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Concepción pedagógica del proceso de formación de ambientes de aprendizaje en las aulas

Enviado por Dayana Rojas Alvarez


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Situación problémica
  3. Marco contextual
  4. Facultades
  5. Diagnóstico de la situación problémica de la Universidad de Pinar del Río (UPR)
  6. Preguntas científicas
  7. Métodos científicos empleados
  8. Resultados que se esperan con la aplicación de los métodos
  9. Bases teóricas
  10. Primera aproximación a la estructura del informe de investigación
  11. Conclusiones
  12. Referencias bibliográficas

Introducción

El proceso formativo y de enseñanzaaprendizaje como objetos de la pedagogía y la didáctica donde se proyectan diversos conceptos y metodologías, requiere perfeccionar los ambientes de aprendizaje donde se propician las actividades académicas. El aula es el escenario donde ocurren todo tipo de relaciones ya sea entre los propios sujetos, entre los objetos y entre sujetos y objetos. Para que estas relaciones se produzcan de manera eficiente, organizada y transformadora hay que tener en cuenta determinados factores desprovistos de atención en las instituciones educativas, el espacio físico, el ambiente físico, la función y uso del espacio, el tiempo, estos elemento son las partes de los ambientes de aprendizaje, cuando se separan y cada uno funciona de manera independiente ocurre la desestructuración del proceso, situación que adolece actualmente la universidad cubana.

El hombre se apropia cognitivamente de los espacios en que se relaciona, a medida que se parezca más a sus habilidades actitudes y valores, más se siente identificado en el proceso que transcurre en ese espacio. El estudiante en el aula es sujeto de su propia formación, por tanto tiene que ser el que defina como se van a manifestar las relaciones en ese espacio para las diferentes formas del proceso enseñanza-aprendizaje dirigida por el docente.

La sociedad contemporánea está inmersa en el uso de las tecnologías como medios de comunicación, de aprendizaje y de interacción con el espacio, ya sea con medios informáticos o mobiliario, por lo que demanda hoy experiencias educativas más dinámicas acorde al proceso de formación socio-cultural en que se está viviendo.

Desde la Pedagogía y la Didáctica se pretende abordar este tema que en su novedad se integra con otras ciencias como la Ergonomía y al Diseño como disciplina, para satisfacer esa necesidad de perfeccionar las insuficiencias en el proceso de formación de ambientes de aprendizaje haciéndolo más eficiente y desarrollador.

Esta investigación es producto de la 9na edición de la Maestría en Ciencias de la Educación, se desarrolla con la motivación que propicia metodológicamente la forma dinámica, transformadora y versátil que puede expresar una actividad docente, por lo que se propone este diseño teórico metodológico, que tiene como objetivo: fundamentar teórica y metodológicamente el proceso de formación de ambientes de aprendizaje en las aulas de la universidad.

Situación problémica

Las aulas de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca" donde se propician las diferentes formas del proceso de enseñanza – aprendizaje, que conforman y posibilitan que el ser humano experimente situaciones sociales y culturales, presentan deficiencias en los ambientes de aprendizaje manifestadas en su organización y disposición espacial, lo que dificulta las relaciones que se establecen entre los elementos de su estructura, la relación entre los elementos y el sujeto y la interacción entre el sujeto con los demás, limitando el proceso de enseñanza – aprendizaje.

Problema de investigación: ¿Cómo perfeccionar el proceso de formación de ambientes de aprendizaje en las aulas de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca"?

Objeto de investigación: El proceso de formación de ambientes de aprendizaje.

Objetivo de la investigación: Fundamentar una concepción del proceso de formación de ambientes de aprendizaje en las aulas de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca", que permita la elaboración de una estrategia.

El objeto de investigación: proceso de formación de ambientes de aprendizaje en las aulas, está constituido por un sistema de conocimientos que precisan ser analizados para comprender su etimología. Estos términos: proceso, formación, ambiente, serán definidos mediantes conceptos generales. Otras concepciones más peculiares serían, proceso de formación y ambientes de aprendizaje. Se hará alusión a otros significados, que en condición de vocablos no están directamente en el objeto pero son parte de su definición, espacio, espacio físico, ambiente físico, ambiente educativo y Ergonomía. Toda esta etimología constituye la semántica que identifica la investigación.

El término ambientes de aprendizaje es una denominación que su origen es reciente en la literatura científica. Pero concebido como espacio escolar donde se condiciona el proceso de enseñanza aprendizaje y la formación como "el proceso y el resultado cuya función es la de preparar al hombre en todos los aspectos de su personalidad" (Álvarez, 1999, p. 7), podemos referirnos a una parte significativa de la historia en cuanto a evolución. En la antigua Grecia, existieron tres tipos de espacios muy famosos, diseñados con el fin de facilitar la comunicación entre el maestro y sus estudiantes. El Gimnasio, la Academia y el Liceo, eran centros de conocimiento en los cuales grandes filósofos clásicos como  Sócrates, Platón y Aristóteles a través de la implementación de sus métodos de la mayéutica, la dialéctica y el dialogo de discusión pretendían conducir, guiar y enseñar a argumentar las ideas y planteamientos que sus  discípulos poseían respectivamente. Cada espacio estaba caracterizado por una arquitectura única, de acuerdo al saber que se pretendía transmitir y adquirir en este. (Calderón & González, 2006).

