Emilio Máspero, es un modelo de sindicalista de actualidad, que se distinguió por su autenticidad en el pensamiento y la acción, su estilo de conducir, excelente orador y buen escritor. El sindicalista más completo es cuando al dominio de todas las facetas del sindicalismo; ideólogo, formador, orientador, líder, estratega, organizador, en fin, un hombre completo como dirigente internacional y mundial.
Emilio Máspero nació el 27 de noviembre de 1927, en Santa Fe, Argentina, hijo de emigrantes italianos.
Máspero trabajó en su juventud como mozo de un hotel, luego se incorporó al sector de la industria metalúrgica trabajando como mecánico tornero. Entró a la Juventud Obrera Cristiana (JOC), siendo en poco tiempo el Presidente nacional, ahí entabló nuevas relaciones, más tarde participó, junto con Alfredo di Pacci, en la constitución de la Acción Sindical Argentina (A.S.A).
Del 15 al 19 de agosto de 1956, en Córdoba, Argentina, se realizó el Congreso Constitutivo de la Acción Sindical Argentina (ASA), la cual decidió afiliarse a la CLASC y a la CISC.
El Congreso eligió a Emilio Máspero, como Secretario General.
Máspero pudo evadir al salir de Argentina, con una beca de la Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos (CISC), para estudiar en Europa, con la colaboración de " Pax Christi".
Junto con Elio Aponte, venezolano, fueron por tres meses, tomaron contactos con organizaciones de la CISC en Bélgica, Francia, Suiza, Holanda, Italia y Portugal; pero Máspero, que no podía regresar a su país, se mantuvo por más de año. En París conoció a la española Acacia Victorio Fernández, con la que se casó y vivió con ella todo el resto de su vida.
Aunque no estuvo presente en el II Congreso de la CLASC, que se realizó del 29 de noviembre al 1ro. de diciembre de 1957, en Santiago de Chile, resultó electo , como miembro del Comité Ejecutivo.
Máspero participó en un Congreso Mundial de Laicos, y una Manifestación Mundial de la JOC, que se realizaron en Roma, Italia, donde estableció buenos contactos, regresó a América Latina a fines de 1958, a Chile, para colaborar con José Goldasck, el Presidente de la CLASC; El último Consejo de la CLASC había decidido una política de ampliación, y necesitaban un hombre para el trabajo en las zonas de
Centroamérica y el Caribe. Maspero fue designado para trabajar a partir del 1ro. de diciembre de 1958, con sede en Venezuela. Aristides Calvani se responsabilizó con el salario para el responsable de la CLASC para esa zona.
Pero su primer viaje no fue a Venezuela, sino a Cuba, donde había triunfado la revolución de Fidel Castro. Estuvo en La Habana del 10 de abril hasta mediados de mayo de 1959. Se reunió con Reinol González y José de Jesús Plana,( quienes habían sido dirigentes de la JOC cubana), que estaban en la dirección de la C.T.C-revolucionaria. Participó en la manifestación del 1ro. de mayo, "Día Internacional del Trabajo"; también se reunión con el Presidente de la CTC-R, David Salvador.
La CLASC elaboró y difundió un documento sobre el proceso de la revolución cubana, donde se exponía claramente el pensamiento ideológico. Después de saludar el triunfo de la revolución, ese documento elaborado por Emilio Maspero decía:
"Apoyamos plenamente todos los planteos revolucionarios tendientes a realizar la reforma agraria, la industrialización, el desarrollo económico, la reforma fiscal, la justa distribución de las riquezas, el pleno empleo, la independencia económica, la soberanía política, siempre que todos estos esfuerzos se dirijan no a consolidar la revolución como fin en sí, sino a permitir más plena y eficazmente el ejercicio de las libertades humanas y la construcción de un nuevo y justo régimen.
