Análisis teórico de las características de personalidad en personas violentas (página 4)
Enviado por robeerto carlos carrillo castro
Eysenck estudia el funcionamiento del SNA (sistema nervioso autónomo) y llega a establecer una correlación de diferentes rasgos:
-. Extraversión frente a introversión, lo que percibe es que cuando hay un predomino de la extraversión, lo relaciona con una baja estimulación cortical. A partir de esta relación acuño el termino Aurousal, trasladando este concepto al campo de la criminología y lo relacionó al psicópata y a los individuos de conducta violenta, que reunían parecidas características porque estos tenían los niveles más altos de extroversión, los describe como personas incapaces de experimentar la sensibilidad, tienen una muy baja sensibilidad al dolor por tal razón sienten la necesidad de experimentar sensaciones fuertes.
Dentro de esta área de la neurofisiología también se desarrollaron conceptos desde otras especialidades, que estudian el efecto cerebro-cuerpo, como la endocrinología que recoge una serie de estudios donde se analiza el sistema neurovegetativo y su incidencia en la conducta, tratando de buscar una explicación a determinadas conductas y trastornos. Relaciona el síndrome premenstrual con cambios físicos y psicológicos. Otros estudios consideran la influencia de la alimentación en los cambios de comportamiento, señalan que las personas con desnutrición son personas retraídas e introvertidas. También se analiza como la contaminación acústica afecta al individuo, generando en éste un comportamiento agresivo.
De la genética también se manifiesta: que el factor genético de la conducta delictiva influye en los individuos. Garcia Pablos se refiere a familias de criminales: de la cual manifiesta que puede existir una mayor proclividad, sin que signifique que es muy
Significativa, señala que en los parientes en línea directa hay mayor probabilidad a heredar esa tendencia criminal. En cuanto a los gemelos establece una diferencia en la carga genética. Los univitelinos –unisicoticos: los relacionan los de mayor inclinación a la agresión sexual. Y con relación a los hijos adoptivos, establece que aquí es más fácil apartar el factor genético, pero subraya la importancia del factor ambiental, el entorno de la familia, los amigos etc. También se menciona como ciertas malformaciones cromosomicas condicionan conductas violentas mencionando como ejemplo:
1. El Síndrome de Turner que afecta a las mujeres acentuando rasgos masculinos
2. Síndrome de Klenefelter, presente en el hombre acentúa los rasgos femeninos.
3. Duplicidad del cromosoma YY Trisomía, afectando al hombre en el campo delictivo, el individuo es de carácter agresivo, con tendencia a comportamiento violento.
La Neurofisiología y todos los campos de estudio que desarrollan nos muestran como la manifestación de la conducta violenta será influenciada por cambios funcionales de la genética human y como nuestro SNA responde a la presencia de sustancias neuroquimicas que establecen pautas de respuesta, de igual manera los diferentes estudios indican que grupos de personas que reciben o vivencian situaciones parecidas no producen un incremento igual de neurotransmisores, presentándose respuestas diferentes a la misma situación, estudios con gemelos, influencia de la a alimentación e incluso con individuos con malformaciones genéticas indican que la respuesta neurofisiológica no es la única que intervienes en la reacción violenta y que las dificultades funcionales de orden neurovegetativo limitan la capacidad pero no condicionan la finalidad.
Correlacionando el comentario anterior observemos el modelo psicoanalista o psicodinamico tomando a Freud como su principal exponente, este sitúa la conducta criminal buscando una base orgánica que responde a un factor endógeno situado en el subconsciente. Plantea la teoría del "pansexualismo" que responde a que todo comportamiento humano actúa de forma inconsciente. Sus conceptos expresan el Eros y el Tanatos como un contraste de instintos entre la supervivencia, está ligado a la vida sexual, lo que denomina libido como un reflejo inconsciente del instinto sexual que se desarrolla en los primeros años de vida. Define que el delito no tiene un sentido en sí mismo, sino que vendría a ser una respuesta simbólica de manera que sería el modo de exteriorizar determinados traumas o conflictos que permanecen a un nivel inconsciente, por tal razón el delito no seria una conducta consentida. Existe una relación con el conflicto inconsciente hay dos causas en las cuales encuentra la causa de la conducta delictiva. Relaciona el complejo de Edipo y la neurosis, para el pensamiento freudiano este complejo es altamente significativo para el componente criminológico, porque señala el castigo como la forma de aliviar la culpa, de la neurosis manifiesta que es el resultado de una mala estructura mental lo que canaliza la conducta delictiva, cuyo resultado es un desequilibrio psicológico, que causa la conducta delictiva y la reacción violenta como defensa contra la angustia. El complejo de Edipo lo relaciona con una disfunción del instinto sexual, hay una fijación en una de las etapas del desarrollo psicosexual. Freud describe que en la mayoría de los casos hay una adecuada evolución, pero cuando no es así el individuo se estanca en una de las etapas, y este estancamiento seria el fruto de una insatisfacción o una frustración, o también por exceso de gratificación.
Este modelo enfocado al campo de la criminología describe el origen de muchos comportamientos que estarían ligados a la fijación de las etapas del desarrollo psicosexual que influirían notoriamente en el comportamiento delictivo y el acto violento:
Fijación en la etapa
1. oral- fijación a la expresión verbal – injurias.
2. anal- delitos patrimoniales
3. fálica es la que genera más problemas, su tendencia seria incestuosa, generando una sensación de culpabilidad busca ser castigado, para poder sentir alivio. El delincuente que confiesa y siente placer contando los hechos.
La neurosis seria el origen del comportamiento delictivo su comportamiento es el resultado del desequilibrio en las tres instancias mentales Ello, Yo y Súper Yo.
Lo psicodinamico muestra una lucha entre los instintos y la norma, pero sobre todo plantea como somos producto de estancamientos emocionales en nuestro desarrollo y como este es incorporado por nuestro cuerpo, instaurando respuestas emocionales sintomáticas en forma física; las conductas violentas son el resultado de nuestros miedos y frustraciones, son defensas negativas productos de nuestra dicotomía emocional, los hechos que marcan nuestro primeros años y la internalizacion de la angustia así como la confusión que genera una resolución inadecuada de nuestro conflictos primarios, situación que no permite la instauración adecuada de la norma, llevan al sujeto de conducta violenta a una manera disfuncional de resolver las confrontaciones.
La neurofisiología desde su concepción biológica explica la conducta y la manifestación violenta, los psicodinamiscos la explican como una manifestación de traumas sin resolver y fijaciones en etapas del desarrollo psicosexual, manteniendo ambas una correlación con lo orgánico y variando en la resolución o expresión de la respuesta. Ahora desde la visión de l modelo cognitivo conductual se maneja el concepto del aprendizaje social. Por lo cual relaciona el comportamiento criminal como producto del aprendizaje. Basando su teoría en que la conducta es aprendida por la observación, es la consecuencia de nuestros actos. La asociación de estímulos, modelo biológico, el comportamiento humano se convierte en algo importante para la adopción de conductas, (premio frente Castigo). Este modelo conductual explica que el delincuente no ha desarrollado el modelo referente al temor anticipado (castigo). Lo interesante de este modelo es que tiene un planteamiento correctivo, ofrece soluciones a través de técnicas de modificación de la conducta, se puede conseguir enseñarle habilidades de las cuales carece el delincuente y suplir sus carencias para que éste logre la relación entre miedo y castigo. Tomando como ejemplo la aplicación del sistema de economía de fichas, utiizando refuerzos positivos o negativos según el caso. Plantea que el aprendizaje es por imitación, por la observación de los demás, el comportamiento es el resultado de la interacción del delincuente con el entorno cuyo referente sería inadecuado, utilizando la conducta violenta como respuesta de imposición. En el aprendizaje vicario se manejan dos conceptos: – refuerzo vicario: el efecto disuasorio de la pena. – Castigo: el cumplimiento de la pena. El principio se basa en que cuando se observa que alguien es castigado por un delito, el papel ejemplar esta dado por la pena, y provocando un refuerzo inhibitorio el temor a ser castigado con esa misma pena.
La conducta violenta es producto del aprendizaje, en entornos donde la problemática es usual, la agresión y la imposición de criterios es por la fuerza, el individuo considerara opciones que en realidad son condicionadas por la implementación de esquemas mentales que establecen la solución a aplicar, mostrando que la implementación de la violencia es la forma de obtener la meta impuesta, es decir, si en un medio especifico se desarrollan acciones reiterativas, y constantes en el tiempo, pero sobre todo el sujeto observa y elabora como proceso mental dichas acciones, se instauraran conductas acordes a ello; el acto violento le otorga resultados, por tanto el individuo los aplicara como medio para la consecución de metas. Es de anotar que los procesos de aprendizaje a su vez estarán influenciados por el efecto, en el sujeto, del ambiente.
Referenciado los diferentes modelos teóricos observamos que el estilo de vida es un concepto relacionado al sentido y a la calidad del vivir. Para Barbosa (1997), el estilo de vida nace de:
1. Unas posibilidades psicológicas de la persona, que según algunos psicólogos tiene que ver con tres dimensiones de la conciencia: a) La conciencia de sí mismo que distingue unos de otros; b) la conciencia de la procedencia familiar, como también de la experiencia de la pertenencia a un universo psíquico, social y espiritual; c) la aceptación por parte del prójimo o la congruencia de la identidad que cada uno atribuya a sí mismo, y las atribuciones sociales que provienen de los otros.
2. Unas circunstancias sociales y culturales, que tienen que ver con las posibilidades socioeconómicas y valorativas.
En ésta dirección, el sentido hace referencia al modo en que cada uno modela o intenta modelar su propia vida, define el modo como se construyen significaciones a partir de situaciones cotidianas y consecuentemente el modo como cada cual decide interactuar con los otros. El sentido tiene un carácter cognoscitivo que afecta el modo como se construyen las posibilidades de comprensión de lo vivido. El ser humano atribuye significación en el ámbito de su vida de acuerdo con los elementos de la cultura y gracias a la apropiación que de ella hace como sistema activo de personalidad. [12]El modelo humanista-experiencial se basa en entender la psicopatología como una negación o distorsión de la experiencia interna causada por la Introyección de condiciones de valía externa. El enfoque vivencial más actual parte de considerar el papel tanto de los procesos cognitivos como los emocionales en la disfunción y el cambio. Se considera que las personas son creadores activos de significados subjetivos, donde los procesos mentales de recuperación y codificación en la memoria, y la simbolización lingüística del conocimiento juegan un rol central. En concreto se consideran cinco aspectos cognitivos que ayudan a comprender como los sujetos construyen sus significados : (1) Los procesos atencionales (los recursos cognitivos de la atención se relacionan con los niveles, calidad y tipo de concienciación de la experiencia); (2) la distinción entre procesos cognitivos controlados y automáticos (los procesos automáticos e inconscientes pueden dirigir la atención y experiencia consciente de la persona, sobretodo ante temas de fuerte afecto); (3) La distinción entre procesamiento en paralelo y procesamiento automático (Los clientes procesan mucho material inconsciente que influye en su experiencia consciente, sin que ellos de percaten de ello); (4) Papel de la memoria (la terapia supone un contexto de recuperación y recodificación de la experiencia almacenada en la memoria) y (5) Rol del procesamiento esquemático (Las personas organizan la información de su experiencia en unidades molares, que se denominan "esquemas" , que a su vez guían la dirección de las nuevas experiencias venideras, y que por lo tanto pueden impedir el cambio).
Respecto a las teorías de la emoción, se considera que las emociones son importantes para comprender la acción o conducta. Las emociones influyen en los temas a que prestamos atención, en las metas o propósitos que las personas persiguen y en la relación entre las personas. También influyen en las tendencias a la acción mediante determinados circuitos cerebrales (sistema de búsqueda/ exploración, sistema de ira-agresión-rabia, sistema de ansiedad-miedo, sistema de separación-pánico-angustia y sistema de juego-vinculo social).[13] La teoría de las emociones aporta además la existencia de afectos primarios precognitivos de base filogenética (transmitidos por la especie) que se disparan de manera no semántica, conceptual o lingüística, y que suelen tener un carácter adaptativo (p.e los afectos implicados en el seguimiento ocular del infante hacia el progenitor, o en la vinculación primaria niño-progenitor). Las emociones secundarías más complejas (p.e amor, odio…) evolucionarían de estas primarías (Pascual-Leone, 1992). Por último la experiencia emocional que conforman los sentimientos conscientes tal como los experimenta el sujeto fenomenológicamente, provienen de la síntesis de al menos tres sistemas no conscientes de su experiencia interna: (1) El sistema expresivo-motor (basado filogenéticamente); (2) El sistema de recuerdo emocional (basado en la memoria episódica de eventos vividos y no conscientes) y (3) El sistema conceptual (basado en actitudes y significados semánticos no conscientes). Los tres sistemas anteriores se organizan por nivele experienciales en los llamados "Esquemas emocionales". La disfunción psicológica no se entiende como producto de una motivación inconsciente o el producto de emociones reprimidas. Más bien las personas presentan malestar por la falta de concienciación adecuada de sus experiencias. La disfunción proviene tanto de un fallo de la simbolización de las emociones (que hace que la información que conllevan no se utilice o se entiendan de manera inadecuada o distorsionada); como de la activación de esquemas emocionales disfuncionales desarrollados a partir de una experiencia vivida. Cuando los significados conceptuales (razones y atribuciones de la persona para su malestar o el relacional con otros) dominan, contradicen o ignoran la propia experiencia emocional y los propios significados más subjetivos, la persona presenta disfunción (disfunción 1: de significado emocional, proveniente de una inadecuada síntesis emocional). Otro tipo de disfunción (disfunción 2: disfunción esquemática) proviene de los esquemas generados en las experiencias traumáticas crónicas o agudas, que contienen representaciones amenazantes del mundo, del si mismo o los otros. Estos esquemas suelen generar expectativas disfuncionales de abandono, desilusión y no la necesidad de apego. Por lo general en las disfunciones leves o moderadas se presenta una mayor implicación de la disfunción de significado emocional (que lleva a un mayor énfasis en el trabajo centrado en tareas), mientras que en las disfunciones más graves se suele presentar disfunciones a niveles esquemáticos (que lleva a un mayor énfasis en la relación terapéutica para su desconfirmación),dando pie todos estos procesos a la aparición de actos violentos como forma de buscar la integralidad o equilibrio psíquico a trabes del control y la dominación, obsérvese como en todos estos momentos intervienen todas las esferas de manejo psíquico, con el involucramiento de todas las dimensiones de desarrollo.
Enfocar la conducta violenta como algo exclusivo, es tener una concepción del ser, chauvinista y limitada, ya que el estudiar solo una de las esferas posibles, que la explican, tomaríamos al hombre-mujer como un elemento fragmentario, sin la posibilidad de entenderlo en toda su grandiosidad , perdiendo la integralidad que nos convierte en seres únicos e irrepetibles.
Conclusiones
Contrastar los diferentes modelos teóricos, que plantean posiciones referentes a la conducta violenta, es complejo ya que las sustentaciones a través de estudios, ejemplos o casos documentados, es amplia en cada escuela o modelo. Por tanto se hace necesario analizar cuidadosamente cada observación con el fin de ser objetivos y procurando no caer en entusiasmos de afinidad teórica o formativa.
La conducta violenta, y en esto están de acuerdo la gran mayoría de los autores de las diferentes corrientes, no se puede clasificar como una enfermedad o trastorno mental, no existe una patología como tal, lo que se presenta es una disposición a reaccionar de forma violenta ante una situación en particular, esta disposición estará enmarcada o influenciada por las características de personalidad imperantes en el individuo que vivencia dicha experiencia.
La conducta violenta esta presente no solo en el imaginario del sujeto sino también en lo simbólico, notándose su presencia en los diferentes momentos históricos de la humanidad, aunque en la actualidad gracias a pruebas arqueológicas realizadas en asentamientos humanos con mas de 5000 años de existencia, se ha reevaluado la teoría de que era la guerra la forjadora de los grupos sociales, como forma de supervivencia en el enfrentamiento con otros grupos mas fuertes. Dando paso ala concepción de que fue la nesecidad de intercambiar experiencias y habilidades lo que indujo a la conformación de grandes asentamientos posibilitando la integración de dichos grupos.
Se ha observado que el individuo como ser pensante y en constante evolución, en muchas ocasiones enfrenta situaciones, motivado por condiciones particulares, sociales o familiares y que estas están enmarcadas en contextos claramente definidos. Diferentes ciencias se han dado a la labor de, no solo, entender la conducta violenta sino de intentar dar una explicación de su origen para de este modo, determinar en alguna manera sus posibles consecuencias; la sociología, la psicología, la medicina, la antropología, el derecho hasta la economía en fin cada ciencia formal o informal se ha preguntado lo mismo en su momento, intentando elaborar una respuesta.
Las diferencias explicativas de los distintos modelos presentan similitudes y diferencias de acuerdo a su radicalidad o disposición integradora. Notamos por ejemplo que para el psicoanálisis, la neurofisiología, los cognitivos y los existencialistas debe existir la presencia de un desencadenante, lo cual no es tan trivial como parece, ya que este es vivenciado por todos los sujetos en general pero no todos reaccionan violentamente, todas sostienen el concepto de que las experiencias previas del sujeto determinaran una serie de respuestas las cuales enmarcaran los estilos de confrontación, así tenemos que estas serán "internalizadas inconcientemente" , "dejaran una impronta en nuestro cerebro", "serán aprendidas e incorporadas a nuestros esquemas mentales" o " serán marcos de referencia para el manejo de nuestras relaciones interpersonales". De igual manera es interesante observar que la conducta violenta es vista en todos los modelos como una forma de obtener el control y alcanzar el poder, intentando ejercerlo con la intención de lograr reconocimiento, aceptación dejando claro que la dominación que se ejerce nos hace únicos y respetados.
El rol de los padres durante la infancia, el manejo de las relaciones parentales, tendrán incidencia directa en la formación de conductas de adaptación o desadaptacion según el caso así como la posibilidad de desarrollar de manera mas adecuada procesos neurológicos, mas ricos y productivos, presentándose efectos negativos en el individuo si estos procesos de identificación o formación no se elaboran satisfactoriamente.
Los diferentes modelos con excepción del Neurofisiológico, el cual maneja las respuestas comportamentales con base a la estimulación de sustancias neuroquimicas y neurotransmisores como la Adrenalina o la Serotonina, consideran que la conducta violenta es producto de estresores los cuales originan estados de frustración que sumados a las características de personalidad definidas en cada individuo, darán paso a respuestas inadecuadas, no haciendo presencia el control de los impulsos, presentándose estados de impulsividad extrema que desencadenan en actos incontrolados, con presencia de violencia y agresión, dirigida a un objeto o persona. Es necesario aclarar que al momento de estos actos se presentan procesos neurológicos los cuales se activan como respuesta fisiológica a las vivencias del sujeto, estas vivencias de acuerdo a su intensidad provocaran al interior del individuo estados que oscilaran entre la confrontación o la evitación de la situación, es, en este momento, donde tenemos que preguntar si el estado emocional provoca la respuesta fisiológica o la liberación de estos neurotransmisores condicionan nuestra respuesta emocional; la correlación existente entre los modelos de identificación y los modelos de representación conductuales es común en las diferentes teorías, notamos que la incidencia es alta en aquellos individuos que han estado inmersos en ambientes donde la solución de las problemáticas giran en torno a las respuestas agresivas o actos violentos,el medio social, a través de su influencia como rectora del aprendizaje conductual, condiciona comportamientos de replica en los sujetos cuyo entorno de vida se caracteriza por la violencia,el existencialismo considera que la violencia es inherente a la búsqueda del sentido en el ser humano pero vista como medio de evolución y precursora de procesos de autoconocimiento, esta violencia en ocasiones degenera en una nesecidad de experimentar el poder, el cual le otorga al sujeto la sensación de liberalidad y control que le permite no sentir angustia ante la vida, ya que considera que es la única manera de alcanzar "seguridad", es relevante analizar cuidadosamente la posición neurofisiológica, ya que en los tiempos actuales, en los que se reinventan modelos, la concepción mecanicista ha intentado recuperar su influencia en el área del estudio del comportamiento, presentando pruebas, (estudios en sujetos y animales), que nos indican claramente los cambios que al interior del cerebro se presentan ante situaciones puntuales que desencadenan en una respuesta violenta ,el comportamiento violento se presenta en cualquier individuo, indistintamente de la clase social, educación , genero, etnia o edad, echo este que lo convierte en un estado emocional lo que dificulta una clasificación concreta del mismo.
En todos los estudios consultados, en las diferentes concepciones manejadas así como en la variedad teórica revisada , se nota el afán de las escuelas o modelos para dejar en claro su verdad sobre el comportamiento violento,hay énfasis constantes en las afirmaciones que sustentan sus conclusiones, es de anotar que las premisas de cada uno se sesgan en sus apreciaciones , notando que el ideal lo conforma una dimensión de estudio de preferencia, es decir los psicoanalistas refieren como instauradora de la conducta violenta a la introyeccion de la figura del padre y la resolución inadecuada del complejo de Edipo, así como una internalizacion de la sexualidad caracterizada por la inseguridad y el miedo homosexual, que desencadena una manera de reacción emocional cargada de tensión o temor lo que lo lleva a aflorar actos violentos como mecanismo de defensa o resistencia .Los estudiosos del modelo cognitivo, aunque reconocen la influencia del padre, centran su concepción principalmente en el aprendizaje y la elaboración de diseños de confrontación social que enmarcaran las respuestas del individuo, presentándose el acto violento cuando los guiones aprendidos, por los modelos o el entorno, le han demostrado, al individuo, que este es el medio mas adecuado para obtener lo que quiere o persigue. La posición existencialista es interesante, pero de igual manera enfatiza la conducta violenta desde su visión del hombre, recalcando en lo que este quiere y como puede alcanzar sus metas, tomando como principio el aquí y ahora, en el cual el comportamiento del mismo tiene un sentido. La neurofisiología, como menciono antes, busca explicar pero sobre todo focalizar concretamente la existencia real de una trasformación orgánica como origen de la conducta violenta.
La conducta violenta marca totalmente al individuo ya que se convierte en un estilo de vida, el sujeto tendrá marcos de referencia muy limitados, es decir, la solución de sus conflictos se dirigirán siempre a una sola dirección, no contara con la capacidad de afrontamiento adecuada para analizar las situaciones, constantemente se sentirá en peligro o agredido por los demás, no podrá desarrollar técnicas o habilidades sociales necesarias para integrarse a diferentes grupos sociales o de interacción, su fortaleza yoica es débil lo que originara en algunas casos una escisión con la realidad, hay ideas paranoides e incluso se pueden presentar alteraciones a nivel de lóbulo frontal y en algunos casos funcionamiento inadecuado en áreas especificas del cerebro que refieren al control y la planificación así como la imposibilidad de aprender nuevas experiencias. En este punto es importante considerar la inteligencia del sujeto violento, se pensaría que la violencia es directamente proporcional a la capacidad o incapacidad de desarrollar un C.I. he aquí un echo interesante del comportamiento violento, su manifestación se elabora de manera diferente pero se presenta en todos los rangos de inteligencia. Nuevamente traemos a relucir el concepto de que la conducta violenta es una reacción desarrollada por cualquier individuo, cualquiera de nosotros puede y ha actuado violentamente en algún momento de la vida.
Considero relevante el aclarar que el sujeto violento no hace referencia, nosologicamente hablando, al psicópata o al asesino serial o al violador, ya que estas son conductas delictivas que pueden hacer uso de la violencia pero que no implican necesariamente una conducta violenta como rasgo, es primordial comentar que en la conducta delictiva, en la mayoría de los casos, donde hay violencia, esta es un medio mas no un fin, el delincuente utiliza la violencia como una forma de intimidación, claro que en algunas ocasiones hay elementos emocionales que inciden en la utilización de la violencia como forma de incrementar el daño al que se dirige la acción. De igual manera en el medio familiar especialmente en la relación conyugal se ha incrementado la conducta violenta, teniendo individuos desconfiados, mayoritariamente celotipicos, inseguros y en algunos casos sexualmente ambivalentes, con baja tolerancia a la frustración, con un yo débil, llama la atención que la violencia que ejercen a sus parejas es la forma inconsciente de experimentar control sobre sus vidas, introyectando erróneamente que al humillar a la pareja podrán superar su neurosis; el desplazamiento de las cargas agresivas y su representación en el acto violento nos muestran la incapacidad del sujeto para elaborar procesos emocionales donde el abandono y la incapacidad afectiva están presentes.
El autoconcepto y la percepción que tiene el sujeto violento de si mismo en muchas ocasiones es distorsionado ya que influyen en él conceptos psicosociales, como el machismo, que establecen patrones de comportamiento, utilizando estereotipos o arquetipos que predeterminan maneras de responder, ante situaciones puntuales, donde se interprete la necesidad de reforzar este autoconcepto. Los diferentes estilos de vida donde la competitividad ejerce influencia directa en la formas de afrontamiento han condicionado respuestas tendientes a superar las situaciones que se presenten.
La implementación de técnicas terapéuticas para controlar la conducta violenta estará influenciada por la formación del terapeuta o tratante, la manera como se conciba el origen de la misma , determinara cual es la dimensión psicologica,neuropsicologica o neurofisiológica (medica), que regirá el tratamiento ya que cada una tiene una visión particular del individuo sea como un ser con fijaciones o conflictos inconscientes sin resolver, o como un individuo cuyos modelos de aprendizaje fueron inadecuados, como una anomalía fisiológica o como producto de su nesecidad de satisfacer sus deseos personales con relación a sus nesecidades psicosociales.
Clasificar o afirmar como es un sujeto o persona violenta es ante todo un ejercicio de alta complejidad, podemos referenciar las carencias emocionales del individuo por lo que indicaríamos que es alguien con baja autoestima, inseguro, con antecedentes de deprivacion psicoafectiva, aislado emocionalmente, con actitud defensiva, con dificultad para la instauración de vínculos emocionales fuertes pero contradictoriamente dependiente dinámicamente hablando.
El manejo de las relaciones interpersonales es ambivalente, preferirá un medio de interrelación agresivo, como hacer parte de una barra brava, por ejemplo, tendera a imponer su criterio sin tener en cuenta la opinión de los otros, fuertemente competitivo, sobrevalorado y en algunos casos con ínfulas de superioridad.
Presentara respuestas inmediatas sin mediar procesos de planificación de ideas siendo usual el paso inmediato a la acción, su pensamiento se inclina a la concreción, impulsivo, extremista, sus facies reflejan hostilidad debido a su posición defensiva.
Hay precensia de pensamientos automáticos y esquemas mentales rígidos así como la existencia de ideas distorsionadas. La necesidad de aprobación y la insistencia de imponer criterios con baja tolerancia a la frustración, también pueden ser indicios de una persona violenta.
Teniendo en cuenta que todas las indicaciones anteriores se desprenden del análisis de diferentes posiciones teóricas y que la intencionalidad es el factor preponderante en la conducta violenta, es fundamental considerar que incluso individuos con características de personalidad divergentes y sobre todo con un manejo personal y del entorno aparentemente adaptativo, presentan estados violentos donde las racionalizaciones y las técnicas asertivas o el equilibrio interpersonal así como un adecuado funcionamiento neuroquimico, no parecen ejercer control por tanto se hace necesario profundizar en las diferentes concepciones de trabajo y manejo con el fin de establecer protocolos de identificación que analicen al individuo integralmente con miras, no a la clasificación taxativa de la persona violenta, sino a la comprensión de un estado emocional que es inherente a todos nosotros.
La persona violenta, no es un delincuente o un monstruo, tampoco es aquel que se forja impetuosamente o el que siempre ha estado en las sombras, no es necesariamente el valiente o el reprimido, el pobre o el rico, etc. Es un ser común y corriente, eres tu, soy yo y he ahí el verdadero reto del psicólogo forense el cual no debe ver al sujeto de conducta violenta como alguien que necesita un proceso psicoterapéutico y por tanto tenemos que tratar clínicamente, sino el tener la capacidad de evaluar, observar, elaborar y comprender con el fin de manifestar de manera objetiva una impresión,sustentada,directamente en relación con una acto violento que genera una serie de consecuencias légales, familiares y particulares donde se involucran todos los aspectos sociales que rigen nuestra cultura.
Considero que la elaboración del modelo teórico que rige el perfil de la persona violenta, sin ser eclécticos en su aplicación, tiene que razonar sobre cada uno de los aspectos relacionados con las diferentes perspectivas, analizadas en la presente revisión.
Personalmente reflexiono en la aplicabilidad del modelo psicodinamico como un primer marco de referencia en el análisis del perfil ya que este nos brindaría alternativas explicativas que permiten una clasificación dentro de un parámetro socio-cultural definido. A partir de este primer momento procederíamos a establecer las diferentes implicaciones que el acto sugiere en el sujeto, es decir, estudiaríamos que esferas, (cognitivas, neuropsicologicas o experienciales), se encuentran comprometidas, lo que nos daría herramientas de identificación, y por que no, predicción comportamental del sujeto en situaciones especificas que exijan una respuesta de control emocional.
Referencias
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Anexos
Tabla No 1.
Comportamiento de necropsias 2005-2006
Fuente: Informe de gestión 2005-2006 Fiscalia General de la Nacion
Tabla No 2
La Violencia un Problema Regional
Fuente: Cifras citadas en el World report on violence and health (anexo estadístico), OMS, 2002
Tabla No 3.
Justicia Criminal: Tasa de homicidios en Colombia y EE.UU.
Fuente: Tomado de Steven levitt y Mauricio Rubio. Understanding crime in Colombia and whan can be done about it: Fedesarrollo, documentos de trabajo Agosto del 2000, No 20, pag. 24
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Autor:
Roberto Carlos Carrillo Castro
Psicólogo
ESTADO DEL ARTE
ESPECIALIZACION PSICOLOGIA FORENSE
UNIVERSIDAD DEL NORTE
BARRANQUILLA FEBRERO DEL 2007
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