Descargar

Goldman Sachs: El “vampiro” de la crisis (página 8)

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

Pero no se trata sólo de la opinión vertida por un director de cine. Más al contrario, se trata de una creencia que está consolidándose entre amplias capas de la población occidental, especialmente a partir de la crisis y de sus planes de rescate. Desde entonces, son frecuentes las noticias que resaltan las intensas uniones entre los poderes político y económico. Así, medios estadounidenses han resaltado cómo el gobierno económico de Reagan estuvo directamente inspirado por las doctrinas que emanaban de Merril Lynch, cómo muchos altos cargos de los últimos tiempos provienen de Goldman Sachs (es el caso de Henry Paulson, Lawrence Summers o Mark Patterson), cómo hay que haber trabajado en los más influyentes grupos financieros para acceder a un puesto en la Reserva Federal (ocurre con Rick Rubin, Ben Bernanke o Tim Geithner) o cómo las políticas nacionales están siendo dirigidas más para beneficiar a actores concretos que al propio país. En ese orden, la empresa estrella de las críticas es Goldman Sachs, no sólo por el número de ex directivos suyos que han pasado a formar parte del gobierno de Estados Unidos sino porque se le ha atribuido un papel principal en esta crisis. En un artículo en Rolling Stone, el periodista Matt Taibbi afirmaba que Goldman Sachs ha jugado siempre al mismo juego: situarse en medio de una burbuja especulativa, atrayendo los recursos de la clase media para invertirlos en bienes que sabe que se depreciarán. Y sacando además partido del ciclo contrario: cuando la burbuja explota, presta dinero con interés para remontar la crisis. Lo que ocurre, y en esto radicaba la gravedad de las afirmaciones de Taibbi, es que Goldman lo hacía no sólo gracias a la complicidad del regulador sino con su participación necesaria. Sin el cambio de las normas promovido por los políticos no hubiera sido posible ni la creación de grandes conglomerados bancarios como AIG, Citigroup o Bank of America ni el gran margen de actuación del que gozaron. En definitiva, estaríamos ante hechos que demostrarían cómo, en nuestro mundo, el poder financiero se afirma muy por encima del político.

Así lo cree Juan Carlos Monedero, profesor de ciencia política de la Universidad Complutense y autor de El futuro de las palabras (Ed. Fondo de Cultura Económica), quien señala cómo "el capitalismo, cuando sufre una de sus crisis cíclicas, intenta una salida desesperada a través de la financiarización, que es lo que estamos viendo en los últimos 30 años, lo que deriva en la constitución de grandes grupos económicos que maniatan al poder político a través de su capacidad para controlar la economía". Y Monedero percibe un segundo elemento que explicaría este predominio de lo financiero, como es la espectacularización de la política: "Hemos importado los modos electorales norteamericanos, lo que ha encarecido las campañas y ha entregado de rodillas el poder político a quienes tienen capacidad para sufragar las campañas electorales".

Además, como señala el periodista Pascual Serrano, autor de Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo (Ed. Península), no se trata sólo de que quienes tienen el dinero influyan enormemente a la hora de decidir quiénes accederán al poder, sino que también "controlan el margen de maniobra de los elegidos. El intento fallido de Obama, y antes de Hillary Clinton, de reformar el sistema sanitario de su país es una muestra más de cómo las grandes empresas están impidiendo que los representantes políticos lleven a cabo su programa. Lo que es aún más palpable en un asunto como este, en el que los políticos tienen a su favor a gran parte de la ciudadanía". En este sentido, y como sintetiza Monedero parafraseando una vieja afirmación, estamos en un escenario político en el que "el partido sustituye a la sociedad, el comité central al partido, el secretario general al comité central y los bancos que financian ese entramado al secretario general".

Pero no se trata de una creencia que esté cuajando sólo en un sector político determinado, el de la izquierda, sino que abarca todo el ámbito de las ideas. Para alguien como Javier Ruiz Portella, director de la editorial Áltera, que proviene de un entorno opuesto al de Monedero o Serrano, también resulta evidente que "el peso del capital financiero resulta totalmente decisivo en la política. Y el mejor ejemplo son las escandalosas operaciones de rescate que han llevado a cabo los Estados a partir del momento en que la famosa mano invisible de Adam Smith no ha funcionado". Para Ruiz Portella, lo más llamativo es que "se les están regalando cifras mareantes a entidades financieras que dan beneficios en sus cuentas anuales".

Probablemente porque el asunto de las subvenciones a los bancos haya influido en la opinión pública, pero lo cierto es que las críticas a esta presencia del capital financiero han venido de todos los ámbitos, no sólo desde los políticamente concienciados. En Estados Unidos, hubo una gran resistencia a estos planes de rescate lideradas por los republicanos, pero en la que también destacaron demócratas. La más relevante, la congresista Marcy Kaptur, (gran estrella de la película de Michael Moore) una mujer con casi tres décadas de experiencia en la Cámara de Representantes y que tildó a estos planes de "golpe de estado financiero", un calificativo que comparten algunos de sus compañeros en la Cámara. La tesis de Kaptur es que asustaron a los ciudadanos (y a los propios congresistas) exagerando las dimensiones y la gravedad de la crisis hasta que las entidades bancarias lograron los recursos que pretendían para seguir ganando dinero.

Para los expertos consultados resulta evidente que en el contexto político contemporáneo, hecho de suspicacias y de escándalos de corrupción, este tipo de actuaciones habrá de generar consecuencias. Y la primera de ellas es la creciente desconfianza respecto del sistema en sí. Para Monedero, "hablar de democracia capitalista es una contradicción en los términos. La esencia de la democracia es el igualitarismo mientras que la del capitalismo es el enriquecimiento de los más aptos. Y son dos lógicas que sólo pueden acercarse ocasionalmente en lugares muy concretos y en momentos históricos muy concretos". Según Portella, el descontento actual "tiene que ver con una crisis profunda que cuajará, si los efectos de la crisis son más duros de lo que han sido hasta ahora, en nuevas concepciones políticas que hasta ahora han estado en los márgenes".

Para Antonio Arcones, presidente de la Fundación Burke, lo que esta crisis nos demuestra es que "las connivencias entre el ámbito político y el económico siempre son negativas, porque el poder legisla a favor de los grandes. Se critica al mercado porque se dice que es una forma de dar carta de libertad a los poderosos, pero lo cierto es que cuanto más intervencionista es el sistema político, más fácil es que regule a favor de las grandes empresas". Por eso, las consecuencias negativas que trae la crisis están recayendo en quienes, por su aislamiento, carecen de fuerza para defender sus posiciones. "Nadie en el Estado interviene hoy a favor de las Pymes, del taxista o del tendero, porque no tienen capacidad para lograr que el sistema se ajuste en su favor. Los pequeños no hacen más que pagar impuestos mientras que los grandes logran que el Estado acuda en su rescate cuando las cosas les van mal. No hay más que fijarse en lo que están haciendo con el sector automovilístico".

