Nueva York.- Dos nuevos estudios muestran, una vez más, la magnitud del problema de la desigualdad que azota a Estados Unidos. El primero, el informe anual sobre ingresos y pobreza, emitido por la Oficina del Censo de Estados Unidos, muestra que, a pesar de la supuesta recuperación de la economía desde la Gran Recesión, los ingresos de los estadounidenses comunes continúan estancándose. El ingreso promedio de los hogares, ajustado a la inflación, se mantiene por debajo de su nivel hace un cuarto de siglo.
Antes se pensaba que la mayor fortaleza de Estados Unidos no era su poder militar, sino un sistema económico que era la envidia del mundo. Sin embargo, ¿por qué otros buscarían emular un modelo económico mediante el cual una gran parte -incluso una mayoría- de la población ha visto que sus ingresos se estancan mientras que los ingresos de los ubicados en la parte superior de la distribución de ingresos se disparan al alza?
Un segundo estudio, el Informe sobre Desarrollo Humano 2014 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo corrobora estos hallazgos. Cada año, el PNUD publica una clasificación de países según su índice de desarrollo humano (IDH), el cual incorpora otras dimensiones del bienestar además del ingreso, que incluyen las relacionadas a la salud y educación.
EEUU según el IDH ocupa el quinto lugar en el mundo, y se encuentra por debajo de Noruega, Australia, Suiza y los Países Bajos. No obstante, cuando su puntuación se ajusta por el factor desigualdad, esta cae 23 puntos – uno los más grandes descensos de ese tipo entre los países altamente desarrollado. De hecho, EEUU cae por debajo de Grecia y Eslovaquia, países que las personas normalmente no consideran como modelos a seguir o como competidores de EEUU en la disputa por los primeros puestos en las tablas de clasificación.
El informe del PNUD hace hincapié en otro aspecto del desempeño social: la vulnerabilidad. Señala que, si bien muchos países lograron sacar a las personas de la pobreza, la vida de muchas de dichas personas continúa siendo precaria. Una pequeña vicisitud -por ejemplo, una enfermedad en la familia– puede empujarlas nuevamente a la indigencia. La movilidad descendente es una amenaza real, mientras que la movilidad ascendente es limitada.
En Estados Unidos la movilidad ascendente es más un mito que una realidad, mientras que la movilidad descendente y la vulnerabilidad es una experiencia ampliamente compartida. Esto se debe, en parte, al sistema de atención de salud de Estados Unidos, el cual continúa dejando a los estadounidenses pobres en una situación precaria, a pesar de las reformas del presidente Barack Obama.
Aquellos en la parte inferior se encuentran sólo a pocos pasos de la quiebra, enfrentando todo lo que esto implica. Con frecuencia, es suficiente que enfrenten una enfermedad, divorcio o pérdida de una fuente laboral para que se vean empujados al abismo.
La Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible de 2010 (también llamada "Obamacare") tenía la intención de alivianar estas amenazas – y hay fuertes indicios que señalan que esta ley sí se encuentra en camino de reducir significativamente el número de estadounidenses sin seguro médico. Sin embargo y en parte debido a un fallo de la Corte Suprema y a la obstinación de los gobernadores y legisladores republicanos, quienes en dos docenas de Estados de EEUU se han negado a ampliar Medicaid (seguro para los pobres) -a pesar de que el gobierno federal paga casi la totalidad de la factura– 41 millones de estadounidenses permanecen sin seguro. Cuando la desigualdad económica se traduce en desigualdad política -tal como ha sucedido en grandes partes de EEUU- los gobiernos prestan poca atención a las necesidades de aquellos en los estratos inferiores.
Ni el PIB ni el IDH reflejan cambios en el transcurso del tiempo o las diferencias entre países en cuanto a la vulnerabilidad. No obstante, en Estados Unidos y en otros lugares se ha mostrado una marcada disminución en la seguridad. Aquellos con empleos se preocupan sobre si van a ser capaces de mantenerlos; los que no tienen empleos se preocupan sobre si van a conseguir uno.
La reciente crisis económica aniquiló la riqueza de muchos. En EEUU, incluso después de la recuperación del mercado de valores, la mediana de la riqueza cayó más del 40% desde el año 2007 al 2013. Eso significa que muchas de las personas mayores y aquellas que se acercan a la jubilación se preocupan sobre sus niveles de vida. Millones de estadounidenses han perdido sus viviendas, millones de personas más se enfrentan a la inseguridad de saber que puede que ellas pierdan las suyas en el futuro.
Estas inseguridades se suman a las que durante mucho tiempo han enfrentado los estadounidenses. En los zonas urbanas centrales marginadas del país miles de jóvenes hispanos y afro-americanos se enfrentan a la inseguridad de una policía y un sistema judicial que son disfuncionales e injustos; cruzarse en el camino de un oficial de policía que tuvo una mala noche puede llevar a una pena de prisión injustificada – e incluso a peores situaciones.
Tradicionalmente, Europa ha entendido la importancia de abordar la vulnerabilidad mediante el suministro de un sistema de protección social. Los europeos han reconocido que un buen sistema de protección social puede incluso conducir a un mejor desempeño económico en general, debido a que las personas individuales están más dispuestas a asumir riesgos que conduce a un mayor crecimiento económico.
