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Calidad en educación

Enviado por newhouse


    1. Complejidad, Estado y Educación
    2. Mejorar la Calidad del Proceso Educacional
    3. Calidad Total en Educación
    4. Sistemas de Evaluación y Calidad Educacional
    5. Complejidad, Estado y Educación

    Entrar en el pensamiento complejo implica necesariamente remitirse a los planteamientos de Edgar Morín, esto es, siguiendo su trayectoria, superar el pensamiento que llama simplificador, es decir, aquel pensar que se vincula ciegamente a un sistema de conocimientos para comprender al mundo sin ser capaz de ir más allá de los límites que a sí mismo se impone.

    En el pensamiento simplificador, en esencia unidimensional y simplista, se pueden distinguir cuatro principios básicos:

    1. La disyunción: o lo uno o lo otro, principio que tiende a aislar, a considerar los objetos independientes de su entorno, no ve conexiones, no ve la relación de unas cosas con otras, etc.

    2. La reducción: que tiende a explicar la realidad por sólo uno de sus elementos: ya sea síquico, biológico, espiritual, etc.; ve el mundo como una máquina perfecta; el modo de pensar reduccionista encuentra el pleno cumplimiento de sentido estableciendo leyes generales desconociendo la complejidad de la realidad y del hecho humano.

    3. La abstracción: cuyo propósito –correlacionado con la reducción– es el establecer leyes generales desconociendo las particularidades de donde surgen.

    4. La causalidad: que ve la realidad como una serie lineal de causas – efectos, como si la realidad planteara ingenuamente un trayecto unidireccional, del menos al más o del más al menos, ascencional o descencional, o, a esta realidad que es más rica que cualquier interpretación, se le pudiera plantear una teleología determinada.

    En cambio, en el pensamiento complejo, se plantea la heterogeneidad, la interacción, el azar; todo objeto del conocimiento, cualquiera que él sea, no se puede estudiar en sí mismo, sino en relación con su entorno; precisamente por esto, toda realidad es sistema, por estar en relación con su entorno. Se podrían distinguir tres principios básicos del pensamiento complejo:

    • El dialógico: A diferencia del pensar dialéctico no existe superación de contrarios, sino que los dos términos coexisten sin dejar de ser antagónicos.
    • Recursividad: El efecto se vuelve causa, la causa se vuelve efecto; los productos son productores, el individuo hace cultura y la cultura hace a los individuos.
    • El principio hologramático: Este principio busca superar el principio de "holismo" y del reduccionismo. El holismo no ve más que el todo; el reduccionismo no ve más que partes. El principio hologramático ve las partes en el todo y el todo en las partes.

    Estos principios están atravesados por dos términos que se presentan con unos planteamientos nuevos en Morín: el concepto paradigma y el concepto de sujeto. El paradigma es una estructura mental y cultural bajo el cual se mira la realidad. Estos paradigmas, por ser culturales, son inconscientes, son como un imprinting. En esto se separa de Kuhn para quien los paradigmas son científicos, por tanto, conscientes. Con respecto al concepto de sujeto, Morín lo aplica a toda realidad viviente cualquiera que sea. El sujeto tiene tres características: su autonomía, su individualidad y su capacidad de "computar", es decir, de procesar información: "Ego computo ergo sum" dirá Morín a diferencia de Descartes, el hombre es el sujeto de mayor complejidad. Morín sostiene que no se puede asumir esta noción de sujeto desde un paradigma simplista. Es necesario el pensamiento complejo; aquel pensamiento capaz de unir conceptos que se rechazan entre sí y que son desglosados y catalogados en compartimentos cerrados por el pensamiento no complejo. No se trata de rechazar lo simple, se trata de verlo articulado con otros elementos; es cuestión de separar y enlazar al mismo tiempo. Se trata pues, de comprender un pensamiento que separa y que reduce junto con un pensamiento que distingue y que enlaza.

    Quisiera reseñar una de sus últimas obras en la que nos advierte de la necesidad de preocuparnos de siete epistémes fundamentales para realizar la educación del futuro:

    1. Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión.