Más adelante en La Edad Media, gracias al asociacionismo entre profesores y estudiantes y al apoyo que recibieron por la iglesia, surgen las primeras universidades. Estas entendidas como espacios aptos para desarrollar investigaciones y cátedras reuniendo profesores, alumnos y académicos. (Rábade, 1996).Desde entonces dichas universidades dejaron el legado de casi el ciento por ciento de la estructura de las universidades y colegios de nuestra época. La distribución del aula de clases, donde los estudiantes están sentados unos junto a otros pero mirando al frente, lugar en que hay un tablero y el profesor se dispone a dictar la clase.

Para continuar refiriéndonos de forma más especializada a los antecedentes del proceso de formación de ambientes de aprendizaje es necesario referirnos a la organización e higiene escolar que asume los ambientes de aprendizaje como parte de su objeto.

Las primeras normas de higiene escolar, empíricamente establecidas, fueron dadas por famosos pedagogos, entre los que ocupa un lugar destacado Juan Amos Comenius (1952-1670). En 1780, se edita la obra del médico austriaco J.P. Frank (1745-1821) titulada "Para la conservación de la salud de los alumnos y para la indispensable observación en los centros docentes". Pero la higiene escolar comienza a desarrollarse como ciencia en la segunda mitad del siglo XIX.

En el siglo XVII, en su Didáctica magna (1632), Juan Amos Comenio contribuyó a cuestionar la lectio medieval -una visión de la educación que se basaba sobre todo en la palabra del maestro, depositario de todo el saber que los pupilos debieran imitar, y lo hizo criticando el predominio de la palabra y proponiendo en su lugar la observación directa de la naturaleza y el conocimiento directo de las cosas. Se trataba de esa innovación fundamental que ha venido en llamarse método intuitivo. Estas palabras sintetizan la crítica de Comenio:

"Las escuelas enseñan las palabras antes que las cosas, porque entretienen el entendimiento durante algunos años con las artes del lenguaje y después, no sé cuándo, pasan a los estudios reales, las matemáticas, la física, etc., siendo así que las cosas son la sustancia y las palabras el accidente, las cosas el cuerpo, las palabras el vestido, las cosas la médula y las palabras la corteza y la cáscara. Deben presentarse juntamente unas y otras al entendimiento humano; pero en primer lugar, las cosas, puesto que son el objeto, tanto del entendimiento como de la palabra" (Comenio,1632, p. 125-126).

Comenio proponía un orden general de prioridades en el proceso de la enseñanza: primero el contacto directo con las cosas, luego las palabras y la reflexión sobre ellas; todo ello en una obra cuyo propósito era, según decía en su encabezamiento, titulado "La proa y la popa de nuestra didáctica", que "los que enseñan tengan menos que enseñar, y los que aprenden, más que aprender; y las escuelas tengan menos ruido, molestias y trabajo en vano, y más sosiego, atractivo y sólido provecho … " . Unos años después, en 1658, publica otra obra fundamental: Orbis Pictus, el primer libro de imágenes para la enseñanza, del que, no cabe duda, derivarán dos siglos más tarde los manuales de cosas y las enciclopedias, junto a los libros escolares ilustrados actuales.

Aguayo (1929), en su exposición sobre el desarrollo histórico de la Higiene escolar, señala que se constituyó como ciencia experimental en la segunda mitad del XIX. Pero ya los griegos clásicos poseían conocimientos empíricos de higiene a través del fomento del ejercicio corporal la paideia griega integraba el desarrollo físico, intelectual y moral, una idea muy apreciada por muchos higienistas posteriores, mientras que los romanos, que acuñaron los de –mens sana in corpore sano- dieron al ejercicio físico un carácter más bien militar. Durante la edad media, la desconsideración higiénica en los establecimientos de enseñanza (por lo común escuelas unitarias, es decir sin grupos homogéneos de alumnos) era palmaria en todas partes. El Renacimiento supuso un cambio en este sentido, al menos teóricamente. Por ejemplo, un precedente de los varios tipos de recomendaciones que encontrarnos en los manuales de higiene escolar del XIX y principios del XX es la aportación del médico Francis Glisson, en su Tractatus. De rachitide sive morbo puerile qui vulgo 'the Ritckes' dicitur (1650).

