Enfadado con la humanidad. Compilación de breves textos críticos socio-filosóficos-políticos
Enviado por Alberto JIMÉNEZ URE
- De cierto os digo
- El discurso político-filosófico del miedo (2015)
- Bajo la ?dictadura socialista/comunista? venezolana (2015)
- Breves sobre la libertad y juicio (2015)
- Considerando que un auténtico patriota grande no debe vivir bien [?] (2015)
- Anhelo que el ?sector agavillado de la intelectualidad venezolana? reflexione (2015)
- El abuso, sus metodologías, apologetas y ex profesos
- El rictus de una agónica democracia latinoamericana (2015)
- Hipócritas pretenden invocar el ?efecto placebo? enmascarando el ?exterminador? de la humanidad (2015)
- Inauditables que invalidan e inhabilitan (2015)
- La homo discordiatoxis (2015)
- La secta ?los hijos del comandante-supremo-presunto-sempiternamente-difunto? (2015)
- La ?conciencia universal del bien? (2015)
- Ultrajes (2016)
- Parecen y son peligrosos, luego ?sancionables? (2015)
- La pesadilla americana y su crisis humanitaria (2015)
- La tránsfuga/caca inmunda se propaga, dañina, con cualquier brisa (2015)
- La fatua legitimación del ?crimen de funcionariado? (2016)
- El terrorismo cabalga encima de la omnipresente industria mundial de armas (2016)
- La ignorancia política de enajenado y la auto-infligida (2016)
- La opulenta, apertrechada y salvaje ?izquierda? latinoamericana (2016)
- Ni con plataforma fraudulenta los terroristas lograron ?legitimarse? (2016)
- ¿Qué es un ?golpe de Estado ejecutivo, judicial y militar?? (2016)
- Supremacía del dólar doctrinalmente investido de ?socialista? (2016)
- El tricéfalo y salvaje ?capitalismo? gemelo del ?comunismo bestial? (2016)
- ¿Qué es el ?medalaganismo?? (2016)
- El ?magnanimoísmo? (2016)
- ¿Qué es el comunismo? (2016)
- ¿Qué es una revolución? (2016)
- Venezuela es un país falsificado por sodomitas (2016)
- Notas
(El escritor Alberto JIMÉNEZ URE en dossier fotográfico cortesía de SZINÉTAR)
(-I)
«He sido más fuerte sin registros personales de enemigos por mí fomentados, sin embargo los tengo fortuitos a causa de intelectual y doctrinalmente contender ante la Humanidad: pero, no yerro al inferir que la Muerte semeja más a quienes confeccionan hermosas botas militares para algunos individuos»
«La venezolana de exportación es una oligarquía socialista presunta: pero sí opulenta, apertrechada y salvaje»
«La determinación y capacidad que alguien exhiba/demuestre para matar, robar, ultrajar personas o normas (supra) nacionales e infundir pánico es lo que impulsa infame y expeditamente su trascendencia. Pocas veces la respetabilidad u obra intelectual, científica, tecnológica, investigativa, social, laboral o moral de un ciudadano le confiere notoriedad. Por ello sostengo que, similar a ranas venenosas como la Phyllobates Terribilis, la Humanidad exuda veneno»
«Todos los seres más o menos inteligentes estamos obligados transitar libres porque humanos»
(Alberto JIMÉNEZ URE/Noviembre 2016)
El discurso político-filosófico del miedo (2015)
«El ciudadano ideal para satisfacción de los mandatarios proclives al Discurso del Miedo es quien trémulo mira, escucha, calla, oculta y otorga sin que a ese forzoso consentimiento o acto de inmerecida reverencia preceda su Juicio: que debe infaustamente suspender a favor de su seguridad personal»
No refutaré que el Miedo haya servido a millones de seres humanos para sobrevivir en un mundo donde, con in-imaginadas formas de crueldad, los más notables entre quienes miran al Estado e instituciones públicas como su Excretorio de Palacio Presidencial (y donde convergen o se congregan las mofetas internacionales que exigen trato de dignatarios de repúblicas) pagan asesorías a expertos en la «Urdimbre del Terrorismo de Gobierno e Insurrección Permanente».
Aun cuando sea indiscutiblemente eficaz, el «Discurso Político-Filosófico del Miedo» no logra merecer una categoría epistemológica porque es exclusivo de escatófagos y cualquiera sin instrucción o cultura es apto para pronunciarlo. En «Tribulaciones de Radio, Televisión y Multimedia», un[a] escoria uniformada de militar o trajeada de caballero formal que tenga poder de mando puede proferir, a su antojo, «que freirá las cabezas de sus opositores» y «los exterminará» tras instigar a sus mercenarios para que procedan.
El Miedo no es una «categoría filosófica», cierto, empero sí cualidad de la antiquísima propaganda lapidaria para la dominación política con fines macabros. Hoy, bochornosamente, se discute si es o no «crimen de guerra» ejecutar a comunicadores sociales por informar. También a civiles por sólo escapar de países de súbito convertidos en campos de batallas entre quienes exhuman al «Califato o Islamismo Exterminador», «Marxismo», «Stalinismo», «Maonismo», «Nazismo» y «Hegemonismo de Tirano Hispanoamericano» que se creían sepultos. El «Discurso Político-Filosófico del Miedo» evidencia «Que el Goce y Disfrute de la Crueldad» es fraudulenta y universalmente constitucional. Es decir: está instituido en las psiquis de los adeptos del genocidio, y no requiere de explicaciones complejas. Existieron y todavía nacen mujeres u hombres sin inteligencia e inescrupulosos: seres adeptos a las Abominaciones Cayo-Caligulayas [01] y capaces de provocar crisis humanitarias en cualquier parte.
