La dimensión corporal es la primera experiencia que tenemos de nuestro propio ser. Consideramos el cuerpo como objeto-organismo, es decir, ser vivo que nace, crece y se reproduce, y que no se explica como simple máquina o pura organicidad movida por algo externo a ella, sino movido por si mediante un principio vital.
LA OBJETIVIDAD DEL CUERPO
El cuerpo como organismo
Es la materia organizada, forma parte de la naturaleza que llamamos viva, y es objeto de las ciencias biológicas, así entendido mi cuerpo como organismo, no se identifica con lo que se llama "cadáver" o reducto después de la muerte. Mi cuerpo comenzó a formarse en el seno materno, mediante la conjunción de dos células, la paterna o Gameto-espermatozoide y la materia óvulo, las que reducidas en sus cromosomas, forman una sola que se divide conservando la constitución celular humana.
Operaciones del cuerpo propias del ser vivo
Mi cuerpo es algo por lo cual yo me siento formando parte del mundo natural, sensible o material. Las acciones inmanentes son operaciones movimientos o cambios, en las que lo producido, permanece en el mismo agente que actuó. La acción inmanente es la que distingue al vivo del no vivo.
TRES ACCIONES INMANENTES QUE CARACTERIZAN Y PERFECCIONAN AL SER VIVO
LA NUTRICION:
Se cumple con tres funciones a saber: la recepción, con la cual la materia nutritiva es asumida, la asimilación, con la cual esa materia es convertida en sustancia propia del cuerpo vivo, la desasimilación, que por oxigenación o combustión, disuelve la síntesis, de la asimilación, produciendo el calor o energía que se emplea para ejercer las funciones vitales.
EL CRECIMIENTO:
Se cumple sea en la formación de la estructura orgánica, de acuerdo con la especialización, de cada órgano, sea en el aumento cuantitativo de todo el cuerpo hasta conseguir la estatura adecuada.
LA GENERACIÓN:
Consiste en producir un ser vivo de la misma naturaleza del que lo produce, no es "creación", o producción a partir de la nada, sino comunicación de vida a partir de la conjunción de dos células dimidiadas que constituyen el nuevo ser vivo.
INTENTOS PARA EXPLICAR EL CUERPO COMO ORGANISMO
El mecanicismo: equipara el ser vivo a una máquina y llama "organizadoras" a los factores físico-químicos que dirigen el desarrollo del cuerpo, desde el embrión.
El organicismo: sostiene que las partes del organismo, se comportan y actúan por el influjo de la totalidad, lo que quiere decir, que el cuerpo no es una máquina, así sea muy perfecta como decía el mecanicismo. Esta teoría en efecto, arguye que una maquina no se auto-repara, ni crece, ni actúa espontáneamente, sino que opera movida desde fuera o por una pieza distinta de las otras movidas.
El vitalismo: parece la mejor explicación de la vida y de sus acciones inmanentes pues dice que los solos elementos físico-químicos de actividad mecánica no explican la direccionalidad de las acciones vitales hacia un fin que es el bien o conveniencia del ser vivo. Por eso mismo esta teoría vitalista, explica la vida diciendo que en el organismo se da un "principio vital", que es la fuerza con las que se hacen las acciones inmanentes, y que no debe entenderse como si fuera un ser o sustancia sino como un elemento o parte no física, sino metafísica.
El cuerpo como totalidad
Aparece como una totalidad organizada, es decir como unidad de varios elementos (órganos o partes y actividades) todas convergentes hacia el bien de la totalidad; y todo ello para mantener al ser vivo hasta la total desintegración que es la muerte con la que cesa mi cuerpo y se vuelve cadáver el cual ya no es mi cuerpo, sino el residuo de mi cuerpo.
Además mi cuerpo es como una totalidad estructurada, lo que implica que los diversos grados de ser y funciones, no son independientes entre sí, ni son partes inorgánicas, sino animadas e interrelacionadas de tal manera que en cuanto son vivas constituyen el cuerpo al que en su totalidad poseo, animo y dirijo.
Finalmente mi cuerpo aparece como totalidad centrada, mi cuerpo actúa no por una acción producida de fuera y cuyo efecto queda en otro, sino que lo producido se dirige hacia el ser vivo, que es el cuerpo y a su perfeccionamiento.
LA SUBJETIVIDAD DEL CUERPO
Este aspecto contrario al anterior, aunque inseparable experimentalmente, nos aclara la relación de mi yo en mi cuerpo, que no es simple relación con una cosa. Si observo fenomenológicamente la conciencia que tengo de mi cuerpo, compruebo que no me refiero a él del mismo modo con que considero al caballo o a la bicicleta a veces utilizados por mí. Estos seres uno orgánico y otro mecánico son distintos a mí, se presentan a mi conciencia como enfrentados u opuestos a mi yo, lo que significa que son "objeto", es decir que se contraponen o distinguen de mi yo.
Gabriel Marcel dice: ante mi conciencia, aparece que "tengo" mi cuerpo y a la vez "soy" mi cuerpo. Tener algo es poder observarlo como distinto de mí mismo, o sea el poseedor no se identifica con el poseído, y se vale de éste para utilizarlo y disponer de él, lo que precisamente sucede con mis manos, pies, uñas, etc.
En conclusión: no puedo excluir de mí ser a mi cuerpo, pero como él no es todo mi ser puedo decir que tengo cuerpo y que soy corporal.
LO PSÍQUICO EN EL HOMBRE
La dimensión psíquica, mediación entre la corporal y la espiritual en su doble operación: la sensación y la afectividad.
La palabra "psique" en griego traduce alma, así para Platón significó lo esencial, lo propio y más noble del hombre, para Aristóteles, designó aquel principio vital, entendiendo alma como calificativo vital, no solo de la facultad vegetativa del organismo, sino también de la sensitiva.
Conocimiento sensitivo, sensación
- La sensación como proceso
Es la captación o conocimiento de un objeto, mediante los sentidos. Sensible, es lo que puede ser captado o conocido por los sentidos, lo cual es distinto a cuando decimos de alguien que es "sensible", pues en tal caso queremos decir que tiene especial capacidad o facultad de sentir, o simpatizar con las emociones de otros.
Fases del proceso de la sensación.
Fase física: consiste en las cualidades materiales del objeto (ondas luminosas o sonoras, etc.) que llegan al órgano.
La fase Fisiológica: consiste en la misma actuación del órgano receptor estimulado físicamente y que transmite la corriente nerviosa a ciertas áreas de la corteza cerebral.
La fase Psicológica consiste en la reacción del sujeto, que responde al estímulo sensible, y toma conciencia, o sea, cae en cuenta de la presencia del objeto.
Esencia de la sensación
Se explica por la acción inmanente, o sea, por aquella en la que el efecto, se produce dentro del sujeto, no "pasivamente" por la sola entrada física, del objeto sensible, sino por la reacción ante el estímulo.
Naturaleza de la sensación
Entendido por "naturaleza" la dinamicidad, podemos decir que la sensación es un salirse del psiquismo de sí mismo, para captar la realidad sensible objetiva.
Conclusión filosófica.
La sensación no es un proceso simplemente objetivo, ni meramente subjetivo, sino una síntesis de ambos. Lo objetivo nos da la garantía de que alcanzamos la realidad, y lo subjetivo nos advierte que el conocimiento sensible, es relativo, o sea, se modifica por los estados del sujeto percipiente.
Los sentidos externos.
Son los que nos ponen en contacto, con los objetos espaciales, y para la vida humana son de suma importancia, pues por ellos nos relacionamos con la realidad mundana, captándola para adaptarnos a ella, informándonos, protegiéndonos, orientándonos y llevándonos a apreciar el mundo en que vivimos.
Naturaleza de los sentidos externos.
El principio por el cual se siente externamente, consiste en una facultad o poder por el cual, el ser que siente o "yo empírico", se da cuenta, es decir es consciente de que un objeto material estimula un órgano receptor de su cuerpo (ojo, oído, tacto, olfato, etc.).
División de los sentidos externos.
Se distinguen 5 sentidos:
Sensación visual: es con la auditiva la fuente principal de nuestro contacto con la naturaleza, con las personas y con el mundo escrito.