No obstante, en muchas partes de Europa en la actualidad, el alto desempleo (12% en promedio, 25% en los países más afectados), junto con los recortes en la protección social que fueron inducidos por la austeridad, se han traducido en un aumento sin precedentes en la vulnerabilidad. Esto implica que la disminución en el bienestar de la sociedad puede ser mucho mayor a la disminución que muestra las medidas convencionales del PIB – cifras que por sí solas ya son bastante sombrías, debido a que la mayoría de los países publican ingresos reales per cápita (ajustados a la inflación) que son menores en la actualidad que aquellos que mostraban antes de la crisis – es decir, se ha perdido un lustro.
El informe emitido por la Comisión Internacional para la Medición del Desempeño Económico y el Progreso Social (que presidí) hizo hincapié en que el PIB no es una buena medida para mostrar cuán bien se desempeña la economía. Los informes del Censo de Estados Unidos y del PNUD nos recuerdan la importancia de esta percepción. Ya se ha sacrificado demasiado en el altar del fetichismo del PIB.
Independientemente de cuán rápido crece el PIB, un sistema económico que no puede brindar ganancias a la mayoría de sus ciudadanos, y en el cual una proporción creciente de la población se enfrenta a una inseguridad cada vez mayor, es, de manera fundamental, un sistema económico fracasado. Y las políticas, por ejemplo la política de la austeridad, que aumenta la inseguridad y conduce a ingresos y nivel de vida menores para grandes proporciones de la población, son, de manera fundamental, políticas erróneas.
(Joseph E. Stiglitz, a Nobel laureate in economics and University Professor at Columbia University, was Chairman of President Bill Clinton"s Council of Economic Advisers and served as Senior Vice President and Chief Economist of the World Bank)
¿Datos sesgados o críticas sesgadas? (salvar al soldado Thomas)
¿Será la "desigualdad" una "sensación" (percepción)?, como dice la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, respecto del grave problema de "inseguridad" en Argentina.
Desde los errores en la hoja de cálculo (2013) que desvalorizaron el Ensayo de Reinhard y Rogoff, no se veía a tantos "grandes bonetes" hacer añicos un trabajo como ahora, con el de Piketty (2014). Invalidan la "metodología" (pecata minuta) para no discutir las "razones" (no pueden negar la evidencia). No les interesa el "problema" (hipótesis), pero les duele la "solución" (tesis). Quieren transformar la Pikettymanía (moda pueril y efímera), en una Pikettyfobia (matar al mensajero, para evitar el anuncio).
Hay que recordar lo que han escrito algunos de los "sicarios de la plutocracia", a modo de crítica: la significatividad de los coeficientes en un contexto de regresiones múltiples, el grado de confianza, replicar resultados, normalizar variables, desviación estándar, intervalos de confianza, el efecto real, no podemos rechazar la posibilidad de que en realidad no haya ninguna relación entre ambas variables, más allá del error técnico en el cálculo de los errores estándar, enfoque bayesiano, grado de ignorancia, metaanálisis, distribución posterior, resultados "muy significativos" (y sigue la sopa).
"Piketty en su deliciosamente equivocada obra (según Rallo), trata de demostrar que es muy probable que exista una tendencia dentro del capitalismo a que la rentabilidad del capital se sitúe por encima de la tasa de crecimiento de la economía, de manera que la clase capitalista ira acumulando cada vez una porción creciente de la renta nacional, agravando las desigualdades sociales" "Todavía peor (otra vez Rallo), Piketty también ve reprobable que los más ricos dentro de la clase capitalista tengan mayores posibilidades para obtener una tasa de retorno superior a la de los capitalistas de menor dimensión, con lo que el curso natural dentro del capitalismo será a que los más superricos (y sus herederos) se queden con porciones crecientes de la riqueza nacional".
Tyler Cowen (Foreign Affairs): "La izquierda está recurriendo a los estudios de Piketty para conseguir la munición intelectual y estadística que necesitan protestas como las de los indignados" "Es preocupante que Piketty quiera organizar eficientemente los recursos públicos para que supongan dos tercios del ingreso nacional". Esta reivindicación de un gasto público del 66% del PIB vendría demostrando que "Piketty solamente se preocupa por evitar que la riqueza se concentre en el sector privado. Si hablamos del sector público, ahí no parece haber problema" "Piketty ignora la movilidad social, que es especialmente alta entre las grandes empresas y las grandes fortunas. Los ricos de hoy en día no se apellidan Rockefeller o Ford, sino Gates o Buffett".
Daniel Schuchman (Wall Street Journal): "Aunque el libro está lleno de estadísticas, su verdadero fondo no es el análisis económico. En realidad, estamos ante un extraño sermón ideológico en el que se admiten algunos aspectos positivos del capitalismo, pero se fomenta una hostilidad casi medieval hacia las rentas del capital" "El impuesto del 80% que propone Piketty para las personas de mayores ingresos "ni siquiera está pensado para generar recursos públicos, sino que está diseñado para acabar con ese nivel de ingresos. Además, Pîketty afirma que ninguna de estas medidas reducirá el crecimiento económico, la productividad, el emprendimiento o la innovación, algo sin duda equivocado" "En la mente de Piketty, la economía es un juego de suma cero, en la que si un grupo mejora su posición, otro necesariamente va a peor".
