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El docente y su formación (página 6)


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Pilares de la autoestima en los niños y niñas:

  • El niño mismo, que cuenta con competencias motoras, intelectuales, sociales, físicas, depende de como percibe él mismo estas competencias: si ha tenido la oportunidad de expresar sus potencialidades, si son valoradas además por su familia y la comunidad; de tal manera que se conviertan en elementos que fortalezcan su autoestima.
  • Miembros de la familia y los pares. Los niños desarrollan modelos de relaciones con los otros, en base al tipo de relación que tienen con sus padres. Si los niños encuentran satisfechas sus necesidades en esta relación, experimentaran sentimientos de seguridad y competencia, que le permitan relacionarse asertivamente con los demás.

La autoestima familiar. Cada familia constituye una noción de sí misma y un sentido de valía familiar. En este caso la autoestima de cada uno de los miembros de la familia, sus logros, fracasos personales y familiares, influyen en la autoestima del niño.

Relación con los pares. En la interacción con los pares, compara sus logros con los de sus compañeros. Si no logra cumplirlos, estos se convierten en una amenaza para su valoración personal.

  • En la comunidad. Los miembros de la comunidad valoran ciertas habilidades en los niños y las niñas de acuerdo a su patrón cultural y así mismo, esperan que éstos, logren ciertas destrezas, que se conviertan en un referencial de sostenimiento de la autoestima positiva.

Cada niño o niña va construyendo al crecer el concepto de sí mismo:

  • Al ir formándose una idea de quién es, si gusta o no, y si es aceptado.
  • Al ir creándose algunas expectativas acerca de sus posibilidades.
  • Al encontrarse bien consigo mismo o por el contrario a disgusto con lo que hace.
  • Al crear un clima, un tono emocional, una predisposición a disfrutar con los retos de la vida; al no aceptar padecer, o lamentarse, o ver lo negativo.
  • Al disfrutar, al plantearse retos, al contemplar la vida desde una perspectiva positiva de trabajo, con curiosidad, con facilidad para la empatía, con confianza y desde un punto de vista creativo, intentando superar los problemas.
  • Por el contrario angustiarse, ser incapaz de ver lo positivo, abrumarse ante cualquier problema, retirarse, o ponerse una máscara no le permitirá mejorar su auto concepto.

¿Cómo podemos ayudar a los niños y las niñas a construir una autoestima positiva?

  • Devolviéndole una imagen positiva y ajustada de sí mismo.
  • Motivándolo a afrontar el conocimiento de lo que le rodea con curiosidad e interés. Creando un clima de descubrimiento agradable y positivo.
  • Reforzando sus logros, no recalcando sus errores.
  • Dándole oportunidad de que se enfrente a los conflictos y ponga en juego sus habilidades para resolverlos autónomamente.
  • Debemos criticar sus actos, pero nunca a su persona.
  • Asegurarle nuestro cariño y afecto incondicional, independientemente de sus logros y comportamientos.
  • No utilizar los castigos. Está demostrado que estos son inútiles para regular la conducta.
  • Permitirle la expresión de sus sentimientos. En un ambiente afectivo adecuado las emociones irán madurando positivamente.
  • Facilitarle una salida airosa de un conflicto. Una salida airosa para él, pero respetando la norma. Si es posible eligiendo entre varias.

¿Cómo fomentar una autoestima adecuada en y desde el aula?

El docente cumple un papel muy importante en el proceso de fortalecimiento y sostenimiento de la autoestima en los niños y niñas a su cargo. A continuación algunos consejos que ayudarán en esta tarea:

Muéstrales cariño a tus alumnos a través de un abrazo, una sonrisa o una palabra amable.

Muestra un rostro amable y una mirada cálida.

Elogia sus trabajos de manera concreta, especificando las cosas que están bien realizadas y las que tiene que mejorar.

Comparte tus sentimientos y anécdotas con tus alumnos mostrándoles tu lado humano.

Evita interrogar a las niñas y niños que son tímidos, dales un poco de tiempo para que tomen confianza.

Expresa y destaca las cualidades que posee cada uno de tus alumnos.

Escucha a tus niños y niñas sin juzgarlos, opina, si así te lo piden.

La identidad cultural: está vinculada al sentido de pertenencia a la cultura, como también al grupo del cual se forma parte y supone la incorporación de la lengua, costumbres, valores, folklore, propios de la cultura, como componentes inherentes a sí mismo.

Construcción de la identidad cultural

"Es parte de la identidad que le da al niño un sentido de pertenencia a la cultura propia, lo que le permite identificar, valorar, incorporar y recrear características socio culturales que se distinguen de otras, posibilitando su transmisión y con apertura a los cambios.

La identidad cultural vinculada al sentido de pertenencia a la misma, como también al grupo del cual forma parte y supone la incorporación de la lengua, costumbres, valores, folklore, propios de su cultura, como componentes inherentes a sí mismo.

Los elementos propios de la cultura son incorporados por el niño y la niña en un proceso interactivo con la familia y comunidad, que son un referente muy importante y ejercen una influencia sustantiva en este proceso.

La identidad cultural es un proceso que se va gestando desde el nacimiento y es de naturaleza psicosocial. Está estrechamente ligada a la identidad de las sociedades y es que la identidad de las sociedades se manifiesta en su cultura.

En la identidad cultural, se reflejan las expresiones, costumbres, creencias, tradiciones, actividades productivas, y lenguajes propios de un contexto geográfico sociocultural. Es por eso que debemos resaltar el conocimiento y valoración de lo propio de la cultura y sus expresiones, ya que determinan la valoración de un aspecto central de "sí mismo" y potencian el uso de recursos personales, culturales y ecológicos.

Para Vigotsky, psicólogo e investigador ruso, en el desarrollo del niño toda función aparece dos veces, primero en el ámbito social, entre las personas (inter-psicológica) y después en el ámbito individual, en el interior del propio niño (intra-psicológica). En este sentido, se plantea que todo aprendizaje va de lo social a lo individual.

La identidad cultural afianza la identidad personal, mejora la autoestima personal, así como la grupal. Fomenta la autonomía y la creatividad, al poner en marcha recursos personales, grupales, culturales y eco sistémicos en el afronte y transformación de la situación adversa, enriqueciendo y potenciando al individuo y al grupo.

  1. La autonomía y autorregulación en los niños y las niñas

"La autonomía definida como la capacidad del niño y/o grupo de decidir y realizar independientemente acciones en consonancia con sus intereses y posibilidades."

La autonomía es un proceso en el que conforme el niño y la niña crece, van logrando paulatinamente la capacidad para asumir funciones de auto-valimiento e independencia, además de las cognitivas, de recreación y otras que corresponden a su maduración biológica.

