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Teoria fundamentada en entrevistas realizadas a personas que asistieron a ceremonias de Yage en Colombia (página 5)

Enviado por camilo arenas


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"Mientras yo conozca mi enfermedad, me conozco yo mismo, y mientras me conozca puedo cambiar muchas cosas, como pude cambiar la rinitis, ya no la tengo, solo fue cuestión de intentarlo- ¿se curó de la rinitis?- no sé si podría decir de lo que me paso una "curación" porque eso depende que entienda usted por esa palabra- mire, el conocimiento que encontré en el yagé, que es como el vehículo que lo lleva a uno a encontrarse con el conocimiento y el taita como el conductor, es que la rinitis soy yo, yo no me puedo "curar" de yo mismo. La rinitis es un proceso, como un movimiento de mi cuerpo, lo que debo aprender es a manejarlo, no puedo quitarme la rinitis, debo dominar la rinitis, y así con todo, uno no le llega una enfermedad, uno solo pierde dominio, el yagé ayuda a darse cuenta de eso y recuperar el dominio sobre su propio ser. Y así uno dice que paso de estar enfermo a estar sano.- entiendo, pero me surge una duda, ¿Qué hace que uno pierda el dominio de su cuerpo y digamos desencadene una reacción alérgica?- la ignorancia, el creer que uno solo es este cuerpo que ve, y que no va más allá de carne y huesos. Se nos enseña a creer eso desde que nacemos, todos lo creemos así nos digamos católicos o cristianos. El hombre es un ser muy racional, y se nos enseña a creer en solo lo que vemos. Pero si pudiéramos ver más, nos daríamos cuenta que este cuerpo es solo una parte de nosotros." Felipe 19 años.

Posterior a la toma, consecuencia del vómito y de las alucinaciones o trance vivido, la principal sensación que se recoge es la de bienestar físico y espiritual.

Según los relatos de experiencias de toma de yagé, una vez se superan todas estas limitaciones y se empieza a sentir alivio, muchos ya en un estado de calma y tranquilidad, sienten apetito, señal de que ha habido limpieza y pronta recuperación, dando lugar a una experiencia y un trance algo más sereno y pacífico que da una sensación de descanso del cuerpo. "Llegue a sentirme muy bien, tranquila, en paz" Laura 52 años "La música me gustó mucho porque fue algo muy tranquilizante" Marian 19 años. "la bebida del yagé es como algo, una bebida espiritual que limpia y tranquiliza" María 12 años.

Reichel-Dolmatoff (1997) dice que la primera etapa de desintoxicación se presenta unos 30 minutos después de la ingesta y se expresa con vómito fuerte y defecación violenta, la alucinación es generalmente visual, pero puede comprender todos los sentidos, normalmente se ven imágenes geométricas, caleidoscópicas, selváticas místicas o religiosas. Reichel-Dolmatoff (1997) cree que puede existir un tipo de universalidad en lo que se alucina.

Reichel-Dolmatoff identifica tres etapas fundamentales por las cuales el sujeto atraviesa durante la experiencia visionaria o Pinta: la primera de ellas se caracteriza por la presencia de fosfenos, es decir, de figuras geométricas luminosas generalmente de formas abstractas, muy similares a las que se pueden observar a través de un caleidoscopio. La segunda fase se caracteriza por la visualización de imágenes mucho más concretas como por ejemplo animales o personas, y finalmente en la tercera fase se tiende a observar formas borrosas o difusas difícilmente identificables. (Vélez, 2007).

La codificación y el análisis de los datos recogidos en la investigación arrojaron y corroboraron una clasificación sobre los estados psicológicos de Vélez que se dan en el viaje extático producto de la toma de Yagé; tales clasificaciones pueden ser de cuatro órdenes, a saber:

  • 1. La reflexión: una introspección que realiza el individuo, un "pensarse a sí mismo". Este tipo de consecuencia puede tomar la intensidad de sujetos que afirman haber revivido episodios de su infancia que les permitieron, posteriormente, solucionar conflictos actuales.

  • 2. El despertar de facultades extrasensoriales: acá se ubica la adivinación, este orden produce sensaciones de percepción más allá de los sentidos. Ver algo o alguien que no se encuentra, acceder a una visión que ordinariamente no se ve etc.

  • 3. La faceta religiosa responde a que se pueden tener experiencias místicas o religiosas, como luces, Ángeles, etc.

  • 4. El bienestar que se siente días después de la toma, esto hace casi que único al Yagé, ya que sería el único alucinógeno que produce esta sensación de plenitud, bienestar, tranquilidad después de la toma. (Vélez, 2007).

"así hubiera sido en mi imaginación, pero si muy descansada" "Llegué a sentirme muy bien, como inmóvil, tranquila, en paz "Laura 52 años. "La música si me gusto porque fue lo único tranquilizante" Mariana 19 años

Muchas personas entrevistadas relatan como en el transcurso del ritual sintieron gran inseguridad por lo que pudiera pasar durante el trance. La inseguridad es un sentimiento que se asemeja al miedo por descubrir o experimentar situaciones nuevas y hasta el momento ajenas.

Normalmente, las personas durante la toma de yagé, experimenten una profunda preocupación por los posibles acontecimientos reales o mágicos que se presentasen, y de los cuales no se pudiese tener control, conllevando estos a la abertura de canales energéticos o espirituales que resulten contraproducentes a su sanación, diciéndolo en términos coloquiales, altera la inquietud de los asistentes a la toma de yagé que el "remedio resulte más caro que la enfermedad". Esta angustia es observada durante los momentos en que la persona va despertando de la situación de letargo que le provoca la toma. Este es uno de los momentos más angustiosos en los asistentes, pues saben que no son dueños de sus propias decisiones, sintiéndose incapaces de poderlas resolver. "…cuando el sueño se iba acabando, y me comenzaba a despertar, sentada en la misma silla que me senté, comencé a sentir mucha angustia de que la ilusión de mi padre desapareciera, porque era como volverlo a perder…"Laura. . "…él si había ido varias veces y hablaba de esa experiencia mejor dicho como lo máximo, como un espacio para la meditación, para quedarse en calma, para estar tranquilo, y jamm yo encontré de todo menos de tranquilidad, ni de paz, ni de nada de esas cosas…" Marian. "…cuando amaneció el taita me cerró completamente y él me miró, y él dice no sé, que me sacó un monstruo, que yo tenía ahí, que era un monstruo de angustia y de culpa y que él me lo estaba sacando…" Alejandra. "…Me dio bastante angustia, esa situación y desperté muy alterado…" Álvaro.

Antes, durante y después de la toma de yagé, quienes se hacen participes, especialmente las personas que asisten por primera vez, han manifestado sentir una enorme expectativa ante los posibles rumbos, las posibles vivencias, visiones y consecuencias que estos sucesos generen en sus mentes, cuerpos y vidas.

Hay sujetos que iniciando o pasado un tiempo bajo los efectos del yagé, no logran tomar autocontrol de las sensaciones y emociones, alucinaciones o pintas, que se les manifiestan, perdiendo así la paciencia y la calma. Este proceso se observa de forma casi constante cuando empiezan los efectos físicos o psíquicos en los entrevistados, por cuanto no desean perder el control que siempre han tenido y el hecho de tener que vomitar o de sentirse aplastados por el peso de los efectos, hace que se desesperen por no tener control sobre sí mismos. Esto ocurre igualmente en la experiencia de Mariana de 19 años, que se ve desesperada por convertirse en una especie de serpiente y ve cómo se arrastra de forma impotente hacia el lecho de un río. "El taita también me dijo que para mí era muy importante bañarme en un rio como el que había visto en mi sueño, pero que por ahí cerca no había ninguno, tenía que encontrarlo yo, porque era en ese rio donde podía lavar mis culpas"

Podemos aducir, finalmente, que los asistentes a las tomas de yagé, aparte de buscar una suerte de sanación de cualquier tipo, esperan encontrarse a sí mismos para auto ayudarse, por medio de la introspección, a subsanar sus errores e incapacidades y mejorar el estilo de vida espiritual y su relación con el mundo inmediatamente anterior. Todo este proceso puede entenderse, someramente, con un proceso que en psicoanálisis se llama Asociación Libre cuya autonomía interpretativa y práctica también depende del "paciente" o, en este caso, del tomante para la solución de esa vida que el inconsciente trata de tapar bajo las sombras del aparente olvido; por ejemplo, son muy recurrentes las latencias de culpas, los recuerdos escondidos y el pasado en toda su dimensión.

