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Embarazo en adolescentes del Municipio Camatagua, 2007 (página 2)


Partes: 1, 2, 3

A nadie asombra el hecho de llegar a un consultorio popular y encontrar allí a una o varias adolescentes en estado de gravidez. Es algo normal observar a varias adolescentes en éstas consultas para el seguimiento de su embarazo, ó madres con edades comprendidas entre los 11 y 19 años, con sus hijos recién nacidos para la consulta de puericultura.(2)Se hace necesario entonces que, tanto hembras como varones, estén bien informados sobre los riesgos del embarazo en estas edades. Se aboga por la educación dirigida a la pareja, enseñando valores que refuercen el amor, el respeto en las relaciones de pareja y la práctica del sexo protegido. (2)

Los padres son los máximos responsables del accionar de los jóvenes. No es suficiente decirles que no tengan relaciones íntimas, tenemos que convencerlos de que estas no son necesarias en edades tempranas y que pueden traer serias complicaciones a su vida (5). En este período de la adolescencia, si es posible, antes de que comiencen sus relaciones sexuales, debemos hacerlos reflexionar sobre el tema de la sexualidad e insistir en el uso del preservativo como el método anticonceptivo más apropiado. Hacerles ver que el sexo no protegido, es un riesgo grande, entre otras cosas, porque existe la posibilidad de un embarazo no deseado, además, el uso del preservativo también evita las infecciones de transmisión sexual tales como SIDA, Sifilis, blenorragia, herpes simple, y muchas otras (5).).La mayoría de las adolescentes se embarazan por no tener conocimiento del riesgo al que se exponen, otras lo niegan. Ante ésta manera irresponsable de actuar, muchas madres alertan a las adolescentes, y buscan la solución sin contar con el varón. Pero a éstos ¿quién les aconseja cordura, responsabilidad, respeto por su novia con la que mantiene relaciones sexuales, aunque sea de manera ocasional? Lamentablemente, algunas familias incitan al varón a mostrar su hombría a través de la práctica sexual y les enseñan que son solo las féminas quienes deben cuidarse por ser las que se embarazan. (5)

Las adolescentes son las que más pierden en éstas circunstancias. Por eso los padres tienen la obligación de orientarlas, y hacerlas comprender que el embarazo en ésta etapa siempre constituye un riesgo para su salud y la de su futuro hijo.Es importante que las adolescentes interioricen que la gestación en esta etapa es muy peligrosa, que interrumpe su vida y sus sueños futuros, al tener que asumir una responsabilidad que todavía no les corresponde, mientras el resto de sus compañeros siguen el curso normal de las actividades propias de su edad (6). Se aboga porque las adolescentes conozcan que cuando quedan embarazadas se arriesgan, ya que su organismo no tiene el desarrollo necesario para enfrentar el proceso de gestación, y que además les falta instrucción y madurez para asumir el embarazo y criar a sus hijos además de violentar sus proyectos de vida y sus estudios (6).Se sabe que en la etapa de la adolescencia, por los cambios que ocurren, se hace más compleja la comunicación entre ellos y los padres, éstos últimos deben actuar con mucha inteligencia, pues éste es el momento en que más sus hijos los necesitan. Es imprescindible que se establezcan buenas relaciones interpersonales y de confianza con los jóvenes. Hacerles saber que pueden tener una conversación franca, libre y sin imposiciones, éste puede ser un medio eficaz para orientarlos (7).Los riesgos de quedar embarazada para una adolescente comienzan desde que tiene su primera menstruación.

Los estudios reportan que las madres adolescentes que habían iniciado la actividad sexual muy precozmente, habían tenido relaciones con hombres mucho mayores que ellas y se involucraban en un sexo más frecuente y promiscuo. Existe abuso sexual: Antes de los 15, la mayoría reporta que su experiencia sexual fue involuntaria y fue provocada por varones varios años mayores que ellas (9).

Cerca de un 70% de mujeres que tuvieron un embarazo en la adolescencia, fueron molestadas sexualmente en su niñez o pubertad, existe violencia en la relación de pareja Los estudios indican que las adolescentes generalmente se encuentran en una relación de pareja abusiva en el momento de la concepción y que la noticia de su embarazo incrementa los comportamientos violentos de parte de su pareja. Los factores socioeconómicos son desfavorables: están la soledad y la tristeza de una adolescente que se siente abandonada y no querida (ocurre con el traslado de las jóvenes a las ciudades en busca de trabajo y aún con motivo de estudios superiores),o la adolescente que piensa que no responde al modelo de mujer que los hombres buscan y aman. Si inician una relación, es probable que la tomen como la única y definitiva oportunidad de su vida. Entonces se hunden sin límites ni condiciones en el deseo del otro, sin tomar en cuenta los riesgos y sin evitarlos. (10)

Los problemas domésticos conducen con frecuencia al embarazo. Si una adolescente

creció en un ambiente lleno de tensión, de violencia, de inseguridades de todo orden, su vida afectiva en la adolescencia podrá ser errática, van de relación en relación, en la búsqueda de una estabilidad que no se encuentra. Los varones educados en hogares en los que se golpeaba a la madre o que fueron golpeados ellos mismos, tendrían muchas más probabilidades de embarazar a su pareja que los varones que no habían tenido esta experiencia. (9)

Se ha demostrado que las adolescentes cuyos padres habían abandonado el hogar

cuando ellas eran niñas, tenían más probabilidades de iniciarse precozmente en la vida sexual y de quedar embarazadas. (10)

La carencia de expectativas en cuanto a un proyecto de vida de educación se ha marcado también como un factor de riesgo. Una adolescente es más fácil que se embarace en la adolescencia si su madre y su hermana también lo fueron.

Insistimos en que otro factor de riesgo muy marcado es la falta de comunicación entre los padres y la adolescente. Cuando en la familia hay una severa censura hacia las relaciones sexuales entre adolescentes, muchas veces las jóvenes las tienen por rebeldía y no implementan medidas anticonceptivas. (11)

La pobreza explica numerosos embarazos. La mujer tiende a conformar pareja definitiva entre los 15 y los 17 años como un intento de mejorar las condiciones de pobreza en las que vive; ella sueña que casándose, todo será mejor.

Pero, a causa de la crisis económica, numerosas jóvenes son abandonadas por su pareja inicial y se ven obligadas a estructurar otra relación que siempre exige más hijos y que, con frecuencia, no termina por ser la última sino, por el contrario, el inicio de una cadena de relaciones, muchas de las cuales suponen nuevos embarazos y partos, destinados a deteriorar aún más la condición de la mujer y la de sus hijos. En este proceso, una mujer de 20 años puede tener cuatro o más hijos. (11)

En la actualidad aproximadamente dos millones de mujeres adolescentes y niños son sometidos a la servidumbre sexual en el mundo, la mitad de los cuales se calcula son traficados por la fuerza, el engaño o la coerción económica.(11) Además, las fuentes sugieren que entre 100 000 y 200 000 adolescentes y niños, algunos de apenas seis años de edad, son traficados anualmente a través de las fronteras, con fines de explotación sexual.En este período de la vida la sexualidad es de las mayores preocupaciones, tanto para ellos como para su familia y la sociedad de la cual forman parte, ya que el inicio de la actividad sexual, sin la debida orientación y sin conocimientos de sus implicaciones, puede exponerlos a una serie de riesgos para su salud y su futuro.(11)

Los objetivos de los programas y servicios de anticoncepción y sexualidad dirigidos a adolescentes, se basan no sólo en la prevención de embarazos no deseados o infecciones de transmisión sexual, sino también en la prevención de riesgos, de trastornos emocionales, originados por la dificultad de adaptación a los cambios físicos y psicosexuales de la adolescencia, y por la sobrecarga emocional derivada de sus relaciones familiares, afectivas y sexuales. Se trata de ofrecer un modelo de atención biopsicosocial de lo preventivo, basado en la información y el asesoramiento, capaz de proporcionar alternativas a sus necesidades sexuales y afectivas, que facilite la percepción del riesgo y fomente actitudes positivas que potencien hábitos y vivencias afectivas y sexuales responsables, saludables y no sexistas.(11)

En esta etapa de la vida se hace más difícil tanto la reflexión como la toma de decisiones y en su efecto los adolescentes son muy susceptibles a las opiniones de sus iguales, influyendo decididamente en su comportamiento, escuchando frecuentemente más a sus amigos que a sus padres, lo que finalmente puede afectar su capacidad de negociación de alternativas de prevención, dígase sexo seguro, sexo protegido, etc. (12)

