- Introducción
- Antecedentes del petróleo en Venezuela
- Política petrolera y los cambios que ha sufrido a lo largo de la historia
- Conclusión
- Referencias bibliográficas
Introducción
Reconocer en primer lugar el valor que implica el tema de políticas económicas de un país, no es materia fácil, y mucho menos si se trata del producto principal del cual se ha venido obteniendo el principal ingreso.
El tema general de la política y la economía petrolera, amerita sin duda, y en primer lugar, una reflexión simplemente teórica sobre el problema de la formación del precio de los materiales energéticos y de los recursos naturales.
Uno de los grandes elementos en discusión en el país es la distribución del excedente petrolero, pero bien vale pensar que el problema de la formación del excedente, por la determinación del precio en el mercado mundial, exige una reflexión sobre el asunto teórico.
Ahora, comprender la formación del precio del petróleo y de los energéticos en el mercado internacional es, sin duda, de interés para los agentes sociales que participan en la gestión de los recursos naturales y para el ciudadano corriente, así el manejo del tema exija un cierto entrenamiento en la disciplina de la economía.
El siglo XX que hace apenas unas decenas de años dio paso a un desarrollo vertiginoso de la industria y del mundo moderno gracias, entre otros factores, a la energía del recurso petrolero.
Pero a medida que ha pasado el tiempo y en vista de que no se conoce otro recurso energético que suplante de manera rentable al petróleo, han comenzado las estrategias, primero disimuladas pero hoy día ya no tanto, por parte de los grandes países consumidores, especialmente los Estados Unidos de Norteamérica, para controlar aún más este poderoso y necesario combustible.
En esta complicada trama de comercio, tráfico y lucha por el control de los recursos energéticos del mundo, aparece como punto estratégico de gran significación la República Bolivariana de Venezuela, país joven, ubicado de manera ventajosa al norte de Suramérica, con excelentes rutas marítimas hacia todo el mundo y con un potencial en recursos petroleros y otros elementos minerales y no minerales que la han convertido en un bocado apetecible para las grandes empresas transnacionales y los centros de poder mundial.
Antecedentes del petróleo en Venezuela
A pesar del conocimiento de la existencia de petróleo en Venezuela desde hacía siglos, este recurso cobró real trascendencia con la llegada del siglo XX y los primeros pozos de real importancia no se perforaron sino hasta la década de 1910. El entonces presidente Cipriano Castro aprobó un nuevo Código de Minas para la Nación el 23 de enero de 1904, estableciendo así un principio que marcaría dramáticamente el curso de la industria petrolera hasta su nacionalización en 1976.
De esta manera, el presidente de la República obtenía facultad plena para administrar y otorgar concesiones petroleras sin necesidad del consentimiento del Congreso. Durante su gobierno, se llegaron a otorgar cuatro concesiones para explorar, producir y refinar petróleo, las cuales fueron solicitadas con el evidente propósito de ser negociadas con inversionistas extranjeros.
En 1908, Juan Vicente Gómez reemplazó a Castro como presidente de Venezuela. En los siguientes años, Gómez continuó la política de otorgamiento de concesiones, que en su mayoría fueron adjudicadas a sus amigos más cercanos, quienes a su vez las renegociaron con las compañías petroleras extranjeras que poseían la tecnología necesaria para poder desarrollarlas. Una de estas concesiones fue otorgada a Rafael Vallardares Max que contrató a Caribbean Petroleum (más tarde a ser propiedad de Royal Dutch Shell) para llevar a cabo su proyecto de exploración de petróleo.
El 15 de abril de 1914, el primer campo petrolífero venezolano de importancia, Mene Grande, fue descubierto por Caribbean Petroleum tras la finalización del pozo Zumaque I (llamado actualmente MG-I). Este importante descubrimiento es lo que alentó una ola masiva de las compañías petroleras extranjeras para "invadir" Venezuela en un intento por conseguir un pedazo de la acción.
No es de extrañar, que en los últimos años se haya entendido la importancia del principal producto de su economía y diseñado una política petrolera nacional, para obtener del petróleo las mejores ventajas y superar los terribles desajustes sociales a que fue sometida su joven población.