    Aplicado al campo educativo se podría decir que el error está mal visto en las aulas. Aparece asociado a la autoestima, a la imagen ante el grupo, a la definición de la propia identidad, razones entre otras por las que incluso se le penaliza y culpabiliza. Las distorsiones que provoca esta situación son gravísimas. No importa tanto lo que el alumno realmente sabe como lo que simboliza la calificación que obtiene en un examen o en un control. Desaparece así para siempre la pasión por el conocimiento, pues lo que prima son los saberes mercantilizados, instrumentales, funcionales, a tono con su relevancia social pasajera. Si añadimos a lo anterior los errores mentales, los errores intelectuales o los errores de la razón –digamos de paso que no es lo mismo racionalidad crítica y abierta que racionalización con la que tantas veces se identifica y confunde– o las cegueras paradigmáticas –el gran paradigma de occidente formulado a partir de Descartes: sujeto/objeto, alma/cuerpo, espíritu/materia, calidad/cantidad, finalidad/causalidad, sentimiento/razón, libertad/determinismo, existencia/esencia, tan dominante en casi todas las aulas desde el siglo XVII– o el imprinting cultural de Lorentz entre otros errores, nos encontramos de esta manera ante algunas de las fuentes y causas de error y de ilusión que socavan las condiciones de posibilidad del conocimiento. "¿Cuánto sufrimiento y desorientación provocaron los errores e ilusiones a lo largo de la historia humana y de manera tan aterradora en el siglo XX", afirma Morín. "Si pudiera existir un progreso básico en el siglo XXI – concluye – debería ser que hombres y mujeres dejen de ser juguetes inconscientes no sólo de sus ideas sino también de sus propias mentiras".

    2. Los principios de un conocimiento pertinente

    Sostiene Morín que se necesita con urgencia una reforma paradigmática del pensamiento y no meramente programática. Algo, según él, fundamental para la educación – yo también lo creo -, pues afecta ni más ni menos a nuestra aptitud para organizar el conocimiento, al existir una inadecuación amplia, profunda y grave entre nuestros saberes desarticulados y parcelados y los problemas cada vez más polidisciplinarios, transversales, multidimensionales, transnacionales, globales, planetarios,… Tal inadecuación, concluye Morín, acaba haciendo invisible el contexto, lo global, lo multidimensional y lo complejo.

    3. Enseñar la condición humana

    Se trataría de asimilar la aparición del pensar post moderno, esto es, la afluencia de conocimientos que a finales del siglo XX han iluminado de un modo completamente nuevo la situación del ser humano en el universo. Los avances incorporados desde los años sesenta y setenta del siglo pasado en cosmología, las ciencias de la tierra, la ecología, la biología, incluso la prehistoria han ido modificando nuestras ideas sobre el Universo, la Tierra, la Vida y el Hombre.

    Los bucles cerebro-mente-cultura, razón-afecto-impulso o el bucle individuo-sociedad-especie invitan una y otra vez a abandonar en el siglo XXI una visión unilateral del ser humano por otra visión más compleja, habitar en el homo complexus aún no devenido, es decir, a juicio de Morín, somos seres infantiles, neuróticos y delirantes al mismo tiempo que racionales, conviviendo en nosotros a la par el homo sapiens y el homo demens, el homo faber y el homo ludens, el homo economicus y consumans, prosaicus y poeticus y el homo empiricus e imaginarius. Como resultado, nuestra identidad es complejidad.