Sensación auditiva: nos pone en contacto con el mundo y con las personas mediante "ruidos" y "tonos", cuya intensidad es débil o fuerte según la amplitud de onda del sonido.
Sensación gustativa y olfativa: tienen importancia especial para la vida vegetativa, poseen cierto tono afectivo y funcionan muy unidas entre sí.
Las sensaciones cutáneas son cuatro distintas: a presión o tacto, el frio, el calor y el dolor. Sus órganos son distintos nervios para cada una, y que terminan en diversos sitios de la piel. La presión y la temperatura son más el resultado de un cambio, en el contacto del objeto con el cuerpo, que el contacto mismo.
Sensaciones intra-orgánicas: provienen de las terminaciones nerviosas dentro del cuerpo, y nos informan de la posición, movimiento y estado de determinadas partes del cuerpo, o de este en su totalidad.
La estática: nos informa de la posición del cuerpo, en relación con el espacio, o con la fuerza de gravedad. Gracias a ella podemos mantener el equilibrio, por ejemplo, en la bicicleta o en una cuerda o varilla.
La cinestésica: nos informa sobre la posición de nuestros miembros, y las presiones experimentadas por ellos.
Los sentidos internos.
Son las facultades que agrupan las sensaciones, no espacialmente como los sentidos externos, sino temporalmente o en sucesión de antes o después. Se llaman internos, no porque los órganos con que se realizan esas sensaciones sean interiores, sino porque su objeto formal, es decir, aquel aspecto que de la cosa se capta es más noble o superior que de la sensación externa.
La percepción: proceso por el cual se distinguen los diversos estímulos sensibles y se interpretan sus significados.
Características de la percepción:
Tendencia a seleccionar las sensaciones, fijando la atención en unas más que en otras.
Tendencia a agrupar sensaciones por la cercanía o la semejanza de unas con otras, o por el orden o la continuidad en que aparecen.
Tendencia a percibir toda figura sobre un fondo como sucede con las letras sobre el papel blanco, las pinturas sobre la pared.
Tendencia a completar sensaciones incompletas.
El sentido común:
Es la facultad que nos hace dar cuenta de que estamos produciendo diversas sensaciones y de que distinguimos sus contenidos. También se le llama sentido "íntimo" porque conoce las sensaciones y se da cuenta de que él las produce, lo que implica cierta reflexión aunque imperfecta.
La imaginación:
La naturaleza de la imaginación aparece cuando nos representamos sensiblemente objetos o personas que en ese momento no captan los sentidos, como cuando cerramos los ojos y producimos una sensación visual o auditiva de la figura de una persona, de la sensación de un paisaje o de una melodía.
Clases de imaginaciones: antes los psicólogos hablaban de varios y distintos tipos de imaginación y proponían diversos métodos de educarla, según fuera auditiva, espacial o intelectual.
Las leyes de la imaginación para asociar sensaciones, según Aristóteles, se deben a que dichas sensaciones, se dieron en el mismo sitio o en el mismo tiempo. También la asociación se puede dar o porque una sensación motiva para tener otra, lo que se confirma con el método de amaestrar para que hayan ciertas respuestas, o porque la sensación estímulo se le asocia su reacción, lo que se llama reflejo condicionado.
Conclusión filosófica: lo anterior no solo muestra que el psiquismo humano no es mero mecanismo orgánico, ni tampoco efecto de una facultad puramente espiritual, sino que en la imaginación se refleja nuestro psiquismo como facultad tanto representativa como apetitiva.
La memoria:
Se define como la facultad de conocer el pasado como pasado, en lo cual se distingue de la imaginación, ya que la memoria reconoce, es decir teniendo noción clara o vaga, consciente o inconsciente, de que cierto contenido mental ya se produjo en el pasado y ahora vuelve a la mente.
Las clases de memoria son: memoria motora, que reconoce el cuerpo en movimiento y hace que, al repetirse, las acciones, se hagan mecánicas. La memoria mental, es la que acumula imágenes visuales, o sonoras, juicios, emociones, y así logra memorizar trozos literarios. La memoria pura es la que describe lo pasado, osea lo recuerda como tal, y es de carácter personal. La memoria sensitiva es la que recuerda hechos concretos, pero no reconoce el pasado como tal. La memoria lógica es la que recuerda las abstracciones y su orden racional; sólo se descubre como tal con experiencias explicitas de reflexión filosófica.
Dinamismo sensitivo: afectividad y apetición.
La sensación en cierto sentido es estática y se opone al dinamismo de la afectividad y de la apetición que se estudia en la llamada "psicología dinámica"; la motivación y apetición de la vida psíquica explican cómo y por qué la conducta humana varía tanto entre individuos, llegando hasta demostrarse como raíces de muchos comportamientos anómalos.
Fenómenos afectivos.
La afectividad en general se describe como una situación del psiquismo que debida a la repercusión interior, o lleva al actuar, y se llama "Motivación" o modifica conscientemente el psiquismo, y traduce en expresiones corporales llamadas emociones.
La motivación: es aquello que mueve a actuar o no actuar, a actuar de tal manera u otra. Generalmente la motivación es un "estado de ánimo", que origina una "conducta", la cual busca un "fin".
La emoción: su naturaleza se describe como estados afectivos más complejos, de mayor intensidad y duración que los sentimientos. Las principales emociones son: angustia, miedo, alegría, tristeza.
Fenómenos apetitivos.
La dinámica del psiquismo se pone en acción mediante dos tendencias: las innatas o instintos, y las adquiridas o hábitos.
La tendencia innata o instinto humano.
"Apetito" es la tendencia o deseo de poseer determinado bien placentero o de apartarse de determinado mal doloroso. Si esa tendencia es innata y presente en todos los individuos de la especie, se le llama "instinto", el cual puede ser natural si la tendencia se da sin previo conocimiento, y elícito cuando lo precede un conocimiento sensible. Cuando la tendencia es débil, se llama "inclinación", si es fuerte, "deseo", y si la tendencia lleva a la acción, impulso. Si la tendencia es producida por una ausencia consciente de algo, se llama necesidad. Finalmente, "pasión" es la tendencia duradera y fuerte, enraizada en la mente y asociada a sentimiento y emoción.
Tendencias adquiridas o hábitos.
Hábito es una disposición para actuar de modo uniforme y con facilidad en determinadas circunstancias.
EXPLICACIÓN FILOSÓFICA DEL PSIQUISMO HUMANO
Teorías sobre el psiquismo en general
Para entender el psiquismo de la sensación, la filosofía recurre a la ciencia, sobre todo a la psicología experimental, y reflexionando sobre los datos antes expuestos, intenta explicar la índole y causas de esos fenómenos, y sobre todo, muestra la razón última de los fenómenos psíquicos.
La escuela del método conductista: estudia la conducta o comportamiento, como si éste fuera la necesaria respuesta a un estímulo.
La escuela del método "Gestalt" o de configuración rechaza la explicación clásica de la percepción, considerada como mera suma de sensaciones.
La escuela del método introspectivo, iniciado por W. Wundt, descompone los fenómenos Psíquicos en puras sensaciones y sentimientos, los que, combinados, conforman las percepciones y emociones.
Filosofía de la sensación
A la antropología no le interesa mucho discutir si las plantas sienten como afirman los "panpsiquistas" y otros impresionados por el "tropismo" de las plantas. Por ser demasiado obvio, tampoco se discute si los animales sienten. Descartes los consideró puras máquinas, teoría ésta que influyó en su concepción sobre el hombre, entendido como compuesto accidentalmente de dos seres o sustancias completas: cuerpo extenso o animal-materia y alma pensante o espíritu casi angelical: así el hombre sería un ángel montado a caballo. Por ello se concluye:
Los sentidos tanto internos como externos, son el medio para comunicarnos con el mundo material.
El objeto "sensible" tanto el propio (de cada sentido) como el común (captado por varios sentidos como es la figura del objeto), es de naturaleza material.
La sensación en cuanto conocimiento, supera las fuerzas físico-químicas de la materia, y por tanto es causada por un principio, no puramente material o identificado con la materia, aunque depende intrínsecamente del órgano.