Así, Arcones niega que estemos ante un momento de crisis del capitalismo. "Es brutal que a un sistema como el nuestro, en el que la participación de las diferentes administraciones en el PIB es de más del 40% y donde la regulación lo abarca todo, se le pueda llamar capitalismo. Dicen que la crisis es consecuencia del liberalismo extremo cuando estamos en una economía intervenida". En consecuencia, las transformaciones políticas que augura Arcones a partir de esta crisis deberían estar focalizadas en la defensa de los pequeños "de los autónomos, del profesional, del pequeño empresario", y habrían de dirigirse hacia "la drástica reducción de tamaño de un Estado que cada vez trata de intervenir más en nuestras actividades y que pretenden cobrarnos más impuestos".

Anexo III – La paradoja de Goldbug (el lado oscuro de la razón): no comment

– Las desgracias para el sector financiero son ganancias históricas para Goldman Sachs (The Wall Street Journal – 15/7/09)

(Por Susanne Craig y Aaron Lucchetti)

El colapso de Wall Street alimentó el trimestre más rentable de la historia de Goldman Sachs Group Inc., que consiguió apropiarse del negocio de rivales debilitados y registró grandes ganancias al aumentar sus apuestas arriesgadas.

Con rivales como Lehman Brothers Holding Inc. y Bear Stearns Cos. fuera del panorama, y otros como Citigroup Inc. en serios apuros, Goldman parece registrar una de las ganancias de participación de mercado más grandes en la historia de Wall Street.

El ingreso neto de US$3.440 millones, o US$4,93 por acción, en el segundo trimestre, fue más de lo que Goldman ganó en todo 2008, año en que sufrió los efectos de la crisis financiera.

Los analistas esperaban resultados sólidos, pero quedaron sorprendidos por el grado en que las ganancias excedieron sus expectativas. El principal motor fue un margen de rentabilidad más amplio en la compra y venta de valores, en parte debido a una menor competencia.

Ejecutivos de Goldman fueron especialmente cautos el martes en relación a sugerencias de que la compañía de Nueva York pueda seguir generando ganancias a ese ritmo. "No estamos demasiado optimistas sobre la economía", dijo en una entrevista el director financiero de Goldman, David Viniar. "Pero nuestros clientes necesitan negociar y necesitan apalancar sus operaciones y necesitan servicios de gestión de riesgo, algo que nos genera negocios".

Los resultados estelares de la firma para el segundo trimestre, incluyendo ingresos netos de US$13.760 millones, un alza del 46%, solidifica la reputación de la firma de 140 años como una de las entidades financieras que maneja mejor las negociaciones bursátiles y la toma de riesgo en Wall Street. Las ganancias también resaltan el surgimiento de un puñado de instituciones financieras de EE.UU. que probablemente se beneficiarán mucho de la debacle causada por la crisis financiera.

Se espera que J.P. Morgan Chase & Co., mayor banco de EE.UU. por capitalización del mercado bursátil, reporte el jueves resultados sólidos para el trimestre, incluidos los beneficios percibidos por su compra el año pasado de las operaciones de banca comercial de Washington Mutual Inc. El banco de Nueva York le ha echado un pulso al gobierno Obama, al oponerse a esfuerzos por regular los derivados.

Asimismo, J.P. Morgan y Goldman recientemente se liberaron de los límites impuestos por el gobierno estadounidense a los salarios de los ejecutivos y otras prácticas a los que estaban sujetos por participar en el Programa de Alivio de Activos en Problemas. Los dos bancos pagaron los préstamos federales que obtuvieron el año pasado.

Si las ganancias de Goldman continúan a este ritmo, registrará utilidades de US$10.500 millones este año, cerca del máximo registrado en 2007 de US$11.600 millones.

Analistas encuestados por Thomson Reuters previeron que Goldman ganaría US$3,48 por acción. Su ganancia real superó ese objetivo en alrededor de 40%.

Las acciones de Goldman, que han subido de forma marcada durante la última semana debido a la expectativa de su informe de ganancias, subieron ayer 0,15%, para cerrar a US$149,66 en la Bolsa de Valores de Nueva York.

Los departamentos de negociación de acciones y renta fija, y de divisas y bienes básicos de Goldman reportaron resultados récord y representaron el 75% de las ganancias de la firma. Las negociaciones de productos de crédito, de tasas de interés y divisas fueron especialmente sólidas, al igual que el corretaje bursátil en general.

Aunque Goldman quizás sea más conocido por sus inteligentes apuestas realizadas con recursos propios (arriesga su propio capital en apuestas sobre la dirección de una gran variedad de opciones, desde tasas de interés hasta el yen japonés), la firma afirmó el martes que la mayor parte de sus ganancias del segundo trimestre provino de un mayor volumen de transacciones por parte de los clientes que negocian en estas variadas líneas de productos. La firma obtiene ganancias al cobrar comisiones pero más a menudo lo hace al asumir el llamado riesgo principal, al comprarle un activo a un cliente y luego, si todo sale bien, lograr que el activo mejore y poder venderlo a un valor más alto.

La firma también registró ganancias en una cantidad de inversiones, que incluyen una utilidad de US$948 millones por su participación en Industrial and Commercial Bank of China Ltd.

edu.red

– Vuelta a las altas compensaciones (Cinco Días – 14/7/09)

Goldman Sachs ha sido, tradicionalmente, el sitio en el que los salarios y las compensaciones han volado más alto. Y siguen haciéndolo. Sin hacer mención a la filosofía nacida de esta crisis que apuesta por los resultados a largo plazo y no a corto para fijar las compensaciones, Goldman informó que ha provisionado 6.560 millones de dólares para pagar salarios, impuestos sobre salarios e indemnizaciones a una plantilla que ha menguado en un 1% frente al año pasado. Esta cantidad supone el 49% de los ingresos. En lo que va de semestre, el banco de Blankfein ha calculado que destinará 11.360 millones a sueldos.

– Ejecutivos de Goldman Sachs aprovecharon la quiebra de Lehman Brothers para hacer negocio (Intereconomia – 14/7/09)

La mayor parte de las ventas se llevaron a cabo mientras el banco de inversiones estadounidense se beneficiaba del programa de rescate bancario del Gobierno por un total de 10.000 millones de dólares

Los ejecutivos de Goldman Sachs vendieron cerca de 700 millones de dólares en acciones después de que quebrase Lehman Brothers el pasado septiembre, según datos obtenidos por el diario Financial Times.

La mayor parte de las ventas se llevaron a cabo mientras el banco de inversiones estadounidense se beneficiaba del programa de rescate bancario del Gobierno por un total de 10.000 millones de dólares.

Tras haber superado la crisis con el apoyo del Gobierno, Goldman Sachs anunciará hoy, según se espera, unas fuertes ganancias en el segundo trimestre.

Durante un período de ocho meses, los socios de Goldman Sachs vendieron más de 691 millones de dólares de acciones de la compañía en el mismo momento en que ésta ampliaba su flotación pública desde 395 hasta 503 millones de acciones en varias ampliaciones de capital.