Política petrolera y los cambios que ha sufrido a lo largo de la historia
El petróleo y la I Guerra Mundial
De 1914 a 1917, varios yacimientos de petróleo fueron descubiertos en todo el país, sin embargo la Primera Guerra Mundial retrasó significativamente el desarrollo de la industria. Debido al esfuerzo de guerra, compra y transporte de las herramientas y maquinaria, algunas compañías petroleras se vieron obligadas a renunciar a la perforación hasta después de la guerra. A finales de 1917, las primeras operaciones de refinación se llevaron a cabo en la refinería de San Lorenzo, y las primeras exportaciones significativas de petróleo venezolano por Caribbean Petroleum a la izquierda de la terminal de San Lorenzo.
A finales de 1918, el petróleo apareció por primera vez en las estadísticas de exportación de Venezuela a 21.194 toneladas métricas. Después de unos veinte años desde la instalacion de la primera perforadora de petróleo, Venezuela se había convertido en el mayor exportador de petróleo del mundo y el segundo mayor productor de petróleo, después de Estados Unidos. La exportación de aceite explotó de 1,9% a 91,2% entre 1920 y 1935.
Cuando se descubrió petróleo en la huelga de Maracaibo en 1922, el dictador de Venezuela, Juan Vicente Gómez permitió a los estadounidenses a escribir la Ley petrolera de Venezuela.
Reforma Petrolera
En 1942, Isaias Medina Angarita, reformo la Ley Petrolera, aprueba la Ley del Impuesto sobre la renta y la Ley de Hidrocarburos en 1943, con la cual la producción petrolera pasaba a ser gravable por el estado venezolano a través del Fisco Nacional y el estado comenzó a recibir una compensación más justa por su petróleo.
Decretos producto del Golpe Cívico Militar 18 de octubre de 1945.
El golpe militar de octubre del 1945, fue llamado Revolución de Octubre, en recuerdo a la revolución Bolchevique de Rusia. Los cabecillas del golpe fueron el Socialdemócrata y fundador del partido Acción Democrática, y por parte del ejército el Mayor Carlos Delgado Chalbaud.
El Presidente de la llamada Junta Revolucionaria fue Rómulo Betancourt. Iniciando un cambio rápido a la Democracia. Decretó el derecho del voto a la mujer. Decretó elecciones democráticas donde todos los venezolanos mayores de edad podrían elegir sus representantes al Congreso y directamente al Presidente de la República.
Se decretó el "Fifty-Fifty" en los beneficios del petróleo, lo que no gustó a los imperialistas de USA y Europa. Decretó las bases de la Reforma Agraria, lo que lo enfrentó a la oligarquía terrateniente.
Inicios de Petróleo mejor conocido como el "oro negro"
Desde los inicios del siglo pasado, cuando se descubre la presencia del "oro negro", comienza una era su expoliación mediante contratos de concesiones petroleras con marcadas desventajas para el País y el enriquecimiento de unos cuantos politiqueros y dictadores de turno, además de las exorbitantes ganancias de las grandes empresas transnacionales que operaron y aún operan esta industria en Venezuela.
Venezuela siempre fue un suplidor seguro y barato de petróleo para el mundo, que recibió tradicionalmente este producto a precios irrisorios, sin contar con los contratos leoninos que obligaban a los Gobiernos de turno a suministrarlo, muchas veces en condiciones vergonzosas, sin recibir nada a cambio, a no ser la pobreza que fue quedando en los campos petroleros nacionales, donde la depredación del medio ambiente y la desaparición de la agricultura fueron notorias, obligando además a los venezolanos a convertirse en consumidores de productos (sobre todo trigo, arroz y maíz), casi todos importados de USA, cuyos costos eran cada dia más elevados, haciendo difícil el surgimiento de la economía de este País y por supuesto el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.
Es importante señalar que aún en los momentos más convulsionados de la historia, Venezuela fue un leal y seguro suministrador de petróleo; en los años de la segunda guerra mundial, más de 60% del petróleo usado por las fuerzas aliadas en Europa, provenía del país suramericano
Periodo de cambios en la nueva economía petrolera Venezolana.
(1.936 – 1.941): Durante la presidencia del General Eleazar López Contreras tuvo lugar una huelga Petrolera iniciada el 11 de diciembre de 1936, duró cuarenta y tres días, hasta el 22 de enero de 1937, a la cual puso fin y aunque lo conseguido por los huelguistas de los campos petroleros del Zulia y Falcón fue muy poco en relación con lo solicitado, sin embargo, este enfrentamiento de los obreros de la industria petrolera con las compañías concesionarias extranjeras sentó un precedente en la historia laboral del país. Los obreros petroleros del Zulia que eran los más numerosos, vivían en condiciones infrahumanas y recibían un trato discriminatorio por parte de los capataces extranjeros.