La sensación es un fenómeno espontaneo, osea, una operación que procede por iniciativa del que siente y no es mero resultado de un proceso físico como es la reproducción de la imagen en el espejo, o de un proceso químico como es el metabolismo.
La sensación es una acción inmanente, pues lo producido se queda en el mismo sujeto sentiente y lo enriquece.
La sensación es un conocimiento relativo, es decir que depende de que se den objetos sensibles, y del estado de cada órgano, pues en cada individuo varían las maneras de sentir.
La sensación es un conocimiento intuitivo, o sea inmediato, pues la sensación se hace presente tan pronto como el órgano afectado envía el menaje al cerebro sin que nada más medie.
LO ESPIRITUAL EN EL HOMBRE
La dimensión espiritual cumbre de las dos anteriores, comprende el conocimiento intelectual y el apetito volitivo. El conocimiento intelectual se explica como un entender por conceptos, un juzgar, un raciocinar, un dialogar y un reflexionar sobre sí mismo. El apetito volitivo se explica por su naturaleza, su voluntariedad, su objeto o "valor" y su libertad.
El término "espiritual" proviene del latín "spiritus" que significa soplo o respiración y equivale en griego a
y a la raíz semítica "ruah".
EL CONOCIMIENTO INTELECTUAL
Entender es comprender el problema y su solución, lo que se llama "conocer". El mismo entender es por si un problema siempre planteado a la filosofía moderna.
La historia de la filosofía nos muestra que el problema del concepto o idea consiste en saber cuál es su origen y en qué grado refleja la realidad; este problema apareció desde los presocráticos, para después discutirse sobre su contenido ontológico o valor, hasta hoy problematizarse con las lógicas y analíticas modernas, y con la fenomenología husserliana.
El problema de la "autoconciencia" desde Sócrates, "conócete a ti mismo", ha sido tema obligado para la filosofía moderna, y desde Descartes se hace clave en el filosofar. Eso mismo se toma en los existencialismos y vitalismos y se tematiza en las fenomenologías con obvias incidencias en la antropología.
Entender es conocer conceptualmente
Conocer es hacer presente el objeto, no física sino intencionalmente
El objeto se hace presente mediante la idea. Esa presencia intencional es de algo que nos atrae, que apetecemos; conocer no es tener presente algo muerto e indiferente, sino que va teñido de afecto, como cuando el niño conoce y ama a su madre, pues cuando la conoce la ama, y porque la ama la conoce.
Conocer conceptualmente es hacer presente el objeto mediante ideas
Idea es la representación mental con que captamos en un objeto la nota aplicable a muchos, idea es lo que hallamos conceptualmente universal, porque, por ejemplo, la idea árbol se aplica a todos los objetos que realizan ese modo de ser de árbol.
Las ideas se producen pasando de sensaciones a conceptos
La filosofía tradicional afirma que nuestra mente produce las ideas sacando de la imagen sensible una imagen intelectual o idea, la que nos hace verla intelectualmente, es decir entenderla.
Conocer es pasar de una sensación material a una idea inmaterial
Este proceso se explica diciendo que el entendimiento actúa sobre la imagen sensible-material, de la manera como el espíritu anima al cuerpo, puesto que el mismo principio o alma es el que produce la imagen sensible y la idea. Ahora bien, como el sentido conoce, no la imagen sino el objeto, entonces el entendimiento anima la imagen sensible, es decir, la "espiritualiza" la ilumina, abstrae, esquematiza.
Entender es juzgar
No solamente entendemos mediante conceptos o ideas, sino también mediante juicios. Juzgar es afirmar o negar algo de alguien. Este juzgar no es simplemente unión de ideas, sino sentenciar que esa unión realmente se da; por esto mismo, mediante el juicio, alcanzo la realidad, pronuncio sentencia "juicio" de que ella es así o no es así. Con el juicio alcanzo "el ser", la realidad, valorando absolutamente la realidad, osea, poniendo su ser de manera absoluta o incondicional, pues mientras el tiempo de hoy sea el mismo al que me refiero, será bueno y no puede ser a la vez o simultáneamente no bueno. Pronuncio el juicio, no porque sea bueno para mí solo o para algunos, sino para todos, ya que esa realidad de hoy es en "sí misma" así y no de otra manera, aunque podría ser de otra manera, pero de hecho no lo es.
Entender es raciocinar
El raciocinio es una operación mental por la cual, de juicios conocidos se llega a una conclusión, hasta ese momento desconocida. Puede ser deductivo o inductivo.
Deductivo: consiste en concluir de juicios más universales a otros menos universales. A esta operación se le llama "silogismo" el que según Aristóteles, es un razonamiento formado por tres juicios, en tal forma que dados los dos primeros (premisas), el tercero, (conclusión) resulta cierto por el solo hecho de tenerse conocidos como ciertos los dos primeros.
Inductivo: es una operación mental que, de algunos juicios particulares formulados en base a experiencias particulares y contingentes, concluye en una ley general y necesaria; por ejemplo, después de comprobar que el agua, en distintas alturas sobre el nivel del mar, hierve a tantos grados, concluyo que necesariamente hierve a 100° cuando se está a cero sobre el mar.
Entender es dialogar
Descripción del intercambio dialogal.
Dialogar es intercambiar conceptos o juicios; comunicar a otro el sentido que tiene una palabra o frase; por tanto, el diálogo o comunicación sólo se da entre personas o seres inteligentes.
Naturaleza del lenguaje.
Siendo el lenguaje manifestación del pensamiento o concepto, tal expresión del pensamiento puede hacerse con gestos corporales o con palabras; aquellos como estas varían según las culturas. La palabra tiene la propiedad de ser creada por el hombre y por tanto, expresar su creativida.
Entender es reflexionar sobre sí mismo
Poder volverse sobre sí mismo, darse cuenta de que es autor de sus actos, o sea, saber qué sabe, es la capacidad propia, exclusiva, y más excelsa del ser humano; por ella el hombre es libre, responsable y forjador de su destino.
Explicación filosófica del conocimiento intelectual
Las ideas provienen de un principio espiritual
La idea es una representación abstracta, que prescinde o suprime en la imagen sensible ciertas notas, no las considera porque precisamente son de índole material, como la extensión, la cantidad, el color, la figura, etc.
Ahora bien la mente que concibe una idea para representarse a sí misma un objeto sensible, lo conoce de manera esencialmente diversa a la misma sensación, lo que se demuestra con las siguientes razones, las que a su vez confirman la espiritualidad de la facultad que produce la idea:
Las ideas de lo inmaterial no se reducen a imágenes sensibles.
Las ideas universales no se reducen a imágenes sensibles.
Las ideas de cosas materiales no se reducen a imágenes sensibles.
Los juicios provienen de un principio espiritual.
Los raciocinios proceden de un principio o facultad espiritual.
El lenguaje denota espiritualidad en su autor.
Nuestra facultad de autorreflexión es espiritual.
Conclusión: La conciencia humana, que reflexiona, es de naturaleza espiritual.
La inteligencia
Los antiguos concibieron la inteligencia como la capacidad de intuición y de comprensión intelectual y que fundamenta la comparación racional, pues para conocer algo, tenemos que compararlo con lo ya conocido antes. Los modernos, en cambio, la conciben como la facultad de búsqueda científica, y por eso para Kant "pensar" indica juzgar discursivamente, lo que no se concibe como previos datos sensibles, porque pensar es atribuir a un fenómeno una categoría a "priori"; en cambio para Aristóteles y toda la filosofía tradicional, entender era captar las esencias y los principios, función muy distinta de la razón que compara los juicios y saca conclusiones.
Para los psicólogos especialmente Watson, la inteligencia es la capacidad de adaptarse a circunstancias hasta ese momento desconocidas, y en este sentido, sin duda ciertos animales tienen esta inteligencia, aunque distinta de la del hombre que la usa con la flexibilidad que le dan los procesos abstractos y simbólicos.
EL APETITO VOLITIVO
Si al conocimiento sensible correspondía el apetito sensible, de la misma manera, al conocimiento intelectual, corresponde el dinamismo intelectual o la voluntad libre. En palabras de Kant diríamos que a la razón pura o teórica , corresponde la razón práctica, o en términos metafísicos, al conocimiento intelectual que nos hace presente el ser como verdadero, corresponde el apetito intelectual o voluntad que nos lleva a buscar el ser como bueno.