Aunque hay diversos criterios en cuanto a la edad de comienzo y terminación de la adolescencia, para la Organización Mundial de la Salud, esta transcurre en el segundo decenio de la vida, entre los 10 y 19 años, que progresa desde la aparición inicial de los caracteres sexuales secundarios hasta la madurez sexual ,siendo la edad de terminación muy variable ya que la sociedad considera a las personas como adultos cuando están listas para asumir las responsabilidades que exige la comunidad, cuando el individuo está en plena capacidad para mantener relaciones maduras con sus semejantes y contraer compromisos de trabajo (13)

Es en la etapa de la adolescencia donde se desarrollan aún más las inquietudes, deseos, motivaciones y actitudes sexuales por ser un período de hallazgo y elección. Una época en que van paralelos la madurez intelectual y emocional. (13)

La consolidación de una identidad positiva y firme, resulta muy importante en la formación del adolescente, el cual debe tener un sentido coherente de quién soy, cuál es mi sistema de valores y qué metas tengo en la vida. (14)

La adolescencia como señalamos anteriormente, es una etapa de la vida, donde hay un crecimiento del individuo en aspectos sociales, biológicos y psicológicos, que además se caracteriza por el florecer del amor y hace sentir a los jóvenes optimistas, creativos, pero a la vez es necesario sustentarlo con la responsabilidad, la esperanza y una nueva ética donde impere el concepto de la salud reproductiva, como el derecho de todos a una sexualidad responsable y equitativa, exenta de riesgos para la salud y que permita hacer del nacimiento un acto deseado y protegido. (14)

Se ha demostrado que la adolescencia de por si constituye un factor de riesgo reproductivo preconcepcional ya que en esta etapa no se ha alcanzado la madurez biológica, no se tiene generalmente una independencia económica, no se han concluido los estudios y no se ha alcanzado la madurez psicológica (14).

Entre las consecuencias que se atribuyen al embarazo en esta etapa de la vida figuran:

  • Pérdida o aplazamiento de las oportunidades de estudio.

  • Dificultades para obtener empleo.

  • Uniones y matrimonios forzados e inestables.

  • Retardo de las metas de vida.

  • Conflictos emocionales, familiares y sociales.

  • Probabilidad de enfermedades y complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto como: bajo peso al nacer, morbimortalidad materna y perinatal (14).

Las adolescentes embarazadas se enfrentan a los mismos riesgos que se enfrenta cualquier mujer que tenga más de 20 años de edad. Sin embargo, existen algunos problemas específicos para las madres demasiado jóvenes, especialmente aquellas que no han llegado a los 15 años, para las madres entre los 15 y los 19 años, la edad no es un factor de riesgo en sí mismo, pero hay riesgos adicionales que pueden estar asociados al factor socioeconómico. La salud prenatal de la adolescente embarazada es un tema de preocupación ya que es entre ellas que se encuentra el mayor porcentaje de bajo peso al nacer y prematuridad. La adolescente embarazada acude tarde a la consulta médica y a veces no acude durante todo el embarazo y que eso trae como consecuencia hijos con una salud deteriorada. (14)

Muchas de ellas sufren de problemas de deficiencias nutricionales o tienen malos hábitos alimenticios (lo que es común en la adolescencia) y tratan de perder peso haciendo dietas absurdas, evitando comidas, alimentándose con comida chatarra, etc. Las madres jóvenes y sus hijos están en un riesgo mayor de contraer SIDA y de morir durante el embarazo. Este riesgo es mayor entre las adolescentes de 10 a 14 años ya que su pelvis no totalmente desarrollada puede causar problemas durante el parto. Los abortos ilegales son otro gran riesgo para las adolescentes embarazadas. (15)

La maternidad temprana puede afectar el desarrollo psicosocial del bebé y es muy probable que tenga problemas en su desarrollo y comportamiento. Esto puede ser porque las madres adolescentes no suelen estimular a sus hijos con comportamientos afectivos como caricias, sonrisas y comunicación verbal y carecen de sensibilidad y aceptación para sus necesidades. Igualmente se ha observado que estos hijos de madres adolescentes tienen un desarrollo académico muy pobre en su niñez y muchos de ellos dejan el liceo antes de graduarse, se retrasan en sus estudios o tienen calificaciones bajas. (17)

El embarazo y la maternidad en la adolescencia pueden tener influencia en los hermanos más jóvenes. Se ha visto que las hermanas menores de las madres adolescentes no tienen interés en la importancia de la educación y el empleo y es más probable que acepten la iniciación sexual, la maternidad y el matrimonio a edades muy jóvenes. Los hermanos menores se hacen más tolerantes de los embarazos en adolescentes y nacimientos extramaritales al mismo tiempo que se hacen más susceptibles a tener comportamientos de alto riesgo (17).

Las investigaciones han demostrado que cuando se involucra al padre en la toma de decisiones acerca del embarazo y el parto, se reporta una mayor interacción con sus hijos/as en los siguientes años aún cuando no se casen con la madre. Sin embargo, quizás el término "padre adolescente" no sea el correcto ya que se ha visto que la mayoría de los embarazos de mujeres adolescentes son con hombres mayores de 20 años y se ha llegado a demostrar que, mientras más joven sea la madre mayor es la distancia en años con el padre.(18)

Es importante que los/las adolescentes asistan a programas de educación basados en la abstinencia, hasta que maduren y sean diestros en manejar la actividad sexual de manera responsable y de la misma forma sepan comportarse a la hora de enfrentar un embarazo

Asistir a programas de información sobre el manejo de los anticonceptivos, sus

Indicaciones y repercusiones (18)

Teniendo en cuenta que en nuestra comunidad existe un elevado índice de embarazadas adolescentes, dispensarizadas en los 5 consultorios populares del municipio, pensamos que muchos de los factores de riesgo anteriormente mencionados, afectan a las adolescentes de Camatagua constituyendo el problema de salud que decidimos investigar en nuestro municipio.

II- MARCO TEÓRICO

Se define como embarazo en la adolescencia, aquella gestación que tiene lugar durante la etapa de la adolescencia, o lo que es igual, en mujeres menores de 20 años con independencia de la edad ginecológica. El embarazo irrumpe en la vida de las adolescentes en momentos en que todavía no alcanzan la madurez física y mental, a veces en circunstancias adversas como son las carencias nutricionales u otras enfermedades y en un medio familiar generalmente poco receptivo para aceptarlo y protegerlo. La población mundial de adolescentes ha ascendido a más de 100 millones y en los países en desarrollo 1 de cada 4 personas está en la adolescencia, a diferencia de 1 de cada 7 en los países desarrollados. (19)

El embarazo en las adolescentes se ha convertido en seria preocupación para varios sectores sociales desde hace ya unos 30 años. Para la salud, por la mayor incidencia de resultados desfavorables o por las implicancias del aborto. En lo psicosocial, por las consecuencias adversas que el hecho tiene sobre la adolescente y sus familiares. Cuando la adolescente se embaraza inicia un complejo proceso de toma de decisiones y, hasta decidirse por uno, aparece siempre el aborto a veces como un supuesto más teórico que real. (20)

Las adolescentes viven en un contexto de erotismo, desinformación y presiones. Hacer el amor no siempre responde a sus verdaderos deseos, pero los varones exigen la "prueba de amor". ¿Por qué se embarazan las adolescentes? Muchos autores han descrito que esto ocurre debido a: reducción de la edad de pubertad, por inicio precoz de las relaciones sexuales, por desconocimiento de la sexualidad, por no uso de protección contraceptiva, para "aguantar" a la pareja, buscando afecto, por problemas domésticos, por escasa percepción del riesgo, por la falta de educación sexual .(21)

Resulta alarmante saber que casi la tercera parte de unos 175 millones de embarazos que se producen anualmente no son deseados, y que gran parte de estos son de adolescentes. A pesar de ello y de conocerse que los adolescentes no planifican la familia, aún existen criterios erróneos en relación con el uso de métodos anticonceptivos en esas edades como favorecedores de la relación sexual y la promiscuidad, entre otros aspectos; produciéndose un cuestionamiento moral acerca de la difusión del uso de los mismos. (21)

Esto se plantea con el argumento de que con el uso de métodos anticonceptivos ya no hay temor al embarazo y se produce entonces un aumento en las relaciones sexuales activas. Resulta importante destacar que rara vez los adolescentes sexualmente activos están bien informados de las opciones de anticonceptivos o de los riesgos de contraer enfermedades de transmisión sexual, que como también sabemos son prevenibles por medios anticonceptivos como el preservativo; y que a menudo dudan en acudir a los consultorios y posiblemente los desanime aún más la cercanía de los mismos, los horarios inadecuados que coinciden con clases, becas, etc.; así como otros factores que pudieran estar relacionados con un personal no bien entrenado que los recibe ,etcétera.(21)

