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Realidad tras un mundo de fantasía (página 2)

Enviado por Maria Angelica Loeber


Partes: 1, 2, 3, 4

En 1931, conversando con Tolkien y Hugo Dyson, tocaron el tema de los mitos, Jack argumentando que podían ser interesantes, pero que siempre resultaban en farsas. Tolkien responde que el cristianismo es un mito, pero con la particularidad de que es cierto, y que en esto radicaba su belleza. Los mitos humanos se habían vuelto realidad en el momento en que Jesucristo camino por esta tierra, murió y resucito. En una caminata hacía un zoológico, unos cuantos días después de esta conversación, se llevo a cabo la última parte del proceso. Clive seguía pensando en lo que habían hablado aquella noche, y simplemente puede decir que, cuando salió de su habitación no creía que Jesús fuera el Hijo de Dios, y cuando llegó al zoológico, ya lo creía[22]Logro relacionar el centro del universo con una Personas, y no con un lugar, como había supuesto hasta entonces. El ateísmo de Lewis era producto de su pesimismo frente al mundo, pero después de pensar y conocer posturas, pensamientos, y analizar al mundo mismo, se dio cuenta que no es posible que la realidad que vivimos no sea influenciada por un Dios.

LOS INKLINGS

Los Inklings fue un grupo de profesores e intelectuales de la universidad de Oxford creado en 1939 por J.R.R Tolkien, C.S Lewis, Owen Barfield y Christian Williams, destinado a crear un momento en el cual se pudiera discutir de literatura, de filosofía, y compartir los diferentes trabajos escritos por cada uno. Era un grupo informal, pero constante y profundo. Todos ellos eran hombres, como era costumbre en grupos de ese tipo, a excepción de Dorothy Sayers, quien era amiga de Lewis, y era considerada miembro, pero nunca asistió a las reuniones[23]

La palabra Inklings quiere decir Indicios, noción, intuición. Este grupo de personas se reunía en un pub (Nombre abreviado para "Public house", o casa pública), lugar donde se venden bebidas alcohólicas, no alcohólicas y refrigerios, también se tienen platos fuertes en algunos casos, son lugares donde las personas van a recrearse, se tiene juegos y actividades, principalmente de los países angloparlantes, y originarios del Reino Unido[24]El pub donde se reunían los Inklings se conoce como "The Eagle and The Child" (El Águila y el Niño), aunque los integrantes del grupo lo solían llamar "The Bird and the Baby" (El pájaro y el bebé). Este esta ubicado en Oxford, en la calle de St. Giles, y es una pub que ha recibido gran reconocimiento y recibe viajeros interesados en literatura debido a las reuniones que tenían lugar allá. Volviendo en materia, los Inklings se reunían en The Eagle and the Chile todos los Lunes y Viernes, para pasar un rato agradable entre amigos, tomar algunas cervezas y hablar, como ya se había mencionado, de literatura y filosofía, por lo general lo hacían en la parte trasera del lugar, en lo que solía ser una zona privada. Se reunieron en ese lugar desde 1939 hasta 1962, cuando cambiaron a otro pub de la misma calle llamado "Lamb and Flag" (Cordero y bandera).

Aunque estos eran los lugares habituales para reunirse y hablar, nunca leían sus obras en producción allá, para esto se reunían en otros lugares, por lo general en las habitaciones de Lewis en el collage, o la universidad, al caer la noche, y leían los fragmentos de los textos, y mutuamente los criticaban y analizaban para mantener un excelente nivel de producción. En medio de estas reuniones se escribieron las obras más reconocidas, tanto de C.S Lewis como de J.R.R Tolkien, es decir, "Las Crónicas de Narnia" y "El señor de los Anillos", los cuales se publicaron durante la época más activa de la agrupación, la cual se dio en la década de 1950[25]

Los miembros de este grupo eran:

  • J.R.R. Tolkien

  • C. S. Lewis

  • Owen Barfield

  • Charles Williams

  • Adam Fox

  • Percy Bates

  • Hugo Dyson

  • Robert Havard

  • Nevill Coghill

  • Charles Leslie Wrenn

  • Roger Lancelyn Green

  • Colin Hardie

  • R.B. McCallum

Gervase Mathew

C.E. Stevens

J.A.W. Bennett

Lord David Cecil

Christopher Tolkien (hijo de J.R.R. Tolkien)

James Dundas-Grant

John Wain

Warren "Warnie" Lewis (hermano mayor de C. S. Lewis)

Eric Rucker Eddison, por invitación de C.S Lewis

La gran mayoría de ellos compartían una gran pasión por la mitología y la literatura de ficción, además de su devoción al cristianismo, aunque no todos pertenecían a la misma doctrina, mientras que Tolkien era un católico romano adepto, Lewis siempre se caracterizó por ser anglicano, y Williams por ser simplemente cristiano. Sin embargo, en muchos casos son reconocidos por mantener la posición de defender sus creencias y doctrinas, frente al escepticismo que había nacido en la primera Guerra Mundial, y había crecido con la Segunda Guerra[26]Muchos consideran que este grupo de intelectuales, liderados por Lewis, o con él como su principal representante, fueron los que lograron que el cristianismo triunfara en una época tan difícil. Además de lograr en tiempos posteriores llegar a influenciar, confortar e incluso convertir personas al cristianismo. Las obras de los Inklings, en medio de las aventuras de ficción llegaron a cautivar a muchos lectores y los atrajeron a sus creencias y dogmas[27]

Los Inklings, además de discutir y producir gran cantidad de obras, algunas de ellas, con nuevos estilos literarios, también incorporan la teoría de la Literatura como disciplina. Esta consiste en usar el mito y la fantasía como una forma de mostrar la realidades, y no como se cree comúnmente, simplemente para inventar algo. Los Inklings estaban convencidos de que la realidad se podía retratar de alguna forma en los mitos y la imaginación.

"Un territorio (la literatura como disciplina) casi desconocido al día de hoy, en una época —en palabras de C.S. Lewis— "casi patológica en su antirromanticismo", que sigue postergando la creación "fantástica" al mundo de lo mágico, lo irreal y, en definitiva, lo falso. Tolkien y sus amigos dieron buena cuenta de esta falacia con sus miles de páginas dedicadas a la praxis creativa. Abordaron la conquista de un nuevo territorio —el de la realidad— contemplándolo a través del espejo del mito, entendido éste como narración"[28]. Bajo este orden de ideas, todos los Inklings escribieron siempre la realidad que percibían y sus diferentes creencias mediante relatos de fantasía y de mitología, nunca las escribieron bajo escritos no ficticios, el único que lo hizo fue C.S Lewis[29]el cual dejo plasmados sus pensamientos, filosofía y argumentos en libros de teoría, en los que decía directamente lo que quería, son necesidad de analogías. Entre estos libros encontramos, "El Problema del Dolor" o "Cristianismo…y nada más!". En todos los escritos de los Inklings encontramos algo en común, y es como ellos pueden plasmar en sus historias, su visión del cristianismo y de lo que es ser un verdadero cristiano, además de poder llegar a defender con argumentos válidos al cristianismo.

Se considera que el mayor motor de esta sociedad era Lewis, quien fue también quien dio el nombre a los Inklings y quien incluyo a la mayor cantidad de miembros. Aunque se podía decir que era un club, ninguno de ellos considero que estaba haciendo parte de uno, era, más que un club, una reunión eventual de amigos y colegas para hablar. Esto no quiere decir que las reuniones no influyeran en las obras y las vidas de los otros miembros, porque los Inklings eran una parte importante de cada uno de sus miembros y de sus historias. Un ejemplo de esto se puede encontrar en "La Historia de la Edad Media" de J.R.R Tolkien, donde describe un club fantástico llamado "Nocion club", el cual hace referencia a los Inklings. También encontramos esta descripción de Lewis sobre las reuniones, evidenciando la importancia del grupo y de las amistades en su pensamiento y su vida:

"Esos son los momentos de oro; cuando cuatro o cinco de nosotros, después de una ardua caminata diaria, llegábamos a nuestra posada, cuando teníamos nuestras pantuflas puestas, nuestros pies hacia el fuego, y las bebidas en nuestras manos; cuando todo el mundo, y algo más allá del mundo, se abría paso en nuestras mentes mientras hablamos; y nadie tiene un reclamo, o una responsabilidad de otro, pero todos son hombres libres e iguales, como si nos hubiéramos reunido por primera vez hace una hora, mientras que al mismo tiempo un tranquilo afecto desarrollado con los años nos arropaba. La vida—la vida natural—no tienen un mejor regalo que dar. ¿Quién lo hubiera podido merecer?"[30].

J.R.R TOLKIEN

En este trabajo, y en esta sección en particular le quiero dedicar un espacio importante a este autor muy reconocido, en algunos casos más que el mismo Lewis, en vista de que este fue o se conoce como la influencia más marcada en el trabajo de Jack, así como su mejor amigo durante los años que compartieron juntos en el college de la Universidad de Oxford.

Tolkien nace el 3 de enero de 1892, en Sudáfrica. Su nombre completo es John Ronald Reuel Tolkien, siendo Reuel, el segundo nombre de su padre, y que significa "Amigo de Dios". A los 3 años viaja con su madre y su hermano a Inglaterra, donde crece y estudia en Oxford. En 1915 se gradúa con honores del Exeter College de la Universidad de Oxford, con un título de primera clase en idioma inglés, en la modalidad Lingüística Inglesa y Literatura hasta Chaucer. Después de su graduación en vista de que estalla la Primera Guerra Mundial se une al ejercito británico, y pelea con ellos hasta que cae enfermo el 27 de octubre de 1916 por la llamada fiebre de las trincheras, y es trasladado el 8 de noviembre a Inglaterra. En 1925 comienza a trabajar en la universidad de Oxford como profesor de anglosajón en el Pembroke College, y en esta universidad conoce a Lewis.