Veronique de Rugy (National Review): critica el libro de Piketty, centrándose principalmente en su énfasis en medidas de redistribución fiscal. "Si nos preocupa que las clases medias y bajas tengan menos acceso a las rentas del capital, no es necesario reivindicar que el Estado suba impuestos y aumente el gasto" "Es más recomendable "ofrecer soluciones de mercado, tales como la capitalización de las pensiones o la rebaja de los impuestos al ahorro" "Si la desigualdad que anticipa Piketty la generan las rentas del capital, retiremos las barreras que complican que las clases medias y bajas accedan a estas fuentes de riqueza".
Michael Tanner (Instituto Cato) adopta un punto de vista similar al de Veronique de Rugy y señala, igualmente, que mejorar el acceso de las clases medias y bajas a las rentas del capital solucionaría muchos de los problemas que denuncia Piketty. "Sin embargo, a la izquierda no le gustan estas medias. En vez de recortar la desigualdad enriqueciendo a los de abajo, quieren disminuirla empobreciendo a los de arriba".
Diana Furchtgott-Roth detecta "errores garrafales" en la obra del economista galo. De acuerdo con El Capital en el siglo XXI, el salario mínimo habría estado congelado entre 1980 y 1990, "manteniéndose constante en niveles de 3,25 dólares por hora. Sin embargo, lo cierto es que en ese periodo se dieron dos aumentos, equivalentes de hecho a una subida del 27%". Otro error de Piketty llega en sus datos sobre el salario mínimo en la década de 1990. El libro del economista galo "apunta que la Administración Clinton lo subió hasta los 5,25 dólares por hora, cuando en realidad el aumento fue hasta los 5,15 dólares por hora". Más flagrante aún es el error cometido a la hora de analizar el periodo de gobierno de George W. Bush, "pues señala que el salario mínimo se mantuvo congelado, cuando en realidad experimentó una subida del 41%" "Piketty también miente cuando afirma que Obama sí ha aumentado el salario mínimo. Su Gobierno sí pretende elevarlo hasta los $ 10,1 dólares por hora, pero de momento no se ha aprobado ningún aumento. Esto no le gustará a Piketty, pero es una buena noticia: como explicaron más de 500 economistas en una carta al Gobierno de Obama, dicha subida del salario mínimo acabaría con 500.000 empleos. Entre los firmantes de la misiva encontramos a Premios Nobel de economía como Vernon Smith, Eugene Fama, Robert Lucas y Edward Prescott". Por último, critica que Piketty ponga a Francia como ejemplo "cuando el desempleo juvenil en el país galo llega al 24%, muy por encima del 16% estadounidense. Más llamativo aún es el caso de Alemania, donde no hay salario mínimo y el paro no llega al 8% entre los trabajadores de menos de 25 años".
Nassim Taleb (conocido por su libro El cisne negro), ha destacado que "las mediciones y cálculos de la base de datos empleada por Piketty están sesgadas y registran una gran desviación". La discrepancia metodológica que manifiesta Taleb le lleva a argumentar que los estudios y trabajos de Piketty "arrojan la ilusión de grandes cambios estructurales en los datos de desigualdad".
Clive Crook (Bloomberg View) denuncia que el economista galo "bordea la esquizofrenia, pues llega a conclusiones grandiosas a partir de datos muy limitados y muy subjetivos" "En la visión de Piketty, acumular capital es casi un pecado. Parece que lo único que importa es la desigualdad, ni siquiera se plantea que quizá no sea un problema o, por lo menos, el problema clave".
Abby McCloskey (en el blog del American Enterprise Institute) recuerda que Joseph Schumpeter advirtió hace siglos que "el capitalismo puede entrar en crisis si las élites intelectuales acaban constituyéndose en un grupo de interés que fomenta la hostilidad contra el sistema del laissez faire" "Piketty es uno de esos teóricos que tanto preocupaban a Schumpeter, pues el recordado economista austriaco siempre temió que los capitalistas podrían acabar cavando su propia tumba si acababan enviando a sus hijos a universidades en las que serían bombardeados con propaganda anti-mercado".
Scott Winship (en la revista Forbes) denuncia que los datos sobre desigualdad salarial en Estados Unidos que contiene El Capital en el siglo XXI parten de una premisa equivocada. "Toman únicamente las rentas antes de impuestos, ignorando así el rol de los impuestos y las transferencias de gasto público" "Piketty obvia sus propios estudios, pues en trabajos anteriores ha estudiado la progresividad del sistema tributario estadounidense. Parece que ahora ya no le preocupa la redistribución canalizada por la política fiscal". Según las estimaciones de Winship, esta vez considerando la renta después de impuestos y subsidios "el 90% de la población se ha enriquecido en hasta $ 21.000 dólares desde 1979 hasta 2012. Con la metodología de Piketty, lo que nos encontramos es una caída de $ 3.000 dólares. He aquí el problema de analizar solamente los ingresos antes de impuestos".
Jonathan Finegold escribe que "la explosión de las rentas del capital guarda una fuerte relación con las condiciones monetarias vigentes en las últimas décadas. Piketty ignora cómo los bancos centrales han alimentado este proceso". Según su crítica, el aumento de la desigualdad se explicaría "por el subsidio a los ricos que supone la política de dinero fácil".
El Instituto Mises, subraya que "la desigualdad de ingresos aumenta cuando se dan grandes burbujas" económicas. ¿Quién las causa? Los bancos centrales. Sin embargo, Piketty "no habla de este tema". Según el think tank estadounidense, "a la Administración Obama le gusta Piketty porque apoya su narrativa, según la cual el Estado no solamente no ha causado la desigualdad, sino que además debe solucionarla con más impuestos a la renta y al patrimonio".