La voluntad humana
Naturaleza de la voluntad
La voluntad, como apetito, es inclinación o tendencia hacia algo bueno; cuando esté bien es apetecido sin previo conocimiento, se dice que el apetito es natural, pero si lo precede algún conocimiento, el apetito es elícito.
Voluntad es la capacidad de apetecer o tender hacia algo conocido intelectual o racionalmente.
Grados de la inteligencia voluntaria
La volición que es la misma tendencia de la voluntad, presenta varios grados: el simple interés, la intención, la resolución, la elección.
El objeto de la voluntad: "el valor"
El objeto de la voluntad es el bien en cuanto conviene al hombre: la voluntad es una facultad que tiende hacia lo que le conviene. Esta conveniencia es conocida por el entendimiento como un aspecto que se realiza en el objeto y que el sujeto, considera bueno para él, aunque de por sí en el objeto no esté esa bondad
Valor es el bien en cuanto preferido, agradable, útil y que nos realiza: ante todo el valor es una cualidad que se incorpora en las cosas.
El valor se identifica con el fin: según la axiología o filosofía del valor, el fin es el objeto de toda tendencia, mientras que el valor es lo que suscita una reacción afectiva o despierta un sentimiento.
El valor no se identifica con el ser, pero no se da sin el ser: las cosas están revestidas de valor en la medida en que merecen nuestra estima, nos agradan, nos resultan útiles, bellas, amables, verdaderas, dignas de aprobación, etc., es decir, el valor, en tanto nos afecta, en cuanto está en el ser o realidad; el valor es objetivo, se encarna el la realidad.
La libertad humana
A diferencia de los animales, determinados por instintos, el hombre no está "programado", para obrar necesariamente de manera determinada: su obrar procede de las decisiones de su voluntad, la que, iluminada por la inteligencia, elige querer o no tal o cual cosa, ser así o de otro modo, es lo que entendemos por ser libre. Ser libe equivale a afirmar que el hombre es capaz de percibir los valores éticos, apreciarlos interiormente, vivirlos y realizarlos, y de esa manera volverse "hombre bueno"
La libertad como problema: siempre ha sido problema, pues el hombre no ha dejado de cuestionarse con angustia, si realmente es o no libre.
Naturaleza de la libertad humana: la libertad no es objeto, sino una propiedad de mi subjetividad, y por eso mismo, se embebe en mi actividad y me hace autor de mis voliciones, las que intrínsecamente afectan mi ser personal, en tal forma que ser libre es el atributo que me hace más humano. Libertad, no es solo capacidad de elegir estos o aquellos objetos, sino sobre todo, capacidad de decidir sobre sí mismo y sobre las posibilidades de mi propio existir.
UNIDAD SUSTANCIAL DEL HOMBRE
El problema de la unidad sustancial del hombre es clave para dilucidar quién es el hombre.
EL PROBLEMA
Nuestra experiencia espontánea nos hace sentir, unas veces como si no fuéramos sino organismo, otras como si no fuéramos sino psiquismo, y otras, como si no fuéramos sino espíritu. De ahí que algunos definan al hombre como sola materia organizada, y hasta psicólogos como Wundt patrocinan una "psicología sin alma" y explican las operaciones humanas mediante mecanismo psicológico, que prescinde de toda conciencia reflexiva. En general la mayoría de los científicos, presuponiendo con mentalidad positivista, que la experiencia sensible, es la única manera de conocer la verdad concluyen que el hombre no puede ser sino materia.
En consecuencia, buscar cómo se unen los elementos constituyentes del hombre, su corporeidad, su psiquismo y su espiritualidad, equivale a indagar cuál es la definición del hombre, cuál su esencia, y en último término, qué es el hombre.
EL HILEMORFISMO:
Qué es el hilemorfismo?
"El hilemorfismo (del griego ???, materia, µ??f?, forma, e ismo) es la teoría filosófica ideada por Aristóteles y seguida por la mayoría de los escolásticos, según la cual todo cuerpo se halla constituido por dos principios esenciales, que son la materia y la forma. La materia prima o primera aristotélica es aquello que carece de forma. Como cualquier objeto material tiene una forma, la materia prima es el sustrato básico de toda la realidad. En el mundo material, la materia no puede darse sin forma y la forma no puede darse sin materia."[81]
Cuerpo: es la realidad física que vemos y tocamos, no equivale a lo que el hilemorfismo llama materia, la cual es un principio metafísico del que se compone el ser y que es totalmente indeterminado. El cuerpo es un organismo vivo, y por tanto no equivale al cadáver; está "informado" por la forma vital.
Alma: para la filosofía griega, fue entendida como todo principio o causa de vida, sea vegetal, sensitiva o intelectual. Para Platón el alma humana era un ser espiritual, que preexistió antes de ser castigada por error cometido en la vida previa ultraterrestre; y por eso ahora está en el cuerpo como cárcel o sepulcro.
Así pues, ni el alma es pura forma, ni el cuerpo pura materia; más aún, no todas las actividades del hombre son materiales o dependientes del espacio y del tiempo; hay otras espirituales, lo cual implica que en el hombre, la materia es un principio incompleto, dependiente totalmente de su coprincipio, el alma, que no sólo es forma sustancial, sino también espiritual.
La prueba del hilemorfismo. El hombre es una sola sustancia
"Soy sustancia", quiere decir que yo existo en mí mismo, no existo en otro ser, como existe el accidente color en la pared o la visión en el que siente. Me experimento como un yo que permanece en si mismo o continua siendo el mismo: sustancia significa substrato que permanece el mismo a pesar de los cambios, los que por eso mismo son accidentales.
Soy una sola sustancia (no varias) o un solo sustrato que permanece el mismo, lo cual me viene confirmado cuando observo que todas mis partes corporales u órganos actúan siempre para el bien del todo.
El alma y el cuerpo no se unen accidentalmente. Si el hombre es una sola sustancia y el cuerpo y el alma no se unen accidentalmente, se unen sustancialmente.
El cuerpo y el alma son "co-principios" sustanciales. Ser "coprincipio sustancial" significa que ninguno de los dos componentes es sustancia, ser físico en sí, material o espiritual; y al mismo tiempo negamos que el uno se resuelva o diluya en el otro, como si el hombre fuera sólo materia o sólo espíritu, o que lo material y lo espiritual fueran dos zonas diversas e independientes entre sí.
El alma y el cuerpo humanos "interactúan" entre sí. Una relación tan íntima entre lo orgánico-psíquico del hombre y lo espiritual nos hace decir que tal vinculación o correspondencia de lo orgánico-psíquico con lo espiritual, se explica, admitiendo con el hilemorfismo que lo material y lo formal, lo orgánico y lo anímico interactúan mutuamente entre sí porque son dos co-principios sustanciales, que constituyen una sola sustancia.
El hombre como experiencia de totalidad. En nuestra conciencia el yo experimenta su unidad como totalidad pero de partes diferenciadas, pues capta su cuerpo y su alma como partes diversas en su manera de ser y de obrar. En nuestra conciencia el yo experimenta su unidad como totalidad de partes estructuradas, es decir, yo vivenció aquellos grados o formas de ser y de operar, no como independientes entre sí o superpuestos, sino como constitutivos de una estructura u organización sistemática.
El hombre se experimenta como ser libre e histórico
CONSECUENCIAS DEL HILEMORFISMO
Ventajas
Explica la unidad del alma y cuerpo en el hombre sin negar su dualidad.
Da razón de la interacción del cuerpo y del alma sin menoscabo de la unidad.
Demuestra de manera coherente, como ninguna otra teoría, el origen de nuestras ideas.
Muestra con coherencia que así como el alma ánima al cuerpo, así el intelecto a los sentidos, y por tanto, la actividad de éstos, viene a ser también del entendimiento.
Propiedades del alma humana como coprincipio
Es "espiritual"
Es "simple" o "indivisible", osea, que no se compone de partes distintas espacialmente, pues sólo la materia tiene partes así.
Es "invisible", pues la visión sólo puede captar lo extenso.
Es "subsistente" porque es forma informante o principio metafísico.