El día de terminada la huelga el Presidente López Contreras decreto la reanudación inmediata de las actividades paralizadas de la industria petrolera y un incremento de un bolívar diario para los trabajadores que devengaran siete, ocho y nueve bolívares, así como un bolívar adicional sobre este aumento para los trabajadores que no ocuparan habitaciones de las empresas en conflicto. En esta forma se pone a fin a la primera huelga laboral.
Por otra parte en el año 1.939, estalla la Segunda Guerra Mundial y nuestro país adquiere una importancia geopolítica relevante. Se ha dicho que Venezuela aportó cerca del 60% de la demanda de las fuerzas aliadas, con lo que se transformó en un factor fundamental en la derrota de los ejércitos de Hitler.
(1.941 – 1.945): Periodo en el que Venezuela estuvo económicamente casi en quiebraa causa de la Segunda Guerra Mundial, pues tuvo que enfrentarse a una difícil y repentina tormenta de naturaleza económica.
El año 1941 fue de muy buen prospecto para el país, pues el petróleo le dio la inimaginable suma de 228 millones de barriles de petróleo. Esta situación trajo como inmediata consecuencia que con motivo de la caída de Pearl Harbor, importante bastión norteamericano que se alimentaba con petróleo venezolano, los submarinos alemanes, aliados con los japoneses, en la noche del 14 de febrero de 1942 torpedearon siete buques petroleros que transportaban nuestro crudo a las refinerías de Curazao y Aruba. Esto obliga rebajar nuestra producción a 148 millones de barriles, lo que vino obligadamente a reducir los ingresos con que el gobierno respaldo su política de obras en beneficio de la comunidad. Una medida importante fue la revisión de la política petrolera. Después de muchos estudios y discusiones. Medina convoco al congreso a sesiones extraordinarias: así, el 13 de marzo de 1943 Venezuela tuvo una nueva Ley Petrolera cuyos aspectos más destacados fueron:
Unificacion de todas las medidas adoptadas sobre petróleo en los gobiernos anteriores.
Obligatoriedad a las Compañías de ampliar en Venezuela, y a expensas de ellas las instalaciones de refinación.
Aumento de los impuestos y regalías, hasta igualar los ingresos fiscales con las ganancias de los consorcios.
Renovación por parte del Gobierno de todos los títulos otorgados y ampliación de su vigencia por cuarenta años y a renunciar a todos los juicios legales contra la industria del crudo.
Los beneficios de la nueva ley fueron de efecto inmediato, grandes cantidades de dinero ingreso a las arcas del estado. Esto dio aliciente para que el Gobierno entregara en nuevas concesiones, trece millones de acres. Naturalmente que esta situación, abiertamente favorable a la industria, aumenta la producción, que se fijo en los 300 millones de barriles anuales sobre la marca establecida. Antes de la entrada en vigencia de la Ley de Hidrocarburos de 1943, las concesiones petroleras otorgadas estaban sometidas a distintas leyes, y el control que ejercía el estado en las actividades de las empresas, así como los beneficios que obtenían eran insuficientes. En ese sentido, la nueva ley de hidrocarburos represento un conjunto de ventajas para el país desde el punto de vista jurídico y económico, a partir de su promulgación en marzo de 1943.
En cuanto a las ventajas económicas se refiere, destaca la elevación de la regalía, royally o impuesto de explotación alcanzar la sexta parte o el dieciséis con dos tercio por ciento de la producción. De igual forma, se aumento el impuesto inicial de explotación a ocho bolívares por hectárea y el impuesto de exploración se llevo a seis bolívares por hectárea durante los tres años que duraba el periodo de esa actividad mientras que el impuesto superficial se incremento en forma progresiva a medida que envejecía la concesión para obligar al concesionario a explotar la misma. Conjuntamente con estos impuestos especiales, se sometió a la industria petrolera a pagar impuestos generales, de acuerdo a su ley de impuesto sobre la renta y se elimino la exoneración obligatoria del pago de impuesto aduaneros.