Al principio tuvieron una relación un poco lejana debido a la diferencia de creencias, pues Lewis era un Ateo agnóstico, y J.R.R Tolkien un católico devoto. Esto se debe principalmente a que desde muy pequeño abrazo la religión, pero luego, al viajar a Inglaterra y ver como su madre luchaba con la situación, siempre con su fe por delante, lo llevó a tener mayor convicción y dejó una gran impresión en sus creencias. Lewis narra en su autobiografía:

"Desde mi primer ingreso al mundo se me había advertido que nunca confiara en un papista (católico) y apenas llegué a la Facultad de Inglés, que nunca confiara en un filólogo (Aquel que estudia las Lenguas). Tolkien era ambas cosas"[31].

Sin embargo, a pesar de algunos prejuicios diferencias, como la forma despreocupada de ser de Lewis, y la impaciente de Tolkien, llegaron a ser grandes amigos y Tolkien marcó un papel importante en la conversión de Lewis al cristianismo, "a través de su estrecha amistad con Tolkien, Lewis encontró a Dios y se convirtió en un cristiano"[32]. Sin contar que fueron mejores amigos desde finales de la década de los 20 hasta principios de los 40, y aunque la amistad se pudo distanciar, nunca terminó. Sin tener las mismas creencias religiosas ambos concordaban en muchos de sus gustos, ambos compartían su gusto por las mitologías antiguas y los cuentos de hadas, además de influenciar cada uno en el otro tanto intelectualmente como en el lenguaje, la imaginación, lo mitos y la religión. También se veían grandes similitudes entre sus vivencias, porque ambos habían tenido que pelear en la Primera Guerra Mundial, quedando con heridas, después de ver toda la maldad que el mundo tenia para ofrecer[33]y ambos debieron ver a sus madres luchar en las situaciones que la vida les pusiera por delante, quedando marcados por ellas.

Entre estos dos autores se puede ver una extraña simbiosis, ya que sin el uno el otro no hubiera creado su obra maestra y viceversa. Tolkien era una persona que disfrutaba mucho de la vida, y que era muy creativa, pero que no escribía con dedicación, así que fue Lewis el encargado de incitar a Tolkien a que terminara su trabajo[34]por otro lado, Tolkien decía que Lewis le ayudo, no solo con la influencia como muchos creen, sino también con el apoyo, por mucho tiempo fue su única audiencia[35]Por otro lado Tolkien le dio a Lewis la capacidad de crear mundos fantásticos, además de que si no hubiera sido por él, Lewis nunca se hubiera convertido al cristianismo y hoy en día no podríamos leer las Crónicas de Narnia. Además ambos se escucharon y se apoyaron entre si mientras escribían sus obras cumbres, debido a esto se pueden encontrar muchas similitudes entre "El Señor de los Anillos" y "Las Crónicas de Narnia".

Aunque esta amistad fue una especial y que marcó a ambos autores también tuvo sus problemas y desacuerdos. Uno de ellos y por lo que ambos escritores se distancian es que, aunque después de las grandes conversaciones entre ambos sobre religión y Dios, Tolkien por fin consigue que Jack se convierta al cristianismo, con el pequeño inconveniente de que el se transforma en anglicano, mientras que Tolkien seguía las creencias católicas. Esta decisión de Lewis ofende al creador de la tierra media, algo que lleva a que la a mistad se enfrié. Otro detalle que disgusta a Tolkien, es que, aunque ambos escriben alegorías cristianas, él casi nunca dejaba que los detalles cristianos, o el contenido religioso saliera a relucir, mientras que para Clive Staples esto era irrelevante, y por lo general dejaba ver mucho la relación entre sus escritos y sus creencias, como lo podremos ver más adelante en "Las Crónicas de Narnia". Otra diferencia entre estos amigos era el gran cuidado con el que Tolkien revisaba sus textos antes de mandarlos a imprimir. Lewis a duras penas les echaba una revisada por encima y lo mandaba a publicar, prácticamente sin revisar[36]

De igual manera en las mismas obras se puede ver la influencia del otro. Se sospecha que los personajes de ents, árboles viejos y muy pensativos y reflexivos sobre la vida, de la tierra media creada por Tolkien están basados en la forma de ser de Jack, mientras que la Trilogía cósmica escrita por este último, tienen por personaje principal a Ransom, un estudiado o erudito de Inglaterra, muy refinado, y el cual, al parecer se inspira en Tolkien.

Un dato curioso es que Lewis siempre admiro a Tolkien y siempre pensó que sus obras eran grandes obras de arte y que llegarían a ser historias de gran reconocimiento, siempre las admiro grandemente y oía sin parar los borradores de su amigo, mientras que Tolkien pensaba en muchos casos que las obras de Lewis no funcionarían, no tendrían el impacto esperado, y, para ser sinceros, no le encontraba agrado alguno. Por ejemplo, la trilogía cósmica, tenía escenas e imágenes muy crudas, cosa que nunca llamó la atención de Tolkien.

Existen muchos otros rumores sobre porque la amistad entre estos dos personajes se enfrió, algunos dicen que Tolkien nunca estuvo de a cuerdo con el matrimonio de Lewis con Joy, pues no le parecía conveniente, ni estaba de acuerdo con sus creencias casarse con una mujer divorciada bajo ninguna circunstancia, como ya lo hemos mencionado J.R.R. Tolkien era un católico muy firme y estricto en sus creencias, mientras que Jack era algo más liberal, sin contar que, sin importar si estaba de acuerdo o no con el matrimonio, al llevarse a cabo el casamiento Tolkien y Lewis, casi dejaron de verse, pues ya no tenían tanto tiempo libre y cada uno debía cumplir con sus responsabilidades. Otro de los rumores es que Lewis nunca le pudo perdonar a Tolkien el que hubiera publicado su libro días antes que las Crónicas, pues esto no permitió que estas tuvieran el impacto que Lewis esperaba tuvieran sobre el público, mientras que "El Señor de los Anillos" tuvo un éxito rotundo, y se llevo todo el reconocimiento. Otra versión dice que Tolkien le oculto a Lewis durante un año que su obra estaba en etapa de producción, pues el no quería que Jack se entrometiera mucho, pues su obra tomaría otro punto de vista, y es algo que no permitiría[37]

Sin importar cuales de estos rumores son ciertos, la verdad es que si estos dos escritores no se hubieran conocido en Oxford, hoy no podríamos disfrutar de las aventuras y mágicas situaciones de dos de las sagas más llamativas y fantásticas de nuestros días, pues sin Tolkien no habría Crónicas, y sin Lewis no habría Señor de los Anillos. Estos autores encontraron una gran influencia en el otro, además de apoyo, y una gran amistad. Y Cada uno logro marcar la vida del otro de una manera inesperada e impactante.

FILOSOFÍA Y PENSAMIENTO

Las obras que C.S Lewis escribió antes de su conversión se trataban principalmente sobre historia de la literatura, y se basaba en análisis obre los diferentes modos de expresión inglesa, por lo que podemos encontrar obras como "Literatura Inglesa en el siglo XVI" o "Alegoría del amor", donde podemos encontrar un estudio que se da entre el amor de la literatura medieval, y el amor cortesano de la época. Sin embargo después de su conversión se dedico a escribir gran cantidad de libros sobre el cristianismo, el verdadero amor y el dolor, sobre el mundo espiritual y su influencia sobre nosotros. Entre sus obras más representativas encontramos "Los Cuatro amores", "Cartas del Diablo a su Sobrino", "Cristianismo…y nada más" y "El Problema del Dolor". En estos libros expone sus principales pensamientos y creencias sobre la fe cristiana. ""El problema del dolor", "Mero cristianismo", son algunos de los libros escritos por Lewis demostrando que la teología no es precisamente aburrida y que por el contrario, puede sumamente amena"[38].

En "Los Cuatro Amores" Lewis muestra como podemos encontrar cuatro diferentes tipos de amor en nuestra vida, estos tipos de amor son el afecto, la amistad, el apasionado y el de caridad; o en sus nombres originales, storge, philia, eros y ágape, respectivamente. El afecto es el amor que se tiene en la familia, entre los miembros de una familia que han tenido que mantenerse juntos. Es un amor natural, y que se desprende del cariño por aquellos que viven con nosotros. La amistad es el amor que se puede desarrollar entre dos personas que tienen una relación muy cercana, por lo general comparten un interés en común. La amistad no se puede buscar como un fin en si misma, sino que se debe buscar algo más allá que permita crear una conexión entre las personas. El tercer tipo de amor es el reconocido como Eros, que se da entre dos amantes, cuando están enamorados; este amor es indiferente a Venus, que es la sexualidad que se puede dar en un pareja; no son lo mismo y no se relacionan. El principal problema de este amor es que se pueden llegar a confundir con un Dios; en este momento se puede convertir en "un demonio"[39]. Es muy difícil que un hombre y una mujer desarrollen una amistad, por lo que su amor se limita al afecto, o a Eros, pues en si no comparten actividades. Por último Lewis habla de un cuarto amor, conocido como Ágape, o caridad, este es el amor más grande de todos y solo lo pueden sentir los cristianos, es un amor que se preocupa por el que esta al lado, y no es egoísta. También es el amor que Dios nos da, y el que lo caracteriza, y mediante este amor, Dios modifica nuestro amor natural. Se debe tener cuidado de no caer en la vanagloria al hacer uso de este amor. El mayor regalo que podemos recibir, es que nos den una amor sobrenatural como el de Dios, pues los otros tres (afecto, amistad y Eros) son solo amores naturales, siendo el de la amistad el menos natural, y en palabras de Lewis "La amistad no tiene un valor de supervivencia, sino más bien es una de las cosas que da valor a la supervivencia"[40]; mientras que el afecto a la familia y Eros son necesarios en el vivir. "Como dice Lewis, la amistad es lo más cercano al cielo que podemos estar en este mundo"[41].