2.2. EL YAGÉ, RITO DE ANHELO Y CONVICCIÓN

En este subcapítulo quiero mostrar el ritual del yagé como la posibilidad que deviene por parte de varios entrevistados(as) de encontrar en la bebida formas de "tranquilidad", "cura" "confianza", "conocimiento" y "paz espiritual", que acentúan notablemente los testimonios favorecedores del yagé. Además, según las experiencias registradas en las entrevistas y relatos, desvelar las raíces que tiene la bebida como manera alternativa de aprendizaje humano y social y la conexión con el mundo natural y espiritual que muchos aseguran experimentar. De esta manera, de lo que se trata es de exponer una teoría del rito o una etnografía de este como formación, sistema o expresión social, a partir de los testimonios recogidos en el trabajo de campo y las maneras como ésta experiencia personal fue asumida por todos y cada uno de ellos, sus expectativas verificadas o naufragadas, sus anhelos, convicciones o fracasos con respecto al yagé. En otras palabras, pretendo establecer la importancia de la motivación y la expectación de las personas que apenas lo hicieron la primera vez y, naturalmente, la experiencia final.

Quienes asisten a la ceremonia de yagé, independientemente del espacio, forma, director o encargado que realice las ceremonias, se unen en un mismo sentir, que es la esperanza de encontrar respuestas, sanación, liberación, aprendizaje, sabiduría, entre otras búsquedas claramente avivadas por la convicción y la ilusión de solucionar y contrarrestar defectos. Tales deterioros, imperfectos o menoscabos pueden ser físicos, mentales o espirituales, propios o conferidos por la misma sociedad. Dos entrevistados que no quisieron por decisión personal figurar en la investigación, por lo cual se les mantiene anónimos, registraron una fuerte convicción de haber encontrado en el Yagé una cura a la adicción. Son conocidos los usos del Yagé para contrarrestar adicciones a sustancias psicoactivas; los entrevistados y la información obtenida dan cuenta del procedimiento; por ejemplo, un entrevistado habitó varios años en la calle en condición de "indigente" termino que en Colombia se la da a la persona que vive en la calle en condición de extrema pobreza, y que por lo general se le asocia el consumo de sustancias psicoactivas. Este personaje en el tiempo que vivió en la calle dice haber consumido asiduamente "bazuco" termino que se utiliza para designar una mezcla de "cocaína" con basura, como polvo de ladrillo, talco, etc. Droga que por lo general es muy económica y destructiva con el cuerpo, causando una gran adicción. Esta persona entrevistada relata que su familia al conocer estos beneficios de Yagé lo llevan a donde un taita, quien resuelve mezclar la bebida de Yagé con un poco de Bazuco y dárselo de tomar a esta persona. Este procedimiento es también registrado en una mujer que toma Yagé mezclado con marihuana para vencer lo que ella dice es "su vicio". El resultado es igual en ambos casos; la persona entra a un periodo de pinta donde ve "el monstruo" o el espíritu del bazuco o de la marihuana, ya sea el caso, y debe entonces agarrarlo a forma de abrazo de la manera más fuerte posible sin dejarlo escapar. Este espíritu descargara fuertes reacciones violentas a manera de descargas eléctricas para escapar. Si el tomador de Yagé logra resistir estos avatares despierta tirado en el suelo con la gran victoria de no tener jamás esta adicción. En ambos casos los entrevistados dicen haber vencido por completo su "vicio". Este procedimiento recuerda a los procedimientos de algunos grupos indígenas del norte de México, en donde, descrito por el antropólogo Carlos Castaneda en su libro "viaje a Ixtlan", el aspirante a brujo llega a un momento decisivo de su camino, donde ha de vérselas con un espíritu, o aliado. Deberá lanzársele encima a este ser inorgánico y abrazarlo, sujetarlo tan fuerte como sea posible, el aliado le propinara fuertes descargas eléctricas mientras tan volteretas por el cielo. Si se logra soportar este suplicio, y no se suelta el aliado la persona al despertar, despertara siendo un Brujo en un mundo donde para él ya nada es conocido. (Castaneda, Carlos 1966).

Esta fuerte convicción del poder del yagé abre una fuerte discusión en torno a adjudicarle omnipotencia a este brebaje. En líneas posteriores se tendrá la posibilidad de discutir porque las personas desean creer en algo que sea omnipotente, algo que todo lo puede, y cómo ésta necesidad a encontrado respuesta en prácticas ancestrales como el Yagé, donde participantes acuden a solucionar problemas de salud, monetarios, espirituales, psicológicos etc.

En concreto, el caso de Felipe, que en su viaje por el mundo del yagé, en las selvas del Putumayo, buscó el conocimiento y la curación para su vida personal; o en el caso de Daniel, que buscaba la posibilidad de limpiar el organismo etc. "limpia porque realmente la naturaleza, antes de que el hombre descubriera la medicina alopática, de todas maneras, el ser humano usaba mucho las plantas para purificar el organismo" Daniel 55 años

"pues el yagé tiene básicamente dos funciones, una es que cura, cura enfermedades del cuerpo y de la mente, y dos es que se obtiene conocimiento, conocimiento sobre sí mismo" Felipe 19 años.

En los discursos de las personas entrevistadas es asombroso cómo la gran mayoría responde a una estructura de antes, donde generalmente se experimentó ansiedad, temor y/o expectativas, durante momento en el cual son recurrentes las náuseas, el vómito, la introspección y la alucinación, y después de la toma, donde se coincide sobre el estado de tranquilidad, paz interior y comunión con el espíritu y la naturaleza; y en su totalidad las entrevistas se centran en "antes" de la toma hablando y explicando los motivos y razones por las cuales consumieron Yagé.

Algunos entrevistados dicen ir a las tomas de yagé por tener interés por conocer y comprender la cultura indígena. "Siempre me interesaron los temas como el chamanismo y pues el conocimiento indígena" Felipe 19 años. "yo me fui, yo soy socióloga, y me fui con el interés de ver al indígena como lo hacía" Alejandra 34 años.

Otros relatan ir al ceremonial por simple curiosidad, ver que se siente, como es tomar yagé. La curiosidad es uno de los motivantes más fuertes, en cuanto a que busca saber qué es lo que realmente se siente, y si es verdad lo que dicen sobre los efectos del yagé. "La verdad yo creo que decidimos ir mas por la novedad, la novedad pues de probar una bebida que nos haría entrar en trance y también pues por la novedad de viajar así pues con los amigos del colegio" Wendy 19 años. "digámoslo de cierta forma curiosidad, por conocer la cuestión por conocer el fenómeno y saber las sensaciones sobre que uno puede sentir" Marlon 45 años.

Otro pequeño grupo buscan el yagé por motivos de salud como es el caso de Mariana que dice "Me parece que las tomas deben hacerse por salud, esa debe ser la razón primordial, las tomas deben hacerse por cuestiones de salud…Para mí la toma de yagé es salud"

Eso es importante porque profundiza la idea de que los entrevistados se ven "congeniados" con su experiencia y por tanto explican y justifican de múltiples maneras porque su asistencia a este tipo de ceremonias.