    4. Enseñar la identidad terrenal

    La nueva identidad terrenal en el siglo XXI ha de ser necesariamente una identidad planetaria. La cita de Vernadski que encabeza este capítulo del libro resume perfectamente sus nuevos perfiles: "Por primera vez, el hombre ha comprendido realmente que es un habitante del planeta, y tal vez deba pensar y actuar con un nuevo aspecto, no sólo bajo el aspecto de individuo, familia o género, de Estado o de grupo de Estados, sino también bajo el aspecto planetario"

    5. Afrontar las incertidumbres

    El problema de la verdad es que ya no puede ser dicha, sino tan sólo descubierta. Lo que implica aprender a vivir y afrontar la incertidumbre que afecta incluso al mismísimo conocimiento, espacio en el que el mundo de la educación de corte transmisivo había creído encontrar una fortaleza inexpugnable, asediada ahora también por los ribetes de la incertidumbre:

    • La incertidumbre cerebro – mente, que se origina y deriva del proceso de traducción / reconstrucción del propio conocimiento.
    • La incertidumbre lógica: "Ni la contradicción es señal de falsedad ni la no-contradicción es señal de verdad", sostenía Blas Pascal, enunciado que cobra especial relevancia hoy.
    • La incertidumbre racional, pues la racionalidad si no mantiene un estado de alerta autocrítica permanente cae con facilidad en la racionalización.
    • La incertidumbre psicológica, ya que existen límites para cualquier autoconocimiento hasta el punto de que mi esfuerzo por ser sincero, por ejemplo, no garantiza la certidumbre de mi sinceridad.
    • La impredectibilidad de la acción humana a largo plazo, es decir, no hay garantías de que mis acciones o las acciones humanas actúen en el sentido de mis intenciones.

    6. Enseñar la comprensión

    La dificultad mayor de la comprensión es que no puede digitalizarse. Porque la comprensión es mucho más que entender la información que me llega codificada en un chip de última generación, vía Internet o telefonía móvil y supone algo más que manejar con soltura la funcionalidad del habla cotidiana. Los egocentrismos, el etnocentrismo, los sociocentrismos y los reduccionismos son a su vez obstáculos evidentes para la comprensión. Parece extenderse igualmente una idea errónea de tolerancia que facilita la indiferencia y el escepticismo generalizado bloqueándose así la comprensión de aquello mismo que se tolera: "Yo te tolero, pero por favor no me cuentes tu vida, colega. No me interesa".

    7. La ética del género humano

    Una ética propiamente humana –antropo-ética– habría de ser una ética enraizada en el bucle individuo-sociedad-especie que supondría asumir de forma lúcida y consciente lo siguiente: la interacción compleja del mencionado bucle, la decisión de realizar la humanidad dentro de uno mismo, aceptar el destino humano en sus antinomias y en su plenitud. Lo que implica trabajar para la humanización de la humanidad, lograr una unidad planetaria en la diversidad –lo que es diferente de una unidad globalizada– respetar en el otro, tanto la diferencia como la identidad consigo mismo y desarrollar la ética de la solidaridad y de la comprensión con la esperanza de acercarse a la humanidad como conciencia y ciudadanía planetaria.

    Tareas imposibles sin una profundización y regeneración de las democracias actuales que facilite a los ciudadanos desarrollar su derecho al conocimiento pleno y total hasta ahora restringido, he aquí el principal rol del estado, de esta suprema función han de derivarse y sustentarse las otras.

    En un terreno más pragmático el cuestionamiento del papel de las instituciones del Estado en el campo económico y educativo, así como en el campo social, lleva, en último término, a una nueva conceptualización del papel del Estado en la sociedad. En América Latina, han comenzado a perfilarse los conceptos y los elementos de un nuevo estilo de desarrollo en el que los acentos están puestos en:

    • La economía de mercado y en su liberalización.
    • En el rol preponderante del sector privado.
    • En la supeditación de los avances en el plano social al ritmo y a los resultados del crecimiento económico interno y
    • En las posibilidades de apertura de las economías y su inserción en los nuevos contextos económicos mundiales.