…Declaramos finalmente, que la Doctrina Social de la Iglesia, inspirada en valores humanistas y cristianos, en la dignidad humana, en la justicia social, en la libertad y la solidaridad
social, tiene la suficiente fuerza y eficacia para servir de basamento a todos los esfuerzos revolucionarios por construir un orden económico, social y político nuevo y mejor…"
A fines de mayo de 1959, Máspero, en compañía de su esposa Acacia, se instaló en Venezuela. Su primera tarea fue reorganizar los sectores de trabajadores que tenían sus actividades orientadas bajo la Doctrina Social Cristiana, se dedicó a reunirse con los dirigentes del Comité Pro- Federación de Trabajadores Organizados de Venezuela ( COPETROV), que era dirigido por Dagoberto González y Elio Aponte; el Comité Organizador de Sindicatos Autónomos ( CODESA), que había sido fundado y dirigido por el Padre Manuel Aguirre, jesuita, y con dirigentes del "Frente de Trabajadores Copeyanos ( FTC); con COPETROV Y CODESA, se constituyó el "Comité Unitario de Sindicalistas Cristianos ( CUSIC), que se afilió a la CLASC.
El III Congreso de la CLASC se realizó en Quito, Ecuador, en noviembre de 1959 Fue el primero Congreso al que Máspero asistió. Antes se realizó un Seminario, dirigido por él, donde expuso:
"Para nosotros, ni el capitalismo ni el comunismo son la solución acertada, sino la Doctrina Social Cristiana aplicada a la labor sindical. El sindicalismo cristiano propicia una radical transformación de las estructuras económicas y sociales, dentro del marco de la democracia y de la libertad".
El congreso reeligió, por tercera vez, a José Goldsack, de Chile, como Presidente. Se eliminó el cargo de Secretario General, y fueron electos tres Secretarios Ejecutivos: Máspero, Alfredo Di Pacce (argentino) y Fulgencio Barreiro( paraguayo), además una tesorera, Beatriz Marescotti, chilena.
Máspero tendría sede en Venezuela, y responsable para Centroamerica y el Caribe; Barreiro, con sede en Perú, seria el responsable para el Pacífico; y Di Pacce, con sede en Buenos Aires, responsable para Argentina, Chile, Brasil y Paraguay.
En septiembre de 1960 Máspero fue invitado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, y se reunió con los principales dirigentes de la AFL-CIO, entre ellos George Meany y Serafino Rumualdi. Esas reuniones fueron conflictivas, y no aportó nada positivo entre las relaciones de la CLASC y la AFL-CIO.
Máspero inició un recorrido por todos los países de Centroamérica, donde sólo se pudieron constituir grupos de sindicalistas, no organizaciones sindicales, pero se establecieron bases para un futuro mejor.
Emilio Máspero tenía su propia personalidad, y siempre fue provocador, tanto frente a los gobiernos, empresarios, organismos internacionales… y dentro de la misma organización, pero con posiciones propias y alternativas a los problemas. Su primer enfrentamiento interno , a principios de 1961, fue frente al Presidente de la CLASC y al Secretario General de la CISC, Augusto Vanisterdael, con relación a las posiciones ante el sindicalismo cristiano en Colombia.
Mientras Goldsack y el Secretario General de la CISC propugnaban por una política prudente frente a las organizaciones de la ORIT, en Colombia ( donde existían sindicalistas cristianos, antes de nacer la CLASC ), Máspero enfrentó a los sectores que estaban con la otra tendencia sindical.
° A principios de noviembre de 1962 se realizó el IV Congreso de la CLASC, en Caracas, Venezuela, previamente se había realizado un Seminario latinoamericano bajo el título de "Los Trabajadores y la Revolución Latinoamericana" dirigido por Emilio Máspero, con la colaboración de Aristides Calvani y Ramón Silva; director del Instituto INES, de Venezuela.
Ese congreso reeligió por cuarta vez a José Goldsack, como Presidente; Máspero, di Pacce y Barreiro fueron también reelectos como Secretarios Ejecutivos como responsables de las mismas zonas anteriores, sin embargo, el líder de la CLASC era Máspero.
En 1963 se dio un golpe de Estado contra el gobierno del Profesor Juan Bosch, en la República Dominicana. Máspero orientó la CASC, en la toma de posición contra el nuevo gobierno golpista.