Los principales motivos que dan los entrevistados para haber tomado yagé son: en dos entrevistados intereses etnográficos por temas indígenas, ver al indígena desde una mirada antropológica. Otro motivo es la simple curiosidad "ver esa cosa para qué sirve" que es el caso de 5 de los entrevistados. La búsqueda de curarse de alguna enfermedad y la búsqueda de salud se configura como otro gran motivo expuesto por dos testimonios. Otro es la sensación de tener un vacío espiritual, un algo que falta es un motivo señalado por dos personas en sus relatos. La expectativa social es el motivo de un sólo entrevistado que hizo alusión a la presión grupal, porque otras personas le habían convencido para que asistiera al ritual. En esta expectativa social resaltan aquellas expectativas frustradas, donde el entrevistado relata no haber vivido lo que creyó viviría. Y el último motivo, es quizás el que más aparece en los testimonios recogidos (en total 5 y otros tantos que señalaron las demás motivaciones) y es la noción de un yagé "natural"; esto quiere decir que la mayoría de entrevistados tienen la idea de que lo artificial, la ciudad, los químicos, la ciencia, lo "occidental" es contaminante y perjudicial, pero que lo indígena, la naturaleza, el yagé, la selva, son benéficas para el cuerpo y purificadoras para el espíritu. Todo este gran bagaje de motivos se constituye en última instancia como un acuñado de voluntades y convicciones que algunos deciden poner en rituales y procedimientos indígenas "naturales", distintos a aquellos que son frecuentemente conocidos y que no han ofrecido una respuesta esperada o una solución acertada. "pero no sentí otras sensaciones pero no sentí unas sensaciones que escuche se podía sentir… yo pensaba que iba a sentir otras, algunas otras sensaciones, pero cuando tome no, no sentí nada… sin embargo no es lo que uno piensa, no es lo que cree uno, las expectativas que lleva uno no se cumplen… Sin embargo no fue mucho lo que se sintió… Lo que se suponía que se sentía uno… Pues no era lo que yo esperaba" Marlon 45 años.

Andrea Vélez (2007) ha trabajado sobre este sentimiento de esperanza que aviva la búsqueda de procedimientos arcaicos, extravagantes, distintos, radicales, que por su misma naturaleza representan, por lo menos en un nivel imaginario, una solución a sus problemas. Andrea Vélez (2007) da cuatro razones por las cuales las personas asisten a tomas de yagé:

  • 5. Por creer que el yagé puede curar cualquier tipo de enfermedad, física o psicológica.

Esta omnipotencia del yagé aparece en la mayoría de entrevistas, como la esperanza de encontrar solución a aquellos problemas y dificultades ante los cuales las instituciones occidentales no han encontrado respuesta. Es una fuerte decepción por instituciones como la medicina ante el tratamiento de algunas enfermedades que se resisten a ser vencidas por el conocimiento de la humanidad. "Para mí la toma de yagé es salud, el yagé y yo hasta que la muerte nos separe" Mariana 38 años.

  • 6. Por creer que el yagé puede acercar a la persona a cierta espiritualidad, a un encuentro con su propia esencia. Se cree que esta bebida puede acercar a la persona a lo que sugiera su religiosidad, por ejemplo en occidente, más exactamente Bogotá, la gente (en esta categoría) en su mayoría va porque cree que podrá acercarse a Dios entendido desde la religión católica.

Esta categoría de Vélez no es frecuente en la investigación que se realizó pues en ninguna entrevista aparece una noción de acercamiento a Dios, pero si aparecen nociones de espiritualidad. La diferencia radica en las formas en que cada quien busca su propio sentido a la vida, sus propias creencias y cosmogonías. Una experiencia espiritual supone un estado de acercamiento a algo intangible (generalmente personal), digamos, la exacerbación de la consciencia en pro de algo metafísico, casi siempre misterioso por su naturaleza velada, que no necesariamente tiene, o debe ser divino o supraterrenal. Catalina, una entrevistada de 15 años, habla sobre "un camino del yagé" una noción espiritual sobre las tomas, que conlleva una forma de vida, una forma de ser, que se contradice radicalmente con la forma de vida occidental. "me desuní del yagé me porte mal… como para volver es como difícil… el yagé es una cosa diferente, oséa, es como, como entrar en una comunidad, en que tú entras allí y estás trabajando la palabra" de esta manera, muchos dicen contrariedades, con respecto a la vida occidental, hablan como criticando la vida en la ciudad y también reprochando y justificando el uso del yagé en ella: "pero es en la selva, no en un garaje" "En cambio, cuando ese conocimiento se saca de su origen, y se lleva por ejemplo a las ciudades, al concreto, pues pierde su esencia" "realmente yo creo que a futuro el yagé será descontextualizado, su saber se perderá en las vanidades del ser humano, se harán más tomas de garaje" Felipe 19 años. "Que después el hombre con los avances de la ciencia y de la tecnología empieza a convertir en medicamentos con la cuestión química, pues eso ya es avance, pero esos elementos que son químicos pues dejan sus secuelas en el organismo, sirven para unas cosas pero dejan secuelas en otras" Daniel 55 años. "El yagé me ha ayudado para desintoxicar mi cuerpo de las toxinas propias de la ciudad, la comida el aire, el agua, todo tiene y está lleno de toxinas" Álvaro 56 años

  • 7. Por interés académico, es decir para estudiar el conocimiento indígena y sus plantas de poder desde la experiencia propia: "Siempre me interesaron los temas como el chamanismo y pues el conocimiento indígena" Felipe 19 años. "yo me fui, yo soy socióloga, y me fui con el interés de ver al indígena como lo hacía" Alejandra 34 años.

  • 8. Por curiosidad, simplemente para saber "si esa vaina sirve para algo" (Vélez, 2007)

La curiosidad es uno de los motivantes más fuertes, en cuanto a que busca saber qué es lo que realmente se siente, y si es verdad lo que dicen sobre los efectos del yagé.

Andrea Vélez no ha sido la única autora que ha trabajado sobre este tema, Pinzón trabaja (1988) tres factores que elaboró con Taussig y que explicarían porque los bogotanos asistimos a estos procederes.

  • 4. Poder de la diferencia.

Los pacientes ven a los indígenas como diferentes, seres que en su más extrema concepción los entendemos como salvajes más cercanos a las fuerzas ocultas y misteriosas de la naturaleza, cuyos poderes con nuestra mente occidental no podremos entender ni manejar. Por tal motivo los indígenas son distintos a nosotros (en nuestro imaginario por supuesto). El indígena sabe esto y acentúa esta concepción usando la mayor cantidad de collares y objetos extraños y bizarros, como la pata de un mico etc. Conjugando todo esto en el ritual más el estado mental que produce el yagé se vuelve posible ciertas modificaciones en la mente del asistente.

¿Cómo puede entenderse al otro? sino en comparación de sí mismo; es sin duda la fórmula que se aplica en estos encuentros, donde se ubica en el indígena todas aquellas facultades que, por un lado no se tienen, y que por otro se necesitan. Por ende el poder de la diferencia se constituye como la posibilidad psicológica de creer en la viabilidad de que el ceremonial, entre más distinto, estrafalario, y arcaico, más poder tiene.

"Cuando entró el taita a mi me dio mucho miedo porque la imagen del hombre era una imagen eh… Grande era un hombre muy alto, muy grande también, y yo dije pues este señor es un brujo, yo formada en mi tradición cristiana yo dije este hombre es un brujo" Alejandra "el taita llegó, era un anciano con ropa autóctona de ellos" Felipe "y todos estábamos allí sentados pues esperando como que alguien entrara y pues nos diera alguna instrucción no sé, jajaja algún personaje con plumas en la cabeza y la pata de gorila colgando en el cuello. A cambio de eso entro un señor ya de edad, de unos 60- 65 años, con jean y camisa a cuadros, era bastante canoso, y me llamo toda la atención pues que se presentara como el taita que iba a guiar la experiencia pues con esa pinta tan normal, usted entiende, uno pues se imagina un personaje brujo todo estrafalario, pero este señor parecía…normal, o sea no que los indígenas sean anormales, no ,no, no quiero decir eso, pero pues uno si se imagina que en algo deben ser distintos, por lo menos en la vestimenta, como pa dar credibilidad" Laura

  • 5. El poder de la mediación .Esto se refiere a que los indígenas han sabido adoptar facetas occidentales en sus rituales chamanicos, como la religión católica y todo su ejército de santos. Esto hace que los "ciudadanos" creamos que se usa a nuestro favor algo que conocemos muy bien, a Dios. Decir que los indígenas hacen esto con este fin, o que lo hicieron para huir de la hoguera, o que de verdad se volvieron católicos en la época de la conquista es muy difícil de asegurar.

En las entrevistas realizadas se encontró vestigios de esta categoría. Si bien no se relata en ninguna experiencia un uso de las identidades Católicas o de alguna otra religión, si se usaron conceptos como el de bendecir, bueno /malo/ sagrado etc.

"Comenzaron a hacer el ritual de bendecir el yagé" Marian 19 años.