La autonomía pone énfasis en la realización independiente de actos que guardan coherencia con sus intereses y posibilidades, referidas a las que corresponden a su etapa de desarrollo.

La autonomía debe ser considerada como una variable psicológica que supone el uso de recursos propios para enfrentar y resolver las situaciones adversas y salir fortalecido de estas, así establecemos una relación marcadamente sostenida entre autonomía y resiliencia.

Resiliencia, constituye una capacidad de afrontamiento que activa e integra de manera flexible y creativa un conjunto de habilidades o cualidades (recursos personales) en una respuesta exitosa de acuerdo con estilos y pautas condicionadas por la cultura.

La autonomía y autorregulación, permiten promover la autonomía de la voluntad y una mayor coherencia de la acción personal. Es la propia persona la que establece los principios de valor, estos no le vienen impuestos desde fuera, y es ella la que se organiza para actuar de acuerdo con ellos.

En la familia, aula e institución educativa, los niños y las niñas, muestran progresos significativos en el desarrollo autónomo de actividades básicas, referidas a la formación de hábitos, relativos al aseo, la alimentación, orden e higiene, los que serán útiles para toda la vida y cuya práctica tiene carácter de permanente.

¿Cómo se forman los hábitos?

El hábito es un comportamiento adquirido por la práctica repetida de las mismas acciones. En el caso de la niña y el niño son los padres, otros familiares y los docentes los responsables de que los niños adquieran los hábitos relacionados con la higiene, el aseo personal y comunitario, la alimentación y el orden,

Los hábitos de aseo e higiene personal revisten importancia para la conservación de la salud y su ausencia ocasiona las infecciones de la piel, las diarreas causadas generalmente por la ingestión de alimentos con las manos sucias o preparados sin tener en cuenta las condiciones de higiene, las caries dentales, entre otros.

Estos hábitos se comienzan a formar en el ámbito familiar pero frecuentemente la escasez de agua, la inclemencia del tiempo y la falta de constancia, hacen que esta actividad tenga que ser reiniciada o reforzada en la institución educativa.

Para el efecto, en muchas aulas, especialmente cuando no contamos con un ambiente especial para ello, se organiza el rincón del aseo para que los niños se laven las manos y la boca antes y después de la merienda o después de realizar una actividad en la que se han ensuciado las manos (pintura, modelado, etc.). Este rincón de uso común, requiere sin embargo, de objetos de uso personal como la toalla, a fin de evitar consecuencias negativas como el contagio de enfermedades de la piel.

¿Cómo participan las niñas y los niños en el cuidado de su salud?

Las niñas y los niños en el aula ya tienen experiencias personales sobre las enfermedades (gripe, diarreas, etc.) además, poseen información sobre el cuidado de la salud, identificando algunas causas de enfermedad y reconocen la importancia de las vacunas para prevenir algunas enfermedades. Para indagar sus saberes sobre el tema les preguntamos: ¿alguna vez se han enfermado?, ¿qué enfermedades han tenido?, ¿quién los ha curado? y ¿cómo los curan en casa sin ir a la posta?

A través de nuestra práctica, debemos generar actividades en las unidades didácticas para que los niños aprendan como prevenir las enfermedades. Sobre el tema de la salud los niños y niñas podrían investigar en su hogar y/o en la comunidad acerca de las enfermedades más frecuentes y cuáles son los síntomas de las más conocidas como: la gripe, la diarrea, las enfermedades respiratorias, el sarampión, etc., así también cuáles son las causas, consecuencias, formas de prevenirlas y de curarlas, etc.

En estas edades son muy frecuentes los accidentes, como la manipulación de objetos punzo-cortantes, el juego con fuego, las caídas, tomar sustancias desconocidas (insecticidas, combustibles, etc.) y dañinas, las cuales muchas veces tienen graves consecuencias para niñas y niños.

¿Es la alimentación importante para el desarrollo infantil?

La alimentación y la nutrición son temas importantes a tratar en zonas en donde el índice de desnutrición es elevado y que según las investigaciones comienza a partir del destete. Sus causas no siempre están relacionadas con la carencia de alimentos sino con el desconocimiento de una adecuada combinación de los mismos y de los requerimientos nutricionales para los menores de tres a cinco años de edad.

Existe evidencia científica acerca de los efectos que la desnutrición tiene en la primera infancia (0 a 8 años) debido a que puede afectar su salud, el rendimiento escolar, su socialización, etc.

Dentro de las unidades didácticas que programamos en el año, la alimentación debe ser un tema a considerar, ya que es necesario abordar actividades que generen el aprendizaje de hábitos alimenticios.

En relación con la formación de hábitos debemos aprovechar el momento en el que los niños se reúnen para comer el refrigerio que han traído o cuando se reparta la alimentación en la institución educativa. En cualquiera de las situaciones es necesario insistir acerca de:

  • Lavarse los dientes cada vez que ingieran alimentos.
  • Lavarse las manos antes y después de comer.
  • Comer toda su ración.
  • Ingerir alimentos nutritivos.
  • Diferenciar los alimentos nutritivos de los que no lo son.
  • Velar porque todos los niños se alimenten.

Existen otras situaciones de aprendizaje donde se podrán abordar temas relativos a la alimentación, entre ellas:

  • La identificación de la procedencia y uso de los alimentos, a partir de preguntas como: ¿de dónde vienen los alimentos que ustedes comen diariamente?, ¿todos los alimentos son de la chacra o de la huerta?, ¿de qué forma podemos utilizar las frutas para preparar alimentos?, ¿y las verduras?, ¿y los huevos?, etc.
  • La identificación de las características de los alimentos más conocidos a través de la percepción sensorial de las formas, tamaños, colores, consistencias, sabores y olores.
  • Valor nutricional de los alimentos.
  • Los cuidados y medidas de higiene que se deben observar con los alimentos: lavar las frutas antes de comerlas; cubrir los alimentos para evitar su contaminación con la tierra, las moscas y otros elementos, poner la comida fuera del alcance de los animales domésticos de la casa, etc.

¿Son necesarios los hábitos de orden en Educación Inicial?

El orden es fundamental para que las niñas y los niños trabajen en un ambiente organizado, donde sea posible ubicar rápidamente lo que se busca. Desde que comenzamos con el proceso de organización e implementación del aula, le asignamos un lugar para cada sector y materiales. Para ello es importante contar con algunos elementos que faciliten nuestra tarea. Las cajas y los estantes son los más apropiados para guardar los diferentes materiales por sectores.

Otro paso es señalizar con un letrero o dibujo el contenido de cada caja de manera que permita la identificación de su contenido. De esta manera, la niña y el niño aprenden a practicar el orden en el aula y se preocupan por cumplir con esta tarea que será evaluada en el rubro de cumplimiento de responsabilidades.