En marzo de 1964 la CLASC celebró un Consejo en Brasil, donde se reestructuró internamente la dirección ejecutiva, pendiente de ser aprobada en el próximo Congreso. Máspero pasó a ocupar la Secretaría General. Eduardo García pasó a ocupar el cargo de responsable para el Caribe, y Andrés Mercau para Centroamérica.
Ese Consejo también aprobó un documento que Emilio había redactado "El Manifiesto por la Integración Latinoamericana". El tenía que instalarse en Chile, junto con el Presidente, Goldsack, y el nuevo tesorero, Alfredo di Pacce, donde llegó varias semanas después de la toma de decisión.
Los dos principales problemas que tuvo Máspero en chile fueron:
a) Los problemas internos entre ASICH, fundadora de la CLASC, y el Partido Demócrata Cristiano (PDC), que siempre trató de manipular al sindicalismo cristiano chileno. Emilio se enfrentó al PDC.
b) El padre belga Roger Vekemans, amigo del Secretario General de la CISC, Augusto Vanidestael, formó una fundación llamada "Centro de Desarrollo Económico y Social de América Latina –DESAL". Esa fundación administraba parte de las ayudas de las organizaciones europeas. Máspero creó una fundación propia de la CLASC llamado " Instituto Latinoamericano de Cooperación y Desarrollo (ILACDE).
Su permanencia en Chile no fue muy agradable, pues tanto el PDC, como el Padre Veckermans tenían mucho poder económico y político, mientras la CLASC tenía muy limitados recursos humanos y económicos.
El 31 de marzo de 1964 ocurrió otro acontecimiento que creó problemas internos en la CLASC, que fue el Golpe de Estado en Brasil, contra el gobierno de Joao Goulart.
Los Círculos Operarios de Brasil, que estaba afiliado a la CLASC, apoyó ese Golpe de Estado, pero Máspero, en su condición de Secretario General lo condenó.
Nuevamente la posición del Secretario General de la CISC, y el Presidente de la CLASC eran diferentes.
En 1965 sucedió otro acontecimiento político y militar muy importante, que fue la intervención norteamericana a la República Dominicana. La CASC, afiliada a la CLASC, rechazó el golpe y formó el "Comando Armado Sindical Cristiano- CASC, mientras la ORIT apoyó esa intervención militar. Máspero orientó a la CASC, y estuvo en el país, en la zona rebelde, todavía Santo domingo estaba militarizada por 40.000 marines norteamericanos. Además se entrevistó con Juan Bosch, en Puerto Rico, que era el ideólogo del movimiento constitucionalista.
Del 3 al 8 de octubre de 1966 se realizó el V Congreso de la CLASC, en Panamá. Ese Congreso marcó el inicio del liderazgo indiscutible de Emilio Máspero, como Secretario General, electo en el Congreso y líder político.
Emilio elaboró un documento, que fue aprobado por el Congreso, titulado " Nuevas Dimensiones", que implicaba un cambio estructural, estatutario, programático y estratégico. Se eliminó el cargo de Presidente, y el Secretario General asumió responsabilidades mayores y toda la representatividad. La nueva sede sería Caracas, Venezuela.
A partir de ese Congreso Emilio Máspero asumió el control de la CLASC, cargo que asumió con capacidad, inteligencia, productividad, creatividad y responsabilidad, tanto en los momentos más difíciles como en los de mayores posibilidades.
Todos los demás Congresos, hasta el último realizado en México, en 1998, lo eligieron, casi por unanimidad, como Secretario General. 32 años donde la CLASC, cambió de nombre, pasó a llamarse Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), se crearon organizaciones en todos y cada uno de los países de América Latina y el Caribe, se formaron federaciones profesionales, se realizó un proceso ideológico, y se profundizó sobre la unidad de América Latina. Detrás de todas esas actividades estaba Emilio Máspero, con sus orientaciones y su dinamismo personal.