El «Discurso Político-Filosófico del Miedo» tiene vigencia universal. Ha destacado en Irak, EEUU, Rusia, Corea del Norte, Siria, Gaza, Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Argentina: países en los cuales los «presidentes» suelen ilegitimarse cuando hablan y ordenan actuaciones que suscitan «crímenes de guerra», la «perversión de la Justicia», «exclusión», «segregación», «persecución, «encarcelamientos de disidentes», «racismo» u otros delitos.
El Torcido, Ignorante y Deplorable [Dis] curso Político del Siglo XXI no está sorprendiéndonos, sino que nos confirma a los pobladores del Mundo lo siguiente: los «faraones», «majestades», «emperatrices», «emperadores», «monarcas», «califas» y «tiranos [norte-sur] americanos» están peligrosamente vivos.
(II) EL PROGRESIVO MIEDO, TERROR Y PÁNICO DE QUIENES NO «GOBIERNAN» SINO QUE «COMETEN» (2015)
«La Ética no es una atribución reservada a ciertos individuos, sino una cualidad de exiguos al mando y millones de víctimas que pacientemente soportan al Corpus de Cúpula Perversa de una sociedad»
¿Quién es tan arrogante o presuntuoso capaz de afirmar que no ha experimentado esa trilogía de «sentimientos de orfandad» que atribulan a racionales e irracionales? El Ser Humano no irrumpe hacia la realidad, lo «eyecta» una «mater» que lo ha engendrado en sus entrañas con la previa complicidad de un «pater». Cuando un recién nacido llora lo hace por «susto ante lo novedoso desconocido» donde tendrá que lidiar. Se mostrará ansioso-temeroso. Si logra vivir más de quince años, sabrá qué significan el «miedo», «terror» y «pánico».
No son sensaciones fumosas o imaginarias: conforman nuestra psiquis y conducta en sociedad e intimidad, nos estigmatizan más o menos cobardes, valientes e hipócritas y emergen cuando tenemos que encarar problemas o enfilarnos contra cualquier amenaza potencial. Tengo dos clasificaciones del «susto»: A) El «originario», que procede de los instintos de supervivencia y B) El «infundido», que suelen emplear los políticos, militares, policías, catedráticos, sacerdotes, villanos comunes y abusadores en sus relaciones interpersonales de afecto o chantaje. El primero no perturba demasiado a los individuos, pero, el segundo sí lo hace: porque genera mucha discordia y falsos concilios de avatar. En los quehaceres cotidianos, el «Susto Infundido» socaba psicológica y peligrosamente a las personas. Quien lo emplea se propone que sean asuntos ineludibles en nuestras vidas el «miedo» (grado inferior del «susto»), «terror» (summun considerable) o «pánico» (tremens fase, a veces letal por precipitarnos al suicidio)
Los catedráticos saben que pueden extorsionar a sus alumnos mediante decisiones de índole académica. A causa de nuestra presunta desobediencia e inmorales comportamientos, los sacerdotes-pastores de sectas religiosas propagan que «[ ] seremos castigados enviándonos a otro e infernal mundo [ ]» (lo cual es ridículo por cuanto Dios tendría al Demonio por aliado y encargado de los castigos) Las parejas e hijos, entre sí, utilizan ese recurso para la consecución de distintos fines de naturaleza familiar-emocional. Empero, a los políticos y militares con mando sobre naciones gusta infundir «pánico» para intentar blindarse y permanecer incuestionables frente a ciudadanos que les han conferido responsabilidades de gobierno y a los cuales traicionan. Por ello, la «Institucionalidad Política-Castrense» se ha constituido en lo peor e innecesario que padecemos los ciudadanos en distintas repúblicas.
Los políticos y militares son proclives a desviarse del camino señalado: a pervertirse y mercadear con los sufrimientos que urden, transformándose en enemigos gratuitos de quienes les otorgan mandatos. Consecuentemente, no ignoran que podrían despertar al mitológico y dormido Vulgo-Monstruo que nos consolará emprendiéndoles cacería. La sangre humana, con alevosía por vampiros succionada, no huele a concordia: brota de las heridas que infligen y deja trazas. Por ello, cada día se rodean de más ultra-pertrechados custodios-mercenarios. El pueblo comienza a inspirarles «miedo», «terror» y «pánico». Porque ciertas deudas sociales no se pueden declarar impagables. El fortuito y fértil odio que fomentan germinará en mujeres y hombres que igual los calificarán como «enemigos» y «objetivos de guerra». Cuando la venganza que ha hibernado despierta, nunca sobreseer a culpables es una medida sustitutiva de pena. Entonces, en presencia de todas las auténticas personas del planeta, propugno distinguir con el Doctorado «Honoris Imbécil Causa» a cada excreta al mando de una república que presuma infalibilidad. No mata, pero cualifica y drena.
Bajo la «dictadura socialista/comunista» venezolana (2015)
(«Cesación de patria», «abastecimiento», «servicios públicos», «Estado de Derecho y Justicia», et.)