En el libro de "Cartas del diablo a su sobrino" Lewis muestra como pueden ser las posibles formas que el diablo puede usar para tentar a algún creyente, en este caso un joven recién convertido. Es una obra que ha recibido mucho reconocimiento y se puede catalogar como el mejor libro sobre tentación y la victoria sobre ella. Se plantea que la mejor forma para engañar a una persona es despistarla con el "mundo real", el que se percibe con los sentidos, y que no permite que pensemos en algo más allá, o a alcanzar a Dios. Lewis muestra tres focos desde lo cuales se puede engañar al ser humano desde el mundo, desde la carne o desde su propia espiritualidad. "El Mundo y la Carne nos han fallado; queda un tercer poder (disfraz de ángel de luz)"[42]. Se puede tentar mediante el mundo cuando se busca engañar con la vanidad propia, o hacer ver una realidad que en realidad no existe, también cuando se ponen amistades cercanas que en realidad no nos convienen, e intentar que se logre desilusionar de la realidad cristiana, haciéndola parecer hipócrita. Debilitar y dañar los lazos familiares también es otro mecanismo para evitar que el propósito de Dios se cumpla en una vida. Cuando se busca tentar mediante la carne se ponen todo tipo de tentaciones que tengan que ver con nuestros hábitos y nuestros deseos, en este ámbito entran tentaciones que tengan que ver con la sexualidad, con el orgullo, la lascivia, la gula y la perfección. Intentar que se tome posesión de todo lo posible, de modo que se crea con el derecho de modificarlo y destruirlo al antojo de cada persona; y hacer parecer que todo se basa en fases, y siendo lo espiritual una de ellas, así con el tiempo se deja de lado. Otro aspecto de la carne es tomar todo a la ligereza, y en medio de chistes. La alegría es una cualidad positiva, pero el chiste y la ligereza, son completamente lo contrario aunque se puedan confundir, la ligereza hace que se le vea el ridículo a todo, por lo que en realidad no se adora nada, y no se toma nada en serio.

Una característica importante de la carne del hombre es su "ondulación". "Los humanos son anfibios: mitad espíritu y mitad animal, (…). Esto significa que mientras su espíritu puede estar orientado hacia un objeto eterno, sus cuerpos, pasiones y fantasías están cambiando constantemente"[43]. Esta característica hace que se tengan altibajos en la vida, y que sintamos mucha emoción por algo, y luego la perdamos. Por último nos pueden tentar mediante la espiritualidad, haciendo que tornemos orgullosos por nuestros buenos actos, y que intentemos cambiar el cristianismo a nuestro parecer para evitar caer en la monotonía, creando nuevas sectas y corrientes que no son correctas. También busca que se den diferentes problemas al interior de una relación, con la diferencia en los sexos, y el desinterés de un modo negativo creando crisis; e intentando hacer parecer que la oración en realidad no sirve mediante dos medios. El primero que las oraciones no se cumplen, por lo cual son ineficaces; el segundo, que igual lo que se pidió se iba a cumplir y que la oración no influyo. Y otra forma de tentación expuesta e el libro es hacer crecer tanto el odio como el miedo, pues con estos también crece el rencor frente a otras personas y es más factible cometer otras acciones, y también se debe evitar la cobardía pues se sentiría vergüenza por esta y se intentaría buscar algo más allá. Por último, Lewis hace un interesante análisis de como el futuro puede influir en nuestro caminar diario. "Nosotros queremos un hombre atormentado por el futuro"[44]; el futuro es algo que en realidad no existe, y es lo que se encuentra más alejado de la realidad, y de Dios, por lo que si se logra que nos enfoquemos en él, y vivamos para él, se lograra terminar con la comunión y la confianza que debemos tener en Dios. Para resumir, lo más importante en todos los mecanismos de tentación es lograr que la persona se mantenga ocupada, y que en realidad no ponga atención a lo importante, que adore imágenes, o no haga oraciones de valor, que siempre este pendiente en otras cosas, y que no logre trascender a razones más allá, sino simplemente que se aleje de Dios sin darse cuenta, creyendo que todo lo que hace lo hace por él.

En "Cristianismo… y ¡nada más!" se muestra una gran introducción a lo que es ser cristiano y a la fe cristiana. Este libro se baso en unas charlas que emitió Lewis durante la Segunda Guerra Mundial por la cadena de radio BBC. Se considera que es de los libros más importantes de este autor. Se basa en tres importantes puntos: el cristianismo, la conducta cristiana y más allá de la personalidad. Se habla de que cuando se anteponen demandas exteriores, como la moralidad, a los deseos del yo, nos consideramos buenos. Debemos entregar todo a Cristo, y dejar todo nuestro yo de lado, pues siempre nos llevara a hacer cosas que se podrían considerar malas. Mientras esperemos que después de hacer lo bueno, quede tiempo para que el yo haga lo que quiera viviremos de forma desdichada, o dejaremos de hacer lo bueno. Cuando Cristo llega a una vida, no pide solo que se le entregue una parte de la voluntad, quiere que se le de toda la voluntad propia, para el poder cambiarla por la voluntad de él. En la doctrina cristiana podemos encontrar qué es convertirse en cristiano, es muy difícil en el punto que se debe "tomar la cruz" y permitir que todo lo que somos muera, pero después Jesús dice "mi yugo es fácil y ligera mi carga"[45]. Por lo que podemos entender que el ser cristiano tiene tanto un carácter difícil como uno fácil. Los cristianos están intentado mantener lo que son, tomando el camino más difícil, pues intentan seguir lo que creen que les dará felicidad, como riquezas y poder, pero al mismo tiempo ser humildes, lo cual es algo muy difícil. Para seguir el camino de Jesús debemos renunciar a todo lo malo que hay en nosotros, aprender a anteponer a Jesús en nuestras decisiones. La iglesia solo es un medio para llevar a los hombres a Dios y ayudarlos a dejar su naturaleza carnal de lado, y todo esto solo para cumplir con el propósito que tenemos, que es volver a reunirnos con Cristo, y que todo comienza a estar bien. "La pesadilla habrá pasado y brillara la mañana"[46]. Todos los humanos conocen y tienen una ley moral que es real, pero que pueden respetar o romper, pues tienen la libertad de escoger. La ley moral es algo que los hombres tenemos instintivamente en nosotros, en la que concuerdan tanto personas creyentes como no creyentes. En nosotros también es instintivo el deseo, y en algunos casos la alegría, que es desear algo que desearlo es mejor que satisfacerlo, y en vista que se desea algo, ese algo debe existir.

El mal es un parasito que cambia lo bueno en malo, y quien lidera estos cambios podría ser Satán. El cristianismo comienza cuando entendemos esa ley moral, y la relacionamos con el propósito que tuvo Jesús para venir. Vino para limpiar y dejar al hombre libre de pecados, pues el solo no logra auto-justificarse. Lewis justifica, o habla de Jesús como hijo de Dios basado en que una persona que dijera todo lo que el dijo solo podría ser un lunático, satánico o lo que estaba diciendo; "Usted tiene que escoger; este era y es el hijo de Dios, o fue un loco o algo peor. Usted lo puede tomar por un demonio o puede caer a sus pies y llamarlo Señor y Dios, pero nunca venga apoyando la idea absurda de que El fue solamente un gran maestro de moral"[47]. El final del libro explora la ética que se desarrolla en una persona gracias a su fe y su creencia en Dios.

Por último otro de sus importantes trabajos sobre filosofía cristiana lo encontramos en "El Problema del Dolor", un libro en el que muestra que el dolor tiene un fundamento y una razón de ser. En sus tiempos de ateo su argumento más fuerte se basaba en como un Dios bueno y todopoderoso podía crear un mundo tan malo, donde todas las criaturas sufrían. En este libro se encarga de tumbar esta postura mediante argumentos muy validos. No intenta que las personas dejen de sufrir, solo explica porque lo hacen; y su relación con Dios. "Al vernos enfrentados al dolor – un poco de valentía ayuda más que muchos conocimientos; un poco de comprensión, más que mucha valentía, y el más leve indicio del amor de Dios, más que todo lo demás"[48]. Si el universo en realidad es tan malo, y todo se dirige a la nada y la destrucción, es poco probable que las criaturas tuvieran la convicción de que el bien existía, lo cual es un punto a favor de Dios. El universo como lo vemos no podía llegar a ser el fundamento del cristianismo o la religión en general. Durante mucho tiempo todas las civilizaciones y épocas han tenido presente tanto la religión, como el dolor, lo cual implica que no es pura invención de algunas personas lo que conocemos como Dios. Ahora Dios podría detener toda la maldad si quisiera, en vista de su omnipotencia, pero si lo hace dejaría de lado todas aquellas leyes que creo para regirnos, y dejarían de ser milagros los escasos actos en los que de hecho no las hace cumplir. No siempre puede arreglar los males que el hombre hace, porque seria en parte quitar la libertad al hombre, y en parte dejar sin vida a la misma vida. Para hablar de el porque del dolor, también se debe amar de la benevolencia y del amor. Comenzando por diferenciarlos, la benevolencia solo busca la felicidad, sin importar el precio de esta, en realidad solo es dejar que el ser que se aprecia haga lo que quiera mientras sea feliz. Por otro lado el amor, sin importar si la criatura es del todo feliz o no, busca es que se haga lo correcto, y así al final se podrá alcanzar un felicidad mayor y pura. El amor que Dios siente por nosotros es de tal magnitud, que, aunque nunca nos desprecia, si espera que nos convirtamos en lo que el quiere, y lleguemos a la mayor perfección que el logre darnos, sin embargo, este proceso implica dolor, pues es ser corregidos constantemente y permitir que nuestros defectos sean borrados, un proceso que en si duele, pero que al final permite que Dios nos ame con todo su amor, con lo cual alcanzaremos la felicidad.