Como contraste, en el período comparable desde septiembre de 2007 a abril de 2008, cuando el precio medio de las acciones de Goldman era mucho más alto, los socios de Goldman vendieron acciones por unos 438 millones de dólares.

El banco se negó a comentar las ventas y se limitó a explicar que los socios de Goldman reciben una parte importante de sus primas anuales en forma de acciones.

Las ventas de acciones por los socios han sido un tema muy delicado en Goldman, sobre todo después de la quiebra de Lehman Brothers, el pasado septiembre.

Durante los meses en los que se permitieron las ventas de acciones de los ejecutivos, desde el 17 de septiembre hasta el 24 de octubre, los socios de Goldman vendieron títulos por un valor aproximado de 250 millones.

Pero hubo muchas más ventas entre diciembre de 2008, después de que Goldman presentase por primera vez pérdidas trimestrales desde que cotiza como empresa pública, y mediados de febrero.

Durante ese período de dos meses, cuando el precio de las acciones de Goldman cayó prácticamente a mínimos históricos, los socios de Goldman vendieron acciones por valor de 280 millones de dólares.

Según el Financial Times, esas ventas son un recordatorio de que por más que la dirección de Goldman trate de inculcar la idea de que se trata de una sociedad, el banco apenas puede controlar lo que hacen sus ejecutivos con las acciones.

– Como en los viejos tiempos: los bonus de Goldman Sachs volverán a niveles récord (El Confidencial – 15/7/09)

La crisis ha quedado definitivamente atrás para Goldman Sachs. El banco de inversión estadounidense sacó ayer pecho al anunciar beneficios récord durante el segundo trimestre del año. Sus empleados y especialmente los directivos vuelven a frotarse las manos gracias a los suculentos bonus que volverán a dar vida a sus cuentas corrientes.

Si la entidad mantiene la senda de crecimiento mostrada durante los seis primeros meses de 2009, destinará 22.000 millones de dólares al pago de bonificaciones a su plantilla, según informaciones de Financial Times.

En los primeros seis meses del año, Goldman Sachs ha destinado 11.400 millones a salarios y ha reservado ya otros 6.600 millones con la misma finalidad, según el diario británico. Si las cuentas durante la segunda parte de 2009 mantienen el ritmo de crecimiento podría pagar, de media, 387.000 dólares a cada uno de sus 29.400 empleados, según estimaciones de The New York Times. Por su puesto, habrá empleados que recibirán una cifra muy inferior y otros, en cambio, muy superior. Si el banco no pisa el freno, sus principales ejecutivos volverán a amasar cientos de millones en primas volviendo a los tiempos de vacas gordas de 2006 y 2007.

Según el periódico norteamericano, Goldman Sachs destinó 8.520 millones a pagar a sus empleados en 2007. Unos 243.000 dólares por cabeza, teniendo en cuenta que en aquellos felices días, la plantilla alcanzaba, los 35.000 trabajadores.

Goldman Sachs obtuvo un beneficio récord de 3.440 millones de dólares en el segundo trimestre, un 65% más que en el mismo trimestre del ejercicio anterior. Los ingresos alcanzaron los 13.760 millones, por encima de las expectativas de los analistas.

El debate y la polémica están de nuevo sobre la mesa. En Wall Street son muchas las voces que se alzan contra este tipo de remuneraciones, ya que consideran que en el pasado favorecieron los excesos que han llevado a la actual crisis financiera. Las ayudas del Gobierno de Estados Unidos a las entidades financieras en problemas supusieron limitaciones de las bonificaciones a los altos ejecutivos. Ahora que esas entidades han comenzado a devolver el dinero prestado -10.000 millones en el caso de Goldman Sachs el mes pasado- y que vuelven a retomar la senda de crecimiento, los bonus vuelven a aparecer en escena.

– Goldman Sachs aprovecha los buenos resultados para subir las retribuciones (El País – 15/7/09)

El aumento del 33% en las pagas provoca protestas de algunos senadores

(Por Sandro Pozzi – Nueva York)

Goldman Sachs juega en otra liga. El grupo neoyorquino superó con comodidad el listón al cerrar el segundo trimestre con un beneficio de 3.440 millones de dólares (2.460 millones de euros), un 65% más que lo ganado hace un año. Con estos sólidos resultados, y tras liberarse de las restricciones vinculadas a las ayudas públicas, la entidad aprovecha para elevar los premios a sus empleados.

El banco que capitanea Lloyd Blankfein está considerado como el gran superviviente del terremoto financiero, gracias a que cambió de estrategia en el boyante mercado de la deuda vinculada a las hipotecas subprime antes de que se hundiera. Y eso tiene un premio. Tras el ajuste de las primas del año pasado, el banco ha aprovechado los buenos resultados para destinar en el primer semestre 11.360 millones de dólares (8.100 millones de euros) a retribuir a sus empleados, un 33% más que en el mismo periodo del año pasado. Eso da para pagar a los empleados del banco una media de 386.000 dólares (276.000 euros) por medio año de trabajo. Eso, en una entidad que recibió ayudas públicas para sortear la crisis.

Y por ahí es por donde llegan las críticas desde la élite política, que acusan a la banca de hacer fortuna gracias a las ayudas mientras el paro en EE UU se acerca al 10%. "Me uno a los estadounidenses que ven esto con incredulidad", señaló el senador demócrata por Ohio Sherrod Brown. "Hace que la gente se pregunte si va a ser otra vez más de lo mismo con Goldman Sachs y el resto de la industria financiera", añadió.

"Estoy contento de que hayan tenido un buen trimestre, pero no me gusta todo el tema de la retribución", señaló su compañero de partido, el senador Jon Tester, de Montana. "Ya hemos pasado por esto antes", dijo, recordando el caso de las primas a ejecutivos de la aseguradora AIG. "No pueden continuar por esta línea o será un escándalo", concluyó.

Pero está por ver hasta dónde llegará la polémica. Goldman ya recortó un 46% las retribuciones en 2008, tras las pagas récord de 2007. Y, a diferencia de otros bancos, prácticamente fue forzado a aceptar las masivas inyecciones del Tesoro. Los resultados incluyen, de hecho, un dividendo de 426 millones pagado a los contribuyentes junto con la restitución de los 10.000 millones que recibió en otoño del fondo de estabilidad financiera. Goldman se desprendió rápido de ese dinero público para liberarse de las restricciones impuestas por Washington.

Los analistas interpretan que estos resultados, en su conjunto, no son sólo una buena noticia para Goldman, sino también para otros jugadores. Pero el banco no tiene igual en un sector donde otras grandes firmas rivales siguen intentando apuntalar sus balances. Goldman es maestro de la intermediación, tanto en renta fija como en divisas y derivados. Los ingresos por esta vía se doblaron en un año, hasta los 6.800 millones. Y eso le permitió compensar las caídas en otras unidades, como la de banca de inversión, que se vio arrastrada por un descenso del 54% de los ingresos en los servicios de asesoría en el ámbito de las adquisiciones y fusiones de empresas. También cayó un 28% en la gestión de activos.