En este sentido, debemos trabajar coordinadamente con los padres de familia para que el niño tenga en su casa un lugar para guardar sus juguetes u otros objetos que recoge del medio y que considera sus juguetes, así como un lugar donde poner o colgar la ropa que se quita para ir a dormir.

La importancia de la higiene del medio ambiente

El cuidado e higiene del medio ambiente es una preocupación casi universal en un momento en el que la humanidad reflexiona sobre las causas de la destrucción de la capa de ozono, la contaminación de las fuentes de agua por los relaves de las minas y del medio ambiente por la basura, la tala indiscriminada de árboles, etc. que están causando graves problemas en la ecología, rompiendo el equilibrio existente entre los seres vivos y el medio natural en el que vivimos.

La higiene del medio ambiente debe dar lugar al análisis de nuestras actitudes para establecer responsabilidades en el cuidado del mismo, procurando que la institución educativa o PRONOEI y alrededores, estén libres de basura o desperdicios contaminantes.

Para que la niña y el niño tomen conciencia del problema y asuman el compromiso de contribuir a la conservación del medio ambiente, es conveniente recorrer los alrededores, observar las condiciones de higiene y buscar soluciones en ese sentido con la participación de los niños y las niñas del aula.

La organización de las niñas y los niños

Las investigaciones sociales han comprobado que a medida que crecen las niñas y los niños, aumenta el interés por tener amigos y es por esto que el docente organiza los ambientes y planifica actividades en función de estos intereses y necesidades, con la finalidad de favorecer el desarrollo de interacciones sociales positivas a través del juego, que es la actividad que más les agrada. Pero también, el docente es responsable de organizar a las niñas y los niños utilizando los criterios más pertinentes para cada actividad. A medida que ellos crecen, van desarrollando una serie de capacidades que los habilitan a participar en su propia organización, dado que el desarrollo de capacidades de comunicación, expresión, movimiento y exploración ponen en marcha procesos más complejos que hacen posible su participación.

La organización de las niñas y los niños se hará, en algunos casos, por iniciativa de los alumnos y en otros serán propuestos por el docente.

Dentro de los seleccionados por los alumnos, está el criterio de afinidad. Esto se debe generalmente, a que han descubierto que comparten algunas preferencias por algunos juegos, materiales, etc. con otra niña o niño o porque no han tenido conflictos entre ellos o porque uno tiene una habilidad que el otro admira y desea aprender.

Al comienzo esta afinidad se produce entre dos pares, pero posteriormente pueden llegar a incluir a más miembros en el grupo.

En cuanto a los criterios utilizados por el docente se encuentran los de homogeneidad y heterogeneidad.

Los grupos homogéneos pueden organizarse en función de la misma edad, por poseer similares habilidades. Este criterio generalmente se establece cuando en el aula hay niñas y niños de diferentes edades (tres, cuatro y cinco años) y este tipo de organización, permite al docente graduar la dificultad según el grupo de edad.

Los grupos heterogéneos por su parte favorecen el inter-aprendizaje. La agrupación de niñas y niños de distinta edad y/o ritmo de aprendizaje, permite que los más pequeños aprendan de los más grandes ya sea por imitación o porque los niños mayores los apoyan en la resolución de problemas. Un ejemplo de lo expresado se observa en la dinámica familiar donde los menores aprenden de los mayores comprobando así lo planteado por Vigotsky que "el aprendizaje impulsa el desarrollo".

Un grupo cuyos integrantes poseen distintas habilidades permite un mayor intercambio de experiencias y la elaboración de un resultado mejor, como producto de la actividad grupal. Por ejemplo, un niño que tiene pocas habilidades en la expresión plástica cuando tiene la oportunidad de integrarse con niños más expertos para la elaboración de un collage, puede aprender nuevas destrezas y además tener la satisfacción de haber participado y obtenido un trabajo de mayor calidad.

Lo mismo sucede con las actividades psicomotrices hay grupos que siempre pierden en los juegos de competencia pero al participar con niñas y niños más diestros tienen la oportunidad de formar parte del equipo ganador.

La observación permanente permite al docente ir descubriendo las habilidades y talentos de todos y cada uno de los alumnos, para que a partir de esos resultados pueda organizar los grupos para las actividades, tanto dentro como fuera del aula, de acuerdo con la programación y con las capacidades que se propone desarrollar.

Las actividades individuales, en pequeños grupos y a nivel de grupo total

Otra forma de organizar a las niñas y a los niños es la que tiene en cuenta la participación individual, en pequeños grupos y grupo total.

Hay actividades y momentos en los cuales, la participación es en forma individual, como por ejemplo, el dibujo, el modelado, el armado de un rompecabezas, etc. El trabajo individual permite la observación y evaluación del desempeño personal del alumno.

En algunos casos, hay niñas y niños que prefieren el juego solitario pues tienen dificultad para integrarse al grupo, paulatinamente el docente irá promoviendo su interacción con otros compañeros.

En cuanto al trabajo en pequeños grupos éste generalmente está integrado por cinco o seis alumnos, que pueden sentarse alrededor de una mesa y formar un equipo de trabajo, durante un tiempo determinado. También se agrupan en forma libre los niños y las niñas, en el uso de los sectores o para el juego al aire libre.

Con los niños de tres y cuatro años la organización en pequeños grupos permite:

  • Una atención más individualizada y la posibilidad de desarrollar varias actividades al mismo tiempo, especialmente cuando se cuenta con una persona de apoyo como una mamá o hermano mayor.
  • La posibilidad de utilizar mejor el material educativo, que a veces no alcanza para todos porque no se cuenta con cantidad suficiente.

El trabajo en grupo por otra parte favorece el desarrollo de comportamientos sociales de ayuda y cuidado.

El trabajo a nivel de grupo total, es otra estrategia de organización de los niños, en donde participan conjuntamente en una actividad dentro o fuera del aula, como por ejemplo, en la planificación y en la evaluación del juego-trabajo o en un paseo. También se da en la planificación de un proyecto.

Algunas veces el grupo total se divide en dos subgrupos. Esta organización se utiliza para realizar dos actividades paralelas. Por ejemplo, mientras un grupo realiza una actividad de expresión plástica, el otro grupo puede realizar el reforzamiento de un determinado aprendizaje en el que tiene dificultad.

En este contexto, en el nivel de educación inicial, se da el aprendizaje cooperativo, donde el grupo trabaja conjuntamente para el logro de una meta que se ha propuesto alcanzar. De esta manera, mientras aprenden nuevos contenidos, mejoran su competencia social desarrollando la cooperación, el respeto a los demás, respeto por las opiniones de los otros, la valorización del trabajo de cada uno, la responsabilidad personal y compartida. El docente como facilitador, motiva y orienta la interacción entre los miembros del grupo.