    Junto con ello y como condición sine qua non se postula la "disminución del tamaño" del Estado y del grado de intervención que sustenta, así como cambios en los modos de actuar. "Los enfoques del desarrollo basados en el neoliberalismo económico y la lógica del mercado se van abriendo camino en la región, con éxito inicial en algunos de sus países, pero con llamados de atención sobre sus limitaciones y sobre el imperativo de incorporarles las consideraciones y exigencias sociales, particularmente aquellas que tienen que ver con necesidades básicas de grandes grupos de población cuya satisfacción no puede postergarse, así como con dimensiones y factores del desarrollo que escapan a las leyes del mercado. Los planteamientos más recientes sobre el crecimiento económico y la transformación productiva con equidad expresan esta preocupación"

    Rodríguez va más allá que los planteamientos hechos por Romero y plantea dos interrogantes: ¿la política social que incluye la educación, es posible y viable que se interprete en su totalidad a partir de las concepciones de competitividad y de mercado antes indicadas?. ¿Es posible que la educación pierda su dimensión de servicio público sustentada en una acción del Estado? Corresponderá a los diseñadores, investigadores e implementadores de políticas educacionales pensar, diseñar y construir las futuras respuestas.

    La lectura de la calidad y las expectativas en este nivel, siguiendo la lógica sobre el nuevo papel del Estado que se ha sintetizado brevemente, se plantea en los siguientes tres aspectos relevantes:

    1. Teniendo la competitividad como objetivo, el desempeño como lineamiento de política y la descentralización como componente del esquema institucional, propender al mejoramiento de las bases del sistema escolar para lograr condiciones que permitan enfrentar la competitividad productiva que plantea el mercado interno y externo, para esto, el sistema escolar debe posibilitar una formación y una capacitación en el uso de las nuevas tecnologías y una educación para la convivencia democrática uniendo la calidad con la pertinencia social, conscientes que hoy existe un nuevo reconocimiento de la importancia del capital humano en el desarrollo económico, lo que plantea una demanda cualitativa respecto de los conocimientos, valoraciones y habilidades necesarias para un ámbito de trabajo donde los componentes tecnológicos y de creatividad son fundamentales.

    2. Aporte sustantivo en la capacitación de la sociedad y de la escuela en temas transversales como los derechos humanos, el medio ambiente, la paz, la pluralidad étnica, la superación de la pobreza para convivir con los comportamientos de una sociedad democrática y con las valoraciones requeridas por las nuevas demandas sociales de una mejor calidad de vida.

    3. Distribución equitativa de los conocimientos, habilidades y valoraciones mediante la compensación, por una parte, de los déficits de entrada que traen los niños y los jóvenes, particularmente de los sectores pobres y, por otra, a través de una propuesta que sea capaz de potenciar de la mejor manera la participación de esos niños y esos jóvenes en las distintas dimensiones de la vida social. Se trata, por tanto, que grupos cada vez más numerosos de la sociedad adquieran una buena formación.

    1. Mejorar la Calidad del Proceso Educacional

    Para ser realista y emerger desde la praxis cotidiana, la educación, debe asentarse sobre un diagnóstico acabado del medio en que se aplica. Sólo así se podrá formar al alumno para enfrentarse a la vida y al mundo del trabajo.

    El profesor está consciente de esta realidad, lo sabe, pero se ve impedido para actuar en consecuencia. Se ve enfrentado a la frustración que le provoca no tener el éxito esperado, aplicando lo que le enseñaron en las escuelas de pedagogía y lo que le demanda el Estado. Son muy pocos los docentes formados en Latinoamérica que pueden enseñar empleando un método activo – participativo, porque este método no fue empleado durante su formación pedagógica, ni tampoco durante su formación primaria y secundaria, entonces, ¿qué modelo instruccional replicarán?

    El profesor tiene que superar la frontalidad, sacudirse de las limitaciones que le imponen, por una parte la formación inadecuada que él mismo recibió, los planes y programas oficiales y, por último, las limitaciones físicas del aula, en cuánto a espacio, elementos didácticos, textos y guías apropiadas.

    Sería difícil hacerlo volver a la Facultad de Educación para empezar todo de nuevo. Pero sí puede cambiar, invitándolo a reflexionar sobre su propia experiencia, sobre sus éxitos y fracasos, sobre la visión que él tiene de lo que realmente es educar, sobre los objetivos que debería perseguir para la formación de sus alumnos, sobre las limitantes que se lo impiden.