Las parejas de adolescentes necesitan asesoramiento especial para aprender a usar los diferentes métodos anticonceptivos, pues hay que tener en cuenta diferentes factores tales como aspectos biológicos, de personalidad, estabilidad de la pareja, medio familiar, promiscuidad, antecedentes de embarazos y/o partos, proyecto de vida, etc.(22)

De lo anteriormente expuesto se infiere que el método anticonceptivo a seleccionar en esta etapa debe ser individual, teniendo en cuenta además, la aceptabilidad, eficacia y seguridad del mismo. Aunque no es lo ideal, se debe educar también al adolescente en la anticoncepción de emergencia. A pesar de los riesgos y complicaciones que tienen cada uno de los diferentes métodos anticonceptivos, éstos son mucho menos importantes que los que implica el embarazo no deseado, lo que significa que debemos asumir el reto de la anticoncepción como un aspecto fundamental en estos pacientes en ambos sexos, donde la educación sexual sea el pilar fundamental de estos servicios. (22)

La maternidad es un rol de la edad adulta. Cuando ocurre en el periodo en que la mujer no puede desempeñar adecuadamente ese rol, el proceso se perturba en diferente grado. Las madres adolescentes pertenecen a sectores sociales más desprotegidos por lo general y, en las circunstancias en que ellas crecen, su adolescencia tiene características particulares  (23).   Es habitual que asuman responsabilidades impropias de esta etapa de su vida, reemplazando a sus madres y privadas de actividades propias de su edad, confundiendo su rol dentro del grupo, comportándose como "hija-madre", cuando deberían asumir su propia identidad, superando la confusión en que crecieron en el seno de su familia.     También, en su historia, se encuentran figuras masculinas cambiantes, que no ejercen un rol ordenador ni de afectividad paterna, privándolas de confiar en el sexo opuesto.  Así, por temor a perder lo que creen tener, o en la búsqueda de afecto, se someten a relaciones de pareja que no las respetan y que constantemente las maltratan. En otros casos, especialmente en menores de 14 años, el embarazo es la consecuencia del "abuso sexual", y en un gran número de casos por parte de su padre biológico (24).     El despertar sexual suele ser precoz y muy importante en sus vidas carentes de otros intereses; con escolaridad pobre; sin proyectos (laborales, de uso del tiempo libre, de estudio); con modelos familiares de iniciación sexual precoz; por estimulación de los medios, inician a muy corta edad sus relaciones sexuales con chicos muy jóvenes, con muy escasa comunicación verbal y predominio del lenguaje corporal. Tienen relaciones sexuales sin protección contra enfermedades de transmisión sexual buscando a través de sus fantasías, el amor que compense sus carencias (24).

Tal como se educa a las nuevas generaciones para su desempeño exitoso en las variadas facetas de la vida, es imprescindible prepararlas a su vez para el amor y la sexualidad para que desarrollen relaciones responsables y enriquecedoras con el otro sexo en general y con la pareja adecuadamente seleccionada, para formar una familia que a la vez ejerza un beneficioso influjo sobre la felicidad de la sociedad en su conjunto. (25)

En los Estados Unidos, las mujeres adolescentes han tenido relaciones sexuales en el 56 % de esta población, ocupando el primer lugar en embarazos en la adolescencia, dentro de los países desarrollados, a pesar que en los países europeos la actividad sexual comienza en edades más tempranas. Cada año, en los EE.UU., de 1 millón de embarazos en adolescentes, aproximadamente medio millón resultan en nacimientos vivos, y estos embarazos están expuestos a riesgos médicos, sociales y económicos, tanto para la madre, como para su hijo. (26)

De los países europeos, por ejemplo, Inglaterra tiene la más alta incidencia de embarazo en la adolescencia. En 1997 más de 9 000 se embarazaron, de las cuales 8 000 eran menores de 16 años, y 2 200 menores de 14.(27)

A pesar de los progresos, las tasas de utilización de métodos anticonceptivos permanecen bajas en África Subsahariana, África del Norte y Medio Oriente; incluso en países como Kenia o Ghana se multiplicaron por 5 en el curso de los últimos 20 años. (27)

Mundialmente hay un incremento poblacional desmesurado, particularmente en Latinoamérica, donde el incremento en la reproducción se ve más frecuente en mujeres jóvenes económicamente comprometidas y dependientes. (27)

La tasa de maternidad entre las mujeres de menos de 18 años varía de 1 % en Japón a 53 en Nigeria. Entre el 25 y el 50 % de los embarazos de las madres adolescentes corresponden a América Latina, del 10 al 30 % a África del Norte y a Medio Oriente, y del 40 al 60 % a los países de África Subsahariana o Asia, así como Ghana, Kenia, Zimbabwe o las Filipinas. (28)

Las adolescentes reciben conocimientos sobre educación sexual por diferentes vías, pero desafortunadamente hasta el momento ninguna ha logrado el ansiado objetivo de que los jóvenes tengan una conducta sexual responsable, pues las relaciones sexuales comienzan cada vez más temprano, no se les da una adecuada utilización a los métodos anticonceptivos observándose con más frecuencia las Infecciones de Transmisión Sexual y los embarazos. (28)

Durante siglos, casarse y tener hijos a los 14 o 15 años de edad era algo común, pero en la actualidad esto tiene una significación muy diferente pues evoca una anomalía social y numerosos riesgos sociales, psicológicos y biológicos. (28)

La adolescencia ha sido estudiada y abordada por diferentes autores pues constituye una preocupación permanente para las épocas modernas y para las diferentes sociedades, pues para mejorar la calidad de vida de las comunidades se debe comenzar con una temprana responsabilidad sexual. Antes de la creación de los consultorios del médico de la familia en Cuba, la aparición de embarazos en edades tempranas era frecuente, difícil de prevenir y controlar debido a la incompleta estructuración del Sistema Nacional de Salud. Ahora gracias al arduo trabajo de médicos y enfermeras, así como a la creación de las consultas de planificación familiar, donde se actúa directamente sobre el riesgo reproductivo preconcepcional hemos logrado minimizar la aparición de embarazos en las adolescentes. Otros autores plantean que nuestro país se encuentra entre las naciones con índice elevado (17%) de embarazos en adolescentes, se registra que en el año 2006 en nuestro país hubo un total de nacimientos de 143528 de estos 18325 en las edades comprendidas entre 15 – 19 años y 510 nacimientos en menores de 15 años.(29)

El médico de la familia está en una situación privilegiada para indicar al adolescente la normalidad de las sensaciones de actividades sexuales en esta etapa de la vida y en años posteriores, y de esta forma contribuir a la formación de los hombres del mañana.(29)

En Cuba los demógrafos han identificado que hay un incremento del 10 % anual de mujeres con relaciones sexuales a partir de los 12 años hasta los 19 años. Estudios realizados recientemente nos muestran que más de 2 millones de adolescentes son sometidos anualmente a un aborto en países en desarrollo, casi siempre en condiciones de riesgo, reportándose que una de cada 3 mujeres que acuden al hospital solicitando asistencia por complicaciones de un aborto son menores de 20 años. (29)

Cuba presenta similar problemática ,con la diferencia de que en nuestro país el aborto se realiza en condiciones adecuadas y por un personal calificado, esto ha reducido las complicaciones inmediatas de este proceder como: perforaciones uterinas, laceraciones del cuello, hemorragias e infecciones, no así las secuelas a mediano o largo plazo entre las que se destacan mayor riesgo de embarazo ectópico, infertilidad e inflamación pélvica crónica; incrementándose lo anterior señalado en embarazos tempranos donde el útero no tiene la capacidad fisiológica para albergar un embarazo.(29)

En Venezuela el inicio de las relaciones sexuales también constituye un fenómeno que repercute negativamente en la población adolescente. En investigaciones realizadas en otros muchos países se ha constatado la alta demanda de información para la población joven sobre sexualidad.En este país la tercera parte de la población es joven por lo que debe ser fuente de preocupación, pues a partir de la década de los 60, la actividad sexual entre los adolescentes se ha incrementado. (31)

En Venezuela ,y a nivel mundial existen antecedentes que describen una tasa de mortalidad más alta para adolescentes embarazadas que para mujeres adultas, las defunciones por complicaciones obstétricas en mujeres entre 10 a 19 años ocupan el segundo y cuarto lugar en América Latina, además de el alto índice de adolescentes embarazadas, ha venido en ascenso desde 1950. Al respecto, Méndez y Beltrán en el año 2007 señalan la incidencia cada vez mayor de embarazos precoces en el grupo etáreo entre 10 y 14 años. (32)

Esto se lo atribuye a la falta de educación sexual y desconocimiento sobre la sexualidad humana. Cabe destacar que uno de los factores que han sido asociados con el embarazo en adolescentes es la falta de educación y el inicio temprano de la actividad sexual, lo cual trae como consecuencia enfermedades de transmisión sexual, abortos, hijos no deseados, familias con solo madre y un hijo; además existen mitos e ignorancia referente al embarazo, parto, anticonceptivos, que se convierten en un problema para nuestra sociedad.(32)

En este trabajo de investigación donde se estudió La violencia y la realidad de la madre joven de sectores populares refiere como principales causas de embarazo en adolescentes, la inestabilidad familiar, el abuso sexual y el incesto, la menarquia temprana (10 años) la falta de educación sexual oportuna y formal, la carencia habitacional y los medios de comunicación. Por consiguiente los factores antes mencionados están presentes en el ambiente en el cual se desarrollan los adolescentes, contribuyendo a propiciar una actividad sexual temprana y en embarazos sucesivos en la adolescente, cabe resaltar la constante publicidad sobre la sexualidad en los medios de televisión, cine, radio y publicaciones.(33)

En el 2008 se hizo un estudio sobre el embarazo en la adolescencia en el Distrito Ricaurte, estado Aragua en Venezuela donde se concluyó que es un reflejo parcial de la crisis social que enfrentan nuestros jóvenes. (34)

En las adolescentes embarazadas de bajo nivel socioeconómico, la edad promedio del embarazo fue de los 16 años (moda), la mayoría de ellas con un deficiente grado de instrucción, con escasos conocimientos sobre aspectos sexuales y temprano inicio de la vida sexual activa, cuya condición las mantenía aún, en su mayoría dependiente del núcleo familiar de donde procedía. Igualmente indica el autor que la mayoría de las adolescentes embarazadas presentan una invasión cultural distorsionada, facilitada por la televisión, las revistas pornográficas, la violencia, etc. (34)

En contraposición a la falta de programas oficiales sobre educación sexual, han hecho que estas adolescentes se adelanten en su vida reproductiva sin culminar su educación y capacidad para enfrentarse a un futuro más prometedor. Se acota ante la situación que está viviendo el país por la proliferación de mujeres embarazadas con poca edad, si se quiere niñas, ya son madres de dos y hasta tres hijos sin haber llegado al matrimonio. Indica también que las adolescentes deberían tomar conciencia y prepararse para un futuro sin trabas, que impidan su desarrollo personal. Esta situación se debe más que todo a la falta de educación, la manera como reciben esa educación en su hogar y al mismo tiempo el apoyo que le puedan dar sus padres, ya que existen hogares donde los padres están divorciados y tienen en su seno conflictos matrimoniales, olvidándose que existe un hijo que necesita orientación y educación permanente. He aquí el error de los padres. (35)

Diversos informes sobre la actividad sexual en adolescentes de Estados Unidos y Europa, muestran un incremento en su actividad sexual coital, un inicio a edades más tempranas y un mayor número de parejas sexuales. A nivel mundial, la mayoría de los adolescentes empiezan a tener relaciones sexuales antes de cumplir los 20 años y la mitad, en torno a los 16. (36)

Nos encontramos por tanto, ante el período en el que las jóvenes están iniciando su vida sexual y en el que por características propias de esta etapa cambian de pareja con razonable frecuencia una vez que comienzan una relación, existiendo un riesgo demostrado de consecuencias no deseadas, entre las que tienen gran importancia y son motivos de preocupación el embarazo en la adolescencia.(36)

El desconocimiento trae consigo prácticas sexuales desordenadas e irresponsables así como malas actitudes que alteran el adecuado desarrollo de la personalidad y calidad de vida. (37)

En la actualidad se han producido cambios importantes en torno a la concepción de la sexualidad y sobre todo, respecto a las formas de expresarlas y vivirlas. Vivimos en un mundo eminentemente erótico y erotizante, de manera especial las nuevas generaciones viven una nueva cultura de sexualidad, que les induce a expresarla de forma mucho más libre y espontánea que antes. (38)

Los primeros defensores de la educación sexual presumieron que si se proporcionaban conocimientos, las personas jóvenes se autoprotegerían del embarazo y otras consecuencias derivadas de sus actos sexuales, pero ahora sabemos que la información puntual aporta una base necesaria pero no suficiente y que muchas personas jóvenes teniendo la información necesaria mantienen infinidad de prácticas sexuales sin protección que puede traer como consecuencia el embarazo no deseado de la adolescente. En la educación sexual deben estar presentes dos aspectos básicos: la formación que corresponde al hogar e incluye las actitudes, normas y valores acerca del sexo que contribuyan al propio bienestar y al de la sociedad; y la información sobre todo lo referido a la sexualidad, propiciada tanto formal como informalmente y que puede proceder de amigos, padres, maestros, personal de la salud, medios de comunicación, etc. (39)

Aumentar el rol de los padres como educadores principales de la sexualidad de los adolescentes es prioritario. Aunque los adolescentes desean vivir experiencias adultas, se enfrentan a dos opciones polémicas y contrarias: el uso de condones o la abstinencia, quedándoles pocos recursos para explorar la sexualidad a su propio paso y aprender a tomar decisiones apropiadas para proteger su capacidad de disfrutar y también sentir placer. (39)

La historia de la atención en anticoncepción y sexualidad de los jóvenes tiene ya varios años, desde la mitad de la década de los 80. Entre las medidas que se proponen a los adolescentes para prevenir las infecciones de transmisión sexual resalta el uso del preservativo o condón, diversas investigaciones han mostrado los grados de protección que otorga el condón para cada una de las infecciones de transmisión sexual. (39)

Es crucial alentar a las jóvenes sobre todo a usar los condones y a desarrollar la capacidad de rechazar las relaciones sexuales no deseadas ya que con el embarazo son las más afectadas. Con frecuencia los varones no tienen experiencias con los condones, se sienten invulnerables ante el riesgo, tienen relaciones sexuales espontáneas y les da vergüenza interrumpir el coito para ponerse el condón sin darse cuenta que dañan a su novia o pareja sexual.Algunas adolescentes necesitan desarrollar aptitudes para negarse a tener relaciones. Uno de los aspectos para abordar la problemática de la sexualidad adolescente es la conceptualización de género. Entendemos el género como conjunto de ideas sobre la diferencia sexual que atribuye características femeninas y masculinas a cada sexo, a sus actividades y conductas y a las esferas de la vida. (39)

Esta simbolización cultural de la diferencia anatómica torna en un conjunto de prácticas, ideas, discursos y representaciones sociales que dan atribuciones a la conducta objetiva y subjetiva de las personas en función de su sexo. Así, mediante el proceso de constitución del género la sociedad fabrica las ideas de lo que deben ser los hombres y las mujeres, de lo que es propio de cada género. (39)

En el caso de la etapa de la vida adolescente la definición sexual y la ubicación de género son claves en el desarrollo psicosocial, y se expresa en las representaciones sociales acerca de los roles estereotipados, asignados a los distintos géneros: en el varón valorando el inicio de las relaciones sexuales, el ejercicio del sexo como una especie de suerte de rito de pasaje a la adultez, enfrentando presiones de la familia, la comunidad y grupos de pares para ajustarse a los requerimientos de su sexo biológico. Para este esteriotipo lo deseable para los varones es que sean sexualmente activos, heterosexuales y que reúnan todos aquellos atributos que se encierran en el término de "macho". De las mujeres se espera por el contrario la pasividad, la preservación de la virginidad y la disponibilidad para otorgar placer a la pareja masculina. Estas expectativas acorde al género operan decisivamente para el inicio sexual de los adolescentes. (39)

Después del triunfo de la Revolución Cubana en 1959, y la Revolución Bolivariana en Venezuela con el concepto de que hombres y mujeres deben luchar juntos en plenitud de igualdad para lograr una vida sana y feliz, se comienzan a considerar las relaciones sexuales como un problema social de interés para la pareja y de la familia, pues dan origen a un nuevo ser, y se comienza a valorar la sexualidad, no sólo en los aspectos reproductivos, sino considerándola como el conjunto de condiciones estructurales, fisiológicas ,y socioculturales que permiten el ejercicio de la función sexual humana.(40)

En Cuba, rectorado por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), se han estado estudiando los posibles factores que influyen en la aparición del embarazo en la adolescencia y dentro de ellos se encuentran además de los ya mencionados los factores psicológicos, culturales y sociales; la familia, la escuela y los medios de comunicación social contribuyen a formar normas, valores y modelos de conducta, que pueden facilitar o entorpecer un comportamiento sexual más saludable con vista a evitar estas consecuencias.(40

En la actualidad, el criterio predominante es que la adolescencia constituye un período de la vida donde ocurren una serie de cambios con rapidez vertiginosa, que se reflejan en la esfera social, cultural y anatomofisiológica, apareciendo intereses y sentimientos nunca antes experimentados que llevan al adolescente a enfrentar conflictos para los cuales no esta preparado. Uno de estos conflictos es el rol sexual, que, tanto por la inmadurez como por la poca información recibida, puede originar serias dificultades, como el embarazo (41).Estos complejos cambios y sus consecuencias indican la necesidad de, cada vez más, dedicar nuestra atención a esta problemática y contribuir a la conducción adecuada del individuo hacia la madurez plena del adulto ( 41) Por otra parte, la evaluación de la madurez biológica, psicológica y social se ha ido separando progresivamente con el paso de los años. En lo biológico se observa claramente un descenso en la edad de la menarquía, lo que favorece a las adolescentes ser madres en edades muy precoces (41)

La madurez psicosocial, en cambio, tiende a desplazarse hacia edades más avanzadas, debido al largo proceso de preparación que requiere un adolescente para llegar a ser autovalente (41).

Para poder comprender mejor esta situación, debemos recordar que alrededor del 50 % de las adolescentes entre 15 y 19 años, tienen una vida sexual activa. Hay autores que plantean un incremento del 10 % anual de mujeres con relaciones sexuales a partir de los 12 años hasta los 19. Por otro lado, el 25 % de las adolescentes con experiencia sexual se embarazan, ocurriendo el 60 % de estas gestaciones en los primeros 6 meses posteriores al inicio de las relaciones sexuales. Las condiciones socio-educativas constituyen un factor esencial, ya que por lo general las madres adolescentes provienen de hogares mal constituidos, son hijas de madres solteras, divorciadas, sin una comunicación adecuada, con un nivel educativo bajo, donde no se da importancia a la educación sexual y donde la decisión de continuar o interrumpir el embarazo obedece a pautas familiares, culturales, sociales y religiosas (41) Durante el paso de la niñez a la adolescencia, el ser humano experimenta transformaciones de gran significación, por lo cual este representa un período crucial en su evolución biológica y psicológica, además de suponer una modificación sustancial en su relación con el medio social (41)

La época de la adolescencia abre a los jóvenes un ancho campo de descubrimientos y a la vez de confusión: Por un lado, la identidad sexual, la ubicación social y por otro, la manifestación de pautas de comportamiento incierto al desprenderse de ciertas normas mientras que buscan otras nuevas que todavía no encuentran.

Es en este período cuando no esta aún resuelta esta fase de crisis, que puede aparecer un embarazo. En la actualidad los adolescentes se están desarrollando en una cultura donde sus amigos, la televisión, las películas, la música y las revistas generalmente transmiten mensajes directos o indirectos, en los que se sugiere que las relaciones prematrimoniales (específicamente las que los comprometen) son comportamientos comunes, aceptados y en ocasiones, esperados de ellos.(41)

· El hogar, la escuela, y otros ámbitos de la comunidad generalmente no brindan ningún tipo de educación acerca de los comportamientos sexuales responsables y no dan información clara y específica con respecto a las consecuencias de las relaciones sexuales (el embarazo, las enfermedades de transmisión sexual y los efectos sicosociales). Por lo tanto, la mayor parte de esta "educación sexual" está llegando a los adolescentes a través de los compañeros mal informados o no informados.

· Los adolescentes que eligen una vida sexual activa están frecuentemente limitados en sus opciones anticonceptivas por las influencias de sus compañeros, de sus padres, por factores financieros, culturales, políticos y por restricciones propias de su nivel de desarrollo (es decir por alcanzar la madurez física antes que la emocional) (42).

La incidencia del embarazo en la adolescencia ha declinado desde que alcanzó su punto más alto en 1990, debido en gran parte al uso de condones. En 1996 se presentaron 506.800 nacimientos de bebés vivos de madres adolescentes, mientras que en 1990 hubo 521.826. Lo cual corresponde a 97 embarazos por 1.000 mujeres entre 15 y 19 años en 1996, comparado con 117 embarazos por 1.000 mujeres en 1990. El 25% de todas esas madres adolescentes tienen un segundo hijo a los dos años después del primero. (43)

Una adolescente sexualmente activa que no usa ningún método anticonceptivo, tiene el 90% de probabilidad de quedar en embarazo en un período de un año. De todos esos embarazos, el 78% son no planeados, correspondiendo al 25% de todos los embarazos no planeados. Se estima que en los Estados Unidos, el 40% de las mujeres de raza blanca y el 64% de las mujeres de raza negra han tenido por lo menos un embarazo a la edad de 20 años.(43)

EI embarazo a cualquier edad constituye un hecho biopsicosocial muy importante, pero aún más durante la adolescencia, momento de la vida que conlleva a una serie de situaciones que pueden atentar tanto contra la salud de la madre como contra la del hijo, debiéndose considerar, además, las complicaciones futuras que puede generar (43).

Tradicionalmente se ha asociado la maternidad precoz con un mayor riesgo de complicaciones del embarazo y del parto; pero ya existe suficiente información que demuestra que el proceso se lleva a cabo con resultados similares al de las mujeres adultas, habiéndose observado que la falta de control prenatal, habitual en la adolescente, es la que incrementa el riesgo de complicaciones tanto en la madre como en el niño (44)

Por otro lado, el embarazo en la adolescencia se debe considerar un problema, no solo relacionado con los resultados perinatales sino teniendo en cuenta, además todas las implicaciones psicosociales que la maternidad trae aparejada a esta edad y que repercutirán en la joven, determinando el cuidado que pueda darle a su hijo y en sus posibilidades de desarrollo personal (45).

Quince millones de mujeres adolescentes dan a luz cada año, es decir, una quinta parte de todos los nacimientos del mundo (45)

Así de cada 100 adolescentes cinco se convierten en madres anualmente, lo que equivale aproximadamente a 22 millones y medio de niños nacidos en estas circunstancias por año (45). La gran mayoría de estos nacimientos ocurren en países no desarrollados; por ejemplo, en América Latina la cifra esta en el orden de los 3 millones aproximadamente de nacimientos en madres adolescentes (45)

Estudios realizados en los Estados Unidos de Norteamérica han puesto de manifiesto un aumento del nivel de la actividad sexual entre los adolescentes en los últimos 30 años.Si bien las tasas de fecundidad global y adolescente han disminuido, la mayor importancia relativa del embarazo en adolescentes es una problemática actual a la cual nos debemos enfrentar (45).

Es clara la relación del embarazo en la adolescencia con una mayor morbimortalidad materna, mortalidad peri natal, abortos, problemas psicológicos en la madre, deserción escolar, desempleo y pobreza, entre muchos otros, lo cual hace imprescindible tomar medidas de prevención y promoción de conductas sexuales responsables entre los adolescentes (45)

Para esto, la educación sexual constituye un pilar fundamental.Sin embargo, en muchos casos la sola educación resulta ser insuficiente o bien ineficiente.Asi lo demuestran los resultados obtenidos en este estudio, los que revelan que casi un 80% de las adolescentes embarazadas referían haber recibido educación sexual, ya sea en su hogar, lugar de estudios, o mas frecuente en ambos (46).

Por otra parte se debe considerar que la adolescencia le corresponde a una etapa de la vida llena de cambios ,en la que se produce un distanciamiento de las figuras parentales, un acercamiento a los pares, un interés por el sexo opuesto y un sentimiento de invulnerabilidad ,lo que lo hace propenso a asumir conductas sexuales riesgosas .Por esto es que resulta necesario implementar medidas de prevención, dentro de las cuales resulta indispensable el uso de métodos anticonceptivos .En países desarrollados como Canadá, España, Francia, Reino Unido y Suecia se ha visto un acusado descenso de los embarazos en adolescentes ,coincidiendo con el aumento en el uso de anticonceptivos(46).

Sin embargo en Venezuela el tema de la anticoncepción en la adolescencia aun esta lleno de controversias. El temor al desarrollo de conductas sexuales promiscuas es una de ellas. Los estudios demuestran que la educación sexual y la disponibilidad de acceso a clínicas de planificación familiar no aumenta la actividad sexual ni adelanta el inicio de la vida sexualmente activa, Por el contrario, sostienen que las sociedades que abordan la cuestión de la salud sexual de los jóvenes con una actitud franca, abierta y de apoyo sufren menos las consecuencias negativas de la actividad sexual. Se ha demostrado que no existen evidencias que indiquen que el negar el acceso a la anticoncepción a los adolescentes den como resultado la abstinencia o el inicio tardío de la actividad sexual. (46)

La "tasa de fecundidad adolescente (TFA)" ha ido disminuyendo desde los años 50 pero en forma menos marcada que la "tasa de fecundidad general (TFG)", condicionando un aumento en el porcentaje de hijos de madres adolescentes sobre el total de nacimientos. En 1958 era del 11,2%; en 1980 del 13,3%; en 1990 del 14,2%; en 1993 del 15%. Este último porcentaje se traduce en 120.000 nacidos vivos de mujeres menores de 20 años (47).     La fecundidad adolescente es más alta en países en desarrollo y entre clases sociales menos favorecidas, haciendo pensar que se trata de un fenómeno transitorio porque, de mejorarse las condiciones socioeconómicas de la población, ésta tasa podría descender.     Para otros investigadores, la disminución de la tasa de fecundidad adolescente está cada vez más lejos, porque el deterioro de las condiciones socioeconómicas globales hace que se dude sobre la posibilidad de que la mayoría de los países realicen un mayor número de inversiones en sus sistemas educacionales y de su sistema de salud, (46).     En España, en 1950, la tasa de recién nacidos de madres entre 15 y 19 años era del 7,45/1000 mujeres; en 1965 llegaba al 9,53; en 1975 alcanzaba el 21,72, para llegar al 27,14 en 1979. Descendió, en 1980, al 18/1.000 mujeres y al 11 en 2001. Los últimos datos hablan de un 35,49/1000 mujeres en 2004, descendiendo al 30,81 en el 2006(47)    Según el Ministerio de Sanidad y Consumo español, el 12% de las jóvenes con edades entre 14 y 15 años, han mantenido relaciones sexuales alguna vez, lo que significa 160.000 en números absolutos, previéndose que alcanzarán 400.000. Deben tenerse en cuenta, además de los nacimientos de madres adolescentes y el porcentaje de adolescentes sexualmente activas, los más de 6.000 abortos ocurridos en mujeres con edades comprendidas entre los 14 y 19 años por lo que se percibe, que el supuesto descenso de la tasa de embarazadas adolescentes, no lo fue tanto (47).     En España, a partir de los años ´90, se ha registrado un incremento en el uso de contraceptivos y preservativos comercializándose, en 2003, unos 40 millones de preservativos, equivalente a la media más alta de los países de la Comunidad Europea (3,5 preservativos por habitante). Actualmente es imposible conocer el número de adolescentes que abortan. Sólo 2/3 de los embarazos de adolescentes llegan al nacimiento de un hijo; de los nacidos, un 4% son dados en adopción y un 50% permanecen en hogar de madre soltera. Un 8% de las adolescentes embarazadas abortan y un 33% permanece soltera durante el embarazo (47).

En Cuba el 8% de la población es menor de 20 años y el riesgo de tener hijos con peso al nacer inferior a los 2500 gramos es casi 2 veces superior para estas madres en comparación con las de más edad (46)

Muchas de las consecuencias negativas de la maternidad juvenil, y de los factores de riesgo asociados a ella, están en dependencia de una actitud social determinada que tiende a culpabilizar a las jóvenes madres de tal forma que, como consecuencia, se oculta el embarazo por temor al incremento de la economía familiar, las relaciones sociales de la familia, etc.; de hecho, la connotación social, cultural y emocional de la maternidad, la mayor parte de las veces prevalece sobre el proceso en si y sobre sus resultados (48).

La mortalidad relacionada con la reproducción (materna, fetal tardía, neonatal e infantil) presenta tasas más altas en las madres menores de 20 años; los riesgos médicos asociados con el embarazo en las madres adolescentes, tales como la enfermedad hipertensiva, la anemia, el bajo peso al nacer, el parto prematuro, la nutrición insuficiente, etcétera, determinan elevación de la morbimortalidad materna y un aumento estimado de 2 a 3 veces en la mortalidad infantil, cuando se compara con los grupos de edades maternas más avanzadas (48)

Otro aspecto a tener muy en cuenta en las madres adolescentes es que el embarazo es más vulnerable a mayor cercanía de la menarquía. Poco después de 5 años de edad ginecológica, la joven alcanza su madurez reproductiva; por esta razón, los embarazos que se inician en los primeros 5 años de postmenarquia adquieren especial prioridad por los mayores riesgos maternos y peri natales que conllevan (48). Las afecciones maternas, peri natales y del recién nacido son más frecuentes en las mujeres menores de 20 años y, sobre todo, en los grupos de edades más cercanos a la menarquía menor de 15 años (48).

Las mujeres que tienen su primer hijo durante la adolescencia, tienen una mayor probabilidad de quedar embarazadas nuevamente y de tener un número mayor de partos. Tienen menos probabilidades de recibir el apoyo del padre biológico de sus bebés, de terminar sus estudios, de trabajar y de establecer su independencia y su estabilidad financiera para sostenerse a sí mismas y a sus hijos sin necesidad de una fuente externa de recursos. Las madres adolescentes casadas tienen mayor probabilidad (del 80% ó más) de experimentar el divorcio, que aquellas mujeres casadas que posponen su maternidad hasta después de los 20 años de edad. (48)

El embarazo en la adolescencia se asocia a mayores tasas de morbilidad y mortalidad, tanto para la madre como para el niño. Las mujeres adolescentes no sólo están menos preparadas EMOCIONALMENTE que las mujeres mayores para tener un bebé, sino también menos preparadas FÍSICAMENTE para dar a luz un bebé saludable (49)

Los hijos de adolescentes tienen una probabilidad de 2 a 6 veces más de tener bajo peso al nacer que aquellos cuyas madres tienen 20 años o más. La principal causa de esto es la prematurez, pero el retraso del crecimiento intrauterino (crecimiento inadecuado del feto durante el embarazo) también juega su papel. Las madres adolescentes son más susceptibles a mostrar comportamientos como el consumo de cigarrillo, el consumo de alcohol, el abuso de drogas; a tener una nutrición pobre y mal balanceada o a poseer compañeros sexuales múltiples, lo cual puede incrementar los riesgos de que el bebé tenga un crecimiento inadecuado, infección o dependencia a sustancias químicas. El riesgo que tiene un niño de morir en el primer año de vida se incrementa proporcionalmente e medida que la edad de la madre disminuye por debajo de los 20 años. Por lo tanto, el control prenatal OPORTUNO y ADECUADO es de VITAL importancia para las adolescentes embarazadas. En la experiencia clínica de Rico de Alonso (27), el 80 % de los niños hospitalizados por desnutrición severa eran hijos de madres adolescentes. Aún en los países que cuentan con suficientes recursos de salud para ofrecer a mujeres de todas las edades niveles adecuados de atención prenatal y durante el parto, es imposible reducir la mayoría de los efectos adversos relacionados con el proceso gestacional en las adolescentes embarazadas. Experiencias al respecto en diferentes grupos médicos, desde la década de los 60, señalan que el embarazo en adolescentes es un hecho que sobrepasa los factores meramente biológicos, por lo que se requiere proporcionar una atención médica integral, en un ambiente adaptado a la psicología y problemática de la adolescente embarazada (50).

Según diversas publicaciones, es importante destacar que la mayoría de las adolescentes embarazadas son primigestas (del 73 % al 93 %). EI primer embarazo plantea riesgos específicos que se suman a los derivados de la inmadurez fisiológica en la adolescentes embarazada; por ejemplo, la preeclampsia o hipertensión inducida por la gestación, la cual es más frecuente en embarazadas jóvenes, de bajo nivel socioeconómico y en el primer embarazo, condiciones que reúnen con frecuencia las adolescentes embarazadas. En el desarrollo de este cuadro clínico, entre otros, se invoca una posible falla en el mecanismo inmunológico adaptativo que permite el desarrollo de la estrecha interrelación entre el organismo materno y su huésped (50)

De forma global se describe mayor morbilidad en la gestación de la adolescente, en tanto que de forma reducida se puede clasificar por periodos de la gestación. En la primera mitad se destacan el aborto, la anemia, las infecciones urinarias, y la bacteriuria asintomática; en la segunda mitad los cuadros hipertensivos, las hemorragias asociadas con afecciones placentarias, la escasa ganancia de peso con malnutrición materna asociada, síntomas de parto prematuro (contractilidad anormal) y la rotura prematura de las membranas ovulares (50)

En relación con el producto se destaca el bajo peso al nacer (BPN), tanto por nacimiento pretérmino como por recién nacido bajo peso para la edad gestacional (50)

Se ha descrito un mecanismo común que podría explicar diversas afecciones propias del embarazo que muestran mayor frecuencia en adolescentes, como son: hipertensión arterial materna, prematuridad, retardo del crecimiento intrauterino (CIUR), y el desprendimiento prematuro de la placenta.

Se ha postulado una falla en los mecanismos fisiológicos de adaptación circulatoria al embarazo, síndrome de mala adaptación circulatoria, cuyas diversas manifestaciones clínicas pueden presentarse por separados o asociados entre si al nivel materno y/o fetal (50)

En el período del parto los problemas más frecuentes son las alteraciones en la presentación y en la posición del feto, que se han relacionado con un desarrollo incompleto de la pelvis materna. Esto determina una incapacidad del canal del parto para permitir el paso del feto; estas distocias provocan aumento de los partos operatorios (fórceps y cesáreas). Otra manifestación del desarrollo incompleto del aparato genital de la madre adolescente es la estrechez del "canal blando", que favorece las complicaciones traumáticas del tracto vaginal. Este hallazgo implica alto riesgo de lesiones anatómicas (desgarros), así como mayor probabilidad de hemorragias e infecciones en un terreno materno que puede estar comprometido por la desnutrición y las anemias previas. La estrechez de cualquiera de las dos porciones del canal del parto (ósea o blanda), implica un mayor peligro de parto traumático para el feto, que presenta amplia variedad y grado de severidad (51)

AI analizar la incidencia de morbilidad del embarazo y parto de la madre adolescente que muestra la literatura consultada, debía esperarse que la hipoxia del periparto, traducida clínicamente como la muerte fetal intraparto y la depresión neonatal severa, fuera más frecuente en este grupo de riesgo, Sin embargo, son escasos los trabajos que apoyan esta observación, que no coincide con otros autores que afirman no encontrar diferencias significativas en los resultados peri natales, excepto el bajo peso al nacer, al comparar grupos iguales de madres adolescentes y en edades óptimas para el embarazo (52)

En promedio, entre 16 encuestas en América Latina y el Caribe, 19% del total de mujeres adolescentes han comenzado a tener hijos. Los niveles son más altos en el Salvador y Nicaragua, donde alcanzan 25%. En nueve países de Europa Oriental y Asia Central encuestados, aproximadamente 8% de las adolescentes ya son madres. (Los datos de encuestas disponibles para la mayoría de los países de Asia, el Cercano Oriente y Norte de África son sólo para las adolescentes casadas y, por lo tanto, no son comparables.) La mayoría de adolescentes que están casadas o en unión conyugal ha comenzado la procreación. (52)

En América Latina y el Caribe, un promedio de 80% de las adolescentes casadas han comenzado a tener hijos, y en Bolivia el 10 por ciento total de la población de adolescentes entre 15- 19 años da a luz cada año en el departamento de la Paz existen aproximadamente 120.000 mujeres adolescentes entre 15 y 19 años y alrededor del 65% de esta población vive en la zona urbana.(53)

En un estudio llevado a cabo en Bolivia se demuestra que el 86% de las adolescentes embarazadas son de bajo nivel socioeconómico en un estudio realizado en 2,037 escolares de La Paz entre 11 y 18 años pertenecientes a estratos alto, medio y bajo se pudo demostrar que el 10 % son nacidos de madres adolescentes, que este porcentaje es mayor en la clase media y baja que en la clase alta, indicando que el problema del embarazo en adolescentes se acentúa en estratos mas deprimidos.(53).

Entre todos los países en desarrollo que se estudiaron, Sudáfrica tiene la proporción más baja de adolescentes casadas que han comenzado a tener hijos, la cual llega a 50%. En otros lugares, el nivel más alto de procreación entre las mujeres no casadas de 15 a 19 años está en Nicaragua, donde llega a 10% (54)

.En Cuba en un estudio realizado por Valdés Sifrido encontró que el 22.2 % de los partos que ocurren en el Hospital "Ana Betancourt" de Camaguey se producen en adolescentes (55); cifras similares muestra Venezuela (55).

En Venezuela el 21% de la población corresponde a las pacientes menores de 19 años y se observa una tendencia al incremento en la tasa de fecundidad para este grupo de edad. También el patrón de embarazo y unión temprana es distinto en las zonas urbanizadas e instruidas en relación las zonas rurales y menos instruidas observándose en estas iniciación de las relaciones sexuales y formalización de la primera unión de forma mas precoz que en áreas urbanas. El 21.10% de los nacidos vivos en hospitales venezolanos corresponde a pacientes menores de 19 años y se estimo que la mortalidad infantil es mayor en un 33% en hijos de madres adolescentes (56)

En el estado Aragua en una reciente investigación realizada en el Hospital del Sur de Aragua se encontró que el 23,7% de los partos ocurridos en el hospital de cabecera procedían de adolescentes. Además en la mencionada investigación se encontró que la cifra de hemoglobina promedio en mujeres de 14 a 18 años de edad fue de 10,37g/% (59). Es por ello que la promoción de conductas sexuales saludables y de prevención del embarazo en la adolescencia rebasan los marcos de la salud para ser un problema y una responsabilidad de todos los sectores de la sociedad, aspecto que justifica las acciones intersectoriales a todos los niveles que pueden llevar a un embarazo no deseado. (59)

El promedio de embarazos en la adolescencia fue elevándose en cada año, independientemente de las orientaciones al respecto en el área de salud, la educación sexual en las escuelas y la promoción sanitaria a través de los medios masivos de comunicación, lo cual significa que es preciso intensificar la labor educativa sobre los factores de riesgo en este sentido, tanto en el n iv e l primario de atención como en el seno del hogar. (59)

Por estas razones consideramos que el embarazo en la adolescencia se comporta como riesgo elevado, haciéndose necesario el desarrollo de una política de salud y sobre todo de educación sexual y sanitaria, que encaminen a la reducción de las tasas de embarazo en estas edades garantizando un mejor pronóstico de vida, tanto para la madre como para su descendencia y una recuperación positiva en el desarrollo futuro de la sociedad. Pienso como medico de la comunidad que la prevención del embarazo no deseado se logra por la información de sexualidad asegurando que los métodos reproductivos sean de confianza para los adolescentes creando así un ambiente de apoyo en ellos.

La posibilidad de crear la vida en un acto de amor, sentirla, crecer y compartir cada cambio hasta tener al hijo en sus brazos, es algo que nos caracteriza como humanos y nuestro compromiso es trabajar en pos de lograrlo en el momento más oportuno.

Teniendo en cuenta los antecedentes expuestos, nos motivamos para abordar este tema y nos planteamos ¿Cómo se caracterizarán los embarazos en las adolescentes y cuál será el resultado al nacer, en las madres que paran en el Municipio Camatagua del estado Aragua?

III-OBJETIVOS

General:

Caracterizar el embarazo en las adolescentes del municipio Camatagua, Estado Aragua, Venezuela en el periodo de septiembre a diciembre del 2007.

Específicos:

1-Describir las adolescentes embarazadas según la edad, estado civil en relación con el responsable del embarazo, escolaridad de la adolescente, control de embarazo, paridad, y el uso de métodos anticonceptivos.

2-Mostrar de las adolescentes embarazadas el estado nutricional, los pesos de recién nacidos en el momento del parto, así como las complicaciones en el embarazo ,obtención de la información de educación sexual y consecuencias socioeconómicas para la adolescente.

3-Describir de la pareja su edad y responsabilidad con el embarazo.

IV- DISEÑO METODOLÓGICO

Se realizó un estudio epidemiológico, descriptivo, observacional y transversal, con la finalidad de caracterizar a las adolescentes embarazadas del municipio Camatagua, Estado Aragua, Venezuela en el periodo de septiembre a diciembre del año 2007.

Se emplearon métodos empíricos como la encuesta, teóricos como el análisis documental, y estadístico que recogió, organizó, analizó y presentó toda la información a través de números absolutos y porcentajes representados mediante tablas estadísticas.

Universo y muestra

El universo estuvo constituido por un total de 90 madres adolescentes desde 12 hasta 19 años y sus productos del parto que pertenecen a los 5 consultorios populares de Barrio Adentro del municipio, las cuales fueron encuestadas, en el periodo de septiembre a diciembre del año 2007.

OPERACIONALIZACION DE LAS VARIABLES

Variables

Escala de clasificación

Definición operacional de la escala.

Edad

  • 12 años

 

  • 13 años

 

  • 14 años

 

  • 15 años

 

  • 16 años

 

  • 17 años

 

 

  • 18 años

 

  • 19 años

Según años cumplidos en el momento del estudio.

 

-Estado civil

 

relacionado con

 

el responsable del

 

embarazo

 

 

 

.

 

 

  • Soltera

 

 

 

 

  • Unión estable

 

 

 

 

  • Casada

 

 

-Cuando la embarazada no tiene vinculo matrimonial con el responsable del embarazo

 

-Cuando existe vinculo matrimonial no legal, sin embargo convive junto con el responsable del embarazo.

 

 

-Cuando existe vínculo matrimonial legal y convive junto con el responsable del embarazo.

 

Escolaridad de la embarazada

-Iletrada

 

-Primaria sin terminar

 

-Primaria terminada

 

-Liceo sin terminar

 

-Bachiller

-Último nivel vencido en el momento del estudio.

Control del embarazo

-Embarazo no controlado

 

 

 

-Embarazo controlado

-Paciente que no recibió atención médica durante el embarazo.

 

 

-Paciente a la que en algún momento del embarazo se le realizó captación recibiendo atención médica y de enfermería.

-Paridad

-Nulíparas

 

 

 

-Multíparas

-Cuando la adolescente no ha tenido partos previos.

 

-Cuando la adolescente ha tenido partos previamente.

-Métodos anticonceptivos utilizados antes del embarazo

-Ninguno

 

-Condón

 

-Tabletas anticonceptivas

 

-Dispositivo intrauterino(DIU)

 

– Coito interrupto

Según criterio/conocimiento de la encuestada. Subjetivo

Estado nutricional

 

-Bajo peso

 

 

-Normo peso

 

-Sobrepeso

 

-Obeso

-Cuando el índice de masa corporal es menor o igual a 19,8 al inicio de la gestación

-Cuando el índice de masa corporal es entre 19,8 y 26.

-Cuando el índice de masa corporal está entre 26,1 y 29.

-Cuando el índice de masa corporal está por encima de 29.

Peso del recién nacido

-Bajo peso

 

-Riesgo por peso

-Normo peso

 

-Sobrepeso

-Recién nacido con peso inferior a 2500g.

-Recién nacido con peso entre 2500- 2999g.

-Recién nacido con peso entre 3000-4000g

-Recién nacido con peso de más de 4000g.

Complicaciones durante el embarazo

-Asfixia Peri natal

-Preclampsia

-Eclampsia

Gestorragias

 

 

 

-Según patologías encontradas en historias clínicas

 

 

 

 

 

 

Obtención de la información sexual

-Padres

-Amigos

-Maestros

-Pareja sexual

-Radio-Television

-Vía a través de la cual la adolescente obtiene información sobre educación sexual.

 

 

 

 

Consecuencias socioeconómicas del embarazo en la adolescencia

 

 

 

 

 

-Deserción escolar

-Bajo ingreso económico

-Violencia domestica

-Reincidencia del embarazo

-Rechazo social.

– Según criterio/conocimiento de la encuestada. Subjetivo

 

 

 

 

 

 

 

Edad de la pareja

-Menos de 19 años

-Entre 20-35 años

-Mas de 35 años

-Según años cumplidos por la pareja en el momento del estudio.

 

Responsabilidad con el embarazo

-Responsable

 

 

 

 

-No responsable

 

 

-Existe apoyo y responsabilidad del padre con el embarazo.

 

 

-No existe apoyo ni responsabilidad del padre con el embarazo.

TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS

  • Obtención de la información.

La información se obtuvo a través de fuentes como las historias clínicas y la encuesta que se aplicó a todas las adolescentes embarazadas del municipio Camatagua, no sin antes firmar el consentimiento informado confeccionado por el maestrante para realizar el estudio (Anexo 1).

  • Procesamiento de análisis estadístico.

Después de obtenida la información los datos fueron procesados en una computadora Pentium IV con ambiente Windows XP. Los textos y cuadros fueron procesados en Microsoft Word. Para el análisis y discusión de los resultados se utilizó preferentemente la estadística descriptiva que permitió alcanzar los objetivos del trabajo y llegar a las conclusiones finales del mismo. Los resultados fueron expresados a través de números absolutos y porcentajes, representados en tablas estadísticas para su mejor comprensión.

V-ANALISIS Y DISCUSION DE LOS RESULTADOS

Tabla 1. Distribución de madres adolescentes según edad.

edu.red

Según la edad (Tabla 1) observamos que predominan las embarazadas de 16 años con un total de 20 para un 22 %. No coincidiendo con lo reportado por Dr. Fernández Carro en su estudio Caracterización de la gestante en la adolescencia, donde se reporta que la edad que aportó mayor número de embarazadas fue la de 18 años. (35).

En el estudio realizado en el Policlínico José Martí de Santiago de Cuba en el año 2005 por la Dra. Nélida Orozco y Susel Vaillant, pudimos observar que el predominio de la edad de las embarazadas fue de 19 años, lo cual tampoco coincide con los resultados encontrados en nuestro trabajo (59)

Esta diferencia se debe a que los comparamos con un estudio hecho en Cuba donde los medios de difusión masiva se extienden a todo tipo de población y en nuestro sistema de salud es imprescindible la consulta de planificación familiar ,abierta para toda la población, de forma gratuita y desinteresada ,mientras que en Venezuela es aun privatizada la medicina con excepción de algunos servicios, y los medios de difusión son escasos para la población pobre ,ya que su servicio es por cable y es bastante costoso su instalación en los hogares de estas adolescentes que en su mayoría son de escasos recursos, y son muy frecuentes los embarazos cada vez a más temprana edad, siempre las adolescentes observándose en el espejo de sus madres que producto de la ignorancia han tenido un sin numero de hijos siendo también adolescentes, además la comunicación con el médico llega más lejos que los medios de difusión masiva como lo son la radio y la televisión, pensamos que en los años venideros con todos los esfuerzos que se están haciendo por parte del actual gobierno este indicador muestre cambios positivos ,tales como se pudieron lograr en Cuba después del triunfo de la Revolución . Los comité, los promotores de salud y los estudiantes de medicina son dirigidos por el médico de la comunidad, dentro de sus funciones están las labores de educación para la salud, con temas importantes como la sexualidad, el embarazo en la adolescencia, etc.

Tabla 2. Distribución de las embarazadas adolescentes según la edad y el estado civil relacionado con el responsable del embarazo.

edu.red

Según la relación entre la edad y el estado civil relacionado con el responsable del embarazo (Tabla 2), observamos que 44 adolescentes embarazadas son solteras para un 49 % de las 90 adolescentes estudiadas. Estos resultados coinciden con lo reportado por otros autores en su estudio sobre el comportamiento del Embarazo en la Adolescencia en 87 pacientes". Hospital Ginecoobstetrico "Dr. Eusebio Hernández (11), donde también se analizaron estas variables, siendo las de mayor cuantía las solteras, lo que constituye un riesgo de trastornos psicológicos durante el embarazo, disminución del per cápita económico y las consecuencias pueden ser la anemia y desnutrición de la embarazada, así como la amenaza de parto inmaduro y pre término de las mismas, entre otras entidades. También coincide con un estudio realizado en Chile en el año 2004, donde el 91% de las estudiadas eran futuras madres solteras producto de relaciones sexuales a temprana edad fundamentalmente por abuso sexual, proxenetismo, etc, y no mantenían vínculo matrimonial con el que las embarazó, lo cual es muy usual en estos países donde la vida es cara y las niñas se prostituyen para subsistir (61).

Sin embargo en el estudio realizado en California Estados Unidos, se reporta que el numero mayor de adolescentes con un 64 % lo constituían las uniones consensuales con el responsable del embarazo, como consecuencia del abandono del hogar y de los estudios en esa zona del mundo para llevar una vida nueva y establecer una familia desde temprano, todo esto debido a que cada vez, los adolescentes tienen relaciones sexuales tempranas y al encontrarse en esa etapa de transición, donde se creen adultos no se detienen en pensar las consecuencias de sus actos, muchas veces por la poca comunicación que existe con sus padres, nivel económico y sociocultural. Otras veces en las uniones consensuales y las casadas hay conflictos familiares y violencia intrafamiliar que atenta contra el bienestar materno fetal y psicológicamente se producen afectaciones en toda la familia (22)

Actualmente y a escala mundial, el embarazo está ocurriendo a edades más tempranas que en el pasado. En México, el 50 % de los nacimientos registrados corresponden a mujeres menores de 20 años; en Afganistán, 57 % de las mujeres tienen menos de 16 años al casarse y algunas menos de 10, lo cual es un grave problema por su impacto social tan negativo, al impedir que las niñas accedan a la educación y al trabajo, así como exponerlas a múltiples embarazos antes de que alcancen la madurez, lo que les provoca traumas físicos y psicológicos irreparables (46).

Durante los años que lleva la Misión Barrio Adentro en Venezuela hemos detectado que el problema en este país es la desinformación, la ausencia de programas educativos con estos temas y la importancia de crear una familia donde prime la armonía y el amor.

Tabla 3.Distribucion de las embarazadas adolescentes según la escolaridad.

edu.red

Partes: 1, 2, 3
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