LAS RELACIONES FUNCIONALES O PRESENCIAS DEL HOMBRE
SER EN EL MUNDO:
Entre las relaciones funcionales, la primordial es la presencia en el mundo porque es la primera en la vida. Ser en el mundo no es lo mismo que estar en el mundo; por eso hoy entre las varias definiciones se enfatiza en ser en el mundo. Entendemos "presencia en el mundo" no tanto como mera coincidencia espacial y pasiva del hombre con el mundo, lo que sería estar en el mundo, sino como presencia de un ser que expresa su actitud, traduciéndola en actividad frente al mundo de las cosas y frente a su cuerpo.
El hombre como ser situado da sentido al mundo
Un ser situado significa que su propia mismicidad o conciencia interior reflexiva se relacione con lo exterior. Así ser situado equivale a tener una relación de presencia de mi yo ante el mundo, no como mero espectador pasivo, sino como sujeto que activamente expresa y convierte a ese mundo de objetos en lo que llamamos naturaleza humanizada o cultura objetiva.
El mundo como ser del hombre da sentido a la existencia humana
El hombre está abierto al mundo, a diferencia del animal que está atado y determinado por el entorno. El hombre actúa libremente en su ambiente lo que se llama "espacio vital", no en el sentido de lugar, sino de horizonte que lleva al hombre a destacarse del ambiente y trascenderlo hacia más allá.
Corporeidad humana como mediación en el mundo
El cuerpo aquí se considera como aquello que media entre mi yo y el mundo, elemento que sirve para comunicarme con el mundo. La corporeidad no implica una concepción materialista del hombre. La corporeidad es relación trascendental con el alma.
INTERSUBJETIVIDAD:
La segunda presencia clave en la conducta personal y social destaca la importancia de ser sociable por naturaleza. Se presentan dos teorías opuestas y excluyentes entre sí: el individualismo y el colectivismo. Para uno, el individuo absorbía la dimensión social, y para el otro, la colectividad absorbía o diluía a la persona. La solución al problema de las relaciones entre los hombres, no consistiría en suprimir una de las dimensiones opuestas acentuadas por el individualismo y por el colectivismo, sino en buscar la síntesis que asuma lo positivo de cada una a saber, del individualismo el valor de la persona, y del colectivismo, la dimensión social de la misma.
Personalismo comunitario
Ni individualismo ni colectivismo: el personalismo ha de dejar claro que no es ninguno de los opuestos antes mencionados, ni tampoco una simple suma o ecléctica de ambos.
El personalismo síntesis de personalización y socialización: se hace necesaria la conciliación de la socialización o tendencia a dejar más y más relaciones entre los hombres, con la personalización que afirma categóricamente el valor absoluto de la persona y sus derechos. Y este es precisamente el cometido del personalismo comunitario.
Significado del personalismo comunitario: el encuentro. Las dos tendencias actuales de la humanidad, personalización y socialización, conjugadas en la síntesis del personalismo comunitario, se explican describiendo el fenómeno del encuentro entre dos sujetos o personas.
El primer momento del encuentro es el "momento objetivo no afectante" en el que propiamente no hay comunicación intersubjetiva o intercambio de subjetividades y por tanto la conciencia psicológica no se impresiona o afecta.
El segundo momento del encuentro es el llamado "personal afectante", afecta íntimamente la conciencia.
El tercer momento del encuentro es el "personal afectante, no por la mera presencia del otro como si fuera cosa, ni por mera presencia afectante, sino por la respuesta al otro" que es "presencia expectante".
El cuarto momento es cuando el encuentro se hace respuesta por un "como compromiso personal" porque "responder" significa empeñarse, obligarse o prometerse recíprocamente algo.
PERSONALIDAD
Persona: es palabra latina cuyo equivalente griego es prósopon "máscara" del actor en el teatro griego clásico. Por tanto, persona equivaldría a "personaje". Junto a prósopon también existe en griego hipóstasis, aplicado en Teología a la Trinidad y sus tres personas, y a Jesucristo y su unidad hispostática.
Otra etimología deriva "persona" de persono, infinitivo personare, con el significado de "hacer resonar la voz" como lo hacía el actor a través de la máscara.
Boecio: es uno de los autores más influyentes en la noción de persona. Su definición, citada comúnmente hasta nuestros días es la siguiente: "Persona Est naturae rationalis individua substantia". La persona es sustancia individual de naturaleza racional.
Santo Tomás asume la definición propuesta por Boecio, ahondando en su significado y matizándolo. Se dice de la persona que es sustancia individual con el fin de designar lo singular en el género de la sustancia, y se agrega que es de naturaleza racional para mostrar que se trata de una substancia individual del orden de las substancias racionales."
AUTORES DE LA ANTROPOLOGÍA:
SÓCRATES: (470-399 a.C.)
No habla tanto del hombre, pero en realidad su doctrina, fue la que centró el pensamiento griego sobre el hombre, sobre la posible búsqueda y consecución de la verdad, sobre el conocimiento de sí mismo, la dignidad humana y la vida conforme a las normas morales que dictaban la razón. "Conócete a Ti mismo", es ésta la máxima obligación moral.
PLATÓN: (427-347 a.C.)
Para Platón el hombre ante todo es alma, de origen divino, inmaterial, eterna e inmortal, unida accidentalmente sal cuerpo como consecuencia de un pecado y con la misión de gobernar y dirigir el cuerpo como el timonel, la nave. "el cuerpo es la cárcel del alma, la tarea del hombre en esta vida es prepararse para la definitiva liberación y alcanzar la contemplación de las ideas, de no ser así el alma se reencarnará y perderá su fin último".
ARISTÓTELES (384-322 a.C.)
Superó el pensamiento de Platón. Escribe un tratado entero De Anima, con lo cual ya indica la importancia que él da al alma del hombre que está por encima de todas las cosas por su capacidad de razonar. Para Aristóteles alma y cuerpo no son dos sustancias que se unen accidentalmente, esto es lo que actualmente se entiende por dualismo, sino que según él, alma y cuerpo se unen sustancialmente como dos naturalezas incompletas, como materia y forma en una sola naturaleza.
El alma forma del cuerpo es el principio esencial que da a la materia-cuerpo, el ser cuerpo humano vivo. Define al hombre como animal racional, o como "animal que tiene razón o palabra".
SAN AGUSTÍN (354-430 d.C.)
Ve la persona en relación con la realidad trinitaria. Por influencia platónica atiende sobre todo al alma como sede y habitáculo de la divinidad; Deseo conocer a Dios y al alma. El hombre es visto a la luz de Dios que es principio último de su ser, perfección absoluta, hogar único de toda verdad, principio, modelo y fin de todo hombre.
SANTO TOMÁS: (1225-1274 d.C.)
Para él el hombre es un ser situado en las fronteras de lo espiritual y lo material, porque es un ser en el que dos sustancias incompletas, cuerpo y alma, se funden para formar una naturaleza completa, singular. El hombre ocupa el puesto más noble y alto de toda la creación.
JAVIER ZUBIRI: (1898- 1983)
Filósofo español. define al hombre por un sistema de notas que integrarían la realidad humana y que se pueden reunir en tres grandes grupos.
"El hombre es un ser vivo, capaz de sentir, es decir, de tener impresiones, y dotado de inteligencia o facultad de inteligir".
EMMANUEL MOUNIER: (1905-1950)
Filósofo francés, impulsor de una corriente de pensamiento cristiano llamada personalismo.
La persona no es una parte del todo, un residuo interno, un principio abstracto de nuestros gestos concretos, no es tampoco la conciencia que tengo de ser persona, ni mi individuo.
La persona es actividad vivida de auto-creación, de comunicación y de adhesión que se aprehende y se conoce en su acto como movimiento de personalización, es apertura a los demás, y a la trascendencia. Es encarnación en la historia.
MARTÍN BUBER: (1878 – 1965)
filósofo, teólogo y escritor judío austríaco/israelí, es conocido por su filosofía de diálogo y por sus obras de carácter religioso. Sionista cultural, anarquista filosófico, existencialista religioso y partidario de la partición de Palestina y de la unión entre israelíes y palestinos.
Afirma que el hecho fundamental de la existencia humana es el hombre co el hombre.