Del 20al 24 de mayo de 1968 se realizó en Santo Domingo, la I Conferencia Sindical sobre Integración y Desarrollo de América Latina, organizada por la CLAT, previamente se había celebrado el XI Consejo de la CLAT, y el 19 de mayo se hizo el ENCUENTRO DE TRABAJADORES DEL MUNDO, con una participación más de 8.000 trabajadores. En estas actividades participaron delegados de casi todos los países de América Latina, y delegados de Canadá, Estados Unidos, África y Europa; Los discursos centrales de las tres actividades fueron pronunciados por Emilio Máspero, en la plenitud de sus energías, capacidad y dinamismo.
De ahí salió la " CARTA DE SANTO DOMINGO", y se constituyeron los " Equipos de Conferencias Sindicales de América Latina (ECOSAL)".
° Una de sus obras cumbres fue la creación de la Universidad de Trabajadores de América Latina ( UTAL), situada en San Antonio de los Altos, en Venezuela, por donde han pasado miles de dirigentes sindicales de todos los países de América Latina. En la mayoría de los seminarios, cursos, conferencias o coloquios, siempre que la situación lo permitía, la orientación política estuvo a cargo de Emilio Maspero, en su condición de Secretario General de la CLAT.
El carisma de Máspero dependía de un estilo de orador, franco, claro, con lucidez, con buena entonación, ideas claras, mensajes profundos, excelente dicción, propuestas a los problemas y mensaje de esperanza para el futuro de los trabajadores, que era capaz de entusiasmar, emocionar, siempre dejaba a los oyentes una reflexión. Emilio hablaba con el corazón, y estaba convencido de lo que decía, por lo tanto convencía al auditorio.
Como escritor no publicó muchas libros firmados por él, después de "América Latina Hora Cero", pero si se recogieran todas sus ideas se podrían publicar varias decenas de libros con sus obras.
Emilio contó siempre con buenos colaboradores. Desde su inicio con Alfredo di Pacce, Eduardo García, (quién siempre fue su principal colaborador y que ahora lo reemplaza en la Secretaría General), Henry Molina, Enrique Marius, Eduardo Estevez, Rodolfo Romero, su esposa Acacia, que siempre estuvo a su lado, su secretaria Ligia Acosta y otros más que trabajaron con él en el organismo de dirección diaria de la CLAT; y cientos de dirigentes nacionales y regionales, que siempre lo tuvieron como su orientador y ejemplo de sindicalista.
Como ideólogo Emilio tenía un pensamiento claro, era un intelectual, un filósofo con principios humanistas, cristianos, que siempre expuso la doctrina social cristiana, adaptada a los trabajadores, al sindicalismo, que nunca negó ser un cristiano, al contrario lo voceó a todo el mundo, en todos los lugares.
Como estratega Máspero sabía dónde iba, cuáles eran sus objetivos (que eran los de la CLAT), hasta donde quería llegar. Supo detectar cuales eran los adversarios, y "distinguir para unir". Además sabía escuchar a todos los sectores, leer, estudiar y escribir,( que aunque parece sencillo, es muy difícil para un dirigente internacional que vive permanentemente en acción) , lo cual lo mantuvo siempre enterado de todos los acontecimientos mundiales.
Como táctico, Emilio sabía utilizar los recursos humanos y económicos, para poderlos al servicio de la mejor causa. Tenía un olfato natural para conocer las situaciones y las personas.
Como político sindical, fue un ejemplo del trabajo diario, de una producción incalculable, de una acción permanente, en los lugares de los hechos, donde existían los problemas, siempre dando aportes, criterios, sugerencias, ideas, reflexiones.
Hizo todos los esfuerzos para cumplir sus promesas. Como buen ejecutivo su primera labor era cumplir y hacer cumplir los acuerdos y resoluciones de los organismos de dirección.
Esas virtudes, juntas en un líder inteligente, con una memoria privilegiadas para recordar a tiempo hechos, personas, fechas y citas, lo convirtieron en uno de los mejores dirigentes internacionales y mundiales, pues sus aportes no fueron sólo dentro de la CLAT, sino también en sus funciones como vicepresidente de la Confederación Mundial del Trabajo ( CMT), lo cual le permitió emitir sus criterios, opiniones e ideas en Seminarios, Congresos y reuniones de carácter mundial.