«Formulan que prosiguen con los heroicos actos independentistas de Bolívar mientras cometen atrocidades de recién llegados parias de la Patria, entre las cuales regalar o hipotecar a la Nación haciéndola más vulnerable ante franquicias de vampiros y sátrapas»
Cierto, actualmente Venezuela es «La Otra» que la Historia Contemporánea registra: empero, también «La Misma» en curso con algunos protagonistas de relevo que exhiben vestimentas de otros colores. Recuerdo cuando aquellos corrompidos socialdemócratas parecían más ilusionistas que hombres de Estado o representantes del pueblo, en el Palacio de los Hedores y el Sin Sesos Nacional: dos instituciones con tradición alevosa de albergar a delincuentes confesos y convictos. Ellos inferían acertijos y empleaban metalenguajes. Sus discursos no eran enrevesados, sino «reversibles».
Sin embargo, las tragedias que hemos padecido los ciudadanos venezolanos a causa de forajidos al mando se han agravado durante el despegue de esta todavía púber centuria. Infortunio que tuvo un ya sepulto autor intelectual y material: destacado «Paria de la Patria» al cual la que «Propaga y Anda» de la Tele-Oculta Estatal califica como «Comandante Supremo». Ese que denigraba al pueblo y violaba, a su antojo, la Constitución Bolivariana de 1999 que hipócritamente impulsó: lo digo porque, sin dudas, lo que en realidad siempre quiso fue imponer el «Pauperismo del Siglo XXI» enmascarado de Socialismo.
La «cesación de patria», «legitimidad de Funcionario Mayor Cívico-Militar», «Estado de Derecho y Justicia» [et.], mediante la confiscación o desconocimiento de las instituciones en nuestro preterido país, conforman la prueba fundamental de la mala testa y peores intenciones de una casta adepta al Totalitarismo: que nos humilla con «El Gran Apagón de la República», hambreándonos e irrespetando nuestras magnánimas decisiones. Nos han prohibido el acceso a la Tesorería Nacional, a los Bienes y Servicios Públicos, proscrito la Libertad de Prensa y Conciencia, el Libre Acceso a los Alimentos y otros productos de consumo masivo, el Derecho a Informarnos de los Asuntos Financieros del Estado y nuestra Soberanía.
Sobrevivimos como si estuviésemos en Situación de Guerra o Catástrofe Natural. Pero, hay que decirlo sin circunloquios: nuestras penurias iniciaron ulterior a los primeros viajes del adventicio «Paria de la Patria» hacia la isla donde se congregan y urden los veteranos de la «Tiranía Hispanoamericana» que ha logrado –macabramente- imponer sus costumbres o hábitos delictivos en Centro y Sudamérica.
Los venezolanos perdimos nuestra Soberanía sin previamente ser consultados en plebiscito. Lo más grave es que, previo expuesto fraude, el canalla y fascista que írrita e ilegítimamente le sucedió en el mando al presunto «Comandante Supremo» (ese no de nacimiento ciudadano venezolano que afirma ser su hijo, un individuo sumiso al Crimen Político Transnacionalmente Organizado) también recibe órdenes del Patriarcado de la «Tiranía Hispanoramericana».
A hurtadillas y amparo de la obscuridad, viaja para ser colocado en decúbito. Luego regresa para informar sobre los novísimos vejámenes que, mediante decretos, nos impartirá en nombre de un gobierno que tampoco paga e inculpa a los buitres y otros animales de su incumplimiento de responsabilidades administrativas. Su cháchara es de libreto internacional. Los socialistas/comunistas devastaron todas las empresas públicas y privadas del país, nos condenaron a vivir sin patria y experimentar una muerte lenta.
Breves sobre la libertad y juicio (2015)
«Recuerdo que cuando yo vivía la Libertad y Justicia no eran por hackers alterables ni de software aplicaciones. Nadie podía vestir un manteo para luego presentarse en improvisados púlpitos donde intentar persuadir sobre la urgencia de abolirlas»
Ningunos otros «asuntos de interés público» inquietan y enfadan más en el Mundo que la «Libertad» y «Juicio». Cuando una persona pide la primera, vehementemente grupúsculos con (¿poderosos?) [02] nexos urden encarcelarla por «amotinamiento» y a quien, con persistencia, se muestre pensador, nunca faltarán quienes lo sitien: empero, no sin antes advertirle «que evite nadar en lo profundo de ciertas cosas» porque podrían ahogarlo y hacer que permanezca inhallable en el fondo, donde la existencia ya no escuece. Todos caminamos en una «cuerda siempre floja y frágil», motivo por el cual en cualquier momento precipitaremos hacia eso enrarecido que nos mueve en un escenario o nos desaparece de él.
La vida es una peligrosísima aventura en la cual agresores, humillados y ofendidos cohabitamos promiscuamente. Un día el que estuvo en «decúbito» irrumpirá «falotrador» de ese que lo sodomizaba. Lo llamarán «líder» porque nada es más importante que la venganza o vindicta. Violadores lo son y serán sólo durante lapsos e igual defensores de la «impartición de justicia». El «liderazgo» es pariente cercano del «hartazgo» y encuentra en la «conspiración» su letra no muerta, esa que temprano publicará en todas las «redes de disociados».
Luego de satisfacer sus necesidades más elementales (beber agua, comer alimentos y resguardarse frente a diversos avatares), de prisa los «seres menos inhumanos» intentan asociarse territorialmente en los lugares más propicios: donde, también rápido, todos platican sobre la «Libertad» y «Juicio» mientras se revuelcan en el lodo. Colisionan, pero irguen de nuevo en la «maestranza» donde se «lidian» unos a los otros. Sin embargo, a mitad de cualquier caótica discusión se impone la «Razón Robusta» y ella dicta que con «ataduras» o «mordazas» los racionales no pueden dignamente subsistir.