  • 6. El poder del montaje

Esto hace referencia al poder que tiene en la imaginería del paciente el escenario del rito. Básicamente se trata que el escenario puede sugestionar al individuo a pensar y sentir de determinada manera. (Pinzón, 1988)

Adicional a estos tres factores Carlos Pinzón trabaja otros 2. A saber, el poder de la prueba de la verdad, esto dice que el paciente mismo es el que VE, y es el que experimenta de forma directa su alucinación bajo yagé, entonces es él quien tiene la prueba de que es real ese ver. El paciente navega por su propio cosmos espiritual y cultural, y es él quien cuenta su experiencia al chaman y el solo la interpreta.

El poder de la recodificación del cuerpo es el último, y hace referencia básicamente a que teniendo en cuenta que los grupos indígenas tienen todo un conocimiento de cómo está constituido y como funciona su cuerpo, lo usan para la explicación de las enfermedades y hacen que el paciente lo entienda y recodifique su manera de pensar sobre su propio cuerpo.

"El taita me dijo lo mismo que le digo, mientras yo conozca mi enfermedad, me conozco yo mismo, y mientras me conozca puedo cambiar muchas cosas, como pude cambiar la rinitis, ya no la tengo, solo fue cuestión de intentarlo" Felipe

Un yagé todo-poderoso es la idea que dan estas categorías, donde se encuentra en este tipo de prácticas solución a todas nuestras dolencias. Pero ¿de dónde nace la fe en la omnipotencia?

El acercamiento a este tipo de ceremonias es, por un lado, una decepción, frustración de las soluciones y formas de nuestra propia cultura, a problemas que nos aquejan a todos. Sentir frustración es sin duda una de las situaciones más complejas que un ser humano puede atravesar; la impotencia para obtener un resultado, para solventar un problema se han convertido en una razón fundamental para creer y descargar toda la esperanza y la fe en algo que aparece como omnipotente. Si la medicina ha fallado en el tratamiento de algunas enfermedades, las terapias alternativas, donde algunos han ubicado el yagé, son la solución, y son omnipotentes, pues solucionan toda dolencia humana. La brujería y la magia tienen esta característica al igual que la religión; la impotencia se ve atajada por la creencia de que todo cambiará debido a algo, en este caso al yagé, y la convicción de que así será bajo cualquier circunstancia. "cura enfermedades del cuerpo y de la mente, y… se obtiene conocimiento sobre sí mismo" Felipe 19 años.

El Yagé ha sido una bebida que se ha usado a través de la historia desde épocas inmemorables con diversos fines; fines que nos hablan acerca de la impotencia humana, que, como se decía antes, fuerza el conjuro, la magia, y la fe del ser humano. Por aquello no es de extrañar que las entrevistas reflejen este sentimiento de poderlo todo; en concreto el relato de Mariana, quien sufriendo de lupus decide abandonar totalmente el tratamiento médico, las medicinas, y solo tomar yagé porque este le curara, es una viva muestra de lo que se quiere representar. "La primera toma fue descubrirse a sí mismo, es una experiencia dura pero muy simbólica, luego de esa toma deje dos años sin asistir, pero decidí volver y afrontar mi enfermedad. Al volver decidí hacer mi trabajo con el yagé y con la enfermedad "di mis primeros pasos" y enfrente mis miedos personales. Cuando empecé este camino tomaba aproximadamente 15 medicamentos al día, un día decidí tomar el yagé y suspender los medicamentos totalmente… Ahora tomo yagé una vez al mes, abandone la medicina tradicional, el yagé va de la mano con la medicina homeopática. Me parece que las tomas deben hacerse por salud, esa debe ser la razón primordial, las tomas deben hacerse por cuestiones de salud".

Es importante para Mariana, la experiencia de sanación, entendida como el bienestar físico (por su enfermedad) y mental por llegar a conocerse a sí misma. Entonces, una de las mayores expectativas que tienen las personas que asisten a estas ceremonias, es el encontrar una cura a las enfermedades físicas que les aquejan, llegando a jugar un papel fundamental, ya que el uso del yagé libera las cargas físicas y espirituales, que conduce a las pintas, que es el punto más fuerte, de mayor apogeo, en el que se vislumbran imágenes, recreando experiencias que aseguran conllevar al conocimiento de sí mismo.

Pero, ¿Es un punto central esta propiedad psíquica del ser humano en la problemática intercultural? Podría decirse que si después del análisis exhaustivo que se realizó de las entrevistas. La fuerte división, que se trabaja en el capítulo ciudad yagé, que realizan la mayoría de entrevistados entre la ciudad perjudicial y la naturaleza benéfica, es decir, entre lo mío, Occidente como malo y lo distinto, lo natural, el yagé como bueno, es sin lugar a duda una división que responde a esta situación primaria psíquica.

Por supuesto que este tipo de ritos no escapan al mismo sentimiento que los engendró; la decepción. Pues algunas personas que habían formado una idea de lo que el yagé les daba, al experimentarlo, sintieron gran frustración.

En concreto en el caso de Marlon su aspiración no se cumple, pues tras experimentar el malestar físico propio del brebaje, no cree que le haya aportado nada más que algo de tranquilidad. Pese a que tuvo momentos de alucinación, ésta no se configuró en un nuevo espacio de conocimiento, sino que se diluyó en la frustración provocada.

"pero no sentí otras sensaciones pero no sentí unas sensaciones que escuche se podía sentir" "yo pensaba que iba a sentir otras, algunas otras sensaciones, pero cuando tome no, no sentí nada" "sin embargo no es lo que uno piensa, no es lo que cree uno, las expectativas que lleva uno no se cumplen" "Sin embargo no fue mucho lo que se sintió…Lo que se suponía que se sentía uno" "Pues no era lo que yo esperaba" Marlon 45 años.

Cabe anotar que esta expectativa o idea de lo que puede hacer el yagé nace en la conversación y en todos aquellos procesos sociales donde un individuo comunica y cuenta historias de lo que el yagé ha traído a su vida. Marian es un caso de ello, en su relato resalta como la entrevistada genera una expectativa de lo que puede ser el ceremonial a causa de la manera en que el novio habla del yagé. En general la entrevistada relata que se hizo una idea de que podía encontrar "tranquilidad". Mariana: "…Porque no fue como yo esperaba, pues yo fui por mi novio, él me insistió e insistió, hasta que accedí, a él siempre le han gustado como esas cosas así medio hippies, así que fuimos. El si había ido varias veces y hablaba de esa experiencia mejor dicho como lo máximo, como un espacio para la meditación, para quedarse en calma, para estar tranquilo, y jamm yo encontré de todo menos de tranquilidad, ni de paz, ni de nada de esas cosas…"

La búsqueda de la tranquilidad junto con el miedo ante la primera experiencia con el yagé de Marian, llevan a que ella en su relato describa la experiencia como una expectativa frustrada. Dice haber encontrado, como lo señalamos anteriormente, de todo menos "tranquilidad" y genera entonces una descripción de su periodo de pinta, que bien clasifica como "angustioso". Otras experiencias como la de Marlon y la de Dayana, registran lo siguiente:

"porque yo había escuchado mucho acerca del yagé" "el desdoblamiento de la personalidad, y el viaje que uno hace muchas veces, me han dicho que uno hace un viaje en la mente, que percibe sensaciones diferentes que nunca ha percibido uno, que ve y que tiene cierta forma de alucinaciones, después de haberlo tomado" Marlon 45 años. "Pues para la gente que no cree pues dice que son cosas que ehhh…cosas que pues que no son buenas" Dayana 39 años

El ceremonial del yagé se ha convertido en un espacio en donde algunos, como ya se planteaba, experimentan un estado emocional de decepción, periodo de desilusión que se genera quizás por expectativas erradas, o por falta de disposición, concentración o convicción. Elementos faltantes que sólo cada persona puede identificar y trabajar, o de los cuales se puede aprender y repensar el por qué no se logró; si es, quizás, que no se tiene ese original, verdadero, y profundo sentir y respeto hacia ese tipo de prácticas elaboradas por indígenas, que son adoptadas y adaptadas por la cultura de Occidente, o si de pronto porque ese sentimiento de frustración induce a una necesaria reflexión y urgente replanteamiento, de cómo y en qué formas se están llevando a cabo los procesos de interculturalidad en espacios específicamente ubicados en zonas urbanas y rurales, y qué incidencia tiene en ello la conciencia o inconsciencia de una profanante sociedad que busca identidad y omnipotencia. También, no se descartan las justificaciones dadas por parte de algunos entrevistados que aluden la idea de que lo que importa es la experiencia como tal y no el lugar en el que puedan ser realizadas y no entran a discutir problemas de interculturalidad, generalmente, las personas que responden afirmativamente sobre este punto son personas que realizan tomas frecuentemente y no tienen la posibilidad de salir constantemente de viaje y por tanto, lo asumieron el yagé como propio haciéndose aprendices que mantienen una ética bastante respetuosa con las cosmologías indígenas y sus saberes ancestrales, además, nunca se descarta la supervisión de un taita.