La Higiene escolar se desarrolló ampliamente en el siglo XIX, que fue el siglo del higienismo, ligado a avances médicos, al incremento demográfico de las ciudades provocado por la industrialización, a la preocupación por las condiciones de salubridad de la clase obrera, y en el caso que nos ocupa, a la extensión de la escolaridad para todos (una idea extendida desde la Revolución Francesa) y la mejora de las condiciones materiales y organizativas de dicha escolaridad. Casi un siglo después de la publicación de la obra de Frank antes mencionada, entre 1860 y 1870 se fueron publicando numerosas obras sobre higiene y salubridad del edificio escolar, construcción de pupitres, problemas de ventilación del aula, iluminación de la escuela y de las aulas, estudios antropométricos de los niños y la evolución de su crecimiento, higiene de la vista y el oído, regulación de los tiempos de trabajo y descanso, además de las enfermedades escolares (miopía, escoliosis, cefalea, anemia), prevención de enfermedades infecciosas, campañas de vacunación, accidentes escolares, cartillas de revisión médica, colonias escolares, etc. Como se ve, muchos de ellos temas propios de lo que hoy vendría a ser una ergonomía educativa o escolar.

Hay que precisar que, aún tratando toda la variedad de temas mencionada, la mayor parte de las consideraciones de los higienistas se centraba en el aula (el aula como la "capital pedagógica" de la escuela), respondiendo al modelo pedagógico vigente. Además de las numerosas publicaciones, francesas, suizas, belgas, inglesas, alemanas, da una idea del impulso higienista la celebración del primer congreso internacional de Higiene Escolar en Nuremberg en 1904, al que siguieron los de Londres (1907), Paris (1910) y Buffalo (1913).

En Cuba se estableció, desde 1882, la cátedra de Higiene Escolar en la Facultad de Educación de la Universidad de La Habana. En 1910, la Secretaría de Sanidad instrumenta un Servicio de Higiene Escolar, y en 1935 la Secretaría de Educación crea el Negociado de Higiene Escolar, con muy pocos recursos asignados hasta 1959, en que las actividades de atención médica al estudiante quedan a cargo de un departamento que funciona en el Ministerio de Salud Pública. En 1980 fue aprobado el primer programa quinquenal de higiene escolar, el cual comenzó a ser aplicado en todo el país, y perfeccionado en 1986 y en 2000, y tiene como propósito crear las condiciones adecuadas del ambiente escolar que promuevan y preserven la salud de los alumnos y profesores.

La higiene escolar dentro de las ciencias de la educación, aporta a la formación del hombre, leyes, regularidades, principios, normas y reglas para la conservación y fortalecimiento del estado de salud de los estudiantes. El propósito más general de los estudios de higiene escolar es conocer la influencia de los factores de todo tipo que conforman el ambiente en que vive y se educa la población, cómo conservar la salud teniendo en cuenta su desarrollo físico y psicosocial. (G. García Batista, 2013). Tiene como objeto la relación del educando con su ambiente. En el contexto de esta relación ejercen su influencia múltiples factores, los que la ciencia higiénica estudia para descubrir leyes, regularidades, principios y reglas para asegurar la conservación y fortalecimiento de la salud de niños, adolescentes y jóvenes y su desarrollo pleno. Como concepto de organización escolar se plantea que es la disciplina científica que estudia integralmente a la escuela en sus diversas relaciones para garantizar las condiciones adecuadas en la formación de los educandos. Debe revelar las particularidades del sistema de dirección en relación con el ordenamiento de las acciones educativas de la institución. (G. García Batista, 2013).Tiene como objeto proporcionar normas para armonizar ambientes, locales, instrumentos, materiales y personas en un proceso secuencial y congruente a fin de que la orientación pedagógica y didáctica sea eficaz.

Cada época ha tenido sus propios ambientes de aprendizaje y algunos de ellos persisten en el tiempo a pesar del cambio del entorno social. Moreno (2005). Son varias las definiciones del término ambientes de aprendizaje, originalmente fue concebido como todos aquellos elementos físico-sensoriales, tales como la luz, el color, el sonido, el espacio, el mobiliario…, que caracterizan el lugar donde un estudiante ha de realizar su aprendizaje. (Husen y Postlethwaite, 1989, 359).

En la literatura se hace referencia a tres tipos de ambientes de aprendizaje, áulico, donde las actividades del proceso de enseñanza-aprendizaje se realizan en el aula; real la actividad ocurre en ambientes más prácticos, en un laboratorio, empresa, biblioteca; virtual, originados mediante el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), la computadora, un aula virtual, uso de internet.

En los conceptos que abordan los autores hay una clasificación que es común para el gremio, en la que se hace referencia a las dimensiones en que se manifiesta el ambiente de aprendizaje, María Lina Iglesias Forneiro, lo plantea como una estructura de cuatro dimensiones; dimensión física, en la que se explica el espacio físico; la dimensión funcional, el modo en que se utilizan los espacios; la dimensión temporal, está vinculada a la organización del tiempo y por último la dimensión relacional que se refiere a las distintas relaciones que se establecen dentro del aula y tienen que ver con aspectos vinculados a los distintos modos de acceder a los espacios. Este concepto nos puede llevar a plantarnos las siguientes preguntas: ¿Cuál es el espacio que se interviene y como se organiza? ¿Para que se va a utilizar y en que condiciones? ¿Cuándo y cómo se va a utilizar? ¿Quiénes lo van a usar?