El «Caos» parió una «Civilización» que todavía no se despoja de sus aparentemente fortuitos enemigos. En su centrífuga se aparean quienes respiran y están «enlodados». Es decir: todos.
Nuestra especie puede ser «inteligente» a la vez que «viciada de brutalidad» claramente «conspirativa». Es más divertido y fácil vivir bajo el «Principio de la Perversidad Psíquica» que sujetarse al «Orden», la «Lógica» y «Entendimiento» que hacen posible la instauración y permanencia de las sociedades. La Libertad que gemela de la Perversidad se sabe tentada a participar en las fraternas y destructivas juergas de su consanguínea: por ello no la convida a edificar ni fomentar las mejores y civilizadas condiciones de existencia de la Humanidad, ello aun admitiéndose su hermana. No la segrega tras fijarle límites a sus actos por cuanto es impertinente. La «Libertad» y «Juicio» no pierden majestad, pero sí adherentes en tiempos de carroñeros (falaces «conciliadores») que pretenden «aventavejarnos» mediante la conjugación del verbo pacificar.
(V) Considerando que un auténtico patriota grande no debe vivir bien [
] (2015)
«Cuando padezcas sufrimientos no ofendas a los administradores de haberes públicos y parques de armas, vasallo, porque sus desperdicios recibirás por alimento antes de ser pasado por las fauces de bestias en las plazas mayores-provinciales de intendencia»
Los hechos indican que la República de Venezuela necesitaba una Élite-Política-Financiera-Revolucionaria Presunta que la distinguiese de sus disfuncionales y miserables habitantes. Por ello, resignados, millones de felices vasallos han de aceptar que su destino sea devaluarse: hasta el día cuando (por precariedad alimentaria, desabastecimiento, represión, inseguridad social, indigencia o enfermedades de pobres) acudan a sus citas con la Muerte persuadidos que era pecaminoso e indigno de un patriota grande vivir bien. Recuérdenlo: sin experimentar esa infinita dicha, también los detractores de los pretensiosos y apertrechados jerarcas del Hombrenuevismo Universal somos empujados hacia los abismos de la vorágine.
CONSIDERANDO
[ ] Que un auténtico patriota grande no debe vivir bien, sea adherente u opositor de la «Supremacía Adventicia», asumiremos que ellos nos aventajan aun siendo intelectualmente inferiores o criaturas de dudosa reputación. Somos la indigna contraparte que temprano advirtió, por pudicia o estupidez, que los buenos comportamientos sociales están sujetos a interdicciones. Además, que conductas deplorables no existen sino en la «imaginación difusa» de resentidos y envidiosos.
Los asuntos generales de las naciones propietarias de los estados nada semejan a las rencillas de alcoba por sexo, bienes inmuebles o billetardos, ni al abandono de responsabilidades paternas-maternas. Más allá de los aposentos domésticos, «Redes Multimediáticas de Disociados» y rabietas de ciudadanos estafados-extorsionados-vejados por la «Secta Los Hijos del Supremo Presunto», en las postrimerías una gran parte del goce y disfrute de los canallas está relacionada con las penurias que nos infligen sin distinciones de raza, posición social, credo o talentos. Borregos y ácratas, contad la siguiente bienaventuranza. En nombre de todos los sectores de la «Patria Grande Latinoamericana» y [ ]
CONSIDERANDO
A) Que nuestro linaje desciende de Don Simón BOLÍVAR Y PONTE: ese equivocado general con charreteras, espadachín-fusilero y pensador que abominó al arquetipo de sujeto que puja por perpetuarse en el poder para saquear los tesoros de las naciones con sus compinches [ ]
B) Que nos condenamos cada vez que permitimos a mujeres u hombres sabios nos instiguen exigir mejores condiciones de existencia [ ]
C) Que la dignidad no debe asociarse a petitorios de igualdad antes las leyes, protestas por devaluaciones, remuneraciones ajustadas a las realidades del mercado, ni presiones para recibir atención médica, ser abastecido o protegido por el Estado.
D) Que la «Patria Grande» necesita estar representada por los indiscutibles y legítimos miembros de la «Secta Los Hijos del Supremo Presunto» [ ]
DECLARO
A) Que sea considerada traidora de la «Unión de Repúblicas Latinoamericanas y del Caribe» a toda persona que intentare «alzarse en armas» contra los aventajados o solicitarles renuncien a sus cargos de gobierno por ser corruptos, criminales o incumplir a los mandantes de cada región.
B) Que previo sumarísimo juicio, los hallados culpables sean castigados con la «Pena de Comer Excrementos y Beber Orines» de la Casta Adinerada y Apertrechada durante un lapso no menor a noventa días, luego de los cuales serán devorados vivos por animales salvajes (sin excluir a ningún inicuo hambriento) en las plazas mayores de cada capital provincial de república.
En Mérida, Venezuela, a los veintisiete (27) días del mes de Mayo (04) del Año 2015.