2.3. LA CULPA Y EL MIEDO

En este subcapítulo me permito analizar los relatos de varios(as) de los entrevistados(as) con respecto a las experiencias narradas en torno al periodo de pinta o alucinación. Rescato manifiestamente la categoría de introspección por su recurrencia en las narraciones, además de ser, digamos, la fuente principal de las experiencias personales, debido a que resalta las posibilidades experimentadas de sucumbir ante un diálogo interior, que generalmente, es el que cura los malestares físicos o espirituales en el proceso que casi todos los consultados refieren como el transcurso de "conocerse a sí mismo" materializado en lo que ya hemos visto como anhelo y convicción, es decir, aquel que asiste a una toma, está esperando algo, que algo pase, que algo se modifique, o que algo nuevo se aprenda; en este sentido, este "algo" se transcribe en fe y esperanza.

Las culpas forman una gran categoría de análisis en cuanto permiten dar cuenta de los grandes problemas que han vivido las personas a lo largo de la vida que han sido normalizados por el consciente pero que su latencia es innegable y perturbable en el inconsciente y por tanto, en el diario vivir de los entrevistados. El miedo está guiado, básicamente, a las personas "primerizas" por tratarse de la primera vez, la expectativa es grande y no siempre la mejor por las experiencias escuchadas por muchos, temen, generalmente, que les "caiga mal" la bebida o que les produzca "pintas" muy fuertes.

La introspección o proceso por el cual damos cuenta de nuestros procesos mentales y de todo aquello que se ha dado por llamar "interno" devela la capacidad de la persona de ser reflexiva, de re-pensarse, y ordenar de forma distinta el sentido que se le da a las experiencias. Es sin duda una facultad psicológica que bien se ha usado en distintas áreas para subsanar estados de angustia, desespero y tristeza. El psicoanálisis usa como eje central de su clínica la introspección, el paciente realiza esfuerzos por auto observarse, reflexionar y lograr un conocimiento sobre sí mismo.

En los ceremoniales de yagé se puede ver la introspección en todas aquellas personas que deciden asistir a una toma. En esta investigación fue posible encontrar dos clases de introspección en las ceremonias de yagé; primero, aquel recuento y reflexión del porqué fui a tomar yagé, qué hago en esta ceremonia, etc. Y otra introspección más profunda e interna, que en principio parece potencializada por el mismo yagé en el periodo de pinta o alucinación.

Esta introspección profunda es el tema central de este capítulo; porque es un resultado de la toma; pues el periodo de pinta ayuda a que la persona recuerde, reviva, reflexione sobre situaciones particulares y porque es también un motivo para que las personas asistan a estas ceremonias, bajo la esperanza de encontrar un saber sobre sí mismos, un conocimiento que se ha escapado siempre por distintas razones. Podemos aducir que este proceso de introspección se traduce en un diálogo interno al cual confluyen no sólo vivencias y recuerdos sino también proyecciones y ante todo, aprensiones, inseguridades, temores y ansiedades que generalmente la consciencia mantiene ocultas por su carácter obscuro y perturbador. En la psicología, se pretende adelantar este tipo de diálogos interiores, naturalmente, sin ninguna alteración de la consciencia, justamente esta es la vía que se usa excepcionalmente para ayudar a pacientes con problemas o inconvenientes de algún tipo, primero, hacer consciente al paciente de que algo sucede y es revoltoso, segundo, por tanto hay que atacarlo con la "aclaración" de la génesis del problema y, tercero, una práctica terapéutica que ayude a la persona a asimilar la dificultad por medio del conocimiento y la reflexión sobre el apuro dando rienda suelta a mecanismos de defensa plenamente conscientes. Esta es una de las cosas que el yagé hace, con el plus de que es algo mucho más personal y las vías de evacuación a problemas, por parte del bebedor, son, absolutamente, personales y espirituales, es decir, el yagé mismo se encarga de mostrar el camino, mientras que en la terapia psicológica es el profesional, dejando, muchas veces al paciente en un segundo plano en cuanto lo somete a su punto de vista "capacitado". Para muchos, el yagé es una fórmula natural para el dichoso "conócete a ti mismo".

La introspección profunda puede entenderse como un periodo propiciado por el psicoactivo del yagé, y por la situación que sugestiona procesos de desinhibición, permitiendo que muchas cosas salgan a flote al mar de la conciencia.

"Me puse a recordar cosas tontas" "que el yagé pa lo único que me sirvió fue pa sacar esas cosas que tenía muy dentro" Marian 19 años "mire cosas que.. de mi antepasado de mi niñez que no fueron muy bien y que tenía que sanarlas y que sacarlas porque… pues eso me estaba como traumatizando" "si…haz de cuenta como que tienes que volver a revivir eso, como para dejarlo" "para mí es como irse uno a otro mundo" Catalina 15 años

Andrea Vélez propuso que un estado psicológico que se daba en el trance era precisamente la introspección. Y es que son muchos los entrevistados que afirman haber obtenido tras la toma de yagé un periodo de introspección, que dio a lugar un conocimiento de sí mismos. Felipe quien encuentra un conocimiento sobre sí en relación con su enfermedad, conocimiento que lo cura. Álvaro que afirma obtener sabiduría de la planta del yagé. Alejandra quien logra recordar vivencias traumáticas, que al ser recordadas introspectivamente son elaboradas de mejor forma psicológicamente etc.

"que hemos encontrado en el yagé una forma de conocer" Álvaro 56 años

Llegar a conocerse es la meta de muchas empresas humanas que se han puesto en marcha a través de la historia bajo distintos nombres; la ciencia, la religión, la filosofía han intentado entender y dar razón de quienes somos. ¿Por qué sentimos lo que sentimos? ¿Por qué pensamos lo que pensamos? ¿Por qué anhelamos lo que anhelamos? Son preguntas que conllevan una fuerte introspección hacia lo más íntimo, pero a la vez lo más desconocido de nosotros mismos.

La ciencia, y en específico la psicología como disciplina ha intentado responder estos interrogantes, respuestas que se han visto en la obligación de ocultarse tras el lenguaje, pues aquello que hemos querido encontrar de nosotros mismos, siempre se escapa a las palabras.

"siempre sentía como que algo faltaba….Un encuentro conmigo mismo" Álvaro.

La sensación de tener un vacío es un eje central en la entrevista de Álvaro. Sensación que logra atrapar la noción de un anhelo por llegar a conocerse fuera del lenguaje. Un "encontrarse consigo mismo" que más que estar en el terreno de la descripción y la explicación, se halle en un terreno de la experiencia y la vivencia. Carlos Pinzón (1988) como se indicó, elabora una categoría denominada el poder de la verdad. Esta categoría es quizás la razón por la que muchos encuentran en esta ceremonia vivencial, donde el participante es quien vive el estado de trance, y tiene la prueba de la verdad, y que ésta práctica tenga gran acogida. Poder ver y sentir por nosotros mismos una experiencia que algunos llaman "reveladora" es la forma en que algunos encuentran para saciar ese hoyo negro que ha dejado el paradigma conductista con respecto a la consciencia, ese hoyo negro que de sintaxis no entiende. Por ello se puede ver como muchos relatan, si bien ir a buscar un conocimiento de sí mismos en el yagé, o haberlo encontrado después de la toma.