Lloyd Blankfein, su presidente ejecutivo, sigue pensando que los mercados financieros permanecen "frágiles" y habla de "retos" cuando mira hacia el conjunto de la economía, pero intenta mostrarse más optimista.

Esta semana también presentarán resultados otros grandes de la industria. JP Morgan Chase, el otro ganador de la crisis, lo hará mañana, mientras que Citigroup y Bank of America, los más castigados, darán a conocer el estado de sus cuentas el viernes.

Entretanto, las autoridades financieras estudian inyectar liquidez en CIT Group para evitar su bancarrota. Las dificultades del primer prestamista a pymes en EE UU recuerdan que la crisis financiera sigue viva. La entidad no logra financiación por la vía privada, lo que podría forzar a Washington a salir a su rescate.

– La prensa opina – Goldman y CIT, las dos caras de la intervención en WSJ (Expansión – 18/7/09)

(Por C. García)

Los resultados de Goldman Sachs recibieron ayer el aplauso del mercado y han captado el interés de la prensa económica. "Wall Street Journal" alega que mientras Goldman anuncia beneficios de 3.440 millones de dólares, la financiera CIT espera un rescate al borde del precipicio, una situación que demuestra que la intervención del Gobierno ha creado dos tipos de bancos.

"Lo que los "Goldmans" del mundo tienen además de los beneficios, es la extendida creencia de que son demasiado grandes para caer", indica WSJ. El rotativo destaca que tanto Goldman como CIT han sido compañías financieras susceptibles de recibir fondos TARP en plena crisis. Pero Goldman se benefició además de la compra de AIG por parte de la Fed y recibió un empujón adicional del programa FDIC (garantías de seguros de deuda).

CIT no contó con la misma suerte y fue excluida del programa FDIC bajo la premisa de que no suponía un riesgo sistémico, incluso cuando compañías con menor peso en este mercado sí accedieron, como General Electric. Los activos de la financiera se han precipitado desde entonces y ahora tiene que hacer frente a 2.700 millones en vencimiento de deuda este año, una deuda que los inversores no creen que vayan a cobrar. Todo está listo para otro rescate de los contribuyentes.

"Pero si CIT- una compañía que es una décima parte de Lehman Brothers- puede ser rescatada después de que el pánico haya pasado, la palabra sistémico ha perdido todo su significado", argumenta WSJ. El diario cuestiona la lógica el rescate y si la agencia FDIC es la herramienta apropiada. En cualquier caso, concluye que si la Fed deja que CIT caiga, "confirmaría que los únicos supervivientes claros en el mercado actual son los bancos lo suficientemente grandes para que el Gobierno piense que debe rescatarlos".

Mientras tanto, Goldman sigue emitiendo deuda con la garantía implícita del Tesoro y asume riesgos subvencionados por los contribuyentes. También lo hicieron Fannie Mae y Freddie Mac hasta su sonado final. «Por el momento, Goldman Sachs – ¿o deberíamos decir Goldie Mac?- disfruta de lo mejor de los dos mundos: enormes beneficios para sus comerciantes y accionistas y respaldo de los contribuyentes por si algo sale mal», dice WSJ.

– Reportaje: Laboratorio de ideas – Montones de oro (El País – 19/7/09)

Las retribuciones de Goldman Sachs despiertan la ira del contribuyente

(Por Rob Cox y Antony Currie)

Es fácil que a los trabajadores de Goldman Sachs se les olvide que todavía hay una crisis financiera. La empresa de Wall Street declaró unos beneficios asombrosos en el segundo trimestre y apartó una cantidad histórica de efectivo para pagar a la plantilla. Pero los acólitos de Goldman harían bien en quitarse el sombrero ante la ayuda prestada por la muy visible mano del contribuyente. Puede que los mercados sigan en apuros, pero el mayor riesgo al que se enfrenta la franquicia de Goldman podría ser una reacción política y ciudadana contra los beneficios del grupo, y en especial contra sus remuneraciones.

Eso se debe a que las cifras de la compensación son pasmosas casi desde cualquier perspectiva. En uno de los peores semestres en la historia del sistema financiero, Goldman reservó 11.360 millones de dólares para remuneraciones y prestaciones, más de lo que dedicó a esos fines en el primer trimestre de los prósperos años 2006 y 2007. Es cierto que en esta fase la mayoría de los pagos se generan, no se realizan. E incluso durante aquellos primeros años del auge, la empresa no consiguió repetir los resultados del primer semestre en el segundo.

Es cierto también que, per cápita, las cifras parecen un poco menos doradas que durante la burbuja crediticia. Las cifras del primer semestre equivalen a aproximadamente 386.000 dólares por seis meses de trabajo promediados entre cada banquero, agente, mensajero y conserje de la empresa. Dado que Goldman tiene en la actualidad 29.400 trabajadores, la compensación por empleado está de hecho por debajo del máximo de 433.000 dólares alcanzado en el primer trimestre de 2006.

El tipo impositivo de Goldman está a un defendible 31%, frente al porcentaje inferior al 10% del año pasado. Además, sus empleados deberían prepararse para afrontar unos 4.000 millones de dólares en impuestos sobre la renta si hicieran efectivo lo devengado en el primer semestre. Y ahora que la competencia por el personal vuelve a animarse en Wall Street -incluso en bancos en mucho peor estado- Goldman tiene que pagar suficiente para conservar a los mejores y a los más brillantes.

Pero sería una temeridad por parte de Goldman creer que estos argumentos aplacarán necesariamente a una ciudadanía nerviosa que hace frente a un paro superior al 10% y a unos políticos con prioridades legislativas ambiciosas y escasas de financiación. Y aunque Goldman ha hecho gala de una voluntad férrea de ampliar y gestionar el riesgo en unos mercados turbulentos, mientras muchos rivales no lo hacían o no podían, es difícil imaginar que a la empresa le fuese tan bien sin los extraordinarios salvavidas que ha lanzado el Gobierno a Wall Street en general, a expensas de los contribuyentes. El jefe de Goldman, Lloyd Blankfein, se ha mostrado extraordinariamente contrito y agradecido en sus comentarios públicos acerca del tema. Queda por ver si eso bastará para eludir la ira del Congreso.

– Tribuna: Paul Krugman – La alegría de Goldman Sachs (El País – 19/7/09)

La economía de EE UU sigue en situación precaria, con uno de cada seis trabajadores en paro o subempleado. Aun así, Goldman Sachs acaba de anunciar beneficios trimestrales históricos, y se prepara para repartir enormes primas, comparables a las que pagaba antes de la crisis. ¿Qué nos dice este contraste?

Primero, que Goldman es muy buena en lo que hace. Desgraciadamente lo que hace es malo para Estados Unidos. Segundo, demuestra que los malos hábitos de Wall Street (sobre todo, el sistema de compensación que contribuyó a generar la crisis financiera) no han desaparecido. Tercero, demuestra que, al rescatar el sistema financiero sin reformarlo, Washington no ha hecho nada para protegernos de una nueva crisis y, además, ha hecho que sea más probable que se vuelva a producir.

Empecemos por hablar de la forma en que Goldman gana dinero.

