculo que ha debido enfrentar por 45 años la política de pleno empleo de la Revolución cubana es el ilegal bloqueo genocida de los Estados Unidos contra Cuba que ha ocasionado daños directos por más de 79 325 millones de dólares.Mientras Cuba avanza hacia el pleno empleo defendiendo esta conquista con justicia, ¿qué ocurre en el mundo?En el informe "Tendencias mundiales del empleo 2004", elaborado recientemente por la Organización Internacional del Trabajo, reconoce que el desempleo registró una tasa de 6,2% del total de la población laboral de todo el mundo, lo que representa 185,9 millones de desempleados, de los cuales 88,2 millones son jóvenes.En Estados Unidos la tasa de desocupación se mantiene estancada. El índice de desempleo en Estados Unidos permaneció en noviembre de 2005 en cinco por ciento, mes en que se crearon 215 mil nuevas plazas laborales, según el Departamento de Trabajo de esa nación norteña.De esos datos se desprende una ligera recuperación en el mercado laboral norteamericano, que perdió más de medio millón de plazas debido a los huracanes que azotaron la costa del Golfo de México a finales de agosto de ese año. El reporte señaló que el crecimiento del empleo en los dos meses anteriores fue un poco más débil de lo pensado inicialmente.Que en ese país tan elevada población activa carezca de empleo, significa que hay millones de personas que están en los límites o por debajo de los límites de la pobreza, quizás si son afortunados malviviendo de los menguados subsidios a desempleados, esperando una recuperación económica que no acaba de llegar.

Esto se debe a que en los últimos años en ese poderoso país se han eliminado más de 2 millones de puestos de trabajo y han ocurrido despidos masivos, mientras que alrededor de 40 millones de personas carecen de seguro médico y la administración republicana continúa aplicando severos recortes a programas sociales, como el Medicare, cuyo aliento a las empresas de seguros a ofrecer planes de asistencia privada a millones de ancianos que en la actualidad reciben atención médica bajo términos fijados por el gobierno federal, pone en riesgo de destrucción dicho programa. La capitalización individual de la seguridad social en ese país, a pesar de contar con altos niveles de desempleo, ha sido el juego al que ha apostado el presidente norteamericano, George Bush. O sea, el emperador mundial se inclina por el "sálvese quien pueda" en este aspecto tan humano dentro de una sociedad.A esta grave situación hay que agregar que, a partir de 2001, en ese país han desaparecido más de 2,7 millones de empleos en el sector de la manufacturación y son constante los anuncios de nuevas reducciones de personal en las grandes empresas.Un caso llamativo es el de la Empresa General Motors, la que anunció el cierre de plantas de producción y la eliminación de 25 mil puestos de trabajo hasta el 2008, con el objetivo de reducir pérdidas, estimadas en el trimestre de julio-septiembre de 2005 en más de 1600 millones de dólares.John Sweeney, presidente de la central sindical AFL-CIO, declaró en entrevista concedida al diario californiano La Opinión que: "Mientras el gobierno de Bush tenga las riendas de los Estados Unidos, los trabajadores estarán sometidos a un código laboral antiobrero". El líder de la organización asegura que "debido a la postura de la administración republicana, los asalariados norteamericanos están temerosos y dudan en incorporarse a un sindicato. Más del 50% de los trabajadores quieren asociarse, pero no lo hacen porque están aterrorizados por el actual ambiente que vive Estados Unidos".En la Unión Europea ocurre otro tanto: la desaceleración del crecimiento de sus economías ha provocado el aumento del desempleo que ronda el 8,8%, un nivel no observado desde 1999. Al flagelo del desempleo en el mundo occidental no escapa la culta Europa, llegando algunos de sus integrantes, como España, al 11%, con el agravante de que su locomotora, como han dado en llamar a Alemania en términos de la economía, presenta niveles de crecimiento si no nulos, muy por debajo de lo estimado y lo necesitado.Ese bloque de países aspira a que en el año 2010 se alcance una tasa de empleo del 70% de su población.