Conocer o saber es una categoría que ha sobresalido en varios discursos, implica el resultado del ceremonial, un conocimiento de algo incierto pero que está en relación con nosotros mismos. Esta categoría también nos tiñe un uso secundario, el de poder dejar cosas nuestras en la ceremonia, descargarse de cosas personales que no nos gustan. "Después de tanto tiempo de hacerlo uno comprende que hay algo más grande. La primera toma fue descubrirse a sí mismo, es una experiencia dura pero muy simbólica." "Pienso que el yagé no te hace alucinar, sino entrar en una experiencia personal, cada pinta es diferente, la pinta trasmite un significado personal". Mariana 38 años "espiritualmente como que uno descarga muchas cosas allá" "pues como ahh usted entrar espiritualmente como para que más…ehhh…supuestamente a la pinta, oséa, la pinta es saber uno qué….uno qué cree o qué siente" "espiritualmente es como sanarse como estar tranquilo como dejar muchas cargas y alejar los malos pensamientos… y uno cree pues que sí que por medio de eso pueden pasar cosas bonitas" "pues el yagé espiritualmente sirve para, oséa dejar muchas cosa allá" Dayana 39 años.

También se habla en las entrevistas sobre la obtención de un conocimiento que discute sobre la naturaleza de las cosas, lo impersonal, lo universal.

"Conocer aspectos del ser humano a nivel general, aspectos de la naturaleza, y también a nivel individual aspectos de nuestra propia vida. " "Así el yagé es completo, porque nos permite conocer aspectos universales, cósmicos, sobre el orden de la vida…del universo, pero también nos muestra aspectos de nuestras vidas, cosas en las que estamos fallando" "te enseña cosas con gran valor" "el yagé es solo una forma de ver el mundo"

Álvaro 56 años

Como se decía ya, estas categorías están estrechamente relacionadas con la posibilidad de curarse, según los entrevistados, curarse es una posibilidad que ofrece el ceremonial del yagé. "entre uno más entiende sobre su propio cuerpo, es decir sobre su propia enfermedad, obtiene conocimiento, conocimiento que es el que cura" "y mientras me conozca puedo cambiar muchas cosas, como pude cambiar la rinitis, ya no la tengo, solo fue cuestión de intentarlo" Felipe 19 años. "de manera que le servía a uno para mejorarle problemas de salud" Daniel 55 años. "la bebida del yagé es como algo, una bebida espiritual que limpia" María 12 años

Esta posibilidad de conocer es casi que inherente a todas las entrevistas, y la mayoría dice poder conocer cosas que se escaparon del pasado, vivencias aparentemente olvidadas que aún tenían sus repercusiones en el presente.

"en cuanto la mente, pues yo no sé hasta qué punto la limpia porque realmente le viene a uno son imágenes de muchos recuerdos, se le dispara a uno como la velocidad de la mente, esa velocidad de la mente en el cerebro, pero no alucina, yo no creería que uno alucina, se le vienen todas esas imágenes del pasado reciente y el pasado lejano…también tiene uno recuerdos de cosas que uno ha hecho que las ve como erróneas, como que uno se equivoca en la vida" Daniel

"Como que uno se equivoca en la vida" es una frase que encaja perfectamente para introducir un concepto que se encontró muy marcado en las pintas que los sujetos describieron; la culpa.

La gran mayoría de personas asisten a ceremonias de yagé, porque en algún momento de sus vidas y por diversas situaciones se han encontrado en un estado de autoreproche o indignación por pensamientos, actuaciones o experiencias que le generan un sentimiento de culpa. Esta emoción florece cuando el individuo está bajo los efectos del yagé, es decir durante la toma. En este momento llegan a su mente recuerdos y experiencias en las que directa o indirectamente se tuvo responsabilidad en los hechos que se están reviviendo. Normalmente estos hechos han sido "olvidados" por el consciente, pero están ahí en el inconsciente, latentes y brotan por el accionar de este bejuco. De estas sensaciones de culpa reviven experiencias como la adolescente que abortó, haciéndola ver como mujer mala, siendo necesario que buscara un "río" para lavar sus culpas por ese hecho principalmente; la profesional que fue testigo de un accidente traumático cuando era menor de edad; de la mujer que logra despedirse de su padre, ya muerto, pues éste se había ido de la casa dejando solas a las mujeres de la casa; la estudiante de 19 años que tenía sentimientos de culpa por el peso económico que representa para su padre; el docente que recuerda situaciones que le hacen sentir incómodo consigo mismo etc.

En estos recuerdos llama la atención como en las mujeres la culpa está fuertemente ligada a aspectos de la maternidad. En concreto Mariana describe cómo por medio de un proceso introspectivo, que ella en ocasiones llama alucinación o "traba" revive o recuerda momentos de su vida que le causan gran angustia y culpa, en el que sobresale el recuerdo de haber abortado. La culpabilidad toma forma en la categoría de levantarse y arrastrarse, que son todos aquellos fragmentos de la entrevista donde Mariana dice haber sentido como la música frenética intensificaba la sensación de que ella se arrastraba como una culebra y no podía levantarse, hasta no lavar sus culpas. "…sentí que el diablo me arrastraba de las patas, porque comencé a culebrear como una serpiente, y podía ver el suelo a todo detalle, y andaba por todo lado, me paseaba por el lado de la gente, bueno yo no controlaba el movimiento, solo podía ver sin tener el mínimo control. Me sentía más y más pesada, mas pegada al suelo" ""la música que se estaba tocando se puso más frenética" "El sonido se hizo cada vez más y más claro al punto en que se convirtió en el único sonido que se escuchaba…y el sonido se puso absolutamente frenético" Mariana.

La culpa es sin duda una categoría que florece con gran poder en la investigación. Y se puede decir que una gran mayoría, sobre todo mujeres, de las personas entrevistadas reportan haber sentido culpa durante el periodo de pinta, y haber estado esto relacionado con asuntos de la maternidad como ya lo hemos señalado anteriormente.

"Vi muchos úteros sangrando y úteros sangrando, úteros sangrando y sangrando y bueno mucha cosa con la maternidad" Alejandra

La culpa genera una sensación de imposibilidad al individuo que la experimenta de poder seguir o elaborar su vida de acuerdo con ciertos parámetros, morales y éticos. Por tal motivo, y el individuo al sentirse impotente, frustrado, genera una demanda de reparación. Ese es el mecanismo de la culpa; demanda ser limpiada. El yagé como ceremonia de limpia encaja perfectamente en este mecanismo, pues posibilita lo que algunos llaman cierre, castigo o lavado de culpas. .

El caso más emblemático es sin duda el de Alejandra, quien tras recordar su experiencia traumática de infancia haya sentido a la forma en que ha manejado sus relaciones sentimentales en toda su vida. El impacto de la experiencia traumática de la niñez no se logra cerrar, lo que trae como consecuencias permanentes pesadillas por algo más de un año, hasta que vuelve nuevamente donde el taita, quien "cierra" el malestar producto de los traumas de la niñez.

El concepto de curación o sanación surge como consecuencia del tratamiento dado por el taita, logrando que supere no sólo los miedos, sino la culpabilidad que surge como consecuencia de revivir los traumas causados en la niñez. Papel importante juega el taita, quien "cierra" los problemas que presenta, utilizando como vehículo el ceremonial del yagé, logrando así los propósitos del mismo. El fenómeno del malestar físico se hace igualmente presente, siendo a la par un puente entre el pasado de la persona que se desconoce a sí misma, y la posterior, que se enfrenta a los miedos y recuerdos del pasado para superarlos satisfactoriamente.

La Maternidad resalta en relacion a la culpa. Marian revive "introspección" recuerdos de su infancia que le hacen generar una gran culpa, y como ella relata explican el estado de su vida, como generar relaciones basadas en la culpa. Y es entonces al igual que el relato de Alejandra, como el yagé revive recuerdos que generan culpas y explican situaciones, para que el taita luego cierre el proceso, o instruya sobre cómo lavar las culpas. Son varias entrevistas las que apuntan a una culpa entorno a la maternidad.

En el momento en que Alejandra habla de cómo ve a la mamá, llorando por encontrarse embarazada de ella, y no poder seguir estudiando en la Universidad, Psicología, llama la atencion de cómo, por un lado revive la culpa entorno a la maternidad, pero por otro, cobra valor en su relato, la profesión de psicólogo, pues al principio fue una psicóloga la que la llevó a la toma, eran psicólogos los que estaban en la toma, y el único que no era psicólogo, fue quien la abrazó. Esta redudancia a ser psicólogo llama la atención en el relato.