Podremos acercarnos a la respuesta de la pregunta qué es el hombre, si acertamos a comprenderlo como el ser en cuya dialógica, en cuyo estar-dos-en-recíproca-presencia, se realiza y se reconoce cada vez el encuentro del "uno" con el "otro".
JACQUES MARITAIN: (1882 – 1973)
Se aproxima más a la realidad de la persona cuando escribe: "cuando decimos que un hombre es una persona, no queremos decir que sólo es un individuo como lo son un átomo, una espiga de trigo, una mosca o un elefante. El hombre es un individuo que se rige con la inteligencia y con la voluntad; no existe solamente en modo físico, sino que sobre-existe espiritualmente en conocimiento y en amor, de tal forma, que en algún sentido, es un universo por sí, un microcosmos en el cual el gran universo todo entero puede quedar comprendido con el conocimiento y con el amor, puede darse todo entero a seres que están ante él como otros tantos él mismo, relación de la que es imposible encontrar el equivalente en el mundo físico".
DESCARTES (1596-1650)
El hombre es un compuesto de cuerpo y alma. El cuerpo por ser materia es la res extensa cuyo principal atributo es la extensión, que se manifiesta a través de la figura y el movimiento.
El alma es la res cogitans y tiene como atributo el pensamiento. El alma explica el pensamiento pero no es principio de vida porque se reduce al movimiento mecánico. Y los animales al no tener alma no tiene pensamiento. En el ser humano según Descartes, el alma está unida al cuerpo a través de la glándula pineal, localizada en el cerebro.
A través de esta glándula el alma comunica al cuerpo sus pensamientos y demás operaciones, y recibe de éste las impresiones. Quien siente y sufre las pasiones es el alma. Según él, las sensaciones son maneras confusas de pensar.
El alma puede existir independientemente del cuerpo porque no lo necesita para pensar. Esa independencia le permite defender la libertad del hombre porque si todo, incluido el cuerpo, funciona como una máquina no sería posible la libertad aunque el problema es que si el cuerpo y el alma pueden darse por separado, el problema es la unión. Esa unión sería accidental (como en Platón).
PASCAL (1623-1662)
Fue un matemático, físico, filósofo católico y escritor. Por encima de todas las cosas ve al hombre como algo pensante, siendo esta la cualidad indispensable que hace al hombre ser hombre.
El hombre es una caza, la más débil de la naturaleza; pero es una caña pensante. No hace falta que el universo entero se arme para aplastarla: un vapor, una gota de agua basta para matarla. Pero aunque el universo lo aplaste, el hombre sería todavía más noble que lo que lo mata, puesto que sabe que muere y el poder que el universo tiene sobre él; el universo, en cambio, no lo sabe.
GALILEO GALILEI (1564-1642.)
Tiene importancia decisiva en la cultura occidental y aun mundial por haber instaurado el método matemático como la clave definitiva para interpretar y dominar la naturaleza. A partir de él la matemática es la ciencia reina y todas las demás, se postraran ante ella para pedir su protección. El método matemático es aquel que tiene por objeto únicamente lo cuantificable.
EMMANUEL KANT (1724-1804)
Para Kant, el hombre es un ser autónomo, que expresa su autonomía a través de la razón y de la libertad, para ser autónomo el hombre debe usar su razón independientemente y debe ser libre.
Para utilizar la razón de un modo independiente y ser un hombre libre, es muy importante recibir una educación adecuada. A través del pensamiento piensa Kant que podemos construir la ciencia, que es un instrumento de liberación y podemos actuar moralmente para conseguir una vida lo más feliz posible.
Se pregunta Kant: ¿Qué es lo que podemos conocer y cómo conocemos? problema heredado de empiristas y racionalistas. Kant recoge las dos posturas haciendo una síntesis donde queda lo mejor de las dos y se excluye lo peor.
KARL MARX (1818-1883)
Para Marx el hombre es ante todo el conjunto de sus relaciones sociales". La esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto de sus relaciones sociales". Relaciones que no son puramente espirituales, entre conciencias, sino la unidad de lo espiritual y lo material, relaciones establecidas a través de la interacción del hombre con la naturaleza en el proceso de producción y reproducción de su vida material y espiritual.
Por medio del trabajo el hombre transforma la naturaleza y crea objetos. El producto es obra humana, proyección u objetivación del hombre. Por medio del trabajo el hombre pone la naturaleza a su servicio, la humaniza, pero, al mismo tiempo el hombre se eleva sobre ella, se remonta sobre su ser natural; en una palabra, se humaniza a sí mismo. Si el trabajo es de este modo, la autoexpresión del hombre y el proceso de su autodesarrollo, debería ser pues, fuente de satisfacción para éste, pero pierde esta posibilidad en el proceso de su enajenación, en la conversión del trabajador en mercancía, efecto de la división social del trabajo, que en las condiciones de la propiedad privada, lo reduce a una fracción de hombre.
SOREN KIERKEGAARD (1813-1855)
Kierkegaard significa el rompimiento más radical con el legado hegeliano. La dialéctica: las más encumbrada sistematización del avance del hombre-sujeto abstracto que coloca a la historia como la ineludible gran razón ordenadora de la realidad, apología del imperio austrohúngaro incluida, encuentra su crítico más férreo en el existencialismo kierkegaardiano, para quien parece imposible encontrar el lugar del hombre concreto en todo este complicado y complejo sistema, incluyendo la válida mirada e interpretación del primero hacia la segunda. En Kierkegaard, la dialéctica ya no es la forma intrínseca del proceso universal; es algo relativo al hombre solo, y representa más bien una tensión situacional o existencial. Y esta tensión no tiene un rumbo fijo, como el curso de la historia según Hegel.
El hombre se integra en la historia con su individualidad bien recortada y no como componente mutable de un proceso. La dialéctica pasa entonces a ser un proceso absolutamente personal que enfrenta al hombre con el hombre mismo, aunque con un fin más bien difuso.
FRIEDRICH NIETZSCHE (1844-1900)
La concepción del hombre que pretende Nietzsche es lo expuesto en el Superhombre. Para Nietzsche, el Superhombre es el filósofo venidero tras la muerte de Dios. Se trata de un ideal o mito que se desea que acontezca, no para que actúe como salvador de nadie, ni sea líder de masas, sino que inaugure la época de los hombres: es el primer hombre. Es pensado como un tipo moral creador, por tanto, de nuevos valores, aquellos a los que el nihilismo nos conduce. Está más allá del bien y del mal. Jamás este filósofo utilizó tanto la metáfora como en este punto: el camello que se convierte en león y tras devorar al hombre (Dios) se convierte en un niño y de su ingenuidad, cuyo máximo placer se encuentra en el juego de la práctica. No es ningún monstruo, en todo caso el mismo héroe de la inocencia. En su antropología, el hombre es pensado como un ser mediocre, gregario, miserable, incapaz de grandes valores. El hombre es un ser defectuoso y enfermo, que se niega a evolucionar, a abandonar los errores de la cultura occidental, sin ser consciente de que se vence a sí mismo mediante la superación. Además, observamos en él una tendencia a unificar lo espiritual y lo mundano. Concede plena importancia a lo vital.
JEAN PAUL SARTRE (1905-1980)
Para Sartre, el hombre carece de una esencia previa que determine o condicione de antemano su existencia. Antes bien, es el propio despliegue existencial del hombre el que le dota de una esencia, de una determinación susceptible de definirle, de responder a la pregunta socrática ¿qué es?
"El hombre primero existe, se encuentra, surge en el mundo y después se define. El hombre, tal como lo concibe el existencialismo, si no es definible, es que no es nada. Sólo será después y será lo que se haya hecho a sí mismo". Lo peculiar del hombre es la ausencia de una naturaleza propia que le condicione o que le otorgue un modelo de conducta, o le provea de un destino o un quehacer específico. En esto se diferencia del resto de los seres materiales y naturales, los cuales propiamente no existen, sino que "son", "consisten" en algo: "El hombre es lo que quiere ser, el hombre es lo que se hace. Este es el primer principio del existencialismo".
MAX SCHELER (1874-1928)
La persona es la concreta y esencial unidad entitativa de actos de esencia diversa, que en sí antecede a todas las diferencias esenciales de actos. El ser de la persona fundamenta todos los actos esencialmente diversos.