Tanta corrección se debe a que el hombre en medio de su uso del libre albedrío, ha escogido amarse más a él mismo que a Dios, y es una decisión frente a la que Dios no puede hacer nada, pues el por amor nos permitió escoger. En el momento en que el hombre escogió al hombre por encima de Dios, su relación espiritual con el se daño, lo que hace que deban existir algunas leyes naturales, que permitan regir al hombre cuando no se puede espiritualmente. El bien que debemos buscar después de que la raza se ha deteriorado, es un bien que debe buscar reparar lo dañado y recuperar la relación con Dios, y allí el dolor juega un papel importante. Solo el hecho de saber que somos una raza caída genera vergüenza y dolor, otra parte del dolor es producida por unas almas sobre otras, cuando estas dejan de estar en la posición para la cual Dios la había creado; pero también el dolor es usado por Dios para avisar que algo anda mal, así como en el cuerpo avisa la presencia de alguna enfermedad, en lo mental implica que algo no esta bien. El solo hecho de devolver nuestra propia voluntad para someternos a la de Idos, es un proceso doloroso, pues por mucho tiempo hemos luchado por declararla como nuestra, "es una especie de muerte"[49]. El proceso de abandonar la voluntad solo se empieza si se sabe que algo esta mal, para lo cual es necesario el dolor, pues a diferencia del error y del pecado, el dolor se percibe, y con el tiempo se vuelve insoportable. Ahora, el resultado no siempre es el mejor; frente a la presencia de dolor pueden haber dos resultados posibles: el buscar mejorar, o la rebelión completa del hombre. Después que el dolor ha quitado la idea de que todo anda bien, procede a quitar la idea de que lo que tenemos nos pertenece; pues en muchas ocasiones permitimos que otras cosas ocupen el lugar de Dios, y así Dios usa el dolor para quitar esa felicidad aparente que tenemos, y dependamos solo de él. Hay una tercera función que es cuando nuestros deseos no son contrarios a Dios, pero lo dejan de lado, así el abandono total de Dios es necesario que produzca dolor. Los problemas son mandados por Dios para probarnos, y saber la obediencia que somos capaces de dar, así la obediencia también se ve en el dolor, pues debido al temor y la compasión que se sienten alrededor del dolor, es que el hombre crece como persona y se acerca a lo que Dios quiere. Los problemas son necesarios para enseñarnos nuestra dependencia a Dios, pues es lo único que tenemos todo el tiempo. La última parte del libro toca el tema del cielo. Lewis considera que el cielo es algo que en realidad no sabemos lo que es, pero que es algo que siempre hemos deseado. Es el lugar donde llegan las recompensas, y donde todo nuestro dolor no se podrá comparar con las maravillas y la alegría que podremos experimentar. Es un lugar o estado en el cual podremos recibir todo el amor de Dios, y cada uno de una forma diferente, pues cada uno es alguien diferente y Dios lo ha querido así. Y el libro termina con esperanza, de encontrar todo aquello que hemos deseado vagamente en el mundo, pues en el cielo por fin se hará realidad.

LAS CRÓNICAS DE NARNIA

Unas de las obras cumbre de C.S Lewis, y por las cuales ha resaltado y vuelto ha ser reconocido en los últimos años, han sido "Las Crónicas de Narnia", saga compuesta por siete historias ligadas entre si por un mundo, mágico, nuevo e inimaginable, excepto, claro esta, para una mente como la de Lewis. Mediante estas historias se pueden vivir grandes aventuras, llenas de enseñanzas, mitología y grandes personajes con los cuales nos podemos relacionar.

Estas crónicas tienen un contenido moral, y muy relacionado con el cristianismo, además de tener un carácter infantil. Lewis escribió estos relatos en un orden diferente a la cronología narniana, la primera obra en ser escrita fue "El León, la Bruja y el Ropero", la cual es considerada como la segunda parte de este relato. Como ya se había mencionado la idea original de Lewis era solo escribir esta historia, pero después debido a la presión del público tuvo que publicar un libro por año desde 1950 a 1956. La segunda parte en ser escrita fue "El Príncipe Caspian", cuarta parte teniendo en cuenta la cronología narniana; a esta le siguió "La Travesía del Viajero del Alba". La cuarta parte fue "La silla de Plata"; a la cual siguió "El Caballo y el Niño", la cual se cuenta como la tercera parte de la historia. La sexta parte de esta colección en ser escrita fue "El Sobrino del Mago", la cual es la historia de apertura a todas las aventuras vividas en Narnia, y por último, se escribió "La Última Batalla". Cada parte de la saga le agrega un componente importante a la aventura en general, además de que cada una por aparte trae su propia historia y mensaje. Cada libro nos presenta nuevos personajes que complementan cada vez más a Narnia como un mundo lleno de grandes y pequeños héroes, que nos enseña que cada persona tiene un propósito, y que siempre se va a librar una batalla entre el Bien y el Mal, pero que si nos mantenemos firmes, el Bien siempre ganará.

CONTENIDO

A continuación se presenta el contenido que podemos encontrar en cada parte de "Las Crónicas de Narnia. Estas están organizadas en el orden cronológico de la obra, mas no en el que fueron escritas:

El Sobrino del Mago

En el orden cronológico de la historia, es el primer relato de Narnia. El motivo que llevo a Lewis a escribir esta parte fue que se dio cuenta que el público tenia algunas dudas sobre los detalles de "El León, la Bruja y el Ropero", y de los otros libros, no entendía como podían haber comenzado todas las aventuras, porque había algunos detalles en la tierra de Narnia, siendo de nuestro mundo.

Este relato comienza describiendo la vida de Digory, un niño del campo, que debe mudarse a Londres, cuyo padre se encuentra en la India, y su madre muy enferma, en un estado de muy pocas esperanzas, motivos que lo obligan a mudarse con sus tíos, dos solteros que viven solos. Su tío, llamado Andrew siempre ha sido muy reservado y se la pasa metido en el desván de la casa (lugar con la entrada prohibida a cualquier otra persona), actuando de forma muy rara, situación que no le gusta para nada a Digory, y siempre lo ha considerado peligroso. Bajo estas circunstancias, Digory conoce a Polly, la vecina de sus tíos, una niña de su misma edad con la cual se vuelven buenos amigos, y se proponen disfrutar ese verano y vivir grandes aventuras. Lamentablemente "fue uno de los veranos más lluviosos y fríos que había habido en muchos años, y eso los obligó a realizar actividades de interior"[50]. Al explorarla descubren un túnel en la guardilla que conecta todas las casas de la cuadra, y deciden vivir aventuras y entrar la casa desocupada de la cuadra. Al llevar a cabo su hacen un mal cálculo, entrando en el desván del tío Andrew, y no al de la siguiente casa. Al entrar notan unos anillos amarillos y verdes, que emitían un pequeño zumbido, pero antes de volver en el túnel, el tío de Digory los vio, y comenzó a hablar de sus experimentos. Al principio con una expresión aterradora, pero después cambia de actitud a una muy amable, no sin segundas intenciones desde luego. Regala uno de los anillos amarillos a Polly, pero en el momento que ella lo toca, desaparece de la habitación. Digory exige una explicación, a la cual su tío le da una respuesta inmediata, explicando que el era un mago, y los anillos estaban hecho de un polvo mágico, pero que no estaba seguro de sus propiedades. Después un tiempo de conversar, Digory recibe instrucciones del tío Andrew para poder ir en busca de Polly. Le entrega un anillo amarillo y dos verdes, creyendo que, así como los amarillos hacían ir a un universo paralelo, los verdes harían que los niños volvieran a casa. Después de cierta meditación, Digory se coloca el anillo verde y va en rescate de Polly.

Aunque al principio tiene una sensación rara, y todo a su alrededor se desvanece, termina parado en medio de un bosque, un bosque silencioso, en el cual no parece haber señales de vida, con árboles muy altos y muchos estanques. Tras haber detallado esto, encuentra una niña medio adormilada, y tras una pequeña conversación ambos (la niña era Polly) se reconocen, y recuerdan lo que les sucedido. Deciden que antes de volver a casa, pueden intentar conocer otros mundos saltando a otros estanques, en vista que llegaron al bosque por uno de ellos. En medio de los intentos para volver a casa y llegar a otros mundos se dan cuenta que los cálculos del tío Andrew eran erróneos, los anillos amarillos llevaban al bosque, y los verdes alejaban de él, no llevaban a casa. Al saltar en otro estanque terminan en un mundo en ruinas, muy frío, muy antiguo y al parecer deshabitado. Después de explorar algunas ruinas, con piedra de color rojizo, encuentran una sala con muchas estatuas, muy reales y coloridas, que parecían de la nobleza, sobresaliendo la última figura, una mujer de gran belleza y estatura, aunque de expresión frívola y severa. En medio de la habitación hay una campana, con un acertijo que decía así:

"Haz tu elección, aventurero desconocido;

Golpea la campana y aguarda el peligro,

O pregúntate hasta enloquecer,

qué habría sucedido si lo llegas a hacer"[51].