El proceso de formación se proyecta en tres dimensiones, porque son tres procesos, cada uno de los cuales se caracteriza porque tienen un fin distinto y unas regularidades distintas. (Álvarez de Zayas, 1999, p.7). La dimensión es la proyección de un objeto o atributo en una cierta dirección.

La educación en sentido amplio y estrecho, la capacitación y la instrucción como resultados, procesos y funciones; el proceso docente educativo, el proceso extradocente, el proceso extraescolar, y el proceso educativo no escolar del resto de las instituciones sociales, son las categorías de la Pedagogía, como ciencia, que tiene como objeto integrador el proceso formativo en general (Álvarez de Zayas, 1998, p. 14). En el proceso docente-educativo los componentes operacionales (métodos, medios y formas) dinamizan el proceso de formación "son aquellas características que se van modificando más rápidamente durante el desarrollo del proceso" (Álvarez de Zayas, 1999, p.23). Los métodos se encargan de la organización interna del proceso, la forma de la organización externa del proceso.

La forma es el componente del proceso, que expresa la configuración externa del mismo como consecuencia de la relación entre el proceso como totalidad y su ubicación espacio-temporal durante su ejecución, a partir de los recursos humanos y materiales que se posea; la forma es la estructura externa del proceso, que adquiere como resultado de su organización para alcanzar el objetivo. La forma se modifica en concordancia con la dinámica del proceso. Esta se caracteriza en dos dimensiones; desde el punto de vista de la relación-alumno, profesor que llamaremos organización espacial de dicho proceso y que genera los distintos tipos de grupos estudiantiles; y desde su lapso de ejecución que da una medida de la extensión temporal del proceso. Ambas dimensiones se concretan en los distintos tipos de procesos. (Álvarez de Zayas, 1999, p.24)

A continuación la explicación que le otorga María Lina Iglesias Forneiro a cada una de las cuatro dimensiones de los ambientes de aprendizaje.

Dimensión física. Hace referencia al aspecto material del ambiente. Es el espacio físico (el centro, el aula y los espacios anexos, etc.) y sus condiciones estructurales (dimensión, tipo de suelo, ventanas, etc.). También comprende los objetos del espacio (materiales, mobiliario, elementos decorativos, etc.) y su organización (distintos modos de distribución del mobiliario y los materiales dentro del espacio).

Dimensión funcional. Está relacionada con el modo de utilización de los espacios, su polivalencia y el tipo de actividad para la que están destinados. En cuanto al modo de utilización, los espacios pueden ser usados por el niño autónomamente o bajo la dirección del docente. La polivalencia hace referencia a las distintas funciones que puede asumir un mismo espacio físico (por ejemplo, la alfombra es el lugar de encuentro y comunicación durante la asamblea y más tarde es el rincón de las construcciones). Por último, atendiendo al tipo de actividades que los niños pueden realizar en un determinado espacio físico, este adquiere una u otra dimensión funcional. Así, hablamos de rincón de las construcciones, del juego simbólico, de la música, de la biblioteca, etcétera.

Dimensión temporal. Está vinculada a la organización del tiempo y, por lo tanto, a los momentos en que los espacios van a ser utilizados. El tiempo de las distintas actividades está necesariamente ligado al espacio en que se realiza cada una de ellas: el tiempo de jugar en los rincones, de comunicarse con los demás en la asamblea, del cuento, el tiempo del comedor, del recreo, del trabajo individual o en pequeños grupos, etc., o también el tiempo de la actividad libre y autónoma y el tiempo de la actividad planificada y dirigida. En todo caso, debemos tener presente que la organización del espacio debe ser coherente con nuestra organización del tiempo y a la inversa. Pero además, la dimensión temporal hace referencia también al ritmo, vertiginoso o moderado, con que se desenvuelve la clase, al tempo. Así, nos encontramos con clases con un tempo alegro vivaz y otras con un tempo andante. Este tempo, o velocidad con la que se ejecutan las distintas actividades, puede dar lugar a un ambiente estresante o, por el contrario, relajante y sosegado.

Dimensión relacional. Está referida a las distintas relaciones que se establecen dentro del aula y tienen que ver con aspectos vinculados a los distintos modos de acceder a los espacios (libremente o por orden del maestro, etc.), las normas y el modo en que se establecen (impuestas por el docente o consensuadas en el grupo), los distintos agrupamientos en la realización de las actividades, la participación del maestro en los distintos espacios y en las actividades que realizan los niños (sugiere, estimula, observa, dirige, impone, no participa, etc.). Todas estas cuestiones, y otras más, son las que configuran una determinada dimensión relacional del ambiente del aula.