Otro factor que no podría denominarse exactamente introspección, sino mas bien re-creación, aparece en los periodos de pinta. La recreación hace referencia a las descripciones en las cuales al encontrarse en periodo de pinta el entrevistado dice que recreó algún deseo que tenía e imaginó algo que quería ver. "Yo me imagino que pues recreé la conversación que tuve con mi papá, pues él me hablaba y me decía que debía estar muy tranquila, que él jamás se quiso ir de la casa y dejarnos solas, jamm… pues yo creo que me inventé en la mente esa conversación porque yo nunca quise aceptar que mi papá se hubiera ido, pero bueno al caso ¿no? Pues me pidió disculpas, me dijo que lo disculpara por haberse ido, y que él iba a regresar. Obvio él ya está muerto, entonces no sé qué sentido tendría que me dijera que iba a regresar" "…de que la ilusión de mi padre desapareciera, porque era como volverlo a perder" Laura 52 años.

Otro sentimiento que está presente en la mayoría de experiencias es el miedo, hacia lo desconocido. Miedo a que en el transcurso de la toma de yagé tenga que enfrentar o tener contacto con pensamientos y acciones que le mueven a reflexionar sobre su propia vida; por ejemplo, la docente que se halla en un enorme temor al momento de encontrarse en la situación más crítica de las tomas, cuando se ve introduciéndose en un inmenso hoyo negro, en donde se va a encontrar a sí misma. Igualmente al toparse con sentimientos más de maldad que de bondad, aunque también se percibe desasosiego como en todos los seres humanos ante la experimentación de sensaciones físicas que le perturben y le hagan sentir dolor o malestar. Tal es el caso de varias experiencias como la de Mariana que toma de forma permanente para enfrentar sus propios miedos; la socióloga enfrentó el miedo al momento de conocer al taita por la fisonomía física y los atuendos que llevaba puestos; asimismo se observa mucho miedo en la primera toma de los entrevistados. Pero básicamente lo que se puede leer en torno al miedo; es el miedo a encontrar cosas de sí mismo, no gratas.

El Miedo se hace un sentimiento caraterístico en las tomas de yagè, siendo la primera sensaciòn que acompañó la experiencia de Laura, quien expresó sentir inseguridad y temor ante el encuentro de situaciones deconocidas que le enmarcaran en un ámbito de malestar emocional y fìsico. La sensación final es de limpieza, no solamente del organismo en cuanto a su condición física, sino psicológica y emocional.

El miedo es uno de los componentes más fuertes en la parte previa del ceremonial de toma de yagé, ya que despierta inquietud en quienes asisten a las ceremonias, haciendo que la persona vuelva hacía sí misma, y reflexionar sobre si está o no preparada para presenciar y vivir esta experiencia, o en dichos casos para fortalecer el deseo, a pesar de esta contradictoria emociòn. Por otro lado se establece la limpieza como el proceso final de la toma, por cuanto los efectos físicos y psicológicos que se producen en la toma reflejan de forma muy clara los efectos de este brabaje.

"y la verdad, sobre todo un recuerdo aplastaba mi conciencia….Yo tuve un aborto" "por nada del mundo iba a dañar mi vida con un bebe a esta edad" Marian 19 años

"y me llevo con él, ahí sí sentí que el diablo me arrastraba de las patas, porque comencé a culebrear como una serpiente… y podía ver el suelo a todo detalle, y andaba por todo lado, me paseaba por el lado de la gente" "cómo diablos voy a lograr levantarme…y me afanó la idea de estar condenada mejor dicho a pasar mi vida arrastrada…como una culebra. Por más esfuerzo que hacía no me lograba levantar" "Así que ande arrastrada" "mi alma era como la serpiente, y que lograr entender que el pasado no es lo que me mantiene arrastrada sino el presente es lo que me puede hacer levantar como tanto lo deseaba en el sueño… el taita me dijo que nunca iba a dejar de ser como la serpiente"

"Intentaba alejarme del suelo, pero cada vez me sentía más aplastada por mi propio peso, por mis propias culpas" "pues porque mientras "serpentiaba" se me venía a la cabeza recuerdos, que hacían mi andar más pesado" "pa echarle la culpa a él" "siempre me sentí como incomoda por haber hecho eso" "me hace sentir como con una responsabilidad muy grande porque yo me aprovecho de eso para mí beneficio" "La idea de que maté a mi propio hijo, así haya sido a las semanitas de embarazo, me hizo verme como una mala mujer que no merecía estar de pie" Marian 19 años "Entonces no me dejaba ser feliz …entonces… oséa, en este momento sé que se sanó, y yo sé que fue gracias a eso…""ver cosas, cosas bonitas y cosas feas" "desde ahí uno las va limpiando, entonces ya como que se te van quitando esas cosas" "y tu amaneces, y te sientes como si te hubieras quitado una carga de encima…sientes chévere …entonces es bonito ir a tomar yagé." María 15 años- "El taita también me dijo que para mí era muy importante bañarme en un rio como el que había visto en mi sueño, pero que por ahí cerca no había ninguno, tenía que encontrarlo yo, porque era en ese rio donde podía lavar mis culpas" Marian 19 años…"

2.4. CIUDAD YAGÉ

En los testimonios recogidos es evidente la manifestación de un proceso de mestizaje cultural en donde lo indígena (en este caso una práctica y un ritual) se incorpora en la lógica humana y social de otros seres humanos pertenecientes a la ciudad, y es allí donde es posible analizar la construcción de un ciclo hibrido en el cual se juntan dos cosmos intercalados, logrando la mixtura de dos culturas, que se encuentran  con "toda una dinámica de supervivencia que garantiza la existencia de lo popular en medio de condiciones económicas y culturales modernas" (Rodríguez, s.f.).

Ahora bien, con la presente investigación se pretendió hacer un análisis que trascendiera las afirmaciones teóricas sobre las tomas de Yagé y los prejuicios que se tienen sobre éstas en la ciudad dilucidando nuevas rutas de análisis para la comprensión de este fenómeno. Por medio de la Teoría Fundamentada la teoría empezó a emerger de los mismo datos de campo, incluso la misma metodología, de esta manera, se dio una amplia mirada a los procesos de interculturalidad que han hallado cabida en espacios urbanos. Esta empresa, arrojó varios apartados en los cuales se discutió sobre la concepción y la adopción del ritual indígena, enfatizando en puntos como la omnipotencia del yagé, la introspección, el miedo y la culpa.

En este último subcapítulo, en el cual se presentan los resultados de la investigación, se abordará la categoría que proporciona una sugerencia inquietante, central en la investigación, que en sí, aborda la naturaleza intercultural de los encuentros de yagé.

La hibridación es un concepto que trabaja García Canclini (1990) y que puede ayudar a entender lo que sucede en las tomas de yagé llevando esta práctica a un nivel de intercambio de culturas. La "hibridación cultural" es el proceso mediante el cual determinadas formas y prácticas se van separado de sus orígenes tradicionales para recombinarse/adaptarse a nuevos espacios y nuevas prácticas. La hibridación cultural que tiene el yagé es muy notoria, esta práctica cada vez más está siendo recombinada y adaptada a nuevos espacios urbanos, y prácticas como las tomas de garaje, y los distintos intereses con los que se toma. García Canclini sustenta que estas prácticas folclóricas, populares o tradicionales no son ya revividas por melancolía, sino que éstas están siendo tomadas en escena por procesos de hibridación cultural. Que ya lo popular no esté destinado a la extinción, sino que encuentre nuevas formas de re aparecer por un proceso de adaptación es conocido como "reconversión cultural". Este autor argumenta que lo peor que le puede suceder a estas prácticas folclóricas, no es que se recombinen y se alejen de sus raíces tradicionales, sino que no hagan parte de estos procesos, y no entren en la dinámica de los procesos globalizantes que exigen readaptaciones, es decir, que se integren.

Integración práctica que deja ver cómo se atraviesan y generan, de acuerdo con García (1996), "Nuevos espacios de confrontación cultural" que al mismo tiempo puede afianzar percepciones desfiguradas de lo que realmente significa la experiencia del yagé. Esta actitud muestra claramente la irrupción del nativo indígena, el respeto a sus orígenes, tradiciones, y ancestros; a los que se interponen otro tipo de intereses marcadamente económicos.