Su obra "El puesto del hombre en el cosmos" es considerado como el inicio de una nueva rama de la filosofía, la antropología filosófica. En esta última obra, elabora una visión dualista del hombre (aunque opuesta al cartesianismo) que se enfrenta críticamente con el monismo naturalista, vitalista o idealista: el hombre es vida y espíritu. El espíritu es pura actualidad y no substancia y consiste en la libertad y en la apertura al mundo, pero de por sí… es impotente. De manera tal, que el hombre solo puede sacar su energía del fondo de su vitalidad y por un acto de "reducción" del instinto. En línea con Husserl, cambia el sentido de la reducción: la transforma en la contención y la canalización del instinto vital en la dirección de la vida espiritual del hombre.
NUCLEO VI:
Filosofía de la religión (Teodicea)
¿QUE ES LA FILOSOFIA DE LA RELIGION?
La filosofía de la religión es el análisis filosófico de la religión, el intento intelectual de pensar la religión. Es una investigación filosófica, y por tanto racional, cuyo objeto son la Religión y el mundo de fenómenos en los que se manifiesta.
Llegar a conocer a Dios, al Dios verdadero, eso es lo que significa recibir la esperanza. Para nosotros, que vivimos desde siempre con el concepto cristiano de Dios y nos hemos acostumbrado a él, el tener esperanza, que proviene del encuentro real con este Dios, resulta ya casi imperceptible.[82]
La etimología o semántica de la palabra con la que originalmente se designa una cosa, en nuestro caso el fenómeno religioso hace referencia a aspectos reales de la misma significados por ella, una especie de denominación nominal que nos permite conocerla en una primera aproximación.
La filosofía de la religión es el análisis filosófico de la religión, el intento intelectual de pensar la religión. Es una investigación filosófica, y por tanto racional, cuyo objeto son la religión y el mundo de fenómenos en los que se manifiesta. Se trata de una disciplina moderna, surgida en el ámbito intelectual de occidente. Incluye temas que fueron ya examinados por la reflexión de la filosofía antigua y medieval, pero no los plantea únicamente en torno a Dios, y a lo divino, sino también en torno a la condición humana- histórica y finita, y en torno al lenguaje.[83]
La filosofía de la religión no tiene tras de sí una tradición de pensamiento firme, sólida y del todo coherente. Ha sido necesario un largo camino de altibajos y oscilaciones metodológicas para verla como disciplina relativamente bien definida. Muchos autores han hecho filosofía de la religión sin ser del todo conscientes de ello, y sin establecer claramente los postulados de su método. Otros creían hacer filosofía de la religión cuando en realidad hacían teología natural, o critica secularista y destructiva de la religión. La filosofía de la religión es una rama de la filosofía, como lo son la filosofía del arte, de la ciencia, de la técnica, del derecho. Es, por tanto, indagación racional del hecho religioso. Supone una separación entre filosofía y religión, y a la vez postula una relación entre ambas visiones o concepciones de la realidad. Entiende que entre religión y filosofía hay distinción y también complementariedad.
Existe distinción, porque la religión se refiere directamente al fin último y trascendente de la persona humana, mientras que la filosofía es una búsqueda especulativa de la verdad. La religión encuentra en la divinidad su principal interlocutor. La filosofía tiene al hombre como autor primario en su impulso hacia la sabiduría y el conocimiento. Existe complementariedad, porque la verdad es única y no hay espacio inteligible donde contraponer verdades religiosas. La filosofía puede llevar a cabo una función preparatoria respecto a las creencias religiosas: y realiza además una tarea hermenéutica e interpretativa, que favorece una mejor comprensión de las ideas y sentimientos sobre lo sagrado.
La religión ha mantenido y mantiene un poder sobre la humanidad que no es comparable a otras influencias. Santos y mártires han configurado su personalidad en el crisol de la religión. Reformas y revoluciones han nacido en terreno religioso, criminales y hombres de inteligencia desviada se han visto transformados y elevados a niveles altos de existencia luego de haber aceptado creencias en Dios y en el más allá. Una superviviente de un campo de concentración escribe que prácticamente los únicos que lograron conservar su dignidad en el cautiverio fueron hombres y mujeres animados por una fe religiosa. Es propio del talante crítico de la filosofía, aplicado al terreno religioso, no dar nada por su puesto antes de una razonable comprobación. La filosofía trata de examinar que puede y debe considerarse verdadero y racionalmente aceptable en religión; y analizar las pruebas y los argumentos que se esgrimen a favor y en contra de las afirmaciones religiosas, así como valorar los prejuicios que actúan en este campo.
La filosofía de la religión combina consideraciones metafísicas (qué es el ser de las cosas), epistemológicas (que es y cómo se realiza el conocimiento de la realidad), éticas (que hace las acciones humanas ser buenas o malas), lingüísticas (qué relación existe entre misterio y lenguaje), e históricas (como influye la historia en la comprensión y en el desarrollo de la religión en el hombre). Nuestra disciplina no trata de convencer o persuadir, sino de presentar las ideas y categorías religiosas básicas en un marco de inteligibilidad, que tiene en cuenta las creencias y la historia cultural donde se han formado y evolucionado. No se ocupa de ninguna religión concreta, aunque use elementos o aspectos de religiones particulares para aclarar o ejemplificar determinados conceptos y nociones. Le interesan los aspectos comunes a todas las religiones.
Pueden ser considerados filósofos de la religión los autores que adoptan con ella una actitud reflexiva, global y critica acerca de su naturaleza como hecho humano e histórico, a fin de valorar su papel y significación en el desarrollo del hombre y de la mujer. Hay que subrayar, sin embargo, la doble utilidad de una apertura personal a la religión y de un conocimiento adecuado del cristianismo, para entender mejor, a partir de este, los ecos y las consonancias de otras religiones.
LA FE FILOSOFICA
Es un mínimo presupuesto para la prueba sobre la existencia de Dios y consiste en un proceso intelectual que se vuelve hacia la fe o la busca, y a su vez la fe para no ser un ciego conocimiento se vuelve al entendimiento.
Ventajas que hay en repasar las pruebas que los filósofos han elaborado para afirmar la existencia de Dios. [84]
Nos permite presentar desde la filosofía de la religión el misterio de Dios notándose en la argumentación de cada una de ellas un esfuerzo serio de la filosofía que comprende en el fondo un dialogo enriquecedor entre la razón y la fe como dos dimensiones constitutivas en la unidad del ser humano.
¿Lo sagrado es totalmente distinto a lo profano?[85]
Lo sagrado se piensa como aquellas cosas, reacciones anímicas, actitudes, emociones, realidades, instituciones y personas que por ser sagradas se les separa de un uso profano para dedicarse a la divinidad.
LA RELIGION [86]
¿Qué es la religión?
Es una de las más antiguas y naturales ocupaciones del hombre. La religión es un sistema de creencias y prácticas que existen de hecho en el mundo. Nos referimos en este sentido a la religión cristiana, la religión budista, etc. Existe una afinidad entre los dos sentidos, objetivo y subjetivo, porque los actos interiores de religión se suelen construir y finalizar en torno a una religión histórica determinada.
La religión se basa en la inclinación instintiva de la totalidad de la existencia humana hacia lo que el hombre piensa que le trasciende. En la actitud religiosa se percibe la existencia de un nivel preternatural de la realidad, que interseccióna en determinados lugares y momentos con la realidad natural.
Las religiones practicadas en nuestro planeta a lo largo de la historia son incontables. Las que hoy conocemos no se han originado a partir de una presunta revelación primitiva de Dios a la humanidad. Tampoco parecen tener su origen en una religión natural de características racionales.
Método
La filosofía de la religión es para algunos una disciplina problemática. La tensión entre los términos que su título incluye se convierte, según la opinión de sus criterios, en una contradicción. La filosofía implica evidencia, demostración racional, pruebas en las que dominen en la lógica y el método rigurosos. La religión, en cambio, implica trascendencia, y vive un aspecto de la realidad donde se hacen presentes y operativas energías y potencias del ser humano que no son intrínsecamente racionales o del todo racionalizables.