(VI) Anhelo que el «sector agavillado de la intelectualidad venezolana» reflexione (2015)
«Admito que he conocido mujeres y hombres talentosos del Ambiente Político/Cultural Venezolano (varios ya fallecidos) Participé en convites con intelectuales y artistas en tiempos cuando, a pesar de nuestras discrepancias, éramos fraternos o tolerantes. Temprano, pocos ya mostraban cierta y memorable hostilidad manifiesta en su intriga perpetua. No los mencionaré porque mi propósito es la restitución de la naturaleza humana, esa que nada semeja con la discordia o violencia doctrinal»
Es obvio que, a partir del Año 1998, militares con mentalidad golpista empecinaron en demoler despiadadamente una institucionalidad con fisuras (de techo goteras) para edificar lo que hoy padecemos como la «V República Fraudulenta de Venezuela»: que ya, sin dudas, en declive irreversible. Nadie lo niega: nuestra Nación sufría a causa de los atropellos de quienes, durante décadas de corrupta y caricaturesca democracia, abonaron el territorio para que germinaran semillas de una planta en extremo tóxica que nos obligarían consumir: en el desayuno, almuerzo y cena, pero siempre mediante la infusión del «Terror de Estado Mayor Cívico-Militar» y con el uso abusivo de los poderes fundamentales (Judicial, Legislativo y Electoral) Dos inconstitucionales proclamas señalaron el sendero que transitaría la urdimbre de La Canalla en ejercicio de la corrupción, crimen de gobierno y devastación jamás experimentada e impuesta en ningún país habitado por fraternos:
A.- «La Revolución Venezolana es pacífica, pero está armada»
B.- «Quien no adhiera al Supremo Comandante Veneno será execrado, perseguido, segregado, destituido de tus trabajos, excluido, exterminado o encarcelado»
La «V República Fraudulenta de Venezuela» se instauraba bajo la supervisión de la Transnacional del Crimen Político Organizado (TCPO) frente a la cual destacaban varios e históricos genocidas. Un patriarcado senil que, a cambio de sus perversos consejos, comenzó saquear las inmensas riquezas del pueblo venezolano: inmerecidamente condenado a convertirse en mendigo mientras el «Jerarcariado» en nueva-rica del Hampa/Zurda Corporativa Mundial. Durante mis días de infantes, advertí lo que significa una poderosa organización internacional al vivir en urbanizaciones de The Creole Petroleum Corporation: donde mi abuelo y padre laboraron. Empero, aquella no fue de hampones: sino empresarios y empleados vigorosos, todos determinados a extraer y procesar los millones de litros de combustible fósil que la república necesitaba vender para desarrollarse.
La aún vigente V República Fraudulenta de Venezuela ha llegado a los extremos de repartir números y hacer listados para que, con impudicia, sólo sus activistas y consecuente clientelismo parasitario pueda adquirir: alimentos, teléfonos, computadoras, laptops, tablets, et. Lo he visto donde resido y otros lugares. Una de las amigas de mi hija menor fue atracada, al salir de nuestro hábitat, por delincuentes armados con pistolas de alto calibre: una de las miles que reparte a sus mercenarios el Gobierno Terrorista Bolivariano Falaz, para luego celebrar la venta de su robo en la residencia donde vive mediocre y corrompida Jefa Civil. Mujer a la cual suelen visitar motorizados que cubren sus rostros con pasamontañas.
Me afecta ver a ciertos intelectuales que creí amigos, mujeres y hombres inteligentes, mantener su adhesión a esa Compañía Transnacional del Crimen Organizado que llevó a la Nación Venezolana a padecer una inocultable crisis humanitaria. Porque no son brutos: saben que el Jerarcariado Cívico-Militar es facineroso, incorregible, fascista, apátrida y que jamás defenderá a ciudadanos ni nada que no sean las fortunas que han amasado durante la V República Fraudulenta de Venezuela. Tal vez no tengan testosterona para expresar, en las «Redes de Disociados», arrepentimiento. Pero, pueden declinar. Bajar su perfil y meditar. Hacerlo para (cuando la marea enturbiada con escombros no sea alta y aclare) convertirse en escritores, poetas, artistas plásticos, dramaturgos, cineastas y actores regenerados. Especialmente los que, en juergas o convites báquicos/dionisíacos, creyeron útil pagarle a sicarios para eliminar a librepensadores entre los cuales fui seleccionado. He sido, en el curso de la tiranía, «objetivo militar» de una «Guerra Política/Cultural Revolucionaria» por ellos imaginada, de siniestra propaganda.
(VII)
El abuso, sus metodologías, apologetas y ex profesos
«El propósito último de aventajados virtud a fortuitas causas políticas-financieras es el de jorobar a sus naciones serviles para condenarlas permanecer infinitamente rehenes y esclavas»
EL abuso, en todas sus formas y metodologías, debería ser causa suficiente para: A) Inhabilitar política y profesionalmente a personas B) Castigarlas con penas de prisión u otras sustitutivas, desterrarlas, execrarlas, multarlas con fines de reparación a víctimas y C) Discutirse en escuelas, liceos y claustros universitarios. Contrario a ese precepto, esa abominación prospera en sociedades para las cuales las constituciones y leyes son mamparas de la «Institucionalidad Judicial» ante el Mundo. Es obvio que los comportamientos antisociales y delictivos no impiden a ciertos individuos tener adherentes, admiradores, discípulos, feligreses, evangelistas [ ]
Los actos abusivos de los políticos en funciones de mando, por ejemplo, son absurdamente menos deplorados y hasta aceptados que los relacionados con el sexo «no consensual» o «violación», el «maltrato intrafamiliar en perjuicio de mujeres, niños u hombres», la «pedofilia», «acoso carnal-laboral», «incitación para delinquir», «hostigamiento físico», «crimen», «secuestro», «aprovechamiento de bienes e inmuebles públicos», «hurto», «apropiación indebida», «exclusión», «prevaricato», «obstrucción burocrática-administrativa», «invasión de propiedad y privacidad», «tortura corporal o sicológica» y «lascivia» destacan [ ]
Pienso que el más notable y grave abuso que puede infligir un individuo, o grupo atornillado en funciones de gobierno, es el relacionado con el «ejercicio pervertido de la «autoridad conferida». Porque las consecuencias de esa conducta criminal perjudican a todos pobladores de una república. El «Poder Político», cuyo ejercicio comporta el cumplimiento de un «mandato ciudadano», ha sido degrado y degenerado con saña por los peores hijos de patrias: empero, infaustamente elegidos para gobernar. En nuestro tiempo, hablar del «poder del mando» es hacerlo respecto al «Abuso de Autoridad» que lo define y estigmatiza.