(1.948 – 1.953): Enumerando lo más resaltante de este breve periodo, aparte de que después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, la producción petrolera de Venezuela se duplico entre los años 1945 y 1951, encontramos los siguientes aspectos:
La creación de la comisión preparatoria para estudiar y planificar las posibilidades de explotación petrolera, por parte de una Empresa Nacional, la que además estudiaría la iniciación de la industria de refinación del crudo.Lográndose en esta administración con una bien planificada política petrolera, una duplicación de las entradas al fisco, por conceptos de renta petrolera.
(1.953 – 1.958): La cantidad de barriles de petróleo extraídos durante el Gobierno de Pérez Jiménez, siguió la tendencia alcista, al pasar de 1,8 millones de barriles diarios en 1.957. Esto se tradujo en un aumento considerable de las exportaciones, así como en un sustancial incremento de los ingresos fiscales. Durante el régimen Pérez jimenista, específicamente en los años 1.956 y 1.957, se otorgaron nuevas concesiones a las compañías petroleras internacionales, de acuerdo a la ley de Hidrocarburos de 1.943.Según este instrumento legal las empresas que recibían concesiones tenían derecho a explotar durante cuarenta años los recursos de hidrocarburos que se encontraron en el área asignada, pagándole al Estado unos impuestos especiales, aparte del impuesto sobre la renta por los ingresos que obtuvieron la empresa concesionaria.
El gobierno de Pérez Jiménez percibió en esos mismos años por concepto de impuesto de exploración, e inicial de explotación un monto de Bs. 3.116 millones, pagados por las empresas Creole, Shell y Mene Grande, así como por diez compañías petroleras internacionales adicionales.El otorgamiento de nuevas concesiones petroleras durante los años 1956-1957 acentúo la dependencia de la economía venezolana del exterior.
(1958 – 1963): A partir de 1.958, la política petrolera de Venezuela experimenta un cambio importante. En aquel momento se creía que el volumen de reservas probadas de petróleo era de 17 mil millones de barriles, y que al ritmo de producción de la época alcanzarían para unos 16 años. Ante esa realidad, la diligencia política anuncia que las concesiones no serían renovadas, e incluso se habló de anular las otorgadas durante los últimos años de la dictadura.
Si el petróleo duraría tan poco tiempo, era lógico procurar el máximo provecho posible de tan escasas reservas, A nadie escapaba que la meta era nacionalizarlo en la primera oportunidad. Las empresas transnacionales no tardaron en reaccionar. Las inversiones en exploración se paralizaron. Por otra parte, se creo por decreto del Presidente Betancourt de fecha 19 de abril de 1960. LA CORPORACIÓN VENEZOLANA DEL PETRÓLEO (CVP): como una empresa nacional del Ministro de Minas e Hidrocarburos. De acuerdo al estatuto de la CVP, esta empresa estaba por objeto la exploración, explotación, refinación y transporte de hidrocarburos, así con compra, venta y permuta del mismo en cualquier forma, dentro o fuera del país.
En este mismo año, nuevos recortes en los precios aplicados por Standard Oil New Jersey provocan que Arabia Saudita, bajo Abdullah Tariki, y Venezuela, bajo Pérez Alfonso, crear la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la cual fue fundada en 14 de septiembre de dicho año, cuya misión es formular los programas que aseguren la estabilidad de los precios del petróleo crudo en los mercados internacionales, de forma tal que se eliminen fluctuaciones indeseables o peligrosas, tomando en cuenta los intereses de las naciones productoras en asegurar para cada una de ellas un beneficio estable, justo y adecuado, para los países consumidores un abastecimiento eficiente, económico y seguro, y para los inversionistas en la industria petrolera una ganancia equitativa. Otros miembros fundadores fueron Irán, Irak y Kuwait.
Además también fue creada la Corporación Venezolana de Guayana, el 29 de diciembre de 1960, como Instituto Autónomo Adscrito a la Presidencia de la República. De acuerdo al estatuto orgánico del desarrollo de Guayana, el progreso económico y social de esta rica zona de Venezuela, que comprendía el Estado Bolívar y el Territorio Federal Delta Amacuro (actualmente Estado delta Amacuro) estaría a cargo de la CVG, como ente rector de la región Guayana.
No obstante los logros más importantes de este periodo, se refieren a la creación de la empresa estatal Corporación Venezolana del Petróleo (CVP), la política de no más concesiones, y los esfuerzos realizados para la creación de la organización de países exportadores de petróleo (OPEP).
En los últimos años, debido al creciente consumo de petróleo, que encabezan los Estados Unidos de Norteamérica con cerca de un 28% de la producción mundial, seguidos por China, Japón, Alemania, Rusia e India, además de la inestabilidad política y militar en países del medio oriente y la preocupación ante el agotamiento de las reservas petroleras en el subsuelo del planeta, han hecho recrudecer las acciones para controlar este producto no renovable, por parte de los grandes centros económicos y militares del mundo.
La llegada de Hugo Chávez y los cambios decisivos
Hasta 1998, el proceso de privatización y política económica neoliberal que se adelantaba en Venezuela, contemplaba la venta de la Industria Petrolera nacional, además de la privatización de servicios de agua, electricidad, educación y salud. Prácticamente la infraestructura petrolera fue abandonada, los pozos petroleros descuidados y para ese año, la idea que se trató de imponer era que el petróleo "no era buen negocio" a objeto de facilitar la venta de esta industria sin resistencia por parte de la población.
El Gobierno socialista de Chávez asume en febrero 1999 el control político del País y de inmediato detiene todo los planes privatizadores y comienza un dinámico desarrollo de planes sociales en áreas de salud, educación, vivienda, agricultura y de infraestructura vial y ferrocarrilera y apoyo de la población, todo con el aporte importantísimo de los recursos financieros provenientes del petróleo. Cuestión que apenas unos años antes parecía imposible
Los Cambios y la situación actual de la industria petrolera venezolana
La preponderancia del petróleo venezolano en la escena mundial ha disminuido de manera importante en los últimos años, por el desmejoramiento en las actividades claves del negocio petrolero. En primer lugar está la deficiente actividad exploratoria, indispensable para frenar la disminución acelerada que experimentan las reservas de petróleo mediano, liviano y condensado, las más comerciales. La exploración es fundamental para reponer las reservas. Se eliminó el programa exploratorio, con la participación de empresas privadas, y las Asociaciones de Exploración a Riesgo y Ganancias Compartidas (AERGC), figura creada para incrementar las reservas tradicionales (las de la Faja ya fueron calculadas).
Las AERGC eran la forma de evaluar los cientos de prospectos exploratorios identificados y que la petrolera estatal no tenía los recursos económicos para acometerlos. Este esfuerzo tuvo un éxito exploratorio estadístico sin precedente: de 8 áreas otorgadas, resultaron 3 descubrimientos, el 37,5%. Si ese esfuerzo se hubiera continuado sobre las más de 600 áreas prospectivas señaladas por PDVSA en sus planes, con digamos un 20% de éxito, hoy se tendrían en desarrollo por lo menos 120 nuevos campos petroleros medianos y pequeños, y existirían miles de empleos directos e indirectos en nuevas empresas operadoras y en compañías proveedoras de bienes y servicios.
Las inversiones de PDVSA en el sector de los hidrocarburos son bajas al compararlo con lo que dedican las empresas trasnacionales en actividades de exploración y producción (EyP). Por ejemplo, para 2008 Shell muestra inversiones en EyP cerca de $29.000 millones. Conoco Phillips ya para 2006 invertía $10.000 millones en actividades de EyP. Según el Informe Operacional de PDVSA 2007, en exploración se invirtió $199 millones y en producción $5.489 millones, siendo PDVSA una empresa con mayores reservas y producción que las anteriores.
En materia legal se cambiaron "las reglas del juego". En el caso de la Faja del Orinoco se ajustó repentinamente el monto de las regalías acordadas, y la reforma de la Ley Orgánica de los Hidrocarburos (LOH) eliminó las figuras de los Convenios Operativos, las AERGC y las Asociaciones de la Faja del Orinoco, para enfatizar la participación de PDVSA en por lo menos 51% en todas las nuevas Empresas Mixtas. Ello trajo como consecuencia situaciones de demandas judiciales a nivel internacional contra la estatal.
La decisión de convertir los Convenios Operativos en Empresas Mixtas le ha dado derechos a las empresas de servicio que antes no tenían. Se formaron 19 empresas que tienen participación en las reservas y producción, que antes eran 100% de PDVSA.
La capacidad de producción de petróleo y gas se ha visto disminuida, ello porque el personal más especializado de las compañías de servicio no pasaron a trabajar en las empresas mixtas, por razones salariales, entre otras. PDVSA ofreció sueldos de hasta 60% menos que los que pagaban las compañías de servicio a su personal especializado, y menos poder en la toma de decisiones.
La incorporación de nuevos vehículos al parque automotor (más de 300.000 unidades cada año), sin que exista una política de desincorporación de las unidades de más de 20 años; aunado al incremento del contrabando de extracción, hacen que disminuyan las exportaciones de los derivados del petróleo.
Las exportaciones a América del Norte se han reducido de 1.907.000 BD en 1998 a 1.250.700 BD en 2005, es decir una disminución de 34%.
Finalmente, se ha perdido know-how o conocimiento técnico nacional en materia de hidrocarburos. Es notoria la fuga de talentos hacia regiones petroleras tan lejanas como Canadá y el Medio Oriente. Hoy hay cientos de venezolanos altamente preparados trabajando en Colombia, Ecuador, Argentina y México, entre otros países. Un análisis de las políticas actuales La política actual en materia de hidrocarburos apunta en la dirección contraria a la que debería asumir una empresa petrolera globalizada de la importancia de PDVSA.
Los hechos más relevantes a través de los cuales se expresa esta política, y sus resultados, se resumen a continuación:
Mayor intervención del Estado: Se modificó la Ley Orgánica de Hidrocarburos en 2006 para especificar las condiciones que regirán para la constitución de las empresas mixtas, el alza de las regalías y la creación de otros impuestos. Esto tuvo como consecuencia la decisión de eliminar los Convenios Operativos y las Asociaciones de la Faja, hecho negativo porque la nueva estructura de las empresas mixtas, donde PDVSA es la que toma el control de todas las decisiones (planificación, comercio, presupuesto, recursos humanos) hace que las decisiones sean lentas, en comparación con el poder de decisión que tenían las compañías de servicio. Los costos fijos de PDVSA producirán incremento en los costos de producción, y ésta disminuirá debido a la atención a asuntos no prioritarios. Hay que recordar que las áreas donde tenían actividad las empresas de servicio, eran consideradas "marginales" por la estatal, ya que poseían menor interés económico. Al regresar al control de PDVSA volverán a tener menor interés para asignarle prioridad a su explotación.
Cambio de los clientes tradicionales: Se anunció la decisión de incrementar las exportaciones al Caribe, Centro y Sur América, y a China, clientes a los que se vende con descuento, o con la figura del trueque. Se resolvió privilegiar las relaciones con países poseedores de empresas petroleras estatales, en especial para los nuevos negocios de EyP y petroquímica. Esas estatales, en su gran mayoría, como Enarsa de Argentina, Ancap de Uruguay, Enap de Chile, Cupet de Cuba, Petroecuador de Ecuador, Petrovietnam de Vietnam, no tienen el músculo financiero ni la experticia técnica para trabajar en áreas como la Faja del Orinoco, ya que son empresas domésticas, con baja producción de petróleo, más relacionadas con la refinación y el mercado interno en sus países.
Cambio de roles: A la estatal petrolera se le han asignado un sinnúmero de actividades sociales, para la ejecución de programas y proyectos de obras, bienes y servicios, que deberían ser realizadas por otras instituciones del Estado.
El petróleo como instrumento de política: Para crear organizaciones como la Alternativa Bolivariana para la América (ALBA) y La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Así también como la iniciativa de integración energética, Petroamérica, donde confluyen organizaciones tan diversas como Petrosur, Petrocaribe y Petroandina. Esta decisión produjo que se distrajeran recursos que necesita la industria petrolera para funcionar óptimamente.
Disminución apreciable de los recursos humanos: Expulsaron a los más especializados en las funciones medulares del negocio petrolero, como son la EyP, refinación, el comercio internacional y la planificación, con la consecuencia de ver reducida la eficiencia gerencial de la estatal.
Involucrar al sector privado en el negocio de gas natural: Es necesaria la incorporación activa del sector privado, nacional e internacional, en las actividades que permite realizar a los particulares la LOHG (Artículo 3o). Estas son: Las actividades de EyP de yacimientos, tanto no asociados como asociados; y el procesamiento, industrialización, transporte, distribución, comercio interior y exterior de dichos gases.
Mientras se discute y aprueba toda una política energética que perdure en el largo plazo, es necesario tomar medidas inmediatas que puedan ejecutarse sin cambiar la legislación actual, es decir, haciendo pleno uso de la Ley Orgánica de Hidrocarburos y la Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos.
Revitalizar los recursos humanos de la industria: Habrá que tomar medidas administrativas en PDVSA, a través de una ley habilitante, que garantice una mínima continuidad operacional. Esto será clave, y su éxito va a depender del manejo que se haga tanto de los recursos humanos faltantes, como de los que actualmente laboran en PDVSA y sus filiales. Una medida podría ser que a todo el personal que salió en el paro petrolero del año 2002 se le haga una propuesta de retorno. A los más especializados en las funciones medulares (el core business) habrá que hacerles propuestas de contratos con altos salarios, y a estos (de no aceptar la propuesta anterior) y al resto, de liquidarlos en forma progresiva (es mucho dinero para ejecutar la medida de una sola vez). Aquí también surge la idea de pagar parte con acciones de las filiales de PDVSA, (lo cual permite la Constitución), y a los que eran jubilables jubilarlos. A los que están en la PDVSA actual proponerles que se les liquide progresivamente, y con sus credenciales pasarán a trabajar en las nuevas empresas privadas a formarse. Paralelamente, deberá promoverse el empleo de nuevo personal.
Sobre la "nueva" PDVSA, tendrá que asumir la figura de un Holding provisional, con la única tarea de ir separando ("outsorciando") todas sus actividades (cualquier filial que se forme tiene que trabajar en esa dirección, y será lo mejor para acelerar los procesos). La actual PDVSA no deberá crecer más, pudiendo la Nación solo tener participación accionaria si lo deseara en determinados negocios, para producir dividendos para los ciudadanos (siempre con % minoritarios con respecto a los privados, y sin decisión gerencial).
Considerando que éstas son las más intensivas en capital, será necesario invitar a participar a las grandes empresas internacionales. Aquí hay que establecer la condición que las empresas que se crearán para tales fines deberán ir a la Bolsa venezolana, para permitir la participación del capital nacional; estos proyectos hay que desarrollarlos "fast track" (acelerados en contratación y permisología) de manera que la producción de gas esté disponible en los próximos 5 años. Las áreas que no requieran exploración y que están inactivas o mal atendidas (hay por lo menos 18.000 pozos cerrados capaces de producir) se ofrecerán principalmente a empresas venezolanas (alto % de capital nacional por acciones) de forma expedita (estos empresarios sabrán donde obtener el resto de los capitales para trabajar. El caso de la petrolera venezolana VETRA Group es emblemático).
Estas áreas en su mayoría actualmente están asignadas a PDVSA, por lo que deberá dictarse una medida que la obligue devolver dichas áreas al MENPET para que éste proceda a reasignarlas a los particulares (eventualmente esta actividad deberá ser ejercida por un Ente regulatorio diferente del hacedor de políticas).
Reactivar la Faja del Orinoco: Deberán volver las empresas que explotaban esta área para negociarles áreas adicionales, en los términos que permite la Ley actual, hasta que se produzcan los cambios a la Ley, que son necesarios para hacer expedito el otorgamiento de nuevas áreas. Hay que terminar los contratos existentes con empresas estatales, empleadas hoy para "certificar" las reservas de la Faja. Estas medidas comenzarán a aumentar la producción en 2 o 3 años. Así mismo deberá ser reactivado el exitoso negocio de venta de Orimulsión® para generación eléctrica, negocio que es un nicho de Venezuela en el sector eléctrico internacional, al ofrecer un producto alternativo al carbón, menos contaminante y más económico.
Reactivar el mercado interno de hidrocarburos: Deben comenzar negociaciones con las marcas concesionarias internacionales de las estaciones de servicio y conveniencia para que sigan con los proyectos que tenían, con la garantía que una nueva Ley de Mercado Interno les permitirá su desarrollo total en el país, así como a los concesionarios nacionales, que están tratando de entrar en el negocio.
Tregua sindical: En el corto plazo debe proponerse una "tregua" sindical y revisarse los parámetros fundamentales de los Contratos Petroleros, para facilitar el empleo y el movimiento de personal. Para los pequeños productores de petróleo y las empresas de gas y servicios es prohibitivo que se le aplique la Convención Petrolera de PDVSA y otras leyes laborales.
Propuestas a mediano plazo Cualquier cambio profundo de política en materia de petróleo y gas debe estar precedido de una reforma integral de la actual legislación, para crear un instrumento que favorezca la inversión y el crecimiento en todas las fases del negocio. Para ello debe hacerse uso de una Ley Habilitante.
Conclusión
Las políticas públicas del estado enmarcadas en un proceso de cambios y transformaciones en lo que implica el principal producto del estado, como lo es el petróleo, debe ir acompañada de estrategias y recomendaciones que permitan el buen desenvolvimiento de las directrices del manejo y uso del mismo.
Por lo tanto, se realizan una serie de recomendaciones y estrategias a seguir:
Se necesita promover el desarrollo privado de la industria de los hidrocarburos en todas sus fases. Esto significa abrir todas las oportunidades posibles a los capitales nacionales e internacionales.
Debe aumentarse la explotación y usos del gas natural y sus componentes. Este es el combustible fósil más limpio, por lo que debe incrementarse su uso en el país, desplazando cada vez otros combustibles más costosos y contaminantes.
Debe continuar siendo un compromiso asegurar que en el país no faltará la completa distribución de los derivados y componentes del petróleo y el gas natural, a precios que permitan garantizar las inversiones privadas que requiere el sector.
Es necesario incrementar el mercado de trabajo. Aún reconociendo que la industria de los hidrocarburos no es una empleadora masiva, sí puede incorporar a su alrededor miles de obreros, técnicos, profesionales universitarios y empleados en general, altamente calificados. El esfuerzo debe ser capaz de incrementar las nóminas de los miembros de las Cámaras y Asociaciones profesionales asociadas al sector, así como incrementar la matrícula en las universidades relacionadas con la industria de los hidrocarburos.
Debe dictarse la normativa legal necesaria (leyes, decretos y resoluciones), tendente a promover la libre competencia en todas las fases de los negocios de petróleo y gas, haciendo énfasis en los aspectos financieros para que la banca y los fondos de pensiones y ahorro puedan participar. Para atraer el mayor número de inversiones nacionales e internacionales en todas las actividades, será indispensable mostrar una situación constante de reglas claras. Habrá que garantizar una política de libre expatriación de los capitales que produzca la actividad petrolera.
Con el objeto de acercar cada vez más la riqueza petrolera a sus dueños: la Nación y sus nacionales, las regalías producto de la explotación de petróleo y gas deben ir directamente a los ciudadanos. Deberá elaborarse una Ley de Regalías, que contemple la creación de un Ente autárquico e independiente del gobierno, que garantice la mejor utilización de los ingentes ingresos por regalías y otros impuestos.
Deben crearse los mecanismos necesarios para que la Banca y la Bolsa de Valores venezolana promuevan el mercado de capitales relacionado con el sector de los hidrocarburos, que permita la canalización del ahorro nacional hacia los distintos aspectos de la actividad petrolera.
En una propuesta de política petrolera, será condición sine qua non definir el rol de los diferentes entes públicos que participan en el sector.
Con el objeto de aprovechar el conocimiento acumulado de los expertos en el negocio petrolero, debe promoverse la participación de la mayoría de los mismos en las decisiones de política que se tomen para el sector. Ello se canalizaría a través de la reactivación del "Consejo Nacional de la Energía".
Finalmente, y no menos importante, debe desarrollarse toda una política de precios y tarifas suficientemente atractivas, que permitan recuperar las inversiones y los costos, y producir ganancias similares a las que ocurren en otros países donde el sector privado invierte en el negocio energético. Cualquier política de subsidios debe ser muy específicamente dirigida a los que lo necesiten, y, en ningún caso, serán prolongados en el tiempo.
Un solo vistazo a la dependencia de algunos entes públicos de las finanzas del petróleo, nos convence aún más de la importancia de la economía de los recursos naturales.
La economía convencional explica la formación de los precios, y por tanto la generación de los ingresos en la actividad petrolera, con los llamados "fundamentos" de la economía: la oferta y la demanda.
Es el coste de producción el que debe regular en último término el precio de las cosas, y no, como se ha dicho a menudo, la proporción existente entre la oferta y la demanda: ésta puede, en verdad, afectar durante algún tiempo el precio de mercado de un artículo, hasta que la oferta de éste sea más o menos abundante, pero este efecto será sólo de duración temporal.
Referencias bibliográficas
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http://www.200.109.120.2/mm/encarte/planobra.html
Autor:
Zapata Ana Milena
Profesor:
Prof. Jesús Flores.
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO "RAFAEL ALBERTO ESCOBAR LARA"
PROGRAMA DE PROFESIONALIZACIÓN
VALENCIA
SECCIÓN 243
Valencia, enero 2013