Descargar

El desarrollismo en la Argentina. Gobierno de Arturo Frondizi. (1958-1962)


  1. Introducción
  2. Inicios del desarrollismo
  3. La coalición UCRI – Peronismo y la llegada de Frondizi a la presidencia
  4. El modelo desarrollista
  5. La puesta en marcha del plan desarrollista
  6. Conclusión
  7. Bibliografía

Introducción

En el presente estudio se propone analizar el denominado período de gobierno desarrollista el cual transcurrió en la Argentina entre los años 1958 y 1962, bajo la presidencia de Arturo Frondizi.

Nos planteamos determinar de que manera llegan las ideas desarrollistas a dirigir el destino de la Nación. Cómo se encontraba la situación política-económica hacia 1958. Qué condicionamientos políticos, económicos, sociales y militares tuvo el presidente para realizar su gestión de gobierno. Cuáles eran las principales ideas del modelo desarrollista, sus estrategias y planes a ejecutar para el logro de su objetivo primordial: la independencia económica del país a través del desarrollo de su industria pesada y, la integración vertical y horizontal de su economía.

A su vez se precisara cómo se implementaron las nociones desarrollistas y qué impactos reportaron en los agentes y en las variables económicas del país. Qué objetivos lograron cumplimentarse y cuáles quedaron pendientes de realización.

Por último se analizaran cuáles fueron los determinantes que llevaron a la caída de un gobierno y de un modelo.

Inicios del desarrollismo

– Encuentro Frondizi- Frigerio. La Revista Qué.

Arturo Frondizi lo expresa con notable exactitud: "fue una calurosa tarde de enero de 1956 y si alguien me pidiera que fijase una fecha de nacimiento del desarrollismo, indudablemente citaría ese día". En ese encuentro llevado a cabo en la casa de Delia Machinandiarena, comenzaron a trabajar en forma compartida en el análisis de los problemas nacionales. Utilizando la revista Que como instrumento para exponer la realidad social y política junto con los inconvenientes que el país debía enfrentar y las propuestas para dar solución a tales cuestiones. En torno a la revista, Rogelio Frigerio en 1946 había reunido hombres venidos de todos los horizontes de la izquierda que criticaban moderadamente la política peronista. El 23 de noviembre de 1955, Frigerio reedita Que. Los primeros números dan mucha importancia a los problemas internos del radicalismo. A su redacción se incorpora individuos de diversas extracciones políticas, Raúl Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche del peronismo, Merchensky y Odena del socialismo y, Montemayor y Camilión del nacionalismo. Qué era un órgano que defendía sistemáticamente el proteccionismo económico y atacaba el dirigismo estatal en el mercado interno, excepto cuando se traducía en inversiones públicas hacia sectores de infraestructura.

La coalición UCRI – Peronismo y la llegada de Frondizi a la presidencia.

La Convención Constituyente y los acercamientos UCRI – Peronismo.

En abril de 1957 el gobierno de facto de Aramburu resolvió convocar a elecciones para conformar el cuerpo de los convencionales constituyentes1. El cuerpo declaró vigente la Constitución de 1853 y las reformas de 1860, 1866 y 1898 con exclusión expresa de las reformas de 1949. Además debido, principalmente, a la intervención de Crisólogo Larralde (UCRP) se incluyó el artículo 14 bis o 14 nuevo que establece una serie de derechos del trabajador y obligaciones del Estado.

La convocatoria dio impulso para que representantes de Frondizi se reunieran con allegados a Perón exiliados en Montevideo, entre ellos estaban Domingo Mercante, Arturo Jauretche, Ricardo Guardo y Arturo Sampay (considerado padre de la Constitución de 1949) pero la reunión fracasó debido a que Perón ordenó a sus seguidores que voten en blanco. Sin embargo estos acercamientos sirvieron de base para futuras negociaciones entre intransigentes y peronistas y, continuaron aquellos que habían sido animados por Ricardo Rojo, Emilio Perina y John William Cooke, entre otros.

Los votos en blanco superaron a los de cualquier partido, el mensaje fue recibido por la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) y Rogelio Frigerio comenzó tratativas clandestinas con el ex-presidente exiliado en Caracas. El 3 de febrero de 1958 se firma un pacto en la ciudad de Trujillo (Santo Domingo), donde Perón se había refugiado luego del derrocamiento en Venezuela de Marcos Pérez Jiménez, en dicho tratado el antiguo mandatario afirma que votar por Frondizi es la mejor forma de lucha y que el candidato estaba comprometido a restablecer las conquistas sociales del justicialismo y permitir la libre expresión política y sindical con el compromiso de reunificar la CGT. Las reuniones dieron sus frutos y en febrero de 1958 circulo por el país una carta de Perón que alentaba a sus partidarios a votar por la UCRI. Así, con el "apoyo" del proscripto partido justicialista, la fórmula Frondizi – Gómez llegó a la presidencia con el 49% (4.050.000 de sufragios), dejando en segundo lugar, con el 29,2% de los votos (2.415.000), al partido del cual se había desprendido, la UCR, denominada en ese momento Unión Cívica Radical de Pueblo (UCRP) liderada por Ricardo Balbín2. El caudal de votos claramente eran los blancos más los que el partido radical intransigente había obtenido en las elecciones de julio del año anterior.

El escenario político

Frondizi llega al poder condicionado, por un lado un por una obligación contraída con Perón que necesariamente debía respetar para viabilizar su gobernación y por el otro flanco por las Fuerzas Armadas artífices de la Revolución Libertadora (1955) que se encargarían de reprimir cualquier intento de acercamiento a tendencias peronistas y/o comunistas. Esta disyuntiva constituyó el dilema fundamental en cual el presidente electo debía desarrollar la gestión de gobierno.

Además se sumaban reclamos de otros sectores como la izquierda que confrontaba al gobierno en el plano educacional en contra de la injerencia clerical y la educación privada. El sector agropecuario, representado por la Sociedad Rural, elevó sus reclamos por el rol secundario asignado en el plan de desarrollo y hasta la Unión Industrial presentó resistencia al hecho de devolver a los sindicatos el pleno ejercicio de sus derechos. La UCRP también se presentó como una dura oposición al gobierno durante toda su gestión.

Existía por su parte un clima favorable para las ideas desarrollistas en el ámbito internacional. Se presenta como elemento impulsor de estas teorías el informe de la CEPAL de 1949, conducido por el argentino Raúl Prebisch, donde la noción de las ventajas comparativas (VC) es cuestionada enfáticamente. La teoría clásica de las VC, postula que los países se especialicen en la producción de aquellos bienes en los que pueda lograr una mayor productividad, determinada en el caso de los países emergentes de América latina por ventajas naturales. De esta manera, los países que no habían alcanzado el desarrollo industrial pasaban a depender casi exclusivamente de los términos de intercambio que venían acarreando un empeoramiento continuo. Por lo tanto, era fundamental presentar alternativas que independicen a los países "subdesarrollados". Teniendo en cuenta el triunfo de las fuerzas revolucionarias en Cuba, a fines de 1958 y la inserción de la Guerra Fría en América Latina era preferible el desarrollo de los pueblos emergentes que un vuelco a ideas comunistas, así es que hasta el predecesor del Banco Mundial, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, publicaba con considerable simpatía los pensamientos de autores como R. Prebisch, H. Singer, W. A. Lewis.3

El escenario económico

En un informe publicado en 1959 por la CEPAL encargado por el gobierno provisional de la revolución libertadora se describe:

"El país carece de recursos exteriores para importar no solo los bienes de capital más indispensables, sino también las materias primas y productos intermedios que con creciente amplitud requiere el desenvolvimiento de su industria. Además, el estado de los transportes es precario y considerable el déficit de energía eléctrica. En el fondo de este proceso de estrangulamiento de la economía argentina hay un fenómeno de insuficiente acumulación de capital. Es notoria en esos servicios básicos y en la industria y el petróleo. La producción no ha crecido como debiera haberlo hecho por no haberse realizado las inversiones necesarias; asimismo, la producción agropecuaria ha declinado por carecer de incentivos y recursos para corregir deficiencias de inversión que se venía arrastrando y agravando desde la gran depresión mundial." 4

La economía argentina luego de la segunda Gran Guerra se caracterizó por una creciente producción industrial orientada al mercado interno a través del impulso del modelo de sustitución de importaciones implementado por el peronismo. Sin embargo, el modelo acarrea serias limitaciones de tipo externo que se derivan del escaso aporte de divisas de la industria manufacturera y su creciente demanda de moneda extranjera para la adquisición de insumos. El proceso de estrangulamiento debido a limitaciones de tipo externo impone un funcionamiento de tipo stop-go (pare-siga) se relaciona de manera directa con el ciclo económico: en periodos de austeridad se produce un ahorro forzado de divisas debido al bajo nivel de actividad y restricción económica, cuando se revierte el ciclo, mejora el nivel de utilización de factores y comienzan a destrabarse los mecanismos de demanda de divisas, vía importaciones, se genera un proceso de estrangulamiento que no permite alcanzar los niveles de pleno empleo. Se presenta así, un escenario en que es incompatible la posibilidad de un crecimiento sostenido con niveles de pleno empleo.5

La existencia de esta limitación de tipo externo, y la insuficiente tasa de ahorro de nuestra economía es lo que llevo a la clase dirigente a conducir el rumbo hacia un acercamiento al capital extranjero.

Además desde principios de década la economía estaba sumida en una considerable recesión con breves períodos de crecimiento. Si bien el sector industrial funcionaba al tope de su capacidad, dependía de una fuerte protección y demandaba incipientes insumos importados, que habitualmente se financiaban con deuda externa. Junto con ello, la situación agropecuaria estaba estancada y los términos de intercambio se presentaban desfavorables para la Argentina6. La balanza comercial había sido deficitaria en siete de los diez años del período 1949-1958 solo era respetable el saldo positivo de 1953. Se suman otros indicadores poco saludables, por ejemplo, la circulación monetaria había crecido diez veces (de 7 mil a 70 mil millones de pesos) con la consecuente inflación por razones eminentemente monetarias.7 La deuda externa era cercana a los 1.400 millones de dólares, mientras que las reservas de oro y divisas apenas rondaban los 300 millones. A su vez, se preveía para el año 1958 un déficit comercial de casi millones 360 millones y el presupuesto nacional se estimaba deficitario en casi 50%.8 Entre 1948 y 1958 la producción por habitante había descendido un 6%; el área sembrada no aumento significativamente, el 80% de la energía dependía del petróleo el cual se importaba a un costo de 350 millones de dólares anuales y representaban alrededor del 25% de las importaciones totales el otro 50% correspondía a productos siderúrgicos e insumos manufacturados. 9

En síntesis los problemas económicos a atender eran urgentes y junto con la situación política presentaban fuertes condicionamientos al nuevo gobierno.

El modelo desarrollista

Un modelo integrador, un modelo "a caballo".

En sus comienzos se observaba cierta incertidumbre sobre cuál iba a ser el plan del gobierno a llevar a cabo, sólo en la Revista Que aparecían los fundamentos del desarrollismo tales como la necesidad de capital extranjero para el fomento de la industria pesada, o la necesidad de integración política con el peronismo a través de un movimiento nacional. Alain Rouquié es bastante crítico en este sentido y señala: "Anticapitalista y antiimperialista aún en 1956, Frondizi se convirtió a la libre empresa; librepensador, declaró su fe católica y apoyó la enseñanza libre. Antiperonista no hacía mucho, resultó electo por los votos peronistas. Electores y opositores desconfiaron desde el primer día del nuevo presidente. La fama de maquiavelismo y duplicidad de Frondizi, cuyas sucesivas sinceridades resultaban sospechosas, comenzó antes de que asumiera sus funciones".10

Otro autor que detalla las inconsistencias del modelo es Ricardo Ferrucci 11 y enuncia: "el modelo desarrollista (MD) se plantea como principal objetivo la eliminación de la dependencia económica y política, sin embargo propugna medidas como la orientación y repatriación irrestricta de capitales externos que amplían la dependencia del país con el resto del mundo. También plantea la deseabilidad de la distribución progresiva del ingreso, pero utiliza instrumentos como la liberación de precios y el control de salarios, la reducción del gasto público y el apoyo a la eficiencia y el gasto tecnológico que genera una alta regresividad en la distribución del ingreso. A su vez, el MD propone una concepción estructuralista de la inflación12 pero utiliza instrumentos restrictivos desde el punto de vista monetario y crediticio aplicando uno de los más severos 'planes de estabilización'. Por este motivo el modelo resulta en un conjunto de propuestas contradictorias entre objetivos (estructuralistas) e instrumentos (monetaristas)"

Para el MD, el capital extranjero era el elemento que permitiría la dinamización de la economía debiendo ser tarea del estado la captación de dicho capital y su orientación a los sectores claves como la industria metalúrgica, petrolera, petroquímica, de energía eléctrica, celulosa, de maquinaria y tecnología agraria. Si el país presentaba, como se podía verificar, insuficiencias en tasas de ahorro e inversión ya no serían antinómicos los conceptos de capital foráneo y nacionalismo económico. Para superar las etapas de subdesarrollo económico el MD presentaba un programa de tareas a llevar a cabo: incrementar la tasa de ahorro interno; estimular la entrada de capital extranjero y darle orientación hacia los sectores prioritarios; ampliar la sustitución de importaciones y la diversificación de exportaciones. En cuanto a los objetivos primarios del MD se destacan el petróleo, el acero y la capacidad exportadora, en ese orden de relevancia.

Por otro parte, era primordial en el proceso lograr los objetivos de integración y paz social constituyendo una alianza de clases entre la clase trabajadora, esencialmente peronista, y la burguesía industrial. Se promueve el reconocimiento de los derechos patronales y obreros, donde el concepto de las ganancias legítimas del capital y el bienestar de la clase trabajadora no son incompatibles

Sobre estos lineamientos básicos se presentaba la visión desarrollista para el logro superador: la integración y el desarrollo, entendido como el quiebre de la relación de dependencia de una economía estancada y sustituirla por la independencia de una economía en expansión. Contradictorio, entre objetivos e instrumentos, algunos autores lo calificaron como un modelo "a caballo", entre la visión estructuralista y el enfoque liberal.

La estrategia económica del MD

En sintonía con la visión económica de la época, básicamente de corte estructuralista, decir desarrollo económico era casi sinónimo de industrialización.

Frondizi, junto con su colaborador de mayor influencia R. Frigerio, habían avanzado en una crítica al enfoque de la industria sustitutiva de importaciones (ISI) encarado por Perón argumentando una fuerte dependencia de los recursos provenientes de las exportaciones agropecuarias y sostenido con un permanente estímulo de la demanda interna y el gasto público. Tales políticas solo alcanzaron a promover el desarrollo de la industria liviana que se sustentaba en la capacidad (creciente incapacidad) de importar del país que lo situaba cíclicamente en un "cuello de botella".

Sin embargo, lejos de abandonar el modelo ISI era necesario ampliar el ámbito de la sustitución de importaciones al sector de la industria de base, es decir a lograr una expansión vertical que integrara los procesos productivos de insumos y bienes de capital a las ramas livianas ya desarrolladas. Para ello, el capital extranjero desempeñaría un rol protagónico en la financiación y la dotación de tecnologías de punta. El Estado debía ser el órgano que orientara la IE (inversión extranjera) y proyectara la realización de obras de infraestructura y comunicaciones.

El objetivo prioritario de incrementar la producción de petróleo y gas natural tendría un doble efecto, por un lado, reduciría las ataduras de las importaciones de esos recursos y por otro lado estimularía la industria petroquímica.

La agricultura no figuraba dentro de la lista de prioridades puesto que según la estrategia, la producción agrícola se beneficiaría de los avances técnicos y la mecanización de sus actividades previo desarrollo de la industria siderúrgica.

Con respecto a la política económica regional, se concebía la noción de un proceso inward-oriented (orientada hacia el interior). Sobre esta marcha la integración no precede al desarrollo sino que es el punto culminante del mismo.

Según las palabras de Frigerio "la doctrina regionalista auspiciada por los Estados Unidos favorecería la 'división regional del trabajo' y posibilitaría la concentración y los monopolios. De este modo EE. UU. armonizaría las necesidades de expansión de la zona con la expansión de ciertos grupos financieros-industriales yanquis". 13 Va de suyo que la integración latinoamericana era considerada un objetivo subordinado al fin del desarrollo nacional.

La puesta en marcha del plan desarrollista.

La etapa de políticas populistas

En un primer momento el MD debió adaptarse para hacer frente a las necesidades más urgentes, no de carácter económico sino político. Muchos de estos condicionantes se derivaban del compromiso contraído con Perón y sus militantes. Llevaron a revocar los decretos anti CGT dictados por el anterior gobierno de facto y se sanciona una ley14 que establece un modelo sindical de libertad absoluta y de creación de sindicatos por simple inscripción y atribución de la personería gremial con reconocimiento al mayor gremio de cada rama de actividad. Siguiendo la tónica redistribucionista, se decreta un aumento del 60% en los salarios (congelados desde febrero de 1956) que se financiaría con emisión monetaria, se extendieron los controles de precios y se disminuyó en un 20% el costo del transporte ferroviario. Como resultado de las políticas expansivas se reanimaron las crisis inflacionarias, entre mayo y diciembre de 1958 los precios minoristas crecieron a un promedio de 68% anual 15, y se agravaron las dificultades en el balance de pagos. Para contrarrestar este efecto se fortalecieron las prohibiciones a la importación, limitando la entrada de bienes sólo a aquellos prioritarios según el programa desarrollista. Además se disparó el tipo de cambio pasando de 42 a 70,5 pesos16.

El objetivo de apaciguar los ánimos irritados del pueblo se volvió contradictorio y las políticas sociales solo empeoraron la situación económica del país. Se estaba preparado el terreno para el "plan de estabilización".

La batalla del petróleo

"Será un batalla frontal y por tanto difícil y de enorme desgaste. Emplearemos todos los recursos disponibles. Si el país contara con medios financieros, no titubearíamos en aplicarlos a nuestro petróleo. […] Sin embargo, no disponemos ni de un gramo de oro en el Banco Central para YPF. […] No caben dilaciones, estamos resueltos a extraer la mayor cantidad de petróleo en el menor lapso posible"17.

Así se expresaba Frondizi en su discurso del 24 de julio de 1958 y daba inicio a la llamada "batalla del petróleo". Unos años antes, en 1954, el presidente había publicado su obra Petróleo y política donde defendía enérgicamente la nacionalización de las industrias claves, entre ellas la industria petrolera y su rol preponderante en el desarrollo de la nación. Férreo opositor a la decisión de Perón de otorgar concesiones a la Compañía Standard Oil of California, al llegar al gobierno tuvo que modificar la forma en que el objetivo de fondo del autoabastecimiento petrolero se llevaría a cabo.

La lucha se realizó en varios frentes. Se consiguieron descuentos en el precio de las importaciones de barriles de crudo, pasando de 3,31 dólares a 2,38 dólares por barril. Se reestructuró YPF, despojándola de "hipertrofias burocráticas" y acentuando aspectos ejecutivos y operativos. Se brindó apoyo a YPF para pronta construcción y finalización del oleoducto del Norte y de Mendoza. Se firmaron un larga lista de acuerdos con empresas extranjeras18 que redundarían en una inversión cercana a los 1.000 millones de dólares.

El resultado fue exitoso, se consiguió el autoabastecimiento en tan sólo 30 meses, pasando de 5,6 millones de metros cúbicos a producir 16 millones.19

– La etapa de políticas de estabilización

El 29 de diciembre del '58 fue anunciado por cadena nacional el "Programa de estabilización para afirmar el plan de expansión de la economía argentina". Para aquel entonces el país se encontraba al borde de la cesación de pagos, la deuda externa era diez veces mayor que las reservas de divisas, tan solo el 50% del gasto público nacional era financiado con la recaudación tributaria mientras que la otra mitad se solventaba mediante nuevas deudas y emisión monetaria.

Era necesario, pues, virar el rumbo hacia la moderación de las políticas fiscales y monetarias y, liberar las políticas cambiarias y de sector externo. Se dispuso la unificación del tipo de cambio y se dejó liberado al juego de la oferta y la demanda, como contrapartida al beneficio que tuvieron los productores agropecuarios se impusieron retenciones entre el 10% y el 20%. Se anularon los permisos y las cuotas de importación y en contraposición se establecieron recargos que iban de 0% (para los bienes considerados esenciales) al 300% para artículos de lujo. Además para recortar el gasto público se eliminaron los subsidios indirectos al transporte, se incrementaron los precios de los servicios estatales y se redujeron las erogaciones de la administración pública. En cuanto a la política monetaria, se aumentaron los encajes y se estableció un 2% como tope para la tasa de expansión monetaria sin respaldo de divisas.

Este paquete de medidas coincidía con lo exigido por el FMI. El entonces Ministro de Economía, Emilio Donato del Carril presentó con éxito, en Washington, las políticas de estabilización y obtuvo el otorgamiento de un crédito stand-by20 por 75 millones de dólares que se repartiría en dos cuotas, la primera sería depositada en 1959 por un monto de 47,5 millones de dólares; y el saldo (27,5 millones) el año siguiente. Además se acordó junto con otros prestamistas (el Tesoro de los EE.UU., el Eximbank y otras instituciones privadas) diversos préstamos que totalizaron la suma de 329 millones de dólares. Paralelamente, los países acreedores de la Argentina se unen en el Club de París.

La estabilización de la economía se consideraba un requisito previo para la atracción de la IE que permitiría estimular y modernizar el aparato productivo. Sobre esta dirección se sanciona hacia fines de 1958, la Ley 14.780 de Inversiones Extranjeras21. Entre sus normas se destacan la igualdad de derechos con el capital nacional y la posibilidad de repatriación de la inversión, sólo con el cumplimiento de la tasa de inversión fijada con el gobierno. Dicha legislación permitió el arribo de capitales, principalmente norteamericanos, seguidos de lejos por Suiza, Alemania, Inglaterra, Holanda e Italia. Como resultado la inversión bruta para 1961 fue superior en un 47% al nivel de 1958 y sobrepasó los 500 millones de dólares en ese período.22 Fue acompañada por la Ley 14.781 de Promoción Industrial para proteger a la industria nacional de la competencia extranjera.

El resultado macroeconómico de corto plazo no fue estimulante. Para 1959 el producto bruto interno cayó 6,5% interanual, la generación de empleo se estancó y se ampliaron las brechas entre los sectores de mayores y menores ingresos23. Se disparó la inflación minorista llegando a un pico histórico del 129,5%24. La devaluación, que había llevado al tipo de cambio a rondar los 100 pesos por dólar, incitó a los particulares a deshacerse rápidamente de pesos acentuando el aumento de precios. El salario real se derrumbó casi un 20% comparado con 1957.

Con esta realidad se agitaron los ánimos sociales y el gobierno sufrió reclamos gremiales y un sinfín de huelgas. Se puso en ejecución el plan CONINTES (CONcomoción INTerna del EStado) y se declaró zona militar a La Plata y se intervinieron varios gremios. También hubo levantamientos de las Fuerzas Armadas, en junio y septiembre25 que mostraron su malestar. Para calmar los ánimos se presentaron cambios en el gabinete presidencial, el 22 de junio se designa Ministro de Economía y de Trabajo a Álvaro Alsogaray.

El nuevo encargado de la Cartera de Economía, agradable a los ojos militares, continuó los lineamientos restrictivos y la política de austeridad. Apeló a la paciencia de los distintos sectores e hizo célebre su frase: "hay que pasar el invierno". Se puso énfasis en la reducción del déficit presupuestario, se disminuyó el aparato estatal, se cancelaron los aumentos salariales. Estas políticas posibilitaron la autorización de nuevos préstamos stand-by por 100 millones de dólares por parte del FMI. En el ámbito del sector externo se redujeron los aranceles a las importaciones. El tipo de cambio se estabilizó en los 83 dólares colaborando en la disminución del nivel general de precios.

En los años 1960 y 1961 la perfomance económica presentó un rebote positivo, creció un 8% en promedio. La producción industrial lo hizo en un 6% impulsada en primer lugar por la industria automotriz (instalada fundamentalmente en Córdoba) que triplicó su producción en sólo tres años. La red vial esperaba agregar 10.000 km de caminos y determinó un incremento del 32% en la capacidad instalada de la industria cementera. Se inaugura la "Planta siderúrgica Gral. Savio" en San Nicolás, SOMISA (Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina) era un proyecto aprobado en la etapa peronista que recién en estos años pudo ver la luz y permitió triplicar la producción. Y el mencionado logro del autoabastecimiento petrolero. La inversión extranjera había sido el elemento dinamizador y respaldaba la política oficial del MD, la IED en 1960 se estimaba alrededor de los 322 millones de dólares.

Puede mencionarse como punto negativo, la absorción ocupacional. Si bien las ramas más dinámicas de la industria manufacturera crecían, su característica de capital- intensiva limitaba la creación de empleo. Tal es así que en el bienio 1960-1961 la industria expulsó 150.000 trabajadores en comparación con 195926.

Era factible la ilusión de un nuevo rumbo al cual el país podía dirigirse, el desarrollo de una economía integrada. Sin embargo, como había ocurrido anteriormente, cada vez que la economía comenzaba a expandirse, crecía la demanda de insumos importados y el peligro de una crisis en la balanza de pagos. La dependencia de las exportaciones agrícolas, por ende de los términos de intercambio, y la inclinación no-exportadora de los bienes industriales argentinos completaba el complicado panorama.

– El final de un programa.

Los indicadores macro del año 1961 volvieron a preocupar, la deuda externa se había triplicado, el balance de pagos se presentaba deficitario, las reservas se desmoronaban y los problemas inflacionarios comenzaron a renacer. El presidente decidió probar con una vieja receta, traer nuevos aires al Ministerio de Economía y en abril del '61 reemplaza a Alsogaray, con quien había tenido serias diferencias, y nombra a Roberto Alemann. El ministro entrante prosiguió con la política ejecutada hasta el momento, austeridad presupuestaria, liberación del mercado, negociación de préstamos en el exterior. En cuanto a los créditos internacionales el margen de acción fue más acotado, por lo que se llevo a cabo la privatización de las empresas públicas agrupadas en la Dirección Nacional de las Industrias del Estado (DINIE) para hacerse de nuevos recursos.

Mientras tanto, las relaciones con las fuerzas castrenses se enconaron por varios motivos. Había "levantado el avispero" el triunfo de Alfredo Palacios como Senador por la Capital Federal. A su vez, se hizo entrega de la CGT a la comisión provisional de "los 20" encabezada por los peronistas Andrés Framini y Augusto Vandor. Y como corolario del panorama, en septiembre Frondizi viaja a Cuba para entrevistarse con el ministro de Industrias, Ernesto "Che" Guevara.

A nivel político nacional, las elecciones por la gobernación de San Luis, Catamarca y Santa Fe (Silvestre Begnis) daban sendos triunfos al partido UCRI, otorgándole un mejor margen de maniobrabilidad al mandatario.

El ministro Alemann sugirió la posibilidad de una nueva devaluación, a la cual el presidente se negó argumentando que era uno de los anclajes de la política de estabilización y de contención contra inflación. Para aquel entonces se había librado la llamada "batalla del transporte" que tenía por objetivo la reestructuración del sistema ferroviario con eliminación de ramales deficitarios y la cesantía de empleados. El resultado fue 45 días de huelga y el despido de 54.000 trabajadores que iban a ser fuertemente indemnizados con dinero proveniente de emisión monetaria del Banco Central. Por este motivo, entre otros, el ministro Alemann renuncia en enero de 1962 y asume en su reemplazo Carlos Coll Benegas.

Hacia comienzos de ese año, los problemas inflacionarios resurgieron intensamente, la demanda agregada se debilitaba y el Banco Central advertía sobre la posibilidad de un colapso en sus reservas.27

La salud económica era endeble, Frondizi insistía con medidas drásticas para salvar la economía y con ello la política. El mandatario apostó, en lo que sería su última vez, al voto popular y habilitó al peronismo a participar políticamente terminando con largos años de proscripción. La victoria del candidato peronista Andrés Framini para la gobernación de Buenos Aires28, el 18 de marzo de 1962, resultó ser el golpe de knockout para sus aspiraciones de fortalecer la situación política. El triunfo peronista disparó las alarmas de las Fuerzas Armadas. Frondizi fue depuesto, por un nuevo golpe militar el 29 de marzo de 1962.

Conclusión

El presidente Frondizi ejerció su mandato entre el 1ero de Mayo de 1958 y el 29 de Marzo de 1962 momento es que es interrumpido por el golpe militar.

Junto con su Secretario de Estado, amigo y consejero, Rogelio Frigerio, idearon una estrategia que perseguía la industrialización del país. En este sentido, se observan las influencias del pensamiento cepaliano que patrocinaba el reemplazo de la antigua división del trabajo y el modelo de ventajas comparativas, por un vuelco al desarrollo de las industrias de base. La empresa no sería sencilla.

Las industrias claves que deberían impulsarse eran la petrolera, petroquímica, siderúrgica, automotriz, celulosa, maquinarias y tecnologías agrícolas. Ocuparía un lugar secundario el sector agropecuario.

A causa de la baja tasa de ahorro nacional, el big-push (gran impulso) iba a estar dado por la inversión extranjera. El gobierno era el encargado de la captación y orientación del capital con destino a los sectores preferenciales. Para hacer más atractivo al país para los inversores extranjeros se crearon leyes de inversión liberales. El resultado en esta materia fue positivo, muchos de los objetivos a cumplir se lograron gracias al impulso del capital externo. Así fue como se consiguió el abastecimiento petrolero en un lapso más corto del esperado (30 meses), o por fin se puso en marcha SOMISA, o se multiplicó la producción automotriz.

Sin embargo, el modelo tropezó con un problema que aquejaba al país desde hacía décadas: el proceso de estrangulamiento del sector externo. Por sus ataduras a la exportación de bienes primarios y la importación de insumos manufactureros y, la poca capacidad generadora de divisas de los bienes industriales, el país desembocaba en un "cuello de botella" que le obstruía la posibilidad de continuar con un crecimiento sostenido. De esta situación tampoco escapó el desarrollismo. Con ellos, se ligaban problemas inflacionarios, de nivel de producción y demanda, de creación de empleo.

Además durante todo su gobierno Arturo Frondizi se encontró custodiado celosamente por las fuerzas castrenses y por la mirada atenta de Perón y los sindicatos de trabajadores como principales guardianes de la política. En su primer año de gobierno implementa políticas fiscales y monetarias expansivas y se mostró accesible a las demandas gremiales. Posteriormente cambia el rumbo con un severo plan de estabilización, con ministros de Economía de escuelas liberales, accediendo a las condiciones de los organismos de financiamiento internacionales. Por estas ambivalencias era fuertemente criticado desde distintos sectores. Perseguía objetivos estructuralistas pero aplicaba instrumentos liberales y monetaristas.

En total fueron 1428 días en los que, con aciertos y errores, se intento llevar a cabo un novedoso programa de desarrollo nacional que no pudo o no supo lograr gran parte de sus objetivos. Pero que de no haber actuado bajo tantos condicionamientos y finalmente derrocado, tal vez hubiera aproximado al país a un nivel superior de desarrollo.

Bibliografía

ASENSIO, Miguel Ángel. "La economía argentina como incógnita". Editorial Universitaria de Buenos Aires. Bs. As. 1988

FERRER, Aldo. "La economía argentina". Fondo de Cultura Económica. Decimocuarta edición. Buenos Aires. 1979.

FERRUCCI, Ricardo. "Política económica argentina contemporánea". Ediciones Macchi, Buenos Aires, 1991.

FRIGERIO, Rogelio y otros. "Desarrollo y desarrollismo". Editorial Galerna. Buenos Aires. 1969

GERCHUNOFF, Pablo; LACH, Lucas. "El ciclo de la ilusión y el desencanto". Segunda Edición. Emecé. Buenos Aires, 2010.

LUNA, Félix. "Los gobiernos radicales". Colección Momentos claves de la historia. La Nación. 2003

LUNA, Félix (Prólogo). "El pensamiento del desarrollismo" Editorial El Ateneo. Buenos Aires. 2010.

MUCHNIK, Daniel. "Breve Historia de la economía argentina". Editorial El Ateneo. Buenos Aires. 2010.

NOSIGLIA, Julio. "El desarrollismo". Centro Editor de América Latina. 1983

ROUQUIÉ, Alain. "Poder militar y sociedad política en la Argentina II: 1943-1973". Emecé, Buenos Aires, 1982.

NOTAS:

1 El 12 de abril de 1957 se anunció el decreto 3.838 por el cual se convocaba a elecciones de convencionales constituyentes bajo el sistema proporcional para el DIA 28 de julio. El gobierno dictatorial había vetado las reformas constitucionales de 1949 que incluía, entre otros, el Art. 40.- La organización de la riqueza y su explotación tienen por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia social. El Estado, mediante una ley, podrá intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad, en salvaguardia de los intereses generales y dentro de los límites fijados por los derechos fundamentales asegurados en esta Constitución. Salvo la importación y exportación, que estarán a cargo del Estado de acuerdo con las limitaciones y el régimen que se determine por ley, toda actividad económica se organizará conforme a la libre iniciativa privada, siempre que no tenga por fin ostensible o encubierto dominar los mercados nacionales, eliminar la competencia o aumentan usurariamente los beneficios; o el Art. 37 que hace referencia a los derechos especiales del trabajador (derecho a trabajar, retribución justa, a la seguridad social o la defensa de los intereses profesionales).

2 Cf. LUNA, Félix. "Los gobiernos radicales". Colección Momentos claves de la historia. La Nación. 2003

3 Se pueden mencionar como ejemplo, la publicación de SINGER, Hans: "Tendencias recientes del pensamiento económico sobre los países subdesarrollados".

4 Informe CEPAL. 1959.

5 ASENSIO, Miguel Ángel. "La economía argentina como incógnita". Editorial Universitaria de Buenos Aires. Bs. As. 1988. p. 244.

6 Según A. FERRER el lento crecimiento de la demanda de alimentos y el fuerte aumento de la productividad en las actividades primarias lleva a un deterioro progresivo de los términos de intercambio. Ver FERRER, Aldo. "La economía argentina". Fondo de Cultura Económica. Decimocuarta edición. Buenos Aires. 1979.

7 Para ampliar este concepto ver ASENSIO, Miguel Ángel. op. Cit

8 Cf. GERCHUNOFF, Pablo; LACH, Lucas. "El ciclo de la ilusión y el desencanto". Segunda Edición. Emecé. Buenos Aires, 2010.

9 Cf. LUNA, Félix. Op. Cit

10 ROUQUIÉ, Alain. "Poder militar y sociedad política en la Argentina II: 1943-1973". Emecé, Buenos Aires, 1982.

11 FERRUCCI, Ricardo. "Política económica argentina contemporánea". Ediciones Macchi, Buenos Aires, 1991.

12 Esta visión, concebida en la CEPAL, considera que los procesos inflacionarios se originan en el ámbito de la economía real, debido principalmente a rigideces en el sector externo y agropecuario característico de las economías latinoamericanas

13 FRIGERIO, Rogelio y otros. "Desarrollo y desarrollismo". Editorial Galerna. Buenos Aires. 1969

14Ley 14.455. Asociaciones profesionales de trabajadores. Publicada el 24 de septiembre de 1958.

15Cf. GERCHUNOFF, P. op. Cit.

16Ibidem

17Discurso del Presidente A. Frondizi sobre la explotación del petróleo. 24 de julio de 1958. "El pensamiento del desarrollismo". Editorial El Ateneo. Buenos Aires. 2010

18Petrofina S.A. de origen belga. Panamerican International Oil Company; Lane-Wells; Coronada Petroleum Corporation de procedencia norteamericana. Junto con propuestas similares de países como Alemania, Suiza y la Unión Sovietica.

19NOSIGLIA, Julio. "El desarrollismo". Centro Editor de América Latina. 1983

20 El tipo de préstamo stand by es una línea de crédito provisional en la que el banco se compromete a que el beneficiario pueda disponer de fondos cuando lo desee, siempre que cumpla una serie de requisitos y dentro del límite establecido. Se lo denomina también como crédito soporte.

21 Hasta 1948 las IE eran reguladas por el Banco Central. Con la Ley 14.222 (1953) se crea un marco legal para la radicación de capitales externos pero con ciertas restricciones en la repatriación del capital. Con la Ley 14.780 se libera la transferencia de dividendos y regalías atrayendo un mayor nivel de inversiones.

22Cf. GERCHUNOFF, P. op. Cit.

23 Para ver con mayor detalle el tópico de la distribución del ingreso se puede consultar ASENSIO, M. op. Cit

24 Cf. GERCHUNOFF, P. op. Cit.

25 A lo largo de la presidencia de Frondizi fueron alrededor de treinta levantamientos militares. Hasta el Vicepresidente, Alejandro Gómez, fue vinculado a uno de ellos y tuvo que presentar su renuncia en noviembre de 1958. Fue reemplazado por el Vicepresidente del Senado José María Guido.

26Cf. GERCHUNOFF, P. op. Cit.

27 En enero de 1962 el Banco Central vendió 40 millones de dólares para sostener el valor de la divisa. Ver MUCHNIK, Daniel. "Breve Historia de la economía argentina". Editorial El Ateneo. Buenos Aires. 2010.

28 Además hubo triunfos peronistas en Neuquén, Sgo. del Estero, Misiones, Chaco, Río Negro, Salta, Tucumán y Jujuy.

 

 

Autor:

Gerardo Daniel Routier

CATEDRA: HISTORIA ECONÓMICA ARGENTINA

DOCENTE: ASENSIO, MIGUEL ANGEL

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTA FE

DICIEMBRE 2012