Estrategias utilizadas en niños con TDAH victimas de violencia física familiar (página 2)
Enviado por maria del carmen caldero
1. Problemas físicos
retraso en el crecimiento
dificultad o problemas en el sueño y en la alimentación
menor habilidades motoras
síntomas psicosomáticos (asma, eczemas…)
regresiones
inapetencia, anorexia
2. Problemas emocionales
ira
ansiedad
depresión
aislamiento
estrés pos-traumático
baja autoestima
3. Problemas cognitivos
retraso en el lenguaje
retraso en el desarrollo
retraso en rendimiento escolar
4. Problemas de conducta
agresión
desinhibiciones
delincuencias
toxodependencia
rabietas
inmadurez
hiperactividad
5. Problemas sociales
escasas habilidades sociales
agresividad
introspección o retraimiento
conductas desafiantes
Exposición indirecta
1. Incapacidad de las víctimas para atender a las necesidades básicas de los niños y niñas, por la situación física y emocional en la que se encuentran, lo que puede generar negligencia y abandono hacia ellos.
2. Incapacidad de los agresores de establecer una relación cálida y afectuosa con sus hijos e hijas, lo que puede generar serios problemas de vinculación afectiva y establecimiento de relaciones de apego.
Según Ochaita y Espinosa (2004) buena parte de los trastornos que aparecen cuando los niños y niñas están expuestos de manera directa a la violencia física tienen su origen en la incapacidad de los progenitores, tanto el que desempeña el rol de víctima como el de agresor, de satisfacer las necesidades biológicas y emocionales de los niños y niñas. Razón por la que muchos expertos coinciden en señalar que las consecuencias son básicamente las mismas, aunque lo que varía es el origen y por consiguiente la intervención y el tratamiento que se va a llevar a cabo para que los miembros, más vulnerables de la familia puedan llegar a superar los retrasos que el hecho de vivir en un entorno familiar nocivo tiene sobre su desarrollo.
Espinosa (2006) argumenta que resulta muy complicado hablar en general de las consecuencias de la violencia física intrafamiliar en el desarrollo psicológico y en la integración escolar de los niños y niñas, y la razón es que existen una serie de variables cuya influencia puede afectar, y de hecho afecta, a dichas consecuencias.
Entre las variables habría que señalar:
La mayor o menor cantidad de tiempo que el niño o niña este expuesto a las situaciones de violencia física.
La edad del menor que se encuentra expuesto a estas situaciones.
La relación del asesor con la víctima directa y con la "víctima invisible", que es como se denomina en muchos casos a los hijos de parejas donde la mujer es maltratada.
La posibilidad de recibir o no ayuda especializada.
Todas estas variables hacen que las consecuencias sean, más o menos graves. No obstante y a pesar de las dificultades existentes, se puede hacer una caracterización más o menos general de las consecuencias que vivir en un entorno familiar violento tiene para el desarrollo psicológico de los niños.
De acuerdo con Ochaite (2003) las consecuencias que deja en los niños y niñas la violencia física producen a su vez importantes desajustes en su integración escolar. Dichos desajustes se traducen en problemas de rendimiento académico, ausentismo escolar, falta de motivación atención y concentración. Hechos todos unidos a la escasez de habilidades sociales para interactuar tanto con adultos como con iguales, convirtiéndolos en "dobles víctimas", puesto que a los problemas que sufren en su entorno familiar se añaden a los que llegan a tener en la escuela si no hay una sensibilidad especial por parte del docente hacia estos niños y niñas y un buen conocimiento de cuales son sus necesidades concretas y la mejor manera de satisfacerla.
Capitulo IV
Trastorno por Déficit de Atención
4.1 Trastorno por Déficit de Atención
La atención se refiere a la cantidad de información que el niño puede procesar al mismo tiempo y la capacidad para mantenerse sobre la tarea, respondiendo a su demanda.
Podemos definir el déficit de atención como los fallos en los mecanismos de funcionamiento de la atención, que producen una falta de adaptación a las exigencias del ambiente, o a nuestras propias exigencias.
El Trastorno por Déficit de Atención es el término que se utiliza en la actualidad para describir una condición temporal, aunque habitualmente crónica, de inadaptación o desajuste al medio social a causa de la interacción de una característica congénita, denominada déficit de atención sostenida, con los sistemas de valores, actitudes y hábitos de comportamiento de los restantes miembros de la familia, escuela o sociedad en general. (Seminario Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad en los Niños, 2005).
Para Muñiz (2007) el trastorno por déficit de atención es el nombre dado a un conjunto de características del comportamiento que se encuentran en muchos niños y niñas con dificultad para prestar atención en la escuela, en la casa o al realizar diferentes actividades. Estos niños y niñas pueden ser mucho más impulsivos de lo común para su edad. Este comportamiento contribuye al surgimiento de problemas significativos en las relaciones interpersonales y en el aprendizaje.
Álvarez y Rodríguez (2003) explican que el trastorno por déficit de atención puede asociarse a la baja tolerancia a la frustración, temperamento explosivo, pérdida de control, terquedad, insistencia frecuente y excesiva que requiere ser atendida.
El comportamiento impulsivo, la tendencia a la distracción y el movimiento hiperactivo no constituyen necesariamente una decisión consciente del niño rebelde.
Estos comportamientos son síntomas del trastorno por déficit de atención. El problema no es la voluntad del niño, sino el trastorno, ya que interrumpe la capacidad de concentración del niño.
Según Álvarez y Rodríguez (2003) el déficit de atención se acompaña de una alta prevalencia del trastorno del afecto, trastornos de ansiedad, trastornos de conducta, trastornos de aprendizaje y de la comunicación.
En general, el niño se muestra ante los demás como un ser con escaso autocontrol, dejándose llevar con frecuencia por sus emociones: ira, tristeza, alegría, ansiedad, deseos o necesidades.
En la forma más generalmente diagnosticada, el trastorno por déficit de atención es acompañado por hiperactividad. Además de la dificultad para concentrarse y la tendencia a comportamientos impulsivos, los niños y niñas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad tienen dificultad para quedarse quietos, aún por breves períodos.
Para que podamos hablar de trastorno por déficit de atención e hiperactividad debe darse la siguiente triada:
1. Inatención: es la dificultad de focalizar y mantener la atención, que
de acuerdo con la edad y madurez del sujeto, se considera apropiada.
2. Hiperactividad: niveles anormales y muy elevados de actividad.
3. Impulsividad: carácter de una acción espontánea, irreflexiva, inducida bajo la influencia de los impulsos. También es entendida como la tendencia irresistible en el cumplimiento de un acto sin reflexionar en sus consecuencias o su pertenencia.
En un estudio realizado por el ministerio de educación de los Estados Unidos (2008) se encontró que los alumnos con déficit de atención tienen muchos problemas con las tareas escolares y las actitudes sociales, tienen mucha dificultad para mantenerse concentrados en las explicaciones que da el maestro, tienen problemas en quedarse sentados, seguir instrucciones, concentrarse en una sola tarea, esperar u turno en cualquier actividad y completar las tareas que se les asigna. Mientras que estas conductas no se consideran como impedimentos de aprendizaje, este estudio señala que del 10 al 33% de los niños y niñas con trastorno por déficit de atención también presentan impedimentos de aprendizaje.
Según el señalado estudio, los niños y niñas que presentan trastorno por déficit e hiperactividad frecuentemente son agresivos y rechazados por sus compañeros, mientras que los niños con déficit de atención (sin hiperactividad) son más introvertidos y aislados, y por lo tanto no son populares. Ambos tipos de niños no colaboran entre sí y no están dispuestos a esperar su turno ni atenerse a reglas. Su inhabilidad de controlar su propio comportamiento puede tener el efecto de perturbar a ellos mismos y a los demás niños, así como aislarlos. Esto afecta su autoestima de forma negativa.
4.2 Indicadores del Trastorno por Déficit de Atención
Gran parte del comportamiento que caracteriza a los niños y niñas con trastorno por déficit de atención puede atribuirse a los niños que no tienen este problema. Sin embargo, hay varias características importantes que revelan la presencia de este trastorno. Barkley (2000) sostiene que los niños con déficit de atención son impulsivos, hiperactivos y fáciles de distraer a un nivel más allá de los que se considera normal para su edad. Estos niños exhiben comportamientos extremos en varios tipos de situaciones y ambientes. Mientras que este tipo de comportamiento muchas veces puede observarse antes de la edad escolar, es mucho más obvio en un ambiente estructurado como el de la escuela.
La Asociación de Psiquiatras de Norte América explica que el déficit de atención puede ser definido por los comportamientos que causa, dentro de los que señalamos:
En los menores que presentan trastorno por déficit de atención sin hiperactividad:
1. Tienen dificultad para prestar atención a los detalles o comenten errores torpes en los deberes de la escuela y otras actividades.
2. Tienen dificultad para fijar su atención en las labores o las actividades de recreación que están realizando.
3. Parecen no escuchar cuando se les habla directamente.
4. No siguen instrucciones y no terminan los deberes de la escuela.
5. Tienen dificultad para organizar tareas y otras actividades
6. Evitan, les disgusta o se niegan a participar en tareas que exigen un esfuerzo mental sostenido.
7. Se les pierden las cosas que son necesarias para la realización de tareas u otras actividades.
8. Se distraen fácilmente con estímulos externos.
9. Son olvidadizos de sus actividades diarias.
10. Carecen de hábitos y disciplina.
Los menores que presentan trastorno por déficit de atención e hiperactividad:
1. juguetean con las manos o los pies, o no se quedan quietos en su asiento.
2. se levantan de su asiento cuando la situación exige que se queden sentados.
3. se mueven de manera excesiva o se sienten inquietos en situaciones en las que esto no es lo adecuado.
4. tienen dificultad para realizar actividades de recreación sin hacer mucho ruido.
5. están siempre en movimiento o actúan como si tuvieran un motor.
6. hablan excesivamente.
7. responden de forma impulsiva antes de que se termine de formular la pregunta.
8. tienen dificultad para esperar su turno.
9. interrumpen o molestan a los demás.
10. acostumbran a hacer berrinches
11. cuando se le habla no miran a los ojos; miran a su alrededor.
En el Seminario Sobre Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad en los Niños (2005) se establece que las principales características del niño con trastorno por déficit de atención son las siguientes:
Déficit de atención (sin hiperactividad)
Los niños presentan escasa atención sostenida, o persistencia en la realización de tareas, realizando un esfuerzo para mantener la atención; por lo cual, no consiguen permanecer concentrados un tiempo similar al que puedan hacerlo otros de la misma edad. Esto se manifiesta muy claramente cuando se les pide que realicen tareas largas, repetitivas o que carezcan de atractivo para ellos. Con frecuencia, indican que "se cansan" o "se aburren" con tales tareas y, como consecuencia abandonan o cambian de una actividad a otra, sin finalizar ninguna. Igualmente, cuando realizan actividades que le resultan atractivas se distraen fácilmente, cambiando su atención hacia estímulos diferentes. Por lo tanto, aunque se les pida concentración en una tarea, y tengan interés por mantenerse atentos, no son capaces de hacerlo.
Déficit de atención e hiperactividad
Estos niños se mueven de manera excesiva y aparentemente innecesaria para logar los fines que desean; parecen constantemente inquietos e infatigables. Realizan movimientos que no son estrictamente necesarios para completar tarea, tales como mover los pies y las piernas, dar golpecitos a las cosas, balancearse mientras están sentados, o cambiar de postura o posición con frecuencia, mientras realizan sus tareas. Estos movimientos son más frecuentes cuanto más aburrido les parece lo que hacen. También los realizan cuando están esperando, sin tener nada que hacer.
4.3 Diagnostico del Trastorno por Déficit de Atención
Riano (2007) explica que los problema del trastorno por déficit de atención aparecen antes de los siete años de edad y el diagnostico se da cuando se presentan por lo menos seis indicadores, y además presentan una clara disfunción en ambientes comunes como la casa y la escuela.
Según Riano (2007) los indicadores no aparecen juntos en cada situación. El niño o niña que presentan el trastorno por déficit de atención puede concentrarse cuando recibe refuerzos o tiene un control estricto. La habilidad para concentrarse es común en nuevos ambientes y situaciones, o cuando el niño interactúa de manera individual con otros. Aunque todos los niños pueden exhibir características de tales comportamientos, los niños que presentan el trastorno exhiben estos síntomas con mayor frecuencia y severidad que otros niños de la misma edad.
Como hemos mencionado con anterioridad, todos los niños y niñas pueden mostrar tipos de comportamiento similares al trastorno por déficit de atención, esto como resultado de otros factores, incluyendo influencias ambientales. Muñiz (2007) explica que para detectar el trastorno siempre se parte de la norma, se considera lo general, lo común y se identifica lo que sale de ella.
Los maestros y administradores escolares no pueden hacer un diagnostico de trastorno por déficit de atención de forma aislada, tal determinación debe ser hecha por un equipo de profesionales con la colaboración de los padre y el niño o niña en cuestión.
El diagnostico debe realizarse mediante un examen de la historia del niño, a través de entrevistas con los padres, maestros y profesionales de la salud, para poder determinar cuando iniciaron los síntomas y si el niño o niña exhibe comportamientos con características del trastorno por déficit de atención en situaciones diferentes.
No existe una prueba exclusiva para determinar el trastorno, sin embargo es posible realizar un diagnostico exacto mediante una combinación de observaciones, evaluaciones y otros datos suministrados por los padres, maestros, psicólogo, médicos y el mismo niño o niña.
4.4 Causas del Trastorno por Déficit de Atención
El déficit de atención es un trastorno neuro-psiquiátrico que se divide en dos partes: TDA (trastorno por déficit de atención) y H (hiperactividad). Muñiz (2007) explica que el TDA se origina en los lóbulos frontales del cerebro; es decir la parte derecha prefrontal del cerebro, que corresponde al circuito frontohipotalámico, que estimula y facilita los periodos de concentración.
El referido autor, por otra parte también explica que la hiperactividad se localiza en los circuitos internos de los ganglios basales del cerebro, excitando la hiperactividad y con repercusiones en la conducta.
Varios estudios demuestran diferencias en los cerebros de los niños con trastorno por déficit de atención. Sin embargo, las razones de estas diferencias siguen siendo desconocidas.
Barragán (2003) argumenta que las causas del trastorno por déficit de atención son múltiples, ya que influyen diversos factores, sin embargo se han reconocido algunas, aunque ninguno factor por sí solo explica el origen del trastorno.
Los siguientes factores son considerados causas de trastorno por déficit de atención:
Factores hereditarios y familiares: a través de diversos estudios se ha encontrado que un tercio de la población con este trastorno tiene un familiar que también lo presenta. Existiendo una mayor recurrencia en hijos de padres alcohólicos y de personalidad antisocial.
Factores neuroquímicos: presencia de problemas químicos a nivel cerebral. Algunos estudios muestran que la acción reguladora de ciertos
Neurotransmisores es deficiente, (como es el caso de la noradrenalina y la dopamina, la cual tiene dos funciones: en el circuito frontoestriado estimula y facilita los periodos de concentración; así mismo, en los circuitos internos de los ganglios basales evita la hiperactividad).
Factores neurofisicos: se refiere a la comunicación entre neuronas.
Muñiz y Robles (2001) explican que la actividad eléctrica de los niños y niñas con trastorno por déficit de atención es más lenta.
Factores psicosociales: las vivencias que producen estrés, la pérdida del equilibrio familiar y otras situaciones que generan ansiedad se incluyen dentro de los factores psicosociales causantes de la aparición o la persistencia del trastorno.
Según Barragán (2003) a nivel funcional intervienen muchos factores, como la falta de ejercicio y una alimentación cargada de azucares.
4.5 Consecuencias del Trastorno por Déficit de Atención
Los niños y las niñas que presentan déficit de atención manifiestan el trastorno eminentemente en su comportamiento dentro del ámbito personal, académico y social, de tal manera que tienen dificultad para prestar atención en la casa, el colegio y las actividades cotidianas. Pueden ser mucho más móviles e impulsivos de lo que es usual para su edad y estos comportamientos contribuyen a causar problemas significativos en las relaciones interpersonales y en el aprendizaje.
García (2001) explica que el niño con trastorno por déficit de atención no cuenta con formación de hábitos debido a la desorganización de su mundo interno; por ello se muestran agresivos o impulsivos en su entorno, además de su notoria falta de autonomía y responsabilidad, lo que afecta directamente su adaptación social.
Su fuerza muscular es insuficiente y esto provoca que no puedan permanecer sentados por mucho tiempo, lo que lo impulsa a cambiar constantemente de postura. Esto le impide poner atención y afecta su retención memorística, aspecto que le lleva a presentar problemas de aprendizaje y entorpece su adaptación escolar.
Por otro lado, según Álvarez y Rodríguez (2003), el trastorno puede manifestarse con angustia, depresión y ansiedad, involucrando las áreas motora, de lenguaje y emocional.
De forma específica el trastorno por déficit de atención produce en el niño o niña las consecuencias:
Desorden emocional
Dificultades en el aprendizaje
Trastornos en la alimentación
Quebranto en el núcleo familiar
Desubicación ante la autoridad familiar y escolar
Inadecuación en las relaciones con iguales
4.6 Actitud de la Familia Ante el Trastorno por Déficit de Atención
De acuerdo con Joselevich (2005) un elemento fundamental en el trastorno por déficit de atención es el trabajo que se haga con la familia, ya que son estos quienes tienen que resolver los conflictos que el niño evidencia. Los padres pueden ser el apoyo ideal al manejo del niño, como también pueden llegar a ser los más grandes destructores si no logran entender la condición que su hijo presenta.
En la mayoría de los casos para los padres es muy difícil poder clasificar por si solos que esta ocurriendo con su hijo, no entienden el problema y por tal razón le exigen a niño cosas que no es capaz de realizar, originándose de esta manera conflictos que generan violencia física hacia él.
Para Baverminster (2000) un elemento importante que surge es la búsqueda de culpabilidades y responsabilidades por parte de los padres, tanto a nivel personal como hacia otros agentes (amigos, escuela). Las culpabilidades no aportan mucho a la búsqueda de soluciones, sino más bien entrampan el trabajo que se puede hacer frente a la problemática que presenta el niño.
Baverminster (2000) dice que también se da la instancia en la cual surge una negación por parte de la familia con respecto a la existencia del problema. En ocasiones los padres rechazan la posibilidad de que exista algún déficit y no son capaces de ver con claridad.
Según citado autor, el que los padres se nieguen a aceptar la situación de su hijo y no se preocupen por conocer las implicaciones del trastorno y cuales acciones se deben llevar cabo para atender al buen desarrollo del menor trae como consecuencia que se altere el ritmo familiar y se genere violencia, ya que estos niños y niñas tienden a ser demandantes y en ocasiones los padres pueden perder el control de la situación descargando toda su ira en el menor.
Cuando el niño o niña es diagnosticado con trastorno por déficit de atención es posible determinar si esta siendo víctima de violencia física, pues según Hernández (2007) se tornan desafiantes, oposicionistas y creadores de desorden, además tienden a desarrollar problemas de ansiedad y depresión.
Hernández (2007) continúa explicando que en general la actitud hacia quienes lo rodean es de castigo u enojo. Cuando el niño o niña presenta déficit de atención sin hiperactividad, se vuelve retraído.
Capitulo V
Acciones a llevar a cabo desde la Escuela
5.1 Acciones a Llevar a Cabo Desde la Escuela Ante el Trastorno por Déficit de Atención
La escuela comparte funciones sociales con la familia con el propósito de preparar al niño para enfrentarse a la vida, por tanto la escuela tiene que ser integradora, y sobre todo respetuosa de las individualidades, pero al mismo tiempo, brindar óptimos niveles de formación integral.
Muñiz (2002) explica que los profesionales de la escuela tienen la responsabilidad de potenciar el desarrollo del niño mediante el aprendizaje de diversos contenidos. Según este autor, el docente es orientador, transmisor de valores, guía de la formación de hábitos, facilitador en el desarrollo de habilidades, capacidades y competencias que le sirva para enfrentarse a la vida y, por esta relación tan estrecha entre el niño y educador es que en la mayoría de los casos es en la escuela donde se detecta el trastorno por déficit de atención.
Una vez el niño o la niña a sido diagnosticado existen una serie de estrategias que se deben llevar a cabo desde la escuela para manejar la situación. Entre las que mencionamos:
Hernández (2007) menciona algunos principios generales de concentración que ayudaran al proceso de aprendizaje del niño o niña con trastorno por déficit de atención. Entre los que se encuentran:
Los docentes deben esforzarse por mantener el orden y la rutina en el aula.
Es conveniente que los maestros le fijen al niño o niña límites bien definidos en el aula y que los padres le inculquen expectativas similares sobre la conducta escolar cuando esta en el hogar.
Al tener las reglas del aula bien definidas, los docentes comunicaran sus expectativas en relación con la conducta y el desempeño del alumno. Sin embargo las reglas deben aplicarse de forma consecuente.
El docente debe elogiar el esfuerzo por obedecer las reglas del aula, y sus logros en la escuela deben comunicarse a los padres en la casa para un refuerzo adicional.
El docente debe alentar al estudiante con déficit de atención a ser organizado, aunque le sea difícil lograrlo.
Al comprender que los estudiantes con este trastorno tienen dificultades para prestan atención y pierden rápidamente el interés en las tareas, los maestros deben hacer esfuerzos adicionales por modificar su estilo de enseñanza para adaptarlo a las necesidades de estos estudiantes. Esto, explica Hernández (2007), incluye acortar las tareas y permitirle al niño o niña más tiempo para terminarla si es necesario, dándole descansos durante un período de trabajo largo, o alentándole a continuar con la tarea.
El docente debe utilizar órdenes, advertencias y consecuencias eficaces para mejorar la obediencia, es importante que se emita la orden de una manera que favorezca las probabilidades de obediencia por parte del estudiante. Pero quizá una sola orden no sea suficiente para que un estudiante con déficit vuelva su atención hacia una actividad escolar, el docente debe establecer una especie de código, como por ejemplo una palmadita en el hombro.
Terapia familiar sistémica:
Se refiere a los procedimientos terapéuticos en los cuales los padres son entrenados para modificar los comportamientos ¨problemas¨ de su hijo o hija, mediante técnicas de refuerzo cognitivo conductual, de motivación y empatía de reestructuración de creencias, los padres logran transformar un clima hostil cargado de impotencia a uno de cooperación y armonía familiar.
Terapia conductual:
Consiste en premiar los cambios positivos de comportamiento y explicar claramente lo que se espera de las personas con déficit de atención.
El principal objetivo de la estrategia de modificación de conducta, según explica Narvate (2003) es aumentar el comportamiento apropiado y disminuir el inapropiado.
El comportamiento es definido por este autor como un acto o acción especifica, hay algo previo (llamado antecedente) y algo que sigue, que desestimula o alienta la repetición del acto. El manejo de la conducta consiste en cambiar los antecedentes y las consecuencias, para que el comportamiento del niño cambie.
En la casa y en la escuela el niño o niña que vive con trastorno por déficit de atención responde mejor a un ambiente estructurado. En este las reglas son claras y consistentes.
Dentro de las técnicas utilizadas en la terapia conductual podemos mencionar dos tipos:
Uso de fichas: aquí el niño o la niña gana estrellas, caritas felices o fichas por emitir un comportamiento apropiado, las fichas pueden ser canjeadas por privilegios.
Costo de respuestas: al niño niña se les da fichas y estas son retiradas cuando emiten conductas inadecuadas.
Cuando se implementan las fichas para modificación de comportamiento se deben seguir las siguientes recomendaciones:
1. hacer una lista de comportamientos problemáticos.
2. seleccionar los comportamientos que van a ser modificados, en especial los que ocurren a diario, como acostarse, levantarse para ir al colegio y hacer las tareas.
3. diseñar un sistema de recompensa (uso de fichas, costo de respuestas o ambas).
Los padres y maestros deben poner atención al comportamiento durante el día y recompensarlo frecuentemente cuando se comporta de manera adecuada. La recompensa es efectiva si tiene valor par el niño o la niña.
Los docentes y demás personal que labora en la escuela están en la obligación de informarse acerca del trastorno por déficit de atención para poder contribuir al mejoramiento académico de sus alumnos y sin importar cual estrategia se utilizará para el manejo, se debe informar a los padres para que estos acompañen el trabajo en pro de mejoría del niño. (Navarte, 2003)
Marco contextual
Escuela Primaria Celina Pellier
Su historia
La escuela primaria Celina Pellier fue inaugurada el 11 de octubre de 1994. Mediante un contrato firmado por la secretaría de estado de educación y el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, la dirección y administración del centro educativo es asumida por la congregación salesiana a través del instituto de las Hijas de María Auxiliadora.
Desde el día 12 del mismo mes se inician los contactos con las instancias educativas para el equipamiento y nombramiento del personal, así como con la comunidad para tantear la realidad del entorno.
El primero de noviembre del mismo año se da formal inicio a las labores con una quincena de talleres sobre pedagogía salesiana para los docentes. Del 16 al 20 del mismotes se realiza el lanzamiento de las comisiones tocando las puertas de instituciones cercanas en busca de recursos para iniciar el año escolar. Es así que el a los 21 días del mismo mes se inicia la fatigada semana de matriculación con una inmensa población estudiantil que acude al llamado, incluso arriesgado a su suerte debido al tiempo avanzado del año escolar.
En medio de las expectativas por el ambiente educativo, abrieron sus puertas para iniciar sus clases el 5 de diciembre de 1994
Hoy día la escuela cuneta con una población de más de 2000 estudiantes, con nuevos directivos, siendo su actual directora Sor Aracelis Infante, y la Lic. Ligia Santos quien funge como sub-directora.
La institución educativa tiene como misión ofrecer un servicio de calidad basado en los valores humanos y cristianos a través del cual contribuyan en la formación, capaces de transformar su entorno familiar y social, incluyendo además el desarrollo de los talentos para la consecución de un objeto conforme en las diversas áreas del saber.
Tiene como visión alcanzar la educación integral, esto en un desarrollo armónico y libre para el estudiante en las diversas etapas de su proceso educativo, proponiéndose mantener la imagen de ser preferida del sector, por sus excelentes condiciones de infraestructura, personal capacitado, excelencia académica y educación en valores.
Variables
VARIABLE | DEFINICIÓN | INDICADOR | ESCALA |
Violencia Física | Cualquier lesión infligida que no es accidental y que provoca un daño físico o enfermedad en un niño o adulto. | Resultados obtenidos a partir de la ficha llenada con el expediente del (la) niño(a) diagnosticado con trastorno por déficit de atención. | Ordinal |
Familia | Estructura social básica donde los padres y los hijos(as) se relacionan. | Resultados obtenidos a partir de la ficha llenada con el expediente del (la) niño(a) diagnosticado con trastorno por déficit de atención. | Ordinal |
Trastorno por Déficit de Atención | Fallos en los mecanismos de funcionamiento de la atención, que produce una falta de adaptación a las exigencias del ambiente, o nuestras propias exigencias. | Resultados obtenidos a partir de la ficha llenada con el expediente del (la) niño(a) diagnosticado con trastorno por déficit de atención. | Ordinal |
Metodología
Diseño Metodológico
Se realizó la investigación mediante una metodología descriptiva, con la que se estudió la violencia física ejercida en las familias de estudiantes con trastorno por déficit de atención.
Participante
Para llevar a cabo la investigación se trabajó con una población de 20 niños y niñas en edades comprendidas entre 8 y 10 años. Provenientes del sector Los Mameyes, provincia Santo Domingo Este, los cuales están cursando el cuarto grado de educación básica en la escuela primaria Celina Pellier.
Instrumento
Para la realización de este estudio se utilizó como instrumento una ficha, llenada con el expediente del niño o niña previamente diagnosticado(a) con trastorno por déficit de atención
La ficha consta de ocho ítems destinados a evaluar tanto la actitud de los padres hacia el trastorno que presenta su hijo, los métodos utilizados para su corrección, como la actitud del menor hacia sus padres y el entorno donde se desenvuelve. Con el fin de determinar si el niño o niña esta siendo agredido de forma física. (Ver anexo).
Procedimiento
El procedimiento para la realización de la investigación se llevo acabo en dos partes:
1. Visita a la institución: aquí se determinó cuales casos de tratados por el departamento de psicología fueron diagnosticados como trastorno por déficit de atención.
2. Recolección de datos: en esta etapa se procedió a revisar los expedientes
de los estudiantes ya diagnosticados y extraer de ellos la información pertinente para llenar la ficha. Se encontraron 23 casos, pero se utilizó un criterio de exclusión en tres de ellos, ya que al estudiar los datos ofrecidos en los expedientes no se encontró información suficiente que permitiera completar la citada ficha , por tanto se trabajó con una muestra de 20 estudiantes.
Resultados
Año escolar en que fue diagnosticado
El 25 % de la población estudiada fue diagnosticada con el trastorno por déficit de atención en el actual año escolar 2008-2009; el 60% en el año escolar pasado 2007-2008; mientras que el 15% restante fue diagnosticado en años anteriores. (Ver tabla No1).
Tipo de familia
El 40% de la población pertenece a familias nuclear; mientras que el 45% a familias monoparental y un 15% a otros tipos de familias. (Ver tabla No. 2).
Actitud de los padres
En el 30% de los casos los padres muestran una actitud activa ante la situación, preocupándose por el menor; un 40% de los padres tiene una actitud evasiva, no queriendo darse por enterado de la situación del niño o niña, siendo este un porcentaje muy significativo, y un 30% muestra una actitud de rechazo, negando que el menor presente el trastorno. (Ver tabla No. 3).
Formas de corrección utilizada
En un importante 50% de los casos estudiados los padres utilizan un método autoritario de corrección hacia el niño o la niña; un 35% utiliza una forma de corrección permisiva, y en un 15% la forma de corrección es democrática. (Ver tabla No. 4).
Actitud del (la) niño(a) hacia sus padres
Un destacado 45% de la población estudiada muestra una actitud de miedo hacia sus padres; el 35% tiene una actitud de apego y un 20% su actitud es de rechazo. (Ver tabla No. 5).
Indicadores de violencia
Como indicadores de violencia física, un 35% de la población estudiada ha presentado moretones; un significativo 45% ha presentado otro tipo de indicador y un 20% no ha presentado señales de haber sido abusado físicamente. (Ver tabla No.6).
Actitud de los al relacionarse con el (la) niño(a)
El 20% de la población es agresivo al relacionarse con sus compañeros; el destacado 50% muestra una actitud retraída, y en un 30% su actitud es impulsiva. (Ver tabla No. 7).
Estrategias utilizadas por el centro educativo
El centro educativo en el 40% de los casos utiliza como estrategia ejercicios de concentración; en un 40% más utiliza terapia conductual y en un reducido 20% terapia familiar sistémica. (Ver tabla No. 8).
Discusión
En capítulos anteriores hablamos sobre la actitud de la familia ante el trastorno por déficit de atención y fue expuesto que los padres tienden a buscar culpables tanto dentro como fuera del hogar y a negar la presencia del trastorno en su hijo. Sin embargo, partir de los resultados obtenidos en nuestra investigación, pudimos constatar que en la mayor parte de los casos de los niños diagnosticados con el trastorno, más que negar, los padres aunque conocen y aceptan la problemática, no muestran interés ante la situación de su hijo.
También fue expuesto en capítulos anteriores que el hecho de que los padres no entiendan la problemática puede desencadenar violencia en el hogar, lo que perjudica el buen desarrollo del menor. Esta afirmación pudo ser confirmada en la investigación.
Además pudimos confirmar que los padres exigen un mejor comportamiento y desempeño escolar a los niños y niñas sin darles las estrategias necesarias para que lo puedan lograr. Los menores en la mayoría de los casos son sometidos a un tipo de corrección autoritaria, generando en ellos miedo hacia sus progenitores, lo que a su vez los convierte en niños ansiosos y retraídos, tanto en sus relaciones intrafamiliares, como en el contexto escolar.
Conclusión
La violencia física se considera un síntoma de una perturbación extrema, la cual puede aparecer en contextos de otros problemas graves, como son pobreza, alcoholismo, el estrés que genera el hecho de que uno de sus miembros presente trastorno por déficit de atención.
El mencionado trastorno es un problema real y se debe tener presente que esta afecta cualquiera de las tres esferas en las que el niño o niña se desenvuelve: personal, familiar y escolar.
Es responsabilidad tanto de la familia como de la escuela asegurar todos los derechos fundamentales del niño o niña. Estas entidades tienen en sus manos la obligación de tomar todas las medidas apropiadas para que los menores que presentan el trastorno por déficit de atención puedan obtener la ayuda necesaria.
Sin embargo, al analizar los resultados de esta investigación se llega a la conclusión de que los menores que presentan el trastorno pertenecen en su mayoría a familias monoparentales Sus padres no se interesan por la situación, y no hacen uso de las estrategias necesarias para mejorar la conducta y rendimiento del menor, por el contrario, la forma de corrección tiende a ser autoritaria, generando maltrato físico hacia ellos y provocándoles miedo hacia sus padres.
Además se concluye que aunque los niños y niñas no presenten indicadores físicos de violencia, si presentan otros indicadores que nos indica que están siendo maltratados, manifestando estos una actitud retraída en sus relaciones interpersonales.
Recomendaciones
A partir de los resultados obtenidos en la investigación se hacen las siguientes recomendaciones.
Al Centro Educativo:
El personal docente de las instituciones educativas debe preocuparse por conocer mejor que es el trastorno por déficit de atención y como este se manifiesta, para de esta manera poder darse cuenta cuando un estudiante esta dando señales de padecerlo y así se le pueda dar la asistencia que necesita.
Una ves el estudiante sea diagnosticado, el personal calificado dentro de la institución educativa debe darle el seguimiento correspondiente y otorgarle estrategias tanto a los padres como a los docentes para que puedan manejar con eficacia la situación.
Debe existir una comunicación continua sobre el avance del niño entre los padres y la institución educativa.
En los casos en que los padres aún conociendo el diagnóstico, no se interesen por la situación del niño o niña, y este presente de manera constante indicadores de violencia física, se debe hacer de conocimiento a los padres que pueden ser denunciados a las autoridades competentes por abuso físico y negligencia.
A los Padres:
Deben documentarse sobre el trastorno que presenta su hijo o hija, sus implicaciones y las consecuencias que puede acarrear sino es atendido como es debido, y buscar las herramientas que permitan desarrollar estrategias para manejar la situación.
Bibliografía
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Agradecimientos
A mis padres Gloria de la Rosa y José Rafael Paulino pues siempre permanecen a mi lado y me han dado las herramientas que necesito para poder salir adelante.
A mis hermanos Elaine, Jovanna, Francisco y Cristal, por haberme acompañado en todo este camino.
A mi abuela Beta por estar siempre preocupados e interesados en que no me falte nada.
A mi abuelo Lile, aunque ya no estas entre nosotros sigues siendo mi inspiración para hacer las cosas de manera correcta.
A mi padrino Gabriel, por haberme dado la orientación y corrección necesaria en el momento oportuno.
A mi prima Gellen y mis tías Aida y Evelyn, por estar siempre presente y acompañarme tanto en los momentos buenos como en los malos.
A mis amigos Paola, Donovan, Octavio y Julián, por la tanta ayuda brindada, por ser mis cómplices y por todos los momentos de alegría.
A Miriam Villalona; el tiempo no alcanzará para agradecerle, pues no solo gracias a ella tuve acceso a una educación de calidad, también confió en mi y a sabiendas de mi poca o ninguna experiencia me dio la oportunidad de estar en contacto por primera vez y descubrir lo hermoso de la carrera que elegí.
Ivette Ironelis Paulino
Agradecimientos
Agradezco de manera directa aquellas personas que hicieron posible que hoy llegara hasta este punto de mi vida.
Quiero agradecer a Dios, por permitirme la dicha de llegar a este nivel de mi vida personal y profesional. Gracias papá Dios por ser la fuerza que me empuja a seguir adelante.
A mis padres Consuelo Mercedes y Andrés Calderón, por sus consejos y educación. Papi aunque ya no estés en este mundo, sigues viviendo dentro de mí.
A mis sobrinas Kenia y Miosotis por cuidar de mis dos amores (Patrick y Andrews).
A mi esposo Cesar Aquino, por apoyarme y no dejarme sola en mí proyecto de vida.
Finalmente a mis amigas Cristina e Ivette, por creer en mi y apoyarme.
Ivette pasamos muchas juntas, en cada materia que nos encontramos. Este es nuestro logro.
Maria del Carmen Calderón
Agradecimientos
Agradezco a Dios Todo Poderoso por escuchar mis plegarias y por guiar mis pasos para llegar hasta donde me encuentro hoy.
A mis padres Romelio y Carmen por el interés que han venido mostrando al acompañarme en el logro en el logro de cada una de mis metas.
A mis hermanos Nelson, Gissel, Johanna y Milagros por el apoyo incondicional que me han brindado.
A mis amigas Estela, Tila y Lucecita por haber acogido en sus brazos a mi más preciado regalo de Dios, mi hijo Wilmer, brindándole amor, apoyo y atención en mi ausencia.
Carmen Luisa Valenzuela
Agradecimientos
A Dios por regalarme la vida y la capacidad para ser hoy una profesional.
A mi madre, Marcia Aquino por sus buenos consejos para mantenerme firme día a día.
A mi padre, Aladino García por su apoyo incondicional y por los buenos valores inculcados que me sirvieron para una buena formación.
A mi esposo Rolfi Gabriel Monegro por ser mi apoyo para continuar adelante, tanto en lo económico como en lo emocional.
A mis hermanos Olania, Nidia, Rosa, Nani, Fran y Venecia por sus buenos consejos para que mi propósito se cumpliera.
A mis sobrinos Marlene, Rosmeri, Amanda, Paola, Esthefani, Fernando José, Cherlina y Maricini por ser una fuente de inspiración para que hoy mi sueño se hiciera realidad.
A mi suegra Antonia por apoyarme para que yo pueda continuar con mi meta.
A mi vecina Martha, por las veces que con sus buenos consejos me motivaron para continuar.
Corporina García
Dedicatoria
A mis padres Gloria de la Rosa y José Rafael Paulino, por ser mi guía, mi soporte, y por elegir una vida de sacrificios solo por mi bienestar.
A Ramón Castillo (Ramoncito), porque se ha sacrificado para que pueda llegar hasta aquí. Este logro también es suyo, pues siempre ha estado presente apoyándome y respaldándome en cada paso.
Ivette Ironelis Paulino
Dedicatoria
A mis hijos Patrick y Andrews, porque nunca me reprocharon que les quitara tanto tiempo, este logro es de ustedes
A mis sobrinas políticas Elizabeth y Clara, ustedes también aportaron mucho.
A mi hermano mayor José Vicente Calderón, porque cada vez que te solicité ayuda nunca me la negaste.
Maria del Carmen Calderón
Dedicatoria
A Dios por ser mi guía…
A mi esposo Wilson por estar siempre dispuesto a continuar conmigo respaldándome en todo, apoyándome en cada paso.
A mi hijo Wilmer por ser un maravilloso regalo de Dios.
Carmen Luisa Valenzuela
Dedicatoria
A mi hija Gabriela por ser mi principal razón de llegar hoy a terminar mi propósito, gracias por comprenderme cada día. Por eso hoy mi triunfo es tu triunfo.
Corporina García
Autor:
Maria del Carmen Caldero
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