    Pocos son los docentes que transforman virtualmente la sala de clases en un laboratorio, donde todos los elementos que forman parte del entorno, pasan a ser objeto de análisis, de discusión, y de síntesis, independiente del grado que cursa cada alumno. Siendo obvio que a mayor grado, mayor complejidad de aprendizaje. Del diagnóstico surgen los problemas que interesan a la comunidad, los que transformados en materia de discusión, inician el encuentro con sus soluciones.

    Mejorar la educación es uno de los retos que enfrenta cualquier gobierno, ya que, las consecuencias de una baja calidad educacional, se relacionan con bajo crecimiento cultural, social y económico. Muchos intentos por mejorar la educación, no han tenido éxito. Sólo una revisión profunda de la educación, sobre la base de un nuevo modelo de escuela y métodos de enseñanza renovados, en contraposición con el método frontal permitirán lograr la calidad requerida para las exigencias venideras. Diversas investigaciones han demostrado que la Escuela Nueva de Colombia es el modelo más adecuado para ser adoptado y adaptado, modelo que ya se está aplicando en varios países del cono sur latinoamericano. Escuela Nueva es un sistema integral de educación, que incluye recursos nuevos que permiten ofrecer una primaria completa, mejorando el resultado de los aprendizajes y la calidad y eficiencia de la educación en escuelas de escasos recursos, esta Escuela Nueva surge como respuesta a los persistentes problemas de ineficiencia interna y baja calidad de la educación, a la fecha, diferentes evaluaciones han encontrado que donde se ha aplicado el sistema se han obtenido los siguientes resultados:

    • incremento en el acceso y retención escolar en el sector rural,
    • rendimiento promedio superior al de escuelas tradicionales,
    • mejor autoconcepto social,
    • autoestima y comportamientovico y democrático,
    • cambio actitudinal y
    • mayor motivación hacia las innovaciones propuestas.

    El objetivo de este programa es lograr un cambio de la enseñanza tradicional, mejorando las prácticas pedagógicas y cualificando el rol del maestro como orientador – mediador del aprendizaje del alumno.

    Es importante examinar la posibilidad de identificar algunos cambios en el diseño instruccional que puedan reemplazar, al menos durante parte del tiempo, la enseñanza frontal y generar un incremento en la calidad del aprendizaje, es decir, partir cambiando experimental y vivencialmente el proceso de enseñanza creyendo que se obtendrán mejores resultados en el aprendizaje, diagnosticar con los instrumentos adecuados cuáles son las habilidades de los aprendices para elevarlas a destrezas para que, a su vez, instalarlas como capacidades que llevarán a más de alguno a una metacognición.

    Es conocido que hay escuelas que atienden alumnos de nivel socioeconómico bajo y que logran niveles de rendimiento muy superiores al resto de las escuelas que se hallan en la misma situación, esto hechos deben animarnos a perseverar en la búsqueda de las estrategias adecuadas que se puedan poner en práctica con los recursos disponibles.

    Ensayos realizados en Colombia y Chile muestran que los maestros están interesados en usar materiales que les eviten tener que dar de viva voz instrucciones rutinarias. Es muy probable que el material educativo modular de autoaprendizaje reduzca, en gran medida, la presión de trabajo y el estrés.

    Este módulo de autoaprendizaje – fruto del trabajo del maestro – le asegura al profesor que su clase está diseñada, aunque él, con criterio profesional y acorde a la realidad en la que se desenvuelve hace pertinentes los contenidos y puede introducir todos los cambios que quiera y, en el caso extremo, crear una nueva actividad sobre la marcha, aunque no está obligado a hacerlo, ya que debería poder optar entre varios módulos para generar una experiencia aula en relación con un tema determinado. "A un médico no se le pide que prepare un remedio, lo que tiene que saber es cuál es el remedio apropiado. De la misma manera, el maestro debería poder elegir el material adecuado, pero no estar obligado a prepararlo de manera artesanal. El maestro tiene que dejar de ser un autómata (fonógrafo) que trasmite instrucciones y actuar como un profesional capaz de evaluar y animar un proceso, que él mismo seleccionó como el más adecuado para cada grupo de alumnos".

