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Calidad educativa para el desarrollo del aprendizaje del educando del nivel de Educación Inicial

Enviado por Dulce Guerra


Partes: 1, 2, 3

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Teoría Socio histórica de Vigotsky
  4. Teoría de Kohlberg
  5. Teoría de Piaget
  6. Teoría Humanista de Rogers
  7. Teoría de Aprendizaje Social de Bandura
  8. Teoría General de Valores de Rokeach
  9. Estrategias de Aprendizaje Cooperativo
  10. Principios de Aprendizaje Cooperativo
  11. Habilidades del docente de Educación Inicial
  12. Estrategias de Enseñanza
  13. Actividades para Educar en Valores
  14. El docente emprendedor
  15. A manera de reflexión final
  16. Recomendaciones
  17. Referencias bibliográficas

Resumen

El siglo XXI se caracteriza por cambios a nivel personal, organizacional, comunitaria, y genera acciones en el sector educativo, de manera que sirviendo de agente de transformación, se propicien estrategias para el logro de la calidad, tomando en cuenta el inicio del proceso, que dentro del sistema educativo venezolano, es en el nivel de Educación Inicial. Por ello, establece que el desarrollo del aprendizaje de los educandos de este nivel, deben tener ambientes armónicos e integrales, donde juega un rol fundamental el docente, quien haciendo uso de sus habilidades emprendedoras y a través de la investigación, va a promover el aprendizaje cooperativo, la educación en valores y por ende, el uso de estrategias como gerente en el aula, que coadyuven a fortalecer los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes de sus estudiantes, comprometiendo en esta tarea a la estado, la familia y la comunidad.

Introducción

La sociedad a nivel mundial está experimentando cambios importantes para adecuarse a las exigencias de los avances científicos, tecnológicos y de la informática, por lo que, se hace imprescindible adaptar al talento humano y responder a tantos requerimientos de la ciencia, la cultura, el arte y la educación. Por tanto, la interrelación que puede establecerse entre el hombre y todos los aspectos que conforman la sociedad podrán generar una dinámica importante cuyo resultado puede ser productivo para el desarrollo individual así como también, para el colectivo propiciando con ello los valores de solidaridad, respeto, justicia, y cooperación que traen consigo apego, comprensión y ayuda mutua, buscando la ansiada Educación para la paz.

No obstante, este mismo proceso de transformación, modernización e integración ha traído consigo rasgos negativos que no siempre permiten que se logren los valores antes expuestos, de allí que Hunermann y colaboradores (2002) afirman que frente a este agitado existir tergiversado por las nuevas pautas culturales, que trae consigo la modernidad, se erige un nuevo estilo de comportamiento generalizado caracterizado por la corrupción, consumismo, individualismo, competencia, hedonismo lo cual ha despersonalizado al individuo, haciéndolo indiferente a la pobreza, la violencia, el hambre, el desempleo y los valores morales.

Al respecto, Palmar (2001), expresa que la crisis de valores en el ámbito social ha proporcionado una descomposición en los servicios sociales que han incidido en la calidad de vida, la seguridad social y la calidad educativa, siendo los más golpeados los sectores marginales, los cuales crecen desmesuradamente y al mismo tiempo se expande su apatía, su conformismo, alienación o desviación originando una forma de vida reflejando sus usos y costumbres y atentando contra su dignidad humana.

En ese orden de ideas, la sociedad se ha centrado en el individualismo y el hedonismo, siendo los jóvenes quienes frecuentemente reflejan esta conducta, de allí que, Palmar (2001, p.10) expone: "los jóvenes se preocupan y le dan mayor importancia a los valores estéticos referidos al aspecto personal que a los valores morales", agrega además, "el individualismo no le permite ver otros valores sino satisfacer necesidades superficiales como la aventura, el placer, el goce y la satisfacción inmediata". Este individualismo, está provocando una actitud de aislamiento social evidenciada en la vida privada y pública de las personas, originando un rompimiento con los vínculos comunitarios. En cuanto a la vida pública, el individuo sólo se enfrasca en sus potencialidades personales para lograr las metas laborales, perdiéndose el valor de compartir en grupo como elemento socializador de todo ser humano.

En este contexto, la escuela debería tener dentro de sus metas, la educación en los valores y en especial los valores de cooperación y solidaridad, para afrontar el individualismo, ya que según Canga (2000) algunos currículos se han centrado en el desarrollo de programas que solo enseñan contenidos cognoscitivos, los cuales se quedan muchas veces en simples temas teóricos, que carecen de utilidad para la vida y se vuelven rutinarios en cuanto están desconectados entre si y fuera del contexto socioeconómico y cultural de los niños.