Durante la generación anterior (desde la liberalización de la banca de los años de Reagan), la economía estadounidense ha estado financiarizada. La importancia del negocio de mover el dinero, de rebanar, trocear y reenvasar activos financieros, ha subido vertiginosamente en comparación con la de la producción real de cosas útiles. Eso que se ha dado en llamar oficialmente sector de "seguros, contratos de mercancías e inversiones" ha crecido muy deprisa, desde sólo un 0,3% del PIB a finales de los años setenta hasta el 1,7% en 2007.

Dicho crecimiento sería estupendo si ese carácter financiero realmente cumpliese sus promesas (si las empresas financieras ganasen dinero dirigiendo el capital hacia sus usos más productivos y desarrollando formas innovadoras de repartir y reducir los riesgos). Pero, ¿puede alguien, en este momento, afirmar eso sin inmutarse? Las empresas financieras, como sabemos ahora, han dirigido enormes cantidades de capital hacia la construcción de casas invendibles y de centros comerciales vacíos. Han hecho aumentar el riesgo en vez de reducirlo y lo han concentrado en vez de repartirlo. En la práctica, el sector ha estado vendiendo peligrosos medicamentos patentados a consumidores crédulos.

El papel de Goldman en ese cambio de EE UU ha sido similar al de otros actores, salvo por una cosa: Goldman no cayó en su propio lazo. Otros bancos invirtieron muchísimo dinero en la misma basura tóxica que vendían a los ciudadanos de a pie. Es bien sabido que Goldman ganó un montón de dinero vendiendo seguros respaldados por hipotecas de alto riesgo y luego otro montón más vendiendo en descubierto seguros respaldados por hipotecas, justo antes de que su valor se hundiese. Todo esto era perfectamente legal, pero el resultado neto fue que Goldman obtuvo beneficios tomándonos al resto por bobos.

Y los de Wall Street tienen todos los incentivos necesarios para seguir jugando al mismo juego. Las enormes primas que Goldman pronto repartirá ponen de manifiesto que las empresas de altos vuelos del sector financiero siguen funcionando según el sistema de que si sale cara ellas ganan y si sale cruz otros pierden. Si usted es un banquero que genera grandes beneficios a corto plazo, se le recompensa magníficamente (y no tiene que devolver el dinero aun en el caso de que esos beneficios resulten ser un espejismo). Por tanto, no tiene usted más que buenos motivos para empujar a los inversores a asumir riesgos que no comprenden. Y los acontecimientos del año pasado han pervertido todavía más esos incentivos, al hacer que los contribuyentes, además de los inversores, carguen con el mochuelo si las cosas se tuercen.

No voy a tratar de analizar las afirmaciones contradictorias sobre el beneficio directo que Goldman ha obtenido gracias a los últimos rescates financieros y sobre todo la asunción por parte del Gobierno del pasivo de AIG. Lo que está claro es que Wall Street en general, con Goldman sin duda incluida, se ha visto enormemente beneficiada por la red de seguridad financiera ofrecida por el Gobierno (una garantía de que rescatará a los principales actores financieros si las cosas salen mal).

Se podría argumentar que dichos rescates son necesarios si queremos evitar que se repita la Gran Depresión. De hecho, estoy de acuerdo. Pero la consecuencia es que el pasivo del sistema financiero está ahora respaldado por una garantía implícita del Gobierno.

Pero la última vez que se produjo una ampliación comparable de la red de seguridad financiera, la creación del seguro federal de depósitos en los años treinta, fue acompañada de una regulación mucho más estricta, para garantizar que los bancos no abusaban de sus privilegios. Esta vez, las nuevas normativas están todavía en fase de borrador (y el grupo de presión financiero ya está oponiéndose a las más elementales garantías para los consumidores).

Si estas presiones logran su objetivo, tendremos todos los ingredientes para un desastre financiero aún mayor dentro de unos cuantos años. La próxima crisis podría parecerse al desastre de las cajas de ahorros de la década de los ochenta (cuando los bancos no regulados apostaron con el dinero de los contribuyentes o, en algunos casos, lo robaron), salvo en que en esta ocasión abarcaría a todo el sector financiero en su conjunto.

La conclusión es que el asombroso trimestre de Goldman es una buena noticia para Goldman y la gente que trabaja allí. Es una buena noticia para las superestrellas financieras en general, cuyas nóminas están ascendiendo rápidamente hasta las alturas anteriores a la crisis. Pero es una mala noticia para casi todos los demás.

(Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de Economía en 2008. (c) 2009 New York Times News Service)

– Las plataformas reguladas piden al G20 que prohíba las "piscinas oscuras" (El Economista – 24/9/09)

(Por A. Barbaresi)

El G20 tiene una lista interminable de peticiones que atender, pero ahora que las palabras transparencia e información lo dominan todo, la carta de la World Federation of Exchanges (WFE), que engloba a 51 plataformas de negociación reguladas, destaca. Los representantes de esta Federación piden a los líderes políticos que luchen contra las plataformas no reguladas, por los efectos negativos que tienen sobre el conjunto de los mercados cotizados.

Transparencia de precios, no favorecer ni al comprador ni al vendedor, acceso abierto a todos los partícipes, revelación oportuna de información corporativa, vigilancia de las prácticas de mercado y ejecución clara de las órdenes de compra-venta. Estas son algunas de las características de los mercados regulados que ellos mismos denuncian que no se dan en los llamados Sistemas Alternativos de Trading (ATS, por sus siglas en inglés).

Estos mercados o plataformas de negociación, llamados también dark pools (piscinas oscuras), son "como una especie de eBay financiero", explica Juan Ramón Caridad, socio de Atlas Capital. Es decir, un punto de encuentro entre compradores y vendedores en el que el mercado no asume ningún riesgo; no da contraparte ni exige garantías, como hace por ejemplo BME. Por si fuera poco, no son mercados democráticos, ya que no todos los partícipes tienen la misma información.

"Debido al riesgo sistémico que ha atenazado el sistema financiero global, el funcionamiento de los mercados cotizados no ha sido una prioridad para las autoridades. Pero ahora es momento de examinar una problemática especialmente delicada: la ausencia de un terreno de juego claro para los operadores regulados y otras entidades que realizan las mismas o similares funciones", señala la WFE en la carta remitida a los mandatarios del G20.

Mala 'praxis'

La Federación denuncia que la introducción de plataformas alternativas de ejecución de órdenes ha llevado en muchos casos a la internacionalización de una serie de prácticas que limitan la visibilidad de las demandas de compra y venta, dificultando la habilidad de los inversores de responder a ellas y diluyendo el proceso de establecimiento de precios.

Además, "también reducen la habilidad tanto de partícipes como de reguladores de tener una visión de conjunto de lo que está sucediendo en el mercado, lo que puede dificultar una vigilancia adecuada del cumplimiento de las reglas del juego del parqué", explica William Brodsky, presidente de la WFE.

Regulación o eliminación de los ATS

Una de las principales peticiones de la Federación es que se busque una solución para luchar contra los efectos nocivos de las dark pools.

