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Historia de la ciencia, la tecnología y la sociedad (página 3)


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4.8 Capitalismo: Tendencia a la Descentralización.

El estupendo desarrollo de las ciencias durante las monarquías conduce a un conocimiento más exacto por el ser humano de la realidad con la que trabaja, los centros de enseñanza e investigación pasan a depender de los reyes y, como se ha visto, son las monarquías las que pueden subvencionar los largos y aventurados viajes. Si las colonias portuguesas en la India fueron epopéyicamente establecidas por los monarcas portugueses, de América no solo oro y plata llega a Europa, sino también una diversidad de plantas que incrementa la cantidad de alimentos debido a sus propiedades. Parias et al:

La más célebre es el maíz (…) Es un alimento tanto para hombres como animales, y muy especialmente para aves de corral(…) para el trabajo campesino las consecuencias son considerables (…) el campesino cuenta ahora con dos cosechas anuales en vez de una. El nuevo cultivo mejora el suelo y beneficia al del trigo (…) la nueva agricultura modifica el ritmo de su existencia. Desaparecido el barbecho, llega la hora de la sucesión ininterrumpida de los laboreos. (1965, T II, pp.364-365)

El desarrollado conocimiento de la Mecánica hace posible el progreso de herramientas y maquinarias. Y estas permiten a su vez aprovechar con más eficiencia la fuerza del viento, del agua, la animal y la humana. En la fabricación de paños hay ahora máquinas para ejecutar el cardado, hilado, devanado, tejedura, batanado y prensado. Algunas máquinas de los talleres se mueven con la fuerza del agua. Las herramientas manuales se multiplican y hacen el trabajo con más exactitud y productividad. Llega el momento que resulta más eficiente concentrar todas esas labores especializadas en locales amplios –a veces se habilitan para ello antiguas iglesias- que continuar trabajando en los hogares de forma independiente o en talleres pequeños. Así aparecen las fábricas. "La originalidad de la época moderna en la historia textil y la que hace a esta industria motriz de los siglos XVI y XVII es la organización del trabajo que puede establecerse en las fábricas" (Parias et al, 1965, T II, p. 392).

Y si es cierto que los monarcas establecen factorías reales lo es más que existe un sujeto a quien le es posible manejar mucho mejor esta fuente económica: el industrial. Es el antiguo comerciante enriquecido que se ha convertido en banquero y prestamista, incluso de las monarquías, para financiar sus guerras, y ahora invierte su dinero en la instalación de grandes factorías. El monarca tiene recursos, pero para garantizar los Estados nacionales recién conformados e incrementarlos, se involucra en guerras continuas de las cuales salen beneficiados los prestamistas de todos los países beligerantes igualmente. Los núcleos de descentralización que constituyen los industriales agrupan por igual a los asalariados, desde artesanos hasta artistas (piénsese en los tapices), es más, se disputan los maestros de oficios mejor calificados y se disputan los eventuales mercados. Esta especie de guerra sorda entre ellos impulsa la producción. De hecho antes de la Revolución Francesa o la decapitación de Carlos I en la Inglaterra de 1649, ya el desarrollo y la estructura de poder económica está en manos de los dueños capitalistas de las factorías. Les falta el poder político. Y el rey limita su desenvolvimiento. Si Colbert, ministro de Luis XIV en Francia, hace prosperar en el país una industria de lujo muy rentable (artículos pequeños, fáciles de transportar y caros) como tapices, porcelanas y encajes, por otra parte anula la iniciativa privada del industrial con una infinita cantidad de reglamentos normativos que rigidizan la forma en que pueden fabricarse los productos (reglamentos más destinados al fisco y al proteccionismo que a garantizar la venta mediante la calidad del producto).Así que príncipes y reyes no pueden por naturaleza llevar a cabo una Tendencia a la Descentralización y este espíritu penetra sólidamente en la sociedad que lleva entonces a cabo revoluciones republicanas.

El Capitalismo requiere producciones que demandan mayor energía para elaborar más productos. La fuerza muscular del animal o del hombre no es suficiente aunque se vea multiplicada y transmitida con eficiencia mediante los principios de la palanca y los engranajes desarrollados hasta extremos jamás concebidos. La extracción de agua en las minas, la molienda de cientos de toneladas de tallos para producir azúcar, el prensado de centenares de toneladas de fibras para ropa y papel ya se hace imposible con el trabajo muscular. Físicos e ingenieros investigan nuevos mecanismos que no se alimentaran de energía muscular. Comienza a esclarecer la mente del ser humano ciertos experimentos totalmente empíricos (como las chispas que el ser primitivo observaba al rozar dos piedras) llevados a cabo en la antigüedad de la Alejandría romana con un aparato: la eolípila. Bolas de hierro que giran en torno de un eje horizontal, como lo haría una regadera de césped moderna, gracias a la presión de vapor que entra en los tubos doblados generada en una caldera con agua hirviente. Se había producido un trabajo físico, el movimiento de las masas de hierro, sin la intervención de la fuerza muscular. La eolípila de Herón de Alejandría, se puede decir, no fue un motor de vapor sino solo un juguete porque no se requería sacar decenas de toneladas de agua de las minas ni prensar toneladas de fibra y porque no se conocían determinados fenómenos físicos como la presión atmosférica y la absorción que ejerce un fluido rápido, propiedades ambas que hubieran ayudado a la presión de vapor caliente. El movimiento social permite el desarrollo de las fuerzas productivas y entonces estas por consiguiente demandan el desarrollo de los medios de producción con los cuales estar al compás del movimiento social inicial. El físico y matemático francés Denis Papin, alumno del gran Huyghens, perfeccionó alrededor de 1690 un motor que ya había ideado su maestro y consiguió extraer agua de las minas, aunque su motor utilizaba más el rápido soplo del aire mencionado antes (que provoca un vacío y la consiguiente afluencia del agua) que la energía del vapor del agua hirviente. En 1705 el ingeniero Thomas Newcomen construye un ingenioso mecanismo dotado de un pistón que se mueve dentro de un cilindro por las presiones alternativas que producen el caliente vapor de agua y la atmósfera. Tampoco era muy eficiente, pero se usó para extraer agua de las minas de carbón. El físico James Watt trató de mejorar las pérdidas de energía del motor de Newcomen y patentó en 1769 una máquina de vapor mucho más eficaz. Sus ideas básicas, la sustitución de la presión atmosférica en la máquina de Newcomen por la sola presión de vapor, y los diversos mecanismos que inventó, sirvieron para finalmente construir la máquina de vapor que hoy conocemos. El ingeniero inglés Richard Trevithick sustituyó definitivamente el vapor de condensación de los motores por vapor a alta presión, y con ello logró, por primera vez en la historia humana, mover una locomotora, la cual en 1801 fue el primer vehículo que transportó personas sin la ayuda de la fuerza muscular.

La ciencia natural recibe un impulso extraordinario en el Capitalismo del siglo XIX. No es la Mecánica la gran época de este siglo, como afirmaran los críticos del Mecanicismo: es el descubrimiento de las Leyes de la Termodinámica lo que rubrica el siglo. La Ley de Conservación de la Energía provoca conmoción instantánea en el conocimiento del mundo. Se prueba que algo existe sin que nadie lo cree ni lo pueda destruir, nada menos que la energía, que iba a conducirse hacia las máquinas movidas por fuerza muscular y revolucionaría la producción. El Segundo Principio de la Termodinámica conduce a la producción de motores de combustible, el genio de Faraday descubre el Principio de Inducción, que permitiría generar energía eléctrica y aprovecharla en los motores y el alumbrado. A final de siglo, las Ecuaciones de Maxwell resumen en solo cuatro fórmulas toda la Física conocida con lo que se concluye ingenuamente que ya esta ciencia ha llegado a su cúlmen y no puede lograr más desarrollo.

Con todo este arsenal teórico, el Capitalismo se da a la tarea de ir sustituyendo todo aquello que necesitaba energía con los motores de vapor en lugar de con el empleo de la fuerza muscular. La producción de telas de algodón, con la desmotadora inventada por el norteamericano Eli Whitney en 1793, que separa la fibra de algodón de las semillas, y las nuevas máquinas textiles movidas a vapor del graduado de Oxford Edmund Cartwright, remontó la productividad a puntos tales que los hacendados del Sur estadounidense extendieron sus latifundios y comenzaron a demandar un ejército de esclavos para la siembra y cosecha, lo cual entraba en contradicción con la liberación de la esclavitud demandada por los estados factorizados del Norte. Los trapiches de producción azucarera se vieron sustituidos por ingenios mecánicos movidos a vapor, los buques de vela por vapores, las ruedas de metal y madera por neumáticos, los coches de caballos por automóviles, los bueyes y caballos de tiro por tractores. El físico (empírico, pero físico) Michael Faraday, inventa el motor eléctrico en 1821, una aplicación de su Ley de Inducción recién descubierta también empíricamente en su trabajo de ayudante -y mozo de aseo- de laboratorio, el cual, mejorado, pasa a sustituir la fuerza muscular en las herramientas de mano: los cortes con serrucho y hacha se ven sustituidos por sierras eléctricas, aparece el automóvil y el tranvía eléctrico. El invento del motor de combustión interna de cuatro tiempos, generado gracias al previo descubrimiento de las leyes de la Termodinámica y el ciclo teórico de Carnot, demanda como combustible un producto desechable del petróleo: la gasolina, con mayor potencia calorífica, lo cual a su vez permite desarrollar el transporte de carga y pasajeros por tierra e incluso a través de los cielos.

4.9 Estados Unidos y el accidente histórico.

Se ha dicho anteriormente que ocurrió un titánico accidente histórico durante la Centralización de las monarquías. España no llega a las Islas de la Especiería, llega a un mundo desconocido, a un Nuevo Mundo. En principio este nuevo mundo le proporciona oro y plata, maíz, papas, esclavos. Pero por ello mismo, como el pescador que se encuentra de pronto con un tesoro en un palacio, involuciona. Y evolucionan los países europeos que le venden bienes de vida por el oro y la plata. De no haber sido así, casi seguro que España y Portugal hubieran ocupado los primeros lugares en cuanto a desarrollo de sus fuerzas productivas durante toda la Edad Moderna, y la ley de gravitación universal, la máquina de vapor, la locomotora y todo lo demás hubiera sido ibérico. Eran los legítimos herederos y sucesores de la ciencia árabe. Inglaterra aprovechó muy inteligentemente esta circunstancia: con rígidos proteccionismos logró desarrollar la educación primero y una fuerte factoría después, y proclamando entonces el librecambio universal se convirtió en factoría del mundo, impuso sus mercancías baratas y de calidad. Un poco antes, había poblado el noreste de su colonia americana con unos indeseables puritanos quienes no admitían ni al rey ni a los obispos y por tanto molestaban en el reino. De América, le preocupaban solamente sus posesiones en la Virginia, en Las Carolinas, colonias de explotación agrícola fundada con campesinos sin tierra ingleses y aristócratas venidos a menos. Y en el noreste se establecieron los puritanos en la Nueva Inglaterra (los futuros estados de Maine, New Hampshire, Vermont, Massachusetts, Rhode Island y Connecticut), una colonia de asentamiento llena de fieles religiosos y compañías comerciales que más bien se dedicaban al negocio de pieles con indígenas.

Pero. Aquí viene el gran "pero". Los pioneros asentados en la Nueva Inglaterra eran completamente distintos al resto de los colonos de América del norte, del centro o del sur. La colonia de Virginia, la primera colonia inglesa en Estados Unidos, se funda en 1606 en Jamestown. Los Padres Pioneros, considerados los fundadores –con razón- de los Estados Unidos, desembarcan en Cabo Cod catorce años después, el 19 de septiembre de 1620. Sin embargo, son considerados los Padres Fundadores, y se establecen en Plymouth. Son quienes caracterizan la idiosincrasia norteamericana. Porque entre los primeros fundadores de aquella colonia en Plymouth hay cientos de graduados universitarios. y ello constituye un caso único en toda la América.

Enciclopedia Americana:

Desde los primeros tiempos, en Nueva Inglaterra la sociedad se preocupó por desarrollar universidades que formaran dirigentes para el Estado y la Iglesia. Así fue puntualizado por los fundadores de la universidad de Harvard en 1636. Entre los primeros inmigrantes que colonizaron Massachussets había cien graduados de Oxford y Cambridge, situación única en la colonización de América. Estos universitarios estaban determinados a dar a sus hijos la misma educación que les habían dado a ellos y fundaron Harvard, Yale, etc. con libros propios o enviados por los puritanos ingleses, y con dinero particular enviado por grupos religiosos desde Londres. (Entrada: American College).

Inician a sus hijos en la enseñanza superior y son continuamente alimentados con los últimos textos de religión, pero también de ciencia y tecnología que se producen en Inglaterra a lo largo de los años –el anglicanismo, como el puritanismo, estanca separadas la ciencia y la religión, no ve en la ciencia limitaciones religiosas-:.