Cuando en 1973, se realizó el XVIII Congreso de la CMT, en Evian, Francia, se conoció el "Informe Maspero", un voluminoso documento de más de 800 páginas, con un contenido radical en favor de los cambios revolucionarios, muchos delegados, especialmente del primer mundo, se asustaron y lo rechazaron, pero reconocieron la capacidad de elaboración política y estratégica de él.
° Emilio escribió el prologo al libro "Sindicalismo, Agricultura y Alimentación". De ahí exponemos algunos de sus criterios sobre los campesinos y el movimiento sindical.
LOS CAMPESINOS:
"Es el las áreas rurales donde los llamados procesos de "modernización", de ajustes macroeconómicos, de aperturas indiscriminadas a los mercados globales con total desintegración de los mercados internos, de competitividad salvaje, con la imposición de la economía de mercado sacralizada por los neoliberales, provocan agresivamente los niveles de mayor degradación y deshumanización de las condiciones de vida, de trabajo, de salario, de vivienda, de salud, de educación, de seguridad social…
La crisis profunda que sacude al mundo de hoy victimiza más brutalmente a las mujeres, los niños y los hombres que viven en las áreas rurales."
"El sindicalismo tradicional se implantó y se limitó a las áreas urbanas y privilegió a los trabajadores de las industrias y servicios de punta, los más rentables. Salvo algunas excepciones, dejó abandonados a su propia suerte a los trabajadores de las áreas rurales, sobre todo en África, Asia, América Latina y el Caribe"
LA CLAT Y LOS CAMPESINOS:
"La Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), desde 1960, desarrolla un accionar de primera línea entre los trabajadores de la tierra de América Latina y del Caribe. Fundó la Federación Campesina Latinoamericana – FCL, (ahora FELTRA), como una de las primeras expresiones continentales del campesinado organizado. La mayoría de los mártires de la CLAT, en su historia, son mujeres y hombres que militaron en la línea de fuego de las luchas por la tierra, por los derechos y por la dignidad de los campesinos latinoamericanos y caribeños."
SOBRE LA REFORMA AGRARIA:
"Una de las banderas más importantes es la Reforma Agraria. Ha habido muchas experiencias en esta materia y no pocas de ellas han fracasado por múltiples causas. Pero en la actualidad la democratización de la tierra y el entregar la tierra al que trabaja es un tema clave. En todo el mundo son minorías (personas, familias, empresas, transnacionales) las que monopolizan la propiedad y el usufructo de la mayoría de las tierras cultivables del planeta."
Los aportes de Maspero sobre la Doctrina Social Cristiana, que es el tema central del presente libro, fueron muchas.
La CLAT realizó varios eventos para tratar el tema de la Doctrina, invitando prestigiosos pensadores del humanismo, entre ellos los principales dirigentes del CELAM.
En cada uno de esos eventos las ponencias y exposiciones de Emilio eran brillantes, ante personas que dominaban el tema, tanto desde el lado del sector de la Iglesia, como libres pensadores y sindicalistas.
Para además no había una conferencia del Secretario General de la CLAT, en la cual él no tratara ese tema, porque era su base ideológica.
He aquí algunos extractos de lo que Emilio Maspero expuso sobre la Doctrina Social Cristiana:
LA DOCTRINA SOCIAL:
" En los momentos actuales y más aún en el futuro inmediato, la Doctrina Social Cristiana , está llamada a contribuir positivamente en la necesaria y urgente auto-renovación de las organizaciones de los trabajadores de América Latina y a calificar y enriquecer todo su accionar, en particular en lo que se refiere a su vida ética y cultural, aspectos estos claves para un nuevo y más determinante protagonismo del Movimiento de los Trabajadores , no sólo de cara al conjunto de la clase trabajadora, sino también de cara al pueblo, a la nación, a la sociedad global, tanto en lo nacional como en lo regional e internacional.