Según el Instituto Francés de Estudios Económicos y Fiscales (IREF), Piketty cae en la contradicción de advertir que "hay que cuidarse del determinismo económico" y, a continuación, enunciar proyecciones de este corte. "Pretende decirnos cómo van a evolucionar las rentas del trabajo y el capital durante los próximos cien años", subraya un informe centrado en criticar las "trompeterías estadísticas" de Piketty Destaca que Piketty sí reconoce que en el siglo XX se produjo una reducción de la brecha entre rentas altas y bajas. "Sin embargo, para el siglo XXI asume todo lo contrario en base a curvas que recuerda las fallidas predicciones de Malthus en el siglo XVIII o el Club de Roma en la década de 1970" A esto se une un llamado a analizar la riqueza de forma dinámica y no estática: "Los cálculos de Piketty están equivocados porque la realidad económica no es fija y constante. La movilidad social es significativa y la riqueza no es algo rígido e inmutable".
El Laboratorio Interdisciplinar de Evaluación de Políticas Públicas (LIEPP) entiende que "los cálculos de Piketty no miden de forma correcta la evolución de las rentas del capital. Cuando corregimos su metodología vemos que, en realidad, esta vía de ingresos se ha mantenido estable en Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña ". Por tanto, se pierden los fundamentos de la tesis de Piketty, según la cual las rentas del capital están creciendo de forma exponencial y anticipan una creciente desigualdad.
Financial Times: "Una serie de errores. Errores y entradas inexplicables en sus hojas de cálculo, similares a las que el año pasado socavaron el trabajo de Reinhard y Rogoff, sobre deuda pública y crecimiento" "Poca evidencia en las fuentes originales para confirmar su tesis" "Hay errores de transcripción de las fuentes originales y fórmulas incorrectas" "Da la sensación de que algunos datos están construidos sin una fuente original" "Comete errores en las proyecciones, en el método que usa para distintos países, y en un uso tendencioso de las estadísticas para probar su principal tesis"
Todo ello (aunque hay más) me lleva a pensar que si no somos más prudentes al interpretar la evidencia empírica corremos el riesgo que la sociedad se acabe cansando de escuchar noticias sobre resultados absurdos obtenidos por estudios supuestamente científicos, y finalmente deje de confiar en el valor del trabajo académico.
Podemos utilizar unos indicadores u otros, podemos darle más o menos importancia a este o a aquel, fijarnos más en la macro, en los fundamentales, o quizá en el análisis técnico pero probablemente, hagamos lo que hagamos, llegaremos a la conclusión de un notable crecimiento de la desigualdad, en los países avanzados, desde el inicio de la crisis (aunque podríamos remontarnos a la década de los 80, buscando "el huevo de la serpiente"), y por más que continúen negando la evidencia, los hechos siguen mirándolos a la cara. Se pongan como se pongan: la única verdad es la realidad.
Resulta sorprendente (podría decir, "alarmante") ver como algunos distinguidos "Nobelados" y la mayoría de los escribas "noveleros", pasan de una alta exigencia metodológica (¿rigor académico?), al revisar los estudios sobre la relación entre la deuda pública y el desarrollo económico (Reinhard y Rogoff), o entre la tasa de crecimiento de la economía y la distribución de los ingresos (Piketty), a una flexible complacencia (¿sinuosa?), a la hora de juzgar las causas del incremento exponencial de la deuda pública (el rescate de la banca – too big to fail), o de considerar la nueva era de la desigualdad (donde el ganador se lleva todo – too big to jail). ¿Quién (o quiénes) bordea(n) la esquizofrenia? ¿Cuál es la esquizofrenia más grave?
¿Estómagos agradecidos o simplemente sectarismo? Tal vez todo se reduzca a una cuestión de "storytelling". Antes lo llamaban "cortina de humo". Ahora será "la nube".
En realidad, qué importan los fallos de Excel de Reinhard y Rogoff o de Pikkety, frente a "las verdades del barquero", deuda vs. desarrollo económico. crecimiento vs. desigualdad de los ingresos Yo también impugno (y no solo por mi edad -70 años- o falta de modernidad) las fórmulas matemáticas y los modelos irrealistas de pasarela académica, para recuperar una visión más testimonial (y tal vez, lógica) de la economía.
Si el análisis histórico de Piketty es correcto (más allá de cualquier onanismo de laboratorio), el capitalismo tiene una falla sistémica: produce una creciente desigualdad.
Los más pobres (de los países subdesarrollados) han mejorado su posición, los menos pobres (de los países avanzados, ahora en "vías de subdesarrollo") han empeorado su posición. Lo más importante no es la desigualdad (el techo), sino la pobreza (el piso).
La desigualdad global, en términos absolutos, está descendiendo, sostienen los apologistas de la globalización. La respuesta depende de que uno contemple los países individualmente o el mundo en su conjunto.
Antes, en los países avanzados (ahora, en "vías de subdesarrollo) la desigualdad se suplía con crédito (siempre era posible conseguir un crédito para la inmensa mayoría de la población), pero ahora las rentas siguen cayendo y la capacidad de endeudamiento se ha esfumado. Se acabó la ficción económica del crédito fácil. Fin de la sopa boba.