Este objetivo fue aprobado por su Consejo celebrado en Lisboa en marzo del 2000.Ese sueño de la Vieja Europa se logró en Cuba en 2003, a pesar del criminal bloqueo, la guerra económica y la creciente hostilidad que le ha impuesto Estados Unidos, al que se suma la capitulación y el hipócrita alineamiento de los gobiernos europeos.Otro tanto ocurre en las naciones del antiguo campo socialista. La ONU afirma que antes de los años 90, "los equipos sociales en los países de Europa Central y Oriental y en la Comunidad de Estados Independientes (CEI) eran notablemente buenos". La seguridad social puntuaba elevados niveles. El empleo estaba garantizado de por vida y, aunque el ingreso monetario tendía a niveles medios, era estable y seguro. Sin embargo, según datos expuestos por el escritor Marc Vandepitte, entre 1990 y 2002, en Europa del Este "el acelerado incremento del desempleo tuvo su matriz en el constante retroceso de la demanda interna y de los salarios reales, el cierre de importantes empresas estatales que abastecían el área, y el despido masivo de los funcionarios que habían laborado en tiempos de socialismo". Cerca de 150 mil millones de ciudadanos del extinto gigante soviético fueron sumidos en la pobreza durante la transición y se multiplicó por 20 el número de quienes debían subsistir con menos de un dólar diario. En Bulgaria, Rumania, Rusia, Kazajstán, Ucrania, Kirguistán, Turkmenistán, Uzbekistán y Moldavia, los pobres alcanzan más del 50% de la población.

Las naciones asiáticas como Armenia, Georgia y Uzbekistán han visto descender estrepitosamente el nivel de vida de un 80% y alrededor de un 25% de sus habitantes ha emigrado o devenido indigente. Mientras, el desempleo crece a cifras astronómicas. Los paros generales, la pobreza y la desesperación han influido directamente en el alto índice de suicidios, trastornos psicológicos, alcoholismo, drogadicción, y otras enfermedades muy aisladas durante la existencia de la URSS.Mientras que en África Subsahariana tampoco se logra reducir este flagelo, el desempleo en Asia se mantuvo estable; África del Norte y Medio Oriente experimentan un aumento, registrando un 12,2%. En términos de desempleo y pérdidas de empleo, América Latina y el Caribe exhiben dramáticos indicadores: 19 millones de trabajadores urbanos desocupados (11%), mientras se desconoce el desempleo en las zonas rurales; uno de cada 3 jóvenes de esta subregión está desempleado; la desocupación afecta más a las mujeres que a los hombres; el empleo informal crece hasta el 47% de los ocupados; la productividad del trabajo empeora; los salarios reales en la industria caen anualmente en un 1,2%.La situación en el continente no es nada alentadora si se toma en cuenta que la tasa de desocupación triplica el promedio mundial, que es del 10%; existen serios problemas con la calidad del empleo femenino (las mujeres mayoritariamente laboran en sectores informales y su nivel salarial es muy bajo), y continúa latente la discriminación con las comunidades indígenas.Un ejemplo fehaciente de esta triste situación la encontramos en México, donde el número de desempleados durante el tercer trimestre de 2005 alcanzó un millón 700 mil personas, cifra equivalente a un 3,8% de la población económica activa (PEA). Once millones 900 mil mexicanos, que representan un 28,2% de la población ocupada, laboraron en el sector informal y tres millones 100 mil se consideraron subocupados.El fracasado modelo neoliberal para el empleo y la seguridad social en América Latina y el Caribe trajo serias consecuencias para estos países, los que pueden sintetizarse del modo siguiente:- Aumento del empleo informal: de cada 10 nuevos empleos generados, 7 son informales, creados muchos de ellos por los propios trabajadores para garantizar su sobrevivencia.-

Acentuada tendencia a la terciarización del empleo: 9 de cada 10 nuevos empleos se generan en el sector de los servicios, sobre todo informales y pocos productivos.- Persistente precariedad del empleo: solo 4 de cada 10 nuevos empleos tienen acceso a los servicios de seguridad social y únicamente 2 de cada 10 ocupados en el sector informal cuentan con protección social.- Reducción sistemática de la protección social y continua eliminación de las conquistas sociales de los trabajadores.- Según la CEPAL, en el 2004 casi el 50% de los latinoamericanos y caribeños viven por debajo de la línea de pobreza.Como una muestra de la tragedia del desempleo en el mundo y la constante violación de dos derechos humanos, fundamentalmente en los Estados Unidos y la Unión Europea, como son el derecho al trabajo y el derecho a la seguridad social, se pueden tomar los anteriores datos.