Pero el ambiente no es algo estático o preexistente, y si bien todos los elementos que lo componen y que agrupamos en estas cuatro dimensiones pueden existir de forma independiente, el ambiente solo existe en la interrelación de todos ellos. Sin entidad material como el espacio físico, la existencia del ambiente se da en la medida en que los elementos que lo componen interactúan entre sí. Es por eso que cada persona lo percibe de modo distinto. (Iglesias, 2008, p.49-70).

Se hace evidente que el proceso formativo tiene disímiles aristas, tratadas por los autores con diferentes términos que aluden a un mismo concepto y a un mismo modo de reflexión sobre lo que ocurre dentro de ese espacio que concebimos como aula. Anteriormente se hizo alusión a los componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje se puede decir que son la estructura de la actividad, dentro de estos componentes los operacionales (métodos, medios y forma) poseen atributos objetivamente perceptibles, a través de ellos ocurren transformaciones físicas, objetuales en el espacio y subjetivas, psico-sociales en los sujetos, en el proceso formativo a la vez que el docente imparte un contenido, lo dirige y planifica mediante sus métodos, medios y formas, se está transformando el espacio físico donde el estudiante como otro de los componentes debe sentirse parte de su creación e identificarse con todo lo que se relaciona. De cómo el profesor planifique o utilice los componentes operacionales esencialmente el componente forma con los diferentes tipos de clases y sus dimensione tiempo y espacio, dependerá el proceso formativo de los ambientes de aprendizaje, con esto decimos que para que ocurra un proceso formativo eficiente tiene que haber un ambiente de aprendizaje eficiente y para que exista un ambiente de aprendizaje eficiente tiene que haber un proceso de formación eficiente, diríamos que existe una relación dialéctica. Por lo que planteamos que las cuatro dimensiones de los ambientes de aprendizaje son las dimensiones de su proceso de formación: dimensión física, dimensión funcional, dimensión temporal, dimensión relacional, dado que las mayores dificultades en la formación de ambientes de aprendizaje están precisamente en las limitaciones de las relaciones y espacios físicos, en lo poco funcional de los espacios y el poco aprovechamiento del tiempo en los espacios de enseñanza aprendizaje por lo que se requiere diagnosticar estos elementos, haciendo que sean muy probablemente las dimensiones de la variable.

Los ambientes de aprendizaje, también son asumidos como ambientes educativos, en tanto hace referencia a lo propio de los procesos educativos que involucran los objetos, tiempos, acciones y vivencias de sus participantes. (Duarte 2003).

El ambiente educativo es un espacio organizado y estructurado de tal manera que facilite el acceso al conocimiento de actividades reales y con motivos de aprendizaje. Permitiendo no solamente abordar la realidad del mundo material y transformarlo sino intercambiar la información y comunicación con otros.

Es un escenario donde existen y se desarrollan condiciones favorables de aprendizaje. Un espacio y un tiempo en movimiento, donde los participantes desarrollan capacidades, competencias, habilidades y valores. (Centro de Educación en Apoyo a la Producción y al Medio Ambiente. A. C. CEP). Según Gildardo Moreno y Adela Molina (1993), en las escuelas actuales el ambiente educativo se mantiene inalterado: En cuanto al ordenamiento sigue siendo prescriptivo, en cuanto a las relaciones interpersonales es dominado por consideraciones asimétricas de autoridad. En cuanto a la relación con el conocimiento está inmerso en concepciones transmisionistas y en lo referente a valores se halla sumido en una farsa en donde lo que se hace está orientado más por la conveniencia que por consideraciones éticas, en donde se privilegia "el saber racionalista e instrumental" y se descuida el arte y las diversas posibilidades de reconocimiento cultural y de otros saberes.

Para definir el término ambientes de aprendizaje, es preciso conocer el significado de la palabra ambiente. Según Daniel Raichvarg (1994, pp. 21-28), la palabra "ambiente"data de 1921, y fue introducida por los geógrafos que consideraban que la palabra "medio" era insuficiente para dar cuenta de la acción de los seres humanos sobre su medio. El ambiente se deriva de la interacción del hombre con el entorno natural que lo rodea. Se trata de una concepción activa que involucra al ser humano y por tanto involucra acciones pedagógicas en las que, quienes aprenden, están en condiciones de reflexionar sobre su propia acción y sobre las de otros, en relación con el ambiente. El término ambiente es pluridimensional, se conforma por varios elementos, lo físico, lo social, lo cultural, lo psicológico, lo pedagógico, dando lugar a que el hombre se desarrolle en un ambiente de aprendizaje. El espacio material, sus infraestructuras, forman parte de la dimensión contextual del proceso de aprendizaje. Es un elemento del ambiente de aprendizaje construido, sobre el que se ejercen decisiones pedagógicas. Es un espacio interior donde se puede determinar la zonificación del mobiliario ofreciendo una solución a las necesidades funcionales, de uso, seguridad y orientación en correspondencia con determinadas actividades sociales. El ambiente es un sistema integrado por un conjunto de elementos que interactúan entre sí y provocan la sistematización de valores, fenómenos, procesos naturales y sociales que condicionan, en un determinado tiempo y espacio histórico, la vida y el desarrollo de los organismos vivos. El hombre lo habita y modifica para satisfacer sus necesidades, por tanto, es configurado por "la multiplicidad de elementos que imponen cierta condiciones a la vida humana" (Cozzani, 1991, p. 76).