El abuso tiene sus metodologías. Citaré principales: la «extorsión», «intimidación» y «soborno». También tiene ex profesos para quienes no es cosa distinta a un goce o disfrute morboso, pero de aceptación popular: ello por cuanto al Sector Envidioso, Resentido y Proclive al Fracaso del Vulgo le place la venganza e insidia. Por su parte, los apologetas son simplemente mujeres y hombres habilidosos en el Oficio de la Urdimbre por paga mercenaria.
Ubico entre los más aborrecibles y canallescos métodos de maltrato al Ser Humano la aplicación sistemática del «Abuso de Autoridad»: porque lo veja, ofende, empobrece, inferioriza, tortura, confina, segrega, confisca, desprecia, ignora, discrimina, oprime y en su fase extrema procura aniquilarlo.
(VIII)
EL «CACIQUE POST-MODERNO» (2015)
«Como si no bastase a ciertos hombres ejercer el Poder de Mando al modo de propietario obviamente de facto: ilegítimo, inmoderado y amoral, se imaginan caciques y fomentan ceremoniales en los cuales visten sus trajes»
Hubo un tiempo cuando quienes formaban parte de una «tribu» concedían que algunos (entre los más ancianos) condujeran sus destinos, empero por mostrar mayor sabiduría aparte de exhibir intachables comportamientos. Los llamaban caciques. En la Post-Modernidad ciertos e inaptos, aparte de corrompidos individuos, pretenden reeditar esa categoría de seres deshonrando la memoria de nuestros antepasados aborígenes. La figura del Cacique Post-Moderno es un pillo, ignorante, corrupto, ridículo y cínico al cual le place confiscar libertades y derechos fundamentales a naciones que fustigan para (con premeditación y alevosía) despojarlas de sus tesoros condenándolas a experimentar fortuitas penurias o vejámenes.
(IX) El rictus de una agónica democracia latinoamericana (2015)
«Los hombres se gastaron la vida y democracia que tuvieron»
(Jules MACDONALD PETROVICH, New Jersey, 1970)
Con rudeza extrema, la «Democracia Latinoamericana» es respecto a las libertades un corpus herido de gravedad. En estado agónico, sucio, desnudo y con mordazas, fue atornillado a una camilla/cruz de hospital ante el cual sus médicos y enfermeras (que también verdugos) no pronuncian plegarias. Está moribunda y sus dolientes sin fe por su recuperación. ¿Por qué? Intentar «salvarla» comporta emprender «actos insurreccionales» (reanimaciones cardíacas pulmonares, RCP) que no garantizan su recuperación: sino, el nacimiento sobre su mortaja de una espiguilla que rauda crecerá para transformarse en una especie de peligroso manzanillo arbóreo.
A nuestra jamás fidedigna «Democracia» la flanquean cuatro clases de alimañas: las «letales con pertrechos», «parias cooperantes», «concubinas» y «observadoras ciegas». Aun cuando ya fueren gozosas de providencias administrativas, todas esperan que fallezca para distribuirse, en desiguales porciones y conforme al Organigrama del Funcionariado Forajido de Estado, los «réditos» (caso que todavía hubieren) En cuanto a quienes somos epígonos o vasallos/esclavos/vulgata, no importará cómo nos auto-califiquemos u otros lo hagan, nunca seremos convidados al reparto de la tarta: pero, proseguiremos hacia La Nada que está en no se sabe dónde y que a todos en silencio aguarda.
Una tarde entre jóvenes, pócimas, disertaciones políticas y empatías, mi amigo (precoz filósofo/catedrático) Jules MACDONAL PETROVICH me dijo lo siguiente en un hermoso parque del Estado de New Jersey:
-«[ ] Afirmo que ninguna entidad, objeto o sendero bifurcado nos aguarda donde la muerte arropa, porque nada es realmente en la existencia [ ]»
Recuerdo que su enunciado produjo confusión a la mayoría en juerga improvisada, pero no a mí. Le repliqué:
-«[ ] Si algo confiere sentido a la existencia es sospechar que podríamos estar realmente vivos, felices y fraternos: que, por ello, de la Libertad somos dolientes [ ]»
Jules me miró fijamente. Urdía la forma de vindicar mi pensamiento refutándolo. Bebió intenso, desvió su mirada hacia cualquier parte y luego pronunció: «[ ] The mens spent what life, and democracy also, they had [ ]» (Los hombres se gastaron la vida y democracia que tuvieron) No quiero presumir que ambos fuimos anticipados virtud a ningún don extraordinario. Los seres humanos, en general, somos aptos para presagiar a partir de cada suceso des o afortunado. Si cada amanecer nos afecta los sentidos será por tangible. Tuvimos algo que fue una democracia caricaturesca, pero pujábamos con el propósito de hacerla real. Luego de tantos tormentos, las hijas e hijos de esa imperfecta que fueron investidos de mando para lograr su florecimiento la han denostado e infligido inmenso daño.