Polly quiere volver a casa antes de meterse en líos, pero Digory cegado por la curiosidad y por cierto encanto del acertijo, decide tocar la campana, produciendo dos eventos. El primero, todo comienza a temblar y derrumbarse, debido al fuerte ruido, y la segunda, la estatua que resaltaba, la de la mujer, cobra vida. Ella, camina hacia los niños y comienza a interrogarlos, de cómo habían llegado hasta allá y roto el hechizo. Durante esta conversación todo comienza a derrumbarse, por lo que comienzan a correr, tratando de llegar a la salida antes de que sea tarde. En medio de la huida, la mujer se presenta. Su nombre es Jadis, mitad gigante y mitad genio, conoce de magia y es la Reina de Charn, el mundo en el que se encuentran. Este ya es un mundo viejo a punto de morir, y se encuentra deshabitado, porque en medio de una guerra, con su hermana, usa un poco de magia acabando con cualquier tipo de vida menos la propia. Después de contar la historia del lugar, logra enterarse que el mundo de los niños es mucho más joven, y planea llegar a él y gobernarlo. Digory y Polly para huir usan los anillos, llegando de nuevo al bosque entre los mundos. Pero sin darse cuenta, y en vista de que no conocen las propiedades de los anillos, llevan a la reina, o bruja, con ellos, aunque se encontraba completamente debilitada en él.

En medio de la angustia y el temor, hacen lo posible por llegar a casa lo más pronto que puedan. Cambian los anillos y se lanzan al estanque que lleva a nuestro mundo, llegando de nuevo al ático del tío Andrew, quien se sorprende enormemente al ver que los niños se encuentran acompañados de una dama elegante y de porte real, la cuál se las había arreglado para agarrar a Digory, mientras él saltaba en el estanque. En nuestro mundo se ve mucho más soberbia, y atemorizante. Al instante, entendiendo que es de otro mundo, el tío Andrew se pone a su servicio. Jadis le ordena le consiga transporte y le muestre la forma más fácil de dominar el mundo, a lo cual el tío andrew hace caso, más por temor que por obediencia. Polly va a su casa prometiendo que regresará. Mientras tanto el tío Andrew se encontraba haciendo preparativos y tratando de calmarse, después del "éxito" de su experimento. Finalmente, tras un encuentro, nada agradable con la tía de Digory, Andrew y la bruja salen de la casa, y Digory queda pensando como solucionar todo aquel embrollo.

Después unas cuantas horas el tío vuelve la reina a casa, en un carruaje tirado por un caballo, que se encuentra en un estado de conmoción y nervios impactante. Aparecen causando gran estrépito, seguidos de la policía, y dando un espectáculo público. En ese momento Polly vuelve al lado de Digory, y entre ambos se las ingenian para poder llevarse a Jadis de la Tierra y devolverla a su mundo. Digory consigue entrar por entre la multitud a donde se encuentra la Reina, con una pedazo de un farol en la mano, y logra asirla de un tobillo, Polly se coloca el anillo amarillo, y como el efecto de un imán, salen de nuestro mundo, yendo a parar al bosque. En este viaje, además de llevar a la Reina Jadis con ellos también transportan al tío Andrew, al caballo del carruaje y al cochero (dueño del caballo). En el bosque, el caballo, llamado Fresón, trata de tomar agua, pero en el momento que llega al estanque, Digory y Polly cambian de anillos, y estando todos agarrados, vuelven a transportarse todos, en este caso a la oscuridad misma, a la nada. En medio de la oscuridad el tío Andrew intenta hacer que Digory, con el anillo, los haga volver a ambos a casa, sin ningún resultado. Se comienza a escuchar una voz, distante y sin palabras, más bien como una melodía, pero una melodía hermosa y profunda, que logra crear armonía y tranquilidad en los corazones de Digory, Polly, el caballo y su dueño; pero a la bruja (y el tío Andrew, les produce una sensación de repulsión y rechazo, además de desesperación. Con el pasar de la melodía, se le unen innumerables voces más, en completa armonía con la primera[52]y aparecen en la oscuridad, de repente muchas estrellas, dando la impresión que estas se unen a la canción, y que la voz profunda hizo que estas aparecieran. Comienza a amanecer, ven el suelo bajo ellos, y la voz sigue cantando ininterrumpidamente, más fuerte y triunfante, aunque la voz de las estrellas se debilita. Cuando por fin ven donde están, se encuentran en un valle con un río serpenteando, con montañas y colinas, pero sin vegetación, y lo que más les sorprende: ven a un león enorme y radiante, el cantor de la hermosa melodía. También ven, después de una pequeña disputa porque los magos quieren quitar los anillos a los niños, que termina con una amenaza de parte de estos de irse dejando a los demás, como la tierra comienza a florecer y nacen árboles de todo tipo y tamaño, con una nueva melodía entonada por el León. Polly logra percibir que existe una relación entre la melodía del león y cada cosa que aparecía. Los niños sentían temor, pues el león se acercaba cada vez más a ellos, pero al mismo tiempo lo deseaban.

En medio de este espectáculo de creación, la Reina lanza la barra del farol al león, la cual le pega y cae al piso, sin causar ningún cambio en él, la estaca crece dando un farol en medio de los árboles. Después de esto la Bruja sale corriendo hacia los árboles. Por otro lado el tío Andrew, se encuentra tan atemorizado, que las piernas ni siquiera se pueden mover para salir huyendo. Después de que las plantas y flores han crecido, el león cambia la melodía y el suelo comienza a borbotear, y de cada "burbuja" sale una especie de animal, perros, tigres, ardillas, osos, e incluso elefantes. Fresón corre a unirse con los otros animales, y la canción se detiene. El León ahora pasea entre los animales acercándose a algunas parejas de ellos, y separándolos, estos forman un círculo a su alrededor, mientras los otros se dispersan. Se da un silencio completo, los animales más pequeños crecieron, y los más grandes se encogieron un poco. Entonces una voz dijo: "Narnia, Narnia, Narnia, despierta. Ama. Piensa. Habla. Sed árboles andantes. Sed bestias parlantes. Sed aguas divina"[53].

La voz era la de Aslan, el León, lo cuál era esperado pero sobresalto a los niños. Al instante salieron diosas y dioses de los árboles y aguas, además de enanos, faunos y muchos seres mágicos. Además los animales reunidos alrededor de Aslan, se han vuelto parlantes, incluyendo a Fresón. Después de entregarles la tierra, Aslan escoge a unos cuantos para mantener a Narnia a salvo, en vista que ya había una criatura malvada en el mundo. Digory decide acercarse para saber si Aslan le puede dar algo para salvar a su madre, pero, junto con Polly, es sometido a un interrogatorio sobre la bruja. Además el cochero, y su esposa, traída a Narnia por Aslan, son nombrados los primeros reyes de Narnia. Aslan da instrucciones a Digory, para que ayude a Narnia a mantenerse a salvo durante algún tiempo. Debe ir con Polly, y Fresón, a quien había convertido en un caballo alado, llamado Alado, por una semilla especial.

La travesía duro hasta el otro día, pues tienen que salir de los territorios de Narnia, hacia el norte. Allí encontrar un bosque, o jardín especial, en cuya entrada hay una advertencia de tomar el fruto solo para otros, y no para intereses propios, pues se hallaría la desdicha. Dentro del jardín Digory encuentra el árbol fácilmente, un árbol con manzanas plateadas. Toma una manzana y la guarda, pero en el momento que va a marcharse encuentra a Jadis, quien acaba de comer una manzana. Tras una carrera hasta donde estaban Alado y Polly, la reina logra alcanzarlos. Dice a Digory que la manzana que tiene es la manzana de la juventud y la vida, e intenta tentarlo para que el coma la manzana, o se la lleve a su enferma madre de modo que pueda recuperarse, idea que él ya había tenido. Sin embargo, Digory no se deja persuadir y finalmente emprenden su viaje de regreso, llegando, en el crepúsculo, donde Aslan, a quien entregan la manzana. Plantan el árbol, y coronan al cochero y su esposa, y se da una tarde de celebración. En medio de todas lo vivido en Narnia, el tío Andrew se las arregla para no escuchar a ningún animal, y se encuentra en un estado de gran nerviosismo y miedo, pero Aslan hace lo único que esta a su alcance para ayudarlo, lo hace dormir. El árbol de la semilla que trajo el niño, ya ha crecido y Aslan explica, que debido a que la Reina tomó una de las manzanas, lo que para los narnianos será alegría, vida y salud, para ella será muerte, desesperación y horror. También le dice a Digory que tome uno de sus frutos para llevárselo a su madre y que ella pueda curarse. Por último, antes de llevarlos de nuevo a casa, Aslan lleva a los niños al bosque de los estanques dándoles una advertencia y una orden. La primera es que nuestro mundo tenga cuidado de tener tiranos que no se preocupen por la justicia, la felicidad y la compasión, como la emperatriz Jadis; la segunda que entierren todos los anillos y los quiten de manos del tío Andrew. Después de estas palabras, sin darse cuenta a que horas, se ven llenos de la esencia de Aslan, de una felicidad y paz profunda, y luego en Londres, en la esquina del farol, donde habían desaparecido la última vez, en el mismo instante, junto con el tío Andrew. Para terminar la historia solo falta decir que Digory, dio la manzana a su madre quien curó, los anillos fueron enterrados, alrededor del corazón de la manzana de la Vida, en el patio. Digory fue a vivir al campo con su madre y su padre, y Polly iba a visitarlo cada año, siempre fueron amigos. Y cuando Digory era mayor, el árbol del patio creció, siempre recordando Narnia, durante una tormenta fue derribado, por lo que con su madera se construyo un armario que se encuentra en la casa de campo del profesor Kirke (Digory).