En otros casos, como en la realización de una experiencia científica, el docente tiene una mayor participación en el proceso de búsqueda de soluciones a través del andamiaje, que es la cesión y traspaso progresivos de la responsabilidad y el control del aprendizaje, a las niñas y los niños, ayudándolos a superar las dificultades que encuentran en la actividad conjunta, en un proceso de negociación que los conduce a compartir significados.

9.4 Socialización y regulación emocional

"La socialización es el proceso mediante el cual se interiorizan las normas del grupo en el que uno vive, de modo que emerge una personalidad única".

A partir de la experiencia afectiva en su interacción social, las niñas y los niños construyen vínculos afectivos con las personas de su entorno y se crea un sentimiento de pertenencia hacia su grupo familiar. Este grupo constituye su primer referente social, a partir del cual se integrará con otros adultos y pares en actividades de juego y recreación. De esta manera, irán desarrollando capacidades y actitudes relacionadas con la convivencia social.

Es muy importante que en esta interacción social los niños descubran que forman parte de un medio y que en este existen "otros", y que cada uno de ellos, es diferente, con características, necesidades, intereses y sentimientos particulares, en algunos casos similares, en otros diferentes. Es así que la meta de la socialización infantil es aprender a respetar a los demás para ser respetado y esto implica la noción de justicia y el manejo de conflictos.

Este proceso de regulación emocional, implica el desarrollo de ciertas habilidades sociales que incluyen actitudes hacia la interacción y comunicación, tales como: saber escuchar a los demás, prestar atención a lo que dicen y darse cuenta de lo que están sintiendo (empatía) y actuar o responder de acuerdo a esta percepción.

La convivencia democrática

Es la capacidad de vivir juntos, respetándonos y consensuando las normas básicas.

Las normas de convivencia nos impulsan a pensar, en la posibilidad de ponerse en el lugar del otro, en compartir, en cooperar, en respetarse y comunicarse. Asimismo, nos llevan al desarrollo de las capacidades de autocontrol, de autorregulación, de participación, de aportación de ideas y críticas constructivas.

La convivencia democrática implica comprender, respetar y construir normas justas que regulen la vida colectiva.

La convivencia democrática sólo se puede desarrollar en un ambiente debidamente preparado, en una atmósfera o clima de aula que aleje el temor y la tensión. Es decir, ir creando un clima de confianza.

La creación de este clima supone:

La confianza en sí mismo:

Auto conocimiento y auto aceptación personal, saber escucharnos a nosotros mismos, tener claro que deseamos y que queremos, qué es lo más valioso de nosotros mismos.

La confianza hacia los demás:

Que nos permita establecer relaciones positivas, sólidas y estables, con los demás, abriendo un espacio de conocimiento, de respeto y escucha mutua.

Habilidades sociales para la convivencia

"Repertorio de comportamientos interactivos, verbales y no verbales, que demuestran capacidad para incluir las conductas o respuestas de otros; y que son eficaces tanto para alcanzar los efectos deseados, como para suprimir o evitar los no deseados, sin causar dolor a los demás".

Otro aspecto a considerar dentro de la socialización de la niña y el niño es el relativo a las habilidades sociales que se desarrollan en la interacción con los otros. La competencia social es la habilidad para comenzar y sostener una interacción social positiva con los otros.

En este sentido muchas investigaciones han encontrado relación entre la competencia social en la niñez y el posterior comportamiento social, académico y psicológico en la adolescencia y la edad adulta.

Se denominan "habilidades sociales" al conjunto de comportamientos interpersonales que va construyendo la persona y que configurarán su forma de actuar en los diferentes ámbitos de convivencia. Éstos incluyen actitudes hacia la interacción y comunicación, tales como: saber escuchar a los demás, prestar atención a lo que dicen y darse cuenta de lo que están sintiendo (empatía), para actuar o responder de acuerdo a esta percepción.

Cuando la niña y el niño llegan por primera vez a la institución educativa, ya poseen algunas habilidades sociales adquiridas en su entorno familiar y comunal, pero ahora deben enfrentar nuevas situaciones como la de integrarse a un grupo de pares, con los que necesitan interactuar en el marco de un intercambio social. Esta situación constituye una experiencia en la que se mezclan sentimientos contradictorios de curiosidad, de temor, de desconfianza, de angustia que en algunos casos da lugar a llantos y agresiones.

Es por este motivo que durante el primer mes se establece una etapa de adaptación a fin de que los niños se vayan acostumbrando al nuevo ambiente donde el docente tendrá, por un lado, que complementar el proceso de socialización iniciado en el hogar y, por el otro, crear situaciones que hagan posible la adquisición de nuevas formas de relacionarse con los otros niños y adultos. Sin embargo, la integración a este nuevo grupo de experiencias y de aprendizaje es un desafío donde los educandos enfrentan situaciones nuevas que le exigen desarrollar otras formas de interacción.

En este aprendizaje los adultos tenemos un rol importante para ayudarlos a encontrar las formas positivas de interacción y de manejo adecuado de los conflictos que puedan surgir entre ellos.

Por otra parte, es necesario identificar cómo se adquieren estas habilidades para favorecer el proceso. En ese sentido algunos estudios plantean que:

  • Estas habilidades se adquieren mediante la observación, la imitación, el ensayo-error, la información (saludar, agradecer, pedir disculpas, pedir permiso, etc.).
  • Estas habilidades involucran comportamientos verbales y no verbales (gestos de fastidio o de alegría).
  • Producen respuestas positivas del medio social (los otros con quienes interactúa ofrecen reforzamiento social).
  • Los padres otorgan una real importancia a las experiencias sociales de sus hijos con otros niños, contribuyendo al desarrollo de habilidades sociales, como la solución de conflictos.
  • La cultura favorece el desarrollo de interacciones sociales desde edades tempranas.
  • Existen prácticas educativas, democráticas, permisivas o autoritarias en la familia. Los hijos de padres democráticos demuestran un comportamiento más natural y sociable.

Como resolver conflictos en el aula

"Afrontar los conflictos haciendo uso de acciones para alcanzar la paz implica, generar experiencias que susciten el reconocimiento individual y colectivo de las personas y tener estructuras democráticas sólidas, al interior de la institución educativa y de cada una de las aulas."

El conflicto, es esencialmente un proceso natural a toda la sociedad y un fenómeno necesario para la vida humana, que puede ser un factor positivo en el cambio y en las relaciones o destructivo, según la manera de regularlo.

En nuestra práctica debemos poner énfasis en el uso de estrategias y técnicas para la solución de conflictos en el aula.