Otras definiciones conciben el ambiente como conjunto de factores internos –biológicos y químicos– y externos, –físicos y psicosociales– que favorecen o dificultan la interacción social. El desarrollo de la noción de ambiente ha derivado a otros ámbitos como los de la cultura y la educación, para definir dinámicas y procesos específicos que otros conceptos o categorías no permiten. Según lo manifiesta (Lucié Sauvé 1994, pp. 21-28).

Pablo (1999. P. 8) dice, que en el ámbito educativo el ambiente hace referencia a la organización del espacio, disposición y distribución de los recursos didácticos, el manejo del tiempo y las interacciones que se permiten y se dan en el aula. Es una estrategia educativa y un instrumento que respalda el proceso de aprendizaje, pues permite interacciones constantes que favorecen el desarrollo de conocimientos, habilidades sociales, destrezas motrices, etc., el ambiente es un concepto vivo, cambiante y dinámico, lo cual supone que el ambiente debe "[…] cambiar a medida que cambian los sujetos, sus intereses, sus necesidades, su edad.

El ambiente, es todo lo que rodea al hombre. Incluye los objetos, olores, formas, colores, sonidos y personas que habitan y se relacionan dentro de un marco o espacio físico "que lo contiene todo y, al mismo tiempo, es contenido por todos estos elementos que laten dentro de él como si tuviesen vida". El ambiente «habla», transmite sensaciones, evoca recuerdos, da seguridad o inquieta, pero nunca deja indiferentes al alumno y al profesor. (Iglesias, 2008. p. 49-70).

El ambiente de aprendizaje se forma por el conjunto de percepciones de los diferentes miembros o grupos sobre el funcionamiento y dinámica del aula, en la cual se generan actitudes, creencias, posicionamientos, formas de pensar y de actuar que confluyen en los miembros en su participación, responsabilidad y compromiso. Es un lugar donde, con base en la personalidad grupal, la dinámica del ambiente de aprendizaje puede variar en función de las diversas maneras en que los alumnos enfrentan sus tareas cotidianamente. Según su proceso de aprendizaje, intereses, necesidades, cada grupo, con su propia personalidad, configura el ambiente de aprendizaje; el profesor, al ser sensible al comportamiento del grupo, modifica la dinámica para adaptarla a su personalidad grupal (Villalobos, 2006, p. 103-113).

Se considera que el ambiente de aprendizaje es un agente educativo el cual se estructura y se organiza en función del espacio interior del aula, útil para estimular en el educando la disposición de aprender, tomando en consideración quiénes son los protagonistas que van a utilizar el espacio físico dispuesto, cuáles son sus necesidades e intereses, para qué se va usar, cuál es su objetivo, qué actividades se pueden propiciar en él, delimitado por espacios de uso colectivo e individual, y por materiales que apoyen el aprendizaje del estudiante. (Pablo y Trueba, 1994. p. 76).

Para Loughlin, E. y Suina, H. (1997), el ambiente de aprendizaje se refiere al cómo los profesores piensan y toman decisiones en torno al diseño y empleo del espacio, y a la disposición de los materiales.

Se hace necesario profundizar y entender los términos espacio físico y ambiente físico, los cuales a pesar de estar interrelacionados no quiere decir que apunten a lo mismo. Según Iglesias (1996), el espacio físico se refiere al local donde se realizan las actividades, el cual se caracteriza por tener material, mobiliario, decoración y objetos; mientras que el ambiente, es el conjunto del espacio físico y las relaciones que se establecen en él; como, por ejemplo, los afectos y las interrelaciones entre las niñas y los niños y el docente. El ambiente físico se define como el conjunto de relaciones interpersonales que se dan en el aula, y el espacio físico donde se lleva a cabo la labor educativa. Al respecto, Iglesias (1996) define el ambiente como un todo indisociado de objetos, olores, formas, colores, sonidos y personas que habitan y se relacionan en un determinado marco físico que lo contiene todo, y al mismo tiempo, es contenido por todos estos elementos.

Los factores físicos ambientales puedan ser controlados en la interioridad del espacio material; define y organiza "el espacio interior" (Turati, 1983) al darle estructura mediante marcos físicos que condicionan un límite o marco de referencia de un espacio para realizar una determinada actividad. Con el modo de organizar el mobiliario también enmarca una superficie de trabajo, espacios para realizar actividades sociales, para responder a necesidades de confort, seguridad, y orientación humana. (Castaldi, 1974, p.)