    La preparación de módulos requiere un cuidadoso trabajo que debe estar asociado con los criterios para un buen aprendizaje, es decir, el docente debe preocuparse de:

    • Utilizar el conocimiento previo del alumno. (Aprendizaje Significativo)
    • Dar oportunidades para trabajar en pequeños grupos. (Sinergia)
    • Pedir al alumno que prepare informes escritos. (Portafolios)
    • Permitir que el alumno tenga opciones dentro de un marco. (Libertad)
    • Usar el contexto en el que está el alumno y la escuela. (Pertinencia)
    • Sugerir contactos sistemáticos con la familia. (Integración)
    • Solicitar que el alumno realice ejercicios de autoevaluación. (Autoestima)
    • Integrar actividades que implican hacer, valorar y comprender. (Transversalidad)
    • Recordar que su rol es de mediador – supervisor. (Constructivista)

    "El cambio del rol del maestro es el resultado de una actividad natural con los alumnos; y los maestros pueden expresar las ventajas y desventajas que tiene esta nueva forma de interactuar. Es decir, son capaces de elaborar la teoría del nuevo rol del maestro. El maestro se da cuenta cuando "está enseñando de una manera diferente" y entonces acepta que es posible; pero si se le pide cambiar su rol a partir de una teoría, eso genera susto y rechazo"

    El usar módulos de autoaprendizaje por un lado o técnicas creativo – innovativas por otro permite, desde la praxis aula, ir fundamentando y consolidando la eficacia y la eficiencia del cambio de paradigma instruccional que se atrevió a efectuar el profesor, lo que se constata:

    • Al observar como los alumnos investigan al seguir las instrucciones de un módulo determinado o expresan su creatividad por medio de un conjunto de técnicas adecuadas.
    • Al responder a las interrogaciones cognitivas de los aprendices y analizarlas en conjunto, y
    • Al comprobar que al trabajar en forma guiada y creativamente, potenciando la libertad y la autoresponsabilidad de los aprendices en un ambiente de afectos y respeto, se logra realmente crear equipos de trabajo.

    En este caso, la práctica corrobora la teoría, aunque el docente de la experiencia innovadora relatada, partió creyéndole a la teoría.

    1. Calidad Total en Educación

    En los ámbitos empresariales se rehuye abordar la definición rigurosa del término calidad. La postura generalizada consiste en resguardarse en las definiciones "operacionales". La más común afirma que "Calidad es la satisfacción de las necesidades y expectativas de los clientes"

    En los últimos años esta definición ha "evolucionado" incluyendo la noción de racionalidad: "Calidad es satisfacer las necesidades de los clientes y sus expectativas razonables"

    La pregunta obligada es, ¿en educación, quién o quiénes son los clientes? Y, además, ¿este particular "cliente" posee la característica de ser razonable?

    Los teóricos de la gestión educativa proponen que se sustituya al "cliente" por "ciudadano" cuando de servicios públicos se trata y "beneficiario" en el campo educacional.

    Realmente ¿es legítimo considerar a la educación como la empresa que debe perseguir la satisfacción de las exigencias razonables del cliente – ciudadano – colectividad?

    La calidad de la educación significa investigar, formar profesores y documentarlos. Si bien existe un conjunto de factores que influye en la calidad (los programas, los textos, la infraestructura, la formación de los profesores) ninguno de ellos ni todos juntos garantizan los resultados de la calidad; estos factores son sólo instrumentos, porque desde una vertiente axiológica la calidad tiene que ver con un sistema de valores, una expresión cultural ejercida por los principales actores: estudiantes y profesores, los padres y la sociedad en su totalidad. Por otra parte, calidad se asocia con aprendizaje de destrezas para adaptarse y anticiparse al cambio, tales como "querer aprender", "desarrollar el pensamiento autónomo" y "resolver conflictos en situaciones nuevas". Calidad no se asocia sólo con contenidos o resultados en la educación; hoy en día se propone definir la calidad de la educación no tanto en los fines sino en el proceso: educación de calidad es aquella que llega a todas las personas que constituyen una sociedad. Calidad se asocia con eficiencia, medida ésta en términos de quién y cuántos tienen la oportunidad de acceso y permanencia a la educación. Por otro lado, es necesario determinar si los resultados educacionales responden a los requisitos y requerimientos sociales. En síntesis, eficiencia y eficacia son los indicadores rectores.