«No sorprende que los exterminadores de la Humanidad se arroguen la atribución de convocatorias internacionales para practicarse unciones fecales, como acicalándose, y alcancen el éxtasis con esos reality shows»
No son los «Gases de Efecto Invernadero» los que amenazan al planeta y especies que lo habitan. Empero, sí las tóxicas «flatulencias» de esos y esas bestias nada dignas congregadas en palacetes de naciones u organismos internacionales: cenáculos donde sus motivaciones son harto conocidas y en los cuales urden. En las repúblicas de donde proceden ejercen funciones de «azotes de barriada», sometiéndonos mediante inicuos «actos de jefaturales» (también descritos, en circunscripciones judiciales, como «de gobierno») En los inútiles y fastuosos convites de «excelentísimos», unos destacan más que otros: por sus expresiones «picarescas», «dramáticas», de «comediantes», «resentidos», «narcisos», «belicosos» o poses «mesiánicas».
Uno de esos sujetos frunció su entrecejo y propuso un «Tribunal de Justicia Penal Mundial» para juzgar a quienes socavan la Tierra: olvidándose de la Corte Penal Internacional en cuyo banquillo de acusados debería estar para ser condenado por violar, soberbiamente, los Derechos Humanos: en Ecuador, país que devasta virtud a un presunto mandato constitucional y conforme a los estatutos ilícitos de los (neo-tiranos) socialistas del Siglo XXI.
Cada cierto tiempo, los distintos «humanófobos» se suceden en la toma de la palabra. Todos, enemigos de nuestra especie: los que tienen fábricas de armas de guerra y las venden, que por ello tienen potestad para desaparecernos digitalmente. Con «bombas nucleares», de «hidrógeno», «químicas» y otras medio secretas. Al instante de escribir este texto, ninguno sabe cuánta pólvora se quema en combates entre «fanáticos de la violencia» que anhelan ser ovacionados por Alá, europeos cuyas conflagraciones no son tan «frías», «ultimomundanos» apertrechados con «escupefuegos» de origen imperial (rusos, chinos o «norteamericanos», según las preferencias e intereses financieros) y «civilizados» descendientes de aquellos degolladores franceses que ahora no emplean la «guillotina» ni los «azotes» sauditas sino «aviones caza bombarderos». En los cielos del planeta, en peligro de extinción, se perciben «objetos voladores sí identificados» defecando materia no orgánica para matar seres humanos.
Se sabe que el «Efecto Placebo» comporta una sanación imaginaria. No causa enfermedades ni científicamente las cura. Pero: el «Efecto Exterminador» se siente en la piel, es caliente y produce dolores físicos o psíquicos: es captado por los sentidos del «tacto», «vista», «olfato» y «oído». Por la Inteligencia o Razón Inmutable e Inmanente de la mayoría no trastornada. Señoras y señores que obligan ser reverenciados no son aptos para entenderlo. Alcanzan, tras timarnos, el «poder del mando político/financiero/militar» para defender el «Efecto Exterminador» de nuestra especie y el Planeta Tierra.
(XI) Inauditables que invalidan e inhabilitan (2015)
«Que nuestra náu/sea abundante a la espera de mirar cómo soberbios y confesos victimarios suplican en vano antes de recibir escarnios»
Es inconmensurable el malestar que a los venezolanos causan tantos y abominables sucesos históricos en tiempos cuando, sin aparearnos física o intelectualmente con ellos, cohabitamos un país donde degenerados en funciones de gobierno ufanan ser notables y explícitos forajidos. Conforme a lo cual, socavan el comportamiento «civil»-«izado» del ciudadano/víctima para convertirlo en individuo sin respeto hacia ningún otro en su vorágine de cazador de alimentos y otros productos fundamentales para quien se creyó humanista y tuvo que desatar su oculto egoísta. Mujeres u hombres que no son fraternos con sus semejantes siempre culminan esclavos de bestias/victimarias mayores en un nada novísimo organigrama social que desdibuja la auténtica naturaleza humana.
Sin embargo, las «bestias/victimarias» adeptas a eso que llaman «Hegemonía Comunicacional» tienen por enemiga a las «Redes de Multimedia» (pese a que tales no son rigurosamente de «sociables o amistosas», porque a todos nos iguala mostrándonos famosos aun siendo hostiles o concordes) donde todos denunciamos u ovacionamos los gravísimos crímenes que cometen quienes representan la «Institucionalidad de Estado». No estamos inmersos en eso que a los poetas profesos del Principio de La Levedad del Ser gusta calificar como «Ámbito de lo Etéreo». Nuestros padecimientos son reales: ciertos sujetos con poder enfurecen cada vez que alguno de sus mandantes o voceros de entidades internacionales les habla de «auditorias» u «observaciones» de eventos electorales de vital importancia para los pueblos, de la necesidad de «escrutar» la situación de los Derechos Humanos en las repúblicas, de la «Inmutabilidad de la Razón Suficiente» que obliga a mandatarios o ciudadanos comunes a cumplir y hacer cumplir sus «cartas magnas» (que lo son para la convivencia pacífica)
Las heridas infligidas a los venezolanos por los miembros de una cúpula de esbirros con mandos semeja a una mujer que ha «roto fuente»: y que no requiere de quirurgos expertos en cesáreas para eyectar la «Vindicta» que ha resguardado en sus entrañas. Los números uno y sucesivos agavillados en los Poderes Públicos («Ejecutivo», «Legislativo», «Judicial», «Electoral» y «Ciudadano») se exhiben infalibles, cierto: empero, vaticino que cada uno merecerá un «día de iracundia». No se trata que la tolerancia tenga límites, sino que es inaceptable en materia de violación sistemática de nuestros irrenunciables por humanos derechos. Los que se pavonean inauditables no trascenderán para «ad perpetuum» invalidarnos o inhabilitarnos en ningún asunto a quienes hoy los «pasamos por las palabras» anunciándoles merecidas flagelaciones.