La importancia del "reconocimiento" de la diversidad como paso desde donde avanzar hacia el conocimiento de distintas prácticas sociales y simbólicas, a través de las cuales se hacen explicitas las modalidades y características de las relaciones interculturales. Una interculturalidad que emerge en el marco de la comunicabilidad de las culturas en cuanto conforma en sí misma "un hecho de la vida y de las múltiples interrelaciones entre personas y sociedades. (García, 1996, p.19).

García (1996) usa el concepto de "nuevos espacios de intermediación cultural y política" para esbozar aquellos fenómenos emergentes en procesos de globalización, en donde se confrontan tendencias de homogenización y heterogeneidad y conforman identidades multiculturales. Las tomas de yagé en contextos urbanos son espacio de confrontación cultural. Junto con García (1996), se propone que en estos espacios se construyen identidades, y dicha construcción de identidad obedece al nombre de hibridación. Por tal motivo la ceremonia de yagé en contextos urbanos obedece a un proceso de hibridación. García (1996) define la hibridación como "proceso que da cuenta del cambio de reglas para definir la integración: la hibridación es la modificación de las identidades en amplios sectores populares, que son ahora multiétnicos, migrantes, políglotas y que cruzan elementos de varias culturas".

Buscando dar igual respuesta al concepto de interculturalidad, Díaz (2009), establece cómo este concepto vincula principalmente a dos actores; el citadino y el indígena; estableciéndose "relaciones dentro de las intrincadas comunidades urbanas de la actualidad, que fusionan múltiples componentes y tendencias sociales, étnicos, económicos, religiosos, de género, generacionales, etc., hacen suponer que todo tipo de relaciones dentro de estas comunidades son interculturales"

Así mismo, quienes creen, elaboran y practican tomas de yagé, tienen que enfrentar constantes desafíos por parte de sectores que les niegan o deslegitiman, a pesar de su uso interactivo. Siendo este un elemento conductor de procesos interculturales, se tiende a pensar que "no puede entenderse la Interculturalidad como una rama más del conocimiento occidental; algo así como la variante "etno" del estudio de las culturas, definida desde la centralidad y superioridad del conocimiento occidental" (Díaz, 2009, p. 63). Y menos si al referirse a corrientes occidentales se remonta a procesos de globalización que han llegado a modificar una historia de mestizajes y prácticas étnicas que reflejan en una mirada globalizada una modernización cultural y convivencia multicultural que beneficia cuando hay un intercambio efectivo y productivo, en diferentes procesos y prácticas de unos y otros. En dichos casos, por ejemplo, en las tomas de yagé en zonas urbanas, semi urbanas o rurales, la característica son las dificultades, aún más cuando los intereses de los asistentes se contradicen con los intereses de quienes ofrecen las ceremonias.

En este sentido García (1996), citando a Wallerstein y Quijano, fijan el origen de este tipo de interrelaciones culturales en la época de la Conquista, en donde se halló una ocupación de tipo político, militar y religioso en el territorio Latinoamericano, permitiendo que se desarrollara un fenómeno casi imperceptible, el cual tenía la característica de ser una interconexión de determinados saberes (ajenos uno del otro), que posteriormente abordó nuevos tiempos, marcados por la internacionalización y transnacionalización no sólo de productos y consumos, sino de procesos articulados a una integración cultural, con base en los mismos saberes.

La anterior reflexión cobra vida en los procesos de toma de yagé, en donde se involucran e incorporan enseñanzas y aprendizajes entre culturas indígenas, afrodescendientes, y mestizos principalmente, sin distinción alguna; que en el caso del yagé llegan apropiándose de espacios selváticos, rurales, y urbanos para establecer de manera conjunta cambios y transformaciones que difunden, en una esfera de desarrollo y globalización, prácticas integradas que buscan replantear, fortalecer, y promover, las reflexiones y experiencias formadas en un ámbito de inclusión, que se enmarca en campos de formación, obtenidos a través de procesos interculturales caracterizados por variables hibridas.

Estas variables hibridas tienen que ver precisamente con la forma como se re-conectan las prácticas tradicionales en su "encuentro" con las prácticas que trae el modernismo, las ciudades, y, "occidente" en su totalidad. Trabajar por el surgimiento de nuevas sociedades, es también observar las diversas situaciones y manifestaciones que dan señal de mecanismos de homogeneización que amenazan la identidad, alterando óptimos procesos de hibridación a los que llegan diferentes culturas.

Lo tradicional se convierte en tradicional-moderno y nuevas prácticas híbridas se generan por la coexistencia simultánea de distintos subsistemas simbólicos.  Así, dentro de esta lógica económica, social y cultural múltiple, la hibridación cultural afecta todos los órdenes de producción simbólica: la hibridación reconcilia las "contradicciones" entre lo moderno y lo tradicional". (Rodríguez, s.f.).

En las tomas de yagé recopiladas se evidencia claramente el surgimiento y la capacidad que hallaron quienes ofrecen la ceremonia, en su mayoría indígenas y personas de comunidades urbanas asistentes, de analizar y practicar la oportunidad de construir un ciclo hibrido juntando dos mundos superpuestos, y obteniendo la combinación de dos culturas, que poco a poco y sin imponer, sólo dando a conocer sus estilos y formas de vida, se encuentran  "con toda una dinámica de supervivencia que garantiza la existencia de lo popular en medio de condiciones económicas y culturales modernas" (Rodríguez, s.f.), lo que permite mantener las tendencias propias, sin negar o aislar otras partes, otras tradiciones.

Precisamente, se puede ver en las entrevistas estos procesos de hibridación cultural, en donde asistentes e indígenas propician espacios para la creación de nuevas identidades pluriculturales. Mediante los relatos se puede observar cómo se van generando ideas de lo que es el yagé, de lo que significa la filosofía indígena bajo la cual se sustentan las tomas y lo más importante, se puede observar cómo cambia la idea de sí mismo, y de la cultura a la que pertenecen.

"la experiencia de esa noche fue horrible a la vez y a la vez fue chévere uno era como morir para volver a revivir… pues prácticamente me morí en yagé" Catalina.

Emergieron dos categorías que ponen en escena la conformación de identidades producto de hibridaciones; Ciudad perjudicial y Naturaleza Benéfica. Estas dos categorías expresan un proceso de cambio de identidad; en la modernidad y con el auge despertado por la revolución industrial los ideales de progreso, ciencia, mercantilismo, capital y ciudad eran los que guiaban e identificaban a la sociedad. Se creyó entonces que las ciencias positivistas podían controlar y predecir a perfección todo lo que se propusieran, incluso las dinámicas sociales, que la medicina alopática, los avances en el laboratorio crearían un mundo donde las enfermedades eran todas curables. Pero vemos como este proceso globalizante del modernismo, en el postmodernismo ha ido matizándose con un cierto tipo de frustración, y un vuelco a lo natural y "alternativo". El ejemplo más citado sin duda es la medicina, pues es innegable el aumento de demanda por medicinas alternativas, olvidadas y censuradas en la historia, que renacen con un aire de solución a aquellas enfermedades que no responden a la alopatía.

"limpia porque realmente la naturaleza, antes de que el hombre descubriera la medicina alopática, de todas maneras, el ser humano usaba mucho las plantas para purificar el organismo" Daniel 55 años

La mayoría de entrevistas relatan este proceso de hibridación cultural, muchos dividen y confrontan dos tendencias para ellos opuestas; la ciencia tradicional, la medicina alopática, los químicos, transgénicos, la ciudad etc. en contra de lo natural, lo alternativo, lo indígena o no perteneciente a occidente.

"porque el conocimiento indígena y la ceremonia en si deben estar en comunión con la naturaleza, en la selva"

El lugar donde se lleva a cabo la toma responde a esta división; para algunos entrevistados lo benéfico o perjudicial que puede llegar a ser una ceremonia de yagé está en directa relación con el lugar donde se lleva a cabo. Si es en la ciudad daña el espíritu, pero si es en la naturaleza lo reconcilia con los buenos espíritus. Llama la atencion esta division en cuanto se asume lo propio, lo igual, la ciudad, nosotros, Occidente, como perjudicial en el ceremonial, mientras que la naturaleza, lo indigena, lo otro, lo diferente, es benéfico.

"pero es en la selva y no en un garaje" Felipe

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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