    La eficacia, al igual que la calidad, debe ser operacional y debe ser susceptible de medición. Así, en los años setenta y principios de los ochenta, la llamada primera ola de la propuesta eficaz insistía en el mejoramiento de las puntuaciones en varios rubros cuya constante era la noción de incremento y de calidad. Hacia finales de los ochenta tomó cuerpo la segunda ola de eficacia en la educación, con la finalidad de elevar los niveles, la responsabilidad, alargar el calendario y la jornada escolar y en general conseguir un mayor rigor en la educación pública Latinoamericana. Sus propuestas se sintetizaban en los siguientes programas:

    • Gestión individualizada de la escuela.
    • Programación y utilización flexible del tiempo.
    • Desarrollo de entornos de colegialidad y participación.
    • Currículum explicativo y no sólo descriptivo.
    • Fortalecimiento de habilidades.
    • Cambio del papel del profesor.

    Durante la década de los noventa se enfocó el término eficacia hacia los aspectos más teóricos y prácticos, fue cuando en educación se aplicó el concepto de calidad total abarcando principalmente la búsqueda de métodos paso a paso que permitieran un buen resultado; se atiende entonces a todos los procesos de aula, en el binomio docente – alumno, y en la circularidad de la tarea enseñanza – aprendizaje, aprendizaje – enseñanza.

    Hoy, ya no se cree en la gran reforma del sistema escolar fundada en una visión administrativa y verticalista, sino en la paulatina construcción de nuevos espacios particulares que giran alrededor de un equipo de trabajo y de una nueva dimensión del papel del profesor.

    La gestión eficaz no es la única necesidad de la educación, ni su finalidad, porque la educación aunque se concreta en actividades, como cualquier otro servicio, las rebasa, las actividades no "llenan" su función, la enseñanza y los aprendizajes se concretan en actividades, pero ni la primera ni los segundos se limitan a ellas.

    En la educación pública o privada, la materia prima es el ser humano y la meta es que ese ser se integre a su cultura y se apropie de los conocimientos, habilidades y valores que le permitirán interactuar en la sociedad haciendo efectivo el pleno ejercicio de su humanidad.

    Resumiendo lo desarrollado se puede decir que la filosofía básica respecto a la calidad permite visualizar cinco líneas aplicables a educación:

    • Teórica conceptual. Fundamentación del termino calidad desde el sujeto que demanda y el sujeto que formula, tomando en consideración los fines.
    • Administrativa. Incrementar la vinculación entre calidad y política educativa.
    • Evaluativa Curricular. Proceso de evaluación constante entre rendimiento y logro de objetivos. ¿Qué aprender? ¿Qué enseñar? ¿Para qué aprender? ¿Cómo enseñar? ¿Quiénes son los aprendices?
    • Gestión. Administrar, planificar, programar con una visión y una perspectiva enfocada al crecimiento cualitativo y sistémico.
    • Sistémica. Considerar a todos los actores sociales intervinientes en el sistema educativo.

    La filosofía de la calidad nacida del enfoque empresarial puede y debe ser aplicada a la educación con una visión de calidad total en una perspectiva integradora del entramado social: política, economía, cultura, identidad y realidades del contexto, pero siempre con la base de la búsqueda de una educación en pro de la equidad y la pertinencia, estando consciente ante la sociedad que el alumno habrá de lograr diversas capacidades para trabajar en equipo, identificar y resolver problemas, en una palabra, adquirir competencias que le permitan una efectiva adaptación laboral en el futuro.