Y de éste modo concretar la centralidad del trabajo humano organizado y su neta primacía sobre el capital y la tecnología, garantizar proyectos de sociedades francamente favorables a las grandes mayorías nacionales y populares"
"… La Doctrina Social Cristiana aquí y ahora, tiene mucho que aportar para la autorenovación del Movimiento de los Trabajadores, al ser portadora y promotora del humanismo cristiano, que es el humanismo más radical porque es el más integral, el que dice toda la verdad sobre el hombre, sobre todo el hombre, sobre todos los hombres, y el que más ha profundizado el sentido, la centralidad y la dignidad del trabajo humano, la solidaridad y la justicia social, y también por la escala propia de valores y por las motivaciones últimas en que se fundamenta."
"En el vacío ideo-político que deja la desintegración de los paradigmas sociales hasta ahora dominantes, es evidente que los contenidos de la Doctrina Social Cristiana constituyen un arsenal de principios, de valores, de orientaciones, de reflexiones, de criterios contundentes, por su coherencia y radicalidad y por su potencia ético-cultural, de cara a las tesis neoliberales.
Y es aquí donde el Movimiento de los Trabajadores debe ajustar, actualizar, profundizar su pensamiento y su accionar si quiere encarar la ofensiva neoliberal con chances serios de superarla con respuestas, propuestas y soluciones efectivas y serias."
"En efecto, el Movimiento Sindical, en general, ha quedado sin pensamiento, sin respuestas, sin propuestas, demasiado a la defensiva y en no pocos casos en retroceso ante la ofensiva neoliberal. En la Doctrina Social Cristiana hay sólidas posibilidades para construir una nueva potencia, una nueva dinámica que inspire y que anime la necesaria incoativa y ofensiva socio-política y ético-cultural que los trabajadores organizados deben protagonizar rápidamente para salirle al paso a este capitalismo salvaje y superarlo definitivamente.
"La Doctrina Social Cristiana en sus contenidos más profundos, es la antítesis de estas manipulaciones perversas del neoliberalismo y ratifica que en definitiva son las grandes ideas, los grandes principios y valores lo que seguirán determinando las acciones y los cambios mas profundos en los hombres y en la sociedad."
"La pobreza crítica, la miseria, la exclusión, la opresión y la explotación de los más pobres e indefensos, no son la consecuencia de leyes físicas inevitables, ni tampoco el precio de las inmutables leyes que rigen el progreso. Son bajo el control humano, los hombres pueden –y deben!- tener un juicio moral sobre ellas, aprobarlas o rechazarlas, aceptarlas o modificarlas, condenarlas como injustas o pregonar su justicia…o su cinismo."
"Un llamamiento de la Doctrina Social cristiana para asumir a fondo la lucha por la justicia social, es un argumento formidable para todos los trabajadores organizados de América Latina, un argumento sobre todo de gran poder ético, moral y cultural, pero también para inspirar y motorizar las acciones de todos los días."
Hace poco tiempo el Papa Juan Pablo II le otorgó a Máspero el titulo de Caballero Comendador de la Orden de San Gregorio Magno, en reconocimiento a su inmensa labor sindical.
Máspero dirigió el último Congreso de la CLAT, el XI, realizado, en México, del 9 al 14 de noviembre de 1998, "Comunidad Latinoamericana de Naciones", ó "La CLAT hacia
el Siglo XXI". Como siempre el Informe político y de orientación fue presentado por él.
Emilio Máspero murió físicamente el 31 de mayo del 2000, en Caracas, Venezuela, rodeado de su familia y sus amigos, querido y respetado por todo el movimiento de trabajadores de América Latina y muchos países del mundo.
12 años más tarde, recordamos a EMILIO MÁSPERO, como un ejemplo de dirigente para el sindicalismo honesto, sincero, revolucionario, humanista y eficaz. El más lucido de los sindicalistas latinoamericanos del pasado siglo XX.
VIDEO SOBRE EMILIO MÁSPERO
Autor:
José Gómez Cerda.
Presidente de la Central Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores (CLATJUPAM).
Presidente de la Asociación Dominicana de Periodistas y escritores (ADPE)