El León, la Bruja y el Armario

Es la segunda aventura de "Las Crónicas de Narnia", pero la historia original. Es el libro que ya cuenta con su propia versión en la pantalla grande. La historia surgió durante la Segunda Guerra Mundial, basada en una situación real. Cuando Londres estaba siendo bombardeada por los alemanes, cuatro niños (hermanos), llegaron a resguardarse en la casa de campo de Lewis, al igual que en la historia de "El León, la Bruja y el Armario".

Peter, Susan, Edmund y Lucy son los cuatro hermanos Pevensie, quienes van a la casa del Profesor Kirke durante la Segunda guerra Mundial, para estar a salvo de las bombas que caen en Londres. Esta casa es inmensa, y tiene muchas habitaciones, además muchos turistas van a verla, liderados por la Sra. Macready, el ama de llaves. Ella odia que los niños se unan al grupo o se atraviesen en su camino cuando se encuentra dando un recorrido por la casa. Los niños, aunque nostálgicos por no estar en casa, están muy emocionados, pues saben que en una casa tan grande y sin nadie que los vigile la pueden pasar muy bien. Planean salir al día siguiente, pero en vista de una fuerte lluvia, que se los impide, deciden investigar la mansión. Entran a diferentes habitaciones, cada una llena de cosas inesperadas y sorprendentes, pero en la última habitación solo ven un armario, y nada más. Los tres mayores al no ver nada interesante vuelven a salir de la habitación, pero la menor, Lucy, decide entrar a él, solo para sentir los abrigos en su cara, pues le encanta como esto se siente. Deja algo abierta la puerta y comienza a caminar hacia el fondo teniendo cuidado de no chocar con el fondo, pero nunca llega a él, lo que encuentra son ramas de árboles, y luego una sensación de frío.

Al seguir caminando termina parada en medio de un bosque nevado, en el cual decide aventurarse y conocer. Lo primero que encuentra es un farol encendido, en medio de los árboles. Mientras lo contempla, se encuentra con un ser que jamás había visto. "Era apenas un poco más alto que Lucy y sostenía un paraguas sobre la cabeza (…). De la cintura para arriba era igual que un hombre, pero sus piernas eran como las de una cabra"[54]. Había encontrado un fauno, cuyo nombre era Tumnus. Luego de reponerse de la sorpresa, Tumnus hace varias preguntas, como si es una Hija de Eva (humana) y cómo entro a Narnia, explicándole que esta era toda la tierra entre el farol y el mar, donde se encontraban en ese momento. A lo cual Lucy responde que entró por el armario, dato que el fauno no entendió. Con el transcurrir de la conversación el fauno invita a Lucy a merendar, a lo que la niña acepta, después de dudarlo. No habían caminado mucho, cuando llegaron a una acogedora cueva. Mientras comen el fauno le cuenta historias de Narnia, de las ninfas, los enanos, Baco y los bailes de verano, terminando de una forma nostálgica: "Aunque ahora siempre es invierno"[55]. Saca una curiosa flauta y comienza a tocar una hermosa melodía, que hizo que Lucy quisiera saltar, reír, bailar y dormir, todo al tiempo. Finalmente Lucy se da cuenta que ya han pasado varias horas y que debería regresar a casa, a lo cuál el fauno responde que ya es tarde en medio de un mar de lágrimas. Termina de contar la historia a Lucy. Ahora Narnia se encuentra bajo el dominio de la Bruja Blanca, quien había dado la orden a Tumnus, que si alguna vez encontraba un humano debía llevarlo a ella, si no lo hacía recibiría un gran castigo, y terminaría convertido en piedra. La niña en medio de la angustia de ser raptada, le ruega al fauno que no lo haga, y Tumnus la ayuda a regresar al farol donde se habían encontrado. Desde allí Lucy sigue corriendo y vuelve al armario y a la casa del profesor. Sale corriendo y gritando que ha vuelto, pero para sus hermanos no ha pasado ni un segundo, desde que Lucy entró a Narnia, por lo que creen que ella ha inventado toda la historia de aquel mundo en el armario, además que deciden revisarlo, encontrando el fondo del armario donde debía estar. Piensan que todo es una broma. Durante días Lucy se sintió desdichada y Edmund, el hermano que le seguía en edad, se encargo de mortificarla más. Los días eran soleados, por lo que estaban afuera, las aventuras vuelven el siguiente día de lluvia. Los Pevensie deciden jugar al escondite, y Lucy va al armario, no para esconderse allí, sino para revisarlo antes de esconderse. Edmund la ve y la sigue, y entra en el armario detrás de Lucy, sin que ella lo sepa. La buscó e el armario, pero no la encontró, y al seguir caminando, llega a Narnia. Comienza a llamar a Lucy sin recibir respuesta, cuando de repente escucha unos cascabeles, y ve un trineo con dos renos, manejado por un enano, y con una hermosa dama, blanca y severa, en la parte de atrás. El trineo se detiene, y Edmund se entera que la dama es una reina, tras haber cruzado algunas palabras, y la reina se entera que el es un humano, noticia que no le gusta. Piensa deshacerse de él, pero decide mostrarse amable y ofrecerle chocolate caliente y delicias turcas. Mientras come, la Reina le hace muchas preguntas, a la cuales Edmund siempre responde, cada vez perdiendo más el temor. Le dice que tiene un hermano y dos hermanas, de las cuales una ya había entrado conociendo a un fauno, y la reina muestra especial interés en que sean cuatro.

"¿Estás seguro de que sois cuatro?- preguntaba- ¿Dos Hijos de Adán y dos Hijas de Eva, ni uno más ni uno menos?; Y Edmund, con la boca llena de delicias turcas, contestaba una y otra vez: – Sí, ya se lo he dicho-"[56].

Cuando Edmund acaba las delicias turcas, pide más, pues eran mágicas y adictivas, pero la Reina, no se las da y le dice que quiere conocer a sus hermanos, que cuando los lleve con él a su castillo, le daría más delicias turcas y lo convertiría en rey, dándole las instrucciones para llegar al castillo, pero advirtiéndole que no le diga a sus hermanos, pues si ya una había entrado era posible que tuviera una mala concepción de ella. Una vez dicho esto, el trineo desaparece en la neblina, y aparece Lucy en medio del bosque, quien se emociona muchísimo al ver a su hermano parado en medio de Narnia. Le cuenta que fue a almorzar con el Sr. Tumnus, que la Bruja Blanca no le había echo nada por dejarla escapar, explicando que la Bruja blanca era terrible, y se llamaba a sí misma reina de Narnia, pero que en realidad no lo era, que hacía que siempre fuera invierno, y nunca navidad, además de convertir a las personas y seres en estatuas. Edmund se sintió muy mal, por todo lo que había comido y por enterarse que con quien había estado podía ser una bruja peligrosa. Pero por fin regresan a este lado del armario, y Lucy corre a contarle a sus otros hermanos lo que había sucedido, diciendo que Edmund también había entrado, pero él lo negó todo, haciendo que Lucy volviera a desboronarse. Al ver la situación Peter y Susan deciden hablar con el profesor, para saber que hacer, pero el profesor no da el apoyo esperado. "¿Cómo sabéis que la historia de su hermana no es cierta?"[57]. Argumentando que Lucy no estaba loca, pues bastaba con verla para saberlo, y tampoco mentía, pues no solía hacerlo, de modo que deberían creerle, y no entrometerse. Así lo hicieron.

Un día, la señora Macready se encontraba con un grupo de turistas, y los niños, para evitarla, comienzan a moverse por toda la casa, pero por alguna extraña razón, sin importar para que habitación fueran, siempre sienten que los siguen, de modo que terminan en la habitación del armario, escondidos en el armario mismo. Durante la espera Peter y Susan comienzan a sentir frío y humedad, y cuando menos lo piensan se han chocado con árboles. Ahora los cuatro se encuentran en Narnia. Piden disculpas a Lucy, se ponen abrigos y se disponen a explorar, empezando por la casa del fauno. Sin embargo cuando llegan encuentran la entrada y toda la cueva destrozadas, y una nota diciendo que el Sr. Tumnus había sido arrestado por la acusación de alta traición contra Su Majestad Jadis, y por dar alimento al enemigo y confraternizar con humanos[58]Todos, a excepción de Edmund, quedan preocupados, y deciden ir en busca del fauno y ayudarlo. En la salida de la cueva ven un petirrojo, el cuál comienza a moverse, pero con la intención de ser seguido, lo cual hacen los Pevensie. Después de seguirlo por un tiempo, el petirrojo vuela, no obstante, ven a otro animal: un castor. Les hace señas para que vayan a la parte espesa del bosque y que hagan silencio. Finalmente, comenzó a hablar y les entrega un pañuelo, un pañuelo que Lucy le había dejado al Sr. Tumnus, dejando en claro que él esta de su lado. También les dice que Aslan esta en camino. Ninguno sabia quien era Aslan, pero al escuchar el nombre cada uno sintió un sobresalto en su interior. "Para Edmund fue una sensación de misterioso horro; Peter se sintió repentinamente valeroso y aventurero; a Susan le pareció como si algún aroma exquisito o un acorde de deliciosa música hubiera pasado flotando junto a ella"[59], y Lucy se sintió extremadamente emocionada. Pero la conversación no se extiende mucho más, comienzan a moverse, siguiendo al castor, y después de aproximadamente una hora de camino llegan a la casa del castro, donde conocen a la Sra. Castor, su esposa, y tienen una agradable cena. Después de esta comienza la verdadera explicación. Al Sr. Tumnus lo han llevado donde la Bruja, y lo más seguro es que sea una estatua como las muchas que tiene en su castillo, los niños no pueden hacer nada para salvarlo excepto reunirse con Aslan quien es el verdadero Rey, y quien puede salvar al fauno, acabar con la Bruja y recuperar la primavera. Es un León bueno, quien los espera en la Mesa de Piedra, donde tienen que ir. También les explica a los niños que ellos son muy importantes en lo que va a suceder, pues existe una profecía que dice:

"Cuando el hijo de Adán en carne y hueso

en el trono de Cair Paravel esté sentado,

los malos tiempos habrán acabado."