Es así que debemos ayudar a niños y niñas a convertirse en personas capaces de resolver sus problemas de una manera asertiva y que en el desarrollo de las actividades en el aula ellos aprenden a resolver los conflictos en forma constructiva.

Debemos posibilitar que los niños adquieran habilidades para abordar los conflictos, enseñándoles técnicas de negociación y de resolución de conflictos.

La negociación es un procedimiento de comunicación

Resolución de conflictos:

Todo conflicto es un proceso que posee los siguientes momentos:

Situaciones percibidas como incompatibles.

Toma de conciencia de esa incompatibilidad.

Conducción a una relación conflictiva.

Movilización hacia procesos de resolución, por cuanto el conflicto no es interminable.

Desemboca en un resultado en el que los niños y las niñas adquieren habilidades para abordar los conflictos.

Los docentes tenemos habilidades y actitudes básicas, necesarias para desarrollar respuestas asertivas a los conflictos. Estas habilidades y actitudes se agrupan y se desarrollan teniendo como base cuatro tópicos centrales:

  • Descubriendo el valor personal y grupal de su aula, es decir ayudar al grupo en el crecimiento de su autoestima: el valorarse a sí mismo y a los demás.
  • La comunicación. El desarrollar una comunicación eficiente y auténtica nos permite saber escucharnos, tomar conciencia de la necesidad de entender el punto de vista del otro y de expresar nuestros sentimientos y necesidades ante un conflicto.
  • La cooperación. Aprender que es posible desarrollar espacios para compartir, libre de toda competencia, espacios de trabajo conjunto y metas comunes, de apoyo y aceptación mutua y de respeto a las diferencias.
  • El manejo de conflictos, es decir el desarrollo de la habilidad y la actitud para crear respuestas diferentes y creativas a los conflictos.

La educación en valores

Educar en valores es promover condiciones para aprender a construir nuestros singulares sistemas de valores y establecer vínculos de responsabilidad en relación con la sociedad, con la persona que se está educando, con el momento temporal y socio cultural en el que vivimos y con el que vivirán los que ahora aprenden.

Es necesario orientar nuestras acciones pedagógicas y especialmente las relativas a la educación en valores, a la formación de personas felices y protagonistas de sus vidas. No debemos perder de vista que nuestras vidas y las de nuestros estudiantes han sido construidas en interacción social, pero poseen una dimensión individual, personal y singular que debemos cultivar con esmero.

Al respecto cada cultura tiene su propia escala de valores que rigen su conducta personal y social, sin embargo, hay algunos valores que tienen un carácter casi universal. La educación en valores es un propósito en la mayoría de los grupos sociales, debido probablemente a los problemas éticos y sociales que se presentan diariamente en todo el mundo. Entre los valores que pueden ser más comprensibles para las niñas y los niños, porque se practican cotidianamente a través de las diferentes actividades, están la responsabilidad, la veracidad, la tolerancia, la solidaridad y la justicia.

Sin embargo, es probable que algunos de ellos no sean comprendidos todavía a cabalidad por los más pequeños. En este sentido, realizaremos un análisis para identificar las formas en la que las niñas y los niños vivencian los valores en la institución educativa:

  • La responsabilidad que se desarrolla con el cumplimiento de las tareas diarias, como ordenar los materiales, regar las plantas o verduras de la huerta, dar de comer a los animales, entre otras, y que se complementan con las que deben realizar en su hogar.
  • La verdad: guarda relación con nuestras actitudes como padres de familia y docentes al dar respuesta a sus preguntas cuidando de no proporcionar conceptos erróneos. Es cierto también que entre los tres y cuatro años la niña y el niño mezclan la realidad con la fantasía, pero no lo hacen por engañar sino porque es una característica de su edad.
  • La tolerancia: es un valor relacionado con la cultura de paz y la no-violencia. Muchas veces en el entorno familiar y en el comunal las niñas y los niños son testigos de actitudes agresivas u hostiles que tienen un fuerte impacto en el desarrollo emocional de los más pequeños, quienes copian esas actitudes y las utilizan para resolver sus conflictos. Ante esta situación, es conveniente que como docentes, adoptemos actitudes que permitan encauzar adecuadamente estos comportamientos.
  • La solidaridad: es un valor que se va adquiriendo poco a poco, comienza con actitudes de compartir, un juguete o una galleta, con un amigo aunque el reparto no sea equitativo.

La tolerancia y la solidaridad se ponen de manifiesto cuando comparten responsabilidades en los trabajos de grupo.

Pero los valores no se adquieren por la presión socializadora que ejercen los adultos para que las niñas y niños se apropien de las normas y valores de su cultura. Según Grusec y Goodnow, esta tarea es más compleja y está determinada por tres componentes:

  • Las percepciones que tienen las niñas y los niños de las intenciones de los mensajes de sus padres y maestros. En ese sentido es importante la claridad del mensaje, la capacidad de interpretación del mensaje y el estado emocional del niño.
  • La interiorización estará influida por el grado de aceptación de los mensajes en función de la calidez de la relación niño/adulto y por la justicia que evidencie.
  • La comprensión de que hasta que punto ellos han participado en su elaboración o es sólo una imposición de sus padres o maestros.

En el mismo estudio se señala que, además de los padres y los maestros, los compañeros tienen influencia en la socialización de la niña y el niño. En esta situación dan más importancia a las faltas morales como golpear a un compañero, que a las faltas convencionales como no saludar, no pedir permiso, por eso en el primer caso, ellos asumen una actitud de protección al agredido y de reproche al agresor.

La niña y el niño y su relación con Dios

Esta relación está vinculada con la formación de una conciencia moral, la formación de valores y el descubrimiento del sentido de trascendencia de la vida de nuestros alumnos.

En este sentido, nosotros los maestros tenemos que contribuir con esta responsabilidad, con acciones concretas y vivenciales, que permitan que los niños y las niñas reconozcan que Dios es el origen de la vida y que ellos, como nosotros, somos parte de su maravillosa obra y que conjuntamente con sus padres estamos llamados a cuidarla y defenderla

Así mismo, debemos indagar acerca de la orientación religiosa de cada familia para no violentar el respeto por la libertad de culto que es un derecho de los estudiantes y sus padres.

Generalmente, las niñas y los niños participan en las actividades comunales de carácter religioso, como por ejemplo, identifican la sede parroquial, asisten a misa en compañía de sus padres, mostrando interés por participar, asisten a actos de celebración del patrono de la comunidad y otros que se realizan en el país, como la Semana Santa, etc. Las niñas y los niños observan e imitan las actitudes asumidas por los mayores en estos actos religiosos y gradualmente los van internalizando, comprendiendo y asumiendo.

UNIDAD 10

NIÑOS Y NIÑAS EN RELACIÓN CON EL MEDIO AMBIENTE

10.1 El desarrollo de las capacidades del área de Ciencia y Ambiente

Esta propuesta propone una relación con el medio natural desde la praxis, desde el quehacer cotidiano de la comunidad educativa. Trabajando a partir de la perspectiva de potencialidad-problemática-alternativa y siguiendo las concepciones y prácticas de manejo del ambiente existentes en los diferentes pueblos, se logrará que el contenido tenga sentido.

El desarrollo de los logros de aprendizaje y capacidades están organizados en dos componentes:

10.2 Conocimiento del medio ambiente natural

La relación de los niños y las niñas con el medio ambiente, tiene como intención ofrecerles las oportunidades para construir, a partir de sus interacciones y conocimientos, un modelo de cómo es que funciona el ambiente, reconociendo al ser humano como parte integrante del mismo, aprendiendo, al mismo tiempo, a valorarlo y conservarlo.

Debemos orientar al niño y la niña para sentir, interpretar y recrear los lenguajes del ambiente físico y natural a través del desarrollo de las actividades al aire libre, los paseos, las visitas. Estas actividades les brindan múltiples oportunidades de estar en contacto con la naturaleza y descubrir el origen de la vida, la conservación de las especies y el rol del ser humano como responsable del cuidado del medio ambiente.

Otro tema a tratar puede estar referido a la transformación del paisaje por el hombre o por acción de la naturaleza. Para ello las niñas y niños pueden hacer indagaciones en su hogar, preguntar a sus padres y abuelos, sobre las modificaciones que se han producido con el paso del tiempo.

El ciclo de la vida en los seres vivos y en los elementos de la naturaleza

Cuando decimos seres vivos nos estamos refiriendo tanto al ser humano como a los animales y las plantas. Las niñas y los niños de la zona rural tienen mucha experiencia con animales. Desde edades tempranas acompañan a sus hermanos a ordeñar, a apacentar los animales y tienen contacto con ellos.

A diferencia de un niño de zona urbana, el de la zona rural tiene la oportunidad de ver a los animales en su hábitat natural y esa situación le permite tener un conocimiento mayor sobre ellos. Preguntas como ¿qué comen?, ¿cómo nacen?, son respondidas fácilmente por los niños del área rural debido a la observación permanente.

El reino vegetal en el que están las plantas es otra fuente de interés ya que no todas las plantas son iguales ni en forma, ni en tamaño, ni en color; tampoco lo es el fruto que producen y el lugar donde éste se ubica, por ejemplo la papa (crece bajo tierra) o el maíz y el tomate (crecen sobre la tierra).

Este interés de las niñas y los niños por las plantas puede dar lugar a que cada uno arme un germinador y vaya registrando diariamente en un gráfico la evolución del frejol o lenteja.

Esta actividad los aproxima al origen de la vida de los seres vivos y especialmente a la vida del ser humano. En este contexto formulan frecuentes preguntas como ¿por qué cuando nace el ternero se puede parar enseguida y mi hermanito no?, ¿dónde están los dientes antes de salir?, ¿cómo éramos cuando bebés?, ¿por qué nos enfermamos?, ¿las personas viven más tiempo que los animales? y muchas otras más que demuestran la curiosidad que tienen por el tema.

Esta es una oportunidad para tratar el tema de las funciones del cuerpo humano, de los distintos órganos que tenemos, de sentir la respiración, el latido del corazón, como pasa el agua por la garganta, etc.

Otros temas que podemos abordar en clase:

  • Los sentidos y sus funciones.
  • Los cambios que sufren los seres vivos con el paso del tiempo.
  • Las semejanzas y diferencias entre los seres vivos.
  • Cómo son los animales de acuerdo a su hábitat.
  • Cómo cuidan los animales a sus crías.
  • Las partes de la planta y funciones qué tiene cada una.
  • La comparación entre los seres vivos y los que no lo son.

Todos estos temas son de interés para las niñas y niños pero deben ser propuestos por ellos mismos. Una actividad que podemos realizar con ayuda de los pequeños, es la elaboración de un mapa semántico en el que se puede ir registrando los temas de interés a medida que van surgiendo.

De esta manera podemos comenzar con los seres vivos que es un tema muy amplio, del que podremos ir extrayendo subtemas como el hombre, las plantas, los animales. Se puede seleccionar los animales y nuevamente desagregarlo, obteniendo un resultado similar al que se registra a continuación pero que puede ser diferente en cada región dependiendo de los animales que habiten en ella.

Esta es una forma de registrar los intereses de las niñas y los niños.

Una vez elegido el tema, podemos realizar un cuadro como el siguiente:

¿Qué sabemos sobre los animales que viven en el agua?

¿Qué queremos saber sobre ellos?

¿Cómo podemos conocer más y dónde buscamos la información?

¿Qué hemos aprendido sobre los animales que viven en el agua?

Se consignan los conocimientos previos.

 

Se hace el listado de lo que desean conocer las niñas y niños.

Se proponen las formas de obtener información.

Se consignan los nuevos conocimientos.

Esta planificación de la actividad promueve una mayor participación de las niñas y niños.

La experiencia directa es importante en las actividades relacionadas con el medio y la naturaleza, pero también los docentes podemos usar material representativo como las tarjetas de seriación que representan, entre otros, el ciclo de la vida humana, animal y vegetal. Este material promueve la observación, comparación y reflexión de las niñas y niños y generalmente su uso es individual.

Para realizar las actividades relacionadas con elementos de la naturaleza, siempre es mejor trabajarlas en grupos pequeños, esto posibilita una mejor observación de parte de los niños y niñas y mejores niveles de participación. Atendiendo a esta recomendación ahora presentamos una ficha de actividad que bien se puede desarrollar en el aula con los niños.

Esta ficha nos ayuda a identificar lo que aprenderán los niños al realizar la "experiencia", el material que necesitamos para realizar la experiencia, el proceso a seguir con el grupo y por último contiene información para los docentes respecto a la experiencia realizada:

LAS FUNCIONES DE LAS PLANTAS

FOTOTROPISMO

¿Qué aprenderemos?

  • Las plantas necesitan de luz y calor para vivir.
  • Las plantas "van en busca de la luz".

¿Qué necesitamos?

  • Una caja con tapa.
  • Papel negro o témpera de color negro.
  • Una tijera.
  • Restos de cartón.
  • Tarjetas sobre el crecimiento de las plantas.
  • Un germinador.
  • Hojas en blanco.
  • Crayolas o colores.

¿Cómo lo aprendemos?