Después de que la SEC prohibiera las operaciones flash (órdenes de compra-venta tan rápidas que sólo pueden ser captadas por un puñado de brokers con acceso a los sistemas tecnológicos más punteros), ahora les toca el turno a estos sistemas de trading, que permiten a los partícipes realizar transacciones en bloque sin comunicar las órdenes hasta mucho tiempo después de haber ejecutado la operación, o incluso no hacerlas públicas jamás.

Por ello, una de las principales advertencias de la WFE es que "la gran opacidad que tienen estas plataformas en determinados países dificulta el establecimiento de un precio real y tiene efectos negativos en los mercados, como el aumento de volatilidad".

Así, estas plataformas, que están en muchos casos gestionadas por los propios bancos de inversión (como Sigma X, de Goldman Sachs), no son democráticas, en el sentido de que no todos los inversores tienen acceso a la misma información o a las mismas ofertas. Además de tener derecho de veto sobre quién puede o no acceder al sistema, permiten un equivalente a las operaciones flash: las IOI, u órdenes de compra o de venta que sólo llegan a conocer unos pocos partícipes

– Goldman Sachs a la SEC: necesitamos las prácticas prohibidas para reducir costes (El Economista – 27/10/09)

En su batalla por mejorar la transparencia del mercado la SEC declaró la guerra a algunas de las prácticas más opacas que se conocen. Y ahora Goldman, que ha usado las ya prohibidas y que sigue usando las que se han restringido, asegura que éstas son necesarias para reducir costes y que hay mucho mitos a su alrededor.

Por ejemplo, las prohibidas órdenes relámpago u órdenes flash eran utilizadas por los más grandes operadores, que se valían de supercomputadoras para conocer las decisiones del resto de los participantes del mercado unas milésimas de segundo antes de que fueran públicas.

Y es que las supercomputadoras analizaban toda la información recibida de oferta, demanda y profundidad de posiciones pudiendo tomar decisiones antes de que el resto del mercado conociera esos datos. El resquicio era ínfimo pero muy rentable.

Por su parte, las autorizadas piscinas oscuras o dark pools son plataformas no reguladas que no dan contraparte ni exigen garantías y que son poco 'democráticas' porque que no todos los partícipes tienen la misma información.

Aumentan la competitividad

Según el banco de inversión, el incremento de transacciones que permiten las órdenes de compra venta de alta frecuencia y la negociación en plataformas no reguladas ha permitido reducir los costes a los clientes, ha aumentado la competitividad y ha proporcionado una liquidez mayor al conjunto de los mercados.

"La comunidad inversora, especialmente los minoritarios, se ha beneficiado de la evolución de la estructura del mercado y del aumento de competencia en la industria", afirma Goldman en un informe remitido al regulador estadounidense.

Muchos "mitos"

Así, la firma denuncia los "mitos" que rodean las piscinas oscuras y asegura que es falso que creen un doble rasero de precios. En estas plataformas se pueden realizar grandes operaciones en bloque sin realizar ninguna comunicación al respecto y se puede operar con IOI, que son órdenes equivalentes a las flash.

Según cálculos de Tabb Group, en la actualidad las piscinas oscuras mueven casi el 10% del volumen diario que se negocia en Estados Unidos.

Cambios necesarios

Hace poco, la SEC decidió prohibir el uso de las órdenes flash, y el pasado 21 de octubre anunció además que va a solicitar a las dark pools que hagan públicas las operaciones cuando éstas supongan mover más del 0,25% del valor total de una compañía cotizada.

Goldman, aunque ha defendido la existencia de estas plataformas, ha reconocido también que "algunos pequeños cambios y aclaraciones" pueden beneficiar a los mercados no regulados.

– "Nos preocupa que Goldman pueda amañar el sistema y manipular a nuestros líderes" (El Economista – 3/11/09)

¿Hay alguna otra banda de Wall Street a la que despreciemos o de la que desconfiemos más que de los banqueros de Goldman Sachs?, se pregunta David Weidner, galardonado periodista financiero estadounidense. En su artículo más reciente, critica con dureza la credibilidad de los empleados del banco de inversión: afirma que Goldman tiene demasiado poder.

"Sospechamos que hacen trampas, que tienen una relación demasiado íntima con el Gobierno. Nos preocupa que puedan amañar el sistema, manipular a nuestros líderes y, en suma, tener demasiado poder. Parecen los dueños de la bolsa, apañando y negociando gracias a sus campañas de contribución y a sus conexiones con Capitol Hill (lugar en el que se encuentran el Capitolio y la Corte Suprema, entre otras instituciones", sentencia Weidner en su artículo El imperio del mal contraataca, publicado en MarketWatch.

Gran parte de este odio que rodea a Goldman y que empieza a extenderse entre expertos, agentes de mercado y medios de comunicación "se lo ha granjeado él mismo", según Weidner.

Así, entre otras cosas, el banco empaquetó y distribuyó activos ligados a hipotecas por 128.000 millones de dólares en los tres años previos al estallido de la crisis, según datos de la firma Dealogic, para después comenzar a hacer apuestas a la baja contra este mercado en los meses previos a su abrupta caída.

Sin pruebas del crimen

El antiguo consejero delegado de la firma, Henry Paulson, "parece haber pasado la mayor parte del 2008 preocupado por el bienestar de la compañía, a la vez que gastaba sin pestañear cientos de miles de millones de dólares de los contribuyentes en rescatar el sistema financiero como secretario del Tesoro. Sus muestras de favoritismo son inaceptables", critica.

Sin embargo, lo que más enfada a Weidner y a muchos, como la experta de mercado Janet Tavakoli, es "que no hay ningún crimen obvio. No hay pistolas humeantes. A menos que seamos capaces de aportar pruebas de un comportamiento ilegal, de momento lo único que está probado es el provecho que ha sacado de las oportunidades que han surgido en el mercado".

A por Fannie para pagar menos impuestos

Un ejemplo es el último escándalo que ha rodeado al banco de inversión. Goldman Sachs está en conversaciones para comprar millones de dólares en créditos tributarios del gigante hipotecario controlado por el Gobierno Fannie Mae, pero el posible acuerdo está ganando la oposición del Tesoro de Estados Unidos, que podría bloquear la operación.

Una venta daría a Fannie Mae un respiro financiero, algo necesario. Pero el Gobierno está cauteloso respecto a aprobar un acuerdo que ayudaría a Goldman a reducir sus impuestos, en un momento en el que a las grandes firmas de Wall Street en general, y Goldman en particular, están asediadas por las críticas, informa el Wall Street Journal.

Parcialidad asegurada

Pero en el centro de las especulaciones de favoritismo y conspiración, Goldman no está solo. Le acompañan firmas como, por ejemplo, BlackRock. Al fin y al cabo, la gestora fue escogida por el departamento del Tesoro y la Reserva Federal (Fed) para llevar a cabo el programa público para evaluar el riesgo presente en las carteras de Bear Sterns y AIG, apunta el columnista de MarketWatch.