    1. Sistemas de Evaluación y Calidad Educacional

    Los programas que emanan de los organismos que deciden la puesta en marcha de las políticas educativas para Iberoamérica definen en nuestra época tres focos de atención:

    • El gobierno y la administración.
    • El sistema educativo en el plano nacional y regional.
    • La dimensión pedagógica.

    Uno de los objetivos principales manifiesta que los países habrán de propiciar la calidad de los procesos de gestión pedagógica que se incuben tanto en los programas como en las prescripciones del nivel central que son traspasadas y referidas a la escuela.

    Ahora bien, ¿qué ocurre cuando la región afronta una crisis económica? Los efectos más directos de la crisis económica sobre los sistemas educativos se refieren, por supuesto, a la reducción del gasto público y paradójicamente, en un contexto de crisis, las demandas educativas aún crecen más, siguiendo su propia lógica para dar cuenta de la crisis y buscar medios para resolverla en su sector. Si lo medimos con el indicador de la rentabilidad el sector educativo puede ofrecer rentabilidad tan sólo a largo plazo, lo cual lo hace poco atractivo a inversores que desean resultados a corto plazo. Los efectos de una crisis económica coyuntural dan lugar a una nueva concepción de la prestación de los servicios públicos:

    • una prestación basada en los principios de la rendición de cuentas,
    • la auditoría y
    • la evaluación de resultados.

    En suma, se trata de conferir autonomía para producir un servicio público de mayor calidad, más eficaz y eficiente respecto de las demandas regionales o locales y más económico; a cambio, deben aceptarse las reglas impuestas por los necesarios mecanismos de evaluación. Autonomía y descentralización sí, pero con control de resultados.

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    El esquema precedente nos muestra que todo sistema evaluativo debe incorporar como básicos los elementos indicadores destacados.

    Los sistemas de evaluación son convenientes para las tareas de:

    Diagnóstico: la estadística de la educación cobra sentido en cuanto deviene o llega a ser un instrumento para suscitar la mejora de la calidad en cada uno de los indicadores del esquema anterior.

    Toma de decisiones: si un sistema educativo ha generado los mecanismos estables y periódicos de evaluación podrá elaborar datos y contar con informaciones útiles para converger en alternativas de solución frente a problemas de una manera rápida y fiable.

    Investigación: los sistemas educativos de sur América siguen necesitando estudios e investigadores que sugieran métodos, formas y maneras adecuadas para mejorar la calidad.

    Prospección: Anticiparse a las eventuales necesidades es una preocupación permanente de los políticos y los responsables de dar cuenta de la educación, por lo tanto, es necesario anticiparse y determinar a priori cuál será la previsible evolución en términos de resultados, cuantitativos y cualitativos.

    Tareas todas que inciden en gran medida en llevar adelante la política incremental de mejorar substantivamente la calidad de la educación.

    WEBGRAFIA

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    Schmelkes Sylvia. "La evaluación de los centros escolares". Programa de Medios e Instrumentos para la Evaluación de la Calidad de la Educación de la OEI para la Educación, la Ciencia y la Cultura y por la Secretaría de Educación Pública de México, en Cancún, Q.R., México, del 11 al 13 de junio de 1996.

    (En http://www.ince.mec.es/cumbre/d1-03.htm )

    Tiana Alejandro y Horacio Santángelo. "Evaluación de la calidad de la Educación". Revista Iberoamericana de Educación N°10. Enero – Abril 1996. OEI. España. Documento base en la VII Reunión Ordinaria de la Asamblea General de la OEI, celebrada en Buenos Aires del 26 al 28 de octubre de 1994.

    (En http://www.campus-oei.org/oeivirt/rie10.htm )

    Toranzos Lilia V. "En la búsqueda de estándares de calidad". Biblioteca Digital. Calidad y Equidad en Educación. OEI. En http://www.campus-oei.org/calidad/toranzos2.htm )

    Toranzos Lilia. "Evaluación y Calidad". Revista Iberoamericana de Educación. Número 10 Enero – Abril 1996 – Evaluación de la Calidad de la Educación.

    (En http://www.campus-oei.org/oeivirt/rie10a03.htm )

     

    Patricio Casanueva Sáez