(XII)
«La inquina [homodiscordiatoxis] contra y lesiva al prójimo nace del odio que una persona siente inicialmente por sí misma: la envidia, ineptitud, mala fortuna y mediocridad la sustancian»
La «Homo Discordiatoxis» es una enfermedad incurable, transmitida por la codicia y ataca exclusivamente al sistema psico-inmunológico de las personas. A temprana edad no sospeché sobre su «infalibilidad e inmanencia». Por ello, cuando por primera vez tuve la experiencia de mirar a través del microscopio, investigué si era o no posible que se tratase de una especie de parásito habituado alojarse en fluidos y excretas.
-«[ ] Hallaré una diminuta criatura pertrechada con un cuchillo y pistola [ ]» -me decía, con temor e infante curiosidad.
Sólo vi espirilos, nada que me sirviera para dilucidar y discernir sobre lo que causaba la Homo Discordiatoxis. No descansaría hasta descubrir algo revelador. Los seres humanos nos odiamos y exterminamos con suma irracionalidad, premeditada y alevosamente. Somos convictos adherentes de la violencia. En cualquier etapa de nuestras vidas, experimentamos esa rabia que deja cicatrices en nuestros rostros. Facciones y miradas conforman su más primitivo modo de manifestación. La sintomatología de esa pandemia también se presenta con frases lapidarias:
«[ ] Esa rata inmunda anda furiosa conmigo [ ]» -infiere alguien, ofuscado-. «[ ] Los malparidos e hijos de meretrices nos fornican y luego abandonan embarazadas [ ]» -replican ellas-. «[ ] Una de las balas de la cacerina de mi arma lleva tu nombre, ¡maldito! [ ]» -amenaza un sujeto a otro-. -«[ ] ¡Hay que matar a todos esos tipejos que roban la nación! [ ]» -proponen tanto las y los ebrios, drogados o sobrios en discusiones políticas de hogar o calle-. «[ ] Me pagas lo que me debes o mañana te verán con un mosquero en tu boca [ ]» -intimidan a un deudor-. «[ ] Quien por la causa patriótica muera honraremos [ ]»-. «[ ] Aquél cuyas intenciones de acabar conmigo en vientre esté morirá en el parto [ ]»-.«[ ] Cuando alguien te advierta que por sus manos fallecerás adelántatele [ ]»-. «[ ] Serás mi enemigo si no adhieres a mis propósitos [ ]»-. «[ ] Veo en quienes se rebelan contra mi gobierno los rostros enlutados de sus parientes [ ]»
En los contaminados de Homo Discordiatoxis destacan los fomentadores de la Violencia-Homicida. Que pueden exhibirse en ámbitos domésticos, escolares, de presidios, durante las protestas políticas y la praxis delictiva común urbana o vecinal. Sin menoscabar su origen, de cualquier forma que se instaure o imponga, la violencia siempre será abominable: empero, la doctrinal de gendarmería o miliciana destaca. La Humanidad, cuando se supo en peligro o fue consciente de ello, se organizó en sociedades para impedirla. Institucionalizó la urgencia de preservarse con las principistas categorías filosóficas de la Libertad, Elegibilidad, Transparencia, Igualdad, Fraternidad, Prosperidad, Propiedad y Seguridad. Conferiría responsabilidades a unos a favor del mantenimiento de la paz que regocijarían a todos, y que hoy se entienden como «poderes públicos».
Pese a lo cual y buenas intenciones, la «Homo Discordiatoxis» persiste y se propaga indetenible porque la codicia es una bacteria resistente: capaz de precipitar sepsia y se siente cómoda parasitando en el sistema psico-inmunológico de las personas. Unos quieren aventajar a otros, tomar los tesoros colectivos que por ello igual ajenos, lucir letales y temibles frente a los demás. De súbito irrumpen, enquistan y obstruyen las funciones cognitivas del Ser Humano al modo que lo hacen los virus maliciosos en software de sistemas computarizados paralizándolos.
(XIII)
¿CUÁNDO SOMOS «REVOLUCIONARIOS ANTI [COMUNISTAS] TERRORISTAS»? (2015)
«Dudo que alguien renuncie, por volición, a su libertad: empero, no discuto que alguien pudiera temer a quienes se organizan política y jurídicamente para impedir que la ejerza»
Soy revolucionario porque no adhiero ni doctrinalmente profeso la salvajada de apuntar con un arma a mi semejante, que, aun cuando platique en distinto idioma, habita el mismo mundo que yo. Más de la mitad de población del planeta está bajo querella de muerte y no es para la consecución de una mejor existencia, que ni siquiera quienes insensiblemente los dirigen titerescos la tendrán por igual convertirse en objetivos de guerra.
Soy revolucionario porque no siento odio hacia quien discrepa de mis ideas: no urdo destruirlo ni en concierto acometo acciones contra nadie.
Lo soy sin pretender convertirme en un individuo pudiente mientras otros se desplazan en lujosas máquinas de rodamiento o aéreas tras apropiarse de las riquezas de nacionales: soberbios, siempre custodiados y apertrechados.
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