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Globalización y pobreza (página 2)


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Resultará imprescindible también diseñar instancias de intercambio entre disciplinas y vincular los proyectos de transformación de la educación superior a las necesidades de toda la sociedad, incluidas las del aparato productivo social y privado". Pero el conocimiento en sí mismo no es el remedio de los males que padece la humanidad. Mal procesado, el conocimiento, de fuerza creadora puede convertirse en fuerza destructora. Es tal la capacidad destructiva del conocimiento mal utilizado que en estos momentos, cuando en el mundo millones de personas padecen hambre y enfermedades, el depósito acumulado por las potencias tecnológicamente desarrolladas puede servir para hacer desaparecer nuestro planeta no una, sino varias veces.

CAPÍTULO III

Globalización y conocimiento

Mediante que se profundiza la división internacional del trabajo y el avance de los medios de comunicación; el conocimiento, el intercambio de información ha pasado a ser un medio de fácil alcance para todos de una manera rápida y con mayor libertad, especialmente a través del internet.

La globalización del conocimiento no está centrada solo en los países con mayor desarrollo tecnológico, sino que también participan aquellos países que forman parte del proceso, teniendo como resultado una retroalimentación, tomando en cuenta que los países más avanzados mantienen el control de esta tecnología evolutiva pero, de igual manera los países que se encuentran en desarrollo y en miras de este progreso tecnológico pueden sacar provecho de los erros del ciclo competitivo.

3.1. La globalización

Existen diferentes conceptos para definir para palabra Globalización. En el contexto en el cual nos enfocamos, se puede interpretar desde: apología neoliberal de la apertura global, de la cual supuestamente se benefician todos por igual, hasta las más radicales posiciones nacionalistas en contra de dicho proceso. Según el Fondo Monetario Internacional: el proceso de globalización consiste en el "crecimiento de la interdependencia económica de los países del mundo a través de un creciente volumen y variedad de transacciones de bienes y servicios y flujo internacional de capitales a través de las fronteras, y también por medio de una más rápida y amplia difusión de la tecnología. En realidad, la llamada globalización no es otra cosa que la fase más avanzada de la división internacional del trabajo.

Visto desde la perspectiva de que el proceso productivo no se lleva a cabo en un mismo país, región o lugar, tener claro la verdadera procedencia de la mercancía se torna complicado, a tal punto de que es como si estas no tuviesen nacionalidad. En estas condiciones, la economía mundial es cada vez menos la suma de economías nacionales aisladas, para convertirse en una economía global e interdependiente, lo cual da la impresión de homogeneidad. Sin embargo, globalización no es sinónimo de equidad, ya que no todos los miembros de la comunidad internacional que participan en igualdad de condiciones dentro de la nueva división internacional del trabajo no poseen los mismos medios o no están en entornos similares (políticas, culturales, económicas, etc). Las diferencias entre lo global y lo local no cambian por la influencia de la llamada globalización, visto que cada día se suman más países, los cuales en su mayoría, desde el punto de vista poblacional, son pequeñas naciones.

La globalización esta principalmente dirigido por las llamadas empresas transnacionales, debido que de ellas se desprende el mayor volumen de la producción de bienes y servicios, y a su vez el desarrollo y los avances tecnológicos a nivel mundial. Del mismo modo, queda en evidencia que la mayor parte de este comercio se realiza al interior de la tríada conformada por Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.

Cabe considerar, por otra parte que más que la contribución en el proceso de producción que aportan las empresas transnacionales, los flujos comerciales y la inversión, es sustancial e igual de importante el aporte cultural que muestra dicho proceso. El cual consiste en modelar la división internacional de trabajo a través de los beneficios estratégicos de las naciones más desarrolladas, de donde provienen.

Dado el atraso tecnológico inherente, se ve reflejado la competitividad de los países en desarrollo, la cual está sometida a la economía presente en las empresas transnacionales. La mayor o menor participación de los países menos desarrollados en las redes de producción dirigidas por las empresas trasnacionales, su capacidad de absorción de inversión extranjera, depende, por lo menos, de las siguientes condiciones: a) estabilidad macroeconómica; b) disponibilidad de una infraestructura adecuada; c) suficiente oferta de fuerza de trabajado adecuadamente calificada y relativamente barata, y d) estabilidad política. La integración de estos aspectos es un factor determinante ante el grado de confianza que posee cada país. La implementación de este sistema, fortalece la paridad entre nuestras economías, mediante una determinación en las últimas etapas del proceso productivo y bajo el control tecnológico de las empresas transnacionales.

3.2. El Conocimiento

El conocimiento se caracterizar por ser origen del poder, ya que hoy por hoy constituye la base del impulso de las naciones. El progreso y avance en la economía y la sociedad forman parte del desarrollo del conocimiento. Pero no siempre ha sido así. Por mucho tiempo el conocimiento, especialmente el conocimiento científico, estuvo condicionado por el oscurantismo religioso y las ideologías totalitarias, impidiéndole su desarrollo y su proyección social. Aún hoy día, en algunos puntos del planeta, persisten estas barreras al conocimiento.

Un momento histórico en el desarrollo del conocimiento fue el advenimiento del capitalismo en Europa. Con el triunfo de la burguesía, el potencial creativo del conocimiento, reprimido por muchos siglos por la clase feudal y la iglesia, fue liberado, dando como resultado la llamada Revolución Industrial, que transformó radicalmente el mapa económico y político del mundo.

El conocimiento aplicado en la organización del trabajo, trajo como consecuencia la llamada Revolución de la Productividad. Este proceso se extendió, más o menos, desde 1800 hasta la Segunda Guerra Mundial y uno de sus pioneros fue Frederick W. Taylor.

Después de la Segunda Guerra Mundial el conocimiento ha venido aplicándose cada vez más al conocimiento mismo, a lo que Drucker ha dado en llamar la Revolución Administrativa. Según este autor, "el conocimiento se está convirtiendo actualmente en el único factor de la producción, y ha puesto a un lado tanto al capital como al trabajo".

3.2.2. Conocimiento y desarrollo

El conocimiento ha sido la principal influencia en el desarrollo económico – social. Queda en evidencia que la aplicación en el sistema productivo, los hábitos de consumo, las costumbres y, en general las relaciones de producción de los grandes inventos tecnológicos, han dado origen a su evolución a lo largo de la historia. Gracias al desarrollo tecnológico, el ser humano ha ido adquiriendo un mayor control de la naturaleza y construyendo mejores condiciones vida, aunque esta interacción no siempre ha redundado en la plena satisfacción de las necesidades de la sociedad en su conjunto. El desarrollo tiene como finalidad mejorar las condiciones de vida de la población pero, no siempre se logra cumplir con este objetivo. La lucha existente entre los intereses monopólicos y el interés común, deja en manifiesto la poca equidad del intercambio de los frutos del desarrollo entre todos los miembros de la sociedad, regiones de un país y entre todos los países.

Con el avance tecnológico aumenta continuamente la productividad de los principales factores de producción, lo que esto significa que la brecha social entre ricos y pobres se tienen a ampliar en términos relativos. Esto significa que aun con todo el conocimiento adquirido por la humanidad, no se ha logrado o no ha servido para resolver los problemas de un alto porcentaje de la población de planeta. Se estima que en la actualidad hay por lo menos mil millones de personas en el mundo, que subsisten en condiciones de miseria, mientras que en el otro extremo un número similar de personas disfruta de la abundancia y el bienestar material.

De los países tecnológicamente más desarrollados se desprende un consumismo exagerado, lo cual trae como consecuencia la contaminación que va en aumento, del medio amiente, provocando fenómenos planetarios como el recalentamiento global y la destrucción de la capa de ozono. Las regiones más pobres se han convertido en depósitos de los desechos de las naciones cuantiosas. Las consecuencias de un conocimiento mal implementado se ven reflejados en el desequilibrio social, donde en el mundo millones de personas mueren de hambre y por enfermedades, el arsenal bélico acumulado por las potencias tecnológicamente desarrolladas puede servir para hacer desaparecer nuestro planeta no una, sino varias veces.

Demos pues que el conocimiento, fuerza creadora, puede convertirse, como de hecho ocurre, en medio de destrucción. En la perspectiva que aquí adoptamos queda en evidencia que el conocimiento debe pasar a transformar, buscar e implementar nuevos modelos socioeconómicos en los cuales el este efectivamente se ponga al servicio de la sociedad en su conjunto, y no de unos pocos países y personas. Definitivamente, hay que repensar la función social del conocimiento.

3.2.3. Situación actual

Actualmente toda clase de información que se maneja circula medianamente libre y es quien hace posible que muchas personas y países con sus recursos limitados, pueden acceder al conocimiento casi al mismo tiempo que este se produce. Debido a esto, los países menos desarrollados tienen la oportunidad de mejorar su capacidad competitiva en los mercados internacionales. La socialización creciente del conocimiento se constituye así en uno de los rasgos característicos de la sociedad mundial en la actualidad. Tal vez el principal medio de propagación del conocimiento a escala planetaria, y de lo cual se benefician también las naciones menos desarrolladas, son las empresas transnacionales, quienes adelantan actividades de investigación y desarrollo y las transfieren a las filiales basadas en los países receptores de inversión extranjera.

El proceso de globalización que manejan las empresas transnacionales, conservan el monopolio del conocimiento de vanguardia. Lo anterior impone el reto de desarrollar tecnologías apropiadas a las condiciones locales, con miras a potenciar ventajas competitivas, que les permitan a los países en desarrollo insertarse exitosamente en los mercados internacionales, sin tener que depender necesariamente de las tecnologías que poseen de las empresas transnacionales.

3.3. Información y Conocimiento

La información y el conocimiento van de la mano. La información es la base del conocimiento, pero este último a su vez es fuente de información. No toda información se convierte automáticamente en conocimiento. Es necesario todo un proceso de análisis para identificar aquellos componentes que realmente nos pueden servir para esclarecer los interrogantes surgidos dentro de determinada área del saber. Dicho de otro modo, el conocimiento requiere de cierto grado de razonamiento que garantice la veracidad de dicha información mediante su comparación y clasificación.

Actualmente estamos en presencia de una verdadera revolución en el conocimiento. Se estima que en los últimos treinta años, en los países más desarrollados se ha producido más conocimiento que en los cinco milenios anteriores.

El principal vehículo de propagación momentánea de la información, desafiando las nociones de tiempo y espacio, son las llamadas redes de información internacional, especialmente la Internet. Mediante esta red podemos obtener información de forma infinita sobre cualquier tema de interés, permitiendo su uso con fines educativos, investigativos, militares o comerciales.

El Internet se ha convertido en una herramienta sumamente útil, el cual nos permite navegar indefinidamente. Se debe considerar que el internet también tiene sus contras, en él se puede conseguir cualquier tipo de información tanto positiva como negativa, así mismo se está expuesto a la influencia de información malintencionada y perjudicial, si no se tiene un manejo consiente del mismo. Y es que la Internet, maravilla tecnológica de finales del siglo XX, al igual que otros medios de comunicación como el teléfono, la radio y la televisión. No hay que olvidar que la Internet es ante todo un cibermercado electrónico, en donde el consumismo encuentra su máxima fetichización. Casi todo está al alcance de tu mano. Solo hay que tener capacidad de compra y una tarjeta de crédito.

Otro fenómeno informático de actualidad es el surgimiento de la cibereducación. Las redes inteligentes están revolucionando los métodos de educación en todo el mundo. Los conceptos de biblioteca electrónica, aula inteligente, conferencias interactivas vía Internet, correo electrónico, los llamados chats, etc. están cambiando los métodos tradicionales de aprendizaje y socialización del conocimiento. No está lejano el día en que la tradicional clase de tiza y tablero desaparezca por completo, y con ella el profesor sabelotodo.

No hay duda de que la revolución informática nos brinda enormes posibilidades de mejorar nuestras ventajas competitivas en el escenario mundial. No obstante, para ello se requiere, aparte de concientizarnos sobre su importancia, inversiones en infraestructura adecuada para tal fin.

Pero no todo es color de rosa. La revolución informática hace que cada vez más individuos pierdan su privacidad, pues todo lo concerniente a su personalidad, familia, propiedades, gustos, etc., se convierte en patrimonio de muchas personas. En la era de la informática el individuo tiende a convertirse en un registro más de la gigantesca base de datos, manipulada, tanto por los organismos del Estado, como por innumerables empresas, desde los supermercados hasta las entidades financieras. Es tal el poder de la información que en la actualidad las guerras-comerciales o militares-, se ganan antes de que se den efectivamente sobre el terreno, gracias a la capacidad y a los medios para conocer de antemano la situación del rival.

Igualmente, la fiebre de la Internet ya está generando problemas de salud pública. Ha surgido la ciberadicción, que como cualquier otra forma de adicción, produce dependencia. Muchas personas están siendo tratadas para curarse del electrónico mal, que no solo arruina su salud sino, incluso, su vida familiar.

CAPÍTULO IV

Universidad y globalización

Los cambios ocurridos en la estructura de la economía y la sociedad mundiales durante el siglo XX, obligan a revisar los paradigmas imperantes acerca del papel de la educación, en general, y de la educación superior, en particular, en el progreso de las naciones.

El gran desafío que deben enfrentar nuestros países es el de cómo insertarse de manera competitiva en un mundo cada vez más globalizado, en el que, pese a que no se ha modificado sustancialmente el esquema asimétrico del desarrollo entre las naciones, Se trata de una nueva etapa del desarrollo, sustentada en el conocimiento y hacia donde deben orientarse todos nuestros esfuerzos académicos e investigativos.

4.1. La globalización: conceptos generales

A raíz de los cambios tecnológicos sin precedentes en la estructura de la economía mundial en la segunda mitad del siglo XX El proceso de profundización de la división internacional del trabajo, en los campos como lo son: la electrónica, especialmente de la microelectrónica, las telecomunicaciones, la informática, la biotecnología, la ingeniería genética, la sustitución de materiales, los medios de transporte, etc., ha contribuido a una mayor integración de las naciones dentro del complejo tejido del sistema planetario de interconexiones económicas, políticas y culturales. Esta situación ha sido caracterizada por los medios académicos, políticos y empresariales como el fenómeno de la globalización. El concepto de globalización tiene connotaciones de tipo ideológico, socioeconómico, político y cultural.

En primera instancia desde el punto de vista ideológico la globalización es el argumento neoliberal que trata de justificar la inevitabilidad de someter el desarrollo de los países a los dictados del mercado, bajo el supuesto de la igualdad de oportunidades para todos. Es en este marco que se ha intensificado el proceso de apertura de los países menos desarrollados, como condición para la supuesta implantación competitiva en los mercados internacionales. En este sentido el concepto de globalización viene a ser como el pretexto para ampliar el dominio del capital transnacional sobre las economías menos avanzadas, a través de los flujos de capital de préstamo y de inversiones directas, así como de la penetración de los medios de comunicación masiva.

En Segunda estancia el aspecto socioeconómico la globalización sustentada en el fetichismo mercantil, lejos de solucionar problemas como la pobreza, el atraso económico y el deterioro ambiental, ha profundizado la brecha entre un puñado de naciones privilegiadas y en resto del mundo. Se estima que en la actualidad por lo menos 1200 millones de personas sobreviven en la miseria, con ingresos que no superan un dólar diario, y se prevé que muy pronto esta cifra llegue a los 1500 millones. Si miramos el mapa económico del mundo, aún asumiendo metodologías generosas, la mayor parte de la producción, el consumo y los avances tecnológicos se concentra en un grupo de países que no representan ni el 20% de la población total de las naciones del planeta.

En este proceso apabullante de la globalización a veces se dejan de lado aspectos como la transculturación, resultado de la profundización de relaciones asimétricas entre los pueblos del mundo.

La globalización ha afectado, para bien o para mal, las culturas dependientes que lenta pero sostenidamente van perdiendo su identidad, al asumir patrones de comportamiento sociocultural a imagen y semejanza de las naciones más desarrolladas. Al mismo tiempo, el resurgir de los nacionalismos y la lucha por el afianzamiento de los valores locales, así como la globalización de los canales de comunicación planetaria, generan nuevas oportunidades para la internacionalización de culturas antes ignoradas.

Pero, independientemente de las contradicciones asociadas al fenómeno de la globalización y de la economía de mercado, especialmente la persistencia de la asimetría tecnológica y socioeconómica entre las naciones, no hay duda de que nos encontramos ante una fase del desarrollo capitalista mundial, caracterizada por el predominio de la gran industria, sustentada en elevadas escalas de producción masiva. El carácter de los cambios tecnológicos ocurridos en las últimas décadas han con conducido al surgimiento de una especie de "nuevo continente sin tierra", en el cual las fronteras convencionales prácticamente desaparecen, dando lugar a la aparición de una "nueva economía".

En este nuevo escenario se está modificando radicalmente el paradigma de crecimiento sustentado solamente en sectores tradicionales de la economía, los cuales han tenido que reestructurarse en concordancia con las nuevas tecnologías, dando paso al surgimiento de nuevas actividades como los servicios informáticos, los servicios de consultoría, la educación por Internet, el comercio electrónico, la producción de software, etc. Igualmente han aparecido en el escenario laboral nuevas profesiones como "técnicos en control de datos", "analista de investigación de mercados-online", "programador de Webs", "director de contenidos", "técnico de sistemas de vídeo on-line", "ingeniero de audio on-line", "director de producto on-line", "ejecutivo de cuentas on-line", "director de operaciones on-line", "ingeniero de sistemas Web", "director general de Web administrador de Webs", "director de desarrollo de negocios on-line", "director de marketing on-line", "director de licencias on-line", "vicepresidente de negocios on-line. La producción e intercambio de información de todo tipo se ha convertido en el principal jalonador de la economía norteamericana, así como también en factor desestabilizador, vía mayor especulación con las llamadas acciones tecnológicas, que en la mayoría de los casos no reflejan la situación real de las empresas.

En estas nuevas condiciones, aun considerando el carácter desigual del desarrollo económico a escala mundial, no hay duda que surgen perspectivas atractivas para los países menos avanzados. El reto consiste en saberlas aprovechar de manera creativa, como lo han hecho ya algunos países en desarrollo.

4.2. Globalización del conocimiento

Los cambios surgidos al interior de la estructura socioeconómica mundial se encuentran la profundización y expansión del conocimiento, el cual se compone en el determinante de las ventajas comparativas de los países. Estas ventajas ya no se basan en la dotación de recursos naturales, la mano de obra barata o la ubicación geográfica, sino en el desarrollo del talento humano, cuyos conocimientos y habilidades no solo hacen posible mejorar las ventajas competitivas en la economía mundial, sino también encontrar alternativas de solución a los problemas económicos y sociales de los entornos nacionales y locales. A este proceso ha contribuido en forma notoria la llamada revolución de la información.

La información está cambiando incluso la vieja noción de imperialismo. Ahora se habla no solo de imperialismo económico, militar y político, sino también mediático y comunicativo, gracias al uso de la información por parte de los monopolios de las comunicaciones como medio para manipular la opinión pública mundial. Por eso en la actualidad " el más fuerte no es únicamente el que más tiene, sino también el que más sabe, el que mejor comunica, el que arbitra el alto tribunal de la opinión pública local, nacional o mundial".

La revolución de la información ha modificado también el tradicional esquema de producción en masa para dar paso a sistemas económicos flexibles, orientados a nichos especializados de mercado. "La revolución en la información no solo hace posible, sino que a su vez es realimentada, por la quiebra de la producción masiva y el mercado de masas.

Esta revolución igualmente ha profundizado el proceso de terciarización del empleo. El porcentaje de trabajadores de los países más avanzados, empleados en los procesos fabriles, ha descendido significativamente en los últimos 20 años.

4.3. Papel de la educación superior en la creación de conocimiento

La educación superior está llamada a jugar un papel cada vez más importante no solo en la formación de profesionales, sino fundamentalmente en la generación de nuevos conocimientos, que respondan a las necesidades de la sociedad en el corto, mediano y largo plazo. Ahora bien, si nos referimos a la llamada sociedad del conocimiento, la formación profesional ya no solo debe centrarse en el desarrollo de ciertas habilidades especializadas, sino también de la capacidad para resolver creativamente los problemas imprevistos que se puedan presentar en la práctica laboral. En este sentido es urgente revisar los paradigmas curriculares en los cuales se sustenta la educación universitaria en países menos desarrollados, dados los pobres resultados en el campo de la investigación básica y aplicada y en la poca capacidad de respuesta por parte de los profesionales frente a los retos que le plantea la sociedad actual. Dado el alcance y el ritmo de las transformaciones, la sociedad cada vez tiende más a fundarse en el conocimiento, razón de que la educación superior y la investigación formen hoy en día parte fundamental del desarrollo cultural, socioeconómico y ecológicamente sostenible de los individuos, las comunidades y las naciones".

La educación superior en la transformación de los entornos es muy importante. Sin embargo, la magnitud y profundidad del impacto de la academia y la investigación dependerán en gran medida del desempeño de las entidades universitarias.

4.4. Compromiso de la Universidad

La Universidad tiene el compromiso como centro generador de conocimiento estratégico de transformar su entorno inmediato y mediato, con el fin de mejorar permanentemente la calidad de vida de la población, entendida esta no solo como la satisfacción de la demanda de bienes y servicios, sino también como el desarrollo cultural y la conservación y mejoramiento del medio ambiente. También, deberá asumir la responsabilidad de contribuir a la inserción competitiva de los diferentes sectores de la economía local, regional y nacional, en los mercados internacionales.

Ahora bien, si el conocimiento generado desde la Universidad es fundamental para enfrentar el reto competitivo del actual proceso de globalización, para ello es indispensable "lograr una mejor integración entre los programas de educación superior y los de ciencia y tecnología, tanto en investigación como en transferencia de conocimientos", lo cual requiere de una reorganización de las estructuras académicas y de investigación científica en todas la áreas y niveles, quebrando "el aislamiento y fraccionamiento que actualmente existe".

Son muchos los retos que debe enfrentar la Universidad para poder desempeñar un papel más efectivo en el proceso de acondicionamiento de los entornos nacionales, regionales y locales, a las nuevas realidades de un mundo cada vez más interdependiente, aunque desigual. En este sentido, existen diversas propuestas sobre las acciones que se deben emprender para colocar a la Universidad en el sitio que corresponde. En el objetivo general del Plan de Acción para transformación de la educación superior en América Latina y el Caribe del CRESALC, se busca "lograr una transformación profunda de la educación superior en América Latina y el Caribe, para que se convierta en promotora eficaz de una cultura de paz, sobre la base de un desarrollo humano fundado en la justicia, la equidad, la democracia, y la libertad, mejorando al mismo tiempo la pertinencia y la calidad de sus funciones de docencia, investigación y extensión, ofreciendo igualdad de oportunidades a todas las personas a través de una educación permanente y sin frontera, donde el mérito sea el criterio básico para el acceso, en el marco de una nueva concepción de la cooperación regional e internacional".

Para ello se recomienda una serie de acciones o programas orientados al mejoramiento de la pertinencia, de la calidad, de la gestión y el financiamiento, así como a la gestión académica de las nuevas tecnologías de información y comunicación y a la reorientación de la cooperación internacional.

En general, se trata de repensar el modelo de aprendizaje practicado en los centros de educación superior, con miras a potenciar un conocimiento más acorde con las exigencias de las nuevas tendencias de la economía y la sociedad. La definición de economía de aprendizaje como una economía en la que el éxito de los individuos, las empresas y las regiones refleja la capacidad de aprender teniendo como características la evolución es rápida, las aptitudes pasadas queda obsoletas y se exige nuevas capacidades; el aprendizaje abarca la creación de competencias y no sólo un mayor acceso a la información; el aprendizaje continúa en todos los sectores de la sociedad y no únicamente en los de alta tecnología; y la creación neta de empleo se produce en sectores con alto coeficiente de conocimientos.

También es importante revisar los términos de contratación de los docentes, partiendo de criterios fundamentados no solo en el acervo de conocimientos y títulos, sino también en la evaluación de la capacidad investigativa y pedagógica del aspirante. En este mismo sentido es necesario perfeccionar los sistemas de evaluación de los estudiantes que aspiran a ingresar a la Universidad, teniendo en cuenta su capacidad cognitiva y de trabajo.

Las Universidades deben trascender la formación profesionalizante, cuyo resultado es un egresado con título pero con poca capacidad de influir creativamente en la transformación de su entorno. El título debe ser, más que una constancia de estudios, el reflejo del cambio cualitativo e integral que debe darse en el cerebro del nuevo profesional. Al respecto, no sería escabellado establecer un examen final del egresado, en el que se evalúe no solo los conocimientos adquiridos durante la carrera, sino, fundamentalmente, la capacidad de respuesta a los problemas que le plantea su entorno.

CAPÍTULO V

El mundo de la pobreza

La pobreza depende del desarrollo relativo alcanzado por determinada región o país. Así, tanto el carácter como la magnitud de la pobreza en los llamados países en desarrollo difieren cuantitativa y cualitativamente de la misma categoría en los países más avanzados.

Equivalentemente, dentro del grupo de los primeros la pobreza no se presenta con la misma intensidad; así, la pobreza en los países africanos y asiáticos reviste características cercanas a la miseria, incluso a la miseria absoluta, como en el caso de Asia Meridional y Norte de África. En otras regiones, como América Latina, la pobreza es menos pobre. Es decir, sin que se logre satisfacer plenamente las necesidades de un alto porcentaje de la población, la pobreza aquí no alcanza el dramatismo de otras latitudes.

5.1. Aproximación conceptual

5.1.1. Definición de pobreza

Se definirán los enfoques de pobreza manejados por los organismos internacionales de crédito, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y los expresados por instituciones como la Cepal, el PNUD, o por las diferentes ONGs, organizaciones políticas y sindicales e investigadores independientes.

  • Según el Banco Mundial la pobreza es hambre; es la carencia de protección; es estar enfermo y no tener con qué ir al médico; es no poder asistir a la escuela, no saber leer, no poder hablar correctamente; no tener un trabajo; es tener miedo al futuro, es vivir al día; la pobreza es perder un hijo debido a enfermedades provocadas por el uso de agua contaminada; es impotencia, es carecer de representación y libertad (WORLD BANK, 2000b).

  • De acuerdo con la Cepal, "La noción de pobreza expresa situaciones de carencia de recursos económicos o de condiciones de vida que la sociedad considera básicos de acuerdo con normas sociales de referencia que reflejan derechos sociales mínimos y objetivos públicos. Estas normas se expresan en términos tanto absolutos como relativos, y son variables en el tiempo y los diferentes espacios nacionales" (CEPAL, 2000a: 83).

  • En contra del enfoque de la pobreza basada solamente en los niveles de ingreso, se afirmó que la pobreza "va más allá de la carencia de ingresos", pues esta es de carácter multidimensional e incluye lo económico, lo social y lo gubernamental. "Económicamente los pobres están privados no solo de ingreso y recursos, sino también de oportunidades. Los mercados y los empleos a menudo son de difícil acceso debido a las bajas capacidades y a la exclusión social y geográfica. La poca educación afecta las posibilidades de conseguir empleo y de acceder a información que podría contribuir a mejorar la calidad de sus vidas. La asistencia sanitaria y los servicios de salud insuficientes, más la inadecuada nutrición, limitan las posibilidades de trabajar y realizar su potencial físico y mental" La anterior situación se complica aún más "debido a la estructura de sociedades e instituciones que tienden a excluir a los pobres de su participación en la toma de decisiones sobre los direccionamientos del desarrollo económico y social" (Global Poverty Report, 2000: 3).

  • Un enfoque más complejo de pobreza es el que propone el premio Nóbel de Economía, Amartya Sen, para quien la pobreza es ante todo la privación de las capacidades y derechos de las personas. Es decir, en palabras de Sen, se trata de la privación de las libertades fundamentales de que disfruta el individuo "para llevar el tipo de vida que tiene razones para valorar" (Sen, 2000:114). Desde este punto de vista, "la pobreza debe concebirse como la privación de capacidades básicas y no meramente como la falta de ingresos, que es el criterio habitual con el que se identifica la pobreza" (Sen, 2000:114).

  • Otro enfoque de la pobreza es el de la llamada pobreza humana, propuesto por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este enfoque se refiere a la privación en cuanto a tener una vida larga y saludable; poder acceder al conocimiento; alcanzar un nivel de vida decente y a acceder a la participación. Este concepto se diferencia de la definición de pobreza de ingreso, que parte de la privación de un solo factor: el ingreso, "ya sea porque se considera que ese es el único empobrecimiento que interesa o que toda privación puede reducirse a un denominador común". De acuerdo con el PNUD, "el concepto de pobreza humana considera que la falta de ingreso suficiente es un factor importante de privación humana, pero no el único", y que por lo tanto no todo empobrecimiento puede reducirse al ingreso. "Si el ingreso no es la suma total de la vida humana, la falta de ingreso no puede ser la suma total de la privación humana" (PNUD, 2000: p.17).

  • Para el PNUD esta definición de pobreza está estrechamente ligada al concepto de desarrollo humano, el cual es entendido como un proceso de ampliación de las opciones de la gente, a través del aumento de sus funciones y capacidades. "De esta manera el desarrollo humano refleja además los resultados de esas funciones y capacidades en cuanto se relacionan con los seres humanos. En definitiva, el desarrollo humano es el desarrollo de la gente, para la gente y por la gente". Como se puede observar, la influencia seniana en esta definición es obvia (PNUD, 2000: p.17).

  • En otros ámbitos la pobreza se plantea como un problema moral, más que económico. "La teoría económica contempla solamente aquellas interacciones humanas que involucran el intercambio monetario y de bienes; de hecho ignora gran parte de la existencia humana. La economía no tiene en cuenta el amor, la familia, la cultura, la salud, la espiritualidad, el medio ambiente o cualquier otra cosa que haga la vida rica y significativa" (WORLD FAITHS DEVELOPMENT COUNCIL, 1999).

La definición de pobreza no es tarea fácil. No obstante, todo parece apuntar a que la pobreza es una categoría multidimensional y porque lo tanto no se la puede abordar desde un solo ángulo, sino que debe ser planteada como un problema complejo que involucra factores de índole económica, social, cultural, moral, política e incluso natural, como es el caso de los desastres naturales, así como también el desplazamiento forzoso de la población debido a las guerras intestinas, que anualmente empobrecen a millones en el mundo. En este sentido, las políticas encaminadas a disminuir la pobreza, deben igualmente ser de carácter integral, centrando su atención no solo en el mejoramiento material de las personas sino también en el desarrollo real de sus capacidades, así como en el fortalecimiento de sus derechos.

5.1.2. Medición de la Pobreza

La estimación va desde la utilización de métodos esencialmente cuantitativos hasta el diseño de complejos modelos que incluyen variables de difícil medición. El método más común es el que establece niveles de ingreso para diferenciar a los pobres de los que no lo son, conocidos como "líneas de pobreza".

De acuerdo con la Cepal las líneas de pobreza representan el nivel de ingreso necesario para que los hogares puedan satisfacer las necesidades básicas (alimentarias y no alimentarias) de sus miembros.

El Banco Interamericano de Desarrollo por su parte, estima la línea de pobreza en dos dólares diarios por persona, mientras que el Banco Mundial, además de esta medición, calcula la línea de pobreza a partir de un dólar diario de ingreso por persona.

  • Según Feres y Mancero, la definición de las líneas de pobreza descansa en dos enfoques: uno directo y el otro indirecto. "En el enfoque "directo", una persona pobre es aquella que no satisface una o varias necesidades básicas, como por ejemplo una nutrición adecuada, un lugar decente para vivir, educación básica, etc. El enfoque "indirecto", en cambio, clasificará como pobres a aquellas personas que no cuenten con los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas" (Feres y Mancero, 1999: 3.2).

  • Otra forma de medir la pobreza es a través del indicador NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas), del cual se habló en la definición de pobreza. De acuerdo con Feres y Mancero, "este método consiste en verificar si los hogares han satisfecho una serie de necesidades previamente establecidas y considera pobres a aquellos que no lo hayan logrado. En su versión más simple, el método NBI utiliza únicamente información "ex-post", puesto que no considera la capacidad del hogar para satisfacer las necesidades a futuro" (Feres y Mancero, 1999: 3.3.1).

  • A partir de 1990 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) viene utilizando el Índice de Desarrollo Humano (IDH), el cual incluye tres dimensiones básicas: una vida larga y saludable, conocimientos y un nivel decente de vida. "Por cuanto se trata de un índice compuesto, el IDH contiene tres variables: la esperanza de vida al nacer, el logro educacional (alfabetización de adultos y la tasa bruta de matriculación primaria, secundaria y terciaria combinada) y el PIB real per cápita (PPA en dólares). El ingreso se considera en el IDH en representación de un nivel decente de vida y en reemplazo de todas las opciones humanas que no se reflejan en las otras dos dimensiones" (PNUD, 2000:17). El problema aquí radica en la definición de los criterios para determinar qué es un "nivel decente de vida".

  • Existe también el llamado Índice de Potenciación de Género (IPG), el cual se refiere al grado de participación de las mujeres en la vida económica y política de un país. El IPG "mide la desigualdad de género en esferas clave de la participación económica y política y de la adopción de decisiones". El IPG se diferencia del IDG, que es un indicador de la desigualdad de género en cuanto a capacidades básicas (PNUD, 2000: 17).

5.2. Panorama General de la Pobreza

De acuerdo con el Banco Mundial la distribución de los beneficios del progreso mundial continúa siendo extremadamente desigual y hoy por hoy "el ingreso promedio en los 20 países más ricos es 37 veces mayor que el de las 20 naciones más pobres; esta brecha se ha duplicado en los últimos 40 años" (Banco Mundial, 2000:3-4).

De acuerdo con Amartya Sen, el mundo en el que vivimos hoy es de una opulencia sin precedentes. Sin embargo, "también vivimos en un mundo de notables privaciones, miseria y opresión". Entre los problemas viejos y nuevos que aquejan al mundo contemporáneo Sen destaca "la persistencia de la pobreza y muchas necesidades básicas insatisfechas, las hambrunas y el problema del hambre, la violación de libertades políticas elementales, así como de libertades básicas, la falta de atención a los intereses y a la agencia de las mujeres y el empeoramiento de las amenazas que se ciernen sobre nuestro medio ambiente y sobre el mantenimiento de nuestra vida económica y social"(Sen, 2000: 15).

Situaciones como el desplazamiento forzoso y los desastres naturales, son factores que contribuyen no solo a incrementar el número de pobres, sino también a deteriorar la calidad de vida de la población, en general.

5.3. Factores determinantes de la pobreza

5.3.1. Factores externos

El conjunto de factores externos que han influido, directa o indirectamente, en la conservación y reproducción de las condiciones que impiden superar los problemas de la pobreza en la mayor parte del mundo, inciden en:

  • El carácter desigual de la división internacional del trabajo y su agravamiento en las actuales condiciones de globalización.

  • Los factores como el papel del capital financiero internacional y el intercambio desigual.

  • El drenaje de importantes recursos de los países en desarrollo, lo cual limita su capacidad de ahorro e inversión, especialmente en el campo social.

  • El carácter imitativo del desarrollo en los países más pobres, los lleva a adoptar patrones de consumo altamente perjudiciales para el normal desenvolvimiento de sus estructuras socioeconómicas.

La división internacional del trabajo afianzó el esquema de dominio por parte de unas cuantas potencias industrial y tecnológicamente más desarrolladas, las cuales, una vez culminado el proceso de reparto territorial del mundo, iniciaron la pugna por el reparto económico y político del mismo, lo que desembocó en dos guerras mundiales.

El desarrollo desigual entre los principales grupos de países ha sido la constante, dando como resultado la elevada concentración de la producción, el ingreso, los mercados y el conocimiento en el grupo de los más desarrollados, lo cual se constituye en el principal obstáculo para superar el problema de la pobreza.

Las nuevas tecnologías se están convirtiendo en un instrumento adicional de profundización de las desigualdades a escala mundial, aunque al mismo tiempo ofrecen nuevas posibilidades de mejorar las condiciones de inserción en los mercados internacionales, sin que esto signifique necesariamente el acortamiento de la brecha digital entre las potencias tecnológicas y el resto del mundo en desarrollo.

Las desigualdades estructurales que caracterizan a la economía mundial se ven acentuadas por aspectos como la llamada arquitectura del sistema financiero internacional, las condiciones asimétricas del intercambio comercial, así como los flujos de conocimiento, los cuales se han convertido en mecanismos adicionales de empobrecimiento de los países menos desarrollados. El flujo de capital de los centros de poder financiero hacia las naciones menos desarrolladas se ha convertido en un poderoso instrumento de sometimiento y control del desarrollo en estos últimos.

La deuda externa se ha convertido en mecanismo de drenaje de importantes recursos financieros de los países pobres hacia las naciones más desarrolladas, reduciendo de esta manera la capacidad de inversión, tanto en infraestructura física como en proyectos de interés social. La espiral de la deuda conduce a que cada vez más hay que recurrir a nuevos préstamos para poder atender la deuda acumulada, cuyo saldo en vez de disminuir crece en forma sostenida.

Pero aparte del elevado costo económico y social que implica el servicio de la deuda externa, esta no siempre cumple los propósitos para los cuales fue contratada debido, entre otros factores, a su manejo ineficiente e ineficaz por parte de gobiernos y funcionarios de turno. Si a esto le agregamos la corrupción que se genera alrededor del uso de los recursos financieros provenientes del exterior, el impacto de la deuda externa en la superación de las desigualdades sociales en los países menos desarrollados es bastante modesto. Los países endeudados terminan destinando gran parte de sus ingresos al servicio de la deuda externa, limitando de esta manera las posibilidades de mejorar las condiciones de vida de los más pobres que, como ya hemos visto, constituyen parte importante de la población.

Otro factor que impide el avance económico y social en la periferia atrasada del capitalismo mundial es el esquema asimétrico de intercambio comercial entre los países menos desarrollados y las naciones opulentas. La enorme brecha tecnológica existente entre ambos grupos de países hace que la disminución del valor de los bienes y servicios provenientes de los más desarrollados sea considerablemente superior a la de los más atrasados. A lo anterior se agrega el control monopólico de los mercados, por parte de las empresas transnacionales. Por eso, para poder participar en el comercio internacional, los países más atrasados deben involucrar mayor trabajo necesario en las mercancías exportadas, en detrimento de la remuneración de los trabajadores directos, lo que contribuye a empeorar su capacidad adquisitiva.

El esquema mundial de reproducción del capital, imperante en la actualidad, se constituye en uno de los principales factores que contribuyen a la conservación y reproducción de las condiciones de pobreza humana en la mayor parte de los países del orbe. Este hecho se puede corroborar cuando analizamos la estructura actual de la división internacional del trabajo, caracterizada por una profunda asimetría en la distribución del producto mundial, en los intercambios comerciales y en los avances tecnológicos entre un puñado de naciones altamente desarrolladas y el resto del mundo.

5.3.2. Factores internos

Existen factores de carácter estructural, tales como la estrechez crónica del mercado interno, debido entre otras cosas a profundas desigualdades en la distribución del ingreso y la riqueza entre las regiones y los grupos humanos, en el limitado acceso para gran parte de la población a la educación, a los servicios de salud, a una vivienda digna, a la participación en la toma de decisiones que tienen que ver directa o indirectamente con sus intereses. Las desigualdades se dan también entre los diferentes grupos étnicos o religiosos, o entre los géneros.

Existen factores de empobrecimiento como el desplazamiento forzoso, consecuencia de las guerras internas y la violencia en las zonas rurales. La inseguridad generada por las guerras internas en los países menos desarrollados obstaculiza la inversión productiva, empeorando la situación de desempleo que padece gran parte de la población económicamente activa.

También contribuye a la reproducción de la pobreza y las desigualdades, las políticas macroeconómicas de los gobiernos, orientadas a beneficiar a los sectores más ricos de la población, en detrimento de los menos favorecidos. En este sentido actúa uno de los peores males de las naciones en desarrollo: la corrupción, tanto en el sector público como en el privado. Estos y otros factores trataré de ilustrar en el presente punto.

La presión sobre la tierra, debido a la distribución desigual de la propiedad, genera efectos devastadores sobre el medio ambiente, tales como la erosión de suelo, resultado del uso intensivo de agroquímicos. La falta de tierras disponibles para la producción cerca de los grandes centros de consumo empuja a los campesinos a la colonización de nuevos territorios, empeorando los problemas de deforestación y desertificación, así como el agotamiento de las fuentes de agua para los cultivos y para las poblaciones de las zonas urbanas. La falta de tierra y de incentivos para su empleo productivo han provocado problemas tan graves como el de los narcocultivos que, lejos de resolver el problema de la pobreza de los campesinos, se convierte en factor adicional de desestabilización económica y social, de desvío de importantes recursos para la lucha contra el narcotráfico, en lugar de ser utilizados en el mejoramiento de la situación socioeconómica de la población rural.

La corrupción hace que cuantiosos recursos destinados al mejoramiento de la calidad de vida de los sectores más pobres se desvíen hacia el enriquecimiento de funcionarios públicos y empresarios inescrupulosos.

Un factor importante en la reproducción de la pobreza son los conflictos internos, los cuales producen desplazamientos masivos de personas de sus lugares de vivienda y trabajo. Al perder sus propiedades y fuentes de empleo los desplazados quedan reducidos prácticamente a la condición de pobres absolutos. Estos desplazamientos se traducen además en la destrucción de las fuerzas productivas en las zonas de conflicto y en el empeoramiento de la situación de los llamados cinturones de miseria en las grandes ciudades del mundo en desarrollo, produciendo efectos desestabilizadores en lo social, lo político y lo económico.

Otro aspecto importante que impide disminuir la pobreza en los países en desarrollo es la separación de la política social de la macroeconómica, por parte de los gobiernos, y la subordinación de la primera a las exigencias de la segunda, en el supuesto de que la política social es la única responsable de la equidad. El tratamiento del problema de la pobreza aislado de las políticas económicas produce desajustes estructurales que impiden superar las desigualdades sociales.

Estos factores se reproducen permanentemente, debido a la estrechez estructural de la economía y al modelo de Estado ineficiente y corrupto, controlado por grupos minoritarios de la población, en los cuales se concentra la mayor parte del ingreso, la riqueza y la toma de decisiones en materia de política económica y social. Ante esta situación, existen igualmente múltiples propuestas de solución al problema de la pobreza en la mayor parte del mundo.

5.4. Propuestas para erradicar la pobreza a manera de conclusión

La pobreza lo que se busca es mejorarla, haciendo más viable el proyecto de vida de millones de personas, especialmente en los países económica y socialmente más atrasados.

Es necesario llevar a cabo una serie de políticas públicas, que garanticen la distribución equitativa de sus resultados.

El problema de la pobreza debe ser enfrentado mediante la alianza entre el Estado, la sociedad civil y el sector privado. Según los autores del estudio el tipo y la magnitud de los retos que deben enfrentar estas alianzas son muy variados e incluirían los siguientes aspectos: "(i) reducción de los déficit en la infraestructura de los servicios sociales básicos como escuelas, centros de salud y mejoras en la calidad de los servicios prestados; (ii) provisión de otros servicios básicos (tales como agua y saneamiento, vivienda, etc.); (iii) generación de ingresos y empleo: (iv) programas especiales para los grupos más vulnerables; (v) nuevos aspectos como la protección ambiental, mayor participación popular en el diseño de las políticas, e iniciativas que tengan como meta mejorar el acceso de los pobres al sistema judicial mediante alternativas para la resolución de conflictos; y (vi) combinación de todos los anteriores en un enfoque multifacético que apunte al desarrollo local integrado" (FISZBEIN y LOWDEN, 1999: 2-3).

La alianza tradicional entre el Estado y los sectores más poderosos del sector privado pone en entredicho la efectividad de dicha estrategia.

La CEPAL por su parte plantea una serie de principios que deben regir las políticas para atacar la pobreza: a) universalidad; b) solidaridad; c) la eficiencia; d) criterio de equivalencia; y e) carácter integral de la política social (CEPAL, 2000a:73-80).

Un principio para atacar la pobreza es el llamado "criterio de equivalencia". Este principio se refiere al vínculo que debe existir entre contribuciones y beneficios "tanto en el ámbito de los programas generales como de los mecanismos de aseguramiento". Se trata de aplicar políticas redistributivas que favorezcan a los sectores sociales de menores ingresos, vía menores impuestos y créditos, acordes con la capacidad económica de los mismos (CEPAL, 2000a:78).

Para lograr los anteriores objetivos es indispensable fortalecer el empoderamiento de la población, a través de los diferentes medios de participación ciudadana en la discusión y aprobación de todos aquellos programas que afectan, directa o indirectamente, su situación socioeconómica. Esta participación debe estar precedida de todo un proceso de aprendizaje, toda vez que la población no está acostumbrada a ejercer sus derechos plenamente, y además no tiene confianza en las deterioradas instituciones que dicen representarla. En otras palabras, no es suficiente promulgar la participación democrática de la población en los asuntos del Estado, sino que hay que garantizarle los instrumentos para que se convierta en realidad. Esto contribuiría a recuperar la gobernabilidad perdida y fortalecería realmente la democracia, condición indispensable para disminuir los factores de violencia y mejorar la calidad de vida de los sectores más pobres de la población.

También se requiere una reforma profunda de en materia de administración de justicia social, pues uno de los factores de violencia es la impunidad, que permite la sobreexplotación de los asalariados y los pequeños productores, en favor del gran capital local y transnacional.

Conclusiones

Del tema analizado se obtuvieron las siguientes conclusiones:

  • 1. La llamada globalización no pasa de ser más que un mito elaborado en los centros de pensamiento de los países más desarrollados, para darle consistencia teórica a las nuevas formas de sometimiento y explotación de los países menos avanzados, que son la mayoría. No obstante, sería ingenuo desconocer los cambios estructurales que caracterizan la etapa actual del desarrollo mundial y que, gústenos o no, afectan nuestras vidas, para bien o para mal. Desde este punto de vista, la llamada globalización ni es el remedio de los males que padece la mayor parte de la humanidad, ni tampoco la causa de todos los males que aquejan al mundo en desarrollo.

  • 2. La globalización ha profundizado el tradicional esquema de división internacional del trabajo, haciendo cada vez más complejos el entrelazamiento y la interdependencia de las economías, pero sin modificar el esquema asimétrico tradicional, dominado por un puñado de potencias tecnológicamente desarrolladas.

  • 3. El sistema educativo y en particular la educación superior, están llamados a jugar un papel trascendental en el desarrollo académico y científico, que permitan generar nuevos conocimientos y habilidades, orientados a la transformación socioeconómica de su entorno y así contribuir a mejorar su situación en el contexto nacional e internacional.

  • 4. El llamado proceso de globalización, señalado por la vanguardia del conocimiento en todos campos, está modificando profundamente la estructura socioeconómica, política y cultural del mundo, al punto que parecería que estamos entrando en una etapa cualitativamente nueva del desarrollo histórico. No obstante, la persistencia de muchos de los problemas que aquejan a la humanidad desde tiempos inmemoriales, y otros que han surgido precisamente dentro del actual proceso de profundización de la división internacional del trabajo, obligan a reflexionar sobre el particular.

  • 5. Es necesario comprometer al sector privado en la solución de los problemas que impiden mejorar la situación de los más pobres. Todo esto, de alguna manera, está consignado en los principales documentos publicados por organismos internacionales y los gobiernos de los países en desarrollo; lo que falta es mayor voluntad política para llevar a cabo los cambios necesarios.

Recomendaciones

  • 1. Los países menos desarrollados deben concentrar todos sus esfuerzos en buscar la manera de aprovechar eficientemente las ventajas que pueda ofrecer la actual división internacional del trabajo, especialmente aquellas relacionadas con las nuevas tecnologías que, pese a estar controladas por los centros desarrollados de producción de conocimiento, es posible adoptarlas y/o adaptarlas a las condiciones regionales y locales concretas.

  • 2. Atreverse a repensar nuestra realidad sin perder de vista que somos parte de un mundo cada vez más interconectado e interdependiente, en el cual nuestra situación es extremadamente desventajosa.

  • 3. Es necesario romper con el paternalismo ideológico de todo pelambre que por tantos siglos ha condicionado nuestra manera de pensar, sin que ello signifique menospreciar la riqueza intelectual acumulada por la humanidad a lo largo de su historia, sino por el contrario, utilizarla creativamente en la interpretación y solución de nuestros problemas.

  • 4. Establecer un nuevo orden económico internacional, que le garantice a los países menos desarrollados una mayor participación en la división internacional del trabajo, sobre la base de una mayor libertad para exportar sus productos a las naciones más opulentas. Esto le permitiría a los países pobres superar en gran medida los obstáculos que impiden solucionar los problemas de la pobreza.

  • 5. Revisar a fondo los esquemas teóricos que han servido de fundamento a las políticas económicas y sociales en los países en desarrollo, partiendo de sus propias realidades y buscando mejorar efectivamente la calidad de vida de la población, como condición para alcanzar el desarrollo humano y sostenible.

 

 

Autor:

Carvajal, Geraldin

Pirela, Bertha

Silvera, Daniela

Suniaga, Carmen

Wood, Diana

Enviado por:

Profesor:

MSc. Ing. Iván J. Turmero A.

 

edu.red

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA

"ANTONIO JOSÉ DE SUCRE"

VICE-RECTORADO PUERTO ORDAZ

DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA INDUSTRIAL

CÁTEDRA: INGENERÍA FINANCIERA

PUERTO ORDAZ, DICIEMBRE DE 2014

Partes: 1, 2
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