Si la Iglesia Congregacional fundó Harvard en 1636, Yale en 1701 y Darmouth en 1769, la Iglesia Episcopal estableció William and Mary en 1693, Columbia en 1754 y la Universidad de Pennsylvania en 1755; el grupo presbiteriano creó Princeton en 1754, el grupo Bautista creó la de Brown en 1765 y la Dutch Reformed fundó Rutgers en 1766 (Ibid.).

.Entonces, el desarrollo de las fuerzas productivas en Nueva Inglaterra es tal que puede considerarse la colonización allí como un traslado de civilización, más que una colonización. Inglaterra se traslada a América. Las colonias del norte transitan por un camino distinto a las colonias del sur. Capitalismo desarrollado en las primeras, feudalismo en las segundas. Aunque ilustrados patriotas casi todos virginianos descubren el concepto de Independencia, o sea que no es necesaria la madre patria, que pueden vivir en independencia de ella dado su desarrollo y mucho menos estar obligados a pagarles impuestos, el sello norteamericano lo imponen los "Nuevos Ingleses". Tan ingente desarrollo existe desde la fundación que, si desembarcan los Padres Pioneros en 1616, ya en 1776 son independientes y pueden hacerle una guerra naval por el comercio del Mediterráneo a Inglaterra en tan temprana fecha como 1812, aunque salen derrotados. Estados Unidos se extiende de mar a mar y el Capitalismo de los estados del norte es llevado a los estados del sur mediante la Guerra de Secesión en 1864. Todo el vasto territorio de los "nuevos ingleses" ahora requiere nuevos y numerosos núcleos de descentralización, nuevos y numerosos capitalistas Ocurre que, conforme envejece el Capitalismo en Europa, renace en Norteamérica gracias al accidente histórico. En 1898 se convierten en una potencia mundial con la guerra hispano-americana, cuando adquieren las posesiones españolas de ultramar, particularmente Filipinas, con la cual llevan su esfera de influencia a Asia, además de la especial influencia que se impone a toda América Latina, su cosa particular, su backyard.

De no haber ocurrido ese accidente histórico, el Socialismo, después de la SGM, se extiende a toda Europa. Pero el Capitalismo renovado –maltrecho por la Gran Depresión, pues la renovación no es igual a legítimo nacimiento- entra tarde en el conflicto, no es directamente atacado, no es destruido, instrumenta el Plan Marshall y al finalizar la SGM puede sustituir a Inglaterra como "líder del mundo occidental". El traspaso civilizatorio se ve alterado hasta nuestros días con este accidente histórico.

4.10 Socialismo: Descentralización.

Dígase lo que se diga ahora, el término democracia fue definido por los griegos aunque fuera retomado por filósofos de la Ilustración para conceptuar el nuevo régimen revolucionario que debía sustituir a las monarquías centralizadas. Aristóteles, a caballo entre dos grandes épocas, y quien en las ciudades-estado que visitaba se convertía en consejero de los gobernantes, pudo por este mismo motivo estudiar de primera mano Estados en diversos estadíos civilizatorios. De ahí que se diera cuenta qué era la democracia, la cual primaba en Atenas, y cuáles eran sus debilidades cuando languidecía, y finalmente cuál debía ser el tipo de régimen social que la sustituyera. Característicamente, un régimen económico social de Tendencia a la Centralización, una "aristocracia del mérito", según palabras de José Ingenieros.

Por lo tanto, el término democracia no se ajusta a la sociedad capitalista ni aún en sus comienzos más revolucionarios, ni puede admitirse el nombre porque sea un régimen presidencialista con elecciones cada cuatro años donde participan varios partidos políticos cada uno con sus postulantes, los cuales en definitiva sirven todos al ecuménico Capitalismo. La democracia, hemos dicho al principio de este epígrafe, la definieron los griegos, y por boca de Aristóteles es, repetimos:

…un Estado donde los hombres libres y los pobres, siendo la mayoría, están investidos con el poder del Estado(…)la más pura democracia es aquella que se llama así principalmente por la igualdad que en ella prevalece ("Política", Libro IV, cap. 4, 1290b, 1291b. Tomado de la Enciclopedia Británica, entrada: democracy).

Entonces, el término democracia corresponde en justicia a un tipo de régimen socio económico descentralizado como el de la Grecia Clásica, corresponde al Socialismo. Cuando se produce la Revolución Rusa en 1917 este país es una combinación de monarquía absoluta retrógrada y tiránica, capitalismo débil y feudalismo tipo alta Edad Media. Lenin y sus camaradas tienen que construir un Estado nuevo, basado en la igualdad de los seres humanos y en la abolición de la propiedad privada en este país atrasado y gigantesco, con diversas culturas y lenguas en su interior, y diversas idiosincrasias, religiones e intereses. Un calidoscopio social.

El objetivo de Lenin, eliminar la propiedad privada y sustituirla por la propiedad social, se le aparece como condición indispensable para realizar la igualdad. Entonces, a los revolucionarios se le presentan, entre otros, tres grandes obstáculos:

  • Instaurar el avanzado régimen social en un país cuya población es culturalmente de las más atrasadas de Europa.
  • Enfrentar una contrarrevolución apoyada por todas las ricas potencias capitalistas.
  • Erradicar la propiedad privada, con milenios de existencia, y sustituirla por un trabajo de pura conciencia, y el salario por un régimen de distribución fundamentalmente social.

A Lenin lo sustituye Stalin, quien ahora, además de todo lo anterior espera:

  • Enfrentar ineludiblemente a Alemania, un país herido en su honor por haber sido derrotado en la PGM, que compite con Inglaterra por su desarrollo, que posee posiblemente el caudal más sólido de tecnología y ciencia del mundo, incluyendo la tecnología militar, y cuyos habitantes cada vez se fanatizan más con la idea de que constituyen una raza superior destinada, entre otras cosas, a eliminar a los eslavos.

Y Stalin tiene además un gigantesco enemigo adicional, los Estados Unidos, o sea, un Capitalismo renovado gracias al "accidente histórico" aludido antes. Con todo, la Unión Soviética prácticamente genera en veinticuatro años toda la ciencia y la tecnología que el Capitalismo había desarrollado en dos siglos, aislada como estaba, y suficiente poder económico, industrial y militar para detener a los tres millones de soldados alemanes que la invaden en 1941, tomar un millón de prisioneros en Stalingrado en 1942, destruir sus divisiones de tanques combatir con éxito en el aire y finalmente hacer retroceder a las tropas alemanas hasta Berlín, el cual toman en 1945.

No ha existido milagro económico en la historia de ningún país superior al ofrecido por la Unión Soviética en el siglo XX. Pero la motivación para el trabajo, de base completamente social, no pudo concretarse en la URSS. En los tiempos de tensión la economía creció en flecha, pasados estos no apareció el mecanismo de resorte efectivo para el trabajo.

5. LAS CÁTEDRAS DE CIENCIA, TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD

Después del abundante epígrafe anterior, debe haber quedado comprendida la relación ciencia-tecnología-sociedad como ángulos complementarios del movimiento armónico de las sociedades en su desarrollo civilizatorio. Queda ahora examinar las objeciones que las Cátedras CTS

–dispersas por todas las universidades del mundo- hacen a la validez del conocimiento científico y a la validez de la realidad objetiva, basadas todas en la idea de Kuhn, T.S. (1962/1970) de que la teoría científica anterior y aquella que la sustituye son paradigmas inconmensurables, vale decir proposiciones no compatibles entre sí cuya validez es solo debida a que la nueva teoría ha ganado más adeptos y no a que la nueva teoría sea más general y explique los fenómenos experimentales que explicaba la anterior y los nuevos que se han venido observando. En el texto docente de González, M., (1996) puede leerse:

…fue un historiador de la ciencia, T.S.Kuhn. quien originó una auténtica revolución en la filosofía de la ciencia, naturalizándola a través de la historia y la sociología. Su caracterización de la ciencia como una sucesión de largos períodos de "ciencia normal", interrumpidos por breves episodios de "revoluciones científicas" resueltas con cambios de "paradigmas"(Kuhn, 1962-1970)[…]Ahora es la comunidad científica, y no la realidad, quien marca los criterios para juzgar y decidir sobre la aceptabilidad de las teorías. "Consenso" y "tradición" son dos de las palabras clave que, en la descripción kuhniana de la práctica científica, sustituyen la "búsqueda de la verdad" y al impersonal "método científico". (pag. 38).

Antes de examinar a Kuhn, debe calarse a un lejano pariente en quien siempre se apoya este tipo de argumentación: el .escéptico David Hume:

"De acuerdo con el venerable problema de la inducción o problema de Hume, ningún número finito de enunciados singulares puede justificar concluyentemente un enunciado universal. Por muchos cisnes blancos que observemos, siempre podríamos encontrar un cisne negro en las antípodas"

(Ibid.).

Y, según el propio Hume:

"In general we may observe, that in all the most established and uniform conjunctions of causes and effects, such as those of gravity, impulse, solidity, &c. the mind never carries its view expressly to consider any past experience".

(Hume, David: "Tratado de la naturaleza humana", parte 3, sección 8).

Carl Gustav Hempel en la década del sesenta del siglo pasado dio una versión moderna de este venerable problema:

Si examinamos un millón de cuervos y observamos que todos son negros, nuestra creencia en la teoría "todos los cuervos son negros" crecerá con cada observación. En Lógica la afirmación "todos los cuervos son negros" equivale a la afirmación "todas las cosas no-negras son no-cuervos". Por tanto, el observar una manzana roja, que es una cosa no-negra, ¡incrementaría nuestra confianza en la creencia de que todos los cuervos son negros!(Ibid.). Pero el que las creencias aumenten con cada observación no es ningún método científico de investigación, aunque sea así tratado por los lógicos. Las creencias no son teorías científicas. Discutamos mejor en el territorio de los contenidos. Bertrand Russell pudo afirmar que este argumento es irrebatible porque tampoco sale del terreno de la Lógica Formal, la Lógica desprovista de contenidos. Pero entremos en el territorio de la Lógica Dialéctica. Algo para ser explicado lo es por sus propiedades esenciales y por sus cualidades fenoménicas y accidentales. Las dos últimas pueden cambiar de un individuo o cosa a otro pero no las primeras. Sea que el plumaje del cóndor es una de sus propiedades esenciales. Lo es porque el color negro le permite calentar su cuerpo dadas la grandes alturas que frecuenta, se conoce que el negro es el color que mejor absorbe la radiación solar. Sea que la absorción de calor para esta ave determina que tome suficiente altura como para abarcar el horizonte que le permite alimentarse. ¿Sostendría alguien ahora que puede aparecer un cóndor blanco?

No saliéndose de la Lógica Formal, de los silogismos ausentes de contenido, el argumento es imbatible. Pero si se admite que para reconocer un cuervo la ciencia tiene que descubrir primero sus propiedades y que esto no se realiza por simple inspección de los individuos entonces el argumento se viene abajo. Póngase de esta manera: un cuervo, entre otras propiedades esenciales, tiene la del color negro de su plumaje. Examino cien cuervos y todos son negros. El ciento uno debe ser negro o por esencia deja de ser cuervo. Pero supóngase que aparecen al cabo cuervos blancos. Y es muy bueno que aparezcan porque ahora tenemos un nuevo objeto de investigación: ampliar la noción de cuervo para incluir la subespecie blanca. "De cierta manera –dijo Justin Gaarder en El mundo de Sofía– el objeto de la ciencia es encontrar el cuervo blanco".

Ahora, regrésese a Thomas Kuhn. Miente. Porque fue físico y todo estudiante de física en su carrera tiene que realizar como ejercicio la demostración de que la teoría nueva incluye a la anterior como caso particular. De no ser así todos los equipos construidos siguiendo las regularidades que dicta la anterior teoría no existirían. Cuando en Física se acepta una teoría no solo tiene que cumplir el requisito antedicho, sino que deben encontrarse pruebas experimentales, en varios laboratorios diferentes, que la validen. De ser solo convenciones sociales nunca hubiesen aparecido dichas pruebas. Entonces, si una nueva teoría es incompatible con otra anterior se precipita el Lógico en la falacia de rechazar como lícitas todas las pruebas de laboratorio que la validaron.

Otro de los argumentos, entre tantos disparates, que levantan los postmodernistas, es el de la Infradeterminación. El argumento de la infradeterminación afirma que dada cualquier teoría o hipótesis propuesta para explicar determinado fenómeno, siempre es posible producir un número indefinido de teorías o hipótesis alternativas que sean empíricamente equivalentes con la primera pero que propongan explicaciones causales incompatibles del fenómeno en cuestión. En términos de la ciencia (entendida como mecanismo de resolución de problemas), este argumento afirmaría que la evidencia empírica es insuficiente para determinar la solución de un problema dado (González García"La tesis de la infradeterminación en el contexto de los estudios sociales de la ciencia", en C, Martín Vide "Actas del VIII Congreso de Lenguajes Naturales y Lenguajes Formales", PPU. Barcelona).

Sea cierto este argumento. Entonces podemos encontrar "n" argumentos equivalentes empíricamente a él que propongan explicaciones causales incompatibles con él mismo.

Sea cierto este argumento. Entonces habrá n argumentos empíricamente equivalentes con explicaciones causales incompatibles entre sí. Quiero pensar que me están hablando de n argumentos válidos, porque si no, si el socializado y empíricamente comprobado es uno solo, ¿para qué hace falta gastar papel sin borrar una palabra? Como esas n teorías han sido aceptadas y tienen resultados prácticos tangibles, se concluye que habrá n Historias de la Ciencia.

Sea cierta la Infradeterminación. Ello conduce, como los filósofos de esta misma teoría concluyen, a "hechos blandos" que solo la mano de un hecho metaempírico pudiera salvar ("la evidencia empírica es insuficiente para determinar la solución de un problema dado").

6. EL RIESGO DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA.

Otro de los argumentos más socorridos por los postmodernistas es el peligro que entrañan las tecnologías. Minas derrumbadas, escapes de gas venenoso, fugas de radiaciones, todo lo grave y lesionante parece ser culpa de ingenieros indolentes o de ciencia nacida de convenciones irreales.

Afortunadamente en el siglo XX apareció una nueva ciencia: la Seguridad Industrial. Nace por la imperiosidad de disminuir lo accidental que se incorpora a las tecnologías, las eventualidades que ocurren en cualquier proceso que pretenda rigurosamente guiarse por teorías científicamente comprobadas. Y es que estamos en medio de un cosmos de enormes ocurrencias, tales que ni aun todo el conjunto de la ciencia y tecnología actual, pueden predecir al detalle. Aparece entonces lo casual, lo accidental, lo que no es esencial al proceso de trabajo donde se ejecuta determinada tecnología. Pero simultáneamente aparece el ser humano estudiando el proceso accidental. Y lo modela.

La importancia del papel de modelar que tiene el ser humano lo destaca Engels: "Si podemos demostrar la exactitud de nuestro modo de concebir un proceso natural reproduciéndolo, nosotros mismos, creándolo como resultado de sus mismas condiciones, y además lo ponemos al servicio de nuestros propios fines, daremos al traste con la cosa en sí inasequible de Kant." Ludwig Fuerbach…, en Selección de textos. Marx, Engels, Lenin, p 108. Ed Ciencias Sociales, La Habana, 1972).

Crear modelos de accidente es sumamente importante para someterlos a prueba y demostrar las causas que generan los riesgos. También para evitar la argumentación de casualidad pura como condición para la existencia del accidente.

Aristóteles da la primera definición filosófica de accidente, señalando que es aquello que pertenece a una cosa pero no de un modo necesario ni constante(Enciclopedia Encarta). Pero estos conceptos para la Seguridad del Trabajo no se desarrollan, como se ha dicho, hasta el siglo XX y con ellos los modelos de accidente.

Uno de los primeros modelos de accidente es el desarrollado por el norteamericano Robert P. Blake y señalado posteriormente en su texto "Seguridad Industrial" conocido como la "Teoría del suceso inesperado". Argumentaba Blake, observando en la realidad del trabajo vivo los accidentes, que de manera general ocurría un suceso no esperado por el trabajador, el cual desencadenaba una serie de hechos que finalizaban con la lesión. Si al trasladar una carga en carretilla –ponía él de ejemplo- el carretillero tropieza con una piedra, este suceso inesperado hace que la carga se desbalancee, él trata de restablecer el equilibrio pero no lo hace a veces con suficiente tiento, se pasa y la carga vuelve a desbalancearse, de manera que esta carga inestable termina por derribarse sobre su pie. Este hecho ocurre en casi todas las lesiones –por lo menos no graves-, un trabajador cruza sobre un piso que no advierte está mojado, se resbala, trata de recuperar el equilibrio pero queda en posición inestable, etc. Un camarero traslada una bandeja con platos, se le cruza de pronto otro camarero, se le desbalancean los platos, etc.

Repárese cómo el investigador:

  1. Observa una y otra vez en la práctica el trabajo del carretillero hasta que encuentra un hecho común a los accidentes que observa.
  2. Necesita encontrar las causas del accidente debido a la necesidad social de mejorar las condiciones de trabajo del obrero a fin de que la tecnología avance sin interrupciones ni lesiones a los trabajadores.
  3. Aplica la hipótesis a otros tipos de actividades y confirma el modelo.

En la década del 60 aparece un segundo modelo para el accidente de trabajo, conocido como "Pirámide del Accidente", enunciado por el estadounidense William Heinrich. Para esta época ya se habían desarrollado mucho las Mutuales de Seguros y se le encomienda a uno de los ingenieros inspectores de una de las mutuales el análisis a nivel de nación de los accidentes, que estaban subiendo en flecha, con el fin de disminuirlos. La teoría de la Pirámide del Accidente expresa que por cada accidente con tiempo perdido a causa de una lesión suceden antes como promedio 30 accidentes con lesiones leves que no causan tiempo perdido y antes aún, también como promedio, 300 incidentes similares que no causan lesión. Su hipótesis la intuyó en su experiencia de muchos años observando actividades laborales en las empresas y posteriormente fue puesto a su disposición un verdadero ejército de inspectores que se desplegaron por empresas distribuidas en todo el país. Veamos qué tipo de casos él describe:

Un obrero de vía ferroviaria acostumbraba cruzar la línea en construcción donde operaban equipos por un paso peligroso dada la cercanía de los equipos en operación. Aproximadamente 300 veces estuvo por ocurrirle algo, aproximadamente 30 veces se dio un golpe sin consecuencias y finalmente se le produjo una lesión grave. No se muestra otro de sus innumerables casos de estudio detalladamente descritos en el libro "Prevención de Accidentes Industriales", libro clásico en Seguridad, para no redundar en cuestiones ajenas al presente trabajo. En los casos descritos se repite el principio marxista de la práctica:

  1. Es imprescindible observar el fenómeno en la actividad social del trabajo hasta encontrar una hipótesis: el investigador principal hace primero sus observaciones en un gran número de casos hasta que encuentra una regularidad.
  2. Existe una imperiosa necesidad social de encontrar el conocimiento nuevo: los accidentes están subiendo en flecha.
  3. La veracidad de la hipótesis se comprueba en la práctica: se pone a su disposición un gran número de inspectores para verificar en diversas situaciones la hipótesis.

Pero en este segundo modelo se halló una esencia más profunda que en el primero. Con el primero para eliminar el accidente hace falta encontrar las circunstancias que provocan un suceso inesperado y eliminarlas (las piedras del camino del carretillero). Con el segundo solamente es necesario erradicar un mal hábito: cruzar por un paso peligroso, y existe suficiente tiempo para hacerlo, estamos más distantes de la lesión pues transcurre toda una serie de incidencias antes de que suceda el hecho indeseado. Con lo cual se pone de manifiesto cómo la verdad va de una esencia menos profunda a otra más profunda.

Hoy en Cuba modelamos el accidente de acuerdo con tres factores básicos:

Causas Organizativas, Causas Técnicas y Causas de Comportamiento.

En las inspecciones de los procesos tecnológicos se van acorralando los riesgos (posibilidades de que ocurra algo accidental) de acuerdo a estos tres factores.

En el Modelo Básico del Riesgo (Pérez-Delgado, 1984) los Factores Organizativos se barren considerando los posibles fallos a causa de:

  1. Relaciones entre el jefe y sus subordinados,
  2. Relación ergonómica y organizativa del operario con su puesto de trabajo.
  3. Relaciones entre los operarios en el trabajo en equipo.

Los Factores Técnicos se barren considerando los posibles fallos a causa de:

  1. Diseño, montaje o construcción.
  2. Devaluaciones temporales
  3. Acciones del ambiente físico, químico y biológico de trabajo.

Los Factores de Comportamiento se barren considerando los posibles fallos a causa de:

  1. Problemas de actitud ante la labor.
  2. Problemas de aptitud en la labor.

De esta manera se procura la anticipación oportuna a la ocurrencia de un suceso accidental que pueda dañar al operario, al entorno social o al entorno físico donde se realiza la tecnología proyectada. Al encontrar las causas del riesgo, desaparece su carácter casual.

Es totalmente cierto que conforme más se desarrolle la Ciencia de la Seguridad del Trabajo, más seguras serán para la humanidad las tecnologías, muy a pesar de todos los pronósticos agoreros postmodernistas.

BIBLIOGRAFÍA

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Alberto Pérez-Delgado Fernández

Graduado en Física en 1972 en la Universidad de La Habana y en Seguridad del Trabajo en 1984 en el Instituto Alemán de Ingeniería de Eisleben. Ha publicado decenas de textos docentes y artículos en la especialidad de Física Aplicada y Seguridad del Trabajo. Desde hace quince años se dedica a labores de investigación.

Partes: 1, 2, 3
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