¿Hacer más pobres a los ricos o hacer más ricos a los pobres? ¿Extremismo meritocrático? ¿De la riqueza heredada a la nueva desigualdad? ¿Capitalismo patrimonial? ¿Darle más poder a los políticos?… Piketty les ha venido a "joder" la "despreocupación" por las políticas que benefician a las clases medias y bajas. La clase media está desapareciendo. Se muestra insegura. No encuentra empleo, los salarios no suben, los conservadores desmantelan sus beneficios. La gente siente la desigualdad.
Antes de "pasar a mayores" (el tema que nos ocupa), les dejo algunas Tablas y Gráficos (sin entrar en detalles) a los "borradores de cabeza" (Nobelados y noveleros), para que expliquen las razones del crecimiento del déficit público en los "países avanzados" (en vías de subdesarrollo), y luego justifiquen el incremento de la deuda pública (insostenible), con el objeto de salvar a los bancos de la quiebra, que ellos mismos causaron por su especulación desenfrenada y descontrol del riesgo (con la connivencia de los gobiernos), no solo con el dinero de los contribuyentes (vía déficit), sino con el futuro de sus hijos y nietos (vía deuda).
Grandes bonetes: a ver como dicen "Diego" (cuando los déficits y deuda pública sirven para salvar a los "ricos y poderosos"), donde antes dijeron "digo" (cuando se rasgaban las vestiduras ante los déficits y deuda pública, destinados a atender la educación, la sanidad, las pensiones, el desempleo u otros servicios sociales del estado del bienestar).
Cabezas de huevo; a ver como explican vuestra connivencia con tanta "heterodoxia".
Serpientes encantadoras de hombres: a ver como justifican lo injustificable.
Espero vuestras sabias homilías, y de paso, recuerden a los lectores en que púlpito predicaban ustedes, cuando estalló la crisis de las hipotecas subprime ¿No sería en el Templo del Shadow Banking abjurando de todo dogma u ortodoxia monetaria?
Fuente: Eurostat – Economiadigital 22/4/13
Fuente: FMI – El Confidencial – 16/4/13)
En las próximas páginas se presenta como Anexo I una versión resumida (con algunas tablas seleccionadas) de diversos Informes de Organismos Internacionales, sobre ingresos y pobreza en los países desarrollados, desde el año 2008 hasta el año 2010. En la segunda parte del Paper se presentan los Informes correspondientes a los años 2011 a 2014, como Anexo II.
Anexo I: Antes de Piketty (la tormenta perfecta, que no fue obra de la naturaleza)
Del Paper – La era de la desigualdad (¿consecuencia directa del "imperialismo monetario"?) – Parte I, publicado el 15/12/14)
(Anexo IV) – ¿Crecimiento desigual?: distribución del ingreso y pobreza en los países de la OCDE – OCDE 2008 (párrafos del Resumen y Tablas seleccionadas)
¿La desigualdad en los ingresos ha aumentado con el tiempo? ¿Quién ha ganado y quién ha perdido en este proceso? ¿Este proceso ha afectado a todos los países de la OCDE de manera uniforme? ¿En qué grado las desigualdades más amplias se deben a las mayores diferencias en los ingresos personales entre los trabajadores, y cómo se ven afectadas por otros factores? Por último, ¿cómo afecta a estas tendencias la redistribución gubernamental mediante el sistema de beneficios fiscales?
Éstas son algunos de los interrogantes que se plantean en este informe; y las respuestas sorprenderán a muchos lectores. Este informe proporciona datos sobre un aumento bastante generalizado en la desigualdad en los ingresos durante los dos últimos decenios en toda la OCDE, pero el momento, la intensidad y las causas de ese aumento discrepan de lo que habitualmente indican los medios de comunicación.
Aspectos que caracterizan la distribución del ingreso familiar en los países de la OCDE
? Algunos países tienen una distribución del ingreso mucho más desigual que otros; independientemente de la forma en que se mida la desigualdad. Los cambios en la medida de desigualdad usada generalmente tienen poco efecto en las clasificaciones de los países.
? Los países con una distribución del ingreso más amplia también tienen una pobreza de ingresos relativa mayor, con sólo unas cuantas excepciones. Eso es aplicable independientemente de si la pobreza relativa se define como tener ingresos inferiores al 40, 50 o 60% de la mediana de ingresos.
? Tanto la desigualdad en los ingresos como el recuento de la pobreza (basados en un umbral de mediana de ingresos del 50%) han aumentado durante los dos últimos decenios. El aumento es bastante generalizado; afecta a dos tercios de todos los países. El aumento es moderado pero importante (promedia alrededor de 2 puntos para el coeficiente Gini y 1.5 puntos para el recuento de la pobreza). Sin embargo, es mucho menos espectacular de lo que a menudo se describe en los medios de comunicación.
? La desigualdad en los ingresos ha aumentado considerablemente desde el año 2000 en Canadá, Alemania, Noruega, Estados Unidos, Italia y Finlandia; y ha disminuido en el Reino Unido, México, Grecia y Australia.
? En forma general, la desigualdad ha aumentado porque a las familias ricas les ha ido particularmente bien comparadas con las de la clase media y con las que se ubican en la parte inferior de la distribución del ingreso.