En nombre de la filosofía han contrapuesto filosofía y religión (racionalidad y fe) algunas corrientes del pensamiento moderno, como el humanismo ateo postulatorio de Ludwig Feuerbach y Nietzsche, que consideran la religión como una forma alienante de la existencia como hombre; el materialismo dialectico, que ve en la religión una superestructura de origen sociológico; el positivismo de Auguste Comte, para quien la religión sería un estadio primitivo en el desarrollo de la humanidad; y el neopositivismo contemporáneo, que clasifica la religión como un conjunto de ideas vacías, fundadas en proposiciones lingüísticas inverificables.[87]
Las posturas adversas a una filosofía de la religión bien entendida no consigue tener en cuenta, dados sus presupuestos negativos, que el objetivo de la filosofía es reflexionar sobre los fenómenos y el mundo de la conciencia humana a fin de descubrir su estructura y sus leyes fundamentales. La filosofía de la religión no es un tratamiento neutro de la religión. No hay tanto filosofía de la religión como filósofos de la religión. Detrás de cada ensayo de filosofía de la religión hay un hombre de carne y hueso, con sus ideas, convicciones, sentimientos, ilusiones y experiencias.
Ninguna reflexión crítica sobre la religión puede ser eficaz sin un método adaptado al objeto religioso. La sintonía interior debe ir unida al sentido crítico. Hay que mostrar simpatía hacia aquello que se juzga, para que el juicio sea acertado y se haga con conocimiento de causa.
El estudio filosófico de la religión solo es válido si respeta a la vez las exigencias de la fe y las de la razón. Muchos desconocen lo específico de la experiencia religiosa, o no tienen en cuenta el carácter racional del método filosófico. Los racionalistas acaban por evaporar esta, mientras que los fideistas eliminan aquella. Unos se dedican consciente o inconscientemente a destruir la religión y los otros a disolver la filosofía.
Disciplinas afines
La filosofía de la religión no debe confundirse con disciplinas propiamente teológicas, como la teología fundamental. Tampoco equivale a la teología natural o teodicea. Se distingue así mismo de la ciencia de la religión, la filosofía religiosa, y la historia de las religiones. La unión de filosofía y religión, que constituye lo propio de nuestra disciplina y determina su método, podría hacer difícil para muchos distinguir adecuadamente la filosofía de la religión y la teología que exige la unidad de la razón y la fe.
Filosofía de la religión y teología natural se consideran, no obstante, disciplinas diferentes, aunque no sea siempre posible distinguirlas con absoluta nitidez. El campo de la filosofía de la religión es más amplio que el de la teología natural y cuenta con un método que incorpora datos y aspectos antropológicos, derivados de la fenomenología y psicología religiosa, que no le son necesarios a la teología natural.
La filosofía de la religión no es la filosofía religiosa, que se ha cultivado en la antigüedad y ha reaparecido en diferentes momentos de la historia de la filosofía. La filosofía religiosa nace de una convergencia o concurrencia de filosofía y religión, en la que la filosofía es absorbida en último término por el elemento religioso. La religión invade a la filosofía y acaba por dominarla. Hay aquí una visión sapiencial y unitaria del mundo, que incluye también lo divino como uno de sus aspectos no del todo diferenciado de los demás.
¿Cuál es el sentido de una prueba de la existencia de Dios?
Probar no significa aquí demostrar estrictamente que Dios existe, más bien se trata de partir filosóficamente del fenómeno religioso tal como aparece a la conciencia religiosa; así la prueba es verdad de fe y la fe realidad de la prueba; entonces la prueba es un indicador que concluye por qué los seres limitados necesitan de un ilimitado. El aporte dado por la mitología y la poesía para reflexionar sobre la existencia de Dios no busca describir la naturaleza de la divinidad, sino que se dedican a reflexionar de un modo sencillo y con lenguaje del pueblo sobre este Misterio.
LOS PRIMEROS FILOSOFOS ENCAMINAN LA PRUEBA DE LA EXISTENCIA DE DIOS
Anaximandro: afirma el principio del Apeiron que significa lo indefinido, lo ilimitado, no engendrado y por lo tanto eterno.
Pitágoras: habla del UNO; permanente, inmutable, eterno e inmóvil, distinto de los demás, esencia de todas las cosas.
Empédocles: hablando de la diversidad de los seres y sostiene que proceden de un principio generador (Dios), aunque no lo refiere explícitamente.
Frente a las pruebas de la existencia de Dios se puede comprobar dos hechos: su impresionante arraigo o tradición en la historia del pensamiento, por otra parte: la pérdida de su antiguo poder de convicción ante el hombre actual, a quien no obstante, le siguen fascinando.[88]
LOS TRES PENSADORES ELEATAS QUE PRESENTAN LA EXISTENCIA DE DIOS
Sócrates:
Dios es espíritu, la voz es la conciencia que se revela a través de sus obras como omnisciente y omnipotente, es un Dios que dirige y mantiene en orden el mundo, se hace visible en las obras inmensas. Es la razón continua de todo bien.
Platón:
Lo define como un ser único, trascendente, espiritual, inteligente, ordenador y gobernador de lo grande y de lo pequeño, no es causa de lo malo. Es la idea más perfecta, el sumo bien.
Aristóteles:
Lo concibe como el motor que da movimiento a todo, es acto puro porque no depende de nada, es absoluto y necesario.
ARGUMENTOS DE LA EXISTENCIA DE DIOS
El concepto de Dios existe en los hombres, existirá o no existirá Dios, pero todos sabemos que queremos decir cuando hablamos de él, para aceptarlo o rechazarlo, un ser superior no de este mundo sensible al que debemos veneración y respeto.
Responde el materialismo: no existe sino la materia lo que es perceptible por los sentidos, luego Dios no existe sería un ser inventado por los hombres como hipótesis.
Panteísmo: creen que todo es Dios. Dios no es un ser extra mundano, Dios es el conjunto de los seres que tienen en si una razón de existir, no en otro fuera de este mundo que es eterno y lo abarca todo.
Agnosticismo Modernista: experimentamos ciertas sensación de que Dios existe, cierta inclinación y necesidad de acudir a él es un impulso natural que nos lleva a pensar que Dios existe, que tiene que haber un más allá.
Tradicionalismo: afirma que el origen de nuestras ideas y certezas no son las cosas ni la actividad de nuestro entendimiento sino una relación primitiva hecha por Dios a los primeros hombres, que llega a nosotros transmitida por transmisión familiar.
LA ESENCIA DE DIOS
Hay que evitar dos errores respecto a la esencia de Dios.
Antropomorfismo: aplicar conceptos de los hombres a Dios.
Agnosticismo: negar que de Dios podamos decir algo positivo.
Las pruebas de la existencia de Dios es el problema cumbre de la metafísica, pues es el ente máximo por excelencia y tanto lo es que todos los filósofos de peso han tenido en cuenta y en primera línea este problema, contando con los filósofos paganos como con los presocráticos.
El problema de la existencia de Dios ha tenido a través de la historia de la filosofía tres grandes etapas:
Etapa de preparación
Etapa de elaboración
Etapa de depuración.
PROPUESTAS FILOSOFICAS PARA LOGRAR LA UNIDAD ENTRE FE, CIENCIA Y VIDA
Interpretaciones no formalmente religiosas del mundo
A través del hombre y de la mujer, la religión se relaciona hondamente con la ciencia, la ética, el arte y la técnica. El ser humano no es solo un ser religioso, sino que despliega su naturaleza propia en las actitudes científica, artística y técnica, así como en el comportamiento moral. Hablar del hombre religioso, científico, artístico, ético y técnico no significa referirse a comportamientos estancados de una personalidad, adecuadamente distribuida en sectores vitales. El hombre es por naturaleza un ser pluralista que atiende simultáneamente a las diferentes dimensiones de su constitución somático-espiritual, tal como es vivida y desarrollada en el mundo.
El hombre religioso es capaz de percibir el hecho de que el mundo recibe gradualmente forma y se convierte en habitación realmente humana, solo mediante el desarrollo que tiene lugar en la ciencia, el arte, la moral y la técnica, es decir, mediante lo que se suele llamar cultura. [89]
RELIGION Y CIENCIA
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