Sin embargo, no se sorprende de que algo así suceda, ya que "un Gobierno construido a partir de antiguos ejecutivos de compañías siempre será parcial con la industria de la que estos provienen", señala Weidner.

– Goldman se disculpa por su papel en la crisis y lanza ayudas a la pequeña empresa (Cinco Días – 18/11/09)

El banco estadounidense Goldman Sachs lanzará un programa de asistencia dotado con 500 millones de dólares (335 millones de euros) dirigido a pequeñas empresas de EEUU en el que participará el carismático inversor Warren Buffet, principal accionista del banco, después de que el consejero delegado de la entidad, Lloyd Blankfein, lamentara el rol de Goldman Sachs en determinadas actividades relacionadas con la crisis financiera, por las que pidió disculpas.

En su intervención en una conferencia financiera organizada por la revista 'Directorship', que designó consejero delegado del año, Blankfein admitió que la entidad "tomó parte en asuntos que fueron claramente equivocados de los que se arrepiente y pide disculpas", según informa el diario 'Financial Times'.

Por otro lado, Goldman Sachs anunció el lanzamiento de un programa para apoyar a la pequeña empresa en EE UU, dotado con 500 millones de dólares y del que podrían beneficiarse potencialmente unas 10.000 empresas, en el que contará con la participación de Warren Buffet, el segundo hombre más rico del planeta y accionista destacado de la entidad.

En concreto, el programa destinará 200 millones de dólares (134 millones de euros) a becas formativas en el ámbito de la educación financiera y económica eminentemente práctica, mientras que invertirá otros 300 millones de dólares (201 millones de euros) para mejorar el acceso a recursos financieros y asistencia técnica de las pequeñas empresas.

Asimismo, el programa establece la creación de un consejo asesor que será copresidido por Lloyd C. Blankfein, Warren Buffett y el representante de la Escuela de Negocios de Harvard Michael Porter, que se encargará de vigilar y evaluar la ejecución del plan.

"Las pequeñas empresas desempeñan un papel vital en la creación de empleo y el crecimiento de EE UU", dijo Lloyd C. Blankfein, mientras que Warren Buffet destacó que el programa permitirá a los pequeños empresarios "acceder a 'know-how' y capital, dos ingredientes básicos para el éxito".

– Goldman pide perdón: lanza un programa de ayuda de 500 millones para empresas pequeñas (El Economista – 18/11/09)

Goldman Sachs pide disculpas por su participación en la crisis financiera. Al menos eso ha dicho, y para apoyarlo ha preparado junto a Warren Buffett, su principal accionista, un programa de 500 millones de dólares para ayudar a 10.000 pequeñas empresas.

"Los pequeños negocios juegan un papel vital en la creación de empleo y crecimiento en la economía americana", explicó el presidente y consejero delegado de Goldman, Lloyd Blankfein, en un comunicado emitido ayer.

El programa, denominado "10.000 Small Businesses Inititative" será guiado por un consejo presidido por Blankfein, Buffett y el economista de Harvard Michael Porter. La dotación de 500 millones de dólares es aproximadamente un 3% de los 16.700 millones que la compañía ha reservado para pagar a sus empleados este año.

Por otro lado, Blankfein pidió disculpas en una conferencia por el rol de Goldman en algunas de las actividades que han desembocado en la crisis financiera, aunque no dio detalles del asunto.

"Hemos participado en cosas que estaban claramente mal y tenemos razones para arrepentirnos y pedimos disculpas por ello", explico en el evento, en el que la revista Directorship le nombró consejero delegado del año.

Bajo este plan, Goldman destinará 200 millones de dólares para pagar a propietarios de pequeños negocios para que acudan a cursos de gestión en instituciones educativas. Además, el programa otorgará servicios de supervisión y asesoramiento con sus propios profesionales, mientras que en último lugar dará 300 millones en créditos y becas para pequeños empresarios.

Goldman Sachs se ha situado en el ojo del huracán durante la crisis, y ha sido acusada de provocar el desastre financiero y además aprovecharse de ello. También se ha convertido en la cara visible de los excesos de Wall Street, y ha sido muy criticado por sus lazos con el Gobierno (Geithner, actual secretario del Tesoro y Henry Paulson, su antecesor, trabajaron en Goldman antes de acceder al Gobierno).

– Goldman Sachs y Warren Buffett (se) dan una mano a pequeñas empresas (The Wall Street Journal – 18/11/09)

(Por Susanne Craig y Scott Patterson)

Goldman Sachs Group Inc. afirmó que lanzará un programa de asistencia a pequeñas empresas de US$ 500 millones que incluye un panel de asesoría con el inversionista multimillonario Warren Buffett.

Durante su anuncio, realizado el martes, la firma de Wall Street no realizó ninguna conexión entre la mayor contribución de caridad individual en la historia de la firma y el enojo público sobre sus remuneraciones. Goldman destinó US$ 16.710 millones para remuneraciones en lo que va del año y en junio devolvió la inyección de capital de US$ 10.000 millones que recibió del gobierno de Estados Unidos en 2008.

El martes, el presidente de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, se disculpó por el rol de la firma en la crisis de crédito. "Participamos en cosas que claramente estaban mal y tenemos motivos para lamentarnos", afirmó. "Pedimos disculpas".

El programa de pequeñas empresas realizará contribuciones de caridad por US$ 250 millones, de los cuales US$ 200 millones se destinarán a la educación de inversionistas y US$ 50 millones financiarán subvenciones para apoyar instituciones financieras para el desarrollo de la comunidad. Los restantes US$ 250 millones se invertirán en ese tipo de instituciones para ayudarlos a otorgar financiamiento para pequeñas empresas.

Goldman afirmó que la primera institución financiera que recibirá dinero de la firma será Seedco Financial Services Inc., un grupo sin fines de lucro en Nueva York que se especializa en préstamos en comunidades con problemas económicos y falta de recursos. Los primeros préstamos bajo el programa se realizarán a principios de 2010, afirmó la empresa.

La iniciativa, llamada 10.000 Pequeñas Empresas, busca destrabar "el potencial de crecimiento y creación de empleo de 10.000 pequeñas empresas en todo Estados Unidos a través de un mayor acceso a la educación, mentores y redes de negocios, y capital financiero", señaló Goldman en un comunicado.

El gobierno del presidente estadounidense Barack Obama ha señalado a las pequeñas empresas como una fuente crucial de crecimiento del empleo.

El directorio que supervisará la iniciativa de Goldman incluye a varios pesos pesados financieros. Blankfein, Buffett y Michael Porter, de la Escuela de Negocios de Harvard, serán los copresidentes.

"A veces la gente carece de aptitudes básicas para los negocios, como la contaduría", afirmó Buffett, quien compró una importante participación en Goldman el año pasado. "Esta es una forma de pisar el acelerador un poquito. Quizás más de un poquito".

El anuncio del martes fue el segundo gran compromiso caritativo anunciado por Goldman este año. En octubre, la firma anunció una contribución de US$ 200 millones a la Fundación Goldman Sachs. En 2008, Goldman lanzó su iniciativa 10.000 Mujeres para darles una educación en negocios a mujeres en mercados emergentes.