? La pobreza de ingresos entre los ancianos ha seguido bajando; mientras que la pobreza entre los adultos jóvenes y las familias con niños ha aumentado.
? La gente pobre en países con un alto ingreso medio y una distribución del ingreso amplia (como Estados Unidos) pueden tener un nivel de vida inferior al de la gente pobre de países con un ingreso medio más bajo pero con distribuciones más estrechas (Suecia). A la inversa, la gente rica de países con bajos ingresos medios y distribuciones amplias (Italia) pueden tener un nivel de vida más alto que la gente rica de países donde el ingreso medio es más alto pero la distribución del ingreso es más estrecha (Alemania).
Factores que han impulsado los cambios en la desigualdad en los ingresos y en la pobreza a lo largo del tiempo
? Los cambios en la estructura de la población son una de las causas de mayor desigualdad. Sin embargo, eso se refleja principalmente en el crecimiento de la cantidad de adultos que viven solos y no en el envejecimiento demográfico en sí.
? Los ingresos de los trabajadores de tiempo completo se han vuelto más desiguales en casi todos los países de la OCDE. Eso se debe a que quienes ganan mucho están ganando aún más. Es probable que la globalización, el cambio tecnológico que favorece las habilidades y las políticas e instituciones del mercado laboral en conjunto hayan contribuido a ese resultado.
? El efecto de las discrepancias salariales más amplias en la desigualdad en los ingresos se ha compensado con mayor empleo. Sin embargo, las tasas de empleo entre la gente con menos estudios han bajado y la cesantía de las familias sigue siendo alta.
? Los ingresos de capital y los ingresos por trabajo autónomo se han distribuido con mucha desigualdad y más aún durante el último decenio. Estas tendencias son una causa muy importante de las desigualdades más amplias en el ingreso.
? El trabajo es muy eficaz para atacar la pobreza. Las tasas de pobreza entre las familias desempleadas son casi seis veces más altas que las de las familias con trabajo.
? Sin embargo, el trabajo no basta para evitar la pobreza. Más de la mitad de toda la gente pobre pertenece a familias con algunos ingresos, debido a una combinación de pocas horas trabajadas durante el año y a los bajos salarios o a ambos factores. Reducir la pobreza laboral a menudo requiere beneficios laborales que completen los ingresos.
Lecciones aprendidas al estudiar medidas más explícitas de pobreza y de desigualdad
? Los servicios públicos como la educación y la salud se distribuyen de manera más equitativa que el ingreso; así que al incluirlos en un concepto más amplio de recursos económicos se reduce la desigualdad, aunque con pocos cambios en la clasificación de los países.
? Al tomar en cuenta los impuestos al consumo se amplía la desigualdad, aunque no tanto como la reducción causada por tomar en cuenta los servicios públicos.
? El patrimonio familiar se distribuye de manera mucho más desigual que el ingreso, con algunos países con desigualdad en los ingresos inferior que reportan mayor desigualdad en el patrimonio. Sin embargo, esta conclusión depende de la medida usada, del diseño de la encuesta y de la exclusión de algunos tipos de bienes (cuya importancia varía en todos los países) para mejorar la equivalencia.
? En todos los individuos, el ingreso y el patrimonio están muy correlacionados. La gente con malos ingresos tiene menos bienes que el resto de la población, con un patrimonio que se aproxima generalmente a menos de la mitad del de la población en su totalidad.
? La carencia material es mayor en los países con pobreza de ingresos relativa alta pero también en los que tienen ingreso medio bajo. Eso implica que la pobreza de ingresos desestima las penurias en los segundos países.
? La gente de edad tiene mayor patrimonio y menos carencia material que los que son más jóvenes. Eso implica que las cifras estimadas de pobreza en la vejez que se basan sólo en el ingreso en efectivo exageran el grado de las penurias de ese grupo.
? La cantidad de personas que son sistemáticamente pobres durante tres años consecutivos es bastante menor en casi todos los países; pero más gente tiene ingresos bajos en algún momento de ese periodo. A los países con tasas de pobreza altas que se basan en el ingreso anual les va peor teniendo en cuenta el porcentaje de gente que es sistemáticamente pobre o que es pobre en algún momento del tiempo.
? Caer en la pobreza generalmente refleja hechos que guardan relación con la familia o con el trabajo. Los acontecimientos familiares (como divorcios, nacimientos, etcétera) son muy importantes para los momentáneamente pobres, mientras que una reducción en el ingreso por transferencias (por ejemplo, debida a cambios en las condiciones que determinan el derecho a beneficios) son más importantes para quienes son pobres durante dos años consecutivos.
? La movilidad social generalmente es mayor en los países con menor desigualdad en los ingresos y viceversa. Eso implica que, en la práctica, lograr mayor igualdad de oportunidad va junto con resultados más equitativos.
Figure 1.1. Gini coefficients of income inequality in OECD countries, mid-2000s
Growing Unequal? Income Distribution and Poverty in OECD Countries
– OECD © 2008 – ISBN 9789264044180
Version 1 – Last updated: 20-Oct-2008
Table 1.1 Trends in real household income by quintiles
Chapter 1
Version 1 – Last updated: 20-Oct-2008
1. Changes over the period mid-1990s to around 2000 for Austria, the Czech Republic, Belgium, Ireland, Portugal and Spain (where 2005 data, based on EU-SILC, are not deemed to be comparable with those for earlier years).
