Yo no me contradigo,
Ya que poseo la verdad del tiempo, que,
Relativamente se expande de sur a noreste.
Las curvas del universo son extenuantes.
Ya no hay fuerzas para vivir.
Hay vida en la multitud.
Sabed que Dios es majestad de vida. Dios es…
Liturgia de Amor
Yo amo la celeste armadura de Dios.
Le contemplo desde la tierra.
Me doy cuenta de su pacto.
Yo he pecado infinitamente;
Pero el Altísimo supone vivir en paz
En armonía
Mi desobediencia.
¡Yo soy!, ¡Yo convoco!, ¡Yo me alegro de existir!
Delante del trébol vive la letanía del poder del mantra.
Repetid las plegarias y convocad el bien:
"Suave es el amor,
Suave es el eterno retorno,
Suave es la lejanía de los hombres".
Yo estoy cierto: de las estrellas.
Los ojos de Dios son los celestes recovecos del alma.
Yo Doy mi Vida por Amor
Si pudiera vivir eternamente,
Si pudiera ser eternamente un sol,
Si pudiera contenerte, Padre mío,
Si pudiera continuar en transe,
Si pudiera exigir la letanía del amor,
Si pudiera vivir en consonancia con las estrellas,
Si pudiera reventarme de alegría,
Si pudiera elogiarte por tus entrañas en la tierra,
Si pudiera tolerar al malvado,
Si pudiera continuar viviendo después de muerto,
Yo daría,
Daría yo el Cielo por la Eternidad.
Me basta saber que soy eterno.
Me basta saber que soy vuestro Hijo.
Me basta comprender que poseo sabiduría.
Y que el vino es
Solícito engranaje de las máquinas.
Yo te deseo, Padre, la solidaridad del tiempo.
Yo te contengo en las ciudades muertas
De los hombres muertos.
¡Ciudades!, allí habita el hombre
En un pedregal, en ciénagas de enjambres.
Cuántos de vosotros habréis de vivir en paz si todo os concede vida.
Yo me comprometo a vivir en consonancia
Ya que vos, Altísimo, sois un férreo apostador de la vida.
Ya no deseo morir, deseo animarme en una fiesta
Donde ser el invitado
Significa la pureza.
Os convido a mi fiesta.
¡Venid!
Solidaridad con las Estrellas
Me río de la vida,
Me ignoro a mí mismo porque creo en Dios.
Yo soy árbol deshojado,
Vivo rodeado de árboles.
Mi vida es un festín.
¿Dudar?, ¿amar?
Quiero vivir pensando en la armonía celestial.
Quiero precipitarme en los brazos de Yahvé.
Forjar un destino. Permitirme vivir.
Sé que algún día no volveré a renacer
Pero estaré en su Reino.
¿Aptitud de amar?
¿Aptitud de configurar la vida
En libertad?
Yo me conduelo de los forajidos.
Me conduelo ya que soy árbol en retoño.
Viviréis mil años esperándome deshojar.
Mil besos que nuestro Padre nos convoca.
Sabed que respiro aire límpido:
En los ascensores, en las calles, en los hospitales.
En todas partes estoy yo preguntando por vuestros dolores.
¿Acaso voy por mar o por tierra al paraíso?
Estáis equivocados: yo voy en barco.
Me comprometo a descifrar este enigma.
Luz de Atardecer
Yo amo vivir en plenitud, amo solidarizar con los ángeles.
Yo soy un hombre que ha sufrido, soy materia.
Canto y percibo el cosmos. Canto y me arrebolo.
Empezad a desafiarme, nada os diré.
Yo guardo secretos que son eternos.
Prefiero caminar por arena desierta.
Admiro las flores de mi jardín.
Yo deseo amar. Deseo vivir en plenitud. Deseo conformarme
Y contagiarme de estrellas vivientes.
¡Sílfides!,
Os llaman los poetas que admiran el firmamento.
¿Me equivoco acaso?
¿No hay verdad por mentira que pueda desafiarnos?
No tengo temor de perder la vida.
Tengo temor de continuar en yerro.
¡Amaos los unos a los otros!
¡Amaos en comunión!
¡Amaos en esferas celestes!
¡Amaos y seréis perfectos!
Yo me admiro de los esposos
Que cien años han besado sus labios.
Yo admiro a los antropófagos
Que han comido de Cristo.
Venid a mí,
¡Ángeles!
Yo predico la jauría de los perros que desgarran la carne.
Confesad vuestros pecados.
Nada sucumbe, todo es perfecto en este jardín con arcángeles.
Yo he plantado una rosa
Qué florece.
He plantado una esfera,
Que, celestial,
No sucumbe.
Amistad para los hombres.
Amistad para los salvajes seres de esta tierra.
Seres que no Cumplen su Palabra
Yo te vislumbro en letanía de amor.
Yo te contemplo en forma de armónica.
A pesar de los Templarios:
A mi Relicario confiero poder de no seducción.
No habré de lacerar mi carne
Ya que carezco de devoción.
Tibiedad no es mi nombre:
Ya fui crucificado en nombre del Padre.
Los que profetizaron mi nacimiento
Han muerto.
La guerrilla urbana acabo con ellos.
En mil novecientos setenta y tres
Las escobas barrieron con los cadáveres.
Yo no cumplí con mi palabra.
No me mantuve puro.
Sin embargo hoy, llevo túnica de apóstol.
Habré de sembrar armonía.
Habré de regocijarme con el hermano caído.
Habré de mutilarme por amor a Cristo.
Habré de recibir latigazos por protestar en las calles.
A fe mía que vos sois un profeta vestido de etiqueta.
Yo no comprendo las lejanías de los que pregonan
Falsas doctrinas.
Yo no me someto a juramentos hipócritas.
¡Por el Capitalismo perdí a mis amigos!
¡Por el Capitalismo perdí mi vida!
Arengo a las masas de pobres de espíritus.
Levantaos del miasma de cloacal dinero;
Y recibir estos poemas como denarios santos.
¿A qué viene toda esta injuria?
Yo presiento la vida
Porque la vida es infinitud de diálogo con la naturaleza.
Yo presiento la vid
Porque la utilidad del vino
Es la misa dominical.
Yo no asisto al párroco:
Los feligreses tienen a su pastor.
Mi rebaño son los poetas extraviados del camino.
Juro a Dios lealtad al Verbo.
Juro por mi sangre lealtad al adjetivo.
Juro por mi vida que por nada habré de sucumbir.
Pero, allí están los que no cumplen con las Escrituras.
Ni el Quijote ni los Hermanos Kamarazóv.
Yo decido mis días. Y mi vocación es saturnina.
Pido clemencia por Verlaine. A vos, Padre, sacadle del infierno.
Sabiduría
Tengo fe en la libertad de acción del hombre.
Tengo fe en las posibilidades de su progenie.
Hombre y Dios son hermanos.
Yo miro las galaxias y comprendo el poder divino de un beso.
Mis semejantes se admiran de mis palabras.
Profetizo castizamente porque Dios así lo ha decidido.
De otro modo, habría convocado ángeles en francés.
Yo no me someto a fuerzas humanas. Doy la lucha
Por la inmaterialidad. Pero amo en las calles
Mugrientas de mi barrio. Con perros qué acechan.
Me limito de cuerpo y alma.
Las condecoraciones no son mi fuerte.
He decidido arribar a buen puerto; ya que no creo en la muerte.
No vestiré de almirante. No vestiré de reina.
Me sofocan los trajes amarillos
Que Charles Darwin compró para mí.
Estaría de acuerdo con él.
Pero hombre y mono son irreconciliables.
¿Imaginas paseando a un orangután por Barcelona
Bebiendo té con la reina de Escocia?
Sería perfecto: "la evolución".
Dios plantó a Eva mientras Adán pesquisaba mariposas.
Dios plantó a Eva mientras Adán reinaba.
Yo sé que muchos no comparten mi visión.
Ateos comunistas amantes de Mao.
Pero, os aseguro, incrédulos, la novia se viste de porcelana
En matrimonio,
No los simios.
Yo poseo poderes excepcionales. Aprendo cantando
El sonido de la palabra Aleph.
Prefiero vivir soñando,
Que amaneciéndome recolectando fósiles.
Que los muertos aúllen.
Que los esqueletos se pudran.
El alma es inmaterial
Cuando al cuerpo remece y se convierte en espíritu.
A los antepasados yo clamo:
No al mono vestido de seda que bebe en Escandinavia
Vino chillanejo.
Yo no aprecio a los orangutanes.
Tampoco creo que España necesite de un rey
Nacido de la expoliación.
Cada uno tiene lo suyo.
Nosotros somos Hijos de los ángeles.
Adán fue uno de ellos.
Nostalgia
Yo vivo rodeado de nostalgia,
Vivo especulando sobre Ática.
Soy de la Araucanía pero vivo en Edén.
Me manifiesto en Mapocho, con sus aguas,
Me sumerjo en el Atlántico, con Argentina,
Bebo del Perú, de Bolivia, de Sucre, del río de la Plata.
Doy testimonio de Arequipa,
Me inclino en Guadalupe.
Me consagro en Nueva York,
Me repudio en Santiago.
Dios está en todas partes.
Dios se regocija con los cántaros de greda.
A plenitud yo invoco vuestro nombre:
América.
Cuna de civilizaciones antiquísimas.
Yo soy del barrio de Recoleta.
Traficantes de pasta base, maleantes de marihuana.
Yo estoy con los pobres porque en continente pobre he nacido.
¡Un Cristo!
Vivo en Quinchamalí, en Venezuela, en Canadá.
Me contemplo los pies en las pirámides de Guatemala.
Yo expiro en Punta Arenas y me excomulgo en Machu Pichu.
Desearía ser americanista pero soy deisista.
Desearía ser purista pero soy celestista.
Doy testimonio de mi hibridez en mi lenguaje.
Si de Cuzco han nacido los héroes
También en Puerto de Hambre.
Vinieron los soldados y mataron. Con la cruz.
Vinieron los españoles con portugueses
Y mataron. Con la cruz.
Más tarde, el bisonte fue masacrado por colonos ingleses.
Aspiro morir en París.
Yo provengo de Ática cultivando el castellano de Chile.
He deseado vivir en paz como el hombre de las tierras altas.
Soy carpintero, albañil, torero.
Soy poeta, trovador, ciclista del Cerro San Cristóbal.
Por altitud soy hombre de serranía y por el ancho Pacífico adoro los maremotos.
De Coquimbo fui hasta el Altísimo buscando heroína
Pero hallé cántaros de greda.
Por Colombia fui en busca del hombre
Y busqué hasta encontrar la guerrilla.
Dios conoce de nuestros padecimientos.
Nostalgia tengo de tanta gente inerme.
Voy por el mundo contagiándome de alegría.
Del canto brasilero de las postales de antaño.
Yo soy de la foresta, de la planicie, de los perros callejeros,
Soy de raigambre pueblerina, soy pueblo.
A mi canto vienen los ángeles, a cultivar el maíz.
¡Que siembren los lunáticos!, que la tierra está de fiesta.
Nombre de Bestia
Locura
Yo desconfío de la manera de amar de las bestias.
Se aparean en descampado.
Yo desconfío de su anulidad ya que para Padre
Amor y cáliz son fuego.
Mis semejantes me piden perdón,
Pero ya sabré yo pedir excusas por las bestias.
Ríen de las bragas en las ventanas,
Ríen de los corpiños en las asaderas.
En los patios traseros se escoden para amar.
¿Creen ellos acaso que, Padre, no condice el Apocalipsis de sus vidas?
Las criaturas son bellas, pero, ya no hay ardor, hay
Satisfacción de perderlo todo.
Yo no lloraré por Moisés, lloraré por Joaquín que lava en artesa
En tiempos de automotoras electrónicas.
¿Dime, las bestias entrarán al paraíso para asesinarnos?
Las bestias se aparean y el tiempo recrudece.
Nacen hijos asesinos; y estos engendros van al asidero del pudridero.
Lamentablemente nuestra sociedad los encarcela.
Yo no estoy de acuerdo con la Pena Capital; estoy de acuerdo con las cárceles al aire libre;
En islas remotas donde el hombre pueda aprender
A no redomar esfuerzos de manera bestial.
¡Bestias son! y al infierno van a relinchar sus esfuerzos.
¿A qué morir?, ¿a qué gastar fondos de solidaridad?
Llevaos vuestras francas derrotas;
Las bestias nos asesinan en nuestras camas.
¡Cárceles basta!, al aire libre trabajando la tierra.
Maquinación de Tertulia
Desearía ser partidario de la pena de muerte.
He visto a los aguerridos defensores de Dios clamar justicia.
Desearía compenetrarme de la verdad.
Pero, ¿qué es lo que me sucede?
Estoy ciego; preso he estado; preso con las bestias.
Un coro de ángeles me acompañó. Eran jóvenes, que, podridos,
Esperaban condenas.
Los he visto en las cárceles putrefactándose.
Lo he visto en las maniobras de Abraham.
Yo sé que soy un espectador, ya que la vida me ha abandonado
Como el mar abandona a sus olas.
¿Tendrás tentación de mirarme?
¿Tendrás fuerza de amarme?
¿Tendrás maquinaria de muerte para revivirme?
Las secuelas de la vida son las de siempre:
Vivir en armonía, pero las bestias matan, las bestias huyen, las bestias asesinan.
A Cristo le rompieron la cerviz; llorando estaban María y Pedro.
¡Hasta cuándo con tan barbarie!
Propongo un infierno en la tierra para los adolescentes infernales.
Propongo escuelas rígidas de moral para los drogadictos convulsivos.
La sociedad se equivoca.
A las bestias hay que llevarlas a pastar.
No a las cárceles donde más bestias se consumen.
Yo propongo un lugar enhiesto donde hombre y naturaleza sean
Acto de unidad.
Dios está conmigo. Que la voluntad del Padre se escuche.
Noche de Ambrosía
A la deriva un joven.
Un cuchillo en sus manos.
A la deriva un cadáver.
¡Asesino!
Una muchacha huye.
Su novio le ha defendido.
La luna sepulta el vientre
Con estoque.
La luna no me desmiente.
Un novio ha defendido en la rivera
Del Mapocho
A una joven novicia.
Dios ha estremecido las placas terrestres.
Ya que por Vida mía; qué crueldad
Tan grande.
No puedo mentir:
El joven asesino
No tiene sentimientos.
Es ateo. No cree en el infierno.
Un juez para el joven asesino
Que no tendrá condena en la tierra.
Un juez para el espíritu maloliente del joven
Que, con estoque,
Desgarró el vientre del novio.
Silueta Azul
Me han atacado los demonios,
Me han atacado con desgarro de médula espinal.
Me han herido, me han sojuzgado.
Sabed que, poseo un cráneo a prueba de brujerías.
Poseo un áurea ilimitada.
Todos mis enemigos quieren mi locura,
Tres veces he caídos al manicomio
Y otras tanta veces Padre me ha bendecido.
Yo no comprendo tanta maldad.
Es cosa de estúpidos.
Uriel, el Santísimo, me protege.
Con espada celestial atraviesa los corazones
De los demonios
Y al infierno van a desollarse vivos.
Yo no tengo enemigos humanos.
Yo soy la luz en mis poemas.
Pero estos cantos son de bestias;
¡Huyan de mí!,
¡Escóndanse en sus madrigueras!,
Pronto será muy tarde para vosotros.
¡Huyan de Miguel Arcángel!,
Teniente coronel de las miríadas de guerreros de Dios.
Yo soy un poeta atosigado por la pureza
Pero este canto es por las bestias.
Nada nace del mal; todo nace del bien.
Nada es ateo en el vientre de la madre,
Pero es la vida al feto lo que el hombre a la muerte.
Yo prometo un Cielo para los puros
Y un infierno para las bestias.
Yo no imito al guerrero;
Yo soy poeta iluminado por Dios.
¿Estáis de acuerdo conmigo?
¡Qué acaben las guerras!
¿Estáis de acuerdo con Cristo?
¡Qué acabe la iniquidad!
Las bestias nos persiguen;
A mí en particular;
Las bestias son hechiceras, las bestias no mueren, son inmortales.
El mundo está saturado de maldad;
Yo proclamo la patria libre;
En Afganistán, en Turquía;
Vosotros tenéis la palabra: no a la maldad.
Luz de Amanecer
Hay bestias humanas y bestias demoníacas.
Los hombres deben refugiarse en actos puros.
Mente limpia, cuerpo sano.
Los hombres deben luchar por sentir placer en estricto rigor con sus cónyuges;
Lo otro, es pecado.
Adulterio, le llamaban antiguamente.
Los poetas somos adúlteros por naturaleza.
¿Qué haremos entonces si cantamos a la musa cachonda?
¿Qué haremos si nos arrodillamos pidiendo clemencia?
A los poetas no hay que pedirles nada.
Tienen salvoconducto al infierno.
Me maravillo de vivir en pureza con tanto pecado a cuesta.
Mis amigos no creen en el pecado
Ya que supuestamente vivimos en la modernidad.
Mis amigos creen en las cuentas telefónicas,
En los celulares que provocan impotencia.
Creen en los motoautos, en los letetontos.
Si pudiera allanar sus mentes y contarle mis secretos.
Si pudiera acontecer y no maldecirles con mis cantos.
Si pudiera abrazarlos y decirle lo muchos que los amo.
Si pudiera salvarlos del purgatorio.
Pero, qué va. A cada uno con lo suyo.
Estoy dispuesto a bendecir a las bestias que son mis enemigos,
Pero no estoy dispuesto a recibir ataque por paz.
Esperanza es lo que necesita el hombre, amor, bendición, ¡sexo seguro!
Yo comprendo a los abandonados. Buscan alcohol y prostitución.
Yo también he caído en la tentación.
Os juro. Me sentí mal.
¿A qué vienen los sepulcros blanqueados que visten de etiqueta
En los poblados donde rey y reina consumen marihuana sintética?
En Holanda es de pureza ya que para el cáncer es beneficiosa.
No pinto de blanco el cielo. Pinto de rosado el atardecer.
Si pudiera hacerme comprender por los incrédulos.
Si pudiera compenetrarme del ateo.
Si mis amigos me abrazaran.
Si los demonios olvidarán sus odios.
Todo sería distinto.
Ni siquiera Maradona engordaría.
A los pobres de espíritu estos cantos.
A los benditos del alma estos cantos.
A los que se remecen con el bien estos cantos.
Asistencia Pública
A la comandancia están los muertos,
Ya que, en abundancia, nada existe de manera totalitaria.
Yo permito vivir a los seres que no existen,
Vivir es luz.
¿De qué manera se contiene el réprobo?
¿De qué forma el simple es adorado por Satán?
Las bestias hurgan en la comandancia
Donde el médico ausculta los cuerpos drogados.
Me lamento.
Un tarde me llevaron esposado.
Tocaron mi barriga; impusieron sus asquientas manos.
Los pacos son estúpidos, bestias cropolálicas.
Me llevaron imputado por haber perdido la cordura.
A los delincuentes los atienden en la Posta Central
Mientras mueren las viejas de barrio en los pasillos.
A los delincuentes toman fotografías
Que después muestran en satelital cadena nacional.
A las bestias curas de sus heridas
Y llevadas son a la cárcel de menores.
Allí los curas les bendicen y les enseñan el "Credo".
Pero de las cárceles para infantes
Salen aún más malos.
Juegan tenis gratis,
Se alimentan gratis,
Aplastan al insecto y cometen fechorías.
Pero son niños de quince años
Con muertos a la barriga.
¿Qué pensáis vosotros que estáis en vuestras casas descansando después de doce horas de trabajo?
¿Es justo que en la Posta Central operen gratuitamente a un delincuente?
Es humano me dirán.
Pero a este ritmo; la mitad del planeta vivirá de las rentas estatales.
Reina de Alfil
Yo doy mi vida por vos,
Doy mi testimonio de vivir eternamente en vísperas de girasoles.
Yo doy testimonio de fe, doy la reconciliación.
Vos, Bestia, que atacaste mi vida;
Vos, Bestia, que vomitaste vuestro odio sobre mí:
Yo te perdono porque soy un Cristo.
El demonio es vuestro rey.
Ya habrá tiempo de clemencia pero en el infierno los estelares adefesios.
La guerra contra el mal es eterna.
No hay vida que no pueda corromperse.
No hay estación de otoño que no pueda vencerse.
Yo le digo adiós a la maldad
Ya que, de mi ser todo es bondad.
Yo le digo finit a lo delincuencial
Ya que mi Padre de mí sólo espera reciedumbre.
Apestan los demonios; ¿los has olido?
Apestan a pecado.
Son hombres muertos que han escapado al infierno.
Son bestias.
Yo te conozco demonio destructor.
Buscas mi eliminación;
Pero no hay árbol tan potente como para mi crucifixión.
Dios está en mis entrañas. En vuestras también pudo habitar.
¡Escoria!,
De nada sirven los salmos;
Vos sois un demente.
Yo he vivido la letanía de la maquinaria del odio.
He sentido la sensación del vidente que escapa al horror.
He vivido y he muerto, ahora estoy en resurrección.
Mauricio Uribe, el poeta. Ahogado en Dios.
Serenidad
Luna de Mármol
Yo he vivido gustoso de amar a Dios.
He vivido en sus ojos.
Tan enormes son como galaxias
Que triunfan desmedidamente amantes.
Yo he vivido celosamente
Adorando a Dios
En la templanza de los poetas celestes.
¡Tierra!, allí viven los hijos de Adán.
¡Tierra!, yo sumerjo mis manos en la arena;
Mientras las olas golpean las rocas.
No hay contradicción
Ya que espíritu y materia se unen en el hombre.
¿De qué forma puede un pez aletargarse?
¿De qué modo puede un gorila enseñorearse?
Yo estoy dispuesto a testificar.
Dios es inmensamente amoroso.
La sustancia que le rodea es amor,
La sustancia de su vida es amor,
La sustancia de su adn es amor,
La sustancia de sus palabras es amor.
Y no comprendo a los ateos
Que buscan explicaciones en los cuásares.
Dios es tres veces
El tamaño
De la expansión de lo cognoscible.
Pero es vapor de amor.
Es…
¡Cómo explicarlo!;
Es sutileza concreta que nos da vida al universo.
Vastedad
Intento explicar a Dios.
La llanura de lo cognoscible son los cuásares.
Son las matemáticas.
Son las sinfonías de Mahler.
Dios me invoca en su poder.
Dios es infinitamente inmóvil como un estallido.
Dios es tan esférico como una mariposa
Que, no retoza, más bien, se expande.
Dios es un girasol pintado por Van Gog;
Es la locura de su Mesías cantando rancheras.
Yo le conozco porque cada noche susurra mi nombre.
Yo le conozco porque cada atardecer susurra mi vida.
A petición de sus manos, los árboles giran de alegría.
Es como el viento;
¡Su manto!;
El viento acaricia su rostro.
Yo no le he visto pero su voz conozco.
Dios es materialmente vaporoso
Como un océano gestándose del vientre de una estrella.
Dios es visceral, ya que a Moisés ordenó matar.
¿A quién vamos a creer?
¿Al ortodoxo, al católico, al judío, al clandestino?
No me equivoco si me intentan matar.
Dios no es humano; Dios es…
¡Cómo explicarlo!
Sus ojos son vastedad.
Liturgia de Amor
He de vivir, he de amar, he de soñar, he de congraciarme.
Estas cosas son
Eternas
Ya que el poeta canta uvas.
Sé de algunos que vibran con
Las cosas materiales:
Los ascensores, las cloacas, las vestiduras rasgadas
De las putas;
Yo en cambio gozo con el efluvio de Dios.
Me habré de mirar en un espejo para hallarme viejo.
Pero no es mi cuerpo, es mi alma ancestral.
Tengo tanto años como las galaxias, tengo tanto amor
Como los ciclos del mar,
Tengo tantas ganas de amar
Que apenas me contengo.
Ya no a Sofía solamente,
Sino a Dios, a los pájaros, a los árboles, a las cigüeñas.
Aprendo del verdor, aprendo de la vorágine.
¿Quién habrá de estremecerse al contacto del canto de las aves?
¿Quién habrá de embeberse del agua sagrada que emana del Altísimo?
(Vos, Maestro, qué lees mis poemas. Vos sois mi guía)
Luz de Atardecer
Yo sueño con Dios.
Sueño con los ángeles.
Me despierto y encuentro a mi dulce Sofía.
Para mí, el paraíso radica en la tierra,
Ya que tengo amor.
¿Qué verdad es ésta?
¡La verdad de Dios!
Yo me alimento de espuma.
Voy por la rivera de la vida
Contagiándome de vida.
Voy por el mar observando las olas.
Me parece curioso: jamás la arena abandona su tierra.
Es más; forman una capa de amor indestructible.
Así es Dios en mi ser. No me abandona.
Olas, enjambre de abejas, luciérnagas, abejorros;
Las avispas pican o muerden;
Las avispas son peligrosas.
También hay Dios en ellas.
¿Habrá de vivir el hombre en desmedro del animal?
¿Habrá de vivir la bestia en desmedro del insecto?
La tierra muere por efectos variables.
Muere porque los hombres son malvados.
Yo no comprendo la guerra petrolera.
Son fósiles que se manifiestan en la maquinaria de la guerra.
Yo no comprendo los gametos masculinos
Que buscan asesinarnos
En esta mitad sangrienta del planeta.
¿De qué manera encuentro a Dios en esta tierra?
¿En las serranías, en mi cuarto, en los océanos?
Más bien; Dios nos llama audiblemente, en susurro.
¡Basta de lamentos!,
Comprendo que vos, hermano,
Habéis sacrificado vuestras piernas
En una mina antipersonal.
También sé que vos, hermano,
Habéis padecido hambre.
Pero os aseguro, Dios existe.
No es Él quien asesina, sino el hombre,
No es Él quien mata, sino el cañón.
A vos la vida y la crucifixión.
Habrá de llegar un día
Del que ya tengo memoria
Cuando en París fallezca.
Aquel día yo renaceré al reino de mi Padre.
Las guerras por el petróleo serán escasas.
Dios es un misterio. Juzga a los vivos y a los muertos.
Dios es enigma. Juzga a las galaxias y a las Andrómedas.
¿Crees acaso que, el azar nos contaminó de sida?
¿Crees acaso que los siderales terremotos son
Naturales?
La tierra es joven pero muere.
La tierra no se vacía,
La tierra se extermina.
Ayudadme con vuestras voces.
Elevemos las plegarias
Para que los hombres recapaciten.
Tengo paciencia.
Desde Punta Arenas la capa de ozono se extiende negativamente.
¿Para qué abrigarnos de sol
Si moriremos calcinados?
Comprended que Padre es bondadoso.
Él y sólo Él es dueño de nuestro destino;
No Bush ni Bin Laden.
Sesgado Amor
Yo aspiro a contagiarme de las elocuentes palabras del Papa:
"Amar".
Yo aspiro a manifestarme en la sutileza de las ponzoñas.
Con grandes esfuerzos, la iglesia intenta convencernos
De que el pecado es original.
¿Origen de dónde?
Yo soy un proletario.
Navego hasta por debajo de los puentes buscando a Dios;
Y sólo he hallado almendras en flor.
Yo soy un poeta de Extremadura
Ya que no hay por mal que venga
Que no comprendamos los poetas de antemano.
Vivir no es pecar.
¿El pecado original?
Qué vergüenza después de dos mil años
Con la cantinela.
Te ríe, hermano.
Yo me consagro pidiendo excusas;
Ya que Dios me ha ordenado escribir estos versos.
Pido clemencia por el Papa.
Abandonados en la Santa Sede
No tienen tiempo de leer estos poemas.
Si ellos no se lamentarán por el uso de los preservativos
No habría muertes innecesarias en el vientre.
Esto es un asesinato;
Ya que el aborto es un pecado gravísimo.
¿Preguntáis que hace este poeta leguleyo
Que no ha estudiado teología
Aconsejando a los Papas?
Bien está escrito que por buey el rabino entendió.
Zahir; yo repito Aleph.
Padre, Virgen Santa y María Magdalena.
Espíritu Santo,
Moisés,
Abraham.
¿Padecen acaso los profetas?
Yo recuerdo a Karol Wojtyla y me estremezco.
Viajando nos humanizó.
Pero, habrá vivido en carne el martirio de su bala antes de renacer.
Pido excusas, le vi morir.
Vino a mi pueblo y gritando con Solidaridad y Admitía, dijo:
"El amor es más fuerte";
Yo pienso lo mismo, hermano Papa.
Me habría gustado conocerte.
La religión debe poseer estigmas. No encubrir al malvado.
La religión debe pensarse desde un punto de vista humano.
Dejaos de paquetería;
Los preservativos ayudan a la mujer a no concebir cuando no lo desea.
Dios no te obliga; Dios te ama.
Vivir es vivir siempre en la vereda correcta de la solidaridad.
Vivir no es morir ya que la resurrección es en espíritu.
¿Habrá tiempo de vivenciar a Wojtyla?
Yo sé que es un santo que nadó sus millas por debajo del pecado original.
Padre nuestro que estás en los Cielos;
A Él solamente le debemos el perdón.
No a un cura;
Ya que la carne es débil.
Supuestamente Juan purificó con agua
Pero Cristo con fuego.
¡Basta de ungüentos!; la tradición nos levanta de la tumba.
¿Te imaginas, hermano, renaciendo sin huesos y putrefacto?
Es cosa de tener cerebro.
A mí no me cuentan cuentos los mormones.
Bien tontos que son.
Avispas
Legión de Amor
Yo veo las costas del sur,
La ondulada pradera del norte.
Me festejo pensando en lo bello del sol.
En cada piedra hay vida,
En cada atardecer, vida.
Busco encontrar espiritualidad,
Busco lamentos que no me demuestren
Que solo estoy.
Bebo agua y me embriago.
Sólo agua.
Yo soy un poeta del mar, del campo y de las nubes.
Dejadme estirar las piernas.
Caminando con conejos y caballo soy feliz.
Poco conozco del campo pero busco mi oportunidad.
Sabed que soy un iluminado.
¿Qué significa esto?
Que presiento las estrellas en noches tibias.
Todos somos iluminados.
Escuchamos a Dios en los saltimbanquis.
¿Me aconsejas privarme de una playa con olas solitarias?
¿Me aconsejas el campo?
Yo prefiero la ciudad con campo y playa.
Tentación de Amor
Los lirios son camelias
Y las camelias locuras.
Yo estoy loco.
Lo certifican los médicos.
Estoy loco de Dios.
Estoy loco de amar las olas
Rompiendo quedamente.
Me siento en el roquerío y comprendo
Lo minúsculo
De mi pie izquierdo.
Me siento en la punta de una ola
Y comprendo lo magnífica
Que es mi mano derecha.
Sofocado estoy por los padecimientos.
Soy muy pobre.
Alimento cuatro hijos.
¿De qué manera podré vestirme de seda
A la hora de morir?
Me habrá de gustar
Mis huesos quemar
Y esparcir las semillas por el océano.
Por de pronto en fosa común
Ya que en mi país todo cuesta caro.
He observado a la alondra emigrar.
Dudar de vos, Padre,
Es cierto,
Pero contemplo a mis hijos rebosantes
Y hallo milagros
Que mis ex señoras hacen con mi salario.
Soy un pobre casado y separado y vuelto a casar.
Jamás he levantado la mano al prójimo ni menos murmurado.
¿Me creéis?
Pues bien, yo aspiro a educar a mis hijos.
Carpinteros, profesionales, médicos, abogados.
Soy un pobre que observa las lilas pensando que son dalias.
¿Pensáis que estoy loco?
Pues no;
Loco de amor por vos, hermano.
Yo no me contemplo a mí mismo.
El narcisismo para Walt Whitman.
Yo prefiero pensar en una postal de Indonesia
Donde la mujer amada escribe palabras en inglés.
Tuve una esposa fiel pero la abandoné;
Después hallé a mi dulce Sofía y me enamoré.
¿Qué hago, Dios mío, con tanta mujer?
Soy camarada de los poetas celestes;
Los cropolálicos me son antipáticos.
La ley marcial para Parra.
Memoria de Amor
Yo habré de morir pero no concluye mi vida.
Los árboles son ásperos.
Son
Especialmente sagrados.
Estoy dispuesto a vivir
En armonía.
Estoy dispuesto a sucumbir
Por el maltrecho amor
De una ola, que,
Estremecedora
Juguetea en mi paladar.
Debo conferir paz a mi corazón.
Yo podría estar triste pero estoy alegre.
Yo podría vivir
En alerta consonancia
Con mis poderes terrenales.
Yo soy un Cristo
Que fui crucificado
Por sus pares.
Pido perdón por mis exabruptos.
De Chile tengo el alma
Y de América
El tono de la voz.
Me comprometo con las alturas
De los Andes;
Magnífica edificación
Donde las uñas de Dios reposan.
Daría toda mi alma por perderme en Parra,
En Whitman, en Eliot, en Pound,
Pero soy un pecador
Redomado
En busca del rompimiento.
Acabemos con la tontera.
Todos los poetas somos hermanos.
Fin de Mundo
Desorden de Amor
Yo deliro con las manos sangrientas que reposan en los pergaminos.
Yo me expando por las galaxias con mis decideros que no fallan mas bien son ángeles.
La expansión de mis dolores es la metamorfosis del epicúreo que rompe a llorar cuando no hay que beber cicuta ya que pintando descubrí a Dios pero calló.
Estaría disuelto en agua bendita si pudiera sostenerme en la vida qué no mata.
La vida es liturgia que para vos, Padre, es informática.
Pienso en el gusano y me deseo a mí mismo como mártir.
Ya me cortaron las manos en tiempos que no concibe el hombre.
Deseo morir pero en París con abuelos que viven a costa de las rentas celestiales.
Decidido a Vivir
Yo soy la luz del atardecer que emana de las cortinas de las casas que no vivencian la maldad como estadio de sepultura.
Yo soy el que vive rodeado de pájaros, ya que aquel que no vive en esta tierra es mi mentor.
Sabed que las sepulturas en la aeronave espacial son para los lunáticos que quieren conservar el cuerpo.
A vos, amigo, os pido un favor: repartir mis huesos.
Yo me lamento de tanta tontera, soy capaz de no vivir, si vos esperas la caída del muro de Berlín.
Sabed que, las cosas son contagiosas: la risa, el amor, la letanía de observar un atardecer.
Las maquinarias de la sepultura en lunes en martes en jueves son mi propia agonía
Ya que en mil años estaré sentado con Cristo cantando; mientras vosotros estáis paralizados por María, la Virgen.
Nada pido para mí, mas sé que nada existe para mí, ya que soy un poeta
De los que
Mueren inéditos.
Gólgota
Fui forastero y no pude contenerme ya que por vos nada existía más bien éramos desideratas perdidos en las letanías del bien.
Yo he sufrido demasiado. He colapsado pensando en las galaxias. Tengo cuarenta y dos años y no concibo tanta mierda en las pestilentes ciudades donde habita el rey maligno del que yo no quiero saber nada de nada porque el muy desgraciado mató y mató y mató cuando apenas éramos Dios y yo.
Lunático me dicen los doctores, pero mi alma es tan antigua que se resiste.
Lunático me dicen mis padres pero mi alma no se concibe.
El demonio cortó mis manos. No puedo escribir, dicto mis palabras, Uriel, el Santísimo, ha tomado su manto y recubre mi mente con sus palabras.
Sé que mañana o más tarde que nunca la maquinaria de la ascensión a los Cielos me paralizará el corazón y hallaré una dulce agonía con un lirio, con una camelia, con un rosal espinoso. Ese día ya no respiraré.
Por de pronto, os ruego compasión por mi vida de loco poeta encubierto de ángel.
Días de Amor
Habré de mentir ya que por vos, hermano, habré de no redimir.
La liturgia obreril de María que pide limosna en Lisboa.
Más tarde son los conflictos bélicos que estropean la poética.
Todos asesinándose en un escalofrío de paredón infecto de maldad.
Tengo tentación de contar cuentos, de meditar, de vivir en un campo con conejos, tengo tentación de escribir un libro secreto que no ventile nuestras tristezas más bien oculte con un dedo las galaxias.
Yo no miento cuando escribo. Yo soy Hijo.
Me mantengo a la diestra del gallinero ya que por vos, hermano, escribo estos poemas.
Platón nos erradicó de las ciudades pero, oh, satisfacción, invadamos, sostengamos, manutengamos
Las cosas de los hombres.
Cocinemos en Beirut una cazuela chilena.
Alimentémonos de huevos fritos en Jerusalén.
Todos somos hermanos.
Yo me considero judíocristianomusulmánindúbudista.
Me considero padre de mis hijos.
¿A vos, qué matas con fusil?,
¿A vos, qué mutilas con cullillo?
Yo te pido clemencia con la gallina que degüellas en cercanía de escuelas para niños ciegos, yo te pido clemencia para la víctima que matarás. No hay castigo para el victimario, ay de mí, porque has de arrebolarnos con tanta iniquidad.
Si considero bello un atardecer es porque amo a cada criatura que habita el cosmos.
Si considero bello el universo es que me mantengo sorprendido de la Vía Láctea.
Yo no miento. Yo sólo quiero que vos, hermano, te mantengas a la diestra de mis actos poéticos ya que dan luz en las tinieblas.
Sabed que las alturas de los Cielos se consiguen claveteando "murallas" en la tierra.
Sabed que la liturgia de los Papas es prístina si conservan la sabiduría de un durazno que habita el paraíso en consonancia con los místicos que no huyen de la vida, tampoco mueren a la vida, los místicos caminan de corbata y trabajan de ejecutivos en el Vaticano.
¿Podrás entender mis poemas?
Son azules como el mar.
Satisfacción
Delirar en la nevazón de los pies de un santo. Navegar en Bélgica pudiendo morir.
Yo no considero digno el calvario de un niño. Considero putrefacto la muerte de un infante.
A vosotros, que levantáis las manos pidiendo clemencia, os pido un favor:
No matéis las esperanzas a los poetas.
Somos débiles y el mundo es Haití.
Tengo ganas de llorar, pero debo escribir: "Padre", os ruego fuerza.
Un poema es tan válido como un cometa girando alrededor de las infinitas estrellas que pueblan las imperecederas galaxias que no culminan ya que lo que no es cognoscible es duradero eternamente, es Dios.
Sé que para los ateos científicos una estrella es un número, para mí un verso.
¿Hasta cuando consideraremos el azar de la mariposa un designio de los salmos?
A propósito de mentiras: no somos hermanos del bisonte.
Levantaos
Diría que amar es vivir en durante por siempre.
Diría que doler es vivir en dolencia eternamente.
Las cosas suceden, es cierto, yo estoy dispuesto en medianoche
Mientras el ébano de Padre sacude los Andes.
Diría que luchar es morir en el intento de no vencen; más bien vivir.
Diría que padecer es satisfacernos en Padre que nos ama eternamente.
¡Uvas!, la sanación proviene de las parras de Londres.
¿Dónde está el Cristo?, ¿dónde habita su marasmo?
En Monte de Olivos le vi también con el dedo índice:
"El amor es más fuerte".
Yo soy testigo de las galaxias que nacieron, soy fruto de padre que ha tenido como principio el trabajo.
Duro de huesos pero débil de corazón.
Lloro con las entrañas de un niño que miente a sus padres.
Lloro por María, que, jubilosa, en Guadalupe nos cobija.
Hay muchos ateos en este mundo; demasiados, diría yo.
También están los que, ciegos, predican falsas doctrinas.
Amar al prójimo; esta es la verdad.
Yo estoy dispuesto a satisfacer la locura de los poetas;
Estoy dispuesto en élite de manos que saludan los verbos.
Salid de las cuevas que hechizan, salid de las madrigueras que odian.
Nada puede vencernos, a parir se ha dicho bellos atardeceres en Madrid.
Disolución de la Materia
Se esparce la materia por los costados del universo.
Se esparce el polen por el costado de Cristo. Yo estoy sentado a la rivera del Toltén; especulando sobre la metafísica.
Nada ni nadie oscilará como un péndulo en cuyo regazo Einstein es vértice de lo que, nosotros, comprendemos; pero que vosotros no tendríais porqué sospechar: el asidero de Dios es múltiple y no hay posibilidad de cosmovisión.
Ay de mí, yo he visto al risueño científico gesticulando, le vi en un aparato electromagnético; pero la materia se expande ya que hubo en otro tiempo fuerzas oscuras que le acontecieron.
Nada debo decir, ya que es secreto de Dios.
Rosales
Vértice
Yo soy luz
Y nada comienza sin mí.
Yo soy un rosal
Y todo comienza en mí.
¿Qué puede perdernos?
Las flores son tan bellas.
Desearía cultivar
Mi jardín
Y solicitar a mi alma
El desahogo
Que necesita.
Si pudiera contemplarme
En un espejo
Feliz yo sería;
Pero, las almas no comprenden de
Jardinería.
Yo amo a María, le persigo.
Mi Virgen.
Yo amo su túnica;
Tan blanca.
Yo amo a María,
Mi Virgen
Que, en una estrella,
Sus pensamientos
Reposan.
¿Decidme?,
¿Habrá otoño para el álamo?
Un joven bañista contempla el sol.
Colinde del Mar
Me siento complacido de amar.
Me libero de las trabas
Que afectan a los amantes.
Amo al sol,
A la luna,
A las estrellas,
A la galleta
Consumida
En una micro
Por un infante,
Amo a la colegiala
Que, torpemente,
Abraza a su novio,
Amo al policía,
Al bombero,
Al agricultor,
Amo al predicador, que,
No me simpatiza.
Yo estoy dispuesto a dialogar,
Dispuesto estoy a combatir.
Mis flores son el cardenal.
Sabed que,
De la liturgia
Lo que prefiero es el salmo de
"No confíes en nadie"
Ya que, de por sí
Soy tímido.
No voy a iglesia ya que llevo a Padre
En mi corazón.
Yo contemplo la luna por las tardes.
Mi remanso es la ciudad.
Una tibiedad
De almas
Semejantes
A un río
De aguas, que,
Como avispas
Muerden.
Me baño en ese río y soy feliz.
Quiera Dios que en primavera
No encuentre muertos
Ni amigos ahorcados.
Todos debemos vivir
Hasta la extremaunción.
Hablo de flores
Porque de semilla soy.
Hablo de árboles
Porque de rivera soy.
Hablo de amores
Por que de estrella soy.
¿Cuántas galaxias existen?
Yo no sé.
Me confundo con los apellidos.
¿Cuántas aves hay?
Yo no sé.
Me conduelo con el gavilán.
Podéis ver mis ojos:
Hallaréis a Dios en ellos;
Podéis ver mis noches.
Hallaréis a Sofía en ellas.
Soy hombre de acción:
Amar y desear.
Yo no comprendo la vida casta de los meteoritos.
Me aíslo de las selvas
Donde habita la avispa;
La mordedura de la serpiente
No satisface mi poética.
Habré de bendecir los tallos de un eucalipto,
Ya que por su follaje se extiende
La Vía Láctea.
Decidme: ¿seré feliz?
Pues no; ya que por vos
La vida perdí.
¡Padre!, heme aquí;
¡Padre!, heme allí.
Apuesto mi jardín por vos.
Luna Duradera
Soy testigo de la fe de mis padres:
Ellos trabajaron
Hasta morir.
Soy testigo de la fe de mis hermanos:
Apuesto mi cabeza
Por no cumplir.
Deseo mirar el prado.
No quiero trabajar.
Deseo observar al pelícano.
No deseo trabajar.
Deseo besar a Sofía.
Deseo no morir joven.
Si los camaradas se aman
Es porque las rosas
Tienen espinas
Cuneiformes.
Si Whitman era rosal
No es cosa
Que me inoportune.
Yo me contemplo en un río.
Tuve que viajar cinco horas para llegar.
Las aguas eran mansas.
Me desnudé.
Los niños reían.
Las viejas comían.
Tuve ganas de vociferar
Pero me contuve.
Soy de la impermanencia,
Ya que de sabiduría estoy hecho.
De noche no duermo pensando en vos.
¿Acuerdo entre hermanos?
Yo prefiero estar despierto
Que ensoñando.
Hallaréis mis ojos taciturnos
De tanto palabrear.
Adiós digo yo
A las rosas;
Adiós a los profetas.
Me contemplo en los márgenes de un río.
Sé que mañana no nadaré.
Habré de volver a la ciudad
Tentacular.
Sofisticada manera de morir.
He visto estrellas por doquier.
Una de ellas quiero ser.
Iluminar,
No juzgar.
Intimidar
No manipular.
Sensación de Amor
Yo prefiero la vida
De mi jardín
Donde Dios habita:
Una rosa, una hormiga.
Dios es un zancudo
Picando.
Dios es un hormigón
Que me custodia.
Yo prefiero la vida simple
Del poeta.
Con libros,
Con versos,
Con amigos.
No tengo autos
Ni título de dominio.
Dios escucha mis lamentos
Pero de lamentaciones
Vive el hombre.
¿Comprendéis acaso las Escrituras?
Me disuelvo en la hiedra.
Soy tan tímido
Que apenas existo.
Un fantasma dirán,
Con pies de embudo.
Yo deliro con mi jardín.
Hay rosales,
Mandrágoras,
Arcángeles.
Yo doy agua a la tierra
Porque soy hombre de libros.
¿De qué modo me comprenderéis?
Sofisticada mente
Que, en jauría,
Murmura en Dios.
"Padre, ¿habrá París para mí?
Todos los poetas mueren inéditos,
Ha dicho Zurita.
Yo lo estoy;
¿No tengo Dios acaso?
En mi jardín te contemplo, Padre,
En un tomate,
En una lombriz.
En mi jardín escucho a Dios, que,
Enamorado
Escucha mis lamentos.
"No tengo pan para comer,
Ni azúcar ni arroz.
Estoy condenado al infierno
Terrenal
De las casas de aduana".
¿Seré acaso un mal agricultor?
Sueño con un rosal
Donde mis libros
Broten
Iluminando.
Sueño con mis versos
Escudriñando la tierra.
Estoy cierto. Un metro cuadrado tengo de tierra
Inculta.
Una rosa ha nacido en mi mano zurda.
Dejadme morir
Antes de pensar.
Apocalipsis
Sofisma
Desearía conquistar el mundo
Con la espuma del mar.
Desearía permutar mis huesos
Por la espuma del mar.
Silenciar los espacios
Que nos ponderan
En la manifestación del vacío.
Los arcángeles han guerreado mucho.
Las batallas merecen un libro.
Yo estoy dispuesto
¿Pero tendré las fuerzas?
Amantes del mar,
Me sofoca la vida,
Me sofoca el estímulo de vivir en paz.
Amantes del silencio;
En los Cielos hubo una batalla atroz.
Yo no me comprometo con los secretos de Dios;
Yo estoy delirando en Vía Láctea.
Sabed que, de mí, nada saldrá,
Mas espero los días señalados.
¡Secretos!,
Eso hay en mí.
Yo he vivido una vida miserablemente bella.
De la acrópolis al campo.
Los pájaros son nuestros hermanos.
Sabed que soy feliz recordando las batallas.
Miguel Arcángel es mi héroe.
Disolución
Hubo un estallido y los demonios se desintegraron.
Hubo quemazón en el mundo espiritual.
La guerra fue cruenta.
Muerto el Hijo (primogénito), muerto la vida.
Dios permaneció en su castillo;
La maldad fue grande.
Yo les vi descender con bombas en sus garras:
Eran demonios que asesinaban.
Un mundo en la espiritualidad destruido.
¡Apocalipsis en los Cielos!
Desearía vivir eternamente
Para explicar aquello
Que no posee explicación;
El demonio es una vaporosa conjunción de maldad.
Está encerrado en el infierno
Pero es omnisciente.
Dios no le perdona los muertos;
Cincuenta millones de personas espirituales.
¡Apocalipsis en los Cielos!
Batallones de Amor
Infancia
La humanidad es casta
Ya que, de obediencia,
Ha construido rascacielos.
La humanidad es pura,
Ya que de,
La muralla China,
El mundo se enorgullece.
Dios nos ha dado la razón y los brazos.
Una mujer adulta
Amamanta a un niño.
Yo le espío
Porque también he tenido hijos:
Casandra,
Bruno,
Maximiliano,
Estefanía.
La humanidad es santa,
Las dificultades
Son un paraíso para los elegidos.
Todos nos iremos al purgatorio;
Ya que Dios
Nos necesita puros.
De allí saldremos castos como Darwin.
Me aseguro un monumento
Para los arquitectos.
Las ciudades
Con sus edificios.
Tan bellos son.
Daría mi alma
Por comprender los logaritmos.
Los arquitectos, los obreros, los albañiles:
Todos son castos
Trabajando la materia.
Dios está orgulloso del Palacio de Versalles;
Convertido
En catacumba del viento.
Dios está orgulloso
Del Palacio del Kremlin;
Convertido
En epistolario
De un condenado.
Hay cosas que merecen mi atención:
Una hoja deshojándose,
Un beso de un novio en un casamiento judío;
Pero los edificios nos consagran
Ya que, de una prístina
Humanidad somos.
¡Humanidad que construye!
¡Humanidad que nos satisface!
¡Humanidad que nos bendice!
¡Humanidad con rascacielos hasta la estratosfera!
Yo aprendo de las hormigas;
Yo aprendo de Dios.
Yo Estimo al Mundo
Me alegro de vencer el mal;
De las murmuraciones.
Me alegro de tenerte como amigo,
A ¡Cristo!
Somos hermanos,
Ya que Dios nos ha contagiado de nuestra alegría de vivir.
Vos fuiste Maestro, yo soy poeta.
Dulce es el sueño del profeta,
Nos acompaña en desolación.
Hubo un tiempo
De maravilla
Donde el hipocampo
Cabalgaba sobre las aguas.
Pedro tuvo miedo.
Pero no;
Fue nuestro Maestro, que,
En conmiseración,
Detuvo el tiempo material.
Yo soy un vidente
Ya que, de las estrellas
Extraigo mis versos.
Yo soy un vidente,
Ya que de las hormigas
Extraigo el néctar.
No penséis mal de mí.
Rimbaud también lo fue.
Desastre de Otoño
Yo he vivido la vida amando;
A mis hijos, a mis enemigos.
Yo he vivido la vida conjugando;
A Dios, a María, a Pedro.
En otoño las hojas
Se conforman en un cuaderno;
Yo leo mis poemas; los extraigo del árbol.
¿Acaso seré un prepotente por considerarme un vidente?
¿Vos no veis acaso los cielos con su maravilla?
Los astrónomos también son videntes.
La penumbra de una habitación
Se asemeja a Dios.
Los giratorios dedos del Padre.
Una habitación otoñal
Con los giratorios ojos del Padre.
Yo he vivido una vida sagrada;
Pecando en las comiserías.
Yo he vivido una vida entregada
A los árboles.
Los he trepado cuando niño.
Viví mi infancia en un árbol.
Ahora extraigo la corteza para escribir estos poemas.
Yo soy de espuma; del vientre de la madre;
Yo soy de ébano; del cenáculo del padre.
Soy un poeta errante, que, inmovilizado,
Contempla las casas proletarias.
De Beirut aprendí la matanza.
De Brasil la alegría.
Qué más quisiera yo:
Compartir mis hojas de otoño.
Son poemas llenos de cabalística.
Matadme y abrid mi cráneo.
Hallareis a Uriel, el Santísimo
Dactilografiando estos versos.
Yo no estoy solo en este mundo.
Tengo de testigo las nubes.
Yo no estoy solo en la tierra,
Tengo de testigo a mis hijos.
Soy un fiel exponente de las raíces.
Soy tierra.
Entorno de Amor
Panteísta soy porque hallo a Dios en un zapato.
Panteísta soy porque hallo al destino
En mis propias manos.
De súbito estoy alegre,
Ya que no hay novedad en mi vida.
Un viaje al infierno tal vez.
Estoy padeciendo de depresión;
Ya que los poetas sólo escriben; no leen.
Estoy padeciendo de alucinaciones
Ya que los médicos me confirman a Dios.
¿Quién es culpable: el Papa o Bush?
Hay que atacar la vida con amor.
Los miserables que odia son
Las hormigas atómicas
Deseosas de destruir Pekín.
Yo no comprendo la cabalística judía,
Tampoco la teogonía,
Sólo comprendo el aullido del lobo.
Sabed que padezco de insomnio.
De vivir
Es no morir.
De amar
Es no desear
Los cuerpos
Que, en coma,
Fallecen.
Yo podría estar triste pero estoy alegre.
Voy por el mundo con sandalias.
Testimonio de Fe
Deseo ser un hombre
De sencilla cerviz.
Deseo ser
Un pájaro
Qué huye.
Deseo ser
Amuleto
Para los amantes.
Un errante
Viento
Que estremece.
Deseo ser un hombre,
De mirada tosca.
Pienso en la luna.
Pienso en el sol.
Un espejo me mira
Y no me reconozco.
¿Qué destino es éste?
Yo podría vivir en Madrid
Pero vivo en Recoleta.
Yo podría vivir en Barcelona
Pero vivo en Recoleta.
Del gusano larvario
No he salido.
Toda mi vida en el mismo barrio.
¡Poeta!,
Nadie me reconoce por las calles.
¡Poeta!,
En solitario.
Yo quisiera ser un hombre
De terno y corbata.
Un hombre civilizado,
Pero soy, radicalmente, feliz; un pobre.
Camino por las calles
Espantado de tanta miseria.
Camino esperando que el mar
Nos inunde.
Yo vivo en una metrópolis inhumana.
Los delincuentes
Son testigo.
No hay luna en este mundo.
Sólo el paredón de los Andes.
Yo quisiera ser un hombre
De abigarrada mirada
Pero no hay tiempo de predicar
El Islam.
Yo soy de esta tierra baldía.
Considero Amar a Dios
De los pobres
Soy el peor.
De los lectores
Ávidos
Soy el peor.
He secado mis ojos
Leyendo
Pero considero
A Dios mi amigo.
No me ha dado de comer,
Pero le estimo.
No me ha dado medalla
Pero le asesino.
¿Qué será de mí
Si,
No hay vida después de ésta?
Yo también dudo,
Ya que soy humano.
Dejadme explicarme.
Estoy apresado en mis aprensiones.
¡Padre!, salvadme.
No quiero ser pobre.
¡Padre!,
Os ruego videncia.
Los poemas son válidos
Como trabajo forzado.
Yo he visto a los obreros sudar
Pero, oh, Padre,
Yo también sudo
Cuando escribo poemas.
Me canso, es cierto,
Vos has mandado amaros sobre todas las cosas.
Yo que, en un calcetín he hallado luz;
¿Por qué ahora escribo tanta tristeza?
No quiero quitarme la vida;
Dadme fuerzas para sobrevivir.
Quiero conocerte; quiero reír.
Me descomprendo pensando en vos.
Estoy dispuesto como una alondra a escucharte,
Pero me han parido
En cenagal.
Escalofrío tengo de pensar
Que ha Cristo crucificaron.
Todos los poetas son inéditos.
Ay de mí,
En la pobreza no quiero morir.
Deliro de Amor
Reino
Vivir es considerar el vacío
Un levantamiento de materia.
Vivir es aportar a la vida
Nuestras esperanzas.
Yo he vivido tanto;
Como una estrella que implosiona.
He vivido siglos esperando morir.
Canto para no desesperar.
Canto mientras aúllan las aves de corral.
Yo desearía convivir con María,
Con Moisés,
Pero jamás llegaré al paraíso.
Doy por perdida la batalla.
Considero el Barcelona
Como una nube;
Se disipa, se condensa, llueven rosas de olor
A cactus.
Yo considero amor en su reino,
En su castillo.
Allí hay princesas para mí.
Doy fe de amar a Cristo;
Pero las guerras
Entre el bien y el mal
Son perpetuas.
¿Crees acaso que la luna se opaca por brujerías?
Los demonios acechan la creación divina.
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