  • Forramos el interior de la caja con papel negro o la pintamos con témpera de color negro.
  • Cortamos una o dos "ventanitas" en la caja.
  • Colocamos el germinador dentro de la caja, la tapamos y ubicamos la caja en algún lugar del ambiente por cinco días.
  • Jugamos con las tarjetas describiendo y ordenando la secuencia de crecimiento de estas.

  • Conversamos sobre el color y forma de la planta cuando recibe luz y calor.
  • Cada grupo decide cual de las ventanitas de la caja dejar abierta.
  • En forma individual dibujamos cómo esperamos encontrar la plantita después de cinco días, conversamos sobre nuestros dibujos, principalmente sobre el color y forma de la planta al crecer.
  • Comparamos nuestros dibujos con las tarjetas de la germinación.
  • Al cabo de los cinco días cada grupo abre su caja y comparamos nuestros dibujos con lo observado.
  • Respondemos a preguntas tales como ¿qué pasó?, ¿por qué una de la plantas se dirigió hacía la ventana de abajo y la otra hacia la de arriba?
  • Escuchamos con atención nuestras respuestas.
  • Conversamos sobre la importancia de la luz y el calor para el crecimiento de las plantas.
  • Conversamos sobre cómo las plantas buscan la luz.
  • Conversamos sobre cuáles son los elementos del medio ambiente que dan color a las plantas.

Información para las docentes:

La luz hace posible la formación de los nutrientes.

La fotosíntesis:

La fotosíntesis es el proceso mediante el cual se transforman los compuestos inorgánicos que entran en la planta, en los compuestos orgánicos necesarios para la vida del vegetal: glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.

Como resultado de la fotosíntesis, también se produce oxígeno que se libera en forma de gas a la atmósfera.

El ser humano, y el resto de los animales, dependen de los seres "fotosintetizadores". Ellos nos proporcionan dos elementos imprescindibles para la vida: nutrientes y oxígeno.

Para representar esquemáticamente el proceso de la fotosíntesis se usa una sencilla ecuación:

Agua + dióxido de carbono + energía solar = glucosa + oxígeno.

Sí comparamos esta ecuación con un proceso industrial, el agua y el dióxido de carbono serían la materia prima. Los nutrientes como la glucosa, serían el producto resultante, y el oxígeno, el residuo, ya que no es utilizado directamente.

La luz sería la energía que permite que este proceso se realice.

La luz rompe las moléculas de agua en sus dos componentes, hidrógeno y oxígeno. El dióxido de carbono y el hidrógeno del agua, forman la glucosa. El oxígeno del agua vuelve a la atmósfera en forma de gas.

A partir de la glucosa, en la planta se fabrican otros glúcidos complejos, como el almidón.

Las plantas buscan la luz y el oxígeno, pues estos dos elementos la ayudan a realizar la respiración celular. La fotosíntesis y la respiración celular constituyen las dos fases de la nutrición vegetal. Gracias a esta, las plantas obtiene la coloración verdosa. Si no encuentran luz, las plantas mueren. En espacios donde la luz es escasa, las plantas suelen buscarla, dirigiéndose hacia ella. Por eso es muy frecuente ver cómo las plantas crecen en dirección de la luz. A esta función se la conoce como fototropismo, es decir la capacidad de estos seres vivos de "dirigirse hacia la luz".

10.3 Intervención humana en el ambiente

Los niños y las niñas del nivel de Educación Inicial, deben contar con oportunidades que les permitan desarrollar sus capacidades y construir herramientas intelectuales para actuar inteligentemente en su ambiente, desarrollando su conciencia ambiental.

Las niñas y los niños de este grupo de edad, sienten curiosidad por conocer el por qué, el cómo y el para qué de las cosas que lo rodean. Esta curiosidad es la que los impulsa a explorar, investigar y descubrir todo lo que se encuentra en su entorno.

La educación ambiental, es un trabajo educativo integrado a la vida de la localidad, a la solución de problemas, a la vida del ser humano, por lo cual es oportuno desarrollar un programa organizado para el nivel de Educación Inicial, con la finalidad de generar actitudes de solidaridad y compromiso con la ecología y el ambiente, y así contribuir con acciones que protejan el hábitat natural, evitando la extinción de las especies animales y vegetales, y garantizando nuestra propia existencia.

Así mismo debemos favorecer en las niñas y los niños, la construcción del conocimiento físico (propiedades físicas del objeto, sus posibilidades de movimiento y modificación), a través de la observación y experimentación en interacciones grupales, para lo cual podemos:

  • Plantearles propuestas que despierten su interés y los estimulen a actuar.
  • Animarlos a que prueben los objetos para descubrir sus propiedades físicas: forma, tamaño, textura, consistencia, etc.
  • Animarlos a formular hipótesis en relación con los resultados del movimiento o modificación del objeto.
  • Animarlos a actuar sobre los objetos y observar como reaccionan.
  • Guiarlos para que comparen los resultados con las hipótesis planteadas.
  • Guiarlos para registrar las acciones y resultados obtenidos a través de códigos verbales y no verbales.
  • Asegurar la continuidad, variación y ampliación de las experiencias realizadas, a fin de asegurar la continuidad y ampliación de los aprendizajes.
  • Desarrollar sesiones de síntesis durante las cuales el conjunto de la clase discute sobre los problemas que han aparecido en las actividades de exploración y cuya finalidad es provocar una confrontación de ideas y opiniones.

De esta manera estaremos estimulando la participación activa del niño y la niña para proponer ideas, plantear problemas, comparar objetos, hechos, fenómenos y establecer similitudes y diferencias.

Es preciso organizar un contexto con carácter lúdico para el desarrollo de las actividades que satisfagan la necesidad de juego del niño y la niña y el desarrollo de relaciones de causalidad a través de la observación y experimentación sobre el medio físico, natural y social que los rodea.

La interacción permanente con el medio natural, facilita a las niñas y los niños, su pronta integración respetuosa y protectora con dicho ambiente. Participando de manera cada vez más constructiva y creadora, en proyectos de tipo científico y de protección y conservación de su medio ambiente natural, desarrollarán actitudes de interés, compromiso y responsabilidad, simultáneamente.

¿Qué otras actividades se pueden realizar en relación con la naturaleza?

Así como los seres vivos son objeto de la curiosidad de las niñas y niños también lo son los seres inanimados. Las piedras, el agua, los imanes, las velas, el jabón, entre otros son motivo de interés para ellas y ellos.

En ese sentido las piedras son de diverso tipo, algunas como canto rodado y otras con ángulos, tienen distintos tamaños y color según su procedencia y muchas veces son recogidas por los niños y guardadas como algo valioso. Algunos niños juegan a tirar las piedras al río o a la laguna y les llama la atención ver los círculos concéntricos que se forman cuando caen al agua.