  • . Ed. Stylo. México.

Conclusiones

En contraposición a esta situación que está presente hoy en la inmensa mayoría de este mundo, Cuba, bloqueada y agredida por el imperio estadounidense, exhibe hoy 1,9% de tasa de desempleo, índice inferior de desocupación de 3, que es el que fija la Organización Mundial del Trabajo y los organismos internacionales especializados para dar a un país la calificación de pleno empleo.Las conquistas sociales como el pleno empleo en Cuba fueron expuestas el pasado 6 de junio de 2005 en la sede de la OIT, en Ginebra, por el ministro de Trabajo de Cuba, Alfredo Morales Cartaya, durante la 93 Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo.Hablando en el plenario de la reunión, el funcionario dijo que gracias a la resistencia del pueblo cubano, hoy se inscriben entre esas conquistas el pleno empleo y la seguridad social para todos sin renunciar a la vocación solidaria con sus hermanos de África, Asia, América Latina y el Caribe."El empleo de la juventud no sólo ha sido posible, sino también estratégico. La esmerada atención que Cuba ha prestado a la educación, formación y aprendizaje permanente convirtió el capital humano en el principal recurso del país, añadió."Ningún niño en la mayor de las Antillas está obligado a trabajar para sobrevivir.

Nuevos programas sociales dan frutos, elevan el nivel de calidad de vida de la población y al mismo tiempo son fuentes de empleo juvenil y permiten la continuidad de estudios superiores.Morales Cartaya reveló que Cuba tiene más de 33 mil colaboradores entre médicos, maestros e instructores deportivos en 106 naciones, y se forman en el país gratuitamente como profesionales más de 18 mil jóvenes de África, Asia, América Latina, el Caribe e incluso, de sectores humildes de Estados Unidos.Se refirió también al sector femenino y señaló que la mujer ha sido indispensable para las conquistas alcanzadas. Su acceso masivo a la educación y la cultura elevó su plenitud, la convirtió en el 44 % de los ocupados en la economía, y más del 66 % de la fuerza técnica del país.Relató que la ley concede a la madre trabajadora licencia retribuida durante 18 semanas y, cubierta la lactancia, la pareja decide cuál de los padres se acoge a la prestación social para atender la criatura hasta el primer año de vida.Morales Cartaya señaló que entre las importantes medidas adoptadas por Cuba recientemente está el aumento del salario mínimo en más de dos veces y de la pensión de la seguridad social en tres veces, lo que ha beneficiado a más de tres millones 602 mil cubanos.

Nuestra modesta experiencia, explicó, enseña que contar con programas nacionales de empleo es estratégico, pero lo decisivo para enfrentar el creciente desempleo en el mundo es la voluntad política tripartita para hacerlos realidad en cada país.La ardua gestión emprendida en este sentido en nuestro país, permitió la reducción sistemática de la tasa de desempleo en los últimos años. Las ocupaciones creadas en este tiempo tienen las características de que son de gran utilidad social y cuentan con las condiciones requeridas.Es cierto que en otros países del orbe se pagan subsidios de desempleo, pero eso no es ir al fondo del problema, ya que no se analiza el papel de la persona en la sociedad, su realización como ser humano, de hacer vida en común y aportar fuerzas en un colectivo.

El hombre subsidiado puede cubrir sus necesidades pero se ve limitado como persona, es como darle migajas para que se calle. Y dicen los capitalistas que es para ampararlos. En nuestro sistema, el mejor amparo que pueda tener un hombre es su trabajo. Lo que hacemos es para que cada cual desate sus resortes internos e independientemente de sus recursos económicos, aporte a la sociedad.

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Yamirka García Sara Colas

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