2. OECD-22 refers to the simple average for all countries with data spanning the entire period (i.e. excluding Australia, the Czech Republic and Hungary, as well as Iceland, Korea, Poland, the Slovak Republic and Switzerland).
3. OECD-20 refers to all countries mentioned above except Mexico and Turkey.
Source: Computations from OECD Income distribution questionnaire.
El informe deja muchas preguntas sin contestar. No considera si es inevitable que haya más desigualdad en el futuro. Ni contesta preguntas sobre la importancia relativa de las diversas causas del crecimiento de la desigualdad. Incluso tampoco responde en forma alguna la pregunta de qué deben hacer los países desarrollados para atacar la desigualdad. Pero sí muestra que algunos países han tenido aumentos más pequeños -o incluso disminuciones- en la desigualdad que otros. Demuestra que la razón de las diferencias en todos los países se debe, al menos en parte, a distintas políticas gubernamentales, ya sea mediante una redistribución más eficaz o mediante una mejor inversión en las aptitudes de la población para mantenerse ellas mismas. El mensaje normativo fundamental de este informe es que -independientemente de si es la globalización o alguna otra razón por la que la desigualdad ha estado aumentando- no hay motivo para sentirse impotente: una buena política gubernamental puede lograr el cambio.
Anexo VI – Eurostat Statistical Books
Income and living conditions in Europe – 2010 (Del Capítulo 5 – Income poverty and income inequality)
5.5 Conclusions
The EU-SILC data on income inequality and poverty are rich and varied. Here we bring together in telegraphic form some of the main findings:
1 in 6 citizens are at-risk-of-poverty, and they are to be found in all Member States;
in three-quarters of Member States, the proportion of children at risk of poverty exceeds the overall proportion; there are real grounds for concern about child poverty in Europe;
success in reducing income poverty tends to go with success in reducing income inequality; there are no instances of countries pursuing a low poverty/high inequality strategy;
we do not yet know the impact of the economic crisis, but the picture prior to 2008 was not a static one. Some countries achieved sustained reductions in the proportions at risk- of-poverty, but in the EU as a whole this progress has been offset by reversals in other Member States;
it is widely believed that income inequality was increasing globally prior to the economic crisis, but the EU-SILC data suggest that the EU picture is more nuanced, with some Member States exhibiting declining inequality.
Tablas y Figuras seleccionadas, del Informe Income and living conditions in Europe – Eurostat 2010 – Capítulo 5 – Income poverty and income inequality
Del Eurostat Statistical Books
[tessi180] – Income quintile share ratio (S80/S20) (Source: SILC)
Source of Data: Eurostat |
Last update: 06.01.2011 |
Date of extraction: 10 Jan 2011 12:06:59 MET |
Hyperlink to the table: http://epp.eurostat.ec.europa.eu/tgm/web/_download/Eurostat_Table_tessi180HTMLDesc.htm# |
General Disclaimer of the EC: http://epp.eurostat.ec.europa.eu/tgm/web/_download/Eurostat_Table_tessi180HTMLDesc.htm# |
Short Description: The ratio of total income received by the 20 % of the population with the highest income (top quintile) to that received by the 20 % of the population with the lowest income (lowest quintile). Income must be understood as equalized disposable income. |
[tessi190] – Gini coefficient (Source: SILC) Number
Source of Data: Eurostat |
Last update: 06.01.2011 |
Date of extraction: 10 Jan 2011 12:08:22 MET |
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General Disclaimer of the EC: http://epp.eurostat.ec.europa.eu/tgm/web/_download/Eurostat_Table_tessi190HTMLDesc.htm# |
Short Description: The Gini coefficient is defined as the relationship of cumulative shares of the population arranged according to the level of equalized disposable income, to the cumulative share of the equalized total disposable income received by them. |
Anexo VI – Visite USA (utilizando la hemeroteca como un GPS de cabotaje)
Estados Unidos: un inmenso panorama de sufrimiento y sueños rotos
La "circularidad" de la infamia (nunca tan pocos destruyeron tanto)
Comencé este Paper con las mentiras de Bernanke ("Tócala de nuevo, Ben") y, "mira tú por dónde", la hemeroteca (gran enemiga de los políticos y altos "representantes") me brinda la magnífica oportunidad de cerrar este Anexo ("Visite USA") con otras mentiras del mismo autor. La leyenda de los tres millones de empleos (17/2/11)
A mediados de febrero apareció Ben Bernanke frente al comité presupuestario del Congreso estadounidense. Se trataba de que proporcionase a los honorables congresistas una visión experta del estado de la economía local, lo que aprovechó el presidente de la Reserva Federal para colocar un publirreportaje sobre las bondades de sus experimentos monetarios recientes, de cuyos efectos duda hasta el más santo de los inocentes.
Las dudas se centran en la posibilidad de impacto de un misil monetario en el punto débil de la recuperación, que no es otro que el persistente y elevado desempleo. Como bien dice Plosser, presidente del Banco Federal de Filadelfia y disidente en voz (que no en voto) dentro del Comité de Mercado Abierto, el detonante fundamental de la crisis fue una sobreinversión en ladrillo, y "no puedes convertir al carpintero en enfermero fácilmente, ni al broker de hipotecas en experto en ordenadores en una fábrica. (…) La política monetaria no puede reciclar a la gente. No puede resolver ese tipo de problemas."
¿La respuesta de Bernanke? Los titulares al día siguiente de su comparecencia: "La compra de bonos por parte de la Fed ha salvado tres millones de empleos". Y punto en boca. Magnífica manera de callar a los críticos, si no fuera porque esa cifra ya la habíamos oído antes, concretamente en boca de una subordinada de Bernanke, la vicepresidenta Janet Yellen.
Un mes antes de la comparecencia de su jefe, en un discurso en Denver, Yellen hablaba de los tres millones de empleos salvados por los programas de flexibilización cuantitativa, pero no en pasado, sino como proyección hasta final de 2012, todo ello basado en un trabajo publicado por economistas ¡de la propia Reserva Federal!, que habían trasteado con el modelo macroeconómico ¡de la propia Reserva Federal! O sea, tres millones de empleos virtuales validados por un modelo construido a base de las mismas relaciones causales que justifican la flexibilización cuantitativa como herramienta. Bonito razonamiento circular (el modelo dice que tiene que funcionar, así que lo implemento, lo introduzco en el modelo y el modelo dice que funciona).
Pero es que Yellen no fue la primera en navegar estas procelosas aguas de la contabilidad laboral creativa. Dos meses antes del discurso de la vice, Bernanke himself aseguraba a los senadores que sus programas de estímulo monetario crearían "entre 700.000 y 1.000.000 de empleos". Le debió de parecer poco y poco preciso al hombre. Así, en tres meses hemos pasado de "alrededor de un millón puestos de trabajo en un futuro remoto" a "tres millones a dos años" a "tres millones ya", empleos de regresión lineal y Powerpoint, pero qué más da.
Supongo que en algún momento las estadísticas mostrarán tres millones de empleos que atribuir a un tiempo a la flexibilización cuantitativa y a los programas de estímulo fiscal de Obama, otro contable creativo. Nos mean en la cabeza y dicen que está lloviendo. ¿Treta de plutócratas falsarios o vulgar insulto a la inteligencia de los ciudadanos?
Gota a gota (un inmenso panorama de sufrimiento y sueños rotos)
¿Pero, cómo se llegó a esta situación? ¿Es consecuencia de la "globalización"? ¿Es consecuencia de la crisis sub-prime? ¿Cuándo comenzó el "descenso a los infiernos? ¿Cuándo comenzó el fin -aunque no se dieran cuenta, o no quisieran darse cuenta- del sueño americano? ¿Cuándo comenzó la ficción de sustituir empleos por crédito?
En un artículo titulado "La lucha de clases política de EEUU" (Project Syndicate – El País – 23/1/11). Jeffrey D. Sachs (profesor de Economía y director del Earth Institute de la Universidad de Columbia, y asesor especial del secretario general de Naciones Unidas sobre las Metas de Desarrollo del Milenio), afirma: "El resultado es una paradoja peligrosa. El déficit presupuestario de EEUU es enorme e insostenible. Los pobres se ven exprimidos por los recortes en los programas sociales y un mercado laboral débil. Uno de cada ocho estadounidenses depende de cupones de alimentos para comer. Sin embargo, a pesar de estas circunstancias, un partido político quiere acabar con los ingresos fiscales por completo y el otro se ve arrastrado fácilmente, contra sus mejores instintos, en aras de mantener contentos a sus contribuyentes ricos. Este frenesí de recortes de impuestos viene, increíblemente, después de tres décadas de un régimen fiscal de élite en EEUU que ha favorecido a los ricos y poderosos. Desde que Ronald Reagan asumiera la presidencia, en 1981, el sistema presupuestario estadounidense se ha orientado a apoyar la acumulación de una inmensa riqueza en la cúspide de la distribución del ingreso. Sorprendentemente, el 1% más rico de los hogares estadounidenses tiene ahora un valor neto más alto que el 90% inferior. El ingreso anual de los 12.000 hogares más ricos es mayor que el de los 24 millones de hogares más pobres"
Antes de dejarlos con la batería de Gráficos y Tablas (el TAC de la desigualdad USA) un "recordatorio" final: Pese a las virtudes de la democracia debemos recordar los fallos de quienes se declaran partidarios de ella, porque la democracia es algo más que elecciones periódicas, aun cuando se celebren de forma justa. La democracia en EEUU, por ejemplo, ha ido acompañada de una desigualdad cada vez mayor, hasta el punto de que el 1% superior recibe una cuarta parte, aproximadamente, de la renta nacional… y la riqueza está distribuida de forma aún más inequitativa.
En su Informe "Neoliberalismo y distribución del ingreso en los Estados Unidos de América", de febrero de 2009, el Profesor Carlos Encinas Ferrer, investigador y académico de la Universidad de La Salle Bajío en León, México, publicado en la Revista Latinoamericana de Economía Problemas del Desarrollo, nos presenta -entre otros- los siguientes gráficos (numerados del 1 al 12), que abarcan del año 1959 al 2007. Luego les ofrezco, para vuestra consideración y análisis, la Table 693 – "Share of aggregate income received by each fifth and top 5 percent household: 1970 to 2008", cuya fuente es el U.S. Census Bureau – The 2011 Statistical Abstract – The National Data Book. Posteriormente, reproduzco las Tablas: "Distribution of wage eaners by level of net compensation, correspondientes a los años 2005 al 2009", extraídas del Wage Statistics – Social Security on line – USA.
Autor:
Ricardo Lomoro
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