De esta manera, la escuela estimula un escenario, donde el individuo vive aislado de su contexto y de las interrelaciones comunitarias perdiéndose el valor de la ayuda mutua. Ramos (2001) haciendo referencia a la UNESCO, afirma que sería necesario un modelo de enseñanza centrado en el estudiante, para que aprenda a tomar decisiones y a vivir junto con otras culturas, con valores diferentes, lo cual requiere la actualización de estrategias de enseñanza para propiciar la reflexión crítica y el valor cooperativo.

Atendiendo a estas consideraciones, el nuevo perfil del docente podría ir encauzado hacia una formación basada en el aprendizaje cooperativo, para promocionar la cohesión grupal, y de esa forma, se produzca el contacto intergrupal con la suficiente duración permitiendo que se establezcan relaciones estrechas entre los miembros de cada grupo, dándoles experiencias donde todos estén nivelados y de esa manera cooperen en la obtención de los objetivos propuestos, los cuales deberán compartirse en el aula, en busca de comportamientos morales para mejorar la convivencia y el bien común.

En ese orden de ideas, el Ministerio de Educación y Deportes (2005) en el documento de las Bases Curriculares de Educación Inicial, presentó una propuesta donde el desarrollo de la persona se basa en una educación para la vida y una formación integral del educando en los valores de libertad, honestidad, colaboración, responsabilidad y respeto, que vayan en función de estimular el amor al trabajo, la convivencia, la paz, armonía y la cooperación, con el propósito de alcanzar la calidad educativa desde la base, la formación en el nivel de Educación Inicial, a través del logro del desarrollo del aprendizaje del niño y la niña.

Lograr estas metas, sin embargo, es difícil debido a que el Ministerio del Poder Popular para la Educación, a través de sus organismos administrativos, como la coordinación académica de los Municipios y Circuitos escolares, encargada de direccionar la actualización de los docentes, ha omitido en sus políticas de mejoramiento, la formación del docente en estrategias de enseñanza para propiciar en sus alumnos el aprendizaje de los valores morales, sobre todo, el aprendizaje que facilite la práctica de estos principios axiológicos, además que se hace poco énfasis en la investigación, no obstante, a nivel regional, en el estado Zulia, la propuesta de la Secretaria Regional de Educación, si ha enfocado la formación de su talento humano, dirigido a la educación para la Paz y en el Emprendimiento, no solo de los docentes, sino de sus estudiantes.

Para solventar esta problemática, los docentes han requerido de un proceso de formación, que les permite la enseñanza de los valores, por medio de una serie de estrategias que favorezcan la integración y la relación cooperativa entre los niños y niñas en una concepción de respeto entre ellos y el docente, tomando en cuenta la práctica pedagógica como el medio específico para experimentar a través de estrategias y actividades estos procesos.

El papel que desempeña el docente de Educación Inicial es relevante ante la sociedad por estar directamente comprometido en la formación integral de los niños y niñas de 0 a 6 años como seres sociales, integrantes de una familia y una comunidad. En este sentido, su labor ha adquirido connotaciones valiosas impuestas por el avance de los conocimientos y la complejidad de los problemas generados en el proceso educativo, por lo cual, su desempeño, debe orientarse a fomentar la investigación, la innovación y creatividad en los alumnos evitando la repetición de procesos académicos tradicionales.

En razón de esos cambios, la educación debe, como agente de transformación, de formación y de información, evaluar los procesos sociales, económicos, políticos, culturales y morales que desarrolla el hombre desde la escuela para poder desempeñarse con autonomía, independencia y creatividad en la sociedad, de allí, su rol relevante que tal y como lo expone Tedesco (2000) debe ser el de más responsabilidad por forjar las bases del individuo para el futuro, y por consiguiente, debe mantenerse actualizado en todos los aspectos referidos a las teorías y metodologías con las cuales se de respuesta a los cambios que puedan presentarse en la sociedad

La educación debe tender hacía un cambio estructural, en el cual, los educandos tomen el control de su aprendizaje, y donde la facultad para aprender esté en cada uno de ellos, de modo que contribuya a su desarrollo global bajo un enfoque de educación para la vida. En este sentido, los cambios provienen del interior del educando de manera activa, construyendo su conocimiento que es producto de un docente comprometido en su enseñanza, de manera que lo guíe y apoye a lo largo de su trayectoria en ese mundo de experiencias y aventuras que lo rodean y del cual es protagonista.

Dentro de esta perspectiva, en las instituciones educativas sería necesario implementar métodos educativos innovadores e integradores que propicien la renovación del saber del educando, esto conlleva a considerar a los docentes debidamente formados, como ejes principales que obedecen a planteamientos de enseñanza de alta calidad, donde su quehacer debe asumir una práctica con estrategias de interacción positiva, enfocándose en las fortalezas y formando auténticas relaciones entre los pequeños. Lo aludido, es producto de métodos de enseñanza que proporcionan oportunidades para que los mismos se involucren en experiencias de forma creativa e intencionada, como lo es el aprendizaje cooperativo, la investigación a través de proyectos, y sobre todo, contar con un docente emprendedor, transformador, líder que trabaja con los padres/representantes, comunidad, por el beneficio de sus estudiantes.

Por consiguiente, el aprendizaje cooperativo es un medio para lograr la calidad en la educación que se logra cuando los docentes están dispuestos a reconstruir nuevos comportamientos en los educandos, y a quien le deben enseñar un nuevo modo de vida para enfrentar la globalización, la pluriculturalidad y las transformaciones que trae la postmodernidad cuando impone su ausencia de valores morales, de allí pues, que al educador le corresponde iniciar los cambios que requieren las nuevas generaciones en el desarrollo de la conciencia autónoma en torno a los valores.

Esta situación se considera importante en el nivel de Educación Inicial, por cuanto en éste, el docente como mediador del proceso educativo debe centrarse en la formación integral de los niños y niñas de 0 a 6 años, proporcionándole actividades que coadyuven al aprendizaje de valores por medio del trabajo en equipo, la ayuda mutua, la construcción del conocimiento de manera colectiva, de manera que todo esto facilite los aprendizajes hacer, saber, convivir, y ser planteados para la educación por la UNESCO, para que se logre la adquisición de los mismos, de allí que es el docente el encargado de hacer uso de estrategias que propicien estos conocimientos y habilidades en sus educandos, lo que hace imprescindible su formación, y la puesta en práctica de su papel de mediador facilitando estrategias que conduzcan al desarrollo de la solidaridad, colaboración, respeto, armonía, paz, creatividad, y desde pequenos, responsabilidad y compromiso, entre otros.

Es así como el docente debe estar preparado para viabilizar las experiencias de aprendizaje y de esa forma, producir la interacción social que requiera la cooperación entre dos o más personas en actividades mancomunadas y así, generar los conocimientos en los valores morales, aspectos vitales para el crecimiento, desarrollo y aprendizaje de los niños (a) sobre todo cuando está en formación, los cuales, se adquieren durante las actividades de la rutina diaria.

De allí que el docente en su rol diario con los niños y niñas debe estimular el aprendizaje cooperativo con el fin de erradicar el memorismo y la metodología tradicional, por un aprendizaje enmarcado en un contexto humanista y social, donde los pequeños son protagonistas de los cambios de la sociedad donde viven y se desarrollan tal cual se plantea en el documento de las Bases curriculares de Educación Inicial del Ministerio de Educación y Deportes (2005). Por eso, hoy día, se requiere un docente que mejore la calidad educativa, y en ello juega la capacidad, las habilidades que le da una formación, que encuadre en una concepción del perfil referido al dinamismo, la crítica, apertura al cambio y sobre todo, a la investigación, considerada desde la perspectiva de los nuevos cambios en el contexto socio- educativo y cultural del país.

Visto de esa manera, el docente constituye un pilar fundamental y una alternativa en el proceso de enseñanza puesto que al igual que los educandos, necesitan un perfil que le impone una formación, considerados también por la UNESCO, y se refiere a una formación integral basada en habilidades y cualidades personales, afectivas, actitudinales, e intelectuales, que se desarrollan con los diferentes roles educativos. Por lo tanto, la formación en el aspecto personal (aprender a ser) lo lleva a desarrollarse globalmente, es decir, en cuerpo y mente, lo cual implica la inteligencia, sensibilidad espiritualidad, responsabilidad, así como también, un comportamiento ajustado a los valores éticos y morales.

En este contexto, el Ministerio Educación y Deportes (2005) en su planteamiento en el documento de las bases curriculares consideró también un docente en constante aprendizaje y comprensión de su entorno, de manera que, facilite su descubrimiento, logrando así un sujeto con sentido crítico y un nivel de conocimientos culturales, generales y específicos que le permitan influir en la realidad que lo circunda (aprender a hacer y aprender a conocer).

Este conocimiento incluye una serie de comportamientos sociales, la iniciativa, el desarrollo de las habilidades para el trabajo grupal para facilitar el trabajo con los niños y niñas. Así como también, su participación en actividades de convivencia, es decir, una educación comunitaria, que relaciona el trabajo, la participación, la crítica y el respeto de los derechos y deberes de los demás y a la vez, le sirva de norte permanente en su vida y en sus acciones de cooperación en función del bien común (aprender a convivir), propiciando el emprendimiento como una característica básica para diseñar, ejecutar y evaluar los proyectos educativos, de aula o institucionales, de manera de brindar alternativas de solución a problemas de orden personal, académico, organizacional o comunitario.

Estas razones, conllevan a asumir que el niño necesita un ambiente socio moral acompañado de estrategias como el aprendizaje cooperativo en el aula que establezca el trabajo en equipo constituyéndose como un elemento fundamental, tal como lo explican De Vries y Zan (2004). Aparte de los aspectos señalados, el aprendizaje cooperativo tiene ventajas que permiten que puedan compartirse puntos de vista, garantizando así un requerimiento de las fuentes de información y una armonización de las distintas ideas y experiencias, donde se puedan repartir las diferentes tareas y actividades, como buscar cosas, leer materiales previos o realizar proyectos conjuntos así como lo expresan Rossetti y colaboradores (2001).

Al mismo tiempo, se enfatiza que el aprendizaje cooperativo tiene amplia relación con la teoría de Vygotsky, citado por Castillo (1997) quien explica como el aprendizaje de manera grupal, sirviendo de mediador el compañero, puede favorecer la interacción social, siendo ésta una experiencia que recibe del entorno. En ese sentido, se enriquece el conocimiento potenciando su crecimiento personal y por ende, la moral, la cual se propicia en los primeros años del niño (a), de manera que construya todo tipo de conocimientos y razonamientos morales, emergiendo a partir de relaciones cooperativas que fomentan otros valores, fomentados por un docente formado eficientemente.

Es así como se plantea una realidad referida a lo que se vive en el aula preescolar, en cuanto al adecuado uso de los espacios y del tiempo que se establecen en la jornada diaria, usando cada momento de trabajo en pequeños grupos para propiciar el aprendizaje cooperativo, con lo cual el docente podría generar el desarrollo intelectual, social y moral de los niños y niñas cuando estos se reúnen.

Igualmente, se considera que las actividades en el período de trabajo en pequeños grupos usadas con frecuencia, son indispensables para desarrollar las habilidades y destrezas y en este caso, también las actitudes, que da la oportunidad de resolver cualquier problema y manejar los conflictos que se le presenten, cuando un grupo de 6 a 10 niños y niñas se reúnen para crear, explorar, descubrir, ejecutar, experimentar y manipular en ese período de la jornada diaria.

Aunado a esto, la ejecución de actividades de canto, cuentos, juegos, poesías, dramatizaciones, rondas, se consideran para la educación en valores como el respeto, la solidaridad, honestidad, justicia, responsabilidad, entre otros para fortalecer la amistad, el amor, la bondad. Tales situaciones requieren determinarse para conocer los principios del trabajo cooperativo en el aula y la educación en valores de manera que los docentes puedan entender si las estrategias de enseñanza que están utilizando sirven o no.

De esta manera, tomando en consideración lo antes expuesto, y para dar soporte teórico y práctico a los docentes en ejercicio sobre las estrategias del aprendizaje cooperativo, la educación en valores, el emprendimiento y la investigación como elemento básicos y su aplicación en los centros de educación Inicial. Se considera necesario analizar las perspectivas de distintos autores que brindan sus contribuciones a estos aspectos.

Teoría Socio histórica de Vigotsky

La teoría socio histórica de Vigotsky (1973) parte del análisis del desarrollo enfatiza el papel del lenguaje y de las relaciones sociales, planteando que el ser humano por estar incorporado en la sociedad viviendo y compartiendo con otros, origina el desarrollo de los procesos psicológicos, fundamentalmente los superiores, y los procesos socioculturales, que tienen inherencia con la educación, por cuanto esta última tiene una función de dirección en el desarrollo integral del ser.

En torno a esto existe una relación entre educación, enseñanza, desarrollo global, y desarrollo psicológico específico del sujeto, y aun cuando la educación y el desarrollo son dos conceptos diferentes están íntimamente relacionados por existir entre ellos una coexistencia inseparable que les da unidad al proceso de aprendizaje.

En esta perspectiva, el autor considera que hay una indisolubilidad entre el desarrollo cognitivo, el desarrollo humano, económico, social y político como condiciones sociales de vida, es decir, la dimensión sociocultural le da a las personas un desarrollo integral por medio de la educación, por considerarlo un proceso que se produce a lo largo de toda su vida en combinación de lo genético y el medio ambiente.

De esta manera, el sujeto cuando aprende por ser un ser social es estimulado y dirigido por la educación, indicando que al desarrollarse no lo hace de una forma autónoma, sino por medio de este contexto implicando un sin fin de herramientas y el lenguaje el cual le sirve de mediación en las interacciones sociales logrando cambiar las funciones psicológicas del ser humano.

Sus ideas se basan, que en el proceso de conocimiento hay una relación bidireccional entre el objeto y el sujeto, es decir, la interacción entre ellos es mutua y es el dinamismo existente quien da la transformación que hace el sujeto a la realidad por medio de su actividad en el entorno, de allí, pues, que el ser humano es el encargado de construir su propio conocimiento, debido precisamente a su inmersión en unas relaciones sociales, imprimiéndole una sociabilidad activa, y de esa forma le permite internalizar su entorno, en otras palabras, hace suyo (interno) lo de afuera (externo).

Dentro de este marco, hace referencia al plano interindividual (externo) y al plano intraindividual (interno), al cual se hizo referencia anteriormente, como procesos en los cuales el conocimiento se internaliza en una forma progresiva y constructiva, originando el desarrollo de las funciones superiores psicológicas, a saber, las zonas de desarrollo próximo o potencial, que le da al sujeto conocimientos y habilidades necesarias para hacer cada vez actividades más autorreguladas y autónomas. Esto implica que el individuo en este plano próximo desarrolla el aprendizaje sin ayuda y sin ninguna orientación y en el plano potencial el aprendizaje florece con la ayuda y la orientación de los demás.

En el caso de educación preescolar, el lenguaje representa un papel importante, pues tiene una función mediadora entre el mundo interno y externo de los niños, por medio del lenguaje los niños comprenden y lo utilizan para otras formas de representación, les sirve para expresar sus sentimientos y emociones, para verbalizar y disfrutar los cuentos y otros formas de expresión así como también, otras fuentes de comunicación de diversos contextos y lo más importante los ayuda a establecer relaciones sociales con sus compañeros.

Desde este punto de vista, Vigotsky (1981) plantea que el lenguaje en los niños facilita la interacción con las personas a su alrededor por ser parte de su cultura y lo ayuda a apropiarse de su conocimiento, y en este nivel es una clave en el proceso educativo, por cuanto en la jornada diaria en el aula, los niños se comunican por medio de símbolos, signos, imágenes, letras, en este sentido, abarca todos los procesos de la lengua escrita y hablada.

Además de lo anterior, pueden aprender valores y normas, conocer diferentes puntos de vista de los demás niños cuando interactúan, ayudando a comprender y a resolver problemas, así como también, controlar la conducta misma como la de los compañeros de clase, en fin el dominio del lenguaje es un instrumento de gran valía en el proceso de aprendizaje.

Por otro lado, los niños en su ambiente de aprendizaje se desenvuelven en un espacio formado por la familia, comunidad, escuela, es decir viven rodeados de una realidad que forma parte de su rutina diaria, donde se desarrollan y crecen, generando un conjunto de relaciones sociales imprimiéndole un aprendizaje natural y permitiéndoles las representaciones mentales y ello forma parte de la educación desde su nacimiento.

De igual modo, los niños en los espacios físicos del aula, al entrar en contacto con los materiales y con sus compañeros van desarrollando el conocimiento cuando manipulan, juegan, trazan, imitan, comparten, construyen, colorean, cantan, transformando todo lo que está a su alcance, y desarrollando sus potencialidades de acuerdo a sus necesidades , en este sentido, se infiere que el niño hace suyo el conocimiento por medio de la exploración realizada con los materiales ubicados en el salón y en el espacio exterior.

Cabe resaltar también el papel significativo del adulto, quien se relaciona con los niños, en el caso de este estudio, es el docente, pues juega un rol preponderante en la educación de los niños de educación preescolar, por cuanto, debe brindar experiencias de aprendizaje acordes a su desarrollo evolutivo, y por medio de una adecuada mediación, vinculada en este caso, con los planteamientos del desarrollo próximo potencial, donde los niños necesitan la guía del maestro para resolver problemas que presentan en sus actividades diarias o en su defecto, la cooperación de sus compañeros para poder resolverlo. Y de esa forma logra un aprendizaje significativo y autónomo desarrollando sus potencialidades.

Desde el punto de vista del propósito que se tienen en cuanto al logro de la calidad educativa para el desarrollo del aprendizaje del niño y la niña de Educación Inicial, la teoría socio histórica de Vigotsky (1981), es fundamental para poder entender, el proceso de aprendizaje, en especial, cuando se pretende sea cooperativo ya que este teórico ha hecho mucho énfasis en el desarrollo de la mediación y sobre todo cuando se trata de compartir ideas, opiniones y conocimientos adquiridos contribuyendo con el fortalecimiento del saber a través de la actividad cotidiana que el niño y la niña adquiere en la interacción con sus congéneres.

Es así, como esta teoría brinda grandes sustentos a la temática referida al aprendizaje cooperativo que los docentes deben generar en sus estudiantes enseñándolos a trabajar cooperativamente tomando en cuenta sus necesidades, intereses, potencialidades y características específicas que lo ayudan a conocer, comprender, aplicar los conocimientos, habilidades y una actitud positiva ante la vida y su quehacer diario.

Estos aspectos tan relevantes posibilitan el tomar en cuenta la teoría social histórica de Vigotsky (1981), pues, para aprender debe asumirse la interrelación con los compañeros, de allí, que el contacto con todos los sujetos y objetos que están en el medio social y cultural permiten aprender, en especial al producirse la mediación instrumental y social coadyuvando al desarrollo de los procesos cognitivos.

Teoría de Kohlberg

La teoría de Kohlberg (1984), consiste en proponerle dilemas morales hipotéticos al individuo para demostrar que la libertad poseída por todos los seres humanos para actuar en un determinado contexto, puede derivar juicios valorativos que son susceptibles de ser calificados moralmente como bueno o malo, justas o injustas.

En este sentido, la sociedad que lo envuelve tiene relevancia en su desarrollo moral, por cuanto el individuo tiene frente a sí una gama de oportunidades para tomar decisiones en cuanto a lo que observa de los demás, es decir, desde su perspectiva viven experiencias morales originadas en las relaciones de convivencias cotidianas con sus semejantes.

Las conductas de los niños y niñas desde sus primeros años de vida, se ven influenciadas por el adulto que está a su alrededor, por cuanto, es quien modela su comportamiento en razón de lo bueno, malo, correcto, incorrecto, justo e injusto, en ese cúmulo de experiencias va creciendo y se va dando cuenta que su actuación puede ser calificada moralmente y donde algunas cosas son o no son aceptadas, de acuerdo al medio donde se desenvuelve.

Este autor, inspirándose en los conceptos morales de Piaget alega que el niño y la niña, desarrollan una moralidad heterónoma y después pasan a una moralidad autónoma, la primera se define como una conducta ajustada a las normas por temor al castigo, en la segunda las normas son establecidas de mutuo acuerdo las cuales pueden ser modificadas de acuerdo a lo que viven los niños y niñas, acompañada de una intencionalidad en preservación del bienestar común.

Aparte de lo anterior, Kohlberg ha expandido los hallazgos de Piaget sobre la moral, para ello ideó un método para sondear el proceso de razonamiento que cualquier individuo utiliza para resolver dilemas morales dividiendo la moral en tres niveles y seis estadios. Nivel l: Moral pre-convencional estadio 1: las personas obedecen las normas por miedo al castigo y a la autoridad que impone la norma, la gravedad de la infracción ocasionada tiene que ver con la magnitud del daño que produjo, en el estadio 2 el comportamiento es individualista, lo que importa es la gratificación personal e inmediata.

En el Nivel 2: Moral convencional: estadio 3 el comportamiento se ajusta a los deseos de los demás, en el estadio 4 el concepto se amplia más a las reglas sociales, a la responsabilidad social y la relevancia de mantener el orden social en el Nivel 3:Moral post convencional, autónoma o basada en principios : estadio 5 las conductas buenas son las que la sociedad ha acordado como si fuera un contrato social entre las partes que son el individuo y la sociedad y el estadio 6 el individuo internaliza los principios éticos y escoge según lo dictamine su conciencia, estos últimos según el autor pocas personas llegan a consolidarlo.

Esta teoría tiene implicaciones educativas en la educación preescolar pues, los niños y niñas deben aprender a actuar con libertad para escoger las actividades y recursos manteniendo el respeto por la selección de los demás niños y niñas así como también por el ritmo de trabajo tomando en cuenta que todos tienen características diferentes, así mismo debe considerarse su espontaneidad, y las oportunidades para trabajar.

Es de señalar que los niños y niñas viven experiencias morales que le da la cotidianidad al ritmo de lo que le dicen y hacen los mayores quienes los tienen bajo su guarda, van acoplándose de forma que satisfaga los requerimientos de esos adultos, de ahí se origina que el comportamiento se incline a las reglas morales de los demás, es en esta etapa de modelaje que los mismos necesitan aprender de los valores especialmente el de la libertad la cual se apoya en respetar los derechos de los demás y comprender que al infringir tales derechos ocasiona consecuencias y por ende debe enfrentarlos con responsabilidad.

Dentro de este marco los pequeños internalizan esa situación al plantearles los dilemas morales en el aula cuando se presenten los conflictos o problemas los cuales deben resolverse entre los mismos planteándoles la necesidad de trabajar en grupo, y concientizando que todos los seres humanos se necesitan entre sí para ayudarse mutuamente por ser entes sociales.

El papel del docente en educación preescolar es aupar el aprendizaje cooperativo, con infinidad de estrategias en pequeños grupos para lograr la participación en la elaboración de normas de convivencia social, el respeto por el turno a la hora de trabajar, la colaboración entre ellos, resolución de conflictos, el trabajo en grupo y de esa forma propiciar la autonomía, cualidad esta que redundará en beneficio de la toma de decisiones en su vida futura.

La teoría de Kohlberg es significativa y se toma en cuenta, pues los valores constituyen en la persona el aprendizaje que permea su vida con significados altruistas que lo conducirán en la senda de los más altos senderos que se proponga fortaleciendo su personalidad y por ende buscando el bienestar común que lo harán un ser social y de éxito.

Teoría de Piaget

Piaget (1969), plantea en su teoría que la forma como los individuos construyen el conocimiento toma en cuenta el desarrollo cognitivo. En esta postura, lo importante es la acción del sujeto sobre su medio, se considera a la persona un ser activo, es decir, el individuo reconstruye los conceptos y los va internalizando por medio de la asimilación, la acomodación, equilibración, conflicto cognitivo, toma de conciencia, esquema, organización, lo cual propicia un verdadero conocimiento acerca de la realidad que posee.

Esta teoría manifiesta que el conocimiento surge de la interacción entre la experiencia real y la razón, esto significa que el individuo precisa interactuar con el medio ambiente, para que se de el aprendizaje, favoreciendo el espíritu investigativo, crítico, creativo y autónomo. Lo mencionado, ratifica que los niños y niñas necesitan tener contacto con el medio para tener experiencias significativas, pero además también necesita pensar y actuar sobre esas experiencias para poder asimilarla e incorporarla a su estructura mental, por cuanto en los espacios de aprendizaje, interactúan con el medio, y en este proceso se dan dos tipos de acciones que surgen cuando actúan sobre los objetos utilizando los patrones de conducta (esquema) que poseen y hay otras acciones donde los objetos y situaciones influyen sobre los patrones de los niños modificándolos, lo cual va a facilitar, el logro de aprendizajes, las cuales serán cooperativas cuando se comparte con otros niños, niñas y adultos significativos que están a su alrededor.

Los niños y niñas, generalmente interactúan con el medio externo, de esta forma, asimila la experiencia, es decir, la incorpora a su estructura mental y luego de vivir varias experiencias significativas se acomoda, cambia su estructura mental para adecuarla a la realidad, generando con esto, nuevas estructuras y como consecuencia el desarrollo de la inteligencia.

Estos sustentos de la teoría Piagetiana son asumidos en la presente investigación, y se considera importante, lo que sucede en la estructura mental, el como se produce el conocimiento, pero también se da gran relevancia a la interacción del niño con los objetos, con sus compañeros, en el medio donde se desenvuelve.

Estos postulados deben ser conocidos por el docente del nivel preescolar, de manera que pueda con sus conocimientos, propiciar los ambientes significativos necesarios para que sus alumnos aprendan y sirvan unos con otros de maestros al interactuar con los objetos de su medio social, escolar y familiar, de allí, la importancia de desarrollar unas estrategias que genere el aprendizaje cooperativo.

Teoría Humanista de Rogers

Rogers (1980), plantea que todos los individuos intentan desarrollar y hacer realidad su potencial, es decir, descubrir en si mismos las capacidades y habilidades que pueden desarrollar y así, darle un sentido a la existencia. Su interés es el individuo en si mismo y el desarrollo de la personalidad centrada en el "yo", donde se hace posible un ser racional con todo el conocimiento que pueda tener de si mismo y de sus reacciones, proponiendo como base existencial el autoconocimiento como eje principal de la personalidad que lo hace ser único.

Sostiene la teoría humanista la importancia que tienen los constructos, que son el organismo y el si mismo, y lo llama campo fenoménico, que se refiere al hecho de las experiencias que experimenta, internamente la persona de manera biopsicosocial, lo cual da al sujeto la referencia individual que es conocido solo por él, (yo se quien soy) manifestándose en el modo como se comporta en su medio, y eso depende de su realidad subjetiva y no de la realidad externa.

Agrega también Rogers (1980) toda persona vive experiencias, que se traducen en símbolos, la cual confronta con la realidad objetiva que les circunda y al verificarlas le permite conducirse adecuadamente en la sociedad. Puede suceder que estas verificaciones sean incorrectas, ocasionando un comportamiento fuera del realismo de la persona.

Para este autor, el si mismo representa lo que el individuo es, y también sus ideales, en fin estaría constituido por un cúmulo de percepciones que caracterizan al propio individuo tales como los valores, capacidades, atributos, que el mismo individuo sabe que forman parte de su personalidad, lo cual es importante pues lo inducirán a tener un comportamiento acorde con los requerimientos sociales.

Este es un elemento a considerar en este estudio por cuanto los niños y niñas en el nivel preescolar van formando un carácter desde los primeros años de vida, que se propicia con las actividades que se planifican en el área de aprendizaje de formación personal y social, permitiendo el fortalecimiento del autoestima, seguridad, confianza en sus capacidades, así como también el aprecio de si mismo, tanto de su cuerpo como de su género, identidad, toma de decisiones, resolución de problemas, como de situaciones que lo afectan, todo ello producto de las interacciones con otras personas. De esto se deduce que deben conocer sus posibilidades y limitaciones, en otras palabras conocer globalmente su cuerpo lo cual es imprescindible para su desarrollo personal como ser social.

Por los aspectos resaltantes que expone Rogers en su teoría humanista, se considera necesario hacer énfasis en los aportes que al nivel preescolar da, ya que el docente en este nivel debe asumir que cada niño o niña aprenden por varias razones, biológicas, psicológicas, social, pero si todos estos se reúnen fortalecerán en gran manera el aprendizaje, además de tomar en cuenta la interacción, el apoyo, y la ayuda entre ellos, permite sin inhibiciones, se expliquen y pregunten con confianza, por ello, la importancia del aprendizaje cooperativo y el conocimiento que los docentes deben tener acerca de este, para poder enseñar con esta estrategia.

Teoría de Aprendizaje Social de Bandura

La teoría de Bandura (1987), se fundamenta, en la descripción de las condiciones en las que se aprende a imitar modelos, se resalta la conexión existente entre el comportamiento y el ambiente que genera el aprendizaje por medio de la observación y el autocontrol, es decir, las personas representan mentalmente el comportamiento de los demás y hasta de ellos mismos, sostiene que hay una relación entre comportamiento-persona-ambiente donde existe una interacción.

También analiza los efectos de los medios de comunicación social en el comportamiento del individuo, pues, los mismos orientan un modelaje social, a través de imágenes, modelos de la realidad, representaciones repercutiendo en el individuo, modificando su comportamiento y los procesos cognitivos, considera además, que los cambios del medio social también influyen en la modificación de la conducta.

Es de hacer notar que los niños y niñas, aprenden por imitación, ya sea representando roles de su vida diaria con la familia, el docente, la comunidad, mediante el juego, redundando en acciones y palabras por medio de su interacción con la realidad, influyendo de esa manera en su comportamiento, de allí la importancia de generarles experiencias significativas de su medio ambiente para su desarrollo y aprendizaje, sin olvidar que el comportamiento de las personas de su alrededor deben estar encaminadas hacía una conducta positiva capaz de generarles valores morales.

Esta teoría, representa una premisa para apoyar el aprendizaje de los niños, por cuanto, ellos necesitan con qué y con quién identificarse como personas únicas, valiosas, con características propias, ya que los mismos deben tener un comportamiento esperado y en función para los roles de cada sexo y acorde a las normas y pautas sociales. Es importante considerar esta teoría, en el aprendizaje de los niños y niñas, porque la forma como interactúan niño-adulto están fuertemente influidas por las actitudes valorativas de cada persona que conforma su entorno, en este caso, los compañeros de clase, el docente, la familia, su comunidad, es decir, la manera como se relacionan en las situaciones vividas con ellos las cuales son influenciadas por los valores presentes en cada grupo social al que pertenece.

Esta situación de modelaje aprendidas por los niños y niñas, contribuyen a que la estrategia del aprendizaje cooperativo sea efectivo tomando en cuenta que los mismos adquieren normas de conductas deseables en el marco de su grupo al observarlas en los compañeros y en los adultos significativos, es decir aprenden lo que esta permitido, lo prohibido, lo que es malo, lo que es bueno, así como también el deseo de ajustar su conducta a las normas de ese grupo, implicando que sean más comprensivos, empáticos, respetuosos y solidarios socialmente.

En fin, su actuación irá progresivamente ajustándose a las normas e internalizándolas de acuerdo a su criterio y no a la represión o mandato de los demás que lo rodean, y como consecuencia a la práctica de los valores morales observados y vividos en su medio ambiente. Lo anteriormente expuesto, considera a un docente con conocimientos sobre los principios del aprendizaje cooperativo como estrategia de enseñanza, pues, debe regirse por el principio de que el maestro aprende mientras enseña y el alumno enseña mientras aprende, lo cual es factible cuando el docente está formado.

Teoría General de Valores de Rokeach

Rokeach (1973), explica que los valores representan para el individuo su sistema de creencias que lo ayudan a conocerse a si mismo, a los demás y al mundo social, definiendo su comportamiento pues, lo impulsa a actuar de una manera determinada. Ese conocimiento le da al individuo la oportunidad de auto reflexionar y tener un concepto sobre si mismo, de los demás y del entorno, conformando su sistema de creencias personal, lo cual depende del contexto social y lo ayudan a identificarse en el plano individual y con la comunidad social, es decir, en la medida que el individuo tenga una concepción de si mismo y del medio en esa misma medida prioriza y elige una u otra forma de comportarse.

Así mismo, clasifica a los valores en instrumentales y terminales, los primeros son medios que usa el individuo relacionadas con conductas ideales, lo cual utiliza para conseguir determinados fines y el segundo como las metas en si mismas, inclinándolo hacía sí mismo, entra en juego el carácter intrapersonal, y el carácter interpersonal el cual se desarrolla hacía las otras personas, en síntesis, los valores que desarrolla la persona son formas de orientarse en el mundo social relacionados con los logros personales y con las interrelaciones con otros individuos.

Partes: 1, 2, 3
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