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Evolución de la actividad educadora

Enviado por latiniando


    1. Enseñanza o Educación

    Presentación sistemática de hechos, ideas, habilidades y técnicas a los estudiantes. A pesar de que los seres humanos han sobrevivido y evolucionado como especie por su capacidad para transmitir conocimiento, la enseñanza (entendida como una profesión) no aparece hasta tiempos relativamente recientes. Las sociedades de la antigüedad que hicieron avances sustanciales en el conocimiento del mundo que nos rodea y en la organización social sólo fueron aquellas en las que personas especialmente designadas asumían la responsabilidad de educar a los jóvenes.

    1.2. Historia de la Educación.

    Teorías, métodos, sistema de administración y situación de las escuelas desde la antigüedad hasta el presente en todo el mundo. El concepto 'educación' denota los métodos por los que una sociedad mantiene sus conocimientos, cultura y valores y afecta a los aspectos físicos, mentales, emocionales, morales y sociales de la persona. El trabajo educativo se desarrolla por un profesor individual, la familia, la Iglesia o cualquier otro grupo social. La educación formal es la que se imparte por lo general en una escuela o institución que utiliza hombres y mujeres que están profesionalmente preparados para esta tarea.

    1. Los sistemas de educación más antiguos conocidos tenían dos características comunes; enseñaban religión y mantenían las tradiciones del pueblo. En el antiguo Egipto, las escuelas del templo enseñaban no sólo religión, sino también los principios de la escritura, ciencias, matemáticas y arquitectura. De forma semejante, en la India la mayor parte de la educación estaba en manos de sacerdotes. La India fue la fuente del budismo, doctrina que se enseñaba en sus instituciones a los escolares chinos, y que se extendió por los países del Lejano Oriente. La educación en la antigua China se centraba en la filosofía, la poesía y la religión, de acuerdo con las enseñanzas de Confucio, Lao-tsé y otros filósofos. El sistema chino de un examen civil, iniciado en ese país hace más de 2.000 años, se ha mantenido hasta el presente siglo, pues, en teoría, permite la selección de los mejores estudiantes para puestos importantes en el gobierno.

      Los métodos de entrenamiento físico que predominaron en Persia y fueron muy ensalzados por varios escritores griegos, llegaron a convertirse en el modelo de los sistemas de educación de la antigua Grecia, que valoraban tanto la gimnasia como las matemáticas y la música.

      La Biblia y el Talmud son las fuentes básicas de la educación entre los judíos antiguos. Así, el Talmud animaba a los padres judíos a enseñar a sus hijos conocimientos profesionales específicos, natación y una lengua extranjera. En la actualidad, la religión sienta aún las bases educativas en la casa, la sinagoga y la escuela. La Torá sigue siendo la base de la educación judía.

    2. Los primeros sistemas de educación .

      Los sistemas de educación en los países occidentales se basaban en la tradición religiosa de los judíos y del cristianismo. Una segunda tradición derivaba de la educación de la antigua Grecia, donde Sócrates, Platón, Aristóteles e Isócrates fueron los pensadores que influyeron en su concepción educativa. El objetivo griego era preparar a los jóvenes intelectualmente para asumir posiciones de liderazgo en las tareas del Estado y la sociedad. En siglos posteriores, los conceptos griegos sirvieron para el desarrollo de las artes, la enseñanza de todas las ramas de la filosofía, el cultivo de la estética ideal y la promoción del entrenamiento gimnástico.

      En el periodo helenístico, las influencias griegas en la educación se transmitieron en primer lugar por medio de los escritos de pensadores como Plutarco, para quien el protagonismo de los padres en la educación de sus hijos era el más esencial punto de referencia.

      La educación romana, después de un periodo inicial en el que se siguieron las viejas tradiciones religiosas y culturales, se decantó por el uso de profesores griegos para la juventud, tanto en Roma como en Atenas. Los romanos consideraban la enseñanza de la retórica y la oratoria como aspectos fundamentales. Según el educador del siglo I Quintiliano, el adecuado entrenamiento del orador debía desarrollarse desde el estudio de la lengua, la literatura, la filosofía y las ciencias, con particular atención al desarrollo del carácter. La educación romana transmitió al mundo occidental el estudio de la lengua latina, la literatura clásica, la ingeniería, el derecho, la administración y la organización del gobierno.

      Muchas escuelas monásticas así como municipales y catedralicias se fundaron durante los primeros siglos de influencia cristiana. La base de conocimientos se centraba en las siete artes liberales que se dividían en el trivium (compuesto de Gramática, Retórica y Lógica) y el quadrivium (Aritmética, Geometría, Astronomía y Música). San Isidoro de Sevilla aportó materiales básicos con su Etimologías para el trivium y el quadrivium y su posterior polémica curricula. Desde el siglo V al VII estos compendios fueron preparados en forma de libros de texto para los escolares por autores como el escritor latino del norte de África Martiniano Capella, el historiador romano Casiodoro y el eclesiástico español san Isidoro de Sevilla. Por lo general, tales trabajos expandían el conocimiento existente más que introducir nuevos conocimientos.

    3. Tradiciones básicas del mundo occidental

      En el Occidente europeo, durante el siglo IX ocurrieron dos hechos importantes en el ámbito educativo, uno en el continente, en la época de Carlomagno, y otro en Inglaterra, bajo el rey Alfredo. Carlomagno, reconociendo el valor de la educación, trajo de York (Inglaterra) al clérigo y educador Alcuino para desarrollar una escuela en el palacio de Aquisgrán. El rey Alfredo promovió instituciones educativas en Inglaterra que eran controladas por monasterios. Irlanda tuvo centros de aprendizaje desde los que muchos monjes fueron enviados a enseñar a países del continente. Entre el siglo VIII y el XI la presencia de los musulmanes en la península Ibérica (al-Andalus) hizo de Córdoba, la capital del califato omeya, un destacado centro para el estudio de la filosofía, la cultura clásica de Grecia y Roma, las ciencias y las matemáticas.

      También Babilonia había tenido academias judías durante muchos siglos. Persia y Arabia desde el siglo VI al IX tuvieron instituciones de investigación y para el estudio de las ciencias y el lenguaje; otros centros de cultura musulmana se establecieron en la Universidad de Al-Qarawiyin, en Fez (Marruecos) en el 859 y la Universidad de Al-Azhar, en El Cairo (970).

      Durante la edad media las ideas del escolasticismo se impusieron en el ámbito educativo de Europa occidental. El escolasticismo utilizaba la lógica para reconciliar la teología cristiana con los conceptos filosóficos de Aristóteles. Un profesor relevante del escolasticismo fue el eclesiástico Anselmo de Canterbury, quien, como Platón, defendía que sólo las ideas eran reales. Otro clérigo, Roscelino de Compiègne, en la línea de Aristóteles, enseñaba el nominalismo, doctrina según la cual las ideas universales son flatus vocis y sólo las cosas concretas son reales.

      Otros grandes maestros escolásticos fueron el teólogo francés Pedro Abelardo, discípulo de Roscelino, y el filósofo y teólogo italiano Tomás de Aquino. El reconocimiento de estos profesores atrajo a muchos estudiantes y tuvo una enorme incidencia en el establecimiento de las universidades en el norte de Europa desde el siglo XII. A lo largo de este periodo los principales lugares para aprender eran los monasterios, que mantenían en sus bibliotecas muchos manuscritos de la cultura clásica anterior.

      Por este tiempo se abrieron varias universidades en Italia, España y otros países, con estudiantes que viajaban libremente de una institución a otra. Las universidades del norte, como las de París, Oxford, y Cambridge, eran administradas por los profesores; mientras que las del sur, como la de Bolonia (Italia) o Palencia y Alcalá en España, lo eran por los estudiantes. La educación medieval también desarrolló la forma de aprendizaje a través del trabajo o servicio propio. Sin embargo, la educación era un privilegio de las clases superiores y la mayor parte de los miembros de las clases bajas no tenían acceso a la misma.

      En el desarrollo de la educación superior durante la edad media los musulmanes y los judíos desempeñaron un papel crucial, pues no sólo promovieron la educación dentro de sus propias comunidades, sino que intervinieron también como intermediarios del pensamiento y la ciencia de la antigua Grecia a los estudiosos europeos. Los centros de Toledo y Córdoba en España atrajeron a estudiantes de todo el mundo civilizado en la época.

    4. La edad media.

      El renacimiento fue un periodo en el que el estudio de las matemáticas y los clásicos llegó a extenderse, como consecuencia del interés por la cultura clásica griega y romana que aumentó con el descubrimiento de manuscritos guardados en los monasterios. Muchos profesores de la lengua y literatura griegas emigraron desde Constantinopla a Italia, caso del estudioso de la cultura griega Manuel Chrysoloras en 1397. Entre los interesados en sacar a la luz los manuscritos clásicos destacaron los humanistas italianos Francisco Petrarca y Poggio Bracciolini.

      El espíritu de la educación durante el renacimiento está muy bien ejemplificado en las escuelas establecidas por los educadores italianos Vittorino da Feltre y Guarino Veronese en Mantua (1425); en sus escuelas introdujeron temas como las ciencias, la historia, la geografía, la música y la formación física. El éxito de estas iniciativas influyó en el trabajo de otros educadores y sirvió como modelo para los educadores durante más de 400 años. Entre otras personalidades del renacimiento que contribuyeron a la teoría educativa sobresalió el humanista alemán Erasmo de Rotterdam, el educador alemán Johannes Sturm, el ensayista francés Michel de Montaigne y el humanista y filósofo español Luis Vives. Durante este periodo se dio una gran importancia a la cultura clásica griega y romana enseñada en las escuelas de gramática latina, que, originadas en la edad media, llegaron a ser el modelo de la enseñanza secundaria en Europa hasta el inicio del siglo XX. De esta época datan las primeras universidades americanas fundadas en Santo Domingo (1538), en México y en Lima (1551).

    5. Humanismo y renacimiento .

      Las iglesias protestantes surgidas de la Reforma promovida por Martín Lutero en el inicio del siglo XVI establecieron escuelas en las que se enseñaba a leer, escribir, nociones básicas de aritmética, el catecismo en un grado elemental, y cultura clásica, hebreo, matemáticas y ciencias, en lo que podríamos denominar enseñanza secundaria. En Suiza, otra rama del protestantismo fue creada por el teólogo y reformador francés Juan Calvino, cuya academia en Ginebra, establecida en 1559, fue un importante centro educativo. La moderna práctica del control de la educación por parte del gobierno fue diseñada por Lutero, Calvino y otros líderes religiosos y educadores de la Reforma.

    6. La influencia del protestantismo.

      Los católicos también siguieron las ideas educativas del renacimiento en las escuelas que ya dirigían o que promocionaron como respuesta a la creciente influencia del protestantismo, dentro del espíritu de la Contrarreforma.

      Esa síntesis se realizaba en los centros de la Compañía de Jesús, fundada por el religioso español san Ignacio de Loyola en 1540, con la aprobación del papa Pablo III.

      Los jesuitas, como se conoce a los miembros de la congregación, promovieron un sistema de escuelas que ha tenido un papel preponderante en el desarrollo de la educación católica en muchos países desde el siglo XVI: la llamada Ratio Studioron, que después cambiarían las Escuelas Pías de san José de Calasanz.

      1.2.7. Desarrollo de la ciencia en el siglo XVII

      El siglo XVII fue un periodo de rápido progreso de muchas ciencias y de creación de instituciones que apoyaban el desarrollo del conocimiento científico. La creación de estas y otras organizaciones facilitó el intercambio de ideas y de información científica y cultural entre los estudiosos de los diferentes países de Europa. Nuevos temas científicos se incorporaron en los estudios de las universidades y de las escuelas secundarias. El Hospital de Cristo de Londres fue probablemente la primera escuela de secundaria en enseñar ciencia con cierto grado de competencia. En el inicio del siglo XVIII la Escuela de Moscú de Navegación y Matemáticas sirvió como modelo para el establecimiento de la primera escuela secundaria en Rusia. La importancia de la ciencia se manifestó en los escritos del filósofo inglés del siglo XVI Francis Bacon, quien fundamentó los procesos del aprendizaje en el método inductivo que anima a los estudiantes a observar y examinar de forma empírica objetos y situaciones antes de llegar a conclusiones acerca de lo observado.

      Durante el siglo XVII, muchos educadores ejercieron una amplia influencia. El educador alemán Wolfgang Ratke inició el uso de nuevos métodos para enseñar más rápidamente la lengua vernácula, las lenguas clásicas y el hebreo. René Descartes, el filósofo francés, subrayó el papel de la lógica como el principio fundamental del pensamiento racional, postulado que se ha mantenido hasta la actualidad como base de la educación en Francia. El poeta inglés John Milton propuso un programa enciclopédico de educación secundaria, apoyando el aprendizaje de la cultura clásica como medio para potenciar la moralidad y completar la educación intelectual de las personas. El filósofo inglés John Locke recomendaba un currículo y un método de educación (que contemplaba la educación física) basado en el examen empírico de los hechos demostrables antes de llegar a conclusiones. En Algunos pensamientos referidos a la educación (1693), Locke defendía un abanico de reformas, y ponía énfasis en el análisis y estudio de las cosas en lugar de los libros, defendiendo los viajes y apoyando las experiencias empíricas como medio de aprendizaje. Así, animaba a estudiar un árbol más que un libro de árboles o ir a Francia en lugar de leer un libro sobre Francia. La doctrina de la disciplina mental, es decir, la habilidad para desarrollar las facultades del pensamiento ejercitándolas en el uso de la lógica y de la refutación de falacias, propuesta a menudo atribuida a Locke, tuvo una muy fuerte influencia en los educadores de los siglos XVII y XVIII. El educador francés san Juan Bautista de la Salle, fundador del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en 1684, estableció un seminario para profesores en 1685 y fue pionero en su educación sistemática.

      Tal vez, el más destacado educador del siglo XVII fuera Jan Komensky, obispo protestante de Moravia, más conocido por el nombre latino de Comenio. Su labor en el campo de la educación motivó que recibiera invitaciones para enseñar por toda Europa. Escribió un libro ilustrado, muy leído, para la enseñanza del latín, titulado El mundo invisible (1658). En su Didáctica magna (1628-1632) subrayó el valor de estimular el interés del alumno en los procesos educativos y enseñar con múltiples referencias a las cosas concretas más que a sus descripciones verbales. Su objetivo educativo podía resumirse en una frase de la página inicial de Didáctica magna "enseñar a través de todas las cosas a todos los hombres", postura que se conoce como pansofía. Los esfuerzos de Comenio por el desarrollo de la educación universal le valieron el título de 'maestro de naciones'.

    7. La influencia de la Iglesia católica.

      Durante el siglo XVIII se estableció el sistema escolar en Prusia; en Rusia empezó la educación formal bajo Pedro el Grande y sus sucesores; también se desarrollaron escuelas y colegios universitarios en la América colonial y se implantaron reformas educativas derivadas de la Revolución Francesa. Al final del siglo se fundaron en Inglaterra las escuelas del domingo por el filántropo y periodista Robert Ralkes para beneficio de los muchachos pobres y las clases trabajadoras. Durante el mismo periodo se introdujo el método monitorial de enseñanza, por el que cientos de muchachos podían aprender con un profesor y la ayuda de alumnos monitores o asistentes. Los dos planes abrieron la posibilidad de la educación de masas.

      El teórico educativo más relevante del siglo XVIII fue Jean-Jacques Rousseau, nacido en Ginebra. Su influencia fue considerable tanto en Europa como en otros continentes. En Emilio (1762) insistió en que los alumnos debían ser tratados como adolescentes más que como adultos en miniatura y que se debe atender la personalidad individual. Entre sus propuestas concretas estaba la de enseñar a leer a una edad posterior y el estudio de la naturaleza y de la sociedad por observación directa. Sus propuestas radicales sólo eran aplicables a los niños; las niñas debían recibir una educación convencional.

      Las contribuciones educativas de Rousseau se dieron en gran parte en el campo de la teoría; correspondió a muchos de sus seguidores poner sus ideas en práctica. El educador alemán Johann Basedow y otros abrieron escuelas en Alemania y en diferentes partes basándose en la idea de "todo según la naturaleza".

    8. El siglo XVIII: Rousseau y otros .
    9. El siglo XIX y la aparición de los sistemas nacionales de escolarización .

    El más influyente de todos los seguidores de Rousseau fue el educador suizo Johann Pestalozzi, cuyas ideas y prácticas ejercieron gran influencia en las escuelas de todo el continente. El principal objetivo de Pestalozzi fue adaptar el método de enseñanza al desarrollo natural del niño. Para lograr este objetivo, consideraba el desarrollo armonioso de todas las facultades del educando (cabeza, corazón y manos). Otros influyentes educadores del siglo XIX fueron el alemán Friedrich Fröbel, que introdujo los principios de la psicología y la filosofía en las ciencias de la educación; Horace Mann y Henry Barnard, los educadores estadounidenses más famosos, que llevaron a su país las doctrinas de Pestalozzi y de otros educadores europeos; el filósofo inglés Herbert Spencer, que defendía el conocimiento científico como el tema más importante a enseñar en la escuela; el español Francisco Giner de los Ríos, y el obispo danés Nikolai Grundtvig, que estableció unas ideas pedagógicas que fueron la base para la ampliación de la educación secundaria a toda la población.

    El siglo XIX fue el periodo en que los sistemas nacionales de escolarización se organizaron en el Reino Unido, en Francia, en Alemania, en Italia, en España (Ley Moyano, de 1858) y en otros países europeos. Las nuevas naciones independientes de América Latina, especialmente Argentina y Uruguay, miraron a Europa y a Estados Unidos buscando modelos para sus escuelas. Japón, que había abandonado su tradicional aislamiento e intentaba occidentalizar sus instituciones, tomó las experiencias de varios países europeos y de Estados Unidos como modelo para el establecimiento del sistema escolar y universitario moderno.

    1.2.10. El siglo XX: la educación centrada en la infancia

    A comienzos del siglo XX la actividad educativa se vio muy influida por los escritos de la feminista y educadora sueca Ellen Key. Su libro El siglo de los niños (1900) fue traducido a varias lenguas e inspiró a los educadores progresistas en muchos países. La educación progresista era un sistema de enseñanza basado en las necesidades y en las potencialidades del niño más que en las necesidades de la sociedad o en los preceptos de la religión. Esta idea había existido bajo otros nombres a lo largo de la historia y había aparecido de diferentes formas en diversas partes del mundo, como la Institución Libre de Enseñanza en España. Entre los educadores de mayor influencia cabe señalar a los alemanes Hermann Lietz y Georg Kerschensteiner, al británico Bertrand Russell y a la italiana María Montessori. En Estados Unidos tuvo una enorme influencia, luego extendida a todo el mundo, el filósofo y educador John Dewey. El programa de actividad que se derivaba de las teorías de Dewey fortalecía el desarrollo educativo del alumno en términos de animación de las necesidades e intereses de aquél. Llegó a ser el método principal de instrucción durante muchos años en las escuelas de Estados Unidos y de otros países. Todos ellos ejercieron amplia influencia en los sistemas educativos de los países de América Latina. Después de la Revolución Rusa (1917) la Unión Soviética desarrolló una experiencia interesante en el campo educativo, particularmente desde 1957, cuando fue lanzado al espacio el Sputnik, el primer satélite que mostraba el avanzado estado del saber tecnológico soviético. Esto hizo que numerosos visitantes extranjeros, especialmente personas procedentes de los países desarrollados, quisieran conocer el sistema imperante en las escuelas soviéticas. Contribuyeron al interés internacional por la educación soviética las teorías y prácticas pedagógicas que procedían de la ideología marxista-leninista, tan bien expresadas en el trabajo de Anton S. Makarenko, un exponente de la rehabilitación de los delincuentes juveniles y de la educación colectiva durante los primeros años de la Revolución.El siglo XX ha estado marcado por la expansión de los sistemas educativos de las naciones industrializadas, así como por la aparición de los sistemas escolares entre las naciones más recientemente industrializadas de Asia y África. La educación básica obligatoria es hoy prácticamente universal, pero la realidad indica que un amplio número de niños (quizá el 50% de los que están en edad escolar en todo el mundo) no acuden a la escuela. En orden a promover la educación en todos los niveles, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) realiza campañas de alfabetización y otros proyectos educativos orientados a que ningún niño en edad escolar deje de acudir a la escuela por no existir ésta, pretendiendo así acabar con el analfabetismo. Se han constatado algunos progresos, pero es obvio que se necesitan más esfuerzos y más tiempo para conseguir la alfabetización universal.

    CAPÍTULO II

    EDUCACIÓN EN ESPAÑA

    1. Desde 1970, Organismos Mundiales (UNESCO), Sectoriales (Banco Latinoamericano para el Desarrollo, OCDE,…), presiones populares, exigencias para el desarrollo económico global, descolonización y el global e interdependiente conjunto de variables que configuran toda realidad histórica y socio-cultural, han provocado en todos los rincones del planeta una creciente preocupación por los sistemas escolares.

      Así, en España, con un intervalo de 20 años, 1970-1990, se han sucedido dos leyes conjuntas del Sistema Educativo, con el afán de poner dicho sistema al nivel de mediación y de valor, que pueda hacer a éste útil en el entramado de la compleja realidad económica, política, socio-cultural, del posfranquismo y de la nueva realidad europea y mundial.

    2. Educación en España, sistema educativo de España.

      En 1970, con el influjo y el interés de grupos de poder y de Organismos Internacionales (UNESCO, Banco mundial,…) la Ley General del Sistema Educativo pretendió lo siguiente:

      a) superar la dicotomía del sistema, que fortalecía y ahondaba las diferencias socio-económicas, al mantener a los niños de la áreas rurales en la escuela primaria como único medio de formación/educación, que terminaba a los 14 años, y permitir a una minoría, urbana y burguesa, desligarse a los 11 años de esa escuela primaria y pasar a un instituto de bachillerato para preparar el paso a la universidad. En esta Ley se establecía la EGB, Educación General Básica, que desde los 6 a los 14 años señalaba el período de educación obligatoria y gratuita para todos los niños y niñas;

      b) generalizar y potenciar dentro del sistema escolar la Formación Profesional, necesaria respuesta a las necesarias exigencias del mercado laboral y a las expectativas del mercado industrial. Esta promoción nunca maduró de manera satisfactoria por un conjunto de factores: carencia de medios financieros, relativa escasez de centros en el conjunto del Estado y en comparación con la mayor proliferación de centros de curriculum más académico y abstracto, ligado al nivel del Bachillerato, y la relativa inhibición social respecto de la demanda de este tipo de centros;

      c) una primera y gran oleada de extensión universitaria, que en un proceso inacabado ha sembrado toda la geografía estatal de universidades, muchas veces puestas en entredicho por la rápida emergencia y la presumible escasez de medios humanos y materiales, que podían hacer de la universidad un ítem de relevancia estadística en los informes comparados, pero una institución siempre a debate.

      En cualquier caso, la Ley de 1970, la proliferación de los movimientos de renovación pedagógica y el aumento de la sensibilidad social, hicieron del sistema escolar algo más presente y demandado en el conjunto de la sociedad, aunque sean muchas las imperfecciones a superar y las tensiones sin resolver.

    3. La Ley General de Educación de 1970

      Desde 1982, con el Partido Socialista en el poder, los intentos de revisión y de renovación de la escuela han sido constantes. Se sucedieron experiencias, debates, escuelas de verano, que culminaron, tras una Ley anterior de participación y derecho a la educación, 1985, LODE, y una Ley más restringida por referirse a la universidad, 1983, LRU, en la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo, 1990.

      En la Ley de Ordenación General (del Sistema Educativo) "el objetivo fundamental de la educación es el de proporcionar a los niños y a las niñas, a los jóvenes de uno y otro sexo, una formación plena que les permita conformar su propia y esencial identidad, así como construir una concepción de la realidad que integre a la vez el conocimiento y la valoración ética y moral de la misma. Tal formación plena ha de ir dirigida al desarrollo de su capacidad para ejercer, de manera crítica y en una sociedad axiológicamente plural, la libertad, la tolerancia y la solidaridad".

      En el Artículo 1 de la Ley, Carta Magna dentro del conjunto, se enumeran los objetivos de la pretendida reforma: "1. El sistema educativo español, configurado con los principios y valores de la Constitución y asentado en el respeto a los derechos y libertades reconocidos en ella y en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de Julio. Reguladora del Derecho a la Educación, se orientará a la consecución de los siguientes fines previstos en dicha ley: a) El pleno desarrollo de la personalidad del alumnos; b) La formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad, dentro de los principios democráticos de convivencias; c) La adquisición de hábitos intelectuales y técnicas de trabajo, así como de conocimientos científicos, técnicos, humanísticos, históricos y estéticos; d) La capacitación para el ejercicio de actividades profesionales; e) La formación en el respeto de la pluralidad lingüística y cultural de España: f) La preparación para participar activamente en el vida social y cultural; g) La formación para la paz, la cooperación y la solidaridad entre los pueblos".

      En general, un intento de ajustar el sistema escolar a las proclamas de la Constitución de 1978, al tiempo que hacer incidir en los planteamientos y realizaciones del sistema educativo en cuanto tal, algunas de las líneas y procedimientos de trasfondo pedagógico, aún no presentes. Sin olvidar las exigencias de la dinámica económico y social que requerían otras respuestas del sistema escolar dominante.

    4. La Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo del año 1990: LOGSE

      Se prolonga la enseñanza obligatoria y gratuita hasta los 16 años, anteriormente hasta los 14, superando la negativa dicotomía anterior que de un lado hacia la enseñanza obligatoria hasta los 14 e impedía la entrada en el mercado laboral hasta los 16.

      Las enseñanzas de régimen general se establecen en los siguientes niveles: educación infantil: de 0 a 6 años: es la primera vez que dicho tramo de edad queda recogido por la regulación del sistema educativo. Hay una pretensión de hacer los centros de atención a la infancia, no sólo centros de guardería, de asistencia y vigilancia, sino realmente centros educativos: conocer el propio cuerpo, relacionarse con los demás, explorar el entorno, adquirir progresivamente autonomía. Se divide en dos ciclos. (El planteamiento de la ciclicidad es central en el horizonte de todos los niveles de la Ley: más que articulada en cuanto a años, cursos académicos, como unidades estancas, se consideran unidades de tiempo más abiertas y flexibles, relacionadas con la variable experiencia y maduración de las personas: ciclos). El primer ciclo hasta los tres años. El segundo de tres a seis años de edad; educación primaria: de 6 a 12 años, dividida en tres ciclos: 1º, 2º y 3º. La propuesta curricular: Conocimiento de medio natural, social, cultural; Educación artística; Educación física; Lengua castellana, Lenguas extranjeras; Matemáticas. La evaluación de los alumnos será continua y global, con menor relevancia para los exámenes puntuales; educación secundaria de 12 a 16 años: 2 ciclos. El curriculum: Ciencias de la Naturaleza, Ciencias Sociales, Geografía e Historia, Educación Física, Educación Plástica y Visual, Lengua castellana, Lenguas extranjeras, Matemáticas, Música, Tecnología. Además se cursarán asignaturas optativas. Es un planteamiento curricular integrado adaptado a los niveles de conocimiento de los alumnos. Los equipos de apoyo y los psicopedagogos, en el papel de orientadores de los alumnos y colaboradores de los padres y de los profesores ayudan a mejorar los niveles de aprendizaje con mayores dificultades. La finalización de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria), otorga el título de Graduado en Educación Secundaria, paso para la Formación Profesional de grado medio o para el bachillerato; bachillerato: dos cursos académicos, equivalentes a los cursos de 3º de Bachillerato Unificado y Polivalente y al Curso de Orientación Universitaria del sistema sustituido de la Ley del año 1970. Hay cuatro modalidades de Bachillerato: Artístico; Ciencias de la Naturaleza y de la Salud; Humanidades y Ciencias Sociales; y Tecnología. El curriculum bastante diversificado en función de las modalidades tiene como asignaturas comunes: Educación Física, Filosofía, Historia, Lengua castellana y autonómica y Lengua extranjera. El título de Bachiller permite el acceso a la Formación Profesional de grado superior y a los estudios universitarios.

      Las enseñanzas de régimen especial son: las enseñanzas artísticas y las enseñanzas de idiomas. Las enseñanzas artísticas están divididas en tres secciones: 1ª sección: de la Música y de la Danza, dividas en tres grados, elemental, medio y superior. Los alumnos que terminen el tercer ciclo del grado superior obtendrán el título de Bachiller si superan las materias comunes del bachillerato. Es un intento de facilitar y, en consecuencia, extender las posibilidades de seguir estos estudios/profesiones, sin estar centrado en el esfuerzo del sistema educativo base, que impediría tiempo y dedicación para el buen logro de estas enseñanzas; 2ª sección: del Arte dramático: con un solo grado de carácter superior, con duración adaptada a las características de estas enseñanzas. Superadas estas enseñanzas se tiene derecho al título superior de Arte Dramático equivalente al título de Licenciado Universitario; 3ª sección: de la enseñanza de las Artes plásticas y del Diseño. Estas enseñanzas se organizan en ciclos de formación específica.

      Por lo que se refiere a las enseñanzas de idiomas, éstas se imparten en las Escuelas Oficiales de Idiomas. Para acceder a dichos estudios es requisito haber superado el primer ciclo de la ESO. A su vez, estas escuelas impartirán cursos para la actualización de conocimientos y perfeccionamiento profesional de las personas adultas.

    5. Niveles del sistema educativo

      Comprende dos conjuntos: el de la formación inicial dentro del sistema escolar y el de la formación en servicio, o permanente, realizable en las empresas, en el puesto de trabajo. Además de los específicos módulos de la Formación Profesional, en la Educación Secundaria Obligatoria y en el bachillerato todos los alumnos reciben una formación básica de carácter obligatorio. El título de Bachiller permite el acceso a la Formación Profesional específica de grado superior. El curriculum de este nivel refuerza la integración de los contenidos científicos, tecnológicos y organizativos. Además, la formación buscará que el alumno aprenda a trabajar por sí mismo y a ser eficaz en equipo. Los alumnos que superan las enseñanzas de Formación Profesional específica de grado medio y de grado superior recibirán respectivamente el título de Técnico y Técnico Superior de la correspondiente profesión.

    6. La Formación Profesional

      La LOGSE atiende significativamente esta realidad humana de las personas con necesidades educativas especiales. Esta atención se plantea desde los principios de normalización y de integración escolar. La integración de las personas con deficiencias entre los grupos de alumnos del sistema general ha sido tema de debate. Hoy prácticamente es aceptado como el método más adecuado, en líneas generales, para conseguir los objetivos deseados: normalizar la experiencia social de las personas con dificultades, socializar a los otros alumnos con respecto a las personas con dificultades y servirse de apoyo y de estímulo para mejorar en las diferentes y potenciales habilidades.

      Es importante atender a estas personas desde el primer momento de la detección de las necesidades especiales a fin de evitar los retrasos acumulados que tan negativos son en los subsiguientes afanes de normalización y desarrollo de las personas. En relación con la conveniente integración es preciso salvaguardar las unidades o los centros de educación especial en el caso de que las necesidades del alumno no puedan ser atendidas por un centro ordinario. Cuando se den esas circunstancias, la situación será revisada periódicamente de modo que pueda ser valorable intermitentemente la opción de un centro ordinario.

    7. La educación especial

      Se integra también en el conjunto del sistema escolar el interés por realizar y concretar la educación permanente y, en su caso, recuperar a personas que por cualquier excepcionalidad pudieran estar en el límite del analfabetismo.

      Este desarrollo pretende: actualizar la formación básica, mejorar la cualificación profesional, desarrollar la capacidad de participación en la vida social. Las actividades educativas propuestas se centrarán en el desarrollo de la habilidad del autoaprendizaje, en conexión con las propias experiencias, necesidades e intereses, por medio de la enseñanza presencial, en centro ordinarios o específicos, y el uso de los medios de educación a distancia.

      Estas enseñanzas pueden realizarse a partir de convenios con las universidades, corporaciones locales y otras entidades, públicas o privadas, siempre bajo el prisma de la específica y ya muy elaborada pedagogía de la educación de adultos.

    8. La educación de las personas adultas

      Es la propuesta psicopedagógica de la LOGSE: que el trabajo escolar esté diseñado para superar el memorismo tradicional de las aulas y, desde el lado positivo, lograr un aprendizaje más integrador, comprensivo y autónomos. La práctica del aprendizaje comprensivo arranca de una muy concreta propuesta: partir siempre de lo que alumno tiene, conoce, respecto de aquello que se pretende aprender. Sólo desde esa plataforma se puede conectar con los intereses del alumno y éste puede remodelar y ampliar sus esquemas perceptivos.

      La capacidad intelectual del aprendizaje significativo: directamente ligado al entrenamiento del mundo escolar, desde horizontes mentalistas, D. P. Ausubel (1968) y J. D. Novak (1982), entre otros, han desarrollado la concepción de la inteligencia de los nichos ecológicos. Es una puesta de largo de la comprensión, factor relevante del aprendizaje. Potenciar, educar habilidades intelectuales, no como semipasiva acumulación de materiales, más o menos ordenados y sistematizados. Sí como activa estructura de relacional significatividad. La inteligencia es una red expansiva de significaciones. Es una alternativa razonada a la dominante tendencia escolar a lo memorístico, como salida menos burocrática.

      Lo aprendido eminentemente como memorización mecánica, (siempre hay un algo de integración comprensiva), a los tres meses, prácticamente está perdido. No hay recuerdo de nada. Cuantas empolladas, previas a los días/burocracia de los exámenes, sirven para bien poco. No sólo hay olvido, desprendimiento de materiales de información, no retenidos en red significativa oportuna. Lo menos inteligente es que ese tipo de estrategia memorizante sin red no genera entrenamiento intelectual. No provoca expansión cognitiva, ni metacognitiva.

      La propuesta de D. P. Ausubel del aprendizaje significativo es un acicate hacia el entrenamiento intelectual constructivo, relacional y autónomo. La última finalidad del planteamiento significativo puede definirse como una perspectiva de la inteligencia como habilidad para la autonomía: aprender comprendiendo la realidad e integrarla en mundos de significatividad. También Ausubel y Novak, a diferencia de J. Piaget, enfatizan el desarrollo cognitivo en la expansión del lenguaje, y menos en los períodos evolutivos de J. Piaget: sensorio-motor (nacimiento-dos años), preoperacional (dos-siete años), operacional concreto (siete-doce años), operaciones formales (desde los once años).

    9. El aprendizaje significativo
    10. La educación universitaria

    En España, desde el año 1970, y de forma prácticamente ininterrumpida, ha habido una fuerte expansión de los estudios universitarios. De carácter politécnico y de las enseñanzas más ligadas al curriculum tradicional, facultades de Letras y Humanidades, Historia, Filología, Psicología, Pedagogía. La OCDE en las décadas de 1980 y 1990 ha recordado a los gobernantes la conveniencia de aumentar en algún punto la tendencia hacia los estudios científico/aplicado, con la reducción de los estudios humanistas. Eso hace que, por ejemplo, además de haberse recortado el Bachillerato a dos años en la LOGSE, también se hayan reducido en estos cursos la incidencia de las Lenguas clásicas y de la Filosofía.

    En este momento hay 45 universidades públicas y 6 privadas, dos en Barcelona, cuatro en Madrid, además de algún Colegio Universitario, semiprivado, adscrito a alguna universidad pública. Esa expansión añadida al fenómeno constitucional de las Autonomías, hace que en todas las capitales de provincia haya estudios universitarios, Facultades de unas Ciencias u otras, aunque los órganos directivos de cada universidad estén en alguna de esas provincias. Es un modelo extendido y no centralizado de oferta universitaria. Este modelo, que potencia el aspecto positivo de acercar la universidad más a los ciudadanos, además de la total presencia de la UNED (Universidad de Educación a Distancia) en todo el territorio estatal, a veces, genera las críticas ligadas a la carencia de medios, a la improvisación del profesorado o los criterios de distribución de unas Facultades en unas provincias y no en otras.

    Además de ese número de universidades, más lo ya comentado respecto de la relevancia del Bachillerato y la limitación de la Formación Profesional, hacen que la demanda de puestos universitarios sea complicada en relación con el PIB (Producto Interior Bruto), con la estructura económica, y con los horizontes políticos y culturales. Es común la incertidumbre, manifestada como propuesta crítica, respecto a la conveniencia y al potencial acierto que supongan esas numerosas aulas de universitarios formándose para la cultura general y menos para una adecuada y competitiva profesionalización. En este entramado, la universidad pública dominante mantiene la dualidad de la formación general y de la profesionalización, con menor incidencia en el avance investigador del conocimiento. Este problema, complementariamente se quiso hace varias décadas subsanar mediante la creación del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) institución fundada para potenciar el desarrollo investigador. Asunto atendido siempre con escasez inversora. La universidad gasta el 1,1% del PIB, siendo la media europea, en el año 1995, 1,5%. Aún quedan las décimas de punto inversor que hacen prácticamente un tercio de lo invertido, lo cual es valorable, como mucho, lo que aún queda como margen y exigencia inversora. Es una Universidad masificada, que con constantes alertas de renovación y de cambio, mantiene con inquietud y desconfianza los niveles requeridos de exigencia y de adecuación.

    En los últimos tres años, 1993-1996, el reto ha sido actualizar los planes de estudio. Esto sobre el centro de dos criterios: aumentar el grado de profesionalización, practicum, y mejorar el grado de optatividad y de flexibilidad curricular, adoptando el modelo de los créditos. Tal vez, la rápida inmersión de los nuevos planes y la escasa referencia informativa y actitudinal hacia las innovaciones ha provocado que tras los tres años previstos para la revisión, se esté ante una anunciada y profunda revisión de la innovación puesta en marcha para corregir errores: excesiva acumulación de contenidos, mejora del desarrollo del practicum, aumento de la interdisciplinaridad, entre otros.