Las definiciones de los términos espacio y ambiente están relacionadas pero marcan dos dimensiones diferentes en el proceso de enseñanza-aprendizaje siendo para María Lina Iglesias Forneiro en su teoría, a la que se hizo referencia anteriormente, la dimensión física y la dimensión relacional. Para el entendimiento de las diferentes denominaciones que tributan al mismo objeto se hace preciso aclarar los significados de las terminologías a los que se alude. Múltiples autores han conceptualizado el término espacio, su significado más común es la "extensión indefinida, medio sin límites que contiene todas las extensiones finitas. Parte de esa extensión que ocupa cada cuerpo". Larousse (eds.) (1988). El profesor Enrico Battini, de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Turín, sostiene que estamos acostumbrados a considerar el espacio como si fuera un volumen, una caja que, incluso, podríamos llenar. Sin embargo, señala este autor, "es necesario entender el espacio como un espacio de vida, en el cual la vida se sucede y se desenvuelve: es un conjunto completo" (Battini, 1982, p. 24).

A partir de estos conceptos se puede deducir que el espacio es algo físico, tangible, donde los objetos forman parte de esa extensión donde mediante un determinado concepto conviven, mobiliario, luminarias, materiales didácticos, ambientación, gráfica. Pueden ser los espacios docentes, las aulas, donde se realizan las actividades del proceso formativo, identificando el proceso partiendo de que "el estado de un objeto cambia en el tiempo; ese cambio sucesivo en el tiempo del conjunto de características, de los estados de un objeto, es el proceso". (Álvarez de Zayas. 1999. p. 12),

La definición más común para espacio es la descrita por la física, para la cual el espacio es el lugar tridimensional en el cual existen los objetos y ocurren los eventos, con una dirección y posición relativa. En este sentido, el espacio físico se concibe como un espacio de tres dimensiones, a pesar de que los físicos modernos consideran que en realidad es un espacio de cuatro dimensiones, con el tiempo como la cuarta dimensión. Recordemos las cuatro dimensiones que nos plantea Iglesias.

El espacio son todos aquellos escenarios de actividad constituidos únicamente por elementos del mobiliario que ocupan una extensión que, o bien constituye toda la superficie disponible para la realización de actividades (por ejemplo, una mesa con materiales), o bien esa superficie no aparece delimitada claramente, con lo cual se crea alrededor de ese mobiliario una zona de actividad sin límites espaciales definidos. (Iglesias.2008 (47). 47-70).

La Ergonomía es una disciplina científico-técnica y de diseño que estudia integralmente al hombre (o grupos de hombres) en su marco de actuación, relacionado con las máquinas dentro de un ambiente laboral específico, y que busca la optimización de los tres elementos del sistema (hombre-máquina-ambiente), para lo cual elabora métodos de estudio del individuo, de la técnica y de la organización del trabajo. Es una disciplina de las comunicaciones recíprocas entre el hombre y su entorno socio técnico; sus objetivos son proporcionar el ajuste recíproco, constante y sistémico entre el hombre y el ambiente; diseñar la situación de trabajo de manera que ésta resulte plena de contenido y adecuada a las capacidades psicofisiológicas y necesidades del ser humano.

Las propiedades y cualidades de los elementos del sistema hombre-técnica-ambiente son numerosas, por lo que son muchos los factores a considerar, pero de ellas, la Ergonomía va a centrar su atención en aquellas que definen el papel del hombre en el sistema; en las relaciones entre los elementos del mismo que definan bajo que condiciones el hombre va a trabajar.

"El conjunto de los estudios científicos de la interacción entre el hombre y su entorno de trabajo". (Murrel, 1949).

La aplicación de las ciencias biológicas del hombre, junto con las ciencias de ingeniería, para lograr la adaptación mutua óptima del hombre y su trabajo, midiéndose los beneficios en términos de eficiencia y bienestar del hombre". (ISO, 1961).

Consideración de los seres humanos en el diseño de los objetos, medios y entornos producidos por el propio hombre". (Mc. Cormick, 1976).

Según esta Asociación Internacional de Ergonomía los ergonomistas contribuyen al diseño y evaluación de tareas, ocupaciones, productos, ambientes y sistemas, o sea, que los ergonomistas o ergónomos diseñan actividades laborales pero también es frecuente su trabajo en el diseño de productos, en el diseño de ambientes desde el punto de vista de iluminación, del clima y en general de elementos de cualquier sistema que tenga que ver con la persona, con el objetivo de hacerlos compatibles con las habilidades, necesidades y límites de las personas.

En agosto de 2000, el Consejo de la Asociación Internacional de Ergonomía (IEA) acuerda una definición que ha sido adoptada como "oficial" por muchas entidades, instituciones y organismos de normalización. Es la definición que figura en las actuales normas técnicas españolas: UNE EN-614-1:2006 e UNE-EN ISO 6385:2004.