Otra fuente de atracción para las niñas y los niños es el agua que adopta la forma del depósito donde se la pone y que cambia de estado como algo mágico especialmente en las zonas donde hace mucho frío. Con el agua también se hacen experimentos como el de las cosas que flotan y las que se hunden.

El aire y el viento (que es el aire en movimiento) es también objeto de interés y permite realizar experiencias interesantes como poner una vela prendida debajo de una campana de vidrio y ver como la vela se apaga por falta de aire porque el fuego lo consumió. Remontar cometas es otro juego que deleita a los niños y la cometa es fácil de confeccionar especialmente si organizamos un taller en el que participen los padres y/o los hermanos mayores.

¿Qué otros experimentos podemos realizar?

Otros experimentos que contribuyen a la construcción de conocimientos son los que realizamos en el rincón de ciencias:

Las niñas y los niños pueden organizar este rincón donde colocarán los elementos que han recolectado en los paseos por los alrededores de la institución educativa o PRONOEI y en sus hogares como minerales, clavos, carrizo, imanes, balanza, cinta métrica, depósitos para medir cantidades, lupa, cucharas, embudos y otros instrumentos propios de la localidad.

Con esta dotación de elementos se realizarán experimentos sencillos como los siguientes, para comprobar algunos efectos sobre distintos materiales. También se realizarán observaciones y registro de las mismas para compartir los resultados con sus compañeros.

  • Frotamos una regla o lapicero de plástico con un trapo de lana y lo acercamos a trocitos de papel, ¿qué pasa? Los trozos de papel se pegan al lapicero o regla por la electricidad que se generó con la frotación.
  • Preparamos una caja donde ponemos peces de papel, algunos con clips o alfileres y otros sin nada. Preparamos una caña de pescar con un imán en la punta y pedimos a los niños que pesquen y que observen e investiguen que pasa.
  • También el imán se puede utilizar para frotar un clavo con él y luego comprobar como el clavo se ha imantado y atrae metales como si fuera un imán.
  • Para comprobar la transmisión del sonido se puede atar los extremos de una pita gruesa de un metro de largo a dos latas perforadas en la parte central de la base. El hilo debe mantenerse bien tirante para que puedan hablar dos niños desde esa distancia.
  • Para hacer pompas de jabón se prepara agua con un poco de jabón o detergente para obtener un agua jabonosa. Con pedazos de alambre cada niña y niño fabrica un aro chico con una prolongación para poderlo coger. Luego se introduce el aro en el agua jabonosa y se sopla. Durante el juego se pueden introducir variantes como:
    • Cambiar la forma de los aros (cuadrado, rombo) y ver si cambia la forma de la pompa.
    • Hacer la actividad dentro del aula y al sol y ver si cambia el color de la pompa por efecto del sol.
    • Soplar con más o menos fuerza y comprobar el resultado.
    • Poner más o menos jabón al agua y ver qué pasa.

Durante la experiencia las niñas y niños intercambiarán opiniones y registrarán los resultados.

  • Poner en un depósito hojas verdes preferentemente de alfalfa o pasto y aplastarlas (machucarlas) bien, luego ponerle un poco de alcohol y dejar reposar, posteriormente se cuela y se obtendrá un líquido verde que es la clorofila.
  • Poner en un vaso que tiene agua coloreada con tinta o tierra de color disuelta en agua, en el vaso se pone una flor blanca y al día siguiente se encuentra que la flor está teñida del color del agua.

Con los imanes se realizan otras experiencias algunas propuestas por el docente como las siguientes pero otras pueden partir de iniciativa de las niñas y de los niños.

LOS CARRITOS CHOCONES

¿Qué aprenderemos?

  • Las propiedades magnéticas del imán.
  • Comprobaremos mediante una experiencia sencilla, la atracción de los polos opuestos en los imanes y la repulsión de los polos iguales.

¿Qué necesitamos?

  • Cajitas de medicinas.
  • Chinches.
  • Restos de papel de colores.
  • Rueditas de plástico.
  • Imanes.
  • Goma.

¿Cómo lo aprendemos?

  • Forramos las cajitas con los restos de papel.
  • Colocamos las rueditas a cada cajita forrada, sujetándolas con chinches.
  • Sujetamos los imanes en la parte inferior de los extremos de cada cajita forrada.
  • Probamos a acercar los carritos uno con el otro.
  • Observamos qué es lo que pasa
  • Si acercamos los carritos por los polos iguales (polo positivo con polo positivo) los carritos se separan.
  • Si acercamos los carritos por los polos diferentes (polo positivo con polo negativo) los carritos se atraen.

 

Información para la docente:

Los polos de los imanes ejercen fuerza entre sí. Esta fuerza se manifiesta cuando el imán atrae otro imán gracias a la atracción de los polos diferentes: polo positivo (+) y polo negativo (-)

Lo contrario sucede cuando se intenta unir un polo positivo (+) con otro positivo (+) o un polo negativo (-) con otro polo negativo (-). Aquí estas fuerzas se rechazan. La repulsión de dos polos iguales es tan fuerte que es imposible juntar los imanes.

De diferente forma sucede cuando "se atraen dos polos diferentes" u opuestos (+) y (-), es tan fuerte la atracción que para el caso de la experiencia de los carritos, estos se unen.

LA CARRERA DE LOS BARQUITOS MAGNÉTICOS

¿Qué aprenderemos?

  • Las propiedades magnéticas del imán.
  • Los imanes sólo atraen metales.

¿Qué necesitamos?

  • Barquitos de papel, uno por cada niño que participe en el juego.
  • Un depósito grande con agua.
  • Una aguja punta roma, o un clavo.
  • Cuatro imanes.
  • Botones de tamaño grande
  • Crayolas o colores.

¿Cómo lo aprenderemos?

  • Sujetar en alguno de los barquitos de papel uno o dos botones (en cada extremo del barquito).
  • Sujetar en los otros barquitos de papel la aguja punta roma o el clavo.
  • Sujetar en los cuatro extremos del depósito los imanes (uno en cada extremo).
  • Llenar el depósito con agua y colocar los barquitos sobre el agua.
  • Conversamos sobre lo que observamos, ¿qué sucede?, ¿cuál de los barquitos es atraído por los imanes?, ¿cuál de los barquitos llega más rápido al borde del depósito con agua?, ¿cuál de ellos no es atraído?, ¿por qué?
  • En grupo grande conversamos sobre lo observado.
  • Individualmente recibimos una ficha de trabajo:

 

Nombre del niño/a:———————————-

 

SI

NO

 

  • Conversamos sobre lo que vemos en la ficha.
  • Trabajamos la ficha con ayuda del docente.

Militza Novoa

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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