– La reputación de Goldman Sachs (Expansión – 19/11/09)

(Por Lex Column – The Financial Times)

El activo más valioso de Goldman Sachs –su estelar reputación– corre el riesgo de volverse tan tóxico como una pila de podridos títulos de deuda. Desde el verano se le ha acusado de actuar como un vampiro chupasangre, de apropiarse de vacunas contra la gripe A, de crueldad con los gatos y de mencionar el nombre de Dios en vano (la broma de su consejero delegado, Lloyd Blankfein, en la que decía que Goldman estaba "haciendo el trabajo de Dios" no se escapó al radar irónico de sus críticos).

Ahora, tras haber ganado 8.400 millones de dólares (5.630 millones de euros) hasta el momento este año, y de haber reservado 16.700 millones de dólares para compensaciones, los detractores de Goldman sugieren que el banco está entregando con cinismo unos pocos cientos de millones de dólares a pequeñas empresas estadounidenses en un intento por restaurar su prestigio público…

– Laboratorio de ideas Goldman Sachs – Sonríe y aguanta (El País – 22/11/09)

(Por Richard Beales)

Sólo el tiempo, no las relaciones públicas, devolverá a Goldman Sachs su viejo prestigio. Su plan de aportar junto con Warren Buffett 500 millones de dólares para financiar 10.000 pequeñas empresas estadounidenses es digno de elogio. Pero existe el peligro de que los aproximadamente 17.000 millones de dólares de salario acumulado por nueve meses de trabajo y los constantes rumores de favoritismo en las ayudas públicas lo conviertan en un simple gesto de relaciones públicas.

La empresa dirigida por Lloyd Blankfein, que esta semana se sentía obligado a pedir disculpas por la participación de Goldman en algunos de los excesos cometidos durante el auge crediticio- provocaba respeto y admiración porque en gran medida su lucrativo negocio no estaba expuesto al escrutinio público.

Todo eso ha cambiado. Tanto los medios de comunicación convencionales como los políticos se han percatado de la rápida vuelta de Goldman a los megabeneficios después de uno de los años más duros que se recuerdan. En lo que va de año ha ahorrado suficiente como para estar a punto de pagar a cada empleado una media de 700.000 dólares este año.

La recuperación de Goldman debe mucho a la intervención estatal. Aparte del apoyo general que ha brindado al sector financiero, el Gobierno estadounidense se apresuró a ayudar a Goldman y a Morgan Stanley directamente en el peor momento de la crisis financiera, convirtiéndolas en empresas controladoras de bancos, un privilegio no concedido a Bear Stearns ni a Lehman Brothers.

No ayuda mucho a la empresa, memorablemente apodada el "calamar vampiro" por Rolling Stone, el que uno de los arquitectos de la ayuda al sector financiero fuese el entonces secretario del Tesoro Hank Paulson, predecesor de Blankfein. Los ex alumnos de Goldman ocupan cargos de poder en todas partes. Teorías de la conspiración aparte, no sorprende que piensen igual, y en maneras que tienden a favorecer a Wall Street.

Dicho eso, Goldman fue menos irresponsable que la mayoría en los momentos anteriores a la crisis, como muestra su mínima convalecencia. Sus socios siempre han ganado más dinero que los rivales. La nueva iniciativa para las pequeñas empresas tal vez no sea enorme, pero sus detalles dan a entender que es más compleja y valiosa que una simple maniobra de relaciones públicas.

En todo caso, es improbable que la empresa espere que incline la balanza de la percepción ciudadana. Tal vez no sea muy divertido, pero la imagen del calamar se borrará. Mientras, Goldman tendrá que hacer de tripas corazón.

– El chaparrón de críticas sobre Goldman Sachs se intensifica (Cinco Días – 23/11/09)

(Por A. B. Nieto – Nueva York)

Goldman Sachs es la firma con más beneficios y más poderosa de Wall Street. Su reputación pública es inversamente proporcional a su fortuna.

El banco de inversión emerge de esta crisis con unas cuentas que van a permitir que sus empleados cobren los bonus más altos de su historia. Son esos resultados, y el hecho de que dedique más del 40% de ellos a retribuir a unos banqueros que se perciben como avariciosos, lo que en estos tiempos de recesión e intervención pública han situado al banco bajo un intenso chaparrón de críticas. A nadie le pasa desapercibido el hecho de que actualmente se vive en una suerte de "capitalismo estatal" y el sector financiero, Goldman Sachs incluido, ha sido muy beneficiado por las masivas inyecciones de liquidez del Gobierno y una expansiva y creativa actuación de la Reserva Federal.

En particular, y tal como relató la semana pasada el inspector general del TARP (el programa de salvamento a la banca) Neil Barofsky, Goldman podría haber sufrido importantes pérdidas si el Gobierno no hubiera intervenido AIG, ya que este banco no podría haber liquidado las posiciones que tenía con la aseguradora. Además, la firma, dirigida por Lloyd Blankfein, no sólo tiene menos competidores sino que, además, goza de la ayuda explícita de un Gobierno que aún no ha podido resolver el problema que supone la existencia de entidades "demasiado grandes como para caer".

Goldman está en el ojo del huracán desde que sus cuentas empezaron a sobresalir. En julio, la revista Rolling Stone publicó un artículo, "la gran máquina americana de hacer burbujas", que ha sido, probablemente, el artículo más comentado del año. Su autor acusaba al banco de ser un "gran calamar vampiro que tiene sus tentáculos en el rostro de la humanidad".

Las últimas críticas, tal y como relataba The Wall Street Journal, llegan nada menos que de sus accionistas que se han quejado de que la plantilla de Goldman cobre unos bonus de casi 717.000 dólares mientras los beneficios por acción se han reducido.

En el banco que mejor paga habrá caras contentas cuando se reparta el bonus, pero, ahora, se está a la defensiva.

Una ronda de disculpas públicas

En una reciente conferencia, Lloyd Blankfein admitió que el banco ha cometido errores y se disculpó por ello. "Hemos participado en cuestiones que eran claramente erróneas y tenemos razones para lamentarlo", dijo. Ni siquiera así ha podido acallar las críticas desatadas por haber dicho a un diario británico que los bancos sirven un propósito social y están haciendo "la labor de Dios".

La semana pasada, Goldman anunció la puesta en marcha un programa de 500 millones de dólares para ayudar a pymes, una suma que ha sonado a disculpa y equivale al 3% de lo que va a dedicar a sus bonus.

(No comment) Lo que caracteriza este período de la historia es la subordinación sistemática de la verdad a los intereses y la conveniencia. Los ciudadanos tenemos un alto nivel de aclimatación a la mentira, a la doble moral, a la hipocresía, que nos hace muy tolerantes con formas que sabemos vacías de cualquier contenido, con la mendacidad, el disimulo, el fingimiento y la figuración. Por ello, ni se desprecia ni se detesta al mentiroso, sino que, en el fondo, se le admira la habilidad para vivir del cuento. Así estamos…

 

 

Autor:

Ricardo Lomoro

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente