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Huelga en el Deporte (novela) (página 2)

Enviado por Reinaldo Carvallo


Partes: 1, 2, 3

Se leyó el acta anterior por parte del encargado de esta secretaria, no hubo objeción alguna al acta, se aprobó por unanimidad, se pasó luego a dar lectura a las correspondencias recibidas y despachadas por parte de Rosauro Rodríguez, Secretario Ejecutivo. Una de esas correspondencias había sido enviada por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), en la misma se daba respuesta al gremio por las reiteradas denuncias que este les había hecho llegar a propósito del comportamiento patronal. En ese oficio enviado por la Central Obrera al Sindicato de Entrenadores – era así como ellos nos llamaban – En una de sus partes decía. "Que ellos, la C.T.V., actuaba como árbitro imparcial en las relaciones obrero – patronales y como vigilantes del cumplimiento de la Ley del Trabajo, pero evitaba tener injerencia alguna en las decisiones tomadas" en este párrafo leído por Rosauro, la mayoría de los presentes en la reunión tomaron notas destacando algunas observaciones.

Continuando la reunión se pasa a informar de las visitas hechas por los enviados a los estados Guárico, Apure y Cojedes donde hubo elecciones de juntas directivas; luego habló el responsable de las finanzas para plantear lo relativo al pago a las secretarias después de un largo tiempo de trabajo sin cobrar; también se informó de la compra de sillas, muebles y otros gastos derivados de la adquisición de enseres para el mantenimiento de la casa.

Después de una larga pausa Carlos preguntó si había otra secretaría con algo que informar, El Secretario Ejecutivo dijo que no había más nada que informar. Entonces propuso el presidente: ocupémonos de revisar y evaluar nuestra relación con el IND y de ese oficio que nos envía la C.T.V. – Si nos ponemos a hacer un balance – dijo Carlos – de las acciones gremiales realizadas yo he llegado a la conclusión de que no hemos sido lo suficientemente contundentes ante el patrón. Se ha demostrado seriedad, organización, responsabilidad, poder de convocatoria como lo demuestran los actos de concentración de entrenadores que se han hecho y no vemos ninguna reacción positiva de parte de las autoridades del I.N.D. Inmediatamente intervino Oswaldo Torrealba, "El Pollo", para decir:

Yo no he esperado ninguna reacción positiva de parte de esa manada de burros con flux (hubo risas por casi todos los presentes). Retomó la palabra Carlos, sin embargo fue interrumpido porque en ese momento se abrió la puerta del salón y entraron apresurados Miguel Pedraza y Jesús Elorza, quienes gozaban de plena confianza de la organización. Entrenador y profesor de educación física respectivamente, saludaron y luego se incorporaron a la reunión. Rosauro les informó a los recién llegados que hacia media hora habían comenzado y les relató sucintamente lo tratado. Continuó Carlos:

De nada ha servido los remitidos que se han publicado en la prensa nacional y sigue la indiferencia por parte de Rivas Vázquez y sus directores de línea.

Luego pidió la palabra Jorge Emilio Rivas, abogado, entrenador y Secretario General del gremio, para proponer que se enviara un nuevo telegrama solicitando otra reunión. Dicha propuesta no tuvo aceptación por ninguno de los presentes, contrariados, molestos por tanta indiferencia del patrón. Pidió la palabra Jesús Elorza:

– Comenzó diciendo – disculpen mi retardo y luego agregó, yo he conversado con Carlos en estos días por teléfono y sacábamos la cuenta del tiempo transcurrido dejando entrever que la junta directiva ha sido inocente, por no decir otra palabra. Considero que se debe pasar a otras acciones más directas, ya que es eminente que esa gente no va a firmar el contrato colectivo si no se hace una fuerte presión.

Pidió la palabra Nelson Rodríguez, Secretario de Organización, para agregar seguidamente:

En verdad ellos quedaron en hacer una consulta de tipo jurídico y un estudio económico del contrato colectivo, yo creo que el tiempo transcurrido es suficiente, son cinco meses de espera.

Hubo un receso en la reunión algunos se sirvieron café, de una jarra que había en la mesa, otros encendieron cigarrillos mientras opinaban sobre lo tratado hasta ahora, en tanto algunos fuera del salón consideraban distintos escenarios de presión y de lucha, hacían conjeturas posibles.

Se reinició la reunión con una interesante sugerencia de Carlos Sánchez: – hagamos un ejercicio de imaginación, nos mandan a llamar las autoridades del I.N.D. para decirnos que no hay firma de contrato por cualquier razón ó motivo -, se preguntaba mientras paseaba la vista por los rostros de los presentes en la reunión –¿Vamos nosotros a repetir eso mismo a los entrenadores? No compañeros ese papel no lo podemos hacer, nos quedaría muy feo, yo propongo que cambiemos el discurso, empecemos hablar de huelga de hambre y ahora bien ¿Quiénes iniciamos la huelga? yo opino que sea un vocal, un representante de las secretarías y yo me sumo como presidente; deberíamos ser los primeros en esta acción gremial y planteemos a la seccionales que designen a los entrenadores.

Después de un breve silencio Rosauro Rodríguez consideró que:

Esta vaina es una crónica anunciada de lo que vendrá.

La reunión finalizó cerca de las 10:00 pm, dos directivos que se iban a quedar durmiendo en la casa, despidiéndose desde la entrada se dirigieron al grupo:

coño vale, ustedes que tienen carro, tráigannos unas arepas que tenemos el hambre que jode, la respuesta fue:

– váyanse acostumbrando porque lo que viene no es juego.

VII

Un día miércoles muy temprano del mes de abril de 1975, faltando 15 minutos para las 9:oo a.m, Marianela Matos, secretaria de la presidencia del I.N.D. desde su oficina marcó el número directo de la jefatura de personal para comunicarse con su director, el Sr. Pedro Manuel Padrón y decirle que de parte del Dr. Rivas Vázquez lo convocaba a una reunión con carácter de urgencia a su oficina a las 9:oo a.m., de igual manera lo hizo con el resto de los demás directores llamándolos uno a uno. Pronto se encontraban todos reunidos en el despacho de la presidencia, el licenciado Álvarez de Lugo, jefe de administración; Asnoldo Devonish director técnico; Ing. José Lecue, jefe de instalaciones deportivas; Sr. César Rojas, coordinador general; Sr. Pedro Manuel Padrón, director de personal.

La reunión comenzó a las 9:05 a.m. con los buenos días del presidente a su equipo de trabajo y agregando con voz pausada:

–Les he convocado a esta reunión para comunicarles mi decisión de separarme del cargo por unos días, por razones de salud, ya que voy a someterme a una serie de exámenes, yo les pido su colaboración así como la lealtad que me han demostrado hasta ahora, aunque serán pocos días los que durará mi ausencia; además debo decirles que tengo la autorización del ministro y, por último, necesito su cooperación inmediata, en el sentido de que sean ustedes, ahora mismo, quienes decidan y se pongan de acuerdo para sugerir el nombre de la persona que debería dirigir este despacho mientras dura mi ausencia. Al hablar se le notó pausado, el semblante un tanto ansioso, preocupado, intranquilo.

Luego intervino Asnoldo Devonish para expresar:

–Yo lamento bastante su estado de salud y me atrevo a decirlo, es su preocupación y la presión que tiene ante las amenazas de huelga de mis colegas del Colegio de Entrenadores. Presidente, déjeme decirle que no hay problema sin solución; pero entiendo también que lo que usted tiene es una pequeña recaída y que pronto estará bien, solo le pido ánimo ante este pequeño percance.

Gracias Asnoldo – dijo Rivas Vázquez -, por otra parte, continuó Devonish: sugiero que sea el compañero Pedro Manuel Padrón el que se ocupe de la presidencia de la Institución y aprovecho para informarles que por motivos de trabajo salgo pasado mañana para la República Dominicana, debo asistir a una reunión técnica, organizativa de los Juegos Centro Americanos y del Caribe y, quisiera finalizar haciendo la siguiente pregunta ¿Cómo va lo de las consultas que se iban a hacer con relación al contrato colectivo de los entrenadores? Entonces tomó la palabra César Rojas para responder: "se elevó una consulta al Ministerio del Trabajo y a otras instancias del Estado y estamos esperando repuesta".

Todos ellos conformaban el equipo gerencial de la institución. El grupo de trabajo que acompañaba al presidente Luis Rivas Vásquez en su misión de llevar adelante la política deportiva del Estado venezolano de manera eficiente y eficaz.

Pero, ¿Cuántos de ellos estaban conscientes de su responsabilidad, si para nadie era un secreto que algunos siempre aspiraron a presidir el organismo en el cual trabajan; en primer lugar destaca y con grandes posibilidades, Asnoldo Devonish por su capacidad gerencial, sus conocimientos del deporte, su popularidad por ser el primer medallista olímpico del país; su condición de entrenador, todo le hacía ver que él sería presidente del I.N.D. algún día. En segundo lugar se visualizaba Pedro Manuel Padrón, su aval, algún nexo familiar con la primera dama de la República Blanca de Pérez; además de su militancia en el partido de gobierno (A.D.). En cualquier momento, con la ayuda del partido, él podría ser el designado ¿Seria acaso esta su oportunidad?

Otro que podría ser seleccionado, Cesar Rojas Cardozo aunque con muy remotas posibilidades, avalado por su antigüedad y experiencia en el organismo, lo conocía muy bien, además de sus privilegiadas relaciones con las federaciones deportivas. el también aspiraba.

VIII

¿Qué es un Contrato Colectivo? Con esta pregunta comenzaba Carlos Sánchez aquella asamblea ante la presencia de más de 80 entrenadores convocados y otros curiosos atraídos por la juventud y el verbo encendido del máximo dirigente de los entrenadores en el acto que se celebraba en el auditorio de la casa sindical de Los Teques, Edo. Miranda, pregunta que él se hacía y al mismo tiempo respondía ante la atención de la audiencia. Un Contrato Colectivo es el conjunto de peticiones que se hace ante el patrón con el propósito de mejorar la situación socio-económica de los trabajadores, solicitud que se hace a través de un sindicato o gremio que los representa.

Continuaba Carlos con su estilo muy particular de preguntarse y responderse, con otra interrogante ¿A quién beneficia?, se respondía: a la familia de todos los técnicos deportivos al servicio del I.N.D., inscritos o no en el colegio y a los indiferentes como yo los llamo, hacia ellos debe estar dirigido nuestro mensaje y óigase bien, lo repetiré hasta la saciedad, con respecto a la militancia política debo decir que sean adecos, copeyanos o comunistas, todos recibirán los mismos beneficios, aquí no hay discriminación de ninguna naturaleza.

Carlos fue interrumpido por un obrero que se encontraba "coleado" en esa asamblea para preguntar ¿Por qué no se hacía aprobar un contrato colectivo para todo el personal del I.N.D.? Eso no es posible compañero – le contestó el líderdéjeme decirle por qué, cuando se hace este tipo de contrato hay que respetar lo que se llama la naturaleza del oficio, por ejemplo, es muy diferente lo que hace una secretaria de lo que hace usted, o lo que hace un entrenador de béisbol, no sé si me explico – preguntó Carlos. Sí, si lo entiendo joven – respondió el obrero dándole las gracias.

Surgió otra pregunta, esta vez fue de un entrenador: Carlos, ¿van a tomar en cuenta la antigüedad, los diferentes niveles de preparación o nos van a meter a todos en un mismo saco? – su preocupación es válida compañero, me parece interesante su pregunta, la respuesta no se hizo esperar " nosotros discutimos eso bastante en la junta directiva y llegamos a la siguiente conclusión, hay que hacer un manual de clasificación de cargos para el futuro, pero ahora lo inmediato es la firma de este contrato colectivo por parte de las autoridades del I.N.D" y concluyó diciendo "aquella asamblea de entrenadores celebrada los primeros días de Abril, donde se decidieron las estrategias gremiales a seguir, la importancia de estar informados y en estrecho contacto con la junta directiva nacional.

Antes de finalizar su visita al Edo. Miranda, acompañado de Alfredo Torrealba se reunió con la directiva seccional haciéndole un reconocimiento a los directivos José Félix Ribas, Arelis Benítez, Sebastián Hernández, Ricardo Hernández y en forma muy especial a Indira Galindo por el trabajo realizado, exaltando su condición gremialista y de ser la primera mujer en presidir una directiva regional. Cuando hacía el reconocimiento, tal vez de manera inconsciente, se cambiaba el reloj de la mano derecha a la izquierda, antes de abordar el carro y despedirse rumbo a Caracas.

¿Qué pedían los Entrenadores Deportivos?

  • Mejoramiento profesional.

  • Aumento salarial.

  • Prestaciones sociales.

  • Uniformes.

  • Mejoramiento de las condiciones de trabajo.

  • Estabilidad laboral.

  • Derecho a la defensa.

  • Establecer duración del contrato.

  • Aporte a la caja de ahorro.

  • Permiso por nacimiento de hijos.

  • Permiso para estudiar.

  • Servicios médico-odontológicos.

  • Asistencia médica donde no exista el I.V.S.S.

  • Servicio médico-odontológico para los jubilados.

  • Reconocimiento por Incapacidad temporal o absoluta.

  • Útiles escolares y juguetes para los hijos menores.

  • Dar respuesta a los planteamientos del gremio.

  • Expedir carnet que los identifique como nómina del IND

¿A caso era mucho pedir a un gobierno tan poderoso y rico como el de Carlos Andrés Pérez? ¿Fue necesario llegar al conflicto por solicitar la materialización de derechos tan elementales para un sector de la sociedad que merecía mucho más que eso?

Atender las legítimas aspiraciones de los entrenadores, procurar un trato justo a los técnicos del deporte nacional comportaba un sustantivo mejoramiento, esencial, influyente, significativo para un colectivo de sobresalientes activadores sociales capaces de construir y soñar un mejor país. El gran ganador: el deporte.

IX

Era una costumbre de esa época, que todavía se conserva en algunos lugares de Caracas y en muchas regiones del país, frecuentar los bares o botiquines como también se les conocía. Lugares para el consumo de bebidas espirituosas y el encuentro maravilloso con amigos de distintas tendencias y oficios. Generalmente, el acicate de la cerveza se aliaba con la atmósfera de estos espacios y obraba el milagro de aguijonear tertulias inolvidables, de distintos tonos. Diversos eran los motivos que justificaban estos encuentros: políticos, deportivos, intelectuales, farándula, apuestas hípicas para analizar los pronósticos de la Gaceta Hípica; algunos ahogaban sus penas asidos a barrancos amorosos…todo con la complicidad de una rockola mimada, elixir para las incomprensiones y el demoledor despecho, arrullando a tantos en "una cama de piedra" o consolándolos mientras restañaban las heridas de "una puñalada trapera".

Al final de la Av. O"higgins, muy cerca de la "La India del Paraíso" se encuentran alineados pequeños edificios de 6, 8 y 10 pisos; unos al lado del otro. Son construcciones de vieja data, que destinan la planta baja para locales comerciales para la venta de diferentes mercancías y rubros; entre estos destacaban los emblemáticos bares de la zona, muy concurridos, de gratos recuerdos: El Topeka, El Alfa, Cervecería Reino II y El Montalbán; todos remansos para los asiduos entrenadores por la cercanía que tiene con el Velódromo Teo Capriles.

Un viernes cualquiera de abril se encontraban unos entrenadores en el bar "El Alfa"; era de tarde, ocupaban las sillas de una de las mesas al fondo del local, ellos eran Felipe Salazar, Álvaro Ortega, Guillermo Pérez y Alfredo Torrealba, todos técnicos en natación, atendidos por Gladys, una mesonera del local quien les comentó mientras servía las cervezas: –en estos días estuvieron otros entrenadores, pero coño si hablaban raro — cómo raro? preguntó Guillermo Pérez. – hablaban rapidito. – contestó Gladys. – esos eran colegas de Margarita o Cumana – ¡seguro! ellos son, hablan así. – Agrego Guillermo.- ¿pero qué hablaban? – preguntó Alfredo Torrealba.- de lo poco que pude entender es que se quejaban de una concentración que ustedes tuvieron en las tribunas del velódromo.- Si, ¿qué decían? – insistió Torrealba – bueno que ellos habían venido de muy lejos, que tuvieron que esperar cinco horas a que terminara una reunión de la Directiva con un tal Dr. Rivas Vásquez y que los directivos no fueron claros al especificar el resultado de la reunión.- ¿Y qué más decían? – Preguntó Álvaro Ortega – ¡ah bueno, un señor mayor que estaba con ellos, el más serio de todos dijo que se dejaran de interpretar mal la vaina y hablaran tantas pendejadas, que Caros Sánchez fue muy claro en su intervención, que se fueran preparando para la huelga. Hubo un notorio silencio que solo dejaba escuchar los arrebatados lloriqueos de la rockola, "viejo, mi querido viejo" del argentino Piero. Se presentó a la mesa Rosauro Rodríguez Secretario Ejecutivo del gremio, quien venía a pedir la cola a Felipe Salazar para irse a la Guaira donde vivían los dos;- dijo Rosauro, acercándose a la mesa – les acepto una cerveza porque vamos saliendo. Intervino Álvaro Ortega para decirle – siéntate e infórmanos como van las conversaciones con el I.N.D. y el gremio.

Rosauro expresó: – yo no acostumbro a dar informaciones del gremio en los bares pero voy a hacer una excepción con ustedes porque sé que estuvieron fuera del país en una competencia internacional, en Colombia. Comenzó a explicar: desde hace seis meses introdujimos un Contrato Colectivo y todavía no han dado respuesta en concreto. Ellos dicen que nosotros los entrenadores somos empleados públicos y no podemos contratar con el Estado, y pretender convertir el Contrato en Convenio; nosotros no vamos a aceptar esa vaina, porque queda a la discrecionalidad del patrón cumplir con lo que allí se solicita, así de sencillo, está es la situación compañeros, concluyó Rosauro – ¿Y qué va a hacer la directiva? – preguntó Guillermo Pérez – inevitablemente tendremos que ir a huelga – le respondió Rosauro y en eso andamos los de la junta directiva. Otro prolongado silencio se hizo sentir dentro del grupo, entretanto la voz melosa de Oscar de León interpretaba "Siéntate ahí y espera que yo pase…" sentenciaba lo que se vendría. Se bebió la cerveza con los colegas y le dijo a Felipe Salazar – bueno compañero, vamos saliendo que se nos hace tarde, Felipe se levantó de la silla, puso un dinero en la mesa para cancelar las cervezas y se marcharon.

Cuando se dirigían a la salida del bar, observaron en la mesa muy cerca de la entrada a varios ex atletas y entrenadores que también libaban cerveza, Rafael Romero, Jimmy Maldonado y Brigido Iriarte, quienes detuvieron a Rosauro para preguntarle qué si Rivas Vásquez había renunciado. Rosauro les respondió antes de alcanzar la salida – Los chismes que corren por los pasillos del I.N.D. son muchos y uno es que el anuncio de huelga por parte del Colegio lo tiene enfermo.

X

Luis Rivas Vázquez fue un servidor público de nivel medio, se desempeñó como prefecto de la ciudad de Caracas y había sido nombrado presidente del I.N.D. el año 1974. Cargó al que llegó según decían las malas lenguas por ser amigo muy íntimo de algunos altos dirigentes del partido de gobierno, Acción Democrática. Tenía buena disposición hacia la actividad deportiva por haber sido un destacado basquetbolista como integrante del equipo de la Universidad donde estudió Derecho Público y se graduó de abogado, allá en los Estados Unidos por los años cuarenta. Con 59 años de edad es designado para ocupar el cargo de presidente del IND, el N°. 12 en posesionarse de tan alta responsabilidad; su mayor reto fue superar las discrepancias con los entrenadores deportivos y sus dirigentes decididos a hacerse sentir, reclamando sus derechos, asistidos por la razón y la convicción de sus legítimas demandas.

El presidente Rivas Vázquez escuchaba con atención los planteamientos de los dirigentes gremiales expuestos por Carlos Sánchez, en las pocas oportunidades en que se reunió con ellos. Carlos sostenía que "el Contrato Colectivo debía originar derechos civiles que sólo son válidos en la medida en que benefician a la sociedad y sus miembros. Los derechos civiles, humanos deben garantizar la igualdad y libertad que regulan las relaciones de convivencia natural, de entendimiento entre el gremio y el patrón". Rivas Vázquez fue convencido por los argumentos esgrimidos, claros, contundentes. Sin embargo, los directores se negaban a reconocer las sensatas aspiraciones laborales de los técnicos deportivos por considerar que estos constituían una seria amenaza para la institución.

Este grupo de directores liderados por Asnoldo Denovish, seguido por Pedro Manuel Padrón y otros funcionarios formaban el grupo que se oponía a aceptar los razonamientos del gremio, el presidente del IND estaba siendo intencionalmente confundido por sus más inmediatos asesores. La argucia infeliz de sus colaboradores hacía notar que la autoridad del presidente se reconocía, pero sus órdenes eran perversamente tergiversadas o desobedecidas. Entre otras explicaciones le recomendaban a Rivas Vázquez que se debía firmar un acta convenio, más no Contrato Colectivo, porque los entrenadores eran empleados públicos y como gremio no tenían nivel ni categoría para tales pretensiones; además de otros asuntos que ellos manejaban, las autoridades inedistas firmaron un documento público en el que trataban de hacer ver que el Colegio de Entrenadores era un movimiento político adverso al gobierno, artimaña con la que aspiraban dividir a la organización gremial descalificando a sus tenaces dirigentes, pero ingenuamente se enfrentaron con un colectivo férreamente unido, monolíticamente firme, dispuesto a defender sus derechos a cualquier costo. Esta situación protagonizó un tiempo histórico de conflicto entre entrenadores y gobierno que benefició al deporte en general, una esperanza de vida plena para todos.

Ellos, los directores del equipo que gerenciaba al IND de aquel momento fueron quienes hicieron fracasar al presidente Rivas Vázquez y adelantar su presentida destitución.

El general Camilo Betancourt Rojas es quien releva a Rivas Vásquez. Este experto en torturas y exterminio de grupos irregulares, tal vez confiado en sus infalibles métodos para vejar, maltratar y segar vidas, con las manos manchadas de sangre y su oscura experiencia, le allanaría el camino para superar el desencuentro con los entrenadores. ¡Qué absurdo! ¡Qué triste decisión!

La escogencia de este personaje es un exabrupto histórico que gravitará por siempre a quienes lo propusieron para dirigir el deporte nacional. Esta decisión se toma en el alto gobierno; por supuesto, en contra de la organización gremial. Devonish no podía creer ni aceptar que una organización donde él había sido pieza fundamental conjuntamente con otros colegas, como lo fueron Jorge Emilio Rivas, Juan José Rodríguez, Arnaldo Ortiz, Alfredo Torrealba y tantos otros que se atrevieran a revelarse contra su autoridad, ya que él se sentía amo y señor del I.N.D. Su prestigio como referente olímpico, el medallista, el advertido conocedor del deporte de su país, nunca imaginó que ese muchacho, el insigne Carlos Sánchez lograra que toda una organización nacional estuviera en su contra, fisurándolo.

El orgullo exacerbado de Devonish no le permitía entender esta realidad y trató de manipularla recurriendo a la pervertida costumbre de apoyarse en algunos tarifados dispuestos a publicar escritos en la prensa nacional en contra del gremio de entrenadores. También, como estrategia, reunió a otros entrenadores considerados "esquiroles", repudiados por una elocuente mayoría, para convencerles de enfrentar a sus compañeros de profesión haciéndose acompañar de otros empleados del IND y firmar un documento público caracterizando al gremio de agrupar a sospechosos comunistas, planteando la necesidad de frustrar el noble cometido de los huelguistas, preconizando el fracaso de sus luchas; pero una vez más se impuso la razón, la verdad iluminó lo transitado y decretó la honrosa vigencia de un gremio excepcional.

XI

Una vieja definición conceptúa el deporte como un complemento de la formación integral del hombre, pero hoy día se maneja el criterio de que es imprescindible, vital, próximo a la esencia humana. En todo proceso educativo la práctica deportiva deja en sus cultores múltiples e incontables beneficios; siendo uno de ellos el perfeccionamiento y alcance de la sana autoestima. Estos juicios señalan pautas aplicables a un destacado deportista olímpico como es el caso de Asnoldo Devonish, oriundo de Maracaibo, estado Zulia, en el seno de una humilde familia establecida en los campos petroleros de esa región.

Nace el 15 de Junio del año 1932 y es bautizado con el nombre de Asnoldo Vicente Devonish Romero, quien desde muy temprana edad comienza a practicar varios deportes, destacándose de manera sobresaliente en la disciplina del atletismo, aflorando su talento atlético en los recordados juegos de las empresas petroleras donde también surgen otras figuras como Arquímedes Herrera, Rafael Romero, Héctor Thomas… Asnoldo Devonish inmortalizó su nombre con apenas 21 años de edad, al convertiste en el primer venezolano en obtener una medalla olímpica en los juegos de Helsinki de 1952, medalla de Bronce.

Posteriormente se gradúa de entrenador en la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos de Venezuela y se especializa en París, Francia en Organización Deportiva. Devonish fue la figura más destacada de la época de oro del atletismo venezolano, siendo admirado por sus compañeros de equipo quienes también reconocían sus logros profesionales producto de su permanente preocupación por el estudio, enfocado en su constante relación con el deporte y los avances técnicos y sociales de éste. Llegó a convertirse en la figura más prominente del IND. Sobresalió indiscutiblemente como asesor de los Juegos Deportivos de mayor trascendencia y alcance del continente americano: Juegos Bolivarianos, Centroamericanos y del Caribe, y los Juegos Panamericanos, aunque constantemente contrariado por estar subordinado a "jefes" que no estaban a la altura demandada por las circunstancias y sus responsabilidades, sobre todo militares. Era un hombre para quien "El deporte es ciencia y técnica y no improvisación". Finalizó su vinculación con el deporte al fallecer el 1 de enero de 1998. A esta reconocida gloria deportiva de Venezuela se le cumplió el sueño, siempre acariciado, de ser presidente del Instituto Nacional del Deporte

XII

Aproximadamente a ciento veinte metros de la "India del Paraíso", famosa escultura del artista Alejandro Colina, muy cerca de la entrada a la parroquia La Vega, se distingue una edificación consagrada al deporte, de alta y larga fachada rotulada con la inscripción en letras doradas de "Velódromo Teo Capriles" Esta construcción tiene el sugestivo aspecto de casa de estudios universitarios, no sugiere ser una instalación dedicada al deporte, allí dentro se ubican las oficinas administrativas del deporte nacional.

El velódromo fue construido en los años cincuenta a propósito de la celebración de los III Juegos Deportivos Bolivarianos, escenificados en Venezuela, está dotado de espacios e instalaciones que cumplen con las máximas exigencias técnicas de la época para la práctica y competición del ciclismo de pista, consta de una amplia pista de ciclismo, dos tribunas en los laterales, observándose que el centro de la tribuna principal está techado. Allí, subiendo por la tribuna central, en el segundo escalón, se tomó la comprometida decisión de decretar la huelga de hambre que debió iniciarse el día 27 de Abril de 1975 a las 5:30 pm, después que las autoridades del I.N.D. se negaran a recibir a los directivos gremiales, quienes horas horas antes habían realizado una asamblea y discutido el plazo para recibir una respuesta que no llegó y colmó la paciencia de los entrenadores. El tiempo se había agotado.

Los entrenadores procedieron a tomar las acciones pertinentes. Por primera vez en el deporte venezolano y mundial se vivió una huelga que paralizó al deporte nacional mientras se ganaban simpatías y solidaridades de otros gremios y sindicatos que se sumaban a la misma. El gremio apostó por la causa, eso fue lo que ocurrió aquella tarde noche cuando Carlos expresó: "seremos dos los directivos nacionales en declararnos en huelga de hambre y queda abierto el derecho de incorporarse y acompañarnos". Aunque no constituyó una sorpresa la casi unánime disposición de hombres y mujeres de incorporarse a la huelga de hambre fue excepcionalmente estimulante.

¿Sería que predicar con el ejemplo provocó esa positiva reacción? No alcanzaron los periódicos y cartones que febrilmente fueron rescatados, previstos para quienes permanecerían en huelga, después se sustituirían por colchones. Ultimo recurso legal al que se recurrió "La huelga".

Fue necesario poner orden, hacer recomendaciones e idear una especie de reglamento que surgió de la improvisada imaginación y creatividad de los técnicos al proponer para ello a un representante por cada estado, esto se hizo después de oír al líder reflexionando sobre la imperiosa necesidad de actuar organizadamente pues no todos podemos declararnos en huelga de hambre, sería debilitar la causa y permitir que el patrón continuara manipulando y mintiéndole a los trabajadores y al país.

La huelga, un hito histórico

DÍA 1

Todo se desarrollaba organizadamente según lo previsto. Los entrenadores fueron ocupando las tribunas centrales del velódromo. En el emblemático segundo escalón comenzaron a instalarse los huelguistas, veinte en total acompañados de sus otros colegas que se ubicaron en el resto de las tribunas. Los primeros en instalarse: Carlos Sánchez y Reinaldo Carvallo, directivos nacionales; y los representantes regionales Alfredo Márquez, Aragua; Ramón Rodríguez, Anzoátegui; José Francisco Alvarado, Barinas; Gisela Poleo, Bolívar; Lourdes Guerrero, Mérida; Francisco "Morochito" Rodríguez, Distrito Federal; Otto Bueno, Falcón; Francisco Ulloa, Guárico; Cristóbal Linares, Lara; Jorge Rubio, Mérida; Humberto Velázquez, Nueva Esparta; Miguel Pedraza. Portuguesa; Moreti Mentore, Sucre; Liduvino Ortega. Trujillo; Orlando Almeida, Yaracuy; Casimiro Marce, Zulia; Lourdes Nora Jaramillo y Ramón Guillarte, estudiantes de la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos de Venezuela.

Carlos nombró a Jorgio Alberty coordinador general de la huelga, éste a su vez nominó las comisiones operativas para cumplir con las delicadas responsabilidades.

Alberty comenzó por conformar la comisión más importante, la encargada de atender y cuidar diligentemente a los huelguistas; vigilarlos, garantizar su buen estado físico mientras permanecieran en aquella situación por decisión propia. Alberty seleccionó para esta comisión a los entrenadores Rosauro Rodríguez, Elvia Ortega y Guillermo Pérez, quienes estuvieron a la altura de las circunstancias. Registraron los nombres de los huelguistas abriéndole una carpeta a cada uno para su control, luego colocaron una cartulina con el nombre del entrenador en letras destacadas, indicando el estado que representaban y su especialidad deportiva detrás de la colchoneta o colchón donde estaba ubicado. Transcurría el segundo día de huelga cuando entraron en contacto con estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, enfermeras profesionales y un médico velarían por la salud de los huelguistas de manera solidaría y permanente.

La comisión de negociaciones tenía la elevada misión de levantar o continuar la huelga hasta sus últimas consecuencias; estuvieron al frente de ella los abogados y también entrenadores Jorge Emilio Rivas, y Pedro "Camagüey" Espinoza, además del profesor de Educación Física Jesús Elorza quien acordó la incorporación a la comisión de los representantes de la C.T.V, y dos miembros del directorio del I.N.D, César Gil y Arturo Redondo.

La comisión de seguridad evitaría cualquier intento de saboteo por parte de algunos funcionarios del I.N.D, la integraban Nelson Rodríguez, Rafael Morales "duro frio" y Jesús Correa Barrios, quienes contaron con el apoyo de otros colegas.

Asimismo, la comisión de vigilancia integrada por Oswaldo Torrealba El pollo", Ángel Edecio Escobar y Benito Seijas logró desempeñarse con solvencia y detectar la intervención de la línea telefónica del Colegio, estaba puyada.

Toda esta estrategia organizativa se hizo durante la primera noche de huelga, en las tribunas.

Las luces generadas por potentes reflectores instalados en las distintas torres del alumbrado permanecieron encendidas, no como un favor de las autoridades, sino como una decisión aviesa, retorcida, para amedrentar a los huelguistas interfiriéndoles el beneficio del sueño.

HUELGA

DÍA 2

Todos los involucrados en estos hechos fueron gratamente sorprendidos por la presencia de un técnico extranjero en este conflicto, el entrenador Kazimiro Marcel, de origen Polaco. Hablaba muy poco español y había venido a Venezuela contratado por el Instituto Nacional de Deportes para cumplir compromisos con el estado Zulia como instructor de boxeo. Sin embargo, al encontrarse frente a la tribuna central del velódromo manifestó "Yo quiero estar allí" al ver un grupo de mujeres y hombres que ejercían el mismo oficio que él en semejantes condiciones.

Era muy blanco, alto, fornido, de 62 años, no le importó su condición de extranjero ni los riesgos que corría por sumarse a la causa de los entrenadores venezolanos, el mismo que al finalizar la huelga de hambre, muy conmovido levantó los brazos en señal de victoria y exclamó "yo aguanto seis días más".

Este entrenador venido de la tierra de Less Walesa, obrero quien se inmortalizó al convertirse en Presidente de su país y mereció ¡el Premio Nobel de la Paz! ¡Por sus cualidades humanas y respeto a los valores trascendentales del hombre!, Felizmente convencido de reconocer las huelgas como instrumento de luchas; quizás inspirado en la filosofía del movimiento universal de la clase trabajadora originado en su natal Polonia conocido como Solidaridad.

La prensa jugó un papel fundamental, determinante en esta lucha, informando cada día a través de los distintos medios, mantuvo al pueblo enterado del desarrollo de los acontecimientos, aparte de permanecer en la tribunas acompañando a los huelguistas y considerándose la posibilidad de que un representante de los periodistas se sumara a la huelga de hambre y recibir el apoyo decidido del Sindicato Nacional de la Prensa.

Cada día que pasaba las voluntarias manifestaciones de solidaridad con esta causa justa se multiplicaban sorprendentemente, entre estas, posturas individuales muy valiosas como expresión de pueblo. Entre los más relevantes sobresalen el caso del agente policial que se acercó a un entrenador para decirle con voz quebrada "profe, yo estoy con usted" portando su uniforme y arma de reglamento al cinto; escena presenciada por todos los huelguistas agradecidos por tan encomiable gesto. ¡Ah! la carta enviada por la atleta infantil a su entrenador firmada de su puño y letra, donde le decía, que ella iba a entrenar más fuerte, estando sola y pensando en él. Esta carta fue publicada en la prensa nacional.

La más conmovedora de estas escenas durante la huelga quedo registrada en una excelente fotografía del reportero gráfico Francisco Mata. La fotografía se convertiría en uno de los afiches emblemáticos de la lucha gremial, reflejaba la imagen enternecedora de una mujer de 77 años cuando visitaba a su hijo en huelga de hambre; el obturador había captado la imagen del popular "Ratón Márquez", el destacado atleta integrante de la selección nacional de voleibol Alfredo Márquez y su señora madre encarnando el más elevado aval de respaldo.

Los entrenadores más cercanos al encuentro familiar conmocionados hicieron respetuoso silencio, reverencial ante el abrazo sereno, sublime de una mujer humilde compartiendo con su hijo momentos quemantes de solidaridad; sólo quedó la interpretación de los que presenciaron aquel diálogo de gestos y manifestaciones amorosas en medio del dolor que les producía la pena:

Hijo vengo a acompañarte en tu lucha. Sigue hijo, ustedes tienen la razón. Aconsejó amablemente la abnegada señora.

Así lo hare mamá

La madre agregó afligida

–Hijo, por este gobierno de M…. no merece que ustedes dejen la vida aquí.

El gobierno no mamá, el deporte sí. Contestó el "Ratón Márquez" convencido ante la mirada orgullosa de su progenitora.

Después de presenciar todas aquellas escenas estimulantes, expresión pura de pueblo durante el día. Los entrenadores recordaban estos eventos durante la noche mientras el sueño los derrotaba. Sobre aquellos colchones tan incómodos, con hambre, protegiéndose del frío con papel periódico, recordaban la la letra de aquella canción de un juglar venezolano "La inocencia no mata al pueblo pero tampoco lo salva, lo salvará su conciencia y en eso apuesto el alma"

HUELGA

DÍA 3

El año de 1975 transcurría en un ambiente marcadamente político-electoral y el tema de la huelga de entrenadores deportivos era un foco inestimable de atención para quienes se proponían como candidatos a la presidencia de la República. Uno de estos connotados políticos se acercó al Velódromo Teo Capriles para conocer in situ la situación de los huelguistas; cuando terminaba la visita un grupo de curiosos advertidos de la presencia del candidato se le acercaron animosos para conocerle y estrecharle la mano, un gesto tan acostumbrado entre los venezolanos. De ese grupo surgió el comentario de que ese candidato después de recorrer con la mirada desde la tribuna al ovalo de la pista de ciclismo, llegó a preguntar, intrigado ¿Dónde están los caballos de este hipódromo? Al no obtener respuesta se acercó a cada uno de los entrenadores y les dijo "no desmayen en su lucha".

La reveladora ignorancia del candidato en materia deportiva nunca representó un impedimento para que el pueblo lo seleccionara como primer magistrado del país. Ganó las elecciones, se convirtió en Presidente de la Republica. Curiosamente, el azar apostó a su favor y se convirtió en el primer mandatario nacional que más importancia le dará a la actividad deportiva. Su comprobada sensibilidad por los asuntos socio-deportivos lo llevaron a favorecer políticas destinadas a dotar al país del mayor número de instalaciones deportivas, facilitar el ingreso al I.N.D. de un significativo grupo de entrenadores, duplicó el presupuesto para el deporte y nombró como presidente de este organismo al primer ex-deportista en dirigirlo "Papelón" Borges.

Al parecer este era el hecho noticioso más relevante que se ventilaba en el país. Días difíciles para el deporte venezolano. Los huelguistas comenzaron a sentir los desgarradores efectos de la abstinencia alimentaria, la palidez cerosa de sus rostros se mimetizaba entre las señales angustiosas, alarmantes del agotamiento físico y mental. La flema gestual y de sus movimientos delataban los estragos demoledores ocasionados por la determinación insobornable del ayuno.

La vigilancia atenta de médicos amigos adheridos al paro generó mayor confianza entre los huelguistas y los responsables de la decisión tomada, ellos garantizaban el sosiego necesario a quienes decidieron valientemente participar de la huelga. Que abrumadora sensación embriagaba a quienes se percibían exhibidos como piezas de museo, en tanto, familiares y allegados consustanciados todos con la causa manifestaban sin reproche su admiración por el ejemplo de los entrenadores y de los deportistas en general. Por momentos la incertidumbre los agobiaba, los atenazaba, la duda ante el final incierto desconcertaba a quienes especulaban con el cese del conflicto y la suerte de sus esposos, compañeros de vida, hermanos, nietos, como consecuencia del paro.

HUELGA

DÍA 4

Francisco "Morochito" Rodríguez, el primero y único venezolano ganador de una medalla de oro olímpica, México 1963, en boxeo; una vez retirado y convertido en entrenador apartó su gloria, su orgullo para integrarse también a la causa de sus colegas. Su presencia en este conflicto aumentó el número de curiosos y fanáticos del boxeo que se acercaron a presenciar la "pelea" del campeón olímpico, un combate contra el hambre. Todos los raund fueron contra la estupidez, contra la insensibilidad de unos burócratas irrespetuosos de las glorias deportivas. Fue una pelea desigual, el Morochito no asimiló los golpes de su contrincante, el poder; lo sacaron al cuarto día derrotado por el hambre y sus estragos, perdió ese combate, pero le dedicaron un sentido "gloria al bravo pueblo" cuando lo bajaron desde las tribunas para trasladarlo a un centro asistencial.

Un canto supremo, espontáneo de dignidad abrumadora, un soplo glorioso haciendo diana en el pecho del deporte. Esta situación del Morochito se convirtió en noticia internacional; diarios de Colombia y México, titularon así:"Campeón Olímpico en huelga de hambre en Venezuela" ¡algo insólito! Información, según se supo después que la noticia llegó a otros países del continente y de Europa.

Durante aquellos días de conflicto se sucedían muchos eventos desde tempranas horas de la mañana hasta bien entrada la noche que, se constituirían también en noticia y se divulgaban por los medios. Mucha gente en avalancha la mayoría por alguna u otra razón, relacionada con la actividad del músculo. Se acercaban hasta las tribunas del velódromo para aupar a los huelguistas, para reconocerles su valentía e integral manera de enfrentar las dificultades. Fueron pocos los días (seis) pero intensos, extremados, sobre todo para los protagonistas, los docentes deportivos. Un auténtico acontecimiento que logró reunir a muchas figuras deportivas del presente y del pasado que no se vieron durante tanto tiempo, se saludaron con demostraciones de afecto, expresando su complacencia por coincidir en momentos tan significativo del deporte venezolano. Formaban grupos muy cerca de las tribunas donde se encontraban tendidos aquellos valerosos huelguistas. Algunos incrédulos y sorprendidos, otros más realistas. Se oían expresiones como éstas:

Solamente en Venezuela pasan estas vainas – y, –, agregó otro – no te extrañes que un día de estos te consigas con la noticia de una huelga de hambre de unos curas frente a las iglesias. Alguien que escuchaba con atención, más razonable, terminó diciendo: con la diferencia de que los curas le dan opio a los pueblos y los que están acostados aquí, cultivan el músculo para la vida.

Entre las figuras que se congregaron en las tribunas conformando grupos sobresalían Alfonzo "Chico" Carrasquel, Beisbol; Jesús "Chucho" Ramos, miembro del equipo ganador del Campeonato Mundial de Beisbol, celebrado en la Habana, Cuba en 1941; Oswaldo "Papelón" Borges, Voleibol; y los ex-atletas John Muños y Horacio Esteves, del Atletismo. Otro grupo lo integraban dirigentes y árbitros entre los que se destacaban Eduardo Alfonzo, de Atletismo; Andrés Eloy "Pistolita" Dielingel, Lucha; y Ulises Rodríguez, árbitro internacional de Boxeo.

El grupo más numeroso lo integraban Héctor Alvarado, Ciclismo; Germán Garrido "El viejo", docente de Educación física del Pedagógico de Caracas; Hildemaro Rosales dirigente del Voleibol; René Herme, dirigente del Futbol; el médico Domingo Martínez Morales y, el periodista Gustavo Aguirre se reunían en los más altos escalones, arriba donde se encontraban los huelguistas, lo hacían en horas de la tarde y noche, entre las 5:00 pm y 10:00 pm.

Después del tercer día, de los siete que duró la huelga, estas reuniones se fueron haciendo costumbre, una forma de respaldo elogioso, rasgo característico de los venezolanos de cualquier tiempo que, entre deportistas es notoriamente mucho más acentuado y expresivo.

Todos los grupos trataban de hablar en voz baja, casi imperceptible, para no molestar a los entrenadores que se encontraban haciendo aquel sacrificio; sin embargo se escuchaban risas moderadas, algunas insinuadas entre los visitantes. La alta dirigencia del deporte venezolano de la época desfiló por las tribunas para dar su apoyo al gremio en aquella heroica gesta única en Venezuela y el mundo, un hito asociado, loable de reconocimiento.

Varios fueron los presidentes de federaciones deportivas que se apersonaron en las tribunas para honrar el compromiso incuestionable de solidarizarse con los entrenadores deportivos; fueron ellos Ángel Zambrano, Béisbol; Pedro Glagirena Pesas; Leoncio Pérez, Natación; Jesús Eduardo Lizarraga, Ciclismo; Eduardo Ferrera Gimnasia😉 Luis Armando Yandes Boxeo; Carlos Felice Castillo, Atletismo; Héctor Yanel Esgrima y Arturo Redondo Baloncesto; también lo hicieron los más conspicuos dirigentes del mundo sindical y gremial del país como fueron: Freddy Balzán, Presidente del Sindicato Nacional de la Prensa; Isaac Olivera, Presidente de la Federación Venezolana de Maestros, Ronald Goldin, Presidente del Colegio de Profesores de Venezuela, además de otros dirigentes de sindicatos, asociaciones y corporaciones del país.

Ese cuarto día de conflicto se presentó de nuevo el viejo Teo Capriles, acompañado de uno de sus hijos. Los entrenadores se sintieron halagados por la nueva visita, porque ya lo había hecho, dos días antes en horas del mediodía. En esta ocasión llegó cuando la tarde estaba avanzada, ya comenzaba a oscurecer. Se presentó saludando con las manos en alto, estrecho manos y abrazó comprensivamente a otros admitiendo la realidad, pulsando sentimientos de bondadosa nobleza.

Gustavo Aguirre, el periodista se le acercó y le dijo – ¿Qué te parece viejo, esta situación? – Te digo una cosa Gustavo, no sé cómo se pudo llegar a estos extremos. Un imprudente que estaba muy cerca de ellos se aproximó para decirle –oye viejo para lo que quedó tu casa – Teo le respondió – para mí es un orgullo que esto suceda en una instalación que lleva mi nombre y no en la calle o cualquier otro lugar, lo que pasa es que ese muchacho que está tirado allí, Carlos Sánchez tiene sobradas razones para hacer lo que está haciendo , otro le llegó a decir: lo que sucede es que hay cierta afinidad ideológica entre usted y Sánchez Si la hay – respondió – el viejo Teo, con mucha énfasis y un poco disgustado.

Como se sabe Teo Capriles, insigne venezolano y gloria del deporte, también cultivó la música y la pintura. Fue un hombre coherente, inteligente, culto y sencillo, informado de muchas cosas del deporte; también participó de las luchas políticas en forma clandestina, luchó contra las dictaduras militares de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez. En su juventud logró cultivar la amistad con descollantes figuras de la política de su tiempo, destacándose la que tuvo con el periodista, escritor, ensayista, novelista, poeta y humorista Miguel Otero Silva, muy ligado al Partido Comunista de Venezuela.

Teo Capriles y Gustavo Aguirre hacían compañía a los entrenadores, hablando de sindicalismo, deporte, cultura y otros asuntos de interés colectivo. Se retiraron del velódromo muy tarde y quedaron en que se verían nuevamente en aquel mismo lugar, comprometiéndose el "viejo" Teo a traer un libro para comentarlo y señalar algunas cosas importantes tratadas en el texto.

Gustavo Aguirre fue un gremialista calificado, importante que hizo de la amistad su principal virtud, muy querido y apreciado por sus colegas los periodistas. Perteneció al grupo fundador del Círculo de Periodistas Deportivos de Venezuela. Impulsó entusiastamente la creación del Salón de la Fama del Deporte Venezolano; trabajador incansable, honesto, fiel a los preceptos gremiales, solvente profesional y humanamente solidario con las causas justas.

HUELGA

DÍA 5

Otra casualidad, coincidencia favorable fue que el 1 Mayo, Día Internacional del Trabajador, se celebró cuando se cumplía el quinto día de huelga. Encajaba perfectamente la sorpresa en la opinión pública la presencia de una delegación de educadores deportivos. En la marcha de ese día que culminaba allí, en el centro de Caracas, El Silencio, la delegación muy aplaudida en reconocimiento a la radicalización de su lucha por el resto de los trabajadores congregados, quienes conocían la situación que se estaba viviendo en el velódromo admitiendo sus riesgos.

Estos trabajadores influyentes de la vida nacional desfilaron con mucha organización y disciplina, dos representantes por cada estado del país en orden alfabético. Elvia Ortega, Entrenadora y Elsa Antunes, Atleta, portaban el estandarte del gremio, interpretando acertadamente la crudeza de la realidad; en sus rostros se reflejaban las huellas de desvelos sin tregua, testimonio de la lucha sostenida por la alta moral de los parados. Preocupación y angustia que las abstraían a ratos de la multitudinaria fiesta del trabajador.

La asistencia a este evento sirvió de fundamento a los directivos de la C.T.V. para que se profundizara más el respaldo al conflicto de los entrenadores y tuvieran estos una participación muy activa en las conversaciones para ponerle fin al paro.

Cesar Gil y Carlos Luna fueron los designados por el Comité Ejecutivo de esa Central de Trabajadores para atender este caso, siendo su participación decisiva en la solución del conflicto.

Una vez más se hacía realidad la necesidad de honrar el hermoso lema de "Obreros del mundo unidos". No podían faltar a la celebración de la marcha del 1° de mayo, compromiso de clase ineludible. Los técnicos deportivos de Venezuela cumplieron testimoniando el compromiso con los trabajadores del mundo.

El 1 de Mayo de 1975, el Colegio de Entrenadores Deportivos de Venezuela desfiló por primera vez en este evento histórico, reto que deberá convertirse en una obligación insoslayable por siempre en las distintas regiones del país.

HUELGA

DÍA 6

La jornada del día anterior reconfortaba el alma, distanciaba a los entrenadores del naufragio. La estoica determinación de los huelguistas, las francas demostraciones de apoyo que exteriorizaban ostensiblemente los atletas activos y retirados; dirigentes y periodistas continuaban dando demostraciones públicas de acompañamiento, compartiendo precariedades y aupando animosamente a los involucrados en la lucha. Entretanto, se sumaban los profesores Alfonso Victoria y Manuel Gallegos Carratú, entrenador de natación y docente del Instituto Pedagógico de Caracas respectivamente.

El médico Albino Bob, apreciado por su magnanimidad en el medio deportivo y el periodista Eduardo Lizarraga, iniciador de la vuelta ciclista a Venezuela, estaban reunidos un escalón más arriba del ocupado por los huelguistas conversando entre ellos, cuando repentinamente un sutil silencio interrumpió a todos ante la presencia familiar del viejo Teo Capriles, un hombre auténtico, integro, seducido por la madurez de los dirigentes del paro y el arrojo épico de los protagonistas de la huelga de hambre.

Los presentes fijaron su mirada sobre un personaje que reiteraba su incondicional respaldo a los entrenadores, esta vez portando un voluminoso libro en sus manos, mientras se dirigía hasta los huelguistas. Se acercó a Carlos Sánchez, lo saludó estrechando su mano, luego subió al otro escalón donde se encontraba un grupo solidario, consensuado, y preguntó por Gustavo Aguirre y le contestaron que no había llegado. Entonces, se le acercó Jesús Eduardo Lizarraga y le dijo – que hubo viejo-, los dos eran amigos y afines al ciclismo, había mucha confianza entre ellos – ¿qué libro es ese, que traes ahí? preguntó Lizarraga – "El deporte en Venezuela" lo volví a hojear en estos días – contestó el viejo Teo. – Pero ahí, no aparece nada sobre los entrenadores – acotó Lizarraga. Precisamente, por eso es que lo traigo – contestó Teo – No, joda chico te vas a poner a leer ese libro aquí – No, solamente quería leerle a Gustavo Aguirre unas páginas que recogen una conferencia del Dr. Carlos Parisca Mendoza. Finalizó diciendo el sexagenario.

"El deporte en Venezuela" es un texto que contiene lo acopiado de un foro realizado en la Universidad Central de Venezuela, organizado por la Dirección de Cultura de esa casa de estudio y el Círculo de Periodistas Deportivos de Venezuela, el año 1968. Es el libro más completo que ha sido publicado en el país hasta la fecha; recoge la opinión de los expertos en materia deportiva nacional. Pero, ¿Qué importancia tenía ese libro en estos momentos de la huelga? ¿Por qué se empeñaba el viejo Teo en mostrarle a Gustavo Aguirre aquella lectura después de tanto tiempo, si han transcurrido siete años de aquel foro?.

Gustavo Aguirre le había dicho días antes, en aquel mismo lugar que el Dr. Carlos Parisca Mendoza, fue el primer presidente civil del IND y el más inteligente. Entre sus aciertos se recuerda la creación de la Escuela de Técnicos Deportivos, de donde egresaron los primeros entrenadores, quienes fueron a sembrar la actividad del músculo por todo el país, asimismo la creación de los juegos deportivos nacionales que es la fiesta de la juventud venezolana.

La conferencia dictada por Parisca Mendoza durante el foro de la UCV se explicitó de manera muy clara, brillante y orientadora. La conferencia de este este adelantado venezolano impactó en aquel memorable foro. Sus análisis, sus sentencias esclarecedoras maravillaron a los asistentes por el sustantivo entendimiento del significado del deporte en el contexto social y político de la época y al mismo tiempo ayudaría a entender que la huelga de entrenadores deportivos es un fenómeno de tipo social que podría ocurrir en cualquier momento y en cualquier sociedad y que como todo fenómeno social sorprende por su particular singularidad con el paso del tiempo y la historia se encargará de justificar lo que para el IND, inadvertido y superado por las circunstancias, no pudo atisbar.

Teo Capriles con 68 años de edad quería enterar y demostrar a Gustavo Aguirre que ese importante organismo rector del deporte nacional funcionaba en una edificación que honraba su nombre, ideada y concretada bajo la dictadura militar del General Marcos Pérez Jiménez y quizás esa rasgadura quemante hería su convicción democrática por eso hubiera querido nacer en un régimen de plenas libertades. También le agraviaba que los cinco primeros presidentes del IND quienes se sucedieron, unos tras otros, habían sido militares. Por eso insistía en exaltar que el primer civil en presidir el organismo es el Dr. Carlos Parisca Mendoza y lo hace en democracia el año 1960, por eso la importancia de este libro, lo que piensan los militares dictadores y lo que piensa un civil, en funciones gerenciales. Son enfoques irreconciliables. Carlos Parisca Mendoza, en el Foro realizado en el aula magna de la UCV, expuso su esclarecedor pensamiento:

Señoras y señores, debo comenzar por felicitar muy efusivamente a la Dirección de Cultura de esta ilustre Universidad, por la idea feliz de promover este Foro en un momento en que todos los aquí presentes estamos de acuerdo en calificar de crítico el deporte venezolano.

El hecho de que la UCV, en una secuencia de Foros en los cuales se han venido tratando temas de un alto interés nacional, haya incluido el deporte como uno de los objetivos para esa secuencia, significa que Venezuela, a través de su máximo instituto docente, y también el Círculo de Cronistas Deportivos, a quien corresponde parte de la iniciativa, consideran al deporte como una actividad social de primer orden, cuya problemática debe ser discutida en este tan alto nivel.

Como consecuencia de esto, debo también, en nombre de mis compañeros, el doctor Cruz Bajares y el profesor Gallegos, en el mío propio, dar gracias a los promotores de este Foro, por el honor que nos dispensan al encomendarnos el desarrollo de uno de los temas más transcendentales, dentro del conjunto de problemas que han de ser analizados.

Se trata de enfocar esta noche la situación actual del deporte en Venezuela, en su aspecto organizativo.

El tema en realidad es complejo; así, pues, dentro de los recursos de mi limitada experiencia, trataré de abordarlo de la mejor manera posible, y de antemano les pido excusas si no logro hacerlo en debida forma, ya que el tiempo de que hemos dispuesto para prepararlo no ha sido todo lo extenso que la magnitud e importancia del tema requerían.

Antes de entrar al planteamiento del tema, quiero hacer un comentario que va a dar una idea acerca del enfoque que personalmente haré del mismo.

Cuando llegaba a esta sala, un amigo, muy interesado desde luego, en el resultado de este Foro, me hizo esta pregunta: ¿Cómo va a enfocar usted el resultado de la participación de Venezuela en los recientes Juegos Centroamericanos de Puerto Rico? Esto da una idea de lo que a mi juicio, constituye el error fundamental de los lineamientos dentro de los cuales se desarrolla el movimiento deportivo en Venezuela, lo cual es causa del hecho, apuntado por mí varias veces, de que ese deporte se desliza por un plano inclinado.

Digo esto porque entre nosotros, es decir, en Venezuela, como también en la mayoría de los países latinoamericanos, y no sé en cuantos otros más, se mide el nivel de desarrollo de un deporte, por el resultado de su participación en competencias internacionales.

Cuando Venezuela, en determinados momentos de su desarrollo deportivo, ha actuado en competencias de tipo olímpico, de diverso nivel, los Juegos Centroamericanos, los Panamericanos, o ya sean olimpiadas mundiales, y por circunstancias coincidenciales (a las que me referiré más adelante), ha regresado con un número satisfactorio de medallas de oro, de plata y de bronce, los venezolanos nos sentimos satisfecho porque pensamos que, por ese hecho, el deporte nacional está en un alto nivel.

Recientemente me referí a un hecho anecdótico: siendo yo Director de Deportes, coincidía con una de esas circunstancias fortuitas en que teníamos un equipo de velocistas, realmente extraordinario, que en esa oportunidad, obtuvo victorias muy importantes frente a los atletas mejor calificados en el orden internacional. Leí yo en un periódico del exterior, a grandes titulares, esta expresión: "Venezuela, potencia mundial en atletismo". En realidad, en ese momento contábamos con un equipo de atletas que, por circunstancias en parte coincidenciales, podía competir con éxito; al lado de los países más fuertes en ciertas ramas de las competencias atléticas; pero la realidad era que, fuera de ese equipo, carecíamos totalmente de un movimiento atlético que justificara esos méritos que nos atribuían en el exterior.

Esto lo cuento, pues, como un índice explicativo de lo que va a ser mi enfoque de la problemática deportiva venezolana.

Ahora, como el tiempo es limitado, voy a seguir estrictamente el orden de los temas asignados; y como se trata de hablar de la situación actual del deporte en Venezuela, en su aspecto organizativo, voy a hacer un breve esquema de cómo está organizado el deporte en Venezuela.

Pudiéramos decir que la estructura de nuestra organización deportiva corresponde bastante bien a nuestra realidad social; y es, más o menos, la que lógicamente debe existir, con algunas variantes, en cualquier país.

El deporte nace, yo diría, como las plantas, en forma silvestre. Nosotros, los que pasamos del medio siglo, conocemos, más o menos, el origen de la mayoría de los deportes en Venezuela. Cada deporte nace por circunstancias accidentales; porque determinadas personas, o determinadas entidades, nos traen del exterior la semilla del entusiasmo y los elementos para iniciar la práctica de ese deporte. Así lo explicó, de una manera muy acertada, mi apreciado amigo Luis Felipe Rodríguez, en el primer Foro, al cual yo lamentablemente no pude asistir. Así nació el beisbol, así nació el futbol, y así han nacido todos los deportes que aquí practicamos. Cada uno de esos deportes arraiga con más o menos firmeza en cada país, según la medida en que el mismo se adapte a las características de la población y a las circunstancias del medio. Entre nosotros, por circunstancias geográficas, el deporte que más rápidamente se propagó, sabemos que fue el béisbol, y seguramente es hoy el que en mayor escala se practica en el país.

El deporte nace, pues, en forma espontánea como las plantas, y yo comparo las plantas con los atletas, de manera que estos son la base fundamental del deporte. Los atletas deben organizarse, y generalmente se organizan en clubes, los clubes se supone que deben organizarse en ligas distritales, las ligas distritales deben formar asociaciones en cada uno de los estados; y la unión de esas asociaciones, en cada deporte, forma una Federación Nacional. Luego, todas las Federaciones están unidas bajo la dirección del IND. De manera, pues, que la estructura organizativa del deporte, yo diría que es una pirámide, cuya base son los atletas, y cuyo vértice es el IND.

Esto es lo que determinan nuestras reglamentaciones deportivas, y señala el modo como debe procederse en la práctica, para la organización de cada deporte. Desafortunadamente, circunstancias de diverso orden, problemas, a veces insuperables, impiden que esto, históricamente, se produzca en esta forma, y vemos con frecuencia como el desarrollo de un deporte se produce a la inversa. Tenemos el caso en que, lo primero que se crea, después que nace uno, dos o tres clubes, es una Federación. Federación que después va a proyectarse en la forma piramidal, a crear las asociaciones, a crear los clubes, y a crear los atletas. Algunas veces existen las federaciones antes de que existieran atletas en número y en calidad, y con la organización necesaria, para que se justifique la existencia de esa federación.

Esto yo no lo digo como una crítica a ninguna persona en particular, porque en mi vida deportiva, en la cual he actuado como atleta y como dirigente, he sido parte activa de ese mismo fenómeno, que no se debe a ninguna persona en particular sino a nuestra realidad social y a la forma como se produce entre nosotros el desarrollo de los deportes. Pero de ello debemos sacar conclusiones, Si en la práctica esto ocurre así, y existen federaciones que, aun cuando llevan ese título, no tienen en realidad la categoría de tales, es necesario que al hacer el enfoque de la realidad actual de nuestro deporte y de la orientación que debemos darle para su desarrollo hacia el futuro, es necesario que esas federaciones que se encuentren, por cualesquiera causas, en esa situación, admitan la irregularidad de la misma y se den a la tarea de corregirla, proyectando su acción hacia la pirámide, hacia la base de la pirámide.

Por eso yo decía al principio, que es un error cuando se quiere hacer una apreciación sobre el estado del desarrollo de un deporte, medirlo por la proyección hacia el exterior, por los resultados obtenidos en las competencias internacionales; sino que hay que medirlo partiendo del vértice de la pirámide hacia la base; ver en qué medida esa Federación está cumpliendo su función. Solo podríamos decir que un deporte está verdaderamente cumpliendo su función social en un país, cuando ese deporte ha llegado, en su organización, a la formación de esta pirámide, aunque no de una forma total, por lo menos en el más alto grado posible. Esto tiene una íntima relación con la celebración de los campeonatos nacionales que es otro de los problemas que yo apunto como requiriendo un enfoque especial para adecuarlo a los fines del deporte.

Se mide, a veces también, el desarrollo de un deporte en Venezuela por la forma en que se realiza el campeonato nacional de ese deporte. Se dice que un campeonato nacional ha tenido éxito, cuando en él interviene una participación numerosa; cuando en él están representados todos, o casi todos los estados y los Territorios de Venezuela. Yo mismo pensaba así antes de ser Director Nacional de Deportes, tuve que adentrarme en el análisis de ese problema y me di cuenta de que los campeonatos nacionales deben hacerse en una forma que corresponda a la existencia de la pirámide. Si se va a realizar un campeonato nacional de un deporte cualquiera, es necesario que la participación de cada estado en ese campeonato nacional, corresponda a la existencia de un movimiento deportivo real dentro de ese estado. Yo considero que antes de que una Federación proceda a organizar un campeonato nacional, debe abocarse a la organización de campeonatos regionales en cada estado; debe realizar torneos zonales por eliminatoria y solo entonces proceder a la realización de un torneo que sea un verdadero campeonato nacional, o sea, que tanto el número de los participantes como la calidad del juego, correspondan a la existencia de un deporte realmente expandido en el territorio nacional, y debidamente organizado.

El temario hace alusión a la participación estatal en el desarrollo del deporte. Así, pues, voy a referirme a la forma en que participa el Estado venezolano en el desarrollo del deporte; y como tuve la oportunidad de actuar al frente del IND, voy a señalar, muy brevemente, algunos puntos que creo puedan ser de utilidad.

El IND fue creado por decreto Nº 164 del 22 de Junio de 1949. Este decreto no solamente creó el Instituto, sino que además estableció una serie de normas que vienen a constituir una pequeña Ley de Deportes. Yo no sé quién lo redacto, pero creo que quien lo hizo, o conocía bien la realidad deportiva venezolana, o se asesoró bien; porque ese decreto, hecho hace ya bastante años, estuvo en mi opinión bien concebido.

Quiero hacer de paso, una alusión muy breve a ideas que he leído con frecuencia en la prensa, sobre la necesidad de que se promulgue una Ley de Deportes en Venezuela. Este tema se debatió bastante durante mi actuación al frente del Instituto. Yo, después de pensarlo mucho, como deportista, como Director de Deportes, y, en mi otra condición de abogado, llegue a la conclusión de que no se necesita promulgar una Ley de Deportes y que no es oportuno hacerla en este momento. Este decreto que, como digo, señala pautas y normas fundamentales, permite desarrollar a través de diversos reglamentos, estatutos parciales acerca de cada uno de los problemas a los cuales voy a referirme en la segunda parte de mi exposición y yo considero que esta es la forma más adecuada de mi proceder. Promover ante nuestro Parlamento la promulgación de una Ley de Deportes, en mi opinión no conduciría al mejor resultado, porque nosotros mismos, y la realización de este Foro nos lo demuestra, no sabemos bien que es lo que hay que hacer. Yo creo que antes de hacer una Ley de Deportes, es necesario ponernos de acuerdo acerca de cuáles son los problemas fundamentales del deporte, y en segundo lugar, cuales son las soluciones más adecuadas para cada uno de esos problemas. Y cuando lo hayamos discutido; cuando ya estemos la mayoría de acuerdo; cuando ya las personas autorizadas hayan opinado; cuando se sepa que hay que hacer y cómo hay que hacerlo, entonces podremos pensar en hacer una Ley de Deportes. Pero en este momento, sintamos nosotros mismos, que podríamos hacer, de primer intento, una buena Ley de Deporte. Así, pues, con relación a este problema que es trascendental, yo quiero consignar mi opinión acerca de cómo proceder. Así lo exprese en el Instituto, y así comencé a hacerlo, con la colaboración de mis apreciados compañeros de Directorio. Considero, repito, que debemos ponernos de acuerdo acerca de un cierto número de problemas básicos del deporte y entonces establecer una reglamentación para cada uno de esos problemas; porque esas reglamentaciones todavía no serán perfectas, requerirán reformas sucesivas, y si las convertimos en Ley, no podríamos estar reformando la Ley cada año cada dos años… Mientras que una serie de reglamentos que enfoquen cada uno de estos problemas, con mayor o menor acierto, seria susceptible de reformas progresivas por el mismo Instituto de Deportes, con la colaboración de las federaciones, y de la prensa; y cuando cada uno de esos reglamentos parciales, probados por la experiencia, mejorados, hayan alcanzado un nivel de perfeccionamiento lo más alto posible, entonces podríamos pensar en agruparlos y formar con ellos una Ley de Deportes. Decía que el decreto de acertado no solo en cuanto a las normas fundamentales que establece, sino también en cuanto a la estructura que le dio el IND. Yo nunca encontré, en dos años y medio que allí estuve-ni tampoco mis compañeros de Directorio-, la necesidad de alterar en forma alguna la estructura del Instituto, porque me parece que fue bien concebida. Puede haber lugar a cambios, a modificaciones secundarias, pero su estructura general, mediante un Directorio en el cual están representados el Ministerio de Educación y el Ministerio de la Defensa, como también las Federaciones Deportivas Nacionales, y el Comité Olímpico Venezolano, ello forma una estructura que cubre los distintos aspectos del deporte. Además, el decreto autoriza al Ejecutivo para aumentar el número de miembros del Directorio, de tal manera que, sin reformar el decreto, si se cree que hay necesidad de incorporar algún otro sector de la colectividad que deba estar representando en el Instituto, se autorice la inclusión de un nuevo miembro del Directorio; y yo me permito hacer, a este respecto, una insinuación, que lanzo a la consideración de todos ustedes, en el sentido de que sea incluido un representante del Ministerio del Trabajo, para que por sus medios promueva la organización, el fomento y la difusión del deporte a nivel de las clases trabajadoras, que sin lugar a dudas, es uno de los sectores de la sociedad que más necesidad tiene de un apoyo y de dirección para el fomento del deporte.

Función del IND, dije en un principio que los deportes nacen por generación espontánea, o merced a algunos factores que determinan su aparición; y la historia nos demuestra que casi siempre aparecen, por razones obvias, en las clases de mayores recursos económicos. Sabemos que el béisbol se jugó por primera vez en Venezuela por personas de recursos económicos suficientes para proveerse de los medios necesarios, y lo mismo ocurre, por regla general, en la mayoría de los deportes. Así, pues, para determinar la función del IND, tenemos que ponernos de acuerdo acerca de cuál es la finalidad del deporte. La finalidad del deporte es educar, es educar a la población, y precisamente a la población más necesitada de educación. El deporte no es solamente, como en un momento o en una época se decía, la cultura del músculo; era ese un concepto pobre del deporte. El deporte no solamente tiende a la cultura del músculo, sino que influye, en un alto grado, en la educación integral del individuo. Entonces yo digo: o mejor dicho, yo repito, porque ya lo han dicho otros, que la función del Estado en materia de deportes, es precisamente la de proveer los medios necesarios para que cada deporte, que aparece siempre al nivel de los estratos sociales de mayores recursos económicos, pueda llegar a las clases económicamente débiles; o mejor dicho, llevarlos a todas las esferas sociales, esa es la función principal del Estado y es ese, en mi opinión, el objeto principal del IND.

Para analizar el estatuto o el decreto que creó y rige al IND, yo voy a leer su primer considerando y su primer artículo, porque contienen, en muy pocas palabras, las bases de una filosofía del deporte. El primer considerando dice: "Considerando que el desarrollo del deporte en el país debe ser estimulado y dirigido para que cumpla a plenitud su función educativa y de solidaridad social"; o sea, que la educación y el fomento de la solidaridad social, son, para el Estado venezolano, los fines primordiales del deporte. Y entonces, para cumplir esta función, el Decreto le atribuye al IND, en su primer artículo estas actividades; "Se crea el IND con personalidad jurídica autónoma y patrimonio propio, independiente del Fisco Nacional, que tendrá por objeto, estimular, fomentar y dirigir las actividades del deporte venezolano".

Es indudable por tanto, que las funciones esenciales del IND son estimular, fomentar y dirigir las actividades deportivas del país.

Yo voy a anteponer la función de "dirigir", pues considero que para "fomentar" algo es necesario establecer antes la orientación de esa acción de fomento, y la manera de realizarla. Así, pues, yo quiero decir muy brevemente como cumple, como debe cumplir y como ha cumplido hasta ahora estas funciones el Instituto.

Para dirigir el deporte es necesario establecer normas, señalar pautas, fijar orientaciones, de acuerdo con las cuales debe desarrollarse la actividad privada y desde luego también la actividad oficial para el fomento del deporte.

El instituto adoptó como lema, por feliz iniciativa de sus fundadores, aquel conocido aforismo que dice: Mens sana in córpore sano. Mens sana significa moral individual, espíritu de lucha, tenacidad, hidalguía, concentración mental. Especialmente en los deportes individuales como el tenis, el ajedrez, se requiere gran concentración; en cambio el sentido de colaboración prevalece especialmente en los deportes de equipo, como el beisbol, el futbol. Compañerismo, amistad, todos son fines que se concentran en la expresión. Mens sana in córpore sano: Salud corporal, fuerza física cultivada, agilidad, destreza, armonía del movimiento, todos estos son fines del deporte. Entonces, ¿Cómo debe dirigir el Instituto, como debe proceder el Instituto para ejercer esa función directriz? Primero que nada, precisar cuáles son los objeticos inmediatos del deporte, y aquí es donde yo digo que es necesario darle un vuelco al criterio que prevalece en cuanto a la dirección de las actividades deportivas en Venezuela.

Si los fines del IND son los de proyectar la actividad deportiva organizada a los distintos estratos de la sociedad, entonces tenemos que precisar los objetivos principales, a los cuales deben dirigirse los recursos económicos que el Estado proporciona, y los esfuerzos de las personas que dedican parte de su tiempo a dirigir y fomentar el deporte. Esos recursos y esos esfuerzos deben estar orientados, en primer lugar, al logro de esos fines, y éstos, sólo se realizan de la manera como antes dijimos: haciendo una realidad la organización piramidal del deporte en Venezuela.

En Venezuela estamos dedicando una fracción máxima de los recursos que el Estado destina para el fomento del deporte, y del tiempo y el esfuerzo de los dirigentes a la participación en competencias internacionales. Yo me abismé cuando se pidió al Gobierno, para ir a Puerto Rico, quinientos mil bolívares.

Yo considero que es necesario que el IND, con la colaboración de todos los organismos y de todas las personas que deban intervenir en esto, debe promover, yo diría que una prolongación de este Foro, para llegar a fijar los objetivos primordiales hacia los cuales se debe dedicar la actividad y los recursos económicos tendientes al fomento del deporte.

No digo que no deba participarse en las competencias internacionales, pero si digo que las competencias internacionales deben ser un medio y no un fin; y la verdad es que entre nosotros parece que se hubiese llegado a la convicción de que el deporte existe para ganar medallas en las olimpiadas mundiales, y no para educar a la juventud.

A mí se me ocurre una comparación, porque muchas veces he encontrado una analogía bastante grande entre el deporte y la agricultura, y por eso empecé diciendo que el deporte nace como las plantas silvestres. Por ello se me antoja pensar que el Ministerio de Agricultura procediese como si la razón de su existencia fuese la de tener unas granjas modelos, las mejores vacas, los mejores ganados y las mejores muestras de todos los vegetales imaginables, cultivados con la mayor técnica, precisamente para llevarlas a las exposiciones internacionales de agricultura y de ganadería y ganarse allá unos trofeos. Se trataría de tener la mejor vaca o el mejor ejemplar de yuca, mientras que en el llano el ganado criollo se muere de sed en verano, o se muere ahogado en el invierno.

Estimo que debemos invertir la orientación de nuestros esfuerzos y de la inversión del dinero, de manera que ese dinero y esos esfuerzos se proyecten, en primer lugar, al fomento del deporte en el interior de Venezuela.

Esta es mi opinión en cuanto al fin primordial del Instituto; y por ello considero que su función de dirección debe tender a desarrollar esa idea. Desde luego, previa discusión -porque ninguna idea es absoluta- con las federaciones, con el Comité Olímpico y con todos los demás organismos que deban intervenir en esta materia. Y ya que me he referido al aspecto internacional del deporte, quiero asomar otra idea que trasciende los límites de nuestro país, pero que creo tiene proyección universal.

Yo he afirmado, y lo voy a repetir, que el olimpismo mantiene una posición errada en cuanto a la orientación internacional del deporte. En efecto, el olimpismo fue creado para fomentar, estimular y depurar el deporte; sin embargo, yo afirmo categóricamente, que está actuando en sentido negativo. Yo he hecho esta afirmación varias veces y me siento obligado a explicar en qué sentido digo que el olimpismo actúa en forma negativa. Ello ocurre porque, dada la autoridad de los organismos olímpicos, que es de nivel internacional, y que cada país está integrado por personas que representan el pensamiento o una selección del pensamiento deportivo nacional, quizás, por el celo excesivo de los personeros de los Comités Olímpicos, atrae la atención y la preocupación de los dirigentes del deporte hacia el aspecto olímpico, hacia la competencia internacional, en una forma que yo estimo exagerada. Yo creo que con la presión creada por la necesidad de participar en los torneos olímpicos, los compromisos internacionales que se adquieren, obligan entonces, inclusive al IND, a ceder a esa presión y a dedicar a la participación en los torneos internacionales mayor preocupación y mayor cantidad de dinero de la que debe ser. Quiero decir que afirmo esto con mayor sinceridad y compartiendo la responsabilidad en ese error, porque durante cuatro años fui miembro del Comité Olímpico Venezolano. Pero a través del análisis que he hecho retrospectivamente, creo mi deber presentar a la consideración de este Foro, ese aspecto del problema.

Partes: 1, 2, 3
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