"Ergonomía (o estudio de los factores humanos) es la disciplina científica que trata de las interacciones entre los seres humanos y otros elementos de un sistema, así como, la profesión que aplica teoría, principios, datos y métodos al diseño con objeto de optimizar el bienestar del ser humano y el resultado global del sistema." (IEA, 2000)

"La Ergonomía es una ciencia aplicada que estudia el sistema integrado por el trabajador, los medios de producción y el ambiente laboral, para que el trabajo sea eficiente y adecuado a las capacidades psicofisiológicas del trabajador, promoviendo su salud y logrando su satisfacción y bienestar". (Viña, 1987).

La Ergonomía agrupa diversas ramas de la ciencia con el fin de estudiar las relaciones que se establecen entre el hombre y los objetos, dentro de un entorno dado, permitiéndole ofrecer mayor eficiencia, bienestar y seguridad dentro de dicha relación. Tiene en consideración factores físicos, cognitivos, sociales, organizacionales y ambientales, pero, con un enfoque "holístico", en el que cada uno de estos factores no deben ser analizados aisladamente, sino en su interacción con los demás.

Marco contextual

El desarrollo de la Educación Superior en la provincia de Pinar del Río, está unido a la historia de la Universidad "Hermanos Saíz Montes de Oca", La Universidad comenzó sus actividades el 16 de noviembre de 1952, aunque no estaba oficializada. El 27 de enero de 1954 mediante el decreto ley 2027, se oficializó la Universidad de Occidente "Rafael Morales y González" y en Marzo de 1955 se anunció el inicio de las actividades docentes. Desde los días finales del año 1957 la Universidad entra en huelga permanente hasta el triunfo de la Revolución en enero de 1959.

La Educación Superior se reinicia en la provincia con la Sede Universitaria de Pinar del Río, que comenzó sus actividades docentes el 20 de agosto de 1972 y quedó oficializada por la Resolución No.184/73 del Misterio de Educación de la República de Cuba, el 14 de junio de 1973.

En 1976 la Sede Universitaria se transforma en Centro Universitario de Pinar del Río, mediante la Ley No. 1307 del 29 de julio de 1976, como una institución de carácter transitorio, hasta que su desarrollo permitiera su adecuación a una universidad.

En esta etapa se cursaron las carreras de Ingeniería en Agronomía, Minas, Geología y Construcción Civil y las licenciaturas en: Economía, Derecho y Medicina y un grupo de especialidades pedagógicas.

En el curso 1975 y 1976 el Centro Universitario alcanzó una matrícula de 33352 alumnos, ubicados en diferentes municipios de la provincia.

En el Municipio Minas se ubicó la Filial universitaria que acogió las carreras de Geología y Minas. En la Meseta de Cajálbana, municipio La Palma se estudió la carrera de Ingeniero Forestal y se creó un Destacamento Pedagógico en el municipio Sandino y otro en el municipio de Pinar del Río.

La docencia se desarrollaba a través de tres modalidades: Cursos Diurnos, Vespertinos, y Dirigidos para Trabajadores.

En el año 1976 la Educación Superior Cubana creó el Instituto Superior Pedagógico Rafael María de Mendive, adscrito al Ministro de Educación y dos años más tarde, en 1978, se fundó la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Ernesto Guevara de la Serna, subordinada al Ministerio de Salud Pública. Estas acciones significaron, en la práctica, una multiplicación de la Universidad, en tres centros para el desarrollo de la provincia.

Tomando en consideración el nivel alcanzado por el Centro Universitario de Pinar del Río en la gestión de sus procesos sustantivos, se decide por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros por Acuerdo No. 2765, de fecha 22 de junio de 1994, aprobar la transformación de esta institución en Universidad de Pinar del Río, adscripta al MES.

La Universidad de Pinar del Río, "Hermanos Saíz Montes de Oca" en 44 años ha graduado 16731 profesionales, incluidos 804 extranjeros, procedentes de más de 45 países. Posee una matrícula general que supera los 7000 alumnos en 5 facultades: Facultad de Forestal y Agronomía, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Facultad de Ciencias Técnicas, Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas, y la Facultad de Agronomía de Montaña y 9 Filiales en los municipios.

Facultades

Facultad de Forestal y Agronomía

La Facultad surge en el año 1972 con el inicio de los estudios de Educación Superior en Pinar del Río, convirtiéndose así en fundadora de la hoy Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca". Actualmente lleva a cabo la formación de Ingenieros Forestales en modalidad presencial e Ingenieros Agrónomos en modalidad presencial y semipresencial. También contribuye a la formación de doctores, másteres y especialistas con prestigio a nivel nacional e internacional.

Carreras que se estudian. Matrícula

Ingeniería Forestal

Curso Regular Diurno 189 estudiantes.

Ingeniería Agronómica

Curso Regular Diurno 288 estudiantes. Curso por encuentro 35 estudiantes.

Total: Curso Regular Diurno 477 estudiantes, Curso por Encuentro 35 estudiantes.

Partes: 1, 2
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