Ahora todo estaba sucediendo, pues en Narnia nunca se habían visto humanos. La bruja es mita gigante, mitad genio, no tiene ni una gota de sangre humana en su cuerpo. En Narnia los reyes deben ser humanos, y en la profecía se especifica que en este caso serás cuatro, dos hijos de Adán y dos Hija de Eva, por eso su interés, en acabar con cualquier humano que llegara. Mientras transcurre la conversación Edmund sale de la casa del Castor cuando este mencionaba a Aslan y el lugar de encuentro, por lo que no escucho nada sobre la profecía. Se encuentra camino al castillo de la bruja, para comer más delicias turcas y convertirse en rey, en medio de una terrible tormenta, pero finalmente logra llegar. Encuentra un patio gigante lleno de estatuas, y después de un gran susto, sigue entrando. Maugrim, el lobo, jefe de la policía, al saber quién es el niño lo lleva frente a la reina, y le Edmund le dice a ella lo que escucho sobre Aslan. La bruja sale inmediatamente en su trineo, para interponerse entre los niños y la Mesa de Piedra, mientras manda a los lobos a buscar a los Pevensie en casa de los Castores. Los hermanos de Edmund y los castores se ocupan alistando todo para emprender la marcha en cuanto se enteran que Edmund se ha ido. Cuando están abrigados y con la comida necesaria, salen. Ya ha dejado de nevar y emprenden el viaje, caminan durante un buen trayecto, y cuando todos se encuentran exhaustos, llegan a un agujero, un escondite, donde todos duermen, tras tomar algo. A la mañana siguiente el primer ruido que escuchan es de cascabeles, y todos piensan que la reina los ha encontrado, sin embargo, no es ella. Es Papá Noel, con regalos para todos, además de un mensaje. A Peter le da un escudo y una espada; a Susan un cuerno, para pedir ayuda, y un aljaba de flechas con un arco que nunca falla, y a Lucy una daga y un liquido especial que sana cualquier herida. El mensaje es que el poder de la bruja comienza a debilitarse, debido a la cercana presencia de Aslan. Después de desayunar lo que Papá Noel les entregó, siguen con su travesía. Edmund comienza a darse cuenta de su error, y que no se convertirá en rey. La bruja lo lleva con ella y en el viaje sufre de frío y hambre. Viajan durante horas, hasta el día siguiente, presencia como la bruja convierte en estatuas a unos narnianos que se encuentran celebrando navidad, además de ser tratado severamente por parte de ella. Al acabar este incidente siguen con el viaje, pero con la nieve cada vez más aguada, hasta tal punto que el trineo no sirve más y deben seguir a pie. Los ríos se descongelan, los árboles y las flores comienzan a florecer y los pájaros a cantar. Ya no era invierno, era primavera, y la bruja sabía perfectamente que era obra de Aslan. Los castores y los otros niños también veían el mismo espectáculo, y supieron que algo le había fallado a la bruja. Al final del día llegaron finalmente a la Mesa de Piedra, donde encontraron un pabellón, muchas criaturas diferentes y al mismo Aslan. Después de saludarlos pregunta por el cuarto hermanos, a lo que responden con todo lo sucedido, y Aslan dijo que se haría lo posible por salvarlo, con cierta tristeza, percibida por Lucy. Los niños se cambian, y cuando Peter se encuentra hablando con Aslan, suena el cuerno de Susan, por lo que acuden a su rescate. Ella y Lucy se encuentran en un árbol, tratando de protegerse de los lobos. El león retiene a uno de los lobos mientras le dice a Peter que es su batalla, por lo que él se enfrenta a Maugrim, saliendo vencedor, el otro lobo sale huyendo, seguido por criaturas mandadas por Aslan, y rescatan a Edmund. Pero al día siguiente la bruja pide audiencia con él León, para cobrar la vida, que por la traición, le pertenece. Los dos tienen una larga conversación, en la que llegan al acuerdo que la bruja dejara ir a Edmund, y el pabellón se desplaza a otra parte.

Esa noche, Aslan sale del campamento, y las niñas lo siguen, y lo acompañan. Van a la Mesa de Piedra, y Aslan deja a las niñas escondidas, mientras el se encuentra con la bruja y todo su bando. Después de una gran humillación y tortura, la bruja mata a Aslan en la Mesa de Piedra, y se organiza para atacar a los otros narnianos. Las niñas se quedan con Aslan toda la noche, y a la mañana siguiente, cuando se disponen a irse, sienten un temblor, y al darse la vuelta, ven la mesa rota por la mitad, y sin el león sobre ella. Aslan vuelve con vida, y les explica a las niñas que "cuando una víctima voluntaria que no ha cometido ninguna traición fuera ejecutada en lugar de un traidor, la Mesa se rompería y la muerte misma efectuaría un movimiento de retroceso"[60]. Juegan un rato, corriendo uno detrás del otros, y luego se pusieron en marcha al castillo de la bruja. Allí, en el patio de las estatuas, Aslan comienza a soplar sobre ellas, al principio parece que nada sucede, pero después comienzan a recuperar su movilidad y vuelven a ser criaturas con vida. Y cada criatura que recobraba la vida, comenzaba a saltar y a celebrar cerca de Él. Pronto requisaron todo el castillo, y todas las estatuas han recobrado vida, incluyendo al Sr. Tumnus, a quien Lucy encuentra. Un gigante parte la puerta del castillo, de modo que puedan salir, y van corriendo a unirse a la batalla que se libra. Cuando llegan ven a Peter luchando con la bruja, pero Aslan se encarga rápidamente de ella, quien se llena de terror al ver al León con vida. El campo de batalla se encontraba lleno de estatuas por todas partes, pero Edmund se había encargado de romper la varita de la Bruja, aunque sale gravemente herido. Todas las criaturas que Aslan había sacado del castillo también se unían a la pelea, y la batalla termino muy rápido.

Apenas termina la batalla, van a ver a Edmund, quien esta con la Sra. Castor, y en ese momento Aslan le recuerda a Lucy del liquido que le dio Papá Noel. Ella le da una gota a su hermano, y, aunque quiere esperar a ver que pasa Aslan la manda a sanar a todos los otros heridos, mientras el desencanta a todas las estatuas. Pasan la noche allí, y al otro día todos llegan al palacio de Cair Paravel, cerca al mar. Meriendan, descansan y juegan. Al día siguiente son nombrados reyes y reinas de Narnia, con gran júbilo. Solo sobra decir que reinaron durante año de forma justa y agradable, se conoció como el Siglo de Oro. Y un día en medio de la cacería del Ciervo Blanco, encuentran un farol en medio del bosque que les recuerda un sueño, y al seguir al ciervo blanco entran en una espesura que pronto se convierte en abrigos, y salen a la habitación del armario, en el preciso momento en que habían entrado a él. La señora Macready y el público no entraron en la habitación, y los niños le contaron toda la historia al profesor Kirke, quien les asegura que volverán a Narnia.

El Caballo y el Muchacho

Esta Historia es la única que se desarrolla completamente en el mundo de Narnia, sin tener personajes que hayan viajado desde nuestro mundo en este relato. La historia toma lugar mientras los hermanos Pevensie, Peter, Susan, Edmund y Lucy aún son reyes de Narnia.

Esta es la historia de Shasta, y de cómo encontró su destino, y su hogar. Él era un niño criado por un pescador en Calormen llamado Arsheesh, a quien consideraba su padre, aunque siempre los trataba de forma incorrecta. Calormen era un país al sur de Narnia, al otro lado del desierto, donde todavía hay esclavitud y desigualdad en la sociedad. A Shasta siempre le había cautivado el norte, aunque no sabía que había allá. La verdadera aventura comenzó cuando un tarkaan, soldado o persona de alto rango de Calormen, llegó una noche a la casa de Arsheesh, demandando alimento y posada. En medio de la cena le dice al pescador que necesita un sirviente y que quiere comprar al niño (Shasta se encuentra espiando la conversación, pero no comiendo con ellos), y aunque Arsheesh se negó al principio, con el pretexto de que no podía vender a su propio hijo, termino accediendo después de que el tarkaan le hiciera ver que era lógico que Shasta no era su hijo y le ofreció una buena suma de dinero, situación que no sorprendió al muchacho. El fue a las caballerizas a ver al caballo del tarkaan, y empieza a hablar con él preguntándole como es su dueño, cuando de repente, y causando gran sorpresa en Shasta, el caballo le respondió que, aunque era bueno con él, como señor era muy malo. También le dijo que el venia de Narnia, una tierra del norte, donde casi todos los animales hablaban, como él, pero que cuando era muy pequeño se alejó demasiado y fue secuestrado, y vendido, de modo que tenía que actuar como un caballo mudo. Después de escuchar como era el tarkaan, Shasta piensa que es mejor huir, y el caballo, llamado Bree, le propone huir juntos, pues él quería hacerlo, pero sin jinete no podría hacerlo pues volverían a atraparlo. Esperaron a qué el pescador y el tarkaan se durmieran, Shasta le puso las riendas, silla y todo lo del caballo a Bree, y subió a él. Primero fue hacia el sur, para dejar marcas y poder despistar a su dueño. Luego, al llegar a un riachuelo, giró hacia el norte hasta que estuvieron a una buena distancia de la cabaña. Allí encontraron un campo abierto, y Bree comenzó a galopar.

Shasta despertó al mediodía, adolorido por la cabalgata, debido a la falta de costumbre. Después de desayunar, revisaron lo que tenían e hicieron los últimos preparativos para continuar con el viaje. Viajaron durante varios días, y cada dos noches Shasta iba a compara comida, mientras Bree pasaba oculto hasta el otro lado de la aldea. Se movían por la línea de la costa. Con el tiempo Shasta se acostumbró a montar y se volvió un excelente jinete. Tras semanas de viajar, una noche, iban entre el mar y un bosque, cuando Bree escucho a otro caballo que iba, un tarkaan en una yegua, que iba tras ellos. Intentaron alejarse, en medio de la oscuridad, acercándose a la playa, pero cuando iban llegando, escucharon rugidos, y Bree salió al galope hasta llegar a un arroyo. Bree estaba temblando y sudando, pero pensó que con el arroyo el León perdería el rastro. Después de un tiempo pasaron dos cosas: se volvió a escuchar un rugido, esta vez por el otro lado; y el otro caballo ahora se encontraba galopando junto a ellos a dos pasos. Fue una carrera angustiante, ambos caballos galopaban lado a lado, seguidos por lo que parecían ser dos leones. Al huir terminaron metidos en un brazo del mar, lo que permitió que el león los dejara de perseguir. Al salir del agua, Bree cortó el camino del otro jinete, pues había escuchado al otro caballo hablar. Se dieron cuanta que el jinete del otro caballo era una chica, cuyo nombre era Aravis, y el caballo era una yegua parlante de Narnia. Ambas estaban en la misma situación de Bree y Shasta, intentando huir y llegar a Narnia. Después de algunas preguntas y riñas, deciden ir todos juntos a Narnia. Al finalizar la conversación, Bree propone tomar un descanso, todos comieron y los caballos se entendieron a las mil maravillas, además de descubrir que eran una especia de familiares, mientras los humanos se sentían en una situación bastante incomoda. Después de la cena Aravis contó su historia.

Su madre había muerto, y su padre se había vuelto a casar, pero su madrastra la odiaba, por lo que convenció a su padre para que la prometiera en matrimonio con el tarkaan Ahoshta, quien tenía una alta posición, además de muchas riquezas, pero era un anciano, y nada agradable. Sin embargo se hizo el compromiso, por lo que Aravis pensó en acabar con su vida, antes de casarse con ese tarkaan, pero en ese momento su yegua, Hwin, habló, pidiéndole que no se quitara la vida. Y explicando lo mismo que bree le dijo a Shasta en su primera conversación. Planearon escapar juntas, con el pretexto de ir a hacer sacrificios y oraciones a los dioses para el matrimonio, en medio del bosque, dejó dormida a la sirvienta, y ella y Hwin escaparon, con todo el dinero, las joyas y alimentos posibles. Antes Aravis había hecho escribir una carta, diciendo que Ahoshta se había encontrado con ella antes, y que se la había llevado, pues no podía esperar que fuera su esposa, de este modo su padre se demorara en buscarla, y tuviera tiempo de salir de Tashbaan, la capital del país. Este era su relato, cuando lo termino pidió a Bree que relatar su historia y después todos fueron a dormir. Al día siguiente continuaron su travesía, y Bree y Aravis compartieron muchas conversaciones, haciendo que Shasta se sintiera dejado de lado. Pronto tuvieron que hacer planes para pasar por Tashbaan sin ser descubiertos. Lo primero que hicieron fue fijar un lugar de encuentro en caso de separarse en la ciudad. Este fue las Tumbas de los Antiguos Reyes, "unas cosas que parece enormes colmenas de piedra"[61]. En cuanto a cómo llegar a Narnia, Hwin propuso pasar por Tashbaan de puerta a puerta, de modo que con la multitud nadie se fijaría en ellos. También llevar disfraces, los caballos como animales de carga, y los niños como esclavos. Hicieron todos los preparativos, y finalmente llegaron a Tashbaan con todo preparado. Tashbaan, era una ciudad en una especie de isla, pues la corriente de un río se dividía en dos. Estaba rodeada por una muralla, y se levanta en forma de colina, de modo que se ven unas casas sobre otras, estando el palacio del Tisroc (gobernante), y el templo de Tash (dios supremo) en la cima. Después de caminar un poco más estaban a las puertas mismas de la ciudad, las cuales se estaban abriendo y entraron a la ciudad, en medio de una gran multitud. A medida que subían la colina las calles se volvían más elegantes y amplias, pero también más difícil movilizarse, pues cada cinco minutos pasaban personas importantes a las cuales tocaba abrirles paso, pues pasaban en literas, con esclavos y sirviente, además que "existe únicamente una norma de tráfico, que es que las personas menos importantes deben dejar paso a todo aquel que sea más importante que ellas"[62]. En una de esas ocasiones paso un grupo de narnianos que se encontraban visitando la ciudad, y cuando todos los que estaban en el camino se aplastaron contra las paredes, Shasta termino en primera fila, observando toda la comitiva, eran personas completamente diferentes a los calormenos, tanto en su físico como en su forma de ser y de vestir. Pero entonces pasó algo inesperado, los narnianos comenzaron a señalar a Shasta, luego lo agarraron y lo unieron a su grupo, al tiempo que le decían "¡Qué vergüenza! La reina Susan tiene los ojos enrojecidos de tanto llorar por tu culpa"[63]. Shasta pensó en decir que lo confundían, pero no lo dijo, pues sería echar a perder toda la huida. Así que marcho con ellos hasta el lugar donde se hospedaban, y logro entender que lo confundían con un príncipe llamado Corin. En el lugar donde lo llevaron, lo recibió una mujer hermosa, la Reina Susan, con gran afecto y preocupación, y lo dejaron descansar. En esa habitación había faunos, cuervos parlantes y todo tipo de criaturas. Mientras Shasta descansaba escucho todos los planes de los narnianos. Se encontraban allí pues el hijo del Tisroc quería desposar a Susan, pero en vista que ella no quiere, deben escapar, pues el Tisroc no les permitirá irse con una negativa. Su plan de escape es decir como pretexto que quieren hacer un banquete en la nave, por lo que deben entrar comida, y por la noche, escapar en la nave. Si estalla la guerra, Narnia es más poderosa en el mar, y por tierra tendrían que atravesar el desierto, cosa que es casi imposible, a excepción de encontrar un paso que acorta el tiempo en el desierto. Un dato al que Shasta prestó mucha atención.

Después de esto todos se dispusieron a hacer los preparativos, mientras a él le daban algo de comer, y tenía todo tipo de pensamientos, sobre qué pasaría si lo descubrían. Cuando termino de comer quedo solo en la habitación y se quedo dormido cuando de repente, sonó algo que se rompió. Al despertarse vio a un joven de su edad, pero muy descuidado, y herido. Aunque en otra situación, hubiera sido un muchacho idéntico a él. Era el príncipe Corin, quien había salido, pues escucho que alguien humillaba a la reina Susan y salió a defenderla; intercambiaron papeles de inmediato y Shasta salió de la misma forma en que Corin había entrado, no sin antes saber que eran amigos. Logró escapar por la ventana y divisar el desierto y las montañas. Salió lo más rápido que pudo, cruzó las puertas de la ciudad estuvo afuera antes de que cerraran las puertas, logró llegar a las Tumbas, y allí buscó a sus amigos, pero sin encontrar rastro de ellos. Tuvo que pasar la noche solo en medio de las tumbas, aunque un gato negro le hizo compañía haciéndolo sentir más seguro y caliente. En medio de la noche comenzó a escuchar unos aullidos y el gato ya no estaba, pero en el momento en sintió los aullidos muy cerca y comenzaba a darse por vencido, escucho un sonido diferente, un rugido, y le pareció ver una figura enorme, que después resulto ser el gato. Al otro día identificó la dirección que debían tomar y espero a sus compañeros todo el día. Lo que pasó con los demás fue que después de que se llevaran a Shasta, Aravis se encontró con una vieja amiga que le ayudo alimentando a los caballos y dándole a ella donde dormir y que comer. Con ella se las arreglaron para salir de la ciudad, los caballos volvieron a su estado original, como caballos de montar y no de carga, y un sirviente de la amiga se encargo de sacarlos de la ciudad, en cuanto a Aravis, salió por una puerta secreta en el palacio del Tisroc, aunque antes de lograr salir quedó atrapada en una habitación con su amiga, una conversación se llevó a cabo allí, entre el Tisroc, el visir (tarkaan Ahoshta) y Rabadash, el príncipe. Hablaban de invadir Archenland y Narnia, y en vengarse en vista de la fuga de los narnianos. Tomara Susan por la fuerza y acabar con los otros gobiernos, y expandir su territorio, y tener más poder.

Partes: 1, 2, 3, 4
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