CAPÍTULO 1.- MARCO TEÓRICO DE LA TEORÍA DE LA AGENCIA A DESARROLLAR EN EL TRABAJO
1.1 Teoría de los Contratos
La teoría de los contratos es una parte esencial de la teoría de la agencia, debido a que la misma trata sobre las relaciones contractuales entre el agente y el intermediario. A través de ellos las partes involucradas saben que esperar y que tienen que dar en esa relación contractual. Diversos autores se han referido al tema, gracias a su importancia. A continuación dos citas sobre la misma:
Para Botten y Dewatripony "La teoría de los contratos estudia como los agentes económicos pueden construir y hacer arreglos contractuales, usualmente en presencia de la información asimétrica".
Según Okum "La teoría de los contratos es el estudio de la manera en que la mano de obra y el capital acuerdan los parámetros de producción, el monto de riesgo y los beneficios que cada una van a obtener"
Patrick Botten y Mathias Dewatripont establecen que son arreglos que se construyen entre las partes generalmente cuando se dan casos en donde existe la información asimétrica. Arthur Okum concurre con ellos al decir que son acuerdos, pero le agrega otro factor, el factor beneficios, es decir que a través de los contratos las partes dejan establecidos las remuneraciones que van a obtener por la coalición formada.
En definitiva, los contratos son de vital importancia en cualquier tipo de transacción comercial, ya que son acuerdos privados, orales o escritos, sobre las condiciones que regirán su relación comercial, y cuyo cumplimiento debe darse de ambas partes. Estos generan derechos y obligaciones para ambas partes. Los mismos son una manifestación de voluntad destinada a reglamentar sus derechos.
1.2 Información Asimétrica
La información asimétrica nos es más que una situación en que una de las partes tiene mayor o mejor conocimiento que la otra en una situación particular. Algunos autores sugieren que este tipo de información le da más poder al agente, ya que es la persona que lo posea, otros en cambio entienden que con un buen contrato se puede mermar dicho poder. A continuación dos citas sobre la información asimétrica:
McConnell y Brue la definen como:"Información asimétrica es la situación en la que una de las partes de una transacción de mercado tiene mucha más información sobre un producto o un servicio que la otra; el resultado puede ser una asignación de recursos deficiente o excesiva".
Según Bebzuck "Se considera información asimétrica al hecho de que los prestatarios tienen mejor información que sus prestamistas"
Ambos autores concurren al exponer que una de las partes tiene mayor información que la otra, McConnell y Brue entienden que por el hecho de que exista una situación en la que se de el caso de información asimétrica puede provocar una incorrecta asignación de los recursos. La definición realizada por Bebczuk está más orientada al mundo financiero.
En nuestra opinión la información asimétrica no debería ser una desventaja, siempre y cuando, la utilicemos correctamente para alcanzar nuestras metas. Es decir, lo ideal sería aprovecharnos de lo que otros puedan aportarnos y no dejarnos intimidar por los conocimientos de otras personas. El principal podría reducir la desventaja en que lo pone una situación asimétrica esclareciendo cada una de las competencias y responsabilidades del agente, previamente en el contrato.
1.3 Costes de la Agencia
Los costes de la agencia establecen las ventajas de distintas alternativas de una relación de agencia según el criterio de reducir en la medida de lo posible las desventajas derivadas de la desviación frente a la transacción ideal según los principios de la teoría neoclásica, misma que caracteriza a la economía no tanto como un sistema cerrado, sino como un método de , el que es aplicable a la sociedad en su totalidad. A continuación dos definiciones sobre los mismos:
La página web Answer.com define los costes de agencia como: "Los costes de agencia son un tipo de costo interno que deben ser pagado a un agente que actúe en nombre de un director"
Farlex, el diccionario gratuito en línea los define como: "Los costes de agencia son los gastos resultantes de la realización de los servicios de un agente para un principal. Son por lo general las comisiones que ganan los agentes"
Ambas definiciones establecen que los costes de agencia son aquellos en que se incurren para que un agente nos represente, es decir, son los gastos en que se incurren para poder contar con los servicios que una persona capacitada ocupe el puesto que se le oferta. Una de ellas va más lejos y dice que todas las comisiones que se les pagan a los agentes son considerados costes de agencia.
Las empresas diseñan varios mecanismos internos para reducir estos costos entre los accionistas y los directivos, entre los que destacan: sistemas de retribución basados en acciones u opciones sobre acciones, participación de los directivos en el capital, el papel supervisor desarrollado por el Consejo de Administración, entre otros. En definitiva, los costes de agencia es todo costo en que se incurra para poder beneficiarnos de un agente, que nos brinde sus capacidades para alcanzar los objetivos deseados. Los mismos son importantes, ya que determinarán el grado de satisfacción del agente para trabajar a beneficio de nosotros.
1.4 Principal
El principal en una organización es la persona que contrata al agente para actuar en representación de éste. El principal con la intención de facilitar la consecución de sus intereses, transmite o delega sus competencias de decisión en un socio contratado en un acuerdo específico al que concede una remuneración a cambio de sus servicios. A continuación dos definiciones sobre este concepto.
En la página web Wikipedia.org se refieren al principal como:"El principal es una persona que autoriza a un agente a actuar para crear una o más relaciones jurídicas con terceros"
Farlex lo define como"El principal es el propietario de una empresa privada o la principal parte de una transacción, ya sea en calidad de comprador o vendedor de su propia cuenta y riesgo"
Ambas definiciones lo califican como la persona que en determinado acto tiene el poder, ya sea de delegar o actuar, sin necesidad de que esta autoridad le sea delegada. Entre ellos se encuentran los propietarios, la Junta General de Accionistas, el Consejo de Administración, entre otros
En conclusión, para el principal, la delegación contractual, tiene su propia ventaja, ya que a través de de ella aprovecha en interés propio las competencias y dominio de informaciones que posee el agente. El principal asegura contractualmente que su agente aporte los rendimientos que mejor respondan a sus intereses, reduciéndole de esta manera el poder que le otorga la información asimétrica.
1.5 Agente
El agente no es más que el delegado en la dirección de los negocios por el principal, es decir, es la persona que se contrata para manejar la empresa, actuando en representación del principal. Este es importante ya que es el individuo del cual nos beneficiaremos, para lograr la consecución de nuestros objetivos. Varios son los autores que manejan la relación del agente y el principal como su tema central de estudio. A continuación dos citas sobre este concepto:
En la página web Wikipedia.org lo definen como: "El agente es una persona que está autorizada para actuar en nombre de otra (llamada principal) para crear una relación jurídica con un tercero"
En la misma página web, mencionada anteriormente, pero en la sección de Contratos, lo definen como: "El agente es una persona empleada para realizar cualquier acto, en representación de otro en sus relaciones con terceras personas"
Ambas definiciones concuerdan al referirse al agente como un empleado que realiza actos a favor del principal con otras personas. Los rendimientos de las actividades de los agentes, recaen sobre el principal, exceptuando los costes personales en que incurre el agente. Por ejemplo: la producción del empleado va a parar a la empresa, que también asume los costes de los materiales y de los equipos pero el empleado corre con los costes del esfuerzo que realiza.
En definitiva, el agente, es la persona en que el mandatario delega competencias de decisión y ejecución, determinándose dicha relación por condiciones de reparto asimétrico de información y de incertidumbre así como por distinto reparto de riesgos. El agente debe asegurarse de que los beneficios ofertados por el principal queden bien establecidos en los contratos que rijan la relación.
1.6 Incentivos al Agente
Si queremos asegurarnos de que una persona actúe como esperamos, necesitamos recompensarlas por hacerlo, es decir, darles incentivos. Esto no escapa en la relación principal-agente, lo que conduce a que se establezcan planes de incentivos a favor de este último, un empleado motivado realizará mejor su trabajo, que uno que no lo esté y los incentivos son un gran aporte a la motivación. A continuación dos definiciones sobre los mismos:
El Comité Interinstitucional de Control Interno de las Universidades Públicas define los incentivos como: "Estímulo que se ofrece a una persona, grupo o sector de la economía con el fin de elevar la producción y mejorar los rendimientos"
Según la página web de definiciones, Definión.org, los incentivos son: "Compensación extra que se paga a un empleado o trabajador por realizar labores adicionales a los mínimos fijados. Se han ideado muchos métodos para fijarlos (que se conocen por el nombre de quien los idea), buscando una más justa retribución a los trabajadores. Recompensa en bienes o servicios otorgados a una persona para motivarla en el desempeño de sus labores"
Ambas definiciones están de acuerdo con que los incentivos son un estímulo, la primera es más amplia y hace referencia a cualquier persona o grupo económico, pero la segunda se basa más sobre el incentivo a los empleados. Esta última es la que nos compete a nosotros, debido a que en una relación agente – principal, podemos catalogar al agente como un empleado del principal.
En definitiva el establecer claramente los incentivos que recibirá el agente, por su trabajo como representante del principal, es sumamente importante, debido a que asegurará un alto nivel de compromiso del agente hacia al principal, porque se sentirá compensado por las funciones que realiza, en su calidad de representante.
1.7 Sistemas de Información entre el Agente y el Principal
A través de los sistemas de información se crea una plataforma de información necesaria para la toma de decisiones y, lo más importante, su implementación logra ventajas competitivas o reducir la ventaja de los rivales. En el caso que nos compete, los sistemas de información son de gran utilidad en la relación agente – principal, debido a que ayudan a obtener la información precisa y en su justo momento. A continuación dos definiciones sobre los mismos:
Daniel Cohen y Enrique Asín lo definen como: "Un sistema de información es un conjunto de elementos que interactúan entre sí con el fin de apoyar las actividades de una empresa o negocio. En un sentido amplio, un sistema de información no necesariamente incluye equipo electrónico (hardware). Sin embargo, en la práctica se utiliza como sinónimo de sistema de información computarizado"
Según Laudon y Laudon los sistemas de información son: "Un sistema de información se puede definir técnicamente como un conjunto de componentes interrelacionados que recolectan (o recuperan), procesan, almacenan y distribuyen información para apoyar la toma de decisiones y el control en una organización"
Ambas definiciones concurren al expresar que a través de los sistemas de información se obtienen informaciones que ayuda al proceso de toma de decisiones de la organización. Los componentes que forman el sistema de información, a los que hacen referencia los autores, son los hardwares, softwares y los recursos humanos.
A través de un buen sistema de información el principal puede asegurarse de que las informaciones, entregadas por el agente, son las correctas. Además, de que le facilitan el trabajo al agente a la hora de presentar los informes a sus superiores. Mientras más organización se tenga en esta área menores son los riesgos tomados por la empresa, para salvaguardar sus recursos.
1.8 Separación y Control de Propiedad y Dirección
Mediante el sistema de agencia es necesario separar la propiedad del negocio de la función de dirección del mismo. Para evitar restarle autoridad al agente que hemos designado, así como también para evitar que el agente sobre pase la autoridad del principal. Veamos dos definiciones sobre separación y control de propiedad y dirección:
McConnell y Brue lo definen como: "Separación de la propiedad y el control: el hecho de que el grupo de personas que son propietarios de la corporación (los accionistas) es diferente del grupo de que la dirige (directores y funcionarios)"
Para Victoria Martínez y Jordi Alberto es: "La separación entre propiedad y control de la empresa es un fenómeno característico de la empresa actual, en la cual el poder ejecutivo recae en manos de empresarios profesionales o gerentes"
Ambas establecen claramente que la propiedad de la empresa está en manos de uno y la dirección de la misma en manos de otros. La segunda va más allá al hacer referencia de que esta es una característica de las empresas en la actualidad. La propiedad corresponde a los socios; el control lo ejercen los directivos (especialistas asalariados de la empresa). Esta teoría es válida para las grandes empresas, en las que la existencia de un gran número de propietarios hace imposible el control de la empresa por parte de éstos.
Definitivamente si estamos empleando un sistema de agencia, necesitamos delimitar funciones y responsabilidades. Todas las calidades deben estar previamente esclarecidas, para evitar conflictos entre el principal y el agente donde uno se pueda sentir desplazado o el otro que le restan autoridad. Esto se puede lograr con la separación y control de la propiedad y dirección, si no pueden verse en situaciones conflictivas, por no tener las delimitaciones claras.
CAPÍTULO II- ASPECTOS GENERALES DE LA TEORÍA DE LA AGENCIA
2.1 Definición
La teoría de la agencia sostiene que la alineación natural de propietarios y administradores (agentes) disminuye la necesidad de una supervisión formal de los agentes y de mecanismos de gobierno elaborados, lo que reduce los costos de agencia de la propiedad. En estudios más recientes dicha teoría se emplea para plantear una posición contraria, estableciendo que el altruismo de los agentes propietarios genera mayores costos de agencia debido a su incapacidad para manejar el conflicto entre los propietarios gestores y los gestores no pertenecientes al núcleo del principal.
Jesús García Tenorio se refiere a la misma, en su libro Organización y Dirección de Empresa, como: "La Teoría de la Agencia, formulada inicialmente por Jensen y Meckling, en 1976, se centra en el estudio de contratos que recogen situaciones de colaboración entre agentes económicos: relaciones de agencia"
Kenneth y Jane Laudon, en su libro Sistemas de Información Gerencial, la definen como: "Teoría económica que considera a la empresa como un conjunto de contratos entre individuos interesados en si mismos, a quienes se debe supervisar y dirigir"
Ambos autores concurren al decir en que la empresa es un conjunto de contratos entre ambas partes, pero Laudon establece que los individuos que forman parte de la misma, están interesados en sus propios beneficios, por tal razón deben de ser supervisados y dirigidos. Las partes que la conforman son: a) los dueños, propietarios; b) administradores; c) acreedores; d) gobierno; e) personal; f) el entorno en el cual la empresa desarrolla su actividad.
En conclusión la teoría de la agencia hace referencia a las relaciones contractuales entre el principal y el agente, buscando ambos salir beneficiados de esta coalición, uno para sacar a delante su empresa y otro para percibir un beneficio económico. En términos generales, el campo de aplicación de la teoría de la agencia se extiende a cualquier forma de cooperación caracterizada por la divergencia entre las partes y la incertidumbre sobre el comportamiento de las mismas.
2.2 Estructura Básica de la Teoría
Para Manuel E. Herrera, la teoría de la agencia se apoya en varias ideas básicas: a) un concepto de organización construido desde la teoría de los contratos; b) Un modelo de comportamientos que se centra en la maximación de la utilidad, diferencias en los intereses de las dos partes, y actitud ante el riesgo en esas partes, así como en una preconcepción sobre la racionalidad económica; c) Una concepción sobre la influencia que conlleva la asimetría en el reparto de información en las partes contratantes; d) Presuponer que la configuración óptima de los contratos de agencia incluye el cálculo sobre los costes de esa agencia.
2.3 Concepto de Organización según la Teoría de los Contratos
La teoría de la agencia considera las empresas y sus relaciones con el entorno como redes de contratos establecidos entre las partes para regular sus intercambios económicos. Es decir, todo tipo de ordenamiento de actividades económicas que se manifieste como organizado, es comprendido con este prisma de análisis del concepto de lo contractual como una red de contratos entre distintas partes. Ejemplos: contratos de compra, de entrega, de crédito, de leasing, de seguros, o contratos salariales.
Los contratos vinculan jurídicamente o tácitamente derechos, competencias y obligaciones de las partes contratantes así como el reparto de los beneficios obtenidos.
El concepto viene unido a la idea de que toda organización, incluyendo sus relaciones al entorno, puede desagregarse en relaciones entre individuos. La Teoría de la Agencia presupone pues una super teoría que no admite otras relaciones o influjos posibles que las derivadas de las acciones individuales. Elimina pues de su instrumental de observación analítica las categorías que permitirían observar además influjos o interacciones entre sistemas sociales. Es por tanto una teoría en que incluso la interacción social es vista como agregados de acciones individuales.
En conformidad con este estrechamiento del campo organizacional observado a las relaciones interindividuales se considera como algo sin sentido, en la teoría, todo planteamiento referente a objetivos de una organización. Las mismas organizaciones son vistas, a este nivel teórico, como meras ficciones legales que sirven sólo de nexo para establecer una serie de relaciones contractuales entre los individuos (Jensen/Meckling 1976).
Consecuentemente, este planteamiento teórico excluye como concepto ilegítimo la habitual distinción entre organización y entorno. Sólo existirían para esta teoría, a lo más, distintas formas de relaciones contractuales inter-individuales.
En lo que concierne a la configuración de tales contratos, la teoría acepta que las partes no lleguen normalmente a precisar con toda exactitud las modalidades en que se ha de desarrollar el cumplimiento de las tareas delegadas por el principal al agente. Por eso se trataría siempre de contratos imperfectos.
La no compleción de los contratos puede deberse a la información imperfecta, a la incertidumbre de las circunstancias futuras en que deberá continuarse la actividad delegada, y a la anticipación de previsibles costes producidos al intentarse completar más la información o al elaborar todas las posibles alternativas que habría que prever.
Además se presupone que las partes son conscientes de esas imperfecciones en su contrato sobre la especificación de la realización de las actividades futuras. Por ello, contando con el posible oportunismo de las partes, se incluyen mecanismos de incentivación, control o información que compensen algo los efectos de la falta de precisión en el contrato.
2.4 Comportamientos de las partes contratantes de la Teoría de la Agencia
La teoría, en su análisis de las actividades empresariales y económicas, parte del supuesto de que los individuos que establecen estos contratos se mueven sobre todo por la expectativa de poder maximizar sus utilidades individuales.
Esta premisa abarca varias afirmaciones sobre los siguientes aspectos del comportamiento: a) El comportamiento humano responde al modelo de la "racionalidad económica", es decir, se orienta sobre esquemas de preferencias dadas con estabilidad y consistencia; b) El comportamiento individual se orienta al logro por maximización de una utilidad individual; c) El individuo opera en su cálculo desde una posición oportunista – aplicación de ardides, engaño, maniobras de enmascaramiento, entre otras técnicas, de forma que la interacción entre las partes contratantes asumirá conductas en que se intente no rendir lo contratado, presentación dolosa de los resultados obtenidos, interpretaciones sesgadas de lo convenido en provecho propio, entre otras. En realidad, el contrato principal-agente tendrá siempre como objetivo básico la reducción de esas intenciones oportunistas del agente; d) La función de utilidad, abarca básicamente, una amplia gama de objetivos: monetarios (sueldos, premios, dividendos, participación en beneficios) y no monetarios (hacer carrera, prestigio e imagen, posiciones de poder frente a otros subordinados, ocio y tiempo libre, o verse realizado al aceptar el mandato del principal); e)Las partes orientan su conducta según esa racionalidad teleológica-instrumental y esperan una correspondiente orientación en la otra parte. Esto les permite anticipar en principio futuras conductas del otro o controlarlas mediante negociaciones contractuales; f) Las partes pueden tener una distinta actitud y grado de aceptación del riesgo implicado en sus decisiones. En general se suele asignar al principal mayor capacidad de asumir riesgos, y al agente un cierto grado de rechazo de riesgos.
Esta construcción teórica de este modelo de la Agencia implica, como secuela de la tendencia a maximizar utilidades propias. La afirmación de una alta probabilidad de que exista un conflicto de objetivos entre las partes.
Mientras que el mandatario se interesa primariamente por un resultado favorable, el ejecutante agente puede orientarse así según cálculos de utilidad individual y actitud oportunista incluyendo en ellos la posibilidad de daños para la otra parte. La teoría interpreta pues – en su observación constructiva de la realidad – que el agente sopesará los aspectos negativos para sí (tiempo empleado, esfuerzo, costes) respecto a los positivos (remuneración, prestigio, posibilidades de hacer carrera) (Hartmann-Wendels 1992). Se deduce pues de tales puntos, que el agente sólo aportaría al principal el rendimiento "óptimo" (en referencia al rendimiento ideal en la situación del mundo posible de información perfecta etc.) en la medida en que tales acciones produzcan resultados compatibles con los deseados por el cálculo egocéntrico propio. Es claro, que se deduzca también en la teoría de la Agencia, que esa coincidencia tiene asimismo el carácter de una situación límite altamente improbable, y que lo normal será que surjan conflictos de agencia y costes.
El oportunismo constituye aquí la variable central sobre la que se "construye" toda la visión teórica o prisma teórico con que se observa y analiza la realidad empresarial (restringiendo en esta visión el campo de lo observado a las relaciones entre el propietario y sus agentes).
Los críticos indican que el modelo neoclásico no atiende en nada a este mundo de relaciones personales con intereses muchas veces encontrados y en las que pueden darse conductas de astucia y oportunismo. El modelo neoclásico carecería pues de toda base real, supondría un utópico mundo victoriano en que ciertamente se admiten los conflictos de choque de intereses pero donde se cree que un apretón de manos es realmente un sincero apretón de manos. A tal objeción, los representantes de la teoría neoclásica se refugian en su tesis básica de que su modelo sólo quiere crear un sistema en que toda otra relación sea irrelevante para el eficaz funcionamiento del complejo mundo de las transacciones económicas, y creen que su idealización supone realmente tal solución. Pero ese modelo se fija unilateralmente en las transacciones de mercado y no atiende tampoco a un elemento que debería ser básico en una concepción económica: el problema de la optimización en la misma asignación de recursos. Elimina esta dimensión para facilitar simplemente el modelo de precios, y esta decisión es ilegítima a nivel de la más simple teoría del conocimiento científico.
En un símil a lo que sucedía en la narración de la Odisea (Ulises tiene que ser atado al mástil antes de poder escuchar las sirenas sin peligro de ser seducido por ellas y arrastrado a su perdición), los agentes deberán resistir el canto de las oportunidades. La posibilidad de atarles al mástil de la empresa, será pues un motivo central en toda esta teoría. Y sin llegar a fundamentaciones éticas se aduce aquí la máxima utilitarista de que el fraude termina por salir caro a quienes lo practican, no sólo a quienes lo sufren. Un coste inducido por el fraude oportunista es la pérdida de fama y el bloqueo consiguiente de futuras rentables operaciones. Aparte de que el vendedor fraudulento terminará estrellándose en cualquier mercado abierto a la libre competencia: el comprador deserta y recurre al competidor que ofrece a igual o menor precio mejores productos. Y lo mismo sucede con los directivos oportunistas: el mercado de trabajo ofrece muchas alternativas de personas bien formadas y que quizá exijan incluso menos que el agente oportunista.
Podría pensarse en una vinculación moral en que se considere que la virtud de la lealtad y de hacer juego limpio es superior al egoísmo oportunista, pero no es ese el centro de las ideas de la Teoría de la Agencia. De hecho existen estudios de laboratorio psicosocial que aparentemente muestran que una estrategia honrada sería más popular, y con mayores perspectivas de éxito que una basada en el oportunismo egoísta, con lo que se vería lo vulnerable de los supuestos de esta teoría.
En consecuencia lógica de estos supuestos sobre el oportunismo individual, la teoría deduce asimismo, de esta situación previsible, la necesidad – por parte del principal – de llegar a configurar mecanismos de control que motiven al agente a actuar en la línea de decisiones favorable a los intereses del principal y no a seguir sus intereses en estrategias oportunistas.
Entre los mecanismos de gobierno se cuentan: medidas de control burocrático como en el ejercido por la Junta de Accionistas sobre el Consejo de Administración y por éste sobre la Dirección, o la configuración de incentivos como sistemas de premios, participación en beneficios. Cada vez más se utilizan para este mismo fin los nuevos sistemas de información, la cuenta de resultados, pérdidas y beneficios etc. deben comprenderse aquí, en primer lugar, como información al Principal sobre la forma con el Agente, la Dirección, conduce los negocios que se le han confiado. La configuración del contrato con los agentes sería pues una de las principales tareas para definir adecuadamente tales mecanismos de gobierno.
2.5 Problemas de la Agencia: Inobservabilidad de la Otra Parte
Los problemas básicos que observa/selecciona la teoría se restringen a las diferencias en el nivel de información y de orientaciones de los intereses de las partes que intervienen en las transacciones en la esfera social económica, es decir, a la "inobservabilidad" u observabilidad sólo muy limitada de la otra parte en la relación de heterosuministro.
El constructo hipotético básico de la teoría es aquí el que esa inobservabilidad del otro se traduce a asimetría o desigual distribución de informaciones.
En primer lugar se consideran la no observabilidad total por parte del principal sobre su posible Agente respecto a los inconvenientes o posibles riesgos implicados en la elección de una falsa persona. Es el problema que se plantea cuando se elige un Director del comité directivo, o cuando se emplea una persona para un puesto, y el riesgo se intensifica con el ámbito de tareas delegadas.
Para superar esta dificultad, se recomienda al Agente que envíe señales o indicadores de sus capacidades al posible Principal (certificados sobre sus anteriores trabajos, títulos, entro otros, es decir, todo lo que entra en un currículo vitae bien ordenado, y referencias de antiguos empleadores). Al Principal se le recomienda el uso de búsqueda de informaciones complementarias sobre el candidato a Agente. En este contexto se recomienda también el método de la "Self Selection" en que el Agente sitúa al candidato en una situación o escena con problemas tan complejos que le permitirán captar si el candidato posee el perfil adecuado.
La desigualdad en informaciones es considerada en esta observación teórica como oportunidad para el agente, guiado por su interés egoísta, de llegar incluso a presentarse de forma dolosa como poseedor de informaciones de que realmente no dispone. Es lo que puede suceder al contratar a un consultor que se ha informado previamente sobre los responsables que le pueden contratar y conoce sus competencias y limitaciones en conocimientos específicos de un campo de trabajo.
El otro problema considerado como más relevante por la Teoría es el de la "hidden action": aquí se trata de lo que sucede en la fase entre el comienzo de la acción delegada y la conclusión de la relación de agencia en referencia a las posibilidades y actividades reales del agente. Dado el margen de libertad en su actividad propia, el delegado o agente, puede elegir entre distintos medios para la consecución de los objetivos que el principal no puede observar exactamente, o sólo mediante costes muy elevados.
Aunque el principal pueda constatar, ex post, el resultado final, no podrá así evidentemente conseguir información fiable sobre la situación antes de las decisiones tomadas por su agente, o sobre los esfuerzos reales de éste. Es casi indiscernible si los resultados positivos finales se deben a los esfuerzos del agente o a las circunstancias externas.
Esta opacidad de la agencia podría además tentar al agente a reducir sus rendimientos o a aprovecharse en interés propio. Es decir, la inobservabilidad u opacidad de la acción implica también el riesgo moral de las conductas oportunistas por parte del agente y que se denomina en la teoría "Hold up". En esta teoría es la especificidad de las transacciones el motivo básico para que surja esa situación de riesgo.
Para entender mejor ese riesgo implicado en la opacidad de la intención de la otra parte, la teoría considera que el principal que inicia la relación de agencia asume costes previos como inversión específica en el establecimiento de la relación contractual. Pero al llegarse a esa relación comienza a depender del agente.
2.6 Mecanismos de solución a los problemas implicados por la relación de agencia
La teoría tiene ciertamente, junto a su intención meramente especulativo-descriptiva de conseguir una visión coherente y vinculada a otras concepciones presupuestas, la de cierta "normatividad", al menos en cuanto a la teoría práctica que recomienda ciertas estrategias o formas de actuación.
Dado el tipo de observación selectiva de problemas que se ha expuesto en el párrafo anterior, es lógico que también se describan los mecanismos o instrumentos de que dispone el Principal para vincular el comportamiento del agente de forma que se oriente a la realización de los intereses de su mandatario. La teoría, en sus representantes más destacados, plantea tres tipos básicos de disciplinas al agente:
a) Incentivar al agente. Para configurar eficientemente estos incentivos se considera relevante, en primer lugar, la participación en resultados. Un contrato orientado a los resultados podría vincular mejor las preferencias de principal y agente y reducir el potencial de conflictividad entre los distintos objetivos de ambos al determinar resultados comunes para ambas partes.
Esto podría además contribuir a reducir los costes de información, para el Principal, sobre la actividad de su Agente. Lo único a discutir sería la cuantía de esos repartos de resultados. En la praxis, sin embargo, la aplicación de esta idea en el llamado gerencia por objetivos ha tropezado con tales dificultades y efectos secundarios no previstos (egoísmos departamentales, orientación al resultado sin atender a los procesos previos, entre otros) que hoy casi se descarta generalmente en favor de otras soluciones.
Sin embargo, los contratos orientados al incentivo por resultados pierden eficiencia cuando es la situación del entorno la que probablemente determina el resultado, en tal caso el contrato supone un amplio margen de inseguridad para el agente y de incremento de riesgo. Si se atribuye al agente una actitud adversa al riesgo, es claro que el reparto de riesgos que implica ese tipo de contrato, le hará solicitar mayores incentivos. Pero eso empeora las condiciones para el principal.
Una simultánea optimización en el reparto de riesgos y control mediante incentivos implica una cierta conflictividad entre objetivos parciales. La asignación óptima supondría que el Principal asume todo el riesgo, como cuando se justifica así el salario empresarial y que el agente recibe a cambio un salario estable. Pero esta solución es manifiestamente insuficiente como incentivo al agente: en la medida en que su rendimiento no influyera en su remuneración habrá que contar con un menor interés por su trabajo. Esto significa que cerrar contratos orientados a incentivar por resultados siempre deberá hacerse en forma de compromiso para repartir resultados y riesgos.
b) Otra posibilidad de mantener disciplinado al Agente consiste en un control directo de su comportamiento. Se acordarán así ciertas normas de conducta y se controlará su observancia, sancionándose negativamente su incumplimiento. La Teoría de la Agencia interpreta que esta posibilidad es sólo realizable con muchas limitaciones pues formular las normativas correspondientes exigiría un gran caudal de información por parte del principal y apenas sería posible en condiciones de complejidad media de las tareas a desempeñar. Además, la formulación de tales controles directos desincentivaría al agente.
c) El mecanismo más empleado debería ser por tanto la mejora del sistema de información del Principal sobre su Agente (del Consejo de Administración sobre la Dirección, o del Parlamento sobre el Gobierno, o de una compañía de seguros sobre los directivos de los hospitales etc.). Al hacer más transparente lo que de otra manera continuaría siendo opaco en lo que concierne a la actividad del agente, se reducen ciertamente las tentaciones del agente a comportarse de forma oportunista. Pero es claro que tales sistemas suponen también costes de agencia. Esto es lo que sucede con los sistemas usuales de información contable y financiera – destinados de hecho mucho más a la información del principal, o para informar, obligatoriamente, a Hacienda, que al control cibernético interno.
CAPÍTULO III- ASPECTOS GENERALES DE LA CIUDAD DE SANTIAGO DE LOS CABALLEROS
3.1 Ubicación
La ciudad de Santiago de los Caballeros, está ubicada en el centro de la región del Cibao, a unos 155 kilómetros al noroeste de Santo Domingo, capital de la República Dominicana. Sus coordenadas geográficas son 19o 28’ 28" latitud norte y 70º 41’ 15" longitud oeste. La altitud media sobre el nivel del mar es de 178 metros.
Santiago de los Caballeros está ubicado en el Municipio de Santiago, el cual cuenta con 26 secciones rurales y cuatro distritos municipales: Pedro García, Baitoa, Sabana Iglesias y la Canela.
La provincia de Santiago está integrada por ocho municipios, que son: Santiago de los Caballeros, San José de las Matas, Jánico, Tamboril, Licey, Villa Bisonó, Villa González y Puñal.
3.2 La Ciudad en el Contexto Regional
La ciudad de Santiago de los Caballeros está ubicada en el centro de la región del Cibao. El Cibao es la segunda región más importante del país, que cuenta con una amplia variedad de recursos naturales. Debido a su ubicación geográfica, recibe los rayos perpendiculares del sol casi durante todo el año.
Según el Plan estratégico de Santiago, en su trabajo Santiago 2010, la elevada temperatura de los mares vecinos conlleva una gran evaporación formada de nubes que son arrastradas por los vientos alisios. Esta humedad, unida a la evaporación causa una precipitación promedio de 1,500 a 2,000 milímetros por año. La regularidad de las lluvias es uno de los factores que ha hecho posible que el Cibao se convierta en la zona de mayor producción agrícola del país. La temperatura media para toda la región oscila entre 25º C y 28º C.
Un elemento que ha favorecido grandemente el desarrollo de la ciudad de Santiago a lo largo de toda su historia, es la alta calidad de los suelos que la circundan. Los mismos forman parte de los más fértiles del Caribe.
El Valle del Cibao es rico en recursos híbridos. El Municipio de Santiago cuenta con alrededor de 10 ríos, más de 35 arroyos y un número indeterminado de cañadas. Sin estos recursos, Santiago no hubiera llegado a ser el núcleo urbano que es hoy. Para su aprovechamiento se han construido en el municipio y sus alrededores numerosas obras de infraestructura hidráulica que permiten proveer agua potable, energía eléctrica y riego para la agropecuaria.
La ciudad de Santiago de los Caballeros se erigió a orillas del Río Yaque del Norte, lo que ha marcado toda la historia del crecimiento de la ciudad y de las sub-regiones del Cibao Central y Occidental.
En la actualidad, Santiago funciona ante los municipios y las ciudades próximas como un centro logístico de servicios comerciales; sociales; bienes terminados; transporte; empleos; y como receptor de productos y mano de obra de otras zonas.
En este sentido, el área de influencia directa de la ciudad de Santiago de los Caballeros tiene un radio aproximado de 36 kilómetros y una superficie de 5,512 km2. Esta área abarca 5 provincias, 21 municipios y distritos municipales (5 cabeceras de provincia municipios de la provincia de Santiago; y los municipios de Puerto Plata, Imbert, Sosúa y Altamira, al norte; y Mao y Esperanza, por el oeste), 149 secciones rurales y 1,562 parajes.
3.3 Evolución Histórica de la Ciudad
Santiago fue fundada como fortaleza a orillas del Río Yaque del Norte, por el Almirante Cristóbal Colón en 1495. Esta fortaleza se encontraba cercana a donde actualmente se encuentra la ciudad de Santiago.
En 1502 la Corona nombra a Fray Nicolás de Ovando Gobernador de la Española, quien reside temporalmente en Santiago. En 1504, la ciudad de Santiago es trasladada, por orden de Ovando, hacia el Norte, en la localidad conocida como Jacagua. En su sede de Jacagua es repoblada por los Caballeros que aún quedaban de la agonizante Isabela (Ciudad Primada de América); la tradición asevera que, desde esa fecha comienza a llamarse Santiago de los Caballeros.
El Rey español Fernando el Católico otorga, en 1508, el escudo de armas a la villa de Santiago: escudo rojo con cinco veneras blancas, con una orla blanca y en ella siete veneras rojas. Las veneras estaban asociadas con las playas de Galicia donde se encontraba Santiago de Compostela, era pues el símbolo del peregrino que había visitado Tierras Santas. Para 1514, según datos del primer censo en Santiago había 60 personas y tenía iglesia, casa del cabildo, y hasta un total de 40 viviendas y edificios públicos.
El 2 de diciembre de 1562 un fuerte terremoto destruye totalmente la villa de Santiago junto a otras colonias españolas entre las que se encontraba la Concepción de La Vega. Bajo las construcciones de mampostería quedaron sepultados muchos de sus habitantes. La ciudad es restablecida de nuevo a orillas del Río Yaque, donde actualmente está localizada. El peligro de los sismos está presente en la historia de Santiago, que ha sido estremecida por terremotos en varias ocasiones, destruyéndola y matando parte de sus habitantes.
En 1660 Santiago fue saqueada por el pirata Fernand de la Fleur. Treinta años más tarde, en 1690, la ciudad se defiende victoriosamente contra los franceses ubicados en la porción occidental de la isla, en la batalla de "La Limonada".
Santiago fue afectado por fuertes terremotos ocurridos en los años 1775 y 1783.
Tropas haitianas saquean y destruyen la ciudad de Santiago en 1805. La mayoría de sus vecinos son degollados tras rudísima y desigual batalla. A partir de 1822, Haití domina toda la isla dificultando el desarrollo de la parte oriental.
En 1842, otro fuerte terremoto afecta la ciudad de Santiago, muriendo gran parte de su población.
Santiago es el sitio de la famosa batalla efectuada el 30 de Marzo de 1844, en la cual las tropas dominicanas, en desventaja numérica y de armamentos, derrotaron al ejército del Norte de Haití comandado por el Gral. Pierrot, consolidándose así la Independencia Dominicana proclamada en la ciudad de Santo Domingo el 27 de Febrero del mismo año.
En 1857 los pueblos del Cibao se sublevan contra la dictadura de Buenaventura Báez, nombran a Santiago Capital de la República Dominicana, con un gobierno presidido por el General José Desiderio Valverde y proclaman una Constitución liberal. Pero el intento revolucionario no tuvo mayor trascendencia porque el nuevo gobierno nombró jefe de las tropas al ex-dictador Santana. El General Pedro Santana volvió a dirigir el país desde la ciudad de Santo Domingo y lo anexó en 1861a España.
El pueblo santiagués, disconforme con la Anexión, inició un movimiento tendiente a restaurar la República, que en agosto de 1861 se convirtió en un inicio de lucha contra el español que derivó en la ejecución de los héroes Eugenio Perdomo, Pedro Ignacio Espaillat, Carlos de Lora, Vidal Pichardo, Antonio Batista y el Coronel Pierret.
El 6 de septiembre de 1863, Santiago es destruida totalmente luchando contra las tropas españolas sitiadas en la Fortaleza San Luis y el 14 del mismo mes, tras ser incendiada y destruida casi en su totalidad para expulsar a los Españoles de la misma, Santiago es declarada capital del Gobierno Restaurador en las Guerras Restauradoras de la Independencia, con un gobierno provisional presidido por José Antonio Salcedo. España entregó el país a los independentistas en julio de 1865 después de tres años de guerras restauradoras.
La Sociedad Amantes de la Luz y el Ateneo de Santiago, destinados a difundir la cultura santiaguesa, fueron fundados en 1874. En 1881, durante el gobierno del Padre Meriño, se creó la primera Escuela Normal del Cibao, en Santiago de los Caballeros. En 1891 salió el primer periódico diario de Santiago, El Día.
El 16 de agosto de 1897 fue inaugurado oficialmente el ferrocarril Santiago – Puerto Plata por el presidente Ulises Heureaux. Por esta época se inicia la moda de las construcciones tipo Victoriano, de estilo neoclásico, tan características del Caribe y en particular de la ciudad de Santiago, donde algunos historiadores prefieren denominar estilo Lilisiano en honor al presidente del país, Ulises Heureaux (Lilís). En 1915 fue inaugurada la Compañía de Agua y Luz de Santiago.
En 1916 el país fue ocupado por fuerzas de infantería norteamericana y se estableció en la ciudad de Santiago el Cuartel General de las tropas interventoras en el Cibao. No fue hasta 1922 cuando se efectúa la retirada gradual de las tropas de Estados Unidos y se instaura el tercer periodo republicano en 1924.
Durante el periodo de ocupación Norteamericana Santiago crece y se desarrolla; fueron construidas nuevas calles, puentes, carreteras interurbanas como la de Santo Domingo – Santiago – Montecristi y la que comunica Santiago con su puerto natural, Puerto Plata, y en esta época se dotó a la ciudad de alumbrado eléctrico. El censo de 1916 contó 14,774 habitantes de los cuales 13,167 eran dominicanos y el resto interventores americanos, y la ciudad tenía entonces 3,226 viviendas.
Entre 1924 y 1930 el Gobierno de Horacio Vásquez favoreció a Santiago con diversas obras públicas y con grandiosos acontecimientos de carácter internacional, como la Exposición Interantillana de 1927.
En 1930 Rafael Leonidas Trujillo es nombrado presidente del país, iniciándose la dictadura de 30 años conocida como La Era de Trujillo y que culmina en 1961 con el asesinato del dictador. En esta época la ciudad de Santiago llega a tener cerca de 15,000 viviendas en un área de 6km², creciendo lentamente durante la Era.
Desaparecida la tiranía en 1961, comienza a manifestarse una extraordinaria migración desde los campos hacia los centros urbanos, situación que en Santiago hace romper el relativo equilibrio que existía entre los componentes del sistema urbano. Se experimenta un aumento crítico de la población y una extensión súbita del área urbana, de manera que en menos de 20 años alcanzó una extensión de 70 km². Este crecimiento no se ha logrado frenar y continúa actualmente.
3.4 Población
En el año 2002, la Oficina Nacional de Estadísticas publicó en su Censo Nacional de Población que los habitantes de la provincia de Santiago ascendía a 908,250 de los 8,562,541 habitantes totales del país, es decir, una concentración del 10.61% de la población. Del total de habitantes de la provincia de Santiago 622,101 se encuentran en el municipio cabecera, Santiago de los Caballeros, es decir, el 68.49% del total de la población.
El ritmo de crecimiento de la ciudad no discurre como en décadas anteriores. El proceso demográfico de la ciudad de Santiago de los Caballeros es coherente con el de otras ciudades latinoamericanas donde la población está en transición y se da una marcada migración a las áreas de influencia de las ciudades, pero no directamente a la ciudad. Esta migración se produce hacia los centros urbanos que poseen vías de transporte que permiten acceder a bienes, servicios y empleo. Este crecimiento se manifiesta en una elevación de los niveles de pobreza al interior de la ciudad, presiones del mercado inmobiliario, demandas de viviendas y acceso a nuevos territorios.
3.5 Cultura
La ciudad de Santiago de los Caballeros es una cantera de expresiones culturales tanto popular como formal. Dentro de éstas se destacan el carnaval, las expresiones esporádicas de grupos musicales y teatrales en barrios populares, la Bienal de Premiación de E. León Jimenes, y las manifestaciones del Festival de Arte Vivo, entre otras. En el nivel formal se ofertan exposiciones en el Centro de la Cultura, presentaciones culturales y artísticas esporádicas en el Gran Teatro Regional del Cibao, Casa de la Cultura, Casa de Arte y el Instituto de Cultura y Arte. Santiago es cuna de muchos artistas de renombre nacional e internacional; y un nicho histórico del merengue dominicano y de sus compositores más notables.
La ciudad posee instituciones dedicadas a la educación y fomento de la cultura como la Escuela de Bellas Artes, desde 1931; el Centro de la Cultura; Instituto de Cultura y Arte (ICA); el Gran Teatro Regional del Cibao; y Casa de Arte. También existe un departamento de Cultura dentro del Ayuntamiento del Municipio de Santiago que apoya actividades relevantes, cediendo la Banda de Música y el ballet municipal. Por otro lado, cabe destacar la existencia de bibliotecas que sirven de soporte a la educación, al arte y la cultura; entre ellas: Biblioteca del Ateneo Amantes de la Luz, Inc.; Biblioteca de la Sociedad Cultural Alianza Cibaeña; Biblioteca Héctor Incháustegui Cabral de la PUCMM; Biblioteca del Centro Cultural Domínico Americano; Biblioteca de UTESA; Biblioteca de la Alianza Francesa; y los Centro de Documentación de la Coordinadora de Mujeres del Cibao (CMC) y del Núcleo de Apoyo a la Mujer (NAM), especializadas en temáticas sobre la mujer, entre otras.
3.6 Análisis FODA
El Plan Estratégico de Santiago (PES) es coordinado por el Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES) que preside el Ing. Hendrik Kelner Casals en conjunto con ocho miembros del Comité Técnico Directivo que actúa como junta directiva del CDES.
En la actualidad, realizan proyectos innovadores que relanzarán esta ciudad al 2010 como una verdadera metrópolis de negocios, ordenada, equitativa, segura y habitable. Estos proyectos constituyen una clave para motorizar el rumbo modelo de la República Dominicana, dinamizando la economía, las oportunidades de inversión, creación y distribución de riquezas del municipio.
En su trabajo de planeación estratégica de Santiago 2010, realizaron diferentes análisis FODAS a la ciudad de Santiago, entre los que destacan: Población y Organización Social; Uso de Suelo, Infraestructura y Equipamiento Comunitarios; Ambiente; Gobernabilidad; Economía. A continuación los mismos:
Tabla 1.
Población y Organización Social FODA | |
Fortalezas | Oportunidades |
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Debilidades | Amenazas |
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Tabla 2.
Economía FODA | |
Fortalezas | Oportunidades |
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Debilidades | Amenazas |
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Tabla 3.
Uso de Suelo, Infraestructura y Equipamiento Comunitario FODA | |
Fortalezas | Oportunidades |
